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¿A mi manera o a la manera de Dios?

Hay un momento en el que decimos: “Señor queremos hacer tu voluntad” pero hay
un momento que el caballo empieza a tirar de la rienda, mi “yo” empieza a tirar de la
rienda: “Quiero hacerlo, pero a mi manera”
La Biblia dice que en un momento donde David había conquistado el reino, había
logrado todo lo que Dios le había puesto por delante, había hecho un trabajo
extraordinario, ya estaba en una etapa donde el crecimiento de su reino se había
producido. Un día reúne la asamblea y dice: “Tenemos que hacer algo, nos falta
algo, nos falta poner las cosas en su lugar”
1° Crónicas 13:2-4 “Y dijo David a toda la asamblea de Israel: Si os parece bien y
si es la voluntad de Jehová nuestro Dios, enviaremos a todas partes por nuestros
hermanos que han quedado en todas las tierras de Israel, y por los sacerdotes y
levitas que están con ellos en sus ciudades y ejidos, para que se reúnan con nosotros
y traigamos el arca de nuestro Dios a nosotros, porque desde el tiempo de Saúl no
hemos hecho caso de ella.
Y dijo toda la asamblea que se hiciese así, porque la cosa parecía bien a todo el
pueblo”
Era una idea genial, era algo extraordinario, era algo que marcaba la pauta
espiritual de este hombre de Dios, siempre tenía en su corazón esa marca, ese toque
del adorador. Y dijo: “está bárbara la conquista, está bárbaro todo lo que tenemos
pero traigamos los sacerdotes de nuevo, traigamos el arca” y todos estuvieron de
acuerdo. Y se puso a trabajar en esto pero cuando fueron a traer el arca y dispuso
todas las cosas para hacerlo sucedió algo…
1°Crónicas 13:9-12 “Pero cuando llegaron a la era de Quidón, Uza extendió su
mano al arca para sostenerla, porque los bueyes tropezaron. Y el furor de Jehová se
encendió contra Uza, y lo hirió, porque había extendido su mano al arca; y murió
allí delante de Dios. Y David tuvo pesar…
Y David temió a Dios aquel día, y dijo: ¿Cómo he de traer a mi casa el arca de
Dios?
¿Cómo he de traer a mi casa el arca de Dios? Esta es una gran pregunta: ¿Cómo
haré para hacer la voluntad de Dios? Aunque no nos hacemos esta pregunta los
creyentes, cuando tenemos años parece que tenemos tanta confianza con Dios que
empezamos a mezclarle a Dios nuestra voluntad personal, nuestras ideas.
David lo quiso hacer sin embargo no pudo hacerlo porque el arca representa la
santidad
Dos capítulos después David dijo:
1°Crónicas 15:2 “Entonces dijo David: El arca de Dios no debe ser llevada sino
por los levitas, porque a ellos ha elegido Jehová para que lleven el arca de Jehová, y
le sirvan perpetuamente”
En este lugar David dijo: “No es a mi manera, no es como yo suponía, es a la
manera de Dios”
Todos estamos trabajando para el Señor, trabajamos con las almas, con las células,
invirtiendo y trabajando pero cuidado cuando en nuestro trabajo comenzamos a
llevarlo por:
 Llevados por las circunstancias que nos rodean: comienzan a tener
tanta influencia sobre nuestra vida que pensamos hacer el trabajo lo mejor
que podemos, pero empezamos a alejarnos de a poquito a la obediencia
que debemos tener.
 Llevados por la tradición: se acostumbraron hacer las cosas a su
manera.
 Llevar las cosas de Dios dejando que problemas de enojo,
venganza, celos, envidia interfieran en su vida espiritual.
 Seguimos trabajando para Dios porque somos buenos y
comenzamos con un entusiasmo y Dios nos premió poniéndonos en un
lugar.
 Otros comenzamos a tener este estado de trabajar para Dios, pero
hemos perdido ese fuego que teníamos, ese ánimo, ese ímpetu, eso que
había levantado nuestra vida ahora no sentimos que nos levanta, ahora
sentimos que nos aplasta.
 Algunos comenzamos a tener esa cara de necesidad y le dice:
“¿por qué estás ahí? No había otro, fuimos tomado como el burro, el Señor
dijo: “tráiganlo, digan que el Señor lo necesita”.
Cuando empiezas hacer las cosas a tu manera hay 3 cosas que comenzamos a
perder:
1° Las Promesas de Dios en nuestras vidas:
No te das cuenta pero como lo estás haciendo a tú manera has perdido la sintonía
fina, la frecuencia de la sensibilidad del Espíritu Santo, la frecuencia fina trae
obediencia. Pero cuando no escuchas bien, pasa como el teléfono que se escucha
entrecortado, algunos escuchan la voluntad de Dios entrecortado y como no tiene la
frecuencia fina y no escucha claramente, ahí empieza a funcionar “a mi manera”.
Proverbios 3:5-6 “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia
prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas”
Es peligroso cuando comenzamos a caminar a nuestra manera, lo primero que
pierden aquellas personas es el estar apoyado en las promesas de Dios, comenzamos
a estar apoyado en lo que vemos, en lo que está a nuestro alrededor, en lo que
sentimos, en lo que nos parece.
“Si usted tomó un compromiso con Dios no lo tomó porque veía algo, lo tomó
porque Dios le habló y le dio Palabra y le dio Promesas.”
Tú vida espiritual no puede estar marcada por otra cosa que no sean las promesas
que Dios te ha dado, promesas de bendición, promesas de multiplicación, promesas
de ministerios poderosos, promesas de alcanzar, de llegar, promesas de crecimiento,
de desarrollo, promesas de Dios.
“Si tengo promesas” ¿Por qué escucho a mi manera?”
2° Pierdes los Principios de Dios en tu vida:
Cuando dudas de las promesas sigue un paso más abajo, “creyentes que pierden los
principios”
No habrá un hombre más vapuleado con una historia más terrible que José, lo vivió
desde el seno de su casa, desde sus hermanos, todo lo que pasó en su vida fue un
trastorno pero el día que lo confrontaron con sus principios, él respondió:
Génesis 39:8-9 “He aquí mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y
ha puesto en mi mano todo lo que tiene. No hay otro mayor que yo en esta casa, y
ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues,
haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?
Cuando empiezas a conceder y concederte cosas, saliendo de la obediencia, estás
llevando lo santo pero lo quieres hacer a tu manera.
Daniel 1:9 “Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la
comida del rey, ni con el vino que él bebía…”
Primero pierdes las promesas, ya no te mueves por la Promesa, por la Palabra, por
lo que Dios te ha hablado. Te mueves por lo que ves y lo que tú sientes.
Luego empiezas a conceder tus principios, si hay algo que tenemos para confrontar
al mundo son nuestros principios, los principios de Dios, los principios del cielo, los
principios que llevan honra al nombre del Señor, donde tú estés, estás representando
a Dios y tú tienes que mantener tus principios. ¡No lo negocies! ¿Cómo haría yo este
gran mal y pecaría contra Jehová?
3° Perdemos la Fe:
Alguien que negoció las promesas, ya no las tiene como su punto donde nacen las
cosas, alguien que negoció sus principios, termina perdiendo la fe
2° Timoteo 4:7 “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado
la fe”
Cuando entras en crisis porque lo estás haciendo a tu manera vas a tener esta pelea,
con las promesas, con los principios, dónde está tu fe. Comienzas a tener una actitud
religiosa.
Ha llegado el tiempo de la manifestación de los hijos de Dios y esa es nuestra
manifestación, ¿Cuándo te vas a manifestar?
Romanos 8:19 “Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la
manifestación de los hijos de Dios”
Dice que toda la creación está esperando la manifestación y este es el tiempo.
Para que Dios se manifieste y sigas teniendo esa marcha donde se levanta el
corazón, hay que tener cuidado del uso que le damos al uso del “dominio propio.”
Durante mucho tiempo decimos: “yo hago lo que quiero” y es verdad tengo una
voluntad personal, usted tiene en su vida un nivel de autoridad que le permite dirigir
los pasos que da cada día. No haga mal uso de esa autoridad que Dios le ha dado
sobre su vida.
Algunos hacen mal uso y otros ni lo usan, pero algunos lo poco que lo usan lo usan
para manipular los sucesos, manipular la vida espiritual, manipular las
circunstancias.
Comienzan a tener problemas con los límites, se pasan porque empiezan a trabajar
con él me parece, nadie me dijo nada, vi que lo hacían de esta manera, escuché por
ahí, lo vi, me dijo una persona que sabe, alguien ¿Quién es alguien? ¿Quién te dijo?
Cuando uno comienza con esta manipulación comienza a cubrir el error con
excusas. No hay reconocimiento, no reconocemos nada porque cuando yo reconozco
algo tengo que cambiarlo pero si le invento una excusa significa que quedará
escondido detrás de mí excusa, mi error.
Problemas – Excusas – Responsabilidades – Excusas – Obligaciones – Excusas –
al final nuestra vida se convierte en obediencia parcial. Ya no se trata de hacer la
voluntad de Dios, lo que estoy tratando es de quedar bien.
Hay un hombre en la Biblia que se llamó Sansón, tenía profecías correctas, tenía
preparación correcta, tenía procedencia santa, todo en su vida era correcto pero le
faltaba la base de un carácter piadoso, siempre él estaba en el coqueteo con el
desastre.
Tú puedes tener la Palabra, puedes tener la profecía, puedes tener un ministerio;
pero todo lo que Dios te ha dado funciona sobre la base de un carácter piadoso.
Es bueno lo que estás haciendo, pero Él necesita en este tiempo la mejor versión de
ti y la mejor versión de ti no es cuando tú dices: “a mi manera”, es cuando tú estás
lleno de Dios, es cuando estás lleno del Espíritu, es cuando tú en esa llenura
comienzas a tener sensibilidad a la voz de Dios para obedecerle. Eres como David
reaccionas y dices “no se puede hacer a mi manera, hay que hacerlo a la manera de
Dios”. Hay que escuchar al Pastor, hay que escuchar a la Pastora, hay estar y ser
obediente, hay que comprometerse, esa obediencia debe llevar compromiso y ese
compromiso y esa sensibilidad empieza a producir algo maravilloso en la vida de los
cristianos: alegría, gozo.
Porque lo estás haciendo a tu manera y te cuesta tanto se convierte en una carga y
es pesado y no funciona y parece que estás acelerando más y cada vez es más el
cuestionamiento.
Vuelve a la manera de Dios, vuelve al río, vuelve a la presencia, vuelve al llenarte,
vuelve a la búsqueda.
“La mejor versión de ti no es tu esfuerzo. La mejor versión es cuando estás
rendido y Él te llena con su presencia y te haces obediente y no aceleras a lo loco y
esperas en su presencia y obedeces y trabajas y estás allí para que Dios te use y cada
vez que te necesita eres una herramienta dispuesta, esa es la mejor versión de ti”
Cuando empieza a funcionar la fuerza de Dios y la autoridad espiritual, no la
autoridad porque la impongo, no la autoridad de mi carácter, de mi personalidad, la
autoridad que se establece porque Dios ha puesto algo sobre ti. No tengo necesidad
de manipular a nadie, no tengo necesidad de llenar mi vida con excusas, comienzo a
estar en un sí disponible porque empieza a ser una bendición todo lo que está a mí
alrededor

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