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Desirée Arjona Peña ♥

Capítulo 1
No veía absolutamente nada. Sus zapatillas se hundían en la mullida
moqueta del rellano. Sintió unas repentinas ganas de quitárselas para
poder sentir aquella alfombra. Podía escuchar el ascensor cerrarse en
busca de otro huésped de aquel edificio situado en el centro de Los
Ángeles. Se había sentido como una estrella de cine caminando por
aquel barrio. Las tiendas que había solo eran de grandes marcas, los
escaparates estaban perfectamente decorados siguiendo una estética
que cautivara al cliente, todo era publicidad, la gente caminaba con
su ropa cara sacada de boutiques, los hombres con sus trajes, sus
camisas recién sacadas de la tintorería y sus chaquetas a medida y
las mujeres con sus bolsos y sus tacones, aunque simplemente fueran
a tomar un café. De pronto, al ver todo aquello, Claire se sentía muy
niña. Acaba de terminar su segundo año de universidad y estaba en
sus veinte, sin embargo, al estar rodeada de gente que acababa de
terminar la carrera, comenzaba a trabajar y se compraba su primera
casa, se sentía algo intimidada. De lo único que podía presumir es de
ser propietaria de un estupendo coche, del cual no se quejaba para
nada. La independencia era algo de lo que tampoco se podía quejar.
En la residencia solo compartía habitación con una chica, April, muy
simpática, con la que además compartía clases. Psicología era una
carrera fascinante para Claire, sus notas eran altas y sus trabajos de
sobresaliente, le iba mucho mejor que en el instituto. La noche
anterior había tenido su fiesta de fin de año, y aquella misma
mañana partió hacia Los Ángeles. Se había citado con su hermano
en su nuevo piso. Claire estaba impaciente por verlo, y a su hermano
también. Henry la esperaba abajo, y sin dejarle preguntar nada, la
dijo que se callara y que cerrase los ojos. Y así se mantuvo hasta que

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llegaron al rellano. Escuchó una llave meterse en una cerradura, la


puerta se abrió, a su espalda una mano empujó a Claire para que
atravesara la puerta. Fue de los sigilosos pasos, y de la suave
moqueta, al ruidoso sonido de sus zapatos en la deslizante tarima
flotante.
—Espera un momento —escuchó la voz de su hermano de pronto.
Sus pasos se alejaron, y ya no le sentía cerca.
—Vamos, Henry, quiero ver ya el dichoso ático para poder usar tu
baño —se quejó Claire con los ojos cerrados, impaciente.
—Ya está —dijo a distancia.
Los ojos de Claire se abrieron pero su visión seguía estando en
penumbras. De pronto, escuchó a su hermano al fondo pulsar un
botón. Unas persianas eléctricas comenzaron a subir dejando entrar
la luz del exterior, y apareciendo unas vistas espectaculares del
centro de Los Ángeles. Y entonces pudo ver el apartamento por
completo. Todo en él era negro, gris o blanco, de decoración
minimalista, moderno, sencillo, masculino y elegante. Si Claire no
hubiera sabido que aquel era el nuevo piso de Henry, habría pensado
que sería el perfecto para él. El rubio al fondo, la mirada con una
sonrisa de par en par, orgullosa y pedante.
—¿Qué te parece? —preguntó.
—Guau —dijo Claire dando una vuelta sobre sí misma. Henry soltó
una risita y se apartó de las ventanas, que consistían en una enorme
cristalera que llegaba del suelo al techo.
—Sí, lo sé —contestó Henry con una sobrada sonrisa metiéndose las
manos en los bolsillos de sus vaqueros—. ¿A qué es genial?
La mirada de Claire viajaba por todo el piso. La cocina americana,
los muebles de diseño, todos los colores combinaban y cada cosa
estaba ordenada cuadriculadamente.

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—Es genial —admitió Claire, observando cada detalle—. No puedo


esperar a ver el piso que papá me comprará a mí.
Henry frunció el ceño molesto por el comentario.
—No todo lo ha comprado papá —refunfuñó.
Claire le miró y bufó.
—Ah no, es verdad —soltó con tono irónico. Señaló sobre una de las
mesas un marco de fotos donde aparecían Claire, Henry y su
padre—. Este marco te lo regalé yo.
Henry ladeó sus ojos.
—Lo hemos pagado a medias —dijo Henry, y en cuanto lo hizo
Claire soltó una risotada.
—Por favor, a mí no hace falta que me engañes.
—Un veinte por cierto del dinero era mío —se apresuró a decir.
Claire alzó una ceja—. De las becas —explicó Henry.
Claire hizo un gesto con la mano para quitarle importancia al asunto,
mejor dejar el tema. Henry se tomaba muy a pecho que la gente le
llamara niño de papá.
—Si eres feliz pensando así… —dijo y se sentó en el cómodo sofá
grisáceo—. ¿Venía con los muebles? —preguntó pasando las manos
por el fino tapizado.
—Sí —contestó Henry y como si se le hubiera olvidado su enfado,
sonrió de oreja a oreja y se sentó junto a su hermana—. ¿Has visto lo
de las persianas? —inquirió cogiendo un mando entusiasmado.
Señaló con él las persianas y pulsó un botón—. Está casi todo
automatizado —le explicó a Claire mostrando cómo con aquel
mando prendía una chimenea artificial, controlaba las luces o
encendía la televisión.
—Oh —dijo Claire fingiendo estar impresionada.
—Tiene cuatro televisores, todos de último modelo —presumió
Henry.
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—¿Para qué quieres tantas teles? —preguntó Claire de pronto con


mirada acusadora. Henry miraba su televisor mientras pasaba por su
infinidad de canales.
—¿Y por qué iba a querer menos? —inquirió sin tan siquiera
mirarla.
—Puedes donar una —sugirió Claire. Henry se giró hacia ella
enarcando una ceja y bufó.
—¿Para que los indigentes la usen como combustible en sus
hogueras? No, gracias.
Claire puso los ojos en blanco.
—Qué imbécil —soltó—. Podríamos venderla para comprar comida
para el comedor social.
—¿Ese sitio donde Allie y tú dais de comer a unos piojosos? —
inquirió Henry. Su hermana y Allie eran íntimas desde hacía un año.
Habían encontrado cosas en común, como la fotografía, la música, o
las obras de caridad, cosa que a Henry le ponía enfermo. Allie era su
amiga, no la de su hermana—. Ni lo sueñes —contestó
bruscamente—. Y quítate los zapatos, no quiero que me manches el
suelo —gruñó de pronto.
Claire frunció el ceño, infló las mejillas, resopló y se dispuso a
quitarse sus zapatillas.
—Si tú no vas a limpiar —se quejó mientras las lanzaba lejos—.
Apuesto a que papá también te habrá puesto una asistenta.
—No pensarás que voy a limpiar yo, ¿no? —inquirió Henry de
pronto indignado.
Claire se puso en pie.
—¿Dónde está el baño? —preguntó entonces.
—Tengo dos, uno con ducha hidromasaje, y otro con…

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—Solo dime cuál está más cerca —le cortó Claire sin querer
escuchar cómo Henry sacaba su vena de vendedor inmobiliario y le
soltaba todas las cualidades de aquel piso. Henry frunció el ceño.
—Por el pasillo, primera a la derecha —contestó en tono seco.
—Gracias —dijo Claire entre dientes.
Su hermana desapareció por el pasillo. Henry apagó la televisión y
se puso en pie. No podía estar más contento, por fin había acabado la
carrera, tenía una doble titulación en derecho y empresariales, y un
futuro brillante por delante. Ya tenía su nuevo piso en el centro, y
después del verano comenzaría su master en Derecho Internacional,
Comercio Exterior y Relaciones Internacionales. Pero en lo que más
concentrado estaba era en la final de la liga universitaria. Había sido
el quarterback todos aquellos años, y seguía siéndolo, y con ello, el
capitán. No estaba nervioso, solo impaciente y deseoso de que
llegara aquel día. Volvían a estar en la final. A Henry no le gustaba
demasiado presumir de ello, pero era gracias a él, claro, ¿cómo no?
Sacó dos de sus nuevas copas y sirvió algo de beber para él y su
hermana. Cuando ella salió del baño le vio ahí, en su cocina,
sonriendo de par en par.
—¿Harás una fiesta de inauguración esta noche o algo así? —
preguntó Claire llevándose la copa a los labios. Henry negó con la
cabeza.
—Mañana. Por mi nuevo piso, por el fin de la carrera, y porque es el
día antes del partido —dijo con una arrogante sonrisa.
—También podríamos celebrar que yo he terminado mi segundo año
en Stanford con matrícula —sugirió Claire.
—No, eso no —soltó Henry de forma despectiva. Claire chasqueó la
lengua.
—Borde.
Henry sonrió divertido ante el enfado de Claire.
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—Pero estás invitada, eso ya es todo un honor para ti —dijo Henry,


y a Claire le dio la sensación de que lo decía totalmente en serio. Si
no fuera porque era su hermano, le mataría.
—Está bien, le diré a Shorty que salga antes para… —comenzó a
decir Claire.
—Alto, alto, alto —interrumpió Henry de repente. Claire se calló—.
¿Me has oído decir que tu novio esté invitado?
—Va implícito —contestó ella. Henry negó con la cabeza.
—El enano aquí no entra.
Claire abrió la boca de par en par indignada.
—Si no entra él, yo tampoco —dijo entonces.
Henry la miró durante un segundo, y entonces suspiró. Claire sonrió
pensando que le había derrotado.
—Tendré que prescindir de ti —dijo Henry bebiendo de un trago su
copa.
La indignación de Claire se agravó, por poco le tira su copa a la cara,
pero pensándolo mejor, ¿para qué? Su hermano siempre sería el
cabrón de siempre.
—¿Sabes que puedes llegar a ser un auténtico capullo? —inquirió
ella con tono neutro.
—Oh venga, no te cabrees —dijo entonces Henry, con un extraño
tono meloso que solo delataba su buen humor—. Eres la primera a la
que he enseñado mi nuevo piso.
La sorpresa se vio impresa en el rostro de Claire.
—¿En serio? —preguntó de pronto ilusionada.
—Pues claro —asintió Henry.
Claire se pasó el pelo por detrás de la oreja algo tímida de pronto.
¿Había sido realmente la primera? ¿Incluso antes de…? Claire
sonrió ampliamente.

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—¿Y qué hacemos ahora? —preguntó entonces animada—.


¿Cenamos o…?
—¿Qué? —inquirió Henry de pronto—. No, tú te largas ahora.
—¡¿Cómo?!
—Jake… —dijo entonces, con un extraño brillo en los ojos—, viene
en una hora —Claire resopló, cuando se trataba de Jake no podía
enfadarse con Henry. Asintió de acuerdo, buscó con la mirada sus
zapatillas y se levantó para ponérselas—. Pero antes de que te
vayas… —dijo entonces Henry. Claire le miró con curiosidad—.
¿Preparas ese plato tailandés que me encanta? —preguntó Henry con
una mirada angelical.
Claire frunció el ceño. Levantó su dedo corazón y se lo dedicó a su
hermano.
—Que te den, Henry —dijo antes de dirigirse a la puerta.
—¡Eh! ¿A dónde…? —pero el portazo que dio su hermana ahogó
sus palabras—. Tener hermana para esto… —se quejó entre dientes
mirando la puerta por la que acaba de salir—. ¿Qué cocino yo
ahora? —se preguntó.
Sus ojos fueron directos al teléfono. Supuso que tendría que pedir
comida.

Paseaba observando cada animal a su paso. Ninguno le convencía, y


todos lo hacían. Si pudiera se llevaría a todos aquellos animales a su
casa, pero con él no estarían mejor que en aquella perrera. A veces
dudaba que se pudiera cuidar incluso a sí mismo. La voz de una niña
llamó su atención. Señalaba con euforia a uno de los animales, un
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gato anaranjado, y llamaba a su padre para que se lo llevaran. Estaba


mirando la escena cuando Jake escuchó una voz a sus espaldas.
—¿Puedo ayudarle en algo? —preguntó la voz.
Jake se giró y vio a una chica vestida con un polo verde y unos
pantalones color caqui. Su pelo castaño estaba recogido en una
coleta. No era muy guapa, pero tenía una bonita sonrisa que
resplandecía amabilidad.
—Hola —saludó Jake—. Quería adoptar un animal —contestó Jake
sin saber muy bien si era eso lo que se decía al querer llevarse uno.
La sonrisa de la chica se amplió un poco más.
—Estupendo —dijo antes de comenzar a pasearse por las jaulas—.
¿Y tiene alguna preferencia? Un perro, un gato…
—Un perro —contestó Jake.
—Bien, ¿pequeño, mediano o grande?
Jake se mordió el labio.
—Verá, sé que lo que le voy a decir va a sonar fatal con todos los
perros que tienen aquí deseando un hogar —comenzó a decir, la
chica le miró confundida, sin saber a dónde quería llegar—. Pero es
un regalo para mi novio, y es un poco… —hizo una pausa pensando
en cómo describir a Henry—, delicado, con esto de los perros.
Con lo de los perros y en general más bien, pensó Jake. Había estado
mucho tiempo pensando en si era el regalo adecuado. Henry no era
precisamente un amante de los animales, pero Jake pensó en lo bien
que le vendría tener un compañero para humanizarle un poco más.
Decidido, pensó en qué animal sería el más conveniente. En un
primer momento pensó que un gato sería la mejor opción, eran
independiente, y Henry no tendría que ocuparse demasiado de él,
además eran igual de presumidos y desagradables. Pero luego pensó
que lo que quizá necesitaba Henry era todo lo contrario a él, un
animal cariñoso y dependiente, además, los perros eran muy activos
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y Henry podría hacer deporte con él, y dejar en paz a Jake con eso de
salir a correr al parque o a la playa. Conclusión: un perro.
—¿Qué quiere decir? —preguntó ella sin pillar aun el mensaje. Jake
se pasó la mano por la nuca.
—Para encontrar un perro a su medida debería haber ido a una de
esas tiendas que tienen perros con pedigrí de más de quinientos
dólares, pero yo me niego a pagar esa cantidad de dinero cuando hay
perros abandonadas a montones.
A la chica se le iluminaron los ojos al oírle. Este chico es
encantador, qué lástima que tenga… ¿Ha dicho novio?, pensó la
chica antes de sonreír.
—Eso es lo que mucha gente no entiende —dijo entonces.
—Sí… —asintió Jake estando de acuerdo—. Pero claro, tampoco
quiero darle uno que no le guste, así que si pudiera encontrar aquí un
cachorro de raza o… aunque sea… —decía algo avergonzado de ser
tan exigente en un lugar como aquel.
Para su suerte, la chica le interrumpió.
—Precisamente hace poco una de nuestras hembras tuvo una
camada de Golden retrievers —dijo ella entonces.
—¿En serio? —inquirió Jake sin creerse su suerte.
—Sí, de pelaje dorado —explicó ella—. Nacieron seis de ellos, pero
esos perros vuelan. Cachorros y de raza… pero creo… que solo
queda uno. Sígame.
La chica comenzó a caminar, Jake se apresuró a seguirla. Llegaron
hasta un pequeño corralito.
—¡Aquí está! —exclamó ella sacando un cachorro de él—. El más
pequeño —anunció.
Jake vio a la pequeña bolita que sujetaba la mujer. No paraba quieto
en sus brazos, abría la boca y las patas intentando jugar. Ella se reía

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y esquivaba sus zarpas. La mujer se lo pasó para que lo pudiera


coger, a lo que Jake no dudó ni por un segundo.
—Es perfecto —dijo mientras observaba al cachorro—. ¿Tiene
nombre?
—No —negó la chica con la cabeza—. Podrás ponérselo tú.
—Ojalá pudiera ponérselo yo… —deseó mientras jugaba con él—,
pero es para mi novio, y seguramente le ponga un nombre ridículo
como Champion o Fútbol —dijo antes de que el perro le chupara la
mejilla efusivamente. La mujer soltó una carcajada.
—Parece que le gustas —dijo.
Jake le dedicó una sonrisa socarrona.
—Suelo gustarle a los animales —presumió.
—Eso dice mucho de ti —dijo ella pensando de nuevo en por qué
los mejores hombres eran siempre gays. Ella suspiró sin darse
cuenta. Jake dejó de mirar al cachorro por un momento para mirar
extrañado a la mujer, que se puso roja al ver que había suspirado en
alto—. Bien, pues vamos a rellenar el papeleo —se apresuró a decir
nerviosa.
Jake la sonrió, cogió al pequeño Golden Retriever y siguió a la
mujer.

A pesar de que aquel fuera su piso de hombres adultos, era lo que


menos parecía. Decidieron marcharse a vivir juntos en cuanto el
grupo consiguió el dinero suficiente de sus giras. Era de alquiler, y
por ello tenían un insoportable casero de nacionalidad polaca que no
les daba ni un respiro, aunque claro, el hombre tenía sus razones.
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Había dado libertad a los chicos de decorar el piso a su manera. Un


gran error por su parte. Ninguno de los cuatro se ponía de acuerdo
para la decoración. David había imaginado en su mente una casa
muy punk, sin embargo, para disgusto de los demás, también quería
un lugar parecido a una cómic-con. A ninguno le importaba tener las
paredes llenas de pósters de grupos, ni tampoco de alguna película
que otra, pero se negaban a tener en cada mueble muñecos de acción
de La guerra de las galaxias, láminas originales de los personajes de
Tim Burton, o maquetas enormes de la ciudad de Gotham o de
Minas Tirith. Jake quería que su casa fuera como un estudio de
grabación, si se le ocurría una letra, o una melodía, poder grabarla al
instante, e incluso hacerse sus propias modificaciones o ediciones.
Los demás se habían negado en rotundo, si no aquello parecería más
un lugar de trabajo que una casa para descansar. Kire quería crear su
propio recreativo en casa, máquinas de pinball, billar, bicicletas,
skates, videojuegos… todo lo que uno pudiera usar para divertirse. Y
Shorty solo quería un lugar que pareciera de un músico, sin llegar a
que se convirtiera en un estudio de grabación. Quería sus pósters por
las paredes, algunos instrumentos, una colección de CDs en una gran
estantería, quizá un tocadiscos, vinilos, y camisetas firmadas como
decoración… El día de la mudanza fue un completo caos. Ninguno
llegó a ver el piso de sus sueños. Aquella casa pasó a ser una mezcla
de lo poco que tenían en sus habitaciones, y con lo que les sobró
pudieron amueblar el salón. Acabó siendo una mezcla de los cuatro,
y sus respectivas habitaciones fueron a gusto de cada uno. Por
suerte, cada uno tenía la suya, por ello cogieron aquel piso, por sus
cuatro habitaciones. Aunque por desgracia, solo había un baño para
los cuatro tíos que eran, y la cocina era parte del salón, separados
por una única encimera o barra americana. A pesar de ser casi la
hora de cenar, David se comía un bol de cereales mientras hablaba
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por teléfono con el casero. El muy memo quería realquilar el piso al


enterarse de que el grupo se marcharía dos meses a una gira por
Europa. Ninguno quería perder ese piso, era un chollo y les sería
imposible encontrar otro así.
—Sí, ya lo sé señor Polanski… Pero verá, nos marchamos dos meses
de gira y necesitamos el piso para cuando volvamos —dijo, e
inmediatamente se apartó unos centímetros el teléfono para evitar
que los gritos de aquel hombre le taladraran la oreja. Cuando acabó
de escuchar aquellos berridos, se lo acercó de nuevo—. Le
pagaremos en una semana, aún no hemos cobrado —explicó antes
de repetir la misma acción. Resopló tratando de ser paciente—.
Hagamos una cosa, usted nos alarga el contrato un año más y
nosotros le damos cuatro meses adelantados —David vio por el
rabillo del ojo que Shorty aparecía en el salón, mirándole con
curiosidad—. Sí, sí, y le pagamos lo que le debemos. Genial, gracias
—dijo, y se apresuró a colgar. Miró al teléfono con rabia—. Casero
polaco cabrón… —maldijo entre dientes.
—¿Nos alarga el contrato de alquiler? —preguntó Shorty. David le
miró con molestia.
—Sí, pero la próxima vez hablas tú con él —le espetó antes de coger
su cuchara y llevarse unos cuantos cereales con leche a la boca—.
Estoy harto de que me llame “skurwysynu”.
—¿Sabes acaso lo que significa? —inquirió Shorty enarcando una
ceja.
—No, pero lo repite mucho, y no creo que sea “gracias”
precisamente —informó David, claramente cabreado.
Shorty ladeó los ojos, y se apresuró a abarcar el tema que le
importaba, antes de que David volviera a refunfuñar por algo.
—Bueno, ¿cuántas guitarras me llevo? —preguntó entonces con una
sonrisa de par en par.
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—Dos —contestó David directamente, sin tener que meditarlo.


Shorty le miró indignado.
—¿Solo dos? —inquirió. David levantó su mirada del cuenco de
cereales.
—¿Para qué te vas a llevar más? Solo son dos meses.
—Las guitarras para mí son como para ti tu pelo, dos semanas con la
misma y me siento sucio —argumentó Shorty, señalando el ahora
pelo rojo de David.
David se dispuso a contestar, cuando Kire salió de pronto de su
habitación, vestido únicamente con una camiseta de Metallica y unos
calzoncillos.
—Cambiáis más de guitarras y de pelo que yo de gayumbos —
comentó al tiempo que se dirigía hacia la habitación de Jake.
David y Shorty compusieron cara de asco ante el comentario de su
amigo. David observaba a Kire rebuscar entre las cosas de Jake
desde allí.
—David, tú que sabes de culturas… ¿Cómo son los europeos? —
preguntó entonces Shorty.
—Yo qué sé, Shorty —dijo David quitando la vista de la actividad
de Kire—, depende el país. Pero los polacos, si son todos como
Polanski, unos capullos.
—¿En el tour pasamos por Polonia? —inquirió Shorty confuso.
—Vamos a Varsovia la tercera semana, ¿no te acuerdas? —preguntó
sin poder creer que Shorty no se supiera aun las ciudades a las que
iban a ir.
—¿Eres sordo? —le espetó Shorty de pronto—. Te he dicho Polonia.
David abrió los ojos de par en par. Pensó en decirle que Varsovia era
la capital de Polonia, pero ¿para qué? Lo olvidaría a los dos
segundos.

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—Sí, Shorty, pasamos por Polonia —dijo David en su lugar. Shorty


sonrió impaciente.
—Esto va a ser genial —dijo eufórico.
David se levantó y dejó su cuenco vacío en la pila.
—Yo me muero por ir a Viena. Es la cuna de la música —comentó.
—¿Donde el agua? —preguntó Kire curioso mientras ojeaba los
CDs de la estantería de Jake.
—¿Qué agua? —inquirió David sin comprender, y saliendo de la
cocina.
—Ya sabes…, esas calles llenas de agua, pérgolas y eso —explicó
Kire dejando su tarea para mirar a David. El pelirrojo, agitó la
cabeza sin creer lo que escuchaba.
—Para empezar, se llaman góndolas —dijo entonces molesto por
que sus oídos tuvieran que escuchar semejantes aberraciones—. Y
segundo, eso es Venecia.
—¿Y qué coño he dicho? —le espetó Kire con un desagradable tono,
y continuando con su búsqueda.
—¡¿Conocéis algo de alguna puta ciudad a la que vayamos a ir? —
exclamó David perdiendo los nervios.
—¿Cómo las vamos a conocer si no hemos ido? —preguntó Shorty
indignado. David se masajeó la frente.
—Sois los dos unos subnormales de primera… ¿Dónde está Jake
cuando se necesita hablar con alguien con cerebro?
Shorty, ignorando a David, se asomó a la habitación de Jake, donde
Kire rebuscaba.
—Por cierto, ¿qué haces buscando entre sus cosas? —preguntó
curioso.
—Busco el DVD del concierto del mes pasado, quiero hacer un
montaje y subirlo a nuestra web —explicó sin dejar de ojear cada
CD que veía.
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—¿Tú haciendo algo de provecho? —inquirió David enarcando una


ceja.
—Cómeme la polla, Dav —le soltó Kire, justo antes de ponerse en
pie con uno en la mano—. ¡Ajá! Puede que sea este. Es el único que
no tiene algo escrito —dijo al tiempo que iba hacia el ordenador de
Jake para mirarlo. Shorty y David perdieron el interés en aquello.
—Bueno, ¿entonces cuántas guitarras me llevo? —preguntó Shorty
de nuevo. David resopló.
—Shorty, como dice Kire, cómeme la polla —dijo con intención de
ir hacia su cuarto, cuando escucharon a Kire hacer un sonido de
sorpresa. David y Shorty se miraron confusos.
—¿Qué pasa? —preguntó Shorty.
Kire apareció junto al marco de la puerta con los ojos muy abiertos.
—No… me… lo… creo… —dijo de pronto, diciendo cada palabra
con una lentitud extrema.
—¿El qué no te crees? —preguntó David cruzándose de brazos. Kire
movió el DVD que tenía en la mano, con una extraña sonrisa.
—¿Qué pasa con eso? —inquirió Shorty sin comprender.
—No os vais a creer lo que hay dentro —dijo de nuevo y su sonrisa
se volvió algo siniestra.
—¿La cámara secreta? —soltó David. Shorty bufó.
—Friki… —dijo mirando al pelirrojo. David le contestó con una
mueca.
—Es un vídeo casero… —dijo Kire de pronto, y les miró con un
extraño brillo en los ojos—. De Jake y Woods.
La boca de Shorty se abrió de par en par.
—¿Cómo que un vídeo casero? —preguntó David sin comprender
aun de qué iba el asunto.
—Kire… —dijo entonces Shorty, con voz precavida—. ¿Estás
diciendo lo que creo que estás diciendo?
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Y por aquel tono, David supo por fin lo que era. Abrió la boca de par
en par al igual que Shorty. Kire asintió lentamente, y de repente, fue
disparado hacia la televisión del salón y Shorty se lanzó al sofá.
—¿Qué hacéis? —preguntó David totalmente desconcertado.
—¿Tú qué crees? Vamos a verlo —dijo Shorty impaciente.
—¡¿Qué?! ¡No podéis ver eso! —exclamó David escandalizado.
—Oh, sí que podemos, y lo vamos a hacer —dijo Kire mientras
encendía el aparato reproductor de DVD.
—¡¿Sabéis cómo se pondrá Jake si se entera?! —dijo fuera de sí.
—Pero no se va a enterar. ¿Le ves aquí? No, ¿no? Pues ya está —le
espetó Kire abriendo el aparato para poder meter el CD.
—Debe quedar en secreto entre los tres —dijo Shorty.
—¿Desde cuándo tenemos secretos con Jake? —inquirió David.
Shorty se quedó un momento pensativo. Agitó la cabeza entonces.
—Bueno vale, se lo contaremos. Pero dentro de diez años, cuando
solo pueda tomárselo a broma.
—Vale, ya está —dijo Kire cuando metió el DVD, y se apresuró a
sentarse con Shorty en el sofá.
—Vamos, David, ven aquí —le animó Shorty dando un par de
golpecitos al sitio vacío que había quedado a su otro lado. Le miró
con unos ojos malvados—. ¿No te das cuenta de cómo puede
aparecer Woods en este DVD?
—¡Precisamente por eso no quiero verlo! —exclamó David,
asqueado solo de imaginar a Henry desnudo y en posturas
comprometedoras—. Además, ¿se te ha ocurrido pensar que Jake
saldrá igual?
Kire y Shorty se miraron entonces. Ambos se encogieron de
hombros.
—Da igual, aun así quiero verlo —dijo Shorty restándole
importancia.
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—Si no quieres verlo, lárgate —le espetó Kire cansado de los


impedimentos de David.
—Joder, sois unos putos enfermos de mierda —dijo David
sentándose junto a Shorty. Él había intentado detenerles, nadie lo
podía negar.
—Sí, pero bien que te has sentado a verlo —dijo Shorty con una
sonrisita.
—Me he sentado, pero no lo pienso ver —dijo David a la defensiva.
Se cubrió el rostro con las manos, y asomó sus ojos entre los dedos.
—Tú mismo —dijo Shorty acomodándose en el sofá.
—Además, entendería más que lo viéramos si fuera un video casero
de Claire y Shorty pero… ¿De Jake y Woods? —inquirió de pronto
David como si aquello no tuviera ni pies ni cabeza. Shorty le miró
con furia en los ojos.
—¿Qué coño has querido decir con eso? —quiso saber entonces con
un tono intimidante.
—¡Shhh! —exclamó entonces Kire para que se callaran. Y sonrió
divertido—. Ahí van.
David se asomó para ver la gran pantalla de televisión. La cara de
Jake se veía en primer plano, colocando la cámara.
—Vale, ya está —escucharon decir a su amigo al apartarse.
La cámara apuntaba a una cama, donde estaba Henry sentado,
únicamente vestido con unos vaqueros. Jake también llevaba
solamente unos pantalones negros ajustados. Empujó a Henry para
que se tumbara y se colocó sobre él.
—Sigo preguntándome por qué vemos esto —dijo David sin poder
quitarse las manos de la cara, sobre todo cuando vio por su pequeño
campo de visión, cómo su amigo deslizaba los pantalones al rubio.
—¿Tendrá ropa interior ridícula? —preguntó Shorty divertido.

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Only Three Wishes ♥

—Oh, ojalá que sí. Con estampado de Kitty, por favor —pidió Kire
mofándose de Henry. Pero para desgracia de los amigos de Jake, el
rubio llevaba unos boxers grises de Calvin Klein.
—Joder, ¿tiene que llevar hasta la ropa interior de marca? —se quejó
Shorty.
Vieron cómo las manos de Jake, deslizaron aquella prenda poco a
poco hasta quitarla por completo.
—¡Y ahí tenemos el pajarito de Woods! —anunció Kire con burla.
—Su Piolín, querrás decir —comentó Shorty, y los tres soltaron una
carcajada estridente.
—Oh por dios, Jake —dijo David asqueado al ver cómo su amigo
masajeaba con gusto el sexo de otro hombre.
Shorty vio por el rabillo del ojo que Kire llevaba su mano a su
muslo. Le lanzó una mirada siniestra.
—Como se te ocurra tocarte te la cortaré y no volverás a pisar esta
casa —dijo con un tono severo y aterrador. Kire le miró indignado y
ofendido.
—¡¿Por quién me tomas?! ¡Solo me estaba rascando! —exclamó
entonces.
—Va a… —escucharon decir a David.
Shorty y Kire llevaron su mirada a la pantalla. Jake se había puesto
de pie, y Henry se había arrodillado frente a él.
—No, no… —decía Shorty sin poder creer que fuera a ver lo que iba
a ver. David prefirió no verlo, y se tapó los ojos.
—¡Lo está haciendo! ¡Lo está haciendo! —exclamó Kire partiéndose
de risa al ver al tío que posiblemente peor le cayera en el mundo
haciéndole una mamada a su mejor amigo.
—Esto es lo más asqueroso que he visto en mi vida —dijo Shorty
con asco pero sin apartar la mirada.

18
Desirée Arjona Peña ♥

—Ah, Henry… —escucharon gemir a Jake al otro lado de la


pantalla.
—¡Ah! —gritaron Shorty y David horrorizados.
—¡Quita el volumen! ¡Quítalo! —exclamó David a Kire pasando sus
manos a sus oídos.
—¿Por qué? —preguntó Kire, que ni se había inmutado.
—No quiero oír a mi amigo gemir, gracias —le espetó Shorty.
—No pienso quitarlo —le contestó enterrando el mando entre los
cojines para apartarlo del alcance del bajito.
—Se está levantando… —anunció David los movimientos de Henry.
—¿Y ahora…? —comenzó a preguntar Shorty.
Los tres se quedaron inmóviles esperando lo que venía a
continuación, cuando de repente, escucharon la puerta. Se tensaron
inmediatamente, abriendo los ojos de par en par, y la puerta se abrió.
—Hola, tíos… —dijo Jake al entrar.
David y Shorty se levantaron a la misma vez, y salieron disparados a
sus habitaciones, cerrando la puerta de un portazo. Kire, que no
atinaba a coger el mando que había metido entre los cojines, también
salió pitando y cerró su puerta tras de sí, dejando el video puesto.
Jake se quedó clavado junto a la puerta. El perro que llevaba en sus
manos, se consiguió escapar, y correteó por el piso. Jake tenía la
mirada fija en la pantalla, su expresión era de total shock al
comprender lo que acababa de pasar allí. Las llaves se le cayeron de
las manos al suelo.
—Esto tiene que ser una broma… —dijo con la boca entreabierta y
los ojos aun fijos en la pantalla que reproducía el vídeo había
grabado con Henry.
—Jake, emmm… No sabíamos a qué hora ibas a llegar —escuchó la
voz de Shorty con tono de culpa.

19
Only Three Wishes ♥

—Salid —dijo Jake sin cambiar su expresión de shock y


repugnancia.
Las tres puertas se abrieron lentamente, y sus amigos aparecieron
tras ellas.
—Jake…, pensábamos que estabas cenando con Woods —comenzó
a decir Shorty.
David ni siquiera podía mirarle a la cara. Jake le miró fuera de sí, sin
creerse lo que oía.
—¿Qué…? Oh, perdona, ¿debía haberos avisado para que pudierais
ver mis cosas privadas a gusto? —inquirió entonces visiblemente
enfadado.
—Escucha…, no es lo que parece —dijo David con voz
apaciguadora.
—¿No estabais viendo un vídeo mío follando? —preguntó Jake, y en
su voz solo se notaba hostilidad—. Porque es lo que parece…
—Bueno, no lo pusimos para verte a ti, tranquilo… Solo queríamos
reírnos de Woods… —aclaró Kire como si nada.
—¡Ah, vale! ¡Te refieres a mi novio! —exclamó Jake con exagerada
ironía—. ¿¡Solo habéis hurgado entre mis cosas para coger un vídeo
privado y poder cachondearos de él!? ¡Entonces os perdono!
—¿Veis? No se ha enfadado —dijo Kire dirigiéndose a David y a
Shorty, y ellos temieron por sus vidas.
—Yo te mato —dijo Jake entre dientes, antes de lanzarse contra Kire
y tirarlo al sofá para poder golpearle fuertemente en la cara.
Kire al día siguiente amaneció con el pómulo morado, Shorty con la
nariz roja por recibir un buen golpe en ella, y David se alegró de
solo haberse llevado un fuerte dolor en la mandíbula.

20
Desirée Arjona Peña ♥

Puso la comida tailandesa en su nueva vajilla, preparó las copas,


atenuó las luces y se sentó impaciente en el sofá a esperar. A los diez
minutos, incapaz de quedarse sentado, colocó las últimas cosas que
había traído. Ropa, toallas, cremas, su máquina de afeitar… Acabó
antes de lo que había querido, pues de nuevo no tenía nada que
hacer. Se encendió su televisión nueva y comenzó a pasar canales.
Dejó un rato un programa de deportes, pero acabó en seguida, por lo
que acabó viendo la MTV, un reality de esos de gente fea intentando
inútilmente convertirse en un playboy o una miss. Había quedado
totalmente inmerso en el programa, tanto que a veces comentaba en
voz alta con la misma televisión.
—Con ese vientre flácido nunca llegarás a nada, imbécil —le dijo al
tipo del programa aunque no le oyese.
Estaba a punto de soltar otro comentario cuando escuchó la puerta.
Jake. Henry se puso en pie de golpe y apagó la pantalla plana. Se
arregló rápidamente su vestimenta y se peinó el pelo como pudo.
Agarró el picaporte y suspiró. Compuso una estúpida sonrisa, que
borró totalmente de su rostro cuando abrió, poniendo su expresión
más cautivadora. Estaba totalmente perfecto para recibir a Jake, solo
que no era él.
—Hola —saludó una chica morena, de sonrisa blanca y brillante.
—¿Quién eres tú? —preguntó Henry molesto por que no fuera quien
quería que fuera.
—Soy Monique, la vecina de al lado… —dijo, sonando algo
incómoda de pronto.
—Ya he apagado la televisión —contestó Henry sin una pizca de
humor en la voz.
—¿Qué? —preguntó ella confusa—. Oh no… No vengo por la tele.
21
Only Three Wishes ♥

—¿Y entonces? —inquirió el rubio. La chica soltó una pequeña


sonrisita.
—Como verás estaba en la ducha —dijo entonces, y Henry se dio
cuenta por primera, de que estaba únicamente vestida con una toalla
blanca, que le cubría desde el busto hasta los muslos. Si hubiera sido
heterosexual aquello jamás le hubiera pasado desapercibido, ya que
la mujer desprendía sensualidad por todo su cuerpo—. He salido
para recibir un paquete, y se me ha cerrado la puerta con la corriente.
—Oh… —dijo Henry sin saber qué querría decir con todo aquello.
—Sí, y como imaginarás, no llevo las llaves precisamente en la
toalla. No es que quiera ser maleducada, pero ¿puedo entrar? No me
gusta estar en el rellano medio desnuda.
Henry enarcó una ceja.
—¿Pero no te importa estarlo en el piso de un desconocido? —
inquirió, pero se apartó ligeramente para dejarla pasar, con el único
deseo de que se fuera cuanto antes.
—Bueno, no eres exactamente un desconocido —apuntó a decir la
tal Monique, mientras entraba al piso del rubio.
—¿Cómo? —preguntó Henry confuso, cerrando la puerta.
La mirada de la chica se paseó por toda la casa antes de volver a
Henry y dedicarle una sonrisa.
—Eres mi vecino.
—Ah, ya…
—Pero solo he venido aquí porque tu ventana conecta con la mía —
dijo inmediatamente la morena, señalando el ventanal.
—¿No sería más fácil llamar a un cerrajero? —inquirió Henry
imaginando a aquella mujer escalando por un edificio de tantas
plantas.
—Ese es mi plan B —dijo abriendo de pronto la ventana.
Henry abrió los ojos de par en par.
22
Desirée Arjona Peña ♥

—¿Cómo vas a salir ahí fuera únicamente vestida con una toalla?
—Pedírtelo a ti me parecía abusar.
—¿No tiene el portero una copia de tu llave? —preguntó el rubio.
—Espero que no…, no me gustaría que ese señor tuviera acceso
libre a mi casa.
Henry resopló.
—Te dejaré el teléfono y llamarás a un cerrajero —dijo dirigiéndose
hacia el aparato sobre la mesa.
—¿Temes por mi vida? —preguntó ella con una encantadora
sonrisa.
—Temo por las consecuencias que podría tener yo si te mataras
desde mi casa —soltó resuelto. La chica frunció el ceño.
—No sé si me pareces un caballero o un capullo.
Henry le tendió el teléfono antes de dedicarle una sonrisa.
—Soy un poco ambas —contestó, y como era natural en cualquier
mujer a la que Henry sonriera de aquella manera, se la devolvió y
cogió el teléfono.
Marcó las teclas no sin antes morderse en labio.
—Hola, buenas noches…
Henry se dirigió hacia su baño, pensando en lo inoportuna que había
sido aquella chica. Parecía joven, posiblemente solo tuviera un par
de años más que él. Era la típica joven con la que en otro tiempo le
hubiera gustado jugar. Tonteo, número de teléfono, un par de
salidas, y sexo… Posiblemente ni necesitara un día. Además parecía
coqueta, sofisticada, elegante y con dinero, si no, no viviría en aquel
edificio. Pero solo sería eso, una noche loca, si tenía suerte dos. Sin
embargo eso ya estaba lejos, pues Henry tenía más que asumida su
homosexualidad, ya que estaba locamente enamorado de un hombre,
y no de cualquier hombre, el mejor. Si no lo fuera, no estaría con él,
pues Henry solo merecía lo mejor, o eso pensaba él. Y aquella
23
Only Three Wishes ♥

vecina, aunque fuera un hombre, jamás podría cautivarle.


Seguramente era demasiado parecida a él, y Henry solo se veía
atraído por lo más opuesto a su persona, y estaba totalmente seguro
de que ya había encontrado a su polo opuesto. Henry cogió su
albornoz negro nuevo y volvió al salón. Su vecina colgaba el
teléfono.
—¿Y bien? —preguntó Henry algo impaciente por que aquella tipa
se fuera.
—Vendrá en treinta minutos —contestó.
—Ten —dijo Henry con el albornoz en la mano.
—Gracias… —contestó ella tomándolo, y pensando en lo guapo y
caballeroso que era aquel chico, cuando la única verdad era que lo
que menos quería Henry era que Jake viera a una mujer en paños
menores en su casa, y mucho menos que se sentara en su sofá nuevo
con aquella mini toalla—. Tienes una casa increíble —dijo de pronto
ella sentándose.
—Gracias —contestó Henry seco, mirando con desagrado la acción.
No quería que se pusiera demasiado cómoda.
—Se nota que tienes buen gusto. Gwen tenía razón cuando me habló
de ti.
—¿Quién es Gwen?
—Vive en el octavo. Hoy en el gimnasio me dijo que había visto al
nuevo vecino del ático, y que era un chico muy interesante… Pero
ella está casada, y tiene un niño. Pobrecilla, atada para siempre a un
hombre, y con un crío… Normal que tenga que ir al gimnasio, le ha
salido una papada con todo lo del embarazo… Uhhh, este sillón es
comodísimo —dijo pasando sus manos por él.
—Y muy caro —apuntó Henry. Aquella tía hablaba por los codos.

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Desirée Arjona Peña ♥

—¿En serio? ¿A qué te dedicas para costearte un piso así? —


preguntó verdaderamente interesada, antes de pasar su mirada por
todo el cuerpo del rubio—. Pareces muy joven.
Para Henry era inútil ignorar los cumplidos, y mucho menos las
oportunidades de alardear.
—Acabo de salir de la facultad de derecho y empresariales —
contestó orgulloso.
—Yo soy modelo —contestó ella, volviendo a poner a Henry de mal
humor. ¿Y a él qué le importaba?
—Debe de irte bien para vivir aquí —contestó seco.
—Salí hace poco en el catálogo de lencería de Victoria Secret —dijo
ella con el mismo tono orgulloso que usó él. Henry ladeó los ojos.
—No acostumbro a leer esa revista —soltó, y si aquella mujer no
fuera tan vanidosa hubiera captado el tono cortante que estaba
usando el rubio.
—Pues deberías hacerlo.
—No creo que lo haga… No me va mucho… la lencería femenina
—dejó caer el rubio con la intención de que dejara de intentar ligar
con él, sin embargo, ella se acercó con una mirada penetrante, y
paseó su mano sobre el pecho de Henry.
—Puedes imaginar si quieres que no la llevo —dijo en tono
insinuante. Henry miró la mano, y frunció el ceño. La agarró de la
muñeca, y la apartó, aunque no bruscamente.
—Ha sido una conversación muy divertida, Mónica —dijo éste.
—Monique —corrigió la morena.
—Eso… Pero tengo que… —comenzó a decir, levantándose del
sofá, pero fue interrumpido.
—Aún no me has dicho tu nombre.
Henry resopló.
—Henry.
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Only Three Wishes ♥

—¿Henry qué?
—Woods —dijo entre dientes.
—Henry Woods —repitió ella—. Suena a persona importante.
—Lo soy, guapa —contestó Henry con una forzada sonrisa.
Pareciendo notar el tono tenso del rubio, la chica se levantó del sofá
también.
—Después de mi ducha iba a salir con unos amigos. ¿Te gustaría
venir? Así puedo compensarte por lo de la llamada, y el albornoz —
dijo pasando sus manos por la prenda.
—Lo siento, pero tengo planes.
—¿Has quedado con tu novia?
—Sí —contestó él.
Ella no pareció sorprenderse, ni siquiera le cambió la expresión de
depredadora de hombres.
—Qué pena —dijo encogiéndose de hombros. Dio un paso hacia él y
se puso de puntillas para susurrarle al oído—. Seguro que a ella no le
quedaría tan bien como a mí la lencería de Victoria Secret.
Henry dio un paso atrás para alejarse de ella.
—Estoy seguro de ello —contestó.
Monique se quedó mirándole un segundo, estudiándole con la
mirada. De pronto, sonrió radiante.
—Bien, entonces me iré a esperar fuera, no quiero molestaros —dijo
acercándose a la puerta—. Ha sido un placer conocerte, Henry.
Espero que podamos salir otro día.
—Sí, otro día —dijo él, pero en realidad no quería ni encontrársela
en el ascensor.
—Debería presentarte a mi agente, valdrías como modelo —
comentó ella poniéndose un dedo sobre los labios pensativa.
Henry agarró el pomo de la puerta.
—Valgo para casi todo —dijo, y acto seguido abrió.
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Desirée Arjona Peña ♥

Jake, con la mano preparada para llamar a la puerta, estaba ante


ellos. Henry abrió los ojos de par en par y Jake bajó la mano y
sonrió.
—Hola —dijo con unos dientes blancos perfectos.
Henry, embobado, como siempre que veía aquella sonrisa suya,
habló.
—Hola.

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Only Three Wishes ♥

Capítulo 2
Monique miró a Jake y luego a Henry, captando al vuelo lo que
ocurría allí. Sonrió divertida.
—Nos vemos, Henry —dijo saliendo al rellano.
El moreno pasó su mirada de los ojos azul intenso del rubio, a los de
color ámbar de la chica, dándose cuenta de su presencia por primera
vez.
—Gracias por el albornoz —continuó ella alejándose—. Te lo
devolveré la próxima vez —la chica agarró con sus manos la prenda,
apretándola junto a sus mejillas, y sonrió antes de cruzar la esquina
del largo pasillo.
Jake siguió con la vista sus andares sinuosos y apretó los dientes,
disgustado con solo verla. Cuando la perdió de vista se giró hacia
Henry. El rubio levantó ambas manos en gesto conciliador.
—No pienses cosas raras… solo estaba… —comenzó Henry a
excusarse.
—¿Puedo pasar? —le cortó Jake, sin ningún rastro de enfado en su
expresión—. Quiero ver tu casa de una vez.
Henry se quedó aun clavado en el marco de la puerta.
—Sí, claro —se apresuró a decir apartándose para que el moreno
pudiera pasar.
Jake entró, y Henry se fijó en que llevaba una caja entre las manos.
La dejó junto a la puerta y paseó su mirada por el nuevo piso de su
novio. Aquel lugar tenía el nombre de Henry grabado por cada
esquina. Todo eran colores clásicos, cada cosa estaba en su sitio,
impecable, los muebles serían todos de grandes marcas, al igual que
cada objeto electrónico de último modelo.

28
Desirée Arjona Peña ♥

—Vaya… —dijo Jake sin poder evitar estar impresionado. ¿En qué
momento se habían convertido en dos adultos independientes? Jake
silbó pasando su mano por el lujoso sofá—. Tu padre no ha
escatimado en gastos por lo que veo.
Henry frunció el ceño ante el primer comentario que soltaba el
moreno sobre su piso.
—¿Tenéis que mencionar todos a mi padre cada vez que entráis? —
inquirió molesto. Jake esbozó una pequeña sonrisa.
—Henry, no puedes ignorar el hecho de que eres un niño de papá —
dijo a sabiendas de lo que le molestaba al rubio que le llamaran así.
—¡No soy un…! —comenzó a decir, pero el moreno no le dejó
acabar.
—Por cierto, Piolín, ¿a quién te refieres con todos? —inquirió Jake
de pronto sentándose en el sofá, con un una mirada sagaz—. A parte
de a la morena envuelta en tu albornoz.
El rubio se tensó, sabía que Jake no iba a dejar pasar el asunto así
como así.
—Mi hermana ha estado aquí esta tarde. Pero es la única —se
apresuró a asegurarle, y se dispuso a usar la baza romántica. Se sentó
junto a Jake y apoyó su mano en el muslo del moreno—. Quería que
fueses el primero en verlo… —dijo con una mirada dulce y una
sonrisa encantadora. Los hombros de Jake se relajaron un poco al
escuchar aquellas palabras.
—Bueno, el segundo tampoco está mal… —dijo recostándose en el
respaldo del mullido sofá. Henry sonrió al ver que había
funcionado—. ¿O debería decir el tercero? —inquirió Jake
enarcando una ceja.
Henry resopló.

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Only Three Wishes ♥

—Deja de tirármelas… —le dijo enfadado y levantándose de golpe


del sofá—. Es mi vecina, ha tenido un problema con la cerradura
y…
—Está bien, está bien. No te he pedido explicaciones —dijo el
moreno con una risa relajada. En realidad, no estaba celoso por
aquella tía de curvas sensuales, porque sabía muy bien que al rubio
las curvas y las morenas le daban totalmente igual, ya que prefería
los músculos y los morenos. Solo quería molestarle un poco. Jake
paseó de nuevo su mirada por el piso—. El piso es increíble… pero
no sé si sabrás arreglártelas solo… —apuntó de pronto.
Henry entrecerró los ojos.
—Yo no soy un inútil como tú —contraatacó Henry cruzándose de
brazos.
La sonrisa de Jake se enganchó, Henry enfadado era la cosa más
sensual que alguien podía ver jamás.
—A diferencia de ti, sé planchar, cocinar, poner la lavadora… —
comenzó a enumerar Jake.
—¡Yo también sé! —exclamó Henry enfadado. Pero era mentira, y
ambos lo sabían.
Jake se quedó un momento callado, entonces alzó una ceja, y miró al
rubio divertido.
—Me apuesto lo que quieras a que has traído a tu hermana para que
preparara la cena para esta noche… —aventuró a decir Jake. Henry
apretó los dientes—. Y como se ha negado, has pedido comida a
un… —Jake olfateó el aroma que provenía de la cocina para
averiguar la cena. Sonrió—, tailandés.
Henry se cruzó de brazos, relajado, y entrecerró los ojos.
—Tus parecidos con los perros cada día me asombran más —dijo
entonces. Esa vez fue Jake el que frunció el ceño. Henry sonrió y

30
Desirée Arjona Peña ♥

suspiró—. ¡Muy bien! ¡Tú ganas! No sé hacer nada de eso… ni falta


que me hace… —dijo orgulloso—. Alguien lo hará por mí.
—Ajá, lo suponía —dijo Jake entornando los ojos.
Henry sonrió, y dio un paso hacia el moreno para sentarse junto a él
en el sofá, cuando escuchó un ruido a sus espaldas. Se dio la vuelta,
viendo únicamente la caja que había traído Jake con él.
—¿Qué traes ahí? —preguntó Henry curioso.
Jake se levantó de golpe.
—Es un regalo por tu nuevo piso —le explicó mientras se pasaba la
mano por la nuca, algo nervioso por darle aquel regalo a Henry. El
rubio se acercó a la caja, que se movió de repente.
—¡¿Se mueve?! —exclamó Henry dando un paso atrás.
—Sí, se mueve… —dijo Jake y se adelantó para coger la caja. La
agarró y se sentó en el sofá, con ella en el regazo. Henry le miró con
sospecha, y se sentó junto a él.
—¿Es una de esas aspiradoras que van solas? Porque ya tengo una…
—¿Tengo pinta de regalar algo como eso? —inquirió Jake
cortándole. Henry sonrió.
—Es cierto, tú nunca regalarías nada útil —le dijo.
—Cállate y ábrelo —gruñó Jake.
Henry resopló y destapó la caja. Un ovillo de pelo acurrucado en una
manta colocada en la base de la caja es lo único que logró ver. El
cachorro levantó la cabeza y sacó la lengua al tiempo que movía su
rabito. Jake sonrió y miró a Henry impaciente por que dijera algo. El
perro se le adelantó, dando un ladrido. Henry se sobresaltó y soltó
bruscamente la caja.
—¡¿Qué haces?! —gritó Jake escandalizado.
—¡¿Un perro?! ¡¿Me has comprado un perro?! —inquirió Henry sin
poder creérselo.
Jake sonrió confundiendo su incredulidad.
31
Only Three Wishes ♥

—Sí, es un Golden Retriever… y tiene apenas unos meses —dijo


entonces—. No le he puesto nombre, he pensado que querrías
ponérselo tú. ¿Te gusta?
—No —contestó Henry con sequedad—. Llévatelo —dijo
poniéndose en pie. Jake abrió los ojos de par en par.
—¡¿Que me lo lleve?!
—Sí —gritó Henry comenzando a caminar por todo el piso—. No sé
en qué demonios estarías pensando para comprarme a mí un perro.
—En que te vendría bien algo de compañía en tu nuevo piso —
contestó Jake.
—No necesito compañía, por eso he venido a vivir solo. Y aunque la
necesitara, desde luego un saco de pulgas no sería mi elección.
—¡No tiene pulgas! —exclamó Jake molesto—. La chica de la
perrera dijo que estaba vacunado.
—¡¿La perrera?! —inquirió Henry escandalizado—. ¡¿Ni siquiera lo
has comprado en una tienda decente?!
—¡¿Por qué voy a gastarme seiscientos pavos en un perro que puedo
tener gratis?! —gruñó Jake sabiendo que Henry tendría esa reacción
cuando se enterase de la procedencia del cachorro.
—¿Sabes qué? Mejor —soltó Henry—. Así no tendrás problemas
para devolverlo.
Jake frunció el ceño.
—No lo puedo devolver. Ni quiero hacerlo.
—¡Vale! Pues llévatelo a tu piso, pero aquí no lo quiero ver. Me va a
llenar todo de pelo.
—¡¿Qué más te da?! Si tú no lo vas a limpiar… —inquirió Jake con
desprecio.
—¡He dicho que no lo quiero!

32
Desirée Arjona Peña ♥

Henry se cruzó de brazos, sin ninguna intención de ceder ante el


estúpido regalo que se le había ocurrido al bobo de Jake. Se produjo
un silencio que duró varios segundos. Jake suspiró con pesar.
—David es alérgico, no puedo llevarlo a mi piso.
—Eso deberías haberlo pensado antes, ¿no? —dijo Henry enarcando
una ceja.
—Dale una oportunidad… Si te da mucho la lata ya pensaré algo —
pidió Jake mirando al cachorro.
—¡Te he dicho que no lo quiero! ¡No me gustan los animales! ¡¿Por
qué no puedes regalar cosas normales como una planta, una taza, o
un felpudo que diga “Hogar dulce hogar”?! —preguntó Henry sin
saber por qué era tan difícil de comprender para el moreno.
Jake se quedó mirándole un segundo, entonces cogió al perro y pegó
su cara a la suya, mostrándoselo a Henry.
—Mírale, ¿de verdad vas a echarle con estos ojitos? —preguntó Jake
de pronto.
—Sí —respondió Henry con tono tosco. Jake decidió usar su as en la
manga.
—He leído algo de estos perros, y les encanta hacer deporte… como
a ti.
—¿Y qué? —preguntó Henry encogiéndose de hombros.
—Podeis ir a correr juntos, al parque o a la playa. Seguro que
también le encanta coger balones de fútbol. Tú se las lanzarás con tu
brazo de quarterback… y él será tu running back.
Henry frunció el ceño, y su mirada se fue hacia aquel bicho entre los
brazos de Jake. Agitó la cabeza quitándose cualquier debilidad que
estuviera surgiendo en su cabeza.
—Dudo que esa bola de pelo pudiera saltar lo suficiente para coger
un pase mío.

33
Only Three Wishes ♥

—Bueno, ahora no, porque es demasiado pequeño —dijo Jake con


una sonrisa acariciando la pequeña cabeza del perro de pelaje
dorado—. Pero en un año será un perro atlético y esbelto que te
dejará para el arrastre —los ojos de Henry vagaron de nuevo hacia el
cachorro. ¿Y si se lo quedaba? ¡Maldito Jake! ¿Por qué le hacía
siempre cuestionarse todo en lo que en un principio creía?—.
Además, tiene tu mismo color de pelo… No me digas que no se
parece a ti… —dijo al tiempo que soltaba una risotada al ver al perro
intentar morderle el dedo pulgar—. Mira, hasta tiene el mismo
humor.
Henry resopló.
—Una semana —le advirtió al moreno—. Le doy una semana, y si
no me convence te lo llevarás.
—Hecho —dijo Jake con una sonrisa triunfante y soltando al
cachorro para que investigara su nuevo piso.
—Pero no le… —comenzó a decir, pero era inútil, Jake ya le había
soltado, y el perro iba de un lado a otro—. Bueno, ¿dónde están el
resto de sus cosas?
—¿Qué cosas? —preguntó Jake sin saber de qué le hablaba.
Henry le miró incrédulo.
—El pienso, su cama, su correa… —comenzó a enumerar.
—¡Ah! Mañana se lo compras todo —resolvió Jake y Henry le
fulminó con la mirada.
—¿Te das cuenta de que en este regalo tuyo tú no te gastas nada y en
cambio yo me tengo que dejar un pastizal? —inquirió enfadado.
—Soy bueno eligiendo regalos, eh Piolín… —bromeó Jake. Henry
no cambió su expresión—. ¡Ah, por cierto! —exclamó recordando
algo. Metió la mano en su bolsillo trasero y sacó un DVD—. ¿Te
importaría guardar esto?
—¿Qué es? —preguntó Henry cogiéndolo.
34
Desirée Arjona Peña ♥

—Es aquel DVD que grabamos —explicó Jake. Las mejillas de


Henry se encendieron.
—¡¿Qué?! —preguntó escandalizado recordando aquel DVD. Aquel
día había bebido, y grabarse le pareció algo muy excitante, pero a la
mañana siguiente se arrepintió, no porque no le hubiera gustado la
experiencia, que le gustó bastante, sino porque le incomodaba que
hubiera un DVD que contuviera semejantes imágenes de él y Jake
por ahí—. Pensé que lo habías borrado.
—No quería borrarlo sin verlo… —dijo Jake como si fuera obvio
que no lo haría hasta que no lo viera.
Henry le miró con curiosidad.
—¿Lo has visto? —preguntó.
—Aún no, creo que deberíamos verlo juntos —contestó Jake, y sonó
extrañamente tímido, cosa que agradó a Henry.
Cogió el DVD de entre los dedos del moreno y lo agitó con una
sonrisa.
—Cuando el sexo sea aburrido lo haremos.
—Pero el nuestro nunca lo es —dijo Jake con una pequeña sonrisa
insinuante.
—Lo sé, así que no lo necesitamos —resolvió Henry—. Aunque lo
guardaré por si me aburro yo algún día —dijo con una pícara sonrisa
y dejó el DVD sobre su mesa. Se acercó peligrosamente a Jake
cuando cayó en la cuenta de algo—. Por cierto… ¿por qué quieres
que lo guarde yo? —sus ojos se entrecerraron y miró a Jake entre
preocupado y con sospecha—. ¿No lo habrán visto…?
Jake se tensó.
—¡No, no, no! —negó en rotundo—. ¡Claro que no! —mintió. Lo
que menos le convenía es que Henry supiera que los cabrones de sus
amigos habían cogido el DVD a traición, y Jake estaría de nuevo
metido en otro campo de batalla entre su novio y sus amigos—. Es
35
Only Three Wishes ♥

solo por si acaso… como vivimos juntos y eso… podrían


confundirlo con una película o algo… —dijo, siendo eso
precisamente lo que había ocurrido. Henry asintió.
—Bien pensado —contestó y Jake sintió el alivio en su pecho.
De repente, Henry se inclinó hacia él con una mirada llena de
pasión.
—¿No deberíamos cenar esa deliciosa comida que has preparado?
—inquirió Jake con una ceja alzada.
—¡Bah, no hace falta! —soltó Henry—. Lo cierto es que la pedí —
reconoció, antes de tumbar a Jake en el sofá.
—Vaya, nunca lo hubiera imaginado —contestó con una ironía clara
en la voz.
—Cenar cenamos todos los días, pero tenerte en mi piso solos para
hacerte lo que quiera es nuevo —dijo Henry con su voz ronca
mientras comenzaba a subir la camiseta de Jake para poder ver su
marcado vientre.
—Cierto… tenemos una casa para nosotros solos. Podremos hacerlo
por fin en el sofá… —dijo sin cortarse a la hora de pasar sus manos
por el cuerpo de Henry.
—En realidad… —comenzó a decir Henry. Jake resopló.
—No podemos por si lo manchamos, ¿verdad? —preguntó molesto
sabiendo la obsesión de Henry por la impecabilidad de su nuevo
piso. Henry ladeó los ojos.
—No, lo que iba a decir es que en el sofá ya lo hemos hecho.
—Es verdad… —coincidió Jake—. Entonces en la ducha.
—También hemos tenido sexo en la ducha —contestó Henry al
tiempo que pasaba sus labios por el cuello del moreno.
—¿En la encimera de la cocina? —sugirió Jake pasando su miranda
por el piso.
—El día que me hiciste ponerme el delantal —le recordó Henry.
36
Desirée Arjona Peña ♥

Jake sonrió pensando en aquella vez.


—Qué sexy estabas… —dijo antes de recibir un mordisco en la
oreja por parte del rubio—. Joder, ¿entonces se nos han acabado los
nuevos lugares?
Henry se incorporó para mirar a Jake.
—No subestimes mi imaginación, pequeño… —dijo justo antes de
lanzarse hacia los labios de Jake, cuando sintió un mordisco en el
pie—. ¡Ah! —gritó de dolor. Se giró encontrando a aquel cachorro
infernal intentando arrancarle el calcetín—. ¡Genial, ya empieza a
dar problemas! —exclamó con un resoplo incorporándose.
Jake se echó a reír.
—¡Oh, ahora que lo recuerdo, si traje algo del perro! —exclamó
levantándose del sofá para ir hasta su chaqueta.
Henry se cruzó de brazos en el sofá, el estúpido perro le había
cortado el rollo.
—Espero que sea una inyección letal —dijo entre dientes. Jake, sin
haberle escuchado, le tendió una pequeña cajita—. ¿Qué es?
—Ábrelo.
Henry destapó la caja, temiendo encontrarse con un nuevo animal,
pero esta vez no se trataba de eso, aunque la cosa tampoco mejoró.
—¿Un collar de pinchos? —inquirió al ver un collar canino, negro,
con piezas que simulaban pinchos plateados a lo largo del collar de
cuero. Uno totalmente a gusto de Jake, todo lo contrario al rubio.
Henry entrecerró los ojos—. Jake, ¿conoces algo de mis gustos?
—No quedaban collares con balones… Mira, tiene una placa para
que puedas ponerle el nombre —le mostró Jake sin querer detenerse
en las palabras de Henry—. ¿Cómo le vas a llamar?
—No le voy a poner nombre porque no sé si me lo voy a quedar —
se limitó a contestar Henry. Jake frunció el ceño.

37
Only Three Wishes ♥

—Si no lo haces ahora se lo pondré yo, y te aseguro que será


Ramone —le amenazó Jake. Henry abrió los ojos como platos.
—Está bien, está bien —aceptó—. Le pondré uno antes de que le
muerdan el resto de perros en el parque por tener un nombre tan
horrible.
Jake asintió satisfecho. Henry se quedó pensativo en lo que para el
moreno habían sido infinitos minutos.
—¿Y bien? —preguntó impaciente.
Otro silencio demasiado largo para Jake, y por fin el rubio le miró.
—Nike —decidió.
La cara de Jake no cambió.
—Nike —repitió.
—Sí.
—¿Como las zapatillas? —inquirió alzando una ceja. Henry pudo
notar el deje de burla en su tono.
—¡Pues no! Para que te enteres, simboliza la victoria en la mitología
griega —le espetó de repente.
—O sea que como las zapatillas.
—Que te den —dijo Henry levantándose del sofá.
—Es broma, es broma —se apresuró a decir Jake soltando
inevitablemente una risa—. Se llamará Nike.
—¿Contento?
—Sí, ahora solo falta ponérselo en la placa.
—Mañana lo llevaremos a que lo graben, ahora ven aquí —dijo
Henry tirando de él de nuevo para que se tumbara.
—¿Qué dices? Esto lo grabo yo en un segundo —dijo Jake
levantándose y dirigiéndose a la cocina—. Solo necesito un
sacacorchos… o algo punzante.
Henry le miró como si estuviera loco, pero era Jake, no sabía de qué
se sorprendía. Resopló.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Primitivo…

A Nike pareció gustarle su nuevo collar. Henry observaba cómo


movía su cola cuando Jake le dio un plato con las sobras de la cena.
El moreno alzó la mirada, y Henry se apresuró a apartar la suya para
llevarla velozmente al partido de fútbol de la televisión.
Disimuladamente miró de nuevo hacia Jake, ahora agachado junto al
cachorro rascándole la cabeza, mientras éste comía. Un extraño
pensamiento le cruzó la mente. Jake dejó a Nike comer tranquilo, y
se sentó junto a Henry, a pesar de que estaba viendo aquel tedioso
entretenimiento deportivo. Entonces se fijó en que el rubio no
miraba la televisión, sino a él.
—¿Qué? —preguntó Jake.
—Puede que no seas tan irresponsable —comentó con una pequeña
sonrisa.
—¿Qué quieres decir con eso? ¡Claro que no soy tan irresponsable!
—exclamó Jake con indignación—. ¿Lo dices por el perro?
Henry frunció el ceño antes de poner de nuevo su atención en la
televisión.
—¿Para qué le pongo nombre si no lo vas a usar? —gruñó. Jake
ladeó los ojos.
—Por Nike —se corrigió.
—Sí… Pareces un padre primerizo con él —dijo sin despegar su
mirada de la pantalla.
—Y tú una madre de esas controladoras —apuntó con algo de
diversión.
39
Only Three Wishes ♥

—Prefiero que te refieras a mi como padre, gracias.


Jake sonrió al escuchar aquello.
—Vale, papá. ¿No serás tú el que está sintiendo un repentino cariño
paternal por el cachorro? —dijo sin poder evitar sentirse feliz ante la
idea de que Henry se encariñara con Nike.
Era lo que necesitaba, algo o alguien que le ablandara, ¿y a quién no
le ablanda un perrito? A Henry no pareció molestarle el comentario,
pero no quería que Jake se pensara que había conseguido
convencerle con el perro.
—Si yo fuera padre, tendría el sentido paternal del mío. Es decir,
casi nulo —apuntó Henry.
Jake le miró entre confuso y decepcionado. Sabía los problemas que
tenía Henry con su padre, el no estar a la altura de sus expectativas
nunca volvía loco al rubio. Cada cosa que hacía parecía no ser
suficiente para su padre, a pesar de que siempre cumplía sus
objetivos para complacerle. Jake veía cada día a Henry ser
machacado por sus continuas exigencias… Veía a Henry destrozado,
y sabía que siempre estaba más dolido de lo que aparentaba estar…
¿Por qué querría hacerle eso mismo a alguien?
—¿Te comportarías con tu hijo igual que tu padre contigo, a pesar
de saber lo que duele? —inquirió Jake sin poder aguantar
mantenerse callado con el asunto. Henry se tensó en el sofá.
—¿Qué más da? Total, nunca tendré un crío —soltó de pronto Henry
con un tono que descolocó a Jake.
¿Había escuchado bien? Fue como si aquellas palabras le golpearan
en la cara, tanto fue así que echó su cuerpo hacia atrás.
—¿He escuchado decepción en esa frase? —preguntó alzando una
ceja.

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Desirée Arjona Peña ♥

Henry miró a Jake por un segundo, pero enseguida apartó la mirada.


Se removió en su asiento, como si algo dentro de él le hiciera
sentirse incómodo. Suspiró.
—No me negarás que nunca lo has pensado… —dijo con precavidas
palabras.
—¿El qué? —quiso saber Jake.
—Ya sabes… —dijo molesto por que Jake fingiera no saber de qué
le hablaba.
—No, ¿el qué? —insistió.
Henry le miró con enfado, para después mirar al frente, evitando la
mirada del moreno.
—Nosotros nunca podremos tener una familia —dijo entonces.
Jake sospechaba que el asunto iba por aquel camino, pero al
escucharlo tan directamente le entró terror, miedo de aquel tema, de
aquella conversación.
—Vale —dijo de pronto levantándose del sofá. Henry le miró
confuso—. ¿Sabes? Jamás pensé que volvería a tener una
conversación incómoda contigo, pero parece ser que sí la tendré.
—¿Incómoda por qué? —quiso saber.
Jake se paseaba por la habitación de pronto, nervioso.
—Sinceramente, Henry —dijo con lentitud, antes de pararse frente
al rubio—. En mi vida nos vería a ti y a mí formando una familia.
No soy esa clase de persona. Ni lo quiero ser.
Henry abrió los ojos como platos.
—Espera, espera —dijo poniéndose también en pie—. ¿Qué te crees
que estoy insinuando? ¡¿Que adoptemos un niño?! ¡¿He dicho en
algún momento esa locura?! —inquirió escandalizado—. ¡Tengo
veintidós años! ¡Una carrera llena de éxito por delante! ¡Y además,
ya has visto que no puedo tener ni un perro, ¿me imaginas con un
crío?!
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Only Three Wishes ♥

—¿Entonces a qué coño ha venido ese comentario? —quiso saber


Jake cruzándose de brazos.
Henry llevó su mirada a un lado.
—Es solo… —comenzó a decir, pero su frase no continuó.
—¡¿Qué?! —le instó Jake.
Henry se mordió el labio antes de mirar al moreno.
—No me gusta haber perdido esa alternativa —dijo entonces. Jake le
miró confuso. Henry resopló, era algo que ninguno de los podía
negar, pensaba. Henry no era una persona cariñosa, ni paternal, ni
demasiado familiar…, pero siempre había pensado que su vida
acabaría así. ¿Cómo no iba a sentir miedo al pensar que el formar
una familia se había borrado como una posibilidad para él? No
quería confundir a Jake, no quería que pensara que se arrepentía por
haber perdido aquello, pero quería que le entendiera. Se acercó a él y
le miró a los ojos—. Antes de saber que tendrías una relación de
cuatro años con un hombre, y antes de saber que estarías enamorado
de uno… ¿Cómo imaginaste tu futura vida, Jake?
—¿Sinceramente? —preguntó Jake con una ceja alzada—. Igual —
contestó en tono seco, dejando a Henry sorprendido—. Quería ser
músico, vivir en un piso con mi grupo, componiendo nuestras
canciones, yéndome de gira a diferentes lugares del mundo… Quería
ser lo que soy ahora —dijo, antes de que su mirada se oscureciera—.
Pero supongo que tú imaginabas tu futuro, y veías a un Henry de
treinta años, acabando una exitosa carrera en la NFL y comenzado
otra en un increíble bufete de abogados, con una casa de dos pisos,
garaje y césped, en un barrio residencial con dos coches. Y tu mujer,
rubia de larga melena, perlas en el cuello, con el pequeño Henry
Junior en brazos, esperándote a que llegarás a casa, ¿no? —inquirió
Jake con rabia.
Henry se quedó unos segundos callados.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Sí, eso veía —admitió entonces.


Jake, a pesar de haber imaginado que sería así, le sentó como una
patada en el estómago.
—Pues vas por mal camino para conseguirlo —dijo alejándose de
Henry, dolido.
—Lo sé, pero me da igual —se apresuró a decir agarrando a Jake
para voltearle de nuevo hacia él—. Porque que fuera lo que viera, no
quiere decir que sea lo que quiera.
—¿Y qué quieres? —preguntó entonces dando un paso atrás, pero se
encontró con la pared.
Henry dio un paso hacia él, quedándose a tan solo un palmo de la
cara del moreno.
—Quiero un Henry de treinta años, acabando una exitosa carrera en
la NFL y comenzado otra en un increíble bufete de abogados —
reconoció el rubio, haciendo que Jake bajara la mirada. La mano de
Henry fue hacia el mentón del moreno, y le obligó a alzar la mirada
para que se encontrara con la suya—. Con un piso en el centro, un
ático lujoso si puede ser, donde esperar a mi novio de su concierto
de aquella noche —Henry paseó sus dedos por las mejillas de Jake
mientras hablaba—. A los dos coches tampoco les haría ascos… —
añadió Henry sacando una pequeña sonrisa del rostro de Jake—.
Pero como ves, para ese si voy por buen camino. Y lo pienso
conseguir, porque yo consigo todo lo que quiero. Y lo único que
quiero y necesito… es a ti —le aseguró el rubio, y la cercanía y
aquellas palabras dejaron sin aliento a Jake, porque, joder, también
era lo único que quería y necesitaba. Henry continuó—. Pero me
gusta ser sincero contigo, igual que me gusta que tú lo seas, y no
puedo evitar asustarme al pensar que no voy a tener la otra
alternativa —Henry apoyó su frente en el hombro de Jake, entonces,

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Only Three Wishes ♥

escuchó al moreno suspirar. Le agarró de los hombros y le separó un


poco para que le mirara.
—Te conozco mejor que nadie… —comenzó a decir Jake posando
sus manos en las mejillas de Henry y éste sonrió.
—Lo sé —asintió.
—Y lo que te aterra… —continuó Jake—. Es que ese es el destino
que esperan de ti —Henry apretó los labios. Era tan extraño, y al
mismo tiempo tan maravilloso que alguien le conociera tan bien,
hasta sus más profundas preocupaciones. Jake le acarició con
delicadeza—. No dejes que nadie decida por ti, Henry.
—No lo haré, mientras estés aquí recordándome que es lo que en
realidad quiero.
—Nunca dejaré de hacerlo —le aseguró.
Henry bajó la mirada hacia los labios del moreno. No lo sabía, pero
Jake había hecho lo mismo.
—No sé si lo sabrás, pero hoy… —comenzó a decir Henry.
—No nos hemos besado —concluyó Jake completando la frase de
Henry—, todavía.
Jake acercó con sus manos el rostro de Henry al suyo. Estaba tan
cerca que podía sentir el aliento del rubio sobre sus labios. Claro que
sabía que no se habían besado, sentía esa sed y esa falta de algo que
le daba la vida. Henry posó sus labios en los de Jake, primero
delicadamente, después con firmeza, para pasar a un apasionado
beso. Envolvió con sus brazos la cintura de Jake y le despegó de la
pared para poder conducirle hacia la habitación. El moreno
caminaba de espaldas, dejándose llevar por los pasos seguros de
Henry. La espalda de Jake dio con una puerta. Su mano buscó a
tientas el picaporte y al dar con él se apresuró a abrir. No había dado
más que cuatro pasos cuando sus piernas chocaron con la cama.
Henry le empujó dejándolo tumbado sobre ella. Jake no había visto
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Desirée Arjona Peña ♥

aun la habitación nueva de Henry, pero sinceramente le daba igual


como fuera ésta, mientras tuviera una cama donde poder estar con
Henry. Bueno, en realidad, incluso le daba igual si tenía cama o no.
Jamás habían sido demasiado delicados a la hora de elegir un lugar
para ser el uno del otro. Por suerte, Jake pudo comprobar que Henry
tampoco estaba muy interesando en enseñarle su nueva habitación.
Estaba de pie, frente a Jake, y respiraban acalorados a pesar de que
apenas habían empezado. Henry miraba con ansias a un Jake
tumbado en su cama. Se agarró de la camiseta y se la deslizó
dejando ver su perfecto torso. Jake dejó escapar el aire de sus
pulmones al verle. ¿Cómo podía alguien, después de tanto tiempo,
seguir excitándole como la primera vez? Henry se acercó al moreno,
y éste incorporó para poder besarle. Jake puso ambas manos sobre la
cintura desnuda de Henry, y le tumbó a su lado. Sin colocarse del
todo encima, le besó con una lentitud que torturaba al rubio, que
quería más y más. Henry abrió los ojos entre idos e hipnotizados y
miró al techo. Su visión se nublaba al sentir las manos, la piel y los
labios de Jake, y su cuerpo, simplemente, estallaba con su tacto. Y
así, todo él, respondía con cada estímulo que le enviaba aquel
moreno. Se incorporó con brusquedad y se colocó sobre él. Jake era
suyo, él era de Jake, y así debía ser. El calor, la humedad y sus
respiraciones eran lo único que reinaba en aquel momento, y en las
horas que los dos permanecieron en aquella habitación.

No sabía cuánto tiempo llevaban callados en la penumbra de la


habitación. Jake notaba las gotas de sudor por todo su cuerpo. Su
45
Only Three Wishes ♥

respiración comenzaba a calmarse. La sábana de la cama de Henry


había quedado por debajo de su cintura dejando ver sus oblicuos por
encima de ella. Dejó una mano descansando en su pecho y la otra
apoyada en su cabeza sobre la almohada. Cerró los ojos, sintiendo
cómo su cuerpo de relajaba después de todo el ejercicio físico que
acababa de hacer.
—Jake… —escuchó a Henry de pronto a su lado.
—Mmhh —contestó sin tan siquiera abrir los ojos.
—Lo nuestro es para siempre, ¿verdad? —preguntó de pronto
Henry.
Jake abrió los ojos de repente ante aquella pregunta. Giró su cabeza
y compuso una expresión confusa para mirar al rubio, tumbado a su
lado, con el mismo cuerpo sudado, con la misma respiración
entrecortada y con el mismo aspecto cansado.
—¿A qué viene esa pregunta? —preguntó con diversión pero algo
extrañado.
—Solo responde —instó Henry.
Jake se apoyó en su brazo, para poder mirar mejor al rubio.
—Sí —respondió sin dudar.
—¿Aunque me comporte como un capullo en ocasiones?
—¿En ocasiones? —le cortó Jake levantándose una ceja—. Eres un
capullo siempre, y no te he dejado aun así.
Henry bufó.
—Tú tampoco eres perfecto.
—Ninguno lo somos, Piolín —afirmó Jake—. Pero me gusta así —
Henry sonrió, con una pizca de soberbia en su cara. Levantó su
mano y deslizó con delicadeza sus dedos por el cabello moreno de
Jake—. No he podido darte las gracias… —soltó Jake.
Henry frunció el ceño sin saber de qué le hablaba.
—¿Por qué? —quiso saber Henry.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Sé que venir con mi grupo de gira este verano no eran tus
vacaciones soñadas.
Con aquello, Henry supo a qué se refería su novio. Jake pensaba que
para el rubio era un gran sacrificio acompañarle a él y a su grupo por
su gira europea, que en cierto modo, lo era. Aguantar a esos tres
patanes era todo un suplicio, y más si era durante todo un mes. Pero
si debía elegir entre estar con esos gilipollas un mes, y estar sin Jake
aquel tiempo, no necesitaba ni pensarlo.
—Bueno, puedes agradecérmelo ahora… —bromeó Henry con una
pícara sonrisa. Jake ladeó los ojos.
—Hablo en serio.
Henry se encogió de hombros.
—No lo he hecho por hacerte un favor —respondió quitándole
importancia. Que se lo agradeciera solo le hacía sentir incómodo—.
Lo hago por mí, porque no puedo estar dos meses sin ver a mi
pequeño.
Jake imaginó que diría algo parecido.
—Aun así… Sé que es un esfuerzo —insistió.
—¿Un tour por Europa? —bufó Henry—. Claro, es un gran esfuerzo
—soltó con sarcasmo.
—Qué idiota… —dijo Jake, pero realmente se lo agradecía.
Puede que en otro momento no se percatara de ello, pero ahora que
se encontraba en un punto neutral entre sus amigos y su novio, se
daba cuenta de que no solo Henry era un cabrón en potencia, sino
que sus amigos también, y había podido presenciarlo muy bien hacía
apenas unas horas. Cuando estaban en el instituto pensaba que todo
lo que le hicieran tenía justificación, pero ahora veía una guerra, y
ninguno de los bandos era el bueno. Además, sabía que Henry no
tenía precisamente en mente pasar su verano con su grupo. Su plan
habría sido pasar una semana en las playas de California con sus
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Only Three Wishes ♥

amigos, y otra semana en cualquier lugar con Jake, para poder


marcharse cuanto antes a empezar su master, ya que quería estar
totalmente disponible para el comienzo de la liga de fútbol. Jake se
mordió el labio y miró a su chico con culpabilidad, su plan se había
ido al traste cuando Jake le dijo que se marcharía de gira a Europa.
—¿No tendrás que renunciar al master?
—Lo haré cuando volvamos de tu maldita gira —gruñó Henry,
aunque sonó muy poco convincente—. Y esa vez, serás tú el que
venga conmigo.
Jake sonrió pasando su brazo alrededor de la cintura del rubio.
—¿No dura un año entero ese master? —preguntó Jake.
—Sí, ¿y qué? —inquirió confundiendo la intención de la pregunta de
Jake—. Cuando tengas que volver a Los Ángeles te pagaré el billete
de ida y vuelta si hace falta, con tal de que vengas a Nueva York
conmigo.
Jake soltó una pequeña carcajada.
—¿Ah, sí? ¿Con qué dinero? ¿Con el de papá? —inquirió juguetón.
—Me da igual que me llames niño de papá —soltó Henry
siguiéndole el juego y comenzando a crear un camino de besos por
el cuello ajeno—. Gracias a que lo soy, ahora estamos en una casa
solos, en vez de en tu asqueroso piso compartido, en un colchón de
calidad, y no en la pelusa con muelles chirriantes que tienes tú.
—No te oí quejarte la pasada noche —dijo Jake pellizcando a Henry
para que dejara de besarle el cuello. Esa era una de sus grandes
perdiciones.
—Será porque tus amigos no dejaban de dar golpes en la pared para
que te callaras —soltó sin apartarse del moreno.
—Te confundes, era para que tú dejaras de gemir —replicó Jake
apartándole a la fuerza.

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Desirée Arjona Peña ♥

Henry cedió por fin, soltando una risa, y se quedó al lado de Jake
mirándole como un idiota, porque eso era en lo que se estaba
convirtiendo, en uno de esos idiotas enamorados que tanto había
detestado, de esos que al lado de una persona les parecía que los
pájaros cantaban, el aire olía a putas flores y el corazón hacía de
todo menos latir con normalidad. Sí, era un idiota enamorado más. Y
Jake le miraba de la misma forma, y sabía que sentía exactamente lo
mismo. Se lo decía todo su ser, a su manera, claro estaba. Eso era lo
fantástico de ellos, no necesitaban gilipolleces cursis para saber que
se querían. Era su manera de amarse, sus normas, sus reglas y
costumbres, y era increíble. La vida era increíble.
—Creo que estoy preparado —dijo de pronto.
—¿Para qué? —preguntó Jake confuso.
—Quiero decírselo a mi madre.
Jake se incorporó de golpe.
—¡¿Qué?! —exclamó sorprendido. Henry, en los cuatro años que
llevaba saliendo con Jake, jamás había hablado a su madre de él. Su
padre le había aconsejado que no lo hiciera, ya que el señor Woods
no creía que su relación durara demasiado, cosa que a Jake le ponía
de los nervios, por lo que nunca se lo mencionaron a su madre. Pero
sobre todo porque la madre de Henry, según le había contado el
rubio, era muy conservadora. Jake no sabía hasta qué punto, puede
que en el fondo estuvieran exagerando y fuese la primera en
aceptarles… Ninguno lo sabía—. ¿Estás seguro? Tu madre es algo…
—Lo sé, lo sé —coincidió Henry—. Pero lo nuestro es algo que… es
tan grande que no se puede esconder por más tiempo.
Jake sonrió levemente.
—¿Sabes que después de que se entere corres el riesgo de no poder
volver a pisar Inglaterra? —bromeó.

49
Only Three Wishes ♥

—Mientras eso sea lo peor que pueda ocurrir… —contestó Henry


con una sonrisa antes de ponerse serio—. Dejando las chorradas, si
no puede aceptar lo nuestro…
—¡Claro que lo hará! —le animó Jake—. Ante todo eres su hijo.
—Tú no conoces a mi madre…
—Pues ya la conoceré —soltó rodeando con sus brazos a Henry para
acercarle a él y poder besarle.
Ojalá sea así, deseó en su mente.
—¿Vendrás conmigo a Nueva York? —preguntó Henry entre besos.
Jake se rió levemente, sin dejar de besar al rubio.
—Sí —dijo con un hilo de voz.
—¿Qué? —preguntó Henry lleno de felicidad, apartándose para que
se lo repitiera.
—Iré contigo —aceptó Jake antes de volver a pegar sus labios a los
de Henry—. Iré donde sea que vayas tú.

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Desirée Arjona Peña ♥

Capítulo 3
La humedad en su mejilla le despertó del sueño. Henry sonrió
inconscientemente y soltó una pequeña risa sin abrir los ojos.
—No me lo puedo creer… —dijo comenzando a abrir los ojos—. Es
un milagro que te hayas despertado antes que yo —dijo con una voz
juguetona. Se giró hacia el lugar del que venían los besos—. ¡Ah! —
gritó al encontrar a Nike chupeteándole la nuca.
Lo bajó de la cama de inmediato, pensando en que no llevaba en su
casa ni un día y ya le estaba cabreando. Miró a su lado y Jake seguía
durmiendo, ajeno a cualquier cosa que pasara a su alrededor. Henry
en muchas ocasiones había pensado que el moreno no se despertaría
ni aunque en el exterior estuviese ocurriendo el apocalipsis mundial.
Se desperezó y fue hacia el baño. Encendió el grifo de la ducha y se
acercó a la puerta. Miró a su novio, desnudo bajo sus sábanas, antes
de cerrarla. Hubiera preferido ducharse con él, pero sospechaba que
si le esperara no podría ducharse hasta después de comer. Se metió
bajo el agua fría, le gustaba la temperatura baja por la mañana, eso le
ayudaba a despejarse y a que su cuerpo se activara al cien por cien.
Se colocó una toalla bajo el torso y salió a por ropa. Nike se había
vuelto a subir a la cama y se había acurrucado junto a Jake. Henry
gruñó pero dejó que se quedara con el moreno. Fue hasta el vestidor
y cogió un vaquero y una camiseta sencilla. Estaba a punto de
sentarse en su sofá cuando escuchó la puerta. Debía ser su vecina,
para devolverle el albornoz. Abrió la puerta sin esperar a quién
encontró ante él.
—¿Papá? —preguntó sorprendido al ver ahí plantado a su padre—.
¿Qué haces aquí?

51
Only Three Wishes ♥

—¿Un padre no puede visitar el piso que ha comprado a su hijo? —


inquirió con el ceño fruncido.
Henry no paso por alto que había dicho que había ido a visitar a su
piso, y no a él. Entonces recordó a Jake, desnudo en su cuarto.
—Claro… —dijo sin dejar pasar a su padre y pensando alguna
excusa para que se marchara.
—Pues déjame entrar —dijo como si su hijo fuera idiota.
—Verás, es que estaba… —comenzó a decir, pero su padre le apartó
de la entrada.
—Apártate de una vez —dijo haciéndose paso. Henry miró
preocupado hacia la habitación. Su padre fue a la cocina y dejó una
bolsa sobre la encimera—. He traído el desayuno.
—¿Para los dos? —preguntó sorprendido.
—Sí. Hace mucho que no desayunamos juntos —contestó el hombre
resuelto. Henry ni siquiera recordaba cuando fue la última vez.
—En realidad… no estoy solo, papá —reconoció Henry. Su padre se
giró para mirarle.
—¿Ah, no? —preguntó, y no tenía una expresión demasiado
amistosa.
—Jake está…
—Ah… —soltó sin dejar terminar a Henry—. Jake —dijo como si
todo lo que representara aquel nombre no le gustara nada de nada—.
No estará durmiendo, ¿verdad?
Henry se tensó.
—¡Claro que no! —mintió. Para su padre dormir hasta tarde era
propio de vagos y zánganos. En realidad, casi todas las cosas que
solía hacer Jake, su padre las consideraba malos hábitos, por lo que
quería evitar que su padre tuviera aún más mala impresión de él—.
Está en la ducha.
—Ya —dijo sin creerse ni una palabra.
52
Desirée Arjona Peña ♥

—Iré a decirle que estás aquí —dijo mientras comenzaba a caminar


de espaldas hacia su habitación—. Enseguida vuelvo, ponte cómodo.
Henry se apresuró a ir a su habitación. Cuando llegó a ella cerró la
puerta con cuidado y se acercó a Jake.
—Despierta —dijo zarandeándole—. Despierta, Jake, despierta.
—Mmhh… —dijo el moreno sin abrir los ojos—. ¿Qué hora es?
—Vamos levántate… son las diez —contestó con voz apresurada.
—¡¿Las diez?! —preguntó escandalizado. Cogió la almohada y se la
puso sobre la cabeza—. Aun puedo dormir como tres horas más…
—No, no puedes, mi padre está ahí fuera, así que mueve tu culo de
la cama —dijo agarrando la almohada y lanzándola lejos.
Jake abrió los ojos de par en par, y saltó de la cama.
—¡¿Tu padre está aquí?!
—¡Sí! —exclamó Henry.
—Mierda, mierda… —maldijo Jake buscando su ropa.
—Le he dicho que estás en la ducha así que métete —le empujó
Henry hacia el baño—. ¡Y date prisa!
—Joder —resopló cerrando la puerta.
Henry suspiró y volvió muy a su pesar hacia el salón. Sonrió a su
padre que ya tenía unos cafés y algunos dulces sobre la mesa.
—Saldrá enseguida.
—Estaba durmiendo, ¿no? —inquirió su padre. Henry resopló.
—Ayer tuvo un día duro —admitió sentándose frente a su padre.
—¿Ah, sí? ¿Haciendo qué? —quiso saber—. Porque que yo sepa no
trabaja…
—Sí trabaja, papá —contestó comenzando a cabrearse por el tono
desdeñoso de su padre.
—Tener un grupo de música no es un trabajo, Henry —afirmó éste.
—Hace otras cosas aparte de eso —le defendió.
—¿Como qué?
53
Only Three Wishes ♥

—Bueno… —comenzó a decir, pero Jake había dejado su trabajo


hacía poco para marcharse de gira. Decir aquello no ayudaría a
defender a Jake ante su padre—. Saca trabajos de donde puede —se
apresuró a decir.
—Qué prometedor… —contestó con clara ironía.
Henry tomó aire, y prefirió cambiar de tema antes de que se pusiera
a discutir con su padre. No quería fastidiar aquel intento que parecía
haber tenido su padre por tener un momento padre e hijo.
—¿Cómo es que has decidido pasarte por aquí? —preguntó Henry
entonces, tomando un sorbo de su café.
—¿Te extraña? —inquirió su padre.
—Un poco, la verdad —admitió Henry.
Su padre se encogió de hombros.
—Pasaba por aquí, así que decidí venir a verte. Mañana tienes el
último partido, ¿verdad?
—Sí —asintió Henry.
—¿Qué dice tu entrenador?
—Que tendré más de tres ofertas importantes —dijo Henry
totalmente orgulloso.
Su entrenador le había asegurado en cientos de ocasiones que Henry
sería el jugador estrella en los fichajes, al menos en Downton. El
rubio estaba entusiasmado de comenzar con aquello. La liga
universitaria había sido fascinante, pero ya estaba deseando pasar a
mayores.
—He estado pensado —comenzó a decir su padre.
—¿Sobre qué? —preguntó Henry.
—Sobre tu futuro…
Aquello crispó un poco a Henry.
—¿No debería ser yo el que pensara en eso? —inquirió.

54
Desirée Arjona Peña ♥

—Déjame terminar —gruñó su padre—. Podrías empezar las


prácticas después del verano con los abogados de mi empresa, y
comenzar a trabajar con ellos en menos de un año.
—¿Y el master? —preguntó Henry confuso, se supone que después
del verano se dedicaría al master.
—He encontrado una oferta de estudio para el verano, dos meses, y
tendrás el titulo para octubre —dijo su padre.
Henry apartó la mirada incómodo.
—Ya tengo planes para el verano —contestó entonces.
Su padre tomó aquella respuesta como que Henry quería tiempo
libre en verano.
—Tendrás dos semanas para hacer lo que quieras antes de que te
vayas a Nueva York.
Henry negó con la cabeza.
—No me has entendido… He dicho que ya tengo planes para el
verano y no puedo irme a Nueva York hasta septiembre.
La mirada de su padre se oscureció.
—¿Y se puede saber que tan importantes planes son esos que te
impiden hacer el master?
Henry sabía que su contestación iba a cabrearle severamente, pero
no pensaba cambiar sus planes solo porque él hubiera pensado otros.
—Me voy con Jake a su gira por Europa.
Su padre le lanzó una intensa mirada.
—Repite eso —dijo entonces, y casi parecía que le estaba retando a
hacerlo.
—Me voy un mes con Jake a Europa —le repitió, y era algo que no
pensaba cambiar, por mucho que su padre lo desaprobara.
—Debes estar bromeando.
—No, no lo estoy. Haré el master cuando vuelva.
—No podrás compaginarlo con las prácticas —replicó éste.
55
Only Three Wishes ♥

—No quiero hacer las prácticas con tus abogados. Voy a aceptar una
de las ofertas que me hagan después del partido.
—¿En qué momento hemos decidido eso? —inquirió su padre.
—¿Hemos? —bufó Henry—. Lo decidí yo, y fue aproximadamente
hace una semana.
Su padre cerró los ojos, parecía estar intentando calmarse.
—Henry, ya tienes una edad para estar soñando con tonterías de
adolescente —soltó entonces.
—¡¿Tonterías de adolescente?! —exclamó Henry indignado.
—Sí —gruñó su padre—. Si empiezas tu carrera como abogado
ahora, en unos diez años posiblemente tengas tu propio bufete. Pero
si te empeñas en seguir tus ideas infantiles, en diez años, con suerte,
estarás con nada.
—Bueno, no creo que sea nada, posiblemente tendré una exitosa
carrera en la NFL —replicó Henry.
—O puede que no hayas tenido esa suerte y hayas echado por la
borda unos valiosos años.
—Creo que me arriesgaré… —contestó Henry sosteniéndole la
mirada a su padre. El adulto no la retiró.
—¿Se te ha contagiado la inmadurez, la insolencia y la insensatez?
—inquirió el hombre.
—¿Qué insinúas con eso?
Su padre suspiró y apartó la mirada.
—Nada —contestó, pero Henry supo muy bien lo que había querido
decir.
—No, nada, no. Sé por dónde vas, y por ahí sí que no paso. Siempre
he hecho todo lo que me has dicho que haga. Yo ni siquiera quería
estudiar derecho…, pero lo hice porque tú querías que lo hiciera.
Sabes que voy a escuchar cada uno de tus consejos y opiniones —
Henry hizo una pausa para mirar a su padre severamente—. Pero no
56
Desirée Arjona Peña ♥

quiero volver a escuchar tus insinuaciones despectivas hacia Jake.


Así que ahórratelas.
—Soy tu padre, y todo lo que te digo es para convertirte en el mejor
hombre.
—Ese es el problema… —dijo Henry irritado—. Puedo ser mejor en
unas cosas y peor en otras… pero no puedo ser el mejor, papá. No
puedes esperar que sea perfecto —contestó sin poder creer que él
hubiera dicho tal cosa.
—¿Es que ahora te has convertirlo en un conformista? —inquirió sin
reconocer a Henry en aquella frase.
—No… no quiero decir eso… —Henry suspiró—. Olvídalo. Hay
algo de lo que te quiero hablar.
—Deduzco que no me va a gustar —dijo su padre con el mismo tono
tosco. Y no, no le iba a gustar.
—Quiero contarle a mamá lo de Jake —dijo sin demora.
Los ojos de su padre se abrieron un poco, para después fruncir el
ceño.
—No —contestó sin más.
—Lo voy a hacer, papá.
—Es demasiado pronto —replicó éste.
—¡¿Pronto?! ¡¿Cuatro años es pronto?! —inquirió Henry sabiendo
que nunca sería el momento para su padre.
—¿Por qué vas a darle ese disgusto a tu madre, por algo que puede
que acabe mañana? —preguntó, y Henry sintió verdaderamente la
crueldad de sus palabras.
Aquello le enfureció, pero le dolió aún más. No sabía qué podría
salir en ese momento de su boca, pero por suerte no llegó a
descubrirlo. La voz de Jake le detuvo.
—Señor Woods —dijo Jake a modo de saludo.

57
Only Three Wishes ♥

El padre de Henry levantó la vista y vio al moreno acercarse a ellos.


Éste le tendió la mano, pero el hombre no se la cogió.
—Jake —se limitó a decir.
El moreno apartó la mano, incómodo, y sonrió nerviosamente, nunca
sabía cómo comportarse con el padre de su novio.
—Qué agradable sorpresa —dijo entonces amablemente.
—¿Sorpresa por qué? Esta es la casa de mi hijo —soltó en tono seco
el hombre.
—Ya, bueno… —comenzó a decir Jake, de nuevo incómodo.
—Será mejor que me vaya —dijo entonces.
—Sí —coincidió Henry.
La tensión se palpaba claramente en el aire. Su padre fue hasta la
puerta y antes de salir, se giró hacia Henry,
—Mucha suerte mañana. Intentaré estar allí —dijo con seriedad.
—Qué detalle por tu parte —contestó Henry, y Jake notó que estaba
siendo sarcástico.
—Buenos días —se despidió el señor Woods saliendo del piso.
—Adiós, señor Woods —se apresuró a decir Jake antes de que
cerrara la puerta. Solo habían sido unos segundos, pero le habían
parecido un tremendo desastre. Se giró hacia Henry—. ¿He dicho
algo malo?
Henry no contestó. Se apoyó en la pared con los hombros caídos,
parecía abatido.
—¿Qué te pasa? —preguntó Jake.
Pero el rubio no contestó, simplemente se dejó caer, sentándose en el
suelo y bajó el rostro. Algo había ocurrido, pero Jake sabía que
Henry no iba a decir nada. Se limitó a sentarse a su lado, porque era
ahí donde necesitaba el rubio a Jake, a su lado. Los ojos de Henry se
humedecieron cuando apoyó su cabeza en el hombro del moreno. No
necesitaba que Henry le dijera demasiado sobre lo que había
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Desirée Arjona Peña ♥

ocurrido, había podido comprobar por sí mismo la naturaleza de la


forma de ser de Henry, su padre, y posiblemente, su madre, aunque
de ésta última sabía mucho menos. Sin embargo, del padre de su
novio había tenido que aguantar cientos de desprecios, caras de
disgusto, y seguramente un montón de malas críticas. También sabía
el afán de éste por machacar a Henry para que fuera el mejor en
todo, y de ahí que Henry fuera tan competitivo y presuntuoso,
porque además, solía conseguirlo. Su padre era muy exigente con
Henry, y Jake jamás había dicho nada, pues no eran asunto suyo,
pero estaba cabreado de que estuviera machacando a Henry cada vez
que éste se desviaba un poco del camino que su padre le había
indicado. Jake mismo era un gran desvío de éste. El moreno no
quería que Henry estuviera disgustado antes de su fiesta de
inauguración, por lo que no le sacó el tema durante toda la comida,
incluso le puso fácil varios temas para que pudiera meterse con él,
eso siempre ponía al rubio de buen humor. Hacia la tarde, Henry
había quedado con sus amigos para comprar lo necesario para su
fiesta. Jake se libró de tener que soportar a los amigos de Henry. A
algunos los conocía, otros eran alumnos que habían llegado a
Downton en los años posteriores, por lo que Jake no tenía ninguna
relación con ellos, y seguramente no simpatizaran demasiado, por lo
que prefirió irse a casa hasta que la fiesta empezara. Se había
comprado un coche con sus ahorros, no era un flamante auto como
el de Henry, pero Jake estaba feliz con él, mientras le llevara a los
sitios era un buen coche. Metió la llave en la cerradura de su piso,
temiendo ver otra escena incómoda generada por sus amigos, sin
embargo, no parecía haber nadie. Jake se quitó la cazadora y las
zapatillas para después dejarse caer en el sofá. Notó una molestia en
la espalda, por lo que metió su mano encontrándose una pequeña
pistola de agua. Suspiró pensando en que su piso parecía la
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Only Three Wishes ♥

habitación de unos críos. La disparó hacia la televisión viendo que


estaba llena. Tenía dos horas hasta que tuviera que ir al piso de
Henry. En realidad, el rubio le dijo que estuviera allí en una hora,
pero Jake nunca fue el típico chico que le gustara llegar pronto a las
fiestas, o a alguna parte en general, por lo que se entretuvo un rato
en gastar el agua de su interior disparando las figuras de plástico que
David tenía sobre la televisión. Ya había conseguido tirar a Lobezno
y a Luke Skywalker, estaba apuntando a Jack Skeleton, cuando se
acabó el agua. Fastidiado, se levantó y fue hasta la cocina, cuando
vio una botella de tequila en la encimera. Sonrió perversamente, y
agarró la botella. Llenó el arma con el líquido de la botella de
alcohol. Cuando acabó, cerró el compartimento y se disparó hacia la
boca, saboreó el tequila y sonrió como un niño. Mientras seguía
disparando a su boca, se acercó al contestador, viendo que tenían
varios mensajes. Un pitido.
—Tiene tres mensajes nuevos: Hola, chicos. —escuchó Jake la voz
del representante del grupo—. Ya tengo los vuelos. Salimos en una
semana, por lo que por favor, estad listos para cuando vaya a
recogeros por la mañana, sobre todo lo digo por ti, Kire. He sacado
dos billetes más como me pedisteis. Shorty, modérate a la hora de
traer guitarras. Y puntualidad, por favor.
Jake sonrió, tendrían que decirle a Kire que saldrían mañana mismo
para que estuviera preparado a tiempo para el día de verdad. Se
alivió al escuchar que su manager ya tenía preparados los billetes de
Henry, y Claire, que también se marchaba con ellos. Para David y
Kire, que los Woods les acompañaran era una lata, ya no solo porque
no soportaran a Henry, sino porque un viaje en grupo no era lo
mismo cuando venían las parejas, y mucho menos si dos no tenían.
Volvió a sonar otro pitido.

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Desirée Arjona Peña ♥

—Kire, os he preparado algunas tarteras para el viaje —Jake ladeó


los ojos al escuchar a la abuela de Kire, la abuela oficial del grupo.
Aquella mujer nunca aceptaría que Kire ya no era un bebé con un
estómago gigante—. Me preocupa que no comáis bien en esos países
europeos. Que alguno de los muchachos venga a por ellas antes de
que os marchéis. Un beso, cielo.
Jake suspiró, a ver cómo le decían a aquella mujer que no podían
llevarse sus platos. El último pitido.
—Hola Shorty, soy Alex —Jake miró extrañado al contestador.
¿Alex? No conocía a ningún Alex—. No puedo creer que me hayas
localizado después de tantos años. Sí, sigo viviendo en Ámsterdam,
aunque ando volando de un país a otro. Estoy deseando que nos
veamos cuando pases con tu grupo por aquí —Jake agravó su
expresión confusa—. Me alegra que al final consiguieras cumplir tu
sueño. Ya desde que eras un mocoso quisiste ser guitarrista. Tu
música y tu grupo son increíbles... Por cierto, ¿quién es el vocalista?
—Jake se tensó al escuchar que la voz de ese desconocido
preguntaba por él a Shorty—. Oh, tengo que colgar. Aquí te dejo mi
número, llámame cuando puedas.
Jake se quedó clavado frente al contestador, sentía curiosidad por
descubrir quién era ese tal Alex que parecía conocer tan bien a
Shorty. La puerta se abrió entonces. Shorty entró y tiró las llaves a la
mesa más cercana.
—Ey —saludó el chico con la cabeza cuando vio a Jake.
Éste estuvo a punto de preguntar por aquel mensaje, cuando vio
entrar a Claire, junto a Allie. Jake enseguida compuso una expresión
de disgusto, que Allie imitó inmediatamente.
—Vaya... ¿dejáis al perro sin atar cuando salís de casa? —inquirió
mirando a Jake con desagrado.

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Only Three Wishes ♥

Su pelo ya no era moreno, sino castaño, pero igual de corto. Su ropa


negra pasó a ser colorida, suelta, y bastante bohemia. Que la odiosa
amiga de Henry ahora también fuera amiga de Claire solo había
empeorado las cosas. Jake frunció los labios y apuntó con su arma a
Allie. Dio dos tiros certeros de tequila en su cara.
—¡Ah! ¡Idiota! —gritó con rabia y con la cara empapada de tequila.
Tosió—. ¿Qué narices me has echado?
Jake la ignoró, y miró directamente a Shorty.
—¿Por qué traes a la lagarta a mi casa? —preguntó molesto.
—También es mi casa —se limitó a decir Shorty antes de dirigirse a
su habitación.
Allie cogió un paño de la cocina y se secó la cara antes de mirar a
Jake perversamente.
—Creo que si hiciéramos una votación para ver a quién prefieren tus
amigos entre tú y yo, saldría ganando por mayoría —soltó ella.
—Sí... —contestó Jake con una falsa sonrisa—. Creo que deberías
decirme qué lleva la poción de bruja que les echas en la bebida para
caerles bien.
—Se llama carisma, perro, algo que tú desde luego no tienes.
Claire suspiró apoyándose en la encimera.
—No entiendo por qué os lleváis tan mal, en serio.
—Lo siento Claire, pero dudo que alguien que ha intentado quitarme
a mi novio con trucos de arpía pueda caerme bien —contestó Jake
sin quitar la mirada de Allie.
—Ambos sois más parecidos de lo que creéis... además... —
comenzó a decir Claire con la intención de limar asperezas entre
ambos.
—¿Yo, parecida a éste? —interrumpió Allie—. Antes prefiero
tragarme mis pinceles.

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Desirée Arjona Peña ♥

—No decías eso hace tres años... intentando parecer un calco mío —
dijo Jake con una sonrisa pícara—. Pero mira, tragándote esos
pinceles nos harías un favor a todos.
Claire resopló con fuerza. Aquellos dos eran aún peores que Shorty
y Henry juntos.
—Mirad, no os aguanto cuando os ponéis así. Shorty, ¿te queda
mucho? —preguntó Claire hacia su habitación.
—¿A dónde vais? —quiso saber Jake.
—A la fiesta de Henry —contestó la rubia.
—¿Con el chihuahua? —inquirió Jake señalando a Allie.
Ésta entrecerró los ojos.
—Aquí el único perro eres tú.
Jake fue a contestar, cuando Shorty salió de su cuarto.
—Ya está —se había cambiado de pantalones y se ponía una
camiseta mientras se unía a ellos—. ¿Dónde están David y Kire?
—¿No han dejado ninguna nota en la nevera? —preguntó Jake y
Claire se acercó hasta la nevera.
—Ah sí —dijo despegando un papel del electrodoméstico—.
"Estamos colándonos en la fiesta de Henry. Nos vemos".
—Genial —masculló Shorty. Eso no podría traer nada bueno,
pensaron todos los presentes—. Será mejor que vayamos antes de
que tengan que desalojar el edificio por culpa de esos dos.
Jake cogió su cazadora y se apresuró a seguir al resto.
—Allie, ¿no prefieres irte a casa a preparar tu siguiente plan
malvado para parecerte a mí? —inquirió para molestar a la chica.
Ésta no se anduvo con rodeos.
—Muérete, Rivers.

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Only Three Wishes ♥

Las puertas del ascensor se abrieron. Claire puso los ojos en blanco.
Jake y Allie no habían dejado de discutir en todo el camino hacia
casa de Henry. Se apresuró hacia la puerta, junto a Shorty, mientras
los otros dos seguían insultándose tras ellos, y llamó a la puerta. Ya
podían escuchar el jaleo y la música a pesar de que aquellos pisos
estaban prácticamente insonorizados. Abrieron, y al otro lado
apareció un tipo que seguramente era de la universidad, pues tan
solo Allie le reconoció.
—Contraseña —dijo el tipo con un tono que delataba su ebriedad.
—Abre, Walter —ordenó Allie entrecerrando los ojos.
—En cuanto me digas la contraseña, guapa —dijo con una sonrisa
tonta.
La puerta se abrió un poco más y apareció Henry ante ellos. Sus
mejillas estaban rosadas, y la sonrisa que tenía plasmada en la cara
decía claramente que había bebido bastante, al igual que su amigo.
—Vaya, vaya..., ya estáis aquí —dijo con una sonrisa maliciosa—.
Pasad.
Allie y Jake se apresuraron a entrar, casi a empujones. Claire fue la
siguiente, y cuando Shorty estuvo a punto de pasar, Henry le
bloqueó.
—Tú no estás en la lista —dijo éste con una sonrisa lobuna.
—¿Qué lista? —preguntó Shorty.
—La de mis invitados.
Shorty ladeó los ojos.
—Oh, venga ya... Ni que tu fiesta fuera el cumpleaños de una
Kardashian.
—Pero bien que quieres entrar, eh... —se burló Henry.
—Henry, deja de ser un capullo y déjale pasar —gruñó Claire tras él.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Puedo dejarle entrar, pero no como invitado.


—¿Qué quieres decir con eso? —inquirió Shorty mirándole con
desconfianza.
—Puedes entrar como bufón... Seguro que a mis invitados les
encantará jugar contigo a los dardos —Henry le miró
perversamente—. Tú te colocarás en la diana.
Shorty apretó los dientes. Se asomó y localizó a Jake dentro,
mirando la escena.
—Jake, ¿puedes decirle a tu estúpido novio que se quite del medio?
—Lo siento, Shorty —se disculpó Jake—. La próxima vez que
quieras pedirme algo, recuerda que no me gusta meter lagartas en mi
casa.
—¿Sabes qué, Henry? Me largo, si no quieres que mi novio entre en
tu fiesta, yo tampoco pienso entrar.
—Oh, joder Claire, para ser mi hermana eres una dramática. Entrad
y dejad de llorar —dijo apartándose de la puerta y dejando entrar a
Shorty.
Henry había guardado varios de sus muebles para que no se
estropearan. Sus altavoces de último modelo hacían que la música
resonara por todo el apartamento de lujo. Varios jóvenes bailaban en
medio del gran salón, se servían bebida de la cocina, y hablaban casi
a gritos por la música. Henry, aunque tenía un vaso en la mano, llevó
a los nuevos invitados a la cocina.
—Serviros lo que queráis —dijo señalando todas las botellas de la
barra americana.
Shorty le miró con desagrado, pero cogió dos vasos y sirvió a Claire
y a sí mismo. De pronto, la mano de Henry le agarró de la muñeca y
le miró severamente.
—¿Intentas emborrachar a mi hermana? —inquirió con una mirada
amenazante.
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Only Three Wishes ♥

Claire, al lado de su novio, ladeó los ojos.


—No, Woods, yo no necesito emborrachar a las mujeres —
respondió haciendo un movimiento brusco con el brazo para librarse
del agarre de Henry.
—Yo tampoco... —dijo al tiempo que lanzaba una mirada a Jake, al
otro lado de la barra, para molestar a Shorty—. Te estoy vigilando,
enano.
Shorty bufó, y le ignoró. Henry se giró hacia Allie, a su otro lado.
—¿Y a ti qué te sirvo? —preguntó con una caballerosa sonrisa. La
chica sonrió seductoramente.
—¿Tú estás en la carta? —preguntó insinuante, cuando un chorro de
tequila le golpeó la cara.
Tosió de nuevo, y miró con furia hacia donde venía el chorro. Jake
le apuntaba con su pistola.
—Contrólate, chihuahua, que veo que estás en celo —dijo Jake
mirándola con cara de pocos amigos.
—¿Qué es eso? —preguntó Henry divertido.
—Mi arma anti-víboras —contestó Jake disparándose a sí mismo en
la boca—. También quita la sed.
Allie le fulminó con la mirada, y Henry negó con la cabeza. La
puerta se abrió de nuevo y Henry vio a Chace entrar con un par de
amigos. Fue inmediatamente hacia ellos. Allie miró a Jake, y Jake a
ésta. La chica abrió la boca para soltarle alguna, pero el moreno se
preparó para disparar, por lo que ella cerró la boca y levantó las
manos.
—Vale, vale… Tregua —dijo en tono conciliador.
—¿Tregua? —inquirió Jake incrédulo—. Vaya…, creo que tendré
que ir armado más a menudo.
Allie apretó los dientes y tomó aire.

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Desirée Arjona Peña ♥

—Tengamos paz por esta noche —dijo ella muy a su pesar, pues era
eso o tener la cara llena de tequila cada dos minutos.
Jake chasqueó la lengua.
—Me parece genial. Paz, y debes estar a dos metros de Henry —dijo
mirando con advertencia a la castaña. Ésta frunció el ceño.
—Es su fiesta, no puedes pedirme que esté a dos metros de él.
—Puedo, y lo hago.
—Ni lo sueñes —contestó Allie entre dientes.
—Bueno, pero te estarás calladita —dijo antes de señalarla con el
dedo—. Y nada de insinuaciones.
—¿Por qué te molesta que me insinúe? —inquirió ella con una
divertida sonrisa—. ¿No confías en Henry?
—No me gusta que babees sobre mi novio, nada más —soltó Jake
antes de guardarse el arma en el bolsillo.
Cogió un vaso de plástico y le dedicó una sonrisa antes de dirigirse
al baño, que Allie solo pudo describir como insoportable.
Jake entró y cerró la puerta tras él. Henry le mataría si le pillaba
fumando en su piso, y más si no era precisamente tabaco, pero lo
necesitaba. Se colocó frente al lavabo y sacó lo que necesitaba para
prepararse el cigarro. Lamió el papel y lo enrolló. Cuando estuvo
listo se lo metió en la boca y lo encendió. Llevaba cuatro caladas,
cuando les escuchó.
—¿Mmmh? —preguntó una voz.
Jake se sobresaltó y casi se le cae el cigarro de entre los dedos. Se
dio la vuelta de repente.
—Mmmm mmm mmmm… —escuchó de nuevo.
La voz venía de la ducha. Abrió la mampara oscura. Kire y David
estaban allí apelotonados, en ropa interior, maniatados y con la boca
tapada.

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Only Three Wishes ♥

—¿Pero qué…? —comenzó a decir Jake, pero aquellos dos le


interrumpieron. “No hagas preguntas y desátanos”, les hubiera
gustado decir, pero en cambio solo consiguieron emitir más sonidos
inteligibles de queja. Jake les destapó la boca—. ¿Qué hacéis aquí?
—Pues una fiestecita privada… ¿A ti qué te parece? —inquirió
David malhumorado—. ¡Woods! Y sus amigotes… Que por cierto,
eran más y mucho más grandes.
Jake ladeó los ojos y les desató.
—Eso os pasa por intentar colaros en su fiesta —dijo mientras
ayudaba a Kire a levantarse.
—¿Intentar? Perdona, pero estamos dentro —soltó Kire indignado.
—Somos unos ases de la infiltración.
—Dudo que se pueda llamar “infiltración” a estar atados medio
desnudos en su ducha —apuntó Jake—. Iré a buscar vuestra ropa…,
si es que Henry no la ha quemado —añadió antes de tender a David
lo poco que quedaba de su cigarro.

Henry enseñó su piso entusiasmado a su mejor amigo. Chace le


contó que él también pensaba comprarse uno después del verano
junto a Beverly, cosa que no alegró demasiado a Henry. Ahora
tendría que soportar a la novia de su mejor amigo hasta en su propia
casa. Le llevó con el resto de su equipo, y les presentó. Brindaron,
rieron e incluso bailaron. Estaba en su salsa, y algo borracho. El mal
humor que había aparecido en él por la mañana a causa de su padre,
desapareció por completo. En ese momento solo podía pensar en que
la universidad se terminaba, la liga también y solo le esperaban
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Desirée Arjona Peña ♥

cosas buenas en el verano. Se rellenaron una ronda de chupitos. Su


amigo Mike, de la universidad, le retaba a beberse nueve más por su
número en el equipo. Entonces sintió que le agarraban de la cadera
por detrás y le soplaban en la nuca. Henry se giró de golpe, algo
sobresaltado. Puso los ojos en blanco y suspiró antes de sonreír.
—Chris… —dijo a modo de saludo, y aliviado de que fuera él. Solo
permitía a dos personas tomarse tantas confianzas, uno era Jake y el
otro Chris. Éste soltó una carcajada.
—No me digas que la fiesta empezó sin mí —dijo fingiendo
consternación.
—Es culpa tuya… Esa manía de llegar tarde a las fiestas.
—Lo mejor siempre se deja para el final… —Chris pasó su brazo
por los hombros de Henry—. Además, me gusta llegar cuando todo
el mundo ya está borracho.
—¿Quién está borracho? —inquirió Henry.
Chris alzó una ceja, justo cuando Claire apareció ante ellos.
—Hola Chris —saludó Claire jovialmente.
Henry la miró con desagrado, no soportaba que su hermana se
llevase bien con todos sus amigos, le irritaba demasiado. A su lado
apareció Shorty.
—Rubita —saludó Chris con una cálida sonrisa a la chica, y después
miró a su novio—. Shorty, ¿he oído que os vais a Europa? —
preguntó amablemente.
Habían sido ya varias veces las que había coincidido con la parejita
formada por el Waste y la hermana pequeña de Henry, y debía decir
que ambos le caían realmente bien.
—Sí, en una semana —contestó Shorty. Iba a seguir hablando, pero
Henry tiró de Chris para que diera la espalda al chico.
—No hables con ese —dijo con una mirada de desagrado y se llevó
a Chris lejos de esos dos.
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Only Three Wishes ♥

—Qué raro que le hayas dejado entrar en tu casa —soltó Chris


divertido, mientras miraba el piso de Henry, y éste le servía algo de
beber.
—Debo acostumbrarme si el petardo va a pasar en la casa de mi
padre acción de gracias todos los años —dijo Henry tendiéndole un
vaso.
Chris lo cogió y soltó una pequeña risa antes de hablar.
—Así que ya has asumido que será tu cuñado —dijo antes de beber.
—Esos Wastes son como lapas, una vez se pegan ya no hay quien se
libre de ellos —comentó Henry bebiendo.
—¡Qué bonito! Y hablando de Wastes lapas… ¿Dónde está Jake? —
preguntó Chris.
Henry se encogió de hombros.
—Seguramente haya ido a ver a Nike.
Chris le miró confuso.
—¿Quién es Nike?
—Nuestro… —comenzó a decir, pero se frenó inmediatamente—,
quiero decir…, un perro que me ha regalado.
—¡¿Te ha regalado un perro?! —exclamó Chris, y acto seguido
frunció el ceño—. En estas ocasiones desearía que fuera mi novio.
Henry se carcajeó.
—Si te refieres al perro te lo puedes quedar como novio.
Chris ladeó sus ojos.
—Ja, ja, ja…
Henry se quedó callado un segundo mientras Chris saludaba con la
cabeza a los presentes. El rubio se mordió el labio.
—¿Estás nervioso? —preguntó entonces.
Chris le miró confuso, quitando su atención de los jóvenes que
bailaban a su alrededor.
—¿Por la final? —preguntó. Henry asintió—. Claro que no. ¿Tú sí?
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Desirée Arjona Peña ♥

—Un poco —reconoció.


Chris sonrió, le gustaba el Henry tierno y humano que aparecía con
que tan solo le dieran un poco de alcohol.
—Bueno, es normal, eres tú el que va a tener todas las miradas
encima —bromeó dando otro trago a su vaso.
Henry bufó.
—Eso es de gran ayuda —dijo con ironía.
—De nada, compañero —contestó Chris dándole una palmada en la
espalda—. Y ahora vamos a jugar a mi juego favorito.
Henry le miró confuso, pero entonces vio la sonrisita que apareció
en los labios de su amigo y supo que no sería nada bueno.
—Si es algo sexual… —comenzó a decir.
—¡No es nada sexual! —le cortó Chris ofendido. Y volvió a
sonreír—. Se llama: “Dime cuál de tus amigos es gay”.
Henry puso los ojos en blanco. Lo sabía.
—Que te den, Chris. No tengo tiempo para buscarte el ligue de esta
noche —dijo alejándose.
—¡Henry! —le llamó, pero éste le ignoró. Chris suspiró y sacó su
móvil—. Tendré que usar Grindr.

David, Kire y Jake salieron entre risas del baño. El humo del cuarto
era tan denso que con solo entrar uno ya se colocaba. David y Jake
fueron a por más bebida, perdiendo de vista a Kire. Junto a la barra
americana estaba Allie, hablando con un tipo que debía ser del
equipo de Henry, a juzgar por sus músculos. Allie y Jake se lanzaron
una mirada, pero ninguno dijo nada debido a la tregua.
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Only Three Wishes ♥

—H-hola Allie. No sabía que ibas a venir —dijo David, poniendo


esa voz de tonto que ponía siempre que veía a aquella chica.
Mentira, pensó Jake ladeando los ojos. La única razón por la que
David pisaría la casa de Henry, era porque sabía que Allie también
estaría allí.
—Pues ya ves… Siempre que haya bebida gratis, ahí estaré yo —
soltó ella alzando un chupito y bebiéndoselo de un trago.
Jake apretó los labios para no decir; “Querrás decir: donde Henry
esté, estaré yo”, pero se lo calló.
—¿Sabes que vamos a hacer una gira por Europa? —preguntó David
intentando hacerse el interesante.
Jake compuso una mueca de repulsión. No sabía qué era peor, si el
hecho de ver a David ligar, o que fuera Allie con quien lo intentaba.
—Sí, lo he oído —dijo ella con una sonrisa. Allie era simpatiquísima
con todo el mundo, menos con él, cosa que le irritaba aún más—.
Debéis estar en una nube ahora mismo. A mí me encantaría ir a
Europa… Ver el Louvre, el Coliseo, el muro de Berlín, el
Tacheles…
—¿Has oído hablar de la casa okupa Tacheles? —preguntó David
impresionado.
—¿Una artista como yo? —inquirió Allie. Jake casi suelta otra de las
suyas, pero se mantuvo en silencio—. Pues claro, ese lugar es todo
arte reivindicativo.
—¡Yo pienso lo mismo! —exclamó David—. Será el primer lugar al
que vaya cuando esté en Berlín.
—Tiene que ser mágico… Pintores, fotógrafos y músicos trabajaron
allí su libertad creativa —comentó Allie con una mirada
entusiasmada.
—Lo sé… He oído que… —comenzó a decir David.

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Desirée Arjona Peña ♥

—Bueno, si me disculpáis, me voy a vomitar —dijo Jake cogiendo


una de las botellas de la mesa—. Esta charla cursi y pedante de arte,
magia y libertad creativa me ha dado nauseas —dijo componiendo
una mueca.
Allie entrecerró los ojos.
—Tranquilo Rivers, entendemos que tu limitado cerebro se funda
ante una charla culta —Jake se giró hacia ella. Cogió su pistola del
bolsillo y volvió a dispararla en la cara—. ¡Ah! —se quejó ella.
—Has roto la tregua —dijo Jake.
—¡Tú lo hiciste primero! —exclamó con la cara empapada.
Jake se encogió de hombros y comenzó a alejarse.
—¡Jake! —escuchó entonces tras él.
Chris le pasó un brazo por los hombros.
—Hola bebé —le saludó éste.
—¿Conoces a ese chico de allí? —preguntó Chris saludando a
alguien.
Jake buscó con la mirada a quién señalaba, encontrando a Chace.
—¿El cara culo? —inquirió Jake—. Se llama Chace, es el mejor
amigo de Henry.
—¿Qué dices? —preguntó girándose hacia él con una mirada llena
de indignación—. Su mejor amigo soy yo.
Jake le miró incómodo.
—Emmm, no. Es él —le aseguró. Chris suspiró.
—Pobrecito, Jake —comenzó a decir Chris acariciándole la cara—.
El alcohol te hace decir tonterías.
Jake se apartó bruscamente.
—Vale, como quieras. Lo eres tú —le dijo sin estar de humor para
tonterías.
Se dispuso a irse, pero Chris le frenó.

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Only Three Wishes ♥

—¡Espera! —exclamó girándole. Hizo una pausa y le miró con


interés—. ¿Es gay?
—¿Chace? ¿Que si es gay? —inquirió con desagrado. Entonces miró
al mejor amigo de Henry. Era totalmente heterosexual, pero sería
divertido verle en una peliaguda situación con Chris. Jake sonrió
perversamente—. Maricón perdido.
Chris mostró sus dientes en una triunfante sonrisa y una mirada
calculadora.
—Lo sabía —dijo colocándose la ropa en un gesto coqueto—. Si me
disculpas, voy a presentarme.
Jake sonrió ampliamente y le dio una palmadita en la espalda.
—A por él, tigre.

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Desirée Arjona Peña ♥

Capítulo 4
Uno de sus compañeros de equipo derramó un poco de bebida
mientras bailaba como un idiota con dos tías, pero Henry estaba tan
borracho que ni le importó, solo podía reír. Estaba recostado en su
sofá junto a sus compañeros, se había desabrochado dos botones de
su pechera por el calor que hacía. A su lado, Mike pasaba su mano
por el muslo de una chica con un corto vestido. En cualquier
momento su amigo se la llevaría a un hotel, o eso esperaba, porque
no le apetecía que esos dos empezasen a hacer guarradas en su sofá.
Algunos, cansados de bailar, proponían juegos de beber, como era
natural en las fiestas. Henry podría beber mucho más, y un juego
siempre apetecía. Fue a incorporarse para proponer alguno, cuando
dos manos pasaron por su pecho. Henry miró a sus espaldas y Allie
le sonrió antes de pasar sus labios por su oreja.
—Como Jake te vea te tirará por la ventana —le dijo éste
apartándola delicadamente.
—¿Cuándo te vas a dar cuenta de que Rivers me da igual? —
preguntó Allie con una sonrisa inocente.
—¿No estabas coqueteando con el Waste friki? —inquirió el rubio
enarcando una ceja.
—Puede… ¿Celoso? —preguntó ella divertida, volviendo a pegar
sus manos al rubio—. No eres el único hombre de mi vida, Henry.
—Me parece perfecto… Sin embargo, yo sí tengo un único hombre
en mi vida —dijo volviendo a quitarse sus manos de encima.
Allie resopló frustrada.
—Es una elección muy mala para ser el definitivo, ¿no crees? —
inquirió enfurruñada.
—Creo que es la mejor opción… —dijo llevando su mirada hasta él,
al fondo del salón. Su ceño se frunció al verle rodeado de tres
mujeres y David. Las chicas le tocaban el brazo, le daban toques en
el pecho y le sonreían de una manera que no le gustaba nada—. Y

75
Only Three Wishes ♥

parece que no soy el único que lo cree —dijo antes de ponerse en


pie.
Allie ladeó los ojos. Siempre Jake, Jake, y después Jake.
Henry caminaba hacia él para quitarle a aquellas tías de encima,
cuando vio a su lado a Claire, con su perro en brazos. Henry puso
toda su atención en ella y la miró escandalizado.
—¡¿Qué estás haciendo con Nike?! —inquirió entonces. Claire, que
estaba haciéndole carantoñas al perro, levantó la vista y le miró
confusa—. ¡Dámelo! —exigió Henry con un gruñido.
Había dejado al cachorro encerrado en su habitación, para que no
estuviese dando vueltas en plena fiesta, y nadie le molestara. Claire
esquivó a Henry.
—¡Quería verle! ¡Déjamelo un rato! —se quejó ella sin soltar a
Nike—. Es como un sobrinito… ¿Con quién va a estar mejor que
con su tía Claire?
Henry la miró como si estuviera loca.
—Deja de decir tonterías —dijo entonces poniéndose rojo.
—No puedo creer que Jake te haya convencido para quedártelo —
decía Claire acariciándole el hocico.
—No lo ha hecho —gruñó Henry.
—Pero sin embargo está aquí. Tiene hasta un collar con un nombre,
uno que le has puesto tú.
—No es un juguete de niñas. Llévalo a mi habitación —ordenó
Henry.
Claire ladeó los ojos y se apartó de su vista. Henry resopló poniendo
los brazos en jarra. ¿De verdad parecía una madre sobreprotectora?
Agitó la cabeza quitándose esa idea de la cabeza. Caminó hacia
donde había visto por última vez a Jake, pero ya no estaba. Miró a
David.
—¿Dónde está Jake?
David compuso una mueca.
—¿Tengo pinta de GPS? —inquirió con desagrado y Henry bufó.
—No, pero puedo meterte uno por el culo si así me dices dónde está
—dijo con una mirada llena de amenaza.

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Desirée Arjona Peña ♥

David fingió estar pensativo.


—Creo que se ha marchado con una morena —respondió
entonces—. Estaba algo cansado de tu bravuconería y tu continua
exhibición de testosterona.
Henry alzó una ceja.
—¿Nunca te han dicho que hablas demasiado?
—Oh vaya… ¿Han sido demasiadas palabras para ti? —preguntó
componiendo un tono como si Henry fuera tonto—. ¿Te lo repito
más despacio?
Henry resopló antes de soltar una risa sarcástica. Entonces le miró y
se acercó a él con una mirada amenazante, haciendo que David se
achantara un poco.
—Mira rarito, no tengo tiempo para tus tonterías —dijo entonces—.
Si lo tuviera créeme que me dedicaría a romperte los huesos y a
reírme mientras lloras… —dijo entre dientes—. Pero como es mi
fiesta, estoy borracho, y de buen humor, prefiero gastar mi tiempo en
comerme a besos mi novio.
David alzó ambas cejas sorprendido.
—Realmente debes estar muy borracho para dejarme ver que babeas
así por él —le concedió.
—Lo estoy —aseguró Henry.
David chascó la lengua.
—En el rellano, escondido para que no le veas fumar —dijo al fin.
Henry se apartó de él y le dedicó una mueca sobrada y llena de
soberbia. Abrió la puerta y salió al rellano. Caminó por el largo
pasillo. Al fondo estaban las escaleras, y pudo ver cómo salía el
humo de allí. En otro momento, y en otras condiciones, hubiera
fruncido el ceño y se hubiera preparado para reprender al moreno,
sin embargo en ese momento ni se le pasó por la cabeza. Le vio
sentado en el escalón fumando aquello que tan poco le gustaba.
Estaba de espaldas a él, por lo que cuando habló, Jake se sobresaltó.
—¿Tanto te aburre mi fiesta? —inquirió Henry mirándole desde
arriba.

77
Only Three Wishes ♥

—¡Henry! ¿Qué haces aquí? —preguntó nervioso escondiendo su


cigarro.
Henry ladeó los ojos.
—Ya te he visto, gilipollas —dijo. Se sentó a su lado en las
escaleras, apoyó sus brazos en sus rodillas y señaló el cigarro de
Jake—. ¿Sabes que podrían haberse activado los detectores de
humo?
—Qué exagerado eres. ¿Has venido solo pare echarme la bronca? —
preguntó Jake dando un calada al cigarro, ya que parecía que Henry
se limitaría a un pequeño sermón.
—No. A penas he podido verte desde que has llegado —respondió
Henry con una pequeña sonrisa, que Jake correspondió
inmediatamente, casi de forma automática, al ver la perfecta sonrisa
del rubio.
—Bueno, tienes muchos invitados, no puedo llevarme siempre toda
tu atención.
—Sí puedes —contestó Henry haciendo reír a Jake.
—Ya lo sé, pero no está bien presumir de ello.
Henry imitó la risa de Jake, para después quedarse en silencio. El
moreno dio otra calada a su cigarro. Henry miró hacia sus labios, y
pensó en que no existía nada más deseable en el mundo.
—He visto cómo las de mi clase se pegaban a ti —soltó Henry con
una mirada suspicaz.
Jake alzó una ceja.
—Y yo he visto cómo Allie te manoseaba —respondió, y no le
importó sonar molesto.
Henry no pudo evitar sonreír. Le pasó un dedo por la mejilla.
—Qué guapo te pones cuando estás celoso.
—Ya —dijo Jake sin una pizca de humor, apartándose del dedo de
Henry—. Pues la próxima vez espero que quite sus zarpas de encima
de ti, o solo me verás enfadado.
—Enfadado también me gustas —continuó con una sonrisa y Jake
bufó.
—¿Hay alguna manera en la que no te guste?

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Desirée Arjona Peña ♥

Henry se quedó pensativo.


—Diría que fumando esta mierda… —dijo llevando su mirada hacia
sus labios—, pero estaría mintiendo.
—¿Quieres? —preguntó Jake con una sonrisa, y la de Henry se
esfumó.
—Yo no fumo —le dijo apartándose de aquel asqueroso cigarrillo.
—¿Ni siquiera de mis labios? —preguntó Jake.
Henry se quedó callado, embelesado, mirando la deseada boca de
Jake.
—Mañana tengo el partido, Jake… No puedo… —el moreno tomó
una calada, y se acercó a los labios de su novio. Como un auto
reflejo, al tener próximos los labios de Jake, Henry abrió un poco los
suyos. Jake dejó escapar el humo, haciendo que el rubio despertara
del ensueño. Le apartó de él y tosió—. Eres un yonqui de mierda.
Se puso en pie y Jake soltó una carcajada.
—Solo eres un yonqui cuando eres adicto —dijo antes de apagar el
cigarro contra un escalón y ponerse también en pie. Henry estaba tan
borracho de alcohol y de Jake, que ni le molestó—. Y yo solo soy
adicto a ti —dijo entonces colocándose frente a él, y el rubio puedo
observarle mejor.
Cada pequeño detalle de su cara, la curva de sus labios, su perfilada
nariz, sus ojos color chocolate… Todo en Jake era extremadamente
ansiado por él. Henry se mordió el labio.
—Debe ser enfermizo lo mucho que te quiero.
—Eso depende —dijo Jake con una pedante sonrisa—. ¿Qué
síntomas tienes? —preguntó al tiempo que daba un paso hacia
Henry, haciendo que el rubio quedara acorralado contra la pared.
Tragó saliva al ver ante él el cuello de Jake tan a la vista.
—El pulso… se me acelera —dijo Henry con la respiración
entrecortada cuando los brazos de Jake se colocaron a cada lado de
su cadera.
—Ajá —asintió para que continuara, al tiempo que respiraba el
aroma del cuello de Henry.

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Only Three Wishes ♥

—Y en mi pecho, deja de entrar aire —dijo con un jadeo cuando el


moreno dejó un pequeño beso en su piel.
—Parece grave —apuntó Jake apretándose contra él.
—Y eso no es lo peor de todo —aseguró el rubio colocando sus
manos en el pecho de Jake, algo de otro mundo.
—¿Y qué es? —quiso saber.
—Ya no duermo por las noches.
Jake soltó una pequeña risa.
—¿Por qué? —preguntó en un susurro al odio de Henry.
El rubio le agarró del mentón obligando a que le mirara.
—Porque si te tengo… ni tú me dejas, ni yo te dejo. Y si no te
tengo…
—Creo que tenemos la misma enfermedad —le cortó Jake.
—Y la misma adicción —respondió Henry.
Jake, sin poder aguantar más, pegó sus labios a los de Henry. Nada
sabía mejor. El rubio se apresuró a pasar sus brazos por los hombros
de Jake para acercarle más a él, y aunque sus pechos estaban
totalmente pegados, sentía que le sabía a poco.
—Acabo de caer en un lugar donde nunca lo hemos hecho… —dijo
Henry separando sus labios de los del moreno, que le miró con
curiosidad—. Un rellano.
—¿Aquí? —inquirió Jake.
Henry asintió y le agarró de la mano.
—Ven —tiró de él hasta que quedaron en la oscuridad de las
escaleras. Si nadie se asomaba, no les verían. Se pegó a la pared y
volvió a estrechar a Jake contra él—. Puede que mañana me
arrepienta, pero estoy demasiado borracho como para detenerme
ahora —dijo al tiempo que metía sus manos bajo la camiseta de
Jake.
—Y yo demasiado colocado para pararte a ti —dijo antes de
comenzar a besar a Henry por el cuello.
—Hoy seré tu genio de la lámpara —susurró Henry con una voz tan
sensual que las piernas de Jake temblaron—. Pide tres deseos y te
los cumpliré.

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Desirée Arjona Peña ♥

Jake soltó una leve carcajada.


—¿Lo que sea? —preguntó con los ojos cerrados y la mente nublada
por los labios de Henry.
—Lo que sea —le aseguró sin dejar ni un hueco de su cuello por
besar.
Jake abrió la boca para decir algo, mientras bajaba sus dedos al
borde del pantalón de Henry, cuando escuchó a Chace en la cima de
las escaleras.
—Henry —llamó Chace a su amigo.
El rubio miró por el rabillo del ojo a su lado, y en cuanto vio a su
amigo, apartó sin muchas ganas a Jake de su cuello.
—¿Qué pasa? —preguntó sin conseguir quitarse a Jake de encima—.
¡Jake, para! —exclamó, esta vez empujándole con fuerza.
Jake se apartó y resopló.
—El cara culo molestando de nuevo… Qué novedad… —soltó sin
preocuparse en que su comentario llegara a oídos de Chace.
—Que te den, Rivers —gruñó Chace entrecerrando los ojos. Jake le
devolvió la mirada.
—Iba a ello hasta que viniste a interrumpirnos.
—Cállate ya —le espetó Henry antes de dirigirse a Chace—. ¿Qué
pasa?
—¡Tu amigo Chris me ha intentado besar porque el memo este le ha
dicho que me iban los tíos! —exclamó su amigo indignado
señalando a Jake.
Henry se giró para mirar al moreno, que compuso una expresión
inocente.
—¿Acaso me equivocaba? —preguntó haciéndose el tonto. Henry y
Chace le miraron con tirria—. Vaya… Qué despiste el mío…
Henry entornó los ojos y decidió ignorarle.
—Chris es así, no te lo tomes a mal —le dijo a Chace para que le
restara importancia. Los ojos de éste se abrieron de par en par.
—¿Y cómo debo tomármelo? —inquirió entonces.
—¿Como un elogio? —sugirió Henry con una pequeña sonrisa.

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Only Three Wishes ♥

Chace le sostuvo la mirada un largo segundo, comprobando si estaba


de broma, pero parecía que no era así.
—Me largo —dijo dirigiéndose hacia el fondo del pasillo para llegar
al ascensor.
—Oh, venga —soltó Henry comenzando a seguir a su mejor
amigo—. ¿Solo por eso?
Jake resopló una vez que estuvo solo.
—Genial… Me he quedado sin polvo —masculló con decepción.

Entró de nuevo en la fiesta, sabiendo que no quedaba mucho para


que Henry mandara a toda aquella gente lejos, y eso le alegraba,
porque sabía que entonces tendría a su novio totalmente para él, y si
no, por lo menos dormiría, y ambas cosas le gustaban, no por igual,
pero le gustaban. Caminó entre la gente, que ya estaba sufriendo la
derrota de la fiesta. Fue hasta la cocina buscando a Chris. Necesitaba
saber con detalles cómo había sido aquella escena con beso entre
Chris y Chace. Con eso tendría diversión para un mes. Fue de la
puerta principal hasta la cocina, pero no dio con él. Vio a Claire y a
Shorty, haciendo arrumacos a Nike sobre los brazos de la chica. Se
acercó a ellos.
—¿Dónde está Chris?
Shorty alzó la mirada al escucharle.
—Dentro —contestó éste señalando al pasillo que llevaba a las
habitaciones. Después dedicó una mirada divertida a Jake—. ¿Sabes
que ha intentado besar a Chace? ¡Ha sido la ostia! ¡El cara culo se ha
vuelto loco en un momento! —se carcajeó Shorty contagiando a
Jake.
—Lo sé. ¿Quién sabe? —preguntó encogiéndose de hombros—.
Puede que le haya gustado… —Nike se revolvió en los brazos de
Claire y le dio a Jake en el brazo con su pata. Jake le sonrió y le

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Desirée Arjona Peña ♥

rascó la cabeza—. ¡Hola, pequeño! —exclamó antes de dirigirse a


Claire—. Pensé que Henry lo había dejado en su habitación.
—Y lo hizo, pero han entrado Kire y Allie y se escapó, así que en
mis brazos estará más seguro que correteando entre los pies de tanto
borracho —contestó Claire espachurrando al cachorro.
—¿Kire y Allie en la habitación? —inquirió Jake enarcando una
ceja.
—No pienses cosas raras, Chris también está con ellos —dijo Shorty
y Jake bufó.
—¿Y qué iba a pensar? Allie será una idiota, pero tiene buen gusto
para los hombres —soltó Jake.
No por nada la tía se había fijado en su novio, el hombre más
increíble del mundo. La muy perra no era idiota desde luego, ni
apuntaba demasiado bajo.
—Eso es discutible… —comentó su amigo sin poder estar de
acuerdo.
—¿Y qué harán esos tres en la habitación de Hen…? —comenzó a
preguntarse, sin embargo, su mente le dio antes la respuesta.
Su mirada se detuvo. Allie, Chris… y Kire…, en la habitación de
Henry. Comenzó a caminar directo hacia allí, dejando a Claire y a
Shorty sin entender nada. La confusión de Shorty duró apenas un
segundo.
—Oh no… —dijo llegando a la misma conclusión que el moreno, y
le siguió.
Jake llegó al pasillo, y sin demora, abrió de golpe la puerta de la
habitación de Henry, y como había imaginado, sus sospechas no
estaban equivocadas. Chris, con la boca abierta, miraba la televisión
de plasma de Henry, al igual que Allie, pero ésta con una mezcla de
asco y atracción al mismo tiempo. Y Kire sujetaba el mando y no
dejaba de reír. Cuando se dio cuenta de la presencia de Jake, se
levantó de golpe y apagó la televisión, esta vez tenía el mando
preparado.
—¡Nooooo! —exclamó Chris entonces.
—¿Por qué lo has apagado? —preguntó la chica.

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Only Three Wishes ♥

Allie y Chris le miraron cuando habló.


—¿Es que Henry y yo vamos a ser los únicos que no vean ese
estúpido video? —inquirió Jake entre dientes.
Chris tragó saliva y se puso en pie. Jake, pensando que comenzaría a
soltar mil excusas o disculpas, se quedó con los ojos abiertos de par
en par cuando le escuchó.
—Jake, tienes que dejar que termine de verlo. Ya he visto la mitad,
por favor —le pidió entonces, dejando al moreno incrédulo.
Allie se puso de pie en la cama y le miró con burla.
—Así que Jake Rivers es una guarra en la cama… Ahora entiendo
por qué a Henry le gustas tanto… —dijo con una amplia sonrisa
cruzándose de brazos.
Kire frunció el ceño.
—Para guarra Woods, maja. ¿Quién es el que se ha arrodillado? —
inquirió entonces.
—Bueno, ambos han hincado las rodillas, ¿no? —soltó ella.
Jake apretó los dientes. La estúpida de Allie y el cabeza hueca de
Kire hablando de sus momentos privados con Henry… eso sí que no.
Decir que estaba rojo de furia era poco. Las palabras de Chris fueron
el detonante.
—¡Ya que Kire me ha enseñado la mitad, deja que lo vea hasta el
final! ¡Si quieres me hago una copia y ya lo veo en casa! —soltó
Chris, y parecía que lo pedía totalmente en serio, como si lo que
estuviera pidiendo tuviera alguna lógica.
Jake explotó. Fue directo hasta Kire, le agarró del cuello,
tumbándole en la cama, y subiéndose encima con toda la intención
de estrangularle. Las peticiones de Chris y las burlas de Allie no
ayudaban a apartar sus manos de su cuello. No podía atizar a los
otros dos, a Allie por la puñetera razón de que era una tía, si fuera un
tío el que acosaba a su novio ya le hubiera golpeado un par de veces
en plena cara. Y Chris siempre había querido presenciar aquello,
Jake no dudaba ni por un segundo que si tenía la ocasión de verlo lo
aprovecharía. Toda la culpa era de Kire, y su mente perversa, sin un
ápice de sentido común. Tenía un gran alboroto a su alrededor,

84
Desirée Arjona Peña ♥

cuando la puerta se abrió de golpe. Henry estaba ante ellos, y su


expresión al verles era como si acabara de ver un espectáculo de
mandriles en su propia habitación. Chris se calló y Allie se bajó
inmediatamente de la cama.
—¿Se puede saber qué estáis haciendo? —inquirió Henry
acercándose a ellos—. ¡Os dije que nada de entrar en mi habitación!
—entonces miró a Jake—. ¡¿Y qué haces tú encima del gordo?! —
exclamó agarrando a su novio del brazo y apartándole de Kire. Éste
sintió que al fin podía respirar.
—Menos mal, Woods… Me estaba ahogando —dijo masajeándose
el cuello.
—No lo he hecho por ti, gordo estúpido —masculló—. No quiero
que cuando toque a mi novio tenga tus gérmenes —soltó con
repugnancia. Chris y Kire se miraron con diversión—. ¿Qué estabais
haciendo?
—Nada —se apresuró a contestar Jake, lanzando una mirada
significativa a los demás.
Si Henry se enteraba, mataría a Kire, literalmente y en serio, le
mataría.
—¿Nada? —preguntó Henry entonces—. ¡Pues salid de mi
habitación!
Kire le lanzó una mirada de arriba abajo, cruel y divertida.
—Claro Piolín —soltó entonces pasando a su lado.
Allie le siguió, y Jake iba tras ella. Cuando estuvieron ambos fuera,
Allie se dirigió a él
—Oh, ahora pillo por qué Henry te llama “pequeño” —se burló en
un susurro.
Jake soltó una risa sarcástica.
—Primero, ya me la habías visto. Segundo, sabes perfectamente que
no es cierto, no te mientas a ti misma —enumeró—. Y tercero, te
mueres por tener una así, ya que es por eso que Henry me prefiere…
Entre otras muchas cosas, claro.
Allie apretó los dientes.

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Only Three Wishes ♥

—Se te han corrido tantas veces en la boca que cuando hablas ya no


se te entiende.
Jake bufó antes de seguir su camino.
—Repito: envidia.
Chris estuvo a punto de salir de la habitación, cuando Henry le
impidió el paso.
—¡Tú! —exclamó entonces con una mirada amenazadora,
colocándose ante él—. ¿Qué es eso de meterle la lengua en la boca a
mi amigo hetero?
—Oh, ¿vamos a hablar de donde metemos cada uno la lengua? —
preguntó con una extraña sonrisa y un raro brillo en los ojos.
—¡¿Qué?! —inquirió Henry mirándole sin saber de qué le hablaba.
Prefirió ignorarlo—. ¡Te digo que no puedes hacer lo que te dé la
gana, ni pretender liarte con el primer tío que te la pone dura!
Chris se mordió el labio.
—Ay, si yo hiciera eso… —dijo entonces sin dejar de sonreír.
Henry entrecerró los ojos.
—¿Qué quieres decir con ese tono?
Chris dio un paso hacia él, y Henry, en consecuencia, dio uno hacia
atrás.
—Que me contengo más de lo que crees —le dijo—. Ahora, por
ejemplo. Así que por hoy, me mantendré lejos de ti y de tu novio.
Chris se marchó, dejando a Henry totalmente desconcertado.
—¿Qué ha pasado? —escuchó a su lado.
Claire, cogiendo en brazos a su perro, estaba junto a él. Henry
frunció el ceño.
—¡Dame a Nike! —exclamó antes de arrebatárselo. Claire abrió la
boca indignada cuando le escuchó decir—. Pesada.
Y se llevó al cachorro.

86
Desirée Arjona Peña ♥

La noche acabó, y pudo meterse en su cama. Aquella mañana fue de


las pocas en las que Jake se despertó antes que él. Necesitaba
dormir, quitarse aquella resaca y estar como nuevo para aquella
noche. Cuando Jake se despertó, le besó en la mejilla despertándole
por un segundo. Escuchó que le decía algo, pero Henry no consiguió
entenderle. Sonó la puerta principal de fondo, y supuso que Jake se
había marchado. Sus ojos no se abrieron del todo hasta entrar en la
tarde, cuando se sentía totalmente renovado. La señora Martínez ya
había limpiado toda la casa, cosa que agradecía, le hubiera dado un
ataque si hubiera encontrado su piso tal cual lo dejó la pasada noche.
Se metió en la ducha y cuando salió, miró su teléfono. Infinidad de
mensajes como de costumbre. Miró si alguno era de Jake, y al ver
que no era así, tiró el móvil a la cama y comenzó a vestirse. Llenó su
bolsa de deporte, mientras Nike brincaba por la cama. Henry alzó las
cejas al ver que jugaba con una de sus prendas. Se lo retiró de la
boca, pero el cachorro siguió tras la prenda.
—Para —le ordenó Henry, pero el perro no se detuvo.
Resopló, le agarró y le bajó de la cama. Metió el resto de sus cosas y
agarró la bolsa para dirigirse a la salida. Sin embargo, el cachorro se
colocó delante, impidiéndole el paso.
—Saco de pulgas… tengo que irme —dijo acuclillándose para
mirarle con seriedad—. Tengo el partido más importante de mi vida,
y no tengo tiempo que perder contigo —soltó antes de agarrarle y
dejarle de nuevo sobre la cama. Nike ladró con su pequeña voz de
cachorro. Henry bufó—. Y yo que tú dejaría de comportarme como
un cachorro toca-narices, o acabarás viviendo con tres tipos que
tienen más pulgas que tú. Y estás a esto de que te mande con ellos
—le dijo mostrándole con los dedos la medida.
Salió de su cuarto y cogió sus llaves para salir. Estaba perdiendo la
cabeza si ya comenzaba a hablar con el perro.

87
Only Three Wishes ♥

Jake bajó del coche estirando sus brazos. Shorty, tras él, tenía el
móvil en la oreja, intentando comunicarse con su novia. David y
Kire, como de costumbre, se quejaban de cada cosa que tuviera que
ver con aquel acontecimiento. Jake les miró con tirria.
—¿Me recordáis, por favor, por qué habéis venido vosotros dos? —
inquirió Jake.
—Allie —contestó David.
—Comida —dijo Kire.
Jake entornó los ojos. Shorty llegó hasta ellos.
—Claire está guardándonos el sitio, así que será mejor que vayamos
antes de que unos cachas universitarios se sienten junto a ella —se
apresuró a decir, comenzando a caminar hacia el campo.
La universidad estaba llena de caras nuevas. Jake solo podía
reconocer a la gente del último curso. No podía creer que ya
hubieran pasado tres años desde que él asistiera a Downton. No es
que lo echara de menos, en realidad, jamás se había arrepentido de
aquella decisión, pero aun así, recordar le daba nostalgia. Kire se
apresuró a comprar toda la comida que le cupiera en las manos.
David buscaba con la mirada a Allie, y Shorty y Jake conversaban,
cuando se toparon de frente con él. El primero en reconocerle fue
Shorty, que dio un manotazo a Jake para alertarle. El moreno se
quejó, pero cuando vio que la mirada de Shorty estaba clavada en
frente suya, llevó también su mirada hacia allí. El señor Woods
caminaba con despreocupación hacia las gradas.
—Señor Woods… —dijo Jake a modo de saludo.
El hombre levantó la vista encontrándose con las parejas de sus
respectivos hijos. Shorty sonrió con amabilidad, sin embargo, su
mirada solo se encontró con la de Jake.
—Hola Jake —saludó el hombre con tono seco.
—¿Cómo está? ¿Quiere sentarse con…? —comenzó a decir Jake
con tono cortés, pero el hombre no se detuvo y continuó caminado.
—Tengo prisa —se limitó a decir dejándolos atrás.

88
Desirée Arjona Peña ♥

Jake bajó los hombros, no sabía qué otra cosa esperaba. Shorty abrió
la boca de par en par.
—¿Has visto eso? —inquirió el chico indignado.
—Sí… Nunca caeré bien a ese hombre —contestó Jake comenzando
a caminar de nuevo.
—¡¿Caerle bien?! —la voz de Shorty sonó consternada—. ¡A mí ni
siquiera me ha mirado!
—Pues yo a veces desearía que a mí tampoco. Parece que quiere
matarme con la mirada.
—¿Cómo no puede reconocerme? —preguntó Shorty indignado—.
Claire nos ha presentado en cientos de ocasiones.
David se colocó a su lado comiendo una de las patatas fritas de Kire.
—Para ese hombre nunca seréis buenos para sus hijos —dijo antes
de metérsela en la boca.
—¿Y tú qué sabes? —inquirió Jake.
—Ese hombre es Woods con treinta años más. Se tienen en tan alta
estima que nada es lo suficientemente bueno —dijo David,
sintiéndose afortunado de no estar en el lugar de aquellos dos.
—¡Bah! —soltó Jake sabiendo que posiblemente David tuviera
razón—. Me da igual que no me considere lo suficientemente bueno,
para Henry lo soy, y basta.
—¡A mí ni siquiera me considera poca cosa! ¡No me considera! —
exclamó Shorty—. Cada vez que me ve en su casa con Claire dice
“¿Quién es este?”, y Claire me tiene que presentar. ¡Cada vez! —
reiteró—. En serio, creo que su disco duro me borra
automáticamente.
—Ajá —se limitó a decir Jake.
Shorty abrió los ojos de par en par.
—¿Cómo que ajá?
Jake suspiró.
—He dejado de escuchar a mitad del discurso —dijo haciendo que
Shorty frunciera el ceño—. ¡Deja de preocuparte! ¡A mí me odia y
me la suda! ¡Si no te recuerda, mejor para ti! Puedes cagarla todas
las veces que quieras… Total, lo olvidará.

89
Only Three Wishes ♥

Shorty bufó.
—Sí, solo falta que la cague para que me recuerde.

Chris, a su lado, no paraba de parlotear. Era hablador por naturaleza,


pero cuando estaba nervioso, lo era aún más si cabía. Henry en
cambio, prefería estar en silencio. Movía la pierna
incontrolablemente. El entrenador les estaba dando un discurso
motivacional, para animarle antes de empezar. Nada de repasar
jugadas, quedaban apenas unos minutos para que salieran. Ya tenía
el equipo puesto, siempre con el número nueve en la camiseta.
Acabó lanzando una mirada de amenaza a Chris para que se callara,
el cual, lo entendió al instante. No es que quisiera escuchar a su
entrenador, no necesitaba que nadie le alentara ni le informara de lo
importante que era aquel partido, en aquel momento, solo quería
silencio. Si pudiera decirle al entrenador que se callara lo haría.
Cuando se escucharon las últimas palabras de su discurso, todos los
Warriors se pusieron en pie. Caminaron por el túnel y escucharon los
primeros gritos; su afición. Pero Henry estaba pensando en su propia
afición, su familia, sus amigos y su pareja. Cuando salió al campo
los buscó con la mirada, pero no los encontró, sin embargo, ellos sí.
Claire fue la primera en gritar su nombre. Jake observaba al rubio
sin ningún nerviosismo. Henry haría lo que hacía siempre, ser el
mejor y ganar, por lo que no estaba preocupado. Sonrió a Claire
cuando Henry salió y volvió su atención a la comida de Kire. Los
Warriors se colocaron en posiciones, y el partido comenzó.
—Y comienza el partido—se escuchó al comentador—. Corre por la
izquierda, esquiva un placaje, logra librarse de otro y corre 25 yardas
a la línea de 40. Señores, esto es fútbol y solo estamos en el
comienzo.

90
Desirée Arjona Peña ♥

—Muy bien, jugada 25 a la de una. ¿Listos? —anunció Henry. Su


equipo asintió con decisión y fe ciega en su capitán—. ¡Vamos!
El entrenador miraba con atención a los muchachos.
—¡Eso es, chicos! —les animó.
—Peters se coloca junto a Chris Brooks. Walter Pride por detrás. Se
la entrega a Brooks. Vuelve a la izquierda, y logra esquivar otro
placaje. Eso es velocidad, chico. Brooks avanza como un rayo. De
nuevo se libra de un marcaje.
El entrenador aplaudió y le lanzó una mirada al capitán de su equipo.
Henry asintió sabiendo lo que quería decir su entrenador con aquella
mirada.
—Esta vez se la entrega a Walter Pride —se escuchaba en el
campo—. Avanza diez yardas y cae a la hierba. Pride sigue
demostrando su fuerza en carrera.
Henry miró a su equipo y anunció la siguiente jugada. Se
apresuraron a colocarse en posición.
—Los Warriors están jugando a la perfección, pero eso no es
ninguna sorpresa. Primer down. Woods retrocede para lanzar. Busca
a Brooks con la mirada, situado en el centro. Está solo. Woods la
lanza. Brooks la atrapa y llega a la línea… ¡Touchdown!
Los aplausos y gritos inundaron el campo.
—Primer touchdown del partido. Los Troyans deben responder con
velocidad al marcaje de los Warriors o esto tendrá un rápido
ganador. McCoy va por la derecha, esquiva a los jugadores y logra
llegar a la línea de 40 de los Warriors. Jugada de primer down.
Geller avanza, y llega a la zona de anotación. Vaya, los Troyans
demuestra quién es el equipo más veloz. Los Warriors no lo han
visto venir.
Jake y Shorty reían por lo bajo al ver la cara de concentración de
Claire. Estaba claro que había tenido contacto con el fútbol desde
pequeña.
—Hola —escuchó Jake al otro lado.
Allie había llegado, y su humor empeoró. Qué pesada era…

91
Only Three Wishes ♥

—Oh hola —saludó David, que a él en cambio le aumentó el buen


humor.
—¿Me he perdido algo? —preguntó sentándose al lado de David y
cogiendo un par de nachos de Kire.
—La verdad es que no lo sé —reconoció David con una pequeña
sonrisa.
—¿No entiendes de fútbol y vienes a los partidos? —inquirió ésta.
—¿Tú entiendes de fútbol? —preguntó él sorprendido.
Allie soltó una risita.
—Yo vengo a ver a Henry —dijo sin más.
Jake apretó los dientes con rabia. David, al escucharla, compuso una
mueca decepcionada. El moreno suspiró y se dirigió a Shorty.
—No sé cuántas veces voy a tener que decirle que pase de esa tía…
—le susurró.
—Le gusta mucho, Jake —contestó Shorty con compresión hacia
David—. Si no es la adecuada solo se puede dar cuenta él.
—¡Es que es lelo y no lo ve! —exclamó con impotencia.
—¡Shhh! —chistó Claire para que se callaran.
—¡¿Pero qué quieres escuchar?! —inquirió Jake.
—¡Vuestros chismes de cotorras desde luego no! —le espetó ella
volviendo su atención al partido.
Shorty y Jake pusieron los ojos en blanco.
—Woods… —dijeron al unísono.
El partido continuaba en el campo.
—Los Troyans siguen tratando de marcar, pero se nota que les está
costando. Y volvemos a ver a Henry Woods en acción. Tiene el
balón, retrocede para lanzar. Johnson la atrapa. Ha sido un pase
perfecto. Johnson por la izquierda, ¡está a punto de hacerlo! ¡Lo ha
logrado! ¡Touchdown de los Warriors!
Claire dio tal grito que Jake y Shorty tuvieron que taparse los oídos.
—¡Eso es un capitán, señores! ¡Este chico hace verdadera magia! —
gritó el comentarista.
Allie se puso a gritar junto a Claire. David hinchó las mejillas.
Woods ni siquiera estaba allí, pero le jodía todo igualmente.

92
Desirée Arjona Peña ♥

—Los Troyans vuelven a la carga. Reciben el balón y como si nada


corre hasta la línea. ¡Touchdown de los Troyans! Está claro que
estamos ante una final, el nivel de ambos equipos es indiscutible.
Los Warriors necesitan remontar y volver a convertirse en los fuertes
del campo.
Fueron hasta los vestuarios. Henry, sin el casco, se masajeaba la
sien. Los técnicos no paraban de dar berridos a los jugadores. El
entrenador Roth estaba callado, al igual que el rubio. Roth confiaba
en Henry más que en cualquiera de sus técnicos, por lo que su
opinión era la que más le importaba.
—¿Qué opinas, Woods? —le preguntó.
Henry alzó el rostro y suspiró.
—Están encerrándonos. Tienen una defensa demasiado fuerte.
Retrasan a los demás y no logro verlos para darles el pase.
—¡Pues tendremos que moverles por la fuerza! —gritó Walter.
Woods y el entrenador se miraron sin estar seguros aun de salir al
campo con lo que tenían, pero no querían quitar al resto del equipo
la fuerza que llevaban, que en ese momento la necesitaban tanto
como una nueva jugada.
El campo estaba cubierto por un manto de estrellas. Los focos les
apuntaban, y el público no se cansaba de gritar.
—Brooks coge balón. Va por la derecha pero lo tiran al suelo. Los
Warriors pierden 5 yardas.
—Qué desastre —dijo el entrenador para sí.
Jake miró con preocupación a Claire. No había estado prestando
atención al partido, pero según su mirada, iba mal.
—¿Van mal? —preguntó.
—No saben qué hacer, sus jugadas no están funcionando —se limitó
a contestar Claire.
Henry reunió a todos sus jugadores. No podían desmotivarse, no en
ese momento, que se lo jugaban todo. No siempre había llegado a las
finales, pero siempre que llegaba, las ganaba. Perder no era una
opción para Henry, no lo era.

93
Only Three Wishes ♥

—Sé que ahora parece que lo tenemos difícil, pero no penséis en


eso. Pensad en vuestro compañero, en que cogeréis el balón y lo
llevaremos hasta el final del campo. Haremos que ese marcador
sume sin parar a nuestro favor —les gritó a sus jugadores y éstos
asintieron.
Henry vio que Chris estaba cansado, pero no podían llevarle al
banquillo, era su mano derecha, su as, su corredor. Le pasó una
mano por la nuca para darle ánimos. Chris suspiró y asintió antes de
correr hacia el campo con los demás. Henry se giró un segundo para
mirar a su entrenador y se apresuró a seguir a Chris.
—Woods lanza a Brooks, que atrapa el pase. ¡Oh, lo derriban! Los
pases de los Warriors no están compenetrados. Han entrado en un
bucle de errores, o salen de él, o tienen perdida esta final.
—Joder —maldijo Henry.
—Es un partido de titanes —escuchó—. Los Troyans están mejor
que nunca.
Jake estaba de los nervios, no sabía qué pasaba exactamente, solo
que iba mal. No marcaban, y eso era malo, ¿no? Uno de los Troyans
derribó a Chris, echando a perder el pase de Henry.
—¡Ese puto armario…! —gritó Jake malhumorado, casi tirando los
nachos de Kire.
—Eh, relájate —le pidió éste.
—¡Y Touchdown de los Troyans! Están a diez puntos en los últimos
minutos —Claire bajó el rostro—. Los Warriors tienen un grave
problema y el tiempo juega en su contra.
Henry sentía el sudor y el cansancio en su cuerpo, pero nada era peor
que la presión y la preocupación de su mente.
—¡Allí, Chris! —gritó Henry señalando el lugar en el que necesitaba
a su amigo.
—Woods coge el balón, retrocede para pasar, tiene espacio, se le ve
decidido, quiere ganar este partido. Lanza un pase corto. ¡Vaya,
intercepción de Owen, de los Troyans!
—Mierda —maldijo Claire al ver que el equipo contrario quitaba el
balón a los Warriors, e iba directo a apuntarse otro tanto.

94
Desirée Arjona Peña ♥

Jake lo vio claro. Un tipo enorme llevaba el balón e iba directo hacia
la zona de anotación. El equipo de los Warriors había adelantado y
estaban demasiado lejos para pararle. Todos, menos el quarterback,
que seguía en su posición. Solo podía pararle Henry, y éste lo sabía
mejor que nadie. Su equipo estaba demasiado lejos, y él era el único
que quedaba arriba. Se le acercaba por el lado, buscando un hueco,
pero no lo tendría. Corrió hacia él y se colocó en frente. Owen iba
demasiado rápido, con la intención de llegar a la zona fuese como
fuese. Éste adelantó sus pies para llegar a la marca. Henry se
interpuso. El pie de Owen colisionó de pleno contra la pierna
derecha de Henry. El balón se le escapó de las manos y Owen calló
al suelo, junto a Henry. Claire se llevó una mano a la boca. Jake
tenía la mirada clavada en el rubio que estaba en el suelo. Owen se
levantó. Henry no.
—¡Henry Woods ha logrado placar a Owen! Ese tanto hubiera sido
el final para los Warriors…
De pronto la grada quedó en silencio. Henry estaba inmóvil.
—Woods aún sigue en el suelo. Vaya, ha sido un golpe fuerte sin
duda.
—No se pone en pie… —dijo Claire sin aliento.
El corazón de Jake había dejado de latir y le era imposible emular
palabra. De pronto, Henry se intentó incorporar, pero no llegó a
hacerlo. Sus manos fueron a su pierna, inmóvil. El entrenador y el
árbitro se acercaron.
—¡Médico! —gritó uno de ellos que Jake no alcanzó a ver. Su
corazón y su aliento seguían parados.
—¿Por qué no se levanta? —quiso saber Claire, y sus ojos se
llenaron de lágrimas. El no saber qué ocurría le ponía de los nervios.
—Estará bien… —le aseguró Jake pasando un brazo alrededor de
sus hombros. Pero eso solo era lo que él esperaba.
Los médicos llegaron hasta Henry, que gemía levemente lleno de
dolor, sin poder mover la pierna. Acercaron una linterna a sus ojos.
—¿Puede oírme? —le preguntó el doctor.
—Sí… —dijo éste lleno de dolor—. Es la pierna…

95
Only Three Wishes ♥

—Subidlo a la camilla —ordenó el doctor incorporándose.


Le subieron para disponerse a sacarle del campo. La grada comenzó
a aplaudir. La camilla pasó al lado de los jugadores que estaban en el
banquillo. Chris se apresuró a seguir a los médicos. El entrenador le
detuvo.
—¡No, Chris! ¡Al campo! Ya he perdido al mejor jugador de mi
equipo, no quiero perder ninguno más—le ordenó.
Chris tragó saliva y vio cómo la camilla de su amigo se marchaba.
Seguiría en el juego, pero por Henry. Lo que había hecho no debía
ser en vano. Debían ganar, por él.

Era poco lo que recordaba de ese momento. Vio las luces del techo y
solo sentía un gran dolor. No tardaron en subirle a una ambulancia, y
en cuanto estuvo allí, el dolor acabó cuando le sedaron. Pero su
preocupación no se esfumaba. Inconsciente o consciente, no podía
dejar de pensar en cómo había acabado. Su último partido y no había
podido llevarlo hasta el final. No había llevado a la victoria a su
equipo. Confiaba en ellos, y sabía que podrían ganar, pero… él ya
no estaría. ¿Y qué pasaría entonces?

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Desirée Arjona Peña ♥

Capítulo 5
Claire desapareció en cuanto encontró a su padre, por lo que Shorty
llevó únicamente a Jake en su coche al hospital. Su amigo estuvo
callado todo el viaje, que aunque solo habían sido unos minutos, a
Shorty se le hicieron eternos. Jake miraba por la ventanilla, y su
pierna se movía impacientemente. No habían visto acabar el partido,
y poco les importaba, Shorty solo asistía para acompañar a Claire, y
Jake, obviamente. En cuando aparcó, Jake salió disparado a la
entrada principal. Shorty se apresuró a seguirle. No tardaron en
encontrar al señor Woods y a Claire. La chica estaba sentada en un
banco, con el rostro entre las manos. El señor Woods, de pie, parecía
inquieto, nada comparado a la serenidad que solía mostrar siempre.
Jake fue directo a Claire.
—¿Qué ha pasado? ¿Está bien? —preguntó casi con ansiedad.
Ella levantó la vista y se puso en pie.
—Le han llevado al quirófano —dijo y tenía los ojos acuosos. Jake
los abrió de par en par.
—¿Qué? —dijo con voz ahogada.
¿Tan grave era que había tenido que entrar directamente en un
quirófano? Su corazón se aceleró. El señor Woods entrecerró los
ojos. No le gustaba la presencia de aquellos dos allí.
—Parece que ha sufrido una fractura grave —contestó Claire y le
falló la voz.
Shorty se acercó a ella y la rodeó por los hombros. Le frotó el brazo
y ésta apoyó su cabeza en su novio. Jake bajó la mirada al suelo,
jamás habría imaginado que algo así podía pasar. Cuando comenzó
el partido casi ni le prestaba atención, estaba comiendo y pasando el
rato porque suponía que todo saldría como siempre. Henry jugaría,

97
Only Three Wishes ♥

sería el mejor y ganaría el partido. Fin del asunto. Pero aquello


jamás lo hubiera previsto. La puerta contigua a ellos se abrió y un
médico se acercó.
—¿La familia de Henry Woods? —preguntó viéndoles expectantes
junto a la puerta.
—Sí, somos nosotros —contestó el señor Woods acercándose.
Jake y Claire también lo hicieron, y Shorty, que aún estaba abrazado
a Claire, les siguió. El doctor miró a todos.
—¿Son todos familiares? —preguntó tal y como decía el protocolo.
El señor Woods miró a Jake y a Shorty. El último, sintiendo aquella
mirada sobre él, se despegó de Claire. Él no debía estar allí y lo
entendía.
—Esperaré fuera… —dijo mirando a Claire y luego a Jake.
Estos dos asintieron. Shorty se marchó por donde llegó. El moreno
volvió su vista al doctor, que iba a hablar, pero el señor Woods le
interrumpió.
—Solo familiares —dijo entonces mirando a Jake. Éste le devolvió
la mirada sin expresión en el rostro.
—Papá… —comenzó a decir Claire.
—No pienso moverme de aquí diga lo que diga —se limitó a
contestar Jake, con tono seco y tajante, y se volvió hacia el doctor.
El señor Woods abrió los ojos sorprendido. No pudo decir más, el
doctor asintió y Claire se apresuró a preguntar.
—¿Cómo está Henry?

98
Desirée Arjona Peña ♥

Sus párpados se despegaron poco a poco. Estaba tan débil y cansado


que hasta le costaba mover esa pequeña parte de su cuerpo. La luz
del techo le deslumbró un poco. Podía sentir su cuerpo entumecido,
pero no quería estar inconsciente por más tiempo. Se obligó a abrir
del todo sus ojos, pues necesitaba despertarse. No sabía qué había
pasado, las imágenes del partido le vinieron a la cabeza. Estaba a
punto de perder cuando paró a uno de los Troyans, y se lesionó por
ello. Recordaba un gran dolor, seguramente recibiera un gran golpe.
¿O había sido más? ¿Se había desmayado? ¿Por qué no recordaba
nada del hospital? Pudo ver sangre en sus recuerdos, pero no
recordaba haberse herido. ¿El golpe había sido mayor? Una cabeza
apareció ante él. Le miraba desde arriba con la cara iluminada.
—Hola —saludó Claire.
Henry frunció el ceño.
—No sabes lo desagradable que es tener una cara pegada a ti cuando
te despiertas —gruñó al tiempo que intentaba incorporarse.
—No te levantes —dijo su padre. Estaba a su lado y le obligó a
tumbarse de nuevo—. Llamaré al doctor —dijo antes de
desaparecer.
Henry miró a Claire confuso.
—¿Qué ha pasado? —quiso saber sin entender.
—Estás en el hospital… —comenzó a decir ésta.
—Ya lo sé, estúpida. No he perdido la memoria ni nada por el estilo
—le espetó de malos modos.
Su padre volvió a ellos.
—Viene en seguida —dijo el hombre.
Henry miró primero a su padre, y luego a su hermana. No pudo
evitar pensar en que le faltaba alguien esencial allí.
—¿Dónde está Jake? —preguntó inmediatamente.
—Estoy aquí —escuchó entonces.
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Only Three Wishes ♥

Incorporó un poco su cabeza para poder ver de dónde venía la voz.


Jake estaba frente a la cama, apoyado en una mesa contra la pared
con los brazos cruzados. Su expresión parecía seria, demasiado. Sin
embargo, Henry no podía leerla bien. Comenzó a rebuscar por la
cama.
—¿Esta cama no tiene un maldito mando de esos para que pueda
elevarla? —inquirió con mal humor.
—No deberías moverte demasiado… —dijo Claire cogiendo el
mando para apartarlo de él.
—Estoy perfectamente. ¡Trae aquí! —exclamó arrebatándole el
aparato bruscamente. Apretó uno de los botones y la cama comenzó
a moverse. Subió el respaldo lo suficiente para quedarse casi
sentado—. Mucho mejor…
Henry miró a Jake, al cual ya podía ver a la perfección ante él.
Estaba serio, pudo comprobar de nuevo, pero no consiguió deducir
qué significaba aquel semblante. Fue a preguntarle, cuando Claire
habló.
—Mamá ha llamado. Quería que la llamaras en cuanto despertaras,
pero supongo que puedes descansar primero —comenzó a contar su
hermana con una pequeña sonrisa—.Y todos vinieron a verte, pero
eran tantos que tuvieron que echarlos.
Entonces Henry recordó.
—¿Cómo fue el partido? —preguntó apresurado—. ¿Y los
ojeadores? Estarán intentando contactar conmigo… —se giró hacia
su padre—. ¿Has hablado tú con ellos?
—Poco a poco, Henry… —le dijo su padre para que conservara la
calma.
—¿Ganamos? —insistió y Claire asintió.
—Sí, ganasteis.
Henry sonrió triunfalmente.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Bien —asintió.
En realidad, no sabía por qué lo había dudado. El entrenador y el
equipo podían arreglárselas también solos. Aun así todo el mundo
debía saber que Henry había parado aquel último tanto. No se
hubiera arriesgado a sufrir una lesión, por leve que fuera, si no
esperase una recompensa. Los ojeadores estarían como locos por él
—¿Y las ofertas? —preguntó de nuevo mirando a su padre.
Éste le devolvió la mirada, pero no contestó al instante.
—Henry… —comenzó a decir, pero sus palabras no llegaron a más.
La puerta se abrió. Un hombre con bata blanca, algo más joven que
el señor Woods, llegó hasta ellos con lo que parecía su historial.
—Hola, Henry —saludó el hombre.
—Hola —contestó éste algo seco, sin embargo, el doctor sonrió.
—Soy el doctor Winter. ¿Cómo estás?
—Algo aturdido —reconoció.
—Por eso te he dicho que no movieras la cama —le espetó Claire.
Henry entrecerró los ojos.
—No hablo contigo —gruñó.
El doctor se acercó a él y sacó una pequeña linterna de su bolsillo.
La encendió y la acercó a los ojos del rubio.
—Veamos… —comenzó a decir moviéndola para ver los reflejos de
éste—. Bien —dijo viendo todo correcto. Henry se sentía
incómodo—. ¿Puedes mover los dedos de las manos?
—Sí —soltó como si fuera una gran estupidez, y lo hizo sin
problemas. El doctor sonrió.
—Vale. ¿Los dedos de tu pie izquierdo? —Henry ladeó los ojos, y
movió los dedos que pedía—. Perfecto —entonces hizo una pausa, y
su sonrisa se tensó—. ¿Y los del derecho?
Henry fue a moverlos con la misma parsimonia, cuando se dio
cuenta de algo. Sus dedos no se movían. Lo intentó varias veces.
101
Only Three Wishes ♥

Miró a aquellos dedos con rabia. Apretó los dientes y siguió


intentándolo. ¿Qué ocurría? Con rabia, casi da una patada al aire con
aquella pierna, pero para su sorpresa, tampoco pudo moverla. Ni un
ápice. Henry no lo vio, pero Jake apartó la mirada de la escena.
Claire miró al suelo sin querer ver tampoco la expresión de su
hermano.
—No, no puedo… —dijo entonces sin poder creer que no pudiera.
El doctor asintió.
—Tranquilo, es normal —contestó, pero su sonrisa había
desaparecido—. Sobre todo después de una operación.
Henry abrió los ojos con sorpresa al escuchar aquello.
—¿Me han operado? —preguntó confuso.
¿Una operación? ¿Por un golpe en la pierna?
—Tuvieron que hacerlo —le dijo su padre.
—Henry, has sufrido una grave fractura en la pierna —explicó el
doctor. Henry le miró con intensidad y seriedad.
—¿Como de grave? —quiso saber.
—Ha sido una fractura abierta en la parte distal… de ambos huesos
—respondió el doctor. Henry se quedó en silencio largo rato.
—Vale… ¿Y cuándo me darán el alta? —preguntó al fin.
El doctor miró con incomodidad al padre del paciente. Suspiró.
—Verás, Henry… La operación no resultó del todo exitosa.
Jake apretó los labios al escuchar aquellas palabras que él ya había
oído antes al doctor, y en cuanto las escuchó sabía lo que
significarían para Henry. No podía verle en aquel momento, no
podía ver a la persona que más amaba con aquel dolor.
—¿Cómo? —preguntó Henry.
—Al ser una fractura de tal envergadura también se han visto
dañados los nervios…, y creemos que al ser una herida abierta ha
podido infectarse. Tendrás otra operación la semana que viene…
102
Desirée Arjona Peña ♥

—¿La semana que viene? —inquirió Henry. Y su mirada fue hasta


Jake. Su viaje con él, pensó—. No puedo, me voy a…
—Henry, te están hablando —le interrumpió su padre, y el doctor
continuó.
—Si resulta exitosa, tendrás un reposo de varias semanas, y entonces
podrás comenzar la rehabilitación, la cual esperamos que sea de solo
seis meses.
—¿Seis meses? —preguntó con voz ahogada.
—La rehabilitación requiere ese tiempo como mínimo. Y tendrás
que esperar un poco más para hacer ejercicios fuertes de nuevo.
La mirada de Henry se nubló, y su boca se desencajó.
—¿Eso significa… que no podré jugar este año?
Silencio. Nadie quería responder a aquella pregunta.
—Lo siento…, pero en un año seguro que sí —dijo el médico ante el
silencio, para dar ánimos al chico.
—Gracias, doctor —dijo el señor Woods cuando terminó. Les dejó
solos con Henry, que tenía la mirada ida, y la cabeza gacha. Su boca
seguía entreabierta. Su padre suspiró y le agarró la mano—.
Escúchame, ¿recuerdas lo que hablamos la última vez?
—Papá… —comenzó a decir Claire para frenarle.
Sabía lo que iba a decir, también lo habían hablado, y ella no estaba
nada de acuerdo. Por no hablar de Jake, que desde entonces se había
mantenido serio y en silencio.
—Ha sido terrible lo que te ha ocurrido… pero no debes dejar que
eso te desanime —dijo su padre ignorando a Claire—. Olvídate del
fútbol… debe ser una señal esto que ha ocurrido… Lo mejor será
concentrarse en lo que hablamos, ¿de acuerdo?
—No podré… jugar —dijo Henry lentamente, como ido.
No había escuchado ni una palabra dicha por su padre, pues su
cabeza estaba en otro lugar. Su mirada estaba vacía, como ciego. Su
103
Only Three Wishes ♥

vida era esa, se había esforzado día a día por eso, por su futuro en el
fútbol.
—Henry, la etapa del fútbol acabó. Tienes que concentrarte en tu
futuro —dijo entonces su padre.
Henry levantó la vista, y le miró por fin.
—Ese era mi futuro… el que yo quería. Y ahora… y ahora… ¿Se
acabó? —masculló con rabia y tristeza mezcladas.
Para su padre era muy fácil decirlo. Claro, eso era lo que quería él,
que dejara el fútbol y se concentrara en su carrera, y aquella era la
excusa perfecta. El doctor había dicho un año, pero un año sin
entrenar era casi una vida. ¿Cómo iba a estar a la altura de las
grandes ligas después de algo así? Sintió que su sueño se rompía en
mil pedazos, como un cristal. Apretó los puños, sus ojos comenzaron
a inundarse, sentía una presión y un gran dolor en el pecho.
—Henry, no seas… —comenzó a decir su padre viendo aquella
reacción exagerada.
—Marchaos —soltó de pronto.
—¿Qué? —inquirió su padre.
—Quiero estar solo. ¡Fuera! —gritó con rabia y los ojos empapados
en lágrimas.
Sonó con tanta rabia, desesperación y tristeza, que su padre no dijo
nada. Claire asintió y agarró del brazo al hombre para sacarle de allí.
Su padre cedió y comenzó a seguir a su hija. Entonces vio que Jake
ni se había movido. Fue a decir algo, pero Claire negó con la cabeza.
Tiró de él, y cerró cuando ambos estuvieron fuera. Henry tenía su
mirada clavada en las sábanas blancas de la cama. Una lágrima cayó
en ellas y un sollozo se escuchó. El rubio no escuchó cuando Jake se
incorporó y comenzó a acercarse a él. Cuando estuvo de pie a su
lado, se abrazó a su torso inmediatamente y dejó escapar todos los
sollozos que llevaba dentro. Jake le apretó con fuerza, y no dijo
104
Desirée Arjona Peña ♥

nada. Henry no necesitaba palabras consoladoras, solo a él. La única


persona con la que podría mostrarse débil. Jake se tumbó con él en la
cama, y se limitó a cubrirle con sus brazos y a dejar que llorara en su
pecho… porque era ahí donde necesitaba Henry a Jake, a su lado.

Había pasado toda la noche en vela en el hospital, esperando para


ver a Henry despertar. La operación no duró mucho, pero tardó algo
en cobrar la consciencia. Cuando el médico les informó de que la
lesión era de tal gravedad, y que Henry no podría forzar la pierna en
un año, a Jake se le partió el alma. Lo primero que pensó fue en que
debía apoyar a Henry para que después de aquel año de
rehabilitación volviera enseguida al fútbol. Sin embargo, el señor
Woods no estuvo de acuerdo. Él quería que Henry se dedicara a
terminar sus estudios de derecho y comenzara a trabajar para su
empresa. A Jake aquello le parecía horrible, aprovechar aquello para
que su hijo hiciera exactamente lo que él quería. No pudo
aguantarse, discutieron en medio del pasillo. No le dolieron las
palabras que usó contra él, ni le dolió cuando dijo que él no era
nadie para opinar sobre aquello, ni siquiera para estar allí. Solo le
dolió que aquel hombre no pensara en ningún momento cómo se
sentiría Henry. Claire intentó calmar el asunto, pero de nada sirvió.
Jake acabó de morros. Cuando Henry se enteró, su padre se encargó
inmediatamente de hablar de sus planes. Jake se mantuvo callado, en
silencio, y cuando el rubio estalló, se mantuvo a su lado. Henry
apenas habló. Lloró. Y Jake jamás le vio llorar tanto. Sabía cómo
debía sentirse, él estaría igual si de pronto se hubiera quedado sin
105
Only Three Wishes ♥

voz o hubiera tenido una lesión en el brazo y no pudiera tocar la


guitarra. Tocar un sueño con los dedos, para después despedirse de
él, era algo que a cualquiera le haría el corazón pedazos. Todo lo que
había hecho Henry en su vida era para eso, para verlo cumplido. Y
ahora… Jake no se rendiría. Si Henry necesitaba a alguien para que
le recordara lo que de verdad quería, ese sería él. Después de largo
rato llorando se durmió, pero Jake no lo quiso dejar. Cuando
despertó, le subieron la comida, y comió en silencio, sin dirigir la
palabra a Jake. Chace apareció con Claire cuando terminó. Se sentó
junto a su amigo. Jake se acercó a Claire para dejar a los dos solos.
Ella miró al moreno con preocupación, se le veía cansado, no había
dormido ni comido desde el día anterior.
—Deberías irte a casa. Shorty está abajo, puedes ir con él —le dijo
ésta con verdadera preocupación.
—No gracias, me quedaré —respondió Jake con las manos en los
bolsillos y mirando por el rabillo del ojo a Henry.
—Henry tendrá compañía hasta mañana por lo menos —insistió
ésta, sabiendo que Jake no querría dejar a Henry, ni aunque él
mismo se enfermara—. Por ahora solo ha subido Chace porque no
pueden subir todos, pero abajo están los demás. Se echan a suertes
los turnos.
—Aun así… —dijo sin estar seguro de hacer caso a la chica.
—¿Ha dicho algo? —preguntó Claire interrumpiéndole.
Jake suspiró.
—No —respondió—. Ni creo que lo vaya a hacer.
Todos sabían lo reservado que era Henry, además de cabezota y
orgulloso. No le gustaba mostrarse débil ante nadie, y mucho menos
expresar sus sentimientos. Si estaba roto por dentro, desolado y lleno
de tristeza, no lo mostraría ni lo compartiría. Jake sabía, como el
resto, que usaba la ira en su lugar. Siempre que estaba triste la
106
Desirée Arjona Peña ♥

tomaba con el mundo. Sin embargo, aquella vez, se mantenía en


silencio, y eso era mucho peor.
—Vete a casa, Jake. Chace, Chris y yo estaremos aquí con él —
volvió a pedir Claire.
—¿Chris está fuera?
—Sí. En cuanto terminó el partido vino. Se marchó a dormir, y esta
mañana volvió, igual que Chace.
Jake volvió a mirar a Henry. Puede que aquellos tres fueran sus
mejores sustitutos, al fin y al cabo, eran sus amigos y su hermana,
sabían llevarle. Estaría en buenas manos. Jake suspiró y asintió.
—Volveré en cuanto me haya duchado —dijo entonces y Claire
frunció el ceño.
—¡Y come y duerme algo! —exclamó ésta con enfado.
Jake entornó los ojos con una pequeña sonrisa.
—Sí, mamá… —dijo con burla antes de acercarse a Henry. Éste le
miró sin ninguna expresión en la mirada—. Henry, voy a casa un
rato… pero volveré enseguida.
Henry, sin ninguna expresión, se limitó a decir con tono seco:
—Vale.
A Jake no le molestó aquel tono, en realidad era el que esperaba.
Pensó entonces en besarle como siempre hacia, pero no le dio
tiempo a hacer ningún movimiento. Henry giró su rostro de repente
hacia Chace, dándole la espalda. Tampoco le importó aquel gesto.
Henry era así cuando no estaba bien, plasmaba su dolor en los
demás. Jake asintió y salió por la puerta. Efectivamente, casi todos
estaban fuera. Chris fue el primero en acercarse a él.
—¿Cómo está? —preguntó inmediatamente.
Allie también se acercó, y estaba tan preocupada que ni siquiera se
molestó en mirar mal a Jake como siempre hacía.

107
Only Three Wishes ♥

—Bueno, la operación no fue del todo bien, pero… —comenzó a


decir.
—Eso ya lo sé —soltó Chris—. Digo él.
Jake se quedó en silencio. ¿Que cómo estaba Henry? ¿Debía decir la
verdad, o limitarse a decir que estaba bien? Sinceramente, llevaba
todo el día siendo fuerte delante del rubio, pero ya no podía más.
—No está bien —dijo con la voz rota.
Apretó los labios y sintió sus ojos húmedos. Sin tan siquiera pedirlo,
Chris le abrazó.

Shorty, al igual que en el viaje de ida, le dejó estar solo con sus
pensamientos. Él también había pasado largo rato en el hospital con
Claire, por lo que estaba enterado, así que no necesitaba preguntar.
En cuanto llegaron a casa, Jake fue directo a su cuarto. Cerró la
puerta y se tiró en su cama, sin ni siquiera cambiarse de ropa. Tenía
la gira europea la semana que viene, y la operación de Henry
también. No podía marcharse, aunque sus amigos le odiaran, y les
fallara, simplemente no podía dejar a Henry. Renunciaría a todo por
él y eso lo sabían tan bien como que el sol saldría cada mañana. Sus
ojos se cerraron. No sabía si había dormido unos minutos, unas
horas, o cuánto, pero conociendo a sus amigos, supuso que había
sido bastante. Ellos no le despertarían, pues se preocupaban más por
él que por Henry, y Jake necesitaba descansar independientemente
de lo que le ocurriera al rubio. Se despertó al escuchar la puerta.
David se dejó caer en su cama junto a él. Se miraron en silencio.
—Hola —dijo David.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Hola… —contestó Jake en un susurro.


—Hemos hecho pizza-perritos, ¿te apetece? —preguntó su amigo.
—¿Pizza-perritos?
—Hemos cortado trozos de pizza del sábado y hemos envuelto con
ellos unas salchichas —explicó David.
Jake sonrió levemente.
—Suena bien.
—Sabe mejor —le aseguró.
Lo cierto es que tenía hambre, pero debía marcharse para ir al
hospital.
—¿Cuánto llevo durmiendo? —quiso saber.
—Solo seis horas —contestó David.
—¡¿Solo?! Tengo que volver… —dijo comenzando a incorporarse.
David tiró de él para que se volviera a tumbar.
—Claire le ha dicho a Shorty que puedes descansar hasta mañana.
—Me necesita —respondió Jake entonces, con voz seria.
David entornó los ojos.
—Tiene a media afición velando por él en el hospital, creo que
podrá prescindir de ti hasta mañana.
—No.
David suspiró, estaba claro que así no iba a conseguir nada. Cuando
se trataba de Henry, Jake se volvía un cabezota y se olvidaba
completamente de sí mismo.
—Tú necesitas comer y una ducha. Y no te vendría mal dormir un
poco más.
El moreno se mordió el labio. Debía decirles que iba a fastidiar su
gira. Seguramente discutiría con ellos, y lo que menos quería en
aquel momento era pelearse con sus amigos, pero estaba totalmente
decidido a quedarse.
—Tengo que hablar con vosotros —dijo entonces.
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Only Three Wishes ♥

David asintió.
—Sé lo que nos vas a decir.
La expresión de Jake se torció confusa.
—¿Cómo que lo sabes? —preguntó.
—Shorty nos lo ha contado.
—¿Shorty? —inquirió aun sin comprender.
—Nos contó sobre la operación de Woods de la semana que viene…
—explicó.
—Sí —Jake iba a decirle que no podría ir con ellos a la gira, pero
David se le adelantó.
—Sé que debe ser duro para ti no estar con él, y entenderemos que
no estés al cien por cien en los conciertos…
Jake frunció los labios, y tomó aire antes de interrumpirle.
—David… —comenzó con voz apaciguadora—. No podré ir a
Europa.
La expresión de éste en un primer momento no cambió.
—¿Cómo? —inquirió incorporándose un poco, como si quisiera ver
bien el rostro de Jake para comprobar si todo era una broma.
—Tengo que quedarme —dijo Jake sin una señal en el rostro que le
diera a entender a David que estaba de broma, pero aun así,
preguntó:
—Estás de guasa, ¿verdad?
El moreno se levantó de la cama y se acercó a la puerta con
intención de salir.
—No —contestó.
David se apresuró a levantarse y a seguirle. Shorty y Kire estaban en
la cocina, preparándose aquella extraña fusión culinaria. Levantaron
sus cabezas de la comida cuando escucharon los atronadores pasos
de ambos.
—¡Ya estamos otra vez! —gritó David.
110
Desirée Arjona Peña ♥

—¿Qué pasa? —quiso saber Shorty, pero David le ignoró, y dedicó


su mirada más furiosa a Jake.
—¡Siempre Woods, Woods, Woods y después Woods! ¡Pero nunca
piensas en nosotros! —exclamó con rabia.
Jake se quedó en silencio.
—¡Eh! ¡¿Se puede saber por qué gritáis?! —preguntó Shorty
acercándose a ellos. David miró a Jake.
—¡Anda, díselo! —le espetó.
—No puedo ir a la gira —se limitó a contestar.
Shorty no se sorprendió, ya sospechaba que algo así podría pasar.
Kire en cambio, sí lo hizo.
—¿Emmm? ¿Por lo de la pierna de Woods? —quiso saber.
Jake suspiró con impotencia. Si solo fuese aquella la razón… pero
no lo era. Sabía que Henry estaba demasiado deprimido, y le
necesitaba para todo lo que vendría después de la operación. Y ya no
solo eso, él era el único que podía apoyarle para frenar las continuas
exigencias de su padre.
—No solo es la operación… Después tiene que estar seis meses
como mínimo en rehabilitación.
—¡¿Y qué?! —inquirió David—. ¡¿Te necesita para que le sujetes la
pierna mientras lo hace?!
—¡Me necesita y punto! —exclamó sin más, no quería contar las
intimidades de Henry.
—¡Y una mierda! ¡¿Te ha dicho él que no te vayas?! —preguntó
David fuera de sí—. ¡Porque esto empieza a sonar a que como
Woods no va a poder jugar en un año al fútbol, tiene que condenarte
a ti a dejar la gira!
A Jake le cabrearon aquellas palabras, sobre todo porque iban con
saña hacia Henry. Siempre culpándole de todo…

111
Only Three Wishes ♥

—No hables de lo que no tienes ni puta idea… —dijo Jake entre


dientes.
Apretó los labios al ver la mirada amenazante de Jake. David no era
demasiado temperamental, por lo que sabía parar en el momento
adecuado, y parecía que no debía hablar más de ese tema.
—¡Vale! No hablaré de eso… —consintió—. ¡Pero sí te hablaré de
la pasta que vamos a perder por esta estupidez! El equipo, los
locales, los vuelos, las entradas vendidas… ¡Todo perdido! ¡¿Y por
qué?! ¡Porque el estúpido Piolín se ha hecho pupa!
Jake dio un paso hacia David, pero Shorty se apresuró a ponerse
entre ambos.
—¡Vale ya! ¡No nos peleemos! —dijo deteniendo al moreno.
—¡¿El problema es el dinero?! —inquirió Jake ignorando a
Shorty—. ¡Muy bien, si es necesario me pasaré el tiempo que haga
falta pagándote las putas pérdidas!
—¡Es que ya no es solo eso! ¡¿Desde cuándo la vida de Henry
Woods ha empezado a marcar el rumbo de las nuestras?!
—¡Desde que mi mundo gira entorno a él! —gritó Jake.
David enmudeció ante eso. Ambos se quedaron mirándose a los ojos
largo rato. Shorty dejó escapar el aire de sus pulmones.
—Escuchad… —dijo entonces, y se giró hacia David—. David, yo
no estoy enterado del todo… son asuntos privados de la familia de
Claire, pero las cosas no están bien entre Woods y su padre, el tío lo
está pasando realmente mal… —David llevó su mirada hasta él,
pero con el ceño fruncido—. Es un asunto serio… Imagínate tu vida
si de pronto te arrebataran tu bajo —David se encogió ante esa idea.
Shorty se giró hacia Jake—. Y Jake… —comenzó a decir, y éste le
miró—. Sé que sientes que debes estar con él, pero el hecho de que
Woods esté teniendo un momento en el que no ve su futuro claro, no
quiere decir que tú tengas que arruinar el tuyo —Jake bajó la
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Desirée Arjona Peña ♥

mirada—. Propongo algo… Nuestro vuelo es el martes y la


operación el miércoles… Cambiémoslo para el jueves, no nos
perderemos ninguna actuación, y si quieres podemos poner dinero
entre todos para que vayas a ver a Woods una vez cada dos
semanas… o algo así.
David parecía estar de acuerdo con eso, pues no objetó nada. Kire
tampoco dijo ni una palabra, por lo que debía pensar lo mismo. Los
tres miraron a Jake, pero éste seguía con la mirada en el suelo.
Cuando levantó el rostro, sus ojos estaban húmedos.
—N-no puedo irme… —dijo de pronto, como si aquellas palabras
dolieran al pronunciarlas. Y acto seguido salió por la puerta
principal, dejando el piso de Los Waste en un silencio sepulcral.
David y Shorty se miraron sin saber muy bien lo que iba a pasar.
Kire apareció ante ellos con un trozo de pizza enrollado en una
salchicha.
—¿Una pizza-perrito?

Hacía dos horas que había cenado, y Chris, Allie y Claire seguían
allí. Chris le había hablado sobre el partido, y Henry se mantuvo casi
toda la conversación con el rostro cabizbajo y el ceño fruncido.
Cuando acabó, Allie le habló mínimamente de lo que se comentaba
en la universidad, en las webs y en general lo que se decía de él…
Pensaba que aunque le costara oírlo, debía hacerlo. Henry no les
dirigió muchas palabras. Claire se unió a ellos con diferentes cosas
para comer, que seguramente sacó de alguna máquina expendedora.

113
Only Three Wishes ♥

—¿Tenéis que venir alrededor de mi cama a comer? ¿No tenéis una


casa o algo así? —inquirió Henry de pronto con malhumor.
Ellos sabían que en el lenguaje de Henry aquello significaba; no
hace falta que os quedéis conmigo, iros a casa y comer en
condiciones. Por lo que ninguno se molestó.
—Papá vendrá en un rato. Cuando llegue nos marcharemos y te
dejaremos en paz —contestó Claire, usando el mismo idioma que su
hermano para hacérselo menos incómodo.
Henry frunció el ceño. No era a quien esperaba. Su padre, en
realidad, era con quien menos quería estar. Y solo había una persona
con la que quería compartir aquellos momentos, la única con la que
los silencios jamás eran incómodos, y no había palabras innecesarias
para saber cómo se sentía. Con él no existían los; ¿Cómo estás?, ¿Te
encuentras mejor?, Todo se arreglará… Y demás estupideces que
solo le hacían sentir peor. Le necesitaba.
—¿Dónde está Jake? —preguntó entonces tragándose el orgullo.
Allie ladeó los ojos, y a Chris se le asomó una pequeña sonrisa en
los labios al escucharle.
—Cuando me ha llamado Shorty estaba durmiendo. No había
pegado ojo desde que estás aquí —explicó Claire—. Le he dicho a
Shorty que aunque se despierte pronto le dejen descansar más, que
estarías bien… Realmente se le veía agotado.
—Además, Rivers estará muy ocupado preparándose para su gran
viaje… —intervino Allie con toda la intención de dejar mal al
moreno—. Supongo que su vida no se puede detener por cosas
así…, porque se marcha el martes, ¿no? —inquirió con mala idea.
Henry bajó el rostro. Chris y Claire la fulminaron con la mirada.
—Allie, ¿puedo hablar contigo un segundo? —dijo entonces Claire
entre dientes, y lanzando una mirada a la chica, sin permitirle la
opción de negarse.
114
Desirée Arjona Peña ♥

Allie se levantó muy a su pesar y salió fuera junto a Claire. Chris


observó a Henry, no sabía muy bien qué estaría pasándole por la
cabeza en ese momento, pero le preocupaba que pensara que Jake
daba más importancia a su gira que a él, como Allie quería.
—Vendrá en un rato —le aseguró Chris—. Ninguno de sus amigos
podría pararlo.
—¿He dicho yo algo? —inquirió Henry de malos modos.
Chris no pudo contestar, la puerta se abrió entonces. El rubio llevó la
mirada aprisa hacia ella, pero la decepción fue aplastante.
—Oh, hola señor Woods —saludó Chris poniéndose en pie.
Henry compuso una mueca.
—Hola Chris —saludó el hombre antes de dejar una bolsa de
deporte junto a él, y miró a su hijo—. ¿Cómo te fue el día, Henry?
—¿Sin poder moverme de esta mierda de cama, comiendo
porquerías, y meando en un bote bajo la cama? —inquirió Henry
lleno de sarcasmo.
Su padre compuso una expresión dura, no le gustaba que Henry le
hablara así. Ambos se sostuvieron la mirada en lo que a Chris le
pareció una eternidad. De pronto, el señor Woods rompió el silencio.
—Gracias por la visita, Chris —dijo entonces.
Chris captó el mensaje al instante. Carraspeó.
—Hasta luego, Henry.
Éste no contestó, y solo supo que Chris se había marchado cuando
escuchó la puerta.
—Les he dicho a Claire y a tu amiga que también se marchen, así
que ya puedes descansar tranquilo —habló de nuevo su padre.
—Jake vendrá en cualquier momento —dijo entonces Henry.
El señor Woods comenzó a sacar ropa limpia de la bolsa de deporte.
—No lo creo —contestó y Henry frunció el ceño.
—¿Y tú qué sabes? —inquirió.
115
Only Three Wishes ♥

—Duérmete, Henry. Lo necesitas —dijo su padre en un suspiro,


sentándose en la butaca que Chris había dejado libre.
—Lo haré cuando Jake esté aquí —concluyó el rubio.
—Tú mismo —se limitó a decir recostándose en la butaca.
Su padre no tardó en quedarse dormido. Parecía que lo hacía para
torturarle. Henry apretó los dientes con rabia cuando pasó más de
una hora y Jake no había aparecido. Sus ojos se estaban cerrando y
él no llegaba. Enfadado, se tumbó al fin. No podía creer que no se
hubiera presentado, y más cuando le aseguró que lo haría. ¿Por qué
le había dejado? Sabía que le necesitaba, que era el único que le
proporcionaba alivio. ¿Era como decía Allie, y el moreno
consideraba otras cosas más importantes que él? Cerró los ojos
fuertemente. Su cuerpo estaba demasiado cansado, los analgésicos le
adormecían. Si no fuese por aquello permanecería toda la noche en
vela, pero acabó durmiéndose, y lo hizo enfadado. Al despertarse,
Jake tampoco estaba allí.

El sonido de su móvil le hizo despertar. Sus ojos comenzaron a


abrirse lentamente, entonces los terminó de abrir de golpe cuando
vio dónde estaba; en su coche. El móvil volvió a sonar. Se apresuró
a buscarlo entre las cosas que tenía en el asiento del copiloto y en
cuanto lo tuvo en la mano contestó.
—¿Sí? —su voz sonó aun adormilada.
—¿Dónde estás? —preguntó Shorty al otro lado.
—¡Mierda! —maldijo Jake viendo que era pleno día—. ¿Qué hora
es?
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Desirée Arjona Peña ♥

—Las doce —Jake abrió los ojos como platos. Shorty continuó—.
Oye, sé que lo de ayer no fue del todo bien…, pero no es razón para
desaparecer de esa manera. Pensé que estabas en el hospital.
—Joder, joder… y estoy aquí —dijo apresurándose a salir del
coche—. He estado aquí toda la noche —masculló con rabia.
—¿En serio? Claire me ha dicho que no has aparecido en toda la
mañana, y que tampoco pasaste la noche aquí —dijo Shorty al otro
lado.
Jake apretó los dientes enfadado. En cuanto se marchó de casa, fue
directo al hospital. Una vez allí, no le permitieron subir, órdenes del
padre del paciente. Nada de visitas ya.
—Cuando llegué me dijeron que el señor Woods había dicho que no
permitieran ninguna visita más. Casi consigo que me echen a
patadas. He dormido en el coche.
—Qué elegancia la tuya… —comentó Shorty, pues no le extrañaba
nada que el padre de su novia hiciera tal cosa. A él mismo le estaba
haciendo que cada momento en el que se cruzaba con él fuese
tremenda tortura.
—Iba a subir en cuanto su padre se largara, pero me he quedado
dormido… Henry debe estar hecho una furia. ¿Dónde estás tú? —
preguntó Jake entrando por fin en el hospital. Se acercó a los
ascensores y esa vez, nadie se lo impidió.
—En la cafetería con Claire. ¿Vienes o subirás directamente?
—Subo antes de que me quiera arrancar la cabeza. Luego hablamos
—dijo antes de colgar y dar al botón del ascensor.
Un pitido marcó que estaba en su planta. Bajó y fue directo a la
habitación de Henry, al fondo del pasillo, con las mejores vistas.
Entró directamente sin llamar, encontrándose con que Henry no
estaba solo. Tres miembros de su equipo le hacían compañía. Se
quedó allí parado en la puerta, y todas las miradas fueron hasta él,
117
Only Three Wishes ♥

sin embargo, solo le importó una, y fue la más fría. Henry se la retiró
enseguida. Sus compañeros de equipo, al notar la tensión, se
apresuraron a hablar.
—Bueno, Woods, suerte mañana —dijo uno poniéndose
inmediatamente en pie.
—Sí, esperemos que te pongas mejor pronto —dijo otro imitando a
su compañero. Henry se limitó a asentir.
—Ya sabes que estamos para lo que necesites —se despidió el
último cuando pasó al lado de Jake—. Hasta pronto.
El sonido de la puerta al cerrarse fue lo último que se escuchó antes
de que llegara un silencio, tan tenso, que se podría cortar con un
cuchillo. Jake prefirió normalizar el asunto y se acercó a la butaca
junto al rubio.
—Parece que no te han dejado ni un minuto de descanso… —dijo
Jake para romper el hielo. Henry no dijo nada y el moreno se
sentó—. ¿Te han traído ya la comida? Si no lo han hecho ya debe
estar al caer… —comentó por decir cualquier cosa. De nuevo
silencio, y ni una sola mirada—. Se te ve cansado… ¿Has
dormido…?
—He dormido bastante mal a diferencia de otros —soltó entonces
Henry—. Tú has descansado tus doce horas diarias, ¿no? —inquirió
con retintín—. Supongo que a ti nada te quita el sueño.
Jake apretó los labios. Si decía que fue su padre el que no le había
dejado subir solo empeoraría más las cosas entre ellos dos. Prefirió
callárselo.
—Siento no haber venido antes —dijo en su lugar.
—Da igual, estarías muy ocupado preparando tu viaje para
mañana… ¿Has hecho ya las maletas? —volvió a decir con el
mismo tono.

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Desirée Arjona Peña ♥

—No, no las he hecho porque… —comenzó con la intención de


decirle que no se marcharía, pero el rubio no le dejó.
—Pues deberías darte prisa. Tienes muchos países que visitar y
muchas personas te quieren ver…
No le hacían falta más frases llenas de sarcasmo para darse cuenta de
que estaba enfadado. Jake cogió aire, necesitaba tener toda la
paciencia del mundo con Henry en esos momentos.
—Sé que lo estás pasando mal… y lo entiendo…
—Tú no puedes entender una mierda porque no eres el que está en
este lugar —dijo con desprecio. Jake se acercó más a él.
—No puedes dejar que esto te destruya. Es un año, puede que ni
eso… En unos meses estarás de nuevo en…
Henry bufó.
—Qué fácil es decir todo eso cuando no eres tú el que va a perder un
año de su vida.
—No vas a perder nada —insistió Jake.
¿Por qué estaba siendo tan negativo?
—¡Sí lo voy a perder! —exclamó de pronto estallando—. ¡Voy a
tirarme un mes en esta cama y otros cuantos más haciendo estúpidos
ejercicios en este puto lugar! ¡Mientras todos los demás siguen
adelante con sus vidas!
—¡¿Crees que tu rehabilitación es un parón en tu vida?! —respondió
Jake imitando su tono—. ¡No lo es! ¡Es lo contrario! —se detuvo, y
suspiró—. Es una putada lo que te ha pasado, pero…
—¡¿Tú también vas a sentir lástima por mí?! —le espetó de
pronto—. ¡No necesito tu compasión! ¡Puedes largarte por dónde
has venido y meterte por el culo toda esa falsa caridad, porque a ti lo
único que te importa es tu estúpida gira!
—¡¿Eso crees?! —preguntó Jake sin poder creer lo cruel que estaba
siendo.
119
Only Three Wishes ♥

—¡Sí, eso creo! —exclamó Henry en respuesta.


—¡Estás siendo un cabrón de mierda! —le soltó entonces—. ¡Y
sinceramente, me da igual! ¡Aunque creas que no, sé cómo te
sientes! ¡Te conozco mejor que nadie! ¡Y si de verdad te hace sentir
mejor plasmar tu dolor en mí, hazlo! —Henry enmudeció de
repente—. ¡Hazme trizas hasta que creas que estoy sufriendo lo
mismo que tú! Yo estaré encantado si así te sientes mejor, porque te
quiero. Y si lo que necesitas es eso, yo te lo daré.
La mirada de Henry se quedó clavada, y su boca seca. Se había
quedado sin palabras. Jake estaba mirándole con fuego en los ojos,
cuando la puerta se abrió.
—Hola… —escucharon. El rubio fue el primero en llevar la vista
hacia la puerta—. ¿Interrumpo algo? —preguntó la madre de Jake
entrando igualmente. El moreno levantó la vista.
—¿Mamá? —inquirió sin saber qué hacía allí.
—¿Cómo puede ser que me haya tenido que enterar de que Henry
está en el hospital por Solomon y no por ti? —preguntó molesta
acercándose a ellos. Besó a Henry en la mejilla como siempre
hacía—. Hola Henry, cielo… ¿Cómo estás?
—Bien —contestó éste algo avergonzado, pero no sabía si por el
beso o por las cosas horribles que acababa de decir a Jake.
Henry le miró, y Jake le miró a él. Su madre notó aquella tensión.
—No estarías discutiendo como siempre, ¿verdad? —dijo, y sonó
como una reprimenda. Henry apartó la mirada de Jake.
—No, señora Rivers. Ha sido muy amable por venir —contestó
Henry, y fue el tono más amable que usó desde que estaba allí.
Jake resopló.
—Mamá, ahora no es… —comenzó a decir para que su madre les
dejara solos. Pero la puerta volvió a abrirse.
Claire, con el rostro enfadado, apareció ante ellos.
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Desirée Arjona Peña ♥

—¡¿Qué es eso de que no os vais de gira?! —inquirió con protesta.


Su rostro se enrojeció cuando vio a la madre de Jake allí.

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Only Three Wishes ♥

Capítulo 6
La escena era tensa. Claire se presentó con timidez a la madre de
Jake. Era una mujer muy guapa, que aunque no parecía muy puesta
en moda, y gente como su madre pudiera catalogarla de mal gusto,
era muy atractiva, amable y cálida, podía ver en Jake mucho de ella.
Parecía que Henry le agradaba, es más, parecía quererle, todo lo
contrario a la relación que tenía Jake con el señor Woods. Cuando
Jake se marchó a acompañarla a su casa, Claire fue directa al grano.
Miró a su hermano con severidad.
—No dejarás que haga esa estupidez, ¿verdad?
Henry ni la miraba.
—¿Qué estupidez? —preguntó con tono seco.
—¡Renunciar a la gira! —exclamó haciendo que Henry levantara el
rostro y la mirara lleno de confusión.
—¿Eso piensa hacer? —preguntó y su voz sonó casi ausente.
—Eso me ha dicho Shorty —contestó la chica.
Su hermano bajó la mirada. Claire vio cómo apretó los puños de
pronto.
—Soy un gilipollas… —dijo entonces con rabia—. La peor persona
del mundo —continuó entonces, y su voz falló.
Un sollozo vino después. Claire no podía ver su rostro, pero no era
difícil adivinar lo que le pasaba. Aun así, no pudo evitar
sorprenderse.
—¿Es-estás llorando? —preguntó sin poder evitar su sorpresa.
—¡Sí, estoy llorando! —gritó Henry.
Le había echado en cara a Jake cosas horribles cuando estaba
renunciando a tanto por él... Había sido un estúpido por pensar que a
Jake no le importaba, porque si hubiese sido al revés, Henry hubiera

122
Desirée Arjona Peña ♥

hecho lo mismo, por lo que tenía que haber supuesto que él también
lo haría. Porque si una cosa sabía, es que Jake le amaba tanto como
Henry le amaba a él. Claire iba a colocar una mano en la espalda de
su hermano, pero sabría que a éste le molestaría. Sin poder evitarlo,
habló.
—Me alegro —dijo entonces.
Henry levantó el rostro y la miró con los ojos húmedos, pero llenos
de furia.
—¡¿Que te alegras?! —inquirió.
—Sí, por fin te desahogas —dijo cruzándose de brazos. Su hermano
era un tremendo testarudo, estaba harta de tener que verle en silencio
o de mal humor, ya era hora de que mostrara un poco de humanidad.
Henry no dijo nada. Claire suspiró y se sentó en la cama—. No
puedes dejar que lo haga.
—Lo sé.
—Shorty ha hablado con los demás y pospondrán su viaje hasta el
jueves, pero después se tienen marchar. Jake está muy cabezota
según Shorty.
Henry bufó.
—Jake es un idiota.
Claire asintió, en señal de estar acuerdo.
—Sí, uno que te quiere demasiado —respondió, y el rubio no lo
negó—. Así que hazle entrar en razón.
Se recostó en las almohadas y se pasó la mano por el cabello. Así
haría.

123
Only Three Wishes ♥

Comió y se duchó en casa de su madre. No había pasado por su piso


desde que discutió David. Suerte que tenía ropa limpia en su antigua
casa. Ya se estaba haciendo tarde, así que sin demora, se dirigió a la
habitación de Henry. No había siquiera llegado a los ascensores,
cuando se topó con el señor Woods. Jake deseó que le ignorara,
como a Shorty, o que se limitara a echarle una mirada fría y le dejara
en paz, pero parecía que ese hombre hacía justamente lo que no
deseaba.
—Jake… ¿Puedo hablar un momento contigo? —preguntó con su
tono frío de siempre.
Jake no se molestó en sonar amable, estaba cansado de aquel
hombre.
—¿Me quiere entretener hasta que se acabe la hora de visitas? —
inquirió entonces.
—No era nada personal, solo pensé que Henry necesitaba descansar
—se limitó a contestar. Jake no se creyó ni una palabra.
—Ya… —dijo.
Fueron hasta la cafetería. Para no estar entreteniéndole se estaba
demorando mucho en hablar. El hombre se pidió un café, Jake en
cambio no pidió nada. El señor Woods tomó un sorbo con lentitud.
—Supongo que ya debes estar preparando todo para tu viaje… —
comenzó a decir en tono neutro—. ¿A qué países vais a ir tú y tu…
grupo?
—¿Sabe, señor Woods? —le interrumpió Jake—. Nunca me ha
gustado la charla por cortesía. Además, sé que le importa poco mi
vida, así que puede ir al grano. No lo consideraré descortés.
La expresión del señor Woods no cambió, si le molestó aquella
contestación, su rostro no lo demostró.
—Dudo que alguien como tú pueda considerar cualquier
conversación mía descortés —dijo entonces. Jake alzó una ceja. Las
124
Desirée Arjona Peña ♥

palabras del hombre le impidieron cualquier contestación—. Quería


decirte… que no deberías verme como un enemigo para Henry.
—¿Quién dice que lo haga? —inquirió.
—Bueno, ¿no es así? —preguntó el señor Woods tomando un sorbo
de su café.
Jake entrecerró los ojos con sospecha. No sabía a dónde quería llegar
aquel hombre con aquella conversación.
—Creo que no está dejando a Henry elegir lo que desea —contestó.
El señor Woods alzó una ceja.
—¿Crees que no le doy libertad de elección?
—Exacto —afirmó Jake.
Un brillo apareció en los ojos del padre de Henry.
—¿Y entonces, por qué está contigo? —preguntó sin ningún pudor
al dejar claro que no le gustaba la relación que tenía Jake con su
hijo.
El moreno no pudo evitar sorprenderse. No es que no lo supiera,
pero el señor Woods siempre era políticamente correcto. Le
extrañaba que estuviera siendo claro como el agua. Jake soltó una
risa sarcástica.
—¿Las cartas sobre la mesa? —quiso saber.
—Solo quiero que veas que estoy siendo totalmente sincero —dijo
dejando el vaso de café vacío sobre la mesa—. ¿Crees que yo
querría perjudicar a mi propio hijo?
—Henry ya es mayorcito para lidiar con sus problemas, no necesita
que nadie se los solucione.
El señor Woods se quedó entonces reflexivo, como si estuviera
estudiando a Jake.
—Tú y él tenéis muchas diferencias… Supongo que lo sabes, ¿no?
—dijo entonces.
—Algo he notado.
125
Only Three Wishes ♥

El hombre frente a él, entrelazó sus manos antes de hablar.


—Henry siempre supo mantener sus pies en la tierra, algo de lo que
tú careces totalmente —Jake frunció el ceño—. No me gusta lo que
estás haciendo en él.
—¿Lo que estoy haciendo? —inquirió Jake. Ahora sí que le estaba
cabreando de verdad.
—¿Quieres acaso que Henry tenga una vida como la tuya? ¿Una que
se puede ir al traste en cualquier momento?
¿Cómo Henry no iba a tener semejante carácter y personalidad
habiendo recibido una educación de aquel hombre?, se preguntó
Jake. Le lanzó una mirada incrédula, no le había dolido que tuviera
aquella opinión sobre su vida, pero si le molestó que pensara que
estaba intentando conducir la de Henry hacia alguna dirección. El
ladrón se pensaba que todos eran de su condición.
—Quiero que tenga la vida que él decida —contestó Jake, antes de
ponerse en pie—. Da igual lo que quiera yo o usted. Es él el que
debe decidir lo que desea —le espetó.
Y sin dedicarle una palabra más, se marchó de allí. El señor Woods
se quedó mirando cómo se marchaba. Nadie le comprendía. Solo un
padre podía ver lo que él veía.

Pulsaba los botones del mando, pero no prestaba atención a lo que


veía en cada canal. En realidad, no quería ver la televisión. Su mente
estaba en otro lugar, o más bien en una persona. Ya había cenado la
asquerosa comida de aquel hospital, aunque fuera de los mejores, su
menú no lo era. Su última visita se había marchado en cuanto le
126
Desirée Arjona Peña ♥

trajeron la cena. Chace, con su novia Beverly. Ver a una pareja feliz
era lo que menos le apetecía en aquel momento, pues solo le hacía
recordar más y más a Jake. Él siempre era el bueno de los dos, el que
daba todo por el otro. Henry no podía evitar sentirse tan mal por
haber dicho tales cosas de Jake. No lo merecía. Tenía a su lado a la
mejor persona del mundo, y él se había dedicado a machacarle. Las
palabras de Jake se repetían en su cabeza.
¡Y si de verdad te hace sentir mejor plasmar tu dolor en mí, hazlo!
¡Hazme trizas hasta que creas que estoy sufriendo lo mismo que tú!
Yo estaré encantado si así te sientes mejor. Porque te quiero. Y si lo
que necesitas es eso, yo te lo daré.
Henry se encogió en su cama. Apagó la televisión, ya que no estaba
consiguiendo distraerle. Se preguntaba si Jake iría aquella noche a su
habitación, cuando notó la puerta abrirse. Levantó el rostro. Su
corazón latía deprisa, pero casi se dispara cuando vio que era Jake el
que cruzaba la puerta. Los labios de Henry se entreabrieron, pero no
consiguió decir nada. El moreno cerró la puerta y se quedó allí
plantado. Apoyó su espalda en ella en silencio.
—Hola —consiguió decir Henry entonces, temiendo que el moreno
no le devolviera el saludo, o directamente no le dirigiera la palabra.
—Hola —contestó Jake, y su voz sonó cansada.
Se produjo un largo silencio. Jake supuso que eso sería todo lo que
tendría aquella noche. Lo prefería, estaba muy cansado. Fue hasta la
butaca que había junto a la cama de Henry, con la intención de
dormir en ella. El rubio, le siguió con la mirada. Agradeció que Jake
no se la devolviera. Se acomodó en el asiento. Henry no era bueno
en las disculpas, eso lo sabía cualquiera que le conociese
mínimamente. Removió sus dedos sin saber muy bien qué decir.
—Escucha, lo que te dije antes… —comenzó.

127
Only Three Wishes ♥

—Descansa Henry, mañana tienes la operación —le interrumpió


Jake.
— Lo sé, pero no podré dormir si no te digo esto antes.
Jake resopló.
—¿Qué?
Henry ignoró el tono que usó Jake, y se limitó a decir lo que quería
decir.
—Tienes que ir a esa gira.
Jake suponía que era eso lo que quería decirle. Shorty se había
encargado de decírselo a Claire, y obviamente ella no se quedaría de
brazos cruzados… nunca lo hace.
—No voy a ir, Henry —contestó, y de nuevo sonó cansado. No
quería hablar del tema. En cambio, Henry sí.
—¿Sabes la putada que les harás a tus amigos? —inquirió el rubio.
—¿Sabes la putada que te haría a ti si me marchara? —contrapuso
Jake.
Henry se quedó mirándole un largo segundo.
—No es como si hubieras decidido marcharte después de saberlo —
dijo entonces—. Nadie lo pudo haber previsto, y tú ya tenías todo
organizado.
Jake, al escucharle, compuso una sonrisa irónica, sin humor alguno.
—Es curioso que me digas esto ahora cuando esta mañana decías lo
contrario.
Esperaba que Jake le lanzara una pulla en cualquier momento, y ahí
estaba, y no podía decir nada en su defensa. Henry compuso una
mueca avergonzada.
—Siento lo que te dije, estaba siendo egoísta.
El moreno asintió con lentitud, antes de incorporarse y lanzar una
mirada penetrante a su chico.

128
Desirée Arjona Peña ♥

—¿Sabes el qué no sería egoísta? —le preguntó entonces. Henry le


miró con curiosidad—. Dejar que decida yo —contestó Jake,
volviendo a apoyar su espalda en el respaldo—. Y quiero quedarme.
Después de la operación te ayudaré con la rehabilitación, y en seis
meses cada uno podrá volver a lo que hacía.
Henry frunció el ceño con una mirada incrédula. No podía estar
hablando en serio. Reconocía que una parte de él sentía resquemor
porque los demás siguieran con sus vidas, adelante con su futuro, y
él se quedara atrás. Pero una cosa era eso, y otra que tuviera que
arrastrar a Jake con él. Pensando de manera egoísta, sí, le gustaría
que se quedase con él. Pensado de la manera loca y profunda en la
que quería a Jake, no, jamás lo permitiría.
—¡Eres un imbécil! —le espetó de pronto. Jake no se sorprendió por
aquellas palabras. Henry continuó—. ¡¿Vas a…?!
—No quiero discutir —le cortó en tono monótono—. Durmamos,
¿vale? —no dio tiempo a que Henry se mostrara en desacuerdo. Jake
cerró sus ojos y se recostó—. Cuando estés mejor hablaremos si
quieres.
Henry se quedó donde estaba. Muy a su pesar, cansado también, se
tumbó en su cama. Observó a su lado a Jake. Siempre que estaba
cerca de él era a lo único que podía mirar. Se sentía triste, no solo
por todo lo ocurrido referente a su salud. Algo que envolvía a Jake le
ponía triste. No lo sabía definir. ¿Cómo podía sentir que algo estaba
mal, cuando la persona que amaba le estaba demostrando que le
correspondía, de tal manera, que renunciaría a lo que fuera por él?
Pues lo sentía. Y la razón era simple, pero no quería verla. No podía
permitir que Jake se quedara a su lado, y debía evitarlo. Solo
esperaba que el moreno no fuera tan cabezota como para que tuviera
que hacer algo que de verdad, de verdad no deseaba. Una lágrima
cayó por su mejilla. Se apresuró a secarla. Le quería tanto, que dolía.
129
Only Three Wishes ♥

—Jake —le llamó entonces.


El moreno no abrió los ojos.
—¿Qué? —preguntó aun así.
—¿Sabes cuánto llevamos sin besarnos? —preguntó entonces
Henry.
Los ojos de Jake se abrieron. Sus miradas se encontraron.
—Tres días —dijo Jake, y no necesitó pensarlo, simplemente lo
sentía por su sed.
—Es un nuevo récord —apuntó Henry.
Jake se incorporó en seguida, y se acercó al rubio. Le acarició la
mejilla y sonrió levemente.
—Uno que espero que no volvamos a superar nunca —contestó
Jake.
—Sí… —murmuró Henry, y su voz, aunque Jake no lo hubiera
notado, no estaba convencida.
Jake pegó sus labios a los de su novio, y cómo lo había echado de
menos. Henry conocía ese añoro, y esa desesperación. Sentirlo por
más tiempo sería una desolación, una muerte muy lenta y dolorosa.
Por el bien de Jake, sería capaz de afrontarla.

Hacía poco que había despertado de la operación y su médico le


examinaba. Su padre, Claire y Jake esperaban expectantes a sus
palabras. Según el hombre, aún era pronto para saberlo, pero la
operación había sido exitosa. Claire y Jake sonrieron, su padre se
limitó a asentir. Henry, a pesar de ser al que más influían esas
palabras, no cambió de expresión. Cuando pudo tener visitas, entró
130
Desirée Arjona Peña ♥

Chace. Su amigo evitaba temas que pudieran doler al rubio, como


cualquier referencia a lo que haría en vacaciones, o los planes que
tenía para comenzar sus prácticas de empresa. A Henry le traía sin
cuidado que mencionara todo aquello, hacia unos días aquellas
palabras le hubieran dolido, ahora tenía otro asunto en la cabeza.
Jake debía marcharse en unos días, y el muy cabezota seguía
pensando en quedarse. No habló de ello con nadie, no le dijo nada a
su mejor amigo a pesar de que le había preguntado en varias
ocasiones.
—¿Seguro que solo estás cansado? La operación salió a la
perfección. Deberías estar con una sonrisa plantada en la cara —le
dijo una vez más.
—De verdad que solo estoy cansado —se limitó a decir de nuevo.
Ni siquiera se lo dijo a Chris, el único con quien hablaba de su
relación con Jake. Chris era mucho más avispado que Chace, y veía
claramente que algo ocurría, pero prefirió callar, pues no pensaba
que fuera nada importante. Esa vez se equivocaba. Claire llegó al
rato, y se puso a parlotear enseguida. Tampoco le sacó el tema,
aunque sabía que estaba enterada del asunto. Estaba enseñándole un
par de camisetas que le había comprado al rubio, cuando éste habló.
—¿Está el enano esperándote fuera? —preguntó.
Claire le miró al instante con sospecha, jamás le había preguntado
por Shorty. Jamás.
—No le llames enano —dijo entre dientes—. ¿Y a ti qué te importa?
—¿Está o no? —insistió Henry.
Claire bufó.
—Claro que está —contestó ella con mala cara hacia su hermano.
—Quiero hablar con él —dijo Henry.

131
Only Three Wishes ♥

Claire no pudo evitar componer una mirada llena de sorpresa, que


sustituyó entonces por una de desconfianza. Nada que viniera de
Henry hacia Shorty podía ser bueno.
—¿De qué? —quiso saber. Henry resopló.
—Tú dile que pase —le ordenó.
—No sé si querrá hablar contigo —contestó Claire.
—Lo hará si se lo pides tú.
Se quedó un largo segundo estudiando a su hermano. Después se
puso en pie, y salió por la puerta. No era plato de buen gusto tener
que dirigirse a su cuñado y al mejor amigo de Jake, pero sentía que
en ese momento era el único que le plantearía una solución sincera.
Además, suponía que él quería lo mismo, que Jake se fuera a esa
estúpida gira. La puerta se abrió, y apareció Claire junto a su novio.
Shorty permaneció ahí parado, con las manos en los bolsillos y una
mirada llena de disgusto. Henry se dirigió a Claire.
—Quiero hablar con él a solas —dijo para que se marchase.
—Me lo contará de todas formas, Henry —contestó ella.
Shorty estudió la mirada que Henry le lanzaba. Quería hablar de algo
con él que solo los dos debían saber. Obviamente se trataba de Jake.
Captó el mensaje enseguida.
—Claire, está bien —dijo Shorty entonces.
Ella le miró sorprendida y luego frunció el ceño. Ahora no se
enteraría de una conversación que parecía muy interesante.
—Genial… —maldijo saliendo de la habitación enfurruñada.
Shorty pensó que el rubio comenzaría a hablar en cuanto la puerta se
cerrara. Sin embargo, no lo hizo.
—¿Qué quieres, Woods? —quiso saber Shorty, queriendo marcharse
de aquella incómoda habitación al instante.
—No ha cambiado de opinión, ¿verdad? —preguntó sin rodeos.

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Desirée Arjona Peña ♥

Shorty no se sorprendió de la temática de aquella conversación.


Suspiró.
—No…
Henry asintió, ya lo suponía.
—Aunque no lo creas… —comenzó a decir.
—Sé que no es tu culpa —le cortó Shorty sabiendo lo que iba a decir
Henry. El rubio, en cambio, sí le miró con sorpresa.
—¿En serio? —inquirió.
—David y Kire no piensan lo mismo, pero aunque no lo creas… —
dijo repitiendo las palabras de Henry—. Creo conocerte un poco más
que ellos. Aunque me caes igual de mal.
Henry bufó ante aquello, él tampoco quería simpatizar con aquel
bobo.
—Vosotros tres me dais igual, pero no quiero que Jake renuncie a
nada, y menos por mí.
—Lo sé —asintió Shorty.
Puede que Woods fuera un auténtico cabrón, un imbécil, un
gilipollas, y todos los adjetivos insultantes que a Shorty se le
ocurriesen, pero eso no quitaba que quisiera a su amigo. Sabía que
aquel odioso chico amaba a Jake, más que a nada. Cuando David y
Kire culparon al rubio, Shorty no pudo estar más en desacuerdo,
pues él sabía que aquello solo podía haber sido idea de Jake, y no se
equivocaba.
—He hablado con él, pero no quiere escucharme —dijo Henry
entonces.
—Bienvenido al club. Jake va hacer lo que crea que es mejor para ti.
Henry frunció el ceño, parecía que a aquel chico le daba igual la
gira. Iba a resultar que le importaba más a él que a los Wastes todo
aquel asunto.

133
Only Three Wishes ♥

—Podrías esmerarte un poco más en decirle que eso joderá a vuestro


grupo, ¿no te parece? —inquirió Henry malhumorado. Shorty juntó
ambas cejas.
—¿Crees que nos da igual quedarnos sin esta oportunidad porque un
gilipollas pretencioso se ha quedado sin la suya? —le espetó
cabreado—. Claro que lo hemos intentando. David y Kire están que
echan humo, por eso Jake no pasa por casa. Yo soy el único que le
ve.
—¡Pues deberías hacer algo! —exclamó Henry.
—¡No puedo prohibirle a mi amigo que tome sus propias decisiones!
—exclamó Shorty, haciendo que Henry se quedara mudo—. Y más
cuando es algo que seguramente yo mismo haría por tu hermana.
Aquello hizo que Henry bajara la vista, pero enseguida le volvió a
mirar.
—¿Y qué te haría cambiar de opinión? —quiso saber.
Shorty se quedó pensativo ante aquella pregunta. Miró a la nada
imaginando aquella situación.
—Solo que ella no quisiera que estuviese… que me odiara y no
quisiera verme más —contestó.
Los hombros de Henry cayeron con desánimo.
—Eso mismo pensaba yo —contestó para sí.
Shorty le miró alarmado, como si hubiera olvidado quién estaba allí
con él. Se arrepintió enseguida de sus palabras.
—Olvida lo que te he dicho, Woods. Ha sido una estupidez.
Pero ya era tarde, Henry las había escuchado con mucha atención.

134
Desirée Arjona Peña ♥

Jake llevaba su bolsa con cuidado. Salió del ascensor y caminó hasta
la habitación de Henry. Se quedó allí parado al ver a Claire con la
oreja pegada a la puerta. Jake compuso una mueca incrédula, y se
acercó a ella.
—Hola Claire —la saludó. La chica se apartó inmediatamente y
miró hacia quién la hablaba—. Pensé que estarías dentro —dijo, y se
dispuso a entrar.
—Sí, bueno, espera —se apresuró a decir Claire, pero el moreno ya
había abierto la puerta.
Shorty estaba frente a Henry, solos, sin nadie más, y lo más raro es
que no parecían estar discutiendo.
—¿Shorty? ¿Qué haces tú aquí?
Henry y Shorty se miraron.
—Venía a ver cómo estaba Woods —se apresuró a decir. Jake le
miró del todo extrañado—. Ya me iba —dijo yendo hasta la puerta.
Jake le siguió con la mirada, para después mirar a Henry confuso.
—¿De qué hablabais? —quiso saber.
—De nada —contestó Henry encogiéndose de hombros—. Lo típico
supongo. “¿Cómo estás?, ¿te duele?, no me caes bien, Woods, no me
llames enano.”. Lo normal.
—Oh —se limitó a decir Jake. Agitó la cabeza recordando algo—.
Tengo una sorpresa.
—¿Una sorpresa? —preguntó Henry confuso.
Jake sonrió con picardía. Abrió su bolsa y de allí apareció Nike,
inquieto, como de costumbre.
—¡Tachán! —exclamó mostrándole al cachorro. Henry abrió los
ojos de par, con mirada desaprobadora.
—¡Jake, aquí no se pueden traer perros! —exclamó.
—Ya lo sé, por eso le traigo escondido —contestó sin ninguna
preocupación ante las palabras del rubio.
135
Only Three Wishes ♥

—Llévatelo antes de que te echen a patadas —le exigió Henry.


Jake lo agarró y dejó que le besara la cara.
—Te ha extrañado mucho. Él también quería venir a visitarte.
¿Verdad que sí, Nike? —preguntó al cachorro, que no dejaba de
moverse, contento.
Henry entornó los ojos.
—Sois tal para cual.
—Para mí eso es un cumplido. Ten —dijo pasándole al perro.
Lo dejó en el regazo de Henry y éste le miró horrorizado.
—¡Cuidado con mi pierna! —exclamó.
—Quejica —bufó Jake.
El perro se tumbó cuando Henry comenzó a acariciarle.
—Como lo vea mi padre le va a dar un ataque —comentó el rubio.
—¿En serio? —inquirió Jake con una sonrisa perversa. Henry le
fulminó con la mirada—. ¡Es broma, es broma! —se apresuró a
decir—. Lo sacaré antes de que venga.
Henry suspiró. Le observaba y no podía dejar de pensar en la
decisión que había tomado. Para bien o para mal, estaba decidido.
Ojalá las cosas fueran diferentes, ojalá Jake fue diferente. Aunque si
no fuera como era, no le querría tanto como lo hacía. Ahora le veía
jugando con aquel cachorro, y no podía evitar pensar en lo
afortunado que era.
—Contigo la vida nunca puede ser tranquila —dijo entonces.
Jake le miró. Sonrió y se acercó a Henry, que abrazaba al cachorro, y
antes de besarle dijo:
—La tranquilidad es un aburrimiento.

136
Desirée Arjona Peña ♥

Hacía un calor increíble en la habitación. Tenía la ventana abierta y


dormía en ropa interior. Se despertó cuando su despertador sonó.
Tumbado en su cama se daba cuenta lo de mucho de menos que
había echado dormir en una, hacía días que no lo hacía, y por fin
pudo. Se levantó a duras penas, le hubiera gustado dormir un poco
más, pero debía ir al hospital ya que no había estado allí en toda la
noche. Jake salió de su habitación para dirigirse al único baño que
había en el piso. En salón no había nadie, sin embargo, escuchó
ruidos de una de las habitaciones. David tenía su maleta sobre la
cama, y metía su ropa en ella.
—¿Qué haces? —preguntó Jake apoyándose en el marco de la
puerta.
David se giró y frunció el ceño.
—Cambiar de armario. ¿A ti qué te parece? —masculló
malhumorado.
—No voy a ir, Dav —le recordó Jake. David bufó.
—¿Y quién ha hablado de ti? —inquirió metiendo un par de
camisetas más—. Supongo que tendré que cantar yo.
—Vale —contestó Jake con tono seco y una mueca.
Se encaminó al baño y cerró la puerta. Después de una ducha salió
para desayunar algo. Abrió la nevera y decidió comer enchilada de la
abuela de Kire. David se acercó a él.
—Por cierto, ¿quieres que te traigamos algún recuerdo de Londres o
París? —preguntó David con intención de molestar a Jake, y éste
tomó un bocado de su plato.
—No, gracias —respondió forzando una sonrisa.
—¿Sabes? Es una suerte que nos vayan a grabar los conciertos —
Jake miró con sospecha a David—. Te iremos mandando los videos.

137
Only Three Wishes ♥

Así, mientras te dedicas a lavar al inválido de tu novio, podrás ver lo


que te estás perdiendo.
Jake soltó su cubierto en el plato. Frunció los labios y tomó aire.
—Primero, Henry puede lavarse solito, no es ningún inválido, solo
se ha fracturado la pierna —le espetó cabreado—. Segundo, eso es
cruel. No es que yo no quiera ir, David, es que debo quedarme.
—No es tu obligación —repuso David.
—¡Ya lo sé! Nadie me ha obligado a nada. Pero es mi decisión y
quiero estar con Henry.
—¡Le vas a ver a la vuelta! —estalló David—. ¡¿Qué coño te pasa?!
—¡No me voy a esforzar en que lo entiendas, porque tú nunca has
querido tanto a alguien como para renunciar a nada! —gritó Jake
poniéndose en pie.
—¡Pues sí! —soltó David de pronto—. ¡A ti! ¡Te quiero lo
suficiente para renunciar a la gira! ¡No pienso ir sin ti! —dijo rojo de
furia. Jake abrió los ojos de par en par, no esperaba esa respuesta—.
Así que Jake, piensa de verdad si es lo que quieres, porque no solo
es tu futuro el que está en juego.
Tras decir aquello, David fue hasta su habitación y dio un fuerte
portazo. Jake bajó la mirada. Resopló y se pasó las manos por la
cara. ¿Por qué las cosas se ponían siempre tan complicadas? Una
cosa era que se fueran sin él, lo cual prefería, pero que todos se
quedaran por él… era otra.

Fue al piso de Henry a dar de comer a Nike y ver cómo estaba. El


cachorro se había encargado de que la cama de Henry no echara de
138
Desirée Arjona Peña ♥

menos que alguien durmiera en ella. Estaba tumbado y


revolviéndola. Pegó un ladrido y agitó su cola cuando vio a Jake.
Éste sonrió y se tumbó con él. Exceptuando la cama, a causa de
Nike, el resto de la casa estaba impecable. Jake vio en la mesilla una
foto de Henry y él. Agarró el marco. Era del verano después de
graduarse en el instituto. Se le hacía raro pensar en lo que eran antes,
y en cómo habían cambiado. Quién le diría hacía unos años que
acabaría locamente enamorado de la persona que más le destetaba, y
en una relación de cuatro años. La vida daba tantas vueltas que
asustaba. ¿Quién sabe dónde estaría en dos años? Con Henry seguro.
En realidad, era lo único que quería. Se levantó de la cama, y Nike
se apresuró a seguirle. Fue hasta la cocina y sirvió al cachorro pienso
del que Henry había comprado. Una pijada. Jake estaba seguro de
que Nike prefería un buen filete. Se acercó a la nevera para ver si
había algo más apetecible que aquella bazofia, y para poder beber
algo, aunque sabía que en la nevera de Henry lo único que no
llevaba alcohol era el zumo de naranja. Qué cansado estaba de no
poder beber un refresco en su casa. Iba a abrirla, cuando vio un bloc
de notas pegado a la pared. Jake pasó las páginas sin encontrar nada
escrito en ella. Todo en blanco. Sonrió, él sería quien la estrenaría.
Cogió el rotulador que había junto a ella. Le vino inmediatamente
algo a la cabeza y Jake amplió su sonrisa.

“Querido Genio, dijiste que me concederías tres deseos, fuesen lo


que fuesen. Aquí están:

1. Compra Coca-Cola, estoy harto de que en tu casa solo haya


zumo de naranja. Cuando estoy aquí necesito beber algo que no
sea esa estúpida fruta exprimida. Incluso me vale Pepsi. ¡Pero
cómprala, por dios!
139
Only Three Wishes ♥

Nike dio un ladrido. Jake le miró, seguía esperando su comida.


Suspiró y abrió la nevera. Cómo no… zumo de naranja. Vio al fondo
unas salchichas. Cogió una y se la tendió a Nike, que la devoró con
ansias. Jamás había probado nada tan bueno. Jake sonrió.

2. Sé que su dulce mirada te ablanda el corazón, pero por si


sigues con la cabezonería de no quedártelo, como segundo
deseo te pido que te quedes con Nike. Cuídalo y quiérelo.
Aunque te parezca una estupidez, para él ya eres su familia…
Déjale ser parte de la tuya.

Solo le quedaba un deseo. Se rasco la frente con el rotulador antes de


escribir en mayúsculas.

3. NO DEJES DE AMARME NUNCA."

Tenía más de cinco llamadas de David. Prefería no devolvérselas, no


quería discutir más. Le extrañaba que Shorty no hubiera tomado
cartas en el asunto, parecía haberse mantenido neutral. Tampoco
quería pensar sobre eso, tenía la cabeza que le iba a explotar. Fue
por inercia hacia la habitación de Henry. Había hecho tantas veces
aquel recorrido que ya iba hasta allí sin pensarlo. Cuando entró,
Henry estaba junto a su padre, el cual, como siempre, le echó una de
sus miradas de desagrado.
—Buenos días —dijo Jake dirigiéndose a Henry.
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Desirée Arjona Peña ♥

—¿Buenos días? —inquirió el señor Woods—. Casi deberías decir


buenas tardes.
—Pero aún no, ¿verdad? —repuso Jake con una sonrisa forzada.
Prefirió ignorar a aquel hombre y miró a Henry—. ¿Has hablado con
el médico?
—Dice que podré empezar pronto la rehabilitación —respondió con
sequedad.
—Eso es genial —dijo Jake con una amplia sonrisa.
—Sí… —contestó antes de mirar a su padre. Éste asintió, como si
Henry le estuviera mandando un mensaje y su padre lo recibiera.
—Estaré fuera —dijo antes de salir y dejarles solos.
Aquello sí que era raro. El padre de Henry nunca les dejaba solos
por las buenas, y cuando lo hacía siempre ponía malas caras. Esa vez
parecía encantado con marcharse de allí y dejarles a solas. Jake
decidió no darle importancia al tema.
—He pasado por tu casa —dijo entonces.
—¿Ah sí? —contestó el rubio, y su voz sonó poco interesada por el
tema.
—Sí, y está impecable. Nike no se sube a tu cama ni nada por el
estilo. También le he dado de comer, el pienso que compraste, claro
está.
—Así que el chucho sigue en mi casa… —masculló mirando hacia
otro lado.
Jake alzó una ceja.
—¿Para qué le pones un nombre si no lo vas a usar? —preguntó
Jake siendo lo que una vez dijo Henry. Éste le miró con seriedad.
—Escucha Jake, tengo que hablar contigo —dijo entonces.
—¿De qué? —preguntó sin poder imaginarse lo que venía a
continuación.

141
Only Three Wishes ♥

Henry pareció respirar hondo. Era difícil saberlo, estaba quieto y sin
ninguna expresión en la cara.
—No quiero seguir con esto —dijo, y su voz sonó monótona.
Jake le miró sin comprender.
—¿Con qué? ¿Con lo de Nike? —inquirió Jake—. Pero si apenas te
ha dado problemas…
—No hablo del estúpido chucho —le cortó Henry—. Hablo de ti.
Jake se quedó mudo de repente. ¿Había escuchado bien? No podía
ser.
—¿Qué? —preguntó patidifuso, con un hilo de voz.
Henry se inclinó hacia él.
—Que, no, quiero, seguir, con, lo, nuestro —dijo pronunciando clara
y lentamente cada palabra, como si Jake fuera tonto. El moreno
frunció el ceño.
—¿Te crees que soy tonto? —inquirió de pronto y bufó—. Esto es
por lo de la estúpida gira —dijo incrédulo de que Henry estuviera
haciendo tal cosa. Le miró con rabia—. ¡No quiero ir, Henry!
¡Quiero quedarme contigo, y ya está!
Henry le miró como si fuera idiota.
—¿Es que estás sordo o qué? —preguntó Henry con una expresión
llena de asco—. ¡No quiero que estés aquí! ¡No quiero nada contigo!
De verdad que le parecía inaudito lo que Henry estaba diciendo. Jake
entrecerró los ojos.
—No me creo nada…, y no pienso marcharme.
—Tenerte aquí solo me pone peor. ¡¿Crees que me apetece ver cómo
a ti te van las cosas tan bien, mientras yo tengo que estar en la cama
por mi estúpida pierna?! —escupió con rabia.
—¡¿Ya estás otra vez con eso?!
—¡Sí! ¡Solo con verte me pongo enfermo! —soltó con
repugnancia—. ¡Solo me recuerdas que voy a perder casi un año
142
Desirée Arjona Peña ♥

entero de mi vida por esto! ¡Mi sueño! ¡Todo! Y lo peor de todo es


que pretendas aliviarme quedándote conmigo. ¡Eres un estúpido!
¡Así solo puedo sentirme como un estorbo! ¡¿Qué coño te pasa?!
Si estaba actuando lo estaba haciendo muy bien, y usando todas sus
armas, pensó Jake.
—¡Deja de decir chorradas! —exclamó con una mirada llena de
enfado.
—No estoy diciendo ninguna chorrada —dijo Henry con voz
rasposa—. No quiero ser un estorbo en tu triunfante vida, así que
puedes largarte. Te libro de esta carga.
Jake negó con la cabeza.
—No sé quién te habrá convencido para hacer semejante estupidez,
pero te conozco perfectamente, sé que me quieres. Nos queremos.
Podemos hablar las cosas y decidir algo. ¡Los dos! ¿Por qué tienes
que ser tan egoísta?
—¿Sabes lo que no sería egoísta? Dejar que decida yo —dijo Henry
imitando a Jake—. Y decido que no quiero estar contigo.
Jake se dio cuenta de que su pecho estaba a mil, y su respiración
también. Se quedó en silencio, siendo ésta última lo único que se
escuchaba en la habitación. El rostro de Henry seguía impasible.
—¿No quieres que esté aquí? —preguntó Jake.
—No —respondió Henry de nuevo, como si aquello le importara
más bien poco.
—¿No quieres verme?
—No.
—¡Pues muy bien! —exclamó Jake—. ¡Me quedaré fuera! ¡En el
pasillo! ¡Dónde sea que no me veas! Pero no me voy a ir —le
aseguró—. Así que esta obra de teatro tuya no va a servir para nada.
—¿Tan pagado estás de ti mismo que no te puedes creer que esté
harto de ti? Haz lo que quieras —dijo con una indiferencia que
143
Only Three Wishes ♥

dolía—. Quédate pudriéndote en el pasillo si quieres, a mí me da


igual. Solo quiero que te largues de mi vista. Así que fuera —Jake
no se movió del sitio—. ¡Fuera!
—No me voy a ir, Henry.
—¡He dicho que te largues! —volvió a gritar.
La puerta se abrió. Su padre entró.
—¿Qué pasa? —preguntó. Pero algo le decía a Jake que no estaba
nada sorprendido.
—Nada —respondió Jake con tono seco.
No pudo continuar ni decir nada más, Henry habló antes.
—Papá, ¿puedes echar a esta persona, por favor?
Jake le miró al instante con los ojos abiertos de par en par.
—¿Esta persona? —inquirió repitiendo las despectivas palabras que
Henry había usado para referirse a él. Éste no dijo nada.
El señor Woods se acercó a él y le hizo una señal para que saliera.
—Vamos, ya le has oído.
—Henry, no hagas esto —le pidió al rubio, y su voz sonó ahogada.
No podría creer que le estuviera haciendo eso.
—¿Me vas a hacer llamar a seguridad? —quiso saber el señor
Woods al ver que Jake no se movía. Y parecía que no pensaba
hacerlo—. Muy bien —dijo antes de desaparecer otra vez.
—¿Vas a dejar que haga eso? —le preguntó entonces, cuando
estuvieron solos. Henry no le miraba, ni tampoco respondió—.
Henry, como salga por esa puerta me marcharé de verdad, te juro
que lo haré.
—Eso es lo que quiero —dijo de pronto.
Aquellas palabras fueron como puñales. Hubiera mirado su pecho
para ver si estaba sangrando. Desde luego dolía como si lo estuviera.
Dos hombres de seguridad entraron en la habitación.
—¿Cuál es el problema? —preguntaron.
144
Desirée Arjona Peña ♥

—Ese chico —les señaló el señor Woods a Jake.


—Vamos, muchacho —le instó uno de ellos a Jake.
El moreno no despegaba la mirada de Henry, el cual parecía no
querer mirar lo que estaba pasando ante él.
—¿Esto es lo que quieres? —preguntó destrozado. El silencio fue la
única respuesta que tuvo. Asintió para sí—. Vale… —dijo entonces
dándose por vencido. Se dispuso a marcharse, pero antes se acercó a
Henry—. Si quieres que vuelva, solo tienes que decirlo —le dijo, y
le pareció que el cuerpo de Henry se estremeció. Uno de los
hombres le agarró del brazo. Jake dio una sacudida para quitárselo
de encima—. Sé caminar solo.
Henry permaneció mirando las sábanas blancas. No podía ver a Jake
marcharse, o saldría corriendo tras él, y solo conseguiría quedarse
definitivamente sin pierna.
—Henry… —escuchó decir a su padre.
—Lárgate —le dijo con voz ronca.
Alguien entró en la habitación.
—¿Qué ha pasado? —preguntó Claire. Seguramente había visto a
Jake marcharse, o más bien, siendo obligado a marcharse.
No quería escuchar más. No quería más.
—¡Que os larguéis! —gritó entonces.
Se tumbó en su cama, dando la espalda a su padre y a su hermana. A
los pocos segundos se escuchó la puerta cerrarse, y entonces pudo
llorar. Llorar como deseaba, hasta quedarse sin lágrimas. Porque
había dejado marchar a la única persona que había amado, y lo peor
de todo era saber que ya no volvería, porque le odiaba. Jake le
odiaba. Le hubiera gustado que supiera que solo lo hacía por él, pero
si no jamás se habría marchado. Jamás se habría marchado si sabía
que le amaba tanto como él, ni si supiera que al decirle aquellas
palabras, estaba matando a su corazón lentamente. Latido a latido.
145
Only Three Wishes ♥

Ahogó un sollozo en la almohada. Se sentía desolado. Roto.


Acabado. Desesperado. Quebrado. Abatido. Apenado. El dolor en
primera persona.

El dolor en primera persona. Apenado. Abatido. Quebrado.


Desesperado. Acabado. Roto. Desolado. Así se sentía. Ahogó otro
sollozo en la almohada. Lloraba en su cama, no sabía cómo no se
había quedado sin lágrimas aun. Incluso gritó. No le importaba que
al otro lado de la puerta estuvieran sus amigos. Jamás se había
sentido así. Hundió su cara en las sábanas más aún. Consiguió
serenarse. Al cabo de unos minutos, solo salían lágrimas silenciosas
de sus ojos, pero no se detenían. La puerta se abrió lentamente.
Shorty asomó su cabeza.
—Jake, el vuelo sale en tres horas —dijo—. ¿Qué quieres hacer?
Jake se incorporó.
—¿Ha llamado? —preguntó.
Shorty se mordió el labio.
—No.
Jake cerró los ojos, y volvió a tumbarse.
—Regresaré en cuanto me lo pida —advirtió a Shorty.
—Lo sé —asintió su amigo.
—Sea donde sea que estemos, pase lo que pase.
—Lo sé —repitió Shorty. Jake apretó los ojos, y otro par de lágrimas
cayeron. Shorty suspiró—. Te ayudaré con la maleta.
Hacía la maleta, pero en lo único que pensaba era en volver. En
volver con él. Respetaría su decisión si era lo que quería de verdad.
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Desirée Arjona Peña ♥

Pero Jake sabía que no podía ser, y que a los días estaría de vuelta,
en cuanto recibiera la llamada de Henry. Acudiría pasase lo que
pasase. Solo necesitaba una llamada.

147
Only Three Wishes ♥

Capítulo 7
La llamada nunca llegó. Ni una semana después, ni dos, tampoco a
las tres semanas. Y pasó un mes, y en ese momento cogió el móvil.
Si no lo hacía Henry debía hacerlo él. Pero no marcó su teléfono. ¿Si
Henry había podido pasar un mes sin él, significaba que había sido
en serio? Jake estaba muriendo en vida cada día que pasaba, cada
hora… cada segundo. No estaba al cien por cien en los conciertos.
Hacía lo que podía, pero su estado de ánimo era tan bajo que podría
denominarse como bajo cero. Ni las más bellas ciudades de Europa
le animaron, ni los fans, ni sus amigos, ni la música… Pasaba su
tiempo libre encerrado en la habitación, ponía música a todo
volumen y se metía en las sábanas. Sus amigos se estaban volviendo
locos. Aquello no era vida. Ahora sí que detestaban a aquel rubio
pretencioso, que estaba haciendo la vida imposible a su amigo. Le
estaba jodiendo la existencia, y ellos no podían hacer nada. En aquel
primer periodo, Jake no hablaba del tema. Chris le llamó en varias
ocasiones, pero éste jamás respondía. Solo quería una llamada, una
que nunca llegaba.

No sonrió en todo el mes, ni siquiera cuando pudo salir de aquella


habitación de hospital. Lo peor: Chris y Claire. No ayudaban, lo
único que decían una y otra vez es que arreglara las cosas con Jake.
No lo entendían. No entendían que Jake le odiaba, que tenía que
pasar página. Henry no era tonto, sabía que jamás podría olvidar a

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Desirée Arjona Peña ♥

Jake, pero podría conseguir que no le doliera. Encontrar su camino


lejos de él. Le estaba costando la vida. Se levantaba y lo único que
tenía era ganas de llorar. El día no mejoraba, pues extrañamente
sentía que se le habían desvanecido las razones para vivir. Lo peor
eran las noches, que volvía a llorar incontrolablemente. Pensaba que
en un mes habría mejorado la cosa, pero no fue así. No quería
escuchar hablar de él, solo con oír su nombre su pecho se rompía, y
el dolor le consumía. Discutió con Chris, pero más aún lo hizo con
Claire.
—Si no dejas de mencionarle tendré que sacarte a ti también de mi
vida —dijo Henry entonces. Y Claire supo con su mirada que
hablaba totalmente en serio.
Henry no quería saber nada de Jake. Le había pedido que se llevara
al cachorro antes de que él llegara, sin embargo, no lo hizo. Cuando
Henry abrió la puerta, le encontró allí. Apretó los dientes con rabia.
NO, NO, NO. Tenía que marcharse, no podría soportar tener ese
constante recuerdo de Jake en casa. Por suerte, Chace si había
quitado todos los marcos de fotos que tenía con el moreno. Solo le
faltaba deshacerse de aquella bola de pelo. Fue con las muletas a la
habitación que hacía un mes que no pisaba. El perro estaba allí.
Agitó su rabito cuando vio a su dueño, y éste le miró con rabia. Se
acercó para cogerlo y sacarlo de allí, pero se paró en seco. Una
punzada de dolor le atravesó el pecho al ver su collar. Tragó saliva y
se enderezó. Lo agarró con una mano y lo sacó de su cama. Cogió
una caja de la parte superior de su armario y fue hasta la cocina.
Metió el saco de pienso, su cesto, la correa… No quería saber nada
de aquel animal. Demasiado doloroso, demasiado triste para verlo un
día más. Nike correteaba junto a él sin ninguna sospecha de las
intenciones de Henry. Se acercó a la nevera, el cuenco de su comida
estaba junto a ésta. Se agachó como pudo para cogerlo y dejarlo en
149
Only Three Wishes ♥

la caja. Cuando se incorporó, reconoció su letra, en el bloc de notas


que había pegado a la lisa nevera. Podía reconocer perfectamente la
letra de Jake. Redonda, ni muy pequeña ni muy grande y recta. No
tenía nada que ver con la suya, cursiva, de trazos alargados y
puntiagudos. Como hipnotizado, pasó sus dedos sobre aquel papel.
Apretó los labios. Su mente le decía que no leyera, pero era
inevitable.

“Querido Genio, dijiste que me concederías tres deseos, fuesen lo


que fuesen. Aquí están:

1. Compra Coca cola, estoy harto de que en tu casa solo haya


zumo de naranja. Cuando estoy aquí necesito beber algo que no
sea esa estúpida fruta exprimida. Incluso me vale Pepsi. ¡Pero
cómprala, por dios!

Henry, sin poder evitarlo, sonrió. Incluso podía imaginar la voz de


Jake quejándose en su interior, tan viva, tan cercana, tan feliz, tan
suya... El labio de Henry tembló. ¿Cuánto llevaría aquello escrito en
su nevera? ¿Por qué Jake había dejado tantas huellas imborrables en
su vida? ¿Cómo iba a continuar así si cada cosa que tenía a su
alrededor le recordaba a él? Por pequeña que fuera parecía tener
escrito en letras grandes: JAKE. Nike seguía moviéndose a su
alrededor, pero él estaba tan inmerso en aquella nota que no se
detuvo en el cachorro.

2. Sé que su dulce mirada te ablanda el corazón, pero por si


sigues con la cabezonería de no quedártelo, como segundo
deseo te pido que te quedes con Nike. Cuídalo y quiérelo.

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Desirée Arjona Peña ♥

Aunque te parezca una estupidez, para él ya eres su familia…


Déjale ser parte de la tuya.

Si Jake supiera lo que le costaba aquello. No era como si le hubiera


regalado un simple cenicero. En ese animal veía demasiado de él…
Le mataría conservarlo. Leyó el último deseo que Jake le pidió.

3. NO DEJES DE AMARME NUNCA.”

Henry cerró los ojos. Aun así, no pudo evitar que se escaparan dos
lágrimas de ellos. Su única pierna buena tembló. Se sentó en el suelo
de su cocina derrumbado, se cubrió el rostro con ambas manos y
sollozó de nuevo. Sabía que sería duro, pero aquello era mucho peor.
Se venía abajo cada día. Ya nada le aliviaba, y empezaba a creer que
nada lo haría. Sintió un tacto suave en el brazo. Levantó el rostro.
Nike había apoyado su hocico en él. Estaba en silencio, y ya no se
movía inquietamente, como si supiera que su dueño no estaba de
ánimos, y no solo eso, sino que necesitaba que alguien permaneciera
a su lado, en silencio, tal y como lo hacía Jake, guardando su lugar.
Sin poder evitarlo, lo agarró y lo abrazó, sin dejar de llorar. Si era lo
último bueno que podría hacer por Jake, lo haría. Cumplir sus tres
deseos. A la mañana siguiente, iría a comprar el estúpido refresco.
Se quedaría con Nike, por él, y porque en el fondo, quería seguir
teniendo algo de Jake, que hubiera sido de los dos, quería seguir
teniendo un poco de él, porque como siempre había dicho, era adicto
a ese chico. A todo él. Y aquellos dos deseos eran los únicos que no
planeó, porque el tercero, inevitablemente, aunque no quisiera,
siempre lo cumpliría.

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Only Three Wishes ♥

La séptima semana llegaron a Ámsterdam. Sus amigos le arrastraron


a salir aquella noche. David sabía que si no le sacaba a la fuerza, el
moreno acabaría encerrado en su habitación, escuchando Love de
Def Leppard, I Remember You de Skid Row, Always de Bon Jovi,
Every Breath You Take de The Police, Oh love de Green Day, Far
Away de Nickelback, Faithfully de Journey, Every rose has it's thorn
de Poison, Shattered de Trading Yesterday, y cuando ésta acababa,
se volvía a repetir la lista de reproducción. Sus tres amigos
coincidieron en algo, Jake parecía no querer salir de aquella
depresión. En los conciertos se esmeraba por parecer el de siempre,
y lo conseguía, no había ni rastro de tristeza en su rostro,
aparentemente. Parecía el Jake alegre, positivo, e imparable que
solía ser, pero en cuanto bajaba del escenario y de la vista de sus
seguidores, volvía aquella tristeza, desolación y angustia. Su
comportamiento había cambiado, ya no se molestaba en preguntar
por Henry a Claire, cuando ésta y Shorty hablaban por teléfono. Kire
opinaba que se debía a que el moreno estaba cabreado con Woods,
lo había pensado y había sido un gilipollas. David descartaba esa
hipótesis, y estaba seguro que se debía a que Jake se había resignado
a la decisión del rubio. Shorty no sabía cuál de los dos tenía o no
razón, en parte, consideraba que ambos. Él no pudo evitar preguntar
a Claire que se le pasaba por la cabeza al rubio. Su novia, en cambio,
no quería hablar del tema, por lo que sospechó que no tendría nada
bueno que decir. Aquella noche, después del concierto, obligaron a
Jake a salir con el pretexto de que era el cumpleaños de Kire, a lo
que el moreno no se pudo negar, por muy pocas ganas que tuviera.
Jake caminaba junto a Jerry, su manager actual, cuando el resto se
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Desirée Arjona Peña ♥

pararon en frente de un local que parecía de lujo. Jake observó la


discoteca. La fachada ya denotaba que ahí no entraba cualquiera,
tenía una decoración minimalista mezclada con algunos toques
ibicencos, la gente en la cola iba bien vestida, las chicas con cortos
vestidos o conjuntos que compraron por más de doscientos dólares,
y ellos con sus trajes, camisas, chaquetas de cuero real… nada
comparado a ellos. Por mucho concierto y gira que hubieran
conseguido, no sabían si les dejarían entrar en un sitio como aquel.
—¿Qué hacemos aquí? —preguntó Jake a Jerry.
Éste le miró divertido.
—¿Qué pasa? ¿Crees que no tenemos el suficiente caché? —
inquirió.
Jake pudo ver cómo el portero miró de arriba abajo a un tipo con
unas zapatillas. Sin contemplaciones, le echó de allí.
—Yo sí. Pero el cumpleañero no —bromeó Jake, sin pensar en
realidad que pudiera entrar alguno de ellos. Ni siquiera Jerry, que se
conservaba bien para sus treinta, y vestía lo que se dice bien.
—Te has quedado sin matasuegras —farfulló Kire apareciendo junto
a él.
—Shorty es amigo del relaciones públicas de este sitio —aclaró
David a su otro lado—. Un tío muy conocido en la noche europea —
explicó con algo de asco en sus palabras.
Jake llevó su mirada inmediatamente a Shorty. ¿Qué Shorty conocía
a quién?
—¿De qué conoces tú a un relaciones públicas?
Shorty pareció no querer hablar del asunto, se encogió de hombros.
—No es exactamente un “relaciones públicas”. Es el que organiza
los eventos y se encarga de la zona VIP.
—Un relaciones públicas —apuntó David.

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Only Three Wishes ♥

—Que no es… —Shorty no pudo continuar, ya que Jake preguntó


antes.
—¿Y de qué le conoces? —quiso saber el moreno.
Y de nuevo, Shorty se encogió de hombros.
—Es un amigo de la infancia.
La mente de Jake recordó algo en ese instante. Siempre había
pensado que para cada uno de sus amigos, siempre habían sido los
cuatro, pero aquella vez en su piso que escuchó su contestador
automático, había un mensaje de un tipo que por el contexto parecía
ser un antiguo amigo de Shorty. No es que estuviera celoso, era
simplemente que le era totalmente extraño pensar que Shorty tenía
otro gran amigo que no fuera ninguno de ellos tres, además de la
infancia. Y parecía que Shorty adivinaba los pensamientos de Jake,
ya que no parecía cómodo hablando de ese tipo con él.
—¿El tío del contestador? —inquirió—. ¿Y cómo que jamás hemos
oído hablar de él?
—Lo conocí antes que a vosotros. Íbamos juntos a clases de guitarra
cuando solo éramos unos críos —dijo con palabras medidas.
—¿Toca la guitarra? —preguntó Jake con sorpresa.
Otra rara sensación le invadió, Shorty y Jake siempre habían tocado
la guitarra juntos, era tan raro imaginarle con alguien que no fuera
él.
—Y el piano…, sabe mucho de música. No se encarga de estos clubs
por nada. Es muy conocido.
Jake entrecerró los ojos. Yo también sé mucho de música, le dio
ganas de decir, aunque no sabía por qué.
—A mí mientras nos deje pasar gratis… —soltó Kire.
Se acercaron a la entrada VIP. Shorty sacó su móvil y se lo llevó a la
oreja. Jake seguía mirándole con recelo.

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Desirée Arjona Peña ♥

—¿Y cuánto hace que no ves a este amigo tuyo? —preguntó como si
tal cosa.
—Mmm no sé… ¿Unos quince años? —contestó algo distraído.
—¡¿Quince años?! —inquirió Jake escandalizado—. Eso ya no es
amistad ni es nad…
—Shhh —ordenó Shorty—. ¿Alex? —Jake ladeó los ojos—. Sí, soy
yo. Estamos fuera. Vale.
Colgó. Todos miraron a Shorty expectantes, pero entonces la puerta
se abrió, permitiendo que oyeran la música del interior. Vio al tal
Alex ese. No era nada del otro mundo, un tipo algo más bajito que
él, con unos pantalones algo ajustados y una camiseta de marca, un
estilo que no le iba nada bien. Su pelo castaño claro estaba bien
peinado, y tenía la barba finamente cortada, posiblemente para tapar
el acné que tenía. Parecía algo más mayor que Shorty, en realidad,
su amigo no le había dicho la edad del tal Alex, pero supuso que no
tenía por qué haber sido de su misma edad. No esperó
presentaciones, hizo una señal a Shorty para que entrara. Shorty se
apresuró a pasar y los demás a seguirle. La gente de la cola les miró
con curiosidad. David sonrió ampliamente al sentirse por encima de
unos pijos por primera vez. Pasaron por un largo pasillo hasta llegar
a unas escaleras. Kire y David miraban las luces que alumbraban
cada escalón, de colores fluorescentes. Una gran sala se presentó
ante ellos, con cristales por paredes, en los se veía a través de ellos a
la gente no VIP bailar en la pista. Unos lujosos sofás se agrupaban
allí. Ya había gente bebiendo champán y otras bebidas caras en sus
cocteleras y copas, al tiempo que bailaban mientras tomaban de
ellas. Varios camareros les servían personalmente, no iban a ninguna
barra a pedir. Eso gustó a Jake, si algo detestaba de esos lugares era
la espera para beber. Todos se sentaron en unos sofás blancos menos
Shorty, que se quedó en pie hablando con el tal Alex. No podía
155
Only Three Wishes ♥

escuchar lo que decían por la música, pero los otros tres supusieron
que se estarían poniendo al día. Alex llamó la atención del tipo de la
barra y a los minutos tuvieron ante ellos una botella de champán y
un coctel cada uno.
—Esto sí que es un cumpleaños —dijo Kire bebiéndose de un sorbo
su copa.
El equipo y el resto también se bebieron la suya. Jake se puso en pie,
tras llenarse de nuevo su copa, se dirigió a David, sin quitar la vista
de Shorty y Alex.
—No parece un tipo muy importante —comentó Jake a David, que
también observaba al tan mencionado Alex.
—La verdad es que no… —coincidió David tomando un sorbo de su
copa—. Si te soy sincero me lo imaginaba diferente. Para empezar
que no midiera medio metro.
Jake asintió en señal de acuerdo. Observó la postura de Alex y todo
en él le parecía repulsivo. Tenía una extraña forma de moverse,
como si se pavoneara. No imaginaba a Shorty con un tipo así,
aunque claro, entonces eran unos críos.
—Y con ese pelo se podría engrasar un motor de coche. No sé cómo
éste sitio tiene clientela con un relaciones públicas así —se burló
Jake. David se carcajeó.
—Bueno, gracias al medio metro estamos en este reservado y
bebiendo gratis —dijo señalando su copa.
Jake normalmente dejaría al tipo en paz, pero le cabreaba que Shorty
le hubiese considerado su mejor amigo en otra época, por lo que
siguió.
—Adivino que el pequeño Alex es el típico niño rico sin estudios
que papá ha colocado aquí —soltó con desagrado y sátira.

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Desirée Arjona Peña ♥

—Porque había poca luz y no se le veía la cara, ¿no? —soltó David


con otra carcajada y se metió en la boca el hielo que había quedado
en su vaso vacío.
—En realidad, mi padre es conductor de autobús, y dejó de hablarme
a los dieciséis años —escucharon ambos a sus espaldas. Abrieron los
ojos como platos y se dieron la vuelta—. Dudo mucho que pudiera o
quisiera darme este puesto. Suerte que pude ganármelo solo —dijo
el propietario de aquella voz grave y segura.
Ante ellos había un chico alto, vestido con un traje totalmente negro,
elegante y al mismo tiempo informal. Sus ojos eran de un azul
intenso, que no se apagaba a pesar de la poca luz del lugar. Su pelo
era negro, corto, brillante y bien arreglado. Su piel, lisa, radiante, y
mostraba que no debía pasar de los veinticinco años. Les sonreía de
lado con una ceja alzada, aparentemente divertido. Su postura era
relajada, tenía las manos metidas en los bolsillos de los pantalones.
Jake y David seguían con aquella cara confusa y sorprendida. El
chico dejó escapar una risa, dio un paso hacia ellos y les tendió la
mano.
—Soy Alex Lesage —se presentó.
El hielo que David tenía en la boca se le escapó de entre los labios.
La cara de Jake y David se enrojeció terriblemente. David se
apresuró a tenderle su mano.
—Yo soy…
—David —concluyó Alex con una amable sonrisa—. Shorty me ha
hablado de ti.
David no supo por qué, pero le halagó que aquel hombre supiera su
nombre. Era extraño, pero sentía unas repentinas ganas de caerle
bien, de agradarle. La mirada de Alex pasó entonces a Jake.
—¿Y el que me acusa de ser un niño de papá? —inquirió Alex, y
esta vez no alargó su mano.
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Only Three Wishes ♥

—Ha sido un mal entendido, yo… —comenzó Jake a explicar su


bochornoso comportamiento.
—Debes de ser Jake —le cortó, y le sostuvo la mirada con
intensidad.
Era raro. No Alex, sino cómo le hacía sentir. Su presencia
simplemente era aturdidora. Jake no supo si le miraba con hostilidad,
con una indiferencia que no sabía por qué le dolía, o… ¿deseo?
—¡Alex! —gritó Shorty.
Los ojos azules de éste fueron directos a su amigo. Sonrió
ampliamente.
—Vaya, vaya… el pequeño Solomon. Por fin —dijo apretando entre
sus brazos al chico. Jake, como si hubiera recuperado la cordura, le
volvió a mirar con desconfianza. Los dos amigos de la infancia se
separaron—. Veo que has conocido a mi asistente, Félix —dijo
señalando al tipo con el que antes hablaba Shorty—. Deberías
habérselo presentado a tus amigos… se creían que Félix era yo —se
burló, haciendo que Jake se sonrojara de la vergüenza. Ignoraba si
David lo hizo también.
—¿Qué? —bufó Shorty mirando a Jake.
El moreno iba a decir algo, pero de nuevo, Alex le interrumpió.
—¿Me presentas a Kire? Es su cumpleaños, ¿no? —le preguntó, y
sin más se marcharon con el resto.
Jake seguía teniendo sus ojos clavados en él, con rabia y tirria.
—Qué gran cagada —soltó David.
—El muy… ¿Quién se cree que es? —masculló apretando los puños.
David le puso una mano en el hombro.
—Jake, le estábamos poniendo a parir. Relájate… no la vayamos a
cagar más.
David desapareció de su lado para unirse al resto y a ese pedante,
creído e insoportable de Alex, al cual, no podía dejar de mirar.
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Desirée Arjona Peña ♥

Le observaba sutilmente. No podía evitar hacerlo. Desde que le vio


en aquel vídeo musical, le cautivo. Jake Rivers, le había dicho
Shorty que se llamaba. Había estado de morros toda la noche, y Alex
sospechaba que la causa era algo más que él. Aun así, sabía que
había captado su atención, para bien o para mal. Alex pasó la noche
poniéndose al día junto a Shorty. Su amigo estaba de gira, había
formado un grupo, y se encontraba en su mejor momento. Alex
también le puso al día sobre él. Su trabajo, sus continuos viajes…, y
se dieron cuenta de que en aquel mes coincidirían en más países. A
ninguno le iba nada mal. Estaban los dos sentados en la barra,
alejados del resto. A pesar de eso, Alex podía observar a Jake junto a
sus demás invitados. Por un rato, dejó de prestarle atención, y se
dedicó a escuchar al amigo que hacía tanto que no veía, pero
entonces, escuchó su atrayente voz a su espalda. Solo que no se
dirigía a él.
—Shorty, me marcho —dijo Jake ignorando a Alex.
—¿Ya? —preguntó y Jake asintió.
—He cumplido por hoy. Ahora solo quiero descansar —dijo, y su
voz sonó verdaderamente cansada.
Alex le miró con curiosidad. Compuso inmediatamente una sonrisa
sobrada.
—¿No aguantas una buena fiesta? —inquirió entonces.
Jake llevó su mirada hacia él, que no era precisamente de agrado.
—Creo que tenemos conceptos distintos de buena fiesta… —le soltó
no demasiado amable. Jake, dándose cuenta de que a Shorty no le
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Only Three Wishes ♥

haría gracia que hablara así a su amigo, se dispuso a cobrar de nuevo


un tono neutro—. Aun así no estoy para juergas.
—Muy bien —aceptó Shorty.
Jake se dispuso a irse, pero la voz de Alex le detuvo.
—Ha sido un placer, Jake —dijo éste con una extraña sonrisa.
—Ya —se limitó a responder Jake, antes de desaparecer en el
bullicio de la discoteca.
Alex le siguió con la mirada, y cuando ya no se le veía, volvió su
atención a su amigo. Pudo notar cómo el humor de Shorty se apagó
de pronto.
—Bueno… Háblame más de esa Claire.
—Ya hemos hablado suficiente de mí. Cuéntame tú, ¿qué tal tu vida
amorosa? —preguntó Shorty esforzándose porque no decayera el
ánimo.
—Digamos que nunca he estado en una relación… —reconoció
Alex, con un tono avergonzado que en realidad no sentía.
Shorty soltó una risotada.
—Seguro que alguien como tú tiene a todas las tías a sus pies.
—Puede que te sorprenda saber que las mujeres me dan un poco
igual —Shorty le miró sin comprender—. Soy gay —reconoció
entonces.
La expresión de Shorty no pareció inmutarse de sus palabras.
—A los tíos también les tendrás a tus pies —dijo entonces.
Las cejas de Alex se elevaron y sonrió levemente.
—No pareces muy sorprendido.
—Digamos que estoy curado de espanto —dijo dando un trago a su
copa.
La mirada de Alex se iluminó de pronto, pero trató de que no se le
notara ni un ápice.
—¿David? —preguntó, pero sin ser éste su verdadero interés.
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Desirée Arjona Peña ♥

Shorty negó con la cabeza.


—Jake.
Premio, dijo Alex para sí. Disimuló una sonrisa como pudo. La
suerte siempre había estado con él, pero esta vez se había llevado el
premio gordo.
—Nadie lo diría —dijo Alex quitándole importancia. Shorty soltó
una risita.
—Pensaba que los gay notabais esas cosas.
Alex le devolvió la sonrisa por la ocurrencia.
—Tu amigo no parece en general muy receptivo como para poder
notar algo —se excusó.
—Está pasando por una mala época —reconoció Shorty de pronto
cabizbajo.
—¿Mal de amores? —aventuró Alex con verdadero interés y
curiosidad.
—Un mal, muy mal amor —apuntó Shorty recordando al ex de su
mejor amigo, y a su propio cuñado. Alex le estudió con la mirada.
Podía ver en su rostro cómo repasaba la historia de Jake y su ex.
Ahora sí que le había despertado la curiosidad. Shorty, dándose
cuenta de su mirada, se encogió de hombros—. Pero nadie elige de
quién se enamora.
—Eso es cierto.
—Pero te aseguro que en otras condiciones, es el mejor.
Alex sonrió.
—No lo dudo.

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Only Three Wishes ♥

Seis meses, y la rehabilitación terminó al fin. Llevaba en Nueva


York dos meses. Allí terminó de recuperarse sin problemas. Había
conseguido su título a distancia con unas notas impecables, no tenía
mucho que hacer aparte de estudiar. Ahora tenía un master, y su
padre se había encargado de que en unas semanas comenzara a
trabajar. Nada de unas prácticas sin sueldo, un trabajo de verdad. No
sería miembro del bufete, claro estaba, pero sería parte de aquel
mundillo, y Henry no era poco ambicioso precisamente, estaba
seguro que en poco tiempo se haría con todos aquellos directivos y
titulados. A pesar de que echaba de menos un buen paseo, correr o
hacer ejercicio, cogió un taxi para ir al aeropuerto JFK. Iba bastante
apurado de tiempo. Cuando llegó a la puerta que correspondía, Chris
ya estaba esperándole con su maleta. Henry se bajó del taxi con una
enorme sonrisa para su amigo. En cuanto Chris vio al rubio
acercarse a él, su boca se contagió de la sonrisa.
—Vaya, ya andas —soltó.
La sonrisa de Henry se borró, y sus ganas de abrazar a Chris
también.
—Ja, ja, ja —dijo sin pizca de humor y se dispuso a volver al taxi.
Chris corrió hacia él.
—Es broma, es broma —dijo antes de casi dejar sin aliento a Henry
con un gran abrazo—. Te he echado de menos.
Henry no pudo evitar sonreír y devolverle el abrazo.

Se sentaron uno frente a otro, y pidieron dos cafés en Starbucks.


Chris no había parado de hablar. Había conocido un griego en su
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Desirée Arjona Peña ♥

viaje al caribe, y ya tenía tema como para unas cuantas tazas de café.
Esta vez, Henry no se quejó. La razón era simple, había un tema que
sabía que podía surgir en cualquier momento, y mientras su amigo
parloteara de sus amores, no llegaría al temido tema. Cuando acabó,
Henry se apresuró a preguntarle por sus prácticas de empresas, y
volvió a tener algo de tiempo. En el momento que Chris vio que ya
no tenía nada más que contar, se dispuso a preguntar él. Henry se
adelantó, hablándole de la rehabilitación y lo tediosa que fue.
—Entonces, ¿volverás a jugar al fútbol? —quiso saber Chris.
Primer tema incómodo, pensó Henry. Sonrió con disimulo. Había
hablado en innumerables ocasiones con su padre de volver, pero éste
no dejaba de decir que su futuro debía ser otro. Estaba tan cansado
de pelear que terminó por convencerse a sí mismo de ello.
—Aún no estoy al cien por cien del todo. Cuando lo esté, pensaré
seriamente en ello —mintió.
Chris asintió.
—¿Qué tal Nike? —preguntó.
—En casa —respondió Henry tomando un sorbo de café.
—Por las fotos que me mandaste parece que está enorme —comentó
con una mirada perspicaz.
—Crece como la mala hierba ese perro —bromeó Henry, pensado en
lo grande y ágil que estaba su fiel perro.
Un largo silencio, y Henry lo supo. Chris se estaba preparando para
abarcar aquel tema. Iba a tantear el asunto, pero le parecía ridículo
seguir con aquello. Suspiró.
—No te cabrees, pero tengo que preguntarte.
—No lo hagas —le cortó Henry en tono seco.
—Henry, tienes que…
—Chris, no —dijo tajante—. Se lo dije a mi hermana, y te lo digo a
ti. Si alguna vez oigo su nombre de vuestros labios cuando yo esté
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Only Three Wishes ♥

presente, se acabó nuestra amistad —sonó tan frío que a Chris se le


heló la sangre.
—¿Ni siquiera quieres saber de él? —preguntó.
Sabía que podía ser el hilo conductor entre ambos… si se dejaban.
Chris hablaban casi diariamente con el moreno. Había evitado
mencionar a Henry pues no sabía demasiado de él…, pero el tatuado
se veía desesperado, tanto, que no podía evitar querer aliviar el dolor
de ambos, sobre todo cuando era una solución tan sencilla. Sin
embargo, Henry no era fácil, y los demonios que le atormentaban en
su interior tampoco. El qué dirán, su familia, su futuro
conservador… Esas cosas a las que se tiene que enfrentar cualquier
homosexual y que Henry parecía no tener fuerzas de afrontar.
—Él es tu amigo, y lo respeto —contestó Henry con comprensión—.
Pero yo no quiero saber nada de él.
Chris se estaba comenzando a cabrear. Aquella historia no tenía ni
pies ni cabeza. Henry era idiota si pensaba que no se daba cuenta de
qué había ocurrido. ¿En qué narices estaba pensado?
—No sé si te piensas que todos somos tontos o algo, pero sabemos
por qué lo hiciste. ¿Por qué no dejas este paripé y…?
—Como sigas hablando me levantaré y no volveremos a vernos —
atajó Henry, y sus palabras fueron tan duras que los labios de Chris
se tensaron.
—Así que… ¿eso decides? ¿Olvidarle? —inquirió sin querer
esconder su enfado.
—Y tener una vida mejor —completó Henry.
Y ahí estaba la razón de todo. La estúpida idea de Henry por querer
aparentar ser lo que otros querían. El ideal de la alta sociedad. Si
Henry no fuese uno de sus mejores amigos, Chris le patearía por
gilipollas.
—¿Estás seguro de que será mejor?
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Desirée Arjona Peña ♥

—Totalmente.
Chris negó con la cabeza. Qué ciego estaba su amigo, casi como si
se hubiera sacado los ojos por sí mismo. Estaba seguro de que sufría
tanto como si lo hubiera hecho, pero la realidad era que sufría
mucho más, aunque no lo mostrara, aunque se hiciera el indiferente,
Chris lo sabía. Pero estaba harto, estaba cansado de hacerle de
niñera. Si quería lastimarse por una estupidez y una convicción
superficial, que lo hiciera, estaba cansado.
—Muy bien. Me callaré. Haré como tú y seguiré con esta farsa. Si
así estás contento… —accedió a regañadientes.
—Sí —asintió Henry.
Chris sabía jugar a eso. A los hipócritas, a las falsas apariencias.
Algún día todo le explotaría en la cara al rubio. Ese día se
arrepentiría de no haber solucionado las cosas en ese mismo
momento. Chris lo sabía, pero si su amigo quería aprender a base de
golpes, sería muy descortés negárselo. Bajó el rostro. Henry le miró
sin saber qué haría a continuación. Entonces levantó de nuevo su
mirada, esta vez con una sonrisa.
—Y dime, ¿cómo va el mundo del derecho, señor abogado?

Fue una decisión que vio acertada. No había llamadas, mensajes, ni


siquiera unas míseras palabras de Claire o Chris. Se resignó al adiós.
No estaba molesto, era un sentimiento casi imposible de describir.
La palabra que más se acercaba, era vacío. Ya no lloraba, tampoco
se mostraba enfadado, simplemente vivía. Cuando Jerry les propuso
grabar un disco en un prestigioso estudio de Berlín, Jake fue el
165
Only Three Wishes ♥

primero en decir que sí, para sorpresa del resto. Volver era algo que
en ese momento no deseaba. ¿Para qué? ¿Para recordarse que
cuando llegara él no estaría allí? Había sido tal su cambio respecto al
rubio, que verdaderamente sus amigos pensaron que lo había
superado, por muy increíble que pareciera. Y poco a poco parecían
estar recuperando a su antiguo Jake. Volvió a componer, se pasaba
las noches escribiendo en el piso que tenía alquilado en la capital
alemana. Jake en ese tiempo había compuesto veinte canciones.
Hacía siete meses que no pisaban Estados Unidos. Shorty era el
único que volvió de vez en cuando para ver a Claire. Nunca traía
noticias a Jake del rubio, ni Jake se las pedía. Parecía que sí, se había
acabado, y todo había vuelto a la normalidad. David estaba que no
cabía en sí de gozo, le encantaba Berlín, hacer música allí era un
sueño. Kire y Jake habían notado que Europa apreciaba mucho más
su música, y por unas razones o por otras, estaban muy bien allí. Una
noche, mientras Jake estaba tirado en su cama, con sus dedos sobre
la guitarra, un cuaderno, un bolígrafo a su lado, y el portátil
encendido para grabar en cualquier momento, llamaron a la puerta.
Jake no prestó atención. Seguramente sería algún miembro de otro
grupo que conocieron allí. El rock alternativo en Berlín estaba por
todas partes, cientos de grupos se juntaban en diferentes lugares para
tocar y compartir sus melodías. Los Waste no tardaron en intimar
con varios de estos grupos, y había noches que se las pasaban
enteras en su casa con ellos bebiendo, tocando o riendo, por lo que a
Jake no le sorprendió en un primer momento aquella visita nocturna.
Escuchó la puerta abrirse y a sus amigos hablar con alguien. Se
incorporó de su cama, para unirse con los demás. En cuanto abrió la
puerta, le reconoció. Alex Lesage. Vestido informalmente, con unos
vaqueros, una camiseta no demasiado ceñida y una chaqueta de
cuero negra. Tenía una bolsa, y de ella sacó varias botellas de
166
Desirée Arjona Peña ♥

alcohol. Shorty le daba palmaditas en la espalda y sonreía al verle.


Jake le miró con sorpresa. ¿Qué hacía allí? Estaba mirándole con
recelo y desconfianza, cuando se dio cuenta de que éste también le
estaba mirando.
—¿Vas a mirarme así cada vez que me veas? —preguntó entonces
con una sonrisa socarrona—. No soy tan feo como Félix, ¿no?
Jake se sonrojó al tener su atención en él. Se apresuró a componer
una expresión indiferente y se acercó a ellos.
—¿Tú no vivías en Ámsterdam?
La preguntó no sonó amable. Suerte que sus amigos se habían puesto
manos a la obra para servir vasos con hielo y unos buenos cubatas.
Alex le sonrió, y antes de contestarle se quitó su cazadora.
—Y vivo allí, pero trabajo en todas las grandes capitales… Así que
como he vuelto a coincidir con Shorty, no he dudado en venir a
verle.
Otra mueca involuntaria apareció en el rostro de Jake. Alex ya no le
prestaba atención, se sentó junto a su grupo y comenzaron a beber.
Se sentía como un idiota allí de pie mientras ese tipo bebía junto a
sus amigos. Se reían con sus bromas, se interesaban por sus historias
y le halagaban inconscientemente. Molesto sin razón, iba a
encerrarse de nuevo en su cuarto.
—¿No te unes a nosotros, Jake? —escuchó su voz ronca y grave tras
él, que extrañamente le produjo una descarga en la espalda.
Se dio la vuelta y le miró sin esta vez cortarse en su desagrado.
Estaba harto del tono pedante de ese tío.
—No, gracias. El ambiente está algo recargado para mi gusto —
soltó.
Alex, lejos de molestarse, siguió con esa sonrisa de suficiencia.
—Claro, supongo que tampoco te gusta este concepto de fiesta —
respondió—. Duerme bien.
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Only Three Wishes ♥

Jake apretó los puños y los dientes. ¿Por qué tenía que marcharse él?
Era su casa y ese tipo le estaba quitando a sus amigos. Tomó aire y
fue hasta ellos. Alex alzó una ceja al ver que se sentaba frente a él.
—Pensándolo mejor, me quedaré —soltó Jake antes de arrebatarle
de las manos una botella de tequila—. Trae eso aquí —dijo antes de
echarse un buen chorro de alcohol.
La sonrisa de Alex se ensanchó y su mirada brilló ante ese chico.

Kire estaba roncando sobre el sofá. David tiró de él para llevarle a su


cama, pero también estaba que se caía. Los tres restantes se
carcajearon. Jake se levantó junto a Alex y ayudaron a ambos a
llegar a sus habitaciones. Estaban borrachos y felices, no había
mejor sensación que esa. Shorty, con un cigarro en la mano, se rascó
la cabeza. Tirado en el sillón con ojos idos y una sonrisa imposible
de apagar, cogió su móvil.
—Tengo que llamar a Claire… —dijo levantándose a duras penas.
—¿No crees que no estás en tus mejores condiciones? —preguntó
Alex viendo a su amigo andar en zigzag hacia la puerta del balcón.
—Tengo que llamarla —se limitó a responder Shorty, con dificultad
para abrir la puerta.
Jake y Alex se rieron por lo bajo.
—Vale, Romeo —respondió Jake.
Alex se incorporó en el sofá y se dirigió a Jake.
—¿Es siempre tan cariñoso, o es el resultado de los efectos del
alcohol?
—Siempre es así.
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Desirée Arjona Peña ♥

Alex y Jake se rieron sin saber muy bien por qué. El de ojos claros
cogió una de las botellas y desenroscó el tapón. Acercó el vaso de
Jake.
—¿Crees que podrás beber más?
—Tengo el honor de poder decir que soy el que más aguanto del
grupo —presumió Jake.
Alex dejó deslizar el líquido sobre el vaso del moreno. Echó en el
propio también y cerró la botella.
—Los americanos creéis que sabéis beber, pero en Europa os
llevamos la delantera…, por no hablar de los asiáticos —dijo al
tiempo que tomaba un trago de su bebida.
Jake sonrió tras su vaso. Estaba solo con aquel tipo, con el que hacía
unas cuatro horas jamás habría pensado tener una conversación
agradable. Ahora estaba sonriendo, en realidad, sin ningún motivo,
como hacía tiempo que no hacía.
—Técnicamente, tú eres americano —apuntó Jake.
—No sé si nacer y vivir ocho años allí me convierte en americano.
Me siento más europeo.
—¿Nunca volviste? —preguntó Jake con curiosidad.
—Lo cierto es que no. Estados Unidos siempre me ha parecido una
mezcla de todas las culturas del mundo. ¿Por qué voy a querer
visitar la imitación cuando puedo ver lo real?
Sus rodillas podían tocarse a pesar de estar sentados en sofás
diferentes. Jake no hizo nada por alejarse, primero porque el alcohol
le nublaba la mente, y segundo porque no le importaba su contacto,
era agradable.
—¿No has querido nunca probar suerte con tu negocio en el país de
las oportunidades? —preguntó Jake tomando otro trago.
Alex negó con la cabeza. Cogió una de las rodajas de limón que
había sobre la mesa y tomó el ácido líquido antes de hablar.
169
Only Three Wishes ♥

—Demasiado explotado. Además, sigo prefiriendo la noche europea.


—Lo cierto es que es diferente —coincidió Jake.
—¿Y mejor? —preguntó alzando una ceja y ensanchando su sonrisa.
—Aunque te sorprenda…, me gusta mi país.
Le miró con curiosidad. Jake fijó su atención de nuevo en su vaso y
la botella de tequila. Alex miró casi embobado cómo el moreno pasó
ligeramente la lengua por el dorso de su mano, una lengua que se
moría por probar, para después echarse la sal en ella.
—Pensé que los rockeros odiabais América —dijo por decir algo, y
quitarse aquella imagen de la cabeza.
Jake levantó la mirada, sin sonreír.
—Que Green Day hiciera una canción llamando idiotas a los
americanos no quiere decir que todos los aborrezcamos…
El ojos claros se tensó.
—Lo siento —dijo avergonzado por sus palabras.
El moreno lamió de nuevo la sal, tomó su chupito de tequila, para
después morder el limón. Sonrió a Alex.
—Aunque tienen toda la razón —dijo entonces, casi con una
carcajada—. La mayoría son unos capullos engreídos.
—¿Tú eres de esos capullos engreídos? —inquirió Alex.
—No lo sé…, dímelo tú —dijo Jake resuelto.
—¿Quieres que te describa? —preguntó y Jake no contestó—. Muy
bien. No lo suelo hacerlo sin conocer a las personas..., pero ya que tú
lo hiciste sin conocerme…
—Eso ha sido un golpe bajo —dijo Jake recordando el día que se
conocieron.
Alex le ignoró, y se acercó a Jake. Éste no se movió, y dejó que el
chico se acercara.
—Creo que eres un crio —soltó de pronto Alex, haciendo que la
sonrisa de Jake se desvaneciera un poco—. Despreocupado, bocazas,
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Desirée Arjona Peña ♥

irresponsable, despistado... Pero eres inteligente y locuaz. Con una


lengua ágil y un don para la música. Jamás has tenido nada en la
vida, por eso te gusta luchar por lo que quieres. Eres ambicioso, pero
no exigente. También pienso que tienes un gran fondo. Sacrificado y
nada egoísta. Un poco chulo… Y seguramente en ocasiones,
demasiado confiado. ¿He dado alguna?
Jake se mantuvo largo rato en silencio mirando con extrañeza a
Alex. De pronto sonrió, y le señaló con el dedo.
—Jugabas con ventaja…, eres amigo de Shorty.
Alex imitó su sonrisa.
—Puede ser… Y tú, ¿sigues describiéndome como alguien que está
mejor trabajando a oscuras? —inquirió de pronto—. ¿Tan feo me
ves?
—Ni siquiera pienso molestarme en decirlo… Tú sabes cómo eres
—se limitó a decir Jake.
Alex se levantó de pronto, y se sentó junto a él. De nuevo sus
rodillas se tocaban, pero esta vez, sus rostros estaban mucho más
cercanos. Jake, extrañamente, no dijo nada ante tal cercanía. No
sabía si era por el alcohol, o por ese algo que le hacía querer estar
cerca de ese hombre.
—Me gustaría oírtelo decir a ti —dijo entonces Alex. Jake abrió los
ojos algo sorprendido por aquellas palabras. ¿Estaba tonteando con
él?—. Solo como una disculpa —se apresuró a decir éste—.
Cuestión de orgullo y venganza.
Alex se acercó unos milímetros a él. Estaba tan cerca que podía
sentir su respiración en su piel. Notaba la suya propia algo acelerada.
Automáticamente sus ojos fueron a sus labios. ¿Qué cojones le
pasaba?

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Only Three Wishes ♥

—Eres muy atractivo —le concedió. Y a Jake no le dio tiempo a


asombrarse de lo que había salido de sus labios. La sonrisa de Alex
le cegó.
—¿Solo atractivo? —preguntó éste.
Jake sintió una gota de sudor deslizarle por su nuca. Su boca se
entreabrió.
—Eres… increíblemente guapo —dijo como fuera de sí.
Alex sonrió triunfante. Cerró sus ojos y acercó sus labios a los de
Jake. El moreno también cerró sus ojos.
—Eso está mejor, pequeño —susurró justo cuando estuvo a un
centímetro.
De pronto, Jake abrió los ojos de golpe. Se apartó repentinamente de
Alex, como si de pronto fueran dos imanes que se repelían. Alex
abrió los ojos y le miró confuso.
—No me llames así —soltó Jake de pronto.
—¿Cómo? —preguntó aun sin comprender.
—No me llames eso —repitió, y su voz sonó tan tajante que Alex no
supo bien qué decir a continuación.
—Va-vale —titubeó.
Jake apartó la mirada de los ojos del otro chico, de pronto
avergonzado y acelerado. Sentía como si le hubieran lanzado un
cubo de agua fría. Se puso en pie.
—Será mejor que vaya a dormir.
—Espera —dijo de pronto Alex poniéndose también en pie. No
podía perder aquella oportunidad—. ¿Qué tiene de malo lo que te he
dicho?
Jake suspiró, se sentía ridículo. Alex le estudió con la mirada, y en
su mente, dio con la respuesta.
—Olvídalo, solo…
—¿Es lo que te llamaba tu ex? —le cortó Alex.
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Desirée Arjona Peña ♥

El tatuado abrió los ojos de par en par. ¿Tan transparente era?


—Sí —contestó con lentitud y seriedad.
Alex asintió. Lo suponía. Dio un paso hacia él.
—¿No lo has superado aun?
—Es complicado —respondió.
¿Por qué le estaba dando explicaciones a ese tío? Le acababa de
conocer y le estaba contando sus cosas como si las mereciera. Se
estaba acercando a él, y no hacía nada para evitarlo.
—Como todas las relaciones —dijo Alex—. Vamos siéntate. Puede
que parezca un idiota presuntuoso, pero sé escuchar.
—No lo niego, pero a mí no me apetece hablar de él.
—¿Él? —inquirió Alex. Jake no se sonrojó, ni se avergonzó de
haber confesado aquello. Aunque en realidad, Alex no parecía
sorprendido. Parecía saber muy bien que era lo que le gustaba. Alex
se mordió el labio—. Vamos, a cambio, yo te contaré algo a ti.
Jake bufó mirándole con desconfianza.
—Hablas como si tuvieras algo que me interesara saber —respondió.
Y ya tenía de nuevo a Alex pegado a él.
—Si no arriesgas no lo sabrás —dijo casi en un susurró, de esos que
hacen derretirse a cualquiera.
No hablaría de él con ningún desconocido, pero por extraño que le
pareciera, quería contárselo, como si Alex fuera un nuevo camino
que si cogía, significara olvidar el anterior, y sentir alivio y
liberación de un dolor que llevaba clavado en su pecho durante más
de medio año.
—Le llamaba Piolín… —dijo entonces, desesperadamente, como si
buscara una cura para tanto dolor. Quería que Alex se la diera. Pero
en su interior no podía negarle la cruda realidad. Tomó aire—. Y
estoy loca y perdidamente enamorado de él.

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Only Three Wishes ♥

Alex no pareció sorprenderse de que Jake le confesara que aún


amaba a dicha persona, más bien se sorprendió de cómo quería
guardar todo sobre él, como si alabara tanto a ese chico que
considerara que su nombre no era digno para un desconocido.
—¿Piolín? ¿Ni siquiera me dirás su…?
—Ahora tú —le cortó Jake.
Observó cuidadosamente el rostro de Alex. Estaba lleno de vida,
pero al mismo tiempo parecía no haber ninguna expresión en él. Se
pegó un poco más a Jake y sus pechos casi se podían tocar. Jake
esperaba una historia que le consolara, algo así como una anécdota
personal que terminara con la moraleja de que el dolor acaba y el
olvido llega. No fue nada parecido lo que oyó.
—Me gustaste desde la primera vez que te vi.
Se sintió como un avión que hubiera perdido la presión, clavado en
el suelo. Si Alex esperaba algún tipo de contestación, no podía
dársela. Una extraña atmósfera les rodeaba a los dos. Se rompió de
golpe cuando Shorty volvió a entrar. Jake se apartó repentinamente
de Alex.
—¿Os podéis creer que se ha enfadado conmigo por llamarla
borracho? —masculló molesto.
Alex compuso una expresión de fastidio. Miró a Jake, pero éste,
incómodo, ya no le miraba. Suspiró.
—Será mejor que me vaya… —cogió su cazadora y miró a su
amigo—. Adiós Shorty —Shorty le sonrió antes de desplomarse en
el sofá. Y entonces miró a Jake—. Buenas noches, Jake.
Jake no contestó, ni dijo nada después de que Alex saliera por la
puerta.

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Desirée Arjona Peña ♥

No tuvo unas buenas noches. Tenía la cabeza echa un lío. ¿Qué


quería? Lo sabía muy bien, pero, ¿y si eso se había acabado para
siempre? ¿Estaba condenado a esperar toda la eternidad por algo que
nunca llegaría? ¿Por algo que ya jamás le haría feliz? No sabía nada
de aquel amor, no había recibido noticias suyas desde su despedida.
¿Y si realmente ya no le amaba? ¿Y si de verdad quería acabar con
lo suyo? En ese momento podría estar al otro lado del océano
viviendo feliz con alguien, contrariamente a lo que él estaba
haciendo. Morir en vida. Esperar y esperar… sin ninguna certeza de
que al final volvería. Daba vueltas en la cama, quería arrancarse la
piel, en busca de una solución. Su móvil sonó entonces. Lo cogió y
vio un mensaje de Alex. Se apresuró a leerlo.

“Sé que te dará absolutamente igual, pero estoy hospedado en el


Hilton. Habitación 414. También sé que piensas que no es el mejor
momento, pero créeme, no hay otro mejor. Necesitas olvidar, y yo
puedo hacer que lo hagas. Te deseo como a nadie, Jake. Y tú
también me deseas aunque no lo quieras reconocer. Si tienes
curiosidad, por mínima que sea, estaré esperándote. Estoy en Berlín
hasta el sábado. Realmente, me gustaría que vinieras. Alex.”

No acudió al día siguiente. Shorty y los demás fueron a cenar con él.
Jake se excusó diciendo que no se encontraba bien, y no les
acompañó. Le hubiera gustado preguntarles a sus amigos, pero sabía
cuál sería la respuesta que le darían. Olvidar. Pero ellos no podían
entenderle. Olvidar significaría renunciar a lo que una vez le hizo la
persona más feliz del mundo, y aunque le estuviera matando por
dentro… no podía renunciar. Pero le gustaría tanto acabar con ese
175
Only Three Wishes ♥

dolor. Simplemente no le dejaba dormir, ni comer, ni reír, ni ser el


mismo… ¿Merecía ese dolor? Por otro lado, Alex era una tentación.
No podía sacar de su mente su rostro. ¿Y si él era su salida, su vía de
escape? Necesitaba saberlo, necesitaba saber que había una solución
para él… Dos días después Alex les invitó a salir a otro de sus clubs.
Jake tampoco. Shorty invitó al siguiente día a Alex a comer, pero
éste se excusó diciendo que tenía trabajo. Jake lo agradeció, porque
si le viera… no sabía lo que haría. Aquel viernes, volvió a pensar en
Alex. Se marcharía al día siguiente a París, y se acabaría su
oportunidad. Jake había decidido no verle nunca más, cuando se
encontró a sí mismo llamando a la puerta de la 414 del Hilton. Su
corazón estaba acelerado, y no sabía muy bien lo que iba a decir,
cuando la puerta se abrió. Alex, con unos vaqueros desgastados, una
camiseta sencilla, y el pelo húmedo por acabar de salir de la ducha
posiblemente, estaba ante él. Sus ojos se iluminaron al verle.
—Hola —dijo. Jake no respondió, se veía incapaz de moverse o de
hablar—. Mentiría si dijera que no estoy sorprendido, y también
mentiría si dijera que no lo esperaba —dijo con una sonrisa, antes de
apartarse de la puerta para dejar paso a Jake—. Pasa.
—En realidad, no sé si quiero hacerlo —dijo quedándose junto al
marco de la puerta.
—Bueno, has venido hasta aquí, ¿no? Yo creo que sí quieres.
Tenía razón. Jake dio un pasó, entrando en aquella lujosa habitación
de hotel, una que nunca podría pagar. Escuchó la puerta tras él. Alex
estaba apoyado en ella, expectante a las palabras del moreno. Jake
suspiró, suponía que debía decir algo.
—Que haya venido no quiere decir que… —comenzó a decir.
—Lo sé. Pero tienes curiosidad —dijo Alex. Despegó su espalda de
la puerta y se acercó a Jake—. Quieres saber por qué te sientes tan
atraído hacia mí —¿Por qué ese tipo parecía saber todo lo que
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Desirée Arjona Peña ♥

pensaba?, se preguntó Jake con disgusto. Alex estaba a un paso de


él—. Me gustas mucho, Jake —le confesó, dejando a Jake de nuevo
sin aliento—. Creo que a cualquier persona con dos dedos de frente
le gustarías…, y yo no soy nada estúpido.
La respiración de Jake se hizo fuerte, como la de Alex. Resopló, y
dio un paso hacia atrás.
—Estoy hecho un lío —dijo sin poder evitar apartar la mirada de
Alex.
—Pues no lo estés —contestó adelantándose y dejando a Jake
acorralado contra la pared—. Olvida lo que sea que te está ocupando
la mente, y dañando el pecho, y piensa en el aquí, y en el ahora —
Alex posó sus manos en las caderas de Jake—. Yo estoy aquí, y
ahora.
De nuevo sentía su cálido aliento sobre los labios.
—A mí también me gustaría olvidarme de todo…, dejar la mente en
blanco y… disfrutar, dejarme llevar… Pero…
—Preocúpate por la mañana —le cortó Alex—. Yo ya no puedo
esperar… ¿Tú sí?
Jake no contestó, y por primera vez en seis meses, todo pensamiento
de su cabeza se esfumó. Jake agarró el rostro de Alex, y le besó.
Quería ese cariño, quería ese tacto. Alex no dudó en devolverle el
beso. Le apretó contra él. No dudó en empezar a desvestirle, y no fue
tímido a la hora de conducirlo a su habitación. Quería disfrutar de
todo lo que un insensato y pobre loco había dejado escapar, y ahora
lo dejaba libre para él.

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Only Three Wishes ♥

Capítulo 8
Hacía poco menos de una hora que el sol había salido y Henry ya
estaba en el parque de siempre. Su corazón bombeaba con fuerza, su
pecho tomaba el oxígeno a un ritmo calmado y constante, como el
de cualquier deportista en plena forma. Llevaba unos pantalones
holgados que le permitían mover sus piernas con comodidad, su
camiseta estaba impecable, a pesar de llevar una hora corriendo, y
sus zapatillas estaban poco desgastadas. Cualquiera que le viera
pensaría que era la típica persona que se compra todo el equipo
necesario para ser un buen deportista, lo usa el primer día para
presumir, y después lo enterraba en el armario. Pero Henry no podía
evitar comprarse unas zapatillas nuevas en cuanto veía las suyas un
poco desgastadas. Tenía los auriculares en la oreja, no era
precisamente un amante de la música, prefería escuchar su propia
respiración, o el sonido de sus suelas deslizarse por el asfalto, pero
últimamente le gustaba distraerse para no perderse en sus propios
pensamientos. Escuchaba la radio, algún programa de deportes que
diera todas las novedades, o se ponía alguna de las pocas canciones
que le gustaba de la radio. Se había convertido en una rutina correr
en aquel lugar, ya podía reconocer cada cara con la que se
encontraba diariamente en aquel sitio. Jóvenes ejecutivas que corrían
con las gafas de sol, buscando un desahogo en sus trabajos, hombres
de cuarenta años queriendo recuperar la juventud que ya se les
agotó, el tipo que limpiaba el parque cada mañana, recogiendo lo
que los jóvenes tiraban en la noche. Nike se había detenido para
olfatear algo. Henry no se detuvo, sabía que su perro llegaría a él y
le adelantaría en unos segundos. Sus piernas seguían el trote. Habían
pasado dos años desde que se fracturó la pierna, ahora estaba como

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Desirée Arjona Peña ♥

nueva, solo una pequeña cicatriz dejaba en evidencia lo que una vez
le había ocurrido. Nike llegó hasta él y se colocó delante. Era
esbelto, rápido y muy ágil. No era por presumir, pero su perro estaba
hecho a su medida. Podía dejar para el arrastre a cualquier chucho
que se le pusiera por delante. A pesar de lo que muchos pensaran al
verle, no era ningún perro pijo. Podía comerse lo que fuera, y
aunque no era ya precisamente un cachorro, le encantaba jugar con
niños, jóvenes, adultos… Cualquier persona que se pusiera en su
camino. Era un auténtico huracán. En cientos de ocasiones Henry
había tenido que reconocer que no le podía seguir el ritmo. Siempre
lo llevaba con él cuando salía a la playa, a las canchas, o al parque
con sus amigos. A Chace le encantaba Nike, sobre todo porque nadie
atrapaba las pelotas como él, ni siquiera Chris, que era el running
back más rápido. También había puesto en ridículo en varias
ocasiones a Henry, quitándoles la pelota a unos completos
desconocidos, por ejemplo, que después se veían incapaz de
recuperar. Henry tenía que ponerse serio o sabía que tendría que
pagar una pelota nueva a todos los desconocidos. O cuando les
robaba perritos calientes a los despistados, o lamía los helados que
los niños dejaban a su alcance… Henry se disculpaba, pero no podía
culpar a su perro. Si se lo ponían tan a huevo, ¿qué iba a hacer? Su
perro no era tonto. Es más, era muy inteligente, y le encantaba fardar
de ello. Nunca pensó que pudiera sentir eso por un animal. Amistad,
porque era eso, verdadera amistad. Henry volvió junto a Nike a su
piso. Abrió la puerta y enseguida fue directo a su cuenco de agua.
Henry dejó las llaves en la encimera y se quitó la camiseta mientras
iba hacia el baño. Una ducha fresca como la mañana, sumado a una
hora de deporte, y estaba como nuevo. Agarró de su armario un traje
azul marino, junto a una corbata que hacia juego con sus ojos. Miró
su reloj de pulsera y fue directo hasta la puerta. Revolvió el pelaje
179
Only Three Wishes ♥

del cogote a Nike y se apresuró a salir. Llamó al botón del ascensor


y la puerta se abrió. Dentro pulsó para bajar. Cuando la puerta
comenzó a cerrarse, escuchó una voz que reconoció.
—¡Espera!
Henry no se molestó en parar la puerta. Cuando estuvo a punto de
cerrarse, una mano con uñas esmaltadas la detuvo. La puerta se
abrió, Monique le fulminaba con la mirada. Henry ladeó una sonrisa
sin poder evitarlo.
—¿No sabes lo que significa “espera”? —inquirió ésta, entrando
mientras se colocaba la chaqueta.
—Sabía que podrías llegar a tiempo. No me culpes por tener altas
expectativas sobre ti.
Monique bufó. Abrió su bolso y cogió de él su polvera. La abrió y
comenzó a retocarse mirándose en el diminuto espejo.
—Esta mañana cuando me he despertado ya no estabas —comentó
entonces ella. Cerró la polvera y miró a Henry—. ¿Tenías prisa por
algo?
—He salido a correr —se limitó a decir el rubio, con un gesto
indiferente.
—La próxima vez podrías traerme el desayuno a la cama.
Henry ladeó de nuevo una sonrisa.
—También sabía que podrías hacértelo sola.
Monique ladeó los ojos antes de devolverle la sonrisa.
—Menos mal que no busco en ti un chico romántico…, si no estaría
pérdida.
Monique, su adorada vecina, y su amiga con derecho a roce. Era una
mujer tan frívola, tan insensible, vanidosa y poco romántica como él.
—Si buscaras eso, nuestra relación hubiera terminado hace un año
—apuntó el rubio.

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Desirée Arjona Peña ♥

Monique asintió en señal de estar de acuerdo, cuando la puerta del


ascensor se abrió. Ella salió primero. Caminaron juntos hasta la
puerta. El portero les abrió, ninguno le saludó.
—Tengo algo que proponerte —dijo de pronto Monique.
—Esta noche no puedo. He quedado con una de esas chicas de un
solo polvo.
Monique bufó.
—No me refería a esta noche. Yo también he quedado con uno de
esos.
—¿Entonces qué es? Y por dios, espero que no quieras presentarme
a otra de tus amigas…
Monique le había presentado a varias de sus amigas modelos. ¿El
por qué? No lo sabía, pues Monique sabía perfectamente cómo era la
personalidad de Henry. Y no era por caer en el tópico, pero Monique
era la única modelo que Henry había conocido que no era tonta. Una
noche con cada mujer que Monique le había presentado era como
estar en una cita que durara días con alguien sin cerebro. Ni siquiera
el sexo valía la pena por aquel suplicio. No más modelos. Ahora
Henry se había dedicado a acompañar a sus colegas del bufete e ir a
los bares a los que iban las mujeres de negocios. Menos guapas, pero
más interesantes. Al menos las citas parecían durar lo que duraban.
Monique carraspeó antes de hablar.
—El mes que viene tengo una gala benéfica, y no me apetece invitar
a alguien que intenta conquistarme toda la noche —dijo con un gesto
lleno de desdén.
Henry alzó una ceja.
—¿Por eso prefieres llevar a alguien que pasa totalmente de ti?
Monique no se ofendió por el comentario. Henry era cruel, pero ella
también. Peores cosas le había dicho la chica al rubio.

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Only Three Wishes ♥

—Tú y yo nos entendemos —dijo antes de componer una sonrisa


pícara—. Además, sé que tú eres bueno en la cama, así que tengo
orgasmo asegurado.
Henry sonrió levemente por el comentario.
—Está bien —accedió—. Y ahora, si me disculpas, tengo prisa.
Monique vio cómo el rubio abría su flamante coche y entraba en él.
Miró a la calzada y levantó su mano para parar un taxi. Había
quedado a apenas unas calles de su casa, pero una noche con Henry
Woods, y a cualquiera se le quitaban las ganas de caminar a la
mañana siguiente.

La recepción estaba algo revolucionada aquel día. Henry acababa de


llegar, pero ya sabía qué ocurría. Habían anunciado que los junior,
los abogados de menos rango en el bufete, tendría la posibilidad de
pasar a ser asociados de la firma. Henry lo sabía porque su sénior, el
supervisor que llevaba su grupo, se lo había dicho en confianza.
Henry aún era un junior, por su poca experiencia y su corta edad, sin
embargo era el favorito de su jefe. Estaba ansioso porque le
ascendiera, y harto de que algunos tipos se creyeran más que él solo
por ser joven. El mundo de los adultos no era como el instituto o la
universidad, y no dejaban de repetírselo una y otra vez. Puede que
tuvieran parte de razón, pues ya no valía para todo su cara bonita,
aunque sí su carisma. Eso hizo que enseguida simpatizara con su
jefe, y por ello estaba seguro de que uno de los ascendidos sería él.
No quería confiarse, pero era mejor que cualquiera de los otros
junior de fuera o de dentro de su equipo. Su bufete estaba
182
Desirée Arjona Peña ♥

especializado en derecho mercantil. Se dedicaban a todo lo que el


derecho y el comercio incumbieran. Subió hasta su planta, donde él
y su equipo tenían sus despachos. Le encantaba, la decoración
minimalista dejaba entrar la luz natural de California. Jonah, uno de
sus compañeros de equipo, le esperaba junto al ascensor con un café.
—¿Te has enterado? —preguntó con una amplia sonrisa tendiéndole
el vaso, que Henry no dudó en coger.
—Ahora mismo —mintió Henry.
Jonah era un buen compañero. Era algo mayor que él, rondaría los
veintiocho años, se había licenciado en la facultad de Tulsa y decidió
marcharse de Oklahoma y probar suerte en una gran cuidad como
Los Ángeles. No tuvo gran fortuna hasta que consiguió entrar en el
bufete. Era trabajador, pero un poco imbécil, poco oportunista y algo
despistado. Henry no sabía ni cómo había podido llegar hasta allí
siendo aquel mundo un completo mar de tiburones. Él entre ellos.
—Ya se han rumoreado varios nombres. Y tú estás en la lista —le
susurró Jonah.
—¿Y qué más nombres se rumorean? —preguntó Henry sin ser nada
nuevo lo que le decía su compañero.
—Chalkin, Barrow, Freeman…
—¿Freeman? —bufó Henry—. Por dios, incluso Charlotte lo merece
más.
—Charlotte se ha quedado preñada —comentó Jonah.
—Mal momento para no usar protección.
Cruzaron la esquina y Henry vio la puerta de su despacho. Una
hilera de féminas estaban esperando fuera. Henry las miró con
horror.
—¿Han montado una peluquería en mi despacho o qué? —inquirió
entrando, y tras él Jonah—. ¿Quién coño son estas?
—Tus candidatas para secretaria —dijo como si fuera obvio.
183
Only Three Wishes ♥

Henry tiró su maletín a la mesa.


—¿Y qué hacen aquí?
Jonah soltó una pequeña risa.
—¿Esperarte?
—¿Tengo que elegirla yo? —se quejó el rubio al tiempo que se
bebía su café—. ¿A qué coño se dedica recursos humanos entonces?
—La mayoría de los tíos prefieren elegirla ellos mismos.
—¿Para qué?
—Para elegir una que esté buena —respondió como si Henry fuera
un bicho raro por no pillarlo al vuelo.
Henry se tensó entonces.
—Ah claro… —contestó sin la anterior molestia. Carraspeó y se
dirigió a la puerta—. Acabaré con esto cuanto antes…
En la fila habría unas quince mujeres, todas bien arregladas. Faldas
ceñidas que mostraran sus largas piernas, tacones altos, y sus caras
ligeramente maquilladas, lo justo para estar guapas sin que nadie
considerara que iban como una puerta. Las chicas se tensaron al ver
al quién sería su futuro jefe. Cuando entró al despacho se
preguntaron si sería aquel. No debía tener más de veinticinco años, y
era demasiado guapo. No parecía un abogado, al menos no uno real,
pero sí de esos que salen en las películas. Su presencia era
intimidante, las examinaba con la mirada, pero con algo de
indiferencia en el rostro, como si quisiese librarse de la tarea cuanto
antes. Cuando habló, todas las conjeturas se afirmaron.
—A ver, las que hayan tenido menos de un sobresaliente de media
en su título ya puede largarse.
Las chicas se miraron unas a otras confundidas. ¿Hablaba en serio?
Henry alzó una ceja.
—¿Todas tenéis un sobresaliente? —inquirió.

184
Desirée Arjona Peña ♥

Cinco de ellas, incómodas, salieron de la hilera para marcharse.


Henry se sorprendió al ver que permanecieron diez. Llevó ambas
manos a la espalda y las miró con severidad.
—Si alguna tiene el mal hábito de fumar, también se puede marchar.
Detesto el olor a tabaco —soltó con repugnancia.
Aquella vez, solo se marcharon tres, y sus miradas aún eran de total
incredulidad. Jonah, a su lado, le miraba igual, pero con una mezcla
de diversión.
—Y espero que si no tenéis como mínimo dos años de experiencia
no me hagáis perder el tiempo.
Otras tres, bajando el rostro, se retiraron. Quedaron cuatro de ellas.
Henry estaba pensando en cómo librarse de las que quedaban,
cuando una de ellas, con una mirada furiosa, habló.
—¿Y usted tiene como mínimo dos años de experiencia? Si le debo
sacar como cinco años… —le espetó indignada.
Las otras tres chicas miraron a aquella como si estuviera loca.
Llevaron sus ojos hacia el que podría ser su futuro jefe, pero no
parecía haberse molestado por aquellas palabras.
—Tú —dijo entonces señalándola—. Vete —dijo sin más—. He
podido oler tu aliento a tabaco en cuanto has abierto la boca —dijo
con una mueca de asco.
La chica abrió la boca totalmente ofendida. Se apresuró a cerrarla,
no iba a dar aquella satisfacción a aquel crío pretencioso. Cogió su
bolso y se giró.
—Capullo… —masculló.
Las restantes la maldijeron por soltar aquello y dejarlas ante el
peligro. Henry las miró.
—¿A alguna más le parezco un capullo? —inquirió. Todas se
apresuraron a negar con la cabeza. Henry sonrió levemente—. Pues
no sois muy avispadas…
185
Only Three Wishes ♥

—Bueno…, a mí un poco —dijo una tímidamente.


Jonah rió por lo bajo. Henry carraspeó.
—Tenéis un minuto cada una para decirme porqué tengo que
escogeros —señaló a la más próxima a él—. Empiezas tú.
Henry miró su reloj para cronometrar el tiempo. No pensaba
escuchar a esas tipas por más segundos.
—Pero… —balbuceó la chica, sin estar preparada para lo que le
habían mandado.
—¡Ya! —exclamó Henry.
La chica empezó a hablar pausadamente, pero en cuanto cogió
carrerilla, soltó todos los títulos que tenía, dónde había estudiado y
sus aficiones. Demasiadas para el gusto de Henry. La siguiente se
explayó, Henry tuvo que cortarla o veía que le diría hasta su tipo de
sangre. La tercera parecía la más tímida, pero consiguió rellenar el
minuto y no aburrir demasiado a Henry.
—Muy bien, tras mucho deliberar y bla, bla, bla, escojo a… ¿Cuál es
tu nombre? —señaló a la tercera.
La chica se apresuró a hablar.
—Maggie Calvin.
—Pues ya está —soltó Henry para alegría de la chica. Las otras dos
bajaron sus hombros decepcionadas. Henry entró inmediatamente en
su despacho seguido por Maggie—. Puedes empezar ahora mismo.
—¿Puedo saber por qué me ha elegido? —preguntó ésta.
Henry se sentó en su silla.
—Porque eres la que menos ha hablado, y no quiero a una pesada
como secretaría —le señaló su vaso vacío de café—. Necesito café y
que me pases todos los documentos del caso de Aymus Inc., y
cuando acabes ve a comprarme aspirinas, me duele la cabeza —dijo
masajeándose la sien.

186
Desirée Arjona Peña ♥

—Muy bien, señor Woods —dijo la chica con velocidad antes de


salir por la puerta.
Fue directa a la cafetería que había en aquella misma calle. Quería
agradar a su nuevo jefe, que parecía tan severo como guapo.

Barrow le estaba cabreando. Llevaban dos horas de reunión y el muy


terco no paraba de poner trabas a sus argumentos. Lo peor es que
solo lo hacía por jorobar, pues en realidad no tenía ni idea del
asunto. Henry había estado trabajando en ese caso dos meses, no iba
a dejar que aquel gilipollas le intentara sabotear para conseguir un
ascenso.
—¿Y qué propones, Barrow? —inquirió Henry comenzando a
querer estrangular a ese gilipollas.
—Pedir más de lo que le ofrecen al cliente —dijo haciendo que
Henry ladeara los ojos.
—¿Crees que no hemos estudiado todas las posibilidades? Compains
no necesita para nada a Aymus.
—Sería de cobardes no arriesgar —soltó Barrow.
—Sería de insensatos continuar —contrapuso Henry.
Las miradas de todos los asistentes de la sala de reuniones iban de
uno a otro, algunos divertidos por la situación, otros más bien
incómodos.
—Vale ya, dejad de mediros las pollas —soltó el jefe de ambos, el
señor Winslow—. Con perdón de las señoras —se apresuró a decir
mirando a las dos mujeres de la sala—. Voy a optar por la propuesta
de Woods. No necesitamos arriesgarnos más, tenemos lo que
187
Only Three Wishes ♥

queríamos —se limitó a decir el hombre, haciendo aparecer una


sonrisa en el rostro de Henry. Barrow apretó tanto los dientes que
Henry pudo oírlos rechinar—. Y ahora largaros.
Todos se apresuraron a irse de allí. Llevaban dos horas en aquel sitio
después de un largo día y lo único que querían era marcharse de una
vez a sus casas.
—Siempre lo que el niñato de tres al cuarto quiera… —masculló
Barrow al tiempo que salía.
—Relájate, Barrow —soltó Henry a sus espaldas. Éste se giró
bruscamente—. Puede que consigas algún éxito antes de jubilarte.
—¿Te gusta chuparla? —inquirió de pronto Barrow.
Henry se tensó y enmudeció de repente.
—¿Qué? —preguntó más sorprendido que cabreado.
—La polla de Winslow —contestó Barrow—. Lo debes hacer muy
bien para caerle así.
Henry frunció el ceño. Ya no era un crío, era una estupidez discutir
con aquel idiota de treinta años que no parecía crecer.
—Paso de ti, Barrow.
Caminó a su lado sin mirarle. Tenía mejores cosas que hacer para
perder el tiempo con aquel gilipollas. No más trabajo por aquel día,
unas cervezas con Chris, tal vez invitar a Chace a su casa para ver el
partido, y más tarde una cena con Sheila, una publicista que conoció
hace un par de noches. Sabía cómo terminaría, solo esperaba que
aquella vez Nike no ladrara demasiado. No le gustaban los
desconocidos, era muy exquisito para las personas que dejaba
acercarse a Henry. Fue a su despacho para recoger sus cosas y
largarse. Vio a su nueva secretaria levantarse de su asiento en cuanto
le vio.
—Tiene varias llamadas.
Henry no quería trabajar más, por lo que no cogería ninguna.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Mañana me das los mensajes —se limitó a decir Henry mientras


cogía sus cosas.
—Una es de su hermana.
Henry se giró, y la miró con curiosidad.
—¿Y qué dice?
—Se ha quejado porque no le cogía usted el móvil. Quería saber si
va a asistir a su graduación.
Cierto, su hermana terminaba aquel año la universidad. Era toda una
mujer, madura para su edad, inteligente, y bellísima. Todo lo que
Henry esperaría que fuese su hermana. Ya no la veía tanto como
antes, con suerte una vez por mes al menos. Ambos habían estado
ocupados, y aunque nunca lo admitiría delante de ella, la extrañaba.
Parecía mentira que ya no fuera la misma chica de quince años que
andaba enamorada de… Henry sintió un sudor frío en la espalda y
un pinchazo en el pecho. Agitó la cabeza y se dirigió a Maggie.
—¿Cuándo es?
—Este fin de semana.
Henry chascó la lengua.
—Ya he hecho planes… Mañana si vuelve a llamar dile que la
compensaré cuando vuelva a Los Ángeles —Henry se arregló el
traje y cerró su despacho—. Me voy a casa.
Se acercó a Maggie, y ésta casi se queda sin respiración. Henry
sonrió para sí, siempre tenía ese efecto en las mujeres.
—Buenas noches, Maggie.
La chica sintió sus piernas derretirse. ¿Cómo iba a trabajar para un
hombre que con hablarla la hacía enloquecer?

189
Only Three Wishes ♥

La luz roja iluminó las letras que formaban la frase “On air”. El
locutor acercó su boca al micro y habló.
—Aquí estamos de nuevo, y para los oyentes que se acaban de unir a
nosotros, hoy en Diamond Crew FM, tenemos a The Waste con
nosotros. Kire, Jake, David y Shorty están aquí conmigo —los
cuatros sonrieron. Shorty se acomodó los cascos con el mismo
entusiasmo que cuando entró—. Dos giras, un nuevo disco, y un
vídeo que ha superado el millón de visitas. ¿Cómo habéis vivido ese
salto a la fama? Contadme.
No era la primera vez que estaban en un programa de radio, pero
nunca se acostumbraban. Iban poco a poco, pero poder contemplar
por uno mismo cómo los sueños se hacían realidad, era una auténtica
gozada. Cada cosa que les ocurría era algo nuevo e inolvidable. Y no
solo Shorty parecía un niño en una tienda de chucherías, los demás
también. Kire se obligaba a mostrar una imagen “guay” como todos
los rockeros, estaba medio tirado en la silla con fingida expresión
aburrida, nadie lo diría después de haber entrado como mínimo tres
veces al baño antes de empezar.
—Bueno, hemos conseguido llegar a las listas en Alemania, Países
Bajos y Francia…, pero aún nos queda mucho para considerar
“fama” a lo que estamos viviendo —contestó David, siempre tan
digno.
El peli-azul no soportaba a los divos, por lo que se prometió jamás
convertirse en uno. Siempre contestaba la verdad y de la forma más
modesta posible.
—Es raro cuando te paran por la calle para pedirte fotos, autógrafos,
o dicen: “Mira es uno de los Waste”, pero eso es aquí, en Berlín o en
Ámsterdam, y claro, gente que escuche nuestro tipo de música. Es

190
Desirée Arjona Peña ♥

decir, que no creo que podamos considerarnos “famosos”. En


realidad, ni lo buscamos —contestó Shorty.
Jake sonrió disimuladamente. Algo le decía que esa respuesta la
tenía bien preparada y ensayada. El locutor les escuchaba
atentamente mientras leía en su pantalla de ordenador los mensajes
que dejaban los oyentes para ellos. En seguida volvió la vista al
grupo.
—Vosotros sois de Estados Unidos. ¿Sois conocidos allí?
Los cuatro se miraron unos a otros. Estados Unidos, parecía
inalcanzable tener seguidores allí. No es que en verdad lo
necesitaran, estaba bien allí, pero el hogar, siempre era el hogar, y ya
llevaban fuera dos años. David por ejemplo, era al que menos le
importó aquel inconveniente, no era demasiado amante de su patria.
Siempre había preferido el ambiente bohemio, urbano y artístico de
Europa. A Kire, le gustaba su país, y en ocasiones se sentía fuera de
lugar entre los europeos, puede que fueran demasiado secos…, pero
estaba con su grupo, cumpliendo su sueño, y era lo que importaba.
Shorty era el único que había pisado suelo americano en todo aquel
tiempo. La razón, Claire. Cada mes como mínimo volvía para verla.
Ella también les había visitado en ocasiones, incluso pasó gran parte
del verano pasado con ellos. La pareja llevaba bastante bien la
distancia. Y Jake…, bueno, prefería mantenerse alejado de allí.
—Uff, yo diría que no. Nos gustaría poder actuar en algún gran
escenario de nuestro país, pero por el momento no hay nada
previsto.
—¿Y qué países visitaréis entonces? —quiso saber el locutor.
—Haremos de nuevo una gira en Europa cuando saquemos el nuevo
disco —contestó David—. Pero nos vamos a tomar un respiro por
unos meses.
—¿Y cómo es no ser apreciados por vuestro propio país?
191
Only Three Wishes ♥

—Estados Unidos es muy grande, y hay millones de grupos como


nosotros —comenzó Jake a decir—. Nos sentimos muy afortunados
de poder vivir esto en Europa. No importa el lugar, sino la gente.
El locutor sonrió.
—Se nota que compones tú las letras, se te dan bien las palabras.
David acarició la nuca de Jake en un gesto cariñoso, y de acuerdo
con el locutor. Jake negó con la cabeza.
—Las componemos entre todos.
—En realidad, nosotros supervisamos —soltó Kire uniendo sus
manos—. Asentimos con la cabeza mientras nos lee lo que ha
escrito.
El locutor se echó a reír y miró de nuevo su pantalla, para ver la
siguiente pregunta de los lectores.
—Ok. Pasemos de preguntas serias. ¿Quién la tiene más grande? —
preguntó de pronto, haciendo estallar en risas al grupo.
—Sé con seguridad que no soy yo —admitió Shorty.
—Por eso le llaman Shorty —se carcajeó Kire.
—Y yo sé con seguridad que no es Kire —intervino Jake.
Kire dejó de reír, pero no objetó nada.
—David —opinó Shorty.
David sonrió orgulloso, y los demás volvieron a estallar en
carcajadas.
—Ahora elegid de entre los otros miembros, con quién os casarías,
con quién os acostaríais, y a quién ignoraríais.
David se llevó una mano a la cara. ¿Pero quién coño inventaría
aquellas preguntas?
—¿En serio? —inquirió David.
Con una risa gutural el locutor asintió divertido. Aquello le estaría
haciendo ganar muchos oyentes.
—Sí.
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Desirée Arjona Peña ♥

El peli-azul pasó la mirada por su grupo con algo de repugnancia al


imaginarse con ellos en cualquiera de las dos primeras opciones.
—¿Por qué nos miras con asco? —inquirió Shorty ofendido.
—Paso de imaginar ninguna de esas situaciones.
—¿La de ignorar también?
—Venga, capullo —dijo Jake dándole un manotazo.
David pareció pensárselo largo rato, y con una mueca, contestó al
fin.
—Me casaría con Shorty…
—¿Por qué, por qué? —quiso saber el locutor.
—Me da dulzura, no sé… —se limitó a contestar—. Me acostaría
con Jake, y obviamente ignoraría a Kire.
—¡Eh! —exclamó Kire ofendido.
—Yo nunca me casaría contigo, David, no podría soportarte toda
una vida —bromeó Shorty, pero David no se ofendió, ya que no
pensaba pedirle matrimonio a su amigo por muy loco que se volviera
el mundo—. Me caso con Jake, me tiro a David… y evito a Kire.
Kire iba a volver a replicar, pero una carcajada y las palabras de Jake
se lo impidieron.
—Yo lo tengo claro… Me caso con Shorty, me acuesto con David.
Y ya sabes el resto.
Los dos primeros se sintieron especialmente halagados, las
respuestas de Jake posiblemente fueran las que más contaran en
aquel juego.
—Pues yo os mandaría a los tres a la mierda —gruñó Kire.
—Sí, pero porque nosotros lo hemos hecho antes —le soltó David.
—Si fueras más limpio… —comentó Jake por lo bajo.
—¿Y quién creéis que es el miembro más popular? —volvió a
cuestionarles el presentador.
—Jake —contestaron los otros tres al unísono.
193
Only Three Wishes ♥

—Vaya, parecen estar todos de acuerdo —contestó el tipo


divertido—. Es cierto que eres del que más se comenta en las
páginas web —de pronto se calló, y apretó los labios mientras
desviaba la mirada en un gesto pensativo, como si estuviera
meditando las palabras que iba a usar a continuación. Su mirada fue
hasta Jake—. Hace poco hubo ciertos rumores sobre tu orientación
sexual… —dijo el presentador. Shorty y David se tensaron de
repente. Kire llevó sin ningún pudor sus ojos hacia Jake, que
mantenía una mirada inexpresiva que hizo sentir incómodo al
locutor. Puede que hubiera metido la pata. Se apresuró a hablar—.
No tienes que contestar si…
—Soy gay —contestó Jake entonces, con una leve sonrisa—. Creo
además que la mayoría de nuestros seguidores lo saben.
Kire llevó la mirada de su amigo al presentador. Su cara era un
auténtico show en ese momento, el batería no pudo evitar sonreír.
Un extraño silencio se produjo.
—Entonces no es justo el juego de antes. Para ti ha sido demasiado
fácil cabrón… —bromeó Shorty para restar tensión al asunto.
El locutor volvió su vista al micro apresuradamente.
—Y eso ha sido todo por hoy. Me despido de The Waste y espero
que puedan visitarnos pronto. Gracias por haber venido.
—A ti, Mark —respondió Kire con aire chulesco y dedicándole un
guiño.
—Y mucha suerte con vuestros futuros proyectos. Seguidnos todas
las tardes a la misma hora —se despidió.
Los presentes se quitaron los cascos y los dejaron sobre la mesa.
David se colocó el pelo, que había sido despeinado por el aparato
auricular. Jake se estaba colocando los pantalones cuando el
presentador se acercó a él.

194
Desirée Arjona Peña ♥

—Oye, siento si ha sido un poco violento… —respondió


avergonzado.
Jake supuso que el tipo no esperaba que fuera a contestar aquello,
esperaría que lo negara o que esquivara la pregunta, pero soltar
semejante noticia en el aire, jamás. El locutor debería alegrarse por
haber recibido semejante bombazo en su programa, pero estaba
avergonzado por su reacción. Jake le dedicó una sonrisa.
—No importa. Ha sido un placer —dijo antes de salir de la sala de
radio.
Los cuatro se dirigieron al ascensor sin comentar nada. No fue hasta
que las puertas del elevador se cerraron que Shorty habló.
—Vaya corte.
—¿Para qué me pregunta si la respuesta le va a chocar tanto? —
preguntó Jake con las manos metidas en los bolsillos.
—Es que la gente suele responder “sin comentarios” —replicó
David cuando la puerta se abrió.
Jake se encogió de hombros. Le daba totalmente igual, no era un
secreto para nadie, y si lo era, era un pobre ciego. Jerry les esperaba
fuera. Les abrió la puerta de la furgoneta.
—Menudos espectáculos montáis cada vez que habláis públicamente
—soltó con una mirada acusadora hacia Jake.
—¡Me ha preguntado! —se defendió éste.
—Entra en el coche —ordenó Jerry metiéndole casi de un empujón.
Jake resopló y se sentó junto a la ventanilla. Se puso su capucha y se
dispuso a ponerse los cascos. Jerry, se sentó en el asiento del
copiloto. En cuanto cerró la puerta se giró para mirar al grupo.
Agarró los cascos de Jake y tiró de ellos.
—Sé que no tienes ningún problema en admitirlo, pero deberíamos
hablar estas cosas antes de que las hagas públicas —dijo Jerry.

195
Only Three Wishes ♥

—Primero, el programa no nos manda las preguntas antes para que


podamos decidir qué decir, y segundo, yo no actúo pensando en la
gente. Yo soy como soy y punto.
—Ya lo sé, Jake. Solo te digo que la próxima vez… Bah, déjalo.
Haced lo que queráis —dijo volviendo su vista hacia delante.
Kire se encendió un cigarro y se recostó en su asiento.
—Somos rockeros, no queremos agradar a nadie —soltó subiendo
los pies al asiento de Jerry—. Nos drogamos, follamos con quien
sea, y nos importa una mierda la opinión de la gente.
Jerry se giró de nuevo mirando asqueado los pies de Kire.
—Recuérdame que no te deje jamás ser parte de la decisión de la
imagen del grupo —gruñó al tiempo que apartaba las pezuñas de
Kire. Miró a Jake—. Por cierto, Alex ha llamado.
Jake le miró extrañado.
—Si sabía que estaba en una entrevista.
—Por eso me ha llamado a mí. Me ha dicho que te pregunte si hoy
os veréis.
Shorty se adelantó a hablar.
—Hoy no —dijo—. He pensado que podríamos hacer algo los
cuatro…, ya que hoy empiezan nuestras vacaciones y eso…
Jerry entrecerró los ojos.
—Gracias por excluirme.
—No te ofendas, Jerry, es algo de Wastes…
—¿En serio? —inquirió David sin saber qué tramaba el guitarrista
del grupo.
—Por mí bien —contestó Jake—. Pero tengo que ver a Alex.
Mañana se marcha a París y no vuelve en una semana. A las diez
como muy tarde estaré en casa, ¿vale?

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Desirée Arjona Peña ♥

—Está bien —asintió Shorty con lentitud, y David no pudo evitar


fijarse en lo inquieto que parecía el chico. Le estudió con la mirada,
pero no llegó a averiguar qué se le pasaba por la cabeza.
—Genial —soltó Jake—. Entonces déjame en su hotel.

Hacía tiempo que no tenía un lugar fijo donde vivir. De hotel en


hotel, de cuidad en ciudad, sacar y meter una y otra vez la ropa de la
maleta. Alex tenía la habitación totalmente desordenada. Ropa,
zapatos, y objetos por todo el cuarto. Fue al baño vestido únicamente
con sus vaqueros, cogió la espuma de afeitar y se la esparció por sus
mejillas. Abrió el grifo del lujoso baño y mojó su cuchilla. Sus ojos
azules estaban algo rojizos. Que su trabajo consistiera en mantenerse
fresco y despierto toda la noche en ocasiones le desgastaba
demasiado. Su teléfono sonó. Se asomó sin dejar su tarea, viendo
que era su ayudante. No lo cogió, solo contestaría la llamada si era
Jake, su novio. Bueno, en realidad no sabía exactamente si lo era, el
moreno jamás hablaba claro con respecto a su relación. No le
atosigaba, pues estaban bien así, Alex no era una persona a la que le
gustara atarse a alguien, por eso Jake era perfecto. Demasiado para
ser verdad. No era alguien que le exigiera total atención, ni tampoco
él la buscaba, se compenetraban. Eran muy similares, compartían
gustos, aficiones y amigos. El sexo era increíble, era el mejor de los
amantes que había tenido. Había sido complicado hacerse con Jake,
pues era incapaz de hacer que se abriera a él y le contara sobre los
fantasmas del pasado que le atormentaban, o más bien, el fantasma.
No sabía su nombre, en realidad no sabía apenas nada de él, solo que
197
Only Three Wishes ♥

el moreno le llamaba Piolín. Ignoraba si era algo cariñoso o


despectivo. Ninguno de los Wastes le quiso hablar del tema, lo que
hizo que creciera más y más su curiosidad. Había sido una relación
larga, de esas que dejan a uno con medio corazón en el pecho. Jake
jamás le ocultó lo que había sido para él, y Alex pensó durante largo
tiempo que jamás le olvidaría. Pero el tiempo había pasado, y
parecía que eso había curado al moreno. Alex se enjuagó la cara y se
secó con una toalla limpia. Dos golpes en la puerta le hicieron
levantar el rostro. No fue una sorpresa encontrar al moreno con una
socarrona sonrisa, apoyado en el marco de la puerta.
—Has tardado mucho… —dijo Alex apartándose para que el
moreno pasara.
—En cuanto he acabado la entrevista —contestó Jake resuelto
entrando. Besó al de ojos azules, pudiendo respirar su exquisito
aroma—. Mmm, hueles bien.
—Gran entrevista… —comentó Alex.
Jake soltó una pequeña risa, y se apartó de él para sentarse en la
cama.
—¿La has escuchado? —preguntó divertido.
—¿Y quién no? Ahora debe estar rulando por todo internet.
El moreno dejó caer su espalda y se tumbó boca arriba en el mullido
colchón.
—Ni que fuera un secreto… —dijo quitándole importancia.
Alex tiró hacia el baño la toalla que había usado para la cara, sin
preocuparle de dónde hubiera caído. Se sentó junto a Jake y le pasó
un dedo por el cuello, acariciándolo.
—Bueno, para mí no lo era… Me hubiera gustado que ese tipo
hubiera preguntado por vuestra vida amorosa, así podrías decir de
una vez públicamente que eres mío. Empiezo a estar harto de todo el

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Desirée Arjona Peña ♥

que se te acerca peligrosamente —dijo dejando sus labios donde


acababa de estar su dedo.
—Aquí el que corre más peligro eres tú, de fiesta en fiesta.
—¿Celoso? —preguntó Alex, más interesando de lo que querría
sonar.
—En realidad no… —respondió incorporándose—. Los celos son
una cuestión de seguridad.
—¿Es el estribillo de una nueva canción? —preguntó Alex alzando
una ceja.
— No, ¿debería?
—Pues no lo sé… No deberías fiarte de mi criterio. Todo lo que sale
de tu boca me gusta —Alex sostuvo con sus manos el rostro de Jake
y acercó sus labios a los suyos. Sus lenguas no tardaron en tocarse, y
Alex pudo notar el piercing del moreno, que tantas veces le había
dicho que le enloquecía. Jake en un rápido movimiento, se colocó
sobre Alex. Sin dejar de besarle, se apretó contra él, y Alex jadeó
levemente. Jake se apartó sonriendo, para que ambos pudieran
respirar. Alex abrió los ojos. Acarició la mejilla del moreno,
mientras con la otra mano delineaba sus tatuajes. Se mordió el
labio—. ¿Salimos a cenar?
Jake apoyó su frente en el pecho de Alex.
—Hoy no puedo. Shorty quiere una noche de los cuatro.
Alex frunció el ceño. Agarró con sus dedos la barbilla de Jake y le
obligó a levantar el rostro.
—Es mi última noche aquí.
—Lo sé, pero se lo he prometido…
Alex dejó caer la cabeza al colchón y dejó de tocar a Jake. El
moreno se quedó quieto sobre él, esperando su reacción. Alex y él
nunca discutían, por nada, ni siquiera por el más insignificante
detalle. Era simplemente, que siempre estaban de acuerdo, se
199
Only Three Wishes ♥

entendían. Por eso, aunque Alex quisiera pasar toda la noche metido
en la cama con Jake, suspiró. Comprendía que quisieran pasar la
noche solo los cuatro.
—Está bien —dijo antes de besar a Jake y ponerse en pie.
Fue hasta la mesa que había en la habitación y cogió su reloj de
pulsera.
—¿Estarás aquí dentro de dos semanas? —preguntó Jake
observándole desde la cama.
—Espero que sí… ¿Por qué?
—Estoy convenciendo a Chris para que venga con nosotros a Malta.
Hacía un año que Jake presentó a Alex y a Chris. Su amigo no
objetó nada, pero Jake sabía que en un principio a Chris no le
gustaba nada Alex. No por nada en concreto, simplemente porque no
era… Pero tras pasar aquel fin de semana juntos en la nieve, no pudo
ocultar que aquel tipo le caía realmente bien. Alex también
simpatizó con Chris, aunque en realidad, por mucho que Jake
pensara, no recordaba a nadie a quien le cayera mal su amigo.
—Oh genial, así le devuelvo los esquís. ¿Vendrá con ese tal James?
—No, creo que ahora está interesado en un tal Peter.
—¿Ese hombre nunca se decidirá?
Alex, con una risotada, fue al armario para escoger una camiseta.
Jake observaba cómo la prenda se deslizaba por su escultural cuerpo.
Alex fue hasta el estuche de su teclado, para guardarlo y poder
llevarlo devuelta a Ámsterdam.
—No guardes el piano —le pidió Jake poniéndose en pie.
—¿Quieres tocar ahora? —inquirió extrañado.
—Quiero enseñarte algo.
Jake encendió el teclado. Alex tocaba el piano desde niño, y Jake no
había podido evitar pedirle que le enseñara. En un año consiguió
tocar casi tan bien como Alex. Pensaba incluir aquel instrumento en
200
Desirée Arjona Peña ♥

las canciones del nuevo disco, algo como lo que hacía Secondhand
Serenade en Fall for you, Bruce Springsteen en Backstreets o Derek
and the Dominos en Layla. Había compuesto varias, aunque sentía
que hacía tiempo que no componía como antes. Sus dedos pasaban
por las teclas convencidos, pero su mente no lo estaba. Alex
escuchaba tras él. Cuando Jake acabó, miró al chico para saber su
opinión.
—Me gusta.
Jake compuso una mueca.
—Claro que te gusta —soltó, y su voz sonó molesta, sin saber por
qué. Dándose cuenta del tono que había usado, se apresuró a
arreglarlo—. Soy un genio.
Alex sonrió y se sentó junto a él.
—Tocas así de bien porque te enseñé yo —dijo. Jake sonrió
socarronamente y abrió la boca apunto de soltar un comentario para
hacer de rabiar a Alex, pero éste no le dejó—. Pero sí, eres un genio.
Era raro cómo oír palabras confortables, no le halaga ni le agradaba.
Jake se quedó pensativo. Faltaba algo. Su pecho, su cabeza, su
cuerpo se lo decían.
—¿Sabes que estar contigo es tan fácil como respirar? —dijo Jake
entonces.
Alex sonrió ante las palabras de Jake, y se apresuró a besarlo con
una efusividad que el moreno no usó. No había sido un cumplido.

Shorty se movía de un lado a otro mientras Jake, Kire y David


devoraban las pizzas sabor barbacoa que habían pedido. Agradecía
201
Only Three Wishes ♥

que sus amigos no le prestaran atención en ese momento, ya que era


un total manojo de nervios. Kire arrebató rápidamente el último
trozo de pizza a Jake y David, y los otros dos comenzaron a gritarle
y a intentar quitarle la porción. Sin embargo, Kire la defendía
dándoles patadas. Los otros se dieron por vencidos. Jake se levantó a
por unas cervezas mientras David se quejaba por lo poco rentable
que salía vivir con Kire.
—Deja de culparme, y culpa a tu lentitud. Es la única causante de
que tengas un trasero desnutrido —le espetó Kire.
David entrecerró los ojos y le fulminó con ellos. Decidió ignorarle y
se dirigió a Jake.
—¿A dónde iremos de vacaciones?
—Yo me voy unos días a Malta con Alex —contestó Jake tomando
un trago de su cerveza.
—¿Puedo ir? —preguntó Kire.
—No.
—Pensé que íbamos a pasarlas juntos —dijo David algo
decepcionado.
—Siempre estamos juntos. De todas formas las pasaremos, solo me
iré… una semana. Dos como mucho.
—Ya sabes lo que dicen, tiran más dos pelotas que dos carretas —se
burló Kire.
Jake se volvió hacia él y le lanzó a la cabeza uno de los bordes de la
pizza.
—Que te den.
—Tíos —se escuchó de pronto la voz de Shorty—. Hay algo que
tengo que decir.
—¿Qué? —preguntó Jake acomodándose en el sofá, mientras se
comía un trozo de queso que había quedado en la caja.

202
Desirée Arjona Peña ♥

Kire seguía comiendo, y David luchaba contra su botellín de cerveza


para abrirlo. Shorty respiró hondo y se puso en pie frente a ellos.
Ante el gesto, los demás le miraron confusos.
—Uhhh, ¿te pones de pie para decírnoslo? —preguntó Kire.
—Es importante.
—Esto promete —afirmó el batería.
Todos quedaron en silencio, expectantes, pero lo único que se
escuchó fue el segundero del reloj del salón. David le miraba con
preocupación, sin saber qué perturbaba a su amigo. Shorty removía
sus manos.
—¿Qué cojones pasa? Habla ya —instó Jake impaciente.
—¡Ya voy! —exclamó Shorty.
—Es que te tiras media hora para… —comenzó a decir Jake, pero
fue acallado por las palabras del bajito.
—Claire y yo nos vamos a casar —dijo con velocidad, para soltarlo
de una.
Se hizo el silencio. La expresión de los tres Wastes restantes estaba
de piedra. Debían haber escuchado mal, seguramente Shorty había
hablado tan rápido que no habían podido entender bien las palabras.
O puede…, que todo se tratara de una broma. Jake sonrió.
—Qué buena, Shorty —dijo comenzando a reír.
Shorty frunció el ceño acallando la risa del moreno.
—Lo digo en serio.
—¿La has preñado? —inquirió Kire.
Shorty abrió la boca de par en par.
—¡Claro que no!
Kire miró desconcertado a David y a Jake, para después mirar a
Shorty.
—¿Entonces por qué te casas?
—Porque la quiero —soltó Shorty como si la respuesta fuera obvia.
203
Only Three Wishes ♥

Hablaba en serio, ahora se daban cuenta.


—Shorty…, tienes veinticuatro años —dijo David con lentitud.
—¿Y? —inquirió molesto por las palabras de sus amigos,
hablándole como si fuera un crío tonto—. Avril Lavigne se casó con
Deryck Whibley cuando solo tenía veintiún años, Chris Robinson de
The Black Crowes se casó con esa actriz que está tan buena que solo
tenía veintitrés… ¡Macaulay Culkin se casó a los diecisiete!
—Ah bueno, si Macaulay Culkin se casó a los diecisiete entonces
está bien —soltó Jake con sarcasmo.
—¿Te has estado documentando? —inquirió David incrédulo y
sorprendido.
Shorty se sonrojó, por suerte no tuvo que contestar. Jake alzó una
ceja.
—Dime Shorty, ¿cuántas de esas parejas siguen casadas?
—Kevin Jonas se casó a los veintidós años y sigue con la tía —
comentó Kire.
—Gracias, Kire —dijo Shorty al creer a alguien de su parte.
—No, si no era por ayudar, era para que vierais que también estaba
informado sobre el tema.
—Shorty, hablando en serio, casarte no es una cosa de broma… Es
algo serio —dijo David intentando devolver los pies de su amigo a la
tierra.
—¿Ella te ha dicho que sí? —preguntó Jake.
—¡Pues claro que me dijo que sí! —la duda le ofendió.
—¡¿Y cuándo?! ¡¿Cómo ocurrió?! —quiso saber Kire.
—El día de su graduación. Me puse de rodillas, le enseñé el anillo
y…
—¿Con anillo y todo? —preguntó Jake sin poder imaginar a su
amigo arrodillado con un anillo entre las manos mientras decía: ¿Te
quieres casar conmigo?
204
Desirée Arjona Peña ♥

—¡¿Pero quién te piensas que soy?! ¡Tenía anillo, discurso y todo lo


que se necesita en una pedida!
—Pedida… —bufó con burla Kire, dirigiéndose a Jake y David—.
¿Quién usa en este siglo esa palabra?
Shorty se puso rojo de rabia y estalló.
—¡Os estoy contando que la mujer de mi vida y yo nos vamos a
casar, ¿y es lo único que sabéis decirme?! ¡Sois los primeros a los
que se lo cuento, y en vez de alegraros por mí, me soltáis chorradas
y me decís que se me ha ido la cabeza! ¡Es importante para mí,
gilipollas! ¡Sois mis mejores amigos, mis hermanos! ¡Joder!
Cuando calló, sus amigos se encogieron en sus asientos
avergonzados. Puede que no hubieran reaccionado como debían.
—Lo siento, Shorty. Nos ha pillado un poco de sorpresa —se
disculpó Jake poniéndose en pie. David le imitó.
—Nos alegramos mucho por ti.
Shorty sonrió levemente. Kire se puso también en pie y golpeó con
su manaza la espalda del prometido.
—Sí tío, Claire está muy buena. ¡Enhorabuena!
Shorty bufó y ladeó los ojos.
—Eso era lo que tendríais que haber dicho en cuanto lo he soltado,
capullos —dijo, se fundieron en un abrazo, y enseguida les entró la
euforia.
—¿Y cuándo será? ¿Y cómo será? ¿En plan en una playa desierta y
todos borrachos o qué? —comenzó a preguntar Jake de pronto
entusiasmado.
A la única boda que había asistido era de un prima de su madre, algo
que prefería olvidar.
—Sí, ¿cuándo? Debemos preparar la despedida de soltero —quiso
saber Kire, ya comenzando a maquinar en su mente.

205
Only Three Wishes ♥

—Bueno, hemos decidido hacerlo en agosto —hizo una pausa antes


de continuar—, y será en Los Ángeles.
—¿Por qué? —preguntó David entonces.
Shorty se mordió el labio, y miró a Jake.
—Claire no quiere dejar fuera a su familia…
Y como si Kire y David hubieran caído en la cuenta de algo, también
llevaron sus miradas a Jake. El moreno sabía lo que eso significaba.
El pulso se le aceleró de repente. No pudo evitar que su mirada se
llenara de pánico, con una mezcla de nostalgia, anhelo, y miedo…
No sabía lo que se le estaba pasando a Shorty por la cabeza, ni
siquiera sabía lo que se le estaba pasando a él, pero aquella noche él
no era el protagonista. Hizo un esfuerzo por sonreír.
—O sea… ¿Que será una de esas bodas con esmóquines, flores, un
cura y gente sobria? —preguntó de nuevo con una alegría no del
todo sincera.
Shorty se carcajeó aliviado y avergonzado.
—Supongo que sí.
—Pues habrá que volver para prepararlo todo, ¿no? —preguntó
Jake, luchando por no sonar inseguro, con todo aquel revuelo que
sentía en ese momento dentro de él.
Shorty asintió efusivamente. David y Kire rieron.
—Volvemos a casa —gritó David antes de volverles a unir en un
abrazo.
Y ni esos gritos, risas, saltos, ni la cerveza de pronto cayendo por sus
cabezas, le impidieron oírse a sí mismo en su cabeza, con una voz
sin aliento y un tono que rozaba ese límite entre la felicidad, el pavor
y la tristeza;
A casa…

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Desirée Arjona Peña ♥

Capítulo 9
Era sábado por la mañana. Henry le lanzó el balón a Chace,
haciendo que éste marcara otro tanto para ellos. Chris aplaudió y se
secó el sudor con su camiseta de los San Francisco 49ers. Jugaban
con otros tres tipos que parecían tener muy mal perder. Nike,
observaba a un lado. Henry le había regañado un par de veces por no
dejar de meterse en el juego. Ahora estaba tumbado sin poder hacer
otra cosa. Chace marcó otro tanto, y al hacerlo derribó a uno de sus
contrincantes. El tipo se puso de pie con la mirada llena de ira y dio
un empujón a Chace. La discusión fue hasta tal punto que Henry y
Chris tuvieron que meterse. Uno de los tipos se encaró con Henry,
demasiado cerca y de forma amenazante. Nike se levantó
repentinamente, y se colocó ante el rubio, gruñendo y mostrando los
dientes a aquel tipo. Henry se apresuró a agarrarle y a tirar de él.
Mejor marcharse, a pesar de que esos tíos merecían una buena
sacudida. Se sentaron en las gradas del parque. Chace, aun cabreado,
despotricaba contra aquellos tipos. Chris miró a Nike y le sonrió.
—Te has ganado un premio —dijo dándole el trozo que le quedaba
de perrito caliente.
—¡No le des esas porquerías! —exclamó Henry arrebatándoselo
antes de que llegara a la boca de su perro.
—¡¿Cómo osas llamar porquería a un perrito caliente?! —dijo Chris
indignado.
Nike le miró con esos ojitos irresistibles que ponía para que le diera
aquel manjar. Henry no podía evitarlo, aquellos ojos le podían.
Suspiró.
—Anda come… —dijo dándoselo. Nike se lo comió de un bocado y
Henry sonrió y le sacudió cariñosamente—. Te hubiera dejado

207
Only Three Wishes ♥

morderles si no fuera porque después el que tendría problemas serías


tú.
Chace soltó una carcajada recordando algo.
—¿Visteis la cara del tío cuando Nike se le echó encima?
—Sí —contestó Chris, echándose también a reír.
—Yo no pude. Tuve que cogerlo para que no le arrancara la
cabeza… Pero seguro que fue memorable.
Una pareja pasó frente a ellos haciendo footing. Chace no pudo
evitar clavar sus ojos en la mujer. Rubia, con una malla que le
marcaba sus curvas y un top que dejaba poco a la imaginación. A
Chris casi se le cayó la baba al ver a su pareja. Con músculos
marcados pero sin exagerar, un buen bronceado y un cabello color
cobre de lo más sensual. Henry ni se fijó en ellos. Hacía tiempo que
no miraba de esa manera a nadie. En realidad, ni lo buscaba. Se
sentía de nuevo como en el instituto, todos hablando de amor y de
atracción, y él pensando que jamás sentiría algo así… al menos, de
nuevo. Cuando la pareja pasó de largo, Chace se volvió hacia sus
compañeros.
—¿Os hace ver el partido esta noche en mi casa?
—Me apunto. Pero debes traer a ese tío del bar —dijo Chris con una
pícara sonrisa.
Chace le miró confuso.
—¿Mi amigo Joe?
—Ese —asintió Chris con una extraña sonrisa. Chace entrecerró los
ojos.
—¿Para qué le hagas sentir igual de incómodo que me hiciste sentir
a mí? —inquirió con algo de rencor.
—En mi defensa diré que Jak… —Chris cerró la boca de golpe.
La atmosfera cambió de repente. Chace y Chris llevaron
disimuladamente sus ojos hacia Henry. Sus hombros se habían
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Desirée Arjona Peña ♥

tensado. Apartó la mirada con expresión seria. Chris se mordió el


labio y Chace carraspeó y se apresuró a cambiar de tema.
—Henry, ¿tú vienes?
Tardó unos segundos en contestar, pero finalmente, quitó esa rara
expresión que había compuesto.
—No puedo. Esta noche ceno con mi hermana y mi padre —
contestó.
Claire no pareció molestarse por la ausencia de Henry en su
graduación, pero sin embargo, el rubio se sintió un poco culpable, y
aunque no le apeteciera especialmente una cena en familia aquella
noche, y perderse por ello un partido, debía asistir. Además, hacía
meses que no veía a su hermana pequeña, en cierto modo, extrañaba
su compañía.
—Oh sí. ¿Cómo está la pequeña Claire? —preguntó Chris de pronto
con una sonrisa—. No la veo desde febrero —comentó.
Henry le miró con curiosidad y confusión.
—¿Qué hacías con ella en febrero? ¿Haces planes con mi hermana?
—inquirió.
La expresión de Chris se tornó incómoda. Había metido de nuevo la
pata…
—Fuimos a esquiar juntos con unos amigos —se limitó a decir
desviando la mirada.
Henry solo tardó un segundo en descubrir lo que se escondía tras esa
frase. Dejó escapar el aire de su pecho con resquemor y miró hacia
el frente.
—El caso es que no fui a su graduación…, así que esta noche
cenamos los tres —dijo sin mirar a sus amigos y poniéndose en
pie—. Me marcho, nos vemos mañana. Vamos, Nike.

209
Only Three Wishes ♥

El perro se apresuró a seguirle. Ambos amigos se quedaron mirando


a Henry marcharse con él. Cuando le perdieron de vista, Chace se
volvió fulminando con la mirada a Chris.
—Genial, ya le has cabreado… —le acusó.
—No puedo evitar que en ocasiones se me escape —se defendió
Chris y bajó la mirada con algo de pena—. Los dos son amigos
míos.

En cuanto llegó al restaurante, fue directo al bar. Llegaba algo


pronto, por ello se decidió a pedir una copa. Aquel era uno de los
restaurantes del que su padre era dueño. Un lugar de ambiente
elegante, refinado, y muy caro, si no, su familia no podría costearse
tales estudios, sus coches, sus casas y su nivel de vida. Henry, con
un traje oscuro y una camisa azul marino, bebía de su copa con
lentitud. Una chica se acercó a hablarle a los minutos de llegar.
Henry la cortó rápidamente diciendo que esperaba a alguien. Un
poco molesta, se marchó de allí. Henry miró su reloj de pulsera en el
momento en el que escuchó una voz a sus espaldas.
—No puedes evitar que las mujeres se te echen encima, eh.
Henry se volvió, encontrando a su hermana.
—Claire —dijo éste.
Su hermana sonrió mostrando unos perfectos dientes blancos. Su
pelo rubio estaba ondulado, y le caía sobre uno de sus hombros.
Llevaba un vestido blanco de coctel nada escotado, con una falda de
vuelo. En la cintura descansaba un accesorio dorado que combinaba
a la perfección con su cabello. Estaba preciosa, incluso más mujer.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Hola, hermanito —contestó Claire.


—Estás… guapa —dijo sin querer concederle a su hermana un
adjetivo que demostrara lo impresionado que estaba.
Claire soltó una pequeña risita.
—Gracias. Tú también estás guapo —se sentó en el taburete de al
lado—. ¿Papá no ha venido aun?
—Es un hombre ocupado.
El barman se acercó a ellos.
—¿Quiere algo señorita?
—Tomaré lo mismo que él —dijo Claire señalando la copa de
Henry.
El camarero desapareció para preparar la bebida de la joven. Henry
la miró con extrañeza.
—Es ginebra.
—Mientras no sea whisky —respondió Claire.
Henry alzó una ceja.
—¿Ahora eres una bebedora profesional?
—Bueno, tengo ya veintidós años, Henry, no es como si hubiese
empezado a beber ayer. Hace un año que soy una adulta con todas
las de la ley —dijo con tono altanero y en un gesto orgulloso.
Su hermano bufó ante la bravuconería de Claire. El camarero dejó la
copa y Claire tomó un gran sorbo de ella.
—Creo que las juergas universitarias te han dejado tocada.
—Mira quién fue a hablar —bufó Claire. Se acercó a él y le lanzó
una mirada suspicaz—. ¿Recuerdas la fiesta de Halloween de tu
último año de instituto?
—Sí —respondió Henry con lentitud.
Claro que la recordaba, como cada momento de aquel raro y
maravilloso año. Su cuerpo se volvió a encoger, como siempre hacía
cada vez que pensaba en él.
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Only Three Wishes ♥

—Tenías diecisiete años y eras el más borracho de todos los que


estábamos allí —dijo ella con una sonrisa maliciosa al recordar a su
hermano disfrazado de Batman y con una borrachera de campeonato
encima.
—Puede ser… —se limitó a decir Henry.
Tomó un tragó de su copa, necesitándolo desesperadamente. Aquel
no estaba siendo su día. No había ni un día en el que no pensara en
aquel chico, pero aquello estaba siendo demasiado. Parecía que el
mundo le estaba enviando una señal.
—Siento lo de tu graduación —dijo entonces cambiando de tema.
—Bah —soltó Claire haciendo un gesto con la mano quitándole
importancia al asunto—. Solo era yo con un diploma y un sombrero
ridículo… No te perdiste nada.
En realidad, agradeció de manera desmedida que su hermano no
asistiera, y agradeció también que su padre se marchara pronto.
Acababa de hacer su discurso, y en cuanto bajó del escenario, con su
diploma en la mano, Shorty apareció y la sacó de allí. Claire no
entendió nada y su novio parecía no querer decirle qué ocurría. De
pronto vio el cenador que estaba en medio del campus, decorado con
luces y pétalos blancos. Claire no sabía de qué iba todo aquello.
Estaba ahí de pie, vestida con su túnica y gorro de graduación, sin
comprender nada. Shorty cogió una guitarra acústica y comenzó a
tocar I do de Westlife, un grupo que jamás gustó al chico, pero que a
ella le encantaba. Shorty también detestaba cantar, a pesar de no
tener una mala voz. Cuando acabó el primer estribillo, dejó la
guitarra a un lado, se metió la mano en el bolsillo y se arrodillo.
Cuando Claire vio el anillo, se llevó ambas manos a la boca. Debía
reconocer que no escuchó las palabras que Shorty pronunció a
continuación, estaba demasiado alucinada. Solo esperaba que
hubiese dicho “¿Quieres casarte conmigo?”, porque ella comenzó a
212
Desirée Arjona Peña ♥

decir repetidas veces “Sí”, y se lanzó con él al suelo para besarle.


Afortunadamente fue lo que le preguntó, y ahora llevaba un anillo en
el dedo, que trataba de que Henry aún no viera.
—Te noto diferente —dijo de pronto su hermano.
—¿Ah sí? —preguntó ésta de pronto nerviosa.
—Debe ser porque no vas de negro, ni con esos ojos pintados que te
hacen parecer un mapache.
Eso tranquilizó a Claire. No estaba segura si lo que se notaba a una
mujer en la cara era estar embarazada o a punto de casarse.
—Hoy he decidido dejar ese estilo. Quiero tener contento a papá —
respondió esta vez siendo ella la que necesitaba un buen trago de su
copa.
—¿Es que vas a pedirle dinero? —preguntó Henry divertido.
—Algo así —contestó Claire.
Los cinco minutos restantes hablaron del trabajo de Henry y de la
carrera de Claire. Su padre apareció ante ellos pasado ese tiempo.
—Siento llegar tarde —dijo cuando estuvo al lado de sus hijos.
—No importa, papá —contestó Claire con una gran sonrisa y
poniéndose en pie.
—¿Cómo está mi licenciada en psicología? —inquirió dando un
beso en la mejilla a su hija—. Estás preciosa.
—Gracias, papá.
El señor Woods se volvió hacia Henry y le dio una palmadita en el
hombro.
—Hola, hijo. Te veo muy bien.
—Está claro que no lo suficiente para alcanzar a Claire —bromeó
lanzando una fingida mirada de disgusto a Claire. Su padre sonrió y
les hizo una señal para que fueran al comedor.
—Vamos, sentémonos.

213
Only Three Wishes ♥

Pidieron sus platos cuando les trajeron el vino. El señor Woods no


dejó de hablar sobre las diferentes posibilidades de Claire en el
campo de la psicología, y claro estaba, en todos los lugares en los
que podría meterla él mismo.
—Creo que me buscaré la vida por mí misma, papá —contestó
Claire.
Su padre emitió un leve gruñido. Sus platos llegaron.
—¿Y cuándo empezarás a buscártela?
—Quiero tomarme un año sabático y conocer un poco el mundo —
dijo Claire pinchando uno de sus raviolis.
El señor Woods oscureció su expresión y Henry entornó los ojos.
Claire ya había provocado una discusión, y la cena no había hecho
más que empezar.
—¿Qué tontería es esa?
Claire, sabiendo que había metido la pata, decidió no seguir con el
tema. Cambió de estrategia y sonrió inocentemente a su padre.
—Sí, estudiar en Cambridge. Puedo sacarme un master o un
postgrado allí. A mamá le haría mucha ilusión.
Esperó la reacción de su padre. Entonces, el hombre asintió,
conforme.
—Es una buena idea —le concedió volviendo a su plato.
Claire sonrió aliviada y también se metió otro trozo de pasta en la
boca. Henry la miró con sospecha. Tramaba algo, y estaba tanteando
el terreno. Se pasó el resto de la noche observándola. Evitaba
conversaciones problemáticas. Cuando llegaron los postres, Henry
dejó de prestar atención al asunto, tal vez simplemente quería
contentar a su padre. Estaba comiendo su tiramisú mientras contaba
a su padre su último caso y su posible ascenso. Claire se movió el
pelo nerviosa, pues en cuanto su hermano terminara de hablar, era el
turno de anunciarlo.
214
Desirée Arjona Peña ♥

—Es una gran noticia, Henry. Quizá en otros dos años te nombren
asociado sénior —dijo el señor Woods palmeando de nuevo la
espalda de su hijo.
Claire suspiró, al menos su hermano le había puesto de buen humor.
Bebió un trago de su copa y se dirigió a ambos.
—Bueno, ya que hablamos de grandes noticias…, yo también tengo
una —dijo con una risa nerviosa.
—¿Más? —preguntó su padre—. Creo que tú ya has cumplido. Te
has graduado con honores —dijo con claro orgullo.
Henry sonrió al tiempo que bebía agua de su copa.
—Espero que recuerdes eso cuando termine de hablar —contestó
Claire con el mismo nerviosismo.
La sonrisa de su padre se tornó confusa de pronto. Henry llevó la
mirada hacia su hermana. Dejó la copa y la miró con gravedad y
sospecha.
—¿Qué has hecho? —inquirió.
Las palabras que había usado su hermano no sonaban nada
tranquilizadoras. Había estado complaciente y nerviosa toda la cena,
y ahí estaba la razón. Claire respiró hondo. ¿Cómo empezar? Quizá
lo mejor fuera soltarlo de golpe, total, la conmoción sería la misma,
de eso estaba segura. Ni Henry ni su padre sentían simpatía por
Shorty, en realidad, podría asegurar que su padre ni sabía quién era,
a pesar del tiempo que llevaban juntos, y la de veces que les había
presentado. Ninguno acogería la noticia con agrado, por lo que era
difícil decir algo que sabía que no iba a gustar. Eran unas palabras
que no querían ser escuchada en aquella mesa, sin embargo, las
pronunció.
—Me he prometido —soltó, directa y veloz, para no poder echarse
atrás.

215
Only Three Wishes ♥

Tenía el rostro algo agachado, sin querer mirar de pronto a los ojos
de los demás comensales, sin embargo, el silencio tan largo que se
produjo, la hizo elevar la mirada. Su padre parecía descompuesto, y
Henry… la miraba como si un chimpancé acabara de sentarse sobre
ella.
—¿C-cómo? —consiguió decir su padre.
No supo qué reacción le molestó más. Tal vez la de Henry. Sabía
que ambos se lo tomarían mal, pero a su hermano solo le faltaba
escribir sobre la frente de Claire la palabra “locura”.
—Me voy a casar —dijo, y esta vez no sonó asustada ni insegura. Es
más, su voz sonó más valiente de lo que en verdad se sentía.
Su hermano agravó esa mueca de estupefacción.
—¿Que, te vas, a casar? —inquirió él arrastrando las palabras.
Claire elevó el mentón antes de contestar.
—Sí.
La cabeza de Henry se volvió entonces hacia su padre, que ahora
fruncía el ceño, pero se le veía igual de confuso. Claire vio que la
atención de Henry volvía a ella.
—Ya decía yo que eras muy joven para beber… —soltó de pronto
cogiendo la copa de Claire y alejándola.
Las mejillas de Claire se encendieron llenas de rabia.
—¡No estoy borracha, imbécil!
—Dudo mucho que estés sobria si dices barbaridades como que te
vas a casar —dijo su hermano con desdén.
Claire le fulminó con los ojos.
—No es ninguna barbaridad. Me lo han pedido y he dicho que sí.
—¿Entonces estabas borracha cuando aceptaste? —inquirió con algo
de menosprecio y burla en la voz.
Los dientes de Claire se apretaron con rabia contenida.

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Desirée Arjona Peña ♥

—Estaba perfectamente —dijo entre dientes, y apretando los puños


para no gritar a su hermano.
—¿Y se puede saber con quién? —habló de pronto su padre.
—Con mi novio desde los dieciséis años, papá —dijo entornando los
ojos.
Aquella pregunta estaba tan fuera de lugar a esas alturas, que solo la
hizo cabrearse aún más. Henry se volvió a su padre, que estaba
totalmente perdido, y le hizo un gesto con la mano que evidenciaba
la baja estatura del futuro marido con mofa y algo desprecio. Claire
abrió la boca indignada, pero su padre entonces, entendiéndolo y
cayendo en la cuenta, habló.
—¿Ese tal Kevin? —preguntó.
—¡Es Shorty! —exclamó Claire.
—¿Shorty? —inquirió ante la rareza del nombre.
—Bueno, Solomon —se corrigió Claire.
Henry soltó una risita por lo bajo. Su hermana iba a replicar de
nuevo, pero el señor Woods continuó.
—¿Un judío? —preguntó, y en su voz se notó algo de escándalo.
Claire cerró los ojos y se masajeó la frente.
—No, papá, no es judío.
—Menos mal… —dijo con alivio, llevándose la copa a los labios.
—Pero si lo fuera, ¿qué? —le espetó Claire.
Su padre dejó la copa, ignorando las palabras de la joven, y como si
hubiera podido cobrar la serenidad que había perdido hace un
momento, la miró con seriedad.
—Claire, deja de decir tonterías. Eres demasiado joven.
—¿Qué importa eso? Si estoy segura, estoy segura.
—Precisamente que tomes decisiones así me hace estar seguro a mí
de que eres muy joven —contestó su padre.

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Only Three Wishes ♥

—Eres una mocosa tonta —soltó de pronto su hermano—. ¿En qué


demonios estabas pensando?
Claire llevó los ojos de su padre, a su hermano, y de su hermano a su
padre, con la misma indignación en cada mirada.
—¿Sabéis qué? Podría haberme ido a La Vegas a casarme, haberlo
hecho a escondidas sin que ninguno de vosotros se enterara, porque
sabía cuál iba a ser vuestra reacción —les espetó de pronto—. Pero
no. Le dije a Shorty que quería una boda en la que estuviera mi
familia, quería haceros parte de ello. Que mi madre me ayudara a
escoger mi vestido, que mi hermano me dijera lo preciosa que estaba
vestida de blanco, y que mi padre me llevara al altar. Pero supongo
que es demasiado difícil para vosotros —escupió con rabia.
Mientras su padre pareció ablandarse con aquellas palabras, su
hermano solo pareció encenderse aún más.
—¿Te piensas que es un juego? —inquirió con desaire—. ¿Cuatro
estúpidos te quiero te crees que son razón para hacer algo así? No es
un vestido, unos ramos de flores y una gran fiesta en la que poder
reírte. Es tu futuro. Lo que hoy te parece amor y el que te parece el
hombre de tu vida, mañana puede que no lo sea. Y ya no podrás
hacer borrón y cuenta nueva, niñata. No es jugar a las casitas ni a ser
mayor. ¡Joder Claire, comienza a vivir en el mundo real! —exclamó
Henry, haciendo enmudecer tanto a su padre, como a su hermana,
que ya no había rabia en su mirada, sino sorpresa.
—Encima con ese Waste idiota —soltó Henry, y aquellas palabras
sonaron con verdadero asco y repulsión—. ¿Qué te espera a su lado?
No tiene nada. ¿Qué sabe hacer? ¿Tocar la guitarra? ¿Piensas vivir
con un imbécil que seguramente acabe bajo un puente con un
instrumento con solo cuatro cuerdas? O peor aún… manteniéndole.
Es un puto yonqui que se piensa que la vida es su propio parque de

218
Desirée Arjona Peña ♥

juegos, sin preocuparse de nada, solo de pasarlo bien. ¡¿Eso es lo


que quieres?! ¡¿Acabar atada a eso?!
Los ojos de Claire estaban húmedos, no por las duras palabras que
estaba usando su hermano contra la persona que más amaba en el
mundo, ya que sabía que no estaba hablando de él. Solo había un
sentimiento que describiera lo que sentía en aquel momento por su
hermano… Lástima.
—Me das pena, Henry —dijo entonces con voz serena y tranquila.
Su hermano abrió los ojos sorprendido. Claire bajó la mirada y
agarró la servilleta que estaba sobre su regazo—. Lo siento, pero yo
no puedo ser como tú —dijo con el mismo desprecio que había
usado Henry. Se puso en pie, y tiró la servilleta a la mesa—. No
puedo renunciar al amor de mi vida solo porque mi familia no lo ve
con buenos ojos.
Acto seguido, se marchó. La punzada que sintió Henry fue
aplastante, tanto, que su propio cuerpo se vio incapaz de moverse
entonces. Sus ojos seguían clavados en el mismo lugar, y a su boca
seca, le fue imposible pronunciar palabra.
—Iré a hablar con ella —escuchó a su padre a su lado, pero no se
volvió a mirarle.
Estaba completamente solo en la mesa cuando la rabia comenzó a
inundarle. ¿Cómo se había atrevido aquella estúpida mocosa a
decirle semejantes palabras? No solo por la dureza con la que las
había usado, sino por lo que significaban. ¿Cómo había podido usar
un golpe tan bajo? No quería que su mente se llenara de esos
pensamientos, no quería. La odió en ese momento, por hacerle
pensar en ellos y volver a sentir el dolor en carne viva. Se puso
repentinamente en pie. Salió del restaurante y les buscó. Su hermana
iba a saber por qué la gente le consideraba un capullo. Les localizó
en la solitaria terraza. Fue a entrar, pero se quedó clavado en el
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Only Three Wishes ♥

marco de la puerta. Su padre la miraba con severidad. Henry se


ocultó, puede que no hiciera falta que él mismo le diera un
rapapolvo, su padre se lo daría.
—No voy a cambiar de opinión digáis lo que digáis —escuchó
Henry a Claire—. No es algo que os esté consultando, os estoy
informando. Estoy segura de mi decisión. Ahora es vuestro turno de
decirme si queréis ser parte de ello o no.
Henry apretó los dientes, pensando en lo estúpida que era. Esperó
con ansias la dura respuesta de su padre, pero no llegó. Confuso,
Henry se asomó levemente. Escuchó entonces a su padre suspirar.
—Desde que tú y Henry erais niños he querido que tuvierais un
futuro brillante. Reconozco que siempre os he intentado conducir
hacia el que yo consideraba correcto, porque os quiero, y no puedo
evitar querer lo mejor para vosotros, aunque para vosotros ese
“mejor” no sea el mismo.
Eso es, pensó Henry para sí, ahora dile que no puede casarse con ese
gilipollas.
—Ambos habéis tomado decisiones que no me han gustado… pero
os dejé tomarlas, porque creo que todos tenemos derecho a
equivocarnos —escuchó decir a su padre.
El pecho de Henry se encogió al saber cuál era la decisión que su
padre le había dejado tomar durante cuatro años, a pesar de que no le
gustaba.
—Y aunque yo no desee que paséis por ello, supongo que no lo
podré evitar —su padre volvió a suspirar—. Lo que quiero decir, es
que siempre me mantendré a vuestro lado, sea lo que sea que os haga
felices, permaneceré con vosotros —dijo.
Henry se mordió el labio. Aquello era cierto, y él lo sabía mejor que
nadie, pero aun así, no podía dejar hacer aquello a Claire… No solo

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Desirée Arjona Peña ♥

por ella, sino por él mismo. Henry sabía lo que significaría aquello.
Le volvería a ver. No, por favor, eso no, pensaba Henry.
—Pero, por favor, no me culpes por querer evitar vuestros errores —
escuchó a su padre pedir a su hermana.
—Debes dejar de considerar todas las decisiones que tomemos y que
no son de tu agrado como errores —le soltó Claire.
—Lo siento, Claire, pero para mí ese chico no es el adecuado para ti,
y nunca lo será. Eres mi hija, y no veré merecedor a nadie de ti. No
estoy de acuerdo… y estoy furioso contigo —Henry sintió el alivio
al escuchar aquellas palabras de su padre. Sin embargo, continuó—.
Pero no quiero que nos apartes.
—Y no lo haré —escuchó decir a su hermana.
Henry apretó los dientes. Su respiración de pronto se agitó, nerviosa
y acelerada. Se apresuró a largarse de allí. Claire seguía abrazada a
su padre. Cuando se apartó, le miró con una pequeña sonrisa.
—¿Podrías tratar de ser agradable con Shorty?
—No —contestó su padre sin dudar.
Claire suspiró.
—En realidad, no esperaba otra cosa.

Seguía enfadado. Incluso pensó en no asistir a la estúpida boda, pero


descartó aquella idea rápidamente. ¿Qué clase de hermano sería
entonces? No podía concentrarse. Ya había anochecido, y él seguía
en su despacho. Tenía un montón de trabajo. Era un momento
crucial para él, y simplemente, no se podía concentrar. Maggie tenía
puesta la radio con el volumen bajo, ya que solo estaban ellos dos en
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Only Three Wishes ♥

la oficina. A Henry no le importó, no era la música lo que le distraía,


sino su rostro. Ese rostro que llegaba a él por lo menos una vez al día
y le hacía trizas el corazón. Ahora estaba continuamente en su mente
porque sabía que volvería a verle, y para bien o para mal, lo haría.
¿Qué pasaría entonces? Había logrado mantenerse de una pieza
porque no le había visto en todos aquellos años… Pero, ¿ahora qué?
Pensó en todas las noches que lloró en su cama pensando en lo lejos
que estaban el uno del otro, y en lo agradecido que estaba de que así
fuera, porque si no, habría ido a buscarle sin pensarlo. La distancia,
fue lo que le salvó, y lo que acabó con él. Henry hizo una bola con
uno de los papeles que tenía en la mesa, y lo lanzó a la papelera.
Falló. Resopló. Se puso en pie y cogió el estúpido papel del suelo.
Escuchó tras la puerta que una nueva canción sonaba en la emisora.
Volvió a sentarse.

“Es solo otra noche, y estoy mirando a la luna. Vi una estrella


fugaz, y pensé en ti”.

Escuchó qué decía el tipo de la canción. Genial, pensó Henry con


ironía.

“Tú estás al otro lado. A medida que el horizonte se divide en dos.


Estoy tan lejos de verte… Puedo ver las estrellas, desde América.”

Y de pronto, una lágrima cayó por su mejilla. Estúpida canción,


estúpida letra, estúpida música…

“Y sé que estas cicatrices sanarán, mientras nuestros corazones


sangren. Todas estas estrellas nos guiarán a casa.”

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Desirée Arjona Peña ♥

Henry cerró con fuerza los ojos. Se puso en pie repentinamente, y


sin preocuparse por su expresión rota, abrió la puerta de golpe.
Maggie tecleaba ajena al mundo. Elevó la mirada cuando sintió la
presencia de su jefe.
—Quita eso —le dijo éste.
Maggie no le entendió bien por el sonido de la radio.
—¿Esto? Es Ed Sheeran. ¿Le gusta? Es la banda sonora de esa
película de los chicos con…
Henry agarró el cable del aparato y tiró bruscamente de él, casi
arrancándolo de golpe. La música dejó sonar, y solo entonces su
corazón sintió un poco de alivio. Henry se volvió a incorporar, y fue
cuando Maggie vio su rostro. Volvió a su despacho y cerró de un
golpe. La chica no pensó en ningún momento si su radio había
sufrido algún daño, solo podía pensar en las lágrimas que caían del
rostro de su jefe, como gotas de agua en un cristal.

Las gotas de agua caían sobre el cristal. El cielo de Ámsterdam


estaba totalmente gris. Jake conducía su coche hacia el aeropuerto.
Acababa de despedirse de Alex, el chico no podría ir con ellos de
vuelta, ya que tenía algunos asuntos que resolver. Aun así prometió
reunirse con ellos en cuanto acabara, para preparar la boda de uno de
sus mejores amigos. Jake no sabía si le entristecía o le alegraba que
Alex no pudiera tomar el avión junto a ellos. Ed Sheeran sonaba en
la radio. Le gustaba aquel pelirrojo inglés. Sus letras eran muy
buenas, y aunque su estilo a veces pecaba de blandito, era agradable
escuchar sus melodías. Era una canción que no había oído nunca.
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Only Three Wishes ♥

Alex, que era un gran aficionado a la música inglesa, le había dicho


que el cantautor había compuesta una canción para aquella
película… Bajo la misma estrella. Jake subió el volumen para
escucharla. Los primeros versos le hicieron perderse inmediatamente
en sus pensamientos. Una letra con demasiadas similitudes, o sus
pensamientos demasiados contaminados como para no pensar
directamente en él. Sus ojos se humedecieron incontrolablemente.

“Vuelvo al tiempo en el que estabas acostado a mi lado. Miré al


otro lado y me enamoré.”

Jake escuchó un sollozo salir de él. Apretó los labios, sintiéndose de


pronto débil, pues parecía que pasara el tiempo que pasara, siempre
sería su espina clavada en el corazón, y aquella persona en la que
siempre piensa con las canciones de amor. Jake paró el coche a un
lado de la carretera sin poder más. Golpeó el volante con rabia, una
y otra vez, mientras lloraba.

“Todo me lleva de vuelta a ti. Así que, ¿puedes ver las estrellas
sobre Ámsterdam? Tú eres la canción por la que mi corazón está
latiendo.”

Se apoyó en el reposacabezas y dejó ir sus lágrimas, sin luchar por


contenerse. El universo era un hijo de puta con él. Jamás se separaría
completamente de aquel chico que le había robado el corazón. Jamás
conseguiría desligarle de su vida. Y claramente, jamás podría
olvidarle.

“Todas estas estrellas nos guiarán a casa… Puedo ver las estrellas
desde América.”
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Desirée Arjona Peña ♥

La taza de café se le había quedado fría sobre la encimera de la


cocina. Chris se había olvidado completamente de ella cuando su
jefe le llamó por teléfono para saber si había acabado los informes
que le pidió. Obviamente le dijo que sí, pero nada podía estar más
lejos de la verdad. En cuanto salió aquel viernes de la oficina en lo
único que pensó fue en ir de fiesta con sus amigos, no en terminar
los estúpidos informes. Ahora se veía sobre el escritorio del salón
tecleando sin parar en el portátil, mientras el buenorro de turno que
conoció la pasada noche en el bar se duchaba. Guardó rápidamente
cuando acabó, y se lo envió al gilipollas de su jefe. Satisfecho, se
levantó de la silla y fue hasta su taza de café. En el mismo momento
en el que el café entró en su boca, lo escupió. Estaba asqueroso.
Mientras tiraba aquella porquería, llamaron a la puerta. Miró el reloj.
No esperaba a nadie. Atravesó el salón para llegar a la puerta
principal y sus ojos se abrieron por la sorpresa al descubrir quién
era.
—¿Qué haces tú aquí?
La cara de Jake, en un momento sonriente, pasó a una mueca de
disgusto.
—Qué gran bienvenida…

225
Only Three Wishes ♥

Chris hizo de nuevo café, para ambos. Sentados, bebían sobre la


barra americana. El piso de Chris estaba bastante ordenado, a pesar
de que el chico no era precisamente alguien que se preocupaba por
ese tipo de cosas. Su casa era muy luminosa, tal y como lo era la
personalidad de Chris, alegre y vivaz.
—¿Cuándo llegaste? —preguntó con su taza blanca en la mano.
—Hace una semana —contestó Jake.
Chris le miró con recelo.
—¿Vuelves a Los Ángeles y tardas una semana en visitarme?
—Mi madre me ha tenido retenido —dijo en su defensa—. ¿Sabes lo
que es para una madre ver a su hijo dos días al año?
—Lo cierto es que no. La mía no quiere verme ni aunque sea uno.
—¿En Salt Lake City no se toman bien lo de no ser mormón? —
bromeó Jake, sabiendo que Chris nació en el estado de Utah.
—No, eso te lo perdonan. Creo que lo que les molestó fue mi afición
a tirarme al chico de la ferretería.
Jake soltó una pequeña risa ante aquello. Chris era un total libro
abierto, jamás se había avergonzado por nada que hubiera hecho en
la vida. Pocas veces le había visto triste o desanimado, era una
persona que no se dejaba avasallar o hundir tan fácilmente, por ello,
Jake le admiraba. Muchas personas deberían ser como él.
—¿En la trastienda? —preguntó Jake con una sonrisa pícara.
—Teníamos la decencia de ir a su camioneta… la mayoría de las
veces.
—Si tan mal le sentó a tu madre, ¿por qué te pagaron la universidad?
—Precisamente para mantenerme lejos. Pero mira, salí ganando.
Ahora podría ser un gay de pueblo, trabajando en el taller de mi
padre, pero gracias a que me consideran una deshonra soy un gay de
cuidad, que trabaja en una agencia.
226
Desirée Arjona Peña ♥

—Creo que eres la persona más positiva que conozco —dijo Jake, y
lo decía con verdadera admiración.
—Gracias —se limitó a decir Chris. De pronto una extraña mirada se
pasó por su semblante—. Así que… ¿Habrá boda? ¿Por eso habéis
vuelto?
Cuando Jake llamó por teléfono para contarle la noticia a Chris, éste
ya estaba enterado. No le sorprendió, ni tampoco necesitó preguntar
cómo se había enterado. El chico se alegró un montón de la noticia,
no solo porque realmente apreciaba a la parejita, con la que tantas
veces había salido, sino porque además adoraba las bodas. Jake le
aseguró que nada estaba aún confirmado, ya que sabía que los padres
de Claire no pondrían las cosas nada fáciles. Pero, afortunadamente,
la semana pasada Claire llamó a Shorty con grandes noticias. Dos
días después estaban en un vuelo de vuelta a casa.
—Bueno, las cosas han estado un poco turbias… Pero parece ser que
sí, en agosto.
—¿Tienes ya mi invitación?
—Siento decirte que aún ni las han escogido. Pero puedo firmarte
una servilleta que asegura que estás invitado.
—Esperaré la pomposa invitación.
—Sí, y espera algo cursi y clásico —le aseguró Jake—. La madre de
Claire, que es una de esas mujeres con collar de perlas y chaqueta de
botones que salen en las cajas de detergente, va a encargarse de todo.
—¿Esas con moños sin un pelo fuera, que van a todas las reuniones
de sociedad para criticar a la madre que ha dejado que su hija salga
con el chico del pendiente en la oreja? —inquirió Chris divertido.
—Esa es —contestó Jake con una sonrisa burlona—. ¿La conoces?
—No, pero debería presentarle a mi madre —ambos se echaron a
reír—. ¿Puedo estar presente cuando conozca a Shorty?

227
Only Three Wishes ♥

Jake iba a advertirle que lo mejor era estar a kilómetros de distancia.


No conoció jamás a la madre de Claire, pero había oído hablar de
ella en incontables ocasiones, y sabía y entendía por qué Shorty
temía conocerla. Alguien apareció tras Chris, un tipo alto de pelo
dorado. Parecía el típico surfero de aquellas playas.
—Oh, no sabía que estabas con alguien —dijo Jake cuando le vio.
Chris se giró, y vio al chico con el que había estado toda la noche
metido en la cama. Se volvió hacia Jake.
—Yo tampoco me acordaba… —le susurró. Jake sonrió ante el
cambio repentino de Chris, que ahora sonreía al surfero
ampliamente—. Jake este es…
No se acordaba.
—Bruce —dijo el tipo.
—Bruce —repitió Chris—. Este es Jake.
Jake le tendió la mano, éste se la sostuvo, pero mirándole con algo
de recelo.
—Me quedaría a desayunar, pero debo irme —dijo el tipo mirando
únicamente a Chris.
—Claro, te llamaré.
—¿Tienes mi número? —preguntó.
—Sí, sí. Lo apunté —dijo acompañándole a la puerta.
Jake sonrió para sí, estaba seguro de que no lo había hecho. Ambos
desaparecieron de su vista. Jake sacó un cigarro de su chaqueta, y se
lo encendió antes de que Chris llegara de su despedida en la puerta,
con el señor Olas. Jake le lanzó una mirada insinuante.
—¿Ganas lo suficiente para todo ese montón de condones que
gastas?
Chris le ignoró, estaba pensando en otra cosa.
—¿Te ha pasado algo interesante desde que estás aquí? —preguntó
con verdadera curiosidad.
228
Desirée Arjona Peña ♥

—¿Qué quieres decir? —preguntó Jake.


—Ya sabes… —dijo con una inocente sonrisa—. Algún encuentro
incómodo entre tú y alguien que no ves desde hace dos años…
Jake se quedó varios segundos clavándole la mirada. Después,
apartó la vista y dejó caer la ceniza de su cigarro en su ya terminada
taza de café.
—No le he visto —respondió entonces—, y no creo que lo hagamos
hasta que sea inevitable.
—¿En la boda?
Jake asintió.
—Tan solo entonces.
Había pensado mucho sobre ello. No tenían por qué encontrarse
hasta entonces. Aunque estuvieran en la misma ciudad de nuevo,
Los Ángeles era enorme. Ni siquiera solían frecuentar los mismos
lugares. Ninguno de los dos tenía nada que ver con la preparación de
la boda, y además, iban por partes diferentes de los novios. Y en el
caso de que ocurriera… Bueno, él no tenía por qué ocultarse.
—No se tomó muy bien lo de la boda —comentó Chris.
—No me sorprende… Shorty nunca le cayó bien.
El tono del moreno era cortante. Jake, al contrario que el rubio, no le
había prohibido mencionar al otro. Lo evitaba simplemente por no
hurgar en la herida, sin embargo, aquella vez parecía más incómodo
de lo normal por el tema. Chris supuso que ya tendría bastante con
tenerle cerca… No necesitaba que alguien le atosigara.
—¿Cuándo llega Alex? —preguntó entonces.
—Está arreglando unos asuntos en Ámsterdam. Vendrá en cuanto
acabe —dijo dando una última calada al cigarro y dejando el filtro
en la taza.
—¿Se quedará en tu casa?

229
Only Three Wishes ♥

—Prefiere quedarse en un hotel. No soporta la… poca higiene de


Kire.
—Ni él ni nadie —dijo Chris con una risa—. En cuanto llegue
saldremos por el centro. Hay que demostrarle que en Los Ángeles
nos lo pasamos tan bien como en Europa.
—Hecho —dijo Jake antes de levantarse de la silla—. Y ahora, si me
disculpas, debo irme. Kire, David y yo debemos preparar una
despedida de soltero. Te apuntas, ¿verdad?
—¿A gritarle a una stripper que se quite el tanga? ¡Claro! —dijo con
exagerado sarcasmo.
Jake sonrió y cogió su chaqueta de cuero antes de dirigirse a la
puerta.
—Chris, si tú te casas algún día, te prometo que en tu despedida
habrá todos los surferos que quieras.
—Prefiero los rockeros —respondió.
Jake le guiñó un ojo, y salió del piso de su amigo. Cuando Chris
estuvo solo, fue directo al baño, para poder quitarse aquel olor a
surfero de la piel. Solo se había quitado la camiseta, cuando escuchó
la puerta. Se apresuró a salir del baño y abrir.
—¿Se te ha olvidado algo? —preguntó justo antes de abrir y
encontrar a Henry ante él.
Chris abrió los ojos de par en par. Se quedó mudo, pues si Henry
estaba ahí… probablemente se había cruzado con…
Henry, con expresión seria, enarcó una ceja.
—¿Vas a dejarme pasar o qué? —preguntó no demasiado amable.
Chris dio un respingo y se apresuró a apartarse. Fue hasta la cocina,
y dejó lo que parecía una bolsa de Starbucks.
—¿Quién pensabas que era? ¿Has pasado la noche de nuevo con uno
de esos tíos que encuentras en un bar? —inquirió mientras sacaba
unos muffins de la bolsa, los favoritos de Chris.
230
Desirée Arjona Peña ♥

El chico estudió con la mirada a Henry, buscando cualquier rastro


que delatara que se había encontrado con el moreno. Parecía estar
como siempre, y Chris estaba seguro de que si Henry se encontrara
con Jake, estaría de todo, menos como siempre. Suspiró.
Seguramente había sido por unos míseros segundos. Se sentó en el
taburete.
—Sí… Se llamaba Kurt, o Jules… —dijo intentando recordar.
—Jules es nombre de tía —repuso Henry agarrando las tazas sucias
que había sobre la encimera para dejarlas en la pila.
—De eso nada, Jules es un nombre de tío francés. Aunque de todas
formas, creo que no se llamaba así —Chris dio un bocado uno de los
dulces.
—¿Y fumaba? —preguntó Henry.
—No, ¿por qué? —preguntó sin tampoco prestarle mucha atención,
pues ya estaba cogiendo otro de los muffins para comérselo.
—Esta taza tiene cenizas y un cigarro dentro —dijo con una mueca
de asco y confusión a la vez.
Chris levantó repentinamente la cabeza, y le miró alarmado. Sin
saber por qué, se quedó sin habla. Pudo haberse inventado cualquier
excusa, que era suyo, que el surfero sí fumaba y se había olvidado
tan rápido del detalle como de su nombre, pero no supo esconder la
verdad en su rostro… tal vez porque no quería. Henry lo leyó en sus
ojos. Soltó la taza sin pensarlo, y afortunadamente, cayó en la pila.
Había estado allí. No hacía ni cinco minutos que la persona a la que
había evitado durante dos años había estado allí, donde él estaba de
pie. Su interior dio un vuelco al darse cuenta de la realidad que eso
implicaba: Había vuelto.

231
Only Three Wishes ♥

Capítulo 10
Podía ver algo parecido a una figura humana. Una espalda, tal vez la
sombra de un torso. Imaginaba que a los lados había unos brazos,
aunque demasiados. Posiblemente fueran dos personas las que había
en la fotografía. No había ningún color en ella, todo era blanco,
negro y gris. Llevaba callado un largo minuto. Aún no había
acertado a ver qué significaba cada fotografía. A su lado, Chris se
veía tan perdido como él.
—Creo que logro ver algo.
Henry le miró sorprendido.
—¿El qué?
Chis señaló hacía la gran fotografía colgada sobre la blanca pared.
—¿No es eso una pierna? —preguntó Chris. Henry miró hacia donde
señalaba—. Creo que es una tía sobre un tío.
—¿Dónde ves la pierna? —inquirió Henry—. Yo solo veo brazos.
Bueno, si son brazos, claro —dijo llevándose la copa a los labios.
Chris negó con la cabeza suspirando y tomando un trago de la suya.
—El arte nunca fue mi fuerte.
La galería de arte a su alrededor estaba llena. La gente observaba las
distintas fotografías que Allie había tomado. Todas eran en blanco y
negro. Mostraban cuerpos desnudos, que según el folleto de la
entrada, representaban la belleza y la naturalidad. Henry no veía
nada de eso. No le gustaba el arte para nada, era un hombre práctico,
demasiado, por eso las leyes se le daban bien. Todo tenía una lógica,
en cambio aquello no tenía ni pies ni cabeza, y nunca mejor dicho,
porque era incapaz de distinguir un pie de una cabeza en aquellas
fotografías. Henry siempre le puso excusas a Allie a la hora de
asistir a sus galerías, sobre todo si eran de cuadros. Aquella vez

232
Desirée Arjona Peña ♥

aceptó únicamente porque pensaba que al ser fotografías, las


entendería. Se equivocó.
—Tenía que haberle puesto una excusa otra vez.
Por suerte, había podido llevarse a Chris. A su amigo, tampoco le
gustaba el arte, pero consiguió convencerle argumentando que las
fotografías eran de hombres desnudos, y posiblemente lo fueran, no
era culpa de Henry que no se distinguiera bien. Además, a Chris le
caía bien Allie. Pasó la mirada por todo el lugar. Chris vio un chico
con un pañuelo color vino, que le llamó la atención y sonrió
pícaramente.
—Al menos es un buen sitio para que alguien como yo ligue —dijo
de pronto. Henry le miró sin comprender—. No es por caer en el
tópico —dijo Chris—, pero a los gays les suele gustar el arte.
El rubio ladeó los ojos y bufó.
—Primero, a ti no te gusta.
—Somos la excepción que confirma la regla —contestó Chris,
cogiendo el palillo que había en su Martini para poder llevarse la
aceituna que había pinchada en él a la boca.
Henry frunció el ceño.
—Primero, yo no soy gay —dijo tajante.
—¿Y segundo? —inquirió Chris para que continuara.
Henry suspiró, dejándolo pasar.
—Y segundo, ¿cómo sabes que ese tío al que miras es gay?
Chris sonrió con orgullo.
—Tengo un radar muy poderoso. Mira qué rápido te pille a ti —dijo
dándole un golpecito en el hombro—. Y eso que tú eres uno de esos
muy, pero que muy camuflado.
—¡Que yo no soy gay! —repitió Henry.
—Que te resistas a admitir lo que te gusta, no quita que te guste. No
lo digas en voz alta si no quieres.
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Only Three Wishes ♥

Henry se dio la vuelta bruscamente, cuando Chris se ponía así no


había quien le soportara.
—Para —le pidió Henry.
Chris se adelantó y se colocó ante él con gesto divertido.
—En serio, deberías dejar de meterte en las bragas de tías de una
noche, eso no te satisface.
—Oh, me satisface mucho —le aseguró sonriendo socarronamente.
Chris entrecerró los ojos.
—Correrse no es sinónimo de satisfacción.
Henry miró a su alrededor con horror, por si alguien les estaba
escuchando.
—¿Tenemos que hablar de esto aquí? —inquirió.
—¿Por qué no sales una noche conmigo y mis amigos? —preguntó
Chris ignorándole—. Lo pasarás bien. ¡En serio!
—Chris… —dijo de pronto Henry con voz cansada—. Hice lo que
hice por más de una razón, y una de ellas es recuperar la vida que
siempre quise tener.
Chris comenzó a decir un montón de cosas de nuevo, como siempre
que se tocaba el tema, pero Henry dejó de escuchar. Su vista, puesta
en la puerta de entrada, se quedó ahí clavada cuando reconoció dos
siluetas, calzadas con zapatillas converse, chaquetas de cuero,
tatuajes y pendientes en la piel.
—No… —dijo con un hilo de voz.
—¿Me estás escuchando? —preguntó de pronto Chris, sintiéndose
totalmente ignorado.
—Mierda —maldijo Henry dando un paso atrás.
Chris le miró extrañado.
—¿Qué pasa? —quiso saber.
Como si se acabase de dar cuenta de su presencia, Henry miró a
Chris.
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Desirée Arjona Peña ♥

—¿Eh? No, nada —dijo de pronto nervioso—. Será mejor que le


diga a Allie que nos vamos. El arte no es lo nuestro.
Se dio la vuelta y comenzó a caminar en la dirección contraria. Chris
compuso una expresión totalmente confusa. Miró a sus espaldas, y
ahí vio la razón de la repentina huida de Henry.
El rubio se dio cuenta en seguida de que solo había una salida, y esa
era la principal. Resopló, y buscó los baños. No usaría la palabra
esconderse, pero se metería allí a esperar a que pudiera largarse sin
tener ningún encontronazo. Por suerte, estaba vacío. Se metió en uno
de los cubículos, por la estúpida razón de poder tener más puertas
ocultándole. Se sentó y puso su cabeza entre las manos. Se agitó el
pelo con rabia. Dios, qué idiota se sentía. Jamás pensó que llegaría a
actuar de semejante manera. Pensó que si llegara a suceder podría
fingir, actuar con normalidad, pero no, había echado a correr, y se
había encerrado en el baño. Era un tonto, él no era así, siempre
afrontaba los problemas, fuesen cuales fuesen. Pero contra ese no
podía, simplemente sería su debilidad para siempre, su talón de
Aquiles. Jamás lo diría en voz alta, pero así era. Se levantó con la
intención de cruzar la galería sin mirar a nadie. Abrió la puerta, y se
topó de frente con su cara. Chris estaba de brazos cruzados, apoyado
en los lavabos con una sonrisa divertida en el rostro. Henry abrió los
ojos de par en par, y se sonrojó como si le hubieran descubierto en el
más vergonzoso acto. Pero en realidad, no había hecho nada… Nada
que supiera Chris al menos.
—¿Qué estás haciendo? —preguntó entonces Chris. Henry se obligó
a relajar los hombros. Fue a responder, pero su amigo habló antes—.
¿Estás escondiéndote?
Henry se tensó.
—¿Escondiéndome? —inquirió indignado. Bufó—. Qué tontería…

235
Only Three Wishes ♥

—Bueno, es eso, o que te entró un terrible apretón. Esas dos


opciones son las únicas que me creeré como justificación de tu
repentina huida hacia los baños. ¿Con qué versión quieres que me
quede? —dijo Chris con clara diversión.
Henry apretó los dientes
—Cállate —soltó yendo hasta el lavabo—. Solo dices tonterías.
—Ya… Entonces, ¿salimos? —preguntó Chris con voz inocente.
Henry miró a la puerta con auténtico pavor. Desvió la mirada.
—Estoy un poco mareado… —se excusó—. Creo que esperaré un
poco.
Chris ladeó los ojos. Qué difícil era Henry en ocasiones…, pensó.
Suspiró con algo de pena. Podía entender cómo se sentía Henry,
aunque éste no quisiera compartirlo con él. Se acercó y le dedicó su
más sincera mirada de compresión.
—No está —dijo entonces con voz calmada y cálida. Henry elevó la
mirada, hasta los ojos de su amigo—. Solo están David y Shorty.
El alivio llegó al pecho de Henry, sin pasar desapercibido por Chris.
Sin embargo, la decepción también se coló de por medio. Henry
compuso una expresión dura, de indiferencia y molestia.
—¿Y quién te ha preguntado? —inquirió de pronto bruscamente—.
Me dan igual esos idiotas. Ni sabía que estaban aquí —mintió.
Chris resopló. Era inútil tratar con él.
—Vale, vale… ¿Ya te encuentras mejor? —preguntó entonces.
—Sí, algo mejor —contestó.
Henry salió por delante de Chris. Buscó con la mirada a su
alrededor. La gente seguía bebiendo, mientras contemplaban las
fotografías y hablaban de ellas. Chris, iba tras él. Aunque estaba más
tranquilo, seguía con la idea de marcharse de allí. Ni siquiera quería
ver a aquellos dos. Sin embargo, no pudo. Había días en los que

236
Desirée Arjona Peña ♥

Henry podía asegurar que el mundo le sonreía continuamente, pero


aquel, parecía haberle dado totalmente la espalda.
—Vaya, Henry Woods. Es raro verte andar —escuchó tras de sí.
Henry apretó los dientes y maldijo en silencio. Se dio la vuelta
lentamente, encontrándose con aquellos dos Wastes que jamás le
cayeron en gracia. Ambos tenían una cerveza en la mano. Solo
alguien como ellos podía beber cerveza en un sitio como ese. Henry
se esforzó por relajar su postura y dedicarles una sonrisa de
indiferencia.
—Rarito y enano… Ya decía que olía a podrido por aquí.
Shorty ladeó una sonrisa. Hacía dos años que no veía al detestable y
arrogante hermano de Claire. ¿Si le veía diferente? Tenía la misma
cara de gilipollas presuntuoso, pero sorprendentemente, le veía más
adulto. Ya no parecía el típico niño de universidad, sino un adulto
importante. Claire le había contado que ahora era abogado, y
supuestamente tenía al bufete en el bolsillo. Shorty ponía buenas
caras a Claire, pero no le aguantaba. Más mayor, o más importante, a
Shorty le parecía un memo incomparable.
—Los dos años que han pasado no te han hecho madurar ni una
pizca, eh.
—Ni a ti crecer… —dijo sin parecer haberle molestado el
comentario de Shorty—. Por cierto, es un detalle que llevéis contado
el tiempo que llevamos sin vernos.
David iba a contestar, pero se mantuvo en silencio al ver a Allie
acercarse a ellos junto a Claire.
—¿En serio tenéis que pelearos cada vez que os veis? —preguntó
Chris con un deje de diversión en la voz. Algunas cosas no
cambiaban nunca, por muchos años que pasasen.

237
Only Three Wishes ♥

—Eso, Woods. ¿Por qué no empiezas a tratar Shorty como lo que


es? —inquirió David con una mirada maliciosa—. Un miembro de
tu familia.
Aquellas palabras chirriaron en el oído de Henry.
—Un papel no lo convierte en mi familia —dijo éste sin poder evitar
molestarse—. Aunque no cantéis victoria aun… Lo de vuestra boda
sigue siendo una gilipollez sin sentido —dijo, pronunciando la
palabra boda con burla.
Shorty frunció el ceño ofendido.
—Tu opinión me la paso por el culo, Woods —soltó.
Henry sonrió ante la infantil reacción del bajito.
—Genial. Primer encuentro, ¿y ya estáis así? —inquirió Allie
llegando hasta ellos con una sonrisa.
Cuando estuvo a su lado, besó la mejilla de Henry. David apretó los
dientes, no podía evitar que la relación estrecha de aquellos dos le
molestara terriblemente.
—Las comidas familiares serán toda una diversión con vosotros dos
a la mesa —bromeó Allie.
Henry le lanzó una mirada molesta.
—¿Has invitado tú a estos dos? —preguntó despectivamente
señalando a David y Shorty.
—Lo cierto es que los ha traído tu hermana, pero ha sido una grata
sorpresa.
Claire también llegó hasta ellos, con un vestido azul, en contraste
con una fina chaqueta de cuero. No dirigió la mirada a su hermano,
fue directa a saludar a Chris, ignorando totalmente a Henry. No se
habían dirigido la palabra desde la discusión del restaurante, y
ninguno parecía tener intención de cambiar el asunto. Allie sonrió
dirigiéndose a David y Shorty.

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Desirée Arjona Peña ♥

—Estos dos seguro que se han pasado todo el rato que llevan aquí
intentando encontrar partes del cuerpo en mis fotos —bromeó
refiriéndose a Henry y Chris.
—Eso no es cierto —mintió Henry, indignado.
Allie alzó una ceja y se cruzó de brazos.
—¿Y entonces qué te ha parecido?
Todos le miraron expectantes. Henry carraspeó.
—La… técnica, es buena —dijo por decir.
David bufó.
—Es mucho más que una técnica. Es un lenguaje. La técnica, el
valor plástico, es simplemente un medio indispensable. Lo esencial
consiste en resaltar la significación humana en todas sus formas.
Henry le miró con asco. Qué pedante era el tío…, pensaba Henry. Le
recordaba a esos hippies sucios que llamaban arte a la basura… sin
ofender a Allie. Los ojos de Allie miraban a David maravillados.
—Sí —dijo asintiendo con una sonrisa de par en par.
El pelo raro le estaba hartando. Henry sonrió con la misma malicia
que David había usado antes.
—¿Así que te gustan sus fotografías, rarito?
—Son increíbles —respondió sin tan siquiera mirar a Henry.
—Genial. Entonces estarás ansioso por comprar una.
La sonrisa de David se borró.
—Oh, no es necesario… —comenzó a decir Allie rápidamente.
Henry seguía mirando con maldad a David y éste le sostenía la
mirada. Alzó el mentón.
—¿Cuánto cuestan? —preguntó.
Shorty ladeó los ojos. David estaba cayendo en el juego de Woods
solo para impresionar a Allie.
—La más barata… 2.000 dólares.
Los ojos de David se abrieron de par en par.
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Only Three Wishes ♥

—¿Do-dos mil? —balbuceó. No tenía tanto dinero, y menos para


una fotografía…, aunque fuera de Allie.
—Sí, es ese número con un dos y tres ceros… —dijo Henry con
saña—. Aunque es normal que no lo conozcas. Jamás debes haber
visto tanto dinero junto.
Shorty y Claire fulminaron con la mirada al rubio. Qué imbécil
podía llegar a ser.
—David, no pasa nada —dijo Allie comprensiva, sin querer que se
sintiera obligado a hacerlo—. No tienes por qué comprarla.
—Yo sí que quiero comprar, Allie —soltó de pronto Henry.
De nuevo todos llevaron la mirada hacia él. Los ojos de Chris
decían; “¡Si ni siquiera sabes lo que aparecen en ellas!”. En cambio
la de Shorty y Claire decía claramente; “¿De qué coño vas?”. Y en la
de David se podría leer claramente la palabra; “Cabrón”.
—¿En serio? —preguntó Allie sin poder esconder su ilusión. Henry
seguía siendo Henry para ella, no podía evitarlo.
—Claro. Me llevaré dos.
—Oh… —emitió sin saber qué decir y sin poder esconder una
enorme sonrisa tonta—. ¿Y cuáles quieres?
La sonrisa de Henry se desvaneció.
—Emmm pues… —comenzó a decir, pero sin saber ninguno de los
nombres. Chris le pasó rápidamente el folleto que tenía. Aliviado,
Henry señaló dos al azar—. Esta y esta.
—Vuelvo en seguida —dijo Allie antes de desaparecer con una
brillante sonrisa.
Henry sintió una intensa mirada envenenada de los presentes,
quitando a Chris.
—Ni siquiera sabías el nombre de los cuadros —masculló Claire.
Era la primera vez que hablaban en semanas, y esas eran sus
primeras palabras.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Bueno, parece que eso no ha importado —dijo Henry con una


sonrisa triunfal, dedicada a David, con toda la intención de dañar al
peli-azul.
David no lo soportó más, le miraba con intenso odio, pensaba
infringirle el máximo daño posible y sabía perfectamente cuál era la
fórmula exacta para hacerlo. Su cuerpo se relajó de repente, y
compuso una sonrisa relajada.
—¿Sabéis a quién le encantaría este sitio? —inquirió de pronto—. A
Alex.
Los ojos de Shorty, Chris y Claire, casi se salen de sus cuencas.
Miraron con horror a David. Henry, ajeno a lo que todo aquello
significaba, compuso una mueca de importarle poco el asunto, o más
bien, de no saber a qué venía eso.
—¿Y quién coño es Alex?
—Pues… —empezó a hablar David.
Claire agarró repentinamente del brazo a Henry.
—Henry, ¿puedo hablar un momento contigo? —inquirió apresurada
y tirando de él, sin dejar que su hermano escuchara nada más.
Le arrastró hasta quedar lo suficiente apartados del resto. No
pensaba dirigir la palabra a su hermano, y ahora por salvarle de una
chocante y devastadora noticia, iba a tener que tragarse su orgullo.
Solo esperaba que cuando crearan el premio a “la mejor hermana de
la humanidad”, el trofeo llevara su nombre.
—¿A qué ha venido eso? —le espetó Henry bruscamente—. Creía
que no me hablabas.
Claire apretó los dientes. Lo que le faltaba por oír.
—Bueno, ahora parece que sí —masculló.
—¿Y de qué quieres hablar? —preguntó Henry cruzándose de
brazos—. Sigo pensando lo mismo de tu circo de flores y anillos.
—Lo suponía.
241
Only Three Wishes ♥

—¿Y entonces qué?


Claire resopló. Bueno, de perdidos al río, pensaba.
—Mañana por la noche vamos a cenar todos juntos, para hacer
oficial la invitación —comenzó a decir Claire.
—¿Y qué? —inquirió Henry como si la conversación no fuera con
él.
Claire pidió paciencia al cielo, con su hermano se necesitaba en
grandes cantidades.
—Quiero que vengas —dijo entonces—. Es importante para mí.
Estarán mis damas de honor, así que vendrá Allie. Y Chris también.
Henry repitió aquellas palabras en su mente. El tono que estaba
usando su hermana solo delataba aún más la trampa que tenía el
asunto.
—Paso —se limitó a decir Henry.
Su hermana resopló.
—Oh vamos, ¿cuál es el problema? —inquirió ésta.
—No estoy de acuerdo con tu estúpida boda. ¿Por qué razón iba a
querer ir?
—Ambos sabemos que ese no es el motivo —los hombros de Henry
se tensaron. Con su hermana y Chris siempre sucedía lo mismo. Se
sentía desnudo ante ellos, como si pudieran leer todo su ser… Tal y
como hacía él—. Y no voy a mentirte —dijo su hermana de pronto,
con una mirada comprensiva—. Estará allí —Henry, sin poder
evitarlo, apartó la mirada—. ¿Le sigues queriendo? —preguntó
Claire.
—¡Claro que no! —se apresuró a decir indignado.
—Entonces demuéstraselo a todo el mundo, y ven a la maldita cena
—gruñó Claire—. Afróntalo de una vez para que puedas seguir con
tu vida. Si ya no sientes nada por él, no te hará ningún daño.

242
Desirée Arjona Peña ♥

Qué fácil era decirlo… Sería la solución a muchas de sus angustias.


Agarrar el problema de raíz y arrancarlo de cuajo. Enfrentarse a los
fantasmas de su pasado. Pero si se arriesgaba… si le veía de
nuevo… se lanzaría a él, le diría que no le había olvidado, y que solo
estaba viviendo una mísera mentira. Aquellos dos años habían sido
una farsa. Su vida, sin él, estaba siendo todo lo que había soñado que
sería… Pero, ¿era lo que quería? Sinceramente, no lo sabía, pero no
podía seguir viviendo así.
—Lo pensaré —dijo entonces, para sorpresa de Claire—. Tengo
mucho trabajo atrasado… No prometo nada.
—Está bien —aceptó su hermana sonriendo. Al menos era un
avance.
—Dile a Allie que me mande las fotografías. Ahora tengo que irme
—dijo de pronto.
Sin dejarla replicar, Henry se marchó de allí. Había aceptado
pensarlo… Quizá era cierto que había olvidado al moreno. Claire se
quitó inmediatamente esa idea de la mente… Había sido una
tremenda estupidez.

Alex comenzó a hacer la maleta. En realidad, no sabía ni porqué la


deshacía. Se marchaba a Los Ángeles para la boda de su querido
amigo Shorty. Estaba feliz por él, pero no podía evitar estar
preocupado por lo que podría suponer aquello. Sabía bien que el tal
“Piolín” vivía en Los Ángeles. Desconocía quién era, a qué se
dedicaba, cómo era… Casi todo. Pero sabía que estaba en esa
ciudad. Con el teléfono en la oreja, conversaba con Jake, al tiempo
243
Only Three Wishes ♥

que metía sus cosas en aquella maleta. Quería evitar el tema, pues si
Jake no se acordaba de Piolín, no sería él el que se lo recordarse.
Aun así no tenía de qué preocuparse. Había una posibilidad entre un
millón de que se encontrara con él. Estarían allí hasta el día de la
boda, y entonces volvería a Europa con Jake, y no se encontraría con
aquel memo.
—¿Y qué andas haciendo?
—Pues acabo de salir de la ducha —dijo Jake, con solo una toalla
bajo el torso. Abrió uno de sus cajones y sacó de allí ropa interior
limpia. Ya llegaba tarde—. Vamos a tener una cena oficial, o no sé
qué. Sinceramente, no entiendo para qué, todos sabemos ya que se
van a casar.
Alex entrecerró los ojos.
—¿Quién va? —preguntó con fingida naturalidad.
—Pues nosotros tres, Claire, obviamente, Chris, la enana
diabólica… —comenzó a enumerar Jake quitándose la toalla para
quedar totalmente desnudo en su habitación.
—¿La enana diabólica? —inquirió Alex divertido—. Ah ya… Esa
tal Allie. ¿Me recuerdas por qué la odias tanto?
—La odio porque ella me odia a mí —se limitó a contestar Jake con
molestia, colocándose su ropa interior.
—Alguna razón habrá…
Jake se tensó de repente. Sí había, y una buena razón.
—Si la hubo no la recuerdo, llevamos tantos años así… —mintió
Jake.
Fue hasta el armario para coger de allí unos pantalones vaqueros
oscuros.
—Debe ser raro volver a reencontrarse con todos otra vez, ¿no? —
preguntó Alex escondiendo sus verdaderas intenciones con la
pregunta.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Bueno, con los que quería reencontrarme son Claire y Chris, y les
veía cada dos meses —Jake se abrochó los pantalones—. A la única
que no he visto en años es a la enana diabólica… y sinceramente,
ojala hubiera sido más tiempo.
Alex sonrió entonces y dio aquella respuesta por válida. Se relajó un
poco al fin.
—Dime que aún no te has vestido… —dijo de pronto con voz
suplicante.
Jake soltó una pequeña risa al otro lado del teléfono.
—Dos minutos antes, y me pillas desnudo. Ya tengo puestos los
pantalones.
—Seguro que tienes tiempo para quitártelos un rato.
Jake lo meditó un segundo. Miró el reloj, y suspiró.
—Esta noche te llamaré cuando vuelva… y te aseguro que no llevaré
pantalones.
—Promételo —le exigió Alex.
Jake volvió a reír.
—Lo prometo.
—Vale, vale… —dijo Alex resignado—. Lárgate a tu cena.
—¡Eh! No es culpa mía —dijo Jake, ya poniéndose una camiseta—.
Haber venido con nosotros.
—Estaré allí cuando menos te lo esperes —le aseguró Alex.
Jake se mordió el labio. Tras despedirse, colgó, y pudo terminar de
vestirse. Sus amigos se habían marchado sin él, incluso Kire se había
vestido antes. Había olvidado si al lugar al que iban a cenar era un
sitio elegante o no. Recordaba que Kire le dijo que era un lugar más
bien para beber que para comer, y lo dijo con desanimo, pero, ¿qué
quería decir aquello exactamente? Miró su americana oscura, y al
otro lado su chaqueta de cuero, indeciso.
—Bah —soltó al fin, cogiendo la chaqueta de cuero.
245
Only Three Wishes ♥

Cogió las llaves de su coche, y se apresuró a bajar. Lo tenía


aparcado detrás. Fue hasta él, y se preguntó por qué no se compraba
uno nuevo. El suyo era una completa chatarra, y ya tenía lo
suficiente para comprarse dos en condiciones o uno bueno. Había
gastado gran cantidad de sus ahorros en ayudar a su madre a arreglar
la casa, y en su nuevo piso. Era más céntrico, y mucho más grande y
lujoso que el anterior, con buenas vistas, muebles nuevos, dos
baños… Es decir, algo que ningún Waste pensó jamás que tendría.
Hard as a rock sonaba en su estéreo. Por suerte, no pilló atasco, a
pesar de ser sábado. Echaba de menos Los Ángeles, su cálida
temperatura, el inglés dejado, la gente maleducada pero alegre,
bueno, a Estados Unidos en sí. Jake condujo hasta la dirección que
Shorty le había indicado. No le prestó demasiada atención, ya que
estaba jugando con Kire al ping-pong con huevos. Después tuvo que
limpiar toda la cocina, claro, y de ahí su tardanza. Aparcó en el
primer sitio que vio libre, y bajó aprisa. El lugar resultó ser un bar de
esos pijos y modernos, en el que las chicas toman copas de Martini
con aceituna y los tíos whisky con hielo. Vio a sus amigos sentados
en una gran mesa. Ellos bebían cerveza.
—Ya era hora —dijo Kire en cuanto le vio aparecer.
—Cállate, he llegado tarde por tu culpa —Jake se sentó junto a Chris
y le dio una palmadita en la espalda. A su otro lado, Claire le sonrió,
y éste la besó en la mejilla—. Siento llegar tarde, Claire.
—No importa, Jake —dijo ella con su dulce mirada—. Deja que te
presente —dijo, señalando a las chicas que había sentadas a su lado,
en las que Jake no había reparado hasta el momento. Eran cinco,
jóvenes como Claire. Posiblemente sus amigas de la universidad,
instituto o simplemente de la infancia—. Esta es Margo, Nadine,
Dana, April, Nicolette, y… a Allie ya la conoces.

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Desirée Arjona Peña ♥

Allie estaba sentada en la mesa, como había esperado Jake. No


estaba nada diferente a pesar de haber pasado dos años, quizás el
pelo algo más largo, pero seguía llevándolo bastante corto. Lejos de
las ropas negras con las que la había conocido, llevaba un vestido de
varios colores. La miró con desagrado, y ella imitó el gesto.
—Por desgracia —contestaron al unísono.
Chris suspiró, otra batalla campal más. Se puso en pie.
—Te traeré una cerveza —le dijo a Jake.
—Así que… ¿Sois sus damas de honor? —preguntó Jake para
entablar conversación.
—Eso es —dijo la chica a la que Claire había presentado como
Margo. Era castaña, con los ojos azules, atractiva, y parecía saberlo,
por ello sonrió de manera coqueta a Jake, el cual, le gustó en cuanto
le vio—. Así que seremos vuestras parejas en la boda —dijo con una
risita.
Jake le devolvió la sonrisa, pero no pasó de ahí. Margo era la amiga
más reciente de Claire. Se habían conocido en su tercer año de
universidad, e hicieron buenas migas en seguida. Sin embargo, era la
única que no conocía de la homosexualidad del moreno. El resto ya
habían sufrido la decepción de saber que el moreno era el antiguo
cuñado de su amiga, por ello, no pretendieron flirtear con él.
—¿Quiénes serán tus padrinos, Shorty? —preguntó la tal Nadine
cuando llegó Chris a la mesa con la cerveza de Jake.
—Estos tres idiotas —dijo señalando a sus amigos—, Chris, mi
primo Larry…
David compuso una mueca, no soportaba al primo de su amigo. Era
un imbécil de un pueblo llamado Sonora, al noroeste de California,
que se volvía loco cada vez que iba a visitar a su primo a Los
Ángeles. Soportarle en la despedida de soltero de Shorty sería aún
peor que soportarle en la boda.
247
Only Three Wishes ♥

—Y Alex —dijo Shorty al final.


—¿Cuándo vendrá Alex? —preguntó Claire.
—Aún no me lo ha dicho, pero estará aquí en cuanto pueda —
contestó Jake.
En un primer momento, Claire, detestó a Alex. Jamás imaginaría a
Jake con alguien que no fuese su hermano, y más si era otro hombre.
Estaba enfurecida, y la primera vez que se encontró con él, fue cruel
y descortés. Sin embargo, y sin poder evitarlo, comenzó a caerle
bien. Tenía un aura que le desconcertaba, pero le agradaba. No
quería que le gustara, pero lo hacía. Aun sentía rabia por ello, pero
no podía evitarlo, y si su hermano había decidido terminar con Jake,
al menos que el moreno estuviera con alguien casi a la altura.
—Eso. Tenemos mucho que preparar —dijo Kire con una extraña
sonrisa.
—¿Hablas de la despedida? —inquirió Allie alzando una ceja.
—Puede —se limitó a contestar.
—No hace falta que te hagas el misterioso. Nosotras también
estamos preparando una —dijo Margo dando un codazo a la chica de
su lado.
—Rivers, tal vez tú deberías venir a la de Claire en vez de a la de
Shorty —soltó de pronto Allie—. Seguro que lo pasarás mejor.
Jake entrecerró los ojos.
—Uuuh, si Jake no va, ¿puedo ir yo? —preguntó Chris gustándole
aquella idea.
—Nada de strippers —le advirtió de pronto Claire a su prometido.
Allie se carcajeó.
—Claire, su despedida la organiza Rivers… No habrá nada de eso
—se burló la chica—. ¿Habéis comprado ya las diademas con
penes?

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Desirée Arjona Peña ♥

Jake ladeó una sonrisa, sin querer molestarse por los comentarios de
aquella enana psicótica.
—Enana, el número de tías con las que me he acostado es mayor que
el número de tíos con los que tú te acostarás en tu vida.
Claire dio un golpe a la mesa.
—Se acabó —dijo de pronto con voz severa. Lanzó una mirada a
Jake y a Allie—. Dejad esta ridícula pelea de una vez u os pondré a
los dos como pareja en la boda —amenazó. Jake cerró el pico, al
igual que Allie, que miró con tirria a Jake, pero no dijo nada al
respecto. Cualquier cosa menos tener que caminar a su lado en la
boda. Miró hacia otro lado mientras bebía un trago de su cerveza y
Claire sonrió satisfecha—. Así me gusta.
Llevaban más de treinta minutos hablando de colores de vestidos,
que debían ir a juego con sus corbatas, de flores, centros de mesa, el
vestido de Claire, invitaciones, invitados… Jake se preguntaba por
qué tenía que estar presente en aquella tediosa conversación. Lanzó
una mirada a Kire, que parecía coincidir con él. Los chicos estaban
totalmente aburridos. Parecía que las mujeres se habían puesto de
acuerdo en no pedir la cena aún, y así no podrían marcharse. Jake ni
siquiera entendía por qué tanto adorno y cursilería. Estaba seguro de
que Shorty jamás tendría una boda así de no ser por la familia de
Claire. Su amigo ni siquiera sabía lo que era un mantel.
—Aunque da igual lo que decidamos ahora —dijo Claire de
pronto—. Será mi madre la que decida al final.
—Treinta minutos gastados de mi vida —murmuró Jake.
Claire le sacó la lengua. De pronto, Shorty carraspeó.
—Me gustaría decir algo —dijo de pronto poniéndose en pie.
—Ya sabemos que os casáis —soltó Kire.
Él solo quería cenar, y parecía que ese momento no iba a llegar
nunca.
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Only Three Wishes ♥

—No es eso —farfulló Shorty fulminándole con la mirada. Miró


entonces al resto de la mesa—. Bueno, como ya sabéis en mi vida he
tenido la suerte de contar con los tres mejores amigos del mundo —
dijo señalando a David, Kire y Jake. Kire asintió, y David abrió la
boca cayendo en lo que iba a decir Shorty. Jake les miró confuso, sin
saber de qué iba aquello—. Siempre han estado a mi lado, en lo
bueno, en lo malo, y en las locuras… como lo es una boda. Ellos
saben que los tres son esenciales para mí, y que no sabría qué hacer
sin cualquiera de ellos. Si falta una de las cuatro patas, la silla se
queda coja, ¿no? —inquirió con una sonrisa. Kire se la devolvió y le
dio una palmadita en la espalda—. Los tres son oficialmente mis
padrinos por ello… —hizo una pausa mirando la mesa. Jake se
preguntó si les iba a pedir dinero para la boda. No tenía ningún
problema en ayudar a su amigo si la boda se tratase de una reunión
entre amigos borrachos, sumándole un cura…. Pero el bodorrio que
buscaban los señores Woods se salía un poco de su presupuesto. Qué
cabrón…, pensó Jake, lo estaba haciendo delante de todos para que
no pudieran decir que no. Pues Jake no tenía ningún problema en
soltárselo. La mirada de Shorty se posó de pronto en él. Jake,
sospechando sus intenciones, apartó la mirada y cogió su botellín
para mirar a otro lado—. Sin embargo, es cierto que sin uno de ellos
jamás habría conocido a Claire… —dijo Shorty de pronto y Claire
sonrió—. Así que, Jake, ¿quieres ser mi padrino en la boda?
Jake empezó a toser, atragantándose con la cerveza. Allie ladeó los
ojos, el maldito Jake Rivers siempre tenía que ser el protagonista.
Chris le dio dos fuertes palmadas en la espalda, que casi le ahogaron
más que aliviarle. Cogió una servilleta y se limpió la barbilla de
cerveza. ¿El padrino en la boda? Vaya… Aquello sí que no se lo
esperaba. Ser el padrino era una gran responsabilidad, se encargaba
de los anillos, del brindis de la recepción, organizaba oficialmente la
250
Desirée Arjona Peña ♥

despedida de Shorty, que aunque Kire se la tenía casi totalmente


resuelta, estaría a su cargo… Aquello no le importaría si se tratara de
una boda tranquila o intima, pero viendo cómo se estaba
desarrollando, parecía que iba a tener que ser un padrino
excepcional. Pensó en aconsejar a Shorty a alguien que llevara mejor
la etiqueta y los protocolos, como Alex, o alguien más responsable
como David. Aunque era cierto que había tenido un papel
fundamental en la historia de él y Claire, y era su mejor amigo, nadie
le conocía mejor. Le necesitaba. Jake suspiró, y se puso en pie.
—Claro que seré tu padrino —dijo antes de darle un abrazo. En
realidad, sería un honor para él.
—Lo cierto es que te he escogido porque eres el único que no la liará
con el discurso —bromeó Shorty soltando a Jake.
—¿No te fiabas de mí para el discurso? —inquirió David ofendido.
—Tenía miedo de que los invitados se marcharan y tú aún no
hubieras terminado —soltó Shorty a tiempo que volvía a sentarse.
Jake también se sentó, y Chris aprovechó para susurrarle al oído.
—Vas a ser el padrino más sexy de la historia.
Jake, sin poder evitarlo, soltó una risa.
—Cállate —le dijo apartándose, antes de llamar a la camarera para
que le trajera otra cerveza.
Kire resopló.
—¿Pedimos ya la cena? —preguntó impaciente.
—No —negó Claire entonces, mirando el reloj de oro blanco que le
regaló su padre—. Falta mi hermano.
Jake se congeló en su asiento, y el tiempo parecía haberse detenido
también a su alrededor.
—¿Va a venir? —preguntó Chris a su lado, siendo justamente la
pregunta que se estaba formando en la mente de Jake.
—Eso me dijo ayer —se limitó a contestar Claire.
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Only Three Wishes ♥

Todos miraron disimuladamente a Jake, pero éste no dirigió su vista


a ninguno de ellos. Se había quedado de piedra mirando a la mesa.
Ni siquiera se había dado cuenta de que su pulso se había acelerado,
al igual que su respiración. Le iba a ver, y no sabía si estaba
preparado. Era un momento demasiado temido y deseado, no sabía
cómo actuar. ¿Debía mostrarse enfadado? Así era como habían
acabado hacía dos años… Pero ya no lo estaba. Puede que si
aparecía con una sonrisa en la cara volvería a recobrar toda esa ira,
pero no lo sabía. No sabía cómo se sentiría hasta que no le viera ante
él. ¿Debía mostrarse indiferente? Habían pasado dos años, en teoría
tendría que haber superado su ruptura… pero nada estaba más lejos
de la verdad. Dios, sabía que le dolería ver al rubio indiferente,
como si hubiera superado lo suyo. Sin embargo, estaba claro que es
así como estaría. Él había tomado la decisión de dejarle, no había
preguntado por él en todo aquel tiempo, no se arrepentía de haberle
dejado, y eso mataba por dentro a Jake, pues significaba que ya no le
amaba. Le había olvidado, pero Jake no le había olvidado a él. Su
reacción cuando le viera sería un misterio. Jake se vio incapaz de
seguir la conversación que sus acompañantes tenían en la mesa.
Estaba totalmente ausente, nervioso, le sudaban las manos. Chris, a
su lado, notaba el tembleque de su pierna. Estaba ansioso, y al
mismo tiempo le gustaría tener más tiempo para prepararse. De
pronto, un destello llegó hasta él. El reflejo que la luz dejaba en el
cristal de la puerta le deslumbró levemente cuando ésta se abrió.
Jake llevó inmediatamente la vista hacia ella, y fue entonces cuando
le vio. Dos años y estaba totalmente igual, tal y como le recordaba,
tal y como le soñaba cada noche. Su ropa nunca era oscura, su pelo
rubio tenía el aire casual de siempre, pero peinado. Jake no notó su
boca entreabierta, y sus ojos casi desorbitados, pero sí notaba que el
corazón le latía rápido y lento al mismo tiempo. Les buscaba con la
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Desirée Arjona Peña ♥

mirada. Cuando les localizó, tuvo la certeza de que aún no le había


visto, ya que su rostro se mantuvo impasible. Caminó hasta ellos, y a
Jake le pareció una eternidad. Claire, habiéndole visto también, se
puso en pie.
—Siento la tardanza…, el tráfico es un horror —se excusó.
Su voz. Dios, su voz, pensó Jake. Era como esa canción que nunca te
cansas de escuchar, una que nunca se te olvida, pero aun así
necesitas volver a oír para que se te quede grabada a fuego en la
mente. Todos le saludaron, pero él no pudo decir nada. Entonces, sus
ojos se posaron en los de Jake. La respiración del moreno se cortó y
su boca se secó.
—Hola, Jake —dijo, como si jamás hubiera pasado el tiempo entre
ellos.
Y Jake quería creer que en ese momento para Henry solo existía él,
como para Jake solo existía Henry. Se veía incapaz de responder.
¿Qué se le dice a la persona que más has amado después de dos años
sin verla? “Hola, ¿cómo estás?, ¿te traigo una silla?”, pues no. Jake
no era así. Y entonces supo cuál sería la reacción que tendría. Sin
artificios, sin pensar en lo que era correcto, ni en lo que sería
adecuado, sin pensar en los demás, sin ninguna trampa o farsa, solo
la pura verdad que sentía. Se puso en pie y sus ojos quedaron a la
altura de los azules del rubio, claros como el agua cristalina. Sin
dejar que reaccionara, Jake posó sus manos en sus mejillas, y le
besó. Le apretó contra él, porque no quería volver a sentir tanta
distancia con aquel chico. No quería kilómetros entre ellos, ni
metros, ni siquiera centímetros. Quería su piel sobre la suya, para
siempre, porque era donde debía estar. Podría llorar en ese
momento, de alegría o de tristeza. De ambas. Sus brazos envolvieron
su torso. Quiso dejarse llevar, dejar de sufrir y abrazarse a aquel
hombre que le daba la vida misma. Pero Henry no le abrazaba, ni
253
Only Three Wishes ♥

Jake sentía ese alivio. Porque no le tenía ni cerca, ni había vuelto a


besar sus labios desde hacía dos años, no había aspirado su aroma, ni
había escuchado su voz. Claire se llevó de pronto el móvil a la oreja.
—Hola, ¿te falta mucho? —preguntó Claire—. Oh, ya veo… Sí,
claro. No importa —Claire colgó el teléfono—. Era mi hermano…,
tiene mucho trabajo y no podrá venir.
Chris bajó el rostro, ni él mismo se atrevía a mirar a Jake en ese
momento. Estúpido Henry…, maldijo a su amigo en su interior.
—¿Le mandan trabajo un sábado por la noche? —inquirió David
entonces.
—No hace falta que evidencies su excusa —dijo de pronto Allie,
clavando la mirada en Jake—. Todos sabemos la verdadera razón
por la cual no viene.
Jake llevó los ojos hasta ella sin levantar la cabeza. La tensión era tal
que se podría cortar con un cuchillo.
—¿Cuál? —preguntó Margo, siendo la única no enterada del asunto.
Allie sonrió con malicia.
—Fútbol —contestó de pronto Chris—. Los Arizona Cardinals
contra los Seattle Seahawks.
—Claro —dijo Allie desviando la mirada.
Jake suspiró y se levantó de golpe.
—Si me disculpáis, no me encuentro muy bien —se excusó de
pronto—. Creo que me voy.
Claire, Chris y David iban a decir algo, pero Jake no les dejó. Cogió
su chaqueta y fue hasta la puerta. Shorty se levantó y corrió hasta él.
Le agarró del brazo y le obligó a darse la vuelta.
—Jake… —comenzó a decir.
—Estoy bien, solo…. —le aseguró, pero no le salían las palabras—.
Necesito estar solo. Solo hoy —dijo forzando una sonrisa. Siempre
acababa quitándoles el protagonismo a los demás con sus problemas.
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Desirée Arjona Peña ♥

Era el momento de Shorty y Claire, no de él. Suspiró—. Mañana


seré un padrino ejemplar, lo prometo.
Shorty no pudo decir nada más. Jake desapareció en la oscuridad de
la noche.

La arena estaba fría, era una buena sensación. Podía escuchar las
olas llegar hasta la orilla. Estaba tumbado mirando las estrellas
desde la playa. No sabía cuánto llevaba allí. Había sentido su móvil
vibrar en su bolsillo, pero estaba seguro de que eran sus amigos
preguntándose dónde estaba, o Alex, al cual prometió que llamaría.
No le apetecía hablar con nadie. Simplemente estaba triste, sin
explicación. Esa sensación de que algo no está bien, aunque
aparentemente todo lo esté. No se sentía bien, y solo quería estar
solo. Seguramente estaría a punto de amanecer. Aún se podían ver
los puntitos plateados de la noche. No quería que el sol llegara para
llevárselos, pero inevitablemente, poco a poco, se desvanecían.
Podía oler la sal. El mar no era algo que le apasionara, pero relajaba,
y era lo que necesitaba. Mucha gente quiere cambiar tantas cosas en
su vida, y están frustrados al vivir en un mundo tan desdichado. Para
Jake, lo peor era saber que él solo cambiaría una. Solo había una
cosa que le impedía ser feliz al cien por cien. Estaba cumpliendo su
sueño, vivía de la música, junto a su grupo, su madre tenía buena
salud, sus amigos eran felices, no era rico, pero tampoco lo
necesitaba, vivía bien con lo que tenía, y estaba junto a alguien que
le quería, que se preocupaba por él y le entendía. Pero no era feliz, y
saber que era lo que fallaba en la ecuación, le irritaba, pues jamás
255
Only Three Wishes ♥

volvería a sentir esa felicidad plena, esa sensación de que


simplemente no cambiaría nada en su vida. La claridad del cielo
comenzó a notarse, junto al horizonte comenzó a verse un color
anaranjado y la frescura de la mañana comenzó a rozarle la piel. No
quería moverse, estaba bien donde estaba. Algo le retenía en ese
lugar, posiblemente el sueño. Dejó que sus ojos se cerraran, estaba
cansado y sus párpados se lo anunciaban. Puede que en cualquier
momento le echaran de allí por confundirle con un borracho que se
había desplomado en la playa. No lo podía ver, pero el día había
llegado. Era primera hora de la mañana de un precioso día en Los
Ángeles. A Jake se le comenzó a nublar la mente, se estaba
quedando dormido, y lo hubiera hecho del todo, de no ser por lo que
ocurrió. Escuchó cómo la arena se removía a varios metros, como si
algo corriera hasta él. No le dio tiempo a abrir los ojos para ver qué
era, ya que ese algo se le tiró encima. Un lametón, dos lametones,
tres lametones. Jake abrió los ojos. Tenía un Golden Retriever
encima. Jake se incorporó como pudo. Sonrió ante el cariño
repentino de aquel perro que parecía no querer dejar que se
levantara. Jake puso sus manos en la cabellera del animal, y notó con
sus dedos el collar que llevaba. Llevó su mirada hasta él. Un collar
de pinchos, demasiado familiar. Buscó rápidamente la placa del
collar. En ella pudo leer el nombre que el dueño le había puesto;
Nike.

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Desirée Arjona Peña ♥

Capítulo 11
Había dejado de correr hacía cinco minutos. Caminaba lentamente
por la playa contándose las pulsaciones. Perdía la cuenta
continuamente, por lo que acabó dejándolo. No podía parar de
pensar en aquella noche. Había estado en su piso, meditando en si
asistir a la cena o no, contando los pros y los contras. Por un
momento se vio con fuerzas de ir, con ganas de demostrar que podía
con ello, que era fiel a su decisión, y que la visión del moreno no le
haría cambiar de opinión. Pero esa fuerza se desvaneció enseguida
con solo imaginar aquel rostro ante él. Su debilidad, porque de eso
se trataba, él era su debilidad, y nadie podía ser fuerte ante su propia
kryptonita. Cogió el teléfono sin esmerarse demasiado en su excusa.
¿Qué más daba? A penas pudo dormir, a las seis de la mañana ya
estaba en pie. Habían salido ya las primeras luces. Nike, a su lado,
corría a su paso. Le gustaba la playa al amanecer, fresca y solitaria.
Cuando Henry se sentó en la arena, Nike lo hizo a su lado. Comenzó
su ejercicio de abdominales. Concentraba toda la ira que sentía en
subir y bajar. Una chica pasó junto él, con una extraña intención en
la mirada. Corría a paso lento con sus pantalones cortos y su fino
top, se fue acercando a Henry, seguramente con una excusa ya
pensada. Cuando estuvo a dos metros, Nike se tensó. La miró con
furia. Cuando estuvo a uno, Nike empezó a ladrar. La chica paró en
seco, y decidió cambiar su camino. Henry, sin dejar de hacer sus
ejercicios, sonrió. A Nike no le gustaban los desconocidos, estaba
adquiriendo características de su dueño. Era algo soberbio y
orgulloso, además de desconfiado y desagradable, pero también
tenía esa parte cariñosa, juguetona y tierna que mostraba
mayoritariamente. Iba a llegar a cincuenta, cuando Nike, mientras

257
Only Three Wishes ♥

mordía las olas, se detuvo repentinamente. Miró a su izquierda y


alzó el morro, olfateando el aire, y de repente, comenzó a correr.
Henry dejó de hacer sus ejercicios y se incorporó.
—¡Nike! —le llamó.
Pero su perro simplemente se fue corriendo. Henry se puso
rápidamente en pie.
—¡Nike! —volvió a gritar, y al ver que el perro ni se volvió,
comenzó a correr tras él.
¿Qué mosca le había picado? Se apresuró a atraparle o tendría
problemas si molestaba a alguien, no debería dejarle suelto a su
antojo.
—¡Nike! ¡Para!
Aceleró el paso. Cuando cogiera a ese perro se iba a enterar.
Entonces, le vio detenerse, y lo peor de todo era que parecía estar
encima de alguien. Abrió los ojos de par en par y corrió aquellos
diez metros.
—Oiga, lo siento —comenzó a decir Henry con la mirada puesta en
su perro, una muy fulminante—. ¡Nike, para! —agarró a su perro del
collar y lo echó hacia atrás—. No sé qué le ha pasado —dijo
empezando a disculparse con el desconocido. Como el tipo fuera un
gilipollas le podía caer una buena. Henry elevó por fin el rostro para
ver la cara de aquel hombre—. Jamás se ha echado encima de… —
su tono se heló de pronto—… nadie.
Su voz pareció ausente de repente. Su mirada estaba totalmente
clavada en el rostro que tenía ante él, tan conocido, tan familiar. Jake
había visto el nombre de aquel perro que le había avasallado, y
enseguida escuchó su voz. Se puso en pie, pero no sabía ni cómo lo
había logrado, pues sus piernas estaban temblando. No podía ser,
seguramente se había quedado durmiendo en la arena y ahora, en
sueños, veía su rostro. Se miraban fijamente, clavados en sus sitios,
258
Desirée Arjona Peña ♥

con los ojos abiertos y sus bocas entrecerradas. Incrédulos,


maravillados, hipnotizados…
—Jake… —murmuró Henry sin casi mover los labios.
Sonó desesperado, sin aliento. Hacía tiempo que su boca no
pronunciaba su nombre. Había extrañado tanto decirlo. Jake casi se
cae de rodillas al escucharle pronunciar su nombre. Era su voz, eran
sus ojos, su pelo, su cuerpo, su olor… Era él. Estaba delante suya, y
se veía incapaz de moverse o pronunciar palabra. Henry estaba
demasiado perplejo, no podía creer que le tuviera delante. Dos años
y tal y como pensaba, seguía teniendo el mismo efecto en él.
Desesperación, eso era lo que sentía, pues no tenía esperanzas sin él.
En esos dos años sin aquel chico había estado perdido, pero tenerle
allí por fin, era devastador. No sabían cuánto llevaban mirándose
boquiabiertos el uno al otro, pero el ladrido de Nike les despertó de
ese dulce sueño. Como un reflejo, apartaron la mirada incómodos.
Jake, sin saber qué decir, o qué hacer, sonrió nervioso.
—No tienes que disculparte… —dijo, y el corazón de Henry dio un
vuelco—. No me ha hecho nada… —comenzó a decir acuclillándose
frente a Nike, usando las palabras que Henry le dedicó antes de ver
que era él. Rascó la cabeza al perro que una vez se llevó de una
perrera para regalar a su novio—. Ey pequeño, ¿cómo has estado?
Nike en respuesta, le lamió la mejilla. Henry estaba terriblemente
tenso, con ganas de echar a correr. Carraspeó y agarró del collar a
Nike para apartarle.
—Vamos, Nike.
Jake se incorporó.
—Te lo quedaste —dijo mientras Henry ponía la correa a su perro
para marcharse cuanto antes. No contestó—. ¿Por qué?
Henry suspiró en silencio.
—Simplemente me lo quedé —se limitó a responder con sequedad.
259
Only Three Wishes ♥

Sostuvo la correa y tiró de Nike, dando la espalda a Jake, y por


terminado aquel encuentro. Comenzó a caminar en la dirección de la
que nunca debía haber llegado.
—Dos años sin vernos… —escuchó a Jake a sus espaldas—. ¿Y te
marchas sin más?
Henry se detuvo en seco. Su pecho subía y bajaba con fuerza. Cerró
los ojos y se concentró por que su expresión fuera dura, y no rota de
dolor, cuando se girara hacia Jake. Lo consiguió.
—¿Esperabas algo más? —inquirió con maldad.
Jake notó una punzada de dolor con aquellas palabras. Se sintió
estúpido de repente por haber preguntado eso. Tenía razón, ¿qué otra
cosa esperaba? Bajó el rostro y se esforzó por no mostrar una mueca
amarga. En su lugar, y sin saber de dónde sacó sus fuerzas,
consiguió sonreír, a pesar de que en su interior no había ni una pizca
de felicidad. Dio un paso hacia él.
—Tu hermana y mi mejor amigo se van a casar al final del verano…
—comenzó a decir.
Henry alzó una ceja.
—¿Y? —inquirió como si aquello le importara menos que nada.
—Sería mucho más cómodo para todos que dejáramos de
evitarnos…
Henry bufó molesto.
—¿Quién ha dicho que yo te evite?
—Ayer no viniste a la cena.
El rubio soltó una pequeña risa.
—¿Y pensaste que era por ti? —inquirió con burla—. Tenía trabajo.
Jake asintió, fingiendo que se creía la excusa de Henry.
—En ese caso, ¿por qué no hacemos que esto sea algo fácil?
Henry le miró con desconfianza.
—¿Qué quieres decir?
260
Desirée Arjona Peña ♥

Buena pregunta, se dijo Jake, y es que ni él mismo sabía a dónde


quería llegar con todo aquello. Para su sorpresa, estaba pudiendo
mantener la calma, posiblemente al escuchar el tono despectivo e
indiferente del rubio, que dolía incluso después de ser ignorado por
dos años. Si hubiera visto en él el mínimo atisbo de que se
arrepentía, o de que seguía sintiendo lo mismo, se hubiera lanzado a
él sin más… Pero no, no había sido así, y Jake tenía que respetar su
decisión. Solo volvería si él se lo pedía, así se lo prometió. Alejarse
de él sería lo más fácil, pero, ¿sería lo justo para Claire, Chris o
cualquier persona que tuviera una mínima relación con ambos? No.
Jake suspiró levemente.
—Lo que pasó entre nosotros… —dijo con voz precavida y Henry
sintió otro tumbo en su pecho—, es cosa del pasado…
Los hombros de Henry decayeron sin ser vistos por Jake.
—Sí —se apresuró a decir con convicción.
—Yo no te guardo rencor, ni ningún resquemor por lo que pasó. El
tiempo lo cura todo, ¿no? —dijo con una extraña amargura, que no
fue percibida por Henry—. Y han sido… dos años. Por mí queda
todo olvidado.
—¿Todo? —preguntó de pronto Henry, para saber si con “todo”
también se refería a él.
Dios, ¿por qué he preguntado eso?, se maldijo interiormente.
—Claro —respondió Jake si percatarse de la profundidad de la
pregunta—. Y como padrino de la boda… me gustaría llevarme bien
con el hermano de la novia —dijo con una tímida sonrisa.
—¿Llevarte bien conmigo? —inquirió Henry, y le miró como si le
estuviera planteando una locura—. ¿Es que quieres ser mi amigo
ahora, Rivers? —preguntó con mofa.
—¿Rivers? —dijo Jake enarcando una ceja ante la frialdad que
estaba usando con él.
261
Only Three Wishes ♥

—Sí.
Jake meditó las palabras que iba a usar a continuación, y prefirió
dejar pasar aquel distanciamiento que quería mantener el rubio.
—Puede que amigos sean palabras mayores… —le concedió, ya que
ni él mismo pensaba que pudieran llegar a ese tipo de relación, pues
entre ellos jamás hubo amistad, ni nunca la habría—. Pero podemos
dejar a un lado nuestras… diferencias… O como quieras llamar a
este incómodo sentimiento que seguro que también sientes.
Henry se quedó mudo. ¿Qué iba a decir? No podía soltarle lo que
realmente sentía… “No puedo llevarme bien contigo, Jake, porque
no puedo mirarte a los ojos sin quedar prendado de ellos, no puedo
verte el rostro sin tomarlo entre mis manos, no puedo toparme con
tus labios sin poder besarlos, no puedo estar cerca de ti sin tocarte,
no puedo estar contigo sin amarte.”. Pero claro, eso jamás lo diría.
Jake le estaba dejando claro que había olvidado todo lo que había
sucedido entre ellos, que podía llevar perfectamente una relación
cordial con él. Henry no podía ser de menos. Apretó los labios. Lo
intentaría, fingir que no se moría por aquel hombre.
—Claro, si eso te hace feliz… por mí no hay problema —y a pesar
de haber sonado relajado, esas habían sido unas palabras muy
difíciles de pronunciar.
—Genial —contestó Jake.
Henry desvió la mirada incómodo. Quería largarse ya, aquello estaba
siendo demasiado duro.
—Bien, pues… Hasta luego —dijo entonces.
—¡Espera! —exclamó Jake. Henry resopló y volvió a girarse—.
¿Tienes algo que hacer ahora?
Henry abrió los ojos sorprendido. ¿Por qué se lo estaba poniendo tan
difícil? ¿Era una venganza por haberle dejado marchar? ¿Torturarle
con su dolorosa presencia?
262
Desirée Arjona Peña ♥

—Pues tengo que… —comenzó a excusarse.


Jake pensó rápidamente en cualquier pretexto para que el rubio se
quedara.
—No he visto a Nike en dos años… —se apresuró a decir—, y me
gustaría pasar algo de tiempo con él. Que me lo dejaras me parece
algo abusivo.
Nike, pareciendo haber entendido las palabras de Jake, se acercó a
él, casi tirando de Henry. El rubio lo meditó un par de segundos. Sin
estar nada convencido de ello, y sin saber por qué lo hizo, accedió.
—Está bien.
Siempre supo que Jake era como un imán para él.

Nike no se despegó de él. Jake estaba sentado en un bordillo junto al


paseo marítimo, mientras jugaba con el perro. Henry llegó de pronto
con dos cafés que había comprado en una cafetería junto al paseo.
Le tendió uno a Jake y se sentó junto a él.
—Gracias —dijo tomando la bebida.
No había dormido nada, pero no sentía sueño en su cuerpo, estaba
totalmente despierto. Incluso sus sentidos parecían más
desarrollados que nunca. Podía sentir el aroma de Henry, era tal y
como lo recordaba. Una mezcla de jabón, crema hidratante, mar y
sol. No podía quitarle la mirada de encima. Mentiría si dijera que le
veía igual. Su cabello estaba algo más corto y sus facciones más
duras. Tenía un aura más adulta, más imponente, no veía en él nada
infantil. En cambio, estaba seguro que él seguía viéndose como un
crío a pesar de ya no serlo.
263
Only Three Wishes ♥

—Cuéntame, ¿ya eres abogado? —preguntó Jake tomando un sorbo


de su café.
Henry se miraba los pies. Le costaba fingir, fingir que la persona de
al lado era cualquier tipo que hacía años que no veía y ahora se
ponían al día como si tal cosa. Jake había sido su pasado, su
presente, y su futuro, no podía tratarle como a uno cualquiera. ¿Tan
fácil era para Jake?, porque así lo parecía.
—Lo soy —se esforzó por decir—. Desde hace casi un año.
—Vaya —dijo Jake impresionado, aunque realmente no lo estaba.
Primero porque ya lo sabía, y segundo porque a Henry nunca se le
escapaba nada—. ¿Tienes tu propio despacho y esas cosas?
—Hasta una secretaria propia —contestó Henry de pronto,
sonriendo y bajando la guardia.
—Seguramente la tendrás atemorizada —bromeó Jake—. ¿Cómo se
llama?
El rubio le miró extrañado por la pregunta.
—Maggie Calvin, ¿por qué?
Jake sonrió.
—Señorita Calvin, ¿ha impreso los papeles que le ordené? Si es así
espero que vaya recogiendo todas sus porquerías de ese escritorio —
comenzó a decir Jake imitando el atronador tono de Henry. El rubio
frunció el ceño—. Señorita Calvin, deje de parlotear, su insoportable
voz me da dolor de cabeza —se burló—. Señorita Calvin, espero que
no fume… me asquea ese olor a tabaco…
—Vale, vale —dijo Henry con una pequeña sonrisa para que se
detuviera—. Para empezar, no recuerdo haberla llamado señorita
Calvin nunca.
—¿Y cómo la llamas? —preguntó Jake divertido.
—No la llamo, me limito a ordenarle cosas. Y yo no tengo esa voz.

264
Desirée Arjona Peña ♥

—Oh, sí la tienes… Solo que no te escuchas —apuntó Jake antes de


apartar la mirada hacia el mar.
Henry se quedó mirándole. Sonrió con nostalgia. Jake era felicidad,
y lo había olvidado porque estaba totalmente hundido en la tristeza
sin él. Con él los problemas desaparecían, simplemente todo tenía un
lado bueno de repente. Dándose cuenta de que tenía la mirada
perdida en él, se apresuró a apartarla. Carraspeó volviendo a su
postura dura.
—¿Y tú? —preguntó Henry.
—¿Yo qué?
—¿A qué te has dedicado?
—A la música —se limitó a decir.
Henry le lanzó una perversa mirada.
—Entonces supongo que no ha habido ninguna novedad —dijo antes
de tomar un trago de café.
Jake, sin molestarse, enarcó una ceja.
—Sacamos un disco, y debo decir que somos muy populares en
Europa —dijo con orgullo.
Henry bufó.
—En Europa triunfa gente como la mujer barbuda esa… —dijo
Henry refiriéndose a Conchita Wurst—. Sus gustos son
incomprensibles.
Nike de pronto se lanzó contra unas gaviotas, espantándolas
repentinamente.
—¿Y cómo te fue con esta bola de pelo? —preguntó Jake mirando
con cariño al perro.
—Bueno, a veces me pone en situaciones comprometedoras… —
dijo pensando en cómo Nike le había llevado hasta esa misma
situación—. Pero es mi compañero, y nos llevamos bien.

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Only Three Wishes ♥

Nike ladró con rabia a los pájaros que vagaban por la playa, con mal
humor. Cuando logró echar a todos, volvió con gesto orgulloso a
ellos.
—Puedo ver un poco de ti en él —dijo Jake con una pequeña risa.
—Pues claro, lo he educado yo.
De pronto, comenzó a revolcarse en la arena juguetonamente. Se
acercó a las manos de Jake con ternura. También tiene una parte de
ti, pensó Henry con tristeza.

Salieron de la playa y caminaron por la acera. Jake preguntó a Henry


por su master, por su casa, por su familia, por sus amigos… Henry
daba respuesta cortas cuando se tensaba, y largas parrafadas cuando
bajaba ese muro que quería mantener entre ambos. Si no dejaba
acercarse a Jake en exceso no le haría daño. Lo difícil era resistirse a
que se acercara. Henry no quería preguntar demasiado por Jake, pero
en una conversación era difícil no saber nada del otro. Había
conseguido abstenerse de toda información de la vida del moreno en
aquellos dos años, y ahora sin querer, ni preverlo, estaba conociendo
todo. Lo único que sabía es que se había marchado a Europa, pero
parecía que Jake y su grupo habían estado haciéndose famosos por
allí. También le preguntó por su madre, y prefirió no preguntar por
sus amigos. Nike andaba entre ambos, y Henry le notó
especialmente contento. Jake también le observaba, y sin poder
evitarlo, llevó sus ojos a la pierna de Henry. Se mordió el labio.
—¿Cómo está tu pierna?

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Desirée Arjona Peña ♥

Tema complicado, pensó Henry, pues fue uno de los


desencadenantes del fin entre ambos. De nuevo, volvió a poner
distancia entre ellos.
—Bien, todo fue bien —dijo casi contando las palabras.
—Me alegro —se limitó a decir Jake notando que Henry se tensaba.
Sus pasos les llevaron hasta el centro. Continuaron hablando de
cosas banales, del tiempo, la boda… Jake no se sorprendió al saber
que Henry estaba en total desacuerdo, aunque para su sorpresa, solo
se quejó por la corta edad de los novios, y no por que el novio le
pareciera un completo memo. Eso lo agradeció. Henry siguió la
conversación amable, hablaron de Chris, otro de los puntos que
seguían teniendo en común. Rieron pensando en cómo era con sus
amoríos, de los cuales los dos estaban enterados. Aquel tema,
produjo otro silencio, pues ninguno quería llegar al asunto del amor,
sobre todo Jake, pues no quería que Henry le preguntara sobre su
vida sentimental, aunque él se muriera de ganas por saber si Henry
tenía a alguien. A pesar de que saberlo le mataría, quería saber si
Henry había encontrado un sustituto para él. De pronto reconoció el
edificio del rubio ante ellos, lujoso y sofisticado como él. El portero
ante la puerta sonrió a Henry, pero éste le ignoró totalmente. Se
detuvieron. Jake se metió las manos en los bolsillos, y Henry miraba
hacia otro lado. Llegaba la hora de la despedida y ninguno quería
hacerlo.
—Bueno —dijo Henry finalmente—. Supongo que nos iremos
viendo para los preparativos de la boda.
—Sí, supongo que sí —asintió Jake.
—Bien. Bueno, adiós —dijo sin en realidad querer despedirse.
—Adiós —dijo el moreno con un hilo de voz.
Se giró lentamente para marcharse, pero en realidad, no lo deseaba.
Quería quedarse con él, le había sabido a poco su reencuentro, quizá
267
Only Three Wishes ♥

porque esperaba algo que jamás llegaría, como lo que su


imaginación le llevó a pensar en el restaurante aquella noche, que
besaba a Henry y él le volvía a amar, que olvidaría todo y volverían
a empezar. Pero no fue así, ni siquiera se había acercado a eso,
además, no estaba bien. No era justo para ninguno, y sobre todo para
Alex… Comenzó a caminar sin volverse. Henry seguía allí parado,
mirando cómo Jake se alejaba. “No, no, no”, se decía. “Déjale
marcharse, lo necesitas. Tienes que estar lejos de él o te arrastrarás
para que vuelva a quererte. ¿Y todo lo que has conseguido en estos
dos años? Volver al camino correcto, ¿no es eso lo que quieres?”,
hablaba consigo mismo, y su respuesta vino dada en un grito.
—¡Jake! —le llamó, y éste se volvió. Henry bajó de pronto la mirada
sin saber a qué había venido aquel repentino arrebato. Se tocó la
nuca y su boca siguió hablando a pesar de lo que su cerebro
pensaba—. ¿Te gustaría subir? —preguntó entonces para sorpresa de
ambos—. Ayer me pasé pidiendo en el restaurante y tengo un
montón de comida que no creo que pueda acabarme.
Jake apartó la mirada. Claro que quería…, pero no era lo correcto.
—No creo que sea buena idea… —comenzó a decir.
Henry, sin poder evitarlo, dejó caer sus hombros algo abatido.
Bueno, ¿y qué esperaba?
—Claro —se apresuró a decir quitándole importancia, como si lo
hubiera pensado mejor y hubiera sido una tontería. Tiró de la correa
de Nike para entrar en el edificio.
Las manos de Jake salieron de sus bolsillos y se fueron a su pelo.
“No vayas, no está bien. Una cosa es querer tener una relación
cordial por el bien de todos… y otra cosa es subir a su piso”, le
reprendió su mente. Pero si Henry estaba haciendo poco caso a su
mente en ese momento, Jake le haría a la suya mucho menos caso.

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Desirée Arjona Peña ♥

—Pensándolo mejor… —dijo de pronto deteniendo a Henry. Le


dedicó una inocente sonrisa—. Me muero de hambre.

El viaje en ascensor fue un absoluto silencio. No incómodo,


simplemente estaban inmersos en sus pensamientos. Un combate
interno entre el corazón y la mente. De pronto, se miraron, en un
contacto que quitó el aliento a ambos. Si eso no era tensión es que
nada lo era. El pitido que anunciaba la llegada al piso de Henry hizo
que desviaran sus miradas. El rubio llevó la llave a la cerradura y
abrió su piso. Los domingos la señora Martínez no iba a su casa a
limpiar, por lo que no había nadie, y el piso estaba tal cual lo dejó
cuando se despertó aquella mañana. No estaba muy desordenado,
aunque si Jake seguía siendo el mismo que era hacía dos años, y
parecía que lo era, ni lo notaría.
—Está tal y como lo recordaba —dijo Jake cuando pasó.
Henry dejó sus llaves junto a la encimera y soltó la correa de Nike.
—Bueno, la televisión la renové —comentó Henry con una pequeña
sonrisa.
—¿Se te quedó anticuada a los dos meses? —se burló Jake.
—A los cuatro —apuntó Henry.
Se acercó a la nevera. Sus manos le sudaban, se sentía como un
adolescente en la primera cita, cuando llevaba por primera vez a una
chica a su casa. Pero allí no había nada de eso, no se iban a acostar,
simplemente eran dos viejos conocidos que iban a tomar algo. Vio
los refrescos que siempre tenía en el frigorífico. Uno de los tres

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Only Three Wishes ♥

deseos que le prometió a Jake que le concedería. Sacó dos y le


tendió uno al moreno que aún observaba el piso.
—Vaya, no creí que viviría para encontrar una Coca-Cola en tu
nevera —dijo divertido tomándola.
—Siempre suelo tener.
Tal y como te prometí, pensó Henry. Jake había descubierto ya dos
de sus deseos, esperó que no le descubriera el tercero. Se sentaron en
el sofá. Henry suspiró ante el silencio que hubo. Nike estaba
tumbado en la alfombra sin hacer ruido, cansado por todo el paseo
que había tenido aquella mañana. Jake se giró un poco en el sitio
para mirar a Henry a su lado. Volvió a perderse en sus ojos. Henry
tampoco pudo evitar el contacto. ¿Tan evidente era que se moría por
aquel chico? Había estado muriendo por él durante dos años, y de
pronto, aquel día, sin poder llegar a imaginarlo, le tenía ahí en su
sofá, a menos de un metro de su piel. ¿Cómo es que no estaba
enloqueciendo? En realidad, lo estaba. Jake dejó escapar el aire de
sus pulmones. Qué mal se le daba fingir, aquello era totalmente
ridículo. ¿Henry pensaría igual? ¿Se daría cuenta de lo ridículos que
se veían no queriéndose?
—Dime que esto no es raro —dijo de pronto Jake, sin quitar la vista
de los ojos del otro.
Henry tampoco apartó la mirada, y Jake por fin pudo ver un destello
de sinceridad en sus ojos.
—Lo es —contestó.
Jake sonrió levemente.
—¿Demasiado? —preguntó.
Henry quería encontrar la respuesta a aquella pregunta, pero solo
conseguía encontrar una única verdad; sí, aquello era raro, porque
Henry había nacido para querer a aquel hombre, no para tomar una
Coca-Cola con él en el sofá, mientras hablaban del tiempo. Sin
270
Desirée Arjona Peña ♥

embargo, es lo que correspondía tras la decisión que tomó hacía dos


años.
—No lo sé —sonó con desesperación, y fue lo único que consiguió
decir.
Jake no quería entrar en el tema…, si entraba solo querría
preguntarle al rubio si le seguía queriendo tanto como él lo hacía. Y
sin embargo, no pudo evitarlo.
—No puedo borrar el pasado —dijo entonces apoyando su cabeza en
el respaldo—. En realidad, tampoco quiero. No fue un error para mí.
¿Para ti lo fue?
Henry notaba que no le llegaba el aire.
—No, no lo fue —contestó casi sin aliento, con voz monótona.
Jake quiso alargar el brazo y tocarle la mejilla. Apretó
disimuladamente el puño para no hacerlo y sonrió con algo de
amargura.
—¿Puedes darme alguna contestación larga? —pidió.
Las piernas, los brazos y los labios de Henry temblaban. Aunque
Jake no pudiera percibirlo, él sí lo notaba. Llevó sus ojos a los labios
de Jake, se veían húmedos y deliciosos.
—Tengo que ir al baño —dijo poniéndose en pie de golpe.
Desapareció de allí antes de que Jake pudiera objetar nada. Suspiró y
dejó caer la cabeza.
—Bueno, al menos ha sido una palabra más —dijo entonces
tomando un trago del refresco.
Henry cerró la puerta del baño tras él. Se echó agua en la cara y
respiró hondo. ¿Por qué cojones le había tenido que invitar a subir?
Debía decirle que se marchara, aquello no iba a funcionar. Esa
fachada era imposible de aguantar, no verle era más efectivo. Estar
así era una auténtica tortura. Salió finalmente del baño con aquella
idea en la mente. No podían verse o acabaría loco. Cuando llegó al
271
Only Three Wishes ♥

salón, se paró en seco. Jake estaba tumbado en el sofá, con los ojos
cerrados.
—¿Jake? —preguntó Henry confuso acercándose a él.
No hubo respuesta, el moreno se había quedado totalmente dormido
en su sofá. Henry no sabía que Jake no había dormido en toda la
noche pensando en él bajo las estrellas y sobre la arena. Se quedó
allí quieto sin poder evitar mirarle dormir. ¿Debía despertarle? Claro
que sí. ¿Cómo iba a dejar que se quedara durmiendo en su piso?
Pero no pudo hacerlo. En su lugar, se vio de pronto con una manta
en la mano y le cubrió con ella. Su respiración era como una nana,
pausada y hermosa. Su expresión relajada solo podía dar calma a
Henry, recordando todos esos momentos en los que el moreno
dormía a su lado. Suspiró. Sí, definitivamente, ya se estaba
volviendo loco.

Había bajado un momento a la tienda para comprar algo para comer,


o simplemente para salir de allí. Nike se había enroscado junto a
Jake, y los dos dormían plácidamente. Henry se apoyó en la
encimera de la cocina, como si quisiera mantener las distancias con
el salón, pero sin dejar de observar a Jake. Se pasó la mano por la
frente. Le iba a explotar la cabeza de tanto pensar. En más de una
ocasión, había querido tumbarse con él y abrazarle, susurrarle al
oído y besarle sin que se diera cuenta. Una locura que por suerte
pudo evitar y conservar su dignidad. Fue a su habitación para
alejarse de aquel cuerpo tan atrayente. Necesitaba hablar con
alguien, solo para que le dijera que aquello no era un sin sentido y
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Desirée Arjona Peña ♥

que era lo más normal entre exs, padrino y hermano de la novia… o


lo que fueran en ese momento. Cogió su móvil y comenzó a andar de
un lado a otro nervioso. La voz de su amigo sonó al otro lado.
—¿Sí? —preguntó la voz de Chris de una manera ansiosa que
distrajo a Henry de la razón de su llamada.
—Ey, qué contestación tan efusiva.
—Ah, hola Henry —dijo con algo de decepción en la voz.
—Veo que mi llamada te decepciona —dijo sin estar realmente
molesto. Se asomó por la puerta de su habitación, y vio a Jake aún
dormido. Cerró—. ¿Esperabas la llamada de alguien?
—En realidad, sí.
—¿De quién andas ahora tan interesado? —preguntó por preguntar,
en realidad se interesaría por cualquier cosa que le mantuviera
distraído, incluso los chismes de Chris.
—No creo que te interese —le aseguró.
Henry abrió los ojos sorprendido.
—Puede que sea la primera vez que no quieres hablar de uno de tus
ligues.
Genial, por una vez que quería escuchar sus cotilleos y ahora no
hablaba, parecía que Chris actuaba con el fin de sacarle de quicio.
—No es la llamada de ningún ligue —contestó Chris, y no parecía
estar de ánimo.
—¿Entonces?
—Ya te he dicho que no te interesa —repitió.
Henry entrecerró los ojos con sospecha.
—¿Qué quieres decir? —inquirió. De repente cayó en la cuenta—.
¿Te refieres a Jake?
Un largo silencio se produjo al otro lado de la línea.
—¿A-acaba… acabas de decir su nombre? —balbuceó Chris
tremendamente sorprendido.
273
Only Three Wishes ♥

Henry jamás había nombrado al moreno en todo aquel tiempo, ni le


dejaba a él mismo decir su nombre.
—Sí, ¿qué pasa? —preguntó a la defensiva.
—No, nada…
—¿Y qué pasa con Jake? —insistió Henry.
Otra larga pausa.
—¿De verdad quieres saberlo? —inquirió sin poder creerlo, aquello
no tenía sentido. Dos días atrás huía para no toparse con los dos
mejores amigos de su ex, y ahora parecía muy interesado en él—.
¿Te has dado un golpe esta mañana?
—Algo así… —dijo con lentitud.
Chris suspiró, parecía que el rubio hablaba en serio. Cedió entonces.
—Jake se marchó anoche de la cena de repente, y no ha aparecido
por su casa aun —le contó al rubio con preocupación. Henry no
pudo evitar preguntarse si esa actuación tendría algo que ver con
él—. Sus amigos están preocupados porque no da señales de vida.
Le he llamado un par de veces…, pero nada. Nadie sabe dónde está.
Sin saber por qué, se sintió culpable. En realidad no era culpa suya,
pero el moreno había estado con él todo ese tiempo mientras la gente
andaba preocupada. De pronto, una sonrisa apareció en su rostro.
Jake había ignorado totalmente a sus amigos por él. ¿Eso significaría
algo? No podía preocuparse de eso en ese momento, quería
guardarse para él su reencuentro con Jake, pero debía decirle a Chris
lo que sucedía.
—Ya… Verás, esto te va a sorprender, pero…
—¿Qué pasa? —preguntó Chris confuso por el tono de Henry.
Se tomó su tiempo para contestar.
—Está aquí —confesó al fin.
Al otro lado no se escuchó nada durante un largo rato.

274
Desirée Arjona Peña ♥

—¿Cómo? —preguntó Chris como si no hubiera escuchado bien las


palabras de su amigo.
—Jake está en mi casa —repitió.
Al otro lado del teléfono se escuchó de pronto una risa incrédula.
—¿Me estás vacilando? —preguntó, y su voz se tornó seria—.
Porque no tiene gracia.
—¡Claro que no te estoy vacilando, memo! —exclamó Henry
ofendido. ¿Por quién le tomaba?
De nuevo, silencio. Chris estaba asimilando aquella información.
—A ver si lo he entendido —dijo entonces con voz pausada—. ¿Me
estás diciendo que el chico del que llevas huyendo, evitando
nombrar, del cual no querías ni oír hablar, prohibiéndome
mencionarlo en tu presencia, durante dos puñeteros años… está en tu
casa ahora mismo?
Vale, sin duda con esas palabras Henry confirmó que la presencia de
Jake en su piso era un total sin sentido, y la respuesta a la pregunta
de Jake, de que si aquello era demasiado raro, era un tremendo sí.
—Sí —confirmó Henry.
El rubio se impacientó, pues no llegaba ninguna respuesta de su
amigo.
—Vete a la mierda, Henry —escupió de pronto Chris sin creerse ni
una palabra.
—¡Te estoy diciendo la verdad! —exclamó.
—Muy bien —aceptó de pronto Chris—. Pues pásamelo.
Henry se pasó la mano por la nuca incómodo por lo que iba a decir.
—Está durmiendo ahora.
Si Henry hubiera visto en ese momento a Chris, le vería con la boca
tremendamente abierta. Intentó pronunciar algo un par de veces,
pero quería decir demasiadas cosas al mismo tiempo. Entonces cerró

275
Only Three Wishes ♥

la boca y pensó en lo que eso podría significar. Se agarró con los


dedos la parte superior de la nariz.
—Por favor, dime que ayer no fue a verte a tu piso y os terminasteis
acostando —le pidió.
Henry abrió los ojos de par en par.
—¡¿Qué estupidez estás diciendo?! ¡Pues claro que no!
—Júralo.
—¿Que te lo jure? —preguntó el rubio incrédulo.
—Sí.
Henry bufó.
—Esto es estúpido… —soltó entonces.
—Si no lo haces no te creeré.
¿Tan obvio era que se moría por los huesos de Jake? Parecía que sí,
pues era lo primero en lo que estaba pensando Chris. Le odiaba,
odiaba ser tan transparente para él. Henry cerró los ojos.
—Te lo juro —dijo al fin.
Henry esperó la nueva respuesta de Chris.
—Entonces apuesto a que habrá sido una historia divertida —dijo
creyendo las palabras de Henry.
—Nike no se ha olvidado del aroma de Jake —dijo con una leve
sonrisa—, y parece que de él tampoco.
—¿Y tú? —preguntó Chris. Henry no contestó, lo que llevó a Chris
a resoplar—. ¿Puedes ser sincero contigo mismo por una vez? Da
igual que no me lo quieras decir a mí, pero por lo menos date cuenta
tú mismo.
—¿Y de qué serviría eso? —quiso saber Henry.
—Serviría para que pudiéramos hablar de la razón por la que me has
llamado —dijo Chris de nuevo, haciendo mella en él.
—Solo estoy… en shock —dijo, siendo en parte una gran verdad.

276
Desirée Arjona Peña ♥

—Lo entiendo —asintió Chris, y le concedió aquella respuesta, pues


aunque no fuera la que buscaba… ya era un avance. Entonces le
vino a la cabeza un asunto de gravedad. Alex—. ¿Habéis hablado?
—preguntó con todo el disimulo que pudo.
—De esto y de aquello. Cosas superficiales y banales, como el
trabajo, de la familia, o de ti…
—¿Yo soy superficial y banal? —inquirió Chris.
—Ya sabes a qué me refiero.
—Sí. Nada de vosotros dos —concluyó, siendo lo que Henry quería
decir.
Parecía que el rubio no sabía nada de Alex. Mataría a Jake por no
decírselo. ¿A qué jugaba? Era asunto de Jake, claro estaba, pero
Henry debía enterarse cuanto antes. Se dejó caer en su cama,
pensando en la larga conversación que había tenido con Jake.
—Aunque en realidad, sí hemos hablado de nosotros —reconoció
entonces—. Quiere mantener conmigo una relación cordial.
—Eso es… ¿bueno? —preguntó Chris.
—Depende de para quién.
Estaba claro que para el resto, si Henry y Jake mantenían una
relación afable, las cosas resultarían más sencillas. Al menos no
tendrían que dividirse, ni tener un tabú en la conversación. Pero a
Chris el resto le daba igual.
—¿Para ti? —quiso saber. Y antes de que su amigo le contestara,
volvió a hablar—. Sé sincero.
Henry miraba al techo, teniendo muy claro cuál era la respuesta.
—No —admitió.
Chris sonrió, pues aunque no lo dijera, a Henry no le gustaba tener
una relación así con Jake, no porque no aguantara al moreno, sino
porque no podía ocultar lo que sentía por él. Sin embargo, la sonrisa
de Chris se apagó, pues las cosas no eran tan sencillas. Jake ya tenía
277
Only Three Wishes ♥

a alguien en su vida. Chris se preguntó qué convendría más a su


amigo Henry, apartarse de Jake, o volver a recuperar lo que perdió.
Él no podía tomar esa decisión por él.
—Debería llamar a sus amigos para que no se preocupen —dijo
entonces.
Henry frunció el ceño, quería tener a Jake más tiempo con él, aunque
fuera dormido. Si sus amigos sabían que estaba allí seguramente no
lo aprobarían.
—Esos perdedores tocapelotas… —maldijo Henry y Chis soltó una
pequeña risita.
—Llámame cuando quieras hablar.
Henry apretó los labios.
—Gracias —dijo antes de colgar el teléfono.

Sus ojos se abrieron pensando en que todo había sido un dulce


sueño, pero cuando sus párpados terminaron de separarse y vio a
Nike junto a él, supo que no lo había sido. Se incorporó de golpe.
Henry estaba en la cocina. Se había cambiado de ropa y
posiblemente se había duchado. Una luz anaranjada que indicaba el
atardecer alertó a Jake.
—¿Me he quedado dormido? —preguntó entonces.
Henry alzó el rostro, viendo a Jake sentado en el sofá con una
expresión nada tranquila, a pesar de haberse echado un buen sueño.
—Sí —contestó Henry yendo hasta él, con dos tazas de café en la
mano.
Las mejillas de Jake se encendieron por la vergüenza.
278
Desirée Arjona Peña ♥

—L-lo siento —dijo abochornado.


Henry sonrió con delicadeza, se sentó junto a él, en el espacio libre
que le había dejado, y le tendió la taza.
—No importa. Parecías agotado.
Jake tomó la bebida, y vio cómo Henry tomaba un sorbo de la suya.
Estaba actuando con una naturalidad que solo hacía ruborizar más a
Jake.
—¿Qué hora es? —preguntó entonces.
—Tarde, la verdad… Casi la hora de cenar —contestó Henry,
acariciando a Nike, que también se había despertado y pedía
arrumacos de su dueño.
—¡¿He dormido seis horas?! —inquirió Jake escandalizado.
—¿Te sorprende? Tú siempre has dormido doce —contestó con una
sonrisa. Observó a Jake con diversión, y alzó una ceja—. ¿Estás
avergonzado?
Claro que lo estaba, pensó Jake. No hacía ni un día de su
reencuentro, y él se dormía en su sofá.
—No creo que la relación cordial de la que hablábamos abarcara que
me quede dormido en tu sofá —contestó.
—No es la primera vez que duermes aquí, ni la primera que te veo
dormido —dijo de pronto, haciendo que Jake abriera los ojos de par
en par—. Bebe —dijo Henry señalando el café de Jake.
—Gracias —dijo tomando un sorbo. Estaba tal y como a él le
gustaba, con mucho azúcar.
—Si te hace sentir mejor, yo también he hecho algo que puede
sobrepasar los límites de una relación cordial —dijo Henry haciendo
que Jake casi se atragantara con el café.
—¿Ah sí? —preguntó verdaderamente curioso.
¿Era él, o Henry parecía otro de repente? Un poco más el Henry de
hacía dos años…, como si no ocurriera nada entre ellos dos.
279
Only Three Wishes ♥

—He mandado un mensaje a tus amigos por ti —dijo, para


decepción de Jake. Por un momento el moreno imaginó que Henry le
diría que había dormido a su lado, que le había susurrado al oído, o
que le había besado en sueños. Qué tontería—. Estaban
preocupados, y les he dicho que estabas dando una vuelta y que
volverías enseguida.
Jake abrió los ojos de par en par. Había olvidado por completo a sus
amigos. La noche pasada desapareció sin más y aún no se había
presentado. Shorty estaría que se subía por las paredes.
—Oh mierda… —maldijo Jake poniéndose en pie.
—Han contestado con un montón de insultos, pero supongo que es la
forma que tienen esos memos de decir que está bien —dijo Henry
para tranquilizarle.
—Será mejor que me vaya entonces —respondió, dejando la taza de
café en la mesa.
Henry forzó una mueca de conformidad.
—Claro.
—Tú tendrás cosas que hacer, llevo ocupando tu casa todo el día…,
y no quiero preocupar a nadie más —comenzó a decir Jake azorado.
—Sí, lo cierto es que tengo trabajo por hacer —mintió Henry
acompañándolo a la puerta.
Los dos se quedaron allí plantados, sin saber muy bien qué venía
después, qué querían que viniera a continuación, o qué debía pasar.
—Ha sido un placer volver a verte —consiguió decir Jake al fin.
—Lo mismo digo —contestó Henry.
Sonaban forzados, contenidos, ambos, ninguno más que el otro. Jake
abrió la puerta con una lentitud tortuosa, como si no quisiera llegar a
abrir del todo, como si no quisiera que acabara ahí.

280
Desirée Arjona Peña ♥

—Jake —dijo de pronto Henry, deteniendo al moreno en el marco de


la puerta, que le miró esperanzado. Desvió la mirada sin saber qué
decir en ese momento—. Nos iremos viendo por ahí.
Los ojos de Jake se apagaron con desilusión. Asintió aun así.
—Seguro —dijo, y entonces salió al rellano. Estaba dirigiéndose al
ascensor, cuando se giró de repente—. Henry —llamó.
—¿Sí? —preguntó el aludido, sin ocultar sus ganas por que Jake le
dijera lo que quería escuchar.
Pero éste ahogó sus propias palabras. Bajó la mirada y suspiró
resignado.
—Que pases un buen día —se limitó a decir.
La decepción de Henry fue aplastante. Sonrió levemente.
—Tú también.
Jake se volvió, casi a cámara lenta. Henry cerró su puerta casi al
mismo ritmo. Al final se cerró, creando de nuevo un muro entre
ellos. Henry notó entonces su aliento desconsolado. Apoyó su frente
en la puerta y cerró los ojos. Jake entró en el ascensor, y pegó su
espalda a la pared, sin fuerza alguna. Ambos susurraron desde sus
respectivos lugares.
—Te he extrañado.

281
Only Three Wishes ♥

Capítulo 12
El aire acondicionado estaba en su máxima potencia. Los Ángeles en
junio no era un gran momento para estar trabajando en un despacho,
a no ser que se tuviera una de esas máquinas de aire fresco. Jonah
llevaba una hora repitiendo la misma historia una y otra vez. La
razón era que frente a ellos tenían al cliente más idiota que jamás
hubieran conocido. Era un tipo robusto, entrado en los cincuenta
años, un hombre que en su vida había podido solucionar todo con
dinero, y que por primera vez no estaba pudiendo enmendar sus
errores así. Su padre detestaba a ese tipo de hombres, y ahora Henry
sabía por qué. Lo tienen todo y son incapaces de ver la caída, aun
cuando ya estén a un palmo del suelo. Eran como adolescentes en el
cuerpo de un adulto, y con mucho poder. El poder había que saber
racionarlo, eso le había dicho su padre. Jonah, desquiciado, miró a
Henry, pidiendo ayuda. Henry asintió.
—Señor Steven —dijo Henry llevándose la atención del cliente—, el
Tribunal Supremo dictaminó que su empresa debe seguir pagando
las compensaciones por los daños que ocasionó el escapé de su
fábrica en Scottsdale. Van a tener que continuar hasta que la corte
decida escuchar nuestros argumentos sobre la validez de los
reclamos.
—¿Y cuándo escucharán? —inquirió el hombre malhumorado—. Mi
empresa ya ha pagado más de 12.000 millones de dólares.
—Ese dinero fue para responder a las demandas de individuos,
empresas, y entidades gubernamentales —explicó Henry de nuevo,
pues Jonah ya se lo había dicho cinco veces desde que estaban allí—
. Ahora habrá un juicio que determinará cuánto debe su empresa en
multas por violación a las leyes medioambientales.

282
Desirée Arjona Peña ♥

—¡Qué disparate! —exclamó el señor Steven—. ¡Eso me dejará en


la ruina!
¿Y qué otra cosa esperaba?, le dieron ganas de decir a Henry.
—Sus antiguos abogados llegaron a un acuerdo con la mayoría de
los demandantes del sector privado para cubrir daños por un valor de
unos 7.800 millones de dólares.
—Sí, y aquello me pareció una aberración, por eso les he contratado
a ustedes —dijo el hombre con hostilidad, mirando a Jonah y Henry
como si no estuvieran haciendo bien su trabajo.
—Tranquilo, señor Steven. Nuestro plan es argumentar una
interpretación errónea por parte del administrador de reclamos que
contribuyó a elevar el coste a más de 9.200 millones de dólares —
explicó Henry. Se había pasado la semana entera buscando con
Jonah cualquier alternativa para aquel hombre, aunque para ello
tuvieran que recurrir a falsas acusaciones—. Apelaremos al tribunal
que algunos de los pagos se dieron a entidades cuyas pérdidas no
estuvieron relacionadas con la fuga de su empresa.
El hombre asintió, y pareció entender por fin, sin embargo, no les
iba a poner las cosas fáciles.
—¿Me devolverán mi dinero? —preguntó.
Henry le miró incrédulo. Hasta a él, que sabía que ese hombre no
tenía muchas luces y que estaba demasiado metido en su propio
culo, le sorprendió aquella pregunta.
—Su fábrica mató a once personas —soltó Henry entonces,
recalcando la obviedad. No podía más con ese imbécil, por muchos
miles de dólares que le estuviera pagando—. Por supuesto que no le
devolverán su dinero —escupió sin poder contenerse—. De gracias
que podamos reducir la sanción y de que no esté hoy mismo en la
cárcel con todas sus fábricas cerradas.
La mirada de aquel hombre se oscureció.
283
Only Three Wishes ♥

—Cuidado con el tono que usa conmigo, maldito picapleitos —dijo


el señor Steven señalándole con el dedo. Era la primera vez que
llamaban a Henry “picapleitos”, ya podía considerarse un abogado
en toda regla, pensó—. No soy ningún paleto idiota.
Henry se arregló la corbata con tranquilidad y gesto sereno. Jonah
suspiró para sus adentros, pensando que el rubio conservaría la
calma. Sin embargo, se equivocaba.
—Puede que no sea un paleto idiota, pero si es un memo avaricioso
—soltó Henry con gesto orgulloso.
Los ojos del señor Steven se abrieron de par en par.
—¡¿Qué ha dicho?! —inquirió.
Jonah se puso inmediatamente en pie y agarró del brazo a Henry.
—¿Nos disculpa un momento, señor Steven?
No hubo replica. Los dos salieron de allí, y una vez fuera, Jonah
cerró la puerta.
—¿En qué demonios estás pensando? —le reprendió enseguida.
—En que llevamos toda la semana estudiando este caso para poder
salvar un poco del dinero de ese gilipollas, y no sabe valorarlo —
soltó Henry con frustración.
—¿Y qué querías? ¡Así son los empresarios! —exclamó. Henry se
pasó la mano por la cara. Jonah suspiró—. Ve tomarte un café, yo
me encargaré de él.
No le dejó otra opción. Volvió a la sala cerrando la puerta tras de sí.
Henry fue hasta su despacho. Se dejó caer en su mullido asiento y se
aflojó la corbata. Podría echar la culpa de su mal humor al trabajo,
pero no era así, estaba de mal humor porque no había podido
quitarse de la cabeza su encuentro con Jake. Estaba tan o más guapo
que hacía dos años. Y aún tenía esa facilidad de hacerle sonreír sin
proponérselo. Parecía feliz, y no sabía si eso era algo bueno o malo.
Se había preguntado en cientos de ocasiones si Jake le odiaría por
284
Desirée Arjona Peña ♥

todo lo que ocurrió. En realidad, se merecía que Jake lo hiciese, así


las cosas hubiesen sido incluso más sencillas. Sin embargo, contra
todo pronóstico, parecía no estar afectado. Henry sacó su móvil. El
moreno le había dicho que lo mejor sería llevar una relación cordial,
es decir, que si le llamaba, por ejemplo, para tomar unas cervezas,
no tenía nada de malo, ¿verdad? Solo era pasar un rato con un
amigo, algo totalmente inofensivo. Aunque Henry sabía que Jake no
era, ni sería nunca, un amigo para él. Dejó el móvil en la mesa y giró
su silla para mirar por la ventana y dejar el teléfono a sus espaldas.
No pasaron ni cinco segundos cuando la giró de nuevo y cogió el
móvil. Había borrado hacía tiempo el número de Jake, sin embargo,
aún se lo sabía de memoria. Marcó los números. Antes de que diera
la primera señal, colgó. No, no, no. Había hecho las cosas por más
de una razón. Tener una vida normal, una mujer, unos hijos, una
casa con jardín… Eso era lo que debía tener en su vida. Había
aguantado dos años, no podía echarlo todo a perder por haber visto
su estúpida cara otra vez, pensó con rabia. Dejó de nuevo el móvil,
dándole la espalda. Entonces, la pantalla se encendió y comenzó a
sonar. Giró bruscamente y se apresuró a responder. Tal vez fuera él.
—¿Diga? —preguntó.
Obviamente no lo era.
—Hola hijo —dijo su padre al otro lado. Los hombros de Henry
cayeron decepcionados—. ¿Estás haciendo algo?
Ojala hubiera podido decirle a su padre que el cabrón e imbécil del
señor Steven le tenía hasta arriba de trabajo, pero Jonah, por
desgracia, casi le había echado de allí. Suspiró.
—No, ya he acabado en el despacho por hoy.
—Estupendo —respondió su padre—. Entonces ve a recoger a tu
madre y a Roger al aeropuerto.
Henry casi resbala de su silla al escuchar sus palabras.
285
Only Three Wishes ♥

—¿Mamá llega hoy? —inquirió.


—Sí, su avión aterrizará en dos horas —contestó el señor Woods.
Sabía que su madre iría a pasar el verano a Estados Unidos para
preparar todo con Claire. Era la gran condición que había puesto,
quería una boda tradicional. Y no es que Henry no quisiera a su
madre, la amaba, es más, en ocasiones creía que tenía más en común
con ella que con su padre, sin embargo, pasar demasiado tiempo con
ella era como estar en un campo de minas. Era recta, orgullosa, dura
y perfeccionista, muy dada a guardar las manera, y a darle
importancia a lo que pensaran los demás. Esa fue una de las razones
por las cuales, en un principio, no quiso acceder al divorcio que
quería su marido. ¿Qué pensarían los vecinos? Pero finalmente se
vio obligada a hacerlo. Aun así llevaba una relación bastante buena
con su ex marido, aunque el señor Woods no quisiera encontrarse
con ella. En eso Henry se vio reflejado en su padre.
—Vas a tener que encontrarte con ella tarde o temprano, deja de
retrasarlo —dijo Henry al ver que su padre no quería recoger a su ex
mujer.
—He aceptado que se queden en casa, ¿no te parece suficiente?
—¿No van a ir a un hotel? —preguntó Henry confuso.
No se podía imaginar a su madre con su nueva familia en su casa.
Era… raro. Su madre no había pisado Estados Unidos desde su
divorcio, y mucho menos su antigua casa.
—No van a pagar un hotel para todo el verano.
—¿Así que vas a pasar dos bonitos meses con mamá y Roger? —se
burló Henry sin poder evitarlo.
—No te burles o los mando a tu casa —gruñó su padre.
—En mi casa no hay sitio para ellos —se excusó Henry—. ¿Por qué
no va Claire a recogerles?
—Está arreglando la casa para ellos. Es tu madre, es tu deber.
286
Desirée Arjona Peña ♥

Henry resopló.
—Esta boda solo está dando problemas.
—Lo comparto.
—Muy bien… —accedió Henry.
—Así que este fin de semana lo pasarás en casa —dijo de pronto su
padre.
Henry abrió los ojos de par en par.
—¿Por qué? —quiso saber.
—Tu madre quiere hacer una reunión familiar —contestó, e hizo una
pausa antes de continuar—. Quiere conocer al novio de tu hermana.
A Henry le apareció una mirada maligna en el rostro.
—Será un espectáculo digno de ver —comentó con perversidad.
Aquel enano idiota desconocía la peor parte de los Woods, y esa era
su madre.

Jake se agachó para buscar sus zapatillas debajo de la cama. Nada.


¿Dónde coño estarían? No sabía dónde tenía la cabeza. Parecía que
la había perdido aquella semana, desde que vio a Henry. Sus piernas
aún seguían temblando desde entonces, como las de un crío
enamorado. Qué estupidez. No se lo había contado a nadie, ni a sus
amigos, ni obviamente a Alex. No había hecho nada malo, no lo
había buscado, había sido un encuentro totalmente casual, pero aun
así…, no podía evitar sentirse como si se hubiera tratado de una
infidelidad. Quizá fuera porque en todo el tiempo que había pasado
con Henry no había podido quitarse la idea de besarle de la cabeza.
Salió de su habitación, y se dirigió hacia la de David. No estaba en
287
Only Three Wishes ♥

casa, así que cogió un par de sus zapatillas y se las puso


rápidamente. Cuando salió al salón, Shorty estaba viendo la
televisión.
—Hasta luego, Shorty —se despidió Jake caminando hacia la puerta.
—¡Espera! —exclamó éste levantándose del sillón de un salto. Jake
se dio la vuelta—. Tengo que hablar contigo.
—¿No puedes esperar? Llego tarde.
—Es importante —insistió Shorty.
Jake suspiró, la gente se quejaba de que no era puntual, pero no era
su culpa, sino de los factores externos que le rodeaban.
—¿Qué pasa? —preguntó entonces.
Shorty sonrió y se apresuró a hablar.
—Este fin de semana llega la madre de Claire —comenzó a decir
Shorty.
—Ajá —asintió Jake.
Aquello no era nada nuevo, Shorty había estado atormentado por
aquello toda la semana.
—Así que quieren hacer algo así como una reunión familiar para que
nos conozcamos.
Eso no lo sabía, pensó Jake.
—Bonito marrón —dijo compadeciendo a su mejor amigo, aunque
con una pequeña sonrisa en la cara.
—Pues sí —coincidió Shorty—. Tengo que pasar todo el fin de
semana en casa de los Woods, y no hay nada que me apetezca
menos.
Jake abrió los ojos sorprendido. Todo un fin de semana con ellos
volvería loco a cualquiera. El señor Woods no era alguien
precisamente simpático, y no conocía a su ex mujer, pero algo no le
daba buena espina de la madre de Claire y Henry, por no hablar de
éste último, que podría convertir el día de alguien en el peor de su
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Desirée Arjona Peña ♥

vida. Sin embargo, escuchar aquello, no era lo que Shorty


necesitaba. Jake le dedicó una sonrisa alentadora.
—Seguro que lo harás bien —le animó—. No te preocupes.
Y acto seguido, se dirigió de nuevo a la puerta.
—¡Espera! Aún no he terminado.
Jake resopló.
—Pues dilo de una vez —exigió. Shorty abrió la boca, pero la volvió
a cerrar enseguida. Después desvió la mirada y la paseó por la
habitación. Jake le miró con extrañeza y le estudió con los ojos.
Entonces cayó en la cuenta—. Oh no.
Shorty dio un paso hacia él.
—Jake… —comenzó a decir.
—No, no, no. Ni de coña.
—¡Eres mi padrino!
—Shorty, no puedes pedirme eso.
Shorty se sentía avergonzado de pedirle aquello a Jake, pero no
podía enfrentarse solo a eso.
—Sé que no has visto a Woods en años, y que será duro para ti —
dijo Shorty. Jake se encogió levemente al estar ocultándole su
anterior encuentro con el rubio—. Pero te necesito allí. A mí no se
me dan nada bien los padres.
—¿Y crees que a mí sí? —inquirió Jake.
—No… Pero si estoy contigo no me sentiré el único intruso en
Rubio-landia.
—Tú eres rubio.
—Ya sabes a lo que me refiero.
El rostro de Jake se quedó impasible largo rato.
—Es algo muy serio lo que me estás pidiendo —dijo al fin.

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Only Three Wishes ♥

—Dios, lo sé —dijo Shorty en un suspiro—. Y he estado pensando


mucho en si pedírtelo o no, pero estoy desesperado —compuso su
mejor mirada suplicante—. Por favor, por favor.
—¡¿Pero cómo voy a pasar un fin de semana en casa de los Woods?!
—inquirió Jake escandalizado—. No solo se trata de Henry. ¿Y su
padre? Ese hombre me odia.
—De eso se trata… Si tú estás allí, no podrá odiarme a mí. Y Woods
tampoco se meterá conmigo para dejarme mal delante de su madre.
Puede que si vas tú hasta ni vaya.
Jake entrecerró los ojos.
—Lo tuyo es el tacto, ¿verdad? —preguntó con sarcasmo.
Shorty juntó las manos, rogándole.
—Por favor, Jake. No te pediré nada más en toda mi vida.
Jake frunció el ceño y le señaló con el dedo.
—Si llego a saber esto, hubiera rechazado ser tu padrino —soltó
antes de girarse repentinamente.
—¿Eso es un sí? —preguntó Shorty.
—Llego tarde al aeropuerto —fue la respuesta de su amigo, antes de
dar un portazo.

Llegó al aeropuerto temprano y se entretuvo en la inmensidad de


tiendas de la terminal. Pensó en comprarle un regalo de bienvenida a
su madre y Roger. Un vino, o quizá unos dulces caros. Acabó
decidiéndose por unos dulces ingleses, con eso valdría. Solo
esperaba que su madre no descubriera que se había limitado a
comprarle cualquier cosa en las tiendas del aeropuerto. Después
290
Desirée Arjona Peña ♥

estuvo viendo colonias y lociones para él. Cuando las dos


dependientas de la tienda le vieron entrar, casi echan una carrera por
llegar a él y ser la que le atendiera. Henry ni se dio cuenta, raro en
él. La chica que llegó antes tuvo la suerte de llevarse dos
contestaciones indiferentes de Henry, y una ligera mirada. La
perdedora tuvo que atender a una pareja de ancianos que al final no
compraron nada. Henry se llevó una colonia, además de dos
lociones. Se dirigió hasta la terminal que correspondía al vuelo de su
madre, donde llegaban de Europa. Ojeaba distraído el diario
deportivo del día. Levantó un segundo la mirada para pasar la
página, cuando reconoció a alguien. No le vio en un primer
momento, por lo que volvió a las páginas. Sin embargo, como si su
mente hubiera estudiado y analizado lo que acababa de ver, levantó
la vista como un rayo. No podía ser. No podía haber coincidido con
él de nuevo, se decía. Solo había pasado una semana, y de nuevo, le
tenía ante él. Debía estar a menos de diez metros. Jake, sentado
sobre la barra metálica, que hacía de valla, como el adolescente que
ya no era. Henry no sabía si es que Jake siempre pareció un adulto, o
que nunca dejaría de ser un niño. No se preguntó qué hacía allí, ni se
cuestionó por qué estaba solo en el aeropuerto, simplemente, como
por inercia, ser acercó hasta él. Puede que si lo hubiera meditado no
se hubiera acercado. O puede que sí. Nunca lo sabría porque su
mente no se cuestionó en ningún momento el andar hacia él. No
sabía dónde habían quedado esas pocas fuerzas que tenía por
mantenerse alejado de él, parecían haberse esfumado
completamente. Jake no prestaba atención a su alrededor, parecía
inmerso en sus pensamientos, y Henry no se equivocaba, salvo en
que no eran pensamientos, sino solamente uno, él. Siempre había
sido él. Por eso, cuando Henry se acercó, por un momento pensó que
solo era su tonta imaginación.
291
Only Three Wishes ♥

—Empiezo a creer que planeas nuestros encuentros causales —


escuchó su voz.
Levantó la mirada, y le vio de nuevo. Seguía doliendo a pesar de no
ser su primer reencuentro. ¿Cuándo dejaría de doler? Jake se bajó de
aquella barra.
—Henry…
Dios, cómo le gustaba cuando su voz y sus labios pronunciaban su
nombre, pensaba el rubio no tan absorto como Jake, pero casi. Y
como si Jake se hubiera oído en su interior a sí mismo, y se diera
cuenta de lo tonto que sonaba, agitó levemente la cabeza y se
apresuró a componer una expresión y una postura que no delatase su
verdadero estado de ánimo al ver a Henry. Soltó una pequeña risa.
—Creo recordar que eres tú el que aparece siempre donde yo estoy.
Henry ladeó una sonrisa.
—Yo tengo excusa, ¿cuál es la tuya?
—¿Mi excusa? —preguntó Jake confuso.
—Para estar aquí —aclaró—. Yo vengo a recoger a mi madre y a su
marido para la gran boda que ha desatado tu amiguito —explicó.
Jake dio un respingo al darse cuenta de cuál era su excusa. Mierda,
mierda, mierda. ¿Por qué el destino era tan hijo de puta? ¿Era un
castigo por no haber dicho nada a nadie de su encuentro fortuito con
Henry?
—Oh, entonces nos tienen a los dos para dar la bienvenida a los
invitados… —dijo intentando cambiar de tema. Miró a su lado, los
pasajeros ya salían con sus maletas.
—Recuerdo que me dijiste que eras el padrino —comentó entonces
Henry.
—Sí, lo soy —se limitó a decir nervioso.

292
Desirée Arjona Peña ♥

Henry le miró algo sorprendido por lo distante que estaba siendo el


moreno en esa ocasión, cuando era él el que le pidió enterrar el
hacha de guerra. Le lanzó a Jake una mirada entre perversa y pícara.
—Le iré diciendo a mis padres que no se sorprendan si no llegan los
anillos a la ceremonia, o si el brindis resulta ser una ruidosa canción.
Jake ni siquiera le escuchaba. Estaba pensando en cómo evitar un
encuentro entre Henry y Alex. Se marcharía y le diría a Alex que le
esperaba fuera, era lo mejor.
—Henry, ha sido un placer verte…, pero tengo… —comenzó a decir
Jake para alejarse.
Confundiendo las intenciones del moreno, pensando que se había
molestado por sus palabras, se apresuró a hablar. Le tomó la mano
inconscientemente, como si fuera el Henry de hacía dos años, que
metía la pata y debía apresurarse a pedir perdón a su Jake de hace
dos años.
—No pretendía molestarte —le dijo entonces con voz sincera. Jake
se detuvo y miró sorprendido cómo sus manos se tocaban—. Es solo
que me gustaría volver a la normalidad contigo, y sabes que mi
normalidad es así —dijo Henry con una tímida sonrisa para más
desconcierto de Jake, que se vio con los pies pegados al suelo ante
esas palabras. Henry, sin dejar que su cabeza tuviera tiempo de
detenerle, simplemente habló—. En realidad, quería volver a hablar
contigo… ¿Haces algo esta noche?
Los ojos de Jake se abrieron de par en par, y la esperanza volvió a él.
Si Henry le decía que le quería, volvería a él, si le decía que seguía
amándole, se lo confesaría también. Solo necesitaba oírselo decir…
—¡Jake! —ambos escucharon el nombre del moreno a su lado.
Llevaron la mirada hasta allí, rompiendo el contacto visual de sus
ojos. Alex, con una sonrisa radiante, tirando de su maleta, caminaba
hacia ellos. Jake sintió pánico en ese momento, si pudiera subirse a
293
Only Three Wishes ♥

un avión para después tirarse de él, lo haría. ¿Por qué le tenía que
pasar eso justo cuando Henry parecía querer complacerle su último
deseo? El rubio miró confuso al tipo que llamó a Jake y se acercaba
a ellos. Vestía informalmente, con buen gusto a opinión de Henry.
Moreno y con ojos claros. No le había visto en su vida, por lo que
cuando Jake contestó, se sintió aún más confuso.
—Hola… —saludó Jake tenso.
El tipo llegó hasta ellos, y ni se percató de la presencia de Henry
aparentemente, ya que fue directo al moreno. La mente de Henry se
quedó totalmente en blanco al ver lo que ocurrió entonces. Aquel
chico puso ambas manos en el rostro de Jake, y le atrajo hasta él. Le
besó. Sí, aquel extraño acababa de posar sus labios en los de Jake, su
Jake. Ocurrían tantas cosas en su interior, que se veía incapaz de
identificarlas.
—Cómo te he extrañado —dijo Alex cuando se despegó de Jake.
Parecía que iba a volver a plantar sus labios en los del moreno, pero
éste se apartó, señalando con la cabeza levemente a Henry. Alex
llevó su mirada hasta el chico rubio que tenía ante él. Le sonrió—.
Vaya, no sabía que ibas a venir a recogerme con alguien.
Jake, con el rostro algo agachado, viéndose incapaz de mirar en ese
momento a Henry, les presentó.
—Alex, este es Henry… —hizo una pausa pensando en qué era, y se
decidió por el camino sencillo, y que a la larga le daría más
problemas—, el hermano de Claire.
Henry, que había tenido una mirada ausente y totalmente
descolocada, clavada en aquel desconocido, miró por primera vez a
Jake. Éste, evitaba su mirada.
—Oh sí, Claire y Chris me han contado maravillas de ti —dijo Alex
con amabilidad, antes de tenderle la mano.

294
Desirée Arjona Peña ♥

Henry no se la cogió. Seguía mirándole ido, como si lo que acabara


de presenciar solo pudiera ser parte de su malvada imaginación.
—¿Y tú eres? —preguntó Henry.
—Alex, el novio de Jake —contestó con simpleza.
Jake quiso morir en ese momento. Henry también. Recordó esa
sensación, cuando caes al vacío en un sueño, ya que se sentía
exactamente así, solo que no parecía llegar el momento de despertar.
Henry llevó su mirada, totalmente ida, a Jake. Novio, había dicho.
Jake tenía novio, y no era él. Ni siquiera era una Sarah Miller por la
que podía asegurar que no sentía nada. No, era un chico. Guapo,
alto, de ojos azules, bien vestido, distinguido, amable… Estaba
totalmente bloqueado, como inerte. Alex, viendo a Henry totalmente
en shock, miró a Jake alertado, pero éste mantenía su rostro oculto.
Alex abrió la boca, dándose cuenta de lo que ocurría allí.
—N-no sabía que eras gay, ¿verdad? —preguntó Alex a Jake,
pensando que había metido la pata pero bien.
Aquello fue como un cubo de agua helada para Henry. Le hizo
despertar. ¿Cómo se atrevía aquel imbécil a decir eso? ¡Claro que
sabía que el moreno era gay! ¡Lo descubrió gracias a él! Sintió la
sangre hervir en su interior.
—Sí, sí lo sabía —dijo entre dientes.
Alex respiró hondo antes de soltar una risa.
—Ah, qué alivio, si no habría sido un momento muy incómodo —
dijo.
Jake se tensó más y Henry le clavó aún más la mirada, como si
quisiera hacerle daño con ella, como si quisiera penetrar en él y
atravesarle el pecho para verle morir. Miró a Jake, pero el muy
cobarde ni levantaba la vista. Le miró con odio. Y más, y más. En
ese momento podría matarle, podría hacerlo. Apretó los labios.

295
Only Three Wishes ♥

—¿Y solo habías oído hablar de mí como el hermano de Claire? —


preguntó Henry a Alex, aunque miraba a Jake.
—Emmm, sí —contestó confuso ante aquella pregunta.
Henry sintió su pecho empequeñecerse. Ni siquiera le había hablado
de él. Jake percibió aquel tono lleno de retintín, y aquello le
encendió a él. Le miró por primera vez con el ceño fruncido. ¿Cómo
tenía la desfachatez de enfadarse? Él había sido el que había cortado
la relación. ¿Tenía además que guardarle el sitio hasta que decidiera
quererle? ¿Cómo podía seguir siendo tan egoísta y ególatra?
—Y… —comenzó a decir Henry, con el mismo enfado—. ¿Claire y
Chris te conocen?
—Sí, claro —contestó Alex—. Hemos coincidido muchas veces.
Claire es un cielo, y Chris es un tío increíble. Es tu mejor amigo,
¿no?
—No, no lo es —respondió el rubio con sequedad, porque en ese
momento le consideró un Judas. Sabía de la existencia de aquel tipo,
sabía que Jake le había sustituido por otro, y no le había dicho nada.
—Nos tenemos que ir —dijo de pronto Jake.
Henry le miró, y ambos se sostuvieron la mirada un largo segundo.
—Claro —contestó Henry con resquemor en la voz.
Jake, sin decir nada más, agarró la mano de Alex, y tiró de él para
marcharse. Una punzada de dolor dio de lleno en Henry.
—Adiós, un placer —se despidió Alex, pero Henry no contestó.
Cuando por fin les perdió de vista, solo pudo escuchar su fuerte
respiración, que parecía querer reventarle el pecho. Todo el dolor,
impotencia, y agonía que sentía, se unieron para convertirse en ira,
rabia, y furia. Cogió su teléfono móvil. No saludó, habló
directamente en cuanto su hermana contestó.
—¿Diga?

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Desirée Arjona Peña ♥

—Tienes que recoger a mamá al aeropuerto. Estarán aquí en media


hora, así que te aconsejo que muevas el culo —soltó directamente
con un tono tajante e increíblemente desagradable.
—¿Q-que recoja a mamá? —preguntó Claire confusa—. Si la ibas a
recoger tú. Yo estoy muy ocupada, Henry.
—Me trae absolutamente sin cuidado lo que estés haciendo, o tengas
que hacer. Tu boda, tu responsabilidad —dijo con voz ronca y
envenenada—. Estoy harto de que me pase lo que me está pasando
porque a ti te haya entrado la estúpida idea de casarte con su mejor
amigo.
Y colgó. Claire se quedó clavada en el sitio, analizando lo que
acababa de oír. Se apartó el teléfono de la oreja y suspiró. Parecía
que Henry había vuelto a ver a Jake.

Conducía totalmente en silencio. Desde que habían salido del


aeropuerto, Jake no había abierto la boca, ni siquiera para preguntar
un simple, “¿Qué tal el viaje?”.
—¿Qué acaba de pasar? —preguntó Alex sin poder aguantar más.
Jake no iba a hacerse el loco, primero, porque Alex no era estúpido,
y segundo, porque había sido más que obvio que lo que había pasado
había sido raro.
—¿Shorty nunca te ha dicho lo desagradable que es el hermano de
Claire? —inquirió Jake.
—Sí —contestó Alex, recordando las pocas veces que su amigo se
había referido a su cuñado. Todas las palabras que le dirigía eran
negativas, por lo que era difícil que pasaran por alto.
297
Only Three Wishes ♥

—Pues ahí tienes la prueba —se limitó a decir Jake sin despegar la
vista de la carretera.
—Pero, ¿no has venido a recogerme con él? —preguntó sin entender
nada.
—No, me lo he encontrado aquí. Él venía a recoger a su madre.
Alex estudió a Jake. Apretaba el volante con fuerza, no le había
mirado ni una sola vez desde que entraron en el coche, y ni siquiera
se había molestado en poner música, que era la primera cosa que
hacía al entrar en un coche.
—No te llevas muy bien con él, ¿no? —preguntó Alex.
La tardanza de la respuesta solo hizo que se interesase más por el
hermano de Claire. Jake pareció incómodo en su asiento.
—Es complicado —contestó al fin.
Jake no lo vio, ya que tenía su atención en la carretera, pero las cejas
de Alex se alzaron al escucharle. Jake solo le había dado una
respuesta tan huidiza, limitada, tensa, y seca, en una ocasión. Alex
entrecerró los ojos al recordar el tema de conversación de aquel
momento. Su ex.
—¿No lo has superado aun? —le preguntó aquella vez Alex.
—Es complicado —contestó Jake.

Pasó sus manos por el pecho desnudo de aquel hombre. Era de los
chicos más sexy con los que había estado. Brad. Era nuevo en su
gimnasio, y no le había quitado el ojo en toda la mañana. Chris era
un especialista en notar cuando un hombre le deseaba. Fingió
ignorarle, sin embargo, el chico seguía mirándole. A la hora, vio que
298
Desirée Arjona Peña ♥

se marchaba junto a sus amigos, heterosexuales, se les notaba a la


legua, y él era uno de los suyos camuflado, seguramente muy dentro
del armario aun. Después de una ducha, salió para dirigirse a comer
fuera, y el chico le esperaba en la entrada. Había dicho a sus amigos
que tenía algo que hacer y se había quedado a esperarle. Le invitó a
comer y acabaron en su piso. Un bonito final. Tenía unos ojos verdes
y un cabello rubio oscuro que le hacía tan irresistible como su
cuerpo. Sin embargo, era un completo gilipollas. Solo hablaba de él,
y era un total hipócrita, de esos que critican la homosexualidad,
cuando en realidad están deseando meterse algo duro en la boca. Por
ello, había pasado antes a la acción. Si le besaba no podía hablar,
además de que no había podido resistirse a tirársele encima a la
mínima. Comenzó a besarle el cuello. Estaba tan sumergido en su
olor y piel que ni siquiera escuchó la puerta en un primer momento.
—Han llamado —dijo Brad.
Chris se incorporó un poco, y entonces escuchó los golpes. Se
encogió de hombros y volvió al cuello del otro chico.
—Que llame —dijo pensando que sería el típico vendedor de
aspiradoras.
Sin embargo, la puerta volvió a sonar, esta vez con más fuerza. Brad
se apartó de Chris.
—Creo que no va a parar.
Chris resopló, ya le habían cortado el rollo a su gay reprimido. Su
experiencia le había enseñado que los reprimidos a la mínima se
espantan, si pensaban dos veces en lo que estaban haciendo, huían
de inmediato al armario. Chris solía detestar a ese tipo de hombres,
pero con este debía ser paciente, estaba demasiado bueno. Se levantó
muy a su pesar de encima de aquel chico, para librarse de quien
quiera que fuera.
—Espera un segundo —dijo dirigiéndose a la puerta.
299
Only Three Wishes ♥

Fue con largas zancadas hacia la entrada, preparándose para mandar


a donde fuese al pesado que llamaba a su puerta, fastidiándole el
polvo. Sin embargo, su mal humor se disipó cuando vio a su amigo
frente a él, que no parecía estar de muy buen humor.
—¿Henry? —preguntó sorprendido y confuso—. ¿Q-qué haces
aquí…?
Henry no espero a que Chris le invitara a pasar, entró sin más.
—Lo sabías —dijo con odio y frialdad en la voz.
—Vale, pasa —contestó cerrando la puerta al ver que Henry entraba.
El rubio se volvió hacia él.
—Lo sabías y no me lo dijiste.
Brad se había levantado del sofá y había llegado hasta ellos. Miraba
con absoluto desconcierto aquella escena. Chris, viendo que aquello
iba a espantar a su chico, se apresuró a hablar.
—Henry, me encantan nuestras charlas…, pero en este momento
estoy… —comenzó a decir sin haber escuchar lo que Henry le
estaba diciendo.
—¡Eres lo peor! —gritó de pronto lleno de rabia—. ¡Un maldito
Judas! ¡Un hijo de puta!
Chris le miró totalmente confuso.
—¿Es tu novio? —preguntó Brad, confundiendo las palabras de
Henry.
—No, no es mi novio —se apresuró a negar Chris—. Tú quédate
ahí.
Chris hizo que Brad se volviera a sentar y se volvió hacia Henry, que
seguía gritándole.
—¡Has estado callándotelo todo este tiempo! —gritaba mientras
caminaba de un lado a otro—. ¡No puedo creerlo!
—¡¿Puedes dejar de gritarme y explicar qué coño te pasa ahora?! —
exclamó Chris perdiendo los nervios.
300
Desirée Arjona Peña ♥

Brad se levantó incómodo del sofá.


—Yo creo que me voy a ir… No quiero verme mezclado en vuestros
problemas —dijo al tiempo que agarraba su chaqueta.
—Brad, no es… —intentó explicarse, pero Brad ya tenía agarrado el
picaporte de la puerta. Le dedicó una sonrisa antes de irse.
—Ha sido un placer, Chris.
Y la puerta se cerró tras él. Chris apretó con fuerza los puños con los
ojos clavados en ella. Se giró repentinamente con la mirada llena de
fuego.
—¡¿Estás contento?! —exclamó hacia Henry, que había dejado de
gritar, para cruzarse de brazos con expresión cruel.
—Oh, ¿te he jodido la cita?—preguntó con fingido arrepentimiento.
—¡Sí, me la has jodido! —gritó Chris acercándose a él.
—¡Bien, me alegro!
Chris estaba totalmente alucinado.
—¡¿Se puede saber a qué coño viene esto?!
—¡¿Desde cuándo lo sabes?! —exigió saber Henry.
—¡¿Desde cuándo sé qué?!
—¡Que Jake está con otro!
Henry pudo ver que Chris iba a gritarle de nuevo, sin embargo, se
detuvo en el último momento. La serenidad pareció volver a su
expresión, pero a pesar de ello, no parecía sentirse culpable o
arrepentido, como Henry pensó que estaría.
—¿Ya te has enterado? —se limitó a preguntar con un gesto frío.
La mirada del rubio se mostró incrédula entonces.
—¡¿Eso es lo único que tienes que decir?! —inquirió fuera de sí.
—¡¿Y qué coño quieres que te diga?! —exclamó Chris en respuesta.
—¡¿Sabes la cara de estúpido que se me ha quedado hace un rato,
cuando ha aparecido junto a Jake, cuando Jake le ha cogido la mano,

301
Only Three Wishes ♥

y cuando le ha besado?! —gritó, y su voz sonó ahogada y


desesperada por un momento—. ¡¿Por qué no me lo dijiste?!
—Veamos, no te lo dije porque… ¡tú me dijiste que no querías saber
nada de él! Si alguna vez oigo su nombre de vuestros labios cuando
yo esté delante, se acabó nuestra amistad... ¡Me es un poco difícil
decirte algo sobre él cuando no puedo mencionarlo!
—¡Esto es distinto!
—¡No es distinto y lo sabes!
—¡Un amigo de verdad me lo hubiera dicho a pesar de lo que dijera!
—¡¿Así que soy un amigo de mierda?!
—¡Sí, lo eres! —gritó Henry sin pensar en sus palabras.
Chris se quedó en silencio un largo segundo. Frunció el ceño y
apretó los dientes.
—Muy bien. Pues estoy harto de ti, Henry. ¡Estoy harto de tus
niñerías! —exclamó con la paciencia agotada—. ¡No tengo porqué
aguantar tus gritos, cuando es contigo mismo con quien estás
enfadado! —gritó antes de apuntarle con el dedo—. ¡Tú dejaste a
Jake, y por eso ahora está con otro! ¡Deja de tomarla con los demás
y abre los putos ojos!
Chris estaba preparado para más gritos, insultos, e incluso para un
puñetazo, pero Henry se limitó a mirarle con ojos helados.
—Que te den —dijo, y le dio la espalda para llegar hasta la puerta y
cerrarla de un golpe seco.

Jake mintió cuando dijo que estaba cansado y necesitaba dormir.


Llevaba una hora dando vueltas en la cama, y le era imposible
302
Desirée Arjona Peña ♥

conciliar el sueño. No podía culpar a Alex y a sus amigos en el


salón, riendo y pasándoselo bien, porque generalmente, aunque
estuvieran haciendo una fiesta con dos metralletas, una excavadora y
una motosierra, podría dormir sin problemas. Sin embargo su mente
estaba en ese continuo circuito de pensamientos. Recordaba cómo
hacía tiempo era de ese tipo de persona a la que nada le traía dolor
de cabeza por las noches, pero eso era antes de que llegara el amor,
claro. Todo cambiaba cuando llegaba el amor. Las canciones se lo
dijeron a lo largo de toda su vida, fue tonto al no hacerlas caso antes.
¿Pero quién lo hace? Simplemente un día llega, y se acabó la vida
fácil. Se acabó dormir, se acabó comer, y se acabó el “pasar de
todo”. Era un infinito síndrome de abstinencia. Se sentía
terriblemente mal, y lo peor de todo es que no estaba mal por la
persona por la que debía estarlo, su novio actual, sino por la persona
que le había dejado, que le había asegurado que no le quería, que le
había apartado de toda felicidad sin miramientos. ¿Por qué se sentía
tan miserable cuando lo único que estaba haciendo era tratar de ser
feliz sin él? Era tan injusto…, pero no podía evitarlo. Sentía su
pecho subir y bajar con fuerza cuando volvía a su mente la cara de
Henry al ver a Alex. ¿Pero por qué debía sentirse mal? Dios, estaba
siendo tan estúpido. Siempre pensando en Henry antes que en él. ¿Es
que él no merecía ser feliz? A saber en cuantas camas había estado
Henry en esos dos años… De pronto sintió un nudo en el estómago
al pensar en ello, pero era así, debía ser realista. Henry terminó con
él, y había sido una estupidez sentirse mal por haber comenzado una
relación con Alex… Alex, su novio, al que había ocultado la
verdadera identidad de Henry. ¿Debería mandar un guión de su vida
a alguna productora para que hicieran una telenovela? La puerta
sonó. Alex asomó la cabeza por ella.
—¿No puedes dormir?
303
Only Three Wishes ♥

—Hace calor. Me he acostumbrado a las noches frías de Berlín, y


ahora me es imposible dormir —mintió Jake.
Alex cerró la puerta y apoyó su espalda en ella.
—Puede que si te quitaras esos vaqueros y los calcetines, el calor se
redujera —sugirió con media sonrisa.
Jake compuso una mueca de disgusto.
—Gracias por el consejo —respondió antes de tumbarse bocabajo.
Escuchó los pasos de Alex, y después notó su voz junto a la cama.
—¿Qué te pasa?
—Nada —se limitó a decir.
—Ajá.
La voz de Alex sonó con desdén. Jake se dio la vuelta en la cama
para mirarle.
—¿Qué?
Su novio le miraba con algo de disgusto. El ojos claros parecía
molesto, y Jake, por un momento, pensó que iban a discutir, pero
claro, eso con Alex nunca ocurría. Dejó aquella expresión de
molestia para volver a una comprensiva. Se sentó junto a Jake en la
cama.
—Jake, lo que sea que te pase, me lo puedes contar.
Eso le irritaba, y no sabía por qué. Pero tenía razón, era su pareja, la
persona con la que debía compartirlo todo, la que debía saber lo que
le atormentaba, incluso aunque no fuera fácil de oír. Eran un equipo.
Debía contárselo, era lo correcto.
—Es que… —comenzó a decir en un titubeo—. En realidad solo…
—continuó, pero se veía incapaz. No es que temiera la respuesta de
Alex, es que simplemente todo lo que concernía a él y Henry, era
demasiado valioso para compartirlo. Toda aquella bomba nuclear de
amor, odio, problemas y soluciones, era algo que sencillamente no
podía contar—. No estoy de humor.
304
Desirée Arjona Peña ♥

Jake volvió a recostarse en la cama.


—¿Y si te digo que puedo mejorar ese humor? —escuchó Jake a sus
espaldas.
—Te diría que lo dudo mucho.
Alex se levantó de golpe. Jake se sentó en la cama y le miró con
curiosidad.
—Cierra los ojos —le ordenó de pronto. Jake entrecerró los ojos, no
demasiado convencido—. Venga.
Jake suspiró, pero cerró finalmente sus ojos. Escuchó la puerta
abrirse. Animarle… ¿Qué habría hecho Henry para animarle? Ya
casi ni recordaba lo que era estar con él. Necesitaba volver a
recordarlo… Necesitaba de nuevo a su Hen… Su mente detuvo
aquel pensamiento, cuando le llegó un delicioso aroma a la nariz.
—No los abras aun —escuchó decir a Alex.
Le hizo caso a regañadientes. El silencio desapareció cuando
escuchó una melodía que reconoció al instante. Tiny Dancer de
Elton John, de una de sus películas favoritas.
—Ya puedes abrirlos.
Jake abrió lentamente los ojos. Alex abría ante él una caja con pizza
barbacoa, solo para él. A Jake se le iluminó la mirada, con toda
aquella angustia, había olvidado el hambre que tenía.
—¿Cómo sabías que comer en la cama me animaría? —preguntó
Jake tomando inmediatamente un trozo de su comida favorita.
—Porque es la fusión de una cama y una pizza —contestó Alex
recostando la cabeza en su brazo.
Jake se carcajeó al tiempo que se tumbaba también.
—Mmm, hoy mis sábanas olerán a barbacoa —dijo saboreando la
porción.
—Bien, esto empezaba a ser antinatural.
El moreno miró confuso a su novio.
305
Only Three Wishes ♥

—¿Antinatural? —preguntó sin saber a qué se refería.


—No verte sonreír —se limitó a contestar Alex.
Sí, era cierto, estaba sonriendo como un tonto a pesar de todo. Por
Alex. Aquel chico estaba siendo su cura, su medicina, la solución, y
parecía incapaz de darse cuenta de ello.
—Gracias por hacerme recuperarla.
Alex le sonrió socarronamente.
—Ese es mi trabajo, ¿no? Hacerte feliz.
Jake sintió una punzada de culpa en el pecho. Eso era lo que hacía la
gente que amaba a alguien, pensar en la felicidad del otro por
encima de la propia. Henry no se alegraba de que estuviera con otro,
no estaba feliz de que siguiera su vida, porque era un egoísta. A
pesar de haber sido el que terminó con todo, era incapaz de alegrarse
por él. Y no quería algo así. Quería a alguien que le hiciera feliz, y
ahora, él debía devolverle todo aquello. Jake se lanzó a los labios de
Alex, ignorando totalmente que aquella deliciosa pizza se enfriara.

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Desirée Arjona Peña ♥

Capítulo 13
Se había despertado en el piso de Monique, como cabía esperar.
Estaba cabreado y despechado, claro que acabaría allí. Pero seguía
igual de insatisfecho, incluso más. Daba igual, se limitó a vestirse y
a marcharse antes de que Monique le preguntara por aquel repentino
interés. Se pasó la tarde haciendo deporte. Después se duchó e hizo
su maleta sin ninguna gana. Puso la correa a Nike, y con su bolsa a
la espalda salió del piso. Una vez en el garaje de su edificio, abrió su
coche, dejó a Nike en la parte de atrás, que se tumbó de inmediato.
Tiró de malos modos su bolsa en el maletero y se apresuró a
arrancar. Era casi una hora de camino. Encendió la radio y dejó que
la emisora de deportes le distrajera de todo lo que tenía en la cabeza
en ese momento.

No sabía cómo Shorty le había convencido. Tal vez los tres CDs de
edición coleccionista que le había regalado a cambio de acompañarle
habían ayudado un poco. Aun así no sabía si valían lo suficiente para
lo que estaba a punto de hacer. Fue más de una hora en coche. Entre
los dos se habían fumado casi dos cajas de tabaco en el trayecto.
Estaban igual de nerviosos, cada uno por sus respectivas razones,
pero al mismo nivel. Sin embargo, a Jake, según pasaban los
minutos y el humo por sus pulmones, el cabreo le iba aumentando y
los nervios disminuyendo. Estaba más relajado, todo lo contrario que
Shorty, cuando vieron la calle de la casa de los Woods. El bajito

307
Only Three Wishes ♥

tardó una eternidad en aparcar, no acertaba a colocar el coche de


manera correcta.
—¿Quieres que aparque yo? —inquirió Jake, pero la única respuesta
que obtuvo fue un gruñido.
Cuando finalmente lo consiguió, bajaron del coche. Jake miró la
fachada de aquella casa en la que tantas veces había estado. Era tan
extraño estar frente a ella después de todo. Shorty sujetaba una
botella de champán, la cual había comprado en el supermercado de
la esquina. Era la más cara de allí, pero cuarenta dólares no
garantizaba que fuera de calidad. David aseguró que si servían
meado de gato y aseguraban que valía doscientos dólares, dirían que
estaba delicioso, aunque claro, David detestaba a los ricos, bueno, a
los ricos, a los pijos, a los esnobs…, esa raza que estaba a millas luz
de ellos.
—¿Crees que deberíamos haber traído otra cosa? —preguntó Shorty
cuando Jake comenzó a caminar hacia la puerta.
Éste se volteó.
—Eso está bien. De todos modos cualquier cosa que trajéramos la
iban a tirar en cuanto llegáramos.
Shorty frunció el ceño.
—Eso no anima.
—Vengo a cubrirte, no a animarte —dijo agarrando a Shorty del
brazo para que comenzara a caminar—. Y ya es más de lo que haría
cualquier padrino.
—Te he regalado tres CDs —le recordó.
—Sigo preguntándome si es suficiente.
Llegaron hasta la elegante entrada de la casa. Ya estaba
anocheciendo, y las luces del jardín estaban encendidas, al igual que
las del interior. Ambos se quedaron varios segundos sin hacer nada
ante la puerta. Jake miró a Shorty.
308
Desirée Arjona Peña ♥

—¿No vas a llamar?


Shorty parecía estar a punto de echar a correr al coche y no volver
nunca más.
—Siento que por mi culpa tengas que volver a reencontrarte con él
después de dos años —dijo de pronto para sorpresa de Jake.
Es cierto, Shorty no sabía que ya había tenido lugar ese reencuentro,
y Claire tampoco. Aunque no se lo diría. De pronto, el más bajito,
sintió la mano de su amigo en el hombro.
—Lo harás bien —le animó—. Vamos preparados para miradas
desaprobadoras, comentarios despectivos, desdén, altivez e incluso
insultos. No es nada que no hayamos tenido que aguantar antes.
—No es lo mismo —dijo Shorty sin poder quitar la vista de la
puerta—. Es la familia de la mujer que quiero.
—Todo lo que importa es ella…, y sabes que te quiere, no necesitas
la opinión de nadie más.
Jake sabía muy bien eso. Era lo que se había estado diciendo todo el
tiempo que había estado con Henry. Claro, que pocas cosas había en
el mundo que bajaran la autoestima o la confianza de Jake… Shorty
sin embargo, era diferente. Aun así, pareció que aquellas palabras le
animaron.
—¿Preparado? —preguntó Jake.
Shorty asintió con lentitud. Lo estaba. Acercó un dedo al timbre, e
intentando mostrar la confianza que en verdad no sentía, llamó. Tras
el sonido de aquel botón, el corazón de Jake se aceleró un poco, otro
poco más cuando escuchó pasos tras la puerta, y cuando se abrió, por
un momento se disparó, hasta que vio que la persona que les recibía
no era quien hacía reaccionar así a su corazón. El señor Woods miró
por primera vez a Shorty a los ojos, y la mueca que compuso era
exactamente la que Jake esperaba que pusiera, de total disgusto.

309
Only Three Wishes ♥

—Vaya… —dijo con una lentitud incómoda—. Así que tú eres


Solomon.
Jake casi pudo ver el humo salir de las orejas de Shorty, pensando
cuál era la mejor respuesta.
—¡Papá! —se escuchó una voz tras el señor Woods. Claire, con un
vestido color rosa claro, miraba a su padre con irritación—. Te dije
que abriría yo.
El señor Woods se apartó a regañadientes, y Shorty pudo pasar
finalmente. Jake, caminó detrás de él, y fue entonces cuando el padre
de Henry se fijó en él. Su expresión fue de sorpresa, casi pavor.
Soltó la puerta, que se cerró cuando Jake pasó a la entrada. Claire
también le miró algo sorprendida, eso significaba que Shorty no
había avisado a nadie de que asistiría. Genial. Parecía que el plan de
Shorty era que toda la familia Woods tuviera su atención en él, y así
pasar la prueba con sencillez. Tener amigos para eso…
—¿Qué estás haciendo tú aquí? —inquirió el señor Woods.
—Vengo a acompañar a mi amigo. Soy su padrino, así que no veo
nada de malo en venir a la cena de presentación.
Aquel hombre no pareció escucharle. Parecía terriblemente
preocupado, pero como siempre, lo disimulaba con una fachada
desagradable y descortés.
—¿Sabe Henry que estás aquí? —preguntó.
Jake se tensó ante la pregunta. Alzó la barbilla.
—¿Por qué tendría que saberlo?
Claire soltó una risa nerviosa ante tanta tensión. Agarró a su padre y
a Jake del brazo para llevarles al salón antes de que todo se pusiera
peor.
—Papá, ahora no es el momento —le susurró antes de que entraran.
Cuando se quedó atrás con Shorty, le fulminó con la mirada—.
¡¿Cómo traes a Jake a mi casa?! —exclamó en un susurro.
310
Desirée Arjona Peña ♥

—Le necesitaba —murmuró Shorty.


Claire sentía que se ahogaba. Aquello iba a ser un completo desastre.
Recordaba aquel día en la galería de arte, o cualquier momento en el
que Henry escuchara la mínima referencia a Jake. Sería un absoluto
desastre si le veía allí.
—Shorty, mi hermano… —comenzó a decir Claire, pero no pudo
continuar.
—Es un poco descortés que os quedéis cuchicheando en el pasillo
cuando hay gente esperando dentro por vosotros, ¿no os parece? —
escucharon entonces. Era una voz fría, chirriante, afilada y seca,
todo al mismo tiempo.
Claire tiró de Shorty y se unieron a los demás. Jake llevó la mirada
hasta aquella voz. De pie, frente a ellos, una mujer, solo diez
centímetros más baja que él, con los brazos cruzados, un fino
vestido, acompañado de un colgante al cuello, y unos pendientes a
juego, les miraba con una ceja alzada. Llevaba el cabello recogido,
sin ningún pelo fuera de lugar, con un maquillaje perfectamente
equilibrado, sin sobrecarga.
—Lo siento, mamá —dijo Claire con intención de comenzar a
hablar.
Pero aquella mujer parecía ausente, estudiando con dedicación algo.
Lo peor de todo, es que era a él. Jake estaba siendo analizado por
aquella mujer. Era como si estuviera desmontándole con la mirada,
como si quisiera encontrar cada una de sus piezas. Jake sentía como
si fuera una profesora… o peor, una policía que estuviera buscando
cualquier indicio de ilegalidad en él. Sus ojos azules le escudriñaban
con cuidado, desconfianza y disgusto.
—Veo que Alan quiso ponerme de aviso para lo que iba a ver esta
noche… —dijo entonces con desdén—, y no se quedó corto.

311
Only Three Wishes ♥

Jake la miró con la misma desconfianza. Entonces, ella dio un paso


hacia él. ¿Por qué nadie decía nada? Estaban todos en silencio
esperando las palabras de aquella mujer, y Jake se estaba poniendo
de los nervios. Ella bajó la mirada hasta su ropa. Sonrió, pero sus
ojos no mostraban ninguna simpatía.
—¿Vienes de alguna actividad que requiera ropa que sea para tirar?
—inquirió la mujer. Jake esperaba tan poco aquella pregunta, que se
quedó sin palabras—. Lo propio hubiera sido que te cambiaras antes
de venir, y así poder ponerte algo que tapara esos… tatuajes, y
quitarte todos esos pendientes —dijo con algo de repugnancia—. Por
educación, más que nada.
El aludido pestañeó un par de veces antes de apretar con fuerza la
mandíbula. No podía creer lo que acababa de oír. La mujer se dio la
vuelta, y se dirigió al hombre que estaba sentado en el sofá.
—Al menos es alto, y no es feo —susurró para aquel hombre, pero
todos oyeron sus palabras.
Claire se adelantó.
—Mamá, él no es mi novio. Es el padrino.
La mujer se dio la vuelta sorprendida.
—¿Qué?
La joven dirigió su brazo a sus espaldas y agarró a Shorty, que había
permanecido tras Claire todo aquel tiempo. Shorty sonrió a la mujer
tímidamente y carraspeó nervioso.
—Encantado, señora Woods. Soy Solomon, el novio de Claire —
titubeó—. Bueno…, prometido.
Shorty alargó la mano. La mujer la miró, y de nuevo al chico.
—Ya no soy la señora Woods —se limitó a decir.
Su expresión se veía traspuesta. Entonces, miró a Claire, para pasar
después a su ex marido. Parecía estar echándole una reprimenda
mentalmente, como si aquello fuese culpa suya, como si fuese peor
312
Desirée Arjona Peña ♥

de lo que pensaba. Jake suspiró en su interior. Aquella iba a ser una


noche muy larga.

Había dejado a Shorty con Claire y se había marchado al baño con la


excusa de lavarse las manos. Aquella gente parecía del tipo que lo
hacían cada vez que las iban a usar, así que fue el pretexto perfecto.
Cerró la puerta y alargó aquel rato a solas todo lo posible. Solo había
estado diez minutos en el salón y le había parecido una eternidad. El
tipo del sofá, era Roger, el marido de la madre de Claire. Era un
importante cirujano en Reino Unido, Jake lo recordaba porque ocho
de aquellos diez minutos había sido repetirlo una y otra vez. Agarró
la toalla que había a su derecha, era suave y olía a perfume, nada
comparado con las toallas de su piso, casi todas húmedas y con un
aroma no especialmente agradable. Se miró al espejo. Su ceño estaba
fruncido por varias razones, en primer lugar por las palabras de
aquella mujer, no podía evitar sentirse molesto por ellas. Le había
dicho él mismo a Shorty que lo que dijeran esas personas le tenía
que traer sin cuidado, y ahora era él el que se veía afectado por ellas.
Ni siquiera le consolaba que finalmente hubiera dicho que no era
feo, que en boca de esa mujer parecía ser un gran cumplido. Y en
segundo lugar… Henry no estaba allí. Nadie le había mencionado,
por lo que no sabía si aparecería. Puede que no lo hiciera, Henry
solía rehuir aquel tipo de eventos… Aunque era de extrañar que no
hiciese acto de presencia para molestar a Shorty. De cualquier modo,
estaba irritado consigo mismo por estar decaído ante su ausencia.
Que no estuviera era mejor para todos, además, no quería ver su
313
Only Three Wishes ♥

tonta cara. Abrió la puerta, encontrándose en ese pasillo tan familiar.


Las paredes estaban igual que siempre, todavía colgaban las mismas
fotos. Había estado en aquella casa en cientos de ocasiones, se sabía
cada rincón de memoria. Caminó dos pasos buscando su foto
favorita de aquella pared. Sí, ahí estaba aún. Henry Woods, con solo
cinco años. Parecía tan inofensivo, tan puro… ¿Quién diría que ese
crío le traería tantos dulces sueños y tantas pesadillas?
—¿Qué estás haciendo?
Se dio la vuelta sobresaltado. El señor Woods le miraba con los
brazos cruzados. Jake se llevó una mano al pecho.
—Joder, qué susto.
El hombre gruñó en bajo.
—Ven a la cocina, quiero hablar contigo.
El chico alzó una ceja.
—¿Es que he hecho algo malo?
—Tú ven —le exigió el hombre.
—Sí, señor —bufó Jake con burla, pero aun así siguiéndole hasta la
cocina.
Entraron en aquel gran espacio. Una mujer regordeta echaba la salsa
sobre el cordero que cenarían aquella noche. Sería la nueva mujer
que trabajaba en la casa de los Woods. Jake pudo oler el aroma
delicioso de la cena. Se le hizo la boca agua, hacía tiempo que no
comía un plato casero, todo lo que probaba era comida para llevar, o
sobras que traían sus familias. Esperó a que el señor Woods
comenzara a hablar, que no tardó ni un segundo.
—No sé qué estás tramando, pero ya puedes olvidarte de ello.
Jake abrió los ojos sorprendido. ¿Había adivinado su intención de
echar mano de aquella fuente de patatas?
—Mmm, no sé a qué se refiere… Yo no iba a comer nada.
La expresión del señor Woods se torció confusa.
314
Desirée Arjona Peña ♥

—¿Qué? —inquirió sin saber de qué le hablaba el moreno—. Te


estoy hablando de Henry.
Jake abrió los ojos de par en par, para después tornarse oscuros.
—¿Qué intenciones cree que tengo con Henry? —le cuestionó
ofendido.
—Está muy claro, ¿no? Has venido aquí a llenar de nuevo su cabeza
con tus ideas descabelladas.
El moreno tomó aire, armándose de paciencia.
—Señor Woods, está muy equivocado si cree que estoy aquí por
Henry. Es más, he venido aquí a pesar de él, por mi amigo, nada
más.
El señor Woods le señaló con el dedo de forma amenazante.
—A Henry le ha costado mucho encarrilar su vida de nuevo. Si
tratas de…
—Ya le he dicho que no estoy aquí por Henry —le cortó Jake
cansado—. Ambos tenemos nuestra relación muy clara. Han pasado
dos años, y cada uno ha rehecho su vida.
Jake dio grandes zancadas hacia la puerta.
—¿Qué quieres decir? —preguntó el hombre haciendo que se
detuviera.
Demasiadas cosas. Que él ya tenía a otra persona, que Henry le
había demostrado que no quería nada con él, que eran dos personas
totalmente dispares, que les separaban muchas cosas… Demasiadas.
—Que entre nosotros jamás volverá a haber nada —le soltó antes de
salir de allí.
No sabía si aquel hombre estaría más aliviado con aquellas palabras,
pero al menos, oírselo decir a sí mismo, le dio fuerzas para creérselo
él también.

315
Only Three Wishes ♥

Elsa, la madre de Claire, les sentó como quiso en la mesa, como si


ella fuera la anfitriona. Dejó que su ex marido y Roger presidieran la
mesa a cada lado. Claire se sentó junto a Roger, para estar frente a su
madre, a su lado Shorty y Jake. Gracias a Dios que les dejó
permanecer en equipo, si no sería peor cena de lo que ya era.
—¡Damian, cielo! ¡Baja ya, vamos a cenar! —gritó Elsa de pronto.
Al minuto, bajó un chico de unos nueve años, con cara de pocos
amigos. Seguramente aquella cena le apetecía tan poco como a
Shorty y Jake. Iba desaliñado, con el pelo algo alborotado, y su ropa
parecía haber sido escogida al azar, todo lo contrario a la de su
familia. Se colocó junto a su madre, frente a Shorty. Entonces, Jake
miró con pavor el asiento vacío que quedaba frente a él. La señora
Ramírez comenzó a traer la comida mientras la madre de Claire la
supervisaba.
—Oh mamá, Shorty ha traído una botella de champán. ¿La traigo
ya? —preguntó Claire, en apoyo a Shorty.
La mujer forzó una sonrisa.
—Muy amable por tu parte. ¿Qué champán es?
—E-el más caro que había en la tienda —contestó Shorty.
—¿No me digas? ¿Qué tienda? ¿El supermercado? —inquirió la
mujer.
—¡Mamá! —exclamó Claire.
—¿Qué? Solo preguntaba —dijo con voz inocente—. Quizá
deberíamos dejarla para más adelante.
Jake observaba cómo Shorty se limpiaba el sudor de las manos en el
pantalón, cuando el timbre sonó.

316
Desirée Arjona Peña ♥

—Yo abriré —se apresuró a decir el señor Woods levantándose de la


mesa.
—No, déjalo Alan, ya voy yo —contestó Elsa estando más próxima.
El señor Woods quiso adelantarse, pero su ex mujer ya estaba
abriendo la puerta.
—Henry, hijo —saludó Elsa desde la puerta.
Jake no podía ver nada, pero el bello de su brazo ya se había puesto
de punta. Tampoco escuchó la contestación del rubio, ya que un
ladrido tapó lo que sea que dijera.
—¿Tienes un perro? —inquirió la mujer escandaliza—. ¡Roger es
alérgico!
—Estará en el jardín, no molestará a nadie.
Su voz de nuevo. Qué martirio era aquello. Claire miraba por el
rabillo del ojo a Jake, al igual que Shorty. Nike no dejaba de ladrar,
Jake estaba seguro de que era por su presencia.
—Alan, llévatelo antes de que derrumbe la casa —gruñó la mujer—.
Vamos, hijo, ya estamos todos en la mesa.

Su madre no le perdonaría nunca haber tardado tanto en ir a casa,


pero sinceramente, no le apetecía estar con su familia en esos
momentos. Su padre preguntándole por el trabajo, su madre por sus
relaciones, por no hablar de la presencia de su hermana y el futuro
marido de ésta. Por eso lo retrasó todo lo que pudo. Llamó al timbre
y allí estaba su madre. Un leve abrazo, no era una mujer demasiado
cariñosa, cosa de la que nunca se había quejado en realidad, era algo
propio de los Woods… Hacía meses que no la veía, pero estaba
317
Only Three Wishes ♥

igual de radiante, aunque esa mueca digna hacía que pareciera un


poco mayor de lo que en verdad era. Nike ladró con fuerza en cuanto
abrió, incluso tiró de la correa para ir a dentro con velocidad.
—¿Tienes un perro? —inquirió la mujer escandaliza—. ¡Roger es
alérgico!
—Estará en el jardín, no molestará a nadie.
Entonces vio a su padre tras su madre. Hacía gestos raros y
gesticulaba con la boca algo que no podía entender. Seguramente
estaría diciendo algo como; “¿Cómo traes aquí a tu estúpido perro?”,
así que prefirió ignorarle.
—Alan, llévatelo antes de que derrumbe la casa —gruñó la mujer—.
Vamos, hijo, ya estamos todos en la mesa.
Le arrebató la correa y se la dio a su padre. Enseguida, Elsa tiró de
Henry para que caminara hasta el comedor.
—¿Por qué has tardado tanto? ¿Mucho trabajo?
Henry fue a contestar, pero cuando entró en el comedor no pudo. Sus
ojos fueron directamente a él, como por inercia. Jake. Estaba allí, en
su mesa, con su familia. Tensó todo su cuerpo, sus hombros, sus
labios, y enseguida le miró con tirria. Ni le dirigía la mirada. Iba de
valiente, pero en momentos como esos, nunca se atrevía a mirarle a
la cara. Cobarde. ¿Lo hacía aposta? ¿Es que no había tenido
suficiente con lo del día anterior? ¿Cómo se podía ser tan cruel? Su
madre, a su lado, le miraba esperando una respuesta.
—Sí, mucho trabajo —contestó entonces. Aquello era lo que estaba
tratando de decirle su padre. Claro. Le tendió la botella que tenía en
las manos a su madre—. He traído champán.
—Oh, excelente, lo abriré ahora mismo.
Shorty apretó los dientes con rabia. Woods le jodía hasta sin
quererlo, el muy…

318
Desirée Arjona Peña ♥

—Vamos, siéntate —dijo su madre, dirigiéndole hasta la silla que


estaba frente a Jake.
Claire miraba la escena muy preocupada, estudiando cada
movimiento de su hermano. Se le veía tenso y enfadado, pero estaba
siendo mucho menos dramático de lo que pensaba que sería el
reencuentro de su hermano y Jake. Parecía todo muy frío, plagado de
odio. Miró con sospecha aquello. Henry se sentó con lentitud. Su
padre no tardó en llegar, y se puso al lado de su hijo. Silencio. Roger
miraba le escena algo contrariado, sin entender a qué venía de pronto
esa atmósfera. Elsa volvió con la botella descorchada en la mano.
—Aquí tienes Henry, sírvelo.
Henry fue a tomar la botella, pero su padre se le adelantó.
—Yo lo haré.
Claire se estrujaba los sesos por comenzar un tema de conversación.
Jake y Henry se evadían las miradas. La señora Ramírez llegó y dejó
el asado en la mesa. Fue el señor Woods el que comenzó a cortar la
carne para servirla, sin dejar de mirar a Jake con desaprobación.
¿Cómo se había atrevido a aparecer por su casa después de todo lo
que le dijo su hijo? No quería que volviera a confundirle, y menos
estando su ex mujer allí. Solo le traería problemas y más problemas.
—Bueno, Henry, ¿tú ya conocías al prometido de tu hermana? —
preguntó Elsa a su hijo mayor.
A Jake le dio la sensación de que buscaba en su hijo apoyo en su
propósito de hundir a Shorty, pero Jake iba más que preparado para
ello. Henry movió la cabeza hasta Shorty, no ocultó su cara de
desagrado, pero debía reconocer que aún se sentía demasiado
aturdido por tener a Jake comiendo en la misma mesa que él y sus
padres. Aun podía a oír a Nike lloriqueando en el patio por aquel
moreno. Tenía que quitarle a Nike la tontería de querer a Jake, y de
pasó, quitársela a sí mismo.
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Only Three Wishes ♥

—Sí —contestó con sequedad.


Claire entrecerró los ojos ante el tono de su hermano. Se apresuró a
sonreír a su madre.
—Sí mamá, ya te dije que le conocí en el instituto.
—¿Ibais a la misma clase? —preguntó Elsa, pareciendo más
interesada de lo que en verdad estaba, solo escarbando para
encontrar cualquier reticencia que poder usar.
—De hecho, Shorty iba al curso de Henry —dijo la chica.
La mujer alzó las cejas, puede que hubiera encontrado algo.
—¿Entonces eres mayor que ella? —preguntó, como si el asunto
fuera más grave de lo que en verdad era.
—Solo dos años —intervino Shorty con voz calmada.
Henry comía de su plato sin dejar de fruncir el ceño. No podía
quitarse de la cabeza a Jake con aquel tipo, no podía. Ojalá pudiera
asesinarle con la mirada y liberarse de aquel suplicio. Jake tampoco
estaba lejos de aquel pensamiento. Ver a Henry en aquel plan hostil
le enfermaba. No tenía derecho a enfadarse. Lo peor de todo es que
le hacía sentir culpable, cuando no tenía por qué. Maldito Henry y su
facilidad de manipular las cosas. Jake no quería quitar la vista de
plato.
—¿Y cómo te fue en el instituto? —siguió Elsa con su
interrogatorio.
Henry miró al chico de reojo.
—No se me dieron muy bien los estudios —reconoció Shorty.
El rubio vio allí su oportunidad. Además, si hacía daño al
mequetrefe del enano, hacía daño al idiota de Jake. Dos pájaros de
un tiro. Le apareció una malvada sonrisa en los labios.
—Es cierto. Repetiste curso, ¿verdad? —inquirió.
Y tal y como sospechaba, Jake y Claire le lanzaron una mirada llena
de hostilidad. Su madre, en cambio, pareció satisfecha.
320
Desirée Arjona Peña ♥

—Se graduó al año siguiente —apuntó Claire, al ver a Shorty apretar


los puños bajo la mesa.
—Ahm, ¿y en qué universidad estudias? —preguntó Elsa, y aquella
vez, respondió Jake.
—No tenemos demasiado tiempo para estudiar —comentó Jake—.
Tenemos un grupo que es muy popular en Europa, por lo que
viajamos mucho.
Henry le miró con tirria. Hasta su voz le ponía de los nervios. Jake le
ignoró.
—¿No me digas? ¿Qué tipo de música? —preguntó su madre.
—Rock.
—¿Y decís que tenéis éxito en Europa? —inquirió la mujer—. No
creo que…
—¡Ya decía yo que me eráis familiares! —habló por primera vez el
pequeño de la mesa, en casi un grito excitado. Su padre y su madre
le miraron del todo sorprendidos, al igual que el resto de presentes—
. ¡Sois The Wastes! ¡Jake y Shorty! —dijo para más sorpresa de
todos, señalando a ambos.
—¿Nos has escuchado? —preguntó Jake anonadado de que aquel
chaval fuese un fan de su grupo.
—¡Claro, tengo dos CDs vuestros! ¡”Third class” y “Radical
Orgasm”!
—¡Damian! —gritó Elsa escandalizada.
Henry miró a su hermanastro con horror, pensando en que ya eran
dos miembros de su familia los que adoraban al estúpido grupo de
aquellos perdedores. ¿Es que era el único que había salido decente?
Lo peor de todo, era que los dos Wastes pesados ahora tenían una
estúpida sonrisa en la cara.
—Ya veréis cuando se lo cuente Cliff —decía el chiquillo
alucinando.
321
Only Three Wishes ♥

Su padre le dirigió una severa mirada.


—Ya hablaremos de lo que escuchas… —dijo Elsa del todo
descontenta.
—Si los has traído te los podemos firmar —dijo Jake ignorando el
tono de aquella mujer.
Damian estuvo a punto de contestar, cuando Roger le cortó.
—No será necesario.
Y tensión de nuevo.

Fue un alivio llegar a los postres sin ninguna nueva confrontación.


Roger había estado alardeando sobre su estupendo trabajo como
cirujano, por lo que el señor Woods dejó de mirar con desagrado a
Jake, para mirarle a él. Jake solo tenía que resistir la tensión que
tenía con Henry. Estaban en frente el uno del otro, sin poder mirarse,
sin poder evitar estar enfadados entre sí.
—Le hizo un gran arreglo de nariz a Lydia. ¿Te acuerdas de Lydia,
Henry? —preguntó de pronto, haciendo que el rubio quitase sus
pensamientos de Jake—. Te la presenté hace ya cuatro años, pero
parecía que era imposible encontrar a alguien que te agradara —
soltó con una risa—. ¿Cuándo dejarás que conozcamos a la que será
la afortunada?
Y restando a los visitantes de Reino Unido, la mesa se tensó. Genial
mamá, no había mejor tema que sacar, maldijo Henry para sus
adentros.
—Henry está muy ocupado en su carrera, Elsa —salió su padre en su
rescate.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Bueno, no todos los hombres tienen por qué dejar de lado su vida
amorosa por el trabajo —dijo Elsa en respuesta, y Claire y Henry
supieron que aquello fue una pulla hacia su padre. Henry suspiró en
su interior. ¿Podría ir peor la cosa?—. ¿Tú tienes novia, Jacob?
Pues sí, podría ir peor. Claire miró a su madre alarmada, al igual que
Shorty, temiendo que la bomba explotara por fin. Lo que ninguno de
los dos sabían, es que ya había saltado, por ello Henry apretaba los
dientes, y Jake, viendo la oportunidad de devolvérsela a Henry,
sonrió.
—Jake —corrigió a la mujer—. Y sí, estoy con alguien.
El corazón de Claire se disparó, temiendo la reacción de su hermano.
Henry llevó su mirada a Jake, que se la devolvió. No fue nada
amable, todo lo contrario, parecían querer matarse mutuamente.
—¿Ves, Henry? Hasta los músicos tienen relaciones estables —soltó
su madre sin enterarse de nada de lo que estaba ocurriendo—. ¿No
ves que tu pobre madre estaría más tranquila si asentaras totalmente
la cabeza? —de pronto se dirigió a los demás con una mirada
orgullosa—. Conozco a mi hijo, y sé cómo es con las mujeres. De
una en otra.
Sí, eso lo sabían todos los presentes. A Jake no le ayudó recordarlo,
solo le cabreaba más y más escuchar aquello. Henry seguía
escuchando a su madre parlotear. ¿En qué momento tuvo que
abordar aquel tema? Encima Jake restregándole su relación, no podía
más…
—¿No crees que…?
—De hecho… —dijo de pronto Henry, cortando a su madre—.
Estoy saliendo con alguien.
Hasta él mismo se quedó sorprendido. Jake soltó su cubierto, que
chocó con su plato.
—¿Ah sí? —preguntaron su hermana y su padre.
323
Only Three Wishes ♥

Su madre juntó ambas manos, en una palmada entusiasta.


—¡Qué gran noticia! ¿Y por qué no la trajiste?
—Su agente la tiene muy ocupada… —inventó, y su mente trabajó
rápidamente en una mujer que usar como ejemplo. Monique—. Es
modelo.
Jake se quedó mudo de repente, sin saber qué pensar, sin saber qué
hacer, sin saber qué sentir.
—Ay Henry, ¿por qué no te fijarás en una abogada de tu bufete? —
inquirió su madre, al no ser plato de buen gusto tener una modelo
como nuera—. Pero bueno, ya era hora. Me muero por conocerla.
—¿Por qué no la invitas mañana? —preguntó su padre entonces,
pensando que no había mejor excusa para que Jake se alejara de su
hijo.
—Ya he dicho que está ocu… —comenzó a decir Henry.
—Ocupada —soltó de pronto Jake, para sorpresa de la mesa. Su
tono era seco, y no podía ocultar el rencor que había en sus palabras.
Pero había otro matiz en su voz. Altanería, o tal vez confianza, en
que Henry estaba mintiendo—. Es verdad. Debe estarlo realmente
para que nadie de aquí haya oído hablar de ella, ¿verdad?
Y aquello picó a Henry. No entendía cómo aquel imbécil se atrevía a
cuestionarle. Si no tenía una relación no era porque no pudiera, sino
porque no quería. Y bueno, por él… Se quitó aquella idea de la
cabeza, y le devolvió la mirada retadora.
—La llamaré, mamá —dijo entonces componiendo una sonrisa
amable—. No todos los días está toda la familia reunida, ¿verdad?
—Eso es. Además, aunque sea modelo, nadie puede negarse a una
barbacoa en la piscina —comentó la mujer feliz.
Y parecía ser la única que estaba contenta en aquella mesa. Bueno,
ella, y Shorty, que había conseguido que la atención se desviara de

324
Desirée Arjona Peña ♥

él. Tomó la copa llena del champán que su cuñado había traído y
sonrió triunfante. Sabía que Jake sería el factor que necesitaba.

Se lavaba los dientes con tanta furia que podría arrancarse una
muela. La cena terminó bien para unos, como Shorty, que había
conseguido salir airoso de la reunión con sus suegros, y mal para
otros. Jake estaba de los nervios. Farfullaba consigo mismo, a pesar
de tener la boca llena de pasta dental. La escupió para poder seguir
con toda aquella charla que despotricaba contra Henry. Se secó la
cara con la toalla del baño de invitados y salió. Compartía habitación
con Shorty. Era la habitación de invitados pequeña de la casa. La
grande obviamente era para la madre de Henry y su marido. Jake no
recordaba demasiado de esa habitación, solo entró una vez con
Henry, para completar su lista de sitios en los que acostarse, cosa
que no le diría a su amigo. Se quitó la camiseta con rabia y la lanzó
lejos para ponerse la del pijama, mientras pensaba una y otra vez en
lo mismo. Henry. Y con novia. ¡Ja! No se lo creía. O no quería
creérselo. Henry era incapaz de tener una relación con alguien, y
menos, con una mujer. No podía soportarlo. No podía ser verdad.
Solo había soltado aquello para molestarle, o eso quería pensar él. Y
si fuera verdad, estaba molesto. ¿Por qué no se lo había contado?
¿Le llevó a su casa aun teniendo novia? Aunque Jake tampoco le
contó nada a Henry sobre Alex, y es cierto que no ocurrió nada.
Puede que Jake fuera el único de los dos que estuviera pensando en
besar al otro. Se tumbó en la cama, mirando al techo, o más bien a la
nada. Se sentía culpable por tantas cosas… Henry era su punto débil,
325
Only Three Wishes ♥

su perdición. Pero, ¿cómo podía tener la cara de enfadarse con él por


lo de Alex, cuando él estaba haciendo lo mismo? Tenía que ser
mentira… Tenía que serlo o…
—Jake —susurró la voz de Shorty.
Jake se incorporó, encontrando a Shorty en el balcón.
—¿Qué estás haciendo? —preguntó el moreno.
Shorty sonrió tímidamente y señaló al balcón.
—El balcón de Claire está al lado del de nuestra habitación.
—¿Y qué? —inquirió Jake.
—Necesito que me ayudes a llegar hasta él.
—¡¿Estás loco?! —exclamó Jake poniéndose en pie de un
movimiento.
—¿Qué? —preguntó Shorty como si no fuera nada del otro
mundo—. No hemos podido pasar nada de tiempo juntos.
—¿Vas a meterte en la cama de Claire con la reina del hielo, el
cirujano loco, y el borde de su padre, en la misma casa?
—No se van a enterar.
—¿Y si lo hacen?
—¿Es que ahora eres David? —bufó Shorty antes de tirar de Jake
para que le acompañara al balcón—. Vamos, ayúdame.
Jake vio que el balcón de al lado estaba muy cerca. Aun así… como
les pillaran, sería su fin.
—Esto es mala idea… Nos van a echar de la casa —masculló Jake
ayudando a Shorty a subirse al muro.
—Te digo que no va a pasar —soltó tomando la mano de Jake con
fuerza.
Jake ayudó a su amigo hasta que pudo saltar al otro lado. Después le
dedicó una sonrisa, y entró en la habitación. Jake negó con la
cabeza. La euforia de haberse librado de los problemas de la cena se
le había subido a la cabeza al tonto de su amigo. Un leve lloriqueo
326
Desirée Arjona Peña ♥

llegó a sus oídos. Venía de abajo. Bajó la mirada encontrándose con


la mirada de Nike.

Tal vez fuera porque en la cama pensaba aún más, pero estando en el
jardín, jugando a tirarle un palo a Nike, se sentía más animado. Todo
parecía indicar un descanso para su mente, cuando escuchó su voz a
sus espaldas.
—¿Qué crees que estás haciendo?
Jake se dio la vuelta, y entre las sombras de la puerta de la cocina
que daba al patio trasero, apareció la mirada azulada de Henry. Jake
frunció el ceño.
—¿A ti qué te parece? Juego con Nike —soltó Jake en tono
desagradable.
Henry gruñó en silencio. Se adelantó hasta llegar a Nike. Le agarró
del collar y tiró levemente de él.
—No te acerques a mi perro —le espetó con el mismo tono.
Jake intentó no alterarse, y permanecer con aquella voz monótona.
—Es un poco difícil cuando le encanta estar conmigo —respondió.
Henry soltó a Nike, que se tumbó en el porche mirando a sus dos
personas favoritas discutir sin motivo.
—Es porque te confunde con alguien de su especie —soltó Henry
con desagrado.
Y la paciencia de Jake dio con su tope. Se levantó del escalón donde
estaba sentado, y encaró al rubio.
—Mira, imbécil —comenzó con voz ronca—. Ya no tengo por qué
aguantar más tus gilipolleces. He intentado llevarme bien contigo
327
Only Three Wishes ♥

por Claire…, pero la próxima vez que me cabrees te meteré el puño


en la boca —le amenazó.
—Oh, ¿ya no quieres llevarte bien conmigo? —inquirió Henry con
sarcasmo—. Qué pena me da —bufó en su cara—. Pues me alegro
de que por fin pongamos las cartas sobre la mesa. Fingir que me caes
bien estaba empezando a ponerme enfermo.
Jake sentía su sangre hervir, al igual que Henry, y ambos sabían que
una vez así, no podrían parar.
—¿Ah sí? No lo parecía cuando decías: “Oh me gustaría volver a la
normalidad contigo”, “¿Te gustaría subir? Ayer me pasé pidiendo
en el restaurante y tengo un montón de comida que no creo que
pueda acabarme.”. ¡Ja! Porque no era una excusa, ¿no? —se jactó
Jake con burla ante las palabras del rubio.
—Por favor, estabas que te caías aquel día. Perdóname por sentir
lástima de ti —soltó Henry con asco.
Jake abrió los ojos de par en par.
—¿Tú? ¿Lástima de mí? —inquirió como si aquello fuera lo más
ridículo que hubiera escuchado nunca.
—Estabas en una nube aquel día, y no puedes negármelo. ¿Te
acordaste en algún momento de tus amigos preocupados? —inquirió
antes de acercarse un poco más a Jake, quedando a tan solo un
palmo de su cara—. ¿Te acordaste acaso de tu querido novio? —
preguntó entonces con maldad—. No, claro que no —escupió Henry,
y Jake sintió una punzada en el pecho, porque nada de lo que estaba
diciendo era mentira. Henry sonrió un poco—. Y ambos sabemos
por qué —se acercó otro poco más, casi susurrándole las palabras en
la cara—. Si estoy yo, lo demás desaparece para ti. Han pasado dos
años desde que te dejé, y aun no me has olvidado. ¿O me equivoco?

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Desirée Arjona Peña ♥

Jake no respondió, quizás porque la lengua no le funcionaba, o


porque simplemente no podía mentir. Henry chascó la lengua
satisfecho. Se dio la vuelta, dándole la espalda al moreno,
—Es cierto que no me acordé de mis amigos… —escuchó entonces
decir a Jake. Se detuvo y se giró de nuevo. Jake le miraba con
intensidad—. Pero tú no te has acordado de que tenías novia hasta
hoy —le soltó, haciendo que Henry se sonrojara por un momento.
Jake fue hasta la puerta, y cuando pasó junto al rubio, habló—. Es
patético cómo intentas fingir que dejarme marchar no te duele hasta
cuando respiras —dijo. Henry fue a contestar, pero el dolor en el
pecho del que hablaba Jake, se lo impidió—. Oh… —dijo Jake
como si acabara de recordar algo. Henry le miró—, y Alex es mejor
que tú… En todo.
Jake entró en la casa, dejándole con aquella afirmación. Si había
algo que a Henry le nublaba la razón, eran los celos. Él lo sabía y
Jake también. Sin poder evitarlo, se apresuró hacia Jake, que ya
subía por las escaleras. No le alcanzó hasta que no llegaron al
pasillo. Le agarró de la camiseta y tiró de él hasta tenerle cara a cara.
—Retira lo que acabas de decir —le susurró con rabia.
Jake sonrió socarronamente.
—¿Por qué iba a hacerlo? Es la verdad —dijo antes de dar una
sacudida para que le soltara.
Aquella respuesta solo contribuyó a que Henry se encendiera más.
Podría gritar ahí mismo, y lo habría hecho si no hubiera escuchado
aquellos pasos que llegaban desde la habitación de su padre. Ambos
supieron que si les encontraba a los dos allí, a solas, solo traería
problemas. Jake se apresuró a entrar en su habitación, la más
cercana. Henry, viéndose acorralado, entró junto a Jake. Cerró la
puerta delicadamente pero con velocidad. Jake le miró con enfado.
—Fuera de…
329
Only Three Wishes ♥

Pero no pudo acabar la frase. Henry le acorraló contra la pared y le


tapó la bocaza con la mano. Agudizó el oído, hasta cerciorarse de
que su padre no estaba cerca. Cuando estuvo totalmente seguro, dejó
salir el aire de sus pulmones con alivio. Llevó entonces su mirada
hacia Jake. Estaban muy pegados el uno al otro. Henry no pudo
evitar recordar su primer beso. Jake entrecerró los ojos, y apartó la
mano de Henry sin ningún cuidado.
—Lo llevas claro si piensas que te va a volver a funcionar —le
espetó Jake en un susurro. Henry bufó y fue a contestar, pero el
moreno no le dejó—. Lárgate de mi habitación.
El rubio apretó los dientes, y Jake pudo verlo a pesar de la
oscuridad.
—Es mi casa, y me quedaré si me da la gana —le contestó
malhumorado—. Pero has tenido suerte de que sea lo que menos me
apetece hacer en el mundo.
Sin embargo, no se movió del sitio. Jake alzó una ceja.
—¿Y a qué esperas?
Henry bufó de nuevo y se dispuso a irse, no sin antes dirigir una
mirada a la cama vacía. Su mano se detuvo ya en el picaporte.
¿Vacía?
—¿Dónde está el memo de tu amigo? —preguntó a Jake con una
mirada llena de sospecha.
Jake cambió su expresión malhumorada, para llegar a una azorada.
Henry no necesitó contestación. Se dispuso a salir de la habitación
para arrancarle la cabeza a aquel enano estúpido. Sin embargo, Jake
se colocó entre la puerta y él, para salvar el culo a su amigo.
—Quítate del medio —le ordenó Henry.
—¿Ahora tienes prisa? —preguntó Jake de repente con tono amable.
—¿Crees que soy gilipollas? Tu amigo se ha metido en la habitación
de mi hermana, con mis padres, en mi propia casa. Pienso arrancarle
330
Desirée Arjona Peña ♥

la cabeza —gruñó Henry con intención de apartar al moreno de un


empujón.
—No, no lo harás.
Jake le agarró con fuerza de la camiseta, y tiró de él hasta apartarle
de la puerta. El rubio seguía intentando salir, pero Jake le tenía
sujeto de la cintura.
—Sí, lo haré. Mis padres se despertarán y sabrán lo que ha pasado.
Y él, tú, y la boda, os iréis a tomar por culo —soltó Henry
comenzando a subir el tono.
Jake le tiró a la cama, y se subió encima para taparle rápidamente la
boca.
—Shhh, cállate —susurró irritado.
Henry apartó las manos del moreno.
—¿Que me calle? No, que me oigan. Así verán dónde está el cerdo
de tu amigo —decía mientras intentaba quitarse a Jake de encima.
Jake le apresó las muñecas y las colocó sobre su cabeza. Miró
entonces severamente los ojos azules del rubio.
—Como no te calles, tus padres no solo verán a Shorty en la cama
de tu hermana. Te verán a ti en la mía —dijo entonces, haciendo que
Henry se estuviera quieto y callara de una—. ¿Y cómo crees que le
sentaría a tu papi ver que vuelves a las andadas conmigo? —inquirió
entonces—. Oh, ¿y a tu madre? ¿Quieres acaso que le dé un ataque
al corazón al verte aquí con el padrino?
El rubio se quedó en silencio largo rato, en aquella oscuridad, con la
mirada de Jake tan próxima.
—Tienes razón —dijo entonces con lentitud y voz calmada. Jake
alzó las cejas sin estar seguro de haber escuchado bien—. He
cambiado de idea… Ahora te arrancaré la cabeza a ti.
Henry soltó el agarré de sus muñecas e intentó agarrar de la ropa a
Jake. Éste se resistió, y trató de volver a agarrar las muñecas del
331
Only Three Wishes ♥

otro. El rubio consiguió girar sobre sí mismo, haciendo que Jake


quedara tumbado de costado, pero sin soltar las muñecas de Henry.
Jake sintió entonces como el rubio se libraba de su agarre, e
intentaba colocarse sobre él. Sintió cómo de pronto llevaba su mano
hasta su cuello. Jake se contuvo por no darle un puñetazo en plena
cara, y en su lugar, le plantó la palma. Empujó hasta que consiguió
que Henry retirara las manos de su cuello. Intentó incorporarse, pero
de nuevo estaba ahí, intentando robarle la estrategia de inmovilizarle
las manos. Y así largos forcejeos el uno con el otro. Tirones de pelo,
golpes en las costillas, aullidos de dolor callados, respiraciones
entrecortadas. Estaban sudando, y el contacto cada vez era más
pausado, ellos estaban más pegados, y cada roce era menos agresivo.
Parecían dos niños usando la excusa de una pelea para entrar en
contacto. Henry tenía apresado a Jake bajo él. Sus piernas estaban
enredadas. Jake agarraba con fuerza la camiseta de Henry, y éste,
una de las muñecas de Jake. Sin saber cómo, el rostro de Henry
acabó hundido en el hueco que había entre la cabeza y el hombro de
Jake. No le tocaba, pero el moreno podía sentir su aliento chocando
con su piel. ¿Por qué estaban haciendo esa estupidez? Ya no lo
recordaba. Ahora le daba la sensación de que solo lo hacían para
sentirse nuevamente el uno al otro, y la única excusa que tenían para
ello, era pelearse en silencio. Qué cosas… Jake hizo un nuevo
intento de quitarse a Henry de encima, y fue cuando éste levantó la
cabeza para mirarle. Jake se perdía en aquel hombre, no podía
evitarlo. De verdad que lo intentaba. Él más que nadie sabía lo que
estaba luchando por olvidarle, porque Henry no era bueno para él.
Demasiadas personas se lo habían dicho ya, pero no podía
mentalizarse. Henry, con su mano libre, pensando lo mismo que
Jake, le apartó el negro cabello de la frente. Estaba húmedo, y no le
extrañaba, en esa habitación hacía más calor que en el infierno. Ellos
332
Desirée Arjona Peña ♥

eran los culpables. Ambos podían sentir las pulsaciones del otro,
aceleradas. Henry acercó su rostro lentamente al de Jake, y el
moreno supo lo que iba a pasar, lo que anhelaba en su interior, lo
único que quería en esa vida. Pero, ¿después qué? No podía, por
muchas razones, pero sobre todo por él. Porque no era justo ser
siempre al que hacían daño, ni el que debe perdonar. Esta vez no.
Buscó en su interior toda la fuerza que le quedaba. Cuando Henry
estuvo a punto de besar sus labios, Jake giró el rostro, rechazando
aquel contacto, y para su sorpresa, Henry no mostró enfado, ni
vergüenza, ni siquiera fingió que no había pasado nada, o se puso a
la defensiva. Dejó caer el rostro, haciendo que su nariz chocara con
la mejilla de Jake. Dejó escapar el aire, como si fuera un último
suspiro, como si se sintiera débil en aquel momento. Cerró los ojos.
—Jake… —le susurró—. Solo un beso.
Y a Jake le pareció un ruego. Pero era tarde. Injusto. Egoísta. Él le
dejó, y jamás mostró signos de arrepentirse de ello. Además se
jactaba de su sufrimiento, de haber sido él el que rompió con todo.
No tenía ningún derecho a pedirle un beso. No tenía ningún derecho
a besarle. Jake giró el rostro para mirarle.
—No —dijo entonces con decisión. Henry abrió los ojos—. No te
voy a dar nada más de mí. Ya no queda nada de mí para ti.
Henry compuso una mueca incrédula.
—¿Eso crees? —inquirió.
—Sí —contestó Jake—. Además, tú ya no eres gay, ¿verdad?
El rubio meditó su respuesta unos segundos, hasta que al fin
respondió con lentitud.
—No.
Jake no se inmutó ante tal contestación, sabía que sería esa.
—Tienes novia —dijo antes de apartar a Henry de encima suya—. Y
yo tengo novio.
333
Only Three Wishes ♥

Henry se tensó al escuchar aquello. ¿Por qué tenía que recordárselo?


Aquello era lo peor, saber que Jake ya no era suyo, porque era de
otro. Apretó los dientes y se levantó enfadado de la cama.
—Sí, es verdad. Has rehecho tu vida con otra persona, y yo también
—dijo para que el moreno sintiera el dolor tanto como él.
—Bien —contestó Jake con tono seco. Se levantó de la cama, y se
deslizó la camiseta para meterse de nuevo—. Pues una vez claro, ya
te puedes ir.
Se deslizó entre las sábanas y se tumbó boca abajo, para dar la
espalda al rubio. Éste último comenzó a caminar hacia la puerta,
pero no podía. Algo en su interior le hizo detenerse y abrir la boca.
—¿Sabes cuánto llevamos sin besarnos? —preguntó de pronto—.
Yo sí lo sé.
Demasiado tiempo, se dijo Henry para sí.
Y dicho aquello, se dio la vuelta para marcharse de una vez y
terminar con aquel horroroso día. Pero no iba a acabar ahí, al
parecer. Sintió cómo una mano se entrelazaba con la suya y le
obligaba a darse la vuelta. Sin tiempo a decir nada, y sin tiempo a
pensar en nada, Jake llevó su mano a la mejilla del rubio, y sin más
demora, le besó en los labios. Era real, como la vida misma. Podía
sentir su aliento, sus labios, su boca, y era exactamente como estar
dos años atrás. Feliz. La sorpresa de Henry duró lo necesario para
darle tiempo a posar una mano en la nuca de Jake y otra en su
cintura. Le apretó contra él. Abrió la boca devolviéndole el beso de
forma apresurada. Jake no sabía en qué momento pasó, solo sabía
que volvía a estar ahí, donde quería estar. Volver a sentir ese calor
en el cuerpo, que Henry también sentía. Besar a Jake era como
llenarse de vida, y cogería toda la que pudiera, pues no sabía si
aquello se volvería a repetir. Sentía su lengua jugar con la suya, sus
labios bailar juntos, su saliva volviendo a ser una. Sin estar aún
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Desirée Arjona Peña ♥

saciados, Jake soltó la mano de Henry para poder llevarla a su


cabello, y el rubio le rodeó la cintura con ambos brazos. No se
movían del sitio, pero no por ello sus labios se dejaban de mover.
Eran ellos dos otra vez. Era como si el mundo hubiera dejado de
parecer artificial, para volver a ser natural, fluido, como debía ser. El
beso cada vez se volvió más lento, según llegaba al final. Sus
lenguas se separaron, pero no sus labios. Jake los paseaban
lentamente sobre los de Henry, alargando el momento. Y cuando no
pudo durar más, se separaron. Henry abrió los ojos con lentitud, para
encontrarse con la mirada fría de Jake.
—Tómatelo como la despedida que nunca tuvimos.
Y acto seguido, volvió a su cama. Se cubrió con la sábana y volvió a
la postura que tenía, dando la espalda al rubio. Henry giró
lentamente sobre sus pies, y por fin salió, sin saber si aquello había
sido mejor, o peor para su herido corazón.
—¿Qué hacías ahí dentro?
Henry elevó la mirada inmediatamente al escuchar una voz en el
pasillo. Su compañero de habitación, su hermanastro Damian, le
miraba con sospecha.
—¿Y qué haces tú fuera de la cama, mocoso? —le gruñó en
respuesta.
Agarró al chico del brazo y entraron juntos en su habitación. Solo
esperaba que pudiera conciliar el sueño.

335
Only Three Wishes ♥

Capítulo 14
Desayunar con aquel enano bobo era algo que nunca imaginó que
haría. Y ahora estaba allí, comiendo en su mesa, sus tortitas y… su
zumo. Henry masticaba sin dejar de mirarle con tirria. Su campo de
visión fue interrumpido por su hermana, que justo se sentaba a su
lado con un bol de cereales. El rubio movió la cabeza para seguir
mirando al mequetrefe hasta que sintiera ganas de marcharse, pero
Claire puso su enorme cabeza de nuevo en medio.
—Henry… ¿Podemos hablar luego? —preguntó ella con tono
amable.
Henry la miró con desagrado antes de tomar un trago de su vaso.
—No —se limitó a decir con sequedad.
Claire resopló buscando la paciencia que siempre necesitaba para
hablar con su hermano.
—Henry…, siento que haya sido todo tan de golpe.
—¿El qué? —inquirió entonces—. ¿Enterarme de que mientras
todos dormimos metes en la cama a tu novio liliputiense?
Los ojos de Claire se abrieron de par en par.
—¡¿Cómo sabes eso?! —susurró.
—Lo sé y basta —gruñó Henry—. Y como vuelva a pasar, juro que
le dejaré sin nada que poder meter.
Su hermana se quedó mirándole unos segundos, con el ceño fruncido
y los ojos entrecerrados. Entonces su rostro se iluminó.
—¡Tú estuviste en la habitación de Jake anoche! —dijo cayendo en
la cuenta de que por eso su hermano sabía que Shorty había estado
con ella. Henry, alarmado, la ordenó que guardara silencio.
—¿Qué decís vosotros dos? —preguntó su madre uniéndose a ellos
en la mesa.

336
Desirée Arjona Peña ♥

Henry compuso una sonrisa angelical.


—Nada, mamá. Solo preguntaba si les había ido bien la noche a
Shorty y su amigo —dijo entre dientes mirando a Shorty engullir su
comida.
—Muy bien. El colchón era de primera —contestó Shorty lanzando
una pícara mirada a su novia. Henry, bajo la mesa, apretó los puños.
Encima se tomaba las libertades de soltar semejantes comentarios.
—¿Y Jacob aún no se ha levantado? —preguntó entonces su madre
sacándole de sus pensamientos.
—Es Jake, mamá —le corrigió Henry.
—Bueno, el nombre de Jake vendrá de alguna parte, ¿no?
—Nadie le llama así —soltó arrebatándole el zumo a Shorty para
que no bebiera más—. Solo su madre cuando le pone de los nervios.
Tanto su hermana como Shorty le miraron algo divertidos. Su madre
en cambio, le miró sorprendida.
—¿Conoces también a su madre? —inquirió curiosa. Henry dejó de
comer, sintiéndose de pronto observado por los presentes de la
mesa—. Y yo que creía que eras totalmente ajeno a los peculiares
amigos de tu hermana…
—De hecho Claire y yo nos conocimos gracias a Jake y su hijo.
Nunca ha sido especialmente ajeno a nosotros —comentó Shorty sin
poder evitar querer fastidiar a Henry. Éste le fulminó con la mirada.
—¿Cómo? —preguntó su madre.
—Sí, mamá. Ya te dije que iban a mi curso —se apresuró a decir—.
Jake y yo éramos compañeros de clase.
—Oh, eso tiene más sentido. Bueno, ¿entonces aún no se ha
levantado?
El tono de la mujer fue desaprobador, tal y como cabía de esperar.
Shorty se puso en pie inmediatamente para ir en su búsqueda.
—Iré a despertarlo.
337
Only Three Wishes ♥

—Es inútil —soltó Henry—. Solo despertará cuando llegue a su


nariz el aroma de las chuletas.
Una de las cosas que más le molestaba a Shorty de Woods era esa
pedantería que tenía cuando se trataba de Jake, como si él le
conociera mejor que nadie, incluso que su mejor amigo. Shorty pasó
de su advertencia, aunque fuera muy real.
—Iré de todas formas —dijo saliendo de la cocina.
La mesa se quedó en silencio. Los tres Woods desayunaban sin decir
nada. Claire sentía la mirada de su madre aunque no la viera. Era
insufrible.
—¿Puedes dejar de mirarme así? —preguntó Claire mirándola por
fin.
—¿Y cómo quieres que te mire si te vas a casar con un punky de
esos? —inquirió. Se notaba que estaba deseando poder decirle algo
así a su hija—. ¡Tiene todo el cuerpo lleno de tatuajes y pendientes!
Seguramente hasta se drogue…
—Ya te lo aseguro yo —intervino Henry tomando su zumo.
—Tú cállate —masculló Claire a su hermano.
—Hija, ¿qué sabes realmente de ese chico? —preguntó su madre.
—Fuma, bebe, no tiene un trabajo estable, comparte piso con su
grupo de fracasados… —comenzó a enumerar Henry.
Su hermana le miró con tirria antes de hablar.
—Henry, cállate o comenzaré a hablar yo —le advirtió.
Henry se calló al instante.
—¿De qué está…? —comenzó a preguntar su madre ante las
palabras de Claire.
Por suerte para el rubio, no pudo terminar de preguntar. Un claxon
sonó en la entrada de la casa de los Woods.
—Ya está aquí —dijo poniéndose rápidamente en pie.

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Desirée Arjona Peña ♥

Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas, eso fue lo


que se dijo a sí mismo la noche pasada. Había soltado una gran
mentira delante de toda su familia solo por molestar a Jake, por lo
que no perdió ni un segundo cuando pudo subir a su habitación. Si él
quisiera, ya hubiera tenido cientos de novias en aquellos dos años,
posiblemente fuera el número de mujeres con las que había estado
en aquel tiempo, pero él no concedía ese sitio a cualquiera como
parecía haber hecho Jake. Sí, estaba molesto, más que molesto, si no,
no haría lo que estaba a punto de hacer. Abrió la puerta y salió para
recibir a su novia de pega. Monique sacaba bolsas de su Audi RS5.
Llevaba sus gafas de sol, y un conjunto blanco que resaltaba su
bronceado. Se giró y vio a Henry.
—Vaya, vaya, vaya…, el amor de mi vida.
Henry compuso una mueca y se acercó a ella.
—Qué graciosa…
—Me tienes del todo intrigada —le susurró, y parecía realmente
divertida por aquel asunto. Henry no contestó, suficiente sufrimiento
le parecía ya todo aquello. Agarró las bolsas de Monique mientras
ella hablaba—. Me siento como en una película. ¿Qué clase de novia
quieres que sea?
—Te elegí a ti porque quiero que seas tú —dijo Henry. Su tono fue
tosco, pero para Monique fue todo un cumplido. Henry recordó el
punto principal de aquello, molestar a Jake—. Pero no estaría mal
que fueras cariñosa.
Monique sonrió.
—Ajá. ¿Y es para tener a tu madre contenta o…?
—Ahí vienen —interrumpió Henry, viendo a su madre caminar
hasta ellos. Se apresuró a susurrar a Monique—. Sigue el plan.

339
Only Three Wishes ♥

—No puedo creer que por fin vaya a conocer a la novia de mi hijo
—dijo su madre cuando llegó a la altura de la ficticia pareja—.
Pensaba que no encontraría jamás una.
—Mamá, ella es Monique. Monique, esta es mi madre.
—¿Tu madre? —preguntó Monique con fingida sorpresa—. Vaya,
cualquiera pensaría que es usted su hermana.
—Sí, me lo dicen mucho. Vamos, pasad.
Henry puso una mano en la espalda baja de Monique, y la encaminó
hacia el interior de su casa.

Después de varios insultos, tirones y empujones, Jake estaba en pie.


Se había metido en la ducha para quitarse la cara que solía tener
cuando no descansaba sus más de diez horas diarias. Cuando salió,
ya vestido y preparado para soportar la siguiente velada con la peor
familia del mundo, encontró a Shorty con los brazos cruzados
sentado en la cama, mirándole fijamente. Tenía los labios
ligeramente fruncidos, al igual que el ceño. Esa era la cara que solía
poner Shorty cuando quería mostrarse enfadado.
—¿A qué viene esa cara de culo? —preguntó Jake al tiempo que se
revolvía el pelo.
Shorty se puso en pie, se metió las manos en los bolsillos y bajó la
mirada.
—Siento haber sido el causante de tu reencuentro con Woods —dijo
entonces.
—Oh, no pasa nada —dijo Jake quitándole importancia—. Tarde o
temprano tenía que pasar, ¿no?
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Desirée Arjona Peña ♥

Su amigo levantó el rostro, y no había pesar en su mirada, solo furia.


Se acercó a él y comenzó a golpearle.
—Serás rastrero, cabrón, retorcido… —maldecía.
—¡Eh! —exclamó Jake apartándose.
—¿Te crees que soy idiota? —inquirió entonces Shorty.
—Depende. ¿En qué sentido?
—¡Tú ya te habías reencontrado con él! —exclamó con voz
acusadora.
Jake abrió los ojos de par en par. ¿Le había descubierto? ¿Cómo era
posible? Si Shorty de lo único que se percataba al instante era del
desafino de su guitarra.
—¡¿Qué?! —inquirió Jake—. ¿En qué te basas?
—En vuestro comportamiento de anoche.
Jake bufó ante la respuesta.
—¿Y qué te creías que pasaría cuando nos viéramos?
Shorty se cruzó de brazos y alzó el rostro en un gesto orgulloso.
—Pues para empezar tú habrías puesto cara de tonto.
—¡¿Cara de tonto?! ¡¿Qué cara es esa?! —preguntó Jake indignado.
Él no ponía ningún tipo de cara por Henry. ¿Qué estupideces le
estaba soltando Shorty?
—Aunque claro, la pondrías después de intentar sonreírle un par de
veces, con normalidad, como si nada hubiera pasado —contestó
Shorty.
Jake se quedó pensativo unos segundos. ¿Eso hizo cuando le vio por
primera vez? Agitó la cabeza.
—¡Y una mierda!
—Y Woods hubiera puesto esa cara de memo pasmado, de
bobalicón, para después fingir que no le importa. Pero luego estaría
mirándote por el rabillo del ojo mientras suda como un pavo y
mueve sus manos nervioso.
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Only Three Wishes ♥

El moreno entrecerró los ojos, y miró a su amigo con sospecha.


Entonces sonrió ligeramente y chascó la lengua.
—Parece que no somos tan predecibles como creéis tú y Claire…
—¿Qué tiene que ver Claire con…?
—¡Anda ya! —soltó Jake para que su amigo dejara aquella
fanfarronería—. Ese análisis de nuestras reacciones es suyo. Es más,
estoy seguro de que tú ni te habías dado cuenta de que ya nos
habíamos visto.
Shorty le apuntó con el dedo.
—¡Así que sí os habéis visto!
—¿Eh? —preguntó azorado—. No… —contestó. Shorty le sostuvo
la mirada largo rato. Jake suspiró derrotado—. Vale, muy bien. Sí, le
vi.
—¿Cuándo? —quiso saber Shorty.
—Hace unos días.
Su amigo se llevó la mano al cabello.
—Joder, Jake…
—Ya lo sé, ya lo sé. Pero piensa el lado positivo, no ha sido tu culpa
nuestro reencuentro.
—Eso sí, pero… Jake, no puedes volver a caer.
—¿A caer en qué? —preguntó. Aunque sabía muy bien a lo que se
refería. Para sus amigos, que Jake y Henry hubieran terminado, fue
la mejor noticia que podían recibir, a pesar de que su amigo estaba
destrozado pensaban que a la larga estaría mejor. Henry para ellos
solo era veneno, por no hablar de que a todos les caía mucho mejor
su nuevo novio. Era como uno más entre ellos. En cambio Woods…,
era un enemigo en su propio territorio. Y los tres amigos también
sabían que Jake era muy propenso a volver a caer en brazos del
rubio. Ninguno quería que volviera a ocurrir, y eso Jake también lo
sabía, por lo que se dispuso a tranquilizar a su amigo—. No sé qué
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Desirée Arjona Peña ♥

narices estás pensado, pero yo ya estoy con Alex. Soy feliz con él.
Mucho, mucho, mucho —reiteró—. Y por si no te acuerdas, fue
Henry el que me dejó. Así que, ni él quiere volver conmigo, ni yo
quiero volver con él. Estamos a millas luz el uno del otro. Lo nuestro
ya no existe. No queda nada, nada, nada —soltó con toda la
convicción que pudo—. El día que nos vimos, nos dimos cuenta.
Quedamos en que intentaríamos tener una relación cordial por
vosotros. Pero cuando esto acabe…, cada uno seguirá su camino, y
nunca, nunca, nunca nos volveremos a ver.
—¿Sabes que Claire estudia psicología? —preguntó Shorty de
repente.
Jake compuso una expresión totalmente desconcertada.
—¿A qué viene eso?
—Hay una cosa que se llama, verdad imaginaria, ilusión verdadera o
algo así. ¡Ilusión de la verdad! Eso —dijo cayendo en la cuenta.
Continuó—. Y dice que cuando una persona quiere reprimir un
sentimiento, reitera repetidas veces el sentimiento opuesto, para así
crearse la ilusión a sí mismo de que es verdad.
Su amigo le miró como si estuviera loco.
—¿Qué me estás contado? —preguntó—. Yo no hago eso.
Shorty alzó una ceja.
—¿”Mucho, mucho, mucho”, “Nada, nada, nada”, “Nunca, nunca,
nunca”? —inquirió.
Jake entrecerró los ojos.
—¿Quieres que te tire por el balcón? —le preguntó con voz
amenazadora.
—Solo me preocupo por ti —dijo con sinceridad—. Woods juega
como quiere con todo el mundo. No pienses que tú estás fuera de ese
saco. Ahora te quiero, ahora no. Eso es lo que hace ese tío contigo.
Jake compuso una mueca, pensando en si darle la razón a su amigo o
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Only Three Wishes ♥

negarlo rotundamente en defensa del rubio. No contestó—. Oye, no


creas que no sé lo pasa por esa mente tuya —le acusó—. Sé
exactamente lo que harás si te pide que vuelvas con él.
—Claro que lo sabes, te lo dije yo.
—Sí… Pero tengo la esperanza de que cambies de opinión, de que
esa necesidad desaparezca. Y creo que tú también quieres dejar de
sentirla, porque sabes que no es bueno para ti. Lo que tienes ahora sí
lo es.
La mueca de Jake se difuminó, sin embargo, maldijo a Claire por
pegarle a su amigo aquellos ramalazos de psicólogo. Prefería al
amigo que no se enteraba de nada.
—Puede que yo haya cambiado en ese sentido, pero él también lo ha
hecho. Así que no te preocupes. Ya te he dicho que no volveremos a
estar juntos.
—Pues yo pienso que seguís siendo los mismos id…
Las palabras de Shorty se vieron acalladas por unos golpes en la
puerta. Ambos miraron hacia allí cuando se abrió.
—¿Qué estáis haciendo par de cotorras? —preguntó Claire al
entrar—. Ya ha llegado la encantadora novia de mi hermano —dijo
usando un tono irónico.
—¿Qué? —preguntó Jake alarmado, antes de lanzarse hacia el
balcón.
Claire y Shorty le siguieron. Allí estaba, una morena
despampanante, de bonitas curvas. Era una mujer en toda regla, lejos
de las jóvenes con las que solían tratar. Hablaba amablemente con el
señor Woods y Roger.
—¡Es Monique Blake!
—¿Quién? —inquirió Jake.

344
Desirée Arjona Peña ♥

—El nuevo ángel de Victoria's Secret. Joder, está buenísima —


comentó Shorty sin poder acallarse el comentario. Percibió
enseguida la mirada asesina de su novia—. No tanto como tú.
Jake la estudió con detenimiento. Bueno, lo cierto es que prefería a
aquella tía que a Allie. La enana diabólica por lo menos podía llegar
a gustar a Henry, pero aquella tía, Jake estaba seguro de que no.
—Es mona —dijo con indiferencia.
Claire le miró curiosa.
—Vaya, qué bien te lo has tomado.
—¿Y por qué me lo iba a tomar mal? —preguntó encogiéndose de
hombros—. Henry ya no es nada mío. Además, yo ya tengo a Alex.
Henry llegó hasta la chica. Jake no pudo evitar tensarse cuando el
chico posó su mano en la cintura de la morena.
—Lo que pasa es que no te crees que a Henry le guste esta chica
verdaderamente —soltó Claire.
Joder, ¿es que podía leer todos sus pensamientos o qué?, se preguntó
Jake a sí mismo, fastidiado.
—Yo les veo muy cariñosos —comentó Shorty observándoles.
Y tenía razón. Henry la agarraba como si de verdad hubiera algo
entre ellos, incluso, tras un comentario de ella, él la besó en la
mejilla. Jake sintió hervir su sangre.
—Que se la haya tirado no quiere decir que le guste —masculló
Claire.
—Eres todo romanticismo, cariño —soltó Shorty dando un codazo a
su chica.
—Conozco a mi hermano —replicó ella.
Entonces, Henry, sin dejar de agarrar a la morena, llevó su vista
hacia el balcón, viendo a los tres espías que le observaban.
—¡Agachaos! —soltó Shorty.

345
Only Three Wishes ♥

Sin pensarlo ni por un segundo, los tres se agacharon sin más.


Claire, al verse ahí arrodillada, se llevó la palma a la frente muy
avergonzada.
—Genial, podíamos haber simulado que estábamos mirando las
vistas, pero no, vosotros dos teníais que agacharos de repente, como
si les estuviéramos espiando —dijo poniéndose roja de furia y
vergüenza de solo imaginarse lo que estaba pensando ahora su
hermano.
—¿Crees que nos ha visto? —preguntó entonces Jake.
—Con toda seguridad —le espetó gateando hasta el interior con
velocidad.
Los otros dos la siguieron. Claire se levantó digna, o al menos todo
lo que le permitía el nivel de dignidad que le quedaba después de
eso.

El señor Woods dio la vuelta a la carne que se hacía en la barbacoa.


Elsa hablaba animadamente con su hijo y su novia, que se abrazaba
al brazo del rubio. Henry sonrió ampliamente cuando vio aparecer al
trío de bobos.
—¿No sois un poco mayores para jugar al escondite? —preguntó
Henry con una mirada divertida.
—¿De qué hablas? —preguntó Claire fingiendo que no sabía qué
decía su hermano.
—Ya…
Entonces el rubio llevó su mirada a Jake. No había dejado de pensar
en la noche anterior, y en cómo el moreno le aseguró que jamás
346
Desirée Arjona Peña ♥

habría nada entre ellos. Henry tenía tantos sentimientos contrariados,


que le era imposible identificar cómo se sentía. Sonrió con malicia.
—Monique, este es el prometido de mi hermana —dijo señalando a
Shorty, que le tendió la mano con una sonrisa—, del cual no hace
falta que te aprendas el nombre.
Shorty le fulminó con la mirada. Monique soltó una sonrisa sin saber
por qué Henry había dicho aquello.
—Encantada.
—Puedes llamarme Shorty —se presentó él mismo con una boba
sonrisa que no gustó nada a Claire. Le agarró del brazo y se marchó
junto a él.
Henry se giró hacia Jake.
—Y este…
—El padrino —continuó Jake—. ¿Mi nombre tampoco hace falta
que se lo aprenda?
Henry entrecerró los ojos.
—Es Jake —dijo.
—Tú eres Monique, ¿verdad? —dijo Jake educadamente,
tendiéndole la mano a la que estaba seguro que no era la dueña del
corazón de Henry. Lo cierto es que de cerca era aún más bella—.
Eres muy guapa.
Henry le miró extrañado, no era la reacción que esperaba en Jake.
Sabía que al moreno no le gustaba mostrarse celoso ante nada, pues
era un sentimiento que presumía no sentir, pero Henry sabía que lo
sentía como todo el mundo. Lo había visto en cientos de ocasiones
con Allie.
—Gracias. Soy modelo.
—¿En serio? —preguntó Jake más interesado de lo que en verdad
estaba.
—Sí, trabajo para Victoria's Secret. Soy su nuevo ángel.
347
Only Three Wishes ♥

—Yo es que los únicos ángeles que conozco son los de Charlie —
bromeó Jake, y la chica rió.
—No pasa nada, todos sabemos que no eres muy listo —masculló
Henry tomando un trago de su cerveza.
Jake le lanzó una mirada de asco, pero enseguida le ignoró.
—Y… ¿cómo os conocisteis?
—Pues, es una historia muy graciosa… Soy su vecina y…
Entonces Jake la recordó. Sabía que le sonaba de algo.
—Aaah, tú eres la chica de la toalla —recordó Jake para asombro de
los otros dos—. Yo soy el hombre sexy que esperaba fuera.
Monique le miró confusa, pero enseguida le recordó también.
—¡Es cierto! Entonces… —llevó su mirada hacia Henry. Se quedó
muda de repente—. Oh.
Sí, Monique recordaba cómo aquella noche descubrió que Henry por
esos tiempos tenía novio. ¡Y qué novio! Y ahora le tenía delante de
ella de nuevo. Henry desvió la mirada sin poder evitarlo. Jake le
observaba por el rabillo del ojo.
—Creo que ese “Oh” quiere decir que sabes más cosas de mí.
—Es lo que tienen las parejas…, que se lo cuentan todo —soltó de
pronto Henry, recordando como el tal Alex no tenía ni idea de quién
era él. Jake lo pilló al vuelo—. Incluso cosas sin importancia como
con quién fue su última relación.
—Yo soy de los que prefiere cerrar el cajón de mierda —se limitó a
decir para más cabreo de Henry. Jake miró a Monique y compuso
una sonrisa—. Me alegro de haber sido partícipe del momento en el
que nació vuestro amor.
Se giró y caminó hacia el borde de la piscina. Henry dejó escapar el
aire de sus pulmones.
—Henry… —le susurró Monique—. ¿He venido por él?
Henry no contestó, observaba cómo Jake se acercaba a su perro.
348
Desirée Arjona Peña ♥

—¡Nike! ¡Campeón! —saludó Jake al animal.


—¡Nike! ¡Ven! —gritó Henry. Si algo podía arrebatar todavía al
moreno, era a su perro.
Jake resopló y susurró al animal.
—Anda ve, no le vaya a salir humo por las orejas —dijo dándole un
pequeño empujón para que fuera con su dueño.
Damian salió de la piscina vestido con su bañador de Transformers y
una pelota bajo el brazo.
—¡Ey, Jake! —dijo llamando la atención del moreno—. ¿Queréis
jugar al voleibol?
El joven le lanzó el balón, que Jake cogió al vuelo. Miró el objeto
con algo de asco, no le gustaban nada los deportes.
—Emmm, tal vez deberías decírselo a Henry, él es más de deportes
—dijo devolviéndole la pelota a Damian.
—Ya se lo pregunté, y me dijo que no —dijo en tono desanimado.
—¡Sí, jugamos! —exclamó Claire apareciendo al lado de Jake—.
¿Verdad, Shorty?
—Sí, viva... —dijo éste nada entusiasmado.
Jake y Shorty se miraron algo contrariados, detestaban los deportes.
A Jake puede que se le dieran bien sin quererlo, sin embargo Shorty,
además de no gustarle, era malísimo. Su padre quiso que fuera un as
en el béisbol, le apuntó a varios equipos, pero siempre acababa en el
banquillo, hasta que un día Shorty plantó cara a su padre diciéndole
que aunque a él le gustara el deporte, a él no le gustaba. Aquello fue
el principio de su odio al deporte, y su mala relación con su padre.
Henry llegó hasta ellos.
—¿Vosotros vais a jugar? Permíteme que me ría —se burló.
Shorty y Jake le miraron con tirria.
—¿Y tú no juegas porque te da miedo perder?

349
Only Three Wishes ♥

Aquella pregunta provocó la mayor carcajada que se le escuchó a


Henry en todo lo que llevaban de fin de semana.
—¿Lo dices en serio? —preguntó aun riendo—. No hay ni la más
remota posibilidad de que yo pierda contra ti en cualquier deporte.
Jake sonrió de lado y dio un paso hacia Henry.
—Demuéstralo —le retó.
Se sostuvieron la mirada unos segundos, hasta que Henry arrebató la
pelota a Jake, aceptando el reto. Claire negó con la cabeza, se
estaban comportando como unos críos de instituto, y no como los
adultos que ya debían ser. Su madre se adelantó.
—Vamos, juguemos todos. Roger, Alan, dejad eso y venir —les
ordenó a los dos hombres.
Roger ni siquiera se movió de su sitio.
—Yo me quedo vigilando la barbacoa —se excusó.
La mujer frunció el ceño, pero aceptó la excusa. Miró a su ex
marido.
—Alan, tú no tienes excusa.
—¿Cuándo pongo excusa yo a algún deporte? —inquirió ya
caminado hacia su piscina.
Entusiasmado, Damian colocó la red que había visto guardada entre
las cosas que ya no usaban los Woods. Jake se quitó la camiseta,
quedándose únicamente en bañador. Hacía tiempo que Henry no
veía su torso desnudo. Como era de esperar, había más tatuajes, los
cuales no había podido memorizar a la vista y al tacto, como solía
hacer, porque esa piel ya no era suya, y ya no podía contemplarla
horas y horas hasta poder dibujar los trazos en el aire, por él mismo,
de memoria. Henry bajó el rostro para serenarse. Se quitó su
camiseta. No sé dio cuenta de que Jake se vio igual de hipnotizado
con él, ya que ya no quería prestarle atención.
—Muy bien, Jake y yo seremos los capitanes —anunció.
350
Desirée Arjona Peña ♥

Claire se cruzó de brazos, le ponía de los nervios que su hermano


quisiera llevar el mando de todo siempre.
—¿Por qué? —quiso saber Claire.
—Porque lo digo yo —se limitó a contestar Henry nada amable.
Se acercó a Jake y tiró una moneda al aire.
—Cara —pidió Jake, dejando al rubio una única opción.
—Cruz.
La moneda cayó en manos de Henry, que al mirarla compuso una
mueca de disgusto. Jake dio una palmada entusiasmado.
—Muy bien, yo empiezo —dijo antes de mirar a los presentes. Jake
sonrió—. Claire.
La chica se colocó a su lado, chocando la mano del moreno. Henry
ladeó su sonrisa, parecía que Jake iría en serio, al no escoger primero
al metepatas de su mejor amigo, y en cambio escoger a su hermana,
que llevaba en la sangre ser una atleta, aunque para ella el deporte no
fuera nada del otro mundo. Henry también quería ganar. Su elección
era fácil.
—Monique.
La morena de curvas peligrosas había participado hacía un año en un
torneo de voleibol que se celebró como promoción a unos bikinis. Su
equipo ganó gracias a ella. Monique le sonrió, y se colocó a su lado,
no sin antes besar a su “novio”. Jake evitó mirar y se apresuró a
anunciar a su siguiente jugador.
—El señor Woods.
Todos abrieron los ojos de par en par al oírle. El señor Woods se
colocó al lado de un concentrado Jake Rivers, que esperaba el
siguiente nombre de Henry, que seguía algo sorprendido por la
elección del moreno.

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Only Three Wishes ♥

—Mamá —dijo Henry antes de sonreír satisfecho por el equipo que


tendría… No necesitaba escuchar a Jake para saber que en su equipo
iría…
—Damian.
¿Qué, qué?, se preguntó Henry en su cabeza.
—¡Jake! —exclamó Shorty indignado.
Damian dio un brincó y chocó la mano de Jake. El moreno se
encogió de hombros y compuso una mirada de disculpa a su amigo,
antes de susurrarle al oído.
—Lo siento Shorty, pero el voleibol no es lo tuyo. Piensa que es una
oportunidad para crear lazos con la madre de Claire.
Jake se apresuró a reunirse con Claire. Shorty miró a Elsa, con sus
gafas de sol, preparándose para el partido. El chico estaba seguro de
que entre Woods y ella, le ahogarían disimuladamente para librarse
de él de una vez. Se metió en la piscina, maldiciendo a Jake por
dejarle solo. Henry se colocó a su lado, mirándole con desagrado.
—Tu enanismo es una lata. Te cubre y además no llegas para
golpear pelotas altas… —Henry resopló—. Ponte atrás, a ver si con
la inclinación de la piscina coges alguna.
Shorty respiró hondo e hizo lo que le ordenó. Su suegra no vería con
buenos ojos que dejara sin dientes al querubín de su hijo. La novia
maciza de Henry se había colocado al lado de su novio. Henry les
dio instrucciones a su madre y a Monique, pero a Shorty le ignoró.
Por él perfecto, cuanto menos tuviera que soportar sus ojos sobre él,
mejor. Estaba de brazos cruzados, pensando en cómo asesinar al
rubio sin que Claire le matase a él, cuando vio el balón llegar. Ni
llegó a tocarlo. Henry golpeó el agua y se acercó a él furioso. Podía
escuchar de fondo cómo Jake y Claire celebraban con su equipo el
primer punto. Henry agarró la pelota.

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Desirée Arjona Peña ♥

—A ver si te enteras, medio metro —comenzó a decir Henry entre


dientes y con ojos de fuego—. Se trata de pasar el balón al otro lado
de la red, pero sobre todo…, de no dejarlo caer. ¿Entendido?
Shorty se limitó a asentir. Pudo ver el tic que se le formaba a Henry
de la frustración. Quiso reír, pero prefería quedarse callado antes de
que Woods le empotrara en la piscina y le dejara como parte de la
decoración. Jake, para más molestia de Henry, se salpicaba con
Claire, como si aquello no fuera nada del otro mundo. Henry, a
disgusto, les volvió a pasar la pelota. Sacó Damian, y esa vez, Henry
iba preparado. Le cambio el sitio a Monique para que cada vez que
la pelota fuera hacia Shorty pudiera interceptarla antes. Cuando el
tiro de Damian llegó a su lado, no dudó en golpearla con fuerza. El
equipo contrario no pudo prevenir el movimiento, por lo que la
pelota cayó al agua.
—¡Bien! —gritó Monique.
Henry se limitó a soltar una pequeña risa sobrada. Unas manos le
obligaron a girar la cara. Otro beso de Monique llegó a sus labios.
Desde luego estaba cumpliendo con su papel, pensó Henry cuando
despegaron sus labios. Le hubiera gustado ver el rostro de Jake, pero
no quedaría demasiado natural si cada vez que Monique le besaba se
apresuraba a ver la expresión del moreno. La pelota iba y venía.
Claire y Monique era auténticas atletas, pero no estaban sintiendo
ese espíritu de competencia. Damian se reía y jugaba como cualquier
niño y Shorty se limitaba a aguantar las regañinas de Woods. Y sus
padres…, bueno, seguían lanzándose pullas sobre su divorcio.
—¿Queréis concentraros de una vez? —inquirió Henry agotado y
añorando la disciplina del campo de fútbol.
—Estamos concentrados, Henry —dijo su madre antes de mirar a su
hijo pequeño—. ¡Damian! ¿Te has echado crema?
Henry resopló con intensidad.
353
Only Three Wishes ♥

—Sentimos no ser jugadores de élite como tú —soltó Shorty


entonces.
—Tranquilo, que de ti nunca he tenido esa expectativa —contestó
Henry, haciendo que Shorty compusiera una mueca.
—Bueno, Henry, ¿te rindes o quieres perder por otro tanto más? —
preguntó Jake haciendo girar el balón en sus manos.
—Juego con desventaja y aun así os estoy dejando rotos —repuso,
antes de señalar a Shorty—. Me habéis metido aquí a un topo
vuestro.
—¿Qué tontería es esa? —inquirió su hermana con los brazos
cruzados.
—Tienes razón, Claire —asintió Henry—. He dicho una tontería —
entonces miró a Shorty con tirria—. Un topo vería el balón mejor
que él.
—Muy bien, como quieras —dijo entonces Jake con entusiasmo—.
Te cambio a Shorty por el jugador que quieras —Jake sonrió
socarronamente—. Veamos si te gano o no.
—No necesito tu caridad… —bufó Henry—. Pero vale —no iba a
derrochar esa oportunidad por orgullo, ganar era la prioridad—. El
enano por mi padre.
—Hecho.
El señor Woods suspiró, pensando en que ahora le tocaría al lado de
su ex mujer. Shorty sonrió ampliamente, cuando llegó al lado de
Claire y su amigo.
—Ahora que las cosas están igualadas… —anunció Henry con una
sonrisa triunfal—. Te voy a machacar hasta que llores, Rivers —le
advirtió.
—Eso ya lo veremos… —contestó Jake como si la cosa no fuera con
él.

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Desirée Arjona Peña ♥

Henry separó los pies, colocándose en posición. No iba a dejar que


el balón tocara el agua por nada. Jake miró a Henry y sonrió de una
manera extraña, antes de elevar el balón.
—Ahí tienes, Piolín.
La concentración que había generado Henry se esfumó tan rápido
como se consumen los cigarrillos. Sería porque hacía dos años que
no escuchaba aquel nombre que detestaba y odiaba tanto, pero que al
mismo tiempo, le encantaba, por ser Jake quien se lo llamaba. No
pensó que volviera a escuchar aquel apelativo, y aunque en otro
momento podía haber jurado que se alegraría cuando dejara de
llamarle así, lo cierto es que lo añoraba. Apropósito o no, Jake
consiguió lo que quería. Henry no logró ver llegar hasta él la pelota.
Chocó con fuerza contra su nariz. Se llevó las manos a la cara
inmediatamente. Su madre abrió la boca con gravedad.
—¡Henry! —gritó.
Shorty soltó una carcajada sin poder evitarlo, aunque disminuyó
cuando la ex señora Woods gritó aún más al ver brotar un poco de
sangre de la nariz del rubio. Jake se adelantó con gesto preocupado,
cruzando la red por debajo para acercarse a Henry.
—Vaya, lo siento Henry. Pensé que estabas atento —dijo Jake con
un tono de arrepentimiento real, pero a Henry aquella disculpa solo
le cabreó más.
—¡¿Que lo sientes? ¡Y una mierda! —gritó antes de lanzarse contra
Jake y hundirlo en el agua.
Claire ladeó los ojos. De nuevo una pelea de Rivers contra Woods y
todo el mundo de alrededor intentando separarles. Salió de la piscina
ignorando todo aquel panorama para buscar una copa.

355
Only Three Wishes ♥

Los algodones que Henry tenía metidos en ambos huecos de la nariz,


no ayudaron a que Jake y Shorty se mantuvieran serios en la comida.
Sonreían levemente mientras el señor Woods y el propio Henry
apretaban los dientes con furia. Claire dio un codazo a su hermano
para que se estuviera callado. Como si nada hubiera ocurrido a su
alrededor, Elsa y Monique conversaban para toda la mesa, con
breves intervenciones del amargado de Roger. Damian hacía un rato
que se había marchado, quedarse en una mesa donde se charlaba de
cosas de adultos no era lo más divertido para un niño, ni para Jake y
Shorty, pero ellos no tenían excusa.
—¿Y qué fecha tenéis prevista? Deberíamos comenzar los
preparativos…, si vamos a seguir adelante con esto… —continuó
entre dientes la madre de Claire.
—El 10 de Agosto.
—¿Por qué no escogisteis noviembre? —quiso saber la mujer—. En
agosto hace demasiado calor en Los Ángeles.
Aquella charla traía totalmente sin cuidado tanto a Jake como a
Henry. El rubio se quitó los dos algodones con tirria. Monique
sonrió sin poder evitarlo y posó una mano en su rodilla. Fue algo sin
meditarlo, estaba tan acostumbrada a intimar con Henry que tocarle
le salía natural. Jake miraba disimuladamente. No podía creerlo, que
Henry tuviera novia era casi imposible. El rubio no soportaba las
relaciones… Aunque claro, había tenido una relación de más de
cuatro años con el moreno, puede que no fuera tan extraño que se
hubiera acostumbrado a necesitar una pareja. Jake desvió la mirada.
Lo que hiciera Henry debía darle igual, no podía estar pensando
continuamente en él cuando claramente el rubio no lo hacía.

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Desirée Arjona Peña ♥

—Claire también lo pensó, pero estaba repleto —comentó Shorty


con una amable sonrisa—. Debe haberse puesto de moda casarse
este año.
—Cierto. En Reino Unido está pasando algo igual. Desde que se
aprobó esa descabellada ley del matrimonio homosexual la gente
está como loca —intervino Roger. Los americanos de la mesa se
tensaron al escuchar la palabra “homosexual”—. Todas las fechas
cogidas.
—Es verdad. En California la aprobaron hace un año, ¿verdad? —
preguntó Elsa—. El mundo está loco, ya ni las parejas de verdad
tienen fechas para poder casarse.
Henry desvió la mirada sin querer encontrarse con la de ningún
presente. Jake, en cambio, la alzó, comenzando a prestar atención a
las palabras de aquella pareja. El señor Woods carraspeó, quería
esquivar aquel tema a toda costa.
—No creo que sea el mejor momento para abarcar ese tema —dijo
bebiendo de su copa, sintiendo de pronto su garganta seca.
Elsa compuso una mueca molesta.
—Alan siempre ha sido de mirar a otro lado —dijo casi refiriéndose
únicamente a su marido—. Hay mucha gente así, por eso se aceptan
esas leyes.
—Mamá, déjalo —intervino Claire, temiendo que pudiera decir algo
peor.
Shorty miró de soslayo a Jake, a su lado. No le podía contemplar a la
perfección, pero parecía relajado. Monique también ojeó a Henry,
pero era imposible saber qué se le estaba pasando por la cabeza en
aquel momento al rubio.
—Yo creo que no se trate de mirar a otro lado…, solo de dejar
libertad para que la gente pueda elegir —comentó Monique para
apaciguar a aquella mujer.
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Only Three Wishes ♥

Elsa la miró extrañada entonces.


—¿Qué quieres decir?
Sin embargo, no fue Monique la que contestó.
—Que la gente que no sea homosexual no tiene derecho a oponerse
a algo que no les incumbe —soltó Jake.
Todas las miradas fueron hasta él.
—Nos incumbe cuando se trata de nuestra constitución —contrapuso
Roger.
A Jake le dieron ganas de carcajearse de esa respuesta, pero se limitó
a sonreír.
—¿Y le molesta mucho que en su constitución se permita que se
casen unas personas que no conoce? —inquirió.
—Bueno, vale ya —zanjó el señor Woods ante el rumbo que estaba
tomando esa conversación. Todos sabían en qué podía desencadenar,
todos menos los ingleses.
—No, Alan, estamos hablando —dijo Elsa como si la reacción de su
ex marido fuera exagerada, y se dirigió al moreno—. No me
importaría si la ley no fuera contra natura y la Biblia.
Jake abrió los ojos de par en par.
—Ah, vale, vale… —dijo con una extraña risa.
—Jake… —susurró Shorty, sospechando lo que iba a soltar su
amigo a continuación.
—¿El matrimonio homosexual es antinatural, y un libro que habla de
árboles que hablan, resurrecciones y palomas que fecundan vírgenes,
no? —inquirió sin dejar la sonrisa irónica.
—Ay, Dios… —dijo Shorty tapándose la cara.
—No hace falta blasfemar, chico —repuso Elsa—. Yo solo te digo
que si la naturaleza no dio la posibilidad de procrear a dos hombres,
o a dos mujeres, no es natural. Y el matrimonio es algo que creó la

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Desirée Arjona Peña ♥

iglesia, por eso no veo correcto que se permita tal título a una unión
no bien vista por ella.
Henry se mantenía en silencio, casi como si no estuviera dentro de
su cuerpo.
—El fin del matrimonio no es procrear, es querer a alguien —apuntó
Jake—. Si no fuera así, el matrimonio con alguien estéril no estaría
permitido.
Roger dejó escapar una pequeña risa.
—Me parece a mí que te lo estás tomando muy a lo personal.
Jake le mantuvo la mirada un largo segundo, y entonces, ladeó su
sonrisa.
—Las caza al vuelo, eh.
El señor Woods bajó la mirada. La pareja inglesa abrió los ojos de
par en par, se miraron entre ellos, y luego llevaron sus ojos a Claire,
que asintió lentamente con gesto enfadado.
—¿Eres homosexual? —preguntó la mujer, y sonó realmente
horrorizada. De pronto se sintió algo avergonzada de lo que dijo
anteriormente, e hizo lo que todo Woods hacía cuando se sentía
abochornado; atacar—. Compadezco a tu pobre madre.
Claire miró a su madre escandalizada. A Jake también le sorprendió
aquello… ¿Tan cerrada de mente era la madre de Henry? El rubio
desvió aún más la mirada, como si aquello no fuera con él, o como si
su mirada huyera de las demás. Jake bufó sin remedio.
—Qué gracioso es esto… —soltó por lo bajo. Henry sabía que lo
decía por él, solo esperaba que el moreno no fuera tan cabrón de
decir nada, pero estaba casi seguro de que no lo haría, Jake no era
así. Sin embargo, el moreno estaba muy cabreado—. Pues ella está
encantada —soltó entonces—. No tiene miedo de que deje
embarazada a ninguna.
Elsa abrió la boca ofendida, aquel crío se estaba burlando de ella.
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Only Three Wishes ♥

—Chico… —comenzó a decir el señor Woods para que aquello


terminara, pero su ex mujer ya estaba roja de furia.
—Tal vez sí, cuando cojas el sida —soltó con malicia y sin
meditarlo.
—¡Vale ya! —exclamó Claire ante las palabras de su madre.
Henry, Monique, Shorty y el señor Woods, abrieron sus ojos de par
en par al escucharla. Jake se carcajeó.
—Vaya, ¿qué fue de esa elegancia de inglesa estirada? —inquirió—.
Pues tranquila señora, que yo solo me tiro a tíos sanos y limpios,
como su hijo.
El señor Woods quería enterrar la cabeza en el suelo, a Shorty
también le hubiera gustado para poder reírse a gusto por la extraña
situación, y a Henry…, le hubiera gustado exiliarse del planeta. Sus
manos apretaban fuertemente los reposabrazos de su silla.
—Ni se te ocurra poner a mi hijo de ejemplo para semejante
indecencia —le advirtió la mujer a Jake muy indignada.
—¿Podemos volver al tema del matrimonio? —preguntó Claire
apresuradamente.
—Sí, eso, porque por vuestra culpa ahora parejas decentes no
pueden casarse, y mancilláis una unión sagrada con vuestras
depravaciones, que no son más que eso, depravaciones —soltó Elsa
exaltada.
—Me refería a Shorty y a mí, mamá —repuso Claire azorada.
—¿Depravaciones? —repitió Jake sin creer que fuera eso lo que
acababa de decir aquella señora—. ¿Es una depravación que dos
personas que se aman quieran casarse como cualquier otra? —no
podía más, llevó su mirada a Henry—. ¿Y tú de verdad no vas a
decir nada?

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Desirée Arjona Peña ♥

—¿Yo? —preguntó Henry con el ceño fruncido—. ¿Y a mí esto qué


me importa? —bufó—. En realidad, no sé ni por qué te importa a ti.
¿Tú te vas a casar?
—No, pero me gustaría que mi relación tuviera los mismos derechos
que cualquier otra —respondió Jake.
Henry no supo con exactitud por qué aquella respuesta le cabreó
soberanamente, tal vez fuera por el dolor y la rabia de saber que si
Jake tomara alguna vez ese camino, no sería con él. Seguramente
fuera eso, y si no era con él, no sería con nadie.
—Yo estoy con mi madre y Roger… —dijo Henry con frialdad—.
Ojalá rectifiquen y quiten esa estúpida ley.
Jake había escuchado muchas cosas que pudieron dolerle en aquella
mesa, pero solo le dolió esa última. Frunció los labios amargamente.
—Es muy bonito que digas esas cosas cuando tu mejor amigo
también es gay.
—¡¿Qué?! —preguntó Elsa, de nuevo escandalizada. ¿Tantos
homosexuales rodeaban a sus hijos? Pensaba que aquel barrio era
decente.
—Chris no se va a casar…, ni tampoco es mi amigo —se limitó a
decir Henry con el mismo tono helado.
Jake negó con la cabeza, antes de suspirar.
—No sé quién me da más pena de esta mesa —de pronto se puso en
pie. Miró a los padres de Claire—. Espero que en estos meses
coincidamos lo menos posible —entonces miró a la novia de
Henry—. Monique, ha sido un placer, espero que seáis felices, os
caséis y tengáis muchos hijos.
Henry frunció el ceño. Monique ni siquiera pudo contestar a aquello,
ya que Jake se encaminó al interior de la casa para marcharse de allí.
—¡Espera, Jake! —se apresuró a decir Shorty, también poniéndose
en pie.
361
Only Three Wishes ♥

La mirada de Elsa tenía un extraño brillo de satisfacción. Claire


imitó a su novio, pero con lentitud.
—Esto ha sido vergonzoso.
Elsa compuso una expresión inocente, como si todo aquello no
hubiera sido su intención.
—Hija, pero si…
No pudo terminar, pues Claire se apresuraba a alcanzar a los otros
dos chicos. Más tarde, su madre intentó llamarla, ya que no volvió a
casa en todo el día. Lo único que recibió fue un mensaje diciendo
que dormía en casa de Shorty. Henry también volvió junto a
Monique a su piso. El fin de semana familiar había terminado
rápidamente. Monique cazó al vuelo que no quería hablar, le invitó a
salir, pero éste lo único que quería era quedarse en casa tumbado en
el sofá con su perro. Era extraño en él, pero era lo único que le
apetecía que no fuera estar con Jake.

362
Desirée Arjona Peña ♥

Capítulo 15
Aquel bar era demasiado pijo para su gusto, pero era uno de los
favoritos de Chris. Bebía su cerveza mientras su amigo lanzaba
miradas provocativas al camarero. Tras insistir y ver que no le
correspondía, desistió.
—¿No ha habido suerte? —preguntó Jake con una pícara sonrisa.
Chris se encogió de hombros y se acercó la cerveza a los labios.
—Es porque está trabajando.
—O puede que no seas su tipo —sugirió Jake—. ¿Quieres que
pruebe yo?
—Ni de coña —soltó. Jake dejó escapar una pequeña carcajada, y
Chris decidió cambiar de tema—. ¿Cuándo salen las entradas para
tus conciertos?
Había sido toda una noticia recibir la llamada de su manager
diciendo que había conseguido que tocaran allí, en varias ciudades
de California. El grupo estaba como loco, Jake era el único que
intentaba conservar la calma, sin querer hacerse ilusiones. Estados
Unidos era el gran paso, si conseguían darlo… podrían llegar a ser
realmente famosos.
—No te preocupes, te guardaré una. Aunque no creo que se vendan
tantas aquí como en Europa.
—¿Bromeas? —inquirió Chris—. Se han acercado dos personas
desde que estamos aquí.
Lo cierto es que Jake también se sorprendió al estar sentado en la
barra de un bar totalmente alejado de su estilo y ambiente y ser
reconocido por su música.
—¿Y qué? Tú y esos dos serán las únicas personas que vendrán.
—¿Desde cuando eres tan pesimista? —quiso saber Chris.

363
Only Three Wishes ♥

—Desde que conocí de verdad el mundo de la música.


Según Jake, era un mundo que realmente apestaba por dentro. Tener
un pie fuera en ocasiones era algo bueno.
—Ya, pues cuando seas como Mick Jagger recordarás que tu amigo
Chris te previno —dijo tomando otro trago.
Claro estaba, Jake no podía evitar verse absorbido por ese mundo.
¿Qué le iba a hacer? Era músico al fin y al cabo.
—No seré como Mick Jagger —gruñó Jake antes de alzar el rostro
orgulloso—. Seré una versión mejorada de Billie Joe Armstrong.
Chris le miró confuso.
—¿El de la universidad? —preguntó.
Jake entornó sus ojos.
—¿Cuántos cantantes de rock conoces?
Chris se quedó pensativo.
—Pues… a Mick Jagger, y a… Mmm, ¿Elton John? —preguntó sin
estar seguro.
—¡Mec! —exclamó Jake imitando el sonido del botón incorrecto—.
Suspendido.
Chris soltó una carcajada.
—Bueno, lo importante es que cuando seas mundialmente famoso
me presentes a Adam Levine.
—¿Adam Levine? —bufó Jake—. ¿En serio?
—Por supuesto. Es el hombre más sexy del momento, según la
revista People —dijo ofendido. Jake le miró divertido—. ¿A quién
elegirías tú?
Jake pensó su respuesta antes de contestar.
—Me hubiera gustado conocer a Paul Walker…, una pena. O a Brad
Pitt veinte años más joven. Pero actualmente…, querría conocer a un
hombre como Jack Harrer.

364
Desirée Arjona Peña ♥

Los ojos de Chris se entrecerraron con perspicacia y su sonrisa se


enganchó.
—Ajá…
El que se ofendió aquella vez fue el moreno.
—No sé por qué sonríes, si sabes quién es porque… —comenzó a
decir Jake, creyendo que la mirada de Chris se debía a que uno de
sus hombres ideales era un actor porno.
—¡Claro que sé quién es! No lo digo por eso…
—¿Y por qué lo dices?
La sonrisa de Chris volvió a aparecer.
—Tienes un gusto muy definido —comenzó a decir con una extraño
tono. Jake frunció el ceño—. Qué suerte has tenido de haber estado
con uno tan parecido, ¿no?
Jake chascó la lengua entendiendo las razones de su amigo.
—Chris, eres lo peor.
—¿Qué? ¿No lo irás a negar? —preguntó Chris.
—Me gustan los ojos claros —se limitó a decir Jake sin dirigir la
mirada a su amigo.
—Ya, y el pelo también.
Jake giró el rostro y compuso una sonrisa socarrona.
—Oye, si te gusta Adam Levine… ¿Significa que yo soy tu tipo?
—Adam Levine es todo un hombre, y tú aun tienes cara de crío. Y
no cambies de tema.
El moreno suspiró derrotado.
—Sí, Chris, tú ganas. Me van los tíos como Henry Woods.
¿Contento?
Chris abrió los ojos de par en par, no espera esa respuesta.
—Vaya… ¿Lo dices así de claro?

365
Only Three Wishes ♥

—Por dios, estuve casi cinco años con él, y todos sabéis que babeaba
por Henry. No es ningún secreto —dijo Jake tomando de nuevo su
cerveza. Chris asintió.
—Cierto, supongo que estoy demasiado acostumbrado a Henry, que
niega hasta el final lo obvio.
La mirada de Jake se perdió entonces en un punto a las espaldas de
Chris.
—Oye Chris, habías dicho que no te hablabas con Henry, ¿verdad?
Chris miró confuso a su amigo. Le había contado sobre su pelea con
el rubio, sin embargo, se reservó las razones. También le contó cómo
Henry había intentado hablar con él, por teléfono, yendo a su casa,
preguntando a sus amigos… Algo que realmente sorprendió a Chris,
pero éste seguía enfadado por lo que le dijo.
—Sí, te lo he contado nada más llegar —contestó Chris en un
gruñido al escuchar a su amigo sacar el tema.
—Y no le invitarías a tomar algo con nosotros ahora, ¿cierto?
—¡Pues claro que no! —exclamó—. Ni siquiera le cojo el teléfono.
—Entonces que se esté acercando a nosotros es un poco raro —
meditó Jake.
—¡¿Qué?! —inquirió de repente Chris dándose la vuelta de golpe.
En efecto, Henry estaba a tres metros de ellos, después dos, luego
uno, y llegó a su lado al segundo.
—Vaya, vaya, vaya… —sonrió Jake con sarcasmo cuando Henry
estuvo a su altura—. Pero si es el activista anti-homosexuales…
¿Vienes a pedir que nos vayamos del bar?
Henry gruñó levemente.
—Tú cállate —le ordenó para después mirar a Chris.
—¿Qué haces aquí? —preguntó su amigo algo sorprendido.
—Estaba tomando algo con unos amigos y… —comenzó a explicar,
señalando la mesa en la que estaba un grupo de tipos con trajes.
366
Desirée Arjona Peña ♥

—Oh, ya pensé que habías venido por nosotros, qué tonto soy… —
soltó Chris.
—Déjame terminar —pidió Henry—. Te aseguro que por el memo
este no he venido, pero estaba con mis amigos, he coincidido
contigo aquí y no he visto mejor momento —a Jake no le ofendieron
las palabras del rubio, no era ninguna sorpresa escuchar palabras
dolientes por su parte—. No me coges el teléfono, nunca estás en
casa, y…
Llevaba una semana intentando hablar con Chris, pero éste le había
esquivado e ignorado totalmente. Fue una suerte dar con él en aquel
bar. Lo que no esperaba era encontrarse también al guapo de su ex
novio con él, cosa que no ayudaba demasiado al asunto de
reconciliarse con Chris.
—Por si aún no lo has cazado, es porque no quería hablar contigo —
le espetó Chris. Henry tragó saliva, estaba enfadado de verdad. No
quería mirar a Jake, seguramente estaba disfrutando con aquello—.
¿Ahora, puedes irte? Yo también estoy tomando algo con un amigo.
Henry se dispuso a hablar, pero la voz de Jake eclipsó la suya.
—Chris, no seas cruel… Déjale que diga lo que tenga que decir —
pidió Jake para sorpresa del rubio.
Entrecerró los ojos mirándole con rabia.
—No necesito tu ayuda para… —comenzó a decir irritado.
Chris suspiró, asintiendo hacia Jake.
—Muy bien. ¿Qué quieres? —preguntó.
Henry sonrió levemente, pero enseguida se puso serio, no quería
hablar delante de Jake.
—¿Podemos hablar en privado?
—No —se limitó a decir Chris con sequedad—. Si quieres decir
algo, puedes hacerlo aquí.
—¿Por qué eres tan capullo? —quiso saber Henry.
367
Only Three Wishes ♥

—Porque tú lo has sido conmigo.


Se mordió el labio. Puede que eso fuera verdad, pero era muy cruel
hacerle eso delante del moreno. Pensó en mandarles a la mierda,
pero de verdad que no podía seguir enfadado con Chris. Era su
mayor confidente, necesitaba desahogarse, y con Chris era el único
que podía. Resopló derrotado.
—Lo siento, ¿vale? No debí decir lo que te dije. Tenías razón —
soltó de repente. Solo esperaba que no le hubiera contado a Jake las
razones, o realmente aquello sería una vergüenza. Ninguno dijo
nada, así que se apresuró a seguir—. Eres un buen amigo, Chris, y…
detesto que estés enfadado conmigo.
—Ajá…
—Y te prometo que intentaré ser menos capullo. Te escucharé más.
No me meteré con tus amigos…
—Mmm…
Henry apretó los dientes con rabia.
—¿Podrías dejar de contestar con tanta indiferencia? Te estoy
pidiendo perdón, y delante del perro de Rivers —soltó haciendo que
Jake ladeara sus ojos—. Haré lo que quieras, pero perdóname.
Chris percibió la desesperación en su voz. Mentiría si dijera que no
se sorprendió y se sintió alagado. Se cruzó de brazos.
—Me lo pensaré —dijo con fingida indiferencia.
Jake dejó escapar una risa, pillando el falso tono de Chris.
—Chris, la verdad es que tienes que sentirte afortunado —dijo
entonces el moreno—. El todopoderoso Henry Woods nunca pide
perdón a nadie —apuntó Jake con burla.
—¿Estás celoso, mequetrefe? —inquirió Henry molesto.
Jake alzó el rostro hacia él.
—¿Yo? —bufó antes de componer una chulesca postura—. Tengo el
privilegio de ser la persona por la que más veces te has arrastrado.
368
Desirée Arjona Peña ♥

—Que seas la persona con la que más me he disculpado solo


significa que eres a la que más me gusta putear —apuntó Henry.
Jake se encogió de hombros.
—Puede… Pero luego a los dos segundos venías suplicando que te
perdonara.
Aquello enfureció a Henry, posiblemente porque era una verdad
como un castillo.
—Antes me pego un tiro que suplicarte a ti —aseguró.
Y eso no le gustó a Jake, estaba cansado de tantos desprecios hacia
él, cuando todos sabían que la verdad era otra.
—Lo dice una persona que ha metido su lengua en mi culo…,
literalmente —Jake enarcó una ceja—. ¿Tengo que recordarte eso?
Henry apretó disimuladamente los puños. Relajó su respiración para
componer una sonrisa indiferente.
—No hace falta, también recuerdo haberte metido más cosas… —
dijo apoyando un codo en la barra—. Pero a lo mejor al que deberías
recordárselo… es a tu novio.
La sonrisa malévola de Henry se clavó en Jake. El moreno apartó la
mirada y respiró hondo. Henry sonrió satisfecho.
—Creí que estabas aquí para pedirme disculpas, no para pelearte con
Jake… Dios, no recordaba cómo erais cuando os peleabais —dijo
Chris con un suspiro.
—Yo no me estoy peleando con él, no vale la pena —dijo Jake
volviendo su atención a su cerveza.
Henry dejó salir una pequeña risa.
—Qué difícil es aceptar una derrota para algunos… —dijo para
volver su atención a su amigo—. En serio, Chris, necesito que me
perdones.
Chris lo meditó un largo rato. Henry no sabía si realmente se lo
estaba pensando o solo quería hacerle sufrir un poco más.
369
Only Three Wishes ♥

—Te perdono —dijo al fin. Henry sonrió ampliamente—. Pero a la


próxima que me…
—Sí, sí. Genial —soltó, ya sin darle importancia, y dio una pequeña
palmada en la mejilla de Chris con cariño—. Bueno, entonces te
dejo con tu amiguito, tengo que volver con mis compañeros.
—Oh sí, ¿el clan del maletín? —preguntó Jake señalando con la
cabeza al grupo de esnobs que había en esa mesa.
—Sí, Rivers. Gente que cobra al mes lo que tú ganas en un año —
dijo Henry, y pudo haber parado, pero tras la victoria de antes, se
animó a seguir machacando a Jake—. Ellos comprarían tu piso para
que sus perros cagaran en él.
—¿Lo dices por la cercanía? —preguntó Jake entonces—. Porque
creo que uno de ellos es mi vecino.
—¿Qué? —preguntó Henry sin comprender.
—El de la corbata azul.
—¿Hudson? —bufó Henry—. Es imposible, él vive…
—¿Crees que seguimos viviendo en un alquiler de mala muerte? —
le interrumpió Jake—. Tenemos un piso tan bueno como el tuyo,
creído.
—Oh sí, que ahora eres una estrella del rock —dijo Henry con
desdén y burla.
Chris dejó de escuchar. Era la primera vez que estaba con sus dos
amigos después de dos años, y eso era lo que pasaba. Echaba de
menos los momentos en lo que tenía que dejar de escuchar porque
simplemente eran lo más empalagoso del mundo. Porque sí, esos
dos, que ahora se insultaban con tanta facilidad, podían llegar a ser
una verdadera bomba para diabéticos. Eran una maldita montaña
rusa, solo podían odiarse o amarse, no tenían punto medio. Chris
estaba ya meditando cómo iba a tirarles la cerveza a la cara para que
se callaran, cuando vio a Alex entrar por la puerta. Cambió de
370
Desirée Arjona Peña ♥

estrategia, y dio un codazo a Jake, que en un primer momento le


ignoró, estaba demasiado ocupado diciéndole a Henry algo sobre lo
engreído que era, por lo que le dio otro. Cuando por fin captó su
atención, ya era demasiado tarde, Alex llegó hasta ellos. Jake, en un
primer momento, parecía azorado al verle, pero enseguida sonrió.
Henry en cambio, no ocultó su expresión de disgusto al ver a aquel
individuo. Era la segunda vez que veía a aquel tío, su sonrisa
impecable, su ropa perfectamente arreglada, su forma de andar…
Todo en él le daba asco. Se acercó a ellos, y cómo no, fue directo a
su Jake… O sea, Jake.
—Siento la tardanza —dijo antes de posar su mano en la mejilla del
moreno, para después besarle, y al contrario que la primera vez, Jake
no fue seco, sino que rodeó la cintura a Alex y le devolvió el beso.
Si hubiera algún aparato para medir las ganas de matar a alguien,
Henry en ese momento lo haría estallar.
—Da igual, nos hemos entretenido mientras llegabas —contestó
Chris dando un abrazo al recién llegado.
Alex se paró ante Henry.
—Oh, Henry, ¿verdad?
—Sí —contestó el rubio con sequedad. ¿Por qué le costaba tanto
actuar indiferente como Jake hacía con Monique?, se preguntó.
—No sabía que estarías aquí —dijo Alex con una sonrisa.
—Ni nosotros, está aquí con unos amigos —contestó Jake sin dejar
hablar al rubio.
—¿De tu bufete?
—Ajá…
—Claire me dijo que eras un gran abogado.
No sabía qué le irritaba más, que pareciera saber todo de él, menos
que era el ex de su novio, o que pareciera llevarse bien con todo el
mundo de su círculo.
371
Only Three Wishes ♥

—Sí, parece que tú sabes muchas cosas de mí, pero yo de ti no sé


nada.
—¿Y qué quieres saber? Gracias —le dijo al camarero cuando le
trajo una cerveza.
—¿A qué te dedicas?
—Dirijo la parte VIP de algunas discotecas de Europa.
—Entonces viajarás mucho.
—Sí, pero ahora estoy buscando algunos locales por aquí. Tengo
intención de quedarme.
—¿Te gusta más Los Ángeles entonces?
—En realidad no. Más bien es por Jake —contestó Alex, rodeando
con su brazo la cintura del moreno. Henry vio el movimiento de
soslayo.
—Sí, la distancia a veces es una lata —dijo entonces Jake—. Tú no
puedes entenderlo porque tu novia es tu vecina.
—¿Novia? ¿Monique? —peguntó Chris confuso.
Henry le lanzó una mirada significativa, y continuó hablando.
—Monique viaja mucho por trabajo, pero eso no es un problema si
hay confianza el uno en el otro.
—Sí, se nota que estáis hechos el uno para el otro. Os gustan las
mismas cosas —comentó Jake. Como los hombres, le dieron ganas
de añadir.
—Sí, tenemos muchas cosas en común —contestó Henry ignorando
el doble sentido—. ¿Vosotros compartís aficiones?
—¿Aparte del sexo? Es broma… Sí, a ambos nos gusta la música.
Alex toca el piano, e invierte en varios grupos y DJs. Tiene gusto
musical.
—Sí, bueno… Tampoco es que entienda demasiado, solo… —
comenzó a decir Alex en un tono modesto.

372
Desirée Arjona Peña ♥

—Lo importante es que nunca llamarías al rock “música de


guitarras” —soltó Jake.
Henry y Jake se sostuvieron la mirada durante varios segundos.
Chris carraspeó, se notaba tanto la tensión que hasta él se estaba
contagiando.
—Bueno Alex, ¿cómo te va todo por aquí? —preguntó Chris
cambiando de tema—. Saldremos algún día, ¿verdad?
—Claro, estoy deseando conocer a tus amigos.
—Ethan y Marcus también lo están deseando. Les dije que…
Henry ladeó los ojos, ahora encima también se llevaba bien con los
amigos de Chris. ¿Quién coño se creía ese tío? ¿Quería robarles a su
novio y a sus amigos? ¿Le robaría a Nike también? Estaba
despotricando en su mente, contra él, tan alto, que no escuchó a qué
se refería Alex cuando le habló.
—Claro, eso sería genial. ¿Tú vendrías, Henry?
Y se atrevía a preguntarle con aquella asquerosa sonrisa y su mano
en la cintura de Jake.
—¿A una de vuestras homo-quedadas? —inquirió con desagrado—.
No, gracias.
Jake dejó escapar otro bufido.
—Henry es un poco conservador con todo lo que se refiere a la
homosexualidad.
Alex arqueó las cejas.
—¿Estás incómodo con esto? —preguntó refiriéndose a su contacto
con Jake.
No era la primera vez que alguien le había pedido que no hiciera eso
con su pareja en público. La gente podía llegar a ser muy estúpida.
—¿Que sobes a Jake en mi presencia? —inquirió Henry. Por
supuesto, pensó—. Claro que no. Me es totalmente indiferente.
Jake se sintió molesto, solo de pensar que lo decía sinceramente.
373
Only Three Wishes ♥

—Qué tolerante eres ahora, Piolín —sonrió Jake falsamente.


Los oídos de Alex dejaron de escuchar, jamás supo lo que le
contestó aquel tipo rubio. Ya no estaba pensando en la extraña
conversación que estaba teniendo lugar ante sus narices, sino en que
sus sospechas se veían confirmadas. No habían sido imaginaciones
suyas infundadas por el miedo a que Jake se reencontrara con su ex.
Lo tenía ante él. Lo pensó en el aeropuerto, todos y cada uno de los
días que llevaba allí, y en cuanto llegó a aquel bar. No le había
gustado aquel tipo por varias razones, la primera por sus aires de
grandeza, mezclados con una hostilidad imposible de pasar por alto.
Todo el mundo decía que aquel rubio no era demasiado amable en
general, pero Alex sentía que le miraba como si quisiera arrancarle
la cabeza de cuajo. Alex no pudo evitar darse cuenta de que además
le ponía nervioso que fuera amable con él. Segunda, aunque parecía
odiar particularmente a Jake, se veía artificial, totalmente falso. Si se
fijaba atentamente, cuando Henry bajaba la guardia, su expresión
cambiaba cuando miraba al moreno. Y tercera, y peor de todo, la
manera en la que Jake le miraba a él. Todos le habían prevenido de
lo que pasaría si se reencontraban, incluso el propio Jake, y ahora
sabía que aquella era la persona que podía arrebatarle a Jake… Su
expresión cambió totalmente cuando escuchó aquel nombre con el
cual el moreno llamaba a su ex: “Piolín”. Podía sentir cómo su
sangre comenzaba a hervir. Jake soltó una carcajada, que Alex
supuso que era sarcástica, no lo sabía, había perdido totalmente el
hilo de la conversación. Al instante, dos tipos se acercaron a Jake
pidiendo una foto, y pasaron la cámara a Chris. Se alejaron un poco
para hacerla mejor. Henry miraba asombrado cómo Jake se hacía
una foto con aquellos desconocidos, no podía creer que de verdad se
estuviera haciendo tan conocido, cuando escuchó a Alex a su lado.
—Así que…, tú eres el ex de Jake.
374
Desirée Arjona Peña ♥

Henry giró la cabeza repentinamente hacia Alex.


—¿Cómo?
Alex no se molestó en repetírselo. Compuso una extraña sonrisa, y
bebió de su cerveza, como si nada le perturbara.
—Debo decir que te imaginaba más guapo.
Las dos cejas de Henry se alzaron en una mueca incrédula. Dejó
escapar el aire en una risa irónica.
—¿Lo has sabido por nuestra clara química? Porque estoy seguro de
que él no te lo ha dicho.
—¿Química? —inquirió Alex, esforzándose por no revelar lo que le
molestaba que aquello fuera verdad—. Por poco os arrancáis la
cabeza el uno al otro —bufó como si aquello fuera un total
disparare. Henry frunció el ceño—. No, no me lo ha dicho. Supongo
que no quiere hacerte partícipe de nuestra relación. Aunque a ti no
debe hacerte mucha gracia que tu ex de cuatro años no te
mencionara.
—Cinco —le corrigió Henry—. Y dudo sinceramente que no me
mencionara. Parece que sabes de nuestra relación.
Alex gruñó en su interior.
—Solo meras referencias —dijo quitándole importancia.
Cómo odiaba a Alex. Infinitamente, soberanamente… Y tenía la
cara de decirle aquello, como si Henry no fuera ningún tipo de
amenaza. Intentó controlarse y no alterarse. Carraspeó.
—¿Y a ti? No debe hacerte mucha gracia que Jake no te contara que
se ha reencontrado con su ex —comentó, y la sonrisa cruel que
acompañó sus palabras hizo que la mirada de Alex se oscureciera.
Le mantuvo la mirada largos segundos. Alex le observaba como si
estuviera estudiándole.
—No me gustas, Woods —declaró de pronto—. Y no pienses que no
me gustas porque mi novio haya sentido algo por ti alguna vez… —
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Only Three Wishes ♥

¿Alguna vez?, le dieron ganas de preguntar a Henry. Jake no había


sentido algo por él alguna vez, lo había sentido todo, siempre. Pero
Henry aún no había escuchado lo peor. Alex continuó hablando—,
sino porque el Jake que llegó a mí, vino destrozado.
Lo peor de todo, fue que eso no le cabreó. No. Fue mucho peor. Le
hizo sentir miserable, culpable, desolado… Pero no quería sentirse
débil ante aquel capullo. Intentó componer una sonrisa indiferente,
pero más que eso, fue amarga.
—¿Y ahora le prohibirás que me vea o algo así?
Alex le miró, y parecía sorprendido de verdad.
—¿Qué puta clase de persona te crees que soy?
—La que se aprovecha de una persona destrozada para tener lo que
quiere.
Alex dejó la cerveza en la barra y entrecerró los ojos.
—¿Eso crees que hice?
—Creo que Jake no estaría contigo de no ser porque está roto, y
necesita que alguien sujete sus piezas hasta que yo vuelva.
No sabía si era verdad o no, ojalá lo fuera, pero sabía que era
exactamente lo que ese tío no quería oír, y Henry era un especialista
en hundir a la gente, aquel tipo no iba a ser de menos.
—Estás muy acostumbrado a ganar, ¿verdad? —inquirió Alex,
viendo a Henry como si fuera un libro abierto.
—Siempre —afirmó sin despegar la mirada del otro.
—Pues yo también —y sonó tan desafiante como Henry.
—¿De qué estáis hablando? —escucharon a su lado.
Ambos giraron el rostro encontrando a Jake ante ellos. Les miraba
con precaución, como si pudiera ver la hostilidad entre ellos. Henry
relajó su postura. Alex volvió a coger su cerveza y sonrió.
—Le decía lo famoso que te has vuelto…, a tu ex.
Los ojos de Jake se ampliaron, y enseguida llegaron hasta Henry.
376
Desirée Arjona Peña ♥

—Yo no le he dicho nada, lo ha adivinado él solito —se defendió


Henry, como si todo aquello fuera una broma—. Debe ser por esa
forma que tenemos de mirarnos aún…, eh Rivers.
Jake fulminó a Henry con la mirada, para después volver a mirar a
su novio.
—Alex, yo…
—Luego lo hablamos —dijo secamente.
Henry soltó una pequeña risa.
—Esto huele a pelea de enamorados.
—¿Quieres callarte de una puta vez? —le espetó Jake.
Henry chascó la lengua y ladeó su sonrisa.
—Pequeño, puedes decirle a tu novio que no tiene por qué
preocuparse por mí. Yo tengo novia, y no necesito volver a meterme
en esa mierda —soltó con veneno, y su sonrisa desapareció de
repente, cuando miró a Jake cara a cara—. Además…, ya no queda
nada de mí para ti —dijo, y tras ello, apartó la mirada de Jake, y
golpeó el hombro de Chris—. Nos vemos, Chris.
Y dándoles la espalda a aquellos tres hombres, que en esos días
tantos disgustos le estaban dando a su pobre pecho, se dirigió a su
mesa. No volvió a mirar hacia la barra, pero no lo necesitó para
saber que se habían marchado.

Le estaba castigando con el silencio, y para Jake, el silencio era peor


que cualquier discusión. Tenía razones para estar enfadado, Jake lo
sabía, por eso se veía incapaz de decir algo. Alex entró en la
habitación de su hotel como una bala. Jake cerró tras él y le siguió.
377
Only Three Wishes ♥

—¿Puedes hablarme, por favor? —pidió sin poder aguantar más que
le ignorara.
Alex se dio la vuelta de golpe para encarar a Jake.
—¿Yo? —inquirió antes de apuntar con el dedo a Jake—. Eres tú el
que tiene que hablar para explicarme qué coño está pasando.
Se quitó de golpe su camiseta y la lanzó a la cama.
—No te dije nada porque no quería que te preocuparas —comenzó a
explicar Jake, aún sin saber si esa era la verdadera razón.
—¿Ah sí? Pues has conseguido justo lo contrario.
Estaba cabreado, pocas veces en su vida Jake le había visto hablarle
así. Alex abrió la puerta del baño y encendió el grifo de la gran
bañera.
—¡Ya nos has visto! —exclamó Jake—. ¡Discutimos más que el
perro y el gato! ¡Ambos tenemos parejas! ¡Ni él quiere nada más de
mí, ni yo de él!
Alex dejó su trabajo en la bañera y enfrentó a Jake.
—Mírame a la cara y dime si de verdad no quieres nada de él —le
retó a decir.
Jake, aunque no apartó la mirada, tardó algo en hablar.
—No quiero nada de él —dijo al fin—. Quiero algo bueno, algo sin
discusiones, sin peleas, sin insultos… Te quiero a ti.
Alex negó con la cabeza.
—¿Sabes qué creo? Que eso es lo que quieres querer.
Se alejó de Jake y se desabrochó los pantalones.
—¿Y por qué estoy aquí contigo y no con él? —inquirió Jake.
Alex soltó una risa amarga.
—Porque él aún no te ha dicho que vuelvas.
Jake bajó el rostro avergonzado, porque era una gran verdad. Alex se
desnudó completamente, y se dispuso a entrar en la bañera. Jake le
agarró de la muñeca y le detuvo.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Él no lo hará, y sabes que yo no iré —dijo Jake entonces.


Alex miró la mano de Jake aferrada a su muñeca.
—Sé que no irás —contestó Alex casi en un suspiro.
Jake soltó su muñeca y Alex entró al fin en el agua. El moreno se
quedó allí plantado, sin necesidad de hacer nada. Entonces, se quitó
su camiseta. Alex, que había cerrado los ojos, los abrió con
curiosidad. Jake se deslizó su pantalón sosteniéndole la mirada. Alex
dejó escapar el aire de sus pulmones y recostó su cabeza en el
mármol, sin perder ni un detalle del cuerpo de Jake. Cuando estuvo
totalmente desnudo, el moreno cerró el grifo de la bañera y metió
sus piernas con la atenta mirada de Alex sobre él. Dejó que entrara a
compartir su relajante baño. Jake se introdujo completamente en el
agua tibia, dejando escapar de sus labios un gemido de placer, al
sentirla sobre su piel, y se sentó entre las piernas de su novio.
—¿Podemos olvidarnos del tema? Aunque sea dos horas… —
preguntó Jake inclinándose sobre Alex para darle un pequeño beso
en los labios, dejándole un delicioso aroma.
Por un momento, pensó en que Alex iba a mandarle a la mierda,
pero por el contrario, se acercó más a él.
—Mmmh, que sean tres —murmuró derrotado, comenzando a
repartir besos por el cuello y los hombros del moreno.
—Tú y yo podemos con más —dijo Jake sonriendo, mientras rozaba
con su nariz la mejilla de Alex.
Su novio atrapó sus labios y se apresuró a besarlo con desesperación.
Cuando se separaron, Alex volvía a estar de humor, su sonrisa
excitaba le delataba.
—¿Me deseas, Jake? —preguntó divertido mientras pasaba sus
dedos por su boca. Jake se mordió el labio.
—Muchísimo… —aseguró.

379
Only Three Wishes ♥

Y posiblemente, esa fuera de las pocas verdades que se escuchó en


aquella conversación. Pero solo había una gran verdad; se sentía
incompleto.

Barrow estaba halagando al jefe, una rutina a la que Henry ya estaba


acostumbrado, pero no por ello la soportaba más. Aquel día, sin
embargo, apenas se fijó en ello, casi ni estaba prestando atención a la
reunión. Desde que Jake había entrado en su vida de nuevo, todo se
había descolocado. Había perdido la harmonía que tanto le había
costado encontrar, para volver a una continua desesperación. Jonah
le dio entonces un pequeño codazo, avisándole de que pronto le
tocaría hablar. Se apresuró a incorporarse en su asiento y carraspeó.
Soltó todo en lo que había estado trabajando aquella semana, sus
propuestas para el caso que allí se discutía, y algunas anotaciones a
la de los demás. Cuando acabó la reunión, se tomó un café. Sus
compañeros conversaban a su alrededor hablando de trabajo, temas
actuales, y mujeres…, siempre mujeres. Nunca fue un problema para
él sumergirse en cualquier entorno, era una de sus especialidades,
por ello enseguida pudo tomar el hilo de la conversación y volver a
ser el centro de atención. Eso le animaba en aquellos momentos.
Después se dirigió al despacho de su jefe, que quiso saber cómo le
iban sus casos, felicitarle por los terminados, y asignarle nuevos.
Cuando acabó, fue a reunirse con uno de sus clientes. Aquello le
llevó una hora, por ello iba bastante apresurado cuando bajó al
garaje para subirse a su coche. Tenía que estar en los juzgados en
media hora, por suerte, no tuvo problemas en llegar. Fue un simple
380
Desirée Arjona Peña ♥

caso contra unas hippies sindicalistas, por lo que en poco tiempo ya


estaba comiendo con sus compañeros. Le daban palmaditas en la
espalda por haberse llevado el número de la abogada buenorra de los
sindicalistas, y fue entonces cuando pudo subir por fin a su
despacho. Iba a entrar directamente, cuando su secretaria le detuvo.
—Señor Woods, ha recibido cinco llamadas.
—Mañana me das los recados, solo vengo a arreglar unos temas y
me voy a casa —se limitó a decir, pero su secretaria habló de nuevo.
—Señor Woods —le llamó antes de que entrara. Henry se detuvo y
la miró enervado—. Es que hay una llamada que no he comprendido
muy bien qué deseaba.
Henry la miró sin comprender.
—¿Qué quieres decir?
—Han dejado un mensaje —explicó la chica, antes de componer una
expresión de disculpa—. Lo siento, no pude cogerla.
Su jefe entrecerró los ojos y la miró con enfado.
—¿Qué narices estabas haciendo? —la espetó.
—Era mi hora de descanso —dijo con disculpa. Henry tomó aire, y
se dispuso a entrar en su despacho—. ¡Está en el contestador! —
gritó la secretaria antes de que Henry cerrara de un portazo.
Dejó sus cosas en el sofá de cuero que había en el lado derecho del
despacho. Se desanudó la corbata mientras pulsaba el botón del
contestador, le había dado curiosidad aquel mensaje. Ojeaba los
papeles que su secretaria le había dejado en la mesa aquel día,
cuando comenzó a escuchar el mensaje. La primera frase ya le dejó
clavado en su sitio y se vio obligado a anclar su mirada en el
teléfono. El mensaje duró apenas unos segundos, pero contenía lo
suficiente para dejarle sin aliento. El pitido del final llegó, pero él no
se movió de su sitio. No lo notó, pero en ese momento su respiración
se había agitado. Mil cosas pasaban por su cabeza, tantas que
381
Only Three Wishes ♥

posiblemente había estado diez minutos allí de pie, con aquella


expresión ida y apresurada. Maggie, la secretaria, estaba contestando
el email de un amigo, y sonreía como una tonta ante la pantalla.
Cuando la puerta del despacho de su jefe se abrió de golpe, en un
gesto torpe, cerró el correo. Sin embargo, fue algo inútil, pues su jefe
ni la miró. Ni tan siquiera cerró la puerta de su despacho. Iba
embalado hacia el ascensor. Maggie se puso en pie y se asomó a
través de su mesa.
—¡Señor Woods! —gritó, pero él ya entraba en el ascensor.

Por raro que fuese, se sirvió una taza de café. Quizás fuera porque
las noches en vela le hacían parecer un vegetal por el día. Agradecía
el silencio en su piso, cosa que pocas veces ocurría. Posiblemente él
mismo acabaría con él cuando cogiera su guitarra. Y eso mismo se
disponía a hacer cuando tocaron a la puerta. Pudo imaginar a mucha
gente, pero no a él, sobre todo porque no sabía dónde vivía. Pero allí
estaba Henry. Jake no pudo evitar abrir los ojos de par en par cuando
abrió.
—¿Henry? —preguntó Jake patidifuso.
Para más sorpresa de Jake, Henry entró en su casa sin más. El
moreno se quedó allí clavado como un bobo, con la taza en la mano,
y sujetando la puerta con la otra. Sin ver otra opción, cerró la puerta
y miró a Henry, que dejándole más sorprendido si se podía, sonreía
de oreja a oreja, con la respiración agitada.
—No puedes imaginar quién me ha dejado un mensaje en el
contestador esta mañana —dijo de pronto.
382
Desirée Arjona Peña ♥

—La verdad es que no —reconoció Jake lleno de confusión.


Henry se adelantó un paso.
—De la dirección general de un equipo de la NFL —dijo entonces,
con la respiración agitada aún—. No de los mejores, claro, pero era
de la liga profesional.
La voz de Henry sonaba tan viva como hacía años que no escuchaba.
Y como para no estarlo. Jake sabía tan bien, como que cada mañana
salía el sol, que el fútbol para Henry era la vida, como para él la
música, y volver a recuperarlo, imaginó que estaba significando pura
euforia para él, y si Henry era feliz, Jake lo era aún más. Y en ese
momento, se olvidó por completo de que hacía unos días aquel rubio
había sido cruel y desagradable con él, de lo raro que era que
estuviera allí plantado contándole aquello, y de todo lo demás.
—Eso es… ¡Genial! —exclamó Jake contagiándosele el entusiasmo.
—¡Lo sé! —casi gritó de felicidad—. Dios, si hubieras visto mi cara
en ese momento.
—¿Y qué dijo? —preguntó Jake entonces, sentándose en el sofá con
mirada atenta.
—Que están interesados en mí —comenzó a explicar Henry
caminando de un lado para otro—. Y que les gustaría concertar una
reunión conmigo para negociarlo.
—Eso significaría que volverías a jugar.
Henry asintió lentamente sin poder dejar de sonreír. Se cubrió la cara
con las manos.
—No lo puedo creer. Es demasiado bueno para ser verdad —soltó
casi en una carcajada, que contagió a Jake.
Los ojos del moreno de pronto llegaron hasta la razón por la cual
Henry tuvo que dejar de jugar. Volvió a ponerse serio.
—Pero Henry…, tu pierna está bien, ¿verdad?

383
Only Three Wishes ♥

Henry dejó de sonreír por un momento, para después componer otra


tímida.
—Lo está. Deben haberse estado fijando en mí estos dos años, han
sido muy oportunos desde luego.
—¿Cómo no iban a estarlo? —inquirió Jake—. Todos los
seleccionadores estaban esperando como hienas a que acabases la
liga universitaria. Puede incluso que este no sea el único equipo que
te llame.
—No lo sé… Dos años es mucho tiempo… —dijo Henry pasándose
la mano por el cabello.
—¿Mucho tiempo de qué? No has dejado de hacer deporte en estos
años.
—Sí, pero no a ese nivel de entrenamientos, y ellos lo saben.
—¿Qué coño estoy oyendo? —preguntó entonces Jake con fingida
sorpresa—. ¿Desde cuándo Henry Woods es tan pesimista?
Henry sonrió levemente.
—Es algo que desde luego no estaba previsto.
—No mientas —repuso Jake—. Se te ha pasado por la cabeza mil
veces. Seguramente cada día. Volver a jugar.
—No hay ni un día que no haya deseado volver —reconoció Henry
con los ojos iluminados.
Ambos se quedaron en silencio unos segundos, mirando a la nada.
Después posaron sus ojos en los del otro.
—Es una gran noticia —dijo Jake entonces.
—Joder, lo es —respondió el rubio casi sin aliento.
Jake soltó una carcajada y se puso en pie. Henry continuaba
hablando sobre el equipo que se había interesado en él y en lo poco
que creía la posibilidad de poder volver. Jake volvió de la cocina con
algo más de azúcar en el café. Se apoyó en su sofá frente a Henry.
—¿Y qué te han dicho los demás?
384
Desirée Arjona Peña ♥

—¿Qué demás? —preguntó Henry sin dejar de sonreír.


—Chace, tu padre, Chris… —explicó Jake antes de llevarse la taza
de café a los labios.
Henry dejó la mirada ida por un segundo, como si acabara de
acordarse de aquellas personas, únicamente porque Jake las había
nombrado.
—He escuchado el mensaje hace apenas unos minutos —explicó
Henry—. No me ha dado tiempo a decirle nada a nadie —continuó,
y cada palabra sonó cada vez más lenta, como si el mismo Henry se
estuviera dando cuenta de lo que significaban según las pronunciaba.
Jake dejó de beber su café. Levantó la mirada poco a poco, hasta
llegar a la de Henry. Su aliento se desvaneció en aquel instante.
—¿Soy el primero en saberlo? —preguntó con el poco aire que tenía
en los pulmones—. ¿Has venido aquí en cuanto lo has escuchado?
La voz del moreno sonó totalmente anonadada, porque aunque a
primera vista era una estupidez, para ninguno de ellos lo era. De
entre todas las personas, Henry había acudido a él para contarle la
noticia más importante de su vida. Jake sintió su corazón pararse,
para comenzar a bombear con velocidad. Y Henry…, era un espejo
del moreno. Sin embargo, el rubio comenzó a darse cuenta de lo que
acababa de hacer. En aquel momento, era como si hubiera
recuperado la cordura, y hacía unos instantes hubiera estado en una
nube de felicidad en la que él volvía a jugar al fútbol, y Jake estaba
con él. Pero por ahora, nada de eso era verdad. Henry sintió el calor
en la cara, se sentía estúpido, tremendamente estúpido. No tenía
ningún derecho a estar allí, a plantarse en casa de su ex y contarle
todo eso, y mucho menos después de la conversación y las palabras
que le dedicó el otro día. Tenía que marcharse de allí.
—Ha sido una estupidez… —dijo de pronto apresurado—. No debí
haber venido.
385
Only Three Wishes ♥

Su voz sonó a disculpa. Se apresuró a salir por la puerta, pero Jake


dejó la taza de café en la mesa y se colocó ante la salida.
—Eh… No es una estupidez, solo me ha sorprendido —explicó sin
querer que se fuera, porque después de tanto tiempo, tenía allí a su
Henry.
La voz de Jake quitó al rubio las ganas de huir. Quizá porque
sonaban tan desesperadas como él se sentía por estar con Jake.
—No pienses nada raro… Solo necesitaba que alguien me
escuchara… —se excusó Henry—, y no me cortara las alas con la
idea de volver a jugar.
Jake no necesitó ni medio segundo para saber lo que significaba
aquella frase.
—¿Tu padre no querría que volvieras?
—Mi padre no quiere que eche mi vida a perder… Y una carrera
futbolística está llena de riesgos y altibajos —explicó Henry con los
hombros caídos.
Y allí estaba el pero a todo aquel sueño. El deber, lo correcto, y el
futuro ideal, era lo que le separaba de lo que realmente quería.
—Ya, por ese lado entiendo que estés aquí —asintió Jake,
conociendo toda aquella historia. Miró entonces a Henry con
intensidad, le tenía a tan solo un palmo—. Pero Chris y Chace no te
hubieran dicho nada de eso, y sin embargo, estás aquí.
Las pupilas de Henry se dilataron y sus cejas se alzaron. En eso Jake
tenía razón. Aquella no era la única razón por la cual había acudido
allí por inercia. En realidad, había muchas razones por las cuales
hacerlo, pero Henry solo tenía fuerzas para reconocer una. Suspiró
derrotado.
—Una vez me dijiste que estarías allí para recordarme lo que de
verdad quiero.
Jake asintió con la cabeza. El día que le regaló a Nike. Lo recordaba.
386
Desirée Arjona Peña ♥

—Sí.
—Cuando escuché el mensaje, esa frase era lo único que tenía en
mente —se sinceró. Le hubiera gustado alargar la mano y tocar la
mejilla de Jake, pero no pudo—. Y a ti siempre se me ha dado bien
contarte las cosas… Supongo que por eso he venido —dijo con una
leve sonrisa.
Jake sintió cómo se debilitaba. Sus ojos se tornaron tristes, más que
tristes, desolados. Contemplaba a aquel hombre tan cerca de él, pero
a la vez tan lejos.
—¿Por qué no puedes ser así todo el tiempo? —preguntó queriendo
saber la respuesta de verdad.
Henry le miró confuso.
—¿Así cómo?
—Tú —contestó Jake—. Sin muros, mecanismos de defensa, farsas
y crueldades.
A Henry le hubiera gustado fingir que no sabía de qué le hablaba.
Eso era lo que solía hacer, fingir que simplemente su personalidad
era así, pero mentir a Jake con eso era inútil. No puedes mentir sobre
ti a la persona que más te conoce, pensó Henry.
—Me cuesta mucho dejar esas cosas de lado cuando me hacen daño
—contestó Henry, sincero, como hacía tiempo que no era, pero le
costaba mantener fuera el tono envenenado en su voz, porque así es
como se sentía en ese momento, cargado de veneno que le estaba
matando de dolor.
—¿Yo te he hecho daño para que seas incapaz de dejarlo? —inquirió
entonces Jake.
—¡Pues claro! —exclamó Henry—. ¡Eres al único que me he
acercado lo suficiente como para que me lo haga!
—¡¿Y qué cojones te he hecho yo a ti?! —quiso saber Jake
enfadado. No podía más, necesitaba saber por qué Henry se
387
Only Three Wishes ♥

comportaba de aquella manera cuando él lo único que había hecho


era hacer lo que él le pidió, marcharse—. ¡Porque que yo sepa fuiste
tú el que me dejaste a mí! ¡Y encima como un gilipollas te pido una
relación cordial, y tú me escupes a la cara!
—¡No, aquí el único gilipollas soy yo! —gritó Henry. Su parte
cordial le pedía a gritos que dejara de hablar, pero ya era demasiado
tarde, su parte temperamental habló primero—. Voy a saludarte en el
aeropuerto y me encuentro con nada más y nada menos que tu nuevo
novio —dijo las últimas palabras con asco.
Y para más indignación de Henry, Jake ni siquiera se intentó
excusar. Dijo lo peor que podía haber dicho para Henry en aquel
momento.
—¿Y qué? —preguntó Jake en tono seco.
—¡¿Y qué?! —exclamó Henry abriendo los ojos de par en par.
—Sí, ¿y qué? ¡¿Es que no puedo rehacer mi vida?! —explotó—.
¡¿No tengo derecho a volver a ser feliz?! ¡¿No puedo encontrar a una
persona que me quiera?!
Y aquellas preguntas también iban dirigidas a sí mismo. ¿Por qué era
incapaz de enamorarse de otra persona? Esos pensamientos
desaparecieron de su mente al escuchar la respuesta aplastante de
Henry.
—¡No si es un hombre! —gritó, y Jake se quedó mudo de repente—.
¡No con otro hombre! —repitió Henry sin poder aguantar más. El
moreno se quedó allí clavado, mirando a Henry con los ojos
acuosos, sin mover ni un músculo. Resopló antes de continuar,
intentando tragarse las lágrimas que amenazaban con salir—. Yo
nunca te hubiera hecho eso. Jamás hubiera estado con otro que no
fueras tú, y mucho menos tener una relación. Si en algún momento
dejo la descabellada idea de estar con otro hombre salir, solo sería
contigo —explicó con desesperación en la voz, porque por fin
388
Desirée Arjona Peña ♥

dejaba salir aquellos pensamientos a la luz—. Tú has sido siempre el


único —reconoció amargamente, antes de fruncir el ceño—. Pero tú
has tirado eso por la borda. He dejado de ser ese único para… ser
uno más. Yo he estado con cientos de mujeres, pero jamás te he
quitado a ti ese lugar.
Jake tragó saliva, él tampoco quería llorar. Quería estar firme.
Aquellas palabras le hicieron sentirse fuerte y débil al mismo
tiempo. Tiró de la poca fuerza que le quedaba, y habló, frunciendo el
ceño.
—Pues siento darte esta noticia…, pero soy gay —dijo antes de dar
un paso al frente—. Y si el hombre al que más he querido en la vida
me deja y me dice que no quiere volver a verme, buscaré a otro que
me haga olvidarle, porque es lo único que lo conseguirá.
Henry apretó los labios, y sin poder evitarlo, desvió la mirada. Tomó
aire antes de volver a mirar al moreno.
—Parece que entonces solo ha sido mi error creer que merecías ser
ese único en mi vida —Jake no contestó. Henry asintió y sonrió con
asco—. Muy bien, pues me encargaré de que no vuelvas a tener ese
puesto —soltó apartando al moreno de la puerta bruscamente, y
abriéndola para salir.
—¿Qué vas a hacer? —preguntó Jake sin gustarle ni un pelo como
sonaba aquello.
Henry se volteó para sonreír con maldad a Jake.
—Ah, y gracias por quitarme de un soplo la felicidad y los ánimos
que traía —soltó con ironía y odio—. Venir aquí ha sido una gran
idea.
Ni siquiera esperó al ascensor. Bajó las escaleras perdiéndose de la
vista de Jake. El coctel de sentimientos que Henry le provocaba en
cada encuentro siempre le dejaba un agridulce sabor en la boca.
Aquel le dejó para el arrastre, el sabor era dulce, amargo y agrio al
389
Only Three Wishes ♥

mismo tiempo. Quedaría ebrio toda la noche, la resaca del día


siguiente sería mortal.

390
Desirée Arjona Peña ♥

Capítulo 16
No podía creer que por fin Henry estuviera dispuesto a salir con él y
sus amigos, y lo más increíble era que había sido él mismo el que lo
había propuesto. ¿Iba Henry Woods a salir del armario de una vez
por todas? Chris escuchó su móvil sonar desde el baño. Se retocó el
pelo y fue directo a su habitación. El móvil, tirado sobre la cama, se
iluminaba en señal de que alguien le llamaba. Se apresuró a cogerlo.
—¿Sí? —preguntó al descolgar.
—Ya estoy abajo —escuchó al otro lado la voz de Henry.
—Muy bien, solo me queda ponerme los zapatos —decía mientras
iba a su vestidor en busca de unos zapatos que ponerse.
Le gustaba ir casual, pero elegante al mismo tiempo, por lo que
cogió unos que le dieran ese look.
—Date prisa, no he aparcado el coche —le apresuró Henry.
Chris hacía malabares para poder colocarse los zapatos sin dejar de
sujetar el móvil.
—Sí, será mejor que me dé prisa, no vayas a echarte atrás con esto
—bromeó Chris.
Henry no contestó a su comentario, se limitó a colgar. Chris volvió a
soltar el teléfono en la cama. Se sentó en ella para poder abrochase
los zapatos. Cuando los tuvo puestos, se puso en pie para mirarse al
espejo. La camisa vaquera no le convencía demasiado. Volvió al
vestidor en busca de una nueva cuando el móvil volvió a sonar. Se
apresuró a cogerlo, pues si era Henry se pondría hecho una fiera si
no lo cogía.
—Ya estoy bajando —mintió al descolgar.
—Chris, soy yo.
Para su sorpresa, era Jake el que llamaba.

391
Only Three Wishes ♥

—Oh, hola Jake. No esperaba que fueras tú —dijo mientras se


quitaba la camisa—. ¿Qué ocurre?
—¿Vas a salir?
—Sí —asintió Chris—. ¿Y adivina quién viene?
—¿Henry? —preguntó sin parecer nada sorprendido.
—¡Sí! ¿Cómo lo has sabido? ¿A que es sorprendente?
Jake no pareció compartir su entusiasmo, en cambio, se mantuvo un
segundo en silencio para después hablar con seriedad.
—Escucha Chris, no dejes que haga ninguna tontería.
Chris logró ponerse su camisa.
—¿Qué quieres decir?
—Esta tarde tuvimos una discusión que no terminó demasiado
bien… —comenzó a explicar Jake.
Chris entornó los ojos.
—Qué novedad.
Jake le ignoró
—Y me preocupa que haga alguna tontería —concluyó Jake.
—¿Como cuál? —preguntó Chris, que ya estaba dejando caer unas
gotas de colonia en su cuello.
—Como lanzarse al primer hombre que vea por despecho.
—¿Henry? —preguntó Chris antes de soltar un carcajada—. Por
favor, espera que no se espante cuando vea la puerta.
—Lo sé, por eso, ¿no te parece raro que quiera salir de fiesta
contigo?
—Sí que me pareció raro… —reconoció entonces—. Pero Jake,
debe estar quemado de tanta fachada. Ha estallado y punto, y ahora
quiere conocer tíos, como tú y como yo.
—¿No tenía novia?
Chris se mordió el labio.
—Mmm… Jake, no quiero meterme en vuestras cosas.
392
Desirée Arjona Peña ♥

—Vale, lo entiendo —aceptó Jake—. Solo te pido que le pares si…


Chris cerró la puerta de su casa y llamó al ascensor.
—Jake, no puedes evitar que quiera conocer a otros.
—Chris, sabes perfectamente que si fuese eso te lo diría…
—¿Y te molesta? —preguntó curioso.
—¡Ese no es el caso! —exclamó Jake, irritado porque su amigo
parecía no querer entenderle.
—¿Y cuál es? —preguntó cansado, entrando en el elevador.
—Que Henry va a hacer algo que no quiere por la discusión de ayer.
Chis meditó aquello un largo segundo, para después suspirar.
—Creo que estás exagerando…, y que estás algo celoso por lo que
pueda pasar. Pero Jake…
—¡Vale, vale! —le cortó viendo que era inútil—. ¡Como quieras!
Solo prométeme que si las cosas se pasan de madre…
—Tú tranquilo, Jake. No va a pasar nada. Solo nos vamos a divertir.
Estaremos en Electric Shock, por si quieres venir.
—Ya… —contestó Jake sin ningún ánimo en la voz.
Las puertas del ascensor se abrieron.
—Tengo que colgar, Henry está esperando en el coche.
Se despidió de Jake y salió de allí. Veía el coche de Henry aparcado
en doble fila frente a su puerta. Se apresuró a llegar hasta él antes de
que Henry quisiera atropellarle. Abrió la puerta entrando en el fresco
coche a causa del aire acondicionado.
—¿Por qué has tardado tanto? —preguntó Henry, pero no demasiado
malhumorado.
Pensó en decir que en el último momento quiso cambiarse de ropa,
pero enseguida cambió de opinión, pensando en la excusa que
menos haría que Henry se cabreara con él.
—Me ha llamado Jake.

393
Only Three Wishes ♥

Henry, que ya había arrancado y conducía el coche, despegó la vista


de la carretera para mirar a su amigo furtivamente.
—¿En serio? —preguntó—. ¿Y qué te ha dicho?
Chris se encogió de hombros.
—Nada en particular.
—¿Le has dicho que vamos a salir? —preguntó Henry como si tal
cosa.
Había actuado precipitadamente. En cuanto salió del nuevo piso de
Jake, sin meditarlo ni por un segundo, totalmente guiado por el
enfado, los celos, el despecho y la ira, llamó a Chris proponiéndole
salir a una de las discotecas de ambiente a las que solía ir su amigo.
Chris se sorprendió bastante, pero no dudó ni un segundo en aceptar
y comenzar a planear la noche. El plan de Henry, era únicamente
vengarse de Jake, hacerle pasar por lo que él estaba pasando. ¿Era
una niñatada y una cosa de críos? Puede, pero no podía evitarlo. Se
había vestido y arreglado con toda la intención de acabar aquella
noche con un tío. Si eran dos hasta mejor. Pero según se iba
acercando el momento, menos convencido estaba. Para él estar con
una mujer era tan sencillo como respirar, pero con un hombre…, era
un terreno que no controlaba, y no solo eso, sino que tampoco era
algo que quisiera. Era como si estar con otro hombre significara
verdaderamente algo. Con una mujer era un simple juego, estaba
claro que nunca le iba a gustar realmente, pero un hombre era
totalmente diferente. Y si Henry estaba con uno, significaría que lo
de Jake ya había terminado. No conseguía imaginarse con otro tío.
No es que no le hubieran atraído hombres, claro que sí, algo que le
había avergonzado enormemente. Porque ser gay para Henry no era
una opción si no era con Jake. Era por el único que se permitiría esa
locura. Pero cada vez que recordaba que Jake ahora se besaba, se
acariciaba y se acostaba con otro, esos miedos se le quitaban de un
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Desirée Arjona Peña ♥

soplido. Por ello, que Jake presenciara lo que quería hacer, era
perfecto.
—Sí, y le he dicho dónde estaríamos, por si quería pasarse, espero
que no te importe.
Henry disimuló una sonrisa.
—Me da igual ese idiota, como si quiere traerse a su novio.
—¿Ah sí? —inquirió Chris con mirada inocente—. Pues eso no se lo
he dicho.
—Qué pena —dijo con fingida lástima.
—¿Quieres que llame otra vez? —preguntó Chris con una pequeña
sonrisa.
—Déjalo —le cortó rápidamente. Nada de Alex tontos, pesados y
pedantes para aquella noche, pensó Henry con molestia, con solo
pensar en aquel tío—. ¿Hay que recoger a tus amigos?
—No, ellos ya estarán allí.

Y así era, Ethan, Bran y Marcus ya estaban allí. Parecía que Chris ya
les había mencionado que Henry les acompañaría aquella noche,
porque no parecieron sorprendidos, sino más bien entusiasmados
con su presencia. Chris ya les había presentado, pero Henry no les
recordaba tan bien como ellos a él. Chris observó cómo miraban sus
amigos a Henry y frunció el ceño. Sabía cómo era Henry, tenía ojos
y podía ver lo guapo que era y cómo estaba, pero esperaba que jamás
le hubiera mirado como lo estaban haciendo en ese momento sus
amigos, desnudándole con la mirada. Henry les saludó con más
amabilidad de la que Chris esperaba, y sus amigos comenzaron a
395
Only Three Wishes ♥

babear aún más. No pensó que jamás llegaría el día en que Henry
saliera con él y sus amigos, por lo que no meditó demasiado sobre
ello, pero su amigo era la presa más apetitosa que seguramente
habría en aquella discoteca. Apareció el aparcacoches dando las
llaves a Henry y pidiendo propina. Chris aprovechó el momento.
Miró a sus amigos con severidad, ya que aún seguían mirándole con
aquellos ojos.
—Parad —ordenó de pronto.
Sus tres amigos le miraron sin comprender.
—¿De qué?
—De mirarle como si fuera un bollo de chocolate —gruñó Chris
entre dientes.
—De crema más bien —corrigió Marcus sin dejar de mirar el trasero
de Henry. Chris le golpeó la nuca sin miramientos.
—¡Ah! —se quejó.
—Lo digo en serio. Me ha costado años traerle con nosotros —
explicó Chris. Suspiró—. Le cuesta mucho estar en nuestro
ambiente, así que lo que menos necesito es que le agobiéis.
—Solo le estamos mirando… Déjanos eso al menos, ya que no nos
lo vas a dejar probar —se quejó Ethan.
—¡Que no es un bollo! —exclamó Chris irritado.
—Ya me entiendes —contestó Ethan dulcemente—. ¿O si podemos
intentar ligárnoslo?
Chris bufó.
—Para empezar, dudo que puedas —soltó Chris, pero ninguno de
sus amigos dijo nada, más que nada porque sabían que era cierto—.
Pero sí, está vetado.
—Pues eso, al menos déjame que le mire a gusto.
—¿El moreno no ha venido? —quiso saber Bran.

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Desirée Arjona Peña ♥

—Jake tiene novio —le cortó Chris antes de que su amigo Bran se
hiciera ilusiones con Jake.
Bran compuso una expresión desilusionada.
—Siempre tiene novio, es imposible pillarle —protestó Bran.
Chris se alertó. En su grupo, Jake y Henry eran un tema muy común.
No su relación, solo ellos, individualmente. No era ningún secreto
entre ellos que se morían por pillar a cualquiera de los dos. Al
principio Chris participaba animadamente en esas conversaciones,
desvelando pequeñas cosas que iba recopilando de cada uno, como
los tatuajes más escondidos de Jake, la perfecta musculatura de
Henry, las partes más sensibles del moreno, que Chris descubría a
base de cosquillas, o las pocas frases dulces que Henry decía, y
Chris recordaba valiosamente porque debía ser algo que estuviera en
un museo de lo escasas que eran. Todas esas cosas hacían a sus
amigos derretirse, y a él sinceramente también. Pero con los años,
Jake y Henry se iban volviendo más íntimos para él, y dejaban de
convertirse en “bollos” por los que babear, para convertirse en sus
mejores amigos. Sin embargo, se divertía con las conversaciones de
sus amigos sobre ellos, que eran muchas. Pero en ese momento, uno
de ellos estaba presente, por lo que sus amigos, por el bien de Chris,
debían controlarse.
—Ni se te ocurra decir eso delante de Henry —le advirtió Chris,
sabiendo que Henry le pegaría un puñetazo a cualquiera de ellos
como escuchara un mísero piropo hacia Jake.
—¡Pero si es nuestro tema favorito! —se quejó Marcus.
—Ya, pero no podemos babear y fantasear por ellos dos cuando hay
uno aquí, ¿no te parece? —dijo Bran entendiendo lo que decía Chris.
—Callaos —ordenó de pronto al ver a Henry volver.
Iba gruñendo para sí, y continuó en voz alta cuando llegó a ellos.

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Only Three Wishes ♥

—Casi le suelto un guantazo a ese aparcacoches… Mira que


exigirme veinte pavos de propina —despotricó con rabia.
—Te habrá visto en la cara que eres un hombre con recursos —dijo
Marcus con la misma sonrisa insinuante.
Chris frunció el ceño. ¿Pues no acababa de decirles que dejaran de
hacer eso?, pensó Chris. Aunque Henry no pareció percatarse.
—Puede ser —dijo orgulloso.
Chris ladeó los ojos, puede que estuviera exagerando, Henry estaba
tan acostumbrado a los halagos y a esas miradas, que posiblemente
lo que le molestaría es no tenerlas. Entraron por la entrada principal,
y enseguida estuvieron en la pista. Chris, que solía ir por aquellos
lugares, vio varias caras conocidas, y todas y cada una de ellas,
miraban a Henry, con curiosidad sobre todo. ¿Quién era ese hombre
tan atractivo? Jamás le habían visto por sus ambientes. Dudó si
Henry se percató de ello. No le extrañaría que en cualquier momento
varios de aquellos tíos acudieran a Chris preguntándole por Henry.
Pidieron varias copas y se sentaron en los sofás. Henry se bebía sus
copas como si de agua se tratasen. Chris no vio nada raro en ello.
Supuso que estaba feliz y querría celebrar la gran noticia de que
posiblemente volviera al fútbol, por eso en ningún momento le
detuvo, y no sospechó las verdaderas intenciones de Henry de
quitarse esos nervios de adolescente que salía de fiesta por primera
vez. Porque estaba terriblemente nervioso. Necesitaba alcohol y
relajarse para no empujar repentinamente a cualquiera que intentara
ligar con él. Allí se sentía como si no controlase a los que le
rodeaban, que era lo contrario a cuando salía y conocía mujeres. Allí
el inseguro era él, y no entendía por qué, ya que estaba seguro de
que cualquiera de allí pagaría por estar con él. Estaba totalmente de
los nervios, y en muchas ocasiones pensó en largarse de allí, pero
entonces pensaba en Jake y Alex y se quedaba. Con Chris a su lado
398
Desirée Arjona Peña ♥

se sentía algo más seguro, además, su amigo le distraía


preguntándole por la llamada del equipo de fútbol, por Nike, o
cualquier otro tema que le mantuviera de buen humor. Chris se
levantó para ir a por más copas. Marcus, como un rayo, robó el
asiento a Chris para colocarse al lado de Henry.
—¿Te lo estás pasando bien? —preguntó con la misma mirada
insinuante que siempre llevaba cuando estaba frente a Henry.
—No está mal —se limitó a decir en tono seco, tomando lo poco que
quedaba de su copa.
—¿Por qué no te gusta venir a estos sitios?
—Porque no me gusta que me acosen a preguntas —contestó Henry
dejando su copa encima de la mesilla de cristal que tenía en frente.
Marcus soltó una risotada.
—Sí, es cierto, todos dicen que tengo complejo de reportero —se
encorvó un poco para tener más cerca a Henry—. ¿Y qué tipo de
hombres te gustan?
—Los callados —continuó Henry en tono cortante. Pero Marcus no
se rindió. Colocó su mano en el muslo de Henry.
—¿Y si no te gustan que tus chicos hablen…, para qué suelen usar la
boca? —preguntó casi en la oreja del rubio.
Henry se estaba preparando para quitárselo de encima y propinarle
un buen puñetazo, cuando una voz le salvó.
—¡Marcus! —exclamó Chris con las bebidas en las manos,
mirándole como si fuera un hijo haciendo lo que justamente le
prohibió. Marcus se levantó de golpe.
—¡No le he dicho nada! —exclamó en su defensa. Compuso una
mirada de disculpa y susurró a Chris—. Ya le dejo, ya le dejo…
Chris gruñó y volvió a sentarse en su sitio.
—¿Tus amigos suelen ir normalmente tan a saco? —inquirió Henry
tomando el nuevo vaso.
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Only Three Wishes ♥

—La verdad es que sí —admitió Chris—. Son unos devora-hombres


profesionales. Yo tengo el récord en mi grupo, pero Marcus está
cerca de alcanzarme.
—¿Récord de qué? —preguntó Henry acercándose a Chris para
poder escucharle, con la música era imposible.
—De hombres que me he llevado a la cama.
—¿Es un número muy alto? —quiso saber Henry divertido. Las
copas empezaban a hacer efecto en él.
—Seguramente doble tu cifra de mujeres con las que te has
acostado.
Henry asintió en señal de acuerdo.
—Puede… Pero solo porque yo estuve cuatro años fuera del
mercado.
—Eso es verdad —reconoció Chis, antes de pasear su mirada por la
discoteca—. Bueno, ¿hay alguno que te guste?
—Sí.
Chris giró la cabeza de golpe.
—¡¿En serio?! ¡¿Quién?! ¡¿Ese de camisa negra?!
Henry soltó una carcajada ante todas aquellas repentinas preguntas.
—Solo bromeaba… ¿Tantas ganas tienes de que me lleve un tío a la
cama?
—No es eso… Es que sería algo insólito que te gustara otro que no
fuera Jake.
Henry frunció el ceño.
—¡Pues eso va a cambiar! —gruñó malhumorado.
—¿De verdad? Pues demuéstralo —le retó Chris—. Salgamos ahí a
ligar.
—Bueno, es que… —comenzó a excusarse Henry.
—¡Venga! —dijo Chris levantando a Henry del sofá. Le cogió de la
mano y le llevó hasta la pista. Le pasó su copa—. Toma, bebe y
400
Desirée Arjona Peña ♥

relaja esos nervios —dijo viendo al rubio tenso entre tanto hombre
ansioso de comerle—. Es igual que con las tías, solo que estos están
más buenos y no tienes que preocuparte por que te digan que es
demasiado pronto para la primera vez.
—Yo nunca tengo esa preocupación.
—Ah. Entonces es igual, pero están más buenos.
Henry se apoyó en la barra para no sentirse tan rodeado. Chris
bailaba y tanteaba el terreno. Henry iba sintiendo que sus nervios
desaparecían y cada vez tenía más calor. Pidió otras dos copas. Bran
se unió a ellos, según les dijo, Ethan ya había encontrado su ligue y
se había marchado, y Marcus estaba en el baño. Henry sudaba, se
desabrochó dos botones de su camiseta, sin ninguna intención de
provocar nada en nadie, pero era inevitable. Parecía que había sido
la señal que los de alrededor estaban esperando para acercarse a él.
El que llegó antes era alto, moreno y seguramente estaba cerca de
los treinta. Chris le dio un codazo animándole. Henry se encontró
con su mirada. El tipo se acercó a él para susurrarle al oído.
—Nunca te había visto por aquí. ¿Vienes a menudo?
Henry puso los ojos en blanco. Qué frase más típica le acababa de
soltar. Solo por eso, ya no merecía ni una contestación
medianamente amable.
—No, ni sé si volveré viendo aquí a tíos como tú.
El tipo soltó una risa antes de mirar a Henry con rabia, y se largó por
donde vino. Chris se acercó rápidamente a él.
—¿Ya le has despachado? —preguntó.
—Era un memo.
—¡Si no le ha dado tiempo ni a hablar! —exclamó Chris
desconcertado.
—Pues fíjate si era memo que con una frase ya lo he notado.
—Pues no estaba mal —dijo casi para sí.
401
Only Three Wishes ♥

Se acercaron a Henry otros, pero tuvieron el mismo éxito que el


primero. Pero eso no pareció desanimar a los de alrededor, sino
darles más esperanzas. Un nuevo candidato se acercó a ellos, pero
éste fue más inteligente. Llevaba una sonrisa llena de seguridad,
posiblemente estuviera muy acostumbrado a llevarse a todo el que se
propusiera. Sus ojos eran de un verde intenso, y su pelo castaño
oscuro con brillos rojizos. Se acercó al grupo, y no solo a Henry.
—Creo que tenéis a todo el local mirándoos.
Bran sonrió en cuanto le vio.
—¿A ti también? —inquirió en tono insinuador.
El chico dejó escapar una bonita risa.
—A mí no me gusta eso de quedarme mirando, así que he decidido
venir a hablaros.
Henry notó cómo Chris le miraba de arriba a abajo y se mordía los
labios.
—Yo soy Bran, él es Chris y él Henry —les presentó Bran.
El tipo sonrió al escuchar el nombre de Henry.
—Yo soy Derek. Mis amigos están en aquel reservado —dijo
señalando la parte de arriba, donde había un grupo mirándoles—. Si
queréis uniros estáis totalmente invitados. Os prometo que son tan
guapos como yo.
Chris y Bran sonrieron.
—Genial —soltaron al unísono, entusiasmados con la idea.
Ya iban a dirigirse allí, cuando Chris vio que Henry no se había
movido.
—¿Qué pasa? —le preguntó al oído.
—¿Te acuerdas cuando te dije que podría estar con otro? —preguntó
de pronto Henry. Chris asintió—. Mentí.
Chris bajó sus hombros desanimado, en realidad ya lo sabía. Parecía
que Jake iba a tener razón y el rubio solo acudió por despecho.
402
Desirée Arjona Peña ♥

Hacer algo que no se quería, y además por despecho, era algo de lo


que cualquiera se arrepentiría a la mañana siguiente. Chris suspiró,
no iba a insistir en que Henry ligara con nadie más porque no era lo
que realmente quería.
—Iré a inspeccionar, si están buenos de verdad vendré a buscarte
corriendo.
Henry soltó una carcajada.
—¿Y si no?
—Volveré aún más deprisa —dijo sonriendo y siguiendo a Bran.
Henry pidió otra copa bien cargada y se la bebió de un trago. Al
menos tendría algo de provecho aquella noche y se emborracharía.
—Vaya, el más guapo, y el más difícil por lo que veo —escuchó a
sus espaldas.
Derek estaba detrás de él con aquella sonrisa.
—¿Tú no te vas? —inquirió Henry. Qué calor tenía.
—¿Por qué lo iba a hacer si tú no vienes?
Henry soltó una pequeña risa.
—¿Has invitado a mis amigos para ligarme a mí?
—Ajá.
—Buena jugada —le concedió—. Pero a mí no me da miedo
quedarme solito.
—A lo mejor mi plan era que te quedases solito —dijo el tal Derek
acercándose a él—. No pienses que es la típica frase, pero no vienes
mucho por aquí, ¿a que no? —preguntó con verdadera curiosidad—.
Estás tenso, y eres demasiado guapo para ser tímido. Has salido hace
poco del armario, ¿verdad? —aventuró Derek—. Eso o acabas de
salir de una relación muy larga.
Henry le miró sorprendido, para después hacerlo con molestia.
—¿Qué eres? ¿Un puto psicoanalista?
Derek rió y negó con la cabeza.
403
Only Three Wishes ♥

—No, un seductor nato.


Henry alzó una ceja, pero divertido.
—¿No me digas?
Derek volvió a asentir y se acercó aún más a Henry.
—Y lo debo estar haciendo de puta madre si aún no me has
mandado a la mierda como a los demás.
—Eres más guapo que el resto, solo eso —se limitó a decir Henry.
Se sentía cada vez más acalorado, y el tío ese no dejaba de acercarse
a él. Estaba perdiendo la razón, lo notaba porque estaba dejando que
ese tío acercara su boca a su oreja.
—¿Y qué más necesitas para que podamos subir a un nivel más? —
preguntó el tipo. Henry sintió un escalofrío en la espalda, podía
sentir su aliento en su piel, y sus manos comenzando a tocarle la
cintura—. Si lo que necesitas es algo para no pensar… tengo lo que
quieras —Henry salió de pronto de ese lapsus. ¿Qué acababa de
decir aquel imbécil?—. Vamos al baño y…
—Aparta tu lengua de mi oreja —ordenó con la voz helada.
El tipo dudó, por lo que Henry le apartó de un empujón y le dejó allí.
¿Qué se creía que era ese gilipollas? No había tomado ni una sola
droga por Jake, iba a hacerlo por ese tonto. ¡Lo que había que oír!
Iba despotricando mentalmente contra aquel chico, cuando casi se
choca con alguien. No lo hizo, porque al ver de quién se trataba,
paró en seco.
—Hablando del rey de Roma… —dijo de pronto Henry.
Jake alzó una ceja y sonrió de medio lado.
—¿Es que ibas pensando en mí?
Qué guapo iba el cabrón, pensó Henry con rabia. Llevaba sus
pantalones ceñidos, con una cadena de adorno, y una camiseta
oscura que resaltaba su musculatura. Henry se limitó a hacer una
mueca ante aquella pregunta.
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Desirée Arjona Peña ♥

—¿Qué estás haciendo aquí?


Jake se encogió de hombros.
—Chris me ha invitado.
—¿Y desde cuándo aceptas las invitaciones de Chris? —inquirió
Henry.
—Hoy no tenía nada que hacer, así que no vi ninguna razón para no
hacerlo —mintió Jake—. ¿Y tú?
—Quería divertirme un poco —contestó Henry con una sonrisa
socarrona.
Jake sintió su pecho calentarse de rabia. No podía evitar cabrearse,
no podía evitar morirse de celos. Lo estaba sintiendo en su casa, y
ahora podía estallarle, viendo cómo a su alrededor todos se morían
por aquel hombre, y que si Henry quería, podía tenerlos a todos.
—¿Y lo estás haciendo? —preguntó Jake como si fuera una cuestión
sin importancia.
—Un montón —contestó siendo él esta vez el que mentía. Pero
ahora se sentía algo más animado. Jake estaba allí—. ¿No has traído
a tu novio?
—No.
—¿Y eso por qué?
Jake se quedó un largo segundo en silencio, hasta que contestó.
—Porque no le iba a gustar la razón por la que he venido.
—¿Y qué razón es esa? —quiso saber Henry.
—Tú.
Henry sintió su pecho pararse de repente.
—¡Jake! —escuchó el rubio de pronto a sus espaldas.
Chris llegó hasta ellos junto a Bran, que se le iluminó la cara al ver a
Jake.
—Al final has venido.

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Only Three Wishes ♥

—Sí, no echaban nada en la tele —dijo Jake con una sonrisa


encantadora, que dejó sin aliento a todo el que la vio.
—¿Te acuerdas de Bran? —preguntó Chris.
—Sí, claro —dijo Jake tendiéndole la mano—. ¿Qué tal?
Bran le tomó la mano y tiró de él, acercándole de golpe.
—Muy bien, ahora que te veo. Yo me acuerdo todos los días de ti —
dijo de pronto, haciendo que Jake abriera los ojos de par en par y a
Henry casi le saliera humo de la cabeza.
Chris se apresuró a quitarle a Bran de encima.
—No le escuches, está borracho —dijo con una risa nerviosa.
—¿Qué pasó con esos tíos? —preguntó Henry de pronto.
—Eran unos gilipollas. Mejor no estar cerca de esa gente —contestó
Chris, pero Henry no le escuchó al ver a un nuevo tío acercarse a
Jake.
Chris volvió a hablar, pero tampoco le escuchó, seguía fulminando
con la mirada al pesado que tenía el moreno pegado.
—Tengo novio —le dijo Jake al tipo con voz seca.
—Pero no está aquí ahora, ¿no? —dijo el tipo baboso con una
sonrisa.
—Sí está —intervino Henry de pronto, haciendo que el tipo le
mirara con molestia y desapareciera al instante.
Jake le miró agradecido.
—No recordaba que en estos sitios la gente fuera tan babosa.
—¿Bromeas? —inquirió Henry alzando una ceja—. La última vez
me manosearon el culo cientos de veces —recordó. De pronto Jake
soltó una carcajada, demasiado fuerte para haber sido del comentario
de Henry—. ¿De qué te ríes?
—Acabo de recordar lo poco que tardó Chris en descubrirnos —dijo
Jake entre risas.

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Desirée Arjona Peña ♥

Henry no pudo evitar contagiarse de ellas al recordar aquel suceso.


Y por un momento, volvieron a ser ellos dos, riendo como antes,
como en la otra vida. Así estuvieron largo rato, hasta que Henry se
dio cuenta de que Chris se había marchado, y recordó que ya no eran
ellos dos.
—¿Por qué has venido Jake? —preguntó Henry cobrando la
seriedad.
Jake dejó de reír y miró el rostro sin sonrisa del rubio.
—Porque no quiero que hagas ninguna estupidez —confesó.
—¿Como cuál?
—Liarte con el primero que encuentres.
Henry alzó una ceja.
—¿Y eso es una tontería?
—Lo es, si no quieres hacerlo.
—¿Y por qué crees que no quiero?
—Porque te conozco.
Henry bufó ante aquello.
—Pues estás muy equivocado. Y no necesito que vengas a cuidarme,
ya soy mayorcito.
Iba a largarse de allí, pero Jake le agarró del brazo.
—¡Estás haciendo todo esto por lo que hablamos ayer!
—Sí, ¿y qué? —le espetó—. ¿Y qué si lo hago por vengarme de ti?
—Que mañana te arrepentirás.
—Lo dudo mucho —le espetó Henry antes de mirar a Jake con
odio—. Es más, estaré feliz de que hayas probado tu propia
medicina.
—¡Yo no estoy con Alex para vengarme de ti! —exclamó.
—Tampoco estás con él porque le quieras.

407
Only Three Wishes ♥

Aquello fue como una bofetada. La respiración de Jake se aceleró.


Estaba siendo un idiota. ¿Por qué tenía que ir detrás de Henry
siempre? ¿Cómo podía ser siempre tan estúpido?
—¿Sabes qué? ¡Haz lo que te dé la gana! ¡Fóllate al primero que
veas! ¡Móntate un trío si quieres! No sé por qué me importa lo que
hagas…
—¡Exacto! No tiene por qué importarte, porque tú eres muy feliz
con tu novio.
—¡¿Y tú con tu novia?!
—Esto no tiene nada que ver con ella. Solo voy a pasar el rato.
Henry volvió a girarse, pero Jake se apresuró a sujetarle del brazo de
nuevo.
—Henry, no lo hagas. Crees que con eso me vas a hacer daño a mí,
pero también te lo harás a ti.
—Quítame las manos de encima —dijo dando una sacudida—.
Puedes quedarte a mirar si quieres.
La cara de Jake se quedó sin expresión al oírle. Henry no volvió a
mirar hacia atrás. Se mezcló entre la gente buscando al que fuera que
hiciese que olvidara por un rato a Jake, o que hiciese que el moreno
le rogara que volviera con él. Prefería esa segunda, pero cualquiera
le valdría. Estaba bastante borracho, y sus sentimientos se veían
multiplicados por tres. Despechado, cabreado y con aquel mal de
amores, encontró a Derek. Hablaba con otro tío, su suplente. Henry
se adelantó y giró a Derek para que le mirara. No se molestó en
decirle nada, cuanto menos hablara mejor. Lo hizo sin pensar. Le
agarró de la nuca y le besó. Si lo hubiera meditado tan solo un
segundo, estaba seguro de que no lo habría hecho. Espero que estés
mirando esto, Jake, pensó con toda la maldad que pudo. Derek no
tardó nada en corresponderle, sobre todo al ver que era el rubio tan
guapo que había intentado ligarse hacía unos momentos. Que le
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Desirée Arjona Peña ♥

dieran al pecoso con el que hace un momento intentaba liarse, ahora


tenía el premio gordo del local. Le rodeó la cintura y le estrechó
junto a él. Era difícil saber cómo había acabado siguiendo a Derek
hasta los baños. Entraron en un cubículo con violencia, besándose y
acariciándose. Derek empotró a Henry contra la pared. Henry quería
dejar la mente en blanco, disfrutar y solo disfrutar. Apretó más a
Derek contra sí. Parecía que el chico ya estaba duro, podía sentirlo
contra su muslo. Él aún no lo estaba, pero lo estaría, tendría que
estarlo. Derek metía su lengua en la boca de Henry, comenzando a
dar leves vaivenes con su cintura. Aquel chico estaba buenísimo,
posiblemente fuera el tío más guapo con el que había estado jamás, y
ahora le tenía todo para él, pero aún le notaba tenso. Sacó su lengua
de su boca y la llevó desde su mejilla hasta la oreja. Notaba la
respiración del rubio en su cuello. Dios, cómo le estaba poniendo. Se
separó de él y se apoyó en la pared de en frente, mirándole con ojos
llenos de deseo. Se metió la mano en el bolsillo.
—Creo que necesitas algo —dijo Derek con una pícara sonrisa.
—Sí, que te calles y vengas aquí.
Derek le ignoró y sacó de su bolsillo una pipa de cristal. Con el
mechero hizo burbujear su contenido y tomó una larga calada. El
humo inundo todo. Solo fue durante un segundo. Henry iba a gritar
al tío, pero cuando el humo se disipó no era Derek, sino Jake,
fumándose uno de sus cigarrillos. Le sonrió. Jake se acercó a él con
aquella sonrisa suya. Henry pensó que le iba a besar, y se lamió los
labios esperándolo, pero el beso no llegó. Jake tomó una calada, y tal
y como solía hacer, le echó el humo en los labios. Henry
inevitablemente lo respiró. Pero aquello no era uno de los cigarros
de Jake, ni siquiera uno de sus porros. La sensación de subida fue
casi instantánea. Se lanzó contra Jake, le beso con furia y fiereza.
Jake soltó una pequeña risa ante el repentino cambio en Henry. El
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Only Three Wishes ♥

rubio, sin demora, le arrancó la camiseta al otro. Pasó sus manos por
todo aquel pecho perfecto mientras devoraba su cuello. Mordía,
lamía y besaba toda aquella piel. Estaba sudando, tenía la piel llena
de brillo por ello. Los gemidos y jadeos no cesaban. Jake se giró
colocando a Henry contra la pared. Se deshizo de su camiseta tal y
como había hecho anteriormente Henry con él. Comenzó a bajar su
lengua, por su cuello, por su pecho, deteniéndose en uno de sus
pezones, y lo mordió, haciendo que Henry gimiera con fuerza. Lo
maltrató hasta dejarlo rojizo y duro. Continuó su descenso hasta los
abdominales. No podía haber nada más perfecto que aquel cuerpo.
Detuvo su lengua en el ombligo de Henry y jugó con él. Notó cómo
la mano de Henry le acariciaba la cabeza, enredando sus dedos en su
cabello. Se arrodilló frente a la bragueta de Henry, desabrochó el
cinturón y bajó con una lentitud tortuosa la cremallera. Deslizó el
pantalón y sin poder esperar más, los boxers del rubio. Había
conseguido lo que quería, el rubio tenía un gran problema entre las
piernas. Muy grande. Henry gimió al sentir aquella lengua sobre la
punta. No podía esperar más, tiró de la cabeza del chico para que la
tomara entera en su boca. Henry gemía entrecortadamente, y movía
su mano al ritmo que él quería, primero despacio y cada vez más
fuerte. Sus caderas se movían inevitablemente con el vaivén.
Continuó así por unos largos cinco minutos, hasta que sintió una voz
en el oído.
—¿Te ha gustado?
—Sí… —contestó, pero algo en la voz le hizo incomodarse. Abrió
sus ojos por fin, y la realidad fue aplastante.
—Bien —dijo Derek con una sonrisa—. Lo que sigue ahora te va a
gustar más.
Henry se sintió vacío de pronto, y sobre todo, desilusionado. ¿Qué
coño estaba haciendo? Seguía borracho, y seguramente hasta hacía
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Desirée Arjona Peña ♥

un minuto estaba colocado. Fue a apartar a Derek, pero éste ya


estaba de nuevo besando sus labios. ¿Por qué Jake no había ido a
buscarle? ¿Por qué no había ido a por él? Era lo único que quería,
que en ese momento Jake abriera la puerta y quitase a ese tío de
encima de él. Tenía a aquel chico haciendo manualidades con su
erección, y él solo podía pensar en Jake.
Vamos, Jake, ven y dejaré todo esto, pedía mientras Derek ya
comenzaba a bajarse sus pantalones. Solo me importas tú, joder. No
necesito a ningún otro hombre. Solo tú, pensaba con desesperación.
Párame, por favor.
Henry se apretó con Derek, le besó con brusquedad dirigiendo ya su
mano al interior de sus boxers. Un repentino golpe, tronó en la
puerta. Derek se detuvo. Pensó que sería el típico pesado que quería
entrar a mear, pero volvieron a golpear la puerta y esa vez gritaron el
nombre de su acompañante.
—Henry, abre la puerta.
Henry se acomodó la ropa y abrió apresuradamente. Sin embargo, no
encontró a quien deseaba encontrar. Chris tiró de él y le sacó de allí.
—¡Eh, imbécil! ¿No ves que estamos ocupados? —inquirió
bruscamente Derek vistiéndose también.
—¡Lárgate si no quieres que meta tu cabeza en el retrete!
Derek chascó la lengua y mantuvo la mirada de Chris unos
segundos, pero viendo que aquello podía terminar muy mal, se largó
del baño. Chris miró a Henry y negó con la cabeza.
—¿Qué coño estabas haciendo?
—¡Lo que tú querías que hiciera! —exclamó de pronto Henry.
—¡¿Yo?! —inquirió Chris.
—¡Llevas toda la puta noche incitándome a esto! ¡Pues ahí lo tienes!
Chris miró a su alrededor, había dos tíos mirando el espectáculo que
estaban montando. Agarró el brazo de Henry.
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Only Three Wishes ♥

—Ven aquí —dijo tirando de él y volviendo a meterle donde


acababa de sacarle con Derek. Cerró la puerta—. Lo hice porque
pensé que era lo que querías, pero no lo es. Tú no quieres liarte con
tíos que conoces en una discoteca, tú no quieres rollos de una noche.
Henry frunció el ceño. ¿Y él qué cojones iba a saber de lo que
quería?
—¡¿Y qué coño quiero?! —preguntó con brusquedad.
—A Jake —contestó Chris—. Y haciendo esto no le vas a conseguir.
De pronto, Henry agarró a Chris de la camiseta y le empotró contra
la pared con fuerza.
—Deja de hablarme de Jake —gruñó Henry entre dientes con una
fría voz.
Y ocurrió algo que Chris jamás hubiera previsto o sospechado.
Henry pegó sus labios a los suyos, y no se limitó a eso, los
entreabrió para tomarlos y poder meter su lengua entre ellos. Chris
abrió los ojos de par en par, y actuó en cuanto reaccionó. Giró la
cabeza.
—He-Henry, ¿qué haces? —preguntó totalmente confuso.
Henry, habiendo perdido los labios de Chris, se concentró en su
cuello y oreja, pegando su pelvis a la suya.
—Vamos Chris, llevas queriendo esto desde que nos conocimos —le
susurró y volvió a besarle, buscando su lengua.
Chris forcejeó hasta poder liberar de nuevo sus labios.
—¡Henry, q-quítate de encima! —ordenó con dificultad.
—¿Es que ahora que estoy dispuesto a dártelo te vas a echar atrás?
—preguntó comenzando a tocar con su mano el cuerpo de Chris.
—¡Henry, para!
—Ahora necesito que tú me lo des, Chris —suspiró Henry contra el
cuello de su amigo.

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Desirée Arjona Peña ♥

Chris, sin ver otra opción, empujó con brusquedad a Henry, y le dio
una bofetada.
—¡Basta ya! —gritó entonces. Henry bajó la mirada y se apoyó
contra la pared que tenía a sus espaldas—. ¿Qué coño te pasa? —
quiso saber Chris totalmente alucinado. Miró a su amigo con
verdadera preocupación—. Estás perdiendo totalmente la cabeza.
Henry, de pronto, se dejó caer de rodillas en el suelo. Chris se
apresuró a acuclillarse frente a él.
—Dime qué te pasa, por favor —le pidió Chris.
Entonces, Henry abrazó con fuerza a Chris.
—Le quiero demasiado —dijo con desesperación empezando a
llorar, y escondiendo el rostro en el pecho de su amigo. Chris abrió
los ojos sorprendido. Rodeó a Henry con los brazos y le apretó con
fuerza—. No puedo vivir sin él, Chris, no puedo.
Le apretó aún más si se podía.
—Ya lo sé… —le dijo acunándole.
—He intentado olvidarle, de verdad que lo he intentado —sollozó
sin poder contenerse—. Pero no puedo más…. Necesito que vuelva a
mí, Chris, por favor —pidió Henry sin poder contener sus lágrimas
por más tiempo—. Necesito que vuelva a quererme.
Continuó llorando en brazos de Chris, que no le soltó en ningún
momento. Agradecía que su amigo estuviera allí con él, pero Henry
necesitaba a otra persona, desesperadamente, porque si no, ya sabía
por seguro, que jamás sería feliz.

413
Only Three Wishes ♥

Había visto a Henry caminar hasta un hombre, y le besó sin más.


Puede que fuera verdad que había probado su propia medicina.
Ahora sabía lo que era ver a la persona que amas con otro, y fue
mucho peor de lo que imaginó. Se quedó allí clavado, con unas
inmensas ganas de llorar. Le estaban rompiendo el corazón delante
de sus narices, sin ningún reparo. ¿Eso era lo que quería Henry?
¿Aplastarle el corazón? Tuvo que apoyarse en la barra. Ni siquiera
escuchó a los tíos que se le acercaban fingiendo que les preocupaba
lo que le ocurría, pero que en realidad solo estaban pensando en su
culo. Jake sentía una agonía increíble, y se sintió morir cuando
Henry desapareció con él y fueron directos al baño. Quiso dejarse
caer en el suelo y sollozar, preguntarle a gritos por qué le hacía
aquello. ¿Por qué era así con él cuando él lo único que hacía era
amarle con locura?
—Parece ser que se lo ha llevado al baño —escuchó Jake a su lado.
—Lo colocará y se lo follara, lo de siempre —dijo un tipo a otro
entre risas.
—Esta vez sí que le envidio. Ese rubio debe tener un culo para
comer en él.
Jake se aguantó las ganas de partirles la cara y salió disparado hacia
el baño. Debía sacar a Henry de allí y de las manazas de aquel
yonqui de mierda. Sin embargo, se paró a medio camino. Henry no
le escucharía, ya le había pedido que no lo hiciera y se rehusó a
hacerlo. Es más, Jake sentía que había sido su aparición la que le
llevó a hacerlo. Si aparecía allí lo único que haría era empeorar las
cosas. Resopló y comenzó a buscar a Chris. Era difícil cuando un
montón de hombres le hacían barrera para que bailara con ellos,
bebiera algo con alguno, o directamente para sobarle a gusto.
Cuando consiguió hacerse paso, vio a Bran, que estaba entretenido
con un pelirrojo.
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Desirée Arjona Peña ♥

—¿Dónde está Chris? —preguntó Jake de pronto.


Bran dejó de besarse con aquel tío y miró a Jake. Casi se le salieron
los ojos.
—¿Te apetece unirte a nosotros, Jake? —preguntó con una pícara
sonrisa, ignorando totalmente la pregunta del moreno.
Jake resopló frustrado, cuando escuchó la voz de Chris.
—¡Ey Jake! ¿Y Henry?
Casi le arrancó el brazo cuando tiró de él para llevarle a los baños.
Chris miraba a Jake sin entender nada, pero se dejó arrastrar.
—Entra ahí y saca a Henry.
—¿Qué?
—¡Tú hazlo! —exclamó Jake pero Chris no se movió—. Por favor,
Chis, a mí no me va a escuchar. Sé que piensas que lo hace porque
quiere, pero…
—Ya sé por qué lo hace —le cortó Chris—. Hace un rato me dijo
que no le interesaba nada de esto…, y has aparecido tú… —
suspiró—. Joder —maldijo antes de entrar.
Jake esperó fuera con impaciencia. Estaba preocupado por lo que
pudiera estar pasando dentro. Justo se disponía a entrar, cuando vio
salir al tío con el que Henry se había marchado.
—¡Eh! —le llamó Jake.
El tipo se dio la vuelta. Tenía la empalmada del siglo, por lo que al
aparecer un bombón como Jake ante él, la boca se le hizo agua.
—Hola guapo, ¿te apetece…? —comenzó a decir, directo al grano,
antes de que Jake le agarra del cuello—. ¡Ah!
—Como vuelvas a acercarte a Henry te abro en canal, ¿me oyes? —
gruñó Jake con furia y voz amenazante.
Derek se quitó de encima al moreno con una fuerte sacudida. Chascó
la lengua.

415
Only Three Wishes ♥

—Tranquilo, nene, no lo haré. Es demasiado paradito para mi gusto


—dijo con desdén antes de aparecerle una malévola sonrisa en el
rostro—. Incluso después de inflarle los pulmones a crack.
Los ojos de Jake se encendieron. Se lanzó contra él lleno de rabia.
Aquel gilipollas no iba a vivir para contar que había drogado a
Henry, ni de coña. Iba a arrancarle los huesos. Logró darle dos
buenos puñetazos, lo suficiente fuertes como para romperle la
mandíbula. Hubiera seguido hasta hacerle picadillo, de no ser porque
alguien le apartó.
—Te voy a matar. Te voy a matar —le juró. Levantaron al tipo con
dificultad. Jake pensó que con eso tendría para dos semanas
comiendo a base de sopa—. ¡Quitad! —gritó a los tíos que le tenían
sujeto.
Se apresuró a entrar al baño. Esperaba que Henry estuviera bien, o
mataría a aquel tipo y luego se moriría él mismo. Paró en seco al
escuchar la voz de Chris.
—Dime qué te ocurre, por favor.
Jake se alertó. Vio los pies de Chris y Henry en uno de los baños y
se dispuso a abrir, pero la contestación de Henry, le dejó paralizado.
—Le quiero demasiado —escuchó el sonido más doloroso para él,
Henry llorando—. No puedo vivir sin él, Chris, no puedo.
El cuerpo de Jake no reaccionaba, tal vez porque su cerebro era
incapaz de mandarle ninguna orden, ya que estaba escuchando llorar
a Henry, pero no solo eso, llorar por él.
—Ya lo sé… —oyó a Chris decir.
Jake se metió en el cubículo del fondo para poder escuchar.
—He intentado olvidarle, de verdad que lo he intentado —sollozó
Henry.
Jake apretó los labios al sentir su pecho temblar. Se tapó la boca para
ahogar un sollozo. Sintió sus piernas temblar, y sin poder
416
Desirée Arjona Peña ♥

mantenerse en pie, se dejó caer en el suelo. Apoyó la cabeza en la


pared, y miró el mugriento techo.
Yo también lo he intentado, pero es inútil, Henry, pensó Jake de
pronto, comenzando a llorar en silencio.
—Pero no puedo más… Necesito que vuelva a mí, Chris, por favor.
Necesito que vuelva a quererme —escuchó pedir a su único amor.
Jake apretó los ojos, y las lágrimas se le escaparon mojando sus
mejillas.
Nunca he dejado de hacerlo, estúpido Piolín. Solo dímelo, joder.
Dime a la cara que me necesitas, que me quieres, y deja de hacerme
sufrir…

Hacía rato que Chris se había llevado a Henry, y por suerte no le


vieron. Él seguía allí llorando, hasta que un tío le echó a la hora del
cierre. Debía pensar que estaba muy borracho al verle sollozando
mientras caminaba. En realidad, no sabía por qué lloraba. Estaba
triste, pero increíblemente feliz al mismo tiempo, porque Henry le
amaba. Aún lo hacía. Y Jake…, bueno, siempre supo que no había
dejado de hacerlo. Ahora sabía lo que debía hacer. Movería ficha, y
esperaba que el tonto de Piolín diera el paso. Porque Jake necesitaba
que lo diera. Jake necesitaba que Henry se lo pidiera. Porque así lo
prometió y así sería.

417
Only Three Wishes ♥

Capítulo 17
—¿Por qué tenemos que ir nosotros? —quiso saber Kire siguiendo a
sus tres amigos por las calurosas calles de Beverly Hills.
Shorty tenía tantas ganas de ir como Kire, pero al ser su boda, no
tenía más remedio que ser el que tirara de sus amigos para aquellos
eventos.
—Porque tú también vas a llevar traje, ¿no? —inquirió Shorty.
—Pero solo porque me obligáis —contestó Kire—. Yo podría ir con
cualquier cosa.
Jake se metió las manos en los bolsillos y miró hacia atrás sin dejar
de caminar.
—Si me hubierais hecho caso a mí y celebrarais la boda en la playa
podríamos ir en bañador.
—Sí, pero entonces me hubiera tocado pagar todo a mí —repuso
Shorty.
—¿Te van a dejar escoger algo? —preguntó entonces David.
—Me temo que de la boda nada —dijo, pero sin pena alguna. Sonrió
con picardía—. Pero Claire me ha dicho que tendré todo el mando
en nuestra noche de bodas.
David le devolvió la sonrisa, con mirada cómplice. Kire chascó la
lengua.
—Qué cabrón, por eso nos estás arrastrando a una tienda pija por
unos trajes —refunfuñaba por detrás.
—¿Podremos al menos escoger el color? —quiso saber David—. Me
teñiré el pelo del color de la corbata, por lo que no me gustaría que
fuera ni negra ni blanca.
—Será azul —le aseguró de pronto Jake.
David le miró sorprendido.

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Desirée Arjona Peña ♥

—¿Cómo lo sabes? —preguntó.


—Porque la reina de las nieves querrá que haga juego con los ojos
de su hijito Piolín —respondió Jake.
David abrió la boca con un gesto de indignación.
—¿Él tiene que vestirse como nosotros?
—Claire, o mejor dicho, su madre —se corrigió—, quiere que los
invitados principales vayan conjuntados. Además, tenéis que ir
emparejados con las damas de honor, y son cinco.
Kire compuso una expresión pervertida.
—Eso ya me gusta más.
—Espera, espera —dijo David—. Si Henry se suma a nosotros, Allie
ya no querrá ser mi pareja.
Todos pusieron los ojos en blanco. Shorty suspiró.
—David, no creo que para Allie sea muy importante con quién
enganchar su brazo.
Jake se carcajeó.
—En eso te equivocas —dijo—. Esa loca haría lo que fuera por
rozar un pelo de Henry.
David emitió un gruñido. Jake no supo si fue por la frase en sí, o por
haberla llamado loca. Shorty se paró frente a la elegante tienda de
vestidos y trajes de boda. Su fachada era blanca, impecable, con
letras elegantes en cursiva y detalles demasiado pomposos.
—Aquí estamos… —anunció entonces. Sus amigos pudieron ver
aquella tienda, que con su fachada, dejaba totalmente claro que aquel
no era un sitio para ellos. Shorty se dio la vuelta y les miró con
seriedad—. Sed amables.
Kire compuso una mueca y se apresuró a seguir a Shorty, que ya
entraba. Jake se dispuso a subir el escalón frente a la puerta, cuando
escuchó a David hablar tras de él.

419
Only Three Wishes ♥

—Espera, Jake —dijo. Jake se dio la vuelta—. Quiero hablar


contigo.
Jake dejó sus hombros caer, y con un resoplo, miró al cielo.
—¿Ya vas a echarme la bronca por decir eso de Allie? —inquirió
cansado y miró a David—. Pues no lo pienso retirar.
—No es eso —negó David.
—Ah —respondió algo cortado y entrecerró los ojos—. ¿Entonces
qué pasa?
Su amigo le miró con suspicacia.
—¿Por qué se ha marchado Alex a Ámsterdam?
El cuerpo de Jake se tensó de repente. Apartó sin poder evitarlo la
mirada de David.
—Ya os lo dijo, tenía trabajo —se limitó a decir.
Fue totalmente extraño. Aquel día estaba David con Kire ojeando
algunas cartas de sus fans, cuando Alex llegó para despedirse. Les
dijo que había surgido un imprevisto en uno de sus locales y debía
marchase. Jake estaba junto a él, pero se le veía serio y algo
incómodo. Prometió volver para la boda. Kire se abrazó a él largo
rato, David se enfurruñó y se quedó con los brazos cruzados,
quejándose y preguntando si no se podía encargar otro del asunto.
No era ninguna sorpresa su reacción, todos adoraban a Alex. Era
amable, divertido, sofisticado y tenía cosas similares a cada uno de
ellos. Por ello no fue noticia de agrado para ninguno. Sin embargo,
David pudo comprobar que Jake no se veía tan afectado. Se le veía
entristecido, pero algo en él no le daba buena espina. Se veían fríos
el uno con el otro, distantes, molestos, tristes… Eran muchas
sensaciones que solo le llevaban a un lugar.
—Jake, ¿qué está pasando? —quiso saber David sin creerse las
palabras del moreno—. Hace unas semanas discutisteis.
—Eso no fue una discusión —le aseguró Jake.
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Desirée Arjona Peña ♥

Si lo de Alex había sido una discusión, sus peleas con Henry debían
estar a la altura de una guerra mundial, pensó Jake.
—Y la otra noche desapareciste sin decir a nadie a donde ibas.
Jake se tensó de nuevo. David estaba acertando en demasiadas cosas.
—¿Es que ahora tengo que comunicaros a todos los lugares a los que
voy?
—Dime la verdad Jake —le pidió David—. ¿Qué está pasando por
esa cabeza tuya?
Ambos se quedaron serios largo rato. Jake se mordió el labio,
meditando seriamente si debía desahogarse con David. Abrió la boca
para hablar, cuando escuchó a Kire.
—¡Eh! —gritó. Ambos llevaron sus ojos hasta él—. ¿Entráis o qué?
Jake miró a David y se encogió de hombros.
—Hay que entrar —dijo, dejando claro que no era momento de
hablar, y se apresuró a seguir a Kire.
—Ya… —contestó David ya solo, sabiendo que allí había gato
encerrado.

Jake entendió enseguida por qué Kire había acudido tan deprisa a
buscarlos. El señor Woods ya estaba allí junto a la reina del hielo y
su marido. Su expresión no fue nada amable al ver a Jake entrar
junto a Kire. Jake saludó amablemente mientras que ellos se
limitaron a dar una respuesta cortante. Claire estaba sentada en un
sofá mientras bebía champán junto a Shorty. El moreno se alivió al
ver que podrían beber alcohol y hacer aquella velada más corta. Un

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Only Three Wishes ♥

hombre y una mujer con un tono de voz pedante y una forma de


hablar de lo más desdeñosa se acercaron a ellos.
—¿Está todo a su gusto? —preguntaron.
Y tanto, pensó Jake sentándose en el mullido sofá. Elsa comenzó a
farfullar cosas que Jake no estaba escuchando. Se acercó a la mesa y
fue a coger una copa, junto a Kire. En cuanto tocó la copa, recibió
un golpe en la mano.
—¡Ah! —se quejó.
—No te acomodes demasiado —le advirtió el señor Woods.
—¿Por qué? ¿Me vais a echar? —inquirió Jake.
—Tienes que ir a probarte los trajes.
—¿Yo? —preguntó confuso—. ¡Shorty es el novio!
—Todos vais a llevar el mismo traje.
—¿Y por qué tengo que hacerlo yo? —preguntó sin comprender.
Esta vez fue la señora estirada de la tienda la que contestó.
—Porque el novio es algo bajito —dijo mirando a Shorty. Después
señaló a David—. Él muy flaco, y él…—la mujer se calló sin saber
cómo describir a Kire. Carraspeó—. Bueno, usted parece tener la
constitución perfecta para los trajes estándar.
Jake alzó una ceja sin tener ninguna intención de servir de modelo
para esa gente.
—Está claro que si mi hijo estuviera aquí él sería mejor modelo,
pero aún no ha llegado —soltó de pronto Elsa—. Así que levanta y
ve a probártelos.
No hizo ningún movimiento para levantarse, por ello, el señor
Woods le agarró del brazo y le obligó a que lo hiciera. Jake resopló.
—Bueno, pero me llevo una copa para el camino —aceptó, antes de
llenarse aprisa una copa y largarse con los dos dependientes de la
tienda.

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Desirée Arjona Peña ♥

Jake entró a una sala enorme con varios espejos. Había una larga
barra de la que colgaban varios trajes metidos en plásticos. Los dos
dependientes hablaban entre ellos, el hombre con un catálogo en las
manos señalaba los traje que Elsa había escogido personalmente. La
mujer cogió cinco modelos. Dejó cuatro de ellos apartados y le quitó
el plástico a uno.
—Desvístase —le ordenaron de pronto.
Jake agarró entonces el traje.
—Sé vestirme solo, gracias —dijo, pasando de dejarse vestir por
aquellos esnobs, y metiéndose en uno de los probadores
individuales.
El traje era gris. Eso era lo único que podría decir Jake para
describirlo, porque por lo demás…, era un traje. Se puso el pantalón
y la camisa. Después había una especie de chaleco. Se lo abotonó y
se miró al espejo. Parecía un mayordomo. Se había puesto trajes
varias veces en su vida, pero jamás había llevado un chaleco como
esos. Después llegó la corbata. Corbata, por llamarlo de algún modo,
porque más bien parecía un pañuelo. Ahora parecía un camarero.
Agarró la chaqueta, y se la abrochó con parsimonia. Y entonces se
dio cuenta de que la chaqueta era más larga por detrás. La miró
horrorizado, ahora parecía un director de orquesta. ¡Qué horror!
Esperaba que a los demás les pareciera tan horrible como a él,
porque no pensaba llevar tal cosa en público. Salió del probador con
cara de disgusto, sin embargo, en cuanto le vieron aquellos dos
dependientes pijos, se les iluminó el rostro. Jake pensó que se debía
al ver el dinero que ganarían al vender aquella cosa tan fea a los
pardillos ricachones que tenían aquel día como clientes, pero cuando
tiraron de él para que los demás pudieran ver el modelo, se dio
cuenta de que eso no podía ser, ya que los pardillos compusieron la
misma expresión. Frente a los sofás en los que estaban sentados sus
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Only Three Wishes ♥

amigos y la familia Woods, había tres tarimas redondas. Los


dependientes le obligaron a subirse a la central, y ahí le dejaron,
como si fuera el objeto de una subasta. Sus tres amigos le miraron
asombrados. Claire abrió los ojos algo más de lo normal, y llevó su
mirada desde los pies de Jake hasta su pelo. Elsa abrió la boca, y así
la dejó durante varios segundos. Jake, sintiéndose muy incómodo
ante todas aquellas miradas mientras estaba vestido de payaso,
apartó la mirada, metió sus manos en los bolsillos del traje, y relajó
su postura. Elsa se pudo en pie repentinamente.
—Sácate las manos de los bolsillos —le ordenó de pronto, volviendo
a ser la mujer desagradable y frívola que siempre era—, y pon la
espalda recta.
Jake entrecerró los ojos. ¿Quién se creía esa mujer para mandarle?
Lo que tenía que aguantar por Shorty y Claire. Sacó sus manos y se
colocó recto muy a su pesar.
—¿Qué les parece? —preguntó el hombre juntando sus dos manos.
—Estás muy guapo, Jake —apuntó Claire.
Shorty miró a su novia con el ceño fruncido, no le gustó el tono que
uso.
—Mmmm, me gusta el modelo, pero no la tela. Es demasiado
brillante —comentó Elsa.
Los dependientes asintieron.
—Muy bien, pues…
—Pues a mí el modelo no me gusta —soltó Jake de pronto
cruzándose de brazos—. Estas chorreras son muy incómodas, ¿y por
qué la chaqueta es tan larga? —inquirió mirándola con repulsión—.
Pensé que solo las novias tenían que llevar cola en su vestido.
Elsa frunció el ceño.
—Es un frac, no una cola.
—Pues es horrible —aseguró Jake.
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Desirée Arjona Peña ♥

La mujer apretó los puños.


—Tú no estás aquí para elegir —gruñó.
Jake sonrió de lado.
—¿Y por qué elige usted si ni siquiera va a ser la que tenga que
llevar esto?
Los dependientes soltaron una risa nerviosa.
—Será mejor que vayamos a probar otro modelo, uno acorde a todos
los gustos.
—Eso es —asintió Jake en señal de acuerdo, y se bajó la tarima para
no tener que oír las protestas de aquella pesada mujer.
De nuevo, dentro del probador, le dieron el siguiente traje. Esta vez
era negro, y la corbata parecía normal y corriente, sin embargo,
seguía siendo largo por detrás. Cuando salió le volvieron a llevar a la
sala. Las mismas miradas de asombro volvieron a él. No se subió a
la tarima, no quería sentirse el mono de feria de aquella gente. Elsa
resopló irritada. Se adelantó y agarró del brazo al moreno, hasta que
le llevó a la tarima. Jake suspiró. Iba a matar a Shorty después de
aquello. De nuevo empezaron a comentar el nuevo traje. Bla, bla,
bla, el color muy bonito, bla, bla, bla, demasiado simple, bla, bla,
bla… Jake desconectó totalmente de aquello, cuando escuchó la
puerta de la tienda abrirse. El resto también llevaron su mirada hasta
allí. Sus tres amigos compusieron una expresión de asco
inmediatamente, incluso Kire, que estaba radiante de felicidad
comiendo canapés. Henry entró con unas gafas de sol y ropa casual.
Iba distraído pensando en a saber qué, cuando levantó la vista. Jake
no estaba seguro de si le estaba mirando a él, pero el rubio se quedó
unos segundos allí parado, mirando en su dirección. Jake, como
siempre que veía a Henry, se quedó bloqueado, mirándole como si
solo estuvieran ellos dos en la escena. Henry todo lo que podía ver
en aquella sala era a Jake, vestido con un traje que le sentaba como
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Only Three Wishes ♥

un guante. Podía asegurar que era el moreno quien alumbraba toda


aquella habitación vestido así. Estaba tan cansado, que aún después
de darse cuenta de que le estaba mirando como un idiota, no apartó
la mirada. Su madre llegó a su lado y le besó en la mejilla. Fue
entonces cuando Henry desvió la cabeza con lentitud. Jake salió de
su burbuja cuando Henry dejó de mirarle. Se sonrojó sin poder
evitarlo, allí subido, con aquel estúpido traje, se sentía ridículo, y
estaba seguro de que Henry estaba aguantando las ganas de reírse.
—¿Puedo bajarme ya? —preguntó Jake impacientándose y deseando
dejar de ser el centro de atención.
Elsa asintió con lentitud. Jake se apresuró a bajar y a seguir a los
dependientes. Henry miró de soslayo cómo se marchaba. No supo
nada de él después de que se largara con aquel tipo al baño. Supuso
que se había marchado en cuanto le vio besarse con él. Henry aun
sentía nauseas en el estómago por todo lo que hizo. Ojalá pudiera
borrar aquella espantosa noche. Tampoco había visto a Chris, había
estado evitándole toda la semana. Con Jake no hizo falta hacerlo,
estaba seguro de que el moreno no quería saber nada de él nunca
más.
—¿Por qué has tardado tanto? —preguntó su madre.
—Estaba ocupado —se limitó a decir Henry, y se sentó en aquel
sofá al lado de su padre.
—¿Qué te ocurre? —preguntó su padre al mirarle bien—. Quítate
esas gafas, aquí no hay sol.
—Déjalo, papá —dijo evitando su mirada.
Su padre se incorporó y alargó la mano.
—Trae aquí —dijo de pronto tomando a Henry desprevenido y
arrebatándole las gafas de sol.

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Desirée Arjona Peña ♥

Henry desvió la mirada, y su madre le miró con horror. Su hijo había


perdido color en la piel y presentaba grandes ojeras bajo sus ojos. Le
agarró del mentón y le obligó a mirarla. Kire sonrió.
—Alguien ha tenido una noche de juerga —susurró a David.
Ojalá hubiera sido eso, pensó Henry escuchando a aquellos idiotas.
Llevaba una semana sin poder pegar ojo y casi sin poder comer.
Solía decir que era a causa del trabajo, a quien le preguntaba, pero la
verdadera razón era otra muy distinta. Jake. Jake. Jake. Siempre
Jake. Su madre le miró indignada y le dio un manotazo en el pecho.
—Así que vienes tarde porque tenías resaca —le reprendió de
pronto.
Henry se recostó en el sofá. No dijo nada, que pensaran eso era
mejor que la verdad. Su madre tiró de él y le obligó a levantarse.
—Pues esa no es excusa para quedarte tirado en el sofá —gruñó—.
Ve tú también a probarte trajes.
Henry se pasó la mano por el pelo, y muy a su pesar, se dirigió al
interior acompañado por su madre, que ya iba dando instrucciones a
la dependienta. Henry miró alrededor del probador en busca de Jake,
pero no le vio por ninguna parte.
—Ese modelo lo tenemos en el almacén —le dijo la mujer a Elsa.
—Pues vaya a por él. Toma Henry, tú pruébate este —ordenó Elsa.
Jake, dentro del probador individual, se tensó al escuchar el nombre
de Henry. Se agachó levemente y miró por el hueco los pies del
rubio. Se levantó como si le hubiesen dado una descarga y se mordió
el labio.
—Azul, del color de tus ojos —comentó la madre de Henry con una
risita. Jake puso los ojos en blanco, estaba seguro que nadie conocía
a los Woods como él—. Sal cuando estés listo.
Elsa empujó a su hijo al probador contiguo de Jake y se marchó.
Henry suspiró una vez dentro y comenzó a desvestirse. Cuando todo
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Only Three Wishes ♥

quedó en silencio, se dio cuenta de que no estaba solo. Tal y como


había hecho Jake, bajó su mirada para ver por el hueco. Los pies de
Jake, únicamente vestidos con unos calcetines oscuros, estaban al
otro lado. Henry se incorporó a prisa. Tenía que decirle algo. ¿Una
disculpa? No, de eso no sería capaz. ¿Hablarle sin más? No sabía si
eso sería una buena idea. Una mala respuesta de Jake y se le caería
el mundo encima. ¿Desde cuándo le costaba tanto hablar?
—¿A ti también te han obligado desfilar para la nueva colección de
“novios capullos”? —escuchó a Jake al otro lado.
Henry sonrió levemente. Jake no sonó muy amable, pero al menos le
hablaba.
—Sí —contestó tratando de que no le temblara la voz—. Parece ser
que andabais escasos por aquí de hombres con buena percha.
Jake se mordió el labio escondiendo una tonta sonrisa.
—No es eso. Es que los dependientes no habrían podido soportar la
tentación de ver a Kire desnudo —bromeó.
—Yo creo que temían que un botón saliera disparado del traje y les
dejara tuertos —apuntó Henry al tiempo que se quitaba su camiseta.
Jake negó con la cabeza al tiempo que chascaba la lengua y reía por
lo bajo. Se hizo el silencio. Henry no quería dejar de hablar.
Carraspeó con el corazón a mil por hora.
—No…, no te vi irte la otra noche —comenzó intentado no sonar
interesado, apresurado, preocupado, o simplemente idiota.
Los vaqueros de Jake cayeron al suelo. Estaba dudoso sobre cómo
debía contestar a aquello. ¿Debía ir por el lado pacifico u hostil?
¿Directo o no directo? Decidió ser pacifico, pero directo. Dejó
escapar una pequeña risa.
—Supongo que porque estabas muy ocupado —dijo intentando no
sonar dolido, sin embargo, no lo logró del todo.
La mirada de Henry cayó unos centímetros.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Ya… —dijo algo apenado mientras dejaba caer también sus


pantalones. Deseó no tener una estúpida pared de madera entre ellos
y poder ver el rostro de Jake, solo así podía descifrar un poco de sus
verdaderos pensamientos—. Respecto a eso…
El corazón de Jake también se aceleró, demasiado anhelante por
escuchar ciertas palabras de Henry.
—¿Sí? —preguntó para que siguiera.
Henry dudó en si seguir adelante o no.
—Fue un error —dijo al fin.
—¿A qué te refieres?
—No debí forzar las cosas.
Jake sonrió amargamente.
—¿No salió bien tu búsqueda de otro tío? —preguntó sin ninguna
mala intención.
—Salió bien…, pero supongo que no es lo que quiero.
El pecho de Jake subía y bajaba sin parar, denotando sus nervios.
Tragó saliva.
—¿Y qué quieres?
La respuesta tardó tanto que Jake por poco tira abajo aquella
estúpida pared que les separaba.
—Ya sabes… Ahora estoy con Monique y eso —dijo Henry, para
desilusión de Jake. El rubio soltó una risa nerviosa—. Debería dejar
de lado esas gilipolleces —Jake bajó la mirada y frunció el ceño,
pensando en que si iba a dejar de lado esas tonterías, debía decir de
una vez lo que pensaba. Ese hombre iba a acabar con él. Henry
continuó—. Lo que quiero decir, es que fue una niñería. Reconozco
que me puse celoso por lo tuyo con… Alex —dijo pronunciando con
rabia disimulada el nombre del novio de Jake—. Se me fue la olla —
reconoció.

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Only Three Wishes ♥

—Eso ha sonado muy maduro —escuchó Henry a Jake al otro lado,


pero el rubio no captó la decepción en su voz.
—Chris me ayudó un poquito —admitió con una sonrisa que Jake no
podía ver.
Jake se puso la camisa blanca con lentitud, y abrochó sus botones al
mismo ritmo.
—Yo también me puse celoso cuando te vi con ese tipo —dijo de
pronto.
Otro silencio reinó en la sala.
—No esperaba otra cosa —escuchó a Henry.
Los ojos de Jake se ladearon. Su mirada volvió a sus botones, con
tristeza.
—Pero supongo que no podíamos ser el único para el otro siempre,
¿no? —preguntó con esperanza de que Henry dijera lo que en verdad
pensaba.
Se subió los pantalones totalmente absorto y concentrado en la
contestación del rubio.
—Supongo que no —escuchó decir a Henry en lo que pareció un
suspiro.
Como esperaba Jake, no fue la contestación que quería.
—Henry… —comenzó a decir totalmente distraído en su
conversación. El rubio estaba tan atento a las palabras de Jake que se
sobresaltó al escucharle gritar—. ¡Ah!
Henry miró confundido hacia aquella pared.
—¿Qué pasa? —preguntó confuso.
—N-nada… —contestó Jake a duras penas.
Aquel grito sonó a muchas cosas, pero a “nada” desde luego no.
—Jake, ¿qué pasa? —preguntó comenzando a preocuparse.
—Nada, nada —insistió Jake.

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Desirée Arjona Peña ♥

Henry se colocó la chaqueta de su traje y salió de su probador.


Agarró la puerta y se dispuso a abrir.
—¡No entres! —gritó Jake cuando vio que Henry entraba en su
probador.
Pero ya era demasiado tarde. Henry entró y estudió a Jake. Estaba
pegado al espejo, algo encorvado, con una terrible expresión de
dolor. Entonces se fijó en sus manos, ambas pegadas a su
entrepierna.
—¿Qué estás haciendo? —preguntó Henry sin poder comprender
aquella imagen.
Jake se sonrojó.
—Me he pillado con la cremallera —contestó al fin.
Las cejas de Henry se alzaron a la vez.
—¿Qué? —inquirió antes de echarse a reír.
—¡No tiene gracia! —exclamó Jake en un jadeo de dolor.
Henry paró y dio un paso hacia el moreno.
—A ver, déjame ver.
—¡No! —gritó el moreno.
—No voy a hacer nada —le aseguró Henry levantando ambas
palmas—. Solo quiero ver —Jake le miró sin estar seguro, pero con
lentitud, apartó un poco sus manos. Henry se inclinó para poder ver.
—Uff, eso te tiene que doler.
—Y que lo digas —masculló Jake entre dientes. Intentó bajar un
poco la cremallera, pero el dolor fue inminente—. ¡Ah!
—¿Quieres que lo haga yo? —se ofreció el rubio, y para asombro de
Jake, no había burla en su voz. Jake alzó una ceja.
—¿Que te deje manipular ahí abajo? —preguntó incrédulo.
La sonrisa de Henry se ladeó.
—Bueno, no es la primera vez —dijo encogiéndose de hombros.
La frente de Jake comenzó a sudar.
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Only Three Wishes ♥

—No creas que no quiero volver a tenerte ahí abajo —soltó de


repente con una socarrona sonrisa intentando no plasmar su dolor—.
Pero no eres precisamente delicado.
Jake bajó su mirada a su problema, con preocupación. Entonces,
escuchó a Henry reír.
—Vamos, puedo ser muy delicado si quiero —contestó al tiempo
que se acuclillaba frente a Jake. El moreno se resistió cuando las
manos de Henry intentaron hacerse con la cremallera—. Estate
quieto —ordenó apartando las manos de Jake.
Henry estudió lo que tenía ante él. A saber en qué estaba pensando
ese tonto para despistarse de esa manera. Agarró entonces la
cremallera.
—¡No tires, no tires! —le pidió Jake asustado.
—Va a ser muy rápido, ni lo vas a notar —le aseguró Henry.
—No, Henry, no —suplicó Jake realmente acojonado. ¿Ese era el
mismo chico lleno de tatuajes y piercing?, se preguntó Henry.
Aunque claro, una cosa era el brazo y la oreja, y otra muy distinta
aquella zona tan delicada. Jake respiraba agitadamente—. Rompe la
cremallera, por favor.
Henry le miró con horror.
—¿Estás de coña? ¡Son dos mil dólares de traje por lo menos!
—¡Mi polla vale más que dos mil dólares! —le espetó Jake sin
querer que esa estúpida cremallera volviera a pasar por su piel.
—No lo discuto… —admitió Henry, y a su cabecita se le ocurrió
algo de repente. Sonrió levemente—. Hacíamos cosas increíbles con
ella, ¿te acuerdas? —dijo de pronto, haciendo que Jake relajara sus
manos y le mirara totalmente sorprendido—. Dime alguna —le pidió
Henry.

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Desirée Arjona Peña ♥

Jake se olvidó totalmente de aquella estúpida cremallera y solo pudo


pensar en Henry arrodillado ante él, pidiendo que le recordara las
cosas que hacían con su…
—¿Q-que te diga alguna? —preguntó en un balbuceo incrédulo—.
Pues… —comenzó a decir, cuando Henry tiró de la cremallera hacia
abajo en un fuerte y directo tirón—. ¡Ah! —gritó Jake.
—Ya está. Como nuevo, ¿eh? —dijo entonces Henry alzando el
rostro.
—¡Lo has hecho a traición! —exclamó Jake.
—¿Qué estáis haciendo? —escucharon a sus espaldas.
Henry, como un rayo, se puso en pie, y Jake se apresuró a
abrocharse el pantalón, esta vez sin sufrir accidentes. Henry se puso
rojo de vergüenza al ver a su padre mirándoles, más que horrorizado
por lo que pudiera parecer la escena, enfadado.
—L-le ayudaba a… —comenzó a decir Henry, pero su padre no le
escuchaba, miraba únicamente a Jake.
—¿Ya estás vestido? —preguntó el señor Woods al moreno.
—S-sí…
—Pues sal fuera —ordenó con sequedad.
Jake dudó un segundo, pero finalmente despegó su espalda del
cristal, se incorporó, y comenzó a caminar para salir de allí, no sin
antes estudiar la expresión del señor Woods, que miraba con
desaprobación a su hijo. Jake suspiró, eso significaría un pasito
adelante y otro hacia atrás para Henry. El rubio sostuvo la mirada a
su padre cuando estuvieron solos.
—No estábamos haciendo nada —le aseguró, aunque no sabía por
qué.
Su padre no dijo nada, únicamente se apartó de la puerta del
probador para que Henry pudiera salir. Su hijo cruzó la puerta, pero
no pudo ir más lejos, su padre le agarró el brazo.
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Only Three Wishes ♥

—¿Vas a tirar por la borda estos dos años?


Henry frunció sus labios y resopló.
—Ya te lo he dicho, no estaba haciendo nada —repitió.
—Pues ándate con ojo —le advirtió su padre cuando le soltó el
brazo—, porque si piensas seguir a adelante con tu decisión de dejar
el bufete por el fútbol, un “no estamos haciendo nada” no te va a
servir.
Los ojos de Henry se clavaron como un rayo en los de su padre. Iba
a hablar, pero su padre no quería escuchar ni una palabra salir de su
boca, por lo que le cortó.
—Tu madre está esperando —dijo dirigiéndose a la puerta, sin
dejarle replicar.
Henry desvió su mirada hacia un lado. Su respiración se agitó por la
impotencia. Furioso, pateó con rabia la puerta del probador. Nadie
podría tener todo lo que quería en la vida, y él, desde luego, no iba a
ser la excepción.

La elección final, a cargo de la madre de Claire, obviamente, no fue


otra que un traje negro con la corbata y los detalles azules. Jake
estaba fuera fumándose un cigarro mientras dentro les tomaban las
medidas a sus amigos. Por suerte, él pudo librarse al tener por
naturaleza la talla exacta que se debía tener para un traje. Estaba
apoyado en la fachada, totalmente sumergido en sus pensamientos.
De nuevo, escuchó la campanita de la puerta. Llevó su mirada hasta
allí, encontrando como la última vez, a Henry, el cual, Jake supuso
que también pudo librarse de tener que tomarse las medidas. Saludó
434
Desirée Arjona Peña ♥

al moreno con un gesto de cabeza, que éste imitó en el acto. Sentirse


incómodo con quien lo había compartido todo era la sensación más
extraña del mundo. Ambos se quedaron unos segundos sin saber qué
decir, hasta que Henry encontró las palabras.
—¿Cómo está tu…? —comenzó a preguntar, dándose cuenta de que
no había sido la mejor forma de empezar de nuevo la conversación
con Jake.
—Bien, bien —contestó antes de que tuviera que escuchar la
pregunta entera—. Creo que al menos no se me caerá —bromeó.
—Menos mal, sería una pena.
Jake alzó una ceja.
—¿Ah sí? —preguntó entonces, apareciéndole una sonrisa en la
cara.
Henry apartó la mirada con expresión seria.
—Claro, no querrás dejar a Alex a pan y agua para siempre.
Los hombros del moreno cayeron desilusionados. Henry tenía la
gran habilidad de joder los momentos que Jake creía que
significaban una mejora.
—Así me ha dejado él a mí —dijo de pronto Jake.
Henry le miró confuso.
—¿Cómo?
—Ha vuelto a Ámsterdam.
—Oh —contestó Henry ocultando una sonrisa—. ¿Os ha pasado
algo?
—No… exactamente. Trabajo —se limitó a decir el moreno.
—Ah —respondió Henry, pero no dejó que eso le apabullara, lo
importante era que el memo se había largado, dejando solo a Jake.
Apoyó un hombro en la pared y miró de una forma extraña al otro
chico—. Bueno, si necesitas que alguien te cubra esas necesidades…
—Llamaré a Chris —concluyó Jake para molestar a Henry.
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Only Three Wishes ♥

Henry bufó.
—Chris no sabe lo que te gusta.
—¿Y tú sí? —inquirió Jake.
El rubio alzó el mentón orgulloso.
—Tengo un máster en eso, Rivers.
Jake le sonrió socarronamente.
—¿Estás tonteando conmigo, Woods?
—Solo bromeaba —contestó quitándole importancia.
—Ya —dijo Jake sin creerse aquella respuesta. Tiró su cigarro, y lo
pisó para apagarlo—. ¿No será que a ti también te tienen a pan y
agua?
—¿Lo dices por Monique? Es una fiera en la cama —dijo sin mentir,
aunque sin embargo, no era su preferencia.
—Como tenías que ir a discotecas buscando un poco de diversión —
comentó Jake encogiéndose de hombros.
—Es muy difícil saciarme, Rivers. Además, ya te dije que hice eso
porque estaba celoso —dijo entonces.
Jake se cabrearía de no ser porque quería a ese hombre con toda su
alma, pero no dejaba de darle una de cal y otra de arena. ¿Por qué
jugaba con él de esa manera? Henry iba a volverle loco si seguía así.
—Si no te conociera pensaría que tienes una puta doble personalidad
—soltó de pronto Jake.
Y no se había percatado de su cercanía, ambos pegados a la pared,
Henry recostando su hombro en ella, mientras miraba a Jake, casi
traspasándole con los ojos. Sabía que el moreno tenía razón, parecía
bipolar, pero no podía evitar querer estar con él y querer alejarse al
mismo tiempo. Nadie podía entenderle, pero sus demonios internos
le hacían ser así. Henry iba a hablar, cuando vio que una mano se
agarraba al brazo de Jake y tiraba de él hacia atrás.

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Desirée Arjona Peña ♥

—Jake, nos vamos —dijo David de pronto, fulminando a Henry con


la mirada, que éste no tardó en devolverle.
—Voy —contestó Jake sin ganas de moverse del lado de Henry.
El padre del rubio también le apartó de Jake.
—Henry, venga, tengo la reserva en media hora —le instó su padre.
Henry suspiró. Jake se despidió con un gesto de cabeza. El rubio no
quería hacerse ilusiones, pero veía al moreno alejarse de él con la
misma tristeza en la mirada.

Claire era su cómplice. Después de pasar el día anterior juntos, Jake


y ella quedaron de nuevo al día siguiente. No solo le daba una visión
objetiva y profunda de Henry, sino que podía contar con una
discreción total y un objetivo mutuo. Todo lo contrario a sus amigos,
que solo le reprenderían si les contaba sus intenciones con Henry.
Chris era un caso aparte, era un buen confidente, pero sus planes
eran demasiado descabellados. Prefería la mente de una mujer que
además era psicóloga y una Woods. Lo cierto es que también era su
amiga, por lo que pasar el día con ella era estupendo. Era como estar
con cualquiera de sus amigos y además poder hablar de Henry. Y
Chris, también era aceptable en ese sentido, por lo que acabaron
yendo con un par de pizzas y cerveza a su casa, más una bolsa de
regalices, el vicio de la chica Woods.
—Yo me lie con un tío que sabía hacer nudos a los regalices con la
lengua —comentó Chris.
Jake le miró con asco mientras cogía una porción de pizza.
—Tú te has liado con todos los gays de California.
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Only Three Wishes ♥

—De California no, pero de Los Ángeles seguro que sí —apuntó


Claire.
Chris entrecerró los ojos mirando a sus dos invitados con disgusto.
—Solo con los guapos —replicó.
Claire y Jake se carcajearon. La chica se levantó de repente del sofá
y agarró una de sus bolsas de compras.
—¿Me ayudáis a escoger qué ponerme para la noche de bodas?
Jake casi se atraganta con su cerveza al escuchar a la rubia. Tosió un
par de veces y se limpió la comisura del labio mirando a Claire.
—Claire, que seamos gays no quiere decir que entendamos de ropa
femenina.
—No, pero entendéis lo que es sexy o no, ¿verdad? —preguntó
Claire con naturalidad.
—Sí, pero quizá sea algo que debas preguntar a tus damas de honor
—aconsejó Jake.
—¿De qué me sirve tener amigos gays si no puedo preguntarles
estas cosas? —inquirió haciendo un puchero adorable.
Chris se encogió de hombros.
—A mí no me importa —dijo sin tener ningún problema por ver a
una mujer en ropa interior.
Jake miró a su amigo sin estar seguro. No es que temiera que pudiera
gustarle más de lo normal, en realidad, tenía claro que sería lo
mismo que ver a una hermana en bikini. Pero si le daba respeto ver a
la novia de su mejor amigo de una manera sensual. Aunque, ¿quién
iba a aconsejarle mejor que él, que se pasaba las horas escuchando
que era lo que se la ponía duras a sus amigos y lo que no? Suspiró
con una pequeña sonrisa derrotada.
—Está bien —accedió recostándose en el sofá.
Claire dio un pequeño saltito y Chris aplaudió.

438
Desirée Arjona Peña ♥

—Uh bien, me siento como en una fiesta de pijamas —soltó Chris


tomando un trago de su cerveza.
—¡Idiota! —le espetó Claire antes de marcharse a la habitación de
Chris para probarse los conjuntos.
—En mi noche de bodas pienso esperar al afortunado totalmente
desnudo en la cama —comentó Chris también recostando su espalda
en el sillón y dejando su cabeza caer en el hombro de Jake. Jake
bufó.
—Qué aburrido —soltó—. Si había alguna posibilidad de que me
casara contigo, acabas de tirarla por la borda —bromeó Jake.
Chris se incorporó de repente, y compuso una pervertida sonrisa
mirando a su amigo.
—¿Y cómo querrías que te esperara? —quiso saber.
El moreno se quedó pensativo antes de mostrar sus dientes en una
perversa mueca.
—Algo de cuero seguro —dijo Jake. Chris entrecerró los ojos,
pensando que le estaba tomando el pelo—. Y tal vez…, una corbata
en el cuello.
Eso sí se lo creía. Parecía que al moreno le gustaban ese tipo de
hombres, sexys y trajeados. Chris se recostó de nuevo en el hombro
de Jake.
—Se lo diré a Henry —comentó entonces con una expresión
cómplice. Jake, lejos de quejarse por aquellas palabras, esbozó una
pequeña sonrisa en su rostro, imaginando a Henry en algo parecido a
una noche de bodas, únicamente vestido con una de sus corbatas.
Chris le miró de soslayo descubriendo la sonrisilla. Se incorporó de
nuevo—. ¡Mira cómo sonríe! —exclamó de pronto con diversión.
Jake no dijo nada, pero entonces Chris comenzó a hacerle cosquillas
en los costados y a enterrar su nariz en su cuello—. Qué mono, qué
mono… —decía mientras reía.
439
Only Three Wishes ♥

Jake, sin dejar de reír, le apartó.


—¡Ya vale! —exclamó.
Chris iba a continuar, pero Claire apareció ante ellos. Llevaba un
conjunto rojo. Un picardías con la parte superior transparente,
dejando ver el sujetador y el tanga del mismo color. Jake y Chris lo
observaron.
—¿Qué os parece? —preguntó Claire.
—Me gusta el rojo —asintió Jake—. Pero creo que no queda bien
con tu color de pelo.
—¿Por qué? —preguntó la chica mirando apenada el conjunto.
—El rojo es más bien para morenas —dijo Jake, como si estuvieran
hablando de cualquier pañuelo. Bebió otro sorbo de su cerveza.
—Tiene razón —dijo Chris estando de acuerdo.
Claire asintió.
—Rojo descartado —anunció antes de desaparecer de nuevo del
gran salón.
Jake se acercó a la caja de pizza viendo que solo quedaba un trozo.
Se sentó de nuevo acercando la porción a Chris para que diera un
bocado. Su amigo lo tomó pensativo. Jake cogió el mando de la
televisión y cambió de canal mientras él tomaba otro bocado.
—Oye, ¿cómo se conocieron Claire y Shorty? —preguntó entonces
Chris con curiosidad.
Jake llevó su mirada hasta él. Meditó un segundo la respuesta.
—Mmm, no lo recuerdo muy bien —dijo dándose cuenta de que no
recordaba demasiado de aquella historia—. Creo que Claire
acompañó a Henry a un concurso en el que participamos, y allí se
vieron por primera vez.
—¿No os conocíais antes yendo al mismo instituto? —preguntó
Chris extrañado.
—Sí, yo la conocí antes, en un concierto —asintió Jake.
440
Desirée Arjona Peña ♥

—¿Entonces ella ya os conocía?


Jake se encogió de hombros.
—Sí, supongo que sí.
Chris miró extrañamente a Jake. Iba a volver a preguntar, pero
Claire volvió con un conjunto nuevo, esa vez blanco.
—¿Y éste? —preguntó mostrándolo.
—El blanco es algo… angelical —meditó Jake.
—Sí —asintió Claire sin saber dónde quería ir a parar el moreno.
—Creo que Shorty preferiría algo más… —comenzó a decir.
—Salvaje —concluyó enseguida sabiendo lo que quería decir—.
Vale, vale.
La chica iba a marcharse, pero Chris se apresuró a detenerla.
—Oye Claire —llamó. Claire le miró—. ¿Tú eras fan de los idiotas
estos en el instituto?
—Sí, me gustaba su música —dijo haciendo que Jake sonriera.
—¿Entonces te gustaba Shorty desde antes de que él te conociera?—
preguntó Chris curioso.
La expresión de Claire se congeló entonces. Sus mejillas se
volvieron de un color carmín, y sus ojos se dirigieron
inconscientemente hacia Jake. Chris, que la observaba, la estudió
con la mirada. Incluso Jake que nunca se percataba de nada, la miró
confundido al ver que la chica clavaba su mirada en él. Chris volvió
a posar sus ojos en ella, con un brillo perspicaz. Claire, dándose
cuenta de que estaba ahí parada en ropa interior mirando a Jake, dio
un respingo y comenzó a balbucear.
—Emmm no, no emmm… Fue después de conocerle —atinó a
responder por fin a la pregunta de Chris—. V-voy a ponerme el
siguiente. C-creo que ese será el definitivo —dijo saliendo de allí a
toda prisa.
Chris se quedó en silencio un rato, hasta que se giró hacia Jake.
441
Only Three Wishes ♥

—¿Ha sido mi imaginación o se ha puesto nerviosa? —preguntó del


todo confuso por lo que acababa de pasar.
—Seguramente Shorty le parecía feo antes de conocerle —contestó
Jake sin querer buscarle otra explicación a ese extraño
comportamiento.
—No sé… No me parecía eso.
Jake soltó una pequeña risa.
—Tienes demasiada imaginación —comentó Jake antes de que el
interfono sonara. Miró extrañado a Chris—. ¿Esperas a alguien?
—No —contestó antes de desaparecer por el pasillo de la entrada.
Jake estaba girado, mirando a sus espaldas cómo Chris contestaba,
cuando escuchó a Claire ante él.
—¡Tachán!
La cabeza de Jake volvió su trayectoria al frente, y observó a la
mujer que tenía ante él.
—Vaya, vaya… —dijo con verdadera impresión.
La chica vestía un conjunto de ropa interior negro con preciosos
encajes, unas ligas y unas medias. Claire dejó escapar una risita al
ver la expresión absorta del moreno.
—Si pone la misma cara que estás poniendo tú, estaré satisfecha —
le aseguró.
—¿Shorty? —preguntó Jake alzando una ceja—. Si ese tonto te ve
así, va a acabar antes de que puedas llegar a la cama.
Claire ladeó sus ojos.
—Qué idiota eres —dijo Claire, pero sin dejar de sonreír ante los
piropos del chico que tenía ante ella.
—¿Lo compraste pensando en irte a dormir cuanto antes? —bromeó
Jake—. Porque a eso no se puede resistir ningún hombre, y menos
Shorty.
—Deja de meterte con él —ordenó lanzándose para atizarle.
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Desirée Arjona Peña ♥

—¿Así te vas lanzar a él? —inquirió con burla cuando Claire se le


tiró encima y le golpeó en el pecho—. ¡Ah! —gritó Jake, pero sin
dejar de reír—. ¡Ya paro, ya paro!
Claire seguía atizándole, cuando vio una figura a su lado. Llevó su
mirada hasta allí. Su hermano. Henry, ante aquella imagen de su
hermana encima de su chico, le hirvió la sangre, y miró a Jake
deseando asesinarle con la mirada.
—¡Henry! —exclamó Claire al verle, y tapándose el pecho como
auto-reflejo.
Jake miró a su lado, encontrando a Henry con una mirada asesina.
—La madre que te parió… —gruñó el rubio alcanzando el brazo de
su hermana y tirando de ella para quitarla de encima de su Jake—.
¡¿Qué haces así vestida encima de Rivers?!
—Pedía consejo sobre… —comenzó a explicar la chica.
—Ve a vestirte —la cortó sin dejar opción a una réplica.
Chris se quedó allí parado pensando en que tenía que haber avisado
primero a sus amigos de que el rubio subía. Jake miraba con el ceño
fruncido a Henry. Mr. Hyde había vuelto. Pensó que era fácil
reconocerle, era el Henry que nadie aguantaba y que solía llamarle
“Rivers”, aparecía cuando había más gente presente. Jake
comenzaba a cogerle el tranquillo a su bipolaridad, pero eso no
significaba que la soportara mejor.
—Qué borde eres con ella —comentó Jake.
Henry le miró con tirria.
—Oh, ¿te parezco borde? —preguntó fingiendo que le preocupaba.
—Pues sí.
Henry bufó con asco.
—Habría que verte a ti si te encuentras a tu madre vestida así encima
de mí —soltó entonces.

443
Only Three Wishes ♥

Jake entrecerró más los ojos imaginando aquella escena. Puede que
tuviera razón, pero eso no le daba derecho a ser tan capullo.
—Venga, sin peleas, ¿vale? —dijo Chris intentando traer la
cordialidad a aquellos dos.
Nike apareció de pronto por la cocina, con el hocico rebelando que
había estado bebiendo agua. El perro fue directamente a Jake
moviendo el rabito.
—Hola pequeño —saludó acariciándole la cabeza.
—Nike, ¿qué te he dicho de acercarte a otros perros? —inquirió
Henry mirando con asco a Jake.
Jake alzó la mirada y Claire apareció ya vestida con expresión de
disgusto.
—No sé cómo Jake no te ha partido la cara ya —dijo la chica viendo
cómo su hermano trataba al moreno.
—Porque le gusta demasiado —contestó Henry con una sonrisa
presuntuosa.
—Sí, como le deforme la cara será un adefesio por fuera y por
dentro —soltó Jake.
Henry llevó sus ojos hasta el moreno con rabia.
—¿Sabes acaso que significa adefesio? —inquirió con burla.
—Horrible de cojones —se limitó a decir Jake.
Chris resopló agotado.
—¿Podéis estar en paz aunque sea un ratito?
Ambos se quedaron sosteniéndose la mirada unos segundos, hasta
que Henry cedió.
—¿Qué hacíais los tres aquí? —preguntó entonces—. ¿Confabular
contra mí?
—Sí, trazábamos un plan para dejarte calvo —soltó Jake con desdén.
—¿Y tú qué haces aquí? —quiso saber Claire sin entender la
presencia del desagradable de su hermano.
444
Desirée Arjona Peña ♥

Henry recordó por primera vez, desde que vio a su ex pegado a su


hermana, el propósito de su visita. Compuso entonces una expresión
amable.
—Venía a pedirle un favor a Chris —dijo. Jake alzó una ceja.
—Claro, ¿qué necesitas? —preguntó Chris. Henry miró a Claire y
luego a Jake. Sonrió.
—Me voy a Nueva York mañana a negociar mi fichaje.
A Claire se le iluminó la cara de repente. Jake también sonrió
levemente, ocultando las ganas de saber si Henry iba a seguir
adelante con ello o no.
—¡¿Lo vas a aceptar?! —preguntó Claire entusiasmada.
—¿No me escuchas cuando hablo? —inquirió Henry mirando a su
hermana como si fuera tonta—. He dicho negociar —repitió—.
Tengo el vuelo mañana por la mañana y estaré un par de noches
fuera, así que necesito que Nike se quede con alguien.
—¿Conmigo? —preguntó Chris escandalizado. Negó con la cabeza
repetidas veces—. Henry, a mí no se me dan bien los perros.
—Solo tienes que darle de comer y sacarle tres veces al día —dijo
Henry desesperado.
—¡¿Tres veces al día?! —inquirió con horror.
—Se lo pediría a la boba esta, pero en casa está Roger y es alérgico
—dijo señalando a Claire—. Monique está en Miami trabajando,
Allie no se lleva muy bien con Nike, Chace está de vacaciones, y no
me fio de mis compañeros de trabajo —explicó frustrado.
—¿Por qué no se lo queda Jake? —propuso Claire.
Jake llevó su mirada hasta a ella sorprendido.
—Su amigo el rarito también es alérgico —contestó Henry, ya que
también había pensado en el moreno, incluso fue una de sus
primeras opciones. Se dio cuenta de que Jake le miraba con una

445
Only Three Wishes ♥

pequeña sonrisa, viendo que el rubio había pensado en él. Henry se


irritó—. Además, no necesito pedirle nada a Rivers.
Jake entrecerró los ojos, bipolaridad de nuevo.
—Pues para no necesitarlo estás yendo casa por casa —repuso Jake.
Henry le lanzó una mirada molesta. Una bombilla se encendió en la
cabeza de Claire entonces, y sonrió perversamente.
—¿Y por qué no se queda Jake en tu casa el tiempo que no estés allí
y cuida de Nike? —preguntó entonces. La expresión de Jake y
Henry fue la misma, azorados, ambos abrieron sus ojos de par en
par—. Nadie aparte de ti se lleva tan bien con Nike, es con quien
estará más seguro, y además, en su casa.
—¿E-en mi casa? —balbuceó Henry.
Jake, captando las intenciones de Claire, habló.
—Ni que fuera la primera vez —dijo el moreno.
Henry le miró sorprendido. ¿Estaba dispuesto a quedarse en su casa?
Es cierto que Henry no estaría, pero aun así…
—¿Y no estás ocupado con tus cosas? —preguntó.
Jake se encogió de hombros.
—Estoy de vacaciones, y componer, puedo componer en tu casa.
Henry miró a Claire y luego a Chris. ¿Era al único que le parecía
raro que Jake se quedara en su casa?
—Bu-bueno… —aceptó algo incómodo.
Jake, Chris y Claire sonrieron triunfantes. La chica dio una palmada
con éxito.
—Ala, pues solucionado.
Jake se levantó del sofá.
—De nada, Piolín —dijo con una sonrisa socarrona.
—Te daré las gracias cuando vea que mi perro sigue vivo y delgado
—masculló Henry con falsa irritación.
—¿Por quién me tomas?
446
Desirée Arjona Peña ♥

—Por Jake Rivers.


El moreno se carcajeó, feliz.
—Bueno, me largo —dijo entonces dirigiéndose a la puerta.
Henry le siguió.
—Pídele la llave al portero, él tiene una copia —le explicó. Jake
asintió.
—Muy bien.
Henry sonrió levemente, y al ver que su hermana le observaba,
volvió a hablar.
—Y no desordenes nada. Ni duermas en mi cama —soltó sin
pensarlo.
Jake le miró confuso.
—¿Y dónde quieres que duerma?
—Tengo una habitación de invitados, duerme allí —solucionó.
Jake entornó sus ojos.
—A sus órdenes —se acuclilló y acarició a Nike—. Hasta mañana,
Nike.
Cuando la puerta se cerró, los otros tres se quedaron en silencio.
Claire suspiró, ya había hecho su trabajo allí.
—Será mejor que yo también me vaya.
—Pasas mucho tiempo con Jake ahora, ¿no? —inquirió Henry de
pronto.
Claire le miró extrañada, era cierto, pero era imposible que el rubio
supiera que ahora pasaba los días con Jake.
—¿Por qué dices eso?
—Allie me dijo ayer que pasaste el día con él.
Claire suspiró en su interior, claro, Allie abriría su boquita para
contarle lo que sea a su hermano.
—Es mi cuñado, me gusta pasar tiempo con él —se limitó a decir
Claire mientras cogía sus bolsas del suelo.
447
Only Three Wishes ♥

—¿Cuñado? —bufó Henry—. Las ganas que tienes de que vuelva


con él.
Claire alzó la mirada.
—Para empezar, no tengo ningunas ganas de que ese chico increíble
vuelva contigo —mintió Claire molesta de que el rubio estuviera tan
seguro de sus ganas de volver a unir a esos dos—. Segundo, me
encanta la pareja que hace con Alex —dijo después, haciendo que
Henry sintiera una punzada en el pecho—. Y por último, le llamo
cuñado porque es como el hermano de Shorty, no por ti, creído —le
soltó con rencor. Henry se quedó allí plantado con el pico cerrado,
justo lo que Claire quería. Sonrió satisfecha—. Nos vemos, Chris.
—Adiós guapa —dijo recibiendo un beso en la mejilla de ésta.
Pasó junto a su hermano, y le ignoró. Henry no despegó la vista de la
espalda de Claire hasta que desapareció. ¿Cómo podía su hermana
preferir a ese gilipollas de Alex que a él? ¿Realmente era tan bueno
para Jake? Puede que sí, y lo mejor que podía hacer él, si seguía
enamorado de Jake, que realmente lo estaba, era alegrarse de que
hubiera encontrado a alguien adecuado. Pero no podía evitarlo, no
podía evitar querer a Jake para él y matar a ese soplapollas. Suspiró
y miró a su lado. Chris le observaba. La cara de Henry de pronto se
volvió roja, era la primera vez que estaba a solas con Chris después
de lo que ocurrió aquella noche. Chris, para su sorpresa, también
parecía incómodo. Su amigo carraspeó.
—¿Cómo has estado? —preguntó metiendo sus manos en los
bolsillos, al puro estilo Jake Rivers.
—Bien, bueno… —contestó Henry pasándose la mano por la nuca y
mirando a su amigo—. Escucha —dijo tomando aire—, estaba muy
borracho aquel día, hice muchas cosas de las que me arrepiento, y te
agradezco que me detuvieras —dijo con sinceridad.
—Sí, no fue nada fácil —comentó Chris con una pequeña sonrisa.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Ya, ya… —le cortó Henry sin querer escuchar nada—. Y dicho
esto, me gustaría que lo olvidaras y hagamos como que jamás
ocurrió.
—Claro —asintió Chris de acuerdo con Henry.
El rubio suspiró aliviado.
—Gracias —dijo dejándose caer en el sofá.
Chris se sentó a su lado, y tras un minuto de silencio, habló.
—Me metiste la lengua hasta la campanilla.
—¡Chris! —gritó Henry avergonzado.
—¡Madre mía! —exclamó con una carcajada recordando aquel
momento—. Me pegaste contra la pared y empezaste a tocarme…
—¡Cállate!
—No sé ni de dónde saqué las fuerzas para pararte —continuó
Chris—. Mis amigos dicen que soy todo un héroe, y realmente lo
soy, eh.
—¡Chris, lo has prometido! —pidió Henry de verdad, muriéndose de
la vergüenza.
—No he prometido nada —soltó recibiendo una mirada letal del
rubio. Chris dejó salir una pequeña risa musical—. Es broma, te
prometo que no volveré a hablar de ello.
Henry le sostuvo la mirada con desconfianza. Cuando vio que Chris
no volvió a abrir la boca, se relajó.
—Gracias.
—Pero nunca lo olvidaré —concluyó.
Henry infló sus mofletes a punto de estallar. Derrotado, dejó escapar
el aire.
—Haz lo que quieras, pero que no salga de esa bocaza tuya —le
advirtió.
—Bien, bien.

449
Only Three Wishes ♥

—¿No se lo habrás dicho a Jake? —preguntó de pronto con


preocupación. Chris bufó.
—¿Para qué? ¿Para que me dé una paliza? No, gracias.
Henry asintió con lentitud.
—Tampoco le has dicho nada sobre lo que te dije, ¿verdad? —
preguntó sin saber exactamente cuál quería que fuera la respuesta.
—No, aunque no entiendo por qué no puedo, o por qué no lo haces
tú —contestó Chris cobrando la seriedad.
Henry suspiró.
—Ya has oído a Claire, un chico tan increíble como él no debería
estar conmigo, ya tiene a otro, y… —hizo una extraña pausa. Chris
le miró expectante—, si voy a aceptar jugar en la NFL no puedo
tener nada que ver con la homosexualidad.
Chris se quedó en silencio al lado de su amigo. Veía la mirada de
Henry entristecida y apabullada. Sabía lo duro que tenía que ser
elegir entre dos cosas tan valiosas.
—En otra situación te diría que eso es una gran gilipollez de las
tuyas —comenzó a decir Chris—, pero el fútbol profesional es otro
mundo.
—Sí… —asintió Henry.
—Estás viviendo una amargura, ¿eh?
—Y que lo digas —reconoció. Y de pronto, una pequeña sonrisa
apareció en su rostro—. Qué guapo estaba Jake —comentó aliviado
de poder decir a gusto las tonterías que solía pensar del moreno.
Después de todo lo que había confesado a Chris en el baño, aquello
era insignificante.
—Lo sé —soltó Chris contagiándose de la sonrisa de su amigo—.
¿Por qué coño le has dicho que no duerma en tu cama? Al día
siguiente la tendrías llena de su olor.
Henry se cubrió la cara con las manos.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Yo qué sé, cuando me cabrea no sé ni lo que digo —soltó.


—Llámale ahora mismo y dile que no se le ocurra dormir en una
cama que no sea la tuya —exigió Chris.
Henry alzó la mirada.
—Si mi cama huele a él te aseguro que no podré dormir hasta que el
aroma se vaya. Encima suele dormir desnudo… —dijo imaginando
las escena. De pronto se puso en pie—. Voy a mandarle un mensaje
para decir que puede dormir en mi cama.
Chris observó cómo realmente Henry cogía su móvil. Estaba
deseando que pasaran aquellos dos días para poder llamar a
cualquiera de los dos y enterarse de las cosas interesantes que estaba
seguro que tendrían lugar en la casa del rubio. Debería encargarle a
Claire alguna vez una de sus citas provocadas. Esa mujer era todo un
genio.

451
Only Three Wishes ♥

Capítulo 18
Fuera diluviaba. Nike se agitó quitándose del pelaje la humedad del
exterior. Jake también se había empapado en el paseo. Le gustaba la
lluvia, pocas veces podía presenciar una buena llovizna en Los
Ángeles, aunque tenía que reconocer que para pasear a un perro, lo
mejor era un día soleado. A pesar de las nubes, Jake pudo notar que
el sol ya se estaba escondiendo. Se cocinó un plato de pasta
delicioso, que no dudó en servir también a Nike, y que comió
gustoso. Después se sentó en el mullido sofá de Henry, cogió su
guitarra y su cuaderno, y así pasó la tarde. Cuando Nike se levantó
de su pequeña siesta a sus pies, volvió a darle su paseo. Parecía que
Nike quería correr, pero Jake iba tras él con paso lento, por lo que el
animal tenía que detenerse continuamente para ver si su dueño de
aquellos días iba tras él. Cuando cayó la noche Jake miró la cama de
Henry y dudó varios segundos, aunque el rubio le había dado
permiso, y se moría por dormir de nuevo en esa cama, no estaba
seguro de si era lo correcto. Por eso finalmente no lo hizo. Fue hasta
la habitación de invitados y se tumbó allí. Tardó una hora en
dormirse, le costaba demasiado conciliar el sueño en aquella casa.
Demasiados pensamientos le cruzaban por la cabeza, recuerdos
buenos, y también malos. A la mañana siguiente, Nike le despertó
para su paseo matutino. Jake lo sacó medio dormido, y en cuanto
subió de nuevo al piso de Henry, se metió en la cama. Se repitió casi
al completo el día anterior. Llamó a sus amigos, los cuales pensaban
que había estado con Chris y luego con Claire, ya que no verían con
buenos ojos que el moreno se hubiera quedado en el piso del odioso
Henry Woods. Prefería ahorrarse las reprimendas de Shorty y David.
Tanto Claire como Chris le cubrieron. Después de una charla con sus

452
Desirée Arjona Peña ♥

amigos y otra con Chris, se dejó caer en el sofá cansado. Chris le


había estado llenando la cabeza de mil pensamientos, como siempre
hacía.
—¿No estás incómodo en el piso de tu ex?
Lo extraño es que no lo estaba. Solo sentía cierta incomodidad al
darse cuenta de que estaba tan a gusto en el piso de Henry, como
cuando aún estaba con él. Pero él ya no podía sentir esa libertad con
las cosas del rubio.
—No me siento tan raro como debería estarlo —se limitó a decir
Jake tumbado en el sofá con Nike casi encima suya.
—¿Has hurgado en sus cosas?
—¡Claro que no! —exclamó Jake.
—¿Qué? ¿Y a qué esperas?
—¡¿Eso es lo que harías tú?! —inquirió el moreno—. ¡¿Ponerte a
mirar sus cosas?!
—Oye, que no es como si comenzaras a olisquear su ropa interior,
solo es cotillear un poco —dijo Chris al otro lado del teléfono—.
¿No sientes curiosidad por saber si aún guarda algún recuerdo tuyo?
Ya sabes… fotografías, algún regalo…
Jake bajó la mirada, claro que se había preguntado si Henry
conservabas cosas de él. Agitó la cabeza.
—Estás comenzando a ser una mala influencia para mí…, y eso que
no podría estar peor influenciado —contestó Jake.
Chris finalmente dejó el tema. Tras colgar, Jake sacó a Nike. Iba tan
inmerso en sus pensamientos que ni siquiera se fijó en las nubes que
asomaban en el cielo. Así fue como le pilló la lluvia. Una vez en el
piso, Jake se miró la ropa empapada. Suspiró y comenzó a
deslizársela. Metió la camiseta directamente en la secadora, seguida
de su vaquero. Se agitó el pelo mientras caminaba hacia la
habitación de invitados, donde tenía sus cosas. Allí estaba la ropa del
453
Only Three Wishes ♥

día anterior, manchada de la pasta que comió. Llevó sus ojos al cielo
desquiciado. Lanzó con rabia la camiseta al suelo. Su mirada fue
hasta la habitación de Henry. Podía usar algo de él, no tenía por qué
enterarse, lo tendría limpio antes de que llegara al día siguiente. Fue
en ropa interior hasta el cuarto del rubio. Entró en esa habitación que
solo le había traído buenos recuerdos. Fue con inseguridad hasta el
vestidor de Henry. Estaba seguro de que el rubio tenía todo ordenado
según el tipo de ropa, por lo que se alejó de la zona de trajes y abrió
uno de los cajones para poder encontrar cualquier camiseta cómoda,
sin embargo, se topó con su ropa interior, y le vino a la mente su
conversación con Chris. Puto Chris, siempre le hacía perder el norte
con sus tonterías. Comenzó a buscar en el cajón alguna de las
prendas de ropa interior que solía dejar allí hacía dos años,
únicamente para usarla en vez de coger la ropa íntima de Henry, o
eso se dijo a sí mismo. Nada. No encontró nada suyo. Supuso que
cuando Henry dijo que intentó olvidarle habló en serio, y se deshizo
de todas sus cosas. Cogió una de las prendas de Henry y un
pantalón. Su ropa siempre olía tan bien. Todo era nuevo y estaba
impecable. Jake recordaba perfectamente que Henry podía llegar a
ponerse una camiseta como máximo seis veces, y eso ya era mucho.
Después, enseguida renovaba. No es que fuera un loco de la moda,
simplemente le gustaba estar perfecto, y eso significaba estar
siempre a la última. Dejó las prendas sobre la cama, dispuesto a
buscar toallas limpias, cuando vio al fondo del vestidor unas cajas.
No supo que le llevó hasta ellas. ¿Intuición? Tal vez las inmensas
ganas de ver que conservaba un pedacito suyo. Y así fue. En
aquellas cajas estaba toda su historia. Fotografías, regalos, vales, su
ropa, tarjetas… Todo estaba allí, todo lo que recordaba…, y lo que
no. Mientras ojeaba sus vales escritos a mano con una sonrisa llena
de nostalgia, encontró un papel que no tardó en desdoblar.
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Desirée Arjona Peña ♥

“Querido Genio, dijiste que me concederías tres deseos. Fuesen lo


que fuesen. Aquí están:”

Leyó, y enseguida le vino a la mente la imagen de sí mismo


escribiendo sobre un bloc en la nevera. Llegó hasta el final y levantó
la mirada de golpe. Cerró la tapa de la caja y la dejó en su sitio antes
de correr hacia la cocina. Abrió uno de los estantes encontrando su
refresco favorito. Un ladrido de Nike, tumbado en su gran cesto en el
salón, le hizo darse cuenta de por qué Henry se quedó finalmente
con el cachorro. Pero eso no era lo que le hacía más feliz de toda
aquella lista.

Agitaba su juego de llaves en la mano mientras el ascensor subía.


Mentiría si dijera que no sentía nervios de llegar a su piso. Nike
debió escucharle en el rellano, pues ya podía escuchar sus lloriqueos
al otro lado de la puerta. Se apresuró a abrir, y ahí estaba su
compañero. Henry le saludó y le rascó la cabeza enseguida. Dejó su
maleta justo a la entrada y miró su piso. No estaba tan limpio como
siempre, pero pensó que estaría peor. No había ni rastro de Jake por
el salón, se asomó a la cocina y nada. Posiblemente hubiera salido.
Henry no esperaba que estuviera cuidando a Nike las veinticuatro
horas del día. Había cogido el vuelo de aquella tarde. Veía estúpido
pasar otra noche más en el hotel cuando ya había acabado la reunión,
y sinceramente, no le apetecía estar solo. Se asomó a su habitación
para poder cambiarse, cuando escuchó ruidos en el baño. No le dio
455
Only Three Wishes ♥

tiempo a pensar nada, pues la puerta se abrió, topándose con Jake de


frente. El vapor salió del baño. Jake levantó la vista y miró casi
sobresaltado a Henry. El rubio, sin poder evitarlo, miró de arriba
abajo a Jake, únicamente vestido con una de sus toallas, aún tenía el
pelo y el pecho húmedo por la ducha.
—¿Q-qué haces aquí? —preguntó Jake de pronto.
Henry apartó inmediatamente la mirada de su cuerpo.
—He vuelto a-antes —contestó nervioso—. Veía innecesario que te
quedaras una noche más cuando yo ya había acabado.
—Ya… —asintió entendiendo. Entonces se dio cuenta de que estaba
desnudo. Vio la ropa que había cogido prestada sobre la cama—.
Emmm, se me ha empapado la ropa y está en la secadora. He cogido
algunas… —comenzó a explicar.
Henry vio la ropa y asintió repetidas veces.
—Claro, claro —respondió tragando saliva—. Cámbiate, estaré
fuera.
Se apresuró a salir de allí sintiéndose idiota. Jake comenzó a vestirse
sintiéndose de la misma manera. Se puso la ropa de Henry pensando
en lo incómodo que sería salir así vestido. ¿En qué momento no se
bajó un paraguas? Salió con lentitud de la habitación. Henry estaba
sacando su ropa de la maleta y metiéndola directamente en el cesto
de la ropa sucia. Jake se acercó a él con inseguridad.
—Cuando mi ropa esté seca me iré —dijo Jake entonces, sin
desearlo realmente.
Henry elevó la mirada. Dejó su bolsa en un lado.
—He pensado que podías quedarte a cenar —dijo entonces para
sorpresa del moreno. Henry se encogió de hombros y se apresuró a
quitarle importancia al asunto—. Ya sabes, por cuidar de Nike y no
incendiarme la casa.
Jake ladeó los ojos, pero sonrió levemente.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Muy bien —accedió—. Pero por favor, no cocines tú.


El ceño de Henry se frunció.
—No pensaba hacerlo, Rivers.
—¿Entonces lo que quieres es que me quede para prepararte la cena?
—inquirió Jake cruzándose de brazos.
—En realidad pensaba pedir algo, pero ya que te ofreces…
—Lo haré, pero solo porque como pensaba que no vendrías hasta
mañana, ya tenía ideada la cena.
—¿Y qué será? —quiso saber Henry con una pequeña sonrisa.
—Comida mexicana.
Henry fingió estar pensativo antes de contestar.
—Mmm, suena bien.

Jake preparaba la salsa intentando no mostrarse demasiado ansioso e


impaciente. Quería ser cercano y a la vez distante, pero le era tan
difícil mantener las distancias cuando Henry estaba cerca…
Tampoco ayudó que apareciera ante él únicamente vestido con un
pantalón. Se había metido a la ducha mientras él cocinaba, por lo
que tampoco era extraño. Jake le miró por el rabillo del ojo. Henry
asomó su cabeza por encima del hombro de Jake. El moreno podía
sentir su aroma y su pecho casi pegándose a su espalda.
—¿Necesitas que te ayude con algo, Rivers? —preguntó Henry con
aparente inocencia.
Jake se aclaró la voz antes de contestar, sentía la garganta seca.
—Puedes partir esas verduras. Pero ten cuidado no te cortes.
Henry sonrió de medio lado.
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Only Three Wishes ♥

—Descuida —contestó antes de coger un cuchillo y comenzar a


cortar.
¿Es que no se iba a poner una estúpida camiseta encima?, se
preguntaba Jake comenzando a sentir unos calores que no venían
precisamente de los fuegos de la cocina.
—¿Cómo fue la reunión? —preguntó buscando rápidamente algo de
que hablar.
—Voy a firmar con ellos —contestó Henry.
Jake se giró de golpe mirándole con incredulidad.
—¿En serio?
Henry le sonrió triunfante y orgulloso.
—Sí, pronto seré oficialmente un jugador de la NFL.
Jake sintió su cara iluminarse, pero algo en su interior no pudo sentir
lo mismo. Aquel mundo no aceptaba aun la homosexualidad. Henry
lo sabía, y Jake también, por lo que temía que eso significara que
Henry se alejaría de todo lo que tuviera que ver con él, como había
hecho ya otras veces. Tampoco podía culparle, era su sueño, y Jake
sabía que Henry pagaría casi cualquier precio por él.
—¿Y qué harás con el bufete? —preguntó entonces Jake, no tan
animado como antes.
—Dejarlo —respondió encogiéndose de hombros—. Ya tendré
tiempo de ser abogado cuando me retire.
Jake asintió lentamente y apartó la mirada sintiéndose algo abatido.
Cada día era un obstáculo más para ellos. En realidad, era un egoísta
por pensar así. Era el sueño de Henry, llevara lo que conllevara.
Miró sus manos, que obraban sobre las verduras, que más que
trocearlas, parecía que solo las había partido un par de veces. Jake
sonrió.
—Oye, ¿es mi imaginación, o las verduras parecen más grandes que
cuando te las di? —inquirió con burla.
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Desirée Arjona Peña ♥

Henry frunció el ceño.


—Cállate.
La carcajada de Jake solo le irritó más.
—Se supone que las tienes que cortar en pedazos pequeños.
—Ahora iba a hacerlo, Rivers —dijo con tono molesto.
Y de nuevo, cada vez que cambiaba el tono, le llamaba Rivers. Era
otro de sus estúpidos mecanismos de defensa. Jake prefería
tomárselos siempre con humor, al menos alguno de los dos tenía que
hacerlo.
—Vale, Piolín —contestó con el mismo tono.
Henry no dijo nada ante su mote, ya que más que un castigo se había
convertido en un alivio poder escuchar aquel tedioso nombre. Jake
echó un huevo en la sartén seguido de las verduras de Henry,
siguiendo una receta que le enseñó su madre. Viniendo de cualquier
persona normal, era una tortilla con verduras, pero viniendo de los
Rivers, era un plato de cinco estrellas. Desde luego el sabor era
mejor que cualquier foie de pato, bla, bla, bla. Henry le miró con
desconfianza cuando el moreno agarró el asa de la sartén y se apartó
un poco.
—¿Qué vas a hacer? —preguntó apartándose también.
—Ya verás —dijo Jake sin despegar la vista de la sartén, pero
sonriendo ampliamente.
—Se te va a caer y vas a dejarme la cocina hecha un asco —aseguró
Henry.
Jake lanzó el contenido de la sartén al aire. Sin saber si fue suerte, o
verdadera técnica, Jake consiguió devolverla de nuevo al plato. El
moreno alzó una ceja hacia el rubio y sonrió de nuevo socarrón.
—¿Qué decías?
Henry bufó acercándose a la mesa y llevando platos y unas cervezas.
—Pura suerte —dijo intentando no mostrarse impresionado.
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Only Three Wishes ♥

Jake le siguió con la sartén y resbaló la comida en sus platos.


—Qué envidioso te pones cuando ves que alguien sabe hacer algo
que tú no —apuntó Jake.
Ambos se sentaron frente al otro.
—¿Te refieres a cocinar? —quiso saber Henry.
—Ajá.
El rubio sonrió altivo.
—No todo puedo hacerlo a la perfección, Rivers. Es la única cosa
que no hago mejor que tú.
—¿La única? —preguntó Jake alzando una ceja—. Me sé otras
cuantas.
—¿Cómo cuál? —preguntó, y de pronto le señaló con el dedo
índice—. Cantar y tocar no cuentan.
—Claro que cuenta —replicó Jake pinchando con su tenedor—. Así
que ahí tienes esas dos.
—Entonces yo soy mejor en deportes, y en cualquier rama de
estudio —presumió Henry probando el plato de Jake.
—Pero eso es porque no me interesa superarte, pero si quisiera lo
haría.
—Dejaré que creas eso porque la comida está deliciosa —respondió
Henry con la boca llena.
Jake soltó una carcajada.
—Por supuesto, Piolín —dijo con orgullo. Observó cómo el rubio
tomaba de su plato sin pausa—. ¿Así que cada vez que quiera que te
calles, solo tengo que darte comida?
Henry ladeó una sonrisa. Dejó por un momento de comer y tomó un
trago de su cerveza sin quitar la vista de Jake.
—Puede, pero hay otras formas mejores de hacerme callar.
—¿Ponerte un partido de fútbol? —preguntó Jake con burla en la
voz.
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Desirée Arjona Peña ♥

A Henry no le afectó el tono, en cambio, compuso una expresión que


Jake no supo leer.
—¿No lo recuerdas? —preguntó Henry entonces.
—¿Lo que hacía para que te callases? —preguntó Jake confuso. Sí lo
sabía, no necesitaba que Henry le mirara con aquellos ojos. Se dejó
de chistes—. Sí… —aceptó entonces con un extraño tono
nostálgico. Henry seguía mirándole de aquella forma. Sintiéndose
incómodo, Jake carraspeó—. Además tenía que hacerlo varias veces,
te ponías muy pesado.
—No me digas —contestó Henry volviendo a su postura fanfarrona.
—Sí, en el instituto porque decías que conmigo nunca se podría
hacer un trabajo…
—Y era verdad.
—Lo hicimos al final, ¿no?
—Sí, después de dos días —gruñó Henry, pero sonriendo por dentro.
—En la universidad, porque te agobiabas con tantos exámenes.
Comenzabas a farfullar como si te hubieran dado cuerda. Menos mal
que estaba yo para relajarte.
—No sé si tú me relajabas precisamente —comentó Henry
levantándose para dejar los platos en el fregadero.
Jake también se levantó para ayudarle, y el rubio le contempló. Le
encantaba todo de Jake, y puede que una de las cosas que más le
gustaran fuera su look rockero tan diferente al suyo, pero incluso con
su ropa puesta, se moría por él.
—No te queda mal mi ropa —comentó.
—Es cómoda —se limitó a decir Jake.
De pronto, el moreno detuvo su mirada en los labios de Henry. El
rubio se dio cuenta, y notó cómo su corazón se aceleró. De pronto,
Jake extendió una mano hacia su mejilla. El pulso de Henry se
disparó pensando en lo que el moreno iba a hacer. Sus dedos se
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Only Three Wishes ♥

detuvieron en la comisura de los labios, y tan pronto se posaron allí,


se marcharon.
—Tenías salsa en el labio —explicó Jake.
Henry no dijo nada, haciendo sentir a Jake incómodo. ¿Estaba
siendo demasiado brusco? Ahora se sentía idiota. ¿Por qué no le
pasó una servilleta como una persona normal? Quizás porque ya se
había contenido bastante no limpiándole con la lengua. Jake soltó
una risa nerviosa y desvió la mirada, sintiendo aun la de Henry
clavada.

Por suerte, aquel momento incómodo no fue eterno. Con la excusa


de esperar a que la ropa de Jake se secara, ambos se sentaron en el
sofá, cambiando las cervezas por un poco de vino. Henry se excusó
diciendo que no le quedaban más botellines, y por eso sacó una
botella y dos copas. No quería pensarlo demasiado, pero estaba
comportándose con Jake como si fuera su cita de esa noche. Pero no
una cita como las que tenía normalmente, para eso no necesitaba ni
vino, ni siquiera palabras, sino una cita de verdad. El tema de
conversación principal fue el fichaje de Henry.
—Así que ahora tendremos a Henry Woods hasta en la televisión —
bromeó Jake tras un rato de charla.
Henry sonrió orgulloso.
—Si no pones programas de deportes, no. Por eso yo no habitúo
programas musicales en la radio y en la televisión, así no tengo que
ver tu cara ni escuchar tu voz todos los días —Henry intentó que su
tono sonara despectivo, pero la realidad era que solo se debía a que
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Desirée Arjona Peña ♥

si escuchaba o veía a Jake se sentía aún más horrible de lo que ya se


sentía cada día.
—¿Qué dices? Solo habremos salido un par de veces en la televisión
y en la radio —comentó Jake, sabiendo perfectamente las veces que
habían salido, ya que tenían en casa todo grabado. No sale uno todos
los días en la televisión americana—. De todas formas, tú nunca has
habituado esos programas.
—Ni tú los de deportes, así que no supondrá ningún cambio —
concluyó Henry.
—Tal vez te vea en los programas del corazón —apuntó Jake antes
de imitar el tono de un presentador de televisión—. El jugador de
fútbol Henry Woods se ha visto relacionado amorosamente con la
modelo Miranda Kerr.
Henry sonrió ante la ocurrencia.
—No es mi tipo —se limitó a decir.
Jake se quedó un momento en silencio antes de sonreír con picardía
y recobrar el mismo tono.
—El jugador de fútbol Henry Woods se ha visto relacionado
amorosamente con el actor de moda Ryan Gosling —dijo con un
tono lleno de humor, pero solo tapando sus verdaderas intenciones.
Henry se limitó a negar con la cabeza, sin parecer haberle hecho
ningún efecto las palabras de Jake.
—No sería tan estúpido como para llegar a algo así —declaró.
—¿Lo dices en serio? —preguntó Jake incrédulo.
El aludido dejó su copa en la pequeña mesa que estaba junto al sofá
y miró a Jake con seriedad.
—¿Sabes cuántos jugadores de fútbol han declarado abiertamente su
homosexualidad?
—No —contestó Jake sin meditar su respuesta.

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Only Three Wishes ♥

—Uno —contestó Henry, y ya era uno más de lo que pensaba


Jake—. Michael Sam, de los St. Louis Rams, y fue hace tan solo
unos meses que lo anunció.
—Vaya, solo por unos meses no te conviertes en el primer jugador
homosexual de la NFL —dijo Jake con una pequeña sonrisa, pero a
Henry no le hicieron gracia sus palabras.
—No estoy bromeando.
—Yo tampoco.
Henry permaneció en silencio, por lo que Jake pensó que había dado
la conversación por terminada, pero no era así.
—No quiero llevar esa vida —dijo Henry de pronto—. No quiero ser
homosexual, no quiero que mis compañeros me vean como el gay
del equipo, no quiero ser un blanco fácil para los insultos de la
afición, y no quiero tener la atención de todo el mundo por ser un
deportista homosexual. Quiero que me valoren como jugador, nada
más.
Jake podía entender eso, y sabía cómo funcionaba la mente del
rubio. Pero le dolía, le dolía que no luchara por esa parte de él que
hacía posible el increíble acontecimiento de que Henry estuviera
enamorado de Jake. Y si Henry rechazaba esa parte de él, también
estaba rechazando a Jake.
—Pareces muy seguro de esa decisión —dijo Jake algo apenado.
—Según están las circunstancias, es la mejor que puedo tomar —
contestó Henry en tono seco.
—¿Qué quieres decir?
“Que si no estoy contigo, ¿para qué voy a declarar algo que solo me
complicará la vida? Solo cometería tal locura por ti, pedazo de
tonto”, pensó en su interior, pero en su lugar, se limitó a decir con
tosquedad:
—Nada, Rivers.
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Desirée Arjona Peña ♥

Pero Jake sabía que “nada” no era lo que quería decir. El moreno se
había propuesto sacar lo suficiente a Henry aquel día, que aunque no
fuera todo, al menos algo más de lo que ya sabía.
—¿Te arriesgas a un juego? —preguntó de pronto.
Henry, que había vuelto a coger su copa, miró a Jake extrañado,
desconfiando y divertido al mismo tiempo.
—¿Qué clase de juego? —quiso saber.
—Simple —soltó Jake antes de incorporarse en el sofá para mirar
cara a cara a Henry—. Debemos sostenernos la mirada mientras nos
hacemos preguntas, una tú, una yo, y el que desvíe la mirada deberá
darle algo al otro.
—¿Algo como qué? —preguntó Henry comenzando a interesarle ese
juego.
—No lo sé, tú sabrás lo que quieres pedirme.
Henry sonrió de lado.
—Espera —dijo antes de ponerse en pie. Se acercó a un mueble
cercano a la pared, y de un jarrón minimalista de cristal, cogió unas
cuentas piedras negras que contenía. Volvió al sofá y dejó las
pequeñas piedras en la mesa—. Usemos esto —Jake le miró
confuso, por lo que Henry se apresuró a explicarle—. Si dejas de
mirarme, cogeré una de las piedras, y valdrá como…
—¿Un deseo? —inquirió Jake con un pícara sonrisa.
—Sí. Y si dejó de mirarte, la coges tú.
—Muy bien —estuvo de acuerdo. Se puso cómodo en el sofá y se
preparó para mantener la mirada Henry—. Empiezas tú.
El rubio también se incorporó, y ambas miradas quedaron de frente.
Henry sonrió, aquello sería divertido.
—¿Le diste de comer a Nike algo que no fuera pienso? —preguntó
sin pensarlo.
Jake no se esperaba aquella pregunta.
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Only Three Wishes ♥

—Sí —contestó sin desviar la mirada.


Henry frunció el ceño.
—Te dije que… —comenzó a reprenderle con irritación.
—¿Cuál es tu relación con Monique? —preguntó de pronto Jake sin
dejar hablar a Henry.
El moreno pensó que con esa pregunta conseguiría que Henry
desviara la mirada, ya que estaba seguro de que soltaría una mentira.
En cambio, le respondió sin contemplaciones.
—La misma que tú tienes con Alex —contestó Henry sin alterarse ni
un ápice.
Jake frunció el ceño.
—Esa respuesta no es nada clara —apuntó. Además, le daba la
sensación de que tenía doble sentido.
El rubio se encogió de hombros con indiferencia.
—Es la verdad —soltó antes de tomar un trago de su copa sin dejar
de mirar a Jake. Cuando acabó, habló sin dudar—. ¿Quién es mejor
en la cama, Alex o yo?
Jake abrió sus párpados algo más, pero no desvió la mirada.
—¿Qué clase de pregunta es esa? —inquirió.
—La mía —repuso Henry.
El moreno apretó los dientes, concentrándose en contestar algo que
no subiera más el ego a Henry.
—Él —contestó, pero ni él mismo se lo creía. No es que Alex fuera
malo, era realmente bueno, pero… Henry era Henry.
—Pensaba que en este juego no valía mentir —soltó el rubio algo
molesto.
Jake no quiso contestar a eso, se concentró en buscar una pregunta
que le hiciera ganar una de esas dichosas piedras.
—¿Pensaste en mí cuando estabas con ese tío de la discoteca? —
preguntó sin miramientos. Los ojos de Henry se abrieron
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Desirée Arjona Peña ♥

sorprendidos. De pronto, al recordar la escena, sintió vergüenza al


ver que la respuesta a esa pregunta era totalmente afirmativa. No
podía mirar a Jake, sus ojos le traicionaron—. ¡Ajá! —gritó el
moreno triunfante antes de coger una piedra—. Perdiste.
El ceño de Henry se frunció. Debía darle la vuelta al juego.
—¿Te has acostado con más hombres aparte de Alex y yo? —
preguntó con seriedad.
—No. ¿Por qué te quedaste con Nike? —continuó Jake rápidamente.
—Porque me pediste que lo hiciera. ¿Por qué no le hablaste a Alex
de mí?
—Sí le hablé de ti.
Henry le miró con desconfianza.
—¿Y entonces por qué…? —comenzó a preguntar, pero el moreno
levantó su mano para detenerle.
—Me toca a mí —dijo antes de formular su pregunta—. ¿Por qué
me dejaste hace dos años?
Joder, el puto niño estaba jugando todas sus cartas. Henry se esforzó
por mantenerle la mirada a pesar de que lo único que quería era
poder apartarla y mentirle a gusto. Pero no pudo.
—Porque no quería que perdieras una gran oportunidad por mí —se
limitó a decir, usando su característico tono seco, para tapar la
confesión que acababa de hacer.
Jake alzó ambas cejas.
—¿Y por eso tenías que dejarme? —inquirió molesto.
—Es mi turno —le recordó—. ¿Estás enamorado de Alex?
Y en cuanto terminó de decir aquello, los ojos de Jake bajaron un
segundo, para subir enseguida. Pero ya era tarde. Henry, con una
extraña mirada, no triunfante como debía estar, sino más bien con
una sonrisa algo amarga, cogió una de las piedras. Jake apretó los
labios, maldiciéndose a sí mismo.
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Only Three Wishes ♥

—¿Por qué no me pediste que volviera? —preguntó apresurado,


realmente queriendo saber la respuesta.
El tono de enfado que usó Jake sorprendió a Henry.
—¿Acaso me estabas esperando? —inquirió.
—Responde —ordenó Jake.
—Porque quería una vida normal. Quería dejar de ser gay, y la única
manera de olvidar todo eso, era dejándote —dijo en tono cortante.
Jake entrecerró los ojos. Quería hablar, pero el rubio ya tenía otra
pregunta—. ¿Me esperaste?
—Sí. Durante más de un año —contestó Jake sin rodeos. Sabía que
si no contestaba rápido su mirada se movería, pues en realidad, aún
seguía esperándole—. ¿Te arrepientes?
—No —contestó Henry para sorpresa de Jake—. ¿Me odiaste?
—Sí. Pero eso no es algo nuevo. ¿Por qué no te arrepientes? —
insistió Jake.
—Porque pudiste irte de gira, y sé que era importante para ti —
contestó Henry.
Jake se quedó en silencio entonces. Henry le estaba dando respuestas
tanto buenas como malas. Siempre así, jamás sacaba nada en claro.
—Tú lo eras más —repuso Jake.
Henry sintió su pecho encogerse. Relajó un poco su postura y dejó
de lado el tono hostil que había adquirido.
—¿Hubieras vuelto si te lo hubiera pedido? —preguntó Henry,
siendo algo que se preguntó esos dos años, cada día.
—Sin dudarlo. ¿Pensaste alguna vez en hacerlo?
—Miles de veces —reconoció Henry casi en un suspiro. Y la
siguiente pregunta la hizo sin pensar, solo dejó que sus labios la
formularan—. ¿Sigues enamorado de mí?
La mirada de Jake seguía clavada en los ojos de Henry, sin embargo,
de pronto, sonrió. Y sin más, lentamente, a propósito, desvió sus
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Desirée Arjona Peña ♥

ojos, tomó una de las piedras y la dejó junto a la otra piedra que
Henry había conseguido.
—Se acabó el juego —anunció de pronto—. Has ganado.
Henry se quedó allí clavado. Él no quería que acabara. Quería saber
desesperadamente la respuesta a aquella pregunta. Jake se había
levantado del sofá con su copa en la mano, y Henry era incapaz de
moverse de su sitio. ¿Qué significaba eso? ¿Que le seguía queriendo
y no quería reconocerlo? ¿O era un “no” que Jake no quería
pronunciar para evitar una situación incómoda? Henry consiguió
volver su rostro, con la intención de exigir a Jake una respuesta a su
pregunta, pero el moreno parecía totalmente ajeno a su pequeño
ataque de frustración y confusión. Miraba con curiosidad los DVDs
que Henry tenía junto al televisor.
—El cine sigue sin ser uno de tus fuertes, ¿eh? —comenzó Jake con
una pequeña risa.
El rubio le miró incrédulo. ¿De verdad acababan de tener una
conversación como la que acababan de tener y el moreno le hablaba
de películas? Qué odioso y detestable era cuando quería el idiota.
—Rivers, ¿de qué coño vas? —inquirió Henry cabreado, sintiéndose
estúpido.
Pero Jake no le escuchó. Había cogido uno de los DVDs y lo miraba
con los ojos abiertos de par en par.
—¿Esto es lo que creo que es? —preguntó Jake ignorando al rubio.
Henry le miró con más irritación. Iba a montar en cólera, cuando vio
de qué DVD se trataba. Aquel vídeo que grabaron ambos de su
momento de intimidad. Una locura que se hace cuando uno está
caliente, y en su caso, porque estaba loco por ese chico. Henry
olvidó por completo su anterior preocupación, su mente ahora
pensaba en otra cosa. Sonrió con picardía.
—Ajá —afirmó Henry.
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Only Three Wishes ♥

—¿Lo has visto? —preguntó Jake con verdadera curiosidad.


—No, sigue acumulando polvo como el resto de películas que tengo
ahí —contestó, y lo cierto es que había olvidado completamente
aquel vídeo. Henry tenía aquel montón de DVDs junto a la
televisión, como el que tiene libros huecos en la estantería, para
rellenar—. ¿Quieres verlo?
Sus palabras surgieron y sonaron como si hubiera preguntado una
banal pregunta, como qué tal le había ido el día. Jake alzó ambas
cejas.
—¿Lo propones en serio? —preguntó.
—¿Por qué no? Nunca me he visto follando, tengo curiosidad —dijo
como si tal cosa—. Seguro que soy increíble.
—Lo cierto que es que yo también tengo curiosidad… —reconoció
Jake antes de sonreír—. Además, no es raro, ¿verdad?
—Raro sería si lo vieras con alguien que no fuera yo —sentenció
Henry para convencer al moreno—. Pero nosotros solos no es
problema.
—Claro.
Henry cogió el DVD de las manos de Jake, se acercó al reproductor
para ponerlo, mientras en su mente seguía aquel debate sobre cómo
actuar con Jake. Sus respuestas, su forma de actuar con él, y que a
pesar de todo siguiera comportándose con él como si nada hubiera
pasado, le daba a pensar que Jake seguía queriéndole. A veces no
dudaba de esa afirmación, porque bueno, eran ellos. Siempre lo
habían sido. Jake debía quererle tanto como él le amaba.
Simplemente, era como el hecho de que cada mañana sale el sol,
algo que nadie podía negar. En ocasiones le gustaba pensar que
pasara lo que pasara, al final acabarían uniéndose de nuevo, pero
siendo realista, aquello no era una historia ficticia en la que los
protagonistas estaban destinados a estar juntos por siempre a pesar
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Desirée Arjona Peña ♥

de las adversidades, era la vida real, y la realidad era que Jake estaba
saliendo con alguien que no era él, que aparentemente le hacía feliz
y le amaba. Puede que debiera madurar por una vez y alegrarse de
que Jake hubiera encontrado a alguien. Además, él había decidido
dejarlo por una buena razón, y ahora más que nunca debía ser firme
con su decisión. Su futuro estaba en juego. Se quedó quieto ante el
aparato. Alejarse de Jake no solo era lo más sensato para él, sino lo
más correcto para el moreno. Quizá debía ponerse en pie, romper
aquel DVD, y decirle a Jake que se marchara a casa, que ya le daría
a Claire o a Chris su ropa. Tal vez debía evitarle todo aquel tiempo,
hasta que terminara la boda, entonces Jake se marcharía de nuevo a
Europa con Alex y Henry empezaría su temporada en la NFL. Sí…
Eso sería lo más sensato. Pero para su desgracia, cuando Jake estaba
presente, no podía ser sensato. Por muy enamorado que estuviera de
Jake, era un ser egoísta, y no soportaba verle con otro. Ya sabía que
se había prometido dejar toda aquella locura y encauzar su camino,
pero se veía incapaz. Si aquella noche podía conseguir algo con
Jake, lo haría, porque posiblemente, y aunque le doliera admitirlo,
Jake era lo que más le importaba en el mundo, y una noche con él
era demasiado valiosa para rechazarla por el bien de los dos. Sabía
que intenciones tenía cuando le propuso a Jake ver el vídeo, y quería
seguir adelante con ello, porque ya, le valía cualquier cosa. Metió el
DVD en el reproductor y cogió el mando. Se incorporó y se dirigió
hacia el sofá. Jake no le prestaba atención, aparentemente, estaba ahí
mirando la pantalla esperando que la imagen apareciera. Henry se
sentó a su lado intentando parecer relajado e indiferente. Jake bebió
todo el contenido de su copa antes de acomodarse en el sofá.
—Vamos allá —dijo Henry dándole al play.
La imagen apareció. Jake estaba en primer plano colocando la
cámara. El Jake del sofá sonrió al verse. Después vio a Henry
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Only Three Wishes ♥

sentado en la cama, vestido únicamente con los vaqueros


esperándole. Recordó la escena, cómo Jake había propuesto al rubio
grabarse en vídeo y cómo Henry le pareció una buena idea
enseguida.
—Recuerdo esos pantalones, eran uno de mis favoritos —comentó
Jake como si fuera cualquier película casera.
—¿Crees que he perdido peso? —preguntó Henry al verse el torso
de hace dos años.
—Un poco de los hombros —admitió Jake—. Es que en esa época te
tenían todo el día entrenando para la final.
—Debo volver a hacer pesas —se dijo el rubio.
Ambos miraban la televisión intentado comportarse de la manera
más natural posible. Cuando Jake se vio a sí mismo acercarse a
Henry para besarle, sintió algo en su pecho y en su estómago. Un
cosquilleo y un dolor. Henry se sintió igual. Vio cómo el Jake de la
pantalla llevaba una mano a su dureza. Sintió un calor en la espalda
de repente. Echaba tanto de menos el tacto de su piel contra su
cuerpo, la forma en la que le tocaba, siempre tan pasional. Estaba tan
embelesado en la imagen que no se avergonzó cuando vio en la
pantalla a Jake deslizándole la ropa. Jake en cambio, sí. Hacía tanto
que no veía a Henry desnudo… Ojalá pudiera verle ahora, se moría
de ganas por verle de nuevo con sus propios ojos, tocarle de nuevo
con sus manos. Escuchó a Henry suspirar, una lástima que solo fuera
a través de unos altavoces. Se sorprendió al ver cómo mientras
tenían sexo se miraban de una extraña forma. No solían ser
románticos cuando se acostaban, pero eso era lo que ellos creían
desde dentro, porque ahora al verse desde fuera, se notaba que se
miraban el uno al otro embelesados, hipnotizados, enamorados. La
película iba pasando. Henry tragó saliva para evitar que se notara lo
seca que tenía la boca al hablar.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Estamos increíbles —comentó Henry, y para sorpresa de Jake,


dijo “estamos” y no “estoy”.
—Lo éramos —opinó Jake.
Los ojos del moreno estaban perdidos en las imágenes. Notaba cómo
su cuerpo se empezaba a acalorar, no solo por ver aquellas excitantes
imágenes, sino porque tenía a aquel hombre a su lado y no podía
hacerle las cosas que le hizo en el pasado. De pronto sonrió.
—Oh sí. Me encantaba eso —dijo sin perder detalle.
Henry sonrió orgulloso.
—Lo sé.
Tras decir aquello, desvió lentamente la mirada hacia Jake. El chico
estaba mirando la pantalla, con los labios húmedos, delatando cómo
seguramente se había pasado la legua por ellos. Su pecho se movía
con velocidad, pero rítmicamente. Sus manos estaban clavadas en el
sofá. Estaba excitado, y Henry aún más al verlo. Jake se dio cuenta,
y giró su cabeza. Henry no apartó su mirada. ¿Para qué? Estaba
seguro de que los dos pensaban lo mismo. Se adelantó unos
centímetros, acercándose al rostro de Jake. El moreno no hizo
ningún movimiento, por lo que Henry, con sus ojos fijos en los
labios de Jake, se acercó un poco. Justo cuando estaba seguro de que
iba a volver a probar el elixir de su vida, el moreno se apartó con una
extraña sonrisa.
—¿Qué haces?
—Lo que debería haber hecho en cuanto he llegado a mi casa y te he
visto —se limitó a contestar Henry.
—Henry…, tengo pareja, y tú... —contestó Jake.
—¿Y qué? —inquirió de pronto con tono molesto—. Ahora mismo
eso me da igual.
—Pues a mí no —dijo el moreno levantándose del sofá de pronto.

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Only Three Wishes ♥

Henry le miró incrédulo. No podía ser que hubiera confundido todas


las señales. Cogió el mando del DVD y lo apagó. Se levantó también
con el ceño fruncido.
—¿De qué coño vas? —exigió saber.
—¿Que de qué voy? —preguntó Jake comenzando también a
alterarse.
—¡Sí! ¡¿Qué pretendes?! ¡¿Estás jugando conmigo?! —inquirió
Henry malhumorado—. ¡¿Esta es tu forma de vengarte de algo?!
Jake le miró durante un largo segundo.
—No sé si tienes un problema en la cabeza, Henry, pero ya me
dejaste más que claro que no te arrepentiste de haberme dejado, que
quieres vivir una vida lejos de mí, y que lo nuestro se acabó para
siempre —le soltó con el tono serio que Henry no estaba
consiguiendo usar—. ¿A qué juegas tú?
Vale, debía reconocer que era cierto, pero ahora no podía pensar en
eso. Se volvió hacia la mesa teniendo una única cosa en la cabeza,
una única esperanza de que todo pudiera ser distinto. Necesitaba
volver a ser feliz, le valía con un día, una hora… unos minutos. Con
enfado, agarró una de las piedras que había conseguido. Se la mostró
a Jake y la dejó en la mesa.
—Quiero que me beses —dijo entonces.
Jake le estudió, intentando averiguar si el rubio hablaba en serio.
—Eso es rastrero hasta para ti —apuntó Jake.
—Mi piedra, mi deseo —resumió Henry.
Jake soltó una extraña risa, como si todo aquello no tuviera sentido.
Se acercó de pronto a Henry y le dio un casto beso en los labios, que
por corto que hubiera sido, podía haber hecho al rubio desmayarse.
Pero en cambio, frunció el ceño enfadado.

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Desirée Arjona Peña ♥

—De eso nada. Quiero un beso de verdad. Uno de más de quince


segundos —soltó Henry antes de hacer una pausa—. Uno como los
que siempre me dabas.
Jake estaba en una lucha consigo mismo. No por si aquello estaba
bien o mal, no por si Henry lo mereciera o no. Jake sentía su mente
dar vueltas pensando en si ceder, tal y como quería, tomar lo poco
que Henry le diera, o mantenerse firme hasta estar seguro de que el
rubio sería capaz de pedirle todo, tal y como había planeado. Quería
que Henry le pidiera volver, no solo un beso. Quería todo, estaba
harto de migajas. Pero lo peor de todo, es que se moría por esas
migajas. Por eso su cuerpo se movió, por eso dio un par de pasos
hacia Henry, y se colocó frente a él. Y por esa razón le agarró el
rostro. Podía sentir el aliento de Henry, un aroma delicioso, dulce y
amargo al mismo tiempo. Henry le miraba curioso por saber si lo
haría. Y lo hizo. Lentamente Jake pegó sus labios a los suyos. Y
joder, si no fuera porque quería saber hasta dónde llegaría el
moreno, le rodearía con los brazos con fuerza para no soltarle nunca.
Jake le envolvió los labios con los suyos, y Henry sintió sus piernas
debilitarse. Le estaba besando, le estaba besando. De nuevo tenían
sus labios juntos, deseosos el uno del otro. Casi le da un infarto
cuando sintió cómo Jake fundía su lengua con la suya. Y ya habían
pasado más de quince segundos. Henry sonrió disimuladamente,
triunfante. Sin dejar de besar a Jake, entrelazó sus manos con las del
moreno. Ambos estaban en tensión, pudieron notarlo en sus dedos
juntándose. Con algo de miedo a que Jake volviera a su negación
anterior, Henry se separó de Jake, sin soltar sus manos.
—Eso han sido más de quince segundos —dijo Henry.
Jake no contestó. Henry, sin perder más tiempo, se sentó en el sofá
sin perder el contacto visual con Jake. Por un momento, temió que
Jake le soltara las manos y le dijera que ya le había dado el beso,
475
Only Three Wishes ♥

pero para más alegría suya, Jake se dejó conducir por las manos de
Henry y sentó sobre él. El rubio le envolvió con sus brazos y Jake
volvió sus manos a las mejillas de Henry para volver a besarle.
Estaba tan bien en ese momento, tan feliz, que no podía pensar con
claridad. Quería estar para siempre con ese hombre, era lo único que
quería. ¿Por qué todo tenía que ser tan difícil? Notó cómo Henry
metió sus manos por su espalda. El rubio paseaba sus manos por él
con lentitud, queriendo volver a recordar cada centímetro de la piel
de Jake. Le quería tanto que le dolía hasta el respirar pensar que
posiblemente, y siendo positivo, solo le tendría durante una noche.
Sin soltar a Jake, le tumbó en el sofá para poder colocarse encima.
Jake dudó, y Henry lo percibió. Le acarició la mejilla con
delicadeza.
—Seamos solo los dos por una noche —le pidió Henry leyendo los
ojos de Jake, echándose atrás—. Una última noche. Dejemos de
pensar en todo lo demás solo por unas horas. Ya nos arrepentiremos
mañana todo —continuó con un tono suplicante—. Solo una noche.
Jake lo meditó unos segundos. Ese era el camino fácil para Henry,
evadirse durante una noche, dejando sus sentimientos brotar. ¿Pero
luego qué? ¿Le volvería a decir que no le quería, y que necesitaba
una vida lejos de él?
—Henry, las cosas no funcionan así. No puedo… —comenzó a decir
Jake.
—Sí puedes —repuso Henry pegando su frente a la de Jake, mirando
los labios del moreno embelesado. Le rozó el costado con continuas
caricias—. No puedes sentirte mal por besarme, porque tú nunca has
dejado de ser mío, Jake —dijo Henry de pronto—. Ni por un
segundo en todos estos años —continuó antes de tocarle el pecho—.
Esto me pertenece a mí. Tú me quieres a mí.

476
Desirée Arjona Peña ♥

Jake sabía que eso era verdad, y por eso sintió su pecho encogerse.
Pero eso daba igual, Jake sabía perfectamente lo que sentía él, lo que
quería saber era lo que Henry sentía.
—¿Y tú, Henry? —preguntó de pronto Jake con el ceño fruncido—.
¿Has sido mío estos dos años? ¿Esto me sigue perteneciendo a mí?
—inquirió tocándole el pecho como hizo Henry. El rubio no supo
qué contestar. Claro que sí. Pero no podía decir la verdad, no cuando
ya había preparado un futuro sin él. La duda hizo que Jake resoplara.
Empujó a Henry para que se apartara—. Será mejor que me vaya.
Henry se puso en pie y asintió. Puede que fuera lo mejor, pensó muy
a su pesar.
—Supongo que ese beso ha valido mis dos piedras —dijo con una
sonrisa amarga. Jake no dijo nada. Se puso sus zapatillas en silencio
y cogió su chaqueta—. Le daré tu ropa a mi hermana mañana —dijo
Henry entonces.
—Y yo te devolveré cuanto antes esto —contestó el moreno
señalando la ropa que estaba usando del rubio.
Henry volvió a asentir con lentitud, entre enfadado y triste. Jake
tomó el picaporte de la puerta y antes de mirar a Nike con una
sonrisa, se marchó sin mirar atrás.

Fuera continuaba lloviendo. Su chaqueta no tenía capucha, por lo


que su pelo se empapaba sin remedio. Llegó al coche y agarró el
volante, sin embargo, no arrancó. Sentía tanta impotencia. Dio un
golpe con fuerza al salpicadero. Estúpido Henry Woods. ¿En qué
momento tuvo que enamorarse de él? Estaba condenado a desvivirse
477
Only Three Wishes ♥

por alguien que le amaba, pero no quería una vida a su lado. No


podía ceder. Así solo se hacía más y más daño a sí mismo. Debía
mantenerse firme. O todo o nada. No podía conformase con lo que
Henry estuviera dispuesto a darle. No debía, no debía, se decía con
los ojos muy cerrados intentando clavar en su mente y corazón
aquellas palabras. Y ya se sentía totalmente seguro de que su
decisión era la correcta, cuando abrió los ojos, y sin que su mente se
hubiera dado cuenta si quiera de lo que ocurría, su cuerpo salió del
coche. Cerró la puerta con fuerza. Daba igual lo que su mente le
dijera, claro que se conformaba. Se conformaría con cualquier cosa
que le diera Henry. Porque era esclavo de su cuerpo, de su mirada,
de sus labios, de su forma de ser, de todo él. De nuevo en su rellano,
llamó a la puerta sin ninguna intención de escuchar los gritos de su
cabeza intentando detenerle. Hacía oídos sordos, nadie podría
pararle en ese momento. Ya podía aparecer quien fuese, que no
pararía por nada. Estaba seguro de que ni aunque Henry le pidiese
que parase lo haría. La puerta se abrió, dando paso a un Henry
totalmente confuso. Ver a Jake empapado en la puerta era lo que
menos esperaba, a pesar de haber estado hace unos segundos a punto
de explotar en lágrimas pidiendo que así fuese. Forzó su expresión
para componer la indiferente de siempre.
—¿Qué pasa? —preguntó sin ningún ánimo en la voz—. ¿Necesitas
un paraguas?
—Cállate.
Fue la respuesta de Jake antes de lanzarse a los labios de Henry. Le
apretó contra él con fuerza para que no le apartara. Henry no hizo tal
cosa, llevó sus manos a la cintura y al cuello de Jake, cerciorándose
de que aquello no era ningún sueño. Y no lo era, porque sintió a la
perfección cómo el moreno le pegaba a la pared. Henry no puso
ninguna objeción, en cambio, enredó sus dedos en el cabello húmedo
478
Desirée Arjona Peña ♥

de Jake, mientras le besaba con fiereza, y no con la delicadez de


hacía un rato. Se preguntaba por qué el moreno había cambiado de
opinión, pero no pensaba preguntárselo para que se volviera a
arrepentir. Quería seguir tocando su piel, quería seguir haciéndolo
para toda la vida. Estaba tan sumergido en sus besos y su aroma, que
tardó en darse cuenta. Jake se había apartado de él, dejando de
besarle. No, no, no, pensó Henry. Jake se despegó de su cuerpo para
desolación de Henry. Pero entonces, se quitó la chaqueta y la tiró al
suelo sin ninguna delicadeza. Seguidamente, se deslizó la camiseta y
la tiró de la misma manera. Henry miró hipnotizado el pecho de
Jake. Sus brazos, su vientre, su cuello, sus músculos… Era tan
perfecto que asustaba. Recordaba cómo todo aquel cuerpo había sido
suyo, solo suyo, y lo dejó escapar. Jake, dándose cuenta de cómo le
miraba Henry, sonrió de lado.
—¿Te gusta lo que ves?
—Sí —respondió Henry sin aliento, más deseoso de lo que le
hubiera gustado sonar.
Jake se sentó en el sofá sin dejar de mirarle.
—¿Pues a qué esperas? —preguntó antes de alargar una mano—.
Ven aquí.
Henry se adelantó y cogió la mano de Jake. Se dejó empujar y cayó
encima del moreno. Si el corazón de Jake ya estaba acelerado, ahora
amenazaba con sufrir alguna taquicardia por la velocidad que
llevaba. Henry llevó sus labios de nuevo a los del otro chico, de una
manera deliciosa y sublime. Podía notar cómo sus brazos y su pecho
tocaban su piel mientras lo hacía. Jake sentía el calor en su cuerpo,
era como estar en un cielo muy cálido. Había echado de menos cada
centímetro de la piel de Henry. Era increíble el efecto tan fuerte que
tenía sobre él. Seguían besándose sin parar, sus lenguas y labios
luchaban por conquistar terreno dentro de la boca del otro. Durante
479
Only Three Wishes ♥

un momento, Henry se apartó para quitarse la camiseta, quedando


también a torso descubierto. Nada se podía comparar a la obra de
arte que era el cuerpo de Henry. Jake llevó sus manos al pecho del
rubio, devorándole con la mirada. Henry ladeó una sonrisa viendo la
expresión del chico que tenía bajo él. Saber que seguía teniendo ese
efecto en Jake le hizo sentir un cosquilleo en el estómago. Jake
también lo sentía, y si estaba excitado viéndose en pantalla con
Henry, ahora que era él mismo con aquel hombre, estaba que
estallaba. Henry comenzó a besarle lujuriosamente el cuello, muy
cerca del nacimiento de la oreja. Jake, con la respiración
entrecortada, pasó sus manos por la espalda y el pecho de Henry,
comenzando a perlarse en sudor. Llevó una mano a su pezón
derecho y otra a la parte baja de su espalda. Hizo presión con la
primera mientras sentía la lengua de Henry en su oreja. El rubio, sin
detener su lengua, se retorcía por cada roce, parecía que Jake no
había olvidado las zonas sensibles de su cuerpo, y sin poder evitarlo,
empezó a jadear cuando sintió las manos de Jake meterse en sus
pantalones, y apretar sus nalgas sin piedad. Nunca en su vida había
estado tan excitado como en aquel momento. Escuchar los jadeos de
Henry en su oreja, solo hizo que la dureza de Jake creciera más en
sus pantalones. Le dolía de lo excitado que estaba. Henry bajó sus
labios hacia el pecho de Jake, y sin contemplaciones, se llevó a la
boca uno de sus pezones. El moreno gimió sin perder detalle. Henry
miró a Jake con una sonrisa increíblemente erótica, y comenzó a
pasear su lengua cálida por todo el pecho del moreno hasta llegar al
abdomen, metiendo su lengua en su ombligo, consiguiendo que la
espalda de Jake se arqueara y de su boca saliera un jadeo sin control.
Sin dejar de obrar con su lengua, Henry llevó una mano al botón del
pantalón de Jake. Lo desabrochó sin poder esperar más, y el moreno
agradeció poder dar un respiro a lo que tenía ahí debajo. Henry se
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Desirée Arjona Peña ♥

incorporó un poco para poder quitar los pantalones del cuerpo de


Jake por completo. Henry volvió a su lugar contemplando aquel
cuerpo. Podía ver que Jake estaba tan excitado como él, moviendo
sus caderas en busca de contacto, y estaba claro que bajo su ropa
interior estaba que explotaba. Henry resopló demasiado excitado,
estaba sudando como nunca, y ni siquiera había empezado. Paseó su
mano por el pecho de Jake hasta llegar al borde de su ropa interior.
Dejó que sus dedos se metieran unos milímetros. El abdomen de
Jake se contraía, y su expresión era de pura impotencia. El rubio
resopló, aquellas vistas eran demasiado.
—Eres tan sexy —dijo Henry con un hilo de voz y los ojos llenos de
pasión.
Jake se incorporó, apoyándose en sus codos, para susurrar al oído
del rubio.
—Vamos a tu cama, por favor —dijo con voz muy ansiosa.
El rubio sintió un pinchazo bajo su vientre al escuchar las palabras
de Jake y el aliento en su oreja. Puede que fuera porque era Jake,
pero realmente estaba convencido de que no había nadie tan
excitante como él. Se puso en pie y Jake hizo lo propio. No le dio
tiempo a hacer nada, cuando Jake ya estaba ante él besándole y
conduciéndole hacia la habitación. Al llegar a la puerta de su cuarto,
Henry abrió con velocidad, y con la misma precisión la cerró tras
ellos. Siguió indicando el camino a Jake entre besos. Con un ligero
empujón, Jake se dejó caer a la cama. Henry, de pie ante él, sonrió
llevándose las manos al broche de los pantalones. Se lo deslizó por
las piernas sin perder el contacto visual con el moreno. Dejó la
prenda caer al suelo. Las vistas dejaron a Jake sin aliento, Henry era
perfecto por completo, no solo su increíble pecho musculoso, sino
también sus piernas torneadas y marcadas. Jake seguía sin poder
creerse que hubiera estado sin aquel cuerpo dos años. El rubio miró
481
Only Three Wishes ♥

satisfecho cómo Jake le observaba ensimismado por su anatomía,


parecía divertido de tenerle así. Se pasó la mano por su pecho sin
dejar de retar al moreno con los ojos. Se tocó un pectoral mientras
con la otra rozaba su dureza. Jake negó con la cabeza y sonrió de
lado desde la cama.
—Deja de provocarme, ya me has convencido —dijo el moreno
intentando controlar su respiración.
—Sigo preguntándome cómo lo he hecho —dijo Henry acercándose
a él.
Cuando le tuvo frente a él, Jake llevó sus manos a la cadera de
Henry.
—No es ningún secreto que me muero por tu cuerpo, Henry —dijo
empezando a acariciar su abdomen, estaba tan duro y suave a la vez
que parecía irreal.
—Pero esto si será un secreto, ¿no? —preguntó Henry con intención
de saber si el moreno pensaba dejar a su novio después de aquello.
Un atisbo de esperanza le llegó al pecho. Jake, confundiendo sus
intenciones, frunció ligeramente el ceño. Claro que Henry quería que
fuese un secreto, no quería que le perjudicara en su camino al éxito,
y él solo era un problema, el obstáculo que más quería evitar.
—Claro, no querrás que tu novia y la prensa se enteren —contestó
con retintín.
Y Henry también se molestó.
—Ni tu novio —le recordó con el mismo tono.
Jake no quería hablar más. Su cordura comenzaría a hacer mella en
él y a detenerle. Quería ser como Henry durante esa noche, y
preocuparse solo de sí mismo. Quería dejar salir su parte egoísta y
dejar de pensar en los demás un segundo. Quería estar con Henry,
aunque solo fuera por unas horas, ya se arrepentiría mañana de haber
hecho las cosas tan precipitadamente.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Deja de hablar —le ordenó Jake sin poder evitar el impulso y las
ansias de pasar su lengua por donde antes habían estado sus dedos.
Notó cómo Henry tensó cada músculo al contacto con su lengua a la
vez que le escuchaba gemir, y eso le encantaba. Su pecho se
hinchaba de orgullo al saber que era él quien le estaba haciendo
sentirse así. Siguió lamiendo su vientre hasta llegar al ombligo.
Jugueteó un poco rodeándolo con la lengua, y tras ello bajar un poco
más. Sintió cómo le inundaba el olor de su masculinidad. Y fue
entonces cuando Jake se percató de lo excitado que estaba Henry en
realidad, tanto que la punta de su miembro se había salido de su ropa
interior, y se mostraba húmeda y enrojecida sin ningún pudor. Jake
sonrió levemente encontrándose con los ojos del rubio, que le
miraban totalmente hipnotizados. Decidió dejarse de juegos para
darle placer de verdad. Le bajó la prenda hasta quitársela, y se
introdujo lentamente su dureza en la boca. Sabía tal y como lo
recordaba, delicioso. Pensar en ello solo le hizo calentarse más si era
posible.
—Joder, Jake. Sí, así… —escuchó decir a Henry.
Jake siguió su trabajo con cada vez más ímpetu y velocidad, mientas
Henry no dejaba de gimotear. Comenzó a moverse, con un vaivén
veloz y rítmico. Agarró el cabello del moreno para que no se
detuviera. Y Jake no lo haría, le encantaba escuchar cómo sonaba la
voz de Henry entre gemidos, y más cuando era su nombre el que
pronunciaba de manera anhelante. De pronto, un gemido más
profundo salió de sus labios. Henry posó su mano en el hombro de
Jake para apartarle.
—P-para…, para o conseguirás… que me corra —dijo Henry entre
jadeos.
—Si quieres sigo, no me importa que te corras en mi boca, me gusta
tu sabor.
483
Only Three Wishes ♥

Henry miró a Jake impactado y con cara de estar pensándoselo, pero


cuando Jake se acercó para volver a engullir el miembro del rubio, le
apartó de nuevo con una sonrisa descarada.
—Joder Jake, me estás calentando de una manera exagerada —
reconoció casi en un jadeo—. Vienes con ganas de guerra… Pensaba
que tu novio te daba bien —soltó antes de empujar a Jake para que
se tumbara.
—Puede que esté así porque me tienen muy bien acostumbrado. Ya
te he dicho que Alex es muy bueno —le recordó Jake haciendo que a
Henry le invadieran mil demonios.
—Deja de negarlo ya —dijo colocándose encima de Jake. Le agarró
de la mandíbula para obligarle a que le mirara a los ojos—. Nadie te
ha hecho disfrutar tanto como yo, Rivers.
Y acto seguido comenzó a besar y acariciar con avaricia su torso y
su abdomen, sin dejar ni un solo milímetro de piel sin conquistar. Y
parecía que al moreno le gustaba, pues no dejaba de gemir.
—¿Vuelvo a ser Rivers? —inquirió Jake entre jadeos.
—Si prefieres te llamo otra cosa —contestó Henry antes de jugar
con el pezón del moreno.
Sin previo aviso, Jake le agarró del pelo, le acercó de nuevo a sus
labios, y le besó con locura antes de hablar.
—Llámame lo que quieras —dijo fuera de sí.
Henry llevó su mano a la mejilla de Jake y sonrió dulcemente.
—Pequeño. Mi pequeño —dijo entonces.
Jake sonrió divertido antes de volver a atacar la boca del rubio. Se
besaron sin tregua. Jake llevó sus manos a las nalgas de Henry y
comenzó a marcarle un ritmo. El vaivén era lento, pero era perfecto
para sentir la dureza del otro. Estaban perlados en sudor. Hacía
mucho calor en la habitación, únicamente provocado por ellos.

484
Desirée Arjona Peña ♥

—Henry, tócame —pidió Jake, antes de coger la mano de Henry y


plantarla sobre sus boxers oscuros.
—No sabes lo bien que ha sonado eso —apuntó Henry al tiempo que
comenzaba a mover su mano.
Y aquella mano debería estar prohibida. Era una delicia como se
movía sobre él. El rubio llevaba su mirada del rostro de Jake, a
donde tenía su mano, y viceversa. Entonces, deslizó con una lentitud
dolorosa la ropa del moreno. Se escuchó un sonido desesperado,
pero para sorpresa de ambos, no fue de Jake, sino de Henry al ver
aquello. Se incorporó siguiendo un camino de besos hasta su dureza.
Deslizó por completo la prenda y la tiró lejos. Henry besó la punta, y
sin dudarlo, la agarró para mover su lengua sobre ella.
—Dios, cómo la he echado de menos —dijo ensimismado.
Jake, tras gemir por sus palabras, llevó su mano a los cabellos de
Henry.
—Espero que no hayas perdido la práctica, Piolín —soltó Jake.
Henry llevó sus ojos a los del moreno, y le lanzó una mirada
desafiante. Sin más, se la introdujo completamente en la boca.
Comenzó a moverse lentamente, haciendo lloriquear de gusto al
moreno, que sin poder evitarlo, empezó a mover sus caderas al
mismo ritmo que él succionaba su miembro. Jake arqueaba su
espalda de manera exquisita, sentía cómo la lengua de Henry
recorría y contorneaba su miembro, marcando más su glande,
llevando a un grado infinito de placer y éxtasis a Jake. Siguió el
ritmo, mientras en ocasiones se detenía para bombearlo. El moreno
se retorcía de placer, no dejaba de gemir y temblar, sentía descargas
eléctricas recorriendo todo su cuerpo. Jake se apresuró a apartarle.
Henry se incorporó con una sonrisa triunfante al ver al moreno
jadeante, sonrojado y con el pelo despeinado.
—¿He perdido práctica o no? —inquirió.
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Only Three Wishes ♥

Jake como respuesta se lanzó a sus labios.


—Eres increíble —dijo entre beso y beso.
Henry hubiera preferido que dijera que era el mejor, pero aún no se
daba por vencido. Jake siguió besando los brazos, hombros, cuello,
orejas y la cara de Henry. El rubio se dejaba besar mientras
deslizaba sus manos por la cintura de Jake. Entonces recordó algo.
Miró a Jake.
—No tengo lubricante, pero me muero de ganas…
Jake le dio la respuesta cogiendo su mano y chupando con lascivia
sus dedos. Buscó sin demora aquel hueco entre sus nalgas, y sin
más, introdujo un dedo. Jake movió su cabeza hacia atrás. Henry
movía sus dedos sin perder detalle del rostro del moreno, del cual
bajaban gotas de sudor de forma delicada, con los ojos cerrados y la
boca ligeramente abierta, soltando gemidos. Su respiración se volvía
dificultosa a falta de aire. Henry sonrió de nuevo e introdujo otro sin
dejar de moverlos. Simulaba embestidas con un ritmo que hacía
enloquecer a Jake. Henry llevó su mirada hacia el lugar donde se
perdían sus dedos, y haciéndosele la boca agua, llevó sus labios a
aquel lugar. Jake se incorporó al notar que Henry había apartado sus
dedos, pero entonces soltó una exclamación de sorpresa cuando vio
que en su lugar metió algo mucho más caliente y húmedo.
—Joder, sí.
Jake sentía vergüenza con solo escucharse gemir sin poder
controlarse, pero es que aquello era demasiado increíble. Escuchó
una ligera risa justo antes de volver a notar su lengua jugando entre
sus nalgas, para instantes después unírseles de nuevo sus húmedos
dedos. Jake se veía incapaz de cerrar la boca.
—Ah Henry… Ah, ah, no puedo más…. Ah. Métela de una vez o
acabaré antes de empezar.
Henry se incorporó relamiéndose los labios.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Paciencia, pequeño —dijo antes de agarrar su propia dureza—. Ya


voy.
—¿Dónde tienes los condones? —preguntó de pronto Jake, sin dejar
de pasar sus manos por el pecho de Henry.
—¿Qué dices? No he usado en mi vida un condón contigo, lo voy a
usar ahora —soltó con la voz más ronca de lo habitual.
Sin saber por qué, a Jake le encantó escuchar aquello.
—A tu madre le encantaría oír eso —dijo con una pequeña risa.
—Por favor, no me hables de mi madre ahora —pidió Henry
preparándose.
Tanto él como Jake se observaban sin perder detalle. Henry entró
con delicadeza. Ambos jadearon con fuerza. Henry no recordaba lo
delicioso que era, no solo con un hombre, sino con Jake, lo delicioso
que era hacerlo con Jake. Comenzó con suaves embestidas.
—Ah, más rápido, Henry —pidió Jake entre gemidos.
Y tanto si aceleró. Jake jadeaba sin poder detenerse, porque el
cabrón no sabría cocinar, ni limpiar, pero follar…Vaya que sí, pensó
Jake. Y no solo eso, además se veía guapísimo incluso despeinado y
sudoroso. Durante un buen rato la habitación se inundó con sus
jadeos, y alguna que otra palabra obscena. Jake sentía cada estocada
hundirse en él, para luego volver a salir y provocarle un cosquilleo
increíble en cada una de las terminaciones nerviosas de su interior.
Hasta el sonido que producían sus cuerpos al chocar le parecía
erótico. Henry tocó ese punto sensible en Jake.
—¡Ah! Ahí, Henry, ahí…
—Lo que quieras, Jake. Para ti, lo que quieras —dijo jadeante
empujando justo donde el moreno pedía, haciéndole delirar.
—Dame ahí, por favor, no pares ¡ah, ah!
Perdió la noción del tiempo, ya no sabía si llevaban media hora o
solo cinco minutos. Henry apoyó todo su peso en los brazos para
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Only Three Wishes ♥

poder ver mejor el cuerpo de Jake. Ambos se miraban totalmente


llenos de pasión y locura. El rubio hizo una pausa para besar a Jake.
El moreno le devolvió el beso, y en cuanto se apartó, le acercó dos
dedos a los labios, que Henry lamió gustoso. Cuando los tuvo
húmedos, Jake los sacó y Henry volvió a apoyarse en el cuerpo del
moreno, hundiendo su rostro en su cuello. Sin más espera, Jake llevó
aquellos dedos al centro de las nalgas de Henry. Empujó uno
haciendo que de la boca del rubio saliera un alto gemido.
Continuaron moviéndose, uno dentro del otro al mismo ritmo. Jake
llevó otro dedo más. Henry también había extrañado esa sensación.
Jake consiguió sin problemas darle en ese punto, conocía el cuerpo
de Henry demasiado bien.
—Ah Jake, sigue… Me en-encanta.
—Ya lo sé.
Henry no podía más, aquello era demasiado. Ambos estaban al filo
del clímax. Henry llevó inmediatamente su mano al miembro de
Jake, y lo masajeó al ritmo salvaje que llevaban. Jake, de pronto, le
empujó colocándose sobre él. Siguió él mismo el vaivén
desenfrenado que había estado llevando el rubio, que no había
dudado en seguir tocando la dureza del moreno.
—Ah, ah…. Henry no puedo más.
—Yo t-tampoco.
Jake fue el primero en llegar. Se derramó entre ambos con un largo
gemido. La mano de Henry dejó el miembro de Jake para llevar
ambas a sus nalgas y ayudarle a acelerar el ritmo. Henry clavó sus
uñas y alzó la cabeza al terminar.
—¡Ah, sí! —gritó.
Jake sonrió levemente, antes de dejarse caer sobre el rubio. Sus
respiraciones estaban totalmente descontroladas. Jake tenía el rostro
oculto en el cuello de Henry, que le acariciaba el cabello con
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Desirée Arjona Peña ♥

delicadeza. Estaban empapados en sudor, y sus pechos se movían sin


parar. En aquella oscuridad y en aquel silencio, Henry se dio cuenta
de lo que tenía entre sus brazos. Parecía que Jake podría quedarse
totalmente dormido en cualquier momento, no se movía ni un ápice,
estaba ahí, con la respiración cada vez más relajada, sobre el pecho y
el cuello de Henry. El rubio, sin poder evitarlo, llevó su mirada hasta
él y le contemplo. Le tenía de nuevo en su cama, y eso le hacía feliz.
Pero no era para siempre, y lo peor de todo es que Jake no era suyo,
y ya no lo sería más. Sus ojos se humedecieron de repente. Un
sollozo se escuchó en la habitación, pero para su sorpresa, no era
suyo, sino de Jake. Henry le miró, el moreno tenía hundido el rostro
en su cuello, por lo que tuvo que agarrarle el mentón para que le
mirara. Jake tenía los ojos llorosos, igual que él.
—¿Qué pasa? —preguntó Henry a pesar de estar igual.
Jake negó con la cabeza.
—No hablemos. No hasta mañana, por favor —le pidió Jake antes
de tomarle el rostro y besarle en los labios.
Henry no dudó en concederle aquello, porque quería exactamente lo
mismo. Apretó sus ojos y de ellos salieron dos lágrimas. No le
importó, total, Jake estaba igual, y estaba seguro de que no le
preguntaría. Ambos se rodearon con los brazos mutuamente y se
cubrieron con el edredón. Mañana sería otro día, pero hasta que el
sol saliera… volvían a ser los dos, y eso era lo único que les
importaba.

489
Only Three Wishes ♥

Capítulo 19
Él mismo casi no se creía estar despierto tan pronto, pero le era casi
imposible conciliar el sueño teniendo al lado a Henry. Estaba con los
ojos entreabiertos, mirando cómo dormía. Pocas veces había podido
verlo. Era exagerado lo que le gustaba ese hombre. Respiraba con
lentitud, relajado, boca arriba. Todo él estaba en calma. Jake sonrió
levemente. Acercó su rostro para poder acercarse más a él, respirar
su aroma, tocar su piel… De pronto, un estruendo le sobresaltó.
Henry abrió los ojos, y como auto-reflejo, llevó su mano a la mesilla
de al lado. Golpeó su despertador, que calló al instante. Volvió a
tumbarse y se frotó los ojos. Cuando los volvió a abrir, se giró
viendo a Jake con los ojos cerrados. Sonrió aliviado de ver que lo
que ocurrió anoche no fue ningún sueño, y que Jake aún estaba en su
cama. Se incorporó un poco para verle mejor. Con lentitud, llevó su
mano a su espalda y la agitó levemente.
—Jake… —le susurró. El moreno fingió desperezarse y abrió los
ojos con parsimonia. Cuando los tuvo totalmente abiertos, miró a
Henry—. Tengo que ir al trabajo, pero puedes quedarte aquí
durmiendo si quieres —le dijo el rubio con amabilidad.
Jake dejó escapar un gesto de disgusto.
—¿Tienes que ir? —preguntó.
—¿Por qué? —quiso saber Henry.
Jake dejó escapar de sus labios una pequeña sonrisa. Se dio la vuelta
para quedar boca arriba y pasó sus dedos por el pecho de Henry
lentamente.
—Porque podríamos quedarnos aquí los dos un poco más.
El rubio no pudo evitar sonreír ante la idea.
—¿No tienes sueño? —preguntó con una ceja alzada.

490
Desirée Arjona Peña ♥

—Ahora que me has despertado no —respondió Jake. A Henry le


valió como respuesta. Fue a acercar su rostro al de Jake, cuando
escuchó una de esas atronadoras músicas de guitarras. Henry se
apartó y Jake ladeó los ojos—. Seguro que es David para darme la
brasa.
—¿Quieres que le cuelgue por ti? —le propuso Henry ya poniéndose
en pie para buscar entre la ropa de Jake. Cogió el móvil y miró la
pantalla, su expresión cambio enseguida. Con desagrado, tiró el
móvil sin colgarlo a la cama para que Jake lo cogiera—. Es tu Alex
—soltó de pronto con enfado en la voz. Jake se incorporó y miró el
móvil. Alex solía llamarle por la mañana para saber cómo estaba. Se
le había olvidado completamente—. ¿No vas a cogerlo? —inquirió
Henry.
—Le llamaré más tarde —dijo Jake silenciando y dejando el móvil
en la mesilla.
—No tienes por qué hacerlo. Es tu novio —dijo con asco en la voz.
—Ya te he dicho que le llamaré más tarde —insistió Jake queriendo
dejar ya aquella conversación para tener a Henry de nuevo en la
cama. Pero para disgusto suyo, Henry compuso una mueca, entre
indiferente y furiosa, y se dirigió a su vestidor.
—Tengo que ir al trabajo —dijo con sequedad.
Jake alzó ambas cejas al tiempo que le miraba exasperado.
—¿Por qué coño te cabreas? —exigió saber.
—No me cabreo, sé perfectamente lo que hay —contestó Henry
cogiendo una de sus camisas y una corbata, y las dejó sobre la
cama—. Él es tu novio, y yo soy… ¿Qué? ¿Tu amante? ¿Tu
aventura de una noche? —inquirió con evidente molestia y retintín
en la voz.
—¿Y yo qué soy? —exigió saber Jake—. ¿Tu vicio escondido a tu
novia de pega y a los medios?
491
Only Three Wishes ♥

Henry se encogió de hombros con una dolorosa indiferencia para


Jake.
—Supongo que sí —se limitó a responder.
Jake se quedó pasmado, pero en realidad, no sabía por qué.
—Eres un capullo —soltó, deshaciéndose de las sábanas que le
cubrían y levantándose de la cama.
—Tú tampoco eres ningún santo Jake Rivers —le recordó Henry—.
Eres incluso peor que yo —escupió con repugnancia—. Vas por ahí
jurando amor eterno a un tío por el que no sientes nada, y se la pegas
a la mínima que sale del país.
Jake abrió los ojos de par en par.
—¡¿Para eso querías que me acostara contigo?! —inquirió Jake—.
¡¿Para poder decir que no le quiero?!
—Es que no le quieres, Rivers. Si no, no le hubieras sido infiel
conmigo —dijo Henry para hacer daño como de costumbre. Pero
entonces se quedó callado, y apareció una pequeña sonrisa en sus
labios—. O puede que si le quieras…, pero me quieres aún más a mí.
Jake sintió su sangre hervir. Él también podía jugar a hacer daño.
—O puede que me haya vuelto un cabrón sin escrúpulos como tú —
soltó de pronto, antes de tomar una expresión pensativa—. Creo que
Alex me perdonará cuando venda tu historia a los medios —dijo de
pronto con saña. Henry frunció el ceño con gravedad. Jake en
cambio, sonreía—. Le pagaré un viaje al Caribe y los dos nos
reiremos cuando te echen de la NFL por maricón reprimido.
Henry se adelantó hacia Jake. El moreno no se movió en ningún
momento, ni tan siquiera cuando Henry se quedó a unos centímetros
de él, con su mirada asesina.
—Jamás pensé que volvería a tener ganas de matarte —dijo Henry
entre dientes, intentando contener las ganas de golpear a Jake.

492
Desirée Arjona Peña ♥

—Oh, ¿así que tú puedes ser cruel pero yo no? —inquirió Jake con
falsa diversión—. ¿Tú puedes echarme en cara que engaño a mi
novio porque no puedo olvidarte, y yo no puedo decir que eres un
cobarde maricón de mierda?
Se hizo un frío silencio de pronto.
—Lárgate de mi casa —dijo Henry con voz ronca.
—Encantado —se limitó a decir Jake.
Henry, sin esperar más, se digirió al baño para poder ducharse e ir a
trabajar. Esperaba no tener que encontrar la estúpida cara de Jake
Rivers cuando saliera. Cerró de un portazo. Aguantó las ganas de
patear cada objeto de la habitación, apretó los dientes intentando
contener su respiración. Abrió la ducha, pero no llegó a entrar. Se
dio la vuelta de repente y abrió de nuevo la puerta. Jake estaba aún
fuera, poniéndose sus pantalones.
—¿Sabes qué? ¡Sí, soy un maricón de mierda! —gritó Henry de
pronto enfurecido—. ¡Pero por tu puta culpa!
—Pues vale —se limitó a decir Jake sin levantar la voz y sin dejar de
hacer lo que estaba haciendo.
—¡Si no hubieras aparecido en mi vida ahora no tendría que tener
que convivir con esta mierda! —continuó Henry sin bajar el tono.
Jake alzó el rostro y se cruzó de brazos ante el rubio.
—¿Así que yo tengo la culpa de que te gusten las pollas? —preguntó
de pronto, como si aquello fuera una locura. Henry no contestó, por
lo que Jake se limitó a asentir—. ¿Hay algo más de lo que me
quieras culpar? Tal vez… ¿de tu trastorno de personalidad? ¿Tu
inmenso ego? ¿De que te guste el zumo? —inquirió Jake, y a Henry
no le gustó nada aquel tono de burla. El moreno dejó sus brazos caer
con frustración—. ¡Eres como eres, por ti mismo, capullo!

493
Only Three Wishes ♥

—Entonces supongo que tú también eras infiel de fábrica —atacó


Henry—. ¿Cuántas veces me la pegaste a mí? ¿Te follabas a muchos
tíos después de cada concierto?
Jake se llevó las manos a la cabeza.
—¡Esto es surrealista! —exclamó sin poder creer que estuviera
teniendo aquella conversación. Resopló agotado—. ¡Muy bien!
¡Gracias por abrirme los ojos! ¡Ahora veo la gran estupidez que
acabo de cometer! ¡He engañado a la única persona que me ha dado
una relación de verdad por ti! ¡Un capullo integral que solo piensa
en sí mismo!
Henry se adelantó un paso, totalmente encendido al escuchar al
moreno.
—¡Pues yo he tirado mi vida por la borda por un idiota que además
de yonqui es un fracasado! —exclamó Henry con rabia, haciendo
que Jake se quedara inmóvil y mudo. Henry también se calló.
Respiró hondo antes de negar con la cabeza—. No sé cómo me pude
enamorar de ti.
Su voz sonó como una reflexión seria. Jake bajó el rostro. Aquellas
palabras le dolieron. Sonrió amargamente y se encogió de hombros.
—Bueno, que no sepas cómo ocurrió no quita que pasara —dijo de
pronto—. Y seguramente aún lo estés, porque si tantas ganas tenías
de alejarte de mí, nada de esto habría ocurrido.
Henry le miró largos segundos con la respiración aun acelerada, pero
comenzando a relajarse, tal vez porque ya no tenía ganas de discutir,
tal vez porque las palabras de Jake eran una gran verdad.
—Que quiera no quiere decir que pueda —contestó—. De eso se
trata todo.
—¿De qué? —preguntó Jake.
—Que no podemos alejarnos el uno del otro —respondió Henry,
pero Jake no se sorprendió de sus palabras. Ambos los sabían, era un
494
Desirée Arjona Peña ♥

hecho demasiado evidente como para ignorarlo o fingir que no


existía—. Por mucho que tú lo necesites y por mucho que para mí
sea lo mejor.
Los ojos de Jake no se despegaron del rostro de Henry en ningún
momento.
—¿Crees que lo mejor para ti es alejarte de mí? —preguntó
acercándose hasta quedar frente a frente con Henry.
—Sí —respondió sin dudar. Porque realmente pensaba que era así.
Su vida sin Jake sería más fácil, aunque claro, vacía.
Jake asintió, comprendiendo que posiblemente fuera verdad. Se
acercó un poco más, casi pegando su pecho al del rubio. Elevó su
mano para poder acariciar su mejilla.
—¿Y crees que yo necesito alejarme de ti? —preguntó.
—Sí —volvió a responder Henry—. Nunca he sido bueno para ti,
Jake. Podría acabar contigo.
Y de nuevo, tenía que darle la razón. Aquel hombre iba a acabar con
su salud física y mental. Sabía que tenía el poder de acabar con todo
su mundo, pues Jake dejaría cualquier cosa por él. Pero
definitivamente, no le importaba. Se encogió de hombros y negó con
la cabeza.
—Me da igual —dijo acariciando con el pulgar la mejilla de Henry.
Y enseguida, dirigió sus labios a los del rubio. Eran como una droga,
dañinos, pero adictivos. Solo podían crear más y más dependencia.
Y para Henry, era lo mismo. Envolvió a Jake entre sus brazos y le
apretó contra él. Jake, dando por terminada aquella discusión,
condujo a Henry de nuevo hasta la cama. El rubio sonrió levemente.
—Llamaré al trabajo —dijo entre beso y beso.
Jake también sonrió.
—Yo apagaré el móvil.

495
Only Three Wishes ♥

Estaba ante la puerta del restaurante vestido con el único traje que
tenía en el armario. Daba un paso hacia la puerta, y enseguida otros
dos hacia atrás. Estaba allí por obligación, lo único que quería era
darse la vuelta y no entrar en aquel lugar. Shorty había recibido un
mensaje del señor Woods diciendo: “Tenemos que hablar”, más una
fecha, una hora y un lugar, nada más. No debía ser muy listo para
saber que aquello no era nada bueno. La idea de él cenando con los
padres de su futura esposa no le gustaba, y mucho menos si los
padres eran los Woods. Cogió su teléfono y marcó el número de su
padrino.
—¿Qué pasa ahora? —contestó la voz de su amigo al otro lado.
—No puedo hacerlo, Jake —dijo Shorty con la voz llena de
preocupación y nervios.
Jake suspiró.
—No va a pasar nada, Shorty —éste no contestó, mostrando no estar
nada de acuerdo con las palabras tranquilizadoras de Jake. El
moreno decidió usar otra estrategia—. Vamos por pasos, ¿vale? —
preguntó, y Shorty se limitó a asentir. Como Jake no escuchó queja
consideró su silencio como afirmativo—. ¿Dónde estás?
—En la puerta.
—Bien, pues entra.
Shorty cogió aire y se dispuso a entrar.
—Ya está, ¿y aho...? —dijo, pero no pudo terminar.
Un hombre vestido con traje y pajarita se le acercó.
—Buenas noches, señor. ¿Tiene reserva? —preguntó el camarero.

496
Desirée Arjona Peña ♥

Jake, desde el teléfono, no escuchó respuesta por parte de Shorty,


estaba seguro de que su amigo se había quedado ahí parado como un
tonto.
—¡Contesta, tarugo! —gritó Jake para despertar de su
embobamiento a Shorty. El chico dio un respingo y se apresuró a
contestar.
—Em… No lo sé. ¿Ha venido ya el señor Woods?
—Sí, están esperando. Por aquí, por favor —dijo comenzando a
caminar hacia el interior del restaurante.
Shorty comenzó a seguir al tipo pasando su mirada por todos los
comensales de las mesas. Todos eran ricachones engreídos, de eso
podía estar seguro.
—¿Ves? No hay nada de qué preocuparse —escuchaba decir a
Jake—. Te sentarás, pedirás comida, y…
Su amigo estaba comenzando a tranquilizarse y a creer a Jake,
cuando localizó la mesa. El señor Woods no estaba solo, iba
acompañado de su infernal hijo. Shorty se dio la vuelta de repente,
sin importarle haber dejado al camarero solo.
—Está Woods, está Woods… —dijo en un susurro al teléfono
mientras huía de nuevo.
—Ya —se limitó a decir Jake—. Puede que sea porque quedaste con
él.
—¡No, idiota! Henry, Henry Woods —exclamó Shorty de pronto—.
¡Puedo sobrevivir a un Woods, con dos me cuesta, pero con tres ni
de coña!
—A ver, tranquilidad —pidió Jake.
—He huido —contestó Shorty saliendo del restaurante.
—¡¿Qué?! ¡Vuelve ahí!
—Jake, me van a comer con patatas.

497
Only Three Wishes ♥

—Shorty, olvida por un momento sus pelos rubios, su apellido, y


quién son. Solo son unos pijos cualquiera, puedes con ellos —dijo
Jake con seriedad. Shorty se mordió el labio sin estar nada seguro de
aquello—. Tú solo recuerda que lo que importa es Claire.
Shorty ladeó los ojos. El moreno siempre tenía que recordarle
aquello. Resopló.
—Está bien —dijo muy a su pesar—. Te llamaré después, si sigo
vivo.

Henry miraba su copa de vino mientras su padre hablaba. Había


dejado de escuchar hacía un rato. La misma charla siempre que veía
a su padre. Solo deseaba que su madre volviera del baño para que se
callara, al menos con su madre solo tenía que aguantar un montón de
quejas que no iban con él, ya que, para ojos de su madre, él era
perfecto. Pero para su padre, parecía que Henry estaba muy lejos de
serlo.
—Una metedura de pata y… —escuchó que decía su padre.
—Ya lo sé —decidió intervenir Henry—. ¿Puedes dejar de
repetírmelo una y otra vez, y decirme qué hacemos aquí?
Su padre emitió un gruñido, pero pareció que iba a dejar el tema por
fin.
—Debemos tener una charla con el prometido de tu hermana. Tu
madre quiere aclarar algunas cosas.
—¿Sabe Claire que vamos a tener esta bonita reunión con su novio?
—inquirió Henry sabiendo cuál sería la respuesta.
—No por mi parte —respondió su padre.
498
Desirée Arjona Peña ♥

Y estaba seguro de que por parte de su madre tampoco.


—Creo que no le gustará —comentó Henry.
Si en lugar de a Shorty fuera a Jake al que hubieran hecho esa
encerrona sin su permiso, entraría en cólera. Henry agitó la cabeza.
¿Por qué pensaba en Jake? Él no era su novio. ¿Y por qué defendía a
Claire y al memo del enano?
—A mí no me gustan muchas cosas que están pasando, y aun así
estoy colaborando —se quejó su padre malhumorado. Henry no
contestó a eso, en cambio, bebió un largo trago de su copa. Su padre
le examinó con la mirada, antes de volver a hablar—. No te habrás
vuelto a ver con él…, ¿verdad?
Henry dejó de beber al instante, atragantándose con el vino. Tosió
un par de veces nervioso. Su padre seguía con la mirada puesta en él,
llena de sospecha. Henry cogió una servilleta.
—¿A qué viene eso? —preguntó malhumorado y ocultando su
culpabilidad.
—Esto es muy serio, Henry. Si alguien se…
—¿Otra vez la misma conversación? —le cortó sin querer escuchar
de nuevo la misma historia.
—Es que parece que no le das la suficiente importancia al asunto —
repuso su padre. Henry suspiró.
—Créeme, se la doy —contestó.
Y tanto si era así, si no, estaría suplicándole como un idiota que
volviera con él, pero en cambio, estaba aguantando como podía la
compostura. Nadie podía echarle en cara que no le estaba dando
importancia. Su padre iba a volver a la carga, cuando la silla de al
lado se movió.
—¿Todavía no ha llegado? —preguntó su madre sentándose en su
asiento.
—Aún no… —contestó el señor Woods algo fastidiado.
499
Only Three Wishes ♥

—Será maleducado y descortés —gruñó la mujer al tiempo que


agarraba una carta para ojearla—. Alan, deberías cambiar el diseño
de la carta… es horrible —comentó con repulsión.
Henry vio cómo su padre apretaba los puños a su lado.
—Me gustan así —dijo en tono seco.
Desvió la mirada sin querer ser testigo de otra de las discusiones de
sus padres. Nunca pensó que se sintiera tan aliviado al ver al mejor
amigo de Jake. Cuanto antes terminara todo aquello, mejor.
—Hola, siento el retraso —dijo el chico con una tímida sonrisa
cuando llegó hasta ellos.
Elsa fue a soltar alguna frase cortante, pero su padre habló antes.
—No importa —se limitó a decir.
Su ex mujer frunció los labios en una mueca.
—Siéntate —le dijo a Shorty, que se apresuró a hacer lo que le
ordenó.
Henry miraba con desagrado, tanto a él, como a su ropa. No le
extrañaría que el traje que llevaba el chico fuese de cuando tenía
catorce años, era viejo y anticuado, además, estaba seguro de que
aquel memo medía lo mismo que hace diez años.
—Woods —dijo Shorty a modo de saludo.
—Enano —respondió Henry.
Comió sin ser demasiado partícipe en la conversación. Sus padres se
limitaron a hacer preguntas banales al chico, bueno, más bien su
padre, que era al único que no le costaba mantener las formas, en
cambio, su madre se cansó rápido de tantas formalidades, y fue
directa al grano.
—No me voy a andar por las ramas —dijo de pronto, para fastidio
de su padre—. Estoy segura de que a ti esto te apetece tanto como a
nosotros.
—Seguro —admitió Shorty, pero con un tono amable.
500
Desirée Arjona Peña ♥

La mujer lanzó una mirada perspicaz antes de hablar.


—Bien, entonces supongo que tienes claro que…
—Señora, Woods —interrumpió Shorty. Henry alzó una ceja. ¿Es
que quería morir antes de poder casarse con su hermana? Sin
embargo, su madre no dijo nada, para sorpresa de Henry y su padre.
Shorty continuó—. Nunca haría daño a Claire, la quiero más que a
nada en el mundo —les aseguró.
Henry le miró con burla.
—Qué bonito —dijo sin ocultar una sonrisa burlona.
—Estupendo. Entonces estoy segura de que estarás encantado de
cumplir lo que te voy a pedir.
La expresión de Shorty se tornó confusa.
—¿Cómo? —preguntó.
Elsa unió sus manos, ocultando una sonrisa detrás de ellas.
—Tú y tus amigos estáis preparando una despedida de soltero, ¿no
es así?
Shorty abrió más sus ojos. Sus labios parecieron temblar ante no
saber qué responder a eso. Henry sonrió pensando que aquello
estaba siendo más divertido de lo que pensaba.
—¡Que va! —mintió Shorty con una sonrisa—. Solamente
tomaremos algo alguna noche, y…
—No estropees esta bonita reunión con mentiras, por favor —le
cortó Elsa, haciendo que el chico cerrara la boca en el acto—. Me
parecen de muy mal gusto esas celebraciones, y quiero fiarme de ti,
pero me cuesta, sobre todo en una situación como esa. No te voy a
prohibir hacerla, no te preocupes —dijo con falsa intención de
tranquilizarle. Henry miró a su madre confuso, sin saber a dónde
quería llegar. Miró también a su padre, pero no consiguió ninguna
respuesta por su parte. Elsa continuó—. Eres joven, y es

501
Only Three Wishes ♥

comprensible, pero si no te importa…, me gustaría aportar algo, para


asegurarme de que te comportas como tal.
—¿Algo como qué? —preguntó Shorty, temiéndose lo peor.
—Mi hijo también irá.
Henry abrió los ojos de par en par, al igual que Shorty.
—¡¿Qué?! —exclamaron Henry y Shorty al unísono.
—¿Algún problema? —inquirió su madre.
Shorty se movió incómodo en su asiento sin saber cómo negarse a la
petición de su futura suegra, pero para alivio suyo, Henry habló.
—Sí. Yo no quiero ir —contestó Henry.
—Pues irás —soltó con un tono que no dejaba opción a réplica.
Henry abrió la boca para quejarse, pero su madre ya había desviado
su mirada hacia Shorty—. ¿Y tú tienes algún problema?
—Con todos mis respetos, señora Woods… —comenzó a decir
Shorty.
—Ya no soy la señora Woods —le espetó la mujer
Shorty la ignoró y continuó hablando.
—No soy yo el que está planeando mi despedida de soltero.
—No, pero eres tú el que elige a los invitados, ¿no? —inquirió la
mujer.
—Sí, pero…
—Asunto resuelto —zanjó Elsa con una sonrisa triunfal.
Henry iba a hablar de nuevo, pero no pudo. La voz de su padre se
adelantó.
—Elsa, tal vez debas reconsiderarlo —dijo de pronto, para sorpresa
de Henry y Shorty.
Henry le miró confuso, pensando en porqué iba a negarse a que
Henry vigilara al novio de Claire, pero no necesitó mucho tiempo
para atar cabos. Jake, cómo no. Su padre quería evitar a toda costa
que Henry tuviera que pasar una noche como esa acompañada de
502
Desirée Arjona Peña ♥

Jake. Henry no había caído en eso hasta entonces, y ahora que lo


pensaba mejor, puede que ser invitado a aquella despedida no fuera
tan mala idea.
—¿Por qué? Me parece una idea estupenda, y a vosotros seguro que
también os lo parecerá —respondió Elsa. Miró a cada uno de los
presentes, y ninguno pareció atreverse a hablar de nuevo. La mujer
sonrió y alzó su copa—. ¿Brindamos?

—No —contestó David en cuanto escuchó a Shorty—. No, no, no y


no.
Shorty suspiró, sabía que a sus amigos no les iba a gustar nada la
idea.
—Me lo ha pedido su madre. ¿Qué quieres que haga? —preguntó
impotente.
David se cruzó de brazos de pie en el salón.
—Oh pues no sé, tal vez… ¡¿Negarte?! —inquirió fuera de sí.
Kire y Jake estaban sentados cada uno en un sofá, Kire divertido tras
escuchar los nuevos acontecimientos, y Jake con expresión aburrida.
—La despedida era lo único que controlábamos nosotros. ¿Ahora
también quiere meter sus narices? —quiso saber Jake con tono
sosegado.
—Oye, al menos no nos ha obligado a suspenderla —repuso Shorty.
—¡Faltaría más! —exclamó David indignado.
—¿Por qué no le proponemos que, en vez de Woods, venga ella? —
propuso Kire antes de componer una pícara sonrisa—. Podría
hacernos un bonito striptease.
503
Only Three Wishes ♥

—No seas cerdo… —gruñó Shorty.


David se giró repentinamente hacia Jake, que parecía importarle
poco aquella conversación.
—¿Y tú no vas a decir nada? ¿Acaso te parece bien que Woods
venga a la despedida?
—¡Claro que no! —se defendió.
David le miró con sospecha, pero se giró de nuevo hacia Shorty, que
ya estaba hablando.
—Tíos, sé que es una putada, y yo más que nadie pienso que tener a
mi cuñado en mi despedida no es nada agradable, pero ya nos las
apañaremos para librarnos de él. ¿Qué plan tenéis para la despedida?
—No te lo vamos a decir, es una sorpresa —contestó David.
—Está bien… Seguid con vuestros planes. Ya nos ocuparemos de
que nos deje pasarlo bien —zanjó Shorty. Jake, David y Kire
asintieron muy a su pesar. Shorty miró el reloj de su muñeca—. Me
voy a recoger a Claire. Nos vemos.
Shorty cogió sus llaves y salió por la puerta. Kire miró a sus dos
amigos, que tenían una expresión pensativa.
—¿Creéis que ha notado que aún no tenemos nada? —preguntó
Kire.
David negó con la cabeza.
—No, pero tenemos que comenzar a prepararlo ya.
—¿Sabéis? —dijo entonces Jake—. Puede que lo de Woods no sea
tan mala idea.
David frunció el ceño, una frase así no podía gustarle.
—¿Qué quieres decir? —inquirió David.
—Nada… Solo que ya que los Woods quieren entrometerse en la
despedida de soltero… —dijo antes de componer una mirada
malévola—, también tendrán que financiarla.

504
Desirée Arjona Peña ♥

Se llevó el café a los labios, y tan rápido como lo hizo, se apartó.


Ardía. Jonah, Clarence y Morrison hablaban del ajetreo que tendría
tras las vacaciones. Henry aún no había dicho nada, pero no estaría
allí para verlo. Ya había conseguido acabar todos sus casos, y pasaba
a otros sus clientes. Debía dejar su puesto antes de que firmara el
contrato, y esperaba anunciarlo aquel mismo fin de semana. Su
representante, al que había contratado tras su reunión en Nueva
York, August Flynt, el mejor según su padre, se interesó enseguida
en él. Solo necesitó verle, para saber que Henry sería una fábrica de
dinero en potencia. Temía que todo se complicara cuando
comenzaran los rumores, pero por suerte aún no había saltado la
alarma. La señorita Cuddy, una de sus superioras, se acercó a ellos.
—No sabía que también os pagaran por tomar café.
—¿Ah no? —preguntó Morrison con fingida incredulidad—. Está en
el artículo 96 de nuestro contrato.
Los chicos rieron, pero Cuddy solo alzó una ceja.
—Muy gracioso. Puede que tenga que hacerle algunos cambios.
Morrison sonrió con gesto inocente.
—No hace falta…
—Id moviendo vuestros culos para poner en orden a las chicas —
soltó de pronto Cuddy con intención de irse—. Van de un lado para
otro enloquecidas, y no es por Woods.
Henry ladeó su sonrisa.
—¿Y cómo sabes que no es por mí?
—Soy una mujer también, sé cuándo hablan de tu culo bien puesto
—respondió sin más.
505
Only Three Wishes ♥

—¿Eso no es algo así como acoso sexual? —inquirió Morrison al


escuchar a su jefa.
—Voy a cerrarte esa boca de abogado de un taconazo como no te
calles —le reprendió la mujer de pronto, y sin decir más, siguió su
camino.
Henry dejó el café ardiendo en la mesa antes de colocarse el traje.
—Iré a ver qué ocurre —dijo.
—¿Te ha entrado curiosidad de saber por qué no es de ti de quien
hablan? —preguntó Clarence divertido.
Henry compuso una expresión arrogante.
—Si no es de mí, ¿de quién puede ser?
Tras decir aquello, caminó hasta su despacho. Risitas y susurros
entre las mujeres era lo que se escuchaba. Las chicas de la oficina
solían comportarse de esa manera cuando él pasaba, pero aquella vez
no estaban fijándose en él. Se dispuso a buscar a Maggie para que
aliviara su curiosidad. No tuvo que ir hasta su mesa, la encontró por
el camino, cuchicheando con otras dos secretarías.
—¿Qué estás haciendo aquí? —quiso saber Henry.
Maggie elevó el rostro.
—I-iba a ir a buscarte —balbuceó asustada.
—¿Por qué? ¿Y qué es todo este alboroto? —inquirió mirando a su
alrededor.
—Han venido unos chicos a verte —contestó su secretaria—.
Algunas chicas dicen que son famosos.
Las otras dos jóvenes asintieron en señal de acuerdo.
—¿Por eso estáis todas montando este escándalo? —preguntó Henry
sin una pizca de humor—. Ya no tenéis quince años, por dios —las
espetó—. Y Maggie, te he dicho que ya no me pases más clientes.
—Es que han dicho que eran unos antiguos amigos tuyos.

506
Desirée Arjona Peña ♥

—Pues claro que te han dicho eso, boba —le soltó—. Cualquiera
mentiría para conseguir mis servicios. Ve y diles que estoy muy
ocupado. Dales el número de Jonah y ya está —le ordenó
malhumorado. Iba a marcharse enseguida, pero Henry continuó
hablando—. Y ve a comprarme a la cafetería de en frente un par de
cafés, el de la máquina no me gusta.
—P-pero, ¿qué hago primero? —preguntó confusa.
Henry entrecerró los ojos con amenaza.
—¿Tú qué crees?
—Voy enseguida —dijo marchándose como un rayo.
Se apresuró a volver a su mesa donde había dejado esperando a los
dos jóvenes. Otras cuantas chicas se habían acercado a ellos y
parecían estar firmándoles algo. Ella se acercó tímidamente.
—Disculpen —dijo. Los chicos sonreían con una mirada amable, el
moreno levantó la vista del papel que estaba firmando. Maggie casi
se atraganta con su propia saliva al tener los ojos del chico puestos
en ella. Se metió el pelo tras la oreja—. El señor Woods está muy
ocupado ahora, pero les puede atender el señor…
—Tú eres Maggie Calvin, ¿verdad? —preguntó Jake haciendo que la
chica se quedara pasmada. Asintió con lentitud, lo que hizo sonreír a
Jake—. El señor Woods me ha hablado de ti.
—¿Ah sí? —preguntó sonrojándose repentinamente.
David también dejó de firmar para unirse a su amigo.
—Sí. Si no te importa, le esperaremos aquí sentados un rato más —
contestó Jake usando su mejor sonrisa.
David alzó una ceja con picardía al ver cómo su amigo usaba su
mejor técnica, sin embargo, a pesar de aquella sonrisa que hacía
derretir a cualquiera, la secretaria se removió indecisa.
—No sé si… —comenzó a decir sin saber qué hacer, aun con las
mejillas enrojecidas.
507
Only Three Wishes ♥

David pensó en el miedo que tendría que tener a Henry para seguir
en su postura.
—Tú no te preocupes, sigue con tu trabajo —insistió Jake antes de
darle un pequeño toque en la mejilla.
La chica soltó una pequeña risita, y después de sonreír con timidez,
se marchó mirando en ocasiones a Jake. Cuando desapareció, Jake
chascó la lengua y miró a David con disgusto.
—Si Henry piensa que va a librarse de nosotros, lo lleva claro —dijo
antes de coger de la mesa de Maggie un puñado de caramelos.
Se sentó en uno de los sillones junto a la puerta del despacho de
Henry sin ninguna intención de moverse hasta que el rubio se
dignara a verlos.
—Se cree muy importante por tener despacho —soltó David con
desagrado antes de sentarse a su lado.
—Toma, guarda algunos para Kire, si no se quejará de que no le
hemos traído nada —dijo Jake guardando algunos de los caramelos
que había cogido en el bolsillo de David.
Éste le miró con fastidio, pero no dijo nada. Levantó la vista y las
chicas seguían mirándolos, o, mejor dicho, mirando a Jake. Su
amigo estaba moviendo el caramelo de su boca de una mejilla a otra
sin darse cuenta. David se preguntó si se debía a lo acostumbrado
que estaba a sentirse observado, o porque su mente estaba
demasiado ocupada pensando en Henry Woods. David agitó la
cabeza, no podía ser aquello. Jake había superado toda aquella
historia con Woods. Estaba seguro de que jamás volvería a ser como
en el instituto, los cuatro unidos contra el rubiales, ya que Jake,
pasara lo que pasara, siempre tendría ese cariño especial por él, pero
puede que las cosas volvieran a ser un poco como antes, y la prueba
podía ser el estar allí. Notó que Jake levantaba la vista hacia su
izquierda. David se apresuró a seguir su mirada. Woods caminaba
508
Desirée Arjona Peña ♥

hacia ellos con gesto relajado, sin aparentemente mirar hacia


ninguna parte. David frunció el ceño, no parecía que estuviera muy
ocupado, iba sumergido en sus pensamientos. Se paró ante la mesa
de Maggie, pero no estaba allí, ni su café tampoco. Lanzó una
mirada de irritación a la nada. Cogió sus papeles de la mesa y alzó la
vista, encontrando de nuevo a las chicas mirando disimuladamente y
susurrando entre ellas. ¿Seguían con aquello? Henry se giró para
dirigirse a su despacho, cuando vio a dos personas impidiéndole el
paso, y así descubriendo la gran causa de las miraditas y los
susurros. Sus ojos se abrieron y sus cejas se alzaron.
—¿Jake? —musitó pasmado.
Henry no había visto al moreno desde aquella noche, y solo con
verle de nuevo ante él, recordó cómo estaban aquel día, uno sobre el
otro, desnudos, sudando… Ahora le veía peinado, vestido e
impecable, pero sabía que bajo esa ropa estaba aquella piel suave y
aquellos tatuajes que había tocado e incluso saboreado toda la noche.
No sabía si se había percatado de cómo le miraba, el moreno solo se
cruzó de brazos frente a él.
—¿Has encontrado sitio para nosotros? —inquirió alzando una ceja.
Y al escuchar “nosotros”, llevó sus ojos al lado de Jake. David
también estaba allí, y le miraba con inmenso desagrado y disgusto.
Los hombros de Henry cayeron desilusionados y cambió su postura
y expresión.
—¿Qué estáis haciendo aquí? —preguntó Henry como si en realidad
le importara poco su presencia. Ni siquiera les miraba ya, ojeaba sus
papeles fingiendo indiferencia—. ¿Venís a repartir panfletos para
vuestra próxima cutre-actuación? —continuó sin despegar su vista
de los papeles y abriendo la puerta de su despacho.
—Venimos a hablarte de un tema de derecho económico —contestó
David. Henry alzó la vista y miró al chico que le habló.
509
Only Three Wishes ♥

—Ahora estoy muy ocupado. Pedidle cita a Maggie —dijo


señalando la mesa vacía de su secretaria. Volvió a fruncir el ceño—.
La cual ya debería haberse librado de vosotros, y traído mi café.
Henry fue a cerrar la puerta para dejar fuera a los chicos, cuando la
mano de Jake lo impidió.
—Seguro que encuentras un hueco —dijo Jake con una amabilidad
que asustaba—. ¿O prefieres que nos quedemos aquí fuera
esperando, con tus compañeros y tus jefes…? —dijo de pronto con
una mirada significativa—. Yo creo que será mejor que no,
podríamos darles muchos problemas…
David, a su lado, sonrió ligeramente, ese era su Jake.
—¿Me estás amenazando? —inquirió Henry incrédulo.
—Claro que no —negó Jake con mirada inocente—. Te he hecho
una pregunta muy educada, señor abogado. ¿Podemos pasar, o no?
Henry mantuvo la mirada a Jake unos largos segundos. Después
miró fuera, a su oficina. Algunos de sus compañeros miraron
curiosos la escena. Henry no quería que aquellos memos montaran
un espectáculo. A pesar de que ya no iban al instituto, sabía que eran
capaces, seguían teniendo las mismas pocas neuronas que antaño.
—Cinco minutos —cedió Henry al fin entre dientes.
Dejó pasar a los chicos que sonrieron triunfantes. Ambos pasearon
su mirada por el elegante despacho. Un ventanal de cristal por el
cual podía verse toda la ciudad, sillones de cuero negro, mesa de
cristal, un ordenador de último modelo, una televisión de plasma en
la pared…
—Vaya chollo te has montado aquí Woods —comentó David
intentando sonar más burlesco que impresionado.
Henry no hizo caso del comentario, se sentó tras la mesa, en su
cómoda silla, y no esperó a que los chicos se sentaran.
510
Desirée Arjona Peña ♥

—Dejaos de tonterías e ir al grano —dijo con tono cansado. Jake y


David tomaron asiento. El moreno alargó una mano para coger uno
de esos objetos con bolas plateadas que se golpean unas a otras, pero
no llegó a alcanzarlo—. ¡No toques nada! —ordenó Henry.
Jake frunció el ceño, pero acató su orden. Carraspeó y no quitó su
expresión seria.
—Quiero la custodia de Nike —dijo de pronto.
—¿Qué? —inquirió Henry, y su cara de preocupación y asombro
hizo reír a Jake.
—Es broma —le tranquilizó—. Nos hemos enterado de que te has
apuntado a la despedida de soltero de Shorty.
Henry se recostó en su asiento más relajado. Suponía que se trataba
de eso.
—Más bien me ha invitado él —se limitó a decir.
—Más bien te ha invitado tu madre —apuntó David.
Henry ladeó una sonrisa que solo consiguió fastidiar más a David.
—Minucias —contestó.
—Así que, como nuevo miembro del equipo, querrás saber nuestros
planes —dijo de pronto Jake con voz animada, haciendo que la
mirada del rubio volviera de nuevo a él.
Henry bufó.
—Dudo que hayáis planeado algo.
David miró de soslayo a Jake, pero éste seguía mirando al rubio.
—De hecho, lo hemos hecho —dijo sacando un papel del bolsillo de
su vaquero—. Aquí te traemos un presupuesto del dinero que
debemos poner cada uno.
Jake dejó la hoja sobre la mesa. Henry alzó su ceja, y la cogió en un
gesto brusco. La desdobló y llevó su mirada directamente al precio
final.

511
Only Three Wishes ♥

—¿Mil dólares? —soltó indignado. Lanzó el papel con la misma


brusquedad que lo cogió—. Estáis locos si pensáis que voy a pagar
eso por la estúpida despedida del enano.
—O lo tomas o lo dejas —repuso Jake.
Henry soltó una risa sarcástica ante eso.
—¿Creéis que yo quiero ir?
Jake se encogió de hombros como respuesta.
—A nosotros eso nos da igual, pero si vas a venir, tienes que pagar.
Henry pareció meditarlo unos segundos. Después volvió a coger el
papel, y lo examinó con más detenimiento.
—¡¿Las Vegas?! —preguntó incrédulo—. Para el enano ir al parque
de atracciones de Orlando es más que suficiente.
—¿Lo tomas o lo dejas? —insistió Jake.
Henry le ignoró, seguía estudiando el presupuesto que le habían
entregado.
—Veamos, lo del hotel lo entiendo, no pienso dormir en un cuchitril.
—Casi todo el dinero es del hotel —se apresuró a decir David.
Henry alzó la mirada de nuevo.
—Ya… ¿Y este restaurante, los casinos, los clubs, la bebida…? —
inquirió con disgusto.
—Es un porcentaje de lo que nos podremos gastar —se excusó
Jake—. Puede que sea más, o menos.
—Y luego está el desayuno, el servicio de habitaciones, el avión…
—explicó David como si todo aquello fuera calderilla.
—¿Y queréis el dinero en efectivo o una trasferencia? —inquirió
Henry con una amable pero falsa sonrisa.
Jake compuso una expresión pensativa.
—Mmmm… Un cheque al portador estará bien —contestó.
La sonrisa de Henry desapareció.
—Idos los dos a la mierda —soltó poniéndose en pie.
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Desirée Arjona Peña ♥

—¡Eh! Nosotros no ponemos los precios —soltó Jake.


—Si es demasiado para ti, Woods, no hace falta que vengas… —
agregó David con una expresión triunfante.
Henry se acercó a la ventana, dando la espalda a ambos. Se quedó
allí un par de segundos hasta que les volvió a mirar.
—Ese Chrysler que hay en la entrada es tuyo, ¿verdad? —preguntó
Henry de pronto, refiriéndose a David.
—Sí —contestó el chico—. Es bonito, ¿eh?
—Precioso —contestó Henry. Cogió su móvil, marcó un número, y
se lo llevó a la oreja. Jake le miró confuso entonces—. Maggie. Ya,
ya, excusas. Olvida lo del café, llama a la grúa y diles que hay un
Chrysler aparcado en la puerta que no es de la compañía.
David se puso en pie de un salto.
—Hijo de… —dijo antes de salir disparado por la puerta.
Henry rió ligeramente, colgando el móvil y volviendo a sentarse en
su silla.
—¿Qué tal si me dices el hotel, las personas, y los lugares a los que
queréis ir, y yo hago la factura? —preguntó de pronto a Jake—. Me
ocuparé de coger los vuelos y todo.
—Muy amable por tu parte, pero no, gracias —dijo Jake con la
mirada seria, recostado en la cómoda silla.
—No es que no me fíe de vuestro claro dominio contable… —soltó
claramente con burla—, pero tal vez sería mejor que lo hiciera
alguien que como mínimo tiene el graduado, ¿no crees? —inquirió.
Jake se incorporó, apoyando de pronto sus codos en la mesa.
—La semana que viene es tu cumpleaños —dijo para sorpresa de
Henry, que esperaba muchas respuestas, pero desde luego, esa no.
Se quedó mirando a Jake con una extraña expresión, hasta que su
mente le obligó a borrarla.
—Lo sé, es el mismo día cada año —contestó con sequedad.
513
Only Three Wishes ♥

—¿Harás algo especial? —preguntó entonces. Inevitablemente, la


expresión de Henry volvió a ser la misma de antes. ¿Jake iba a
proponerle algo? ¿Un plan de cumpleaños como los que solían
tener? ¿Los dos solos? El moreno le miraba sin despegar sus ojos de
él, esperando una respuesta que Henry no parecía que fuera a dar—.
¿Y bien? —insistió Jake al ver al rubio callado.
Henry dio un pequeño respingo, y enseguida frunció el ceño.
—Pues claro —contestó componiendo una expresión orgullosa—.
Haré una fiesta, como siempre.
Jake asintió lentamente.
—Supongo que con todos los cara culo de tus amigos, y tus compis
abogados —dijo Jake sin poder evitar sentirse molesto.
Estaba claro que Henry pasaría su cumpleaños con sus amigos, pero
solo con recordar que antes era con él con quien pasaba todo aquel
día, le hacía cabrearse, con Henry, y consigo mismo, por ser incapaz
de acostumbrarse a no ser esa persona especial para el rubio.
—Ajá —asintió sonriendo—. Y Monique seguramente traiga a
algunas amigas.
Jake enarcó una ceja.
—Qué considerado por parte de tu novia, traerte más mujeres.
La expresión de Henry no dejó ver en ningún momento si el
comentario le había molestado, sin embargo, Jake lo supo cuando
Henry habló.
—A ti como Alex no te trae otros hombres, tienes que buscarlos tú
mismo, ¿no?
Jake ladeó una sonrisa, en realidad, sin pizca de humor.
—Lo cierto es que no necesito más —soltó con algo de crueldad en
el tono.

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Desirée Arjona Peña ♥

—Ambos sabemos que eso no es cierto —dijo Henry con una voz
más segura de lo que en verdad estaba. Se inclinó hacia Jake—. Tu
novio no te da lo que necesitas.
—Bueno, tu novia ni siquiera tiene lo que necesitas —contestó Jake
con una socarrona sonrisa.
Henry soltó una risa irónica. Sin decir nada, se levantó de su silla, y
se acercó de nuevo a la enorme cristalera. Jake se preguntó si estaba
comprobando si se habían llevado el coche de David. De pronto, se
giró de nuevo hacia él.
—¿Se lo has contado? —preguntó el rubio con el rostro serio.
Jake le miró confuso.
—¿Cómo?
—A tu novio, nuestro pequeño desliz —contestó con cierto
resquemor ante la palabra novio.
A Jake, en cambio, la palabra que le disgustaba era desliz.
—No —respondió con sequedad.
Henry asintió y desvió la mirada, para después volver a clavarla en
los ojos del moreno.
—¿Y eso es porque no te atreves, o porque quieres volver a
repetirlo? —preguntó entonces.
Jake no contestó enseguida, aunque tenía la respuesta muy clara. Se
levantó de la elegante silla de cuero, y caminó con lentitud y la vista
fija en la ventana, hacia Henry. Se colocó a su lado, frente al cristal,
contrario a Henry, que estaba de espaldas a él. Miró al otro lado del
vidrio, como si hubiera algo muy interesante tras él, sin embargo, lo
único que quería era no sentirse tan vulnerable al contestar.
—Creo que sabes muy bien que no soy ningún cobarde, Piolín —
contestó Jake.
Henry sonrió casi de forma invisible. Se giró hacia el moreno,
apoyando uno de sus hombros en el cristal. Jake no hizo ningún
515
Only Three Wishes ♥

movimiento, solo llevó sus ojos a la boca que deseaba, cuando el


rostro de Henry se fue acercando más y más a él. El rubio dejó sus
labios a centímetros de los de Jake, tanto que podía sentir su cálido
aliento chocar con su boca. Jake, desesperado, fue a dar el paso final,
cuando escucharon un pitido de la mesa.
—Señor Woods, el chico de antes… —se escuchó por el altavoz a
Maggie.
Ambos se separaron antes de que David entrara furioso en el
despacho.
—Woods, ya me estás pagando la multa —le advirtió el chico
cabreado.
Henry le miró con rabia y gruñó por lo bajo.
—Claro, claro… Ahora te firmo un talón con diez mil dólares… —
soltó con sarcasmo antes de sentarse en su asiento de nuevo—.
Largaos de aquí los dos antes de que llame a seguridad —dijo con
enfado.
—Tranquilo picapleitos, ya nos vamos —contestó Jake con el ceño
fruncido, sin saber muy bien si estaba enfadado de verdad, o solo lo
estaba fingiendo. Puede que sí estuviera enfadado, pero no con
Henry, sino porque hubieran interrumpido aquel momento. Llegó
hasta la puerta junto a David—. Pero recuerda, que si quieres venir,
deberás apoquinar —le advirtió.
—Pienso dejarle el coche como en el instituto —le susurró David en
el momento que cerraron la puerta tras ellos.
Jake no escuchaba el farfullo de su amigo, tenía demasiadas cosas en
la cabeza. Como por ejemplo, ¿qué coño estaba haciendo?

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Desirée Arjona Peña ♥

No sabía por qué estaba nervioso, había tocado cientos de veces en


Los Ángeles. Se consolaba pensando que hacía demasiado tiempo
que no actuaba allí. Solo esperaba que siguiera siendo lo mismo, o
mejor. Aun no podía creerse cómo la fama del grupo se había
extendido por Estados Unidos. Miró a Shorty a su lado, justo antes
de subir las escaleras del escenario. Una vez hubo subido todos los
escalones, sus nervios desaparecieron. El público era mayor al que
había estado acostumbrado en su país. Habló, gritó y cantó para
ellos. Iba de un lado al otro del escenario al igual que David y
Shorty. Kire se levantaba cada vez que una canción terminaba para
poder hacer el tonto y que nadie pensara que lo era. David vaciaba
botellas de agua sobre el público y Shorty alargaba sus solos
haciendo enloquecer a sus fans. Jake, a pesar de estar continuamente
en movimiento, no sentía el cansancio hasta que no acababa. Estar
ante un escenario con toda aquella gente gritando por ellos, hacia
que olvidara por completo todo lo que le rodeaba. Se despidió lleno
de euforia y bajó del escenario después de que apagaran las luces.
Caminó por el pasillo, aun extasiado, recibiendo palmaditas de todo
el equipo. Llegó al camerino y cogió una toalla para secarse el sudor
de la nuca. Su pelo, aunque húmedo por el agua, estaba
considerablemente bien. Su maquillaje también permanecía en sus
ojos, aunque algo más corrido de lo que recordaba. David entró, y
sin dilación, se quitó la camiseta que llevaba para ponerse una
nueva. Jerry pasó junto a Kire y Shorty, felicitando a los chicos. Jake
prestaba atención a medias, observaba por el espejo cómo David se
cambiaba con velocidad. El moreno se giró para hablarle.
—¿A qué viene tanta prisa?
David ni siquiera le miró, metía sus cosas en su bolsa.

517
Only Three Wishes ♥

—He quedado —se limitó a decir. Al levantar el rostro, vio que sus
compañeros le preguntaban con la mirada. David suspiró—. Allie va
a enseñarme su nuevo reportaje de fotos.
—¿En su piso? —preguntó Kire con una sonrisa pícara.
David le ignoró, su atención estaba puesta en el rostro de Jake, que
le miraba fijamente, pero sin ninguna expresión en el rostro.
—No me pongas esa cara —le dijo.
—No te pongo ninguna cara —contestó éste.
David le estudió con la mirada, estaba seguro de que el moreno no
estaba de acuerdo con aquello, y cuanto antes se lo dijera, antes se
podría ir.
—Venga dilo —le instó.
Jake se encogió de hombros.
—No voy a decirte nada —respondió. En otra ocasión, le hubiera
repetido una y otra vez lo malo que era para él seguir insistiendo con
aquella mujer, sin embargo, ¿quién era él para decirle eso a David,
cuando él hacía lo mismo con Henry, a pesar de todas las veces que
sus amigos le habían advertido? Si Allie era mala para él, solo David
podría decidirlo—. Haz lo que tú quieras.
David le miró extrañado, pero finalmente sonrió ligeramente.
—Entonces deséame suerte —pidió.
Jake le devolvió la sonrisa.
—Suerte, fiera. Intenta no sacar uno de vuestros interesantes temas,
o serán las ocho de la mañana y no habréis hecho nada —le aconsejó
con una mirada picarona.
—No todo en la vida es sexo, Jake —contestó David, y éste alzó una
ceja, haciendo que su amigo se riera de sus propias palabras—. Me
estaré calladito.
El moreno sonrió negando con la cabeza. Cuando el chico se fue,
Shorty también recogió sus cosas.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Yo también me voy. Mi aspecto después de un concierto tiene un


efecto en Claire que me encanta —dijo haciendo reír a Kire.
Se despidió con la mano y se marchó. Jake comenzó a recoger
también sus cosas, mientras Kire iba a coger su cena a una máquina
expendedora. Jerry apareció al rato, diciendo que saliera más tarde,
al parecer, cuando los fans vieron salir a Shorty y a David, se había
quedado en la puerta a esperar a que Kire y Jake también se fueran.
—Lo mejor es que salgáis cuando se haya desalojado un poco. Por el
momento hemos dicho que ya os habéis marchado —le informó.
Jake se levantó de su silla.
—Quiero ir a saludar —dijo, pero no llegó muy lejos, Jerry le
empujó para que volviera a sentarse.
—Tú quédate aquí —le ordenó su manager antes de ir a buscar a
Kire.
Cerró la puerta tras él. Jake se recostó irritado por las órdenes. Hizo
girar su silla un par de veces, y se detuvo frente a su guitarra. Tenía
que renovarla, pero al contrario que Shorty, al que le encantaba
estrenar guitarras, a él le gustaba cogerlas cariño. Ahora tenía tres,
pero no quería deshacerse de ninguna. Escuchó la puerta tras él,
pensando que sería Kire con unas cuantas bolsas de patatas fritas
para cenar, como hacían después de cada concierto.
—Espero que me las hayas traído sabor barbacoa —dijo al tiempo
que giraba de nuevo la silla.
Sin embargo, no era la persona que esperaba. Henry sonrió y le
lanzó una bolsa de patatas.
—Por supuesto.
Jake la cogió sin quitar su cara de sorpresa.
—¿Qué haces aquí? —preguntó.
¿Querría devolverle la visita al trabajo? Henry cerró la puerta tras él,
se metió las manos en los bolsillos, y caminó hasta Jake.
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Only Three Wishes ♥

—Había oído que tenías unas de tus cutre-actuaciones…, así que me


he pasado.
—¿Para qué? —preguntó Jake sin alterarse por lo de cutre.
—A darte esto —dijo Henry sacando de su chaqueta un papel que
tendió al moreno.
Era un cheque por valor del dinero que le pidieron. Jake lo miró
sorprendido.
—Vaya, la presión de tu madre debe ser muy fuerte —dijo
guardando el cheque.
—No lo sabes tú bien —concedió Henry apoyándose en la mesa. De
pronto, compuso una mirada de desagrado—. ¿Qué pasa, no tenéis
una ventana aquí? Huele a…
—Músicos —concluyó Jake.
—Iba a decir a pocilga, pero supongo que es lo mismo.
Jake frunció el ceño, pero no se molestó. Había adquirido la gran
cualidad de no darle importancia a los comentarios que Henry hacía
con maldad.
—¿Cómo te han dejado pasar? —preguntó Jake.
—Vuestro segurata sigue siendo el mismo de siempre —contestó
Henry—. Supongo que es difícil olvidar la preciosa cara del ex
novio del cantante.
—Yo creo que te recuerda porque le gustaba reírse de ti —se burló
Jake.
Henry no prestó atención al comentario.
—¿Dónde están el resto de pringados de tu grupo? —preguntó
entonces con alivio de haber podido encontrar a Jake solo en el
camerino.
—Uno con tu hermana, el otro con tu mejor amiga… —comenzó a
decir Jake, y Henry frunció el ceño ligeramente—, y Kire buscando
mi cena, supuestamente.
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Desirée Arjona Peña ♥

Eso hizo relajar a Henry, significaba que podría estar un rato a solas
con Jake.
—Suerte que he venido yo —dijo sonriendo de lado.
El moreno miró fijamente a los ojos de Henry, que no desvió la
mirada, al contrario, le miró de vuelta. Alzó una ceja aun con su
media sonrisa, y miró atentamente cada parte de Jake. Sentía un
hormigueo con solo ver su pelo despeinado, su maquillaje y su ropa
ostentosa. No sabía cómo algo tan contrario a él podía atraerle tanto.
Jake siempre aumentaba ese look rockero en cada concierto, por lo
que llevaba cada uno de sus pendientes, y sus tatuajes estaban a la
vista. De pronto, el moreno comenzó a jugar con el piercing de su
lengua, y Henry sintió cómo el calor comenzaba a invadirle. Jake
sabía exactamente cómo prenderle y cómo hacer que deseara
comerle entero.
—¿Qué pasa? —preguntó Jake.
—Nada… —contestó Henry, pero sin cambiar su expresión.
—Pues creo que si fuera por tu mirada, hace un par de minutos que
estaría desnudo —soltó Jake dejando la bolsa de patatas en la mesa,
junto al resto de sus objetos.
—Pues eres idiota —contestó Henry—, estarías desnudo en cuanto
te he visto.
El moreno no esperó más. Se levantó de la silla y se puso frente a
Henry. Era una locura ponerle las cosas fáciles a Henry, dejarle que
le tuviera sin compromisos, pero siendo sinceros, Jake no podía
evitar ceder ante aquello, era justo lo que quería. Y con miedo a
tener que separarse de él por si alguien se atrevía a interrumpirlos, se
apresuró a besarle. Henry no dudó en apretarle contra él. Era obvio
que había ido hasta allí para eso, para estar con Jake. Era tan obvio
que quería tomar lo poco que le ofreciera…, aunque tuviera que
compartirlo con otro, aunque fuera a escondidas…, y a pesar de no
521
Only Three Wishes ♥

ser lo que quería. Henry cada día estaba más seguro de lo que quería
su corazón, aunque no fuera lo que su cabeza pensaba. Podía
permitirse eso. Llevó sus manos al filo de la camiseta de Jake, pero
el moreno se apartó.
—Creo que debería darme una ducha antes…
—¿Qué dices? —gruñó Henry sin permitir que el moreno se
apartase. Enterró su nariz en el cuello de Jake y respiró su aroma—.
Hueles mejor que nunca.
Jake se rió.
—¿No olía a pocilga? —inquirió.
—Esos son tus amigos —soltó arrancándole la camiseta—. Tú nunca
podrías oler mal para mí.
¿Había dicho aquello en alto?, se preguntó Henry a sí mismo. Sin
embargo, Jake no dijo nada ante las reveladoras palabras, se limitó a
besar con más pasión a Henry en los labios, y a subirle al tocador.
No meditó ni por unos segundos el arrebatar a Henry su chaqueta y
su camiseta Burberry. Las lanzó lejos, sin preocuparle que al rubio le
hubieran costado doscientos dólares. Entrelazó sus manos con las
suyas y las llevó hasta el espejo que había tras el rubio. Henry
mordió el labio de Jake con la misma fiereza con la que el moreno
estaba tratando su cuerpo. Soltó las manos de Henry cuando el dolor
fue demasiado. El rubio aprovechó su libertad para bajarse de la
mesa y tomar el control de Jake. El moreno se llevó una mano al
labio para ver si los dientes del rubio le habían hecho sangrar, sin
embargo, no le dio tiempo, pues Henry le llevó hasta el sofá del
fondo. Jake no opuso resistencia, se dejó besar, morder, y lamer por
el otro chico.
—Nunca he tenido sexo en el camerino —comentó entre jadeos.
Henry dejó en paz el cuello del moreno y le miró.
—Eres la estrella de rock más cutre del mundo —soltó.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Anda, calla —dijo Jake girando sobre sí mismo para colocar a


Henry bajo él—, si te ha encantado escuchar eso.
—Sí, ahora sé que seré el primero —contestó Henry, justo antes de
gemir al sentir cómo el moreno le mordía la oreja.
Pero no hizo más. Jake se incorporó y salió de pronto disparado
hacia la puerta. Henry le miró extrañado, pero enseguida lo entendió.
—Jake, ya puedes… —escucharon ambos al otro lado, justo cuando
se abrió la puerta. Jake la bloqueó asomando únicamente la cabeza.
Jerry le miró confuso—. ¿Qué haces?
Jake se tocó la nuca algo azorado.
—¿Te importa que me quede un rato más? —preguntó entonces.
Jerry le miró sin comprender—. Estoy con alguien —confesó.
—Oh… —contestó Jerry apareciéndole una sonrisilla en el rostro—.
Te has traído a un fan, eh. Muy bien, te espero fuera, o…
—Creo que podrán llevarme —contestó Jake mirando de soslayó a
Henry, que asintió.
—Muy bien, pues sea lo que sea… —dijo Jerry sin saber si el
acompañante de Jake era hombre o mujer—, usa protección.
El manager iba a marcharse, pero Jake le llamó.
—Jerry —dijo, y el hombre se dio la vuelta—. No les digas nada a
los demás —le pidió Jake.
—Tranquilo, Jake, yo cuido de mis chicos —dijo dando un golpecito
en la mejilla del moreno—. Que te vaya bien, tigre.
Jake, tras esas palabras, cerró la puerta. Henry, aun en el sofá, quiso
golpear a ese idiota. ¿Cómo se atrevía a hablar de él como si fuera
una groupie de aquella noche? ¿O tal vez lo era? Jamás imaginó que
acabaría en el camerino del cantante de un grupo echando un polvo,
o siendo el amante de Jake, y no su novio. Tenía la cabeza hecha un
lío. Quería a Jake más que a nada, pero no podía serlo todo para él
como antes. No quería ser alguien a quien debía esconder, como si
523
Only Three Wishes ♥

fuera algo malo, como una infidelidad. Aunque, eso era lo que él
quería para Jake, tenerle, pero lejos de los ojos del mundo. ¿Estaba
siendo demasiado injusto con él? Puede que todo aquello no fuera
justo para ninguno de los dos.
—¿Pasa algo? —preguntó de pronto Jake ante él.
Henry no se había dado cuenta que se había quedado ahí, pensativo.
No era justo para ninguno de los dos, pero, ¿qué podían hacer si era
la única posibilidad de estar juntos?
—Que estoy harto de esperar —dijo antes de agarrar la mano de
Jake y tirarle al sofá con él.
Ojalá lo normal fuera ser homosexual, pensaba Henry. Así tendría
todo lo que quería, su sueño, y al hombre más increíble del mundo.

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Desirée Arjona Peña ♥

Capítulo 20
Llevaba más de una semana sin pasar por su casa, ni siquiera para
dormir. Había podido excusarse un par de veces diciendo que había
salido con Chris, pero esa coartada no servía para siete días
seguidos. Bueno, en realidad, no todos eran seguidos, había días en
los que Jake resistía sus ganas de ir a casa de Henry, y el rubio,
orgulloso, no le llamaba. Aunque eso no duraba mucho, al día
siguiente volvían a encontrarse a causa de uno u otro. Henry había
dejado de apagar el móvil en sus reuniones, quería leer los mensajes
de Jake al momento, a veces, ni esperaba a salir para contestarle. Era
tal la adición que se veía incapaz de ser paciente, de esperar una hora
más. Todo aquello le recordó a su época en el instituto, cuando
tenían que esconderse a ojos de los demás, de todos, de su hermana,
sus padres, amigos… Sin embargo, no sabía si le recordaba más a
los primeros meses, en los que era una relación totalmente alejada de
los sentimientos y se centraba en el deseo sexual, o los últimos,
cuando no podían negar que aquello que estaba ocurriendo no era
simplemente eso. Él estaba enamorado de Jake, pero ya no sabía qué
sentía el moreno, le tenía totalmente desconcertado. Conocía a Jake,
o al menos, ya le había conocido en una situación así. Cuando el
moreno veía el peligro de hacerse daño, se alejaba, todo lo contrario
a Henry, que era incapaz de negarse nada para su disfrute, por ello,
cuando se le presentó la ocasión de tener a Jake a escondidas, y
poder tener una vida normal a ojos de los demás, no dudó en
aceptarlo, aunque aquello significara sufrir de nuevo cuando todo
acabase. Pero Jake no era así, Jake tenía sus valores, y cuando todo
comenzaba a ser demasiado serio, prefería echarse a un lado. Por
ello, Henry no podía evitar preguntarse si para Jake no había ningún

525
Only Three Wishes ♥

tipo de sentimiento. ¿Y si había conseguido olvidarle y estaba solo


pasando el rato como había hecho en el instituto? Eso volvía loco a
Henry. Pero entonces, si no sentía nada por él, ¿por qué arriesgaría
su relación con el idiota de Alex? Desde el punto de vista egoísta de
Henry, deseaba que siguiera tan enamorado, como lo estaba él de
Jake, y se alejara de una vez de aquel idiota europeo, y así poder
tener de nuevo a Jake para él, pero en secreto. ¿Por qué las cosas no
podían ser así? Porque no serían justas para Jake, claro. En ese
momento estaban siendo equilibradas, ninguno hablaba con claridad
sobre ello, pero ambos tenían cosas que poder echar en cara al otro
sin embargo, Henry estaba preocupado por si la balanza podía caer
más de su lado. Un par de días atrás, Flynt, su agente, se había
enterado, no sabía cómo, de que Monique y él mantenía “una
relación”. Algo que solo usó para molestar a Jake, había acabado por
ser algo que Flynt quería usar como arma.
—Lo haréis público en tu fiesta de cumpleaños. Habrá varios
fotógrafos, y me han asegurado que saldréis en la portada —le soltó
Flynt en una de sus reuniones. Henry abrió los ojos de par en par sin
esperar nada de aquello. Flynt se recostó en su asiento y miró a la
nada con ojos ilusionados—. Ya puedo imaginar el titular; “El nuevo
fichaje de los New York Giants, Henry Woods, hace oficial su
relación con el ángel, Monique Blake”. ¿Qué te parece?
Henry le miró en un principio con desconcierto.
—Pues…
—Sí, un poco largo, habrá que limarlo —meditó Flynt.
Entonces, Henry frunció el ceño. Lo de Monique había sido una
farsa, sí, pero era su farsa. ¿Qué se creía aquel hombre?
—No, me parece horrible, lo mires por donde lo mires. Yo no
necesito publicidad de ese tipo —gruñó Henry en desacuerdo.

526
Desirée Arjona Peña ♥

Flynt le miró confuso entonces, no esperaba aquella reacción, era


una idea estupenda. Decidió cambiar de estrategia.
—Es cierto que en el mundo del deporte no necesitarás más eco que
el de ser el nuevo fichaje, pero piensa en la publicidad. Seréis la
pareja del momento. Guapos, famosos y ricos. ¿Sabes cuántas
marcas querrán que seáis su imagen? —inquirió Flynt regalando
bonitas palabras a los oídos de Henry, que por un momento, pareció
dudar—. Seréis como David y Victoria Beckham —concluyó su
agente.
—No creo que a ella le parezca bien, llevamos nuestra relación en
privado, y… —comenzó a excusarse para quitarle aquella idea a su
agente de la cabeza. Además, Monique solo le estaba haciendo un
favor, no iba a querer que aquella farsa se hiciera más grande, tanto
como para tener que engañar a todo el mundo.
—A ella y a su agente les parece una idea grandiosa —repuso Flynt
para sorpresa del rubio, y se inclinó hacia él como si fuera a contarle
un secreto—. Y entre tú y yo, a ella le conviene más que a ti.
Henry alzó una ceja.

No esperó ni un par de minutos. En cuanto acabó de hablar con


Flynt, marcó el número de Monique.
—Monique, no podemos hacer eso —le dijo entonces.
—¿Por qué no? —quiso saber ella.
Henry miró a la nada incrédulo.
—Porque no estamos saliendo de verdad —le soltó al teléfono.

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Only Three Wishes ♥

—¿Y qué? —escuchó decir a Monique como si lo que acabara de


decirle no tuviera ninguna relevancia—. La mayoría de parejas de
famosos no salen de verdad. Solo es promoción, publicidad,
marketing…, como quieras llamarlo —contestó. Henry no dijo nada,
y Monique entendió que el rubio no estaba nada seguro—. Escucha,
dentro de unos meses, cuando se acabe el tirón de esta historia,
fingiremos una ruptura y volvemos a ser el centro de los medios.
Solo serán unos meses. Y no estás saliendo con nadie. ¿Cuál es el
problema? —Henry bajó la mirada. Era cierto que no salía con
nadie, ¿por qué le importaba tanto fingir? Había fingido durante toda
su vida sus relaciones con las mujeres solo por popularidad, ¿qué
tenía de diferente ahora? Pues Jake. Monique continuaba
hablando—. Además, tú nos metiste en esto, y por una causa en la
cual yo no ganaba nada. Ahora ganamos los dos.
Jake tenía novio, por lo que no le debía nada. Lo suyo estaba siendo
un juego, una aventura…, lo que fuera. Y si no era así, Jake hubiera
dejado a Alex, ¿no? Suspiró derrotado y convencido por sus propias
meditaciones.

Que Alex estuviera fuera, le ayudaba mucho. La mente de Henry


conseguía olvidar que Jake tenía novio, y lo agradecía, porque con
solo pensarlo, se volvía loco. Si su mente lo recordaba, o su boca
hablaba de él, era en busca de una respuesta que diera esperanzas a
Henry. Jake no parecía sentirse culpable por nada de lo que estaba
ocurriendo, y en parte estaba agradecido de que así fuera, eso daba
señales a Henry, de que para Jake, Alex no era tan importante. Le
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Desirée Arjona Peña ♥

hubiera gustado preguntarle muchas cosas, pero lo único que era


capaz de decir eran frases como:
—Debemos aprovechar el tiempo que tu novio está fuera —dijo con
una falsa sonrisa, mientras despojaba a Jake de su ropa, hacía un par
de horas.
Jake no contestó nada, ladeó una sonrisa, y continuó besándole. Para
el moreno tampoco era fácil, estaba tumbado sobre la alfombra del
salón sin poder dejar de pensar en un millón de cosas. Él no era así,
y menos si tenía a Henry al lado. Notó cómo le rodeaba la cintura y
hundía su nariz en el hueco de su cuello. Jake alargó la mano y
acarició el cabello de Henry, mientras comenzaba una estúpida
conversación de lo que fuese, para evitar quedarse en silencio. El
silencio llamaba a sus pensamientos. Henry dejaba los ojos en
blanco, reía levemente, gruñía, replicaba, resoplaba, asentía…
Llevaban una semana comportándose como si nada hubiera separado
su relación, pero lo peor de todo, es que no era así. Henry, aunque lo
deseara, sabía que nada volvería a ser como antes. Interrumpió la
charla de Jake sobre las infinitas películas de Marvel, para besarle, y
Jake no podía evitar sonreír como un idiota cuando lo hacía. Y así
estuvieron todos aquellos días en el piso de Henry, en el coche de
cualquiera de los dos, y en los pocos lugares donde podían estar
solos. Aunque fuera un gran paso hacia atrás para Jake, no se
arrepentía de nada. Sabía que cualquier persona que le deseara lo
mejor pensaría que todo aquello era un horror, no podía preferir una
relación a escondidas con aquel hombre, que una con cualquier
persona a la luz. Jake dejó de besar a Henry y le miró.
—¿A qué hora es tu fiesta de mañana? —preguntó cubriéndose un
poco más con la manta que estaba sobre ellos.
—¿Y a ti qué te importa? —inquirió Henry, sin embargo, no fue
brusco.
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Only Three Wishes ♥

Jake se encogió de hombros y sonrió de manera socarrona.


—Es para no pasarme por aquí para desahogarme contigo —dijo.
Henry no se molestó, en cambio, le devolvió la sonrisa.
—No te preocupes, aunque vinieras no te encontrarías nada —
respondió, y al instante apretó a Jake más contra él y comenzó a
dejarle pequeños besos en su cuello—. No será aquí.
—¿Y dónde será? —preguntó entonces, sintiendo escalofríos por
todo el cuerpo.
Henry se apartó para mirarle.
—No estás invitado —atajó.
El ceño de Jake se frunció un poco, eso ya lo sabía, pero aun así le
molestó oírlo.
—Ni quiero estarlo —se apresuró a decir.
—Entonces, ¿por qué tantas preguntas? —inquirió Henry con
sequedad.
—Soy curioso —se limitó a contestar.
El rubio negó con la cabeza con una pequeña sonrisa.
—No, no lo eres —contestó casi riendo, porque Jake sería muchas
cosas, pero curioso, jamás, y cotilla ya ni pensarlo.
Los ojos de Jake se entrecerraron en una mirada molesta.
—Deja de creer que me conoces mejor que nadie —le ordenó Jake
en un tono aparentemente irritado que al rubio no le afectó.
—Es que te conozco mejor que nadie —se limitó a decir—. Igual
que tú a mí.
Henry no esperó réplica del moreno, sabía que Jake no negaría su
afirmación, pero sí le preocupaba que volviera a preguntarle sobre su
fiesta. No es que no quisiera que asistiese, Jake era la persona con la
que más deseaba pasar su cumpleaños, pero había varias razones por
las que prefería mantener lejos al moreno. La primera, seguir
mostrando que entre ellos no había nada, que Henry ya ni siquiera
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Desirée Arjona Peña ♥

pensaba en el moreno, y la segunda, si iba a hacer pública su


“relación” con Monique, prefería que Jake no estuviera delante, ya
que si estaba él, le era imposible fingir. Henry intentó envolver a
Jake de nuevo entre sus brazos, pero éste se apartó para
incorporarse.
—¿Ya te vas? —preguntó Henry alterado, viendo a Jake ponerse sus
vaqueros.
El moreno le miró divertido.
—Solo voy al baño, Piolín —dijo sin dejar de sonreír, antes de
dirigirse al baño.
Henry le miró con irritación, hasta que desapareció por el pasillo.
Nike apareció y no dudó en tumbarse al lado de Henry. Dejó caer su
cabeza en el pecho de su dueño, acomodándose. Henry suspiró y
revolvió el pelaje de su cabeza. Junto a él, sobre la mesa, el móvil de
Jake vibró de nuevo. Aunque el moreno lo pusiera en silencio, eso
no impedía que le siguieran llamando. Estiró el brazo hasta
alcanzarlo, si era Alex de nuevo, estamparía el aparato contra la
pared. Sin embargo, no era él. El nombre de Claire estaba en la
pantalla. Henry miró confuso la imagen, sobre todo cuando la
llamada se detuvo y se apresuró a ver el listín de llamadas perdidas.
Había varias de Claire. De aquella mañana, de la noche anterior, de
hacía un par de días. ¿A qué venían tantas llamadas de su hermana?
Henry sabía que Claire se llevaba muy bien con su ex y el mejor
amigo de su novio, pero, ¿tanto como para llamarse continuamente?
El sonido de la puerta del baño le alertó y dejó el móvil justo donde
estaba antes. Jake apareció de nuevo por el pasillo.
—Me has dejado una marca en el hombro —se quejó, volviendo a
sentarse junto a Henry.
—¿De qué? —preguntó Henry.

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Only Three Wishes ♥

—¡De tu mordisco! —exclamó Jake mostrando su brazo, donde


aparte de un sinfín de tatuajes, había una marca de sus dientes.
Henry ladeó una sonrisa.
—No seas llorica —dijo pasando sus dedos por la piel del moreno.
El muy memo estaba totalmente lleno de tatuajes, y se quejaba por
eso. Jake frunció el ceño, pero prefirió dejarlo pasar. Se volvió a
tumbar en el suelo y Nike se apresuró a lamerle la cara—. Oye, ¿tú
hablas mucho con mi hermana?
—¿Con tu hermana? —preguntó Jake confuso, quitándose entre
lametones a Nike de encima—. Lo normal, supongo. ¿Por qué?
—¿Y qué es para ti lo normal?
Jake meditó un momento la respuesta.
—Mmm, pues no lo sé —respondió con naturalidad—. Es la novia
de mi mejor amigo, así que cada vez que viene a casa, cuando
salimos en grupo, en los conciertos… ¿Por qué lo preguntas?
¿Quieres hacerte una idea de cuánto vas a tener que hablar tú con
Shorty? —inquirió Jake con una perspicaz sonrisa. Henry le miró
con disgusto.
—Yo voy a hablar con él lo mismo que antes. Es decir, nada.
—¿Y qué harás cuando tengas un sobrinito y el padre sea Shorty?
—Nada, le ignoraré igual que al padre —contestó Henry sin
necesidad de planteárselo.
Jake se encogió de hombros.
—Mejor, así yo seré su tío favorito.
Y sin saber por qué, a Henry no le gustó aquel comentario.
—Tú no serás su tío —le reprochó.
—Claro que lo seré. Ambos lo seremos —contestó de pronto. Henry
bajó la vista ante aquellas palabras, y Jake sabía por qué. Por unas
razones o por otras, sus vidas ya estaban ligadas para siempre. Jake
no quería pensar en ver a Henry el resto de su vida sin poder amarle.
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Desirée Arjona Peña ♥

Agitó la cabeza quitándose aquellos pensamientos de la cabeza—.


¿Te das cuenta de que será mitad Woods, mitad Waste?
Henry alzó la cabeza, y cuando asimiló aquella información, bufó
con desprecio.
—Vaya aberración de la naturaleza —escupió con voz rasposa.
Jake le lanzó una mirada molesta. Suspiró, en realidad, no sabía qué
esperaba de Henry.
—Ahora que he conocido a tu madre me doy cuenta de lo mucho
que te pareces a ella.
—Qué obsesión tienes con mi madre —soltó Henry poniéndose en
pie y cogiendo sus pantalones sobre el sofá.
—¿Nunca te ha pasado que de niño viste una película de terror, y el
monstruo te dio tanto miedo, que aunque pasaran los años, siempre
fue el protagonista de tus pesadillas? —preguntó Jake aún tirado en
el suelo, mientras Henry se abrochaba sus pantalones—. Pues eso
me pasa a mí con tu madre.
Henry ya se estaba deslizando su camiseta gris, cuando escuchó al
moreno.
—¿Estás llamando monstruo a mi madre? —quiso saber
malhumorado.
Jake prefirió no contestar a eso. Se vistió con su camiseta de Rise
Against y se apresuró a hablar.
—Claire me ha dicho que como soy el padrino, y tu madre la
madrina, tendré que bailar con ella en la boda —dijo con pesar en la
voz.
—Ah —contestó Henry, y dejó escapar una pequeña risa—.
Entonces entiendo que tengas miedo.
—Creo que me haré el borracho y desapareceré durante el baile —
dijo Jake considerando realmente esa opción.
Henry negó con la cabeza.
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Only Three Wishes ♥

—Eso será mucho peor. Más te vale que aprendas a bailar, o no


tendrás suficientes estados para correr.
—Ni hablar. Si dijera que no sé, seguramente mandarán a tu padre a
enseñarme, y eso es aún peor —soltó Jake con verdadero pavor al
verse en aquella situación.
¿Por qué la madrina tenía que ser aquella mujer? Hubiera preferido
mil veces más a Allie, a ella al menos podía pisotearla los pies sin
temer después el tener enfrentarse a la ira de Dios, o al partido
Republicano.
—¿Quieres que te enseñe yo? —escuchó decir a Henry de pronto,
que ya comenzaba a doblar la manta del suelo.
Jake le miró pasmado.
—¡¿A bailar?! —preguntó.
—No porque quiera —se apresuró a decir inmediatamente, para
quitarle hierro al asunto—, sino porque no quiero que hagas pasar
vergüenza a mi madre delante de todos los invitados —esa respuesta
no dejó más tranquilo a Jake. Henry suspiró—. Venga, ven —
insistió, alargando una mano.
El moreno dudó por un segundo, pero si Henry no estaba incómodo
con ello, ¿cómo lo iba a estar él, que era el que había salido del
armario sin ningún pudor? Jake fue a acercarse, pero entonces Henry
puso sus palmas en alto para detenerle.
—Pero jamás cuentes esto a nadie —le advirtió con mirada severa.
Jake entrecerró los ojos.
—¿Y cómo iba a contarlo sin antes decir que he estado aquí
haciendo otras cosas? —inquirió como si Henry fuera tonto.
—Se nos están acumulando los secretos —coincidió el rubio.
Se pararon el uno frente al otro. Jake notaba que su respiración
estaba acelerada, elevó sus manos al ver que las de Henry buscaban
las suyas.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Esto es más vergonzoso que cualquier otra cosa que hayamos


hecho juntos —comentó Jake cuando sus dedos se entrelazaron con
los de Henry. Pasó su otra mano hacia la cintura del rubio, y sintió
cómo éste posaba su mano en su brazo. Había tanto silencio, que
podían escuchar su nerviosismo—. ¿No deberías poner música o
algo?
Inmediatamente, tras escuchar aquella pregunta, Henry se sintió
ridículo.
—Sí… —contestó justo antes de soltar repentinamente a Jake.
Fue hasta su equipo de música, y encendió el aparato. Una melodía
lenta comenzó a sonar. Henry se giró hacia Jake, que seguía parado
en el mismo sitio de antes.
—Eres todo un cursi —se burló Jake.
Henry le miró indignado.
—¡Es la radio! —se apresuró a decir, mientras volvía a colocarse
frente a Jake—. Además, tiene que ser una canción así, no te van a
poner algo como Wiggle de Jason Derulo.
—No sé qué es eso —se limitó a decir Jake.
Henry entornó los ojos y prefirió no contestar al moreno. Volvieron
a unir sus manos, y esta vez solo escuchaban el sonido de la música.
—Así —afirmó Henry, teniendo de nuevo su mano entrelazada a la
de Jake, y la otra descansando en su brazo—. Dos pasos hacia
delante, dos hacia atrás —explicó.
Jake dio los primeros pasos hacia adelante intentando seguir el ritmo
de la música.
—¡No me pises! —se quejó cuando retrocedió otros dos pasos.
—¡Pues mueve tus pies! —le reprendió el rubio—. Eres tú el que
tiene que llevar el ritmo.
—Ah bueno, a eso estoy acostumbrado —soltó Jake con una
pequeña risa, volviendo a cobrar el ritmo.
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Only Three Wishes ♥

Los ojos de Henry se entrecerraron.


—Sigue la música, tonto —le ordenó, y para su sorpresa, lo hacía
bastante bien. Incluso consiguió dar seis pasos seguidos sin que uno
pisara a otro—. Mejor —le concedió.
Jake compuso una sonrisa sobrada.
—Aprendo muy rápido —apuntó orgulloso—. Aunque prefiero
bailar como en el instituto.
Henry le miró confuso.
—¿Y eso cómo es? —preguntó Henry.
—Así —contestó Jake antes de soltar a Henry de las manos.
Pasó sus brazos bajo las axilas del rubio, y le apretó contra él,
apoyando sus manos en su espalda. Henry se sorprendió en un
primer momento, sobre todo cuando el moreno apoyó su cabeza
junto a su hombro. Henry, que había quedado con sus manos
bloqueadas sobre el aire, las movió poco a poco hasta rodear la
cintura de Jake con ellas. Le apretó contra él y Jake no dudó en
acomodarse en aquel calor. Sus pies ya no seguían unos pasos
monótonos al ritmo de un compás, simplemente se movían con
delicadeza, apoyados el uno en el otro. En ese momento, Jake no
pediría nada más al mundo. No conocía aquella canción que les
acompañaba, podía ser cualquiera, un clásico, uno de los últimos
éxitos en las listas, una canción apenas conocida… No lo sabía.
Decidió que sería una canción con la que simplemente soñar
despierto. Y realmente sintió que lo estaba haciendo, cuando
escuchó la voz de Henry en su oído.
—Ojalá pudiera ser siempre así. Tal y como era antes.
El pecho de Jake se llenó de alegría, con la misma velocidad con la
que se deshinchó. ¿Ojalá? En esa frase había tanto un deseo, como
una negativa. La historia de siempre cuando se trataba de Henry, un
quiero y no puedo. Se vio sin fuerzas para contestar, sin fuerzas para
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Desirée Arjona Peña ♥

preguntar en voz alta, de nuevo, por qué no podía ser así, por qué no
podía ser como antes.

De vuelta en su piso, no se sintió demasiado animando. Metió la


llave en la cerradura para abrir la puerta, y en cuanto lo hizo, le llegó
el sonido de la televisión. Sus tres amigos estaban mirando la
pantalla, y bajo el brazo de Shorty estaba Claire acurrucada.
—Claire, jamás vamos a volverte a dejar escoger una película —se
quejó Kire comiendo de un bol de palomitas.
—Se llama “La era del rock”, así que pensé que os gustaría —se
excusó la chica al ver que aquella película transformaba las
canciones favoritas de su novio y sus amigos en los números
musicales de la nueva versión de Hairspray.
—Se llamará así, pero de rock no tiene nada —comentó David
mirando con horror la pantalla.
—Hola chicos —escucharon a sus espaldas.
Todos se giraron encontrando a su amigo.
—¿Dónde has estado? —preguntó Shorty con verdadera curiosidad.
—Por ahí —se limitó a decir Jake dirigiéndose a su habitación.
Claire le lanzó una mirada cómplice.
—Llevas días sin pasar por casa —dijo David entonces.
Jake se encogió de hombros.
—Siempre he sido un poco callejero, si no me creéis, preguntad a mi
madre.
—Sí, pero cuando vivías con ella callejeabas con nosotros —repuso
Shorty—. ¿No me dirás que ahora callejeas con ella?
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Only Three Wishes ♥

—Podría, pero no —rió Jake—. He estado con Lyla.


David y Shorty pusieron una expresión de repugnancia. Jake se
sintió aliviado de que sus amigos no simpatizaran con Lyla, así no
podrían descubrir si era verdad o no, ya que no podían ni verse.
—¿Se ha puesto gorda ya? —preguntó David con malicia.
—Ja, ja —contestó sin una pizca de humor, pero con una pequeña
sonrisa.
Se dispuso a ir a su habitación, pero Kire le gritó.
—¡Eh, Jake! ¿No quieres ver cómo destrozan las canciones de Def
Leppard? —preguntó.
Jake fingió meditarlo.
—No, gracias, ya tengo suficiente con escuchártelas cantar a ti —
dijo abriendo su puerta para desaparecer del salón.
Claire apartó el brazo de Shorty de sus hombros y corrió hacia la
habitación de Jake. Shorty miró la acción confuso.
—¿A dónde vas? —preguntó, pero ésta no contestó, y en cambio
cerró la puerta.
Shorty se quedó mirando la puerta sin saber a qué había venido
aquello, a sus amigos, en cambio, les trajo sin cuidado.
—Juro que si alguna vez me encuentro a Tom Cruise le daré una
paliza por creerse Bon Jovi —gruñó David. Kire le miró incrédulo.
—¿Tú le darás una paliza? —inquirió con malicia.
David frunció el ceño.
—Mandaré a Jake —dijo pensándoselo mejor, y se metió una
palomita en la boca.

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Desirée Arjona Peña ♥

Claire cerró la puerta tras de sí. Miró al moreno, y sin más dilación,
preguntó.
—¿Cómo ha ido?
Pudo leer en Jake una expresión decaída.
—Aún no me ha dicho nada.
Los hombros de Claire bajaron desanimados.
—Ese idiota… —maldijo a su hermano—. ¿A qué narices está
esperando? Sé que quiere arrancarse los pelos de la cabeza cada vez
que oye el nombre de Alex.
—Lo sé, pero puede que el no habérselo dicho, le haga dudar de lo
que de verdad quiero de él.
La chica frunció el ceño.
—No seas tonto, Jake —soltó—. Si Henry sabe que te tiene
comiendo de su mano, pero por mucho que te quiera, va a escoger la
opción fácil.
—¿Hay opción fácil? —inquirió Jake sin de verdad creer que esa
opción pudiera existir.
—Para él sí, tenerte a ti a escondidas, y a ojos del mundo estar con
esa modelo cabeza hueca —respondió Claire. El moreno hizo un
extraño gesto que Claire no dejó pasar. Le miró con sospecha—.
¿Qué te está pasando por la cabeza, Jake? —preguntó, pero no
necesitó respuesta, el rostro de Jake lo decía todo—. No puede
valerte con eso.
—Lo sé, lo sé —se apresuró a decir. Resopló con impotencia—.
Pero no puedo seguir con esto. El sueño tiene que acabar, necesito
una respuesta ya.
Necesitaba saber si iba a tener a Henry o no, o su cabeza acabaría
explotando. Quería saber si debía comenzar a olvidarle de una vez
por todas, aunque esa idea no le hiciera feliz.
—¿Y qué vas a hacer? —quiso saber Claire.
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Only Three Wishes ♥

—¿Puedes colarme en su fiesta de cumpleaños?


Claire asintió.
—Claro, le diré a Shorty que no hace falta que venga, será un alivio
para él, así que podré llevarte de acompañante.
—¿Es que va a poner un puerta en la entrada, o qué? —bufó Jake,
pero en realidad no sabía de qué se sorprendía.
—Henry hace cualquier cosa por mostrar exclusividad —dijo Claire
con un tono que denotaba lo estúpido que le parecía aquello. Jake
sonrió en señal de acuerdo.
—¿Entonces me vas a contar lo que vas a hacer con Henry, o voy a
tener que usar mis dotes de psicoanalista? —comenzó a decir, pero
Jake fue veloz hasta ella, y le tapó la boca con su mano.
—Shhh —ordenó precipitadamente, pegándola a la puerta.
Claire, en aquel segundo, no entendió nada, hasta que de pronto la
puerta se abrió dificultosamente, al estar ellos dos pegados. Shorty
asomó la cabeza a duras penas y sus ojos se abrieron de par en par.
Claire pegada a la puerta, con Jake demasiado cerca, tapándole la
boca.
—¿Qué estáis haciendo? —preguntó confuso.
Jake apartó su mano de la boca ajena.
—Nada —respondieron al unísono y apartándose el uno del otro.
—Pues entonces, ¿porque…? —comenzó a decir Shorty, pero su
novia le interrumpió.
—Oye Shorty, al final no hace falta que vengas al cumpleaños de mi
hermano, ya me acompaña Jake.
Los ojos de Shorty fueron a parar sobre Jake, que le sonreía como si
nada. Shorty frunció un poco el ceño.
—No me importaba… —respondió Shorty, aunque en un primer
momento le pareció una lata, no quería que su novia buscara un
sustituto. Aquello, sin saber muy bien por qué, le irritó.
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Desirée Arjona Peña ♥

—No te preocupes, así Jake y Chris pueden hablar con Henry de tu


despedida —contestó Claire con su sonrisa de siempre.
No dejó a Shorty replicar nada. Era extraño, pero sentía que su novia
no hacía eso por hacerle un favor a él, sino a sí misma. Shorty dejó
de escuchar lo que decía su chica, pues la sonrisa que iba dedicada a
él, ahora parecía directamente proyectada en Jake.

Según le había advertido Claire, Henry había organizado una fiesta


de etiqueta, es decir, había pasado de hacer fiestas con chupitos, tías
en las mesas, juegos estúpidos, y gente bailando, a una con copas de
champán, aburridas conversaciones, y música tranquila. Jake no
tenía nada que se considerase de etiqueta, excepto el traje de la boda,
claro estaba, por lo que decidió ir con una simple camisa, de las
pocas que tenía, y unos vaqueros. Si le echaban… bueno,
seguramente la ropa no sería el causante. Salió de su habitación,
pensando en lo estúpidamente nervioso que estaba, no por la bobada
de fiesta, sino por el regalo de Henry, que en realidad ni siquiera
sabía si sería un regalo para él, como casi todos los regalos que Jake
le había hecho. David no estaba en casa, solo esperaba que no
hubiera acompañado a Allie a la fiesta de Henry. David odiaba como
a nadie a Henry, pero Jake comenzaba a pensar que Allie le gustaba
mucho más. Kire también estaba en paradero desconocido, pero
seguramente estuviera en algún local de música, sentado en la barra,
haciéndose el interesante contando que él tenía un grupo
comenzando a ser popular. Algunas mujeres, con cualquier
incentivo, se subían al tren. Sin embargo, Shorty sí estaba en casa,
541
Only Three Wishes ♥

ya que se había quedado sin su anterior plan. Jake estaba tan inmerso
en sus propios planes por Henry, que ni había notado que su amigo
le lanzaba unas extrañas miradas de recelo.
—Adiós Shorty —se despidió sin llegarle ninguna contestación, la
cual tampoco esperaba.
Se subió al coche y fue directo al piso de Claire. Ella ya estaba
esperando abajo. Era una noche cálida, por lo que llevaba
únicamente un vestido de coctel negro, con piedras brillantes en los
tirantes. Abrió la puerta del coche, pero no entró.
—¿No te dije que era una fiesta de etiqueta? —inquirió viendo la
vestimenta de Jake cuando se asomó por la ventanilla.
—Esto tenía etiqueta cuando lo compre —bromeó Jake, pero Claire
no se rio.
—Vamos, sube. Te he alquilado un traje —dijo de pronto.
Jake abrió sus ojos sorprendido.
—¡¿Por qué?! —preguntó, y salió del coche viendo que Claire se
dirigía de nuevo a su puerta.
—Porque eres mi pareja, y no quiero ir acompañada de alguien que
lleva esa camisa —respondió la chica con simpleza.
Jake cerró la puerta de su coche de un movimiento. Entrecerró sus
ojos.
—Y ahí está la vena Woods. Sois una especie muy definida, ¿eh?

Traje negro, camisa negra y zapatos negros. Agradeció que no


tuviera que llevar corbata, pero aun así… Jake conducía sin casi
poder mover los brazos.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Me siento como Kathy Bates vistiendo a Leonardo DiCaprio para


la cena en primera clase de Titanic —soltó Claire muy animada,
dando una palmada.
—Pues yo me siento como yo mismo, yendo a un funeral, en vez de
a un cumpleaños —gruñó Jake.
Claire se giró hacia él mirándole con molestia, había roto su burbuja
de cine.
—El negro es elegante —replicó ella.
—Eh, yo amo el negro, pero no en todas mis prendas —repuso Jake
antes de llevar una mano a su cuello y desabrocharse uno de los
botones—. Y menos en unas que me llegan hasta el cuello.
Henry se había pasado siete pueblos aquella vez. Sabía que solía ser
ostentoso, pero aquello era demasiado. La fiesta era en la azotea de
un hotel en el que parecía que Jake no podría hospedarse hasta que
vendiera cien mil discos más.
—¿Henry tiene dinero para pagar algo así? —preguntó Jake una vez
en el ascensor.
La chica rubia se encogió de hombros, pero también algo extrañada.
Salieron del ascensor encontrando a un portero junto a la entrada,
parecía que Claire no había exagerado. Ella dio su nombre y el tipo
dio su visto bueno. Cuando entraron, Jake se dio cuenta, con alivio,
de que la fiesta era una mezcla de lo que pensaba que sería aquello,
y las fiestas que Henry solía dar. Gente muy elegante, sí, pero la
música seguía siendo la misma tecno de siempre, y no una orquesta
con violines. Seguramente se podía pedir champán, pero también
ginebra con limón. Había pequeños arbustos con formas metidos en
macetas rodeando la azotea y luces blancas que estaban sobre el
muro que separaba a todos los invitados del vacío. La noche era un
complemento más de la decoración, con las luces de la ciudad. Jake

543
Only Three Wishes ♥

buscó con su mirada entre todos aquellos invitados de buena figura y


trajes de más de doscientos dólares, a Henry, pero no le veía.
—¿Le has traído a él? —escuchó Jake a sus espaldas.
Aquella frase podía haberla pronunciado perfectamente la persona a
la que estaba buscando, pero por desgracia, la voz era mucho más
aguda, y esa no fue la única decepción. Jake se dio la vuelta
encontrando a Allie junto a Claire. No dudaron en mirarse con mala
cara.
—¿Qué haces aquí? —inquirió con un tono que haría pensar a
cualquiera que era su fiesta. Cruzó los brazos y alzó la barbilla en un
gesto orgulloso—. Estoy segura de que Henry no te ha invitado.
Jake entrecerró los ojos. ¿Quién se creía aquella enana pretenciosa
para decir si estaba invitado o no?
—¿Y por qué estás tan segura?
—Veamos… —Allie fingió estar pensativa—. ¿Tal vez porque te
dejó claro hace dos años que no quería saber nada de ti? —concluyó,
pronunciando aquella frase con placer.
La lengua de Jake chascó con disgusto.
—Tranquila chihuahua, deja de ladrar, he venido solo a acompañar a
Claire —se excusó Jake, no tenía por qué contarle a esa boba su
verdadera razón para estar allí, aunque sí deseó poder decirle lo mal
que demostraba Henry no querer saber nada de él, invitándole casi
todas las noches a su cama.
—Oh, es verdad, que ahora tienes un nuevo novio, ¿no? —preguntó
Allie con una sonrisa inmensa.
En cuanto se enteró del supuesto nuevo novio de Jake Rivers, quiso
conocerle y besarle ella misma, por haberse quedado con el plasta
que perseguía a Henry.
—Ajá —afirmó Jake sin demasiada efusividad.

544
Desirée Arjona Peña ♥

—Supongo que con tener a alguien que te rellene estás feliz —soltó
Allie con desdén y malicia en la voz.
—Y tú supongo que estarás rabiosa porque aunque me haya dejado a
mí, sigues sin tener algo fundamental —replicó Jake imitando su
tono.
La expresión de Allie fue tal, que parecía que le iba a salir humo de
las orejas.
—Yo ya tengo superado lo de Henry, ahora solo somos amigos, cosa
que tú ni siquiera puedes tener —repuso.
Jake bufó.
—La amistad de Henry no es algo que quiera, gracias —dijo con
sinceridad.
—¿Ya habéis acabado? —inquirió Claire al lado de ambos con
mirada cansada.
Allie la fulminó con la mirada.
—¿Por qué narices le has traído? —preguntó verdaderamente
enfadada.
—Shorty estaba enfermo y no quería venir sola —mintió Claire.
—¿Y has tenido que traerle a él?
Ahora el que cruzó sus brazos fue Jake, en una postura relajada y
segura.
—Sabe que yo me desenvuelvo bien entre tanta culebra —se limitó a
decir.
La chica llevó con lentitud su mirada hasta él.
—Porque eres una de ellas, supongo —dijo sin reparo.
Jake no pudo contestar, un grito aliviado de Claire le interrumpió.
—¡Chris! Gracias a Dios.
Caminando de frente, Jake le vio vestido con un elegante traje y un
vaso de cristal en la mano. Se detuvo ante ellos.

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Only Three Wishes ♥

—De Dios nada, he venido gracias a vuestros gritos —dijo antes de


mirar con curiosidad a Jake.
El moreno le hizo un extraño gesto, que Chris entendió como que le
explicaría más tarde su presencia allí. Chris asintió con una pequeña
sonrisa, al menos, si Jake estaba allí, habría algo entretenido en
aquella fiesta.
—¿Por qué vienes a verle si te cae mal? —quiso saber Chris.
—Eso me pregunto yo —coincidió Jake.
—Si le ves aparecer, ve hacia el otro lado —resolvió de nuevo el
chico, bebiendo de su copa.
—¿Estás de su lado? —inquirió Allie indignada.
Jake bufó con mirada incrédula.
—Pues claro que está de mi lado, bicho palo, es mi amigo, no el
tuy…
—No estoy de ningún lado —le interrumpió Chris—. A mí
personalmente me encantan las peleas, pero quería plantear un hecho
práctico.
—O quizá Rivers no debería aparecer en sitios en los que no es
bienvenido —replicó Allie mirando con verdadero desagrado a Jake.
El moreno cogió el vaso de cristal de Chris.
—Enana tonta —dijo al tiempo que bebía un trago.
—Oh, qué maduro, Rivers —repuso Allie.
Jake devolvió el vaso a Chris.
—Oh, soy Allie, y soy tan madura que me hago garabatos en la piel
para parecerme un poco a Jake Rivers —comenzó a decir imitando
con voz aguda a Allie.
Chris no pudo evitar sacar de sus labios una pequeña risita. La chica
apretó los puños con rabia.
—Tú quieres que te quite de un puñetazo la cara de chulo —dijo
entre dientes con mirada amenazante.
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Desirée Arjona Peña ♥

Jake sintió unas inmensas ganas de reírse en su cara, pero se


contentó con sonreír de forma sobrada.
—Bonita, yo te mando a Canadá de un soplo —le aseguró.
Y por un momento, Claire vio a Allie capaz de cruzarle la cara de
una bofetada, por lo que se apresuró a agarrar al moreno del brazo.
—¿Qué tal si vamos a por algo de beber? —propuso Claire, sin en
verdad dejar opción al moreno. Le arrastró hasta que quedaron lejos
de Allie y Chris. Llevó a Jake hasta la barra y resopló—. ¿Por qué
tienes que pelearte siempre con ella?
—¡Ya lo has visto, está loca! ¡¿Es que soy el único que lo ve?! —
exclamó Jake.
Claire cogió los dos vasos con ginebra y tónica que le sirvieron, y
pasó uno a Jake.
—Solo busca provocarte, tú eres mucho más listo que eso —
contestó ella.
Jake cogió el vaso y la miró con seriedad.
—Oye Claire, tú, junto a Chris, eres la persona que más apoya lo
mío con Henry —dijo entonces—. ¿Por qué narices la soportas a
ella?
—¿Qué quieres decir? —preguntó Claire confusa.
—Cuando estuve saliendo con Sarah, sacaste las uñas contra ella.
¿Por qué con Allie no? No te pido que la odies ni nada parecido —se
apresuró a decir—. Pero no me vendría mal un poco de apoyo de vez
en cuando con sus ataques.
—No lo sé —dijo Claire encogiéndose de hombros—. Será porque a
Allie le gusta mi hermano, y a Sarah le gustabas tú —respondió
bebiendo un trago de su bebida.
—¿Cómo? —preguntó Jake sin haber entendido aquella respuesta.
Claire abrió sus ojos de pronto de par en par.

547
Only Three Wishes ♥

—Nada —dijo deprisa—. Lo que quiero decir, es que Allie me cae


bien, y que no es un verdadero problema entre vosotros. Henry solo
siente amistad por ella, y además, yo sé que tú puedes con ella solo
—respondió apresurada y con una risa nerviosa.
Jake lo dejó pasar. Claire observó cómo Jake buscaba entre la gente,
no necesitó preguntarse a quién trataba de encontrar. Un camarero
pasó a su lado y Claire se apresuró a dejar su copa en su bandeja.
—¿Bailamos? —preguntó entonces Claire.
Jake ni siquiera consiguió responder, Claire ya había cogido su copa
y la dejó en el mismo sitio que la suya. Le agarró de la mano y le
llevó hasta donde se encontraban el resto de invitados bailando al
son de la música. Jake rodeó a Claire la cintura con sus brazos, y ella
no dudó en pasar los suyos alrededor del cuello del moreno.
—¿Has estado practicando? —preguntó Claire impresionada de que
aún no la hubiera dado un pisotón, como solía hacer Shorty.
La mente de Jake volvió a recordar inmediatamente a Henry.
—Puede ser —respondió con una pequeña sonrisa, recordando a
Henry y a sí mismo en esa situación—. Tengo la sensación de que
todos estos tipos me miran con envidia —dijo entonces.
Claire ladeó una sonrisa.
—¿Es que te ha salido la vena Woods a ti también? —preguntó ante
el repentino ataque de vanidad que había aparecido en Jake, sin
embargo, no le molestó, para ella era totalmente creíble que una sala
entera mirara a Jake con envidia.
Jake la miró entonces.
—No lo digo por mí, boba, lo digo por ti —se apresuró a decir.
Claire, inmediatamente, tras escucharle, sintió sus mejillas arder.
Además, su rojez debía ser totalmente visible, pues Jake la miró y
comenzó a reír. Sus ojos se movieron con lentitud alrededor de la
sala, hasta que se detuvieron en él. Jake clavó su mirada en su
548
Desirée Arjona Peña ♥

espalda. Sabía que era él. Su pelo, su traje, su postura, su forma de


mover las manos cuando hablaba, todo se lo decía. Estaba en un
pequeño círculo de personas, hablando, mientras todos le
escuchaban, nada extraño. Siempre había tenido aquel don. El tipo
de su lado se carcajeó de algo que Henry había dicho, y le dio una
pequeña palmada en la espalda. Jake sabía que eso seguramente
había molestado a Henry, no le gustaba que la gente de poca
confianza le tocara tan a la ligera, en realidad, a veces ni la gente de
su confianza le gustaba que le tocase sin permiso. Un camarero pasó
tras de él. Una chica, vestida muy elegante, llamó la atención del
camarero para dejar su copa. Henry se movió para dejar paso, y
entonces se colocó de frente. En un simple movimiento, alzando la
mirada, sus ojos se encontraron. Henry dejó clavadas sus pupilas en
aquella trayectoria, sin hacer aparentemente ningún gesto, ni
expresión. Jake sentía toda la atención de Henry puesta en él. No
parecía sorprendido, tampoco feliz, simplemente parecía observarle,
como si se tratara de cualquier desconocido en la calle. Entonces,
dejó de mirarle, y giró su cabeza hacia sus acompañantes. Les dijo
algo que obviamente Jake no pudo oír.
—¡Au! —se quejó Claire de pronto.
Jake dejó de mirar al rubio y miró a la chica. En su momento de
atención a Henry, había pisado accidentalmente a su hermana.
—Lo siento. ¿Estás bien?
Claire frunció el ceño, abrió la boca para hablar, pero su voz se vio
interrumpida por otra.
—¿Qué estás haciendo aquí?

549
Only Three Wishes ♥

Capítulo 21
Morrison le golpeó la espalda haciendo que se le derramara un poco
la copa. Henry apretó los dientes y ladeó sus ojos, porque no le había
manchado su traje nuevo, que si no le lanzaba contra la fuente de
ponche. Emma, una compañera de Monique, la cual estaba siendo
avasallada por los continuos intentos de Morrison para llevarla a la
cama aquella noche, alargó el brazo para dejar su copa en la bandeja
de algún camarero. Henry se apartó cambiándose de lado. Iba a
beber un trago de su copa, cuando le vio. En un primer momento
pensó que era una de las múltiples visiones que tenía viéndole en
cualquier lugar, síntoma de su claro enamoramiento, pero no parecía
serlo. Era Jake, su Jake vestido en un increíble traje negro. Le estaba
mirando fijamente mientras bailaba con una mujer, de la misma
manera que lo había hecho con él. Sintió un repentino alivio al darse
cuenta de que era Claire, pero ese alivio desapareció enseguida. Se
inclinó hacia el grupo de gente con la que estaba, y se disculpó para
poder marcharse. Caminó hasta allí con la vista fija en los dos. Jake
ya no le miraba, tenía su atención puesta en Claire, pero eso pronto
iba a acabar. Henry se plantó ante ellos dos.
—¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó sin demora.
Jake elevó sus ojos y le miró, para entonces, sonreírle como siempre.
En ese momento Henry le odió, no quería quererle, allí no.
—Feliz cumpleaños —contestó Jake, como si nada en el mundo les
hubiera separado jamás.
Henry no mostró ninguna expresión en su rostro, cosa que no ocurría
en su interior.
—Gracias —contestó secamente—. Pero sigo preguntándome qué
haces aquí. No recuerdo haberte invitado.

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Desirée Arjona Peña ♥

La expresión risueña de Jake se apagó un poco.


—He venido a acompañar a Claire —contestó.
Henry miró por primera vez a su hermana, con unos ojos
escrutadores, desconfiados y recelosos.
—¿Qué ha pasado con tu novio? ¿Estaba enfermo y has tenido que
traer lo más parecido a él?
—Tenía cosas que hacer, así que le pregunté a Jake si no le
importaba acompañarme —se limitó a contestar Claire, comenzando
a molestarse por el tono de su hermano.
Henry se volvió de nuevo hacia Jake.
—Qué detalle por tu parte, Rivers —dijo Henry con una sonrisa
forzada, pero en su interior estaba sonriendo de verdad.
Si Jake estaba allí, era por él, y no por acompañar a su hermana. Sin
embargo, por otro lado, siendo realista y pensando con la mente fría,
Jake no debía estar allí. No solo por Henry, sino por sí mismo.
Henry comenzaba a pensar algo para hacer marchar al moreno, debía
ser desagradable con él, o inventar cualquier excusa. Entonces
alguien llegó a su lado. Chace, junto al rubio, miraba sorprendido a
Jake.
—¿Rivers?
Jake sonrió, y no pareció forzarlo.
—Hola cara culo, cuánto tiempo sin verte.
Chace le ignoró y miró a Henry.
—¿Qué hace aquí? —le preguntó sin tapujos.
—Claire le ha traído —se limitó a decir con sequedad.
Chace compuso una mueca, Henry sabía lo que significaba. Por el
bien de ambos, Jake no debía estar allí. Henry desvió la mirada.
—Si tanto querías evitar que viniera, haber puesto un cartel en la
entrada —soltó Jake, pero sin perder el humor.

551
Only Three Wishes ♥

Claire miraba curiosa la escena. ¿De verdad se iban a repetir


aquellas situaciones, cada vez que ser vieran Jake, y algún amigo de
Henry? Hacía apenas unos minutos acababa de ver esa misma escena
con Allie.
—Pues debería haberlo hecho —contestó Henry a Jake.
—Creo haber visto uno en el que ponía claramente; “Prohibido
perros” —repuso Chace.
Henry llevó su mirada hacia su amigo y no pudo evitar fruncir el
ceño. No le gustaba oír insultos hacia Jake de otras personas que no
fuera él mismo. Frunció los labios para no decir nada.
—Ja, ja, ja. En serio, renovad el repertorio —les pidió Jake sin
ofenderse.
—Habló el que lleva llamándome “cara culo” años —replicó Chace.
Jake ladeó una sonrisa encantadora.
—Es que eso ya es tradición. Sé que te daría pena que dejara mis
buenos hábitos.
—No me importaría que empezaras el nuevo hábito de cerrar la
boca.
—¿Por qué no me haces una demostración? ¿Llamo a Chris para que
te selle los labios? —se burló Jake, recordando el beso que provocó
él mismo.
Aquello fue el colmo para Chace, sus mejillas se encendieron por
vergüenza y por furia, y su boca habló sin que él pudiera meditar sus
palabras.
—¿Es que tú solo te callas cuando tienes una polla en la boca? —
soltó con enfado.
Jake hizo desaparecer su sonrisa, y su rostro quedó inexpresivo.
Claire abrió la boca sorprendida y miró preocupada a Jake, temiendo
lo que pudiera venir después, pero fue Henry el que habló. Se colocó

552
Desirée Arjona Peña ♥

ante Chace, viendo las intenciones de estos dos de encararse, y


apuntó a su amigo con el dedo.
—Eh, no te pases ni un pelo —le advirtió, habiendo llegado a su
límite en lo referido a Jake.
Chace miró a los ojos a su amigo, viendo que hablaba totalmente en
serio. Había ido demasiado lejos. Chace conocía a Henry como a la
palma de su mano, y sabía que eso le había dolido y cabreado tanto,
como le hubiera dolido y cabreado a él que alguien dijera tal frase a
Beverly.
—Lo siento, Henry —dijo sinceramente. Henry asintió aceptando
sus disculpas—. Iré a tomar el aire.
Henry no se lo impidió, tal vez porque su rostro comenzaba a
enrojecerse al darse cuenta de que había salido en defensa del
moreno. Lo sabía, tener allí a Jake le sacaba totalmente del papel que
tenía que representar aquella noche. Henry se dio la vuelta,
encontrando en el rostro de Jake una pequeña sonrisa. Henry sintió
su sangre hervir.
—¿Te hace gracia? —inquirió molesto.
Jake se encogió de hombros.
—Algo —se limitó a responder. Henry se preparó para decir
cualquier cosa que le bajara los humos, pero éste le interrumpió—.
Te he traído un regalo.
Henry alzó ambas cejas en un gesto de sorpresa, pero se apresuró a
disimularlo con un manto de indiferencia.
—¿Y qué es está vez? ¿Un hámster? —preguntó alzando una ceja.
Jake negó con la cabeza. Claire también escuchaba la conversación
interesada, Jake no le había dicho nada sobre un regalo, es más,
había venido con él, y no había traído nada, que ella supiera.
—No sé si te gustará tanto como un hámster —bromeó Jake.
Henry frunció sus labios, pero no pudo evitar preguntar.
553
Only Three Wishes ♥

—¿Y qué es? —quiso saber, disimulando todo lo que podía el


entusiasmo y la curiosidad en su voz.
—Tienes que venir conmigo si quieres verlo —contestó Jake
entonces.
Henry sintió aún más curiosidad.
—¿A dónde?
—Fuera de aquí.
Henry entrecerró los ojos y lo meditó unos segundos. Jake no dejó
de sonreír levemente en todo el tiempo que Henry pensaba. El rubio
no sabía si eso le daba menos, o más confianza.
—Muy bien —dijo al final—. Pero ya, que no tengo todo el día —se
apresuró a decir, como si todo aquello fuera una molestia—. Esta es
mi fiesta, no puedo estar atento a tus tonterías todo el rato.
Jake asintió.
—Muy bien, te espero fuera en dos minutos —dijo entonces.
Henry le miró confuso, pero aceptó.
—Bien.
Jake dio un beso a Claire en la mejilla y se dirigió hacia la salida, sin
tan siquiera mirar a Henry. El rubio le siguió con la mirada, hasta
que le vio salir por la puerta. Se giró entonces hacia su hermana, que
le sonreía con picardía.
—Admite que se te ha caído la baba cuando… —comenzó a decir
ella, pero Henry la cortó.
—¿Qué estás haciendo? —preguntó en un tono cortante.
Claire compuso una expresión confusa.
—¿A qué te refieres? —dijo sin dejar de sonreír.
El rostro de Henry denotaba enfado, pero Claire no adivinaba lo que
podía haber hecho que se pusiera así, tal vez el motivo era que
hubiese traído a Jake, pero su hermano no le podía engañar, sabía
perfectamente que estaba contento de verle allí.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Te vas a casar en un par de semanas —le recordó Henry entonces.


La sonrisa de Claire comenzó a desaparecer. Se encogió de hombros.
—¿Y qué con eso?
—Pues que no creo que sea lo más conveniente ponerle ojitos al
padrino.
Claire abrió los ojos de par en par, ya no había ni un rastro de
sonrisa en su rostro.
—¿De qué estás hablando?
Henry bufó incrédulo.
—Por dios, deja de hacerte la tonta —le pidió—. Sé que has estado
viéndote con Jake, llamándole continuamente, y hasta le has traído a
él en vez de al bobo de tu novio.
—Porque es mi amigo —contestó Claire sin alterarse, todo lo
contrario a su hermano.
—Eso le podrás decir a Jake, que no sabe lo loquita que estabas por
él desde que eras una cría. Pero yo si lo sé —dijo Henry con rabia en
la voz.
Claire se quedó muda al escuchar aquello. ¿Henry estaba diciendo lo
que creía que estaba diciendo? No podía salir de su asombro.
—¿Crees que sigo enamorada de Jake? —preguntó sin poder creer
que realmente estuviese insinuando aquello.
—No lo creo, lo sé —contestó Henry.
Claire no sabía si echarse a reír, comenzar a gritar, o darle una
bofetada por decir aquellas cosas. Frunció el ceño.
—Pues estás muy equivocado —le dijo de nuevo, controlando su
tono.
—Eso espero, porque yo he tenido que volver a ver su cara por tu
estúpida idea de casarte con el enano —dijo Henry con voz
rasposa—. Así que espero que no haya sido un juego para ti, y ahora
estés intentando otra cosa.
555
Only Three Wishes ♥

Su hermana seguía poniendo expresiones incrédulas, pero Henry no


era estúpido. Había visto cómo su hermana se moría por los huesos
de Jake durante un año entero, y ahora podía ver la misma mirada en
sus ojos. Claire jamás pensó que Henry pudiera decirle algo así. ¿Es
que acaso no la conocía? Nadie había defendido lo que su estúpido
hermano tenía con Jake como ella. ¿Cómo podía siquiera pensarlo?
Debería enfardarse con él, gritarle y pegarle por insinuar que no
amaba a Shorty, que intentaba cambiarle por Jake, pero no podía,
porque sabía que el bobo de su hermano solo se comportaba así por
celos. Celos y ganas de dañar a cualquiera que se interpusiera entre
él y Jake. Henry, sin tener nada más que decir, se dispuso a seguir a
Jake, pero su hermana le agarró del brazo y le obligó a mirarla.
—¿Y me estás diciendo todo esto por proteger a Shorty, o porque
sigues enamorado de Jake? —quiso saber Claire.
Henry dio una sacudida y se libró del agarre de su hermana. No iba a
contestar a aquella pregunta. Compuso una mirada digna y se arregló
el traje.
—Si me disculpas, tengo que ir a por mí regalo.

Jake estaba apoyado en la pared junto a los ascensores. Parecía que


muchos de los invitados de la fiesta de Henry habían reservado
habitaciones, para poder beber a gusto sin tener que conducir de
madrugada a sus casas, y así tal vez poder llevarse a algún otro
invitado a la cama. Se metió la mano en los bolsillos y esperó a que
el rubio saliera. No tardó demasiado. Iba a paso lento, como si
aquello no le importara demasiado. Llegó hasta él.
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Desirée Arjona Peña ♥

—¿Y bien? ¿Dónde está? —preguntó Henry sin ver ninguna caja
envuelta en papel de regalo con Jake. Aunque tampoco le extrañaba,
en su larga relación con él nunca hubo tal cosa, sin contar a Nike,
claro.
—¿Podemos ir a algún sitio más privado? —preguntó Jake, pero en
su voz no parecía haber nada insinuante.
Henry alzó una ceja.
—Espero que no sea nada extraño —dijo Henry sacando una tarjeta
de su bolsillo y acercándose al ascensor para pulsar el botón.
¿Y por qué había cogido Henry una habitación?, se preguntó Jake
sin poder evitar preguntarse si sería para esa tal Monique, o
cualquier otra. Suspiró para sus adentros. El ascensor se abrió y
Henry entró, por lo que Jake no dudó en seguirle. Se cerraron las
puertas, sumergiéndoles en un silencio absoluto. Ambos estaban
solos entre esas cuatro paredes.
—¿De verdad te ha molestado que viniera? —preguntó Jake. Henry
no contestó, se mantuvo con la mirada clavada en los acabados
dorados del ascensor—. Ahora estamos solo, no tienes que fingir —
le recordó.
Finjo incluso cuando estamos solos, quiso contestar Henry, pues las
pocas muestras de afecto que le daba a Jake en la intimidad, no eran
ni la mitad de todo lo que sentía por él.
—No me molesta, Jake —contestó Henry casi en un suspiro—. Solo
que no deberías haber venido.
Jake sabía lo que quería decir Henry, pero aun así, quiso que
especificara.
—¿Por ti o por mí?
—Por ambos.
El ascensor se detuvo y el rubio salió. Jake caminaba tras sus pasos
sin perderse ni un detalle de Henry. Caminaba sin prisa, con la mano
557
Only Three Wishes ♥

izquierda metida en el bolsillo, y con la derecha sujetando la tarjeta


que les abriría la puerta. Se detuvo frente a una, y miró a ambos
lados para cerciorarse de que no había nadie que le viera entrar en la
habitación de un hotel con Jake. Cuando se aseguró, abrió la puerta,
haciendo que Jake entornara los ojos. Jake siguió a Henry, entrando
en una habitación muy espaciosa, de decoración contemporánea.
Podía ver el elegante cuarto de baño de mármol a su derecha, frente
a un armario empotrado muy grande y espacioso. Las cortinas
estaban recogidas, por lo que Jake pudo ver las impresionantes
vistas. Tenía su propio balcón privado. Jake sintió que en la
habitación no hacía el calor del pasillo, por lo que supuso que
tendría control de clima. La habitación también tenía su propio mini-
bar y una caja fuerte del tamaño de un ordenador portátil. Cerca del
balcón, había una mesa de trabajo para la gente que iba allí por
negocios, dedujo Jake. Pegado a la pared un televisor de pantalla
plana, con su mando sobre la mesa. La cama, espaciosa y amplia, en
el medio de la habitación, estaba cubierta con una colcha de plumas
y unas sábanas blancas, con un cabezal de madera. El balcón estaba
cerrado, pero Jake pudo oír el omnipresente sonido de la ciudad Los
Ángeles, llegando del exterior.
—¿Has pagado tú esta habitación? —preguntó Jake con curiosidad.
—La han pagado los mismos que han pagado la fiesta —se limitó a
decir Henry.
Jake le miró impresionado.
—Vaya, ¿ya te pagan hasta tu cumpleaños?
—Soy alguien importante —contestó Henry sentándose en la
cama—. Bueno, ya estamos en un lugar privado…
Jake asintió.
—Sí —dijo antes de sentarse al lado de Henry en la cama. El rubio
le miró con curiosidad, sin poder imaginar qué tramaba el moreno.
558
Desirée Arjona Peña ♥

Jake suspiró y alzó el rostro para mirar a Henry a los ojos—. ¿Te
acuerdas del día que nos conocimos?
Aquella pregunta pilló totalmente desprevenido a Henry.
—Supongo que el primer día de instituto —respondió con lentitud,
sin saber muy bien a qué venía aquella pregunta.
—No me refiero a si te acuerdas de qué día fue, sino a cómo fue —le
aclaró Jake.
Henry miró extrañado al moreno, pero trató de hacer memoria.
—No —respondió al fin.
—Yo tampoco —contestó Jake, haciendo que Henry se quedara aún
más confuso—, porque en ese momento, no eras nadie especial para
mí, Henry —dijo entonces. Tomó aire antes de seguir hablando—.
Pero ahora, soy capaz de recordar todos y cada uno de los días en los
que he estado contigo, desde que me enamoré de ti. Recuerdo el día
en el que supe que lo estaba, en España. Recuerdo cuando me
regalaste mi guitarra favorita, o el día en que te dije que iba a la
universidad, y después no fuimos a la playa. También del día de San
Valentín, cuando te canté tu canción favorita por megafonía, o el día
que te regalé a Nike. Los recuerdo como si estuvieran escritos en
papel, y pudiera leerlos siempre que quisiera.
A medida que Jake iba nombrando todos aquellos días, las imágenes
inundaban la mente de Henry. Sonrió tímidamente.
—Yo también —contestó, pero seguía sin saber a dónde quería ir a
parar Jake.
Hizo una pausa antes de hablar de nuevo.
—Recuerdo todo lo que hicimos la última noche también, Henry —
dijo entonces Jake, como si aquella frase significara todo. Henry lo
captó al instante. Su boca se secó, y su respiración se detuvo—.
Desde que me enamoré de ti no he podido olvidar nada de lo que nos

559
Only Three Wishes ♥

ha pasado. Ni aunque quisiera, y créeme, he querido —continuó


Jake—. Pero es imposible, Henry. Eres eterno para mí.
Jake sintió su voz temblar por un segundo, lo que iba a decir era algo
que se había prohibido pronunciar durante dos años, pero no podía
callárselo por más tiempo.
—Sigo enamorado de ti, y creo que es algo que nunca cambiará —
dijo al fin—. Nunca he dejado de quererte, no puedo. A pesar de que
eres malo para mí, casi enfermizo, sigo amándote —continuó Jake
con los ojos algo húmedos—. Sé que me pediste que no volviera,
que te dejara…, pero tampoco he podido. Y estoy cansado de fingir
que no te quiero cuando eres lo que más me importa —Jake se
quedó en silencio, mirando fijamente a Henry aún, que se había
quedado mudo e inexpresivo de repente—. Bueno, eso es todo.
Henry dejó caer sus ojos, para de pronto ponerse en pie. Se dio la
vuelta quedando de espaldas a Jake. El moreno se estaba poniendo
de los nervios.
—Henry… di algo —le pidió desesperado.
El rubio se dio la vuelta de repente. Sus ojos estaban acuosos. Jake
le miró con preocupación, fue a hablar, pero Henry lo hizo antes.
—Yo me enamoré de ti mucho antes que tú de mí —dijo entonces.
Jake se quedó quieto, confuso ante aquella frase.
—¿Qué?
—Cuando íbamos a tercero, tú le hiciste a Michelle Gilbert un
estúpido CD con canciones por San Valentín, porque no iba a recibir
nada y te daba pena —le soltó casi con enfado—. Cuando me enteré,
pensé que lo hiciste porque te gustaba, así que fui con Vince a tu
taquilla y sacamos de allí el jodido CD. Lo pisé, lo golpeé y lo
estrellé contra el suelo hasta que quedó hecho trizas. Aquella tarde
tuvimos una pelea después de clase, cerca del parque de al lado de
mi casa. Recuerdo cada puñetazo que nos dimos, cada insulto, cada
560
Desirée Arjona Peña ♥

gesto, y cada mirada de odio que me dedicaste —dijo mientras


recordaba. Suspiró y relajó sus hombros—. Desde ese día, Jake,
desde ese día lo recuerdo todo. Y también recuerdo cada detalle de
esa noche —Jake se puso de pie entonces, y comenzó a caminar
hasta Henry con lentitud—. Te dije que te fueras porque no quería
que perdieras esa oportunidad por mí, y no me arrepiento, a pesar de
que eso te llevara a los brazos de otro —Jake se colocó ante él y vio
cómo las lágrimas caían por el rostro del rubio—. Llevo enamorado
de ti tanto tiempo que ya no creo que pueda amar a otra persona. Y
siempre he sabido, que eras tú o nadie más.
Jake llevó sus manos a las mejillas de Henry.
—¿Te enamoraste de mí el día del CD? —preguntó divertido—. No
lo puedo creer, tú celoso de Michelle Gilbert.
Henry le miró incrédulo.
—¿Te digo que estoy enamorado de ti y tú te sorprendes de eso?
Jake soltó una pequeña carcajada.
—Oye Henry, que si querías un CD me lo podías haber dicho, no
hacía falta que se lo rompieras a ella, tenía CDs para todos.
El rubio frunció el ceño y miró al chico que tenía en frente con rabia.
—Cállate —le ordenó antes de estrecharle contra él y besar sus
labios.
Sin demora, condujo a Jake hasta la cama y le sentó sobre ella. Jake
le quería, le había querido durante todos aquellos años, tanto como
Henry le había querido a él. El mundo volvía a ser un lugar
maravilloso, como siempre lo había sido. Casi le arrancó la chaqueta
a Jake. Se sentó sobre él y comenzó a desabrocharle los botones de
la camisa. Prefería mil veces más sus camisetas, no porque fueran
más bonitas, sino porque al menos se quitaban más rápido. Entonces
lo vio.

561
Only Three Wishes ♥

—¿Qué es esto? —preguntó al ver un extraño parche sobre el


pectoral izquierdo de Jake.
El moreno sonrió sin perder detalle del rostro de Henry.
—Tu regalo —se limitó a decir.
Henry le miró confuso.
—¿No era lo otro?
Jake alzó una ceja.
—¿Te hubiera valido con eso?
—Lo cierto es que sí —admitió Henry, pues que Jake le hubiera
dicho que le quería, era el mejor regalo de todos.
—No flipes demasiado —le advirtió entonces el moreno, y comenzó
a quitarse aquel parche. Poco a poco la piel de Jake se fue
descubriendo, y lo que había en ella dejó a Henry sin aliento. Sobre
el pecho de Jake, había seis cuerdas musicales, y sobre ellas, una H y
una W. No podía verse a simple vista, pero ahí estaban. Jake
observaba el rostro de Henry totalmente anonadado—. ¿Te gusta?
—¿Son mis iniciales? —preguntó sin aliento.
Jake puso los ojos en blanco.
—No, Henry, son las de Hayley Williams —se burló.
—¿Y quién es esa? —inquirió haciendo reír a Jake.
El moreno apoyó su frente en la de Henry y sonrió con dulzura.
—Tú eres mío para siempre. Eres algo que está grabado en mi piel,
no puedo imaginar una vida que no sea a tu lado, así que no me
vuelvas a pedir que me marche, porque lo único que pasará es que te
amaré a kilómetros de distancia —explicó Jake haciendo sonreír al
rubio—. Bueno, vale, también lo he hecho porque seguía
sintiéndome culpable por lo de mis iniciales en tu culo —soltó antes
de comenzar a carcajearse.
Henry le golpeó en el hombro.

562
Desirée Arjona Peña ♥

—Y con razón, maldito gilipollas —dijo antes de tumbar a Jake


sobre la cama. Le acarició el rostro sin poder creer lo que el moreno
había hecho. Se sentía la persona más afortunada del mundo—. Te
quiero.
—Lo sé.
—Nunca lo he dejado de hacer —continuó Henry.
—También lo sé.
Henry frunció el ceño.
—Joder, luego soy yo el creído —gruñó.
—Sé lo mis tres deseos —dijo entonces Jake—. La Coca-Cola, Nike
y yo.
Las mejillas de Henry se encendieron entonces con algo de
vergüenza. Por suerte, Jake no dijo nada más y le evitó aquel
momento de vergüenza y se apresuró a besarle. Llevó ambas manos
a las caderas del otro, mientras permitía que la dulce lengua del
chico invadiera su boca, solo por el placer del sentirse tan íntimos.
Jake no podía mover sus manos, toda su mente estaba concentrada
en los movimientos expertos que hacía Henry en su boca, ya
haciéndole quejarse ligeramente por su propia impaciencia, y
provocándole un cosquilleo en su estómago ante las atenciones.
Involuntariamente soltó un gruñido más alto que los demás, cuando
el otro muchacho acarició su paladar, provocando que se separase de
él soltando una suave risa. Escuchó un gruñido contra su garganta y
sonrió triunfante al poder provocar tal reacción del rubio, pero tal
sonrisa no duró mucho, cuando recibió un mordisco no tan gentil
sobre el mismo punto de antes. Aunque Jake hubiera querido
contestar, no pudo, el nuevo ataque de sus labios sobre los suyos le
quitaron toda oportunidad de articular algo coherente. Contrario al
beso anterior, éste era más sensual y menos sexual. Sus lenguas
apenas se rozaban en favor de dedicar más tiempo a recorrer los
563
Only Three Wishes ♥

labios, en tomar el sabor del otro, y en intentar grabar tal contacto en


la mente como único fin. Henry era experto en esos besos, y Jake
simplemente no podía evitar preferir ese tipo de besos a los otros.
Estos eran más dinámicos, pues mientras uno mordía, el otro solo
esperaba su oportunidad para poder hacer lo mismo, soltando suaves
gemidos para impacientar al otro y hacerle desear el tacto. Era como
una guerra, algo muy de ellos. Harto de solo tocar la ropa de Henry,
Jake perdió interés en los labios del otro por un segundo, para pasar
sus manos bajo la camisa negra que Henry traía, forjando patrones
con las yemas de sus dedos por los costados, pecho y estómago del
rubio, sabiendo que eso hacía a Henry desesperar. Henry
interrumpió el beso para poder suspirar y gemir suavemente ante las
manos de Jake. Su cabeza cayó por el hombro derecho del moreno
apoyando su frente en él, para soportar algo de su peso. Jake tenía
las manos algo frías, pero ni eso le podía incomodar cuando le
tocaba de esa forma. Pronto las caricias cesaron para dar paso a
besos en el cuello, haciendo que las mejillas de Henry explotaran en
color ante la cálida sensación en su piel debido a la suavidad de los
labios y la sensualidad de las ocasionales lamidas. Pronto Jake tomó
una de sus caderas y le forzó a sentarse en su regazo, mientras él se
sentaba sobre el colchón, volviendo a encontrarse frente a frente.
Henry movió ambas manos para acariciar seductoramente el pecho
del otro, evitando mirarlo a los ojos como parte del juego. De
pronto, Jake se cansó de todo. Agarró con fuerza las muñecas del
rubio haciendo que Henry se sonrojase ante la acción tan dominante
del otro. Le recostó contra el colchón, y quitó rápidamente la ropa
restante, mientras él solo se dejaba hacer. Cerró los ojos cuando
sintió que le despojaban de su pantalón y ropa interior, y Jake
separaba sus piernas para ponerse en medio. Sintió los labios de Jake
sobre su estómago, y relamió sus labios ante la sensación. Era
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Desirée Arjona Peña ♥

necesario tener todo el control mental que pudiera encontrar en su


ser, para poder soportar lo que seguiría. Jake pronto se olvidó de ir
lento y besó el muslo interno de una de sus piernas, queriéndolo
impacientar, estando así un buen rato, solo escuchando los suspiros
sufridos del rubio. Luego bajó aún más su rostro, al mismo tiempo
que Henry se recostaba en sus codos para poder observar cómo Jake
le tomaba en su boca sin siquiera vacilar, degustando todo lo que
pudiera, y succionando de vez en cuando. El rubio luchaba por mirar
lo que le hacía, poder guardar esa imagen en su mente, pero las
sensaciones eran tan fuertes, que por mucho que ya hubiera tenido a
Jake haciendo eso, sus ojos se cerraban y sus codos se volvían
débiles. Una de sus manos bajaba hasta acariciar el cabello del
moreno, mas no para forzarle un ritmo, sino para acompañarlo,
hacerle sentir que le gustaba y que no se detuviera. Henry intentaba
espiar sobre uno de sus hombros, cuando Jake levantó la vista y
succionó especialmente fuerte, arrancándole un fuerte gemido, para
luego separarse y buscar una almohada a sus espaldas. Supo qué
hacer de inmediato, Henry levantó sus caderas para poder posicionar
la almohada en su espalda baja y así levantar todo lo que tenía que
ser levantado. Jake tomó una pierna del otro muchacho y la dejó
sobre su hombro. En ese momento tenía que tener mucho control
para no terminar al solo observar al chico en tal posición, con los
ojos entrecerrados que brillaban por lujuria, sus mejillas encendidas
por la excitación, una sonrisa lasciva, su pecho moviéndose al son de
su respiración agitada, exponiendo sus pequeños pezones sensibles
al mejor depredador, y sus piernas separadas, esperando solo a que
él le tomara de la forma que solo Jake sabía que a Henry le gustaba...
Bajo esa cadena de pensamientos, dos de sus dedos ya lubricados se
ocupaban de masajear la entrada del otro, siendo lo más cuidadoso,
pero a la vez rápido que pudiera ser. Jake no solía ser así en esa
565
Only Three Wishes ♥

parte, pero su paciencia no volvería a él hasta que estuviera por fin


dentro de aquel anhelado cuerpo. Henry, bajo él, estiraba su brazo
para poder abrazarlo, cosa a la que el moreno accedió de inmediato,
con un brazo le rodeó, mientras con el otro le seguía preparando. El
rubio soltaba suaves suspiros y gemidos antes la intromisión y
movía sus propias caderas para ayudar, tenía ambos brazos rodeando
el cuello del otro, y los ojos bien cerrados, totalmente abrumado por
esas sensaciones. Después de un buen rato, Jake sintió que Henry ya
estaba lo suficientemente dilatado como para no causarle dolor, así
que se volvió, no sin antes besar la frente del rubio, y buscó el
lubricante olvidado a un lado de la cama en solo cuestión de
segundos. Henry lamió y cubrió sus propios dedos con saliva, y,
sentándose, masajeó él mismo el miembro del moreno. Jake gimió
impaciente, juntando su frente con la de Henry, que solo respondió
con un sonido igual para hacerle entender que él tampoco podía
esperar más, aunque su movimiento de mano demostrase todo lo
contrario. Quedándose sin paciencia, Jake forzó a Henry a recostarse
de nuevo, teniendo cuidado con acomodar bien la almohada de antes
y que quedara en su espalda baja, ya que Henry llevaba dos años sin
aquello, cosa que a Jake le volvía loco. Había sido el único que
había podido disfrutar a Henry en su totalidad. Jake, quedando de
nuevo frente a frente con él, usó una mano para soportar su peso y la
otra para guiarse por la entrada del rubio de una buena vez. Entró
más violentamente de lo que originalmente planeó, pero Henry no
pareció disgustado al soltar un grito de placer que le hizo arquear la
columna.
—Jake —murmuró el rubio al sentirse lleno por el nombrado.
Como era de esperar, el moreno esperó un tiempo para iniciar el
ritmo. Repartió tiernos besos en los labios del otro, esperando
compensarle por la brusca entrada y esperar a que se acostumbrara.
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Desirée Arjona Peña ♥

Henry no tuvo que darle ni un solo gesto para que supiera cuando
moverse, pronto lo tenía entrando y saliendo de su cuerpo a un ritmo
que le complacía totalmente. Jake sabía que debía ir lento pero
profundo, tal como había aprendido. No le importaba llevar aquel
ritmo lento, ya que así podía recobrar la cordura para concentrarse
en complacer a Henry y solo a Henry. Él iría después.
—¿Te gusta? —preguntó Jake con una voz más grave de lo usual
justo en el lóbulo del otro.
Ya sabía la respuesta, pero también sabía que a Henry le gustaba que
le susurrara cosas, por muy sin sentido que fueran.
—Joder, cómo lo había extraño —respondió el rubio, soltando
suaves quejidos cada vez que se volvía a sentir lleno. Jake soltó una
pequeña risa.
—No tanto como yo, Henry —le confesó susurrando, pues no era
necesario hablar más fuerte ante la cercanía que mantenían—. Me
pasaría haciéndotelo toda la vida —escuchó al rubio gemir ante su
respuesta, por lo que sonrió orgulloso de haber logrado tal efecto.
—¿Eso quieres, Jake? —continuó el rubio, incitándolo. Jake se
escondió aún más en el cuello del rubio, deteniendo las embestidas
un momento mientras se quedaba lo más dentro que pudiera.
—Ah, sí… ¿Me sientes, Henry? —preguntó, y el rubio asintió
desesperadamente, aferrándose a la espalda del chico sobre él—.
Esto no te lo puede hacer esa Monique, Henry. Ni Allie, ni ninguna
otra —continuó, volviendo a embestir y sacándole un fuerte gemido
al otro.
El ritmo lento cambió a uno más rápido, y ante eso, ambos gemían y
suspiraban. Las sensaciones se apoderaban de todo su cuerpo,
rehusándose a esconderlas. Henry llevó ambas piernas tras la espalda
de Jake, flexionándolas para que el moreno pudiera tocar aún más
profundo e intenso.
567
Only Three Wishes ♥

—Oh, Jake, ah —murmuró al sentir cómo la punta del miembro,


rozaba apenas el punto que debía ser tocado para hacerle ver las
estrellas.
El moreno entendió, y le indicó a Henry que sujetara con sus propias
manos su trasero para separarlo más, y así hizo, dejándose llevar.
Pronto Jake entró aún más y tocó aquel punto.
—¡Ah! ¡Ah! Jake, ahí —soltó para indicarle, siendo esa su última
acción lógica antes de comenzar a recibir incansables y fuertes
embestidas.
Jake ya estaba en trance. Solo podía sentir la estrechez de Henry a su
alrededor, los gritos y gemidos que oía bajo él, y el cosquilleo de su
estómago, listo para liberarse. Con un fuerte gruñido al darse cuenta
de eso último, Jake salió del rubio, que le miró confundido y
desorientado ante el cambio. El moreno, sin más explicación, tomó
las caderas del otro y le forzó a voltearse. Henry se dejó llevar,
entendiendo solo al momento de estar en sus codos y rodillas, que el
otro quería cambiar de posición. De nuevo le sintió entrar, y llevó
sus manos a su trasero para darle mejor acceso a Jake, mientras su
rostro estaba contra el colchón, sin importarle más que sentir el
máximo placer posible. Sus respiraciones estaban muy agitadas y el
aire en la habitación era pesado y caluroso por la transpiración de
ambos cuerpos. Ninguno de los dos podía darle real importancia a lo
que sucedía en el exterior, ambos estaban muy concentrados en sus
roles como para siquiera recordar su propio nombre. Jake se sentía
abrumado, sentía que podía venirse solo al abrir los ojos y verse a sí
mismo entrar y salir de ese perfecto cuerpo, por lo que los mantenía
cerrados y movía sus caderas sin ritmo alguno, solo confiando en lo
que exclamaba Henry para saber si estaba bien o mal. Por otra parte,
Henry mantenía los ojos entrecerrados para espiar a Jake por un
lado, observando cómo sus caderas se movían para darle las más
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Desirée Arjona Peña ♥

maravillosas sensaciones, como su estómago se contraía para


resistir, sus venas del cuello se hacían presentes debido al esfuerzo
físico, sus labios se separaban dejando salir todo sonido de placer, y
sus manos agarraban fuertemente sus caderas. Era demasiado
perfecto como para resistirlo, y sin tan siquiera haber tocado su
propio miembro, soltó todo en violentos espasmos y gritos
placenteros llamando a Jake. Poca conciencia tuvo Jake de que
Henry ya había alcanzado el clímax. De pronto, le sintió apartarse,
resintiendo el calor de su cuerpo, abrió los ojos para encontrarle de
pronto en frente de él. Se sentó encima, quedando ambos sobre la
cama y Henry inició un fuerte movimiento, y pegó sus labios contra
los suyos para robarle la última gota de cordura que le quedaba.
Luego de un largo vaivén y húmedos besos, Jake encontró su propio
fin, gimiendo el nombre de Henry una y otra vez, sintiéndose
repentinamente posesivo al pensar que solo él podía disfrutar de esa
parte de la vida del rubio. Se separaron para tomar aire, ambos con
sonrisas suficientemente satisfechas sobre sus caras. Henry fue el
primero en alejarse y caer recostado sobre un lado. Jake hizo lo
mismo, con la respiración agitada y pesada. Se llevó una mano al
pecho y notó cómo estaba húmedo por el sudor. Se incorporó para
mirar a Henry y le sonrió con malicia.
—Y tú perdiéndote esto durante dos años —dijo con una pequeña
risa. Jake se incorporó totalmente y se colocó sobre Henry
comenzando a besarle el cuello—. Lo bueno solo te lo puedo dar yo,
Piolín.
Henry soltó una risa, antes de pasar su mano por el trasero de Jake.
—¿Quieres otra ronda y así me dices quién folla mejor, tu Alex o
yo? —le susurró Henry al oído.
—Me parece bien, aunque no necesito otra ronda para saberlo —
respondió Jake.
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Only Three Wishes ♥

Henry giró sobre sí, colocando a Jake bajo él.


—Soy yo, ¿verdad? —inquirió con el rostro hundido en el cuello de
Jake y comenzando un vaivén con sus caderas. Jake no pudo evitar
emitir un gemido—. Dilo.
—Sí, eres tú, Piolín —admitió Jake sin mucho trabajo.
Henry compuso una sonrisa triunfal, pero entonces cayó en la cuenta
de algo muy importante. Alex.
—Por cierto, ¿qué vas a hacer con Alex? —preguntó Henry,
deseando que Jake le dijera que iba a dejarle claro de una vez por
todas que Jake era suyo, y no de ese bobo.
Jake se quedó en silencio entonces. Cierto, no le había dicho nada
sobre Alex.
—Pues… —comenzó a decir Jake, pero dos golpes en la puerta le
silenciaron.
—Henry, ¿estás ahí? —escucharon a Chris al otro lado de la
puerta—. Todo el mundo te está buscando.
—Mierda —maldijo Henry levantándose de un salto de la cama.
—¿A dónde vas? —preguntó Jake sin entender por qué tanta prisa.
Henry se vestía con velocidad.
—Emmm, tengo que dar un discurso para los invitados —dijo sin
querer dar muchos detalles. Jake le miró confuso mientras se ponía
sus boxers. Henry ya se estaba abrochando su camisa, sin
equivocarse en ningún botón, sorprendentemente. Cuando acabó,
miró a Jake y se inclinó hacia él, que aún seguía sentado en la
cama—. Quédate aquí, volveré enseguida, ¿vale, pequeño?
Jake no pudo contestar, Henry le dio un beso en los labios y salió
disparado de la habitación. Abrió la puerta, y allí estaba Chris. Abrió
la boca para hablar, pero Henry pasó de largo, no sin antes decir:
—Gracias, Chris.

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Desirée Arjona Peña ♥

Chris vio a Henry desaparecer rápidamente por el ascensor. Suspiró,


y entró en la habitación.
—Joder, aquí huele a sexo —dijo nada más respirar en la
habitación—. Y del bueno —soltó con una risa. Llegó hasta el
interior, viendo a Jake sentado en ropa interior y sudando—. Madre
—dijo Chris quedándose por un momento sin aliento. Bebió un trago
de su copa sin perder ni un detalle del cuerpo que se presentaba ante
él—. Tenía que haber venido antes.
—¿A qué venían esas prisas? —preguntó Jake molesto y cogiendo
sus pantalones para comenzar a vestirse, no se sentía demasiado
cómodo estando desnudo ante Chris.
—Lleváis aquí más de una hora, no puede ausentarse de su fiesta
tanto rato, memo, ni siquiera por ese cuerpo que tienes —dijo casi
saliéndosele los ojos de sus cuencas.
Jake comenzó a abotonarse su camisa, y cogió su chaqueta del suelo.
Se la puso también y se dirigió hacia la puerta.
—¿A dónde vas? ¿No te ha dicho Henry que te quedes?
—Como tú has dicho, llevamos más de una hora aquí metidos, y no
puedo dejar sola a Claire tanto tiempo —dijo abriendo la puerta para
salir.
Chris se apresuró a seguirle. Caminaron juntos hasta el ascensor.
Chris quería morderse la lengua y aguantar sus ganas de preguntar,
pero no pudo contenerse.
—¿Puedo saber qué ha pasado en el capítulo de hoy de la vida de
Jake y Henry? —preguntó cuando las puertas del ascensor se
abrieron.
Jake bufó.
—¿Te crees que somos un telenovela o algo?
Chris entrecerró los ojos.

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Only Three Wishes ♥

—Cuenta las veces que os habéis peleado, las veces que os habéis
reconciliado, y la gente que ha intentado separaros, y me dices si
sois una telenovela o no —le soltó su amigo.
Jake meditó aquello. Por suerte, las puertas se abrieron. Prefería no
darse cuenta jamás de que su vida se asemejaba demasiado a una
telenovela. Entraron a la fiesta de Henry de nuevo. La música había
sido detenida y Henry estaba frente a todo el mundo, junto a un tipo
que Jake no había visto en su vida, y Monique. Jake entrecerró los
ojos mirando con confusión aquella escena. El tío desconocido pasó
entonces el micrófono a Henry, que lo tomó al mismo tiempo que
agarró la cintura de Monique, y ésta apoyó su cabeza en su hombro y
le puso una mano en el pecho.
—No podía haber mejor momento que mi cumpleaños, aquí delante
de todos mis amigos y compañeros, para hacer oficial mi relación
con Monique —dijo de pronto Henry alto y claro. Jake abrió sus
ojos de par en par. Henry miró a Monique a los ojos—. La única
mujer a la que he amado. Sé que me apoyará en mi carrera en la
NFL y no hay nadie mejor que ella para emprender este camino.
Gracias por la paciencia y la confianza que has puesto en mí.
Tras esas palabras, Henry besó a Monique, y una decena de flash
comenzó a brotar de los fotógrafos que había ante Henry, los cuales
Jake no vio en un primer momento. Jake sintió un fuerte golpe en el
pecho, que no desapareció ni cuando Henry dejó de besar a aquella
mujer. Se sintió tremendamente estúpido de repente. Miró a su
alrededor, y vio a Chris a su lado igual de anonadado. Sus ojos se
encontraron con los de Claire, que le miraba con preocupación.
Entendió lo que le decía con los ojos. Jake quería marcharse de allí.
Miró por última vez a Henry, que sonreía a las cámaras como una
estrella de cine. Cuando aquel torbellino de flashes acabó y dejó de
mirar a los objetivos, se encontró de golpe con los ojos de Jake a lo
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Desirée Arjona Peña ♥

lejos. A su lado, todo el mundo le felicitaba y le hablaba, pero él


solo podía prestar atención a esos ojos. El moreno pudo leer en su
cara que no estaba en sus planes que él viera aquello, pero ya era
demasiado tarde. Jake dio un paso atrás, y luego otro, y cuando
quiso darse cuenta, se estaba marchando. El rubio miró con urgencia
a Chris para que le detuviera, pero éste se limitó a lanzarle una
mirada desaprobadora. Henry soltó a Monique, e ignorando las
voces que le hablaban a su alrededor, corrió en busca de Jake.

El ascensor emitió un sonido para indicar que había llegado a su


piso. Jake salió de él, y sin demorarse, caminó hacia la salida para
esperar en el coche a que Claire bajara. Un hombre le abrió la puerta
para que saliera y no dudó en hacerlo. Fue entonces cuando escuchó
su nombre.
—¡Jake! —gritó la voz de Henry, pero él no se dio la vuelta—.
¡Jake, espera! —volvió a escuchar.
Jake ya estaba sacando las llaves de su bolsillo para abrir su coche,
pero no pudo hacerlo. Unas manos le agarraron del brazo y le
obligaron a darse la vuelta, y mirar a la cara al hombre que tanto le
daba y tanto le quitaba.
—Jake, deja que te lo explique —le pidió Henry con una expresión
totalmente desesperada.
Jake dio una sacudida intentado librarse del brazo del rubio, pero le
fue imposible, éste le apretaba con mucha fuerza.
—Suéltame.
—No hasta que me escuches.
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Only Three Wishes ♥

—No necesito escuchar nada, mañana lo leeré en los periódicos —


soltó con ira en su interior.
—Jake, nada de lo que he dicho es verdad.
—¡Ya sé que no es verdad, imbécil! —le gritó, es más, estaba seguro
que ese discurso se lo habían escrito y él lo había memorizado como
un loro de repetición—. ¡Es lo que más me jode de todo!
—Todo lo que te he dicho antes es cierto. Estoy enamorado de ti, te
quiero…
—¡Pues si me quieres a mí, ¿qué coño estabas haciendo?! —
exclamó Jake de los nervios.
—¡Es mi trabajo!
—¡No, tu trabajo es jugar bien al fútbol! ¡Nada más, Henry!
—¡¿Es que has nacido ayer, o qué?! ¡Sabes cómo funciona el
mundo! ¡Tengo que hacer cosas así! —explicó Henry con
impotencia.
—¡No Henry, no tienes por qué hacerlas! ¡Ya no eres el único,
joder! ¡Hay más gente como tú! ¡¿Por qué no tienes los cojones de
ser valiente por una vez en tu vida?!
Henry sintió su labio temblar. Aquella era la cuestión, la gran
cuestión, lo que más aterraba a Henry.
—Jake, no puedo… No solo se trata de la gente, del mundo de la
NFL… Se trata de mi familia, mis amigos… —dijo Henry
comenzado a sentir sus ojos húmedos.
Jake le miró incrédulo y sintió su ira aumentar.
—¡¿Y qué me estás diciendo?! ¡¿Que aguante cosas como esta?!
¡¿Que todo el mundo piense que estás con esa mientras que por las
noches el que está en tu cama soy yo?! ¡¿Que sea esa a la que
presentes a tu madre, mientras a mí me mira como a una
abominación de la naturaleza, y tú le das la razón?! —inquirió al

574
Desirée Arjona Peña ♥

borde de las lágrimas—. No puedes hacerme eso, Henry… No puedo


hacerme eso a mí mismo.
Una lágrima cayó. Henry agarró con más fuerza aún a Jake contra él.
—Jake, escúchame. Yo te quiero a ti, eso es lo único que importa.
Mientras tú y yo estemos juntos, lo demás da igual —le dijo casi en
un susurro.
—¡¿Te estás escuchando?! —le gritó el moreno. Negó con la cabeza
sin poder creérselo—. No puedo creer que me estés pidiendo esto.
Henry le miró con verdadera desesperación.
—Jake, no puedo renunciar a mi sueño, pero te juro que tampoco
puedo renunciar a ti… —dijo intentado encontrar algo de
comprensión en el moreno.
—¡Es que no te estoy pidiendo eso! ¡Te pido que seas valiente y
tengas las dos cosas!
Pero Henry sabía que eso no iba a poder ser.
—No puedo, Jake —dijo con la voz tomada.
Jake endureció el rostro, e intentó tragarse todas esas lágrimas, pues
se estaba dando cuenta de que Henry no se las merecía.
—Pues entonces no tenemos nada más que hablar —zanjó el asuntó
dando de nuevo una sacudida, e intentando librarse del agarre de
Henry.
Claire llegó hasta ellos, pero se mantuvo a unos metros de distancia.
Chris y Chace estaban tras ella, y se detuvieron al ver la escena.
—No Jake, escúchame —le pidió Henry sin dar aquello por
terminado.
No podía conseguir y perder a Jake en la misma noche, se negaba.
Se negaba a perder a Jake una vez más.
—¡No, escúchame tú! —le plantó cara de repente. Resopló y
ablandó su gesto—. Te quiero, Henry, más que a nada —le
concedió—. Pero si te dijera que sí ahora, me odiaría a mí mismo.
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Only Three Wishes ♥

Yo no soy así y lo sabes. No me obligues a ser algo que no quiero —


le pidió entonces. Parecía que era la primera vez que Henry
escuchaba las palabras del moreno. Se quedó en silencio pensando
en aquello, cuando vio que el moreno le tomaba la mano y le dejaba
algo en ella—. Toma —dijo Jake, y Henry abrió su mano
encontrando la piedra que Jake ganó en el juego, la que le concedía
un deseo. Lo que no esperó, fue lo que el moreno pidió—. Olvídame
—dijo con una expresión totalmente amarga—. Así al menos uno de
los dos podrá ser feliz.
Y tras eso, Jake comenzó soltarse del agarre del rubio. Henry no
podía permitirlo, no podía ser el fin, no, no y no.
—No, Jake, no —dijo agarrándole de nuevo. Estaba totalmente
desesperado.
—Déjame Henry —le pidió Jake con el rostro totalmente
inexpresivo, pero con los ojos llenos de lágrimas.
—No, escúchame —insistió Henry sin soltarle.
Le abrazó con fuerza y pegó su frente a la sien del moreno. Jake
cerraba los ojos pidiendo que pasara aquel momento cuanto antes.
No había nada en el mundo más duro que separarse de Henry.
—Suéltame —le volvió a pedir Jake.
Henry iba a volver a negarse, cuando sintió unos brazos. Chace y
Chris, con delicadeza, tiraban de él hacia atrás.
—Henry, vamos, déjale —dijo Chace con voz comprensiva.
Henry, viéndose derrotado, soltó por fin a Jake. El moreno se separó
de él poco a poco, hasta que quedó totalmente libre. El rubio,
viéndolo irse de su lado, iba a intentarlo de nuevo, pero Claire se
puso entre ambos.
—No Henry, se acabó por esta noche. Los dos tenéis que descansar
—dijo con la mirada de una madre.

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Desirée Arjona Peña ♥

Henry frunció el ceño, pero no se opuso. Claire le abrió la puerta del


copiloto a Jake, que no dudó en meterse. Henry vio cómo el coche se
marchaba con Jake en él, y solo podía sentir pena e ira en su interior.
Chace y Chris se acercaron a él, pero éste les apartó y se marchó.
Nadie podía entenderle en ese momento. Solo Jake podía entenderle,
y se había marchado de su lado de nuevo por su culpa.

577
Only Three Wishes ♥

Capítulo 22
No le hicieron esperar. En ese momento era el número uno de aquel
hombre. Flynt babeaba por el talento de Henry Woods, por lo que en
cuanto llegó, le sirvieron lo que quiso y se sentó en aquella cómoda
butaca. Henry estaba nervioso, demasiado. Observaba aquel
despacho lujoso de Los Ángeles, con las paredes decoradas con
portadas de periódicos y revistas, fotografías de otros atletas y
premios. Flynt le hablaba sobre un millón de cosas, contratos
publicitarios, decenas de ofertas de otros equipos que Flynt esperaba
inflar todo lo que podía, anuncios televisivos, merchandising con su
nombre y su número… Y Henry, a pesar de sentir un nudo en la
garganta y vértigo en el estómago, le interrumpió.
—No puedo seguir con la farsa de mi relación con Monique.
—¿Qué? —inquirió Flynt indignado—. Pero si acabáis de empezar.
¿Sabes cuántas portadas y cuántas ofertas has generado con un
simple beso?
—Me da igual. Quiero que lo acabes —le exigió, queriendo terminar
con aquel asunto cuanto antes.
Flynt se quedó en silencio un par de segundos, debía tener paciencia,
Henry Woods estaba resultando una fruta demasiado jugosa.
—Muy bien, esperemos un mes más y anunciaremos vuestra ruptura
—le concedió.
Henry negó con la cabeza.
—No me estás entendiendo, quiero que lo acabes ahora.
Flynt frunció los labios aguantando las ganas de gritar a ese niñato.
—¿Y se puede saber por qué? —preguntó apretando los dientes y
sonando todo lo comprensivo que pudo.

578
Desirée Arjona Peña ♥

El suspiro de Henry hizo que Flynt alzara su ceja en un gesto


curioso.
—Tengo… una relación con otra persona… Y no puedo seguir
haciéndole esto.
—Oh —dijo Flynt en un primer momento—. ¿Se trata de otra
celebridad? Porque si te has encariñado con una guapita de
Hollywood podemos sacar partido de ello.
—Olvídate de la publicidad —le pidió Henry comenzando a
cansarse de su vena de tiburón de negocios—. Se trata de mi vida
privada, y quiero dejar mis relaciones a un lado. Solo quiero que mi
contrato se centre en mí y en mi carrera futbolística.
Flynt dejó escapar una pequeña risa por la inocencia de Henry
Woods.
—Sabes que eso no podrá ser, ¿verdad?
Henry no contestó, claro que lo sabía, pero si no lo intentaba,
perdería ambas cosas.
—¿Qué es? ¿La típica chica anónima que no quiere saber nada de las
cámaras? —quiso saber Flynt buscando alternativas—. Al público
también le gustan ese tipo de relaciones…
Henry resopló frustrado.
—Te aseguro que no querrás hacer de mi relación un espectáculo.
La expresión de Flynt se tornó confusa.
—¿Qué quieres decir?
Había pensado en las muchas consecuencias que le supondría decir
aquello. Se trataba de una prueba que se estaba poniendo a sí mismo.
Estaba tan desesperado, que solo encontró una salida, que no le
gustaba, pero ya no había ningún camino bonito.
—Estoy enamorado de Jake Rivers —dijo al fin, como si se lo
estuviese reconociendo a sí mismo, como si estuviera confesando
una realidad de la que no podía escapar más.
579
Only Three Wishes ♥

Flynt se quedó mudo de repente. Su boca se había desencajado y sus


ojos estaban algo más abiertos de lo normal. De pronto abrió un
cajón, y de él sacó un taco de revistas. Miró la portada de tres, y al
llegar a la cuarta, la abrió. Pasó un par de páginas y entonces giró la
revista y señaló una fotografía.
—¿Este Jake Rivers? —preguntó entonces.
Henry se inclinó para mirar la fotografía que le señalaba. Jake
saliendo de un club con las manos en los bolsillos y sonriendo a la
cámara. Al lado otra de su grupo, con él en medio. Henry tragó
saliva.
—Sí… —respondió.
Aquella respuesta hizo que la expresión de Flynt se agravara.
—¿Eres gay? —preguntó queriendo asegurarse, aunque Henry lo
hubiera dicho ya todo.
—Sí.
Flynt se echó hacia atrás como si no quisiera que esa respuesta
llegara hasta sus oídos. Se quedó mirando a la nada unos segundos
hasta que suspiró y miró a Henry a los ojos.
—Verás Woods, yo no soy homófobo, ni mucho menos —comenzó
a decir—. Es más, en otro ámbito esto no sería ningún problema —
dijo sabiendo que la homosexualidad generaba también muy buena
publicidad. Henry frunció el ceño, ya estaba de nuevo hablando
como el representante que era—. Este chico se está volviendo muy
popular, y si tú fueras cantante, actor, diseñador…, o cualquier otra
cosa, esto sería un estupendo material para trabajar… Pero, eres
jugador de fútbol. Una relación homosexual… no sé si sería algo
positivo para ti.
—No te estoy diciendo que lo uses. Yo soy el primero que sé lo que
supone ser gay en mi profesión… Solo quiero acabar con lo de
Monique y dejar de lado mi vida amorosa.
580
Desirée Arjona Peña ♥

—Ya te he dicho que eso es imposible —le repitió—. Aunque


mantuvieras tu relación lejos de las cámaras, sois personas públicas,
saltaría la liebre tanto por tu lado como por el suyo. ¿Crees que el
agente del chico no querrá utilizar eso a su favor?
Henry ladeó los ojos.
—No lo hará si yo se lo pido.
—No seas iluso. Si continuas una relación con ese chico acabará
haciéndose público, y como tu representante debo decirte que sería
un gran error para tu vida profesional. Michael Sam…
—Ya lo sé… —le cortó Henry sin querer oír de nuevo lo de Michael
Sam.
—Pues aunque lo sepas te lo voy a decir —repuso Flynt—. Los St.
Louis Rams le ficharon, y fue entonces cuando salió del armario…
Todo pareció ir bien, el equipo parecía estar contento, los directivos
también…, pero todo era una farsa. Le sacaron del equipo. Los
Dallas Cowboys fueron algo más acogedores en un primer momento,
pero dos semanas de meditación y también decidieron prescindir de
él. ¿Te crees que es por casualidad? ¡Claro que no! El fútbol es un
mundo aparte, Woods, sigue sus propias reglas, y una de las reglas
más importantes es que en el fútbol no hay homosexuales. Puede que
algún día eso cambie…, pero por hoy, es así.
Sabía lo que le estaba diciendo con eso. Si seguía adelante con Jake,
y continuaba en el fútbol, su carrera acabaría sin apenas haber
empezado. No dirían que es porque es homosexual, claro, echarían
las culpas a su rendimiento, o a cualquier otra cosa. Le cerrarían las
puertas de cualquier equipo del país, tal y como habían hecho con
Michael Sam. Aunque saliera con Jake en secreto, se crearían
rumores, y tarde o temprano, la prensa se enteraría. Y si seguía con
su tapadera, perdería a Jake. Bajó los ojos totalmente afligido.
—Entonces supongo que no tengo otra opción.
581
Only Three Wishes ♥

Había cogido el vuelo de antes con David por dos razones muy
sencillas: Alex y Henry. Cuanto más tardara en verles las caras,
mucho mejor. Usó la excusa de preparar todo antes de que Shorty
llegara, pero la realidad no era esa. Llegaron al aeropuerto de Las
Vegas a primera hora de la tarde, mientras que los demás llegarían
antes de la cena. David y Jake cogieron un taxi y ni siquiera aquellas
vistas a la ciudad del pecado consiguieron evadirle de sus
pensamientos. El coche les dejó frente a su hotel, uno de los más
lujosos, sin embargo, no tenían las mejores habitaciones. Habían
invertido mucho dinero en la despedida de Shorty, ya que se habían
librado de pagar la boda, pero aun así no quisieron gastar la mayoría
del dinero en las habitaciones. Quisieron coger una suite para todos,
pero en cuanto Henry se unió al plan, esa idea se esfumo como la
espuma en una copa de champán. Les subieron el equipaje a sus
habitaciones. David lanzó a Jake una mirada divertida, se sentía
como un magnate. A Jake le hubiera gustado devolverle la sonrisa,
pero en aquellos días le era difícil poner aquel gesto en su cara. Si
sus amigos lo habían notado, parecían estar dejándolo pasar. Jake lo
prefería, no le apetecía tener que volver a mentir a sus amigos. Sin
demora, fueron al restaurante a reservar mesa para aquella noche y
después preguntaron en recepción por los mejores clubs. Una vez
cumplidos los preparativos previos, Jake se dispuso a subir a su
habitación. Fue hasta el ascensor y pulsó el botón. David llegó a su
lado.

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Desirée Arjona Peña ♥

—¿Te apetece que vayamos a la piscina? —preguntó—. Aún quedan


un par de horas antes de que lleguen los demás.
—Tenía pensado dormir un poco antes de la cena —se limitó a decir
Jake con las manos en los bolsillos y la vista puesta en el panel que
indicaba la posición del ascensor.
—Oh, vale —contestó David algo cortado.
Sonó un pitido indicando que el ascensor había llegado. Dejaron
salir a la gente del interior, y enseguida Jake se dispuso a entrar.
David le siguió. Se llevó la mano a la nuca con timidez justo cuando
las puertas se cerraron.
—Oye, no te lo había dicho, pero Allie ha accedido a venir conmigo
a la boda.
Jake miró a su amigo por fin. Forzó una sonrisa.
—Eso es genial —contestó—. ¿Lo vuestro va bien?
—Mejor de lo que pensaba —admitió David.
Jake asintió.
—Me alegro —dijo con sinceridad, al menos a alguien le iba bien.
Jake bajó la mirada y David le observó en silencio durante unos
segundos, hasta que al fin habló.
—¿Y tú?
Jake alzó el rostro de nuevo hacia David.
—¿Yo qué? —preguntó Jake.
—¿Va todo bien por tu vida sentimental?
El modo de formular aquella pregunta hizo reír a Jake por dentro.
David había preguntado en general, y no por Alex. Sus amigos eran
capaces de leerle como a un libro abierto, y ya debían saber que algo
no iba bien con Alex.
—Claro, tan bien como siempre… —mintió sin querer entrar en el
escabroso tema.

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Only Three Wishes ♥

Llegaron a su piso, y Jake salió sin demora. David se apresuró para


quedar de nuevo a su lado.
—Bien…, porque quería hablar contigo sobre eso —dijo de pronto
David mientras caminaban por el lujoso pasillo.
Jake le miró confuso.
—¿Sobre mi vida sentimental? —inquirió enarcando una ceja.
Llegaron hasta sus habitaciones y se detuvieron junto a las puertas.
Jake miraba con curiosidad a David, que tomó aire para comenzar a
hablar.
—Hoy es un día importante para Shorty —comenzó.
Jake ya sabía eso, la boda sería el día de Claire, y la despedida el de
Shorty.
—Ajá —asintió en señal de acuerdo. No sabía qué intentaba decirle
David, pero por su expresión parecía no ser bueno.
—No quiero sonar como un cretino…. —dijo al fin David, y Jake
entrecerró sus ojos sabiendo que lo iba a sonar—. Pero me gustaría
que dejaras de lado por una noche tu historia con Woods.
Jake no se sorprendió demasiado, suponía que sería algo como
aquello, pero aun así no entendía bien a qué se refería.
—¿Qué quieres decir?
—Ya sabes lo que quiero decir —contestó David al segundo—.
Siempre que estáis tú y Woods en el mismo lugar se desata el show
de Jake y Henry.
—Eso es una estupidez —bufó.
—¿Lo es? —inquirió David incrédulo—. ¿El día que Shorty fue a
conocer a los padres de Claire, no acabasteis siendo los
protagonistas?
Los ojos de Jake se entrecerraron.
—Claro que no. Además, fue Shorty el que me invitó —dijo Jake a
la defensiva.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Porque sabía que si estabais vosotros, él pasaría a un segundo


plano, y era lo que quería. Pero esta vez él tiene que estar en primera
línea, Jake. Esta noche no puede ser un segundón.
—¿Eso piensas? —quiso saber Jake ofendido—. ¿Que intento
quitarle el protagonismo a Shorty?
David suspiró.
—No, no he querido decir eso. No digo que tú lo provoques, ni
siquiera insinúo que sea algo que ocurra normalmente —dijo para
que Jake dejara aquella postura defensiva—. Es solo que todo
empieza a girar a vuestro alrededor cuando estáis juntos.
El moreno se quedó callado unos segundos. ¿Eso ocurría? Jamás le
había dado aquella sensación.
—¿Y qué quieres exactamente? —preguntó Jake.
—Que evites a Woods.
Jake meditó un segundo para después asentir.
—Muy bien —asintió, pero sin estar demasiado feliz con aquella
conversación—. ¿Puedo irme ya a dormir?
David le miró sorprendido ante su respuesta cortante.
—Cl-claro —titubeó.
Jake no dijo nada más, tomó su tarjeta y abrió la puerta para cerrarla
de un golpe.

Estaba de mal humor y la había tomado con David. Después de


dormir un poco y darse una ducha, veía las cosas de otro modo. No
debía haberse puesto de aquella manera con él, era normal que le
pidiera que dejara sus líos amorosos para otro momento. Había
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Only Three Wishes ♥

dejado su traje preparado sobre la cama. Se puso una toalla en la


cintura y se secaba con otra el pelo. Abrió el mini-bar y se sirvió
algo de beber que le quitara aquellos terribles nervios. Solo esperaba
que estuviera pagado, porque iba a ser una larga noche y necesitaba
poder evadirse de aquello todo lo que pudiera. Cogió un vaso y dejó
la botella fuera. Se sirvió un poco y lo bebió de un tragó. Ya estaba
rellenando de nuevo el vaso cuando llamaron a la puerta. Dos
golpes, ni muy fuertes, ni muy flojos. Jake sintió un nudo en el
estómago. Bebió lo que había podido servir en el vaso y lo dejó en el
mueble. Caminó hasta la puerta con el corazón en un puño. Respiró
hondo antes de abrir la puerta. Los ojos azules que se posaron en él
al abrir no le aliviaron. Su corazón no se detuvo, pero sí se
decepcionó.
—Hola Jake —le saludó Alex con el porte tranquilo y seguro que
siempre llevaba.
Vestía un traje elegante, pero moderno, de esos que se veían ahora
en las revistas, de esos que solía llevar Henry…, pero a Alex no le
quedaban tan impresionantes como a él.
—Hola… —contestó Jake con un hilo de voz.
Alex pasó su mirada por todo el cuerpo de Jake, y sonrió de lado.
—¿Te he sacado de la ducha? —preguntó con un deje de diversión.
—Oh no, acababa de salir —explicó Jake.
Alex asintió con lentitud, y al ver que Jake no parecía dispuesto a
invitarle a pasar, tuvo que ser él el que preguntara.
—¿Puedo pasar?
—Pues… ahora tengo que vestirme…
—Puedes vestirte mientras hablamos, ¿no? No es como si no te
hubiera visto nunca.
—Claro —aceptó, pero en realidad no le apetecía tener aquella
conversación con Alex—. ¿Has tenido buen vuelo?
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Desirée Arjona Peña ♥

Trataba de comportarse de la manera más natural posible, pero era


complicado. Se metió en el baño para poder vestirse con la puerta
entreabierta. Alex se sentó en la cama y miró el traje que estaba allí.
—Largo, pero tranquilo —contestó Alex.
—¿Ya has pasado a ver a Shorty? —escuchó preguntar a Jake al otro
lado de la puerta del baño.
Alex no estaba para esperar por más tiempo, había aguantado varias
semanas toda aquella incertidumbre, por su lejanía con Jake…, y ya
no podía más.
—Sí… Hemos tenido una conversación muy interesante —dijo
entonces.
La puerta del baño se abrió y Jake apareció por ella. Se había puesto
unos boxers oscuros, y seguramente se había echado alguna loción
por su torso, ya que brillaba y su aroma hipnotizaba aún más de lo
que lo hacía al natural.
—¿Ah sí? —preguntó Jake sin saber lo que escondían las palabras
de Alex.
Se acercó a la cama para coger su traje, quedando muy cerca de él.
—No le habías mencionado nuestra ruptura —dijo de pronto.
Jake se detuvo, casi congelado junto a la cama, y entonces, miró a
Alex de soslayo, y suspiró para sus adentros. Cogió los pantalones
sobre la cama y evitó la mirada del otro chico.
—No —contestó comenzando a ponerse los pantalones.
—¿Por qué? —quiso saber Alex estudiando a Jake con la mirada.
—Sabía que no se lo iban a tomar bien —se limitó a responder, ya
deslizándose la camisa por el cuerpo.
Alex sonrió amargamente.
—Me alegra que alguien más aparte de mí se sienta afectado.

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Only Three Wishes ♥

Jake elevó la vista de los botones que se estaba abrochando, la culpa


apareció en su rostro. Dejó los botones y se apresuró a hablar. No
estaba siendo justo.
—Alex, yo…
—Está bien, está bien… —le detuvo poniéndose en pie—. Si ya me
dejaste todo claro en nuestra primera noche, ¿no?
Jake recordaba aquella noche. Era la primera vez que se acostaba
con un hombre que no fuera Henry. Había conseguido olvidarle
durante unas horas, pero cuando todo acabó, el dolor seguía allí, y
no había empequeñecido, posiblemente solo se había agrandado más
y más.
—No podía seguir contigo si estaba día y noche pensando en él —le
confesó Jake.
Alex asintió con lentitud. No era algo que no supiera, desde que
conocía a Jake supo que ese chico ya se había quedado con el
corazón del moreno, pero siempre había tenido la esperanza de que
le olvidara y pudiera amarle a él como lo había hecho alguna vez.
—¿Te ha pedido que vuelvas con él? —preguntó Alex sabiendo que
aquello sería el fin para él y Jake.
Jake suspiró.
—No… —dijo al fin.
Alex no sabía si aquello le alegraba o le cabreaba aún más. Frunció
los labios.
—¡¿Por qué?! —gritó de pronto sin poder soportarlo más.
—¿Por qué, qué? —preguntó Jake confuso.
—¡¿Por qué alguien tan increíble como tú tiene que estar enamorado
de una persona tan ruin y mezquina?! —inquirió Alex, pues era algo
que no podía entender. Ese Henry no valoraba lo que tenía, era un
capullo sin escrúpulos. Jake merecía algo mejor, a él.

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Desirée Arjona Peña ♥

El moreno se había hecho aquella pregunta muchas veces. Se cruzó


de brazos.
—No elegimos de quién nos enamoramos —contestó a su pesar.
Alex dio un paso al frente, encarando a Jake.
—¡¿Quién más necesitas que te diga que ese hombre no es bueno
para ti?! —quiso saber con desesperación.
Sus propios amigos le habían advertido en cientos de ocasiones.
¿Quién mejor que ellos iban a saber lo que le convenía a Jake? Jake
comenzó a molestarse.
—¡¿Crees que no lo sé?! —inquirió—. ¡Nadie sabe quién es tan bien
como yo! ¡Sé todo lo malo sobre él! —gritó. Sentía su respiración
acelerada. Dejó escapar el aire con lentitud para tranquilizarse—.
Pero también sé todo lo bueno… Y eso, pocas personas lo conocen.
Así que no necesito que nadie me dé lecciones sobre Henry Woods
—zanjó.
Alex frunció el ceño. Jake metió su camisa por sus pantalones y se
abrochó los botones que le quedaban. Alex, viendo que Jake quería
acabar con la conversación, no se demoró en hablar. Se acercó a él y
le miró a los ojos.
—Jake, yo no sé si él te quiere o no, pero su manera de querer es
como veneno —dijo posando sus manos en las mejillas del
moreno—. Yo también te quiero, y soy bueno para ti.
Para Jake, lo peor de todo, era saber que tenía razón. Saber que la
decisión correcta estaba ante él, pero era incapaz de tomarla, no
podía.
—Ya lo sé —dijo con pena—. Pero yo no te quiero a ti, y siempre he
sabido que nunca lo haría —confesó para más desdicha de Alex—.
Por eso te dije aquello.

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Only Three Wishes ♥

“Sí él me pide que vuelva, volveré con él”, recordó Alex. No podía
culparle de nada, desde el principio supo que el corazón de Jake,
pertenecía a otro.
—No era justo para ti seguir con esta mentira, por eso terminé con
todo —dijo Jake tomando una de las manos de Alex para sostenerla.
Alex ladeó una sonrisa, nada feliz.
—Pero no se lo dijiste a nadie.
—Sé que no estuvo bien… —comenzó a decir Jake, pero Alex no le
dejó terminar, necesitaba agarrarse a lo que fuera.
—¿No será que en realidad no querías perder tu único lazo
conmigo? —inquirió entonces—. Jake, él nunca te va a querer como
yo. Nunca —le aseguró.
A Jake le hubiera gustado poder hacer feliz a Alex en ese momento,
pero simplemente, prefirió ser sincero.
—Y yo nunca te podré querer como a él.

Estaba siendo uno de los días más largos de su vida. Dejó a Chris en
su habitación y se encerró en la suya con la excusa de que estaba
cansado. Se arregló y se vistió, preparado para una noche que estaba
seguro que sería horrible. Había meditado los días previos si debía ir
o no, pero al final necesitó ir, para ver a Jake. No iba a dar aquello
por perdido, no esa vez. Salió al pasillo y cerró su puerta. Suspiró
antes de abrocharse la chaqueta del traje. Miró al fondo mientras
caminaba por el suelo enmoquetado. La habitación de Jake estaba a
tan solo tres puertas de la suya. Habían quedado en unos minutos en
el hall con todos los demás, por lo que quería hablar con él antes de
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Desirée Arjona Peña ♥

que bajaran. Estaba a tan solo unos metros de su puerta, cuando se


abrió. Su corazón dio un vuelco y sus pies se detuvieron esperando
encontrarse con Jake. Su decepción fue aplastante al ver salir de su
habitación a Alex. Su corazón se despeñó por un precipicio de
amargura de nuevo. Alex cerró la puerta y se giró hacia él. Le miró,
en un principio con sorpresa, pero al instante, compuso una mueca
de satisfacción. Henry no pudo evitar fruncir el ceño, le hubiera
gustado mostrarse indiferente, seguro, y aparentemente bien, pero
estaba tan cansado de fingir, que no se molestó. Alex caminó hacia
él, relajado y con una sonrisa de lado. Henry pensó que se iba a parar
para decirle cualquier cosa doliente, presuntuosa, o falsamente
amable, sin embargo, pasó de largo, sin despegar la vista de él.
Henry le mantuvo la mirada hasta que quedó a sus espaldas. Mejor
así, Henry no quería ni siquiera mantener una conversación con
aquel imbécil. Ya ni le consolaba que Jake le hubiera sido infiel con
él, porque al final, había ganado Alex, y lo peor de todo era que
había sido su culpa. Henry caminó de nuevo para poder llegar a la
puerta de Jake, cuando se abrió de nuevo, y aquella vez, si fue Jake
el que salió por ella. Iba vestido de manera similar a su cumpleaños.
El negro sentaba estupendamente a Jake, casi tanto como cualquier
otro color. Iba abrochándose los botones de sus muñecas, por lo que
en un primer momento no reparó en Henry, no hasta que estuvo a un
paso de él. Jake tuvo que alzar la vista dos veces para darse cuenta
de que volvía a estar cara a cara con Henry. Ambos se sostuvieron la
mirada durante dos largos segundos, Henry con una suplicante, y
Jake con una llena de sentimientos encontrados, pena, amor,
desamor… Endureció el rostro y se dispuso a seguir su camino hacia
el ascensor, pero allí donde Henry había preferido que Alex pasara
de largo, con Jake no lo deseaba. El moreno había conseguido casi
sobrepasarlo, cuando Henry alargó una mano para detenerle el paso.
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Only Three Wishes ♥

—¿Podemos hablar un momento? —le pidió.


Jake prefirió no mirarle a los ojos.
—No —respondió intentando hacerse paso, pero Henry volvió a
colocarse en medio, esta vez bloqueándole con todo su cuerpo.
—Por favor, solo escúchame un momento —casi suplicó.
Para Jake, Henry era irresistible en cualquiera de sus facetas, pero la
cálida, amable y desesperada, era una de sus mayores perdiciones.
No supo si sería capaz de negárselo, pero entonces, se abrió la puerta
del fondo. Jake miró a Chris salir vestido elegantemente, viendo allí
su excusa perfecta.
—Llegamos tarde a la cena —se limitó a decir Jake con sequedad y
haciendo a Henry a un lado.
El rubio suspiró con derrota en su primer intento. Tomó aire y se
dispuso a seguirle. Jake se apresuró a alcanzar a Chris.
—Hola Chris —le saludó.
Chris miró a su lado a un aliviado Jake, fue a responder, cuando notó
que alguien se colocaba a su otro lado, Henry. Miró a uno y luego al
otro, para después entornar sus ojos.
—Hola a los dos —saludó cuando llegaron al ascensor. Chris pulsó
el botón para que llegara el elevador—. ¿Preparados para esta gran
noche? —preguntó con una sonrisa.
Jake desvió la mirada, y Henry compuso una mueca. El ascensor
llegó y los tres se metieron en él. Jake se apoyó en la pared lo más
alejado de Henry. Chris pulsó el botón del hall y las puertas
comenzaron a cerrarse. Jake, aunque algo incómodo, estaba aliviado
de que Chris eliminara un poco esa sensación del ambiente con su
presencia, pero justo cuando Jake estaba pensando en ello, Chris,
salió del ascensor antes de que se cerraran las puertas. Jake abrió los
ojos de par en par. Se la había jugado. El ascensor comenzó a bajar y
él estaba allí encerrado con Henry. Solo esperaba que el ascensor
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Desirée Arjona Peña ♥

bajara deprisa, o que alguien les parara en el camino para subirse.


Henry sonrió un poco agradecido a Chris, pero enseguida volvió a
ponerse serio y se giró hacia Jake.
—Si me escucharas un momento…
—No es el momento ni el lugar —le cortó Jake.
Henry le miró frustrado.
—¿Y cuándo lo será? Llevo queriendo hablar contigo días.
Jake suspiró.
—Intento hacerte esto más fácil, Henry.
—¿Más fácil? Más fácil y una mierda. He venido aquí por ti, a pesar
de saber que también estaría tu novio. No sabes lo que ha sido tener
que verle salir de tu habitación. No sabes lo que duele.
Jake enarcó una ceja.
—¿Se parece un poco a lo que se siente cuando la persona que
quieres declara delante de todo el mundo que ama a otra persona? —
inquirió.
—No es lo mismo y lo sabes. Lo mío con Monique no es real. Me
conoces lo suficiente como para saber lo que me ha costado no
soltarle en la cara que a quien quieres es a mí, que todas estas
semanas las has pasado en mi cama. Pero no lo he hecho —soltó
Henry sabiendo que aquello sería lo fácil, destruir la relación de
aquel capullo y Jake.
—¿Y supongo que tendría que darte las gracias? —preguntó, pero en
realidad no quería discutir más, y ya no le veía sentido a seguir con
aquello—. No estoy con Alex.
Henry iba a continuar hablando, pero se calló al instante de escuchar
aquella frase de nuevo en su mente.
—¿Qué? —preguntó.
—Rompí con él después de que te liaras con aquel tío —aclaró Jake
sin tan siquiera mirar a Henry.
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Only Three Wishes ♥

Henry abrió la boca un par de veces, pero no dijo nada. Aquellas


palabras le desconcertaron totalmente.
—¿Por qué? —preguntó de nuevo.
Jake le miró como si fuera tonto.
—Por ti, idiota. Porque siempre te he querido a ti. ¿De verdad me
consideras el tipo de persona que mantendría una aventura? —quiso
saber con un tono ofendido—. No podía seguir con Alex cuando lo
único que hacía era pensar en ti.
Henry bajó la mirada. Por su mente pasaban muchas cosas en ese
momento. Algo de esperanza, algo de felicidad, vergüenza, enfado…
Un cóctel de sentimientos se agitaban en su interior, pero solo había
una cuestión que le importaba. Alzó el rostro de nuevo.
—¿Y vas a volver con él?
—No —contestó Jake—. Pero eso no cambia nada. Solo iguala un
poco las cosas. Ninguna relación era real, así que ya no tienes por
qué sufrir al vernos. Puedes estar tranquilo.
El ascensor se detuvo entonces, cuando llegaron al hall. Jake se
apresuró a salir de aquellas cuatro paredes. Henry le siguió.
—Jake, no lo entiendes —dijo Henry agarrando al moreno—. No
estoy dispuesto a perderte esta vez.
—¡Jake! —escuchó éste a su lado.
David y los demás ya estaban allí, incluso Chris, que parecía haber
bajado por las escaleras. Jake se soltó del agarre de Henry y caminó
hasta sus amigos. Henry apretó los dientes maldiciendo a esos
palurdos. Comenzó a caminar hasta ellos a regañadientes.

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Desirée Arjona Peña ♥

Los ocho se sentaron en la mesa que habían reservado. Henry estaba


aliviado de que no fuera un tugurio de los que les gustaba frecuentar
a los Wastes. El restaurante del hotel era un sitio sofisticado que
valía lo que habían pagado. Quiso sentarse junto a Jake, pero parecía
que todos se había aliado para ponérselo difícil. Acabó sentado entre
Chris y el gordo, que no era tan malo si miraba al primo de Shorty,
un paleto en toda regla. Parecía estar flipando en colores de estar
allí. La estupidez debía venir de familia. Alex tampoco se sentó al
lado de Jake, por suerte. Jamás pensó que en un futuro acabaría
sentado con aquellas personas en una mesa cenando. ¿A dónde había
ido a parar el mundo?
—Antes de cenar, quiero hacer un brindis —anunció Kire
poniéndose en pie. Shorty le miró con una sonrisa divertida y se
apresuró a coger su copa. Los demás le imitaron, excepto Henry, que
no lo hizo hasta que Chris le dio un codazo. El rubio cogió su copa
pero no la alzó—. Por tu última noche de lujuria y desenfreno —dijo
con una pícara sonrisa antes de mirar de soslayo a Henry—. Todo lo
que se puede estando el hermano de la novia aquí, claro.
Henry forzó una sonrisa.
—Por mí que no se corte… Lo que pasa en Las Vegas, se queda en
Las Vegas —dijo con un tono falsamente amable.
David entrecerró sus ojos.
—Sí claro, y grabado en tu móvil de última generación —dijo
mirándole con desagrado, y éste le devolvió la mirada.
Chris se apresuró a chocar sus copas.
—Salud —dijo para terminar aquel duelo de miradas.
Para Jake, la cena estaba siendo tensa, muy tensa, pero se esforzaba
por que no fuera así, no quería que la despedida de Shorty se
convirtiera en un desastre. Evitaba mirar tanto a Alex como a Henry.
Éste último se había mantenido bastante callado, mientras los demás
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Only Three Wishes ♥

reían y bromeaban. Cuando acabaron con sus platos pidieron varias


copas para estar a tono. Algunos necesitaron más de una para poder
dejar la extraña situación lo más lejos posible. Kire llevaba la voz
cantante en la conversación, además, él no necesitaba estar borracho
para hacer de aquello una velada divertida. Chris le seguía el rollo, y
el primo Larry también. Alex actuaba como si nada ocurriera e
intervenía entre risas. David había dejado de lado su faceta de
guardián y se había relajado. Y a Henry comenzaba a asomarle por
los labios una pequeña sonrisa. Puede que las cosas pudieran ir bien
después de todo, pensó Jake.
—A ver esta, Chris —dijo Kire entre risas, lanzando una mirada
perversa a Shorty y a David—. ¿Con quién te acostarías antes, con
Claire o con Allie?
Los dos chicos fruncieron el ceño, pero no dijeron nada. A Henry
tampoco le gustó demasiado que preguntaran aquello de su hermana,
pero tampoco se quejó. Chris elevó la mirada meditando su
respuesta. De pronto compuso una expresión de asco que hizo reír a
la mayoría, especialmente a Kire.
—Con ninguna —contestó entonces. De repente Henry le dio un
codazo—. ¡Ah! ¿Por qué me pegas?
—Porque le haces ascos a mi hermana —soltó Henry.
—Me hubieras pegado la hubiera elegido o no —se quejó Chris
masajeándose el brazo.
—Yo hubiera escogido a Allie —comentó David.
—¡Oh vaya, qué sorpresa! —exclamó Jake con sarcasmo.
—Tú no vales, eso ya lo sabemos todos —se quejó Kire.
—Yo solo he visto a Claire, pero está lo suficientemente buena
como para elegir sin necesidad de ver a la otra —dijo el primo de
Shorty.
Shorty y Henry le fulminaron con la mirada.
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Desirée Arjona Peña ♥

—No te pases —dijeron al unísono.


Ambos se miraron incómodos entonces, era la primera vez que
coincidían en algo.
—¿Y tú Jake? —preguntó entonces Kire.
Jake no necesitó mucho tiempo para meditarlo.
—Yo me quedo con Claire, obviamente —contestó. Para él Allie era
el ser menos sexual del mundo, y no era un secreto para nadie.
Shorty compuso una extraña mirada, pero la apartó enseguida. Kire
sonrió de pronto con malicia.
—¿Obviamente porque es una Woods? —inquirió con una perversa
mirada.
Si hubiera estado bebiendo, Jake se hubiera atragantado por
semejante comentario. No quiso mirar a Henry, fulminó con sus ojos
a Kire. David le propinó una colleja, no era ni el momento ni el lugar
para sus bromitas sobre Jake y Henry. Jake se giró entonces hacia
Shorty.
—Shorty, ¿la señorita Fellon, o la abuela de Kire? —preguntó para
molestar a Kire.
—Qué asco, tío —respondió Shorty con una mueca.
—¡Eh! —exclamó Kire molesto, tanto por la pregunta, como por
aquella respuesta de Shorty.
—La señorita Fellon —respondió Shorty a su pesar.
Kire apretó los dientes, carraspeó preparándose para su venganza.
—David, ¿Marta Foster, o la madre de Jake?
Los ojos de Jake se encendieron de furia.
—Qué fácil —dijo David antes de lanzar una mirada de disculpa a
su amigo—. Lo siento, Jake, pero me tiraba a tu madre de cabeza —
dijo acabando la frase sin poder evitar reír.
Shorty y Kire se contagiaron también, y el resto de la mesa no pudo
evitar sonreír levemente.
597
Only Three Wishes ♥

—No tiene gracia —soltó Jake comenzando a cabrearse.


—No te enfades, si gracias a lo buena que está tienes esa cara de
niño bonito —bromeó David acariciando la mejilla de su amigo.
Jake apartó el rostro en un movimiento brusco.
—Es la madre más buenorra que hemos visto —apuntó Shorty entre
risas.
—Bueno… —dijo entonces Kire—. No estoy muy seguro de eso…
Lanzó una mirada cómplice, tanto a David, como a Shorty. Ambos
se la devolvieron con una sonrisa perversa, y sus ojos fueron hasta
Henry. Éste, que había estado divirtiéndose con la conversación, se
dio cuenta de que de pronto le estaban mirando a él, y cayó en la
cuenta de lo que eso significaba. Abrió los ojos de par en par.
—¿Estáis hablando de mi madre? —inquirió incrédulo.
Jake ya sabía que a sus tres amigos, la ex señora Woods les había
parecido todo un bombón. Era Claire, con veinte años más y mucho
más carácter. Estuvieron bromeando sobre ello durante toda una
semana. Los tres podían llegar a ser unos verdaderos enfermos, y no
dejaban de mencionar el morbo que les daba aquel moño
perfectamente recogido, y sus rebecas, que seguro que escondían un
cuerpo de revista. Kire aseguró excitarse cuando les lanzaba aquellas
miradas asesinas.
—Dicen que las estiradas son las más guarras en la cama —soltó
Kire, y eso fue la gota que colmó el vaso para Henry.
—Te voy a soltar tal hostia que vas a perder los cincuenta kilos que
te sobran —le amenazó agarrándole de la chaqueta.
Todos se apresuraron a detenerle.
—Vale, vale… —le tranquilizó Chris obligándolo a sentarse de
nuevo, aunque el rubio no perdió la mirada asesina—. ¡Oye, quiero
que volváis a preguntarme a mí! Pero esta vez de hombres, por dios.
Larry llevó su mirada anonadada hacia Chris.
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Desirée Arjona Peña ♥

—¿Eres gay?
—Yo, y estos tres —respondió Chis señalando a Alex, Jake y Henry
con naturalidad.
—¿Una despedida de soltero donde la mitad de los invitados son
gays? —inquirió como si aquello fuera una absoluta locura.
—Sí chaval, aquí somos muy abiertos —respondió Kire.
—Eso es genial.
—¿Genial, por qué? —quiso saber Alex.
—Porque sois los guapos —se limitó a decir.
—Gracias por tu apoyo, Larry —dijo Shorty dándole un par de
palmaditas en la espalda.
—Así las mujeres vendrán a nosotros —explicó Larry como si su
primo no hubiera visto los beneficios que eso les supondría.
—Bueno, aquí Henry Woods le da a todo —dijo de repente Alex.
Todos llevaron su mirada hasta él, incluido Henry, que aumentó el
odio que le había estado dedicando con sus ojos toda la noche—. Vi
el otro día que habías hecho oficial tu relación con Monique Blake.
Jake desvió su mirada.
—Era una estrategia publicitaria —contestó Henry queriendo
clavarle el cuchillo de la mantequilla en el ojo a ese gilipollas.
Alex soltó una extraña risita.
—Ser gay no era demasiado bueno para ti, ¿no?
Henry apretó los puños bajo la mesa. Jake miró entonces a Alex con
severidad para que se detuviera. El rubio tomó aire y se giró hacia
Chris.
—Chris, aquí viene tu pregunta gay. ¿Alex o yo? —quiso saber de
pronto.
La pregunta pilló desprevenido a Chris, bueno, a Chris y al resto de
la mesa. Todos sabían que esa pregunta en realidad no iba para
Chris. Jake dejó de mirar a Alex para mirar de la misma forma a
599
Only Three Wishes ♥

Henry. ¿Qué coño estaban haciendo? Chris miró a ambos sintiendo


que todas las miradas estaban en él.
—Es un poco incómodo responder si estáis los dos en la mesa —
respondió Chris con una risa nerviosa.
—Tú solo limítate a responder.
Chris meditó un segundo, aunque en realidad no lo necesitaba.
—Mmm, tú, Henry.
Henry sonrió satisfecho. Alex se giró de pronto hacia Shorty.
—Shorty, ¿y tú con cuál te quedarías?
—Contigo, Alex. Pero… —comenzó a decir para que dejaran el
tema, pero Alex se giró repentinamente hacia Jake.
—¿Y tú, Jake? —preguntó clavando su mirada en el moreno.
Jake se la mantuvo durante un segundo, y después la llevó hasta
Henry, que parecía esperar también su respuesta. Estuvo tentado a
levantarse de la mesa, y responder que ninguno de los dos, pero
quería evitar que el buen rollo que se había logrado conseguir se
desvaneciera tan pronto. Jake sentía la mirada de todos, incluso la de
David, que ya sabía lo que significaba. Jake elevó el rostro y sonrió
socarrón.
—Yo con Shorty —dijo, antes de girarse hacia él y plantarle un beso
en la boca. Duró un largo segundo. Shorty abrió los ojos de par en
par, y cuando Jake despegó sus labios, siguió con la misma
expresión flipada. Henry y Alex compusieron una mueca de
decepción. Kire y Chris comenzaron a carcajearse con aquello.
Genial, era lo que necesitaba, pensó Jake. Sonrió y se bebió de un
trago el resto de su copa—. ¿Nos vamos?

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Desirée Arjona Peña ♥

Esperaban en la entrada del hotel la limusina que habían alquilado.


Shorty no dejaba de sonreír como un niño pequeño. Henry volvía a
estar de morros. No podía evitar sentirse celoso incluso de ver cómo
Alex se llevaba tan bien con los amigos de Jake. No quería que eso
se convirtiera en un punto a su favor, pero Henry se negaba a
llevarse bien con esos idiotas. Una limusina negra paró ante ellos. El
interior era muy espacioso, por lo que los ocho cupieron sin
problemas. Había un amplio mini-bar, del cual Henry aprovechó
para echar mano. Cuando alargó su mano, su piel chocó con otra. La
mano de Jake tocó por un momento la suya. El moreno la apartó de
un rápido movimiento y cogió la botella de ginebra, la cual pretendía
agarrar Henry, sin tan siquiera mirarle. Para sorpresa del rubio, Jake
cogió dos vasos, y entonces se lo tendió. Henry tardó un segundo en
reaccionar pero finalmente lo cogió. Jake le sirvió un gran chorro de
alcohol y después hizo lo mismo con su vaso. Cogió un botellín de
tónica y se recostó en el sillón. Henry le observaba, estaba seguro de
que en ese momento Jake se sentía de la misma manera que él. Hizo
lo mismo que Jake y bebió un largo trago de la bebida. A su
alrededor, los demás también bebían y reía con la música a todo
volumen. Shorty pidió al chofer “Smells like teen spirit” de Nirvana
y enseguida comenzó a sonar. Jake comenzó a animarse, no todos
los días estaba uno metido en una limusina de Las Vegas con sus
amigos, buena música y alcohol. Se detuvieron frente al Mirage.
Bajaron del coche y contemplaron su lujosa fachada y su increíble
decoración exterior, con la cascada y las palmeras.
—Primo, si gano esta noche, pagaré con el dinero tu boda —dijo
Larry rodeando con su brazo los hombros de su primo cuando
entraron al casino.

601
Only Three Wishes ♥

—Prefiero que pagues mi despedida, que mi boda ya la pagan mis


suegros —respondió Shorty entre risas.
Henry le ignoró, estaba comenzando a sentir los primeros efectos del
alcohol, relajación y algo de euforia. Chris, a su lado, no dejaba de
farfullar lo contento que estaba de estar allí. Otro que comenzaba a
estar borracho. El ambiente era ruidoso, le molestaban las luces de
las máquinas, había gente por todos lados vestidos con sus mejores
galas. Se acercaron a la ruleta después de haber cambiado dinero por
fichas. Pidieron varias copas cuando llegaron a la mesa de juegos.
Alrededor de ella había muchas personas, unas cuantas mujeres con
vestidos cortos y escotes prominentes los miraron de arriba abajo.
Eran esa clase de mujeres que están a la espera de algún idiota al
cual desfalcar. Se acomodaron en sus asientos, en realidad no tenían
ni la menor idea de cómo jugar, era la primera vez que iban a un
lugar como aquel, pero aun así cogieron rápidamente la dinámica.
Elegir número y apostar. En la ruleta había varios números y en la
mesa una tabla con los mismos, algunos ponían fichas sobre ellos. El
efecto del alcohol estaba en todo su esplendor. Alex bromeaba con
Chris y reían sin parar. David y Jake estaban concentrados en el
juego, pero sin dejar de dar tragos a sus bebidas. Estaban teniendo
buena racha, y para su suerte, habían doblado sus fichas. Henry no
estaba teniendo tanta suerte, pero empezaba a estar de buen humor a
pesar de que un par de mujeres no dejaban agobiarle con tanta
insinuación. Veía de reojo cómo a las mujeres les brillaban los ojos
y ponían una enorme sonrisa. Él se las mandaba a Larry y a Kire,
que eran los más dispuestos allí a tener un polvo con aquellas
mujeres, claro estaba, ellas no estaban tan dispuestas si se trataba de
esos dos. En una ocasión vio a una de ellas acercarse demasiado a
Shorty, y no dudó en agarrar del brazo al enano y librarle de ella. Se
marcharon de la ruleta entre risas. Se separaron para ir cada uno a un
602
Desirée Arjona Peña ♥

juego. David, Shorty, Jake y Henry acabaron jugando a los dados.


Jake seguía con su buena racha y a su alrededor comenzaba a
amontonarse gente para ver la jugada. Henry a su lado reía y bebía
como si nada hubiera pasado con el moreno. Fue a buscar a una
camarera para pedirle otra copa, cuando sintió que alguien le
agarraba de la muñeca.
—No te vayas ahora, esta va a ser mi mejor tirada, Piolín —dijo
Jake deteniéndole.
Henry alzó una ceja, para después ladear una sonrisa. Se quedó en el
sitio expectante a la tirada de Jake. El moreno tomó los dados y
acercó el puño a los labios de Henry. Éste, sin dejar de mirar a Jake
directamente a los ojos, sopló contra su piel. Jake sonrió y se volvió
hacia la mesa. Shorty lanzó una rápida mirada a David, que se la
devolvió, y ambos entornaron los ojos. Estúpido Woods y su
facilidad para hipnotizar a su amigo, pensaron ambos en sus cabezas.
Jake ganó de nuevo. Apretó los puños y dio un grito de triunfo.
Henry sonrió y arrastró las fichas hacia ellos. Jake se giró hacia él y
en un arrebato de euforia le dio un abrazo. Éste no dudó en
devolvérselo. Un carraspeó a su lado y un repentino agarre les
arrebató su pequeño acercamiento.
—Vamos a otro juego —dijo David cuando Shorty ya estaba tirando
de Jake.
Henry miró con irritación a David, que le sostuvo la mirada unos
segundos, casi advirtiéndole con los ojos. David se dio la vuelta y se
encaminó a seguir a sus amigos. El rubio resopló y se metió las
manos en los bolsillos de su pantalón. Tomó aire y se armó de toda
la paciencia que pudo. Aún quedaba mucha noche.

603
Only Three Wishes ♥

Capítulo 23
Contaba el dinero que había ganado con una sonrisa de oreja a oreja.
Les dio unos cuantos billetes a sus amigos para que pudieran
dárselos a las chicas del club. Entraron al interior y enseguida una
ola de calor, música, y locura les envolvió. Alex, especializado en
los clubs de la noche, se acercó a un tipo, y con disimulo le pasó un
billete de cien dólares. Les llevó hasta un reservado. Shorty comenzó
a agradecérselo al europeo. Henry le lanzó una mirada de
repugnancia, aquello podía haberlo hecho cualquier con un billete de
cien pavos. No tardaron en venir a ellos cuatro mujeres ligeras de
ropa y otras dos bien vestidas con botellas y copas. Las dejaron
sobre la mesa y guiñaron un ojo a Alex al marcharse. Éste las ignoró
y comenzó a servir copas. Henry veía a Jake de pie desabrochándose
un par de botones de la camisa. Podía notar que estaba algo
borracho, pero no lo suficiente. Henry también se puso en pie y fue
hasta su lado.
—Si te quitas un solo botón más voy a tener que llevarte a otro lugar
—le susurró al oído.
Jake se giró y le dedicó una pícara sonrisa antes de acercarse a su
oído.
—Sigo enfadado, Henry —le dijo Jake borrando la sonrisa de su
cara—. Estoy borracho, no senil.
El ceño de Henry se frunció descontento con su respuesta. Jake
señaló con la cabeza a una de las chicas que ya comenzaba a bailar
sobre Larry.
—¿Por qué no finges un rato ser hetero con esas chicas? Se te da
muy bien —dijo con ironía en la voz.
—Podría hacerlo, pero no quiero —respondió Henry.

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Desirée Arjona Peña ♥

Jake se encogió de hombros.


—Tú mismo —se limitó a decir antes de darle la espalda, y miró a
su amigo Chris—. ¡Eh, Chris! —dijo rodeándole con un brazo—.
¿Jugamos a ser heteros por un día?
Chris, que también había bebido lo suficiente, al estar cerca de Jake
sintió el calor en su piel.
—No sé si podré —respondió sin aliento, hipnotizado por el cuello
de Jake.
Henry, cerca de ellos, miró la escena con desagrado.
—Deja de mirarme el cuello como un vampiro e imagina que te van
las curvas y los tangas —soltó Jake sin poder evitar darse cuenta.
Chris soltó una risa.
—Los tangas me gustan si los llevas tú —dijo entonces con voz
insinuante.
Henry dio un paso al frente y miró con cara de pocos amigos a
Chris.
—Ya vale, Chris —le dijo con voz severa.
El moreno entrecerró los ojos mirando al rubio con recelo. Apretó a
Chris más contra él.
—Oye, si quiere tontear conmigo que lo haga, tú ya no eres nadie
para pararle los pies —le soltó Jake a Henry.
La paciencia de éste se comenzó a tambalear. Apretó los dientes con
rabia y bufó con desagrado.
—¿Y quién dice que esté celoso por ti y no por él?
—Oh, ¿ahora quieres follarte a Chris? —inquirió Jake.
—¿Por qué no? —repuso Henry—. Tú te tiraste al capullo de Alex.
—Mejor no lo hagas, no vaya a ser que alguien descubra que lo que
te van son las pollas —dijo casi sin dirigir la mirada a Henry,
fingiendo que todo aquello le traía sin cuidado—. Además, estoy

605
Only Three Wishes ♥

seguro de que Chris me prefiere a mí, al menos no me avergüenzo de


lo que soy.
Chris miró a uno y luego a otro, como si de un partido de tenis se
tratara.
—Chris, por favor, dile a este idiota quién te gusta de los dos —le
pidió Henry, estando muy seguro de que él sería su elección.
Ambos le miraron con atención esperando su respuesta. Chris estaba
algo aturdido, tanto por el alcohol, como por la cercanía de aquellos
hombres.
—Ahora es cuando mi despertador suena, ¿verdad? —preguntó con
una risa.
—Chris, elige —dijo Jake ignorando sus palabras.
Henry dejó de mirar a Chris para llevar su mirada de nuevo a Jake.
¿Qué coño estaba haciendo? Él quería volver con Jake, no pelearse
con él por Chris.
—¡Yo qué sé! Joder, qué presión, ahora entiendo a Bella Swan en
Crepúsculo —decía Chris entre los dos, pareciendo sentir verdadera
frustración—. ¡No quiero elegir! Os quiero a los dos.
Pero Henry ya había perdido interés en esa elección, incluso en sus
palabras.
—Bueno ya, déjate de tonterías —soltó de pronto, queriendo dejar
toda aquella chorrada. Empujó a Chris a un lado para que se apartara
y agarró a Jake del brazo.
—Qué rápido habéis decidido ignorarme —dijo Chris, pero sin
importarle demasiado.
Jake miró a Henry con el ceño fruncido, pero éste no pareció
inmutarse.
—Cometí un error, ¿vale? —dijo entonces Henry—. Pero te lo voy a
recompensar, Jake, porque yo solo te quiero a ti.

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Desirée Arjona Peña ♥

El moreno relajó el gesto de su cara al escucharle. David y Shorty


observaban desde sus asientos la expresión de Jake, confusa,
anhelante y débil. Shorty miró a David que parecía estar asesinando
con la mirada, no solo a Henry, sino también a Jake. Como un
relámpago, se puso en pie. Shorty se le adelantó y agarró a Jake del
brazo y tiró de él.
—¡Jake, ven conmigo! —exclamó con una sonrisa, alejando a su
amigo de aquella serpiente venenosa. Jake no se opuso.
Henry les miró, aquellos dos gilipollas que no paraban de
entrometerse. Pensaba que su nivel de odio ya había llegado al tope,
pero ahora estaba seguro de que rebosaba, y el odio caía a mares.
Chris llegó a su lado.
—Toma, bebe —dijo tendiéndole un vaso. Henry lo tomó y no dudó
en beber.
Shorty sentó a Jake junto a él.
—Ya verás que con estas tías se te van a quitar las ganas de hombres
—le animó su amigo.
Dos de las chicas se subieron a la mesa, únicamente vestidas con un
diminuto tanga y un fino sujetador que Jake sospechaba que pronto
estaría en el suelo.
—Lo dudo —dijo por lo bajo, mirando por el rabillo del ojo cómo
Chris había arrastrado al rubio a otro sofá, y fingía ser el tipo más
semental del lugar, pero claro, la tía, en cuanto vio a Henry sentado,
no dudó en acercarse a él.
Jake desvió la mirada. Se incorporó y alcanzó una de las botellas que
peligraban por tener demasiado cerca los tacones de aguja de una de
las strippers. Cuando ya la tenía en la mano, la de cabello rubio se
acuclilló y le agarró de la muñeca. Jake la miró a la cara, tenía unos
ojos verdes, muy verdes, bonitos, pero con demasiado maquillaje. La
chica le sonrió de lado y le arrebató la botella. Bajó de la mesa y se
607
Only Three Wishes ♥

colocó sobre él, quitando el tapón. Jake, sabiendo sus intenciones, la


miró con incomodidad.
—El novio es él —dijo señalando a Shorty a su lado, pero éste
estaba pendiente de su primo, que metía un billete en la ropa interior
de otra.
Jake estuvo a punto de quitársela de encima, pero viendo de soslayo
cómo Henry no se había librado de su pelirroja, y que tenía unas
ganas de beber increíbles para olvidar toda la mierda que tenía a su
alrededor, cedió. La rubia comenzó a dejar caer el alcohol en una
cascada que se apoyaba en su cuerpo. Caía por su canalillo siguiendo
un camino directo a su ombligo. Jake necesitó un último empujón, y
no fue hasta que la chica le acarició el pelo de la nuca y la pegó a su
vientre, que comenzó a lamer el alcohol. Lamió su piel para después
absorber con ello su aroma y sabor, del líquido, no de su piel,
delicioso. Ella sonrió, Shorty a su lado, dio un codazo a Kire, que
enterraba su rostro en el pecho de otra de las chicas. Kire salió de
ese manjar y miró hacia lo que su amigo le enseñaba. Abrió los ojos
de par en par y soltó una risotada triunfal. Jake pensó que hacía
mucho tiempo que no tocaba de esa manera a una mujer. Todo en
ellas era más suave, delicado y blando. Se separó de ella con la
convicción de que prefería otra cosa. Aquello era agradable, pero no
era nada comparado al tacto de un hombre, y no de cualquier
hombre, sino Henry Woods. Nada se comparaba a Henry Woods. Ni
a su cuerpo, ni a su piel. No podía entender cómo Henry podía fingir
que le gustaba otra cosa. Con delicadeza, apartó a la chica, que
compuso una mueca confusa pero no dijo nada, cuando vio a Jake
irse a la pista. Sus amigos suspiraron. Jake en aquellos años había
pasado de hetero, a bi, para después ser gay perdido. Shorty vio que
la chica se colocó ante él, pero no pensaba ni siquiera tocarla. Con
una risa nerviosa se puso en pie y fue junto a Jake.
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Desirée Arjona Peña ♥

Henry se alegró de que Jake se quitara a aquella tía de encima, pero


eso no quitaba que siguiera de mal humor con aquellos mequetrefes.
No podía evitar sentirse furioso con ellos. ¿Por qué no dejaban de
entrometerse? Llegó hasta la barra y se apoyó allí con expresión
enfadada y pensativa. Chris llegó a su lado con una sonrisa y
moviendo su cuerpo al ritmo de la música.
—¿De qué coño van esos fracasados? —preguntó de pronto con
rabia, sin poder aguantar más.
Chris supo al instante a quién se refería su amigo.
—Ya sabes que no les gustas para Jake —respondió Chris
mostrando dos dedos al camarero para que les sirviera dos copas.
—A mí tampoco me gusta el enano para mi hermana, pero hasta yo
me mantengo al margen —gruñó realmente indignado. Si él quisiera,
podría acabar con la relación de su hermana y de aquel pardillo,
incluso con la de David y Allie, pero aun así, les dejaba en paz…
más o menos.
Cogió el vaso de cristal que le sirvió el camarero y tomó un largo
trago. Miró a Chris, pero éste parecía estar más atento en buscar un
ligue, que en su conversación. Henry bajó la mirada con la cabeza
hecha un lío.
—¿Crees que no soy bueno para Jake? —preguntó de pronto con
voz entristecida.
Chris se giró repentinamente hacia él, y le miró sorprendido. De
pronto compuso una mueca.

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Only Three Wishes ♥

—No lo sé, Henry —dijo sin saber muy bien qué contestar a eso. A
veces incluso se preguntaba si Henry era buen amigo para él. El
rubio pareció componer una mueca de dolor al escucharle—. Pero lo
seas o no, eso solo es decisión de Jake —dijo Chris, pero Henry no
supo si aquella respuesta le reconfortaba o no.
—¿Y qué crees que piensa él? —le preguntó temiendo aún más la
respuesta.
Los ojos de Chris se movieron hasta Jake en medio de la pista con
Shorty. Henry también lo hizo.
—Le da igual si eres bueno o malo para él, solo piensa en lo que le
haces sentir —dijo Chris al fin, haciendo que el pecho de Henry se
aliviara un poco—. Supongo que es la misma razón por la que fuma
hierba.
Henry golpeó a Chris por compararle con aquel mal vicio, pero
posiblemente, fuera la mejor metáfora.

De verdad que estaba poniendo de su parte, por Shorty, por los


demás, y por él mismo, pero no podía. Sus ojos solo aguantaron diez
minutos sin buscarle. Le encontró junto a Chris en la barra, bebían y
conversaban. Chris en ocasiones hacía reír a Henry. Un grupo de
mujeres se acercaron a ellos y seguramente se ofrecían a invitarles a
una copa o a bailar… Lo que fuera para que les prestaran un mínimo
de atención. A Jake ni siquiera le dio tiempo a sentir ese escozor en
el pecho llamado celos, ya que Henry las despachó con solo una
mirada. Chris las miró con disculpa, pero en el fondo se alegraba.

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Desirée Arjona Peña ♥

Chris no tenía ningún tipo de interés en pasar sus horas de juerga


con mujeres.
—¿Puedes dejar de mirarle aunque sea por un segundo? —inquirió
Shorty a su lado molesto.
Jake apartó la mirada de Henry para ver cómo su amigo le fulminaba
con la suya. Le hubiera gustado decirle que había aguantado diez
largos minutos sin hacerlo, pero claro, eso no ayudaría demasiado.
—Estoy aquí, y no con él —le recordó Jake malhumorado.
Shorty desvió la mirada.
—Sí, a ver cuánto dura eso —dijo por lo bajo, pero aun así Jake lo
escuchó.
Respiró hondo tragándose todo el orgullo. Era la despedida de
Shorty, no podía echarla a perder.
—¿Vamos a pasarlo bien, o vas a seguir refunfuñando en tu
despedida? —le preguntó Jake—. Hasta tu primo Larry lo está
pasando mejor que tú.
Shorty miró a su primo no muy lejos de ellos, junto a David,
bailando como loco. Aunque se acercaba a mujeres y ellas le
rehuían, seguía estando de un excelente humor.
—Eso no es muy complicado —repuso Shorty olvidándose ya de su
anterior disputa con Jake—. Creo que se meó en los pantalones solo
con ver una cena que no fueran alubias en lata.
Ambos se echaron a reír. Kire llegó hasta ellos, con claros signos de
embriaguez encima.
—¡En mi vida me lo he pasado tan bien! —dijo casi en un grito.
Jake sonrió ante el entusiasmo de su amigo, pero Shorty en cambio
frunció el ceño.
—¡¿Cómo se te ocurrió decir aquello de la madre de Woods?! —
exigió saber Shorty.
Kire soltó una carcajada con solo recordarlo.
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Only Three Wishes ♥

—¡No me digas que su cara no fue la hostia! —exclamó.


La expresión de Shorty delató que estaba de acuerdo con aquella
afirmación, pero enseguida recobró su tono serio.
—Pero, ¿y si se lo cuenta a Claire? —inquirió temiendo que eso
pudiera pasar.
¿Qué diría su novia si supiera que habían dicho aquellas cosas de su
madre? O peor, ¿qué diría si supiera que su madre le parecía una
mujer atractiva, sexualmente hablando? Shorty no podía imaginar la
aversión que sentiría si alguna vez Claire le reconocía que su padre
le ponía, aunque claro, no había ni punto de comparación entre la
madre de Claire y su padre. Kire llevó sus ojos al cielo.
—¡Te preocupas demasiado por todo! Sigo sin entender por qué
coño no estamos follando como locos en el hotel —dijo casi
llevándose las manos a la cabeza.
—Porque yo no quería una despedida como esa —respondió Shorty
con ambas cejas juntas.
Kire entrecerró los ojos y miró al novio con suspicacia.
—¿O te da miedo que Woods mande a sus padres para asesinarte?
—inquirió Kire con burla en la voz.
—O te asesine él mismo —intervino Jake sin mirar a ninguno de los
dos.
—Bueno, eso también —reconoció Shorty. Aunque no estaba seguro
de si Woods le mataría, seguramente lo celebraría mientras los
padres de Claire le descuartizaban.
Kire negó con la cabeza.
—Woods está demasiado ocupado mirando a Jake —soltó señalando
a Henry con la cabeza. Y era verdad, Henry miraba a Jake de vez en
cuando, mientras Chris le hablaba—. Si ahora te fueras con una tía al
hotel ni se daría cuenta —continuó Kire haciendo que

612
Desirée Arjona Peña ♥

inevitablemente Jake llevara su mirada al rubio—. Jake incluso


podría distraerle.
—Mira lo que has hecho, ya vuelve a mirarle como un idiota —se
quejó Shorty al ver la mirada de Jake fija en ese bobo.
Jake la desvió como un rayo.
—¡No le estoy mirando! —exclamó rápidamente, y entonces miró a
Kire—. Y lo nuestro se acabó.
Sus dos amigos se miraron enarcando ambas cejas. A pesar de no
saber nada de su aventura con Henry de aquellos días, sabían que
Jake acabaría cayendo de nuevo. Siempre lo hacía. Alex llegó hasta
ellos con una sonrisa de oreja a oreja. Le pasó un vaso a Kire, que se
alegró como un niño pequeño de tener de nuevo una copa en la
mano.
—Aquí tienes —dijo tendiéndosela.
—Oye Alex, ¿verdad que Shorty debería echar una última cana al
aire? —preguntó Kire bebiendo un trago de su copa.
Alex sonrió de lado a Shorty.
—¿Por qué no? —dijo animando a Shorty—. Estás en Las Vegas,
aquí todo puede pasar —dijo con una extraño tono, mirando de
soslayo a Jake.
—¡No pienso ser infiel a Claire! —zanjó el asunto Shorty.
—No cuenta como infidelidad si es en tu despedida de soltero —le
aseguró Kire.
—¡He dicho que no!
—¿Ni una pequeña mamada? —quiso saber Kire.
—¡No! —exclamó Shorty perdiendo la paciencia.
—Shorty, no vas a poder acostarte con otra mujer nunca más —le
recordó Kire sin dar crédito a su tozudez.
—Déjale en paz. Si no quiere, no quiere —intervino Jake mirando a
Kire con severidad para que dejara el tema. Kire bufó.
613
Only Three Wishes ♥

—Qué sosos os habéis vuelto desde que os tienen cogidos por los
huevos —farfulló Kire refiriéndose a sus tres amigos.
—Cállate ya —le pidió Shorty.
La bocaza de Kire posiblemente tuviera el récord mundial de decir
cosas en el peor momento. Jake se reía y disfrutaba cuando no tenía
que ver con él, pero le daban ganas de graparle los labios cuando sí
estaba metido en el asunto. Le estaba costando mucho recuperar el
punto de borrachera feliz. Beber más no era la solución, eso lo sabía,
ya había dejado aquella fase. Alex, a su lado, reía con Kire, incluso
volvieron a animar a Shorty después de haberle provocado un mal
humor considerable. Jake aprovechó el momento para llevar de
nuevo su mirada hasta Henry, que continuaba en el mismo lugar y
con la misma postura relajada y natural que siempre ponía. No pudo
verlo, ya que toda su atención estaba en el rubio, pero Alex le
observaba con disimulo. Sabía dónde tenía puesta su atención Jake,
y eso le cabreaba, sobre todo porque el que estaba en ese momento a
su lado, era él, y Henry en cambio estaba a varios metros, y aun así
era él el que se llevaba su atención. Con la mente fría, que siempre
conseguía tener, supo que decirle cualquier cosa no serviría de nada
en aquel momento, pero tal vez podría hacer algo si cambiaba de
objetivo. No dudó ni unos segundos.
—Ahora vuelvo —dijo a Shorty y Kire. Jake se giró hacia él por
primera vez, y le hizo un leve gesto con la cabeza.
Comenzó a caminar entre la gente hasta el lugar donde Jake había
tenido, hasta hacía unos segundos, los ojos. La barra en la que estaba
Henry Woods era la central, pero aun así, no estaba demasiado
concurrida. El rubio tardó en verle ir hacia él, pero cuando estuvo a
un par de metros, le divisó, y enseguida le puso mala cara. Para
Alex, Jake era mucho más guapo que aquel pijo de Los Ángeles.
Claro, que también reconocía que no podía decir de él que era feo, ni
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Desirée Arjona Peña ♥

mucho menos, pero su belleza le parecía demasiado artificial, como


alguien de revista o de un anuncio. No le transmitía ninguna
sensualidad, cosa que Jake parecía desprender por cada milímetro de
su piel. No conseguía descubrir qué veían el resto de mortales en
Henry Woods, aparte de un ego desmesurado del que todo el mundo
parecía estar de acuerdo. Jake jamás le pareció alguien que se fijaría
en un hombre como aquel, pero sin embargo, solo tenía ojos para ese
chico. Y cómo le jodía. Llegó hasta ellos con una sonrisa en el
rostro.
—¿Hay alguna razón por la que los dos estéis aquí tan solos?
¿Buscáis intimidad? —preguntó Alex con un deje de burla en el
tono.
Henry le clavó la mirada, como si fueran garras que pudieran
arrancarle la piel de la cara. Pensaba que en su vida había sentido
todo tipo de odios. El odio que había sentido por Tom Harden,
superficial, casi inexistente por la poca importancia que le daba a
aquella persona. El que llegó a sentir por Vince y Carson, personas
que consideró cercanas alguna vez, para convertirse en alguien a
quien no querría volver a ver nunca más. Sarah Miller, un odio lleno
de irritación e impotencia, pero sin llegar a verla como una
verdadera amenazada. El de los Wastes, característico por no
soportar a la gente que no le seguía la corriente como le gustaba. Y
el odio que sentía por Jake…, uno tan fuerte, que realmente solo
podía esconder algo mucho más profundo y aterrador. Pero con
aquel tipo descubrió un odio lleno de rabia, furia, repugnancia…, y
miedo. Aquel último sentimiento era toda una novedad, era la
primera vez que sentía que alguien podía arrebatarle casi la vida
entera, porque Jake era su vida entera. Alex había usado un tono con
ellos que se usaba para un colega de toda la vida, y eso cabreó aún
más a Henry. Chris fue a contestar, pero Henry se adelantó.
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Only Three Wishes ♥

—¿Por qué no te sacas el tapón del culo y dejas de sonreír de esa


forma tan falsa? —inquirió Henry sin estar para jueguecitos ni falsas
apariencias.
Chris miró con preocupación a ambos. Alex bufó como si acabara de
escuchar una gran tontería.
—¿Y verme como tú, con esa expresión de amargado? —dijo
entonces alzando una ceja—. No, gracias.
La espalda de Henry se tensó, como la de un león a punto de atacar.
Chris lo percibió.
—Henry… —comenzó a decir, pero el león ya se había lanzado a
por su presa.
—Tú lo que quieres es que te rompa los dientes, ¿verdad? —quiso
saber sin andarse por las ramas. No estaba para gilipolleces.
Alex soltó una risita, como si Henry fuera un niño pequeño y no le
diera ni el más mínimo temor.
—No sé por qué me odias tanto, Henry, si Jake nos ha mandado a la
mierda a los dos —dijo entonces, y que nombrara a Jake le enfureció
aún más. Parecía que Alex tampoco se iba a andar con estupideces, y
aun así, seguía manteniéndose en su postura fría, calculadora y
tranquila—. ¿O es que sabes que en el fondo acabará volviendo
conmigo?
Ya estaba tocándole mucho las narices. Henry iba a poner punto y
final a aquello. Dio un paso adelante, encarándole. Alex no se
achantó en ningún momento y también le plantó cara.
—Te odio porque no superas que Jake sigue y seguirá siendo mío —
dijo Henry con voz rasposa y amenazadora.
Y aquello, también cabreó a Alex.
—¿Eso crees? —inquirió sin dejar de sonreír—. ¿Y entonces por
qué me pidió que volviera con él hace tan solo unas horas?

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Desirée Arjona Peña ♥

Por un momento, tras escucharle, Henry sintió que su alma se


desquebrajaba, pero enseguida se recompuso, sabiendo que aquello
era una farsa.
—Eso es mentira —dijo con más seguridad de la que en verdad
sentía.
Alex se acercó un poco más a él. Henry sintió la necesidad de
alejarse, no por miedo, sino por el asco que le daba tener a aquel
imbécil tan cerca.
—Me dijo que fuera a su habitación antes de la cena y me suplicó
que le perdonara por haber echado a perder lo nuestro —comenzó a
decir haciendo que Henry comenzara a dudar, ya que vio salir a Alex
de la habitación de Jake—. Dijo que yo era lo que necesitaba en su
vida, alguien bueno para él —continuó, y esas palabras se clavaron
en Henry con dolor—. No me dio siquiera tiempo a contestarle, se
me tiró encima…, y no pude evitar follármelo —dijo Alex en un
susurro, y un brillo de maldad cruzó sus ojos—. ¿Sabes? Me encanta
el brillo de sus tatuajes cuando está sudando debajo de mi cuerpo —
una punzada atravesó la espalda de Henry al oírle. Su mirada se
quedó fija en Alex—. Pero lo mejor, es ese gemido que emite cada
vez que se la meto hasta el fondo y da en su punto. Su voz suena
exacta a cuando canta, ¿verdad?
Henry no contestó, su expresión se quedó de hielo con los ojos
clavados en él. Sí, sabía muy bien qué dulce sonido era ese. Por ello,
la frialdad de los ojos de Henry pasó a ser fuego en tan solo una
milésima de segundo.
—Te voy a matar.
Todo lo demás ocurrió muy deprisa. Un golpe certero en la mejilla
de Alex, que aunque se había preparado para algo así, no lo esperó.
De la fuerza del golpe, Alex cayó al suelo. Henry, ciego de ira, se
colocó sobre él y comenzó a golpearle.
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Only Three Wishes ♥

—¡Te voy a matar! —repitió pero aún más furioso.


—¡Henry! —escuchó la voz de Chris a sus espaldas.
Él apareció, y frente a Henry, también David. Chris tuvo que usar
toda su fuerza para apartar a Henry de Alex. David aprovechó para
poner en pie a Alex, que tenía el pómulo hinchado y sangre en el
labio. Ambos quisieron volver a lo que estaban haciendo, Alex para
poder darle a Henry el golpe que no pudo, y Henry para asentarle
otro golpe en la cara. El rubio consiguió soltarse de los brazos de
Chris. Estaba a punto de llegar, cuando alguien se colocó ante él.
—¡Vale ya! —dijo impidiéndole el paso. Henry paró en seco cuando
vio que se trataba de Jake—. Vale ya —le repitió Jake con mirada
severa, pero no parecía enfadado.
Henry quiso gritarle en ese momento, millones de cosas, pero no
pudo. No volvió a mirar hacia Alex, ahora tenía a Jake delante, y se
dio cuenta entonces, de que a quien más odiaba, era a él. A Jake
Rivers. Porque no era Alex quien tenía en su mano arrebatarle la
vida entera, sino Jake. Jake y solo Jake era quien podía darle la
felicidad, o una vida miserable.

Como era obvio, les echaron de allí. Por suerte, David pudo pedir
algo de hielo antes de marcharse. Sus amigos estaban que echaban
humo. En cuanto salieron del club, Shorty comenzó a gruñir.
—¡Genial, en serio, genial! —exclamó muy enfadado, pero lo más
increíble para Jake, era que le estaba mirando a él.
—¡¿También tengo la culpa de esto?! —preguntó sintiendo que la
mirada de Shorty le culpaba a él.
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Desirée Arjona Peña ♥

—¡¿Es que crees que se peleaban por saber cuál de los dos tiene los
ojos más azules?! —le espetó, pero no le dejó contestar.
Jake apretó los labios. Al final aquella noche se iba a ir a la mierda
sin remedio. Fueron al hotel y decidieron quedarse en su club. Por
suerte, parecía que sus ganas de fiesta no se habían esfumado. Eso, o
realmente se estaban esforzando por que aquella noche no se fuera a
la mierda. Eran las cuatro y algo más de la mañana, aún quedaban
dos horas para que amaneciera, y dos horas para que acabara la
noche. Llegaron al hall, y Jake iba detrás del grupo. Le sorprendió
que Henry no subiera a su habitación, ya que siguió a Chris hacia la
discoteca del hotel. Ante él, Alex se detuvo aun con el hielo apoyado
en la cara.
—¿Puedo hablar contigo un minuto? —preguntó Alex.
—Tal vez sería mejor que subieras a descansar, o ese golpe te dolerá
aún más —dijo Jake comenzando a caminar para seguir a los demás.
—¿Es que no vas a decir nada? —inquirió Alex comenzando a sonar
enfadado.
Jake se giró para volverle a mirar.
—¿Y qué queréis que os diga? —quiso saber Jake, sabiendo a qué se
refería—. No soy vuestro padre, ya sois mayorcitos.
—¿De verdad puedes querer a una persona que golpea a alguien a
diestro y siniestro? —preguntó Alex incrédulo, acercándose aún más
a Jake.
Los ojos del moreno se entrecerraron en una mirada suspicaz.
—Henry no golpea a nadie a diestro y siniestro —le aseguró
sabiendo que Henry no perdería su tiempo en golpear a nadie porque
sí.
—¿Crees que lo merecía? —preguntó mostrando su ofensa.
—No lo sé, yo no estaba allí —dijo encogiéndose de hombros—.
Pero sé que no lo haría por nada.
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Only Three Wishes ♥

Alex mantuvo la mirada a Jake un largo segundo. Suspiró en


silencio.
—Jake… ¿Vas a echar a perder todo este increíble año por él? —
preguntó Alex de pronto, cambiando su tono a uno más
comprensivo—. ¿Alguien tan ruin y miserable? No te entiendo…
Jake negó con la cabeza, con una expresión confusa en el semblante.
—No, Alex, el que no te entiende soy yo —dijo para sorpresa de
Alex—. ¿Increíble? ¿De verdad te ha parecido un año increíble? —
preguntó, pero no era esa la pregunta que quería hacerle a Alex. La
cambió—. ¿Qué tenía nuestra relación de increíble?
—A ti, Jake —respondió como si fuera obvio—. Tú lo eres. No he
conocido nunca a nadie como tú. Eres único.
Esas palabras conmovieron a Jake. Estaba siendo injusto diciendo
aquello, pero no podía evitar confesarle que para él, no había sido
tan increíble, ni mucho menos.
—Tú también eres increíble, Alex —dijo, pensándolo realmente—.
Eres atento, comprensivo, desinteresado, e increíblemente cordial —
Alex sonrió levemente al oírle—. Eres un tío estupendo, guapo y
sexy.
—Entonces, ¿cuál es el problema? —quiso saber comenzando a
sentir verdadera desesperación—. ¿Que él es mejor? ¿Él es todas
esas cosas y aún más?
—No. Henry es peor persona que tú —contestó Jake como si no
hubiera ningún misterio en ello—. Es egocéntrico, egoísta,
insoportable, desagradable, insensible…, y mil adjetivos más que no
significan nada bueno. Pero me gusta así, con todo lo malo que viene
en el pack. Por muy raro que te suene a ti, o a cualquiera, nuestra
relación nunca es aburrida, ni cae en la rutina. Cada día con él es una
nueva aventura, un nuevo reto. Sí, me llevo palos todos los días,
cada dos horas hay una nueva discusión… —dijo recordando
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Desirée Arjona Peña ♥

algunos momentos con nostalgia—. Pero me gusta así, me gusta que


mi vida sea una montaña rusa continua. A pesar de ser tan distintos,
nunca nos hemos dejado de querer. Nunca. Es más, creo que lo que
siento por él cada día es más fuerte. Y tengo la convicción de que
nunca desaparecerá.
—Pero ha acabado —le recordó Alex—. Vuestra relación terminó,
por él.
Esas palabras volvieron a recordar el dolor a Jake, pero no le
hicieron arrepentirse de lo dicho. Sonrió con amargura y
pesadumbre.
—Eso no quita que yo le siga queriendo.
Alex alargó su mano y acarició la mejilla de Jake con ternura.
—También seguías enamorado de él cuando te dejaste llevar por mí.
—Sí, es cierto —reconoció—. Y ahora sé que fue un error. No debí
confundirte de esa manera.
El rostro de Alex se quedó próximo al de Jake.
—Yo me dejaría confundir por ti una vez más —dijo casi en un
susurro—. Podría haber conseguido que le olvidaras…, casi lo hice.
Puedo volver a hacerlo, Jake —le aseguró, haciendo que el rostro de
Jake se tornara confuso y desesperado. Alex, viendo aquel atisbo de
debilidad, se apresuró a hablar—. Te ha vuelto a dejar marchar, y
casi acaba contigo una vez… No dejes que lo vuelva a hacer.
No quiso dar tiempo a Jake a pensar más en ello. Se acercó a él y
pegó sus labios a los suyos. Los envolvió como había hecho antes de
que Henry Woods volviera a entrar en su vida, destrozando todo lo
que había conseguido construir con Jake. Y por un momento, pensó
que lo había recuperado, que Jake iba a volver a intentar olvidar a
aquel impresentable y regresaría a él. Pero aquel deje de esperanza
se esfumó en un parpadeó. Jake se apartó y le miró sin ninguna
expresión en el rostro.
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Only Three Wishes ♥

—Encontrarás a alguien que te quiera, Alex, pero ese no soy yo —se


limitó a decir Jake, dejando a Alex con la boca desencajada.
Dando aquello por finalizado, Alex desvió la mirada y asintió con
lentitud, aceptando las palabras de Jake. Mientras que Alex se quedó
allí parado, Jake comenzó a caminar de nuevo hacia el hall, sin verse
con fuerza para entrar con los demás. Esperaría un par de minutos a
recomponerse y entraría. Iba mirando la moqueta del hotel, cuando
notó que alguien se colocó ante él. Henry, con el rostro roto,
enfadado, dolido…, como pocas veces Jake le había visto.
—Así que no vas a volver con él… —dijo con sarcasmo y una
mirada de intenso odio.
Jake le miró como si no entendiera nada, pero se limitó a contestar a
aquella frase.
—No —dijo con sequedad.
Henry asintió para después componer otra mirada envenenada.
—¿Te crees que soy idiota? —inquirió realmente dolido.
—¿De verdad quieres que responda a eso? —contestó Jake
comenzando a cabrearse por el tono acusador de Henry.
—¡Te acabo de ver besándole! —gritó Henry rojo de furia.
Jake miró a su alrededor azorado, para ver si comenzaban a llamar la
atención. Lanzó una mirada severa a Henry.
—No estoy para uno de tus numeritos, Henry.
—¡Me importa una mierda que no lo estés! —exclamó entonces—.
¡¿Qué quieres?! ¡¿Hacerme sufrir hasta que tenga ganas de
matarme?!
—¡¿Pero de qué coño me estás hablando?! ¡Aquí el único que va a
acabar con el otro eres tú!
—¡Te hablo de lo que llevo intentando decirte toda la semana, que te
quiero y que daría todo por ti! ¡Pero tú prefieres hundirme en la
mierda hasta acabar conmigo!
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Desirée Arjona Peña ♥

—¡Tú me has hundido en la mierda! —le acusó Jake apuntándole


con el dedo índice—. ¡Me dejaste hecho pedazos hace dos años, y
ahora vuelves a hacerlo! ¡¿Eres tan egocéntrico que a pesar de todo
lo que me has hecho, la victima sigues siendo tú?! —preguntó
incrédulo.
—¡Lo hice por ti, imbécil! —gritó Henry con impotencia—. Porque
no quería que echaras a perder tu sueño por mí.
—¡Sí, para ya de paso librarte de mí, y poder tener “una vida
normal”! —exclamó Jake.
—¡Sí! ¡Es cierto! —reconoció sin avergonzarse por ello—. Si no iba
a poder tenerte, al menos intentaría ser feliz de otra manera.
—Pues genial, haz lo mismo ahora. Sé feliz en tu mundo artificial.
Por mí perfecto —zanjó Jake queriendo dar aquella conversación
por terminada. Estaba harto de discutir por aquella noche.
—¡Por tu culpa ya no puedo! —dijo Henry desesperado, tanto que
en sus ojos comenzaron a brillar lágrimas—. ¡Ya no puedo ser feliz
sin ti, puto idiota!
Jake quiso acurrucarse en el pecho de Henry en ese momento,
abrazarse a él y poder decirle que sería feliz para siempre… Pero,
¿qué pasaría con él entonces? Estaba comenzando a pensar que en su
corazón no había sitio para una cicatriz más, que sus ojos no tenían
más lágrimas con las que llorar, y que sus brazos se habían quedado
sin fuerzas para abrazar.
—Pues eso tenías que haberlo pensado antes —dijo con la voz rota y
desolada.
Henry, que conocía a Jake como a nadie en aquel estúpido mundo,
supo que estaba muy cansado y destrozado. Pero él también lo
estaba.
—¡¿Crees que no me arrepiento?! —inquirió—. ¡¿Crees que si
pudiera ir atrás no lo repararía?! ¡¿Crees que no sufro cuando tú lo
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Only Three Wishes ♥

haces?! ¡Yo también tengo corazón! ¡Yo también tengo algo aquí
dentro que se rompe por ti! ¡También tengo sueños que quiero
cumplir y hacer realidad! —gritó haciendo que el pecho de Jake se
acongojara—. Pero ya no tengo nada… He pasado de tenerlo todo, a
no tener nada… Y me lo merezco…, lo sé.
—¿De qué estás hablando?
Henry se metió la mano en el bolsillo. Sin decir nada, caminó con
paso furioso y ligero hacia el puesto de prensa del hotel. Dejó sin
ningún cuidado un par de monedas en el mostrador y cogió uno de
los periódicos. Jake no entendía nada de aquello. Henry movió unas
cuantas páginas y le estrelló el periódico en el pecho.
—De lo que llevo intentando decirte toda la semana. Pero supongo
que ya da igual… —soltó con voz ahogada antes darse la vuelta y
marcharse.
Jake no comprendió nada. Miró el periódico sin entender aun a qué
coño había venido aquello, cuando por fin lo hizo.

“El fichaje del momento, Henry Woods, rompe el contrato que


acababa de firmar con los New York Giants”.

Después de ese gran titular, había un largo artículo que hablaba


sobre la repentina anulación del contrato por parte de Henry. Las
razones, según el artículo, eran desconocidas, pero el jugador
aseguraba que se trataba de “asuntos personales”. Su agente no había
querido hacer declaraciones. Además, había un apartado que
mencionaba la relación de Henry y Monique como un montaje. No
leyó el artículo por completo, lo ojeó aprisa leyendo las palabras
claves. Jake abrió los ojos de par en par. No se paró a pensar en
nada. Dejó el periódico en el mostrador y corrió para alcanzar a
Henry. Llegó a los ascensores, pero no había ni rastro de él. Dio al
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Desirée Arjona Peña ♥

botón repetidas veces con impaciencia. Por fin llegó uno de esos
estúpidos elevadores y marcó su planta. En más tiempo de lo que le
hubiera gustado, llegó a su piso. Bajó y fue directo a la puerta de
Henry. Llamó un par de veces con impaciencia, pero tras unos largos
segundos, nadie abrió.
—Henry —le llamó Jake, tocando la puerta de nuevo. Aporreó
repetidas veces, pero éste no abrió—. Henry, ábreme la puerta.
No contestó, ni tampoco hizo lo que le pidió. Por un momento, Jake
pensó que a lo mejor no había subido a su habitación y que por lo
tanto estaba gritándole a la nada. Pegó la oreja a la puerta para
escuchar el interior, y esta vez no hubo silencio. Escuchó llorar a
Henry. De impotencia, de pena, de rabia…, Jake no lo sabía, pero no
pensaba quedarse ahí fuera esperando a averiguarlo.
—Henry, abre la puerta —le repitió.
Y al fin obtuvo una respuesta. Un golpe seco en la puerta, que no le
sobresaltó, pero le alteró aún más.
—Déjame en paz —gritó Henry, cabreado—. ¡Lárgate!
Jake frunció los labios y respiró hondo, juntando ambas cejas. El
muy idiota no le iba a abrir. Sabía que podía llegar a ser muy
cabezota, pero él lo era aún más cuando algo le importaba. Se dirigió
a la habitación de al lado. Llamó repetidas veces a la puerta, hasta
que alguien abrió. Una mujer de unos treinta años, con el pelo
castaño, le miró confusa. Llevaba el albornoz blanco del hotel, pero
su pelo estaba seco y su cara maquillada.
—¿Sí? —preguntó al ver a Jake.
Éste no se molestó en responder, entró sin ningún reparo a la
habitación.
—¡Eh! —gritó la mujer.
Jake pasó por la habitación, encontrando a un gordinflón en la cama.
El tipo abrió los ojos de par en par al ver a un intruso en su
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Only Three Wishes ♥

habitación. Jake les oía parlotear a su alrededor, pero les ignoró


totalmente. Abrió las cortinas y corrió los cristales que daban al
balcón. Salió, viendo las increíbles vistas de Las Vegas que relucían
aún más de noche y a esa altura. La pareja salió para ver qué narices
pretendía aquel joven entrando en su habitación. Jake no se molestó
en explicarles nada. Puso ambas manos en el muro que separa el
balcón de aquella habitación y la de Henry, y se impulsó para
subirse en él. La mujer se llevó la mano a la boca y ahogó un grito.
Jake ni siquiera se preocupó por la altura, saltó al balcón de Henry y
se apresuró a entrar en la habitación. Corrió la puerta y enseguida
encontró a Henry sentado en la cama, con el rostro entre las manos.
Al escuchar la cristalera, elevó la mirada encontrándose con Jake.
Sus ojos enrojecidos se abrieron de par en par. Jake fue a hablar,
pero Henry se puso en pie y entró en el baño. Se apresuró a
alcanzarle, sin embargo, Henry le cerró la puerta en las narices.
—¡Henry! ¡Deja ya de hacer el gilipollas! —exclamó Jake—. Si no
me abres voy a echar la puerta abajo —le dijo sonando serio—.
Sabes que soy capaz.
Henry estaba sentado en el suelo del baño, sin zapatos, con el traje
echo un desastre, la camisa a medio desabrochar, el pelo despeinado
y la cara llena de lágrimas. Lo que menos quería en aquel momento
era que Jake le viera así, pero cuando le escuchó decir aquello, supo
que hablaba en serio, y podía tirar la puerta igual que había sido
capaz de saltar de un balcón a otro. Se puso en pie y abrió la puerta.
—¡¿Qué?! —gritó encarando a Jake.
—¿Por qué has hecho eso? —preguntó con el ceño fruncido y la
mirada severa.
—Supongo que por la misma razón por la que tú no ibas a ir a tu
estúpida gira —escupió Henry—. Yo también puedo renunciar a
cualquier cosa por ti.
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Desirée Arjona Peña ♥

—No tenías por qué hacerlo y lo sabes.


—¡No soy lo suficientemente valiente como para ser jugador de
fútbol y estar contigo a la vez! ¡¿Vale?! ¡No lo soy! —gritó Henry.
Tomó aire con lentitud intentando tranquilizarse—. He tenido que
elegir, y te he elegido a ti.
Se apoyó en la pared agotado y se dejó caer al suelo. Jake se
acuclilló ante él.
—Mírame —le pidió, pero Henry no le hizo caso. Jake le obligó a
levantar el rostro y le acarició la mejilla—. Te quiero demasiado
para dejarte hacer eso.
—¿Ah sí? —preguntó Henry sin una pizca de humor—. ¿Y qué
harás?
—No estoy bromeando, Henry —repuso Jake—. Lo siento, no pensé
que llegarías a hacer algo así. Yo no quería que dejaras tu sueño por
mí… Yo solo quería…
—Sé lo que querías —le cortó Henry—. Querías que fuera valiente y
tuviera los cojones de tener las dos cosas. No es tu culpa, Jake —
dijo en un sollozo, sin poder controlar las lágrimas—. Es mía, mía
por no ser capaz de hacerlo. Tú no me has hecho elegir, lo he hecho
yo.
—No llores, Henry —le pidió Jake—. Puede que en unos meses te
vuelvan a ofrecer… —comenzó a decir confundiendo la razón de sus
lágrimas.
—¡¿Crees que lloro por el fútbol?! —inquirió Henry malhumorado y
poniéndose en pie—. ¡Lloro por ti, gilipollas! ¡Lloro porque quiero
que me perdones, que vuelvas conmigo! ¡Que me quieras!
Jake también se puso en pie.
—Yo no voy a dejar de quererte nunca —le aseguró después de cien
mil más como esas. Henry sintió un nudo en la garganta, no solo al
oír a Jake, sino al ver que le caía una lágrima del ojo—. Nunca —le
627
Only Three Wishes ♥

repitió Jake dando un paso al frente y tomando las mejillas de


Henry.
Le besó apresuradamente, y Henry, sin poder contenerse, le devolvió
el beso envolviéndole la cintura con sus brazos. Le apretó contra él
con las mismas ganas que tenía de no separarse de su lado. De estar
siempre así. Jake no pensaba en otra cosa que no fuera el ahora,
Henry, y su calor. Notó la humedad en las mejillas de Henry y en las
suyas, y se preguntaba si el amor sería siempre así, con aquellas
subidas y bajadas tan grandes. Estaba seguro de que con Henry
siempre lo sería. Se había sentido una persona afortunada durante
toda su vida, pero aquella noche tenía la certeza de que lo era, que
tenía a su lado, no al mejor hombre, pero sí con el que quería estar, y
éste le amaba con la misma intensidad. Henry no podía evitar sentir
felicidad y miedo al mismo tiempo. Había tenido que apartarse de
Jake tantas veces que ahora temía que aquello fuera un sueño y se
desvanecería con la facilidad de un despertar. Pero sentía su cálida
mano sobre su mejilla, y entre sus brazos sentía su cuerpo. Movió
sus labios sobre los de Jake, con el temor de saber que sin ellos, nada
era vida. Ambos los separaron al fin, pero sin despegar sus caras.
Jake apoyó su frente en la del rubio y le miró a los ojos, con ese azul
claro intenso, que le miraban maravillados y aterrados. Henry movió
su mano hasta la de Jake, posada sobre su mejilla, y la apretó.
—Tienes que entender cuánto te odio para saber cuánto te amo —
dijo Henry en un susurro desgarrado.
Jake sonrió de lado, pero eso no impedía que otras dos lágrimas se
desbordaran de sus ojos. En realidad, no entendía por qué lloraba.
—Te entiendo —contestó, sabiendo perfectamente lo que quería
decir Henry.
Su amor era tan intenso por la simple razón de llevar dos
sentimientos tan contradictorios y fuertes de la mano. Ninguno de
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Desirée Arjona Peña ♥

los dos podía evitar detestar y amar al mismo tiempo las cualidades
del otro. Tampoco podían obviar aquella extraña sensación de
rechazo y necesidad, de enfermedad y cura, de veneno y antídoto.
Henry metió una mano por el hueco que habían dejado un par de
botones desabrochados de la camisa de Jake. Paseó su dedo por el
contorno de sus iniciales en la piel del moreno. Miró embelesado
aquella marca personal en el pectoral de Jake. Éste le observaba con
los ojos igual de perdidos y enamorados. Henry abrió la boca para
hablar, cuando su voz se vio anulada por dos fuertes golpes en la
puerta. Jake giró la cabeza para mirar al lugar de donde venía aquel
sonido, confuso.
—Jake abre, sabemos que estás ahí —escuchó la voz de David al
otro lado.
El moreno abrió los ojos de par en par. “Mierda”, pensó por un
momento, para después tornar a una expresión cansada y derrotada.
Se separó de Henry, pero éste le sostuvo entre sus brazos.
—No abras —le pidió.
Pero no le hizo caso. Henry notó que Jake no quería hacerlo, pero
como un hijo que tiene que hacer caso a su padre, obedeció. Se
dirigió hasta la puerta, y Henry tornó su rostro a una expresión
sombría y enfadada. Jake abrió, y David, tras la puerta, no esperó a
ser invitado, entró sin más seguido de Shorty. Henry se cruzó de
brazos y apoyó su hombro en la esquina que daba al final del pasillo,
mirando a aquellos dos intrusos con malhumor.
—¡Cómo no! Has tardado exactamente siete horas en venir con él —
soltó David evidentemente cabreado.
Henry entornó los ojos. ¿Es que no les iban a dejar en paz?
—Solo he subido un momento. Ahora iba a bajar —se excusó Jake,
sabiendo que había prometido algo y no lo había podido cumplir.

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Only Three Wishes ♥

Pero no iba a mentir, hubiera subido sí o sí, pasara lo que pasara, y


hubiese dicho lo que hubiese dicho.
—¿Y a dónde coño ibas a bajar? —inquirió Shorty—. Entre tú y el
gilipollas éste habéis dejado a Alex para el arrastre. Chris estaba más
preocupado en saber qué pasaba con vosotros que en divertirse. Y tú
desapareces —soltó de seguido—. La fiesta terminó hace un rato.
Jake imaginó la escena. Cuatro de los ocho invitados totalmente
anulados de la celebración, y David y Shorty únicamente
acompañados por Larry y Kire, dieron la fiesta por terminada. A
pesar de no arrepentirse de haber hecho lo que había hecho, Jake se
sintió culpable de que la fiesta para Shorty estuviese siendo un
desastre.
—Lo siento, pero tenía que… —comenzó Jake a excusarse.
—¿Qué? ¿Ir detrás de éste como siempre? —preguntó Shorty
señalando a Henry, detrás de Jake.
El rubio estaba intentando mantenerse callado y no intervenir, pero
aun así su mirada no era de indiferencia en absoluto, miraba a los
amigos de Jake como si fueran una gran molestia. Jake iba a
contestar a eso, cuando David tomó el relevo.
—¿Tanto te costaba dejarle a un lado por una puta noche, para poder
estar con nosotros? —preguntó sin querer creer que su amigo se
convirtiera en un borrego cuando se trataba de Henry Woods—.
¡Que es la despedida de tu mejor amigo, por dios!
—¡Ya he dicho que lo siento! —exclamó Jake comenzando a
irritarle todo aquel tema.
—¡Es que no se trata de eso! —exclamó David—. Se trata de que
eres incapaz de despegarte de una persona que no solo te hace daño
a ti, sino a todos los de tu alrededor.
Henry frunció más el ceño y apretó los dientes. Tenía que mantener
la boca cerrada por Jake, pero le estaba costando una inmensidad.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Y no solo eso —bufó David—. Como dije, teníais que ser el


centro de atención una vez más. Da igual dónde estemos, qué ocurra,
o con quién. Vosotros dos siempre tenéis que ser los protagonistas.
Jake abrió los ojos de par en par al escuchar semejantes desvaríos.
—Estás borracho —dijo Jake mirándole como si estuviera loco.
—Puede, pero no por eso es menos cierto lo que estoy diciendo —
respondió David sin arrepentirse de sus palabras.
Jake llevó su mirada, totalmente incrédula, a Shorty.
—¿Tú también piensas eso? —preguntó dolido.
Shorty le sostuvo la mirada durante un largo segundo, hasta que
finalmente respondió.
—Sí —pronunció con sequedad.
Jake asintió un par de veces con el rostro totalmente serio.
—Hoy no me he preocupado de otra persona que no fueras tú,
Shorty —dijo harto de que se le estuviera atacando por algo que
realmente pensaba que no merecía—. He intentado dejar de lado mis
propios problemas para procurar que tu día fuera perfecto, pero
Henry es la persona que más amo en el mundo. ¡Lo siento si no os
habíais dado cuenta aún! —exclamó—. Y si me necesita, voy a ir
con él, pase lo que pase.
La mirada de Shorty se ensombreció.
—Pues siento decirte que la persona que más quieres en el mundo va
a acabar contigo. ¡Te volverá a hacer daño, una y otra vez! —gritó
queriendo que su amigo abriera los ojos de una vez por todas—.
¡Porque así es él, una serpiente que solo sabe dañar y envenenar a las
personas! —le acusó antes de volver la mirada hacia Henry y dirigir
sus palabras a él—. Y lo peor de todo es que tú lo sabes… —
continuó—, pero eres demasiado cobarde para dejarle marchar —le
escupió con rabia, haciendo que Henry sintiera un pinchazo en el
pecho—. Eso no es querer.
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Only Three Wishes ♥

Henry dio un paso hacia delante, acercándose amenazadoramente a


Shorty.
—No hables de mí como si me conocieras, microbio —le dijo Henry
con voz rasposa.
—Te conozco perfectamente, por desgracia —contestó Shorty con el
mismo tono.
Henry dio un paso más y Jake se puso alerta.
—¿Quieres que te deje la cara como al pedante de tu amigo? —
preguntó Henry.
—Ya vale —pidió Jake poniendo una mano en el pecho de Henry
para que no diera un paso más, o cumpliera su amenaza. Pero Henry
se estaba viendo incapaz, la ira estaba desbordándose del vaso.
—Si no estuvierais tan preocupados de mi relación con Jake, ahora
podríais estar por ahí haciendo lo que sea que queráis hacer.
—El puto problema es que ya os habéis encargado de joderlo —
repuso David—. Y ya sé que tú te crees el ombligo del mundo, y te
da igual joder a los demás mientras consigas lo que quieres —dijo
antes de girarse hacia Jake—. Pero tú, Jake, a pesar de prometerme
que lo evitarías, has vuelto fastidiarlo todo.
—El show de Jake y Henry de nuevo… Siempre los protagonistas,
siempre el centro de la historia… —comenzó a decir Shorty con
burla.
Jake estaba totalmente seguro que todas aquellas palabras estaban
siendo pronunciadas por los efectos del enfado y del alcohol,
mezclados. Resopló con frustración.
—No dejáis de decir gilipolleces —dijo sin poder creer lo que estaba
escuchando.
—No están diciendo gilipolleces —escuchó Jake tras él. Giró su
cabeza para mirar hacia la dirección de aquellas palabras. ¿Henry les
estaba dando la razón?, se preguntó incrédulo mirando al rubio sin
632
Desirée Arjona Peña ♥

entender nada. Incluso Shorty y David se asombraron ante aquellas


palabras. Pero entonces, Henry continuó hablando—. Pues claro que
somos los protagonistas y el centro de la historia. ¿No irás a creer
que lo eres tú, enano? ¿O tú, rarito? —inquirió con asco—. No sois
nada, ninguno de los dos. Ya os gustaría poder llegarnos a Jake o a
mí, como mínimo, a la suela de los zapatos.
Aquellas palabras, como era de esperar, solo consiguieron avivar el
fuego interior de David y Shorty.
—Te voy a quitar la chulería de un guantazo, Woods —le amenazó
David comenzando a querer hacer un cuadro de la cara de ese idiota.
—¿Por qué? ¿Por algo que vosotros mismos pensáis? —preguntó
Henry alzando una ceja—. Vosotros no seríais nada sin Jake, y lo
sabéis. Miraos, sois patéticos.
Jake iba a detener a Henry en su extraño discurso. Todos estaban
cansados, borrachos, y malhumorados, nadie era culpable de aquello,
pero si continuaban, solo empeorarían las cosas. Sin embargo, Henry
se adelantó. Se giró hacia David, y comenzó con lo que sería el
principio de una catástrofe.
—Tú, estás totalmente enamorado de una mujer que solo tiene ojos
para mí, que intentó parecerse a Jake con el único deseo de
conseguir, aunque fuera, un poco de mi atención—soltó de pronto
haciendo que David se quedara clavado en su sitio—. Yo puedo
tener a Allie siempre que quiera —le aseguró haciendo que sus
palabras se convirtieran en balas para el corazón de David—. Haría
cualquier cosa por mí, dejaría a quien sea, y lo que sea, si yo se lo
pido. Y eso te mata por dentro.
David apretó los dientes. Buscó en su mente cualquier cosa con la
que poder responder a eso, pero no encontró nada, y su boca se vio
incapaz de pronunciar palabra. Jake vio la expresión aturdida y
ahogada de David y sintió un nudo en el estómago. Por muy
633
Only Three Wishes ♥

cabreado que estuviera en ese momento con ellos, no quería ver a


sus amigos así.
—Henry… —comenzó a decir Jake en un hilo de voz, sintiéndose
igual de traspuesto. Pero Henry ya había puesto su atención en
Shorty.
—Y lo tuyo es aún peor —escupió con repugnancia. Shorty, a pesar
de haber escuchado las devastadoras palabras de Henry a su amigo,
se veía capaz de soportar cualquier cosa. Ya estaba acostumbrado a
oír de Woods y su familia palabras desagradables y desalentadoras.
O eso creyó—. Si tan despreciable te parezco, y si tantas ganas
tienes de ver cómo desaparezco de tu vida, ¿por qué coño te quieres
casar con mi hermana? —preguntó Henry—. ¿O es que se te ha
olvidado que la mujer de la que estás enamorado es de mi misma
sangre? Quieres meterte en mi familia, en mi casa, en mi vida…,
pero te molesta que sea el centro de atención.
Shorty seguía con el rostro imperturbable, pero sus puños estaban
cerrados con fuerza.
—Henry, basta —pidió Jake, pero aún no había escuchado lo peor.
De pronto, una sonrisa maliciosa apareció en la cara de Henry.
—Oh, y aun no has oído lo mejor —dijo entonces—. Mi hermana
lleva enamorada desde los catorce años de una persona…, y ese no
eres tú —dijo con una mirada ladina. Shorty abrió los ojos de par en
par, al igual que David y Jake—. ¿A que no adivinas quién es?
Y como si ya fuera algo que supiera, Shorty llevó sus ojos hacia
Jake, y su semblante cambió completamente. Éste, al darse cuenta de
que le miraba a él, abrió sus párpados aún más. ¿De verdad Shorty
podía pensar que se refería a él? Estuvo a punto mostrar su ofensa
por siquiera pensarlo, cuando escuchó una pequeña risa de Henry.
—Hasta un memo como tú lo ha tenido que notar —se jactó
Henry—. Es mi hermana, y no iba a enamorarse de alguien como tú
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Desirée Arjona Peña ♥

—soltó como si fuese obvio que su hermana no pudiera amar a


alguien como Shorty.
—Henry, deja de decir tonterías —gruñó Jake comenzando a
cabrearse realmente.
—Tú sabes que no es ninguna tontería —dijo Henry, pero se dirigía
a Shorty, que volvía a mirarle con una expresión totalmente
diferente a la de antes. Estaba como congelado, desolado, en
shock…—. Claire lleva enamorada de Jake desde que le vio en el
instituto. Incluso desde antes que yo —contó Henry. Jake le miraba
como si estuviera diciendo que todo aquel tiempo de quien Allie
estaba enamorada era de él. Una auténtica locura—. Hablaba de él
como si fuera su mayor ídolo, tenía fotos de Jake en su habitación,
babeaba por él por los pasillos, escuchaba vuestras horribles
canciones solo para poder oír su voz —continuó, haciendo que la
respiración de Shorty fuera cada vez más pesada, y su piel perdiera
vida—. Está loca y perdidamente enamorada de Jake.
—Eso es mentira —dijeron David y Jake al mismo tiempo.
Henry se giró hacia Jake.
—La noche que la salvaste de aquel cabrón, fue al concierto solo
para verte a ti —dijo Henry—. Sola, con tan solo quince años.
La mente de Jake recreó aquella noche. Claire, con siete años menos.
Jake no podía concebir a una Claire que no estuviera enamorada de
Shorty, pero recordó aquella noche, y por un momento, le parecieron
reales las afirmaciones de Henry, y un mar de culpabilidad inundó su
pecho. No, no, no podía ser verdad.
—Pero Jake se enamoró de mí —dijo Henry, dejando su expresión
divertida para expresar otra más seria—. Y yo soy la segunda
persona que más quiere en el mundo. Supongo que decidió dejar de
lado sus sentimientos por mí —dijo bajando la mirada en una
expresión triste. Pero enseguida se recompuso, y volvió a mirar a
635
Only Three Wishes ♥

Shorty—. ¿Sabes por qué comenzó a salir contigo? —inquirió—.


Solo para poder aferrarse a él —le escupió sin ninguna piedad—.
Estoy seguro que ahora tampoco te crees que sean tan amigos, ni que
ella le llame a todas horas solo porque es su “querido cuñado”. Y
obviamente no le mira de esa manera porque sea tu mejor amigo.
Los ojos de Shorty se humedecieron, pero su expresión seguía
congelada. Jake, junto a Henry, ya no escuchaba nada, su mente solo
podía recrear todo lo dicho por el rubio. Todas las veces que a Claire
se le iluminaba la cara al ver a Jake, la calidez con la que le hablaba,
su extrema cercanía…
—La noche de la graduación, yo dejé que cumpliese su sueño —dijo
Henry de pronto. Shorty le volvió a mirar—. Me sentía tan mal por
haberme llevado lo que tanto ansiaba mi hermana, que le pedí que la
besara.
Los ojos de Jake casi se salieron de sus cuencas.
—¿Es eso cierto? —escuchó que le decía Shorty.
Jake se giró para mirarle, y podía jurar que jamás había visto a
Shorty con el rostro tan vacío y sin vida.
—Shorty… —comenzó a decir.
—¡Responde! —pidió Shorty en un grito.
Los labios de Jake temblaron, pero se animó a contestar.
—Sí… Pero yo no sabía que…
—Déjalo —le interrumpió. Jake quería explicarle que pensaba que
todo aquello era una broma, que no sabía que Shorty iba a llevarla al
baile, pero no le dejó hablar—. No quiero escucharte —dijo mirando
al suelo, incluso parecía estar a punto de caerse—. Supongo que da
igual que la despedida haya sido una mierda —dijo entonces con un
hilo de voz, antes de decir alto y claro—. No habrá boda.

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Desirée Arjona Peña ♥

¿Que no había boda? Pero, ¿cómo habían podido llegar a aquella


situación? Shorty salió de la habitación sin mirar atrás. David, antes
de seguirle, miró una última vez a Jake y Henry.
—Supongo que es verdad, sois el centro de toda esta historia —dijo
con una sonrisa dolida. Y entonces, miró a su amigo, que aunque
Jake no lo supiera, tenía el mismo rostro sin vida que Shorty—.
Buenas noches, Jake.
Cuando la puerta se cerró, Jake no encontró palabras que decir, ni
siquiera sabía qué tenía que hacer. Se sentó en la cama, mirando a la
nada, con el rostro derrotado y los ojos caídos. Henry sintió
verdadero pavor entonces. ¿Qué había hecho? ¿Es que iba a romper
todo lo que tocaba? Miró con miedo a Jake, temiendo lo que fuera a
decir. “Henry, no vuelvas a acercarte a mí”. O tal vez: “No quiero
volver a verte en mi vida”. Henry se sentó al lado de Jake, preparado
para suplicarle de nuevo que le perdonara, pero el moreno no dijo
nada que Henry hubiera sospechado.
—Claire no está enamorada de mí, Henry. Digas lo que digas, sé que
quiere a Shorty, tanto como yo te quiero a ti —dijo con la voz casi
ausente.
Henry se alivió un poco al oírle, al menos había dicho que le quería.
Apoyó su frente en el hombro de Jake, que seguía mirando a la pared
de enfrente fijamente.
—Jake, lo siento, pero… no he podido soportarlo más. No podía
dejar que te dijeran esas cosas —dijo, pero tras esperar unos
segundos y no recibir respuesta, lo intentó de nuevo—. Jake…
—Henry… —le interrumpió—. ¿Nuestra relación es tan dañina que
incluso acaba con todo lo de nuestro alrededor?
Henry se incorporó para mirarle aunque Jake seguía con la mirada
puesta en la nada. Se apresuró a negar con la cabeza.

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Only Three Wishes ♥

—No Jake, nuestro amor es tan fuerte que arrasa con todo lo demás
—le respondió sin tan siquiera dudar ni un segundo.
Jake, entonces, giró su cabeza y le miró por fin.
—¿Y eso es bueno? —le preguntó con mirada desesperada.
Henry no supo contestar a eso.

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Desirée Arjona Peña ♥

Capítulo 24
Volver a Los Ángeles fue un alivio para todos. Tras la vuelta, Jake
se quedó en el piso de Henry. El rubio no supo si fue decisión de
Jake o de Shorty, pero allí estaba. Claro, que eso no significaba nada
bueno para Henry, que a pesar de tener allí a Jake, él dormía en el
sofá. Sí, quién lo diría, Jake durmiendo en su cama, y él en el sofá.
Estaba seguro de que su yo de diecisiete años se reiría de cualquiera
que le predijera un futuro así. Henry no se opuso, al menos
demasiado, sabía que había hecho algo lo suficientemente grave
como para que Jake no quisiera verle nunca más. Que le mandara al
sofá, era incluso un alivio. Esa mañana, Henry no durmió bien, no
solo porque el sofá no era el mejor sitio para dormir, sino por el
enorme sentimiento de culpa. Sin poder soportar ni un segundo más
aquel incómodo, pero caro, sillón, se puso en pie. Se acercó con
sigilo a su cuarto, y vio a Jake y a Nike todavía dormidos. No había
recibido llamadas ni de su madre ni de su padre, eso quería decir que
aún no sabían lo ocurrido, si no ya estaría telefoneándole para
felicitarle por haber conseguido deshacer la boda. Aunque temía que
su padre no lo vería con buenos ojos, ya que se había gastado un
dineral. Quién sabe, puede que él mismo llevara a Shorty de las
orejas al altar. Quedaban exactamente tres días para la boda, y nadie
sabía si tendría lugar o no. Se preparó un café en silencio. Miraba su
teléfono móvil preguntándose si debía llamar a su hermana para
advertidla. Justo cuando su mente abarcaba aquellos pensamientos,
sonó el timbre, no una, sino repetidas veces. Henry dejó la taza de
café en la encimera de la cocina y fue hasta la puerta. Cuando abrió,
la vio. Su hermana, vestida con unos simples vaqueros, una camiseta
de tirantes y una chaqueta con las mangas demasiado largas. Llevaba

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Only Three Wishes ♥

el pelo mal recogido, algunos mechones se le caían por la cara. No


necesitó preguntarse qué hacía tan temprano en su casa. Sus ojos
estaban enrojecidos y su respiración acelerada.
—Claire… —consiguió decir Henry antes de recibir una bofetada.
Henry se sorprendió durante un segundo, para después resignarse.
Era lo mínimo que merecía.
—¿Cómo has podido? —preguntó su hermana con voz calmada,
pero su respiración denotaba lo furiosa que estaba.
—Claire, yo… —dijo antes de que otra bofetada le volviera a cruzar
la cara.
Henry, con miedo de que creara un espectáculo en medio del rellano,
la agarró del brazo y tiró de ella al interior. No le dio tiempo ni a
cerrar la puerta, cuando Claire comenzó a hablar.
—¡¿Cómo has podido decirle que no le amo?! ¡¿Cómo te has
atrevido siquiera a pensarlo?! —gritaba Claire.
Su hermano no sabía qué decir ni qué hacer, pero estaba seguro de
que nunca había sentido miedo de Claire hasta aquel día.
—Ya te lo ha dicho… —dijo, y su hermana le miró como si fuera la
persona más estúpida de la faz de la tierra, y después de escucharse,
Henry también lo pensó.
—Sí, me lo ha dicho. ¡Me lo ha dicho porque me ha dejado! ¡Dice
que no se casará conmigo! ¡¿Sabes la cara de idiota que se me ha
quedado?! ¡Y yo como una tonta pensando que era una estúpida
broma! ¡Un reto de la despedida de soltero! —gritaba ella casi para
sí—. Pero no… Hablaba en serio… ¿Por qué le dijiste que estaba
enamorada de Jake? —preguntó desolada, sin entender realmente
cómo había podido hacerlo.
Henry, a pesar de saber que lo que había hecho no estaba bien, no
pudo evitar ponerse a la defensiva con su hermana.

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Desirée Arjona Peña ♥

—¡Porque ese cabrón no dejaba de gritar a Jake y decirle que no


paraba de ser el centro de atención, ni siquiera en su despedida! —
exclamó Henry recordando lo idiota que había sido el amigo de Jake.
—Y claro, tú tuviste que decirle que era normal, y que no solo era el
centro de atención, sino que a quien yo amaba era a Jake y no a él —
dijo Claire con sarcasmo.
—Sí —contestó Henry sin estar muy orgulloso de ello, pero ya no
podía negar la realidad.
La boca de Claire se desencajó. Dio un respingó de incredulidad.
—Eres increíble —dijo negando con la cabeza y mirando a su
hermano como si no le reconociera—. Eres incapaz de pensar en
nadie que no seas tú…
—¡No estaba pensando en mí, estaba pensando en Jake! —exclamó
Henry.
—¡Si hubieses pensado en Jake no le habrías dicho a su mejor amigo
que su novia estaba enamorada de él! ¡No solo me has dejado a mí
sin Shorty, también has dejado a Jake sin mejor amigo! —le espetó
Claire, dando un choque de realidad a Henry en la cara.
Éste desvió la mirada, como si no quisiera escuchar aquello.
—Ya lo sé… —gruñó.
—¡No, no sabes nada! —replicó Claire—. ¡¿Sabes por qué lo
hiciste?! —inquirió entonces con mirada severa—. ¡Porque Shorty le
estaba diciendo a Jake que no le merecías! —exclamó haciendo que
Henry volviera a encogerse incómodo—. Por eso tenías que callarle
la boca, ¡¿no?!
Los ojos del rubio se entrecerraron.
—¿Y qué si fue por eso? —preguntó a la defensiva.
—¡¿Y qué?! —inquirió Claire escandalizada. Bufó y se limpió otra
lágrima sin dejar de mirar directamente a su hermano con el ceño
fruncido—. Sí, es verdad, Shorty no quiere que estés con Jake —dijo
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Only Three Wishes ♥

Claire de pronto con la voz llena de dolor y enfado—. Ni David, ni


Kire, ni Allie, ni papá, ni mamá —enumeró entonces haciendo que
el rostro de Henry se relajara con una repentina tristeza—. ¿Pero
sabes quién te apoyó siempre? Yo. A pesar de todo, yo siempre he
luchado porque tú estuvieras con Jake, porque yo sí pensaba que le
merecías, porque eres mi hermano, y quiero que seas feliz —Henry
no se atrevía a seguir mirando a Claire, en realidad, ni siquiera
pensaba que lo mereciera—. Sin embargo, tú has roto mi relación
con la persona que más quiero —escupió de pronto—. Has sido
incapaz de apoyarme. Solo Chris y yo te hemos apoyado en esto…
Casi acabas con el apoyo de Chris…, pero el mío desde luego ya lo
has perdido.
Claire no esperó una respuesta de Henry. Se secó otro par de
lágrimas con aquella manga que cubría su mano entera y se dirigió a
la puerta. Sin esperarlo, Henry le bloqueó el paso.
—¿Lo que dije es mentira? ¿No estás enamorada de Jake? —quiso
saber Henry.
Claire ni siquiera iba a responder a aquella pregunta. Estaba segura
de que su hermano en ese momento se sentía peor que una
cucaracha, o eso quería creer. Pero aun así Henry quería oír que
Claire seguía enamorada de Jake, para no sentirse tan horriblemente
mal.
—Quítate del medio —le ordenó malhumorada.
—¡Respóndeme! —le pidió Henry sin apartarse—. ¿Si no estás
enamorada de él, por qué le llevaste a mi cumpleaños? ¿Por qué le
llamas a cada hora? ¿Por qué pasas tantos días con él?
—Me estaba ayudando a recuperarte, imbécil —dijo la voz de Jake.
Henry apartó la mirada de Claire y la llevó hacia sus espaldas. Jake
estaba de pie junto al pasillo. Se había puesto unos vaqueros y una
camiseta, pero sus pies estaban descalzos. Su pelo lucía bien, por lo
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Desirée Arjona Peña ♥

que Henry sospechó que llevaba despierto más tiempo del que creía,
y que por lo tanto había escuchado todo. Claire se dio la vuelta y se
sorprendió al ver allí a Jake. Henry repitió en su mente la frase que
acababa de pronunciar el moreno. Jake miró a Claire por un segundo
antes de continuar.
—Me llevó con ella para que yo pudiera hablarte y verte en tu
cumpleaños —explicó con el ceño fruncido—. Me llama cada día
para preguntarme cómo me ha ido contigo —continuó acercándose
más a ellos—. Y nos vemos para que pueda escuchar a alguien que
me dé ánimos para seguir luchando por ti —dijo, añadiendo un
eslabón más a la vergüenza y el arrepentimiento de Henry.
Claire ladeó una pequeña sonrisa de agradecimiento, y Jake desvió
entonces la mirada.
—Claire le dijo a vuestra madre que debías ir a la despedida, porque
yo se lo pedí —confesó entonces Jake para sorpresa de Henry.
Aquella había sido una de las razones por las cuales Jake quiso
cumplir lo prometido con David, pues era suya, y solo suya, la culpa
de que Henry estuviera en la despida de Shorty. Algo que había sido
muy egoísta por su parte, ya que no solo fastidió a sus amigos, sino
también a Henry. Jake suspiró—. Cualquier momento extra contigo
era una oportunidad de conseguirte.
A pesar de que todas aquellas confesiones de Jake hacían aún más
evidente el error que había cometido, Henry sonrió un poco al oírlas.
Jake volvió a mirar a Claire.
—Claire no está enamorada de mí…, como mucho de nuestra
relación, pero nada más —dijo con una pequeña sonrisa en el rostro.
Claire se la devolvió.
—No sabía que estabas aquí —dijo ésta.
Jake asintió lentamente.
—Shorty no quería verme.
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Only Three Wishes ♥

—A mí tampoco —respondió Claire antes de bajar la mirada y


tomar aire. Se tomó un momento antes de mirar a su hermano—.
¿Qué le contaste?
Henry tardó solo un segundo en entender qué estaba preguntando.
—Casi todo —respondió a su pesar.
—¿Lo de las fotos de mi cuarto también? —preguntó con vergüenza
en la voz.
—Sí —contestó Henry.
Las mejillas de Claire se encendieron y escondió su rostro en sus
manos.
—Qué vergüenza —dijo sintiendo un terrible bochorno.
Jamás entró en sus planes contarle a Jake todo aquello, pero ya no
podía hacer otra cosa que explicárselo ella misma. Apartó sus manos
y se giró para mirar a Jake cara a cara, que parecía curioso, confuso,
y algo avergonzado también.
—Sí, estuve enamorada de ti, Jake —le dijo al final, haciendo que
Jake, a pesar de ya haberlo escuchado, se sorprendiera por oírlo de
sus propios labios—. Durante dos años —dijo bajando de nuevo la
mirada—. No puedo creer que esté diciéndote esto —dijo para sí
misma sin poder evitar sentirse ridícula. Resopló y continuó—. Hice
muchas tonterías por ti, de las cuales ahora me avergüenzo un
poco… No sé si fue algo real, o eso que te ocurre con el chico guapo
de la chaqueta de cuero a los quince años —dijo con una risa
nerviosa, que hizo sonreír a Jake con dulzura—. Pero ocurrió. Y de
la misma forma que pasó, se acabó en el momento que conocí a
Shorty, y supe lo de mi hermano. No renuncié a ti, como dice el
idiota éste —dijo mirando por el rabillo del ojo con irritación a
Henry—. Simplemente, sentí algo de verdad. Y esa verdad era
Shorty.

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Desirée Arjona Peña ♥

Jake no sabía muy bien qué decir. Por raro que fuera, no estaba
incómodo de saber que había sido algo así como el primer amor de
su cuñada y de la novia de su mejor amigo. Se sentía halagado. Le
daba vergüenza admitir que tenía pocos recuerdos de Claire por
aquella época, por no decir que su primer recuerdo claro de ella fue
la de la noche del concierto. Pero esa noche ya significó algo para él,
que aunque no lo supiera, era como si sintiera que sería algo
importante para él. Y lo era. No solo por el hecho de que dos de sus
personas favoritas en el mundo la amaban incondicionalmente, sino
porque él, indiferentemente a los demás, también lo hacía. De
pronto, en su cara, apareció la sonrisa que todo el mundo amaba en
Jake Rivers.
—Así que era algo así como… ¿tu sueño adolescente? —bromeó de
pronto con aquella mirada pícara.
Claire abrió los ojos de par en par, antes de componer una mueca
indignada.
—¡No te burles! —exclamó, pero sin poder evitar sonreír.
Jake se carcajeó y miró a Henry.
—Los Woods estabais totalmente enamorados de mí… —dijo con el
mismo tono burlón.
Claire le propinó un manotazo en el brazo, y Henry frunció el ceño
enfadado.
—¡Eh! ¡Yo no! —se apresuró a decir.
—Desde tercero, tú mismo lo dijiste —le recordó Jake.
Henry se sonrojó de repente y su hermana giró la cabeza en un
rápido movimiento.
—¡¿En serio?! —quiso saber.
Eso implicaba que su hermano se enamoró de Jake el mismo año que
ella. ¿Quién lo diría? Después de todo, el odio que parecía procesar

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Only Three Wishes ♥

Henry por Jake, solo era amor escondido. Henry, aun rojo, tanto de
furia como de vergüenza por ser descubierto, les gritó a ambos.
—¡Pero ni yo mismo lo sabía!

A pesar de ser el máximo culpable de toda aquella historia, no se


atrevió a entrar en el piso de Jake junto a éste y su hermana.
—Os espero fuera —les dijo.
Claire le lanzó una mirada inconforme, pero no dijo nada. Puede que
si Shorty veía a Henry su humor empeorara, y una reconciliación
fuera más complicada. Jake metió la llave en la puerta, y sin demora,
entró. Al pasar vio la cabellera recién teñida de azul de David. Éste,
al escuchar la puerta, se giró, y al reconocerles, se puso en pie. Con
un gesto incómodo, se metió las manos en los bolsillos. Ignoró a
Jake y se dirigió directamente a Claire.
—Está en su cuarto —dijo señalando a la puerta cerrada del fondo.
Claire asintió, y se dirigió hacia allí. Llamó dos veces, y Jake no
pudo escuchar si al otro lado Shorty había dado su permiso para que
entrase, pero ésta abrió la puerta, y desapareció tras ella. Jake se
quedó a solas con David, y notó que la atmosfera era terriblemente
incómoda.
—¿Y Kire? —preguntó Jake sabiendo que era el único que podía
eliminar toda aquella tensión.
—Durmiendo, a él aún le dura la resaca —respondió David, y no
sonó nada cortante para sorpresa y alivio de Jake.

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Desirée Arjona Peña ♥

El moreno asintió con lentitud. Se removió nervioso sin saber muy


bien qué decir, sin embargo, y sin pensarlo demasiado, comenzó a
hablar.
—David, siento lo que… —llegó a decir antes de que su amigo le
interrumpiera.
—No, en realidad soy yo el que debería disculparse —dijo éste con
la mirada avergonzada—. Creo que me dejé llevar por mi opinión
personal de Woods —dijo con una mueca de desagrado, para
rápidamente cambiarla por una de disculpa—. No es justo que por lo
mal que me caiga a mí, o lo resentido que pueda estar por lo que
siente Allie, tú no puedas estar con él —continuó—. Me comporté
como un capullo y me avergüenzo de todo lo que te dije. Tú no eres
una persona con afán de protagonismo… Supongo que me pudo la
impotencia de ver a mi amigo enamorado de alguien a quien detesto.
Jake sonrió de lado.
—Créeme, te entiendo. Allie no es desde luego mi persona favorita
en el mundo… Pero debo entender que para ti sí lo sea.
David le devolvió la sonrisa, incluso pareció animarse un poco más.
—Pienso que nos irá bien, y que ya no siente lo mismo por Henry.
—Es un alivio escuchar eso —dijo, y no podía haber sido más cierto.
David ladeó los ojos, pero dejó escapar una pequeña risa, hasta que
Jake pareció ponerse serio—. Seguro que os irá bien. Tenéis mucho
en común, con todas esas cosas de arte, bohemias y cultas que os
gustan.
—Sí —asintió David agradeciendo las palabras de su amigo—. Y a
ti con Woods seguro que también. Bueno, mejor que hasta ahora,
supongo —dijo apresurado—. Y aunque no tengáis mucho en
común, supongo que vosotros lo pasáis bien juntos, cuando no
discutís… y…. —decía sin encontrar muy bien las palabras.
Jake negó con la cabeza y esbozó una sonrisa comprensiva.
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Only Three Wishes ♥

—Da igual, Dav. Ya sé que no tenemos nada en común y que parece


que nuestra relación siempre apuntará al desastre —dijo rápidamente
sin importarle realmente que David no encontrara palabras para
alentarle. Jake bajó la mirada—. En realidad ahora ni siquiera sé si
estamos juntos, ni lo que pasará con nosotros —decía casi para sí,
apenado—. Él no se lo dirá nunca a su familia y… en realidad no sé
qué es lo que quiere de mí.
Jake se dejó caer en el sofá. David se quedó un par de segundos
observando la expresión decaída que repentinamente había puesto su
amigo.
—Jake… siento preguntarte esto, pero… —comenzó a decir
sentándose a su lado—. ¿Por qué lo seguís intentando?
Su amigo alzó el rostro y le miró para pronto desviar sus ojos. David
se preguntó si estaría meditando la respuesta, pero se quitó aquella
idea de la cabeza cuando Jake volvió a mirarle con verdadera
seguridad, casi como si no entendiera que David le preguntara tal
cosa.
—Porque… somos nosotros —respondió—. No creo que exista un
final que no sea estar juntos. Le quiero demasiado como para tomar
un camino que no esté ligado a él, y creo que Henry piensa lo
mismo, por muy duro que sea para él —dijo recorriendo en su mente
los diferentes obstáculos que Henry había tenido que ir salteando
para estar con él, que eran muchos. Jake suspiró—. Somos Jake y
Henry —dijo sin más.
Y David entendió lo que le quería decir. Lo compartiera o no, lo
entendía. Sonrió y le dio una palmadita en la espalda.
—Lo tuyo es el dolor, amigo —dijo con una carcajada que contagió
también a Jake.
No pasaron más de tres minutos, en los que David y Jake hablaron
de tonterías, dejando aquella atmósfera seria e incómoda de antes. Se
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Desirée Arjona Peña ♥

reían al escuchar los ronquidos de Kire desde allí, y recordando los


momentos divertidos, aunque pocos, de la despedida de soltero.
Entonces Shorty salió de su habitación de repente. Estaba enfadado,
ya que daba fuertes zancadas que hacían retumbar el suelo. Llegó al
salón, y a pesar de ya tener una mirada triste y algo sombría,
empeoró al ver a Jake.
—Oh, ¿tú también estás aquí? —inquirió con falsa felicidad—.
Supongo que ahora ya podéis ir juntos por donde queráis sin
esconderos.
Claire apareció por el pasillo, se la veía triste, pero no había ni una
sola lágrima en sus ojos, a pesar de estar enrojecidos.
—Deja de decir estupideces —le pidió ésta.
—No digo ninguna estupidez —replicó Shorty.
—No te has creído ni una sola una palabra de Henry en tu vida, ¿y
decides creerle ahora? —inquirió Jake de pronto, comenzando a
hartarse de dejar tiempo a su amigo para serenarse.
Shorty entrecerró los ojos.
—Claire me ha dicho que es verdad.
—Sí. Es verdad que lo estaba, no que lo estoy —le recordó ella.
Aquella sería una de las miles de veces que ya lo había dicho—. Yo
te quiero a ti, Shorty. ¿Cuántas veces te lo tengo que decir?
—¡Te conformas conmigo porque al capullo de tu hermano le gusta
Jake! —exclamó Shorty realmente enfadado.
—¡¿De verdad estás tan ciego para creer eso?! —gritó Jake.
Shorty les mantuvo la mirada a los dos, antes de volver a hablar.
—Largaros de aquí —dijo con sequedad de pronto.
—No quiero —repuso Jake volviendo a sentarse en el sofá—.
También es mi casa, y Claire es mi invitada.
La cara de Shorty se tornó roja entonces.

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Only Three Wishes ♥

—Muy bien. ¡Pues me iré yo! —exclamó. Y sin más, se dirigió a la


puerta. La abrió para salir de allí cuanto antes, cuando vio a Henry
con el ceño fruncido. Shorty ladeó los ojos—. El que faltaba…
—Entra ahí —le ordenó Henry.
—Tú no me das órdenes, Woods —soltó Shorty con el pensamiento
de no aguantarle ni una al memo de Henry. Sin esperarlo, Henry le
agarró de la camiseta y tiró de él hacia el interior—. ¡¿Qué coño
haces?!
Jake y Claire también se sorprendieron al ver a Henry entrando y
cerrando la puerta tras él.
—Estuviste calladito escuchando todas las gilipolleces que te dije
yo, así que no te costará mucho oír lo que te tienen que decir tu
mejor amigo y tu novia —soltó Henry con la mirada severa.
Claire pensó que jamás se había parecido tanto a su padre.
—Creo que ninguno de los dos es ya nada para mí —dijo Shorty con
frialdad. Un aire de dolor cruzó el rostro de Jake y Claire.
—Bueno, pues entonces vuelve a escucharme a mí. Puede que para
ti no sean nada, cosa que dudo, pero son mi hermana y mi novio, así
que…
—Pues entonces no entiendo cómo has sido capaz de hacerles tanto
daño —replicó Shorty sin piedad.
El pecho de Henry se encogió, entre avergonzado y dolido.
—Ya no puedo retroceder para enmendar lo que hice, pero sí puedo
tratar de solucionarlo —dijo, haciendo que Shorty se sorprendiera de
aquel tono verdaderamente arrepentido—. Dije lo que dije porque
estaba enfadado. Siento haberme comportado como un capullo, pero
no podía dejar que tú y él, me arrebatarais a Jake…
—¿Tal y como tú hacías conmigo y Claire? —inquirió Shorty.
Henry suspiró.

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Desirée Arjona Peña ♥

—No me caes bien, y no puedo evitar pensar que mi hermana


merece algo mucho mejor que tú.
—Es recíproco —dijo de pronto Shorty—. Alex merece a Jake
mucho más que tú.
Jake y Claire miraron a Henry temiendo lo que se pudiera desatar
entonces. Sin embargo, éste, a pesar de tener los labios apretados, al
igual que los puños, se contuvo.
—Vale —dijo, y pareció costarle mucho pronunciar aquella
palabra—. Acepto que pienses eso. Igual que acepto que mi hermana
esté enamorada de ti y que con quien quiere pasar el resto de tu vida
seas tú. Porque sí, está enamorada de ti. Mentí.
—No, no mentías. Tú lo creías así, lo vi en tus ojos —gruñó Shorty
sin creerse aun todo aquello.
—Sí, es cierto, lo creía —admitió—. Pero ya no.
Shorty alzó una ceja.
—¿Ah sí? ¿Y qué te hizo cambiar de opinión?
—Pues ella —soltó Henry—. Y si la escucharas, también te darías
cuenta.
Shorty pareció estar meditando algo seriamente. Jake, por un
momento, sintió esperanzas. Todo aquello se iba a arreglar. Pero
pronto, las esperanzas se desvanecieron.
—A Jake no le puedo echar, pero a vosotros dos sí —dijo Shorty con
la expresión totalmente seria—. Y quiero que os vayáis.
—Son mis invitados —volvió a decir Jake.
—¡A la mierda con tus invitados! —gritó Shorty a su amigo.
—Shorty, por favor —escuchó de pronto a su lado. Shorty giró su
cabeza hacia Henry. ¿Acababa de llamarle por su “nombre”? Era la
primera vez que lo hacía. Jamás se había dirigido a él de otra manera
que no fuera enano, memo, idiota o cualquier adjetivo despectivo.
Henry tenía una mirada suplicante, que incluso a Shorty le ablandó
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Only Three Wishes ♥

un poco el temple—. ¿Vas a dejar que estropee todo lo que te


importa?
Lo que más dolió a Shorty, fue que el estúpido de Henry Woods
tenía razón. Estaba haciendo justo lo que quería, separarse de su
hermana y de Jake. Shorty frunció los labios.
—Tú solo estás haciendo esto porque tienes miedo de perderles. Y
yo lo he hecho —dijo de pronto con los ojos húmedos—. Así que
puede que tú también lo merezcas.
Al ver que Henry le tapaba el camino hacia la puerta, se dirigió a su
cuarto. Pero entonces fue Jake, que levantándose veloz del sofá, se
puso en medio, bloqueándole el paso.
—Shorty, yo soy el único al que no has escuchado. Sabes que no es
justo lo que me estás haciendo. Ni a Claire tampoco.
—¿Cómo te sentaría a ti si descubrieras que de quien se enamoró
Woods en el instituto fue David, y no tú? —inquirió Shorty.
Se escuchó un bufido de Henry que todos ignoraron.
—Me dolería —reconoció Jake—. Pero no echaría todo por la borda
por algo que ya no es real. Los sentimientos de Claire por mí
murieron cuando te conoció a ti.
La mirada de Shorty volvió a caer. Claire se adelantó.
—Shorty… No puedo borrar lo que sentí por Jake, en realidad, ni
quiero. Es algo que tuvo que pasar para llegar a ti —dijo, haciendo
que Shorty la mirara por fin—. Sé que te duele escucharlo, pero
quiero ser sincera contigo a partir de ahora. Jake era un amor
platónico, algo inalcanzable e idealizado. Ese amor que siente
cualquier adolescente por el ídolo del momento. Yo era feliz con
solo una sonrisa suya, con una simple palabra, y una ligera mirada
—y tal y como había dicho Claire, aquello le dolió—. Pero entonces
te conocí a ti, y con ello, al amor real —dijo Claire tomando las
manos de Shorty. A éste le apareció una pequeña sonrisa muy a su
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Desirée Arjona Peña ♥

pesar—. Shorty, tú has significado para mi más que cualquier otra


persona. Eres mi amigo, mi compañero, mi confidente… Para
nosotros ninguno es mejor que otro, nos comprendemos y somos
capaces de ser uno. Eso es el amor. Pero no puedo evitar querer
mucho a Jake. Es mi amigo…, y aunque tú no lo sepas, ha hecho
muchas cosas por mí. Puede que incluso esté aquí gracias a él —
Claire miró a Jake, que sonrió con cariño. Una lágrima le cayó a
Claire por la mejilla—. Pero por favor, tienes que entender que le
quiera como a un amigo, incluso como a un hermano, porque es la
persona que hace feliz a Henry, y la que me llevó a ti.
—Lo entiendo. Yo también lo hago —dijo entonces.
Y aquella era la razón por la que Shorty no dudó en ningún
momento de si aquello era verdad o no, porque Jake era muy fácil de
amar. Como su mejor amigo, lo sabía. Pero también comprendió
entonces, que no todos los amores son iguales. Claire había sentido
diferentes amores, pero ninguno se asemejaba al que sentía por
Shorty, y a él, con eso le valía.
—Lo siento —dijo de pronto mirando a Jake. Éste no respondió,
Shorty tampoco esperó que lo hiciera, y miró a Claire enseguida—.
Lo siento mucho —dijo antes de abrazarla con todas sus fuerzas.
David y Jake se miraron. El moreno le hizo un gesto a David para
que se marcharan. El peli azul no dudó un segundo, se levantó del
sofá y fue hasta la puerta principal.
—Tenéis dos horas de intimidad, hasta que Kire despierte —dijo
David como dejándolo caer.
Henry siguió a los dos, lanzando antes una mirada a Shorty. No fue
de amenaza, de repulsión, ni de odio, pero tampoco fue de
amabilidad, alegría, o simpatía. Solo fue de aceptación, aceptación
que cada uno le daba al otro para entrar en las vidas de sus
respectivos seres queridos. Por muchas diferencias que tuvieran
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Only Three Wishes ♥

entre ellos, no podían prohibir al otro estar con la persona que


amaba. Las cosas eran así, y quizá lo mejor para todos era que
comenzaran, como mínimo, a aceptarse. Y así lo hicieron.

Quedaban apenas unas horas para la boda y Jake no tenía su


discurso. Estaba sentado en la cama con su cuaderno de canciones
frente a él y ninguna idea. Su cama estaba desecha, era una de las
ventajas de no vivir ya con su madre. En realidad, era casi como
cuando vivía su madre, la única diferencia era… que no estaba ella.
Seguía comiendo igual de mal y haciendo las mismas tareas. El
edredón negro estaba revuelto por la cama, y la sábana gris de
debajo quedaba al descubierto. Había estado allí toda la tarde,
incluso vio cómo se iba el día por las dos ventanas de su cuarto que
ya marcaban la noche. Su papelera metálica ya estaba a rebosar de
discursos fallidos. Jake estuvo tentado de escribir una canción en vez
de un discurso. Ya había estado toqueteando sus amplificadores
Marshall, y preparando su guitarra negra para poder inspirarse con
música. Incluso ojeó los vinilos de su estantería para ponerse algo
que le diera alguna idea. En un repentino ataque de responsabilidad
se dijo que debía hacerlo de la forma tradicional, y cuando sintió que
por fin podía concentrarse en escribir algo, sus amigos le llamaron.
Mentiría si dijera que en ese momento no se levantó de un brinco,
aliviado de tener una excusa para librarse de seguir pensando algo
que decir delante de un montón de personas que no conocía, otras
que no veía casi nunca y otras que no le caían bien. Salió al salón y
sus amigos ya tenían preparada la “despedida” que habían
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Desirée Arjona Peña ♥

organizado para aquella noche, ya que la anterior no había salido


demasiado bien. Aquella era más barata, consistía en pasar el rato
con los amigos y nada más, que en realidad, todos lo preferían a
cualquier viaje a Las Vegas. Pidieron comida, sacaron la hierba, y
compraron botellas de alcohol. Aunque antes hicieron un juramento
de no emborracharse ni colocarse demasiado, al día siguiente era la
boda, y no era demasiado aconsejable ir con resaca. Para sorpresa…
y medio decepción para algunos, Claire y Allie aparecieron. Parecía
que aquella iba a ser una despedida con novias incluidas. Habían
traído bebida, por lo que Jake decidió soportar de buen grado a la
tonta de Allie. David se acercó a ella, y le dio un leve beso en los
labios que ella le devolvió. Jake giró su cabeza hacia otro lado para
poder poner a gusto una mueca de asco y disgusto.
—¡Eh Rivers! —escuchó Jake la voz de Allie.
Éste se giró entonces, y sin previo aviso, un potente chorro le dio en
plena cara. Jake se llevó las manos al rostro, y un poco de aquel
líquido le cayó en los labios, y saboreó el tequila. Abrió los ojos con
el ceño fruncido y vio a Allie riendo con una pistola de agua en sus
manos. Jake frunció aún más el gesto.
—¿Es que eres incapaz de tener ideas originales? —inquirió Jake
malhumorado. Otro disparo le dio en plena cara. Jake levantó ambas
manos en son de paz y Allie dejó de apretar el gatillo. Cuando Jake
pudo respirar y ver sin todo aquel tequila en sus ojos, sonrió de
forma inocente—. ¿Tregua?
Allie le escudriñó con los ojos, pero pareció aceptar su oferta. Dejó
de apuntarle con el arma y se sentó junto a David que miraba la
escena divertido.
—¿No hay algo así como una norma que dice que los novios no
pueden verse antes del día de la boda? —inquirió Kire tomando un
trozo de pizza.
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Only Three Wishes ♥

—Antes de la boda —le corrigió Jake.


—Pues eso —soltó Kire como si hubiera dicho lo mismo que Jake.
—Hoy pueden verse, pero mañana por la mañana no —le aclaró
David.
Kire frunció los labios pero asintió. A Jake le dio la sensación de que
lo que Kire quería decir era que no entendía por qué ellas debían
estar allí. Jake comía su pizza en silencio sin intervenir a penas en la
conversación, solo lo hacía cuando Claire le preguntaba
personalmente. Pero Jake, visto que no iba a ser la despedida de tíos
que esperaba, cenaría y se iría enseguida a hacer su discurso de
padrino. Por ello, engulló seis porciones de pizza y dio unos cuantos
tragos de cerveza con prisa. Justo iba a ponerse en pie, cuando sonó
el timbre. David, al estar más próximo a la puerta, se levantó para
abrir. Jake no prestaba demasiada atención a quién había llamado, y
se preguntaba más bien si podría comerse una séptima porción,
cuando escuchó la voz de Henry.
—Hola —dijo con un tono seco pero educado.
Jake se giró repentinamente. No esperaba ver a Henry hasta la boda,
y estaba seguro de que allí no se verían demasiado. Sorprendido,
miró a Henry, vestido elegantemente. Jake pensó que habría salido a
cenar por ahí con sus amigos, siempre llevaba aquel look cuando lo
hacía, elegante, pero al mismo tiempo informal, cosa que solo podía
conseguir Henry. David no compuso ninguna expresión, pero Jake
sabía que solo estaba esforzándose por no poner una de irritación.
Henry, sin ser exactamente invitado, entró y se dirigió a su hermana
y a Allie.
—Hola, no sabía que estaríais aquí —dijo Henry, pero sin estar
verdaderamente sorprendido, parecía que más bien había hablado
para eliminar aquel silencio.
—Es una reunión pre-boda —explicó Claire con una sonrisa.
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Desirée Arjona Peña ♥

Henry asintió, pero obviamente le importaba un bledo. Jake estaba


realmente sorprendido, de lo amable, por decir algo, que estaba
siendo Henry.
—Genial, porque os he traído vuestro regalo de bodas —dijo
metiendo de pronto su mano en el interior de su chaqueta.
Le tendió un sobre a Claire, que no se demoró en abrir. Shorty
asomó su cabeza por el hombro de ella para ver de qué se trataba.
—Es una tarjeta de una agencia de viajes con 5.000 dólares —
explicó Henry—. No sabía qué país queríais visitar en vuestro viaje
de novios, así que...
A Shorty casi se le salen los ojos de las cuencas, incluso su boca se
desencajó, al igual que la del resto de Wastes que sentían una
envidia infinita.
—Henry 5.000 es dema… —comenzó a decir entonces Claire.
Su novio se apresuró a hablar y a quitarle la tarjeta de las manos.
—¡Gracias! Nos encanta —dijo de repente para que Claire no
pudiera rechazarla.
Henry no dijo nada, de pronto se giró hacia Jake. Era la primera vez
que le miraba desde que entró.
—¿Podemos hablar un momento? —preguntó.
Jake asintió con velocidad.
—Claro —dijo. No necesitó que Henry le especificara que era a
solas. Se puso de pie enseguida—. Vamos a mi habitación.
Allie miró la escena como si tuviera algo que oliera a podrido bajo la
nariz. Jake fue a coger un par de cervezas, antes de seguir a Henry,
pero éste no se había movido.
—No sé cuál es tu habitación —dijo.
Y era normal, Henry nunca había entrado en la actual habitación de
Jake. Los presentes les miraban curiosos y entretenidos. Jake le
señaló su cuarto, y Henry no dudó en entrar. Jake, tras abrir las dos
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Only Three Wishes ♥

botellas con el filo de la encimera, le siguió sin querer detenerse en


mirar a sus amigos. Cerró la puerta tras él, encontrando a Henry con
las manos en los bolsillos mirando a su alrededor.
—Se nota que ya no sois unos muertos de hambre. Esta habitación
es mucho más grande que las anteriores —dijo con algo de malicia
en la voz—. Aunque sigue llena de trastos —soltó mirando con
desagrado los amplificadores, un teclado eléctrico, la estantería de
vinilos, y las otras mil cosas que Jake tenía y a Henry le parecían
tonterías.
—Si tú lo dices —respondió Jake tendiéndole la cerveza a Henry.
El rubio miró la cama, apartó los papeles arrugados y el cuaderno
que Jake tenía sobre ella, y se sentó en el hueco que había dejado
libre.
—¿Estabas componiendo? —preguntó Henry, sabiendo que a Jake le
gustaba encerrarse en su habitación con un bloc en la mano para
componer.
Jake negó con la cabeza antes de coger la silla con ruedas del
escritorio para sentarse frente a Henry.
—Estaba escribiendo el discurso de mañana —explicó Jake.
—¿Aún no lo tienes? —preguntó, pero en realidad no sabía de qué
se sorprendía, Jake siempre dejaba todo para última hora. Aunque
fuera algo tan importante como su discurso como padrino de boda.
—Aún no, pero lo tendré para mañana —dijo Jake con una
tranquilidad que en realidad no sentía.
Pero Henry le creyó, el muy afortunado siempre conseguía llevar las
cosas a tiempo. Se sumergieron en un extraño silencio, que no era
incómodo, pero aun así Henry se dispuso a hablar.
—Así que Allie está saliendo con el rarito.
—David —le corrigió Jake—. Y eso parece.
Henry sonrió de lado, ante el tono abatido de Jake.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Pensé que eso te alegraría —comentó Henry tomando un trago de


su cerveza.
—¿Y por qué me iba a alegrar que esa tonta esté con mi amigo? —
inquirió Jake malhumorado.
—Porque así ya no irá detrás de mí —contestó con una pícara
sonrisa.
—Sí, bueno, pero tendré que seguir soportándola a ella y a sus
continuos insultos —soltó mirando hacia la puerta con tirria,
sabiendo que la enana diabólica estaba allí. La apartó enseguida sin
querer hablar más de ella—. ¿Cómo está Nike?
—Bien, en mi casa. Seguramente desobedeciéndome y durmiendo
en el sofá —respondió haciendo sonreír a Jake—. ¿Y ahora tocas el
piano? —preguntó Henry señalando con la cabeza el instrumento.
Jake asintió, mirando a Henry con seguridad. El rubio imaginó a
Jake tocándolo, y debía reconocer que la imagen le gustaba bastante.
—Al menos es más refinado que la guitarra —dijo, y Jake supo que
aquel era el máximo cumplido que iba a recibir.
Dejó escapar una pequeña risa y se recostó en la silla.
—A ti no te gusta que sea refinado —apuntó Jake.
Henry le sostuvo la mirada, y a pesar de estar de acuerdo con eso, no
contestó.
—¿Qué va a pasar con nosotros ahora, Jake? —quiso saber Henry
sin poder esperar más.
Tal y como había hecho hacía un segundo Henry, Jake le sostuvo la
mirada. De pronto se incorporó y dejó su cerveza en la mesilla de al
lado de su cama.
—Yo te quiero —respondió de pronto—. ¿Tú me quieres a mí?
—Eso ni lo dudes —se apresuró a contestar Henry.
Jake sonrió levemente y se encogió de hombros.

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Only Three Wishes ♥

—Pues con eso me basta —dijo antes de bajar la mirada, tomar la


cerveza de Henry, y dejarla en el mismo sitio en el que había puesto
la suya. Después le tomó de ambas manos y le miró a los ojos—.
Voy a aguantar lo que tenga que aguantar, Henry. Entenderé que no
quieras decírselo a tu familia, y entenderé que no podamos hacerlo
público por tu carrera en la NFL. Soportaré que tus padres me miren
con desagrado e intenten incitarte a tener novia de una vez por todas.
Y también soportaré todo lo que conlleve tu trabajo. Además, tú
también tendrás que soportar que salgan rumores en las revistas, por
mi lado… Así que, estamos en tablas, ¿no? —inquirió Jake con una
verdadera sonrisa.
Henry había permanecido callado mientras Jake hablaba, y le miró
conmovido.
—¿Estarías dispuesto a eso? —preguntó Henry.
Jake asintió sin tan siquiera tener que meditarlo. Henry suspiró
agradecido y sin poder aguantarlo más, tomó a Jake de las mejillas y
le acercó a él para besarle. Jake sintió cómo su boca era acariciada
por los por los dulces labios de Henry, y cómo su beso era intenso y
apasionado. Su lengua dominó la suya con una maestría
impresionante, se encontraba totalmente a su merced, y lo peor de
todo era… que le gustaba. Pegado al rubio, Jake sentía la manera en
que el cuerpo de éste respondía a sus caricias. Se separó de sus
labios y bajó hasta su cuello, donde propinó mordidas que hicieron
que el otro suspirara de placer. Sonrió para sí. Introdujo sus manos
bajo la camiseta que Jake traía, y empezó a tocarlo mientras que su
lengua jugaba con uno de sus lóbulos. Viendo el camino que parecía
querer llevar Jake, Henry miró la puerta sin estar seguro de querer
seguir.
—¿Por qué no vamos a mi piso? —preguntó el rubio prefiriendo la
intimidad.
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Desirée Arjona Peña ♥

Jake, sin despegarse del cuello de Henry, contestó.


—Porque ya estamos aquí —dijo en una rápida respiración. Henry
no respondió, por lo que Jake, probó de nuevo—. No nos van a
molestar —le insistió.
Henry, sintiéndose tremendamente acalorado, suspiró. El rubio había
bajado todas sus defensas, por lo que Jake estuvo seguro de que no
encontraría más resistencias en él. Se separó de su cuerpo y le miró.
Estaba con los ojos cerrados y las mejillas sonrosadas.
—Abre los ojos, Henry.
El aludido hizo lo que le mandó, dirigió su mirada hacia el frente y
vio que Jake se había puesto en pie y estaba desvistiéndose
sensualmente. No sabía por qué, pero ahora que había empezado no
quería detenerse, por lo que apretó sus labios al imaginar lo que
vendría después. Con un rápido movimiento, Henry empezó a jugar
con la bragueta de Jake. Sus respiraciones comenzaron a hacerse
más continuas y rápidas. Henry desabotonó el pantalón y lo bajó.
Viendo el gran bulto que tenía Jake en sus boxers, Henry sonrió.
Poniéndole una mano en el pecho, Henry empujó a Jake hasta
tumbarlo, se incorporó él mismo hasta quedar de rodillas en la cama
y sin previo aviso se metió la dureza de su compañero en la boca.
Henry lo metió y sacó de su cavidad bucal, dando al moreno un
placer increíble. Primero en círculos y después con la punta de la
lengua, recorriendo cada milímetro de aquel miembro con ansia.
Jake gemía de excitación. Henry se separó un momento de él para
deshacerse de todas las prendas de ropa que les quedaban. En un
abrir y cerrar de ojos ambos estaban desnudos. El moreno se colocó
boca arriba en la cama, abriendo bien las piernas. Henry se volvió a
tragar su miembro. Jake le agarró fuerte el pelo, follándose su boca.
Henry gemía bajito, pero se dejaba hacer sumisamente. Jake, al notar
que ya estaba totalmente excitado, apartó a Henry y le obligó a
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Only Three Wishes ♥

sentarse en la cama. El moreno no tardó en arrodillarse frente a él, y


para más locura del rubio, comenzó a tragar el miembro de Henry.
Lo sacaba y lo metía de su boca una y otra vez. Cada vez que lo
sacaba, Jake admiraba la dureza de Henry.
—Cómo me gusta, Henry.
El rubio sonrió con una mezcla de sarcasmo y sensualidad, que solo
él conseguía poner. Ver a Jake así era uno de los mayores placeres
de la vida, pero sabía que no podía durar para siempre.
—Ah… Jake, no puedo m-más —le dijo apartándolo y haciéndole
una señal para que subiera con él a la cama.
Jake succionó la punta una última vez y lo soltó relamiéndose. A
continuación, besó con pasión a Henry, totalmente concentrado en
ellos dos. Se dejó guiar por Henry, que le puso boca abajo. El rubio
se colocó tras él, sin hacer ningún movimiento, solo observando la
espalda de Jake, con sus brazos musculados y llenos de tatuajes.
Bajó la mirada hasta la curva final de la espalda del moreno. Sus
nalgas, deberían ser patrimonio de la humanidad.
—Deja ya de mirarme —le ordenó Jake impaciente.
Henry se mordió el labio y sin avisar rozó su sexo contra su parte
trasera. Lo presionó para que entrara, suavemente al principio, poco
a poco, esperando a que Jake se acostumbrara. Una vez que estuvo
bien metida hasta el fondo, comenzó con las embestidas. Dio una
detrás de otra, cada vez con más y más fuerza. Lo único que Jake
podía hacer era tomar con fuerza las almohadas y gemir.
—Aaah... Qué estrecho estás, Jake —gimió Henry. Sus embestidas
se hicieron más salvajes—. ¿Te gusta así, pequeño?
—Aaah, más… más duro… ¡Dios! —decía casi en susurros.
Jake sintió que casi tocaba el cielo. De pronto, el miembro de Henry
tocó ese lugar tan íntimo de su interior que hacía que estallara de
placer.
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Desirée Arjona Peña ♥

—¡Sigue así! Aaah —gemía, pero no demasiado alto—. ¡Ah!


¡Henry, no pares!
Henry le daba con toda la fuerza que se podía, en ocasiones también
le daba alguna pequeña palmada en las nalgas, o le sujetaba del pelo.
Se sentía delirar, su cuerpo acalorado sudaba, y su respiración estaba
agitada. No podía dejar de suspirar y gemir, y aquella visión de Jake
no ayudaba. Después de un rato resopló.
—Vamos, pequeño, déjame oírte —le pidió Henry, siendo una de las
cosas que más le excitaban.
Por su parte, Jake decidió que ya había sido el pasivo bastante rato y
quiso cambiar los roles.
—No, Piolín —dijo Jake de pronto, incorporándose—. Ahora es mi
turno de hacerte tocar el cielo.
Henry no se opuso. Jake le colocó boca abajo y empezó a recorrerle
las nalgas con la lengua, dándole algún mordisco y dejándole la
marca de sus uñas. Henry jadeaba bajito. En ese momento Jake le
abrió las nalgas con las manos y le tocó la entrada con la lengua.
Henry soltó un sonoro gemido y se retorció sobre la cama.
—¡Dame más Jake, dame más!
Jake pasó la punta de la lengua por toda esa zona, le lamió las nalgas
mientras le preparaba con sus dedos. Cuando terminó, tomó su
miembro y lo metió de un empujón.
—¡Aaah! Joder Jake, yo te la metí con delicadeza —se quejó Henry.
Jake ignoró olímpicamente las quejas y los gritos de Henry y
empezó a penetrarlo. Cada embestida era más rápida, una detrás de
otra. Henry simplemente jadeaba.
—¡Henry! Ah… ¡Qué bueno! —gimió Jake mientras besaba su
cuello y sentía su miembro empujando dentro y fuera.

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Only Three Wishes ♥

Henry gemía fuerte. Sentía el gran miembro de Jake llegando bien


profundo, tocando lugares insospechados. De pronto, su chico se
salió.
—¡Jake! ¡No te salgas ahora, quiero más! —protestó Henry.
—Ah, está bien —Jake soltó una risa y reanudó el vaivén.
Así, Jake volvió a entrar en Henry. Ya estaba deseoso de llegar al
orgasmo. Sus embestidas se hicieron cada vez más fuertes, y lo
único que Henry podía hacer era tomar muy fuerte los almohadones
de la cama y gritar. Cada grito de placer excitaba más a Jake.
—Aaah, me encantas Henry, qué culito tienes... —jadeaba.
En realidad, a esas alturas, Jake ya estaba cansado de verle la nuca a
Henry, así que se salió de él y se movió para sentarse sobre la cama.
—Ven aquí Piolín, móntame. Quiero ver tu cara cuando te corras.
Henry obedeció y se sentó sobre el regazo de Jake, metiéndose todo
su miembro bien adentro. Henry saltaba sobre la cadera de Jake. Los
dos gemían como locos. Jake estaba esperando el momento en el que
su sexy chico se corriera, pero Henry no parecía por la labor.
—Henry… voy a… —decía jadeante.
—Espérame, coño —protestó Henry mientras seguía saltando sobre
su regazo, penetrándose con su miembro.
—No puedo esperar, Henry —soltó Jake antes de rodear con sus
brazos al rubio y dejarle tumbado en su cama sin salir de él.
Jake tomó su miembro y lo penetró, tan fuerte, que hizo que Henry
arqueara su espalda. Jake empezó a embestirlo aún más fuerte que
antes, la sacaba casi del todo para luego volver a meterla de golpe.
Henry estiraba las manos tratando de agarrarse a algo, lo que fuera.
En medio del enloquecedor placer que sentía, no podía dejar de
gritar totalmente excitado.
—Aaah… Jake, no pares, por favor… Aaah.

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Desirée Arjona Peña ♥

—No lo haré, Piolín. Ah… Aaah… —le contestó Jake con sus labios
pegados al cuello de Henry.
Las manos del rubio se clavaban en su espalda sin clemencia, por lo
que él tampoco la tendría.
—Ah… Jake, fóllame fuerte… Así… así… Aaah —le suplicó
Henry.
Jake sentía que estaba a punto de llegar al orgasmo, y quería que
Henry lo hiciera antes que él. Con esa urgencia en mente, se volvió
aún más salvaje, sacó su sexo del trasero de Henry, y de golpe lo
volvió a meter. Hizo lo mismo varias veces, y finalmente Henry
explotó en gritos, los más fuertes hasta el momento. Arqueó la
espalda de un modo casi imposible, y finalmente se corrió con fuerza
con los ojos cerrados y la boca abierta. Al mismo tiempo su entrada
se contrajo violentamente, apretando el miembro de Jake de forma
deliciosa. Jake gimió de placer ante aquella situación, a él tampoco
le faltaba mucho ya. Unas pocas embestidas después se corría en su
interior. Henry, que aún temblaba de placer, gimió bajito. Jake salió
de su interior y se derrumbó en la cama, agotado. Acarició el pelo
del rubio con cariño, justo en el momento que escucharon a sus
amigos gritar.
—¡Jake, campeón, dale fuerte que te lo está pidiendo! —gritó la voz
de Shorty.
Jake, que había cerrado los ojos, los abrió de repente, y al ver la cara
de espanto de Henry, tuvo que ahogar con todas sus fuerzas una
risotada. Las carcajadas de sus amigos sonaron al otro lado de la
puerta. Como un rayo, Henry se puso en pie, buscó repentinamente
su ropa interior y se la puso. Jake se sentó en la cama temiendo lo
que pudiera hacer el rubio.
—Henry, pasa de ellos —le pidió con un suspiro.

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Only Three Wishes ♥

Pero Henry había vuelto a escuchar a aquellos estúpidos, burlarse de


él. Salió disparado por la puerta, por lo que Jake se apresuró a
ponerse sus vaqueros para seguirle. Todos seguían sentados tal y
como les habían dejado. Los tres Wastes no dejaron de reír ni
cuando vieron aparecer a Henry. Por el contrario, Claire
terriblemente sonrojada al haber escuchado a su hermano, y Allie
furiosa, no reían. Henry se lanzó contra Shorty, y comenzó a
golpearle con el puño en el brazo. Jake salió pero no lo impidió, su
amigo se lo había buscado. Se limitó a ir a la cocina a por un poco
de agua, estaba sediento. Les consiguieron separar, pero Henry
estaba rojo de furia.
—Tenéis suerte de que mañana sea la boda, porque si no os dejaría
la cara hecha un cristo —les amenazó Henry dejándose arrastrar
hacia la habitación con Jake.
—¿Es eso o que Jake te ha dejado demasiado agotado? —inquirió
David entre risas.
Henry le fulminó con la mirada, dispuesto a cumplir su amenaza,
cuando Jake le obligó a entrar en la habitación.
—Ya, dejadnos en paz —dijo Jake cuando el rubio entró por fin.
Y cuando el moreno dejó de estar a la vista de Henry, miró a sus
amigos y compuso una expresión triunfal. Shorty, David y Kire
comenzaron a reír sin parar cuando Jake hizo una reverencia, y estos
aplaudieron orgullosos de que su amigo hubiera dejado roto a Henry
Woods. Ambas chicas entornaron los ojos, sin poder creer lo tontos
que podían ser los hombres. De pronto, se detuvieron, y Jake aun
sonriendo, con aquella expresión que presumía de ser un as en la
cama, se dio la vuelta encontrando a Henry mirándole furioso. El
rubio le golpeó el brazo y tiró inmediatamente de él para que
volviera a la habitación.

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Desirée Arjona Peña ♥

El enfado duró muy poco a Henry, que enseguida volvía a estar


sonriendo como un idiota a Jake. Ambos estaban tumbados en la
cama del moreno sin verdaderamente hacer nada. Jake, con la mano
en el bóxer del rubio, acariciando sus nalgas, recorría sus iniciales.
Se incorporó, y moviendo un poco la prenda, besó la cicatriz.
—Estate quieto —le ordenó Henry.
Jake, con una pequeña risa, dejó el trasero del rubio. Éste observó la
habitación en silencio.
—No tienes nada mío —observó entonces con un ligero tono
molesto en la voz.
—Claro que sí —dijo Jake entonces—. Tengo nuestras fotos en el
ordenador y en esa caja —dijo señalando una pila de cajas junto al
armario—. En mi armario está la ropa tuya que me quedé. La
guitarra la tengo ahí.
—Yo tampoco tiré nuestras cosas —le interrumpió Henry, que ya
parecía estar conforme.
Jake le miró sonriendo. Le gustó como dijo “nuestras cosas” en vez
de “tus cosas”.
—Lo sé —admitió Jake—. Las vi el día que me quedé en tu piso.
Henry bajó un segundo la mirada avergonzado, pero se le pasó
enseguida.
—Intenté deshacerme de ellas, pero no pude —confesó el rubio.
Jake lo supuso, sabía que Henry había intentado por todos los
medios olvidarle, pero al igual que él, le era imposible.
—No hubiera importado, ya tendríamos tiempo de hacernos nuevas
fotos, de dejarme ropa en tu piso, y de hacerte regalos —le animó
Jake son una mueca socarrona.
Los ojos de Henry le miraron curioso y sorprendido al mismo
tiempo.
—¿Sabías que volveríamos? —preguntó.
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Only Three Wishes ♥

—A veces tuve mis dudas… —reconoció lanzando al rubio una


mirada de disgusto—. Pero yo sabía lo que quería, y eso eras tú. No
me doy por vencido tan fácilmente.
—Gracias por eso.
Jake le pasó la mano por la mejilla.
—Es lo más egoísta que he hecho en mi vida, aferrarme a ti.
Henry se quedó con la mirada perdida mirándole. Durante toda su
vida, había querido ser el protagonista, pero ahora se daba cuenta de
que con Jake, le valía con ser secundario, porque lo único que podía
hacer era mirarle, escucharle…, amarle. Le encantaba. Y lo más
increíble de todo, era que para Jake, Henry era el protagonista.
Cuando le miraba y le sonría, era feliz. Cuando le besaba a su
manera, cuando le decía te quiero, cuando le acariciaba el pelo,
incluso cuando le llamaban Piolín. Amaba sus momentos a solas,
cuando se ponía celoso por cualquier cosa, sus reconciliaciones, sus
peleas, sus gritos. Amaba sus defectos. Amaba todo de él,
absolutamente todo de él…
—Jake, pase lo que pase, ten siempre presente todo lo que te quiero,
todo lo que hemos vivido, y todo lo que me haces llegar a sentir —
dijo Henry, con verdadero pavor de hacer que Jake se separara de su
lado otra vez.
—Yo siempre tengo eso presente —le aseguró Jake—. Quizás
estábamos equivocados con toda esta tontería del amor. Quiero
decir, que me da igual que sean mil peleas y dos sonrisas, que no me
importa si me convienes o no, si eres el chico perfecto o un
gilipollas. Me da igual que los momentos malos multipliquen a los
buenos… Yo te quiero, y tengo la suerte de que tú a mí también. Yo
me quedo con eso.

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Desirée Arjona Peña ♥

Henry se mordió el labio para ocultar su sonrisa, pero no podía,


estaba que estallaba de felicidad. Se lanzó sobre Jake y comenzó a
besarle sin parar.

Había pasado algo más de media noche. Jake y Henry, que habían
vuelto a tener hambre, salieron de la habitación del moreno. Henry,
por obligación de Allie y su hermana, se sentó en el sofá junto a los
demás. Shorty tenía la guitarra eléctrica sobre el regazo.
—Espero que no os pongáis a cantar ahora —se quejó Henry.
—Si quieres puedes hacerlo tú, Woods. Ya hemos visto que tienes
una buena voz —se burló Shorty.
Henry quiso arrebatar la guitarra a Shorty y rompérsela en la cabeza.
Jake llegó con un par de perritos, y se sentó a su lado. Ambos se los
comieron enseguida. Henry tenía tanta hambre que no se quejó
cuando Shorty comenzó a tocar. Jake se sentó entre las piernas de
Henry y se recostó en su pecho. Si a Henry le hubieran mostrado
aquella escena hacía siete años, rodeado de Wastes, con Allie y su
hermana, abrazando a Jake, mientras el enano tocaba y el rarito
entonaba una canción, hubiera creído que era el futuro menos
posible para él. De pronto, escuchó reír a Jake en sus brazos, y pensó
que no podía haber tenido un futuro mejor. Llevó su mirada hacia su
hermana, que miraba a Shorty de la misma forma que él a Jake. Se
vía realmente feliz. Siguió paseando la mirada, hasta legar a Allie,
que acariciaba el pelo de David mientras cantaba. Ella, sintiendo la
mirada de Henry, giró su cabeza hasta encontrarse con sus ojos. Le
sonrió, pero no de la manera enamorada de siempre, sino de otra
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Only Three Wishes ♥

forma que nunca había visto. Jake, dándose cuenta de que se estaban
mirando, frunció el ceño. Cuando Henry dejó de mirar a Allie, ésta
miró al moreno, que le dirigía una mirada con tirria. Ella entornó los
ojos, y se pegó aún más a David. La ceja de Jake se alzó en una
expresión confusa, entonces Allie le volvió a mirar, con una
expresión libre de toda aspereza y rencor. Jake, a pesar de ello,
seguía sin creerse del todo a esa chica, pero prefirió no pensar más
en ello. David parecía feliz con ella, de verdad deseaba que ella
también lo fuera con él. Henry se sobresaltó entonces, cuando Jake
se levantó de golpe, y volvió a los segundo con su guitarra acústica.
Regresó al hueco entre el cuerpo de Henry y comenzó a cantar junto
a David y a tocar con Shorty. Kire aporreaba la mesa como si fuera
su batería. Claire también parecía saberse la canción, por lo que
empezó a cantar con ellos con una enorme sonrisa. Allie comenzó a
seguirla, incluso dando palmadas. Henry se alivió de no saberse la
canción, porque por un momento, sintió ganas de unirse a ellos, y
sabía que a la mañana siguiente, se arrepentiría de haberlo hecho.

Allie y Claire ya habían bajado por el ascensor. Henry abrazaba y


besaba en la puerta a Jake. El moreno podía escuchar a sus amigos
hacer extraños ruidos que delataban su asco, pero no le importaba.
Se separaron lentamente, pero sin soltarse las manos.
—Supongo que nos veremos en 48 horas —dijo Jake con una
sonrisa amarga—. Mañana solo seremos el padrino y el hermano de
la novia.
Henry asintió lentamente.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Pero quiero que sepas, que el hermano de la novia estará pensando


durante toda la boda en lo bueno que está el padrino —le aseguró
Henry con una pícara mirada.
—Pues el padrino solo va a pensar en lo creído, arrogante y cretino
que es el hermano de la novia —soltó Jake, haciendo que Henry
frunciera el ceño—. No puede evitarlo, no le cae bien. Es una putada
que su mejor amigo se haya enamorado de la hermana de ese
gilipollas.
Henry soltó las manos de Jake.
—¿Ah sí? —inquirió Henry malhumorado—. Pues al hermano de la
novia el padrino le parece un yonqui, un hortera, un irresponsable y
un inmaduro —dijo el rubio con saña.
Jake se limitó a encogerse de hombros.
—Bueno, pero le parece sexy —dijo sin afectarle ninguna de las
palabras de Henry. Jake pasó sus brazos alrededor de la cintura de
Henry, y enterró su rostro en su cuello—. Pero eso solo será mañana.
Henry, que por un momento pensó en apartarse, cedió y le
correspondió el abrazo. Tomó la barbilla de Jake para obligarle a
mirarle y le besó.
—Hasta dentro de dos días —se despidió. Pero Jake no le soltó.
—¿Seguro que no quieres quedarte a dormir? —preguntó Jake,
deseando que lo hiciera.
Henry sonrió sarcásticamente y acercó sus labios al oído del moreno.
—Tienes que terminar el discurso —le susurró.
Los ojos de Jake se abrieron de par en par. Soltó a Henry de golpe,
lo que hizo que éste soltara una enorme carcajada.
—Buenas noches, pequeño.

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Only Three Wishes ♥

Capítulo 25
—Jake… —escuchó de fondo.
Estaba totalmente inmerso en un sueño en el que no encontraba su
ropa.
—Jake —volvió a escuchar, pero él no prestaba atención, tenía que
encontrar su ropa rápidamente o no llegaría a—… ¡Jake!
La boda. Abrió sus ojos de repente, y se incorporó en una sacudida.
David estaba ante él, y le miraba con una ceja alzada.
—Tenemos que estar en la ceremonia en una hora —le dijo David
entrecerrando sus ojos.
Por un momento, Jake se tranquilizó. A él con una hora no solo le
daba tiempo, sino que además le sobraba. Iba a volver a recostar su
cabeza en la cama cuando notó que tenía algo pegado en la cara. Se
pasó la mano por ella, encontrando un papel pegado con saliva a su
mejilla. Sus ojos volvieron a abrirse de par en par. ¡Se había
quedado dormido y no había escrito el discurso! De golpe se levantó
de la cama. David ya no estaba allí. Había salido fuera, pero no
había cerrado la puerta de la habitación de Jake, por lo que el
moreno pudo ver que el primo de Shorty ya estaba allí, en el sofá,
vestido con un traje que seguramente no le había costado más de
cincuenta dólares.
—¡Hola, Jake! —saludó éste cuando vio salir al moreno de su
cuarto, con una cara terrible y el pelo totalmente despeinado. Éste le
saludó con un ligero movimiento de cabeza.
Kire también estaba allí, despierto para su asombro, y además
vestido. Bebía una taza de algo que seguramente ponía en peligro el
blanquecino e impecable color de su camisa. Shorty apareció,

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Desirée Arjona Peña ♥

también vestido con los colores acordados, negro y azul, al igual que
ellos. Cuando vio a Jake se acercó a él.
—¿Tengo bien la corbata? —preguntó atacado.
—Estás bien —le tranquilizó Jake.
—Bien —dijo, y después resopló intentando calmar los nervios.
Por un momento, Jake temió que Shorty se diera a la fuga, solo por
no tener que pasar la ceremonia. Jake se duchó veloz, y tras salir y
secarse el pelo con una toalla, acudió a su habitación. Al pasar por el
salón, se encontró la cómica escena de Shorty practicando el vals
con Kire. Casi se carcajeó sin compasión, pero inmediatamente
recordó que él tendría que bailar aquel día con la madre de Claire,
por lo que decidió callar. Ropa interior limpia, pantalones, camisa
blanca, corbata azul, chaleco azul y chaqueta negra. La madre de
Claire se había encargado de que con esos trajes no se les viera a
ninguno de los cuatro ni un solo tatuaje. Jake estaba seguro de que
les obligaría a maquillarlos si alguna prenda dejara verlos. Se miró al
espejo cuando terminó de vestirse, y al ver sus pendientes se
preguntó si debía quitárselos. Se encogió de hombros y decidió
dejarlos, aquella mujer no mandaba en ellos. Detestaba aquellos
zapatos de pijo, deseaba poder ponerse sus converses, pero estaba
seguro de que si acudía con ellas a la boda le ahorcarían junto al
altar. Salió de nuevo al salón y Shorty estaba hablando por teléfono.
—Claro, lo entiendo —decía con un tono entristecido.
Jake miró a David preguntándole con la mirada de qué se trataba,
pero éste no le dijo nada.
—Sí, gracias. Espero que nos veamos pronto —continuó Shorty—.
¿Con Jake? —inquirió de pronto, y elevó la mirada hasta el
nombrado, que seguía mirándole confuso—. Claro —dijo antes de
apartarse el teléfono de la oreja, y tendérselo a Jake—. Es Alex.
Quiere hablar contigo.
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Only Three Wishes ♥

El moreno abrió los ojos de par en par, y miró al aparato sin estar
seguro de querer cogerlo. Finalmente, tomó el móvil y se lo arrimó
al oído.
—¿Sí?
—Hola, Jake —escuchó al otro lado. Sonrió levemente antes de
girarse y meterse en su habitación.
—¿Cómo estás? —preguntó Jake cerrando la puerta.
—Bien, gracias por preguntar. Pero no te llamaba para tener una
conversación banal —dijo repentinamente—. No voy a ir a la boda.
Supongo que sobran los motivos…
Jake se sintió terriblemente mal entonces. Claro que sobraban, ya
que sabía los motivos; Henry y él.
—Lo siento —dijo sintiendo que era lo único que podía decir.
—No lo sientas. Era lo que tenía que pasar —dijo Alex al otro lado.
Se hizo el silencio. Jake no sabía qué más podía decir para que todo
aquello no fuera tan violento e incómodo como lo estaba siendo,
pero sentía que era imposible.
—¿Vendrás alguna vez a verme a Europa? —preguntó Alex, y sonó
verdaderamente sin rencores. Jake rió levemente.
—Claro. Todavía no he probado el broodje haring.
Esta vez el que rió fue Alex, una sonora carcajada.
—No creo que quieras probarlo nunca —dijo, como si entre ellos no
hubiera pasado nada, eso hizo sonreír a Jake—. Cuídate, Jake.
Tardó un rato en salir de la habitación después de colgar la llamada
con Alex. No estaba triste, únicamente necesitaba unos minutos.
Cuando sintió que era el momento de dejar pasar aquella página por
fin, salió de la habitación. Lejos de estar todos entristecidos, Shorty
parecía estar en el mismo estado histérico de hacía unos minutos.
—¿Te quieres tranquilizar? —le pidió David exasperado de ver las
piernas de Shorty temblar.
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Desirée Arjona Peña ♥

—¿Y si olvido mis votos? —preguntó Shorty preocupado.


—Entonces recita Sweet child O'mine de Guns N' Roses y termina
con un “te querré siempre” —dijo Jake dejando el móvil de Shorty
sobre la mesa.
David y Kire asintieron en señal de acuerdo. Shorty pensó un
momento en ello para después agitar la cabeza.
—Ella se sabe esa canción —dijo volviendo a preocuparse.
—¡Lo entenderá! La que no lo hará es su madre, y ella no se sabe
esa canción. Daría mi dedo índice por ello —aseguró Jake.
Shorty le miró con inseguridad. Kire le pasó el brazo por los
hombros y le sonrió.
—Todo irá bien. Solo son los nervios antes de un show —le animó
Kire—. En cuanto estés allí se te pasará.
—Este público es diferente —apuntó pensando que en el resto de
shows, los que acudían al menos le tenían algo de estima.
—Nosotros estaremos allí —le recordó David.
Jake asintió. Inmediatamente, Shorty cobró fuerza. Puso una mano
en el medio, y los demás no dudaron en unir las suyas. Kire tenía
razón, aquello sería como un show, e iba a comenzar.

Hacía mucho que no cogía el sueño con tanta facilidad. Henry se


quedó dormido en cuanto se metió en la cama. Y con la misma
facilidad, se despertó temprano a la mañana siguiente. Con las
primeras luces, salió a correr con Nike. Un buen desayuno y una
ducha rápida y se fue a casa de sus padres. Claire había dormido allí,
él mismo la había dejado la noche anterior, por lo que supuso que
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Only Three Wishes ♥

aquello sería el centro de control de la novia. Es decir, damas de


honor, madre histérica, padre furioso por todos los gastos…, ese tipo
de cosas. Aparcó el coche junto a la entrada y en cuanto lo hizo,
Nike comenzó a gimotear, moviéndose nerviosamente y casi
arañando los cristales de la ventana de atrás. Henry se apresuró a
abrir y sacó su traje guardado pulcramente en una funda de plástico.
Su padre apareció por la puerta principal. Seguramente, salió en
cuanto vio el coche de Henry.
—Veo que has vuelto a traer a tu perro —dijo su padre viendo cómo
el Golden caminaba al lado de Henry.
—No iba a dejarle todo el día solo en mi piso. Aquí por lo menos
puede correr por el jardín —se excusó Henry—. Además Roger…
—Que le den a Roger —soltó su padre con desagrado hacia el
nombrado.
Henry ladeó una sonrisa. Su padre ya tardaba en mostrarse arisco
con el nuevo marido de su ex mujer. Atravesó su casa y llevó a Nike
hasta el jardín trasero, que enseguida se entretuvo con una pelota
hinchable que seguramente había estado usando Damian. Se
apresuró a volver antes de que su madre se diera cuenta de que había
traído a Nike. Subió a su cuarto, en el cual estaba Damian, ya
vestido con su traje, jugando con la consola.
—No has tardado en apropiarte de mi cuarto y mis cosas, ¿eh? —
dijo Henry con los ojos entrecerrados mirando a su medio hermano.
Damian se giró repentinamente.
—Oh, hola Henry —saludó Damian antes de volver su atención a la
pantalla—. Sí bueno, aunque tu PlayStation está algo antiguada,
¿nadie te ha dicho que ya salió la cuatro?
El ceño de Henry se frunció aún más.

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Desirée Arjona Peña ♥

—Yo ya no juego a esas cosas de mocosos, por lo que no necesito


actualizarme en ello —repuso dejando su traje cuidadosamente sobre
la cama—. Lárgate, tengo que cambiarme.
—Te prometo que no miraré —dijo Damian sin despegar la vista de
la pantalla.
Henry se adelantó y de un rápido movimiento le quitó el mando.
—Ya —le ordenó Henry.
Damian le miró con irritación, pero se levantó de la silla. Henry se
vistió sin demasiadas ganas de participar en aquella boda. Solo
esperaba que pasara rápido aquel día para poder planificar algún
viaje con Jake, sin amigos, ni familiares, ni managers… Cuando
salió de la habitación una vez vestido, se topó de golpe con su madre
en el pasillo.
—¡Oh! Qué guapo y elegante está mi hijo —dijo con una voz
pomposa.
Henry le contestó con una extraña mueca.
—Hola mamá —se limitó a decir dándole un beso en la mejilla.
Su madre ya estaba vestida y maquillada, pero aún llevaba una bata
de seda blanca en vez del vestido que se había comprado para la
ocasión.
—¿No ha venido tu novia? —preguntó ella con curiosidad.
—Rompimos —se limitó a decir Henry.
La mujer compuso una expresión de desagrado de repente.
—Bueno, ahora que habéis terminado puedo decir con libertad que
su profesión no me parecía la más respetable. Siempre en ropa
interior… —dijo con repulsión—. Tú mereces una mujer mejor.
Antes de que su madre se dispusiera a soltarle un sermón, se limitó a
asentir en señal de acuerdo, con la intención de terminar aquella
conversación y bajar con su padre a esperar. Sin embargo, su madre
le agarró del brazo y le acercó a ella.
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Only Three Wishes ♥

—Henry… ese chico… —comenzó a decir.


—¿Qué chico? —preguntó confuso.
—El… gay —dijo al fin, y lo pronunció como si la misma palabra le
diera asco.
El cuerpo de Henry se tensó de repente.
—¿Qué le pasa? —preguntó intentando sonar indiferente.
—No irá a traer a su… novio con él, ¿verdad? No daría muy buena
imagen a la familia —soltó con tanta naturalidad y comodidad que
Henry se sintió extrañamente dolido y afectado.
No recordaba que su madre estuviera enterada de lo de Alex, pero
entonces le vino a la cabeza el momento de la cena en aquella casa,
en la que Jake dijo que tenía pareja. En realidad, pensaba que su
madre no recordaría un detalle así, pero parecía que lo tenía muy
presente, eso, y la homosexualidad de Jake. Si supiera que su novio
sí acudiría a la boda, y que no era otro que su hijo Henry…
—No, mamá —le contestó con sequedad, que su madre interpretó
como señal de que a Henry le desagradaba tanto el tema como a ella.
—Es un alivio —dijo Elsa, y parecía que quería seguir hablando del
asunto, cuando tronó la voz de su padre.
—¿Otra vez con el maldito tema, Elsa? —inquirió su padre, con un
elegante traje.
Avanzó por el pasillo hasta llegar a ellos. Elsa entornó los ojos al
escuchar a su ex marido.
—Oh, el defensor de la comunidad gay… —soltó su madre con
burla, antes de dirigirse a su hijo—. Tu padre se ha dedicado a soltar
tonterías en defensa de esos… morbosos, cada vez que intento poner
coherencia en esta casa sobre ellos.
Henry, en vez de sentirse afectado por las palabras de su madre,
miró sorprendido a su padre, que desvió la mirada incómodo. ¿Su
padre defendiendo a los gays? Eso era muy difícil de creer.
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Desirée Arjona Peña ♥

—¿No tienes que ir a meterte con calzador en un vestido? —inquirió


su padre.
Su madre bufó, y se giró digna hacia su habitación. Su padre suspiró
de pronto con cansancio. Henry se quedó a solas con él en el pasillo,
por suerte, su padre no tardó en mirarle y hablar.
—Ven, quiero hablar contigo —dijo directamente marchando hacia
la escalera.
Henry no dudó en seguirle. Su padre abrió la puerta de su despacho
y caminó hacia una mesita con whisky y unos vasos.
—Cierra la puerta —le ordenó a su hijo, que no dudó en acatar su
orden.
Cuando se dio la vuelta, su padre ya le estaba tendiendo un vaso con
un poco de la bebida alcohólica. Henry la tomó, e inmediatamente su
padre chocó su vaso con el suyo.
—¿Por qué brindamos? —preguntó Henry sin entender nada de
aquello.
—Por tu hermana, ¿por qué si no? —inquirió tomando un sorbo de
su copa.
Henry, dando aquella contestación por buena, también dio un sorbo.
Su padre le miró con seriedad.
—Declinaste la oferta de ese equipo… —comenzó de pronto a decir.
Henry, en su interior, puso los ojos en blanco. Ni su hermana ni
ostias, su padre quería echarle un sermón por sus repentinas
decisiones.
—Sí —dijo Henry sin creer que debiera decir nada más.
El rostro de su padre se endureció aún más.
—¿Puedo saber por qué?
Sentía que volvía a tener ocho años y su padre le sermoneaba por
haberse peleado con el idiota de Timmy Nelson.

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Only Three Wishes ♥

—Había sido una decisión demasiado precipitada —contestó


dándole a su padre la respuesta que quería. Igual que aquella vez con
ocho años, que respondió: No lo volveré a hacer.
En los ojos de su padre vio que no se creía ni una palabra.
—Has vuelto con él, ¿verdad?
La mirada del rubio se agrandó entonces, y miró a su padre con
sorpresa. Parecía que Henry era el único que tenía un poco de fe en
que sería capaz de aguantar sin Jake. Incluso su padre parecía creer
que tarde o temprano pasaría. Henry bajó la mirada, sin atreverse a
mirar a su padre cuando contestara a la pregunta que le había
formulado.
—Sí —respondió.
Aunque Henry no lo vio, su padre asintió sin ninguna sorpresa en su
rostro.
—Siento que hayas tenido que escoger, hijo. Pero supongo que tú
también conoces el mundo —dijo su padre, y el tono comprensivo
que usó desconcertó totalmente a Henry.
—¿No estás enfadado? —preguntó sin pensarlo, si lo hubiera hecho,
tal vez no habría preguntado.
Su padre alzó las cejas con sorpresa.
—¿Por qué iba a estarlo?
—Bueno, pensé que o te alegrarías porque he dejado el fútbol, o te
enfadarías porque he vuelto con Jake —reconoció Henry.
El hombre ante él se quedó mirándole un par de segundos a los ojos,
hasta que por fin hablo.
—Henry, yo soy el primero que siempre ha querido que te dedicaras
al fútbol —dijo su padre, y Henry no podía negarlo. Aquello era
totalmente cierto.
—Sí, pero hace dos años me dijiste que lo dejara para entrar en el
bufete —continuó Henry sin entender nada.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Una carrera en el futbol y Jake, por mucho que me duela decírtelo,


era algo que no ibas a poder tener —dijo su padre con pesar en la
voz. Sí, Henry también sabía eso—. Eres mi hijo, y no quiero que te
hagan daño. Las personas pueden ser muy crueles en ciertos
ámbitos.
—¿Y preferías que dejara el fútbol antes que a Jake? —quiso saber
Henry totalmente anonadado. Si Henry pudiera decir qué era lo que
su padre erradicaría de su vida, estaba seguro de que escogería a
Jake por encima de cualquier cosa.
—Yo no prefería ni una cosa ni otra, simplemente pensé que era lo
que menos te importaba de las dos. Y supongo que acerté —dijo
para más asombro de Henry. Su padre suspiró—. Sé que debería
haberte apoyado en luchar por las dos cosas, pero soy demasiado
cobarde. No podría soportar que te hicieran daño.
Henry no había pensado en ello, pero su familia sufriría incluso más
que él si hubiera ocurrido un escándalo homosexual en su trayectoria
en la NFL. Titulares, repentinas cancelaciones de contratos, críticas,
insultos… Henry suspiró.
—Lo sé… Ojalá el mundo fuera diferente, ¿verdad? —dijo con
tristeza.
Su padre asintió lentamente.
—Sí… Supongo que continuarás en el bufete.
—Eso tengo pensado —contestó. Y una pregunta que quería hacer
hace muchos años, se formuló en su mente—. Papá, ¿a ti te da igual
que sea gay?
Y su padre volvió a quedarse en silencio unos segundos.
—Si es lo que te hace feliz… —se limitó a decir, antes de acercarse
a él—. Me gustaría poder apoyarte más con ello, pero supongo que
no soy lo suficientemente fuerte en ese sentido.
Henry sonrió levemente.
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Only Three Wishes ♥

—Papá, con eso me basta —dijo pensándolo de verdad, ya que era


mucho más de lo que había pensado que tendría.
—Respecto a Jake… —dijo de pronto su padre—. No te voy a
mentir, me habría gustado que hubieras escogido a un chico como
Chace o Chris.
El rubio no pudo evitar reír, solo con imaginarse a él mismo
presentando a su padre a Chace o a Chris como su novio, aunque
posiblemente las cosas hubieran sido más sencillas, al menos para su
padre.
—¿Qué le voy a hacer? —inquirió Henry encogiéndose de
hombros—. Me gusta ese tonto.
Su padre no dijo nada, en cambio le puso una mano en el hombro.
—No dejes que lo que pueda decir tu madre te afecte.
—Es difícil siendo mi madre —apuntó, recordando las palabras que
había dedicado a la gente como él.
—Diga lo que diga, su amor por ti es más fuerte que todo lo demás
—dijo, haciendo que Henry se sintiera algo más reconfortado. De
pronto, su padre carraspeó—. Ahora dejémonos de
sentimentalismos…, somos Woods —dijo con tono orgulloso
estirándose el traje.
Sin decir nada más, abrió la puerta de su despacho y salió. Por raro
que fuera, Henry no se había sentido demasiado incómodo con
aquella conversación, como solía pasarle, aunque estaba seguro de
que si hubiera durado un minuto más, sí lo habría estado. Se dirigió
al salón y se unió a Roger y a su padre, que hablaban de asuntos
banales. Damian estaba sentado en el sofá aflojándose un poco la
corbata. Henry fue a mirar su reloj de muñeca para saber cuánto
llevaba allí esperando, cuando escuchó a su madre en la cima de las
escaleras.
—Aquí está la novia —anunció.
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Desirée Arjona Peña ♥

Claire, a su lado, con un precioso vestido blanco de palabra de


honor, un pulcro recogido y un elegante maquillaje, se sonrojó.
—¡Mamá! —se quejó.
Tanto el señor Woods como Henry miraron a aquella chica de
blanco sin casi reconocer a la pequeña Claire que había sido. Se veía
más mayor, pero increíblemente hermosa. Bajó las escaleras con la
ayuda de su madre. Detrás estaban la maquilladora y la peluquera,
que miraban orgullosas el resultado. Cuando llegaron abajo, su padre
se acercó a Claire y la besó en la mejilla.
—Estás preciosa, cariño —dijo éste.
—Gracias, papá —contestó ella aun con timidez.
Y después, se dirigió a su hermano. Éste la miraba totalmente
embobado, estaba seguro de que su hermana era la mujer más bella
del mundo. Qué suerte tenía de ser gay, si no, hubiera sido una
putada.
—Estás…. estás… —dijo sin encontrar palabras.
Claire soltó una pequeña risita.
—Ese, aunque no lo creas, es el mejor cumplido que me podías dar
—soltó su hermana sin dejar de sonreír.
Su madre, con un vestido color malva, cogió su bolso y miró a
Henry.
—Bueno, Roger y yo nos vamos ya con Henry. Tú y tu padre
tendréis que esperar un poco más —ordenó su madre, atendiendo a
la tradición de que la novia debía llegar tarde.
Henry asintió, y dirigiendo a su hermana una última mirada de
ánimo, salió junto a su madre, Roger y Damian hacia su coche.

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Only Three Wishes ♥

La madre de Claire sería una arpía y una bruja, pero sabía organizar
una boda. Jake y sus amigos llegaron al hotel donde se haría la
celebración. En recepción, un hombre, después de preguntarles a qué
boda venían, les llevó hasta una cristalera que llevaba a unos
hermosos jardines frente al mar. Con una carpeta en la mano, les
abrió la puerta y entraron en aquel lugar lleno de verde. Un montón
de sillas blancas miraban hacia un precioso altar del mismo color
con pequeñas flores entrelazas en él.
—Joder… —logró decir Kire al entrar.
Casi todos los invitados parecían estar ya allí. Algunos estaban
sentados, y otros de pie conversando en grupo. Jake reconoció a
pocos de ellos. Había varias cabezas rubias, pero era difícil decir si
pertenecían a la familia de Shorty o a la de Claire. La hermana de
David, Tiffany, se acercó a ellos.
—Enhorabuena Shorty —dijo sin dejar de mascar chicle.
Jake imaginó a la madre de Henry mirando con horror a aquella
chica, no solo porque fuera incapaz de hablar sin una goma de
mascar en la boca, sino porque su peinado y vestimenta desentonaba
con el resto de invitados más refinados. En realidad, Jake estaba
seguro de que ellos cuatro también lo harían si la ex señora Woods
no hubiera escogido sus trajes. Aunque los cuatro seguían
conservando sus pendientes, y por supuesto, el pelo de David era de
un azul eléctrico que no podía dejar indiferente a nadie.
—¿Quién narices son los padres de tu novia? ¿Los reyes de Francia?
—inquirió la hermana de David con una extraña mueca en la boca.
Su hermano entrecerró los ojos.
—Francia no tiene reyes —dijo pensando en lo tonta que era su
hermana.

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Desirée Arjona Peña ♥

—Calla, tonto. No estoy hablando contigo —le espetó ella con tono
desagradable.
—Tiffany —dijo de pronto Jake llamando su atención. Ésta le miró
con el mismo desagrado que a su hermano—. ¿Ese chicle es el
mismo que llevabas la última vez que te vi, o ya lo has renovado?
La chica farfulló con rabia algo que no escucharon por las risas de
los demás Wastes. La abuela y la madre de Kire se acercaron
rápidamente a ellos y le dieron también la enhorabuena a Shorty. Las
dos regordetas mujeres miraron con cariño a los cuatro chicos y se
detuvieron en los tres más flacos, y les preguntaron lo mismo que
todas las veces que coincidían.
—¿Coméis bien? —preguntaron al unísono.
Los tres asintieron con la cabeza, pero ambas mujeres miraron a
David sin estar seguras. Chris no tardó en aparecer también. No iba
acompañado, según él, prefería venir a las bodas solo, ya que
siempre eran una buena ocasión para que un hombre guapo
descubriera su homosexualidad. Jake sabía qué significaba eso, en
las bodas un tío bueno podía ponerse tan borracho como para
acostarse con otro tío.
—Dav, ¿quién es ese? —le preguntó con una mirada voraz Tiffany a
su hermano.
David miró a quién señalaba su hermana. Al ver a Chris, se le
escapó una pequeña risa.
—Es gay, Tiffany.
Su hermana le miró malhumorada.
—Joder, ¿es que ya no te quedan amigos heterosexuales? —inquirió
molesta.
—Claro que sí —dijo antes de mirar a su izquierda—. Kire.
El chico le lanzó un beso a Tiffany. Ésta no pudo hacer otra cosa que
emitir un sonido de repugnancia. Jake miraba divertido cómo Chris
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Only Three Wishes ♥

paseaba su mirada por los diferentes invitados e intuía cual podía


caer en sus redes. Por el rabillo del ojo, Jake vio que tres nuevas
personas entraban por la cristalera del interior. La madre de Claire
acompañada de su estirado marido, y tras ellos, Henry. Sus miradas
no tardaron en encontrarse. Jake iba a sonreírle, cuando se dio
cuenta de que no solo le miraba Henry, sino que su madre también.
Si las miradas matasen, esa lo hubiera hecho dos veces. Jake apartó
la mirada y continuó conversando con Chris. El hombre de la
carpeta, apareció de pronto.
—La novia ha llegado. Colóquense en posiciones —ordenó el
estirado hombre.
—Ese es de los nuestros —le susurró Chris con una sonrisilla.
Se dirigieron al altar. Shorty se colocó centrado, mientras que sus
amigos se colocaron en fila a su lado izquierdo. La madre de Claire
se acercó a ellos.
—No arruinéis nada —dijo con una voz rasposa y una pose
orgullosa, mirando por encima del hombro a los cuatro.
Los Waste fruncieron el ceño pero no dijeron nada. La mujer volvió
a su asiento, entre Henry y su marido, en primera fila. De pronto, la
orquesta, situada a un lado, comenzó a tocar. Jake se alivió al
descubrir que no era la típica marcha nupcial. Era una delicada
melodía que entonaba perfectamente con el ambiente. La puerta se
abrió de pronto, sin embargo, de ella no salió la novia, ni siquiera las
damas de honor. Jake se puso rojo de repente. Su madre, con un
elegante vestido negro, entró. Viendo que todas las cabezas miraban
hacia ella, se puso tan roja como su hijo. La madre de Claire abrió
los ojos de par en par.
—¿Quién demonios es esa? —inquirió malhumorada a nadie en
especial.

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Desirée Arjona Peña ♥

Pero Henry, que estaba al lado, prefirió no contestar. De tal palo, tal
astilla. Los Rivers, siempre tarde. Megan se encontró con la mirada
de Jake.
—Siéntate —le dijo Jake moviendo los labios.
Ella se apresuró a sentarse en la primera silla vacía que encontró y
esbozó una sonrisilla nerviosa. La ex señora Woods emitió un
gruñido mientras fulminaba con la mirada a aquella mujer. Sin
embargo, cuando se abrió de nuevo la puerta, perdió totalmente el
interés en ella. Está vez era Allie, con un vestido largo y azul, del
mismo color que la corbata de los padrinos. Llevaba un ramo en la
mano, y para sorpresa de Jake, parecía tímida. No recordaba haber
visto nunca ese estado en Allie. El resto de damas de honor
comenzaron a aparecer tras ella, con el mismo vestido y ramo.
Cuando Allie llegó al altar, sonrió a David, y éste le devolvió la
sonrisa. Jake iba a sonreír también, por el bonito cambio de la chica,
cuando de pronto, la vio sonreír a Henry. Jake apretó los puños, pero
no dijo nada. Ella se colocó en la misma posición que Jake, pero al
otro lado. Las demás se colocaron detrás de ella respectivamente.
Entonces, aparecieron unos niños. Jake ignoraban quiénes eran.
Familiares de la madre de Claire, seguramente. Aunque en la familia
de Shorty hubiera veinte niños más adorables que esos, aquella
mujer pondría a los de su sangre. Y tras ellos, apareció Claire,
agarrada del brazo de su padre. Jake quedó por un momento
deslumbrado. Miró a su amigo Shorty entonces, que parecía estarlo
tres veces más. Aunque era normal, él era el que iba a casarse con
aquel ángel. Cuando llegaron al altar, el padre de Claire cogió el
brazo de su hija y se lo tendió a Shorty. Ésta se colocó frente a él
que la miraba embobado. El cura comenzó a hablar. Jake quería
mirar a Henry, embobarse en sus ojos, pero tenía que contenerse
todo lo que pudiera, al día siguiente podría hacerlo horas enteras si
687
Only Three Wishes ♥

quería, pero por el momento no. Henry, aunque Jake no lo supiera,


estaba en la misma situación. Pero para su suerte, los novios estaban
en su misma perspectiva, por lo que podía mirarle disimuladamente.
Llevaban el mismo traje, y se podría decir que a ambos les quedaba
como un guante, aunque para Henry, Jake estaba más guapo. No se
había quitado sus pendientes, y sorprendentemente, le parecía que
quedaban increíbles con ese traje, aunque claro, solo porque era
Jake, ya que sus amigos llevaban lo mismo, y desde luego para
Henry estaban horribles. El cura les dijo a los novios que leyeran sus
votos. Shorty tragó saliva visiblemente, y Jake supo que se le habían
olvidado. Lanzó una mirada cómplice a David que negó con la
cabeza, pensando que Shorty no tenía remedio. Claire miró a Allie,
que le tendió un papel arrugado. Shorty abrió los ojos de par en par.
—¿Se podían traer escritos? —preguntó desesperado.
Claire le miró confusa.
—Claro —respondió y miró inmediatamente su papel.
Jake y sus amigos intentaron ocultar las risitas que la torpeza de
Shorty les provocaba.
—Prometo que desde hoy, no volveré a ser solo “yo”, sino
“nosotros” —comenzó a leer Claire, pero intentado no dejar de mirar
a Shorty—. Prometo que en cada día del resto de mi vida pensaré un
poquito más en ti, aunque ya abarques casi todos los minutos de mi
día. Que solo amaré a otro hombre que no seas tú en lo que me
queda de vida, y ese, será nuestro hijo. Prometo, que por muy difícil
que sea el camino, permaneceré a tu lado, y alentarte para que,
podamos lograr más de lo que podríamos lograr solos. Prometo
soportar largas noches de ensayos, viajes inesperados y a tres
músicos más anclados en nuestra casa —dijo lanzando una pequeña
mirada al resto de Waste que la correspondieron con una sonrisa

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Desirée Arjona Peña ♥

agradecida. Claire volvió a mirar a Shorty—. Prometo amarte hoy,


mañana, y siempre.
Shorty, se mordió el labio sin poder creerse la suerte de su vida.
Claire se dio la vuelta y tomó el anillo que Allie le tendía. Shorty
alargó su mano para que Claire pudiera ponerle la alianza. De
pronto, un silencio. Jake miraba con curiosidad a Shorty, que habló
de pronto, como si hubiera estado sin respirar treinta segundos.
—Claire, tienes una sonrisa que me hace rememorar los recuerdos
de mi infancia, donde todo era tan fresco como el brillante cielo azul
—comenzó a decir Shorty, y Claire, inmediatamente, entrecerró sus
ojos, fulminándole con la mirada. Jake y los demás intentaron
ahogar las carcajadas que amenazaban con salir de sus pechos.
Shorty le dedicó a Claire una mirada de disculpa y continuó—. Al
mirar tu rostro voy a ese lugar especial, y si lo mirase demasiado
tiempo, probablemente me quebrase y lloraría. Tienes los ojos del
más azul de los cielos, como si pensaran en la lluvia. Odio mirarlos
y ver un poquito de dolor en ellos. Tu cabello me recuerda a un lugar
cálido y seguro, donde como un niño, me escondería, y rezaría por
que el trueno y la lluvia pasaran mansamente sobre mí —siguió, y
los Waste tuvieron que apretar los dientes, taparse levemente la cara
o cerrar los ojos para no llorar de la risa—. Espero tener el resto de
mi vida todas esas cosas, y hacer que tú también vayas a esos lugares
conmigo. Te querré siempre.
La madre de Claire asintió impresionada.
—Pues ha sido muy bonito —comentó a su marido, ya que ambos
esperaban unos votos horribles. Pero claro, éstos no conocían la
verdad de las palabras de Shorty, que no era otra que haberse
olvidado de los votos y haber tenido que usar una canción de Guns
N' Roses, tal y como le había aconsejado el padrino.

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Only Three Wishes ♥

Sin querer mirar la expresión asesina de Claire, Shorty se giró


rápidamente hacia Jake, que le tendió el anillo. Shorty se lo puso a
su amada, que volvía a sonreír. El cura, sin dilación, les declaró
marido y mujer, y se fundieron en un beso. Todos los asistentes
aplaudieron, menos la madre de Claire, que únicamente suspiró
aliviada de que no hubiera ocurrido ningún imprevisto.

No había ido a ninguna boda, o a ninguna que recordara, pensó Jake,


pero sabía que lo bueno siempre estaba después de la ceremonia, o al
menos en las que no había Woods de por medio. Tras acabar, sin
tener tiempo de nada más, Elsa les arrastró hacia la sesión de fotos.
Hubiera sido muy divertido si no estuviera la mega controladora del
día. Primero los novios con la familia Woods, y después los novios
con los padres de Shorty. El padre de Shorty era un hombre huraño,
amante de los deportes, e hincha de los San Francisco 49ers, y su
madre era una mujer encantadora, bastante menuda y muy
agradable. Si una persona pudiera tener un hijo por sí sola, Jake
estaría seguro de que Shorty solo era obra de su madre, y su padre
no había tenido nada que ver. A continuación, una de la novia con
los padrinos. Del novio con las damas de honor, y al revés. Fotos,
fotos, fotos. Cuando acabaron, y los Waste supieron que ya era hora
del banquete, la boca se les hizo agua. Ya se estaban remangando
cuando llegaron al lugar que habían preparado para el banquete. Era
un sitio precioso. Mesas con manteles blancos, centros de mesa con
frescas flores y unas preciosas luces blancas que iluminaban el lugar,
donde se podía escuchar el mar. La ex señora Woods, que había sido
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Desirée Arjona Peña ♥

la encargada de distribuir las mesas, se había encargado de


separarles. David y Kire se sentaban junto a Chris, Larry, Allie y las
otras cinco damas de honor. Por suerte para Shorty, o desgracia de
Jake, la madre de Claire no había encontrado ninguna excusa para
dejar al padrino fuera de la mesa principal, por lo que aquella
constaba de los novios, sus padres, Roger, Damian, Jake y Henry.
Bonita mezcla, pensó Jake nada más mirar los nombres de aquella
mesa. Jake estaba sentado entre el padre de Shorty y el señor Woods,
ya que la madre de Shorty estaba al lado de su hijo. Tenía a Henry al
otro lado del señor Woods, por lo que ni siquiera podía echarle
miradas. Pensó que se limitarían a comer y a beber, que no estaba
nada mal tampoco. Aunque eso no quitaba que se sintiera cómodo,
tener al padre de Henry al lado era como estar junto a un tiburón
mientras le sangraba la nariz. La comida transcurrió como Jake
pensaba; la ex señora Woods poniendo caritas a cada cosa que los
padres de Shorty dijeran, como si fueran gente vulgar, e inferiores a
ella y su familia, Jake y Henry callados, intentando meter la pata lo
menos posible, Damian ignorando a todo el mundo, y Shorty y Jake
mandándose miradas cómplices y de fastidio por estar perdiéndose
las risas de la mesa de sus amigos.
—Es una pena que no nos hayamos conocido antes de la boda —dijo
la madre de Shorty a Elsa con amabilidad.
—Sí, una pena… —dijo sin tan siquiera mirar a la mujer.
Claire miró a su madre enfadada, pero ésta ya estaba regañando a su
hijo Damian por poner los codos en la mesa. Shorty, que también los
tenía, los bajó al instante.
—He visto varios de los partidos de su chaval —dijo el padre de
Shorty, que parecía que solo podía hablar con gruñidos, al señor
Woods.

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Only Three Wishes ♥

—¿En serio? —preguntó el señor Woods, pero sin estar realmente


sorprendido.
Casi todo aficionado al fútbol y de su ciudad había tenido que ver
jugar a Henry alguna vez. Sin embargo, Henry sí que se sorprendió.
Obviamente nunca había conocido al padre de Shorty, pero suponía
que sería un hombre con tatuajes arrugados y una caja de tabaco
metida en la manga. Nada podía estar más lejos de la verdad.
—Jugabas muy bien, chico —dijo, y esta vez, se dirigió a Henry—.
Leí que rechazaste la oferta de los Giants —tanto Henry como su
padre miraron de soslayo a Jake, que escuchaba la conversación
sintiéndose un intruso—. ¿Es que pronto saldrá una exclusiva de que
te has unido a un equipo mejor?
—Me temo que no —se limitó a decir Henry.
—Henry aún tiene que poner en orden sus prioridades —intervino el
señor Woods. El padre de Shorty asintió entendiendo lo que quería
decir el hombre.
—Ojalá mi hijo se hubiera dedicado al fútbol en vez de andar con
los maleantes estos —gruñó el hombre señalando sin ningún reparo
a Jake.
El moreno no dijo nada, se limitó a entornar los ojos. El padre de
Shorty nunca les había tenido estima.
—Su hijo eligió bien —repuso Henry para sorpresa de todos.
Jake sonrió para sus adentros, cuando el padre de Shorty refunfuñó a
su lado, bastante cortado por la respuesta de Henry. El señor Woods
miró a su hijo unos segundos antes de dirigirse a Jake.
—Chico, cámbiame el sitio para que pueda conversar con mi
consuegro —dijo poniéndose repentinamente de pie.
Henry le miró sorprendido, pero mucho más Jake, que pensaba que
si pudiera pondría minas alrededor de Henry para que él no pudiera
acercarse.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Vamos —le dijo al ver que no se movía.


Jake se puso en pie de un salto y se sentó en la silla contigua a
Henry. Sin poder evitarlo, miró a Henry preguntándole con la
mirada, pero éste se limitó a encogerse de hombros. Shorty y Claire
alzaron ambos una ceja al verles. Jake, con la mano en su propio
muslo, iba a seguir comiendo su postre, cuando notó que Henry
entrelazaba su mano con la suya bajo el mantel. Sonrió levemente y
se la apretó. Henry miró disimuladamente a su madre para ver si se
había dado cuenta de algo, pero ésta estaba demasiado ocupada
criticando el vestido de su cuñada. Cuando acabaron con los tres
platos, los camareros les sirvieron copas de champán. Jake tomó la
suya sin prestar demasiada atención al ambiente. De pronto, sintió
un manotazo de Henry. Jake se giró hacia él.
—El discurso —le susurró entre dientes.
Jake alzó la mirada y vio a la ex señora Woods mirándole
inquisidora. Claro, las copas eran para su discurso. Asintió para que
la mesa dejara de matarle con la mirada y supieran que ya se había
enterado. Se puso en pie, alisándose el traje, y tomó la copa. Cogió
la cucharilla del postre y dio un par de golpecitos a la copa. Siempre
quiso hacer eso. Cuando toda la sala le miró, carraspeó, y entonces
recordó que no tenía discurso. La expresión de Jake le dijo todo a
Henry, Claire y sus amigos. Henry a su lado, se tapó la cara
pensando en que Jake era un total desastre. Shorty le fulminó con la
mirada, pero entonces Claire le habló al oído.
—¿Es que sois incapaces de escribir nada que no sea una canción?
—inquirió malhumorada, y Shorty supo que no podía recriminar
nada a su amigo.
Jake se quedó en silencio dos segundos más, y de pronto sonrió.
—Muchos aquí no me conocéis, pero para poneros al día, os diré que
soy el mejor amigo del novio. Incluso podría decirse que de la novia
693
Only Three Wishes ♥

también, ¿me equivoco? —preguntó Jake dirigiéndose de pronto a


Claire. Ésta sonrió y negó con la cabeza. Jake asintió conforme—. Si
os soy sincero, jamás pensé que tendría que hacer un discurso como
éste, porque jamás imaginé a mi amigo casándose —continuó Jake,
haciendo reír a los invitados, sobre todo a la mesa de sus amigos—.
Y no solo lo ha hecho, sino que además ha logrado convencer a la
mujer más guapa, lista e increíble que he conocido para que lo hagan
juntos —dijo mirando a la pareja, y ambos le sonrieron—. El amor
puede ser un camino difícil, escabroso y doloroso, pero vosotros
habéis conseguido que sea un viaje tan sencillo como respirar. Sé
que también haréis bien esta etapa —dijo, y Claire sonrió aún más,
dejando caer su cabeza sobre el hombro de su ahora marido—.
Claire, a partir de hoy, te dejo a cargo de un pedacito de mí. Luego
te daré las pautas a seguir, como la de no mojarle, no darle de comer
después de media noche y todo eso —bromeó haciendo que las risas
volvieran. Jake alzó la copa—. Así que brindo, por la segunda mujer
más importante, la primera es mi madre, lo siento —se excusó
Jake—, y por el segundo hombre más importante de mi vida —
finalizó dejando un inmensa duda en el aire. Henry sintió una
extraña euforia en el pecho, que intento disimular, pero los que ya
sabían quién era el primero, llevaron inevitablemente su mirada
hasta él—. Por los novios.
—¡Sí, por los novios! —gritó Kire.
Todos los invitados lanzaros vítores y bebieron de su copa. Jake
volvió a sentarse recostándose en la silla. Henry se acercó a él y le
susurró al oído.
—¿Esto ha sido también una canción como lo de tu amiguito? —
inquirió Henry.
Jake abrió los ojos de par en par.

694
Desirée Arjona Peña ♥

—¿Cómo sabías que era una canción? —quiso saber Jake, sin
imaginarse a Henry escuchando Guns N’ Roses por elección propia.
—Soy el hombre más importante de tu vida, ¿cómo no me voy a
saber esa canción? —susurró Henry en su oído. Jake rió levemente.
—Pues no, esto ha sido obra de mi gran don de palabra —dijo Jake
con una sonrisa socarrona.
El rubio sonrió y tomó su copa para beber. Jake también bebió de la
suya. Frente a él, Shorty le levantó el pulgar en señal de haberle
gustado el discurso. El moreno compuso una expresión presumida
que hizo reír a su amigo. De pronto, Shorty sintió un fuerte abrazo
por detrás.
—¡Enhorabuena, chicos! —exclamó la madre de Jake apretando
fuertemente a los novios.
La señora Woods reconoció a esa mujer enseguida. Era la que había
llegado tarde. La estudió con la mirada sin saber quién podría ser,
pero entonces, Shorty y Claire se lo aclararon.
—Gracias, señora Rivers —dijeron al unísono. Y por si quedaba
alguna duda, se resolvió cuando Megan se dirigió a Jake.
—Así que soy la mujer que más importante en tu vida —dijo cuando
soltó a los novios y fue hasta su hijo.
La mujer le asentó dos besos en las mejillas, a los que Jake contestó
con una mueca.
—¡Mamá! —exclamó éste sintiendo vergüenza.
—Ha sido un discurso precioso, cariño —le felicitó ésta.
La madre de Claire miró a aquella mujer y luego al padrino. Ahora
lo entendía todo. Solo con una madre tan desastre como esa podría
salir un hijo homosexual. Jake iba a dar las gracias a su madre,
cuando ésta tapó su voz.
—¡Oh, pero si también está aquí el hombre más importante de tu
vida! —exclamó lanzándose a besar en la mejilla a Henry.
695
Only Three Wishes ♥

Claire, el señor Woods, Jake, y el propio Henry, abrieron los ojos de


par en par alarmados. Shorty, que justamente bebía de su copa,
comenzó a toser sin parar.
—Hijo, ¿estás bien? —preguntó su madre comenzando a darle
palmaditas en la espalda.
Elsa, entrecerró los ojos de pronto, con la mirada pensativa y
escrutadora. ¿Había oído bien?
—Jacki, tu hijo es como el mío, engullen sin pensar en la cantidad
—dijo Megan a la madre de Shorty, a la que conocía y con la que se
llevaba estupendamente. Entonces, se volvió de nuevo hacia
Henry—. Hacía siglos que no te veía, cielo. Espero verte pronto por
casa ahora que Jake y tú…
Jake llegó a la conclusión de que decirle a su madre que él y Henry
habían vuelto antes de la boda, no había sido una buena idea.
—¡Jake! —llamó el señor Woods—. ¿No vas a presentarme a tu
madre?
La táctica de distracción pareció funcionar, ya que Megan dejó de
hablar para mirar a aquel apuesto hombre.
—Sí, claro. Mamá, este es el señor Woods —le presentó Jake,
aliviado de que el hombre actuara enseguida.
—Oh —ésta le tendió la mano—. Ya veo de dónde ha sacado el
atractivo su hijo.
El señor Woods se sonrojó y emitió de pronto una risa nerviosa.
Henry miró a su padre sin reconocerle. En su vida le había visto así,
y menos por una mujer. Si Elsa pensó que no le gustaba aquella
mujer, era porque no la había visto aun tontear con su ex marido.
¿Quién se creía esa puta? Jake miró con horror a su madre. ¡¿Pero
cómo se le ocurría tirarle los tejos al padre de su novio?! Iba a tener
una buena charla con ella.

696
Desirée Arjona Peña ♥

—Mamá, ¿te acuerdas de Chris? ¿Por qué no vamos a saludarle? —


inquirió entre dientes, sin dar opción a que ella dijera nada.
Tiró de ella alejándola de esa mesa, sin embargo, no se dirigieron a
la mesa de Chris y los demás. Jake se alejó con su madre hasta que
quedaron apartados de los invitados. De repente, se dio la vuelta y la
miró.
—¡Mamá, ¿qué narices estás haciendo?! —inquirió Jake
malhumorado.
Su madre le dirigió una mirada confusa.
—¿Qué quieres decir?
—¡Estabas flirteando con el padre de Henry! —exclamó.
Megan abrió la boca en un gesto indignado.
—¡Yo no flirteaba con nadie! —dijo antes de echarse el pelo hacia
atrás—. Solo estaba siendo amable.
Jake entrecerró los ojos sin creerse una palabra.
—Ya —dijo antes de suspirar—. Y no vuelvas a sacar el tema de
Henry y yo delante de su madre.
Los ojos de Megan volvieron a tornarse confusos.
—¿Por qué? —quiso saber.
—No sabe que Henry es gay —explicó Jake.
La señora Rivers intentó visualizar a la madre de Henry. Supuso que
se trataba de la mujer estirada que estaba sentada al lado de Claire en
la mesa. Desde luego parecía la típica mujer que rechazaría a un hijo
solo por no ser lo que ella hubiera deseado. Jake comenzó a ver que
el rostro de su madre comenzaba a endurecerse. Sabía lo que eso
significaba.
—Mamá, tú no te metas —le exigió Jake.
—¿Qué he dicho? —inquirió.
—Nada, pero sé qué estás tramando —repuso Jake conociendo a su
madre como a la palma de su mano.
697
Only Three Wishes ♥

Su madre frunció los labios, pero finalmente asintió.


—No me voy a meter porque eso es cosa de Henry —dijo para alivio
de Jake—. Pero menuda bruja tiene que ser para que Henry no le
haya podido decir en siete años lo vuestro.
Jake pensó en toda la razón que tenía su madre, pero no pensaba
decírselo, ni tampoco las ofensivas palabras que le había dedicado a
él mismo, o sabía que su madre sería capaz de dejar a la ex señora
Woods sin cara.

Ignoraba si su madre tenía aquel ceño fruncido porque sospechaba


algo, o llevaba tanto tiempo con él así que ya no podía moverlo.
Como el banquete había terminado, la boda se trasladó a un lugar
espacioso dónde las mesas y sillas rodeaban un gran espacio vacío
en el que Henry dedujo que sería el baile. No sabía que le parecería
más cómico, el enano bailando, o Jake agarrando a su madre. Henry
fue junto a Chris a la barra mientras éste último miraba atentamente
cómo la banda se preparaba en el escenario, o localizaba alguna
presa entre ellos. Shorty y Claire aparecieron de pronto, ella
agarrando el brazo de él. Los presentes aplaudieron efusivamente y
les gritaban. Henry, con expresión aburrida, hizo chocar un par de
veces sus palmas. Shorty estaba de nuevo nervioso, bailar no era
algo que se le hubiera dado bien en su vida. Hacerlo a la vista, y con
la atención de todos sus invitados, no ayudaba. Su madre había
escogido The rose para el primer baile de los novios. La canción era
de Westlife, un grupo irlandés que le gustaba a Claire. Henry supuso
que su madre había escogido el único grupo de los que le gustaban a
698
Desirée Arjona Peña ♥

Claire que consideró decente. Además, no se complicó demasiado al


escoger la canción, con solo ver el videoclip pensaría que era
estupenda para una boda.
—¿Cuánto te apuestas a que le pisa el vestido a mi hermana y se lo
rompe delante de todo el mundo? —inquirió.
Chris no sabía si a Henry eso le parecía divertido o le irritaba. Los
novios se colocaron en el centro. Henry se fijó que las manos del
enano estaban hechas un flan. Rió hacia sus adentros. Estaba seguro
de que el memo se desmayaría de un momento a otro y sus amigos
tendrían que recogerle. Eso le hizo pensar en Jake, le buscó entre los
presentes pero no vio ni rastro de él. Era extraño que no estuviera en
primera línea para dar ánimos al zopenco de su amigo. Justo cuando
se estaba preguntando esto, aparecieron por la lejanía. Henry abrió
los ojos de par en par al ver a Jake y al rarito con sus instrumentos
en la mano. Shorty también les vio, y a Henry le dio la sensación de
que estaba tan sorprendido como él. Jake se acercó al vocalista de la
banda y les susurró algo al oído. Todos los invitados comenzaron a
susurrar a su alrededor. El tipo de la banda asintió, y así como si
nada, les hizo una señal a sus compañeros y comenzaron a bajarse.
David y Kire subieron al escenario.
—¿Qué cojones están haciendo? —preguntó Henry a Chris.
Chris no contestó, se limitó a observar el espectáculo con una
sonrisita. Henry estaba seguro de que su amigo estaba informado del
asunto. Henry volvió la vista al escenario cuando vio a su madre
acudir apresuradamente hacia allí. Se acercó a Jake para hablarle en
bajo, aunque seguramente lo que quería era gritar. Jake le dijo algo a
ella, y ésta le miró con desconfianza, pero para asombro de Henry,
se apartó, y dejó que Jake subiera al escenario.
—¡¿Mi madre va a permitir que toquen una de sus canciones de
guitarra para el baile nupcial?! —preguntó Henry incrédulo.
699
Only Three Wishes ♥

En ese momento, Jake dejó su guitarra a un lado, se acercó al piano


de la banda, y se sentó frente a él.
—Parece ser que será música de piano —comentó Chris sin dejar de
sonreír.
David, enchufó su guitarra acústica y se sentó, igual que hizo Kire
tras la batería. Los tres miraron a Shorty cálidamente. Henry alzó
una ceja. Esos Waste siempre tenían formas extrañas de darse apoyo,
pensó ladeando sus ojos. Jake comenzó a tocar el piano, y sonó
increíblemente bien para Henry. En la pista, Shorty y Claire
comenzaron a bailar y parecía que Shorty se había tranquilizado
bastante, pues no lo estaba haciendo mal. La voz de Jake comenzó a
entonar la letra de The rose. Henry nunca imaginó a Jake cantar una
canción como esa, aunque claro, tampoco le imaginaba cantando
Right here waiting. La madre de Henry pareció igual de satisfecha,
parecía que incluso sonreía.
—Que se te cae la baba —soltó Chris con una carcajada.
Henry no se había dado cuenta de que miraba embobado a Jake, con
la boca casi abierta por completo. Se apresuró a quitar esa expresión
bobalicona.
—Es que sorprendentemente no es ruido —soltó Henry
malhumorado.
Jake calló de repente, y sin dejar de tocar el piano, la melodía
cambio. Claire soltó una carcajada y miró a Jake, así que debía ser
una canción que le gustaba a ella. Cuando Jake comenzó a cantar la
reconoció. Otra vez el pelirrojo ese, pensó Henry. La madre de Jake,
desde el otro lado, aplaudía efusivamente. Y veinte segundos
después, Jake cambió de nuevo la melodía. Kire y David le siguieron
al unísono. Romeo & Juliete de Dire Straits, una de las canciones
favoritas de Shorty. Jake tocó las notas finales con el piano, y alzó el
rostro cuando todos empezaron a aplaudir. Shorty,
700
Desirée Arjona Peña ♥

sorprendentemente había conseguido bailar sin desmayarse. Los tres


chicos dejaron paso a la banda que comenzó enseguida a tocar para
que continuara el baile. Jake se dirigió hacia la ex señora Woods,
que no parecía tan enfadada como Jake pensaba que estaría. Cuando
bailaron, tampoco la pisó. Era extraño tener a esa mujer tan cerca.
Ella parecía estar componiendo una risa forzada para las fotos que
en ese momento estaban haciéndoles, pero Jake estaba seguro de que
era totalmente falsa. A su lado, Claire había empezado a bailar con
su padre, y Shorty con su madre. Jake se preguntó cuánto tiempo
más tendría que bailar, cuando la mujer habló.
—No creas que no me he dado cuenta de tu indirecta a mi hijo con
tu discursito —dijo entre dientes, con la falsa sonrisa aun en la cara.
El corazón de Jake dio un vuelco entonces. La ex señora Woods
miró a Jake con unos ojos llenos de repugnancia.
—No sé de qué me está hablando —mintió Jake, siendo lo único que
se le ocurría para poder solucionar el problema que posiblemente le
había causado a Henry.
—No es que me sorprenda… —dijo de pronto Elsa.
Jake abrió los ojos de par en par. Aquello sí que no se lo esperaba.
Estaba seguro que la madre de Henry jamás creería que su hijo era
homosexual, y verdaderamente acertó.
—Entiendo perfectamente que te atraiga mi hijo —dijo entonces, y a
Jake le parecía que aquello ya tenía más sentido—. Pero ten clara
una cosa, a mi hijo no le vas a liar con tus ideas repugnantes —le
susurró de pronto con la voz severa y tajante.
El moreno podía entender la confusión de Elsa, y siendo como era
ella, jamás admitiría que su hijo también se sentía atraído por él.
Jake no contestó en un primer momento, se quedó callado mirando
sin ninguna expresión a aquella mujer.

701
Only Three Wishes ♥

—No sois más que unos viciosos y unos degenerados —soltó, y ya


ni siquiera logró contener aquella sonrisa—. ¿Y ahora qué? ¿Quieres
jugar a ver si puedes transformar a un niño normal en uno de
vosotros? ¿Te da igual arruinar familias y vidas? —inquirió ella con
verdadero asco en sus palabras. Jake no podía creer lo que estaba
escuchando—. Pues con mi hijo no lo vas a hacer. Y si alguna vez te
da la sensación de que Henry te sigue la corriente es únicamente
porque no puede evitar que le guste tener admiradores —dijo de
pronto con una risa orgullosa, como si le hiciera gracia que su hijo
jugara con los sentimientos de otra persona. La música terminó y la
mujer le soltó—. No quiero que te vuelvas a acercar a él. ¿Me has
entendido?
Jake pensó en decir muchas cosas. Su boca se estaba llenando de
palabras que estaba seguro de que harían mucho daño a esa mujer.
Pero no pudo. No solo por Henry, sino también por ella. En cierto
modo le daba pena su forma de pensar. ¿Qué sería de ella si supiera
que su amado hijo era lo que tanto aborrecía? Además, por mucho
que la odiase, era la mujer que le había dado la vida a Henry. A
pesar de todo, tenía mucho que agradecerle. Jake,
sorprendentemente para Elsa, ladeó una pequeña sonrisa.
—Si es lo que quiere…, claro —dijo para más asombro de la
mujer—. Pero entiéndame, su hijo es increíble.
La mujer, a pesar de estar aún sorprendida de aquella extraña
reacción, alzó el mentón orgullosa, como si aquellas palabras fueran
obvias, y se marchó sin volver a dirigirle la mirada. Jake, con una
extraña tristeza en el pecho, fue hasta la mesa donde David acababa
de sentarse después de bailar con Allie.
—¿Pasa algo? —preguntó éste inmediatamente tras ver su cara.
Jake, que no se había dado cuenta de su entristecida expresión, se
apresuró a sonreír.
702
Desirée Arjona Peña ♥

—No, nada, es que odio bailar —se limitó a decir.


Allie, sentada al lado de David, bufó.
—Normal, lo haces como el culo.
Para su asombro, a Jake, después de haber oído las duras palabras de
la madre de Henry, las de Allie no le hacían ni cosquillas.
—No lo puedo negar —se limitó a contestar, haciendo que Allie
alzara ambas cejas.
Jake se sentó al otro lado de David y comenzaron a burlarse de
Shorty, que como deber del novio, debía bailar con casi todas las
mujeres de la sala. Kire bailaba con su abuela, y lo más raro de todo
era que parecía estar disfrutándolo. Henry acabó de bailar con su
hermana y le dio un leve beso. Después invitó a bailar a Allie, que
había aparecido de repente tras él soltar a Claire. Después con
alguna dama de honor y alguna invitada más, no podía evitarlo, le
encantaba lucirse, todo lo contrario que a Shorty, que lo único que
quería era sentarse con sus amigos. Henry fue hacia una nueva copa
de champán, cuando su madre se unió a él.
—El próximo baile será conmigo —le dijo ésta.
Henry rio tras beber un trago de su copa.
—¿Aun tienes pies después de haber bailado con Rivers? —inquirió
Henry con burla.
Su madre se puso seria entonces.
—Ya he puesto a ese chico en su sitio —dijo, sin una pizca de
humor en su rostro.
El rubio miró a su madre sin comprender.
—¿Qué quieres decir? —quiso saber.
—¿Crees que no entendí que la última frasecita de su discurso iba
por ti? —preguntó de pronto, y tal y como le había pasado a Jake, a
Henry casi se le para el corazón—. Pero tranquilo, ya dejará de
mandarte mensajes así. ¿Qué pretendía realmente? Oh, es
703
Only Three Wishes ♥

verdaderamente asqueroso como intentan llevarse a gente decente a


su indecencia.
Henry miró horrorizado a su madre. Inevitablemente, sus ojos fueron
hacia Jake, sentado y riendo con sus amigos como si nada, o
haciendo como si nada más bien, por él. Un dolor le atravesó el
pecho.
—Oh, Emily —saludó de pronto su madre a una chica de pelo
castaño y ojos azules que Henry recordaba por haber sido una de las
pretendientas que su madre le había intentado vender—. Henry, ¿te
acuerdas de Emily? La hija de mis vecinos. Ya acabó sus estudios en
Oxford, ¿verdad?
Pero Henry ni siquiera escuchó la contestación de la chica, ya que
vio que Jake le había devuelto la mirada. Vio cómo un vestigio de
pena cruzaba sus ojos, y Henry pudo adivinar la tortura que le
suponía ver a su madre presentándole a una mujer con el fin de
ocupar su puesto. Jake desvió la mirada inmediatamente, pero Henry
estaba seguro que eso no le había aliviado. Tras librarse de su madre
y Emily, fue a sentarse junto a Shorty, Claire y Chris, que
conversaban felicitando a Shorty. Cuando Henry se sentó, el novio
compuso una mueca, pero no dijo nada. Claire y Chris miraron a
Henry con curiosidad.
—¿Qué te pasa? —preguntó Claire.
—Nada que entendáis —contestó bruscamente. Ninguno de los tres
dijo nada. Iban a volver a su conversación cuando Henry resopló—.
Quiero estar con Jake.
—¿No habíais vuelto ya? —inquirió Chris, que lo cierto era que se
sintió bastante ofendido al no enterarse enseguida de ello.
—Quiero estar con él ahora —replicó Henry con los brazos
cruzados—. Como tú y el enano —dijo señalando a Claire y a
Shorty.
704
Desirée Arjona Peña ♥

—¿Casados? —preguntó Shorty con un deje de burla en la voz.


—No, idiota —soltó malhumorado, y se giró para mirar a Jake—.
Solo… quiero tocarle, besarle, y hablarle delante de la gente sin
tener miedo a lo que digan los demás.
Los tres se quedaron un segundo en silencio al oírle. Shorty y Claire
se lanzaron de pronto una mirada cómplice, y Chris sonrió.
—Si quieres puedes cerrar los ojos e imaginar que soy yo —
propuso.
Henry frunció el ceño.
—Cállate.
Chris y los novios rieron. Shorty, de pronto, colocó sus brazos como
si tuviera una guitarra invisible en el regazo. Con su voz, simuló
unas cuantas notas.
—¿Cómo podremos mantener siempre este secreto? ¿Cómo es
posible ocultarlo en la oscuridad? —cantó de pronto. Claire y Chris
rieron, y Henry le miró como si estuviera loco—. ¿Por qué
mantenemos este amor? No sabíamos qué era lo correcto al
principio… —continuó mientras seguía moviendo sus dedos sobre
las cuerdas invisibles—… si compartir este secreto…, o estar para
separados para siempre.
Cuando calló al fin, Chris y Claire miraron a Henry para ver si había
captado el consejo que le estaba dando Shorty, a su manera,
cantando Secret, del grupo Heart. Sin embargo, Henry aumentó más
su expresión de desagrado y dijo:
—¿Quién coño te ha pedido un concierto?
Shorty, Chris y Claire voltearon sus ojos. Justo en ese momento otra
canción terminó.
—Gracias. Y ahora, tocaremos una para los enamorados. Todos los
que sientan algo por alguna persona especial de la sala, que salgan a

705
Only Three Wishes ♥

bailar —dijo el cantante de la banda y enseguida comenzaron a


tocar.
Shorty no dudó ni un segundo en ponerse en pie, y tenderle su mano
a Claire para llevarla a la pista. Su madre también salió a bailar con
Roger. Los padres de Shorty se unieron a ellos. Allie también agarró
la mano a David, y le arrastró con los demás. Las parejas se
rodeaban con los brazos mutuamente en el centro de la pista. Henry,
aun con los brazos cruzados, les miró con el ceño fruncido de lo
irritante que le parecía todo aquello. A su lado, Chris, no parecía
sentir lo mismo que él. Aunque claro, él no tenía a la persona que
amaba en la sala y no podía ir con ella. Los ojos de Henry fueron
hasta Jake, pero el moreno tampoco parecía sentir la misma
frustración que él. Miraba con una sonrisa a sus amigos, apoyado en
la mesa, con una mano metida en un bolsillo. A veces se dirigía a
Kire para decirle algo y volvía a mirar a la pista. Posiblemente
porque se sentía observado, giró la vista hacia él, pero tan solo un
segundo, enseguida la apartó con un gesto inexpresivo. El ceño de
Henry se relajó, con los ojos caídos y apenados. Según decían, las
mejores decisiones se toman sin pensarlas, y eso hizo Henry. De
repente, se puso en pie. Chris, que había tenido la vista clavada en
los invitados que bailaban, miró al rubio con curiosidad. Cuando le
vio caminar, abrió aún más sus ojos, pues no se dirigía a otra
persona, que a Jake. El moreno, que estaba totalmente sumergido en
sus pensamientos, no se dio cuenta de que Henry se acercaba a él
hasta que casi le tuvo en frente. Cuando llegó a su altura, Jake
enarcó una ceja pensando en qué pretendía Henry. El rubio, bajó el
rostro, como avergonzado. Alargó una mano, y Jake vio que
temblaba. Cogió el mensaje al instante, y por un momento pensó en
decirle que volviera a sentarse, pero Henry mostraba pocas veces
atisbos de valentía como para negarle uno de los pocos que había
706
Desirée Arjona Peña ♥

tenido. Jake le cogió la mano, y notó aún más el miedo de Henry.


Kire vio a la pareja dirigirse al centro. Miró a su alrededor para ver
si alguien más estaba viendo lo mismo que él, que estaba totalmente
alucinado. Henry no esperó más, se agarró fuertemente a la cintura
de Jake, escondió el rostro en su hombro, y apretó sus párpados con
fuerza. Tal y como le había aconsejado Chris, cerró los ojos, y así no
tendría que ver a los demás, que eran lo único que le nublaban lo que
sentía por Jake. En realidad, sentía que incluso podría llorar en ese
momento, por muchas razones. Apretó a Jake contra él como nunca
lo había hecho. Jake también le envolvió en sus brazos, pero en un
movimiento más delicado, y sonrió de lado. Como era de esperar, la
gente de su alrededor, en cuanto reparó en ellos, les miraron
totalmente pasmados, excepto, claro estaba, los que les conocían.
Claire y Shorty sonrieron a Jake y continuaron bailando como si
nada. David, hizo lo mismo que ellos, y Allie miró con ternura a
Henry, aunque éste no la podía ver. Jake no tardó en ver al padre de
Henry, que estaba entre serio y apunto de desmayarse, y ya no les
miraba a ellos. Jake siguió su mirada, y dio con la de Elsa, que
totalmente conmocionada, había dejado de bailar con su marido y
miraba a la pareja. Jake sintió las inmensas ganas de lanzarle una
sonrisa vencedora, pero se contuvo. Los murmullos a su lado se
hicieron presentes, pero quedaban ahogados para alivio de Henry por
la música.
—¿Nos están mirando todos? —preguntó de pronto el rubio.
Jake podía haberle mentido, y decirle que nadie se había dado cuenta
ni de que estaban allí, pero no era lo que Henry debía oír.
—Sí —contestó sin perder la sonrisa.
Henry emitió un gemido de horror. Jake le apretó un poco más
contra él y se acercó a su oído.

707
Only Three Wishes ♥

—El paso más difícil ya lo has dado —le animó—. Ahora abre los
ojos, y que empiece a darte igual lo que piensen o digan.
Sin estar muy seguro de ello, y sin en verdad sentirse preparado,
Henry abrió los ojos y levantó su cara del hombro del moreno. Lo
primero que vio, fueron los ojos de Jake, y eso, sin quererlo, le dio
más fuerzas que cualquier otra cosa. No eran los más bonitos del
mundo, pero eran los únicos que de verdad quería ver. Jake era sus
males, era el único que le podía hacer daño, era el único que podía
usar sus palabras como dagas. Jake era el único sin el que no podía
vivir. Éste pareció leerle el pensamiento, y sonrió aún más. Henry
pensó que aquella sonrisa brillaba más que mil estrellas, y por eso, le
besó. Fue un beso corto, pero eso no impidió que los ojos de Jake se
abrieran con sorpresa, aunque se cerraron enseguida. Henry se
separó con lentitud, y solo pudo sonreír tímidamente. Sabía que en
ese momento habría estado bien decir algo, pero con Jake sobraban
las palabras, y más cuando había una canción de por medio. Henry
iba a recostarse en su hombro de nuevo, cuando sintió que una mano
le aferraba con fuerza del brazo. No le dio tiempo a nada, de pronto
se encontró caminando hacia el exterior, lejos de todos. Su madre le
obligó a girarse hacia ella cuando se encontraron solos.
—¡¿Qué estás haciendo?! —gritó Elsa, y Henry podía jurar que
jamás la había visto tan furiosa con él.
Roger apareció de repente y parecía consternado. Henry se quedó
bloqueado sin saber muy bien cómo comenzar aquella conversación,
su confesión.
—Mamá… —consiguió decir antes de que su madre le volviera a
gritar.
—¡¿Es que te has vuelto loco?! ¡¿Cómo has podido dejarte besar por
ese… en medio de todos nuestros invitados?! —exclamó totalmente
fuera de sí.
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Desirée Arjona Peña ♥

Henry tampoco logró pronunciar palabra en ese momento. Jake


apareció con cara de pocos amigos y se acercó hasta ellos. Su madre,
al verle, agravó su expresión colérica.
—Tú, asqueroso hijo de… —comenzó a decir con una voz llena de
odio.
—¡Mamá, basta! —gritó de pronto Henry, haciendo que su madre se
girara repentinamente hacia él.
Le tembló el labio por un segundo, pero enseguida se recompuso y
volvió a la carga.
—Pensaba que eras un chico inteligente, Henry, pero veo que te
dejas convencer con facilidad —dijo con una mirada llena de
reproche.
—Nadie me ha convencido de nada —se apresuró a decir Henry.
—¡¿Entonces te ha drogado?! —exclamó Elsa escandalizada.
Henry fue a abrir la boca, pero aquella pregunta le dejó totalmente
incrédulo. En cambio, Jake, entornando sus ojos, sí habló.
—Sí, señora… A eso me dedico, a drogar a gente y a pervertirla —
soltó.
Elsa abrió la boca totalmente indignada. Roger se adelantó un paso y
señaló a Jake con el dedo.
—No te atrevas a burlarte, mocoso.
—¡Mamá, deja de decir tonterías! —exclamó Henry
recomponiéndose—. ¡Lo que he hecho lo he hecho porque he
querido! —gritó antes de quedarse en silencio y tomar aire para
prepararse lo que llevaba mucho tiempo guardando para sí ante su
madre—. Estoy enamorado de Jake. Soy gay.
Lo había soltado al fin, ya no había marcha atrás. Su madre
endureció los ojos, pero aun así, Henry no esperó aquella bofetada
suya. Fue tan fuerte que su cara giró hacia un lado. Jake abrió sus
párpados al máximo, sin creer lo que veía.
709
Only Three Wishes ♥

—No vuelvas a decir eso nunca más —dijo de pronto Elsa con voz
autoritaria y aparentemente tranquila. Henry la miró casi en shock—
. No vas a volver a ver a este chico —dijo señalando a Jake. Y al ver
la expresión incrédula de Henry, con una mano en su rostro, Elsa
ablandó su tono—. Si necesitas ayuda nosotros te la daremos. Debe
ser una crisis. Acabas de romper con tu novia…
—Llevo siete años enamorado de Jake, puede que hasta más —habló
Henry con frialdad y el ceño fruncido—. No es ninguna crisis
pasajera.
Aquellas palabras fueron como la bofetada que ésta le había dado.
Dio un respingo hacia atrás y sus ojos se llenaron de lágrimas como
si acabara de haber recibido un duro golpe.
—¿En qué demonios estás pensando? —inquirió Roger antes de
gritar—. ¡¿Es que quieres matar a tu madre de un disgusto?!
—¡Yo no quiero hacer daño a nadie! —se apresuró a decir Henry. Él
jamás querría hacer daño a su madre—. ¡Solo quiero ser feliz! —
gritó con impotencia.
—¡¿Eso te hace feliz?! —quiso saber su madre—. ¡¿Hacer a saber
qué obscenidades con otro hombre te hace feliz?!
—¡¿Obscenidades?! ¡Hago lo mismo que tú con la persona que
amas! ¡Y sí, me hace feliz!
Aquello fue lo que más asqueó a Elsa. Había intentado buscar una
razón por la cual su hijo hubiera hecho tal atrocidad, pero él solo le
daba pruebas de que la realidad era aún más terrible. No podía
creerlo, simplemente no podía creerlo.
—Tú no eres mi hijo… —dijo entonces, para más dolor de Henry—.
El Henry que yo conozco jamás haría algo así.
—Tal vez no conocía como creía a su hijo —comentó Jake, que
seguía al lado de Henry, serio e increíblemente calmado.
Elsa le miró con horror.
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Desirée Arjona Peña ♥

—¡Ni se te ocurra dirigirme la palabra! —le gritó con rabia y


repugnancia—. ¡No mereces ni mirarme a la cara!
—¡No! —gritó Henry de pronto—. ¡La que no merece mirarle eres
tú!
Y eso fue como otra bofetada más para Elsa. Abrió los ojos al
máximo y parpadeó dos veces antes de hablar.
—¡¿Prefieres a este vicioso empedernido que a tu propia madre?! —
inquirió incrédula.
—Elsa, por dios —escucharon Jake y Henry a sus espaldas. El señor
Woods llegó hasta ellos—. Te está escuchando todo el mundo.
Jake bajó sus hombros desanimado, que estuviera allí el padre de
Henry solo podía ser negativo para su relación con el rubio.
—¿Cómo no voy a gritar, Alan? —inquirió Elsa cuando el señor
Woods se puso entre ambos—. ¿Cómo no voy a gritar si tu hijo se
ha convertido en uno de esos asquerosos…?
—No hables así de Henry —ordenó de pronto el señor Woods con
expresión dura.
Elsa miró a su ex marido durante un largo segundo, hasta que su
expresión se tornó llena de odio.
—¿Tú lo sabías? ¡¿Sabías lo que este chico le había hecho a nuestro
hijo?! —gritó.
El señor Woods frunció los labios y miró severamente a su ex mujer.
—Nadie le ha hecho nada a nadie, Elsa —zanjó el hombre—.
Nuestro hijo es así.
Jake pudo ver cómo los ojos de aquella mujer escrutaban al padre de
Henry, como si estuviera haciéndole una radiografía y estuviera
viendo que en su interior solo había porquería.
—Ya veo por qué ha ocurrido todo esto… —dijo de pronto—. ¡Esto
ha pasado porque dejé que los niños se quedaran contigo! ¡Claire

711
Only Three Wishes ♥

casada con un andrajoso músico fracasado, y Henry con desordenes


sexuales!
Jake apretaba con fuerza sus puños, sintiendo que la paciencia se le
estaba agotando. Aquella mujer parecía no tener límite.
—¡Papá no tiene la culpa de nada! —gritó Henry sin poder creer que
su madre estuviera culpando a su padre de todo aquello.
—Déjalo, Henry —le dijo el señor Woods, prefiriendo que se
mantuviera al margen.
—Tenía que habérmelos llevado —dijo de pronto Elsa, más para sí
misma—. Roger y yo les hubiéramos dado la educación que
necesitaban.
Roger, al lado de su mujer, asintió en señal de acuerdo.
—¿Qué está pasando aquí? —volvieron a escuchar a sus espaldas.
Jake se giró, encontrándose a su madre con ambas manos en la
cintura. Y a lo lejos, pudo ver a sus amigos junto a Claire,
escuchando, pero sin querer meterse. Jake llevó sus ojos al cielo.
—Mamá, vuelve dentro —le pidió, pero ésta le ignoró totalmente y
llegó hasta ellos con el ceño fruncido.
Elsa bufó de pronto.
—¡Y cómo no! ¡¿Cómo iba a salir el otro bien con esa madre?! —
inquirió dirigiéndose a Roger y a su ex marido.
Megan alzó ambas cejas. El señor Woods y Henry miraron a Elsa
con horror. Jake se volvió y la fulminó con la mirada.
—Puede insultarme a mí todo lo que quiera, pero a mi madre no —le
advirtió, sintiendo que la paciencia estaba llegando a su fin.
Los ojos de Elsa se entrecerraron.
—Creo que tengo todo el derecho a llamar a tu madre lo que yo
quiera, ya que tú has convertido a mi hijo en un monstruo.
Sin que nadie tuviera tiempo a reaccionar, Megan se encaró a Elsa, y
le cruzó la cara de un guantazo. Todos se quedaron con la boca
712
Desirée Arjona Peña ♥

abierta, incluso Elsa, que miraba a la mujer con la boca desencajada


y una mano en la mejilla.
—Jamás vuelva a insultar al novio de mi hijo —dijo la madre
severa, como nunca había sonado—. Y ahora le voy a dar un
consejo; una buena madre no se comportaría como lo está haciendo
usted ahora. Su hijo ha pasado siete años ocultándole la mayor
felicidad de su vida. ¿Eso es lo que quiere? ¿Quedar fuera de su vida
por tener la mente tan cerrada?
Elsa se apartó la mano de la cara, y miró con inmenso odio a la
señora Rivers.
—No acepto consejos de una mujerzuela como usted —soltó Elsa
con la voz rasposa.
Megan se quedó un segundo mirando a aquella mujer, antes de
encogerse de hombros y suspirar.
—Nadie puede decir que no lo intenté por las buenas —se giró, y
miró a su hijo—. Jake, sujétame el bolso.
Su madre casi se lo lanza a las manos, y sin más, se tiró contra Elsa.
—¡No! —exclamaron Henry, Roger y el señor Woods.
—¡Mamá! —gritó Jake con horror, al ver cómo su madre tiraba del
pelo a la ex señora Woods, y ésta hacía lo propio con la suya.
Claire, que había estado observando todo junto al resto de Waste,
dio un gritó de horror y corrió para ayudar a los hombres a
separarlas. Shorty, David y Kire observaron anonadados la escena.
Kire, con cinco canapés en las manos, habló sin dejar de comer.
—Empiezo a creer que la enemistad de los Rivers y los Woods es
ancestral.

713
Only Three Wishes ♥

Megan estaba sentada quitándose las horquillas que habían quedado


dispersas por su pelo, en el cual antes había un bello recogido. La
hermana de David la ayudaba con aquellos difíciles enredos. Los
Waste, a su alrededor, sonreían, y Jake negaba con la cabeza
repetidas veces mirando a su madre con el ceño fruncido. Su madre,
resopló cansada de que le mirara así.
—¡Ya viste todo lo que dijo aquella odiosa mujer! Demasiado he
aguantado para lo que escuché… ¡Ah! —gritó al sentir un fuerte
tirón de Tiffany.
—Te dije que no vinieras —gruñó Jake sin quitar aquel ceño
fruncido.
—No le haga caso, señora Rivers —soltó David—. Ha estado usted
genial —dijo recordando la bofetada que le había dado a la
remilgada de Elsa.
—Sí, además, se lo tenía bien merecido —concluyó Shorty.
Megan ladeó una pequeña sonrisa.
—Siento haberte chafado la boda.
—No diga tonterías, ella ha sido la única que la ha chafado. Además,
ya estaba cansado de tanto baile —dijo Shorty con sinceridad.
Jake puso sus ojos en blanco. Lo que le faltaba, que encima la
animasen. Así no había quien reprendiera a alguien. Movió sus ojos
hasta Henry, que estaba sentado, mirando cabizbajo al suelo, junto a
Claire y Chris.
—Si te sirve de consuelo, lo mío fue peor. Prácticamente me
echaron del pueblo —intentó animarle Chris.
Claire fulminó al chico con la mirada, y éste se encogió de hombros.
—Henry, sabes que mamá no dijo todas esas cosas en serio, y si es
así, peor para ella —soltó Claire con la barbilla alta.

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Desirée Arjona Peña ♥

Claire siempre había sido más dura en ese sentido que él, ella nunca
necesitó la aprobación de sus padres para hacer lo que le gustaba. A
Henry le hubiera gustado ser de la misma manera entonces, pero le
resultaba difícil. Jake llegó hasta ellos, y se acuclilló frente a Henry.
—¿Qué quieres que haga? —le preguntó.
Henry le miró con seriedad.
—Abrázame —se limitó a decir.
Jake no tardó ni un segundo en acatar su orden. Chris quiso emitir un
“Ooh”, pero pensándolo mejor, tal vez no era lo más adecuado en
ese momento. Claire sabía que cuando Henry estaba verdaderamente
triste, no hablaba, y lo único que quería era abrazar a Jake, por lo
que no dijo nada, y se quedó al lado de su hermano callada. El señor
Woods llegó de pronto hasta ellos. Jake se apartó lentamente de
Henry, muy a su pesar. El hombre suspiró.
—Vuestra madre se marcha mañana temprano a Reino Unido con
Roger, y esta noche dormirán en un hotel —les explicó.
Henry y Claire no se sorprendieron por la noticia, asintieron en
silencio.
—Henry, deberías intentar hablar con ella antes de que se marche —
dijo su padre.
El rubio compuso una mueca.
—¿Servirá de algo? —preguntó.
—Ya no puede ir a peor —intervino su hermana, aunque se
arrepintió de haberlo dicho. Sin embargo, Henry pensó que tenía
razón.

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Only Three Wishes ♥

Salió de allí encontrando enseguida el coche de su padre, en el que


vio sentada a su madre en el asiento del copiloto. No había ni rastro
de Damian y Roger. Henry se acercó. Su madre tenía la ventanilla
bajada, y de ella salía humo. Henry frunció el ceño.
—¿Desde cuándo fumas? —inquirió el chico. Jamás hubiera
imaginado a su madre fumando.
Elsa alzó el rostro, pero no se sobresaltó. Volvió a mirar al frente y
tomó una calada del cigarro.
—Todos tenemos nuestros vicios secretos, ¿no? —contestó ésta con
la voz llena de reproche. Henry frunció el ceño.
—Lo mío no es un vicio —replicó Henry—. ¿Piensas marcharte sin
más?
Su madre se volvió y le miró irritada.
—Es lo mejor que puedo hacer.
—No. Lo mejor que puedes hacer es quedarte y decirme que a pesar
de no entenderlo, me apoyas —logró decir Henry con el valor que
antes no había tenido.
Ella tiró el cigarrillo y abrió la puerta del coche, saliendo de él y
dando un portazo.
—Siento no ser una madre “moderna” como esa tal señora Rivers —
soltó entonces—. Pero no puedo evitar enfadarme si veo que mi hijo
está cometiendo un error delante de mis narices.
Henry cerró los ojos un segundo para serenarse. Cuando los volvió a
abrir suspiró.
—Te quiero, mamá, muchísimo. Pero me estás haciendo daño —dijo
Henry con convicción—. Jake es mi vida ahora, y si no puedes
aceptarle a él, no creo que puedas formar parte de ella.
Dos lágrimas cayeron por el rostro de su madre.
—¡¿Es que no puedes molestarte en entenderme un poco?! ¡Ahora
mismo tengo la cabeza hecha un desastre! ¡No sé qué pensar! ¡Son
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Desirée Arjona Peña ♥

mis principios, mis convicciones! ¡Y tú eres mi hijo! ¡No puedo


evitar pensar cómo ha ocurrido esto! ¿¡Qué he hecho mal!? ¿¡Qué
podría haber hecho para que las cosas fueran diferentes!?
—¡Esto no depende de ti! ¡Yo soy así! ¡No puedo remediarlo! —
exclamó—. Nadie puede.
—¿Es que no te das cuenta de todo lo que esto perjudicará tu vida?
—preguntó su madre muy apenada.
En ese momento Henry sintió ternura por su madre. Ella, por muy
estrictos que fueran sus métodos, solo quería lo mejor para él.
Suspiró.
—Claro que lo sé —dijo, sabiéndolo ya perfectamente.
—Tu trabajo, ¿qué pensará la gente?
—Eso no me importa.
—¿Y tu salud? —preguntó entonces.
Henry se llevó una mano a la frente.
—Mamá, de verdad, no sé en qué siglo vives.
—Y ya no podrás formar una familia… —continuó ignorando las
palabras de su hijo.
—Claro que podré —repuso Henry—. Podría hacerlo si quisiera,
con Jake.
Su madre le miró largo rato en silencio, hasta que finalmente dejó
caer sus hombros derrotada y cansada.
—Hijo, en este momento no creo que pueda darte lo que quieres, ni
tú darme lo que quiero. Necesito tiempo para pensar en todo esto,
hacerme a la idea, o quizá que tú entres en razón… No sé. No quiere
decir eso que no te quiera. Te quiero muchísimo. Pero no puedes
pedir que de la noche a la mañana pueda asumir y aceptar esto. Igual
que yo no puedo pedirte muchas de las cosas que me gustaría pedirte
en este momento —dijo con pesar.

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Only Three Wishes ♥

Para cualquier persona, aquello hubiese sido una mala noticia, pero
para él, era un gran paso adelante. Sabía cómo era su madre, y
aunque ella siguiera pensando que Henry estaba cometiendo un
error, sabía que se estaba esforzando.
—Lo entiendo —dijo finalmente Henry.
Escucharon pasos a su izquierda, ambos miraron y encontraron a
Damian, totalmente concentrado en su Nintendo, y a Roger,
claramente malhumorado.
—¿Nos vamos? —preguntó a su mujer.
Ésta asintió lentamente. Miró a Henry y le pasó una mano por la
mejilla. Elsa era una madre que le concedería casi cualquier cosa a
su hijo, y ésta vez no sabía si sería capaz de dárselo. Solo el tiempo
lo diría.
—Cuídate, cariño —dijo entonces.
Henry sonrió levemente.
—Tú también, mamá.

El cambio en Henry era más que evidente. Cuando los familiares se


despidieron de Claire y Shorty, los jóvenes tenían planeado pasar
toda la noche de fiesta, y aquello había quedado fuera de las manos
de Elsa. Jake observó a Henry mientras conducía hacia el centro,
estaba sonriendo y ser burlaba de David, sentando en el asiento
trasero junto a Allie y Dana, una de las damas de honor. El peli azul,
tenía toda la camisa manchada de salsa por culpa de Kire y su
estrepitosa forma de comer.

718
Desirée Arjona Peña ♥

—Allie, la próxima vez tráele a tu novio un babero —decía Henry


entre risas mientras conducía. Parecía mentira que acabara de
pelearse con su madre.
Jake no escuchó la contestación de David, y la réplica de Henry.
Tampoco escuchó a Allie decir que eran los dos unos críos. Estaba
demasiado absorto en sus pensamientos, porque, sin haberse dado
cuenta, todo estaba realmente bien. Debería sentirse preocupado por
cuál podía ser el siguiente suceso que les llevaría al desastre de
nuevo, pero por extraño que fuera, esa vez tenía la convicción de que
todo iría bien, y si no, se volvería a solucionar.
—¿Por qué sonríes? —escuchó a Henry a su lado. Había apoyado
una mano en su muslo, y sin dejar de mirar en ocasiones a la
carretera, le miró curioso.
La cabeza de David apareció por el hueco de sus dos asientos.
—Obviamente intenta no reírse de tu enorme cabeza de Piolín —
soltó.
Henry intentó alcanzarle con la mano, pero éste se apartó enseguida.
—Tú a mí no me llamas eso —le espetó con un tono de advertencia
que solo hizo que David se carcajeara.
Mentiría si dijera que no se lo pasó como nunca esa noche. A pesar
de que aquella música no era de la preferencia de Jake y de ninguno
de sus amigos, bailaron hasta casi el amanecer, aunque posiblemente
el alcohol tuviera un papel fundamental en todo eso. Salieron del
club con las primeras luces. Kire llevaba una botella de champán sin
abrir en la mano, que para sorpresa de muchos, la había pagado él
mismo. Claire y sus damas de honor hacía mucho que habían dejado
de tener el pelo impecable y los vestidos totalmente pulcros, pero
eso no impidió que siguieran riendo como locas cuando salieron.
Jake había perdido su corbata, Henry la llevaba aún, pero
desabrochada. Chris, David y Larry se la habían anudado a la
719
Only Three Wishes ♥

cabeza, algo que Jake ya había visto en alguna otra ocasión. No supo
cómo habían acabado en la playa. Shorty cogió a Claire en brazos y
la llevó hasta la orilla, y a ninguno de los dos le importó llenarse de
agua de mar los trajes de su boda. Kire se acercó también a la orilla,
momento que Jake y David aprovecharon para empujarle, haciendo
que cayera de boca sobre las olas. Nunca olvidarían el cómico
momento en el que la botella de champán era arrastrada hacia el
interior, mientras Kire intentaba cogerla repetidas veces cayendo una
y otra vez, y ésta se le escapaba de las manos. Chris intentó tirar a
Henry, pero lo único que consiguió fue caerse él mismo. Henry se
apartó instintivamente entre carcajadas. Jake, que había conseguido
tirar a Allie y a otra dama de honor, huyó del lugar antes de que
Allie encontrara un pedazo de concha afilado y se lo clavara en la
yugular. Sabía que era capaz.
—¿No te has mojado? —preguntó Jake viendo a Henry, que aunque
no impecable, estaba seco.
—Nadie ha conseguido tirarme —dijo Henry orgulloso.
—Yo podría —le aseguró Jake.
Henry no dijo nada, porque aunque el que hiciera deporte de los dos
fuera él, Jake misteriosamente, le igualaba en fuerza. Ambos se
quedaron observando a los demás sentados en la arena.
—¡Señora Finnigan, que pierde los zapatos! —gritó Jake a Claire
cuando vio que unos tacones blancos tirados en la arena casi eran
arrastrados por una ola.
Claire los miró con horror, pero fue Shorty el que se apresuró a
cogerlos. Henry en ese momento compuso una mueca de disgusto.
—No puedo creer que haya cambiado Woods por Finnigan —
comentó Henry con desagrado.
—El amor es así —se limitó a decir Jake.

720
Desirée Arjona Peña ♥

Henry se volvió para mirar al moreno, que observaba a sus amigos


con una sonrisa totalmente feliz. No pudo evitar contagiarse de ella.
Buscó con su mano la de Jake, entrelazó sus dedos con los suyos, y
la apretó con fuerza.
—Supongo que tienes razón —dijo Henry pensando en todas las
cosas que había cambiado de sí mismo por Jake.
Jake observó largo rato sus manos entrelazadas sobre la arena, hasta
que levantó el rostro.
—Aquel día, cuando nos encontramos en esta misma playa, algo me
dijo que te iba a volver a ver —dijo Jake recordando a la perfección
cómo visualizó su encuentro con Henry en aquel bar. Henry le miró
confuso, sin comprender qué quería decir con aquello—. Después de
dos años... —dijo de pronto sin poder creer cuánto había sido el
tiempo que habían estado separados—. Suena raro, pero aquel día, el
tiempo perdido me parecía lo menos importante… Sabía que sería
fácil recuperarlo. Ese día, al igual que años atrás, lo que me
importaba eras tú.
Henry supo qué quería decir entonces, él también lo sentía. Su mente
viajó con gran velocidad por todos los momentos que habían pasado,
buenos y malos, y pensó en lo mucho que valían, y lo poco que en
realidad significaban ya. En ese momento, solo pudo pensar en el
mañana, y lo maravilloso que sería, porque Jake estaría con él.
—Te prometo que no volveré a tener miedo de lo que siento por ti
—le dijo apoyando su frente contra la de Jake—. Solo pensaré en ti
y en mí, nuestra vida de ahora en adelante, y los miles de recuerdos
que nos quedan por construir.
Jake sonrió, y sin dejar de hacerlo, cubrió con sus labios los de
Henry. Y estaba seguro de que aquel solo sería un número
desconocido de los infinitos besos que compartirían.

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Only Three Wishes ♥

Epílogo
El balón se puso en juego. El quarterback cogió la pelota y dio un
par de pasos hacia atrás. Visualizó el campo. Habían estudiado
aquellas posiciones. Wyler debía estar en el borde derecho solo,
mientras que Sellman estaba al otro lado fingiendo ser el que iba a
interceptar el pase. Debía fingir lanzar a Sellman y cambiar en el
último momento la trayectoria hacia Morgan. Estaba tan
concentrado en generar ese disimulo que no se dio cuenta de que sus
defensas habían sido derribados. Alguien se había lanzado contra él
con fuerza y lo había tirado al suelo. El balón ya no estaba en sus
manos. Ni siquiera había conseguido levantarse cuando escuchó
vitorear al otro equipo. Cuando por fin se puso en pie vio a Meyers,
Callaghan, y los demás abrazarse. Se pasó la mano por el cabello
rubio en un gesto de irritación. El entrenador le iba a matar.
—¡Tyler! —le escuchó gritar desde fuera del campo—. ¿En qué
narices andas pensando?
Tyler se giró para mirar a su entrenador, Henry Woods. A veces le
daba la sensación de que daba igual si lo hacía bien o mal, nunca era
suficiente. Resopló y se volvió a girar sin contestarle, posiblemente
eso le cabrearía más, pero le daba lo mismo.
—¡Vamos a repetir la jugada! ¡Volved a vuestras posiciones! —gritó
Henry a los niños.
Tyler volvió a coger el balón cuando el entrenador dio la señal.
Aquella vez no dudó, agarró el balón con fuerza y se lo lanzó a
Morgan. Morgan y sus manazas cogieron el balón sin problemas.
—¡Morgan, no te quedes parado! —gritó Henry.
Éste echó a correr, y cuando tuvo a dos encima, cedió el balón a
Green en un pase lateral. Llegó con velocidad hacia la zona de
marcaje. Tyler pegó un salto cuando lograron el touchdown. Miró
inmediatamente a su entrenador, que les miraba serio y se limitó a
asentir antes de tocar su silbato.
—¡Muy bien, venid aquí! —les gritó.

722
Desirée Arjona Peña ♥

El equipo se acercó a su entrenador y le miraron atentos.


—No habéis estado mal, pero debéis ejecutar con mejor precisión las
jugadas —les reprendió a todos antes de mirar a Tyler—. Sobre todo
tú Tyler, que eres el capitán. No puedes quedarte pasmado en medio
de la jugada.
Tyler iba a replicar algo, sin embargo, el entrenador habló antes.
—Eso es todo por hoy. Recoged vuestras cosas, nos vemos el lunes
—dijo con seriedad.
Todos se apresuraron a cumplir su orden, menos Tyler, que se quedó
allí parado ante su entrenador. Henry hizo desaparecer su rostro
serio entonces, dedicando una sonrisa al niño.
—Has estado bien en la última jugada, sigue así y te convertirás en
un gran quarterback —dijo.
Tyler frunció el ceño y se acercó a su mochila para llevársela al
hombro.
—¿Por qué no has dicho eso delante de los demás? —inquirió
entonces, pero ya no estaba enfadado, al menos no demasiado.
—Porque cuando estás con el equipo soy tu entrenador, no tu tío —
le explicó Henry.
Sí, el entrenador era su tío. En otras circunstancias los demás chicos
de su colegio pensarían que tenía un trato especial al ser familiar del
entrenador, sin embargo, los niños no le envidiaban para nada.
Henry siempre era más duro con Tyler por esa misma razón. Aunque
no ocurría lo mismo con las chicas. Las hermanas de sus amigos, no
solo las de su edad, también las mayores de quince y dieciséis años,
acudían a los entrenamientos de sus hermanos pequeños para ver al
entrenador Woods. Incluso Tyler, que no contaba ni con diez años,
pudo darse cuenta de que las madres de sus amigos y compañeros de
equipo babeaban por su tío. Su madre le había dicho que su tío había
sido un gran jugador de fútbol hacía unos años, incluso podía haber
jugado en la NFL, pero una lesión no le permitió seguir con su
carrera. Tyler siempre tenía muchas preguntas sobre ese asunto, pero
notaba, ya con su corta edad, que a su tío le entristecía aquel tema.
Aunque eso sí, cada vez que estaba en su casa, su tío le enseñaba

723
Only Three Wishes ♥

vídeos, camisetas con su nombre y los trofeos de aquella buena


época mientras relataba historias con gran ilusión. El pequeño,
mientras escuchaba, miraba de soslayo la pierna de su tío, y no veía
en ella ningún rastro de la lesión. Siempre le pareció que a aquella
historia le faltaba algún detalle. Tyler se apresuró a seguir a su tío
que ya iba hacia el coche, huyendo de las pesadas madres de los
demás chicos. Abrió la puerta del copiloto y tiró sin ningún cuidado
su mochila al asiento trasero del coche.
—Si quieres este fin de semana te llevaré a ver a tu equipo al campo
—le dijo entonces su tío.
A Tyler se le iluminó la cara.
—¡Eso sería genial! —exclamó—. El abuelo me ha comprado la
camiseta nueva así que podré estrenarla.
Henry sonrió sin apartar la vista de la carretera y alargó su mano
para revolver el pelo de su sobrino.
—Por cierto, antes de ir a casa tenemos que ir a recoger mi traje de
Spiderman —le recordó el niño
Henry frunció el ceño.
—¿Para qué necesitas un traje de Spiderman? —quiso saber
Henry—. Halloween ya pasó.
Tyler abrió de pronto la guantera y comenzó a rebuscar en ella.
—El tío David va a llevarme a una convención de comics la semana
que viene —explicó sin dejar de rebuscar.
Henry ladeó los ojos, el rarito iba a convertir a su sobrino en un
nerd, y además sin gusto alguno.
—Primero, ya te he dicho miles de veces que el rarito no es tu tío —
le recordó Henry sin poder soportar que David tuviera el mismo
título para Tyler que él.
El chico, con un montón de CDs en la mano, no dijo nada al
respecto.
—Y segundo, ¿por qué vas de Spiderman? —inquirió—. Batman es
mucho mejor. Si quiere yo te compro el mejor traje de Batman que
hayas visto jamás.

724
Desirée Arjona Peña ♥

—Spiderman es mi superhéroe favorito. Además, Batman ni siquiera


es un superhéroe de verdad, lo único que tiene es dinero —soltó
Tyler sin dejar de ojear los CDs.
Los ojos de Henry se entrecerraron, pensando que aquellas palabras
solo se las habría podido escuchar al rarito.
—Cuando seas mayor te darás cuenta de que ese es el mejor súper
poder —opinó Henry.
—Puede, pero como soy un niño, sigo pensando que son las
telarañas —dijo antes de escoger un CDs.
Estuvo a punto de ponerlo, cuando su tío le agarró de la muñeca.
—No —se limitó a decir Henry.
—¿Por qué no? —quiso saber—. Es el nuevo CD de papá y los tíos.
Quiero escucharlo.
—Ya lo escuchas todos los días en tu casa —replicó Henry—.
Además, estoy salvándote la vida con esto. Si escuchas la música de
tu padre se te derretirá el cerebro cuando seas mayor.
Tyler se quedó pensativo unos segundos.
—Muy bien, entonces pondré Van Halen. O mejor, Green Day —
meditó Tyler.
—¡No! —exclamó antes de suspirar—. Si vas a poner ruido al
menos que se pueda tapar con la voz de tu tío Jake —cedió Henry.
Tyler, con una sonrisa triunfante, puso el CD.

El despacho de la señorita Van Pelt daba casi tanto miedo como ella.
No tenía una foto de sus hijos sobre la mesa como el resto del
mundo, no, ella tenía una de una mujer mucho más anciana que ella.
Seguramente fuera su madre, que sería la única que aún la
aguantaba. Tenía también un reloj de cuco sobre la pared, que
sonaba tanto como un metrónomo. La mujer tenía clavada su mirada
725
Only Three Wishes ♥

en sus ojos, como si quisiera arrancárselos. Era una bruja, podía


decirlo con toda seguridad. No le hubiera costado nada seguir
retándola con la mirada, pero comenzaba a aburrirse, así que la
desvió para mirar a la puerta. No sabía quién acudiría. Si era su
abuelo se iba a llevar una buena reprimenda, pero por suerte, le sería
imposible acudir por el trabajo. Si acudía su madre, escucharía su
versión y después la defendería ante aquella mujer, aunque cuando
estuvieran en el coche, la regañaría. Si era su padre, la señora Van
Pelt se lo comería con patatas. Sin embargo, sabía que a ellos dos les
sería imposible llegar, por lo que solo quedaban sus tíos. El tío
Henry estaba en el entrenamiento de Tyler, y con lo desagradable
que sería con su profesora, la señorita Van Pelt acabaría odiándola
aún más. Por lo que solo quedaba una opción, y para ser sincera, era
la mejor y la que esperaba que fuera. Y así fue, un segundo después,
la puerta del despacho se abrió dejando paso a su tío Jake.
—Siento la tardanza—dijo a la mujer y enseguida la miró a ella con
la mejor de las sonrisas—. Hola, Kim.
Jake se sentó en la silla contigua a la de su sobrina, y miró a la
profesora.
—¿Qué ha pasado? ¿Ha sacado matrícula o algo? —preguntó Jake
alargando la mano y cogiendo un puñado de caramelos de los que
había sobre un bol encima de la mesa. Kim compuso una mueca.
Jake tomó uno de los caramelos y los demás los dejó sobre el regazo
de Kim.
La profesora estudiaba con la mirada a aquel hombre.
—Señor Finnigan —comenzó a decir la mujer.
—Oh, no soy su padre, soy su tío. Jake Rivers —respondió Jake con
una sonrisa jovial.
—Yo quería hablar con los padres de la joven —dijo ella con tono
cortante.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Ya, pero sus padres están de viaje —se limitó a contestar Jake
llevándose el caramelo a la boca—. Así que he tenido que venir…
—su cara expresó una mueca de repente. Se acercó la mano a la
boca y escupió en ella el caramelo—. Saben rancios.
Kim ocultó como pudo una risa. La profesora Van Pelt frunció los
labios.
—Son sin azúcar —aclaró.
—Puaj, ¿qué clase de caramelo no tiene azúcar? —inquirió Jake
volviéndolo a envolver.
—Uno para diabéticos —contestó ésta bruscamente.
—Pues qué putada para usted. Están malísimos —comentó.
Kim apretó los labios para no reír, cuando la mujer miró con horror a
Jake. Tomó aire y prefirió callar para acabar con aquello cuanto
antes. Carraspeó.
—Señor Rivers, su sobrina ha pegado a otra alumna —dijo la
señorita Van Pelt con lentitud.
Jake miró de soslayo a Kim, que se encogió en su asiento. La mirada
del moreno volvió a la profesora.
—¿Y le ha preguntado la razón? —quiso saber Jake de pronto
poniéndose serio.
—No hace falta, el comportamiento de Kim no tiene ninguna
justificación —contestó la mujer con sequedad.
Kim frunció el ceño, al igual que Jake.
—Conozco a mi sobrina, y ella no va atizado a la gente así como así
—dijo antes de volverse hacia Kim—. ¿Por qué le pegaste?
Jake vio que Kim se pensó mucho su respuesta.
—Se estaban metiendo con mi forma de vestir —contestó.
Y no era realmente mentira. Melissa Harris y sus amigas siempre se
metían con su mecha azul, sus medias de colores, sus converses

727
Only Three Wishes ♥

dispares, sus botas de agua, y con la camiseta que le regaló su tío


Kire hacia un año.
La señorita Van Pelt sonrió triunfante.
—¿A usted le parece eso suficiente para golpear a otra niña? —
inquirió la mujer.
Jake seguía mirando a Kim, estudiándola con la mirada. Kim temía
que su tío le obligara a decir la verdad, sin embargo, dejó de
observarla de pronto.
—Bueno, tal vez si los padres de esa niña le enseñaran a no ser una
maleducada con la gente, mi sobrina no tendría que enseñárselo por
ellos —le espetó Jake. La mujer abrió los ojos de par en par, abrió la
boca para hablar, pero Jake se adelantó—. Aun así —Jake miró
entonces a Kim—, lo que has hecho no está bien, Kim. Me voy a
encargar yo mismo de decirles a tus padres lo que ha pasado, y no
solo eso, les voy a decir que te dejen sin brócoli un año —dijo con
expresión malhumorada—. Es su comida favorita —le dijo a la
profesora antes de volverse de nuevo hacia Kim—. Y ahora
vámonos, jovencita.
Una vez se libraron de la estricta mirada de aquella mujer en el
pasillo, Kim pudo reír a gusto.
—Tío, no creo que se haya creído que mi comida favorita es el
brócoli —opinó Kim saliendo junto a su tío del colegio.
—Come caramelos rancios, seguramente sea su comida preferida
también —dijo Jake haciendo reír a Kim—. Y ahora dime, ¿por qué
pegaste realmente a esa niña?
Kim dejó de reír y desvió la mirada de los ojos de su tío.
—¿Te has dado cuenta? —preguntó ésta, pero no porque realmente
se lo preguntara, sino para ganar tiempo.
—Claro que me he dado cuenta, Kim. Te conozco desde la primera
vez que viste la luz —le recordó Jake.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Simplemente porque es una abusona. Una vez la vi llenándole el


pelo de pegamento a Lisa Mason, otra poniéndole la zancadilla a
Kevin Collins, incluso le tiró la bandeja de comida a una chica sobre
su ropa porque llevaba la misma camiseta que ella. Ya era hora de
que alguien la diera su merecido —soltó Kim malhumorada.
—Te entiendo… Yo tampoco soportaba a los abusones —dijo Jake
con las manos en los vaqueros caminando al lado de la niña—. Pero,
¿qué ha sido lo que te hizo explotar hoy?
Kim volvió a desviar la mirada.
—No quiero decírtelo.
Jake abrió los ojos de par en par. Kim jamás le había ocultado algo.
La agarró del brazo y la obligó a que le mirara.
—Kim, sea lo que sea dímelo, no es justo que cargues con lo que esa
niña te hizo tú sola. Estoy seguro de que se lo merecía, y sé que si se
lo hubieses dicho a…
—¡No! —le cortó Kim—. Es que… —dijo, pero sin terminar la
frase. Suspiró—. Se metió contigo y con el tío Henry —Jake abrió
los ojos de par en par, pero no dijo nada—. Hice una redacción sobre
vosotros este trimestre, y desde entonces dice que mi familia es
anormal, y que seguramente los genes anormales también estuvieran
en mi sangre, y que en cualquier momento querría besarla a ella —le
contó Kim mirando al suelo.
Jake frunció el ceño con gravedad. ¿De verdad había niños que
podían decir cosas así? Bueno, si tenían unos capullos como padres
no le extrañaba.
—Qué niña más estúpida —soltó Jake sin poder evitarlo.
Kim levantó el rostro de repente.
—¿Verdad que sí? —inquirió—. Así que hoy cuando volvió a sacar
el tema, le golpeé en su fea cara de pija —soltó animada imitando el

729
Only Three Wishes ♥

momento y golpeando al aire—. Y adiós a la bonita nariz de Melissa


Harris, ¡ja!
Jake rio antes de agarrar a Kim de los hombros y colocarse ante ella.
—No le des importancia a lo que diga esa mocosa de ti, Kim. Tú
eres mil veces mejor que esa niña —le aseguró Jake.
—Me da igual lo que diga de mí —dijo de pronto Kim
malhumorada—. Se mete todos los días conmigo, otro insulto ya que
más me da. Pero no me gusta que os insulte ni a ti ni al tío Henry —
dijo tajante.
Jake sintió un extraño calor en el pecho. De pronto, sin pensarlo, le
dio un fuerte abrazo a Kim, que abrió sus ojos sorprendida. Kim
sintió que su tío la apretaba con fuerza, y cuando se apartó, vio un
brillo especial en sus ojos que hacía unos segundos no estaba.
—Lo que hiciste por nosotros… lo valoro mucho, créeme —dijo
Jake haciendo sonreír ampliamente a Kim—. Pero la próxima vez no
te busques problemas. Le dices que prefieres tener genes anormales
a unos vulgares y corrientes como los suyos, y ya está. Porque es
verdad, ¿a que sí?
—Por supuesto —dijo ella con convicción.
Jake sonrió a la niña antes de ponerse en pie y continuar caminando
con ella al lado.
—Aunque si vuelve a decir de nuevo algo como eso, otro puñetazo
no le vendría mal.

El señor Woods les abrió la puerta con el ceño fruncido.


—¿Qué ha ocurrido? —preguntó nada más abrir la puerta.
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Desirée Arjona Peña ♥

Jake le quitó la mochila a Kim de la espalda y suspiró.


—Nosotros también nos alegramos de verle —dijo Jake con voz
cansina.
Nike apareció de repente moviendo su rabito. Aunque se movía con
más parsimonia que en su juventud, seguía alegrándose igual, o más
que antes, cuando veía a los pequeños.
—Me ha dicho mi secretaria que han llamado del colegio porque
Kim se ha peleado con otra alumna —gruñó el señor Woods.
Kim compuso una mirada inocente hacia su abuelo sin dejar de
acariciar a Nike.
—La culpa fue de la otra mocosa, que provocó a Kim —la defendió
Jake.
—No puedes mimar así a la niña. Esa conducta no es aceptable —
atajó el señor Woods con severidad, antes de volverse hacia Kim—.
Kim, espero que esto no se vuelva a repetir —dijo el abuelo a la
niña, que asintió lentamente—. Y ahora ve a cambiarte, te he
comprado las botas que querías.
—¡¿En serio?! —preguntó Kim con los ojos iluminados.
—Sí, así que venga, sube arriba —la animó.
La niña se apresuró a cumplir su orden y Nike la siguió. El señor
Woods miró a la niña con un inmenso cariño antes de encontrarse
con la mirada acusadora de Jake Rivers.
—¿Y yo les mimo? —inquirió Jake.
—Yo soy su abuelo, puedo mimarles todo lo que quiera —gruñó el
señor Woods.
—Y yo su tío favorito, también puedo permitírmelo —repuso Jake
con una sonrisa socarrona.
El señor Woods compuso una mueca, y se dirigió hacia la cocina.
Jake le siguió, y en cuanto entró, fue directo a la nevera. Sacó de allí
una lata de Coca-Cola y del mueble una bolsa de patatas.
731
Only Three Wishes ♥

—Por cierto, señor W, ¿sobre qué hora vendrá la parejita? —


preguntó abriendo la bolsa de un movimiento.
—Cuando vengan a recoger a los niños —contestó el señor Woods
ojeando el periódico.
Jake asintió con la boca llena de patatas, cuando escucharon la
puerta. Jake se asomó encontrando a Tyler y a Henry, que llevaba
una bolsa con una percha, con lo que parecía ser algo de ropa.
—¡Tío Jake! —gritó Tyler al verle.
Jake le sonrió y chocó el puño con él antes de revolverle el pelo.
—¿Cómo fue el entrenamiento? —preguntó entonces—. ¿El
entrenador sigue siendo el borde de siempre?
—¡Eh! —se quejó Henry.
—Sí, pero el entrenamiento ha estado bien —dijo Tyler cogiendo su
traje de las manos de Henry—. ¿Vais a quedaros a cenar? —
preguntó Tyler a sus tíos entusiasmado.
—Claro que sí. Vamos a darles una sorpresa a vuestros padres —le
contó Jake.
—¡Genial! ¿Entonces también vendrán el tío David y el tío Kire? —
pregunto animado.
—¡Que no son tus tíos! —repitió Henry por enésima vez desde que
el crío comenzó a hablar.
—Sí, vendrán —respondió Jake ignorando a Henry.
Tyler sonrió y subió las escaleras con su traje a toda prisa. Cuando
Jake le perdió de vista se giró hacia Henry.
—¿Cómo ha ido? —preguntó.
Henry no necesitaba preguntarle el qué, ya que sabía muy bien a lo
que se refería. Henry llevaba tres años trabajando para los San Diego
Chargers. En realidad, podría haber trabajado para casi cualquier
equipo, sin embargo, no quería mudarse de California, por lo que
aceptó el puesto de aquel equipo. Se encargaba de los asuntos
732
Desirée Arjona Peña ♥

legales, y siendo sincero, agradeció que aunque no hubiera seguido


con su carrera futbolística en la NFL, al menos había podido
permanecer cerca del fútbol. No era lo mismo, claro, pero era algo, y
cada día dolía un poco menos haber dicho adiós a su sueño. Tras
haber rechazado con veinticuatro años su contrato con los New York
Giants la prensa comenzó a indagar mucho en su vida privada. No
tardaron más que seis meses en hacer pública su relación con Jake,
que también comenzaba a dejar de ser un desconocido. Mentiría si
dijera que había sido fácil escuchar algunas cosas sobre él. Sin
embargo, al no ser un jugador de la NFL, las críticas desaparecieron
muy rápido. Hubiese sido una época muy oscura de no ser por que
tenía a Jake a su lado, fueron mucho peores los años que había
estado sin él. Al verano siguiente de la boda de Claire y Shorty,
comenzó a sacar provecho a su amor por el futbol y sus estudios en
Derecho. Su trabajo no era demasiado tranquilo, pero estaba fuera de
las cámaras, y aunque era difícil desaparecer para la gente
totalmente, todo estaba calmado. A penas tenía ya esos
irremediables deseos de formar parte de la NFL, se contentaba con
jugar con sus antiguos compañeros y pensar en lo que fue y no en lo
que podría haber sido. Ahora, sabía que la NFL no lo era todo, el
deporte siempre estaría en él, independientemente de dónde jugara, y
si ese mundo era tan intolerante e injusto con la gente como él, no
quería formar parte de ello. Pero todo eso ya había pasado, su vida
no era la que había soñado, pero era la que quería ahora. Además,
había cedido a las peticiones de su hermana para entrenar al equipo
de su hijo, cosa que comenzó siendo un favor y llegó a ser algo que
le encantaba. Tal vez pudiera conseguir que su sobrino fuera la
próxima estrella del fútbol, aunque por ahora lo veía difícil.
—Su agente me ha dicho que aceptará la oferta —contestó Henry a
Jake—. Estoy contento, pero no creo que ese crío recién salido de la
733
Only Three Wishes ♥

universidad merezca semejante dineral. No ha hecho más que salir


del cascarón —gruñó Henry. Jake sonrió, pensando que seguro que
el Henry de hacía doce años hubiera pedido más—. ¿Y a ti? —
preguntó dejando su móvil y las llaves del coche sobre la mesa de la
entrada.
—Se la he vendido, pero en realidad me da pena, esa canción habría
podido tener una vida mejor —se quejó Jake. Henry ladeó sus ojos.
—Hablas como si hubiera muerto.
—Ese estudio va a matar a mi canción —gruñó Jake frunciendo el
ceño.
—¿Y por qué no la grabas tú? —quiso saber Henry.
—Porque tampoco es para mí y mi grupo —contestó Jake.
Desde que el grupo de Jake se hizo conocido, incluso las productoras
cinematográficas se fijaron en ellos. Un año después de la boda, les
ofrecieron la posibilidad de participar en la banda sonora de una
película independiente. No era gran cosa, una de esas para
adolescentes, pero su música pegaba a la perfección. Con el dinero
que ganaron con aquello, Shorty pudo comprar la casa que
compartía con Claire, y Jake quiso comprar su propio estudio, para
poder componer lo que de verdad le gustaba. Cómo si no lo hiciera
ya, pensaba Henry. Pero no solo le gustaba grabar allí los álbumes
de su grupo, sino que también producía maquetas a músicos poco
conocidos. Varios sencillos de los Waste se hicieron muy conocidos.
Incluso la señora Rowland, después de tantos años, le llamó para
felicitarle, y le dijo que estaba muy orgullosa de haberle tenido como
alumno. El resto de Wastes, algo celosos, aseguraron que a ellos les
hubiera gustado recibir una llamada de la señorita Fellon aunque
fuese. Los dos discos de oro que ganaron los tenían en el estudio,
aunque Jake tenía otros dos en su casa, que se veían llenos de polvo
al lado de los trofeos y títulos que Henry limpiaba casi a diario. Era
734
Desirée Arjona Peña ♥

lo único que limpiaba. Esos dos años siguientes dieron dos giras por
Estados Unidos, en casa, que según las palabras de Shorty, eran lo
mejor que le había pasado en la vida. Fue un gran error decirlo
delante de Claire y de sus hijos, ya que su mujer estuvo enfadada
una semana entera. Jake continuó componiendo, tanto que podía
permitirse vender las canciones a otros cantantes y a algunas
productoras, aunque siempre lo hacía con algo de disgusto, ya que le
daba pena cómo las cambiaban creando cosas que hacían que dejara
de ser su canción. Por eso decía continuamente que sus canciones
morían cuando se las daba a otros. Aunque claro, eso siempre
quedaba en familia.
—¿Entonces tenemos cosas que celebrar? —preguntó Henry con un
tono insinuante y pícaro.
Jake no lo llamaría exactamente celebrar, pero si eso daba pie a una
noche interesante con Henry, lo llamaría así, aunque en realidad no
necesitaran ningún pretexto. Jake asintió con la misma mirada antes
de rodear a Henry por la cintura. Llegó únicamente a tocar su boca
con los labios, cuando escuchó un carraspeo a su lado. Jake se giró,
encontrando a su suegro con cara de pocos amigos.
—¿Me vais a ayudar con lo de esta noche o qué? —gruñó.
Henry se apartó repentinamente de Jake, y éste gruñó con disgusto.
—Claro —dijo muy a su pesar.

Con la excusa perfecta para librarse de Jake, el señor Woods le


mandó a comprar unas cosas para la fiesta de bienvenida. Cuando

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Only Three Wishes ♥

volvió ya había anochecido. Dejó las bolsas en la cocina y miró


irritado a su suegro, que se bebía una copa de vino.
—Has tardado mucho —dijo con sequedad.
—¿No me diga? —inquirió Jake sabiendo que si se había demorado
tanto era porque ese hombre había añadido a la lista cosas inútiles
como, ambientador para baño. Jake no pudo evitar molestarse al
pensar que le había mandado directamente a hacer la compra del
mes. El señor Woods sonrió de lado, complacido.
—Chris y tu amigo ya han llegado —dijo antes de comenzar a
revolver en las bolsas para ver si estaba todo.
Antes de que el señor Woods encontrara cualquier pretexto para
criticarle o reprenderle, salió de la cocina hacia el salón.
Efectivamente, Kire y Chris estaban en el salón. Chris estaba
sentado en el sofá junto a Henry. Kire estaba en un sillón de una
plaza comiendo algo que había sobre la mesa. Cuando le vieron
entrar, Chris sonrió ampliamente.
—¡Oh, Jake, por fin llegas! —exclamó Chris levantándose para
abrazarle.
Kire se limitó a saludarle con la cabeza, con la boca llena y sin
levantarse del sillón.
—Sí… Me han ordenado hacer algunas compras —dijo entre
dientes.
—Eres un quejica —soltó Henry. Jake frunció el ceño.
—Claro, como al niño de la casa no le han mandado hacer nada…
—comenzó a decir Jake.
—Yo me he encargado de que Kim y Tyler estén presentables y
hagan sus tareas —replicó Henry como si aquello ya hubiera sido un
esfuerzo.
—Y supongo que eso es demasiado trabajo para el pequeño Piolín.
—se burló el moreno.
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Desirée Arjona Peña ♥

Henry abrió los ojos de par en par y miró a ambos lados


sobresaltado. Cuando se dio cuenta de que no había nadie, miró
enfadado a Jake.
—No me llames eso aquí.
—¿Por qué? —preguntó Jake con una fingida mirada inocente
—No quiero que te lo oigan decir Kim y Tyler —escupió Henry
entrecerrando los ojos. Jake sonrió aún más.
—Porque sabes que te lo acabarán llamando eh, tío Piolín —se burló
Jake haciendo que Kire y Chris rieran.
—¡Cállate! —exclamó Henry cogiendo un cojín y lanzándoselo. En
ese momento sonó el timbre.
—Yo abriré —se apresuró a decir Chris, y enseguida desapareció
por el pasillo.
En un abrir y cerrar de ojos David estaba allí tirando de un carrito, y
a su lado, Allie, que llevaba su bebé en brazos. Y así lo llamaban
desde que el niño había nacido, hacía diez meses, porque Allie y
David no se había puesto de acuerdo con el nombre del bebé, y eso
que ya habían podido descartar todos los de niña. Henry fue el
primero en acercarse a darle un beso a Allie en la mejilla y dar un
pequeño toque en las mejillas del bebé. Chris también se acercó y
sonrió al pequeño.
—¿Quieres cogerlo Chris? —preguntó Allie.
—Emmm no, mejor no —contestó con una pequeña mueca, pues no
era ningún secreto que a Chris no le gustaban los niños.
—Yo le cojo —dijo Jake, que alargó sus brazos hacia Allie tras
saludar a David.
—Ni hablar, Rivers. Estás loco si piensas que te voy a dejar coger a
mi pequeño —soltó Allie sin ningún miramiento.
Jake frunció el ceño y miró a David.
—David, tu novia no me deja coger a tu hijo —gruñó.
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Only Three Wishes ♥

David lanzó a Allie una mirada y ésta chascó la lengua.


—¿Es que no madurarás nunca, Rivers? —inquirió Allie tendiéndole
al pequeño a regañadientes.
—Eso es para los tomates —respondió Jake con una sonrisa de par
en par comenzando a hacer muecas al bebé.
—Hasta un tomate tiene más cerebro que tú —le espetó ésta cuando
de pronto dos fuertes ladridos la sobresaltaron.
Nike había bajado veloz por la escalera y había comenzado a ladrar a
Allie.
—Buen perro —le apremió Jake, pero tuvo que pasarle el bebé a
Henry y sacar a Nike para que a David no le dieran un ataque de
estornudos.
Henry, que había pensado toda la vida que nunca le gustarían los
bebés, no le ocurría lo mismo con los hijos de su hermana y de Allie.
Los quería tanto como hubiera querido a sus propios hijos. Kim y
Tyler no tardaron en bajar detrás de Nike. Saludaron a sus tíos con
enormes abrazos, menos a Chris, que se limitaba a darles un lejano
toque en la cabeza nada cariñoso. Cuando llegó la hora y vieron
llegar el coche de Shorty y Claire, se apresuraron a esconderse. Kim
y Tyler estaban tan ansiosos que daban pequeños saltitos agachados
detrás del sofá. Jake y Henry, que estaban con ellos, les hicieron una
señal con el dedo para que se mantuvieran en silencio. El señor
Woods fue a abrir la puerta.
—Hola papá —escucharon a Claire.
—Hola, hija. Hola —dijo el señor Woods, pronunciando el segundo
“hola” con sequedad, por lo que supusieron que ese iba dirigido a
Shorty—. ¿Cómo ha ido el vuelo?
Se escucharon pasos que iban hacia el salón.

738
Desirée Arjona Peña ♥

—No me ha gustado ni aunque haya sido en primera… —se quejó


Shorty, pero fue cortado con un gran “sorpresa”, que hizo que el
chico se sobresaltara.
Claire abrió los ojos de par en par cuando vio allí a todos, sin
embargo, no logró decir nada. Kim y Tyler salieron disparados a los
brazos de sus padres, que no dudaron en abrazarlos con fuerza.
—Qué sorpresa —dijo Claire dejando a Kim en el suelo, y dando un
abrazo a Tyler.
Claire se parecía a su madre más que nunca, aunque con un look más
personal. Shorty seguía llevando su estilo de siempre, pero
extrañamente, se le veía más adulto y más padre. En el salón se
desató una cadena de abrazos y de varios “bienvenidos”. Aunque
bien merecidas para la pareja, dos semanas fuera habían sido
demasiadas sin ellos. Claire y Shorty, que esperaban recoger a sus
hijos e ir a casa para calentar algo para cenar, se sentaron en la mesa
donde había un suculento banquete con todos sus amigos.
Comenzaron a narrar su viaje al Caribe en el cual habían podido
tomarse un descanso del trabajo y de los pequeños. Tyler, sentado
sobre el regazo de su padre, y Kim, sentada sobre las rodillas de
Henry, les contaron todo lo que les había ocurrido aquella semana,
en la que habían ido pasando de casa en casa. Los adultos les
escuchaban atentamente, hasta que el bebé se puso a llorar. Claire le
pidió a Allie que se lo dejara y comenzó a acunarlo.
—Deberíais decidir ya el nombre —opinó Shorty—. No podemos
llamarle toda la vida “bebé”.
—En realidad ya lo tenemos casi decidido —contestó David.
—¿Ah sí? ¿En cuales estáis pensando? —preguntó Claire.
—Luke, Rohan o Warhol —respondió David.
Todos los presentes se miraron unos a otros. Jake suspiró.

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Only Three Wishes ♥

—David, escoges tan mal los nombres como a las mujeres —dijo,
haciendo que Allie clavara un cuchillo en el mantel.
—Allie, si llamas Warhol a tu hijo, porque supongo que fue idea
tuya, los abusones se van a cebar con él —opinó Chris haciendo que
Allie dejara de fulminar a Jake con la mirada.
—Woods, como experto en abusones, ¿cuál crees que deberían
escoger? —preguntó Kire sin dejar de comer su bistec.
Henry frunció el ceño. Todos ocultaron una pequeña risa, menos el
señor Woods, que miraba a su hijo sin entender.
—No porque yo lo fuera, papá —se apresuró a decir con expresión
inocente—. Le van a atizar tanto si le llaman Warhol, como Rohan.
Vaya dos nombres de frikis… Luke es la mejor opción.
—Intuyo que Luke es por Luke Skywalker —intervino Shorty
entonces con una sonrisa hacia David.
—Ya, pero los otros niños no tienen por qué saber que ese nombre
en realidad viene por los cuentos del espacio favoritos de su padre
—soltó Henry con desagrado.
A pesar del tono usado por el rubio todos asintieron en señal de que
tenía razón, aunque Jake estaba seguro de que a David no le
importaría que los otros niños supieran que se llamaba así por el
personaje de la película, es más, sería un orgullo.
—¿Entonces se llamará Luke? —preguntó Claire mirando con
ternura al bebé.
Allie y David se miraron, para después asentir conformes. Después
pasó por las manos de todos para que pudiera llamarle por su
nombre de una vez por todas cuando le hacían muecas.
Cuando acabaron de cenar, se sentaron en el salón, esperando a que
Kim bajara para que les hiciera un pequeño concierto de la pieza que
acababa de aprender. Mientras Allie y Claire hablaban con el
pequeño Luke en brazos, Chris, el señor Woods, y Henry, hablaban
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Desirée Arjona Peña ♥

con Tyler de fútbol. Los Waste, al otro lado, miraban cómo Henry
miraba con devoción y verdadero cariño a Tyler, que contaba con
todo detalle el partido del fin de semana.
—¿No es increíble que Henry Woods quiera tanto a nuestros hijos?
—preguntó David recordando cómo hacía tan solo un par de minutos
Henry se había peleado con Jake por coger a Luke.
—Los quiere porque son los hijos de Allie y Claire, no nuestros —
contestó Shorty sin darle importancia.
Tyler fingió correr, se tiró al suelo colocando las manos como si
tuviera un balón y comenzó a gritar.
—¡Y Touchdown! —gritó entonces antes de ponerse a cantar We are
the Champions de Queen y fingir que tocaba la guitarra, casi
arrodillándose en la alfombra.
Chris comenzó a reír, al igual que los Waste, sin embargo, Henry
puso los ojos en blanco.
—Eres igual que tu padre —soltó.
Tyler se incorporó sonriendo.
—¿Y eso es malo? —preguntó entonces.
Henry se quedó callado unos segundos. Elevó su mirada hacia donde
estaba Shorty, también mirándole y esperando la respuesta. Henry
volvió a mirar a Tyler y le revolvió el pelo con una sonrisa.
—Claro que no.
Shorty alzó ambas cejas sorprendido de aquella respuesta, justo
cuando bajó su hija al salón con su instrumento. En la cena de acción
de gracias de hacía dos años, cuando Kim tenía tan solo cinco, les
dijo a todos que quería tocar música. A los Waste se les iluminó la
cara de felicidad. El señor Woods y Henry no dijeron nada, se
limitaron a asentir con la cabeza, ya que ninguno de los dos podía
negarle nada a la pequeña Kim, aunque claro, lo harían a su manera.
Aquella Navidad, cuando todos se reunieron, se encontró con que
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Only Three Wishes ♥

Papa Noel le había dejado bajo el árbol, un bajo, (de su tío David),
un juego de tambores, (claramente, de su tío Kire), una reluciente
guitarra (por parte de su padre), una plaza en una prestigiosa escuela
de música (que costearían su abuelo y su tío Henry), y un sobre rojo
en el que se leía:

“Querida Kim:

Sé que pediste un instrumento musical para estas Navidades, sin


embargo, creo recordar que no especificaste cuál era el que querías,
por lo que, te entrego este vale, que deberás entregar a tu tío Jake, y
él, de mi parte, claro, te dará el instrumento que tú quieras.

Atentamente, Papa Noel.

Feliz Navidad.”

Todos los presentes, sin saber qué era lo que Jake había puesto en el
sobre, le miraron pensando que ya habría metido la pata regalando
uno de sus vales. Sin embargo, Kim, ignorando el resto de regalos,
se acercó a su tío con una tímida sonrisa.
—Quiero un violín —dijo sin más.
Dos días después tuvo su violín. El señor Woods y Henry se
alegraron enormemente de que la niña escogiera aquel instrumento.
Era elegante y ofrecía un mejor futuro que una guitarra eléctrica para
su opinión. Además, no hacía ruido. Aunque Claire y Shorty no
pensaban lo mismo. Durante los primeros meses de prácticas, Shorty
quiso arrancarse las orejas de cuajo. Tyler le hubiera dicho a su
hermana, si su madre le hubiera dejado salir su vena Woods, que no
valía para la música y que se dedicara a otra cosa que no fuera
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Desirée Arjona Peña ♥

taladrarles los oídos. Sin embargo, con los meses fue mejorando más
y más. Ya habían pasado dos años desde que recibió el violín y todos
estaban impacientes por escucharla tocar. Se colocó en medio del
salón y comenzó a tocar “Minuet in G major” de Bach. Era
extremadamente buena. Jake miró a Shorty impresionado, pero éste
no le devolvió la mirada, ya que tenía toda su atención puesta en su
hija. A su abuelo se le iluminaron los ojos pensando en que por fin
iba a tener una virtuosa en la familia. Todos aplaudieron
efusivamente cuando terminó, y ésta dio una pequeña reverencia,
muy satisfecha consigo misma.

La casa de Jake y Henry era de dos plantas. Tal y como Claire había
dicho en alguna ocasión, era una casa de hombres. Minimalista, tal y
como le gustaba a Henry. La fachada era de un color grisáceo, con
algunas partes más oscuras. Henry abrió la puerta del exterior con el
mando y les dejó paso automáticamente. Cuando apartó el coche
junto al de Jake, éste salió y se apresuró a abrir a Nike, que no tardó
ni un segundo en bajar del coche. En cuanto entraron, Jake se quitó
las zapatillas en un hábil movimiento y se dejó caer en el sofá.
Henry en cambio, subió por las escaleras hasta la habitación, abrió
su vestidor, y dejó cada prenda en su sitio. Su móvil se había
apagado a falta de batería, por lo que lo puso a cargar enseguida. Al
encenderlo, vio dos llamadas de su madre. Henry se prometió que la
llamaría por la mañana sin falta. Su madre y él habían conseguida
rehacer su relación. Un año necesitó Elsa para poder llamarle por
primera vez después de lo ocurrido. No fue hasta tres años después
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Only Three Wishes ♥

cuando volvió a verla en su casa de Reino Unido. No pudo llevar a


Jake hasta hacía un año, y su madre y su padrastro aún le miraban
como si fuera el anticristo. Sin embargo, ninguno de los dos perdía
la esperanza. Algunas cosas llevaban su tiempo, y sabía que su
madre era complicada. Bajó las escaleras hasta el salón, con ropa
más cómoda, donde debía estar Jake tumbado, sin embargo, no
estaba. Henry le buscó con la mirada, y le encontró al otro lado de la
cristalera del salón. Estaba fuera, sentado en una de las hamacas
grises, fumando delante de la piscina. Henry cogió la manta que
tenían doblada sobre el sofá, y se la colocó por encima de los
hombros. Abrió la cristalera y se acercó a Jake. El moreno no hizo
ningún movimiento para verle llegar, seguía observando la piscina
con la mirada ida. Henry pasó una pierna al otro lado, se sentó detrás
de Jake, y le cubrió también con la manta.
—¿En qué piensas, pequeño? —preguntó Henry con curiosidad.
Jake bajó la mirada entonces, ahora miraba la hamaca con la misma
expresión.
—Hoy Kim golpeó a una niña en el colegio —dijo Jake de pronto.
Henry le miró con sorpresa. Kim no era una niña agresiva, ni mucho
menos.
—¿Por qué? —preguntó.
Los ojos del moreno dejaron de estar ausentes y buscaron los de
Henry.
—Por nosotros —contestó Jake, haciendo que Henry sintiera el
mismo calor en el pecho—. No le molestó que la insultaran a ella,
solo le importó lo que dijo de nosotros.
—¿Qué dijo de nosotros? —quiso saber Henry.
—Que éramos anormales.
Henry frunció gravemente su ceño.
—Qué niña más estúpida —soltó.
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Desirée Arjona Peña ♥

—Sí, eso mismo dije yo —contestó Jake—. Pero el caso es… que ni
siquiera quiso decírmelo, ni tampoco quiso contárselo a la directora
para poder explicarse. Solo por no hacernos daño.
Henry lo meditó un segundo, y no pudo evitar sonreír con cariño.
—Kim es una niña increíble —dijo.
—Sí —coincidió Jake—. Ojalá en el mundo hubiera más gente
como ella.
—Bueno, una persona es un buen comienzo —apuntó Henry.
Ambos se quedaron en silencio unos segundos. De pronto, Jake se
dio la vuelta completamente, para quedar cara a cara con Henry.
—Hoy me he sentido afortunado por eso —le contó Jake.
Henry pudo ver la expresión risueña que tenía en ese momento el
moreno, jamás le había parecido tan joven.
—Qué tontito te pones cuando te conmueven —dijo Henry dejando
escapar una risa, y tocando la mejilla de Jake, como si fuera un niño
pequeño.
El moreno alzó una ceja y dejó aquella expresión para componer una
socarrona.
—¿Como tú diariamente? —inquirió.
Henry bufó entonces.
—¿Me estás llamando tonto?
Jake ignoró la pregunta, y se acercó aún más a Henry, si era posible.
—Hoy es el día.
—¿Qué día? —preguntó Henry sin comprender.
La sonrisa de Jake se ensanchó con suspicacia.
—En el que voy a cumplirte tres deseos, Piolín —anunció.
Aunque ya habían pasado diez años, Henry recordaba a la perfección
los tres deseos que le había concedido a Jake, los cuales, nunca había
dejado de cumplir, ni un solo día.
—¿En serio? ¿Los que quiera? —preguntó Henry interesado.
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Only Three Wishes ♥

—Sí, así que elígelos bien —le advirtió Jake.


Henry asintió lentamente, y Jake notó cómo su mente parecía estar
trabajando a gran velocidad.
—Muy bien —dijo de pronto. Y sin esperar, compuso una expresión
seria—. Mi primer deseo, es que dejes de tirar tus zapatillas por ahí
en cuanto entras en casa.
Jake endureció el rostro.
—¿Qué más te da? —inquirió.
—Me molesta. Y es mi deseo —zanjó Henry.
Pero a Jake no le valió con eso.
—¿Y qué narices quieres que haga? ¿Que me de todo el paseo a
nuestra habitación y con una regla los coloque alineados a la
perfección en el ropero? —quiso saber, evidentemente
malhumorado. ¿Qué clase de deseo era ese?
—Me vale con que lo dejes en el ropero —se limitó a decir Henry
con sequedad.
—Muy bien, muy bien —cedió Jake a regañadientes, aunque sería
difícil acostumbrarse a ello. Henry asintió conforme.
—El segundo —dijo antes de hacer una pausa—. Cuando Nike no
esté… —comenzó a decir con el ceño cabizbajo. Jake no pudo evitar
entristecerse de pronto. Nike tenía ya doce años, y desde luego ya no
era el perro jovial de antes. El moreno no se había parado a pensar
en ello, pero viendo el rostro de Henry, y el hecho de haber sacado el
tema de repente, le dio a pensar que el rubio había estado dándole
vueltas al tema en esos días—. No quiero tener ningún otro animal.
La expresión de Jake se tornó confusa.
—¿Por qué? —preguntó.
—Por la misma razón por la que si tú dejaras de estar, no volvería a
estar con otra persona —contestó Henry.

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Desirée Arjona Peña ♥

Jake también bajó su rostro. Las palabras de Henry tenían mucho


sentido para él, porque él pensaba exactamente igual.
—¿Has pensado mucho en eso? —preguntó Jake.
Henry asintió.
—Sí.
—Vale —concedió Jake, antes de volver a sonreír. Dio una palmada
y frotó sus manos—. Y ahora viene el bonito —dijo de pronto
haciendo que Henry enarcara una ceja—. ¿Qué será? —preguntó
Jake sin dejar de sonreír—. ¿Amor eterno? ¿Una vida siempre a mi
lado? ¿Un no me dejes nunca? —comenzó a decir con
impaciencia—. ¿Qué?
Henry soltó de pronto una enorme carcajada. A Jake le sorprendió,
pero se quedó callado esperando las palabras de Henry. El rubio dejó
de reír de repente, y se puso totalmente serio al mirar a Jake a los
ojos y pronunciar su último deseo.
—Quiero que dejes de llamarme Piolín.
La expresión de Jake no cambió enseguida, esperando que Henry le
dijera que era una broma. Sin embargo, éste seguía mirándole
fijamente con el rostro inexpresivo, por lo que Jake se dio cuenta de
que hablaba totalmente en serio. Habían pasado diecisiete años, pero
las cosas apenas habían cambiado. Ambos habían madurado, sí, y
también aprendido muchas cosas. A entender, a aceptarse a uno
mismo, a luchar por sus sueños, y a saber dejarlos ir, a pensar en los
demás, a amar, de esa manera en la que solo puedes amar una vez en
la vida. Jake y Henry habían pasado por miles de cosas en aquellos
años, pero seguían siendo los mismos, solo que cada día estaban un
poco más enamorados. Jake seguía siendo el mismo chico despistado
y descarado que no podía evitar tender su mano al que lo necesitaba,
que amaba la música, que tenía tres amigos incomparables y que
jamás apagaba su sonrisa. Henry jamás dejó de ser el mismo chico
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Only Three Wishes ♥

presumido y altanero que solía ser, pero que en pequeñas ocasiones


dejaba salir la verdadera naturaleza de su corazón. Tampoco
abandonó el deporte como su forma de vida, ni dejó de querer a los
que consideraba de su familia de una manera incondicional. Y por
supuesto, jamás dejaron de amarse. Se habían enseñado el uno al
otro, que del odio al amor solo hay un paso, que cuanto estás
enamorado solo hay dos cosas realmente importantes, y que en la
vida siempre habrá una persona que pueda cumplirte, no tres, sino
cada uno de tus deseos. Y posiblemente, Henry había pedido el
único deseo que Jake no le podía cumplir. El moreno tomó aire antes
de ladear una sonrisa socarrona.
—Eso, jamás.

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