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AUTOMOVIL:

Los coches a gasolina surgieron durante la Segunda Revolución Industrial. El primer modelo de
este tipo data de 1885 gracias al ingenio de Karl Benz, que lo patentó un año más tarde. Pero él no
fue el único al que se le ocurrió la idea de inventar un automóvil impulsado por gasolina: otros
ingenieros alemanes, como Gottlieb Daimler y Wilhelm Maybach, también construyeron su propio
modelo.

El coche es uno de los símbolos de la Segunda Revolución Industrial. En primer lugar porque su
desarrollo se produjo gracias a la utilización de una nueva fuente de energía: el petróleo. En 1859
el estadounidense Edwin Drake fue el primer hombre en perforar un pozo petrolífero, lo que dio
lugar al nacimiento de la industria petrolífera y ayudó en el avance de otros sectores como la
industria química. Y en segundo lugar porque fue en el sector del automóvil donde se aplicaron
por primera vez nuevas formas organización del trabajo. En 1908 Henry Ford puso en práctica,
mediante la cadena de montaje, la división del trabajo de Frederick W. Taylor para llegar a cuotas
de fabricación hasta entonces nunca alcanzadas.

Fue tal el impacto de este invento que hasta el día de hoy sigue vigente y lo seguirá siendo por
mucho tiempo más. Tal es la importancia de este invento que desde entonces las ciudades están
diseñadas para el uso de los autos, calles, rutas, estaciones de servicios. Genero, entre otras, dos
de las industrias más importantes hasta el día de hoy, la automotriz y la petrolera.

El cinematógrafo

El cinematógrafo fue uno de los inventos de la Segunda Revolución Industrial con mayor
trascendencia, al menos, en el mundo de la cultura. La función de esta máquina, que algunos
califican de “mágica”, superaba con creces la de la cámara fotográfica, pues era capaz de captar y
proyectar imágenes en movimiento. En realidad, el cinematógrafo no creaba imágenes en
movimiento, sino que creaba una ilusión óptica para dar la impresión de que existía movimiento
en las imágenes. Con la proyección de 24 fotogramas (fotografías) por segundo se engañaba al ojo
de que lo que estaba viendo eran imágenes en movimiento.

Los inicios del cinematógrafo hay que situarlo en 1895, cuando los Hermanos Lumière realizan la
primera demostración pública de este invento. La primera proyección, hecha en París, se tituló La
salida de los obreros de la Fábrica Lumière. Sin embargo, la que más impresionó al público fue La
llegada de un tren, pues causó un gran pánico al hacer creer que el tren se abalanzaba sobre los
presentes en la sala. La sociedad no estaba a acostumbrada a ver películas, pero poco a poco el
invento fue adquiriendo un mayor éxito. Esto se debió, principalmente, a la utilización del
cinematógrafo para contar historias. Así nació el cine tal y como hoy lo conocemos.

Este invento daría inicio a la gigantesca industria del entretenimiento visual en su momento, y
luego audiovisual. Dio lugar a una de las salidas recreativas más comunes de las familias, los cines.
El fonógrafo

El fonógrafo fue uno de los tantos inventos de Thomas Alva Edison. Todo hay que decir que antes
de que Edison diese a luz el primer fonógrafo, otro inventor, Édouard-Léon Scott de Martinville,
había creado el primer aparato (el fonoautógrafo) capaz de grabar sonidos, aunque incapaz de
reproducirlos. Sin embargo, el fonógrafo sí que podía grabar y reproducir sonidos. Volviendo a
Edison, este inventor norteamericano realizó la primera demostración pública de un aparato que
reproducía sonidos. En 1877 La canción infantil Mary Had a Little Lamb fue la primera utilizada
para ser reproducida en el fonógrafo. Un año después de este hecho, Edison patentó su invento.

¿Qué sería hoy de la música sin el fonógrafo? Posiblemente, nos hubiéramos limitado a escuchar
música en directo y la industria discográfica no habría existido. La importancia del fonógrafo reside
en el papel que jugó para hacer llegar la cultura (en este caso, musical) a las clases medias. Sin él, a
este arte sólo hubieran podido acceder los grupos sociales más adinerados. El fonógrafo tuvo
mucho que ver en la popularización de la música.

El teléfono

El teléfono fue, al igual que la radio, otro ejemplo de lucha por la patente del invento. Hasta hace
bien poco se consideraba que el descubridor del teléfono fue Alexander Graham Bell, pues a su
nombre estaba la patente que se registró en 1876. Sin embargo, en 2002 el Congreso de los
Estados Unidos reconoció que el autor de dicho invento había sido, en realidad, el ítaloamericano
Antonio Meucci. La primera demostración pública del teléfono (aunque Meucci lo había bautizado
como teletrófono) fue realizada en 1860, no obstante, el primer prototipo de este dispositivo de
telecomunicación se perdió enseguida. A esto se añade que Meucci no poseía recursos
económicos suficientes para patentar el invento, ya que para realizar el registro se necesitaban
250 dólares.

La lucha de patentes se la llevó Graham Bell, que registró el invento gracias a un acuerdo
comercial con la Western Union Telegraph Company, que años antes había desestimado las
ofertas de Meucci de demostrar su invento. Una investigación posterior aclaró que existía un
acuerdo entre Bell y la compañía por el cual el inventor pagaría a la Western Union durante 17
años el 20% de los beneficios obtenidos con la comercialización del teléfono. Sin duda, tras el
invento del teléfono se escondían asuntos turbios.

La llegada del Teléfono acorto distancias, si bien primero solo una parte de la sociedad podía
acceder a él y si bien su uso era un poco limitado fue de gran impacto el poder comunicarse con
otra persona a través de un aparato, este pequeño pero revolucionario invento trajo con el una
nueva industria, la de las telecomunicaciones.
Radio

No podríamos entender el invento de la radio sin antes referirnos a otros previos como el
telégrafo o el teléfono. La radio fue uno de los descubrimientos con mayor repercusión de la
Segunda Revolución Industrial. Este invento ejemplificó las batallas que existían entonces sobre la
adjudicaciones de patentes. En este sentido, el serbio Nikola Tesla y el italiano Guglielmo Marconi
se enfrentaron por el título de “inventor de la radio”. Apenas un año separó al primero (1894) del
segundo (1895) en la construcción del primer sistema de transmisión de radio. A pesar de que
Tesla se había adelantado a Marconi, fue este último el que se hizo con la patente. Sin embargo, el
serbio no se quedó de brazos cruzados y llevó a los tribunales al italiano. Finalmente, el Tribunal
Supremo de los Estados Unidos falló a favor de Tesla, dejándole los honores de ser el inventor de
la radio.

La radio se basaba en el sistema de telegrafía sin hilos (TSH), el cual fue utilizado por la Compañía
Marconi, para conectar por primera vez dos países (Gran Bretaña y Francia) y dos continentes
(Europa y América). Hay que decir que a través de estas primeras radios se transmitían señales,
pero no sonidos. El primero en utilizar la TSH para emitir y reproducir sonidos fue Julio Cervera
Baviera, que en 1902 conectó Alicante e Ibiza.

Tras estos primeros pasos, la radio tendría mucho camino por recorrer. Los inicios de la radio
comercial, como la conocemos hoy, se sitúan en los años 20, gracias a un telegrafista (David
Sarnoll), que supo ver las posibilidades comerciales de la radio, a partir de una recepción múltiple,
y no punto a punto como se había hecho hasta entonces. Con el tiempo, la radio no se ha quedado
obsoleta y ha sabido adaptar los diferentes inventos surgidos en el siglo XX (como por ejemplo,
Internet) para seguir siendo uno de los medios de comunicación más importantes del momento.

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