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Clio LA PERDIDA DE LA INFLUENCIA DEL PCM EN LOS SINDICATOS NACIONALES DE INDUSTRIA. Matias Hiram Lazcano Armienta* ‘Con poco més de seis decenios de una vida agitada, de {gran heroismo y combatividad en ciertos momentos; con épocas en las que actud en la clandestinidad \debido a la persecusién practicada por los gobiernos de laRevolucién Mexicana; colaborador de varios de esos gobiemnos al grado de que, segtin algunos, perdié su independencia politica y de clase; caracterizado por el Sectarismo y el dogmatismo, con sus secuelas: purgas constantes, divisionismo y una precaria democracia, {de un pobre desarrollo tedrico y a la par de una intensa actividad social; agrupacién que a fines dela década de 1970 obtuvo su registro legal y al contender electo- ralmente se convirti en la tercera fuerza politica, el Partido Comunista Mexicario, pese a su importancia, ha sido escasamente estudiado y de una manera muy inadecuada.* Propongo, para conocer de una mejor formay lomas ‘completa posible la historia politica contemporénea de México, estudiar a las organizaciones polticas y, den- to de ellas, al Partido Comunista Mexicano. Cumplido este requisito, es decir, conocida su historia, podriamos explicarnos las causas de la politica, los aciertos y los errotes do la izquierda mexicana -y'por supuesto dol propio PCM; sin embargo, “la prensa det Partido - escribe Barry Carr, investigador de la historia del Par- tidoy del movimiento obrero en México-, con una o dos. ‘excepciones, no ha publicado mucho sobre la historia *Proledore investigador dela Excvela do Historia (UAS) ‘Marcela de Neymet."Selenia afos del PCM: momentos crcislos’ lon Hatori y Sociedad, nim. 22, segunda época, 1979, p. 4; Daniel Moreno. Los partidos pollicos del México contemporineo, (1916- 1975). Costa-Amie: Edior, 4a. edicién, México, 1975; Bony Car. ‘Temas de comunismo mexicano", on Nexos, nim. 4, junio de 1982, ‘Bary Carr es quien asegura que ol PCM ha sido estudiado eseasa- tuna forma Madecuada (p. 17). ‘A Eduardo Blanquel y Carlos Pereyra de! PCM 0 sobre la izquierda mexicana en su conjunto, No existe una historia del Partido (ni siquiera una mala historia oficial)" El presente ensayo, acerca de un aspecto de la historia del PCM, fue sugerido a ralz de la reflexion formulada por Amaldo Cérdova: “La izquierda fund6 ‘casi todos los sindicatos nacionales de la clase obrera, y en su direcci6n se mantuvo por muchos afios, Por jugar mal, por no entender el cardcter del Estado surgide de la Revolucién, la izquierda no séio fue ‘expulsada de la direccion de esos sindicatos, sino que fue expulsada de los sindicatos mismos. ES0 oourtié entre los afos de 1948 y 1952. Desde entonces la izquierda es una fuerza desterrada de las grandes ‘organizaciones de masas que ella misma fund6, Pién- ‘sese si no: el Partido Comunista Mexicano fundé e! sindicato de ferrocarrileros, el sindicato de mineros, el sindicato de petroleros, el sindicato de maestros y ‘muchos otros; fue la fuerza decisiva para que, en alianzacon Lombardo Toledano, se fundaralaCTM, De todas esas organizaciones, de las que fuimos fun- dadores y dirigentes durante mucho tiempo, fuimos expulsados i. *LEn qué tallamos? Esta es la pregunda que débe- +8, Cam, aniculo ado, Este article se publics, coma indicamos, 00 1982. De enfonces la fecha se han pubicado dos Raves que ‘pocticamente abordan la historia del PCN: Amcldo Martinez Ver: (digo, e3.. Mletoia del comuniemo en México. Editi) Grjebo, ‘Mésico, 1985, 801 pp. Paco Ignacio Talbo Ii. Bolehevikes, Historia rarraiva de los orfgenes del comunismo an México (1919-525) Ed ‘Joaquin Moriz, México, 1986, 421 pp. Este trata una parte breve de la vida del paride; en cambio el primero presenta “una imegen pa orien do la tayectria de sels décades" do la organizacin. Do uaguler manera se justica la publicacién de un texto como el presente, porque aqui se examina una parte de la historia del partido ' parti de un problema conereto. 47 Clio mos hacernos una y otra vez. Y debemos responderla apropiadamente: en ello nos va la piel”? ‘Aqui no pretendemos, empero, responder esta pregunta, sino aportar algunos elementos que con- {ribuyan a ello, Aunque hay que advertir que en su interrogacién (en qué fallamos?), Cérdova adelanta ya una respuesta: fuimos expulsados por no entender el cardcter de! Estado postevolucionario, Pero-esta seria, me parece, la més general. Habria qué intentar la formulacion de una respuesta especifica. Nuestro objetivo es, por ende, esbozarla LAS 21 CONDICIONES En los meses de julio y agosto de 1920 se celebré en Petrogrado y Mosci e! I! Congreso de la Internacional Comunista (IC). En dicho acto se aprobaron veintiin ‘condiciones para el ingreso de los partidos comunistas. y la forma en que habrian de relacionarse con el citado erganismo. Se acordé, entre otras cosas, que toda decision y acuerdo de los congresos y del comité ejecutivo de la IC -eran obligatorios para todos fos partidos adheridos a ésta, existiendo flexibilidad segin fl caso y que todos los partidos que quisieren ingresar alaIC deberian evar este titulo: Partido Comunista de tal (secci6n de la Tercera internacional Comunista). El titulo era importante politicamente -observaba el re- dactor- para diferenciarse de aquellos partidos que habian traicionado a la clase obrera, En este congreso se establecieron las relaciones formales entre el PCM y [a Internacional Comunista y a parti de entonces el Partido Comunista Mexicano fue la secci6n mexicana de dicho organismo, hasta su disolucion en 1943. Conviene detenernos en otros puntos, reterentes a las expulsiones que, ya desde esa epoca, aunque en lustros posteriores mucho. més, afectaban la vida in- terna del partido. Se convino también ‘expulsar de manera regular y sistematica de los puestos de respon- sabilidada los reformistas y centristas, sustituyéndolos por comunistas seguros, reemplazando a los dirigentes expertos por obreros de flas si es necesario’; “desen- mascarat aos social patriotas y alos social-pacifistas”, demostrando que sblo con el derrocamiento revolucio- nario del capitalism se liquidarian las guerras imperia- listas" y, por ditimo, “depurar al partido y a sus organi zaciones de los elementos ‘pequefioburgueses’ que logren introducirse en sus flas. Los términos eran, Tamalde Oéedova. ‘La lucha de tendencias on ef consttvyente de 1917 las tareas actuals por a retorma democrtic del Estado". en Memoria, Boletin del Centro de Esludidos del Movimiento Oarero y ‘Socialits" (CEMOS), NUM. 1, abri'de 1988. p. 12. ‘Las veintén condiciones pueden consularse on Manvel Marquez Fuentes y Octawa Rodriguex Araujo. El Pari Comunista Mexicano (en ol perado de la nfemacins! Comunisa: 1919-1943). Eaiciones, Ei Caballo, 2a. edcién, México, 1981, pp. 2991, ‘como es usual en estos casos, imprecisos, vagos y se prestaban para diversas interpretaciones, No se acla- aba quiénes eran reformistas, centristas, comunistas Seguros, dirigentes expertos, social-patriotas, social- pacifistas y pequefioburgueses, y tampoco se esta- Blecia el procedimiento para la expulsion de los disolventes. De cualquier modo, encontramos aqul los fundamentos legales de la politica sectaria aplicada profusamente a partir de esa fecha. Respecto al Partido Comunista de México, en sus Primeros afios de vida, y atin en los posteriores, abun- ‘daron tas disputas y politicas personales, las peleas, escisiones y rupturas. En los afios veinte, en efecto, las relaciones internas de los comunistas mexicanos es- tuvieron marcadas por el enfrentamiento y el dvisio- nismo. Pese a ello, ésta seria una imagen incompleta. Una agrupacién politica no puede nutrirse sélo de sus luchas interiores, de sus pleitos mezquinos por inter- eses personales al margen de los objetivos genérices, sine que ha de participar en pos de esos abjetives, y asi Io entencié el partido de marras. Durante sus primeros diez afios de existencia el Partido Comunista Mexicano ‘ealiz6 una actividad intensa, que le llevé a lograr un nototio influjo en ciertas zonas rurales de algunos estados densamente poblados, como Veracruz, Michoacan y Puebla. Fue de tal vigor el trabajo en esos: lugares que para 1926 se fund6, auspiciada por los comunistas jarochos, la Liga Nacional. Campesina, ‘organismo que en la segunda mitad de la década de los veinte tuvo una amplia influencia politica en dichos estados y en muchos otros, Pese a ello, no fue un partido numeroso, como puediera pensarse, Fundado a finales de 1919, para 1929 contaba con solamente 1,500 affliados. Era entonces un partido pequefio, combativo, que enfocaba su actividady sus objetivos al ‘movimiento de masas. No pretendia captar un nimero cuantioso de miembros, sino realizar un formidable trabajo de base. Fue, asf, un eficaz formador y organi- zador de algunos de los movimientos campesinos, fabriles e inquilinarios de mayor importancia.? EL Vil CONGRESO DE LA INTERNACIONAL, COMUNISTA Y EL PCM. A mediados de 1935, se efectud en Mosci el VII Congreso de la Internacional Comunista. En ese acto Politico se aprobé, ante la derrota del proletariado ‘aleman y el avance del fascismo, la necesidad de concentrar el fuego contra éste como el enemigo prin- cipal y procurar alianzas y unidad de accién con las corrientes politicas que entraban en contradiecién con Hany Gemtein, “Maniemo on México: 1917-1928", on Historia ‘Mecans, val Vl, mero 4 abljnio de 1958 (28), p. 802: Cart, op. op 48 contorno Cllo 41. Se criticé et planteamiento, largamente sostenido, de combatir sobre todo a las fuerzas intermedias y se ‘acordé como tarea primordial la creacién del frente ‘inico obrero pues, se dijo, la divisién del movimiento ‘obrero habia sido la causa Unica de la legada det fascismo al poder. En tal virtud se concluyé en la necesidad de “buscar ia unidad de la clase obrera con otras clases y capas antitascistas, y orear los frentes populares”, y particularmente, la creacién del Frente Popular Antitascista y del Frente Popular Antiimperia- lista, para los paises imperialistas y los paises depen- dientes, respectivamente’ Ello significaba para ta seccion ‘mexicana unatoma de posicion trente al nuevo regimen y Su papel en la sociedad. Sin tener atin muy claro lo ‘anterior, e primero de septiembre se constituyé en la Ciudad de México el Frente Popular Antiimperialista en el local del Sindicato Mexicano de Electricistas ‘Meses antes, el 16 de junio, a dos dias de que el presidente Lézaro Cardenas respondiera a las deciara- Clones conrarlas a su police obrera erritides por Plutarco Elias Calles, el Comité Central del PCM for- muld un manifesto explicando el papel de Cardenas. firm entonces que “mediante métodos diferentes, Calles y Cardenas buscan e! mismo objetivo: fortalecer fa dominacién del imperialismo yangui’* Y para reatir- mar su posiciOn, ia itima semana del mes Hernan Laborde, secretario general, insistié en que la pugna entre ol expresidente Calles -todavia Jefe Maximo deta Revolucién Mexicana: y el presidente Cardenas, se explicaba por los métodos diversos de cada uno, y a nombre del Partido indico que habia que estar no con Cardenas, sino con las masas cardenistas."° En noviembre de ese mismo aio et Comité Central del Partido celebré un pleno en el cual examind tas resoluciones del Vil Congreso de la Internacional, ta manera en que habria de aplicarias en México y lacarta que la delegacion mexicana asitente al congreso dirigid ‘al Comité Central. En dicha carta; los autores -Heran Laborde, Miguel Angel Velasco y José Revueltas plan- teabanun cambio radical en tainterpretacion del gobier- ‘no cardenistay proponian igualmente un cambio radical en la posicion del PCM ante el régimen de reformas y tina modificacién en este sentdio en sus acciones politicas. Por el cambio sustancial en la politica del Partido, ‘que esta carta propone y que el pleno aprobé, vale la pena resumirla muy brevernente para aquilatar mejor la Harela de Neymat. Ceonologia del Pardo Comunsie Mexicano. Primera pale 1919-7999. Eseiones 6= Cultura Popular, México, 1981, p. 118. " Gerardo Peldoz préiogo on Hernan Laborde, etal La nuova politica set Partido Comunsta de México, 1985, ACERE, Expoderte obrero 1. México, 1980, p. 5 ‘Marcela de Neymet. Cronologt. mp 117 ‘em p. 120. magnitud det cambio. Lacarta, fechada en octubre, expone que de aover- do con|as decisiones del Vii Congreso dea, latarea central de! PCM consistfa en la creacion de un amplio Frente Popular Antimperialista."* Hace luego un breve comentario historico y asegura que después de vein- ticinco aftos del inicio de la revolucién demoeratico- ‘burguesa, México sigue siendo un pais agrario, alrasado, dependiente del imperialismo, un pais donde el impe- rialismo yanqui tiende a absorber o arruinar las ramas de la industria en poder del capital mexicano. Asegura que estas condiciones “Yaciltan la ereacién y el desa- rrollo del Frente Popular Antimperialista. Pero el Par- tido Comunista de México no habia podido aprovechar la situacion favorable por impedirselo su linea politica falsa, que tenia sus raices en la incomprensién del caracter, las peculiaridades, las etapas y las tareas de la revolucion mexicana, del carécter del partido en el poder, el PNR, del contenido de la lucha de Galles contra Cardenas, y de la politica del actual gobierno". ‘Alo largodel documento se refiere la politica seguida por el Partido, se admiten errores, posiciones politicas faisas, incomprensiones; términos todos que indican tun reconocimiento y una propuesta. El reconocimiento: justamente la politica practicada en el lustro anterior (durante el maximate), politica sectaria, izquierdista, la han llamado algunos; etapa en que el Partido fue perseguido y obligado a pasar ala clandestinidady an ‘asi, 0 acaso por ello, ejercié un trabajo préctico en ciertas zonas, constante y efectivo; ejemplo, la tabor intensa de organizacién sindical desarrollada en la comarca laguners, La propuesta: la que se desprende de su examen y que & partir de entonces marceria la politica de la organizacién en sus relaciones con el Estado: *Venciendo la resistencia y las vacilaciones que se advierten en la direccién, el partido debe apoyar expresa y categéricamente las medidas del gobierno de Cardenas contra el imperialismo y la reaccion en provecho de las masas populares", ‘Alfinal enuncian la tarea més importante, a saber, a lucha por la unidad sindical del protetariado, FUNDACION Y DIVISION DE LA CTM La fundacién de la Confederacién de Trabejadores de ‘México ha sido, sin duda, uno de tos actos de mayor reliave en ta historia del movimiento abrero mexicano. ‘acid de Congreso Nacional de Unificacién Proletaria ‘celebrado en febrero de 1936 en la ciudad de Méxicoy, como anuncia su nombre, con dicho acto se procuraba, {a unificacion del proleteriado nacional. Concurrieron la Contederacién General de Obreros y Campesinos de . México (CSUM), central obrera formada en enero de n Hernan Laborde et. a 0p. ct La carta aparces 49 Clio 1929 por el PCM y sindicatos independientes; a Camara ‘Nacional del Trabajo (CNT), organismo constituido por sindicatos desprendidos de la Confederacién Regional Obrera de México, que inauguré sus oficinas en 1933; sindicatos de industria como el de Mineros y Metalirgi- 60s, el de Fertocartiieros, el Sindicato Mexicano de Electricistas y la federacion de Trabajadores de a Industria Eléctrica, el Sindicato de Trabajadores Mariti- mos y Fiuviales, el de Trabajadores de la industria Papelerayy el de Artes Gréficas. También asistieron las tes federaciones industriales de Trabajadores Azuca- ‘eros, de los Textiles y de Cinematogratistas. En ese mismo afo se formé e ingresé el Sindicato de Petro- eros y la Contederacién de Trabajadores de la Ensefanza, Todos estos sumaban, en niimeros redon- dos, unos 950 mil afliados. 2 En este tipo de actos politicos ~congresos, asam- bleas y similares~, cuando resulta frecuente que se manifiesten las més enconadas discrepancias, es el momento y la manera en quahabra de integrarse y sor electo el Grgano directivo, Este congreso no fue la excepcién al respecto. Celebrado aio largo de cuatro dias no fue sino hasta el timo, el 24, en que se resentaron problemas serios. En ese momento los intereses de cada organizacién afforaron. Las diteren- ‘las ideolégicas se manifestaron y se dio ablertamente Ja lucha por los puestos clave. Llegé a su fin la cordial dad. A la hora dea eleccién del Comité Ejecutive dela ‘nueva central, hubo acuerdo en todos en que el cargo de. seoretario general lo ocupara Vicente Lombardo Tole-dano, en ese tiempo el dirigente mas distinguido entie los trabajadores y a nivel nacional. Las disen- siones se expresaron en relacion a quienes habrian de ‘cupar los otros cargos, en particular el de secretario e organizacion, segundo en importancia. Fernando Amilpa y Blas Chumacero, apoyados en la fuerza de la CGOCM, propusieron a Fidel Velazquez para la secre- tatia. de marras; delegados de la CSUM postularon al miltante comunista Miguel Angel Velasco, quien reci- bi6 el apoyo-de los sincicatos mas numerosos y de ‘mayor tradicion, como los de los electricistas, terroca- rileros, mineros y metalirgicos, entre otros. De hecho lamayoria del congreso se manitesté a sutavor, el cual tue respaldado por la representacion de aproximada- mente 260 mil miembros, "= Alia Homande2. La mecdnica cardenisia. vol ¥6 dels Historia do 1a Revolucion Mexican, | Colegio de México, primera reimprosién, 198%, p. 148; México, CTM. La fundacién dela CTM, Scerotaria do Eaveasién, Mébéco, 1985, pp. 41-43; Instiluio de Capacitacién Poiica el PF, Historia documenta ela Confederacién de Trabejadores de ‘Masco. too 1, 1898-1837, México, 198%, pp. 58-104: Samuel Loén Ignacio Marvin. En 0! cardenismo (1934-1940). Celeccién La clase brera on la historia de México, vat. 10, México, Siglo XX, 1985, p. A Heménddez, op. ch, p. 151 Ante la situacion tan destavorable, el grupo de Lom- bardo y Velézquez amenaz6 con abandonar el con- greso, Los comunistas, de acuerdo con la consigna de Unidad recién adoptada, retiraron fa candidatura de Velasco asi se conservé la unidad, la preceria unidad. Lapoliticade quienes asumieron|a direccién dela CTM estuvo dirgida a detener el creciente avance de los comunistas en el movimiento sindical mexicano. A éstos, los antiguos unitarios, ya no se les dieron ‘comisiones: Y en aquéllas ocesiones en que se les " En verdad deberia resultar extrafo, paradéjico, que Un partido de izquierda, el mas importante, calificara como un triunfo de la revolucién mexicana lo sucedido €1 7 de julio de 1940, a saber, un escandaloso fraude ‘decimos, pero en realidad no lo parece asi, tomando en cuenta suya aludida politica de “unidad a toda costa". Dada esa politica el PCM, primoro encabazado por Laborde y después por Encina, aprodé a Avila Cama- ccho en su postulacion para la presidencia de la replica. Coincidentemente el PCM y el candidato del PRM ‘expresaron un afén unitario. El PC con su multictada politica. El candidato de! partido oficial y luego ya presidente de la nacién con su. politica de “Unidad Nacional’, esto es, buscar laindustriaizacion de México con|a colaboracién dé las diversas clases sociales bajo la guia del Estado. Sobre esta base el presidente poblano dio un fuerte impulso ala empresa privaday se ‘ectificaron las reformas cardenistas en los aspectos laboral y agrario, EI POM secundé no sélo la postulacion de Avila ‘Camacho para la primera magistratura de México, sino que a lo largo dal sexenio le otorg6 su cooperacion politica. No daremos muchas muestras al respecto. ‘Acaso séio basten dos. Una, la reforma ala educacion socialista fue avalada por el partido sin ningan reparo.®* Y otra, el partide acordé que 10s sindicatos deberian renunciar a su derecho de huelga para no suspender la produccién. Ello quizé se justificaba dada la situacion ‘mundial la guerra en Europa habia estallado en 1939 y México ya participaba directamente en et contlicto desde mayo de 1942, luego de una provocacién ale- mana Pese a todo, el régimen avilacamachista no TT Vor do Mico, 8 de diciembre do 1840, nim. 298, elado por Gerardo Peldea. PCM. 60 avis de historia, URS, Culiactn, 1980, p. 64. Wo.) Lule Gonz, eetudiogo de Cérdenas y su obra, haba del raude Ccomelido por agentes ofcilos on la usta alctoal do ji’, de 1940}. le Gonzlez Los dla del presidente Cérdenas, vo. 15 dela Historia de la Revolucisn Mexicana, El Colegio do México, México, 1981, p. 304. Lule Medina. De cardenieme al aviacamachismo. vol. 18, Historia eta Revolicién Mexicana, £1 Colegio de México, México, 1978, p. 308. La Vas do México, 22 60 noviembre de 1942. nimero 415, ctado por Peldez, op. ct, p. 6. correspondié. Al contrario, en ese gobierno se le nega- ron al Partido Comunista los permisos necesarios para celebrar pablicamente sus mitines.>* ‘Cosas que hoy en dia nos parecen increfbles, absur- das, como el apoyo de la izquierda al gobierno de Miguel Aleman y las polémicas sobre la supuesta ¢i- mensi6n progresista de éste, en ese entonces no parecia tanto. Se encontraban dentro de la logica Unitaria del PC y detaizquierda en general, encabezada por alguien como Vicente Lombardo Toledano y su pretension de empujar a la Revolucién Mexicana hacia la izquierda® De nuevo, pues, el Partido favorecié paliticamente a un candidato salido de las flas de la familia revolucio- naria y no a uno con sustento popular 0 por lo menos propio. EI 12 de junio de 1945, luego de participar semanas antes invitado por Lombardo en pléticas con representantes de los sectores del partido oficial CCTM, CNC y FSTSE- para diseitir sabre Ia sucesién presidencial, el PCM hizo péblica su adhesin alacan- idatura del licenciado Alemén.*” Dicho apoyo se ba- ‘saba, segin Dionisio Encina, secretario general, en que el abogado jarocho era el representante de la “corriente mas progresista de la burguesfa mexicana’,™ aquél que junto con los obreros y los campesinos se ;proponia conducir al pafs por el sendero de su desa- trollo econdmico; por tal motivo, fue el candidato de las fuerzas de la Unidad Nacional, conforme la expresion del propio dirigente comunista. Cassi un afio después, en abril de 1946, el presidente Avila Camacho ordené que se concediera el registro.al Partido Comunista.°* Para entonces Alemén ya habia sido declarado for- ‘malmente candidato presidencial. Esaconcesionpuede interpretarse como un pago politico al PC por su politica tnitaria. De cualquier modo, como se ve hasta aqui, el ppartido continué con su politica de unidad iniciada en el sexenio cardenista. Desde que Aleman tomé posesién de la presidencia, de la repiblica @ inicié su politica antiobrera, el Partido ‘Comunista sefialé que ésta se debia a “elementos reaccionarios incrustados en el gobierno”, No fue sino hasta en la mitad del sexenio cuando se renrio con mas precision a la politica antiobrera y a sus responsables. A partir de ese momento se decidié por la rupture. ‘Enseguida mencionamos dos casos en que los tra- ™ Bertha Leer de Scheinboum y Susane Ralsky de Cimet. E/ poder e foe prosiortes (1970-1973). IMEP, México, 1876, p. 187. Roger Barta. "El mérsismo al ple dela herea" En Memoria, Bolen el GEMOS, nimoro 4, ochibre-noviembre do 1983, pp. 78-79. + Lule Medina. Cilleme y modemizacin del autoravismo. vol, 20 de Je Historia do la Revolucin Mexicana, El Colegio de Mixio, 18. ‘improcién, Mésico, 1982, p. 42 La Vor de Mésico, nimero $83, 1 de marzo de 1948, Clio bajadores mexicanos fueron golpeados por la politica ~alemanista y la opinién del PCM al respecto. En La Voz de México-periédico oficial del partido en esa época- del 12 de enero de 1947, namero 633, aparece una nota que informa del paro petrolero y de la represién gubernamental sobre él mismo, en diciembre anterior. En agosto de 1946 el sindicato habia empla- zado a huelga a la gerencia de petréleos, por viola- Ciones al contrato colectivo de trabajoy por aumento de sala-rios, E| emplazamiento termin6 con la firma de un convenio en virtud del cual la empresa se comprometia. ‘acumplir con la cldusula 55, referente alla retabulacion salarial, Sin embargo, el 15 de noviembre fenecio ol pplazo y no se cumplié con la citada cldusula, Ante ello fl sindicato organiz6 el paro de los dias 19 y 20 de diciembre. La respuesta gubernamental fue répida, fulminante: el ejército ocupé los centros de trabajo y el ‘ejecutivo ordend el cese de los lideres y medidas ante |a junta de conciliacién y arbitraje para modificar el ‘contrato colectivo. El conflicto con el sindicato de trabajadores petro- leros, que se desarrollé entre diciembre de 1946 y enerode 1947, fue el primer problema obrero de impor- tancia al que hizo frente el presidente Miguel Alemén. Dicho contficto mostré la politica que hacia el proletaria- do habria de seguir el:nuevo régimen, a saber, una politica dura, de trato represivo, con la intervencion de la tropa en no pocas ocasiones. Esa mano dura acaso no esperada aunque el mismo presidente la habia anunciado el dia de su asuncién-, fue suavizada, fue atenuada por el PCM cuando, pese a que reconocié que el gobierno “actué en forma excesivamente anti- obretay antirevolucionaria” al ordenar el aplastamiento de la huelga por parte del ejército, afirmd que “debe ‘quedar muy claro (..) que el Presidente Aleman verd con justeza los problemas que los trabajadores plan- tean a su Gobierno’, por lo que, concluye, el proleta- riado deberia ser muy vigilante y no “perder de vista de ninguna manera el apoyo al régimen’. [subrayado del autor). Digamos en suma, que éste es en verdad un extrafio andlsis: después de informar sobre a represién a los obreroe ordenada por el gobieme, llama a apoyar a éste. El otro caso se dio a mediados del sexenio y fue a partir de 61 que se inicié la ruptura, es decir, el rompi- rmiento del PCM con su politica de colaboracién con el régimen posrevolucionario, seguida hasta entonces. La Voz de México del 8 de enero de 1950, nimero 691, informé de la represién suttida por los choteres del Club Unico Lazaro Cérdenas, en la cual murieron dos, mas de cien tueron heridos de consideracién, treinta de ellos ‘graves, y todos los choferes golpeados y encarcelados. ‘Ante esto, el partido declaré en un llamamiento que el ggobimo practicaba una politica antiobrera y antipopu- lar, dictada por los intereses reaccionarios del imperia- lismo yanqui que actuaban al interior del Bloque guber- namental. Agregé que los circulos oficiales hactan ‘parecer la agresién como un mero incidente policiaco, ajeno a la politica que en materia sindical mantenia desde hacia tiempo el gobierno de Aleman, la cual procuraba destruir @ las organizaciones sindicales in- dependientes y acabar con todas las luchas de la clase obyera en defensa de sus derechos. Insistia el docu- ‘mento en su llamado al pueblo, en que la represion contra los choferes no era algo aislado de la politica gubemamental, hacia una larga enumeracién de los Inechos que configuraben esa politica antipopula'y fexhortaba a la clase obrera y a los campesinos @ realizar de inmediato un Frente Unico de Accién en tomo a la lucha por la defensa de los derechos constitu: cionales, por el respeto al derecho de huelga, fa contrat- acién colectiva, por mayores salarios, por la aplicacion {de la Hetorma Agraria, por la paz y la democracta. A partir de entonces sobrevino la ruptura, y con ella 1 partido habria de referirse ala “politica antiobrerat de ‘Alemany no a “elementos reaccionarros incrustados en el régiment, como to hizo antes. A GUISA DE CONCLUSION Durante el sexenio del presidente Aleman, los princi- ‘contorno Clio pales movimientos obreros que se manifestaron son petrolero, el ferrocarilero, ef minero y el electricista. Seguramente puede responderse a la pregunta de ‘Amado Cordova (*2En qué fallamos", es decir, por qué el PCM perdié su amplia infiuencia sindical) s6lo ha- ‘ciendo una historia profunda de cada uno de estos ‘movimientos y analizando la influencia del Partido en ‘ollos y, ala par, tomando en cuenta, tanto la politica de ‘quienes legaron al poder en México con la Revolucion Mexicana, como la politica de las organizaciones inter- nacionales de carcter socialista que tuvieron relevan- cia durante la época. ‘Como ya lo advertimos, la pretension de este ‘ensayo ha sido registrar los elementos que ayudan a explicarlapérdidadelainfluenciadel Partido Comunista Mexicano en los sindicatos nacionales de industria. Dichos elementos ~1os que, reiteramios, constituyen un ‘son’ ‘con la Internacional Comunista. Este organismo se disolvié en 1943, Cuatro afios después se constituyé el bburé de informacién de los Partides Comunistas y Obreros; se buscaba asi seguir dirigiendo el movimien- to comunista intemacional desde un centro. 2. La politica de “Unidad a toda costa’, acordada en 1937 y que se mantuvo a lo largo de mas de diez afos (y 6e la cual hemos dado ya suficiente raz6n). 3, La cerrazén en la vida interna del Partido. Como lo hicimos notar al inicio, desde que surgi el Partido - -en 1919 fa politica sectaria fue uno de sus rasgos mas notorios, el cual fue una linea establecida poco ‘des-pués, en 1920, con su ingreso a la Internacional Comunista. La politica sectaria y dogmética, las purgas constantes, las divisiones y una precaria democraci marcaron su vida interna, sus reuniones y congresos, durante una gran parte de suexistencia, acaso de toda, Respecto a la 6poca que nos ocupa, Amoldo Martinez Verdugo escribe: "Durante-1os afos de la crisis se entronizaron en el Partido los métodos burocréticos de solucién a los problemas internos. Las divergencias ‘que aparecian en el curso del trabajo entre cuadros dirt gentes y simples militantes, se solventaban mediante réctioas administrativas y no a través de ta discusi6n y el examen de las diferencias por todos los comunis- tas" [Los subrayados son nuestros). En este pasale el autor utiliza eufemismos ("métodos burocréticos", “précticas administrativas"), pudiendo referirse lla- namente alas expulsiones individuales y en masa, arbitrarias, que abundaron entonces. 4, La campafia anticomunista de Estados Unidos en ‘América Latina después de la ll Guerra Mundial, Al término de la conflagracién el imperialismo norteameri- “*Maninez Verdugo, 0p. cit, p. 38. ano resulté fortalecido y el resto de los paises parti pantes --ganadores y perdedores-- qued6 devastado. Pese a que suttieron pérdidas insignificantes, los norteamericanos tenian miedo, (un miedo que desde los afios treinta ocupaba sus mentes y que luego de 1945 se habia extendido draméticamente) al socia- lismo. Surgié, entonces, después de sus estadouni- denses y soviéticos se repartieron el mundo, la “querra ‘ria’, y como un ingrediente central de ella que un anti- comunismo renovado, fortalecido, atraz, Los EU se dedicaron a mantener sus zonas de influencia, a crear ‘organismos que impuisaron el progreso, a proporcionar inversiones. Todo ello con el fin de promover “el mundo libre y la democracia". Por supuesto, a su entender. Y dentro de esas zonas, América Latina y México. 5. La politica anticomunista del presidente Alemén. Cabe recordar que desde las postrimerias del carde- rnismo hubo un cambio muy evidente en ta orientacién de la politica estatal, Manvel Avila Camacho alent6 la “Unidad Nacional’, esto es, la Industrializacion susten- tada en la concordia entre las clases sociales antagori- cas bajo la férula del Estado y en detrimento de tas reformas cardenistas en el campo y en los sindicatos. Miguel Aleman, su sucesor, acrecert6 dicha directriz. Se dedicé a interpretar con eficacia la politica anti- ‘comunista norteamericana e impuisé la “guerra fra” en vversi6n mexicana. Al despuntar el sexenio se propuso lograr tres objetivos: reducir a los gobernadores a la isciplina politica, eliminar a la izquierda del terreno jicaly reorientar ideo\6gicamente al Partido Revolu- \ario Institucional, ajusténdolo al nacionalismo anti- comunista, Su éxito fue tal que al finalizar su gobierno dej6 un panorama totalmente distinto al heredado en 1948. En su empefio intervinieron, ademas de los elementos anotados, el reforzamiento de sectores importantes de la derecha no oficial, el sindicalismo de ‘nuevo tipo, la simbiosis PRI gobierno y el influjo de personajes polticos tradicionalmente anticomunistas y que entonces tenian la oportunidad de considerarse dentro de la corriente aceptable, como Abelardo L. Rodriguez, Luis N. Morones y Fernanddo Amilpa."! 6. La posicion del PCM ante Lombardo Toledano. Vicente Lombardo Toledano, uno de fos caudillos cul- turales de la Revoluci6n Mexicana, segén expresion de Enrique Krauze, es también uno de los lideres obreros Y politicos mas importantes de ta historia mexicana de este siglo. Desde principios de los afios treinta fue el dirigente obrero mas influyente. Fue ademas promotor ddo un marxismo ortodoxo, que mantenia la tesis de las tetapas muy precisas del desarrollo dela humanidad, de ‘maneratal que Lombardo --marxista, de acuerdo a sus propias palabras aseguraba que México debia primero © Moding, Civiiamo... pp. 94 y 140. 55 luchar por el advenimiento de la democracia del pueblo Y por el desarrollo de las fuerzas productivas del pais y la distribucién de la riqueza pablica de un modo mas justo y equitativo y luego el pueblo decidiria si era el momento de pasar a la etapa socialista, la cual inde fectiblemente llegaria, conforme a las leyes del desa- trollohistérioo. Durante el maximato, cuando Lom- bbardo alcanzé un decisivo infiujo, el Partido Comunista estaba prosctito, Al termino de éste, poco después de la llegada de Cardenas al poder, los comunistas pasa- ona lalegalidad en virtud de una decisién presidencial. ‘A mediados de 1935, en ocasién del conflicto Calles- Cérdenas, el PCM afirmé que estaba con las masas cardenistas, no con Cardenas. Y en breve, al fundarse la CTM, apoyé la politica, cardenista, apoyo que se afianz6 y formaliz6 en 1937 con la citada politica de “Unidad a toda costa’. En dicho proceso jug6 un papel determinante la persona de Vicente Lombardo Tole- | ider obrero, el intelectual y conferencista bri irigente de izquierda masintiuyente en muctio. Durante el maximato con la Confederacion ‘General de Obreros y Campesinos de México; en la era de Cérdenas al frente de la poderosa CTM; en el sexenio de Avila Camacho luchando en contra de la ‘guerray organizandola Confederacion de Trabajadores de América Latina (CTAL) y, ya en el gobiemo de ‘Aleman, al romper con éste y quedar fuera de la CTM, promo-viendo la fundacién de un nuevo partido de zquierda, para lo cual invite a la organizacion de las mesas redondas marxistas, en enero de 1947 (a las cuales asistieron los comunistas). Las relaciones entre Lombardo y et Partido siempre fueron--escribe Francie Chasen, estudiosa de Lombardo y el movimiento o- brero--, ‘muy delicadas y volubles’.* Luis Medina dice que el Partido Comunista era “proclive @ apoyar a ‘Francie R. Chassen, Lombardo Toledano y ol movimianto obrero ‘mexicano (1917-1940), Eéierial Exterporinecs, Coleccién. Lab oamérce, México, 1977, p. 168. Lombardo en casitodo". Porsuparte Amoldo Martinez Verdugo ~secretario general del Partido a lo largo de mucho tiempo- observa: “Otra particularidad de la linea del Partido durante los afios 1940-1960 se expre- ‘sabaen una posicién politica incorrecta ante Lombardo y_ Su comriente. Salvo cuando el grupo lombardista ‘acudia al ataque directo contra el PCM, no se sometia a critica su posicion reformista; era considerado como un aliado permanente y casi el ‘nico™.** BIBLIOGRAFIA Hicieron posible también la escrtura do este txto, aunque no se moncionan expresamente, lon siguientes itros y rovatan, ‘Aston, El movimionto ferocaroro en Méico, 1958-1959, México, ~ Ediciones Era, 2a. odicén, 1975 ‘Anguiano, Arto, EF Estado y la polica cbrera del cardenismo, Méico, Ediciones Era, 28. edeién, 1978. Durand Fonte, Victor ol. Lax Goro obveras, 180-1882, Mico, IS, UNAM, 1984 Feméndez, Chisti, Paulina, E espariaqusmo en México, México, Eidciones Cabal, 1978. 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Ona Pinchel, Francisco, "En 1946 ve implanta la corvpcién como ‘uta y objetivo del poder’, en Proceso citado, YY, muy importante, los nimeros disponibles en el Centro de Estudios del Movimiento Obrero y Socialite (CEMOS), de La Voz de México, entre 1946 y 1952. ‘los compeferos del CEMOS, gracias por todes las feciidades, prestadas para la consulta del periddeo del PCM, * Medina, Civilemo...p. 121 “Martine Verduge, op. ot, p. 59.

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