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Superconductividad
Superconductividad
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Efecto Meissner.
Archivo:Flyingsuperconductor.ogv
Imán levitando sobre un superconductor.
Se denomina superconductividad a la capacidad intrínseca que poseen ciertos
materiales para conducir corriente eléctrica sin resistencia ni pérdida de energía
en determinadas condiciones. Fue descubierto por el físico neerlandés Heike
Kamerlingh Onnes el 8 de abril de 1911 en Leiden.
Índice
1 Comportamiento magnético
2 Comportamiento eléctrico
3 Calor específico
4 Historia de la superconductividad
4.1 El descubrimiento
4.2 Las teorías principales
4.3 Los superconductores de alta temperatura
5 Cómo obtener materiales superconductores
6 Teoría
6.1 Un superconductor no es simplemente un conductor normal perfecto
6.2 Teoría BCS
6.3 Teoría Ginzburg-Landau
7 Clasificación
8 Aplicaciones
9 Véase también
10 Referencias
11 Enlaces externos
Comportamiento magnético
Comportamiento eléctrico
La aparición del superdiamagnetismo es debida a la capacidad del material de crear
supercorrientes. Estas son corrientes de electrones que no disipan energía, de
manera que se pueden mantener eternamente sin obedecer el Efecto Joule de pérdida
de energía por generación de calor. Las corrientes crean el intenso campo magnético
necesario para sustentar el efecto Meissner. Estas mismas corrientes permiten
transmitir energía sin gasto energético, lo que representa el efecto más
espectacular de este tipo de materiales. Debido a que la cantidad de electrones
superconductores es finita, la cantidad de corriente que puede soportar el material
es limitada. Por tanto, existe una corriente crítica a partir de la cual el
material deja de ser superconductor y comienza a disipar energía.
Calor específico
En los metales el calor específico es una función de la temperatura. Cuando la
temperatura es muy baja, pero el metal está en el estado normal (es decir, cuando
aún no está en estado superconductor) el calor específico tiene la forma
Historia de la superconductividad
El descubrimiento
Ya en el siglo XIX se llevaron a cabo diversos experimentos para medir la
resistencia eléctrica a bajas temperaturas, siendo James Dewar el pionero en este
campo.
La teoría BCS fue desarrollada por Bardeen, Cooper y Schrieffer (de sus iniciales
surge el nombre BCS), gracias a lo cual los tres recibirían el premio Nobel de
física en 1972. Esta teoría se pudo desarrollar gracias a dos pistas fundamentales
ofrecidas por físicos experimentales a principios de los años cincuenta:
En 1962 Brian David Josephson predijo que podría haber corriente eléctrica entre
dos superconductores incluso si hubiera una pequeña separación entre estos, debido
al efecto túnel. Un año más tarde Anderson y Rowell lo confirmaron
experimentalmente. El efecto sería conocido como efecto Josephson, y está entre los
fenómenos más importantes de los superconductores, teniendo gran variedad de
aplicaciones, desde la magnetoencefalografía hasta la predicción de terremotos.
Los superconductores de alta temperatura
Véase también: Cable de HTS
Tras algunos años de relativo estancamiento, en 1987 Bednorz y Müller descubrieron
que una familia de materiales cerámicos, los óxidos de cobre con estructura de
perovsquita, eran superconductores con temperaturas críticas superiores a 90
kelvin. Estos materiales, conocidos como superconductores de alta temperatura,
estimularon un renovado interés en la investigación de la superconductividad. Como
tema de la investigación pura, estos materiales constituyen un nuevo fenómeno que
solo se explica por el hecho de que hace pasar los electrones por parejas o "pares
de Cooper". Y, debido a que el estado superconductor persiste hasta temperaturas
más manejables, superiores al punto de ebullición del nitrógeno líquido, muchas
aplicaciones comerciales serían viables, sobre todo si se descubrieran materiales
con temperaturas críticas aún mayores.
Teoría
Si bien el fenómeno de la superconductividad es un tema abierto en física, en la
actualidad hay dos enfoques fundamentales: el microscópico o mecano cuántico
(basado en la teoría BCS) y el macroscópico o fenomenológico (en el cual se centra
la teoría Ginzburg-Landau).
Para demostrar esto vamos a suponer la hipótesis opuesta: imaginemos por un momento
que un superconductor se comporta como un conductor normal. En tal caso, tendríamos
que los electrones son esparcidos de alguna manera y su ecuación del movimiento
sería:
Teoría BCS
Artículo principal: Teoría BCS
La teoría microscópica más aceptada para explicar los superconductores es la Teoría
BCS, presentada en 1957. La superconductividad se puede explicar como una
aplicación del Condensado de Bose-Einstein. Sin embargo, los electrones son
fermiones, por lo que no se les puede aplicar esta teoría directamente. La idea en
la que se basa la teoría BCS es que los electrones se aparean formando un par de
fermiones que se comporta como un bosón. Esta pareja se denomina par de Cooper y su
enlace está justificado en las interacciones de los electrones entre sí mediada por
la estructura cristalina del material.
Teoría Ginzburg-Landau
Artículo principal: Teoría Ginzburg-Landau
Otro enfoque diferente es mediante la Teoría Ginzburg-Landau, que se centra más en
las propiedades macroscópicas que en la teoría microscópica, basándose en la
ruptura de simetrías en la transición de fase.
Esta teoría predice mucho mejor las propiedades de sustancias inhomogéneas, ya que
la teoría BCS es aplicable únicamente si la sustancia es homogénea, es decir, si la
energía de la banda prohibida es constante en el espacio. Cuando la sustancia es
inhomogénea, el problema puede ser intratable desde el punto de vista microscópico.
las temperaturas manejadas tienen que estar cerca de la temperatura crítica, dado
que se fundamenta en un desarrollo en serie de Taylor alrededor de Tc.
La pseudofunción de onda Ψ, así como el potencial vector {\displaystyle {\vec
{A}}}\vec{A}, tienen que variar suavemente.
Esta teoría predice dos longitudes características:
Su comportamiento físico, pueden ser de tipo I (con un cambio brusco de una fase a
otra, o en otras palabras, si sufre un cambio de fase de primer orden) o de tipo II
(si pasan por un estado mixto en que conviven ambas fases, o dicho de otro modo, si
sufre un cambio de fase de segundo orden).
La teoría que los explica, llamándose convencionales (si son explicados por la
teoría BCS) o no convencionales (en caso contrario).
Su temperatura crítica, siendo de alta temperatura (generalmente se llaman así si
se puede alcanzar su estado conductor enfriándolos con nitrógeno líquido, es decir,
si Tc > 77K), o de baja temperatura (si no es así).
El material de que están hechos, pudiendo ser elementos puros (como el mercurio o
el plomo), superconductores orgánicos (si están en forma de fulerenos o nanotubos,
lo cual los podría incluir en cierto modo entre los elementos puros, ya que están
hechos de carbono), cerámicas (entre las que destacan las del grupo YBCO y el
diboruro de magnesio) o aleaciones.
Aplicaciones
Los imanes superconductores son algunos de los electroimanes más poderosos
conocidos. Se utilizan en los trenes maglev, en máquinas para la resonancia
magnética nuclear en hospitales y en el direccionamiento del haz de un acelerador
de partículas. También pueden utilizarse para la separación magnética, en donde
partículas magnéticas débiles se extraen de un fondo de partículas menos o no
magnéticas, como en las industrias de pigmentos.
Los superconductores se usan para construir uniones Josephson, que son los bloques
de construcción de los SQUIDs (dispositivos superconductores de interferencia
cuántica), los magnetómetros conocidos más sensibles. Una serie de dispositivos
Josephson se han utilizado para definir el voltio en el sistema internacional (SI).
En función de la modalidad de funcionamiento, una unión Josephson se puede utilizar
como detector de fotones o como mezclador. El gran cambio en la resistencia a la
transición del estado normal al estado superconductor se utiliza para construir
termómetros en detectores de fotones criogénicos.