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1.

- CONCEPTO

La amenaza es el anuncio que se le hace a una


persona de un mal que se le prepara contra su
persona, sus familiares o en su patrimonio.

2.- DIVERSAS FORMAS DE LAS AMENAZAS

El derecho penal reprime las amenazas, pero


esta represión se manifiesta, según los textos, de
diversos modos:

La amenaza puede ser retenida como un


elemento constitutivo de una infracción
cualquiera, como en los casos de chantaje
(Art. 400 Párr. 2) y de ultrajes contra los
funcionarios públicos (Arts. 233 y 224).

La amenaza puede ser retenida como una


circunstancia agravante, como en los casos
de detención y encierro ilegales (Art. 344).

La amenaza puede constituir un aspecto de


la complicidad. El artículo 60 del Código
Penal castiga a los que por amenazas hayan
provocado una acción calificada crimen o
delito o dieren instrucciones para
cometerla.
En fin, la ley ha incriminado las amenazas como
infracciones sui generis, esto es, como cualquier
otro crimen o delito con fisonomía definida. Esto
así, por la perturbación social que ellas implican.
El presente tema se contrae precisamente al
estudio de esas infracciones.
Estas amenazas sui generis pueden referirse a un
atentado contra las personas, a un incendio, a
simples vías de hecho. La ley asimila las
amenazas de incendio a las amenazas contra las
personas.

3.- AMENAZAS ESCRITAS DE ATENTAR


CONTRA LAS PERSONAS O DE INCENDIO

En el caso de amenaza hecha por escrito


anónimo o firmado, de asesinar, envenenar o
atentar de una manera cualquiera contra un
individuo, la pena es de prisión correccional de
uno a dos años; además, se podrá sujetar al
culpable a la vigilancia de la alta policía (Art.
306).
El artículo 436 prevé las amenazas de incendiar
una vivienda o cualquiera otra propiedad. Se
aplican aquí las distinciones y las penas previstas
en el caso de amenaza de asesinato,
enseñamiento, etc., contemplado por los
artículos 305 al 307.
Si a la amenaza de asesinar o de incendiar,
hecho por escrito, se agrega la circunstancia de
haberse hecho exigiendo el depósito o la entrega
de alguna suma en determinado lugar, o en
cumplimiento de una condición cualquiera, se
castiga con la detención, siempre que la pena
señalada al delito consumado sea la de treinta
años de trabajos públicos, o trabajos públicos. Al
culpable se le podrá privar de los derechos
mencionados en el artículo 43 del Código Penal,
durante un año a lo menos, y cinco a los más
(Arts. 305 y 436).

4.- AMENAZAS VERBALES DE ATENTAR


CONTRA LAS PERSONAS O DE INCENDIAR
UNA VICTIMA

Las amenazas verbales sólo se castigarán si son


hechas bajo orden o condición (avec ordre ou
sous condition), pues las amenazas verbales
simples no se castigan en ningún caso. La orden
o la condición no es en este caso una
circunstancia agravante, sino un elemento
constituido de la infracción. La pena es entonces
de seis meses a un año de prisión y multa de
veinticinco a cien pesos. También en este caso se
podrá sujetar al culpable a la vigilancia de la alta
policía. El texto legal aplicable es el artículo 307,
que incrimina las amenazas verbales, bajo orden
o condición, previstas en el artículo 305.
El artículo 436, relativo a las amenazas de
incendiar una vivienda, o cualquier otra
propiedad, remiten a lo que podríamos llamar el
derecho común de las amenazas, esto es, a los
artículos 305 al 307, por lo que se aplican en
este caso las distinciones y penas previstas en
ocasión de la amenaza de asesinato.

5.- AMENAZAS DE VÍAS DE HECHO

La amenaza escrita o verbal de cometer


violencias o vías de hecho, es decir, de un
atentado castigado con penas correccionales
(golpes, heridas o violencias voluntarias) o con
penas criminales (amputación de un miembro),
sólo se incrimina cuando hubiere sido hecha bajo
orden o condición. Se sanciona con la pena de
prisión de seis días a tres meses y multa de cinco
a veinte pesos o una de las dos solamente. El
texto legal aplicable en este caso es el artículo
308, que se refiere a las amenazas no previstas
por el artículo 305.

6.- EL ESCRITO

Poco importa que el escrito que anuncie el mal


esté firmado o sea un anónimo. Esto así, en lo
que concierne a la aplicación del artículo 305. Por
lo demás, el escrito puede dirigirse directamente
a la persona amenazada y aun de un modo
indirecto (por mediación de un tercero). Cas. 20
jul. 1882, D. 81.1.46, 5.84.1.350;  28 marzo
1935, Gaz. Pal, 1935.1.1922.
La amenaza que se hace por medio de
emblemas, símbolos o dibujos, ha sido asimilada
en Francia, a partir de la reforma introducida por
la ley del 21 de diciembre de 1943, a la amenaza
escrita. Como el legislador dominicano no ha
modificado nuestro texto en tal sentido, debemos
concluir que entre nosotros se considera como
amenaza escrita la que se hace mediante
dibujos, símbolos o emblemas.
La amenaza escrita es producto de un estado
reflexivo del agente, por lo tanto reviste mayor
gravedad que la amenaza verbal que puede
resultar de irritaciones o alteraciones anímicas
del agente.

7.- TENTATIVA

Algunos penalistas niegan la posibilidad de la


tentativa del delito crimen de amenaza. Entiende
que la tentativa no es configurable. En cambio,
Groizard y Carrara, opinan que la tentativa sólo
cabe en las amenazas por escrito, no en las
amenazas orales. Aun respecto a las amenazas
por escrito, se preguntan si es castigable el
hecho de escribir una carta amenazadora,
cuando no se le da curso. CARPSORIO y otros
creen que sí. GRAIZARD dice que no, fundándose
en que la ejecución del delito no empieza hasta
que la carga se pone en circulación, pero este
argumento es muy discutible.

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