Hablar de Friedrich Nietzsche es invocar forzosamente en la memoria su obra más
popular: Así habló Zaratustra, donde desarrolla su más memorable teoría: la
del superhombre.
En las traducciones inglesas de esta obra se solía utilizar, para la palabra
alemana Übermensch, dos términos, en su momento casi indiferenciados: Superman y Overman. Sin embargo, el peso en la cultural popular del famoso cómic de Jerry Siegel, Superman, nacido en la década de los 30, obligó a usar el término Overman para, así, evitar confusiones (o memes). Por suerte, para los hablantes de español esta ambigüedad es prácticamente inexistente y apenas visible. Quizá sólo para los países en mayor contacto con Estados Unidos como México.
Cualquier parecido con el escudo mexicano es coincidencia.
El superhombre de Nietzsche concentra la concepción del filósofo alemán de un hombre de
trascendencia, que se supera a sí mismo y a la naturaleza humana. En esencia, un superhombre es aquel que ha superado la esclavitud de la condición humana y ha alcanzado un verdadero estado de libertad: de libre juego y creatividad. bibliografia