UN FINAL INESPERADO

VALERY DANIELA GUERRERO HERNANDEZ

EDAD: 10 AÑOS

GRADO: 5-2

INSTITUCIÓN EDUCATIVA LICEO PATRIA

BUCARAMANGA/SANTANDER

DOCENTE: GLADYS YANETH SUAREZ SUAREZ

CORREO ELECTRONICO: PROFEGLADYSLENGUAJE@GMAIL.COM

TELEFONO: 3133586658

BUCARAMANGA/SANTANDER
 CONCURSO: OJITOS LECTORES

“El concurso ha sido un escenario donde maestros, niños y familia de manera

tranquila sin prevenciones, tienen la oportunidad de reflexionar sobre el cuidado
y la protección de los animales, convirtiendo la lectura y la escritura en una
herramienta que aporta a la protección de los seres vivos”

MI CRONICA: UN FINAL INESPERADO

POR: VALERY DANIELA GUERRERO HERNANDEZ

 UN FINAL INESPERADO
POR: VALERY DANIELA GUERRERO HERNANDEZ
BUCARAMANGA/SANTANDER
Mi nombre es Daniela y desde
pequeña mi amor hacia los animales
ha sido incondicional, debido a que
cuando íbamos a visitar a mis
abuelos a la finca, que está ubicada
en Lebrija, había demasiados
animales y a todos los querían por
igual, los consentían, los respetaban
y jugaban con ellos, al ver ese amor
de mis abuelos y familia hacia los
animalitos por muchos años, mi
amor también cada día iba siendo
mucho más grande hacia los
animales, especialmente hacia los
perritos.
El 22 de febrero del 2012, día de
mis cumpleaños número 2, mis
padres deciden regalarme una
perrita, que fue tomada en adopción
en una fundación de cachorros
localizada al sur de Bucaramanga,
ese día mi familia me prepara una
fiesta súper enorme y linda, con
bombas rosadas, blancas y negras y
personajes de la casa de Mickey
Mouse, en especial de la ratoncita,
mis amigos al finalizar la fiesta piden
que abra los regalos, yo me
emociono y les pido a mis padres
que destapemos los regalos, para
que mis compañeros los vean,
empiezo a abrirlos y ¡oh sorpresa!,
Una cachorrita, raza Pincher, color
negro, tierno y divinamente
hermoso.
Desde ese día todo empezó a ser
maravilloso y mi felicidad radiaba
en mi sonrisa. La perrita para mí
iba a ser la reina de la casa, así
que le puse como nombre
“princesa”.
Al siguiente día, decidí hacerle un
horario para acostumbrarla a una
rutina y pedí ayuda a mis papas.
Entonces colocamos: el desayuno a
las 7;00am ,el cual iba a ser leche
con pepas de cachorro, a las
10:00am, la llevaba a al parque a
hacer sus necesidades, a las 12:00
del mediodía, de nuevo la
alimentaba, a las 2:30pm, la llevaba
de nuevo al parque y alas 6:00pm,
le daba otra vez la comida y así
sucesivamente. Tiempo después
entre a cursar el grado transición en
la institución educativa Liceo Patria,
mis padres optaron a matricularme
allí porque es un colegio con un alto
índice de excelencia académica.

Pero con el tiempo, cada vez
tenía menos tiempo para mi
perrita, por cuestiones de
tareas, trabajos, además, era
una edad donde apenas estaba
desarrollando mis capacidades
lógicas y mi razonamiento,
llegan las vacaciones de junio y
mi familia propone hacer un
viaje de 4 días a la playa.
Después de haber hecho las
cuentas de cuánto dinero se
gastaba por las personas que
íbamos a ir, que eran mis dos
hermanos Andrés y David, mis
padres Luz y Jesús, mi perrita
princesa y yo, asumiendo así un
total 4’000.000 de pesos. Nos
vamos de viaje el día 20 de junio
del 2016 las 4:30pm desde el
terminal de Bucaramanga,
decidimos viajar un poco tarde para
dormir por el camino debido a que
mis hermanos y yo sufrimos de
mareos y más en largos viajes.
Llegamos a Cartagena al día
siguiente a las 10:00am, todos
estábamos felices, porque era
nuestra primera vez en ir a la playa
en familia, mi perrita estaba más
feliz que nosotros, corría por todos
lados, ladraba, nos lamia y nos
hacía gestos para que jugáramos
con ella, mi padre reservo un hotel
donde nos hospedamos, tenía 4
habitaciones, 2 baños en cual nos
sentimos demasiado cómodos.
Esos cuatro días en el mar fueros
muy geniales, conocimos la cultura
de Cartagena, los puertos y vimos
muchas personas extranjeras, llega
el día de nuestro regreso a casa,
mis papás compran los tiquetes y
nos vamos de nuevo rumbo a
Bucaramanga.
Días después se acerca de
nuevo el regreso a clases y de
nuevo mi perrita iba a quedar
sola, así que le dije a mi mamá
que lo mejor era llevarla para la
finca de mi abuela, allá iba a
tener más animales con los
cuales compartir y personas que
iban a estar más al pendiente.
Mi madre dice que será lo mejor
y ese mismo día mandamos a
nuestra mascota para la finca de mis
abuelos, mi abuela se puso súper
feliz de tenerla en casa, porque es
una perrita demasiado adorable y
juguetona. Pero, por otro lado, yo
estaba triste, pues había sido mi
regalo de cumple y había prometido
cuidarla.
Días después de la llegada de
princesa a la finca de mis abuelos,
mi familia y yo decidimos ir a
visitarla. Mi abuela nos cuenta que
hay una persona cerca de la finca
que odia a los perros, porque según
el destrozan los jardines y asustan a
los demás animales. Mi familia le
resto importancia a este hecho, sin
embargo, yo quede preocupada de
que el señor de la otra finca por esa
rabia injustificada se atreviera a
hacerle daño. Se acercaba la noche
y con ella la hora de despedirnos,
me acerqué a mi perrita y le dije al
oído: te amo mi princesita y ella en
respuesta me lame y mueve su
colita de alegría.
Dos meses después del arribo de
princesa a casa de mi abuela, llegó
la noticia que nunca esperamos,
¡princesa falleció! exclamó mi
abuela; en ese instante mi corazón
se detuvo y no pude pensar en
nada más que en mi querida
princesa. ¿Qué paso? Se
preguntaban mis papás. Mi abuela
muy nerviosa nos contó que el
señor de la otra finca la enveneno
junto con otros perritos de las fincas
aledañas. De inmediato nos fuimos
a la finca de mis abuelos para ver
con nuestros propios ojos lo que
había sucedido. Cuando entre a la
casa y vi a princesa sin moverse, mi
corazón se destrozó por completo y
lágrimas empezaron a rodar sobre
mis mejillas, me arrodillé frente a
ella y le dije, princesa no hice nada
por ti en el momento indicado, mis
padres me levantaron y me
abrazaron.
El señor de la otra finca al ver el
sufrimiento que causo en mi la
perdida de mi princesa entendió
que los animales, especialmente los
domésticos, crean un lazo afectivo
tan fuerte con nosotros los seres
humanos que se convierten en
nuestros mejores amigos, y así fue
hasta el último momento; princesa
fue mi mejor compañía.
Finalmente, el vecino de mi abuela
nos ofreció disculpas y
arrepintiéndose de lo había hecho
asumió los gastos de la despedida
de princesa.
Es muy triste ver que hay personas
tan envidiosas, que no saben
controlar esos sentimientos tan
desastrosos, causando la muerte de
alguien y más de un inocente animal,
que para los dueños significa mucho.
Aun la recuerdo y a pesar de que
pasen los años siempre será la
princesita de mi corazón.