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Junio 2015 Documento del Banco Mundial

Trabajar por el Fin de la Pobreza


en América Latina y el Caribe
Trabajadores, Empleos y Salarios
© 2015 Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento / Banco Mundial
1818 H Street NW, Washington DC 20433
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Cita de la fuente—La obra debe citarse de la siguiente manera: Banco Mundial. 2015. “Trabajar por el Fin de la Pobreza en
América Latina y el Caribe: Trabajadores, Empleos y Salarios” LAC Poverty and Labor Brief (June), Banco Mundial, Washington,
DC: Banco Mundial. doi: 10.1596/978-1-4648-0705-3. Licencia: Creative Commons de Reconocimiento CC BY 3.0 IGO.

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ISBN (electronic): 978-1-4648-0705-3
DOI: 10.1596/978-1-4648-0705-3
Trabajar por el Fin de la Pobreza
en América Latina y el Caribe
Trabajadores, Empleos y Salarios

Junio 2015
Tabla de Contenido

Reconocimientos 5

Resumen ejecutivo 7

Sección 1. LAC continúa avanzando en la dirección correcta, pero estos avances se han desacelerado 9

Sección 2. Los motores del mercado laboral en la reducción de la pobreza en LAC 20


I. Cantidad e intensidad del uso de los activos: Mayor capital humano pero disminución
de la participación de los trabajadores no calificados y poco calificados 22
II. El rendimiento de los activos: Los cambios en la estructura del mercado de trabajo
no explican el crecimiento total del ingreso 26
III. Rendimientos de los activos: Estableciendo salarios mínimos para cubrir más trabajadores 35
Conclusiones 40

Referencias 42

Anexos
Anexo 1. Bases de datos armonizadas en LAC y estimación de la pobreza regional y cifras de desigualdad 45
Anexo 2. Tasas de pobreza y coeficientes de Gini por país, 2008-2013 46
Anexo 3. Encuestas utilizadas en la armonización de SEDLAC y LABLAC 48
Anexo 4. Perfiles del 40% de la población más pobre y el 60% más rico (2013) 50
Anexo 5. Descomposición de los cambios de la pobreza extrema (US$2.50 al día), 2003-2013 51
Anexo 6. Descomposicion de los cambios de la pobreza (US$4 al día) por sub-región, 2003-2013 52
53
Anexo 8. Descomposición Shapley entre los componentes de una medida de bienestar 54
Anexo 9. Cambio en la composición de la población en edad de trabajar, 2003-2013 (puntos porcentuales) 56
Anexo 10. Perfiles de los grupos por habilidades de LAC (2013) 57
Anexo 11. Descomposición de avances sectoriales y cambios en la población 59
Anexo 12. Probabilidad de ser pobre en cada sub-región, por sector 60
Anexo 13. Factores correlacionados con la participación en la fuerza laboral del 40% más pobre (2013) 61
Anexo 14. Sectores clasificados por la mediana del salario por hora en 2003 en todos los países de LAC 62
Anexo 15. Crecimiento salarial por nivel de habilidad y tipo de empleo o sector, 2003-2013 63
Anexo 16. Salarios mínimos y fuentes de datos en países seleccionados 64
Acerca del informe Poverty and Labor Brief

Este es el séptimo informe Poverty and Labor Brief (PLB, por sus siglas en inglés) que realizó el Equipo para el
Desarrollo Estadístico para América Latina y el Caribe (LAC TSD, por sus siglas en inglés) en la Práctica Global
de la Pobreza del Banco Mundial. Esta serie de informes presenta las tendencias más recientes en la pobreza,
desigualdad y prosperidad compartida en América Latina y el Caribe (LAC) utilizando encuestas regionales
comparables de hogares y de la fuerza laboral (SEDLAC y LABLAC, respectivamente). Asimismo, cada PLB
analiza un tema específico de desarrollo de interés para la región. Por ejemplo, los PLB anteriores examinaron
la reciente reducción de la desigualdad y los factores detrás de ella; la contribución de la mujer a la reducción
de la pobreza y la desigualdad, y la introducción de los nuevos objetivos del Banco Mundial y sus implicaciones
para LAC. Los PLB están diseñados para inducir que la toma de decisiones se base en hechos y en discusiones
al otorgar a los lectores estadísticas comparables y detalladas relacionadas con el doble objetivo que tiene
el Banco Mundial de erradicar la pobreza extrema y fomentar la prosperidad compartida. Junto con los PLB
previos, muchos de los indicadores de estos informes están disponibles en la página web del LAC Equity Lab:
www.bancomundial.org/equitylab.

Febrero 2014 Ganancias Sociales en la Balanza: Un Desafío de la Política Fiscal para América Latina
y el Caribe (versión publicada en español)
Junio 2013 Cambiando la Velocidad para Acelerar la Prosperidad Compartida en América Latina
y el Caribe (versión publicada en español)
Agosto 2012 The Effect of Women’s Economic Power in Latin America and the Caribbean
Diciembre 2011 Al Borde de la Incertidumbre: Reducción de la pobreza en América Latina y el Caribe
durante y después de la Gran Recesión (versión publicada en español)
Abril 2011 A Break with History: Fifteen Years of Inequality Reduction in Latin America
Octubre 2010 Did Latin America Learn to Shield its Poor from Economic Shocks?
Reconocimientos

Este informe fue elaborado por la Práctica Global de la Pobreza del Banco Mundial. Los integrantes del equipo
principal son Andrés Castañeda, Giselle Del Carmen, Leonardo Lucchetti, Laura Moreno, Thiago Scot, Liliana D.
Sousa, Daniel Valderrama y Martha Viveros. El equipo trabajó bajo la dirección de Louise Cord y contó con la
valiosa asistencia de Bernardo Atuesta, Liwam Berhane, Kiyomi Cadena, German Caruso, Ana Cristina Cifuentes,
Camilo Deza de la Vega, Tania Díaz Bazan, Karem Edwards, Santiago Garriga, Mateo Salazar y Mary Alexander
Sharman. El equipo agradece los comentarios recibidos de Johannes Hoogeveen, Gabriela Inchauste, Ana
Revenga, Joana Silva, Augusto de la Torre y de los participantes del comité de revisión. El documento fue
editado por John Burgess y Florencia Micheltorena.

Los hallazgos, interpretaciones y conclusiones expresadas en este estudio no reflejan necesariamente los
puntos de vista del Banco Mundial, su Consejo de Directores Ejecutivo o los gobiernos que representan. El
Banco Mundial no garantiza la precisión de los datos contenidos en este documento. Asimismo, nada de lo
aquí incluido deberá constituir o ser considerado una limitación o renuncia a los privilegios e inmunidades del
Banco Mundial, los cuales se dan por reservados de manera expresa.

Las cifras que se muestran en este informe se basan en los esfuerzos de armonización de los datos regionales
conocidos como SEDLAC y LABLAC, esfuerzos conjuntos del Banco Mundial y CEDLAS en la Universidad
Nacional de La Plata en Argentina. Esto facilita la comparación entre países de los hallazgos derivados de las
encuestas oficiales de hogares y laborales. Por esta razón, los números que aquí se analizan pueden diferir de
las estadísticas oficiales reportadas por los gobiernos y las oficinas nacionales de estadísticas. Estas diferencias
no deben interpretarse de ninguna manera como una afirmación de superioridad metodológica, puesto que
ambas fuentes estadísticas contribuyen a los mismos objetivos importantes: poder comparar los datos a
nivel regional y tener la mejor representación posible de las realidades de cada país. La medida agregada del
bienestar utilizada en este estudio se basa en el ingreso.

La traducción del estudio original “Working to End Poverty in Latin America and the Caribbean: Workers, Jobs,
and Wages” estuvo a cargo de Verónica De Allende.
6
Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe
Resumen Ejecutivo

L
a región de América Latina y el Caribe (LAC) tuvo logros meritorios en la lucha contra la pobreza en los

Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe


años 2000. Esta década consistió en un crecimiento económico sólido, de una reducción considerable de
la pobreza y de la desigualdad de los ingresos y el avance de la sociedad hacia una creciente clase media.
Pero en los últimos años, este impulso ha disminuido. Tanto la pobreza extrema, definida en la región como
subsistencia con menos de US$2.50 al día, y la pobreza total (US$4 al día) disminuyeron a un ritmo más lento
que en años anteriores; mientras que la pobreza extrema, medida por el punto de referencia global de US$1.25,
se mantuvo relativamente constante. El crecimiento del ingreso, particularmente en el 40% inferior de la distri-
bución del ingreso de la región, ha disminuido; mientras que la reducción de la desigualdad del ingreso se ha
estancado en años recientes. Aún cuando los logros totales del decenio fueron importantes, uno de cada cinco
latinoamericanos no se ha beneficiado y se ha mantenido en la pobreza en los últimos diez años. En suma, estas
tendencias indican la necesidad de medidas de política para mantener el rumbo hacia una mejor calidad de vida
para millones de personas en la región y de la consecución de los objetivos de erradicar la pobreza extrema y
fortalecer la prosperidad compartida.

Si bien los cambios en la distribución del ingreso de los hogares tuvieron un papel importante, la reducción de
la pobreza en LAC ha sido impulsada principalmente por el crecimiento en el ingreso. Éste, a su vez, deriva en
parte del crecimiento de los activos de los hogares de la región, especialmente en capital humano en forma de
las habilidades comerciables, y qué tan eficazmente esos activos se aplican en los mercados de trabajo. Entre
2003 y 2013, los salarios promedio de los latinoamericanos aumentaron de manera significativa, jugando un
papel importante en la reducción de la pobreza de la región y dando indicio de mejoras en los mercados de
trabajo de la región.

Con el fin de entender mejor esta dinámica, es útil tener en cuenta la diversidad de la fuerza laboral de la región
al considerar los grupos con diferentes habilidades, definidos con base en los niveles de educación. Los traba-
jadores no calificados, adultos que no terminaron la escuela primaria, tienen los más altos índices de pobreza y

7
representan casi la mitad de la población pobre de la región, y los trabajadores con mayor nivel de educación
tienen resultados más favorables. La región ha invertido fuertemente en actualizar las habilidades a través de la
educación con logros importantes: a lo largo de la distribución del ingreso, los trabajadores están cada vez más
calificados y este cambio ha contribuido a la reducción de la pobreza y la desigualdad.

Sin embargo, la región enfrenta una paradoja. Aún cuando el acceso a la educación ha aumentado y las mujeres
se suman a la fuerza laboral a tasas más elevadas, los trabajadores menos calificados tienen mayor probabilidad
de abandonar la fuerza laboral que los que son más calificados. Esto es particularmente cierto entre los jóvenes
de la región, con muchos de los menos calificados que no llegan a formar parte de la fuerza laboral, aunque
hayan desertado de la escuela. Esto limita la eficacia de las estrategias de lucha contra la pobreza, ya que impide
que muchos de los pobres se beneficien y contribuyan directamente al crecimiento económico de la región.

Los avances de la región en lo que respecta a las habilidades y mejoras en la calidad del empleo, por sí mismos,
no son suficientes para explicar la tendencia general del incremento en los ingresos. El empleo por cuenta pro-
pia y las pequeñas empresas siguen constituyendo en gran medida el empleo no calificado, proporcionando
solamente ingresos de subsistencia para muchos. Asimismo, a pesar de que los servicios siguen siendo un seg-
mento de baja productividad de la economía, han ido creciendo en importancia para el empleo.

Mucho de esto se puede atribuir mejor al auge global de las materias primas, el cual fue una ganancia neta para
la región pero que tuvo diferentes impactos a través de varios países. Entre los principales países exportadores
de productos básicos, Brasil y la mayoría de los países de la región Andina y del Cono Sur tuvieron buen desem-
peño con los salarios al alza, en particular para los trabajadores menos calificados. Sin embargo, en México y en
Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe

América Central, al enfrentarse con gastos de importación más elevados y a la competencia internacional, los
trabajadores con diferentes niveles de habilidades sufrieron pérdidas salariales.

Una herramienta de política que todos los países de LAC utilizan son los salarios mínimos. Incluso en el sector
informal, el salario mínimo tiene el potencial de impulsar los ingresos de los pobres mediante el establecimiento
de una meta en toda la economía, el llamado “efecto faro.” Pero los países de LAC han tenido una experiencia
mixta con esta herramienta, la cual las autoridades han impuesto con frecuencia y sólo al azar, inclusive en el
sector formal de la economía. Un salario mínimo relativamente bajo tiende a tener un menor efecto positivo en
los salarios de los trabajadores en general. Pero en los países donde se han establecido salarios demasiado altos,
el efecto faro se pierde al haber pocas personas que realmente ganan este salario. Algunos estudios muestran
una posible desventaja del salario mínimo, alguna pérdida del empleo puede darse al incrementarse los salarios.

Con el debilitamiento del auge de las materias primas, la región hará bien en redoblar los esfuerzos internos
para promover más crecimiento inclusivo y reducir la pobreza. Este informe resalta la necesidad de aliviar las
restricciones que enfrentan los pobres en la participación en el mercado laboral y de continuar mejorando el
acceso a la educación de alta calidad. Si bien las políticas del mercado laboral como el salario mínimo pueden
ser herramientas útiles, se debe tener cuidado para aplicarlas con criterio. Asimismo, el encontrar las mejores
formas de intensificar la productividad, lo cual permitirá a los trabajadores hacer cambios estructurales hacia
mejores puestos de trabajo, será un importante reto en el avance para lograr el crecimiento inclusivo sostenido
y la prosperidad compartida.

8
Sección 1. LAC continúa avanzando
en la dirección correcta, pero estos avances
se han desacelerado

S
i bien la pobreza siguió disminuyendo en 2013, la tasa de reducción fue más lenta que en años

Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe


anteriores.1 La pobreza total, definida en la región con base en un ingreso de subsistencia menor a US$4
al día, disminuyó del 25.3% en 2012 a 24.3% en 2013, mientras que la pobreza extrema (de US$2.50 al
día) se redujo del 12.2% a 11.5% (Figura 1.1a). Sin embargo, el ritmo de reducción de la pobreza se desaceleró
en comparación con los años anteriores (Figura 1.1b). Además, la proporción de personas en la región que viven
con menos de US$1.25 al día, la línea de pobreza extrema, se mantuvo relativamente constante en cuatro por
ciento en el 2013, lo que pone en peligro la capacidad de la región para lograr el objetivo del Banco Mundial
de erradicar la pobreza extrema para el año 2030.2 Aunque no está incluida en las estimaciones regionales, los
nuevos datos de Haití resaltan la persistencia de la disparidad de la pobreza en este país con el resto de la región,
con casi una cuarta parte de su población viviendo con menos de US$1.25 diarios y cerca del 60% con menos de
US2.50 diarios (ver Cuadro 1).3

En 2013, más de la mitad de los pobres de LAC vivían en los dos países más poblados de la región, Brasil
y México. Estos dos países, por sí solos, albergaban el 55% de los pobres de la región en 2013 (30.4% y 24.6%,
respectivamente), mientras que sólo el 5% de ellos vivía en el Cono Sur.4 Tal como se presenta en el Poverty and

1  El indicador de bienestar que se utiliza en este informe es el ingreso total per cápita de los hogares. Este informe se basa en Fer-
reira et al. (2012) , el cual define cuatro diferentes clases económicas basadas en el concepto de seguridad económica: 1) los pobres,
quienes tienen un ingreso per cápita de menos de US$4 diarios; 2) los vulnerables, que con un ingreso entre US$4 y US$10 diarios
enfrentan una alta probabilidad de recaer en la pobreza; 3) la clase media, con ingresos de US$10 a US$50 diarios; y, 4) los ricos, con
ingresos superiores a los US$50. El indicador básico del Banco Mundial para medir la pobreza extrema global es el porcentaje de
personas que vive con menos de US$1.25 al día. Sin embargo, dado el nivel de desarrollo económico alcanzado en la región de LAC,
los analistas decidieron usar líneas de pobreza más altas: US$2.50 diarios para la pobreza extrema y US$4 diarios para la pobreza total.
Las líneas de pobreza y las medidas de bienestar se expresan en la paridad del poder adquisitivo de 2005.
2  La meta del Banco Mundial es reducir la pobreza extrema de US$1.25 diarios a menos del tres por ciento a nivel mundial para el
año 2030 (ver Banco Mundial 2013).
3  Haití no está incluido en los agregados de LAC debido a la insuficiencia de datos. Solamente se han realizado dos encuestas de
los hogares en Haití desde el año 2000, pero no son comparables y, por consiguiente, no es posible hacer una interpolación precisa
de las tasas de pobreza en Haití para cada año.
4  Debido a que los datos para México no están disponibles para el año 2013, este valor se basa en una extrapolación de datos
descrita en el Anexo 1.

9
Figura 1.1. Las tasas de pobreza en todo LAC continúan disminuyendo aunque a una tasa menor

50 a) Pobres, vulnerables y clase media, 2003-2013


41.3
40 38.6 38.2 37.8
35.6
30.8 33.8 35.0
Porcentaje (%)

30
24.1 28.4 25.3 24.3

20 21.3 16.1
12.2 11.5
8.8
10 5.3 4.1 4.0

0
2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013
Pobreza extrema global Pobreza Extrema Pobreza Total Vulnerables Clase media
(US$1.25 al día) (US$2.5 al día) (US$4 al día) (US$4 a US10 al día) (US$10 a US$50 al día)

b) Cambios anuales en la pobreza, 2004-2013


0%

-5%
Cambio anual en pobreza

-10%
Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe

-15%

-20% 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013
Pobreza extrema global (US$1.25 al día) Pobreza Extrema (US$2.5 al día) Pobreza Total (US$4 al día)
Fuente: SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Nota: Los que ganan más de US$50 al día no se reportan aquí, en parte debido a las limitaciones en las mediciones. Los indicadores para
LAC se calculan utilizando datos de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá,
Paraguay, Perú y Uruguay. Para analizar cada año el mismo grupo de países, se hizo una interpolación cuando los datos del país no estuvieron disponibles para un año determinado. Para
los detalles metodológicos, vea el Anexo 1. Para las tasas de pobreza de los países, vea el Anexo 2.

Labor Brief 5 de 2014, Brasil y el Cono Sur (y en menor medida la región Andina) fueron el principal motor de la re-
ducción de la pobreza en LAC durante la última década, a pesar de que la tasa se redujo en 2013 en comparación
con los cinco años anteriores (Figura 1.2). En contraste, en 2013 la proporción de los pobres de LAC en América
Central y en México se incrementó en los últimos diez años.

En 2013, LAC continuó su avance hacia una región de clase media. La movilidad ascendente del ingreso
contribuyó al aumento de la clase media en la última década (Cuadro 2), definida como las personas con in-
gresos entre US$10 y US$50 por día (Figura 1.1). La clase media de LAC creció un 3.6% en 2013, pero esta cifra
estuvo por debajo del promedio de los tres años anteriores (5.4% anual). A pesar de estos importantes logros, la
mayoría de los latinoamericanos que no son pobres enfrentan un alto riesgo de caer en la pobreza debido a que
tienen ingresos entre US$4 y US$10 al día. Este grupo, los vulnerables, sigue siendo el más grande de la región,
representando el 38% de la población.

5  World Bank (2014a).

10
Cuadro 1. La Pobreza en Haití6

Por primera vez en más de una década, Haití publicó recientemente una nueva encuesta nacional de
condiciones de vida de los hogares, conocida como ECVMAS 2012. Históricamente, el análisis de la pobreza
monetaria en Haití se ha dificultado por la falta tanto de información estadística confiable y frecuente, como de
una metodología oficial de medición nacional. Antes de esta encuesta del 2012, la encuesta más reciente sobre las
condiciones de vida de los hogares era del 2001 (Enquete sur les Conditions de Vie en Haiti—ECVH) e incluyó sólo
datos sobre los ingresos. Esos datos, junto con las líneas de pobreza internacionales, se utilizaron por el gobierno y sus
socios para calcular las tasas de pobreza basadas en el ingreso.
La nueva encuesta tuvo su origen a consecuencia del terremoto del 2010, cuando las Estadísticas Haitianas
y el Instituto IT (IHSI, por sus siglas en inglés), el centro francés de investigación DIAL (Développement, Institutions
et Mondialisation) y el Banco Mundial empezaron a colaborar para elaborar una nueva encuesta de condiciones de
vida, representativa a nivel nacional, urbano-rural y departamental. Los datos de consumo resultantes posibilitaron la
definición de una línea de pobreza oficial nacional mediante un comité inter-institucional, con la asistencia técnica del
Banco Mundial, así como el cálculo de las tasas de pobreza basadas en el consumo. Por consiguiente, los indicadores de
pobreza resultantes no son directamente comprables con las tasas de pobreza presentadas en este PLB debido a que se
basan en diferentes agregados de bienestar. No obstante, los umbrales de pobreza nacional se alinean estrechamente
con los valores internacionales utilizados en este informe. La línea de pobreza extrema en Haití, por ejemplo, es de
US$1.23, cifra muy cercana a la línea de pobreza extrema internacional de US$1.25, mientras que la línea de pobreza
total es de US$2.41, también cercana a la línea de pobreza extrema usada en LAC, que es de US$2.50 al día.7
La pobreza es generalizada en Haití. En el 2012, la tasa de pobreza total fue del 58.5%, y la de pobreza extrema
fue del 23.8%. Al poner este hecho dentro de una perspectiva regional, la tasa de pobreza extrema global de LAC,
basándose en una línea de US$1.25 cercana a la línea de pobreza extrema haitiana, fue de tan sólo 4.1% en el 2012. La
pobreza es considerablemente más común en las áreas rurales y en el norte (Figura B1.1). Más del 80% de los pobres
extremos viven en las áreas rurales. El 38% de la población rural no tiene la capacidad de satisfacer sus necesidades
nutricionales, comparado con el 12% en las áreas urbanas y el 5% en el área metropolitana.

Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe


A pesar de la devastación del terremoto del 2010, las tasas de pobreza extrema son menores en todo
el país, especialmente en las áreas urbanas, de lo que fueron en el 2000. La pobreza extrema disminuyó del
31.4% en el 2000 al 23.8% en el 2012,8 impulsada por el aumento del ingreso laboral y las transferencias privadas en
las áreas urbanas. Si bien ésta se redujo alrededor del 21% y 20% al 12% y 5% en otras áreas urbanas y en el área
metropolitana, respectivamente, la pobreza extrema esencialmente se mantuvo estable en las áreas rurales.

Figura B1.1. La pobreza sigue siendo alta en todo Haití


80 74.9
70
58.5
60
50.3
Porcentaje (%)

50
37.8
40
29.2
30 23.8
20
11.9
10 4.6
0
Pobreza extrema Pobreza
678
Área metropolitana Otros urbanos Rural Total
Fuente: Banco Mundial y Observatoire National de la Pauvreté et de l'Exclusion Sociale (2014). Nota: La pobreza se define como US$2.41 (valores de 2005 PPP) per cápita al día mientras
que la pobreza extrema se define como US$1.23.

6  Los resultados que aquí se presentan se basan en Banco Mundial y Observatoire National de la Pauvreté et de l’Exclusion Sociale (2014).
7  En moneda local la línea de pobreza extrema es G 41.6 y la línea de pobreza moderada es G 81.7.
8  Las tasas de pobreza del 2000 son de la Instituto Fafo de Estudios Internacionales Aplicados (2001), un centro de investigación
noruego, basado en el IHSI Enquête Budget et Consommation des Ménages 1999/2000. Los indicadores de pobreza basados en el con-
sumo para el año 2000 se calcularon con base en la línea de pobreza alimentaria nacional estimada de una forma un poco diferente a
la metodología oficial del 2012. El agregado del consumo para la pobreza extrema en 2000 se desarrolló utilizando más de 50 produc-
tos de la canasta de alimentos, mientras que el agregado del 2012 se basó en una canasta de alimentos de 26 artículos lo cual refleja
el 85% del valor de los alimentos consumidos entre la población de referencia en todas las regiones de Haití (deciles 2-6). Además,
el agregado del 2000 no incluye las rentas imputadas, mientras que el agregado del 2012 sí las incluye. Las simulaciones muestran
que, incluso si se excluyen las rentas imputadas del agregado del 2012, se mantiene la tendencia decreciente de la pobreza extrema.

11
Figura 1.2 El avance en la lucha contra la pobreza se distribuyó de manera desigual entre
las sub-regiones de LAC, 2003-2013
0
-0.2
-0.6
Cambio anualizado en pobreza

-2 -1.5
-2.3 -2.0
-4
-4.1
-5.0 -4.6
-6 -5.2 -5.7
-5.9
-6.7 -7.1
-8 -7.6
-8.1
-10 -9.5
-11.1
-12
Región Andina Brasil Cono Sur México América Central LAC
2003-2008 2008-2013 2012-2013
Fuente: SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Nota: Los pobres se definen como personas con un ingreso per cápita menor a US$4 al día (valores de 2005 PPP al día). Para poder analizar
cada año el mismo grupo de países, se hizo una interpolación cuando los datos del país no estaban disponibles para un año determinado. La región Andina es Bolivia, Colombia, Ecuador
y and Perú; El Cono Sur es Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay; y Centroamérica es Costa Rica, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá. No
estuvieron disponibles los datos para México para el 2013. En esta gráfica, la reducción de la pobreza anualizada de México que se muestra para el periodo de 2008-2013 se refiere al
periodo 2008-2012.

Figura 1.3. Los logros en la prosperidad compartida han disminuido en la mayoría de los países
de LAC en los últimos cinco años

12 a) Tasa de crecimiento anualizada de los ingresos del 40% más pobre y del total de la población, 2003-2008
Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe

Tasa de crecimiento anualizada

-3

-6
GTM SLV MEX DOM COL PRY CHL NIC PAN CRI URY PER ECU BRA HND BOL ARG
2000-06 2004-08 2002-08 2003-08 2003-08 2003-08 2003-09 2005-09 2003-07 2003-08 2003-08 2004-08 2003-08 2003-08 2003-08 2002-08 2004-08
Media del ingreso del 40% más pobre Población total

12 b) Tasa de crecimiento anualizada de los ingresos del 40% más pobre y del total de la población, 2008-2013
Tasa de crecimiento anualizada

-3

-6
HND GTM MEX CRI DOM SLV PAN ARG BRA CHL ECU URY COL PER BOL PRY
2008-13 2006-11 2008-12 2010-13 2008-13 2008-13 2008-13 2008-13 2008-13 2009-13 2008-13 2008-13 2008-13 2008-13 2008-13 2008-13
Media del ingreso del 40% más pobre Población total
Fuente: SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Nota: La figura muestra el crecimiento anualizado de los ingresos del 40% más pobre y de la población total entre 2003-2008 y 2008-2013,
o los años más cercanos en los casos en que estas encuestas no estén disponibles para los años seleccionados.

12
Cuadro 2. Pobreza crónica en LAC9

La Figura 1.1 representa los flujos netos de movilidad fuera de la pobreza en la región entre 2003 y
2013. Los flujos brutos fueron más complejos, con algunas personas saliendo de la pobreza, algunas
entrando en ella, y otros sin tener ningún cambio en su estatus. Estudiar estos movimientos brutos (o falta de
movimiento) y las circunstancias de las personas involucradas es altamente relevante, ya que las políticas eficaces para
eliminar la pobreza crónica podrían diferir de manera considerable de las que se necesitan para resolver la pobreza
transitoria. Vakis et al. (2015) analizan la movilidad del ingreso en LAC entre el 2004 y el 2012, enfocándose de manera
especial en las personas que permanecieron en la pobreza entre esos años. Los autores aplican una técnica innovadora
desarrollada por Dang et al. (2014) y mejorada por Dang y Lanjouw (2014) que permite estimar la movilidad del
ingreso empleando datos de corte transversal.10 Se definen cuatro grupos: (1) aquéllos originalmente pobres que
permanecieron en la pobreza (los pobres crónicos), (2) aquéllos que salieron de la pobreza, (3) aquéllos originalmente
no pobres que entraron en pobreza, y (4) aquéllos que nunca fueron pobres.

El 23% de la población total de LAC (ligeramente más de la mitad de los originalmente pobres) salieron
de la pobreza entre el 2004 y el 2012. En contraste, sólo el 4% (alrededor del 8% de los originalmente
no pobres) pasaron a ser pobres. Estos números generalmente son positivos, con una tendencia a la baja
en la pobreza. Pero al mismo tiempo, apuntan a la necesidad de seguir avanzando: Uno de cinco latinoamericanos
permanecieron en la pobreza entre ambos años. Por otra parte, existieron grandes variaciones entre los países. Argentina,
Uruguay y Chile tienen los índices más bajos de pobreza crónica (alrededor del 10%), mientras que Nicaragua, Honduras
y Guatemala tienen los más altos (más del 35%).

Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe


Tabla B.2.1. Movilidad de los ingresos en LAC, 2004-2012
Año 2012
Pobre No pobre Total
Pobre 21.6 23.4 44.9
Año 2004 No pobre 4.2 50.9 55.1
Total 25.7 74.2 100.0
Fuente: Vakis et al. (2015) tomando datos de SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Nota: Las estimaciones de pobreza a nivel regional son promedios
ponderados de la población de los estimados específicos del país. Las cifras específicas del país vienen de las encuestas de 2004 o de 2012, o del año
más cercano en los casos en los que los datos de 2004 y/o de 2012 no están disponibles. Los pobres son personas con un ingreso diario per cápita
menor a US$4 al día. Los indicadores para LAC se calculan utilizando datos de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, República
Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay.

9 10

9  Este cuadro se basa en gran parte en Vakis et al. (2015).


10 La técnica desarrollada por Dang et al. (2014) construye los paneles sintéticos mediante repetidos datos de corte transversal. Se
obtienen las estimaciones de los límites inferiores y superiores del ingreso, que sirven para atrapar la verdadera movilidad del
ingreso. Cruces et al. (2011) confirmaron la técnica en tres países de LAC (Chile, Nicaragua y Perú) y Ferreira et al. (2012)aplicaron
estimaciones de los limites inferiores y superiores a todos los países de LAC. Dang y Lanjouw (2014) mejoraron esta técnica
obteniendo estima-ciones basadas en un enfoque paramétrico. Vakis et al. (2015) limitaron las estimaciones a los hogares cuyo
jefe del hogar era entre 25 y 65 años de edad y por lo tanto las estimaciones de la pobreza son ligeramente diferentes a las que se
presentan en la Figura 1.1.

13
Figura 1.4. El crecimiento económico ha disminuido de manera considerable y la desigualdad permanece
estancada en LAC desde 2010
PIB per cápita (US$ Constante 2011 PPP international)
$14,000 0.56

0.55
$12,500
0.54

Coeficiente de Gini
0.53
$11,000
0.52

0.51
$9,500
0.50

$8,000 0.49
2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014

PIB per cápita Coeficiente de Gini

Fuente: El PIB per cápita es de los Indicadores de Desarrollo Mundial (WDI, por sus siglas en inglés) y la proyección per cápita del PIB del 2014 es del Banco Mundial (2015). Para el
coeficiente de Gini de LAC, el cálculo se hizo utilizando los datos SEDLAC (CEDLAS y del Banco Mundial). Nota: Los números se calculan utilizando datos agrupados de Argentina, Bolivia,
Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay. Con el fin de analizar el
mismo grupo de países cada año, se hizo una interpolación cuando los datos del país no estaban disponibles para un año determinado. Las mediciones de desigualdad incluyen hogares
con ingresos cero. Los resultados son similares con exclusión de estos hogares. Para los detalles metodológicos, vea el Anexo 1. Para el coeficiente de Gini de cada país vea el Anexo 2.

El 40% inferior de la distribución de ingresos ha experimentado un crecimiento de los ingresos más


lento desde la crisis financiera global del 2008-2009. El Banco Mundial utiliza el crecimiento de los ingresos
Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe

de las personas del 40% más pobre como un indicador para monitorear las tendencias en la prosperidad
compartida. Durante los últimos cinco años (2008-2013, o el año más cercano con datos disponibles), los
ingresos de este grupo siguieron creciendo más (o tuvieron una disminución menor, como en Honduras y
Guatemala) que el de la media de población en todos los países, con la excepción de Costa Rica (Figura 1.3). Sin
embargo, el crecimiento de los ingresos fue más lento que en los cinco años anteriores para la mayoría de los
países. A partir de 2013, la población del 40% más pobre de LAC se caracterizó por una menor educación y
menor participación femenina en la fuerza laboral comparada con la del 60% superior (Anexo 4). Por otra parte,
los hogares que se encuentran en el 40% más pobre de la población tenían más niños y significativamente más
probabilidades de vivir en zonas rurales.

Detrás del lento progreso de la prosperidad compartida y de la reducción de la pobreza se encuentra un


estancado crecimiento económico en la región. El crecimiento del PIB anual per cápita en la región se redu-
jo de un 5% en 2010 a un 1.6% en 2013 y a un estimado 0.3% negativo en 2014 (Figura 1.4).11 Estas tasas son
considerablemente inferiores a las de mediados de los años 2000, cuando el crecimiento económico se aceleró
rápidamente entre 2003 y 2007.

Después de más de una década de una disminución constante, la desigualdad ha permanecido estática
desde 2010. La desigualdad del ingreso medida por el coeficiente de Gini ha disminuido considerablemente
en LAC entre 2003 y 2010 (Figura 1.4 y Cuadro 3).12 Sin embargo, la tasa de reducción se desaceleró en el año
2010, con el coeficiente de Gini permaneciendo constante hasta el año 2013 en alrededor de 0.52 puntos. Esto

11  World Bank (2015).


12  El coeficiente de Gini, mide la distribución del ingreso utilizando valores entre cero para una igualdad perfecta, y uno para
desigualdad perfecta. Debido a que el coeficiente no satisface la propiedad de la descomposición por grupos, el coeficiente regional
de Gini se calcula sobre la base de datos agrupados por países específicos previamente reducidos a 8000 percentiles. Como resultado,
esta medida captura la desigualdad del ingreso entre las poblaciones de la región y, por lo tanto, difiere de las medidas basadas en
los indicadores de países específicos.

14
Cuadro 3: El estancamiento de la desigualdad del ingreso en LAC se confirma por múltiples medidas

Cuatro diferentes medidas de desigualdad muestran una desaceleración en la reducción de la desigualdad


desde 2010. La Figura B3.1.a presenta la evolución de la desigualdad del ingreso medido por los siguientes indicadores:
(1) los promedios ponderados de los coeficientes de Gini específicos de cada país, (2) el promedio no ponderado de
los coeficientes de Gini específicos de cada país, (3) el índice de Theil y (4) la desviación logarítmica media. La notable
reducción de la desigualdad entre 2003 y 2010 y el posterior estancamiento se confirma en los promedios ponderados
y no ponderados de los coeficientes de Gini específicos por países y por la desviación logarítmica media agregada. El
índice Theil muestra una tendencia similar, reduciéndose de 0.63 a 0.53 entre 2003 y 2011, elevándose en 2012 por
primera vez en los años 2000 para reducirse de nuevo en el 2013 al nivel del 2011.13
La divergencia del ingreso entre los países de LAC ha ido en aumento, pero continúa representando
una pequeña parte de la desigualdad de la región. El indicador de Theil puede descomponerse en la suma de
dos términos: la desigualdad entre los países y el promedio ponderado de la desigualdad dentro de cada país. Una
descomposición del índice de Theil revela una divergencia de los ingresos entre los países como una fuente creciente,
aunque todavía menor, de la desigualdad del ingreso total en LAC. En cambio, el componente interno, es decir, la
desigualdad del ingreso dentro de cada país, es responsable del reciente aplanamiento de la desigualdad del ingreso,
lo que explica aproximadamente el 95% de la desigualdad total en 2013 (Figura B3.1.b).14

Figura B3.1. La desaceleración de la reducción de la desigualdad de los ingresos se captura mediante


otros indicadores además del coeficiente de Gini
0.65 a) Evolución de la desigualdad del ingreso en LAC, 2003-2013
Gini, Theil y Desviación logarítmica media

Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe


0.60

0.55

0.50

0.45
2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013
Gini (promedio ponderado) Gini (promedio no ponderado) Theil Desviación logarítmica media

0.65 b) Descomposición del coeficiente de Theil en LAC, 2003-2013 0.04


Theil: total y dentro de los componentes

0.03
Theil: Entre los componentes

0.60

0.02
0.55
0.01

0.50
0.00

0.45 0.00
2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013
Total Dentro Entre

Fuente: Cálculo de los autores utilizando los datos SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Nota: El índice de Theil y la media de la desviación logarítmica para LAC se calculan utilizando
datos agrupados de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay,
Perú y Uruguay. Con el fin de analizar el mismo grupo de países cada año, se hizo una interpolación cuando los datos del país no estaban disponibles para un año determinado. Las
13 14
medidas de desigualdad incluyen hogares sin ingresos Los resultados son similares excluyendo estos hogares. Para mayor detalle de la metodología, vea el Anexo 1.

13  Los resultados también son similares con otras medidas de desigualdad, las cuales no se muestran en la Figura B3.1.a, tales
como la razón entre los percentiles 90 y 10 y el índice de Atkinson.
14  Cord et al. (2014).

15
Figura 1.5. El crecimiento económico ha sido el principal motor de la reducción de la pobreza en LAC
2 a) Período 2003-2008
0.3
0
Cambio en la tasa de pobreza

-1.0
-2
-2.3 -2.6
-2.8
-4
-4.0
-5.1
-6 -5.4

-8 -7.7
-8.8 -8.4
-9.2
-10
LAC Región Andina América Central Brasil México Cono Sur
Crecimiento Redistribución

b) Período 2008-2013
2 1.3
0.5
0
Cambio en la tasa de pobreza

-1.1 -1.4
-2 -1.5
-2.4
-4 -3.5 -3.5 -3.3
-5.0
-6
-6.5
Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe

-8 -7.6

-10
LAC Región Andina América Central Brasil México Cono Sur
Crecimiento Redistribución
Fuente: SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Nota: La gráfica muestra la descomposición Datt-Ravalion (1992) de los cambios de la pobreza. Vea el Anexo 7 para los detalles en la
metodología. Las estimaciones de LAC y subregionales se calculan utilizando datos agrupados del conjunto de países relevante. Con el fin de analizar cada año el mismo grupo de países,
se hizo una interpolación cuando los datos del país no estaban disponibles para un año determinado. Para los detalles de la metodología, vea el Anexo 1.

Figura 1.6. Los hogares de bajos ingresos experimentaron un crecimiento más bajo y menos favorable
para los pobres que durante el principio de los 2000
10
Crecimiento promedio anual del ingreso per cápita

0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
55
60
65
70
75
80
85
90
95
100
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
55
60
65
70
75
80
85
90
95
100
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
55
60
65
70
75
80
85
90
95
100

2003-2008 2008-2010 2010-2013


-2
Ingreso laboral Ingreso no laboral Ingreso total
Fuente: SEDLAC (Banco Mundial y CEDLAS). Nota: Las curvas de incidencia del crecimiento se calculan utilizando los datos armonizados agrupados de 17 países. Con el fin de analizar cada
año el mismo grupo de países, se hizo una interpolación cuando los datos del país no estaban disponibles para un año determinado. Para los detalles metodológicos, ver el Anexo 1. Los
ingresos no laborales se refieren a las transferencias monetarias públicas y en especie, pensiones contributivas y no contributivas, ingresos de capital (como las ganancias y beneficios;
rentas; e intereses y beneficios), así como las transferencias privadas y las remesas.

16
es consistente con la tendencia que se señaló por primera vez en el Poverty and Labor Brief de 2014.15 Este es-
tancamiento de la desigualdad se deriva principalmente de México y varios países de América Central los cuales
han registrado incrementos reales en la desigualdad, pero también se ha percibido en algunos países Andinos
y en Brasil, donde la reducción de la desigualdad ha sido más lenta en los últimos años (Anexo 2, tabla A.2).16

Los logros en la reducción de la pobreza se deben principalmente al impulso del crecimiento total en los
niveles de ingresos, en lugar de cambios en la distribución del ingreso. La descomposición de Datt-Rava-
llion (1992) indica que alrededor del 73% de la disminución de la pobreza (7.7 puntos porcentuales) entre 2003
y 2008 fue el resultado de ingresos más altos, mientras que los cambios en la distribución del ingreso explican
solamente el 27% (Figura 1.5a). A medida que la reducción en la desigualdad se desaceleró entre 2008 y 2013,
el porcentaje de reducción en la pobreza resultante del crecimiento del ingreso aumentó ligeramente, a casi un
77%, a pesar de que el crecimiento fue menor en este periodo.17 Sin embargo, durante el periodo de 2008-2013,
la redistribución fue el motor principal de la reducción de la pobreza en México y en el Cono Sur fue casi tan im-
portante como el crecimiento. En Brasil desempeñó un papel notablemente menor comparado con el periodo
anterior. Sin embargo, en América Central la redistribución ejerció una influencia regresiva en la reducción de la
pobreza (Figura 1.5b).

El reciente estancamiento de la desigualdad en los ingresos y la baja tasa de crecimiento han generado
un patrón de crecimiento menos favorable para los pobres. La curva de incidencia del crecimiento (GIC,
por sus siglas en inglés), la cual muestra la tasa de crecimiento anualizada del ingreso per cápita para cada
percentil de la distribución del ingreso, revela un crecimiento de los ingresos mucho mayor en el extremo
inferior de la distribución de los ingresos que en la parte superior entre 2003 y 2008 (Figura 1.6).18 Durante la

Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe


crisis financiera global en 2008-2009, el crecimiento fue menor, pero continuó siendo a favor de los pobres
debido a que la clase media y, en especial los hogares más ricos, fueron los más afectados por esta crisis.
Desde 2010, la GIC es cada vez más plana en la región, con una tasa de crecimiento relativamente constante,
alrededor del 4% en todos los percentiles, a excepción del decil inferior, la cual fue menor. Ambos ingresos,
laborales y no laborales crecieron menos durante los últimos cinco años cuando se comparan con el primer
periodo, sin embargo, fueron más altos durante la crisis financiera. El crecimiento del ingreso no laboral ha
sido más favorable a los pobres y su contribución aumentó a lo largo de la distribución del ingreso durante la
crisis financiera global. De hecho, entre los grupos más pobres, el crecimiento del ingreso se ha limitado en
gran medida al ingreso no laboral.

Los mercados laborales han sido la vía principal a través de la cual el crecimiento redujo la pobreza
de LAC desde 2003, aunque su importancia disminuyó en 2008-2013 con respecto al periodo anterior.
Utilizando la metodología de Barros et al. (2006) y Azevedo, Sanfelice, y Cong Nguyen (2012), es posible aislar
el papel que las distintas fuentes de ingresos han desempeñado en la reducción de la pobreza. Los ingresos
laborales más altos constituyeron el 58% de la reducción de la pobreza total de LAC en 2003-2008 y 49% en
2008-2013 (ver Figura 1.7).19 No obstante, esta tendencia regional no se mantuvo en todas las áreas: En Mé-
xico y América Central, las áreas de la región más afectadas por la crisis financiera mundial en 2008-2009, los
ingresos laborales en realidad se redujeron, lo cual incrementó la pobreza en esos países (ver el Anexo 6). Los
cambios demográficos, incluyendo la disminución de las tasas de fertilidad, han desempeñado un papel posi-

15  World Bank (2014a). Los incrementos en la desigualdad se registran utilizando la base de datos armonizada de SEDLAC y no
necesariamente concuerdan con las tendencias oficiales. Sin embargo, debido a que los indicadores oficiales no dependen de datos
comparables, no se pueden utilizar para hacer comparaciones internacionales.
16  Cord et al. (2014).
17  Los resultados fueron similares para la pobreza extrema (ver Anexo 5).
18  Para más detalles de la metodología de GIC, ver Ravallion y Chen (2003).
19  Los cambios en el ingreso laboral se calcularon utilizando trabajadores sólo entre 15 y 69 años de edad.

17
Figura 1.7. Los ingresos del mercado laboral han sido el motor principal de la reducción de la pobreza

a) LAC, 2003-2008
58% 33% 10%

-0.4
Cambio en la tasa de pobreza

-1 -0.8 -1.0
-1.4
-2

-3

-3.4 -3.4
-4 Ingreso laboral Proporción de Ingreso laboral Proporción de Ingreso no laboral Proporción de personas
miembros empleados miembros empleados entre 15-69 años de edad
Mujeres Hombres
Ingreso laboral trabajadores entre 15-69 años de edad

b) LAC, 2008-2013
49% 39% 12%

0
0.1
-0.4
-0.7
Cambio en la tasa de pobreza

-1
-0.9
Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe

-2 -1.9

-2.6
-3

-4 Ingreso laboral Proporción de Ingreso laboral Proporción de Ingreso no laboral Proporción de personas
miembros empleados miembros empleados entre 15-69 años de edad
Mujeres Hombres
Ingreso laboral trabajadores entre 15-69 años de edad

Fuente: SEDLAC (Banco Mundial y CEDLAS). Nota: Los pobres son personas con un ingreso per cápita menor a US$4 al día (dólares de 2005 PPP). La grafica presenta la descomposición de
Shapley de los cambios de la pobreza. Vea el Anexo 8 para los detalles en la metodología basada en Barros et al. (2006) y Azevedo, Sanfelice, y Cong Nguyen (2012). Las estimaciones de
LAC se calculan usando datos agrupados del grupo de países relevante. El ingreso y la participación laboral de quienes están empleados se calculan solamente para adultos de 15 a 69
años de edad. El ingreso no laboral se refiere a las transferencias monetarias públicas y en especie, pensiones contributivas y no contributivas, ingresos de capital (como ganancias y
beneficios; rentas; e intereses y beneficios), así como transferencias privadas y las remesas. Para analizar cada año el mismo grupo de países, se hizo una interpolación cuando los datos
del país no estaban disponibles para un año determinado. Para los detalles metodológicos, vea el Anexo 1.

tivo en general: la reducción de la tasa de dependencia de la región contribuyó al 10% de la disminución de la


pobreza entre 2003 y 2008 y al 12% entre 2008 y 2013 a medida que más miembros de la familia alcanzaron la
edad laboral.20 A pesar de la importancia de los ingresos laborales, el incremento en los ingresos no laborales,
tales como las transferencias públicas, pensiones, transferencias privadas y rentas del capital, contribuyeron
un 33% a la reducción de la pobreza en 2003-2008 y un 39% en 2008-13. Los resultados fueron similares para
la pobreza extrema (ver Anexo 5).

20  En Poverty and Labor Briefs anteriores, esta descomposición no está ajustada por los cambios demográficos, es decir, la propor-
ción de miembros del hogar en edad laboral. Como resultado de ello, las estimaciones anteriores del impacto del ingreso laboral en
la pobreza son mayores ya que capturan el cambio demográfico como parte de los cambios en el nivel de empleo. Ver Anexo 8 para
una explicación más detallada de la metodología.

18
Figura 1.8. La pobreza por ingresos laborales (US$4 al día) ha disminuido en casi todos los países desde 2010
1.4
Índice de la Pobreza del Ingreso Laboral (LIPI)

1.3
1.2
1.1
1.0
0.9
0.8
0.7
0.6
2008 2008 2008 2009 2009 2009 2009 2010 2010 2010 2010 2011 2011 2011 2011 2012 2012 2012 2012 2013 2013 2013 2013 2014 2014
Q2 Q3 Q4 Q1 Q2 Q3 Q4 Q1 Q2 Q3 Q4 Q1 Q2 Q3 Q4 Q1 Q2 Q3 Q4 Q1 Q2 Q3 Q4 Q1 Q2
Argentina Brasil Colombia Ecuador México Nicaragua Perú Uruguay
Fuente: LABLAC (Banco Mundial y CEDLAS). Nota: La línea de pobreza moderada LAC (US$4 al día) se utilizó para calcular el LIPI. El segundo trimestre del 2010 es el periodo de referencia
(línea gris vertical). El LIPI sólo está disponible en ocho países de LAC: Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, México, Nicaragua, Perú y Uruguay (vea el Anexo 3, Tabla A.4).

La pobreza por ingresos laborales mantuvo su tendencia a la baja en muchos países en 2014. Dado que
el ingreso laboral es el motor principal de la reducción de la pobreza, es importante monitorear la proporción
de los hogares que no alcanzan a satisfacer sus necesidades básicas dependiendo únicamente de su ingreso
laboral. El Índice de Pobreza del Ingreso Laboral (LIPI, por sus siglas en inglés)21 mide la pobreza en función de
si los hogares tienen ingresos laborales per cápita inferiores a las líneas de pobreza regionales. Debido a que el

Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe


LIPI se basa en las encuestas de empleo trimestrales y mensuales, éste proporciona medidas de pobreza con alta
frecuencia y prácticamente actualizadas.22 La pobreza, medida por el coeficiente de LIPI, ha disminuido en casi
todos los países desde el segundo trimestre de 2010 (Figura 1.8), aunque el ritmo de esta reducción ha sido más
lento a lo largo del tiempo e incluso se ha nivelado en muchos países en los últimos años. México fue la única ex-
cepción: Después de permanecer casi estancada, la pobreza por ingresos laborales se incrementó desde 2013.23
Sugiriendo una desaceleración de la reducción de la pobreza, los datos trimestrales más recientes disponibles
en Argentina, Brasil y Perú mostraron señales de un incremento en la pobreza por ingresos laborales.

En la última década, una amplia gama de cambios en el mercado laboral ha contribuido a la reducción de
la pobreza y la desigualdad de los ingresos en los países de LAC. En la siguiente sección se analiza con mayor
profundidad los mercados laborales de LAC, presentando las recientes tendencias de la acumulación del capital
humano, cambios sectoriales y los factores de demanda laboral que impulsan los incrementos salariales. Los
aumentos en los niveles educativos y los cambios estructurales en los mercados laborales, medidos por el sector
de empleo y el tipo de empleo, no son lo suficientemente grandes como para explicar el notable crecimiento de
los salarios que ha disfrutado gran parte de la región. Más bien, el mérito se debe al auge de las materias primas
de la región, especialmente en lo que se refiere a los trabajadores menos calificados, mientras que la aplicación
de los salarios mínimos en la última década aumentó los salarios incluso en el sector informal.

21  El índice lo aplicó CONEVAL por primera vez en México.


22  Dado que el LIPI se basa en datos laborales de mayor frecuencia, sólo ocho países de América Latina y el Caribe para los cuales
había datos disponibles lo tienen: Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, México, Nicaragua, Perú y Uruguay.
23  Recientemente se identificó un problema potencial en el cálculo del LIPI utilizando datos de México: La tasa del ingreso laboral
de las respuestas cero y no-respuestas para aquellos que están empleados en la encuesta nacional de ocupación y empleo (ENOE) au-
mentó del 10 al 22% entre 2005 y 2012 (Campos-Vazquez, 2013, y Rodriguez-Oreggia y Lopez Videla, 2014). El LIPI que aquí se reporta
se basa en datos LABLAC armonizados para tomar en cuenta el incremento de la falta de respuesta de los ingresos de los datos mexi-
canos, los cuales excluyen los cálculos de los hogares con miembros que respondieron que trabajan pero que no reportaron ingresos.
Este ajuste reduce el cambio en la pobreza de cinco puntos porcentuales a dos puntos porcentuales. Se realizaron pruebas con los
datos de los otros países cuya fuente se basa en los datos de LABLAC; no se encontraron problemas con tasas altas de no-respuesta.

19
Sección 2. Los motores del mercado laboral
en la reducción de la pobreza en LAC

E
l crecimiento de los ingresos laborales explica más de la mitad de la reducción de la pobreza de la re-
Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe

gión entre 2003 y 2013. De acuerdo con el modelo basado en activos, los cambios en la pobreza en LAC
se pueden atribuir a cambios en la cantidad de activos que tiene los hogares (por ejemplo, educación), la
intensidad con la que los usan (tales como participación en la fuerza laboral) y los rendimientos que se obtienen
al comercializarlos (en este caso, los salarios).24 Para un hogar típico, el activo más importante es el capital huma-
no, o el potencial que tienen los miembros en el mercado laboral. Sin embargo, el ingreso laboral no sólo depen-
de de las características de los trabajadores, sino que se determina en gran parte por factores externos, como las
fuerzas del mercado laboral (oferta y demanda) y las políticas públicas. En este informe no se pudo determinar
exactamente cómo los mercados laborales de LAC redujeron la pobreza. Sin embargo, esta sección se basa en
el informe “Prosperidad Compartida y la Erradicación de la Pobreza en América Latina y el Caribe” con el fin de
examinar los cambios en la cantidad y la intensidad de uso de los activos, especialmente el capital humano y la
participación de la fuerza laboral, así como los cambios en los mercados laborales de la región que fomentan una
mayor rentabilidad de los salarios.25 Asimismo, se examina cómo las políticas del mercado laboral, en particular
el salario mínimo, pueden afectar los salarios, incluso entre los trabajadores que no están formalmente incluidos
en estas políticas. La Parte 1 explora los cambios en la cantidad y la intensidad del uso de los activos en la fuerza
laboral. Las Partes 2 y 3 exploran algunas hipótesis primordiales del crecimiento de los rendimientos de la mano
de obra en la región; con la Parte 2 enfocándose en los factores del mercado y la Parte 3 en la legislación sobre el
salario mínimo.

Gran parte del ingreso laboral de los pobres proviene de trabajadores no calificados y poco calificados. Es
importante considerar los hogares no solamente por su condición de pobreza, lo cual puede ser transitorio, sino
también por su nivel de habilidades. La mayor parte del análisis que se presenta en esta sección divide a los tra-

24  Attanasio (1994), Camber (2006), Lopez-Calva y Rodriguez (2014), y Cord, Genoni y Rodriguez-Castelan (2015). El modelo ba-
sado en activos también incluye la exposición al riesgo de los hogares y el acceso a las transferencias como dos componentes adicio-
nales que afectan los ingresos de los hogares.
25  Cord, Genoni y Rodriguez-Castelan (2015).

20
Figura 2.1. La pobreza sigue siendo alta entre los trabajadores no calificados y poco calificados en LAC

70%
a) Tasas de pobreza por niveles de habilidad, 2003 y 2013

60%

50%

40%
Porcentaje

30%

20%

10%

0%
Total No calificados Poco calificados Calificados
2003 2013

b) Composición de las habilidades de los trabajadores en pobreza moderada, 2003 y 2013


100%
11.6% 17.0%
80%
29.9%
35.4%
60%
Porcentaje

40%
58.5%
47.5%
20%

Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe


0%
2003 2013
No calificados Poco calificados Calificados

Fuente: SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Nota: Las cifras de LAC y subregionales se calculan usando la base de datos circa (vea el Anexo 1). El panel “a” reporta la tasa de pobreza
(línea de pobreza de US$4 por día) por el nivel de habilidad de la principal fuente de ingresos del hogar, mientras el panel “b” presenta la composición de habilidades de la principal fuente
de ingresos laborales para los hogares pobres.

bajadores en tres niveles según su habilidad: no calificados, los cuales no terminaron la escuela primaria (incluyen
los que no tienen nada de educación escolar); poco calificados, los cuales terminaron la escuela primaria pero no
la secundaria; y calificados, los cuales por lo menos tienen educación secundaria.26 Con el fin de identificar los
cambios en el mercado laboral que tienen el mayor potencial para reducir la pobreza, este informe se centra en
los trabajadores no calificados y de qué manera ha cambiado su empleo.

Los trabajadores no calificados tienen las tasas más altas de pobreza y representan casi la mitad de los que
viven en la pobreza en LAC en el 2013 (Figura 2.1a y 2.1b). A pesar de que la tasa de pobreza de los hogares
encabezados por adultos no calificados disminuyó en 20 puntos porcentuales entre 2003 y 2013, estos hogares
siguen siendo un porcentaje desproporcionado de los pobres de LAC. Pese a que dichos hogares sólo constituyen
el 28% de la población de la región, representan el 54% de los hogares en pobreza extrema, el 48% en pobreza
moderada e incluyen el 41% de los adultos que se encuentran en el 40% más pobre durante el 2013 (ver Anexo
10). Este grupo, encabezado por personas con un promedio de poco menos de cuatro años de escolaridad en
el 2013 (los trabajadores poco calificados tiene un promedio de ocho años), tienen un retraso significativo en

26  Aunque la educación escolar no es un reflejo perfecto de las habilidades, es una herramienta útil para entender la relación entre
las habilidades y el ingreso laboral.

21
el logro educativo. Estos hogares albergan un desproporcionado 44% de la población de la región con más de
65 años de edad y un 29% de los niños menores de 17 años. Alrededor del 35% de las familias de estos hogares
viven en las zonas rurales, donde la pobreza sigue siendo más elevada; comparado con un 21% en el caso de los
trabajadores poco calificados y con sólo 7% de los trabajadores calificados. Mientras tanto, los trabajadores urba-
nos representan casi dos tercios de los trabajadores no calificados y casi el 80% son trabajadores poco calificados.

I. Cantidad e intensidad del uso de los activos: Mayor capital humano pero disminución de la participación de
los trabajadores no calificados y poco calificados

Si bien la población en edad de trabajar de LAC continúa siendo dominada por los adultos no calificados y
poco calificados, la región ha invertido fuertemente en aumentar su acervo de capital humano. Las tenden-
cias, en lo que respecta a la matrícula escolar y al nivel de escolaridad, han sido positivas a través de la región; con
un importante crecimiento del porcentaje de la población en edad de trabajar que logró terminar la educación
básica. Entre 2003 y 2013, el porcentaje de los adultos con más de seis años de educación escolar aumentó de
56% a 66%. Este cambio se produjo en toda la distribución de ingresos, con un porcentaje de adultos no califi-
cados en el 40% más pobre disminuyendo en más de 18 puntos porcentuales (Figura 2.2 y Anexo 9). En la parte
superior de la distribución del ingreso, hubo una disminución de los adultos en los dos quintiles superiores que
no terminaron la escuela secundaria.

Los incrementos en la cantidad de activos, es decir, las habilidades medidas por la educación, contribuye-
ron a la reducción de la pobreza en la región. Casi una quinta parte (17%) de la reducción de la pobreza por
ingresos laborales a través de la región entre 2003 y 2013, se relacionó con los incrementos en las dotaciones
Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe

educativas de la fuerza laboral (Figura 2.3).27 En América Central y en México, los incrementos en educación fue-
ron relativamente más importantes. Sin embargo, esto no se refleja en mejores logros en la educación tanto como
en la menor reducción de la pobreza total en esas sub-regiones. En el Cono Sur, la región con el mayor nivel de
escolaridad en LAC y en la región Andina, los incrementos en los niveles de escolaridad impulsaron sólo 5 y 9%
de la reducción de la pobreza, respectivamente. Los aumentos en el capital humano también contribuyeron indi-
rectamente a la reducción de la pobreza y a las mejoras del mercado laboral en la región, tal es el caso de la cre-
ciente clase media, que incrementó la demanda por trabajadores menos calificados en sectores como servicios.
Asimismo, pueden surgir externalidades positivas, donde la presencia de los trabajadores más educados estimule
a que sus compañeros sean más productivos.28 Similar a estudios anteriores, una caída en la prima educativa (la
disposición de los empleadores a pagar salarios más altos a trabajadores con un nivel de educación superior)
durante este periodo, se refleja en el efecto de los precios de la educación en la pobreza por ingresos laborales,
la cual estaría correlacionada con incrementos en la pobreza, en ausencia de cambios en el nivel de escolaridad.29

Sin embargo, la baja calidad de la enseñanza, así como otros problemas como la malnutrición, limitan la
capacidad de la región para crear más capital humano. En el Poverty and Labor Brief de 2014 se estableció que
existe una persistente desigualdad en el acceso a bienes y servicios públicos infantiles, especialmente a una edu-

27  Yun (2004) propone una metodología para aplicar la descomposición de Blinder (1973) y Oaxaca (1973), en especificaciones
de modelos no lineales. Al aplicar esta metodología, el cambio en la probabilidad de ser pobre por ingresos laborales en LAC entre
2003 y 2013, se descompone en los tradicionales efectos precio (coeficientes) y dotación (características). El efecto precio captura
la parte de la reducción de la pobreza que pude explicarse por los cambios en la probabilidad de ser pobre de los diferentes grupos
socio-económicos identificados por las variables de control. El efecto de la dotación calcula la reducción de la pobreza relacionada
con el cambio en las características de la población, por ejemplo, un aumento en el nivel de escolaridad o un cambio en el sector
del empleo. En esta especificación, las características son el nivel de escolaridad, género, grupos por edad, condición urbana, sector
de empleo, tipo de empleo, el número de miembros de la familia que trabajan, y los efectos fijos del país. El efecto del precio de la
variable educación se interpreta como el cambio en el retorno del ingreso laboral de los trabajadores poco calificados y calificados,
relativo al retorno que reciben los trabajadores no calificados (la categoría omitida).
28  Moretti (2004); Acemoglu y Angrist (2000).
29  Por ejemplo, Bourguignon, Ferreira y Lustig (2005).

22
Figura 2.2. El nivel de escolaridad aumentó entre 2003 y 2013
Cambio de la proporción de personas en edad laboral

20
(18-65 años de edad, puntos porcentuales

15 8.7
11.4
10
14.6 14.3
5 10.5
6.8 7.1
0 -3.3
-5 -9.0 -3.9
-14.6
-10 -19.2 -18.3
-5.3
-15
-20 1 2 3 4 5
Quintil
No calificados Poco calificados Calificados
Fuente: SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Nota: Esta gráfica se calcula usando la base de datos aproximada (vea el Anexo 1). La gráfica reporta el cambio en puntos porcentuales de
la composición de la fuerza laboral (individuos de 18-65 años de edad) en LAC, entre 2003 y 2013, para los quintiles del ingreso per cápita.

Figura 2.3. Los logros en educación están relacionados con la reducción de la pobreza
en LAC entre 2003 y 2013
10
Cambio en la pobreza, puntos porcentuales

5
0
-5

Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe


-10
-15
-20
-25
-30 LAC Región Andina Brasil América Central México Cono Sur

Dotaciones educativas Precios de la educación Otros factores y efectos interactivos


Fuente: SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Las cifras de LAC y subregionales se calculan utilizando la base de datos circa (vea el Anexo 1). Nota: Esta gráfica reporta los resultados de la
descomposición de Blinder (1973) y de Oaxaca (1973) aplicada a la pobreza por ingreso laboral. La descomposición se calcula sobre el cambio en la pobreza que es debido estrictamente a
cambios en el ingreso laboral. Este enfoque permite aislar los efectos de los cambios en el ingreso no laboral, como las transferencias públicas o las pensiones. Para hacer esto, los cambios en
la pobreza se calculan utilizando las tasas de pobreza del ingreso laboral—la proporción de los hogares con ingresos laborales menores a US$4 per cápita al día. El nivel de habilidad del
hogar (el componente intra-sectorial) es el nivel educativo de la principal fuente de ingresos laborales en el hogar.

Figura 2.4. Las tasas de participación de la fuerza laboral de los más jóvenes y personas mayores
han disminuido, mientras que las de las mujeres en edad productiva se han incrementado, 2003-2013
9 Mujeres Hombres
Cambio en la participación de la fuerza

6
laboral, puntos porcentuales

3
0
-3
-6
-9
-12
-15
15 a 18 18 a 25 25 a 55 55 a 65 Mayores de 65 15 a 18 18 a 25 25 a 55 55 a 65 Mayores de 65
Total No calificados Poco calificados Calificados
Fuente: SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Nota: Las cifras de LAC se calculan utilizando la base de datos circa (vea el Anexo 1). Esta gráfica reporta la variación, en puntos porcentuales,
de las tasas de participación en LAC por género, edad y nivel de habilidad entre 2003 y 2013.
23
cación de alta calidad y mejoras en el saneamiento. Si bien el acceso a la educación ha aumentado, varias fuentes
indican que, en promedio, la calidad de la enseñanza es baja en comparación con los estándares internacionales
y es peor para los grupos de ingresos más bajos, lo que limita su impacto en la reducción de la pobreza y las me-
joras en el mercado laboral.30 La desnutrición y la mala salud infantil impiden el acceso a la educación. Entre el
2000 y el 2011, la mayoría de los países de LAC lograron una reducción de las tasas de anemia en niños menores
de cinco años; en Perú, el porcentaje de los niños disminuyó de 51.6% a 33.2%. A pesar de estas mejoras, la tasa
de anemia en LAC fue de 29.1%, por debajo del promedio mundial de 42.5% pero por encima de la de los países
de altos ingresos (15.5%).31

Aún cuando la región ha incrementado su capital humano, la participación de la fuerza laboral, es decir, la
intensidad del uso del capital humano, no aumentó y, en consecuencia, no ha sido un motor de reducción
de la pobreza en la región. De hecho, la pobreza se redujo, a pesar de que la participación de la fuerza laboral
también lo hizo para el 40% más pobre. La mayoría de los países en LAC se caracterizan por tener menores tasas
de participación de la fuerza laboral de los adultos entre el 40% más pobre que entre el 60% más rico y la dife-
rencia en estas tasas ha aumentado en muchos países.32 Esto implica que, aunque la escolaridad ha tendido una
tendencia al alza en toda la región, las familias menos acomodadas han reducido la intensidad de la utilización de
su capital humano, lo que ha limitado su capacidad de beneficiarse y contribuir al crecimiento. Con repercusiones
potencialmente importantes para el crecimiento económico y la reducción de la pobreza, la participación de la
fuerza laboral entre los trabajadores no calificados ha disminuido en la mayoría de los grupos de edad desde el
2003 (Figura 2.4). Este grupo era el que ya tenía una mayor probabilidad de ser pobre y el que tenía menor proba-
bilidad de formar parte de la fuerza laboral. Sin embargo, hubo variaciones importantes en toda la región y en los
diferentes grupos, con incrementos en la participación de la fuerza laboral en algunos países y entre las mujeres
Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe

en edad de mayor productividad (entre 25 y 55 años).

Entre 2003 y 2013, las mayores disminuciones en las tasas de participación de la fuerza laboral ocurrieron
entre los jóvenes y los hombres no calificados. La participación de la fuerza laboral de los hombres con una
educación primaria incompleta disminuyó en todos los grupos de edad, incluyendo los 2.4 puntos porcentuales
para aquellos en edad laboral productiva. La participación de aquéllos entre los 15 y 18 años de edad, disminuyó
en un promedio de 7.9 puntos porcentuales, mientras que para las mujeres en este grupo de edad, la disminución
fue de 5.3 puntos porcentuales. Si bien esto refleja en parte un aumento del 7% en la matrícula escolar entre los
adolescentes mayores, también muestra que los jóvenes desarraigados, aquellos que no están trabajando ni estu-
diando, siguen siendo un grupo considerable de 14% entre los 15 y 18 años de edad en 2013.33 La tasa de participa-
ción de la fuerza laboral de los adolescentes entre 15 y 18 años de edad que no terminaron la escuela primaria dis-
minuyó en el orden de 10 puntos porcentuales para las mujeres y 14 puntos porcentuales para los hombres entre
2003 y 2013. Los jóvenes desarraigados de LAC suelen tener bajos niveles de educación y escasas oportunidades
de empleo y se encuentran en mayor riesgo de ser pobres y que se involucren en conductas de riesgo. La violencia
juvenil y las pandillas son un problema preocupante en la región, especialmente en América Central, donde los
hombres entre 15 y 34 años representan la mayoría de los miembros de las pandillas y las víctimas de homicidio.34

Aunque las tasas de participación han disminuido entre los jóvenes y las personas mayores, el grupo que
ha aumentado su presencia en la fuerza laboral es el de las mujeres en edad productiva. La participación de

30 World Bank (2014A), Ferreira et al. (2012), Barros et al. (2009) y Molinas et al. (2012).
31 World Development Indicators (2014).
32 Cord, Genoni y Rodriguez-Castelan (2015); Anexo 13.
33 Cálculos basados en la metodología de “Out of School and Out of Work: A Diagnostic of Ninis in Latin America”, trabajo en curso
por De Hoyos, Popova y Rogers (World Bank).
34 World Bank (2011).

24
Figura 2.5. El 40% más pobre tiene menos probabilidad de pertenecer a la fuerza laboral y esta brecha
se incrementó entre 2003 y 2013 en LAC
15
Cambio porcentual en la participación laboral

10

-5

-10

-15
Ecuador Argentina Brasil Guatemala Bolivia LAC Perú Chile Uruguay Colombia Paraguay Honduras México El Salvador República
(urbano) (urbano) Dominicana
40% más pobre 60% más rico
Fuente: SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Nota: Las cifras de LAC se calcularon utilizando la base de datos circa (vea el Anexo 1). La gráfica reporta la variación porcentual de las tasas
de participación de la fuerza laboral para personas de 25-65 años de edad, en el 40% inferior y el 60% superior de la distribución del ingreso per cápita entre 2003 y 2013.

las mujeres entre los 25 y 65 años de edad aumentó en 4.5 puntos porcentuales, siendo el único grupo cuya tasa
se incrementó a través de todos los diferentes niveles de habilidad. A diferencia de los hombres no calificados, las
mujeres no calificadas en edad de mayor productividad aumentaron su participación, pero este incremento fue
mucho menor que el de las mujeres con un mayor nivel de escolaridad. Las mujeres poco calificadas, aquellas que
terminaron la escuela primaria pero no la secundaria, fueron las que más aumentaron su tasa de participación.

Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe


En algunos países de la región, la participación de la fuerza laboral está disminuyendo no sólo entre los
miembros de la población más joven y de mayor edad, sino también entre los adultos en edad productiva
(25-65 años) en el 40% más pobre. Esto se ve en el Ecuador, Argentina, Brasil, Guatemala y Bolivia (Figura 2.5).
Estimaciones preliminares de un modelo de regresión lineal sugieren que el acceso a las transferencias (tanto
públicas como privadas), un número mayor de otros adultos en el hogar que trabajan, y los altos índices de
desempleo están correlacionados con una menor probabilidad de participar en la fuerza laboral, tanto para los
hombres como para las mujeres con educación primaria incompleta. Un mayor acceso a las transferencias, como
las remesas en Guatemala y las transferencias públicas en Ecuador y Brasil, puede ayudar a elevar el salario de
reserva, que es el salario más bajo que una persona aceptaría para decidir trabajar. Al mismo tiempo, el alto des-
empleo puede aumentar, a largo plazo, el número de trabajadores desalentados que dejan de formar parte de la
fuerza laboral (ver el Anexo 13 para los resultados de la regresión). Estos resultados sólo esclarecen parcialmente
los factores que impulsan la reducción en la participación laboral; la región necesita profundizar el análisis sobre
este tema, ya que existen implicaciones importantes para la formulación de políticas.

A medida que los trabajadores menos calificados se salen de la fuerza laboral, su capacidad de participar y
beneficiarse del crecimiento económico disminuye. Por otra parte, su ausencia de la fuerza laboral puede reza-
gar las estrategias para disminuir la pobreza. Afortunadamente, esta disminución de la participación del 40% más
pobre no ha sido en toda la región. En algunos países, la participación del 40% más pobre aumentó más que la
del 60% más rico, en especial en la República Dominicana, El Salvador, México y Honduras. Y si bien el número de
jóvenes desarraigados sigue siendo alto y con implicaciones para el crecimiento futuro, las mujeres de la región
han seguido ingresando a la fuerza laboral, cada vez más, lo cual otorga un impulso importante a los ingresos de
las familias, contribuyendo a la reducción de la pobreza.35

35  World Bank (2012).

25
II. El rendimiento de los activos: Los cambios en la estructura del mercado de trabajo no explican el crecimiento
total del ingreso

Los cambios en la oferta de la mano de obra en LAC, tanto en la participación de la fuerza laboral como
en la acumulación del capital humano, explican sólo una parte de la reducción de la pobreza en la región.
De acuerdo con el esquema de los activos, los aumentos en el rendimiento de la mano de obra también
pueden desempeñar un papel importante. Esta subsección muestra el impactante aumento en los ingresos
de los trabajadores menos calificados en la región entre 2003 y 2013 e investiga algunos de los probables moto-
res detrás de este cambio. Se examina la hipótesis de que los aumentos en los ingresos se deben en gran parte
a una mayor calidad de los empleos, medida por tres dimensiones: mayor empleo formal, creciente empleo en
las grandes empresas y cambios hacia los sectores más productivos. La conclusión primordial es que los cambios
en la calidad de los empleos han sido pequeños en la región y, por lo tanto, no explican el incremento de los in-

Figura 2.6. Los salarios de los trabajadores menos calificados crecieron de manera considerable en la
mayor parte de la región
a) Crecimiento salarial anualizado por género, 2003-2013
7
Crecimiento salarial anualizado, porcentaje

6
5
4
3
2
1
Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe

0
-1
-2
Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres
LAC Región Andina Brasil América Central México Cono Sur

No calificados Poco calificados Medio y calificados

60 b) Porcentaje de trabajadores no calificados con ingresos por encima del umbral de la pobreza (2003 y 2013)
Crecimiento salarial anualizado, porcentaje

50

40

30

20

10

0
Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres
LAC Región Andina Brasil América Central México Cono Sur

2003 2013

Fuente: SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Nota: Las cifras de LAC y subregionales se calculan utilizando la base de datos circa (vea el Anexo 1). El panel “a” reporta el crecimiento
anualizado de los salarios por hora por nivel de habilidad y género entre 2003 y 2013. La muestra está limitada a los trabajadores entre las edades de 18 y 65 años que recibieron un
salario. El panel “b” mide la proporción de trabajadores que ganan arriba del ingreso mínimo necesario para mantener una familia de cuatro personas por encima de la línea de pobreza
de US$4 al día per cápita, si trabaja tiempo completo; esto se define como un salario por hora de al menos US$2.25 (2005 PPP).

26
gresos. En cambio, los aumentos salariales, debido a las condiciones externas y las políticas, tales como el salario
mínimo, parecen haber desempeñado un papel importante.

El crecimiento de los salarios entre 2003 y 2013 para los trabajadores no calificados fue más alto que el de
los otros niveles de habilidades, al registrar un fuerte incremento particularmente en Brasil y logros consi-
derables en México, donde los salarios de todas las demás categorías se estancaron o disminuyeron. Para
la región en su conjunto, ambos trabajadores masculinos y femeninos no calificados registraron un aumento en
sus ingresos laborales a una tasa anualizada de más del 4%, cifra superior al crecimiento del PIB per cápita de la
región, en tanto que los de los trabajadores calificados y poco calificados registraron un aumento del 2% (Figura
2.6a). Sin embargo, el desempeño de las sub-regiones fue marcadamente diferentes: Mientras que en Brasil, la re-
gión Andina y el Cono Sur, el ingreso de los trabajadores no calificados y poco calificados registró un crecimiento
real anualizado mayor o igual a 3%, todos los niveles de habilidad en América Central tuvieron pérdidas salariales

Figura 2.7. Los salarios crecieron para todo tipo de empleos y sectores en América del Sur

a) Crecimiento salarial anualizado por tipo de empleo, 2003-2013


8
7
6
Crecimiento salarial anualizado

5
4
3
2
1

Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe


0
-1
-2
empresa grande

empresa grande

empresa grande
Por cuenta propia

empresa pequeña

Por cuenta propia

empresa pequeña

Por cuenta propia

empresa pequeña

Por cuenta propia

empresa pequeña

empresa grande

Por cuenta propia

empresa pequeña

empresa grande

Por cuenta propia

empresa pequeña

empresa grande
Asalariado en

Asalariado en

Asalariado en

Asalariado en

Asalariado en

Asalariado en

Asalariado en

Asalariado en

Asalariado en

Asalariado en

Asalariado en

Asalariado en
-3

LAC Región Andina Brasil América Central México Cono Sur

8 b) Crecimiento salarial anualizado por sector, 2003-2013


7
6
Crecimiento salarial anualizado

5
4
3
2
1
0
-1
Salario bajo

Salario bajo
Salario bajo-medio

Salario medio-alto
Salario alto

Salario bajo-medio

Salario medio-alto
Salario alto

Salario bajo-medio

Salario medio-alto
Salario alto

Salario bajo-medio
Salario medio
Salario medio-alto
Salario alto

Salario medio
Salario medio-alto
Salario alto

Salario medio
Salario medio-alto
Salario alto
Salario bajo-medio

Salario bajo-medio
Salario bajo

Salario medio

Salario bajo

Salario medio

Salario bajo

Salario medio

Salario bajo

-2

LAC Región Andina Brazil América Central México Cono Sur

Fuente: SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Los datos para México son de LABLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Nota: Las cifras de LAC y subregionales se calculan usando la base de
datos circa (vea el Anexo 1). Las estimaciones se limitan a los trabajadores entre 18 y 65 años de edad que recibieron salarios. El “tipo de empleo” excluye a los empleadores, empleados
profesionales por cuenta propia (aquellos con un grado universitario o más alto) y los empleados públicos. Las empresas pequeñas se definen como aquéllas que tienen cinco o menos
trabajadores. Para el “tipo del sector,” los sectores se agruparon a nivel de país para permitir las diferencias en los rendimientos salariales de cada sector en 2003 para un conjunto de 15
sectores, y luego se redujeron en grupos de tres para definir los cinco grupos de salarios por sector y país. Ver Anexo 14 para la clasificación del sector a nivel de país.

27
reales y en México, sólo los trabajadores no calificados tuvieron ganancias reales. Aunque los salarios crecieron,
los trabajadores no calificados tenían muy pocas probabilidades de ganar lo suficiente para mantener una fami-
lia de cuatro por encima del umbral de la pobreza, aún trabajando 50 horas a la semana (Figura 2.6b). Pero en
promedio, la noticia fue mejor: la proporción de personas con ingresos suficientes para mantenerse fuera de la
pobreza se incrementó, particularmente en el Cono Sur (aunque disminuyó en América Central). Los incrementos
cada vez mayores para los trabajadores no calificados y poco calificados redujeron la prima educativa en la región.
Esto se relaciona estrechamente con la reducción de la desigualdad en la región a lo largo de la década.36

¿Cuáles son los posibles factores que explican este aumento generalizado de los salarios, especialmente
para los trabajadores no calificados? Una posible explicación para el crecimiento sostenido de los ingresos
laborales es que, dentro de los grupos de habilidades, los trabajadores estaban en transición hacia los empleos
de alta productividad. Pudieron estar pasando de un peor trabajo a uno mejor dentro de un sector económico en
particular (en construcción, por ejemplo), o trasladándose entre los diferentes sectores de la economía (vamos
a decir, de agricultura a servicios). Por otro lado, los salarios pudieron haber aumentado dentro de los sectores
económicos estrechamente definidos debido a un incremento general de la productividad del trabajador (posi-
blemente debido a una infraestructura o tecnología mejores) o a una mayor demanda por mano de obra debido
a choques positivos. En cambio, lo que observamos es que Brasil, la región Andina y el Cono Sur registraron im-
portantes aumentos salariales para todos los tipos de trabajadores y sectores de empleo, con un crecimiento más
rápido de los ingresos de los trabajadores no calificados y poco calificados, mientras que la composición de los
empleos cambiaron muy poco (Figura 2.7 y anexo 15).

En general, la región logró sólo pequeñas mejoras en la calidad del empleo, siendo el empleo informal la
Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe

norma entre los trabajadores no calificados y poco calificados. Las empresas grandes, que se definen aquí
como aquellas con más de cinco trabajadores, a menudo tienen una productividad mayor y tienen más probabili-
dad de aportar empleo formal y beneficios que las empresas pequeñas. En promedio, los trabajadores de las em-
presas grandes han tenido mejores resultados de empleo, independientemente del nivel de habilidad. En todos
los países de la región, por ejemplo, los trabajadores no calificados en las empresas grandes tuvieron mucha más
probabilidad de tener acceso a pensiones respecto a otros trabajadores no calificados (Figura 2.8). Más del 80%
de los trabajadores no calificados en las empresas grandes en Brasil, Chile y Uruguay tenían acceso a pensiones
en 2013. Por otro lado, casi ningún trabajador no calificado en empresas pequeñas en Bolivia, Perú, Guatemala y
El Salvador tenía acceso a este beneficio.

En la mayoría de las partes de la región, la proporción de los trabajadores no calificados y poco calificados
en las empresas grandes se incrementó, por lo general ayudándolos a mantenerse fuera de la pobreza y a
disfrutar de beneficios, tales como las pensiones. En Brasil, el porcentaje de los trabajadores no calificados en
empresas grandes aumentó en casi 4 puntos porcentuales al 27.6%, mientras que en el caso de los trabajadores
poco calificados creció en 3 puntos porcentuales, a 42.7% (Tabla 2.1). Pero el mayor logro fue para los trabajadores
calificados, con un aumento de 5 puntos porcentuales. En el Cono Sur, la proporción de los trabajadores no califi-
cados y poco calificados en empresas grandes aumentó en 1.5 y 4 puntos porcentuales a 26.6% y 36.6%, respec-
tivamente. Sin embargo, América Central y México contrarrestaron esta tendencia: ambos tipos de trabajadores
tenían más probabilidades de ser empleados por cuenta propia o de trabajar en las empresas pequeñas en 2013
comparado con el 2003. Sólo los trabajadores calificados tenían más probabilidades de trabajar en las grandes
empresas en América Central y México.

36  de la Torre, A.J. Messina y S. Pienknagura (2012).

28
Figura 2.8. El trabajo no calificado en empresas pequeñas a menudo significa empleos de menor calidad
con relación al trabajo en empresas grandes, medido a través del acceso a las pensiones, 2003-2013
100

80
Porcentaje

60

40

20

0
Empresa Empresa Empresa Empresa Empresa Empresa Empresa Empresa Empresa Empresa Empresa Empresa Empresa Empresa
pequeña grande pequeña grande pequeña grande pequeña grande pequeña grande pequeña grande pequeña grande
Bolivia Brasil Chile Guatemala Perú Salvador Uruguay

2003 2013

Fuente: SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Los datos para México son de LABLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Nota: Las cifras de LAC y subregionales se calculan usando la base de datos
circa (vea el Anexo 1). Esta gráfica se limita a trabajadores entre 18 y 65 años de edad que recibieron salarios. Las empresas pequeñas se definen como aquéllas que tienen cinco o menos
trabajadores. Los empleadores, empleados por cuenta propia y empleados públicos están excluidos de la gráfica. La información comparable en el acceso a pensiones por diferentes tipos de
empleo entre 2003 y 2013 está disponible sólo para los países incluidos en esta gráfica.

Tabla 2.1 Las tasas de empleo por cuenta propia y las de empleo en microempresas entre los trabajadores

Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe


no calificados y poco calificados permanecieron altas en LAC
Nivel de Por cuenta propia (%) Empresa pequeña (%) Empresa grande (%)
Región
habilidad 2003 2013 2003 2013 2003 2013
No calificado Región Andina 63.6 64.1 16.0 17.1 12.3 12.2
Brasil 33.7 33.1 34.2 32.6 23.9 27.6
América Central 46.0 48.5 21.9 24.7 22.0 19.3
México 37.7 35.3 32.9 38.6 22.2 19.4
Cono Sur 40.5 38.4 27.0 26.9 25.1 26.6
Poco calificado Región Andina 46.1 49.8 22.9 21.6 21.3 20.1
Brasil 22.6 23.2 24.6 25.6 39.3 42.7
América Central 30.3 31.4 19.4 23.3 36.6 34.0
México 22.4 21.6 27.0 31.5 39.0 37.5
Cono Sur 27.3 24.7 27.3 27.5 32.7 36.6
Calificado Región Andina 22.2 21.3 15.3 15.0 30.4 34.0
Brasil 11.8 11.0 11.8 13.1 41.6 46.7
América Central 12.2 14 8.1 10.4 43.8 45.4
México 8.9 9.7 11.2 14.7 39.8 41.7
Cono Sur 12.1 10.5 14.2 14.9 41.8 43.7
Fuente: SEDLAC (CEDLAS y el Banco Manual). Los datos para México son de LABLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Nota: Las cifras sub-regionales se
calculan utilizando la base de datos circa (vea el Anexo 1). Esta tabla se limita a los trabajadores entre 18 y 65 años de edad que recibieron salarios. Las
pequeñas empresas se definen como aquellas que tienen cinco trabajadores o menos. Los empleadores, los empleados profesionales por cuenta propia
(con un grado universitario), y los empleados públicos se excluyeron de esta tabla.

29
Cuadro 4. La productividad en LAC sigue siendo baja y cada vez más ligada a los servicios

En contraste con la experiencia de Asia Oriental, el cambio estructural del empleo en LAC en décadas
recientes ha sido de reducción de la productividad. El crecimiento de la productividad laboral puede lograrse
incrementando la productividad dentro de los sectores económicos o por un flujo de trabajadores de los sectores
de baja a alta productividad (el componente del cambio estructural).37 De 1990 a 2005, LAC solamente tuvo un
desempeño ligeramente menor a los países asiáticos en términos del crecimiento de la productividad dentro de los
sectores: La contribución promedio de crecimiento dentro del sector fue de 2.2 puntos porcentuales comparados con
3.1 puntos en Asia. No obstante, existió una gran diferencia en el componente del cambio estructural. Mientras que el
cambio estructural contribuyó con más de 0.5 puntos porcentuales al crecimiento anual de la productividad en Asia, en
realidad redujo el crecimiento alrededor de 1 punto porcentual al año en LAC, lo cual explica el 60% de la brecha del
crecimiento anual de la productividad entre Asia y LAC.38 El análisis específico de cada país sugiere que esto se debe a
una participación creciente del empleo en el sector de servicios de baja productividad.

A pesar de que los servicios representan una parte cada vez mayor del empleo total y del valor agregado
en las economías latinoamericanas, la productividad en este sector es particularmente baja y está
virtualmente estancada. De 1990 a 2005, la productividad laboral en el sector de servicios en LAC creció sólo el
0.1% al año, en comparación con el 2.5% en el Este de Asia y 1.4% en los países de alto ingreso.39 La dispersión de la
productividad, y por tanto la ineficiente asignación del capital es grande entre las empresas de LAC, particularmente
en el sector de servicios. En mercados sin fricciones, el capital está asignado a las empresas más eficientes y estando
en equilibrio, no ocurre ninguna dispersión de la productividad. Mientras más grandes son las fricciones, como las
Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe

limitaciones del mercado del crédito y las variaciones de impuestos, más grandes son las pérdidas asociadas con la
absorción de capital por empresas ineficientes.40 Por ejemplo, mientras que en el sector de manufactura de EUA el
rango de productividad entre las empresas en el 90o. y 10o. percentil de productividad total factorial (TFP, por sus
siglas en inglés) es de 2.06 puntos log, en LAC es de 2.53 puntos, y aún mayor para el sector de servicios, 2.66 puntos.41
Dichas ineficiencias en la asignación de capital pueden tener importantes efectos agregados en términos de producción
perdida: Si las empresas de baja productividad en LAC alcanzaran la productividad media en su sector, la productividad
laboral promedio para un país típico sería de un 13% mayor en la manufactura y 14% mayor en el sector servicios.42

37 38 39 40 41 42

A pesar de los logros en empresas grandes, el empleo por cuenta propia de baja productividad y las em-
presas pequeñas siguen constituyendo la mayor parte del empleo no calificado y poco calificado. La gran
mayoría de los trabajadores por cuenta propia que son no calificados eran empresarios de subsistencia, por falta
de mejores opciones. Este es el resultado de una tendencia global: a nivel mundial, cerca de un 70% de los traba-
jadores por cuenta propia provienen de hogares pobres.43 Del mismo modo, a pesar de la riqueza de los empresa-

37  Los modelos tradicionales de desarrollo hacen énfasis en el segundo componente, resaltando las oportunidades para los traba-
jadores que se mueven de las actividades primarias ineficientes al sector manufacturero moderno (Lewis 1954).
38  McMillan y Rodrik (2011). La productividad de la mano de obra se midió usando datos Groningen Growth y de la base de datos
del Centro de Desarrollo (GGDC, por sus siglas en inglés) y definidas como la razón entre el valor agregado a nivel sector y el empleo
total.
39  Pagés (2010). Como de la Torre et al. (2013) resalta, el desempeño de la productividad de los servicios en LAC fue, sin embargo,
mucho mejor en el periodo del 2002-2005 que en la década anterior.
40  Pagés (2010).
41  Arias-Ortiz et al. (2014). Los rangos de la productividad se estimaron utilizando ES 2010 al calcular la media a través de los sec-
tores en cierto país dado y luego calculando las medianas a través de los países.
42  Un sector típico o país se define como la mediana del país o del sector, junto con las características que se consideren.
43  Cho, Robalino y Watson (2014).

30
Figura 2.9. Cambios en la composición sectorial de los trabajadores no calificados por grupos de sector
salarial, 2003-20013
Cambio en punto porcentual en la proporción del empleo

-4

Salario medio-bajo

Salario medio-bajo
Medium-high wage
Salario bajo

Salario bajo

Salario medio

Salario bajo

Salario medio
Salario medio-bajo

Salario medio-alto
Salario alto

Salario medio-bajo

Salario medio-alto
Salario alto

Salario medio-bajo

Salario alto

Salario medio-alto
Salario alto

Salario medio-alto
Salario alto
Salario medio

Salario bajo

Salario medio

Salario bajo

Salario medio
-8

Región Andina Brasil América Central México Cono Sur

Fuente: SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Nota: Las cifras de LAC y sub-regionales se calculan utilizando la base de datos circa (vea el Anexo 1). Las cifras reportan la variación, en
puntos porcentuales, de la participación de los trabajadores en cada grupo de sector. La gráfica se limita a todos los trabajadores entre los 18 y 65 años que recibieron salarios. Los sectores
se agruparon en el nivel del país para considerar las diferencias a través de los países dentro de la misma subregión. Los sectores se clasificaron con base en la mediana del salario por hora
de cada sector en 2003 para un grupo de 15 sectores y después se redujo en grupos de tres para definir los cinco grupos de salarios por sector (vea el Anexo 14).

rios en LAC, las empresas son más pequeñas de tamaño y tienen menores probabilidades de innovar y crecer, en
comparación a otras regiones con niveles similares de desarrollo.44 Esto contribuye a que LAC siga teniendo un
bajo crecimiento en productividad (ver Cuadro 4).

Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe


La agricultura y el comercio, dos sectores de baja remuneración pero intensivos en trabajo, son los dos sec-
tores principales de empleo para los trabajadores no calificados en todas las sub-regiones. La agricultura
sigue siendo el principal sector de empleo para los trabajadores no calificados en toda la región, representando el
45% de los trabajos no calificados en los países de la región Andina y alrededor de un tercio en América Central y
México. El comercio, el cual incluyen servicios de mano de obra no calificada y el comercio al mayoreo y menudeo
y también restaurantes y hoteles, varía de un 19% de los trabajadores no calificados en Brasil a un 24% en México.
Con respecto a la mano de obra poco calificada, el comercio es también el sector de mayor empleo a través de las
cinco sub-regiones, con un rango del 25% en el Cono Sur al 32% en México.

Los trabajadores no calificados en las subregiones con un menor crecimiento de los salarios tuvieron un
desplazamiento pequeño hacia los sectores de baja remuneración, mientras que en las otras subregiones,
los trabajadores no calificados cambiaron ligeramente hacia sectores mejor remunerados (Figura 2.9).
Incluso cuando los cambios principales fueron de sectores de baja remuneración a los de media/baja remune-
ración, el incremento de los ingresos puede ser considerable. Por ejemplo, en Brasil un trabajador no calificado
medio empleado en los sectores de comercio al por mayor y al menudeo (parte del grupo salarial medio/bajo)
ganó arriba del 40% más que un trabajador no calificado medio empleado en el sector de la agricultura (grupo
salarial bajo). En México y América Central, donde el crecimiento de los salarios fue moderado, el porcentaje de
los trabajadores no calificados en los sectores de más baja remuneración aumentó, a medida que su participación
en los sectores de más alta remuneración cayó.45 Por otra parte, el porcentaje de los trabajadores no calificados
se redujo en los sectores de más baja remuneración en Brasil, la región Andina y el Cono Sur a medida que los
trabajadores no calificados se desplazaban hacia sectores mejor pagados.

44  Lederman et al. (2014).


45  Antes de la crisis financiera mundial, se produjo un cambio del empleo no calificado alejándose de la agricultura en México. Sin
embargo la crisis revirtió esta tendencia (Cord et al. 2014).

31
Cuadro 5. La agricultura y la pobreza rural

En los últimos 50 años, LAC ha pasado de ser una región predominantemente rural a una urbana. Tiene
uno de los más bajos niveles de población rural en el mundo, 20.5% en 2014. La falta de empleo y el acceso
limitado a los servicios sociales en las zonas rurales ha llevado a millones de personas a migrar a las ciudades de
las regiones con la esperanza de mejorar sus vidas.46 Esto ha provocado un desplazamiento de la fuerza laboral de
la agricultura a otros sectores y ha aumentado los ingresos del 40% más pobre.47 Al destacar la importancia de la
urbanización en la disminución de la pobreza, los países donde los avances en pobreza han sido más moderados,
particularmente en Centroamérica, la migración a las ciudades se ha quedado rezagada (vea la Figura B5.1a).

Los hogares rurales pobres dependen principalmente del trabajo agrícola para incrementar su ingreso
laboral. La agricultura fue el empleo principal del 70% de los jefes de hogar que vivían en pobreza extrema en el
2013 (Figura B5.1b), con sólo el trabajo agrícola por cuenta propia representando un 40%. Si bien este porcentaje ha
disminuido desde 2003 del 46%, sigue siendo el segmento más grande de la pobreza extrema rural. Como resultado,
la lucha contra la pobreza extrema en LAC requiere de una atención especial a las necesidades de los trabajadores
agrícolas y propietarios de pequeñas fincas.

Figura B5.1. La pobreza rural ha demostrado ser más difícil y en gran parte sigue estando relacionada
con el trabajo agrícola

30
a) Países con poblaciones rurales más grandes han visto reducciones menores en la pobreza desde 2003
20 GTM
Porcentaje de reducción de la pobreza

10
Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe

0
-10 MEX DOM
HND
-20
-30 COL
SLV
-40
BRA
-50
BOL ECU
-60 PER PRY
-70
CHL
-80
0 10 20 30 40 50 60
Población rural en 2003 (%)

b) Los empleados agrícolas por cuenta propia son el grupo más grande de personas rurales en pobreza extrema

100
9.9 14.3 16.9
90
Porcentaje de los pobres extremos rurales

80 15.7 14.2 13.2


70 6.1
13.9 16.5
60 21.9
50 17.1 13.4
40
30
20 46.4 40.5 40.1
10
0
2003 2008 2013
Por cuenta propia, agricultura Asalariado, agricultura Otro, agricultura Trabajando en otro sector Desempleado

Fuente: SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial) y las Naciones Unidas, Departamento de Asuntos Económicos y Sociales, División Población (2014). Nota: La Figura “a” reporta el cambio
porcentual en la población pobre (US$4 al día) entre el 2003 y el 2013 en comparación con la participación de la población rural en el 2003. La Figura “b” reporta la composición del pobre
extremo rural (US$2.50 al día) en relación al estatus laboral. Para los países donde no hay disponibilidad de datos en esos años específicos, se utiliza el año más cercano. Las cifras excluyen
46 47
Argentina y Uruguay debido a las limitaciones de datos.

46  Rodriguez (2008).


47  de la Torre, A. J. Messina y S. Pienknagura (2012).

32
Figura 2.10. Los incrementos de los ingresos dentro de los sectores impulsó la reducción de la pobreza
por ingresos laborales de los trabajadores no calificados, 2003-2013
5%
Cambio en punto porcentual de la pobreza

0%
por ingresos laborales

-5%

-10%

-15%

-20%

-25%
Brasil Cono Sur Región Andina México América Central
Efecto interactivo Cambio en la población Servicios domésticos Minería y servicios públicos Transporte
Manufactura Comercio y hotelería Construcción Agricultura y pesca Otros servicios
Fuente: SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Nota: Las cifras de LAC y subregionales se calculan utilizando la base de datos aproximada (consulte el Anexo 1). Las cifras son el resultado
de la descomposición de Huppi y Ravalion (1991) de la pobreza por ingreso laboral para los hogares en los que la principal fuente de ingresos es un trabajador no calificado (Anexo 11).
La descomposición calcula el cambio en la pobreza en este grupo de hogares que se debe estrictamente a los cambios en el ingreso laboral. Este enfoque permite aislar los efectos de los
cambios en el ingreso no laboral, como las transferencias públicas o pensiones. Para lograr esto, los cambios en la pobreza se calculan usando las tasas de pobreza del ingreso laboral,
como la proporción de hogares con ingreso laboral menor a US$4 al día per cápita. El componente intra-sectorial hace referencia al sector de la principal fuente de ingresos del hogar. Los
resultados para los períodos 2003-2008 y 2008-2013 son similares.

La reducción de la pobreza de los trabajadores no calificados se relacionó con los incrementos de los in-
gresos dentro de los sectores, en lugar de cambios de empleo a través de los sectores. En Brasil, el Cono Sur

Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe


y la región Andina, la reducción de la pobreza entre los trabajadores no calificados se relacionó en gran medida
con el aumento de los ingresos en los servicios (construcción, comercio y hotelería) y el sector agrícola (Figura
2.10). Aunque la construcción se relacionó con alguna reducción de la pobreza entre los trabajadores mexicanos
no calificados, las tasas de pobreza en México y en América Central se incrementaron en la mayoría de los secto-
res (Anexo 12). La agricultura continúa siendo el sector que más se relaciona con la pobreza extrema rural en la
región, sobre todo entre los agricultores independientes (ver Cuadro 5).

Los cambios sectoriales y las mejoras en la calidad de los empleos han sido pequeños a través de LAC, lo
cual indica que éstos explican poco el crecimiento de los salarios que tuvieron los trabajadores no califi-
cados y poco calificados desde el 2003. En cambio, el crecimiento general de los niveles salariales en todos
los tipos de empleo desempeñó un papel importante, probablemente debido a un extraordinario “súper-
ciclo” de las materias primas, del que LAC disfrutó en la primera década del siglo XXI. Las importantes mejo-
ras de los términos de intercambio para la región, un regalo de los precios internacionales de las materias primas,
pudiera ser uno de los factores que impulsaron la demanda total y el crecimiento general de los salarios. Uno de
los principales motores de este súper-ciclo fue la urbanización y la industrialización de China.48 Los precios de
las materias primas mundiales se triplicaron entre 2000 y 2008 y se han mantenido elevados desde entonces,
a pesar de una disminución temporal como consecuencia de la crisis financiera mundial.49 En general, a LAC le
fue muy bien debido a esta “bonanza de las materias primas,” registrando fuertes incrementos en los términos
de intercambio. Pero como sucede a menudo en una región tan diversa como LAC, algunos países ganaron y
otros perdieron. Brasil, todos los países Andinos y gran parte del Cono Sur disfrutaron grandes beneficios como
exportadores de materias primas. En el otro extremo se encuentran México y los países de América Central, como
Honduras y Guatemala, los cuales no gozaron de este auge.

48  Canuto (2014).


49  IMF (2014).

33
Figura 2.11. El incremento salarial fue alto en todos los sectores en los países con un auge de la materias primas
6%

Tasa de crecimiento anualizada (%)


4%

2%

0%

-2%

-4% Comerciables No comerciables No comerciables Comerciables No comerciables No comerciables


salario bajo salario alto salario bajo salario alto
Países sin auge de materias primas Países con auge de materias primas
No calificados Poco calificados Calificados
Fuente: SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Nota: Los números para los grupos de países se calculan utilizando la base de datos circa (consulte el Anexo 1). La gráfica reporta el
crecimiento anualizado de los salarios promedio para trabajadores de más de 15 años de edad. Países con auge de materias primas son países que registraron crecimiento anualizado en
términos de intercambio por arriba del 2% en el período 2003-13 (Chile, Bolivia, Colombia, Perú, Ecuador, Brasil, y Argentina). Países sin un auge de materias primas son República
Dominicana, Guatemala, Honduras, México, Paraguay, El Salvador y Uruguay. Debido a limitaciones de datos, Costa Rica, Nicaragua y Panamá están excluidos. El sector comercializable
incluye: actividades primarias, minería y manufactura. El sector de baja remuneración no comerciable incluye: la construcción, comercio al mayoreo y al menudeo, hotelería y restauran-
tes, administración pública y trabajo doméstico. El sector de alta remuneración no comerciable es: electricidad y gas, transporte y comunicaciones, finanzas, bienes raíces, educación y
salud, y organizaciones extraterritoriales.

Figura 2.12. Las reducciones de la pobreza y la desigualdad fueron mayores en los países con un auge
de las materias primas
45 43.0
a) Tasa de la pobreza (US$4 al día) 0.58
b) Coeficiente de Gini
0.57
Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe

40 0.56
35 38.1 31.3
0.54
30 0.52
0.52 0.51
25
20.6
0.50 0.49
20

15 0.48
2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013
Países sin auge de materias primas Países con auge de materias primas
Fuente: SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Note: Las cifras de desigualdad son el promedio ponderado de los coeficientes de Gini de países específicos. Para analizar cada año el mismo
grupo de países, se hizo una interpolación cuando los datos del país no estaban disponibles para un año determinado (vea el Anexo 1). Los países con auge de la materias primas son
países que registraron un crecimiento anualizado en sus términos de intercambio por arriba del 2% en el período 2003-2013 (Chile, Bolivia, Colombia, Perú, Ecuador, Brasil y Argentina).
Los países sin un auge de las materias primas son República Dominicana, Guatemala, Honduras, México, Paraguay, El Salvador y Uruguay. Debido a limitaciones de datos, Costa Rica,
Nicaragua y Panamá están excluidos.

Los países con un auge de las materias primas tuvieron aumentos salariales reales en todos los sectores y
niveles de habilidad, mientras que la mayoría de los trabajadores en los países que no tuvieron este auge,
enfrentaron pérdidas o estancamiento de los salarios. Especialmente en los países con auge de las materias
primas, los trabajadores no calificados se beneficiaron de los aumentos salariales reales en todos los sectores
ampliamente definidos (Figura 2.11). En los países que no tuvieron este auge, este panorama fue mucho más
sutil: los trabajadores no calificados se beneficiaron de igual manera que los poco calificados. Esto concuerda
con una disminución mayor de la desigualdad en los países con un auge de las materias primas (Figura 2.12) y
la contracción de la prima educativa en la región.50 Asimismo, la reducción de la pobreza fue mucho mayor en

50  World Bank (2014).

34
los países que gozaron ganancias importantes en sus términos de intercambio. La pobreza se redujo en más de
20 puntos porcentuales en los países con auge de las materias primas, mientras que esta reducción fue mucho
menor en los países sin auge. Con vistas al futuro, a medida que el súper-ciclo de las materias primas llega a su fin
y el crecimiento se desacelera, los aumentos salariales tendrán que depender del incremento de la productividad
y de los desplazamientos de la mano de obra hacia sectores de mayor productividad.51

III. Rendimientos de los activos: Estableciendo salarios mínimos para cubrir más trabajadores

Los gobiernos de la región han contribuido a elevar los ingresos laborales al promulgar leyes sobre el salario
mínimo. A través de toda la región, los países han adoptado políticas para mejorar los resultados del mercado de
trabajo, incluyendo el establecimiento de las guarderías y la educación temprana, con el fin de incrementar la par-
ticipación de la fuerza laboral femenina, los programas de capacitación, formalidad de los incentivos y la legislación
del salario mínimo. Los salarios mínimos se introdujeron en América Latina en la década de 1960 con dos objetivos
principales: remuneración justa y mitigación de la pobreza. A pesar de que el salario mínimo existe actualmente
en todos los países de la LAC, su cobertura, criterios y eficacia varían a través de la región.52 Algunos países tienen
un salario mínimo único (por ejemplo, Brasil y Colombia), mientras que otros tienen múltiples salarios mínimos
dependiendo del tipo o sector de empleo (por ejemplo, México, Ecuador, República Dominicana, Guatemala, Pa-
raguay y Costa Rica). Además, la cobertura del salario mínimo es a veces sólo regional, como en el caso de México.

Algunos países en la región, en particular los más pobres, han establecido sus salarios mínimos mucho más
altos de lo esperado dado sus niveles de ingresos, reduciendo el porcentaje de los trabajadores cubiertos.
Cuatro de los países más pobres, Guatemala, Haití, Honduras y Nicaragua tienen los salarios mínimos más altos

Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe


como porcentaje del PIB per cápita, con Honduras muy por encima de los otros tres (Figura 2.13). Los salarios
mínimos que son demasiado altos, no establecen de manera eficaz un piso para los salarios de los más pobres.
Como resultado, el 32.1% de los trabajadores urbanos en Honduras ganan menos que el 90% del salario mínimo,
en comparación con sólo 7.8% en Brasil (Tabla 2.3). Por otra parte, el salario mínimo de México es el más bajo con
relación a su PIB per cápita, mientras que Brasil y Colombia se encuentran entre el promedio. Cualquiera que sea
su forma, el potencial del salario mínimo para reducir la pobreza depende de la medida en que se haga obliga-
torio para los trabajadores formales y que sirva como precio de referencia no oficial para la economía en general,
incluyendo el sector informal. Esta dicotomía se examina a continuación para cuatro países: Honduras y México,
que ilustran valores extremos del salario mínimo en la región, y Brasil y Colombia que muestran valores promedio.

Los trabajadores no calificados y poco calificados y las personas en empleos de baja productividad (traba-
jadores por cuenta propia, los empleados en empresas pequeñas y los trabajadores informales) a menudo
ganan menos que el salario mínimo. Con una cifra del 53.4%, Honduras tenía el porcentaje más alto de traba-
jadores no calificados ganando menos que el salario mínimo, mientras que Brasil tenía el porcentaje más bajo,
un 15.5% (Tabla 2.3). Cada vez son menos los trabajadores que ganan menos del 90% del salario mínimo en las
empresas grandes y en el sector público, en comparación a las empresas pequeñas. Las mujeres también tienen
una mayor probabilidad que los hombres de ganar menos que el salario mínimo en Brasil y México, siendo esta
brecha particularmente grande en México.

51  Como lo explican McMillan y Rodrik (2011), el patrón del cambio estructural de la asignación laboral en América Latina es
compatible con el fenómeno conocido como “Enfermedad Holandesa,” donde un choque positivo en los productos básicos de ex-
portación lleva a una tasa de cambio real sobrevaluada y la disminución de la competitividad del sector comerciable moderno. Una
revisión de la literatura empírica sobre la enfermedad Holandesa (Magud y Sosa 2010) sugiere que la entrada de divisas extranjeras
en realidad se relaciona con una apreciación del tipo de cambio y menores exportaciones netas, pero no con un menor crecimiento
del PIB. Cherif (2013) otorga evidencia empírica de que los inesperados ingresos petroleros pueden conducir a la divergencia de la
productividad entre el sector manufacturero del país de exportación y la de sus socios comerciales, exigiendo ajustes bruscos cuando
el petróleo se agote o los precios disminuyan.
52  Cunningham (2007).

35
Incluso entre los trabajadores formales de tiempo completo en las zonas urbanas, los salarios mínimos en
LAC a menudo no se hacen cumplir. En cada uno de los cuatro países, el salario mínimo no se cumplió cabal-
mente en el sector formal, determinado aquí como el empleo en el sector público o en empresas privadas con
más de cinco trabajadores. En otras palabras, cada distribución muestra que algunos trabajadores urbanos que
se encuentran en el sector formal y que trabajan tiempo completo, el grupo con mayor probabilidad de estar
cubierto por el salario mínimo, de hecho ganó por debajo del salario mínimo (Figura 2.14). El salario mínimo se
considera obligatorio si la distribución del salario muestra una alta concentración de trabajadores siendo remu-
nerados a este nivel.53 Es decir, en lo que de otro modo sería una distribución uniforme, los salarios se encuentran
de manera más frecuente en torno al nivel del salario mínimo, lo que resulta en un “pico” en la distribución.54 En
Brasil, Honduras y, en menor grado Colombia, el salario mínimo es obligatorio en el sector formal. Por otro lado,
en México, ya que el salario mínimo es relativamente bajo, no es obligatorio en los sectores formales del país.

Aunque los trabajadores informales carecen de ciertas prestaciones laborales y protecciones, el salario
mínimo a menudo funciona como una fuerte señal de pago, algunas veces llamada “efecto faro”, para el
sector informal.55 Los trabajadores de las empresas pequeñas se encuentran principalmente en el sector in-
formal (Tabla 2.1) y no están cubiertos por la legislación del salario mínimo. Por lo tanto, la distribución de sus
salarios no debe afectarse directamente por el salario mínimo. Sin embargo, las distribuciones salariales indican
que el salario mínimo funciona como una fuerte señal de pago para el sector informal (determinado aquí como
pequeñas empresas) en Brasil, Colombia y México, pero no en Honduras. De hecho, el máximo en la línea vertical
del salario mínimo en Brasil es más evidente en el sector informal que en el formal, lo que sugiere que el salario

Figura 2.13. La legislación del salario mínimo en LAC varía de manera significativa a través de los países, 2013
Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe

Salario mínimo como porcentaje del PIB per cápita 2012


$700 20%
Salario mínimo en Junio 1, 2013 (dólares)

$600
15%
$500

$400
10%
$300

$200
5%
$100

$0 0%
Brasil

El Salvador

Honduras
Argentina

Costa Rica

Guatemala

Nicaragua
Uruguay

México

Panamá

Colombia

Perú

Jamaica

Ecuador

Paraguay

Haití
Bolivia
R. Dominicana

Salario mínimo mensual (dólares) % del PIB per capita


Fuente: Garriga et al. (2014). Nota: Los países se ordenan por el PIB per cápita de 2012 en forma descendente. Los valores del salario mínimo son del Doing Business Project (International
Finance Corporation) y el PIB per cápita en dólares estadounidenses actuales provienen de World Development Indicators.

53  El salario mínimo “es obligatorio si en realidad afecta a la distribución de los salarios, ya sea a través de su ejecución o a otros
factores. Es completamente obligatorio si crea un piso salarial, mientras que es relativamente obligatorio si crea una distorsión de la
distribución de los salarios, la cual no puede ser un piso salarial” (Cunningham 2007).
54  Para determinar la medida en que el salario mínimo es obligatorio, se realiza una estimación de densidad por kernel, utilizando
la metodología de DiNardo, Fortin y Lemieux (1996) y Maloney y Núñez (2004). El análisis se limita a los empleados de tiempo
completo en las zonas urbanas (excluyendo los trabajadores por cuenta propia) debido a las limitaciones de los datos y a las diferen-
cias en el tratamiento del trabajo de medio tiempo a través de los países. Los datos del salario mínimo provienen de diversas fuentes
gubernamentales y se convierten a US$ 2005 en PPP. México y Honduras tienen múltiples salarios mínimos, por lo que se utilizaron
los más comunes en este análisis, por México, salario mínimo Área 1 (incluye la Ciudad de México), para Honduras el promedio no
ponderado de todos los salarios mínimos. Para más detalles sobre las fuentes y los valores del salario mínimo, ver Anexo 16.
55  Maloney y Núñez (2004); Boeri, Garibaldi, y Ribeiro (2010). El término “efecto faro” fue introducido por Souza y Baltar (1980) para
señalar este fenómeno en Brasil.

36
Tabla 2.3. Porcentaje de trabajadores en cada sector ganando menos e igual que el salario mínimo, 2013
Menos del 90% del salario mínimo Dentro +/-10% del salario mínimo
Brasil Colombia Honduras México Brasil Colombia Honduras México
Trabajadores 14.4 37.5 64.7 15.7 15.9 10.0 12.3 3.8
Asalariados urbanos 8.4 15.6 39.8 8.0 18.8 8.9 20.5 3.3
Habilidades
No calificados 15.5 40.5 53.4 22.6 10.5 6.9 3.8 4.0
Poco calificados 9.6 30.8 41.4 12.3 12.2 8.5 8.2 2.9
Calificados 4.5 16.9 19.0 5.1 9.1 5.8 10.1 1.7
Estatus del empleo
Asalariado 9.8 17.7 50.9 9.5 17.6 9.4 16.8 3.5
Por cuenta propia 30.8 61.1 83.8 46.8 9.8 10.8 6.0 5.3
Tipo de Empresa
Privada grande 2.5 9.0 29.1 4.3 15.9 7.5 25.5 2.4
Privada pequeña 24.6 53.1 73.3 27.5 13.6 11.4 6.4 5.3
Empleado público 3.1 2.2 15.4 3.2 13.9 1.3 10.2 1.6

Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe


Sector
Formal 2.7 9.8 39.4 8.7 14.4 6.4 17.5 2.8
Informal 26.7 54.5 74.5 26.5 14.7 12.0 6.0 5.2
Género
Femenino 9.6 25.2 29.1 13.7 10.5 4.5 4.7 2.9
Masculino 8.9 25.2 53.4 9.1 9.8 9.3 10.0 2.4
Entorno
Rural 18.3 35.1 49.1 21.1 2.8 5.9 4.0 3.1
Urbano 7.8 22.6 32.1 9.1 11.3 7.1 10.2 2.6
Fuente: SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Nota: La tabla reporta el porcentaje del ingreso de los trabajadores ganando menos del 90% del salario
mínimo y dentro del 10% del salario mínimo. Los números reportados para México son para el 2012. Se incluye a todos los adultos empleados que reci-
bieron salarios. Los trabajadores que colaboraron en empresas pequeñas están incluidos en el sector informal, mientras que los trabajadores de empresas
grandes y en el sector público se incluyeron en el sector formal. Sólo se incluyeron personas que trabajaron tiempo completo (entre 30 y 50 horas).

mínimo es más obligatorio y relevante para los trabajadores en el sector informal, donde trabajan muchos de los
no calificados y poco calificados. Desde el lado de la oferta de la mano de obra, esto podría ser el resultado del
salario mínimo actuando como un punto de referencia para tener remuneraciones justas en la economía y, de
esta manera, incrementar el poder de negociación de los trabajadores del sector informal. Desde el lado de la
demanda laboral, empleadores informales podrían estar dispuestos a pagar salarios equivalentes al sector formal
para evitar perder a sus empleados en trabajos similares en el sector formal.56

56  Falk, Fehr y Zehnder (2006); Maloney y Núñez (2004); Souza y Baltar (1980).

37
Figura 2.14. Los salarios mínimos afectan ambos trabajadores, formales e informales

a) Brasil, 2013 b) Colombia, 2013


1.4 1.0

1.2
0.8
1.0

0.8 0.6

0.6 0.4
0.4
0.2
0.2

0.0 0.0
2 4 6 8 10 12 2 4 6 8 10 12
Formal Informal Formal Informal

c) Honduras, 2013 d) México, 2012


1.0 0.9
0.8
0.8 0.7
0.6
0.6
0.5
0.4
0.4
0.3
Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe

0.2 0.2
0.1
0.0 0.0
0 2 4 6 8 10 0 2 4 6 8 10
Formal Informal Formal Informal

Fuente: SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Nota: Estas cifras presentan gráficos de densidad por kernel para trabajadores informales y formales. La línea vertical representa el salario
mínimo. El análisis se limita a los empleados de tiempo completo en áreas urbanas (excluyendo los de cuenta propia) debido a limitaciones de datos y diferencias en el tratamiento del
tiempo parcial a través de los diferentes países. Están incluidos todos los adultos empleados que recibieron sueldos y trabajaron tiempo completo (entre 30 y 50 horas). Los trabajadores
empleados en pequeñas empresas se incluyen en el sector informal, mientras que trabajadores de grandes empresas y en el sector público están en el sector formal.

Tal como lo muestra el alza del salario mínimo de Honduras en 2008, estableciendo el salario demasiado
alto se puede debilitar su efecto sobre el sector informal. En 2008, el salario mínimo de Honduras se incremen-
tó en un 60%. Ese año, el 66% de los trabajadores asalariados urbanos ganaron igual o por encima del mínimo,
pero con la nueva legislación esta cifra se redujo y tres años más tarde, en 2011, estaba en un 47% (Figura 2.15). El
alto salario mínimo de Honduras potencialmente desalentó a las empresas a crear más empleos, especialmente
en el sector formal. Además, el aumento parece haber distorsionado el uso del salario mínimo como una señal
de pago en el sector informal, lo cual afectó principalmente a los que menos tienen. En 2011, sólo el 26% de los
trabajadores del sector informal ganaban igual o por encima del salario mínimo, lo que representa una reducción
de casi un tercio de la tasa de 2008 del 36%. En contraste se encuentra la experiencia de Brasil, que aumentó su
salario mínimo en 15% en 2005 y en 17% en 2006. El grado en el que el salario era obligatorio no cambió signifi-
cativamente en 2008. Esto pudo deberse a dos factores: el salario mínimo de Brasil está más de acuerdo con su
producción y las alzas del salario mínimo fueron menores que las de Honduras.57

57  Entre 2008 y 2015, el salario mínimo en Brasil se ha ajustado cada año por la inflación del año anterior y por el crecimiento del
PIB con un retraso de dos años, lo que garantiza ajustes reales positivos en el salario mínimo cuando el PIB se expande.

38
Figura 2.15. Los altos incrementos en los salarios mínimos pueden contribuir al incremento de la brecha
salarial entre los sectores formal e informal
e) Honduras, 2008 f) Honduras, 2011
0.8 1.0
0.7
0.8
0.6
0.5 0.6
0.4
0.3 0.4

0.2
0.2
0.1
0.0 0.0
0 2 4 6 8 10 12 0 2 4 6 8 10 12
Formal Informal Formal Informal

g) Brasil, 2005 h) Brasil, 2008


2.0 1.8
1.6

1.5 1.4
1.2
1.0
1.0
0.8
0.6

Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe


0.5 0.4
0.2
0.0 0.0
0 2 4 6 8 10 12 0 2 4 6 8 10 12
Formal Informal Formal Informal

Fuente: SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Nota: Estas gráficas representan gráficos de densidad por kernel para trabajadores informales y formales. La línea vertical representa el
salario mínimo. El análisis se limita a empleados de tiempo completo en áreas urbanas (excluyendo los de cuenta propia) debido a limitaciones de datos y diferencias en el tratamiento
del tiempo parcial a través de los diferentes países. Están incluidos todos los adultos empleados que recibieron sueldos. Los trabajadores empleados en pequeñas empresas están incluidos
en el sector informal, mientras que los trabajadores en grandes empresas y en el sector público están incluidos en el sector formal. Sólo se incluye a las personas que trabajaron tiempo
completo (entre 30 y 50 horas).

Aunque se establezca un salario mínimo que pueda conducir al crecimiento de los salarios, incluso entre
los trabajadores informales, se debe implementar con cuidado para no desalentar la creación de empleos.
Los crecientes costos laborales pueden sacar a algunos de los trabajadores no calificados fuera del mercado de
trabajo o en trabajos por cuenta propia de baja productividad. En la literatura se descubre que un incremento del
10% en el salario mínimo corresponde a un aumento en el salario promedio de 1 a 6%, pero a una pérdida de em-
pleos de alrededor de un 2%.58 Este efecto tiende a concentrarse en los trabajadores del sector formal y en algunos
casos modifica el empleo en el sector informal también. En Brasil, el aumento del salario mínimo se relaciona con
la pérdida de empleos para los jóvenes (trabajadores entre los 16 y 24 años), los trabajadores poco calificados y las
mujeres cuyos salarios se agrupaban en torno al salario mínimo. Además, algunos estudios en Brasil han encon-
trado que salarios mínimos altos forzaron a los trabajadores formales a tener empleos informales.59 En contraste,
no se percibe un patrón en México. No se han encontrado efectos sobre el empleo en el sector formal o informal,
lo que indica que el salario mínimo relativamente bajo del país ha tenido poco efecto en los resultados laborales.60

58 Bell (1997), Cunningham (2007), Cunningham y Siga (2006), Gindling y Terrell (2009), Lemos (2002), Maloney y Núñez (2004).
59 Barros y Carneiro (2004), Corseuil y Carneiro (2001), Corseuil y Morgado (2000).
60 Cunningham y Siga (2006).

39
Conclusiones

S
i bien LAC continúa avanzando hacia convertirse en una región de clase media, la reducción de la
pobreza en 2013 fue a un ritmo más lento que en años anteriores. Después de una reducción del 6%
Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe

promedio anual entre 2009 y 2012, la pobreza disminuyó en 4% entre 2012 y 2013. El 40% más pobre de
la población también ha percibido una desaceleración del crecimiento de los ingresos a partir de la crisis finan-
ciera mundial de 2008-2009. Lo que condujo a menores logros en la prosperidad compartida y en la reducción
de la pobreza fue un crecimiento económico más lento en la región. De igual manera, después de más de una
década de disminución constante, la desigualdad se ha estancado desde 2010 y continúa siendo alta, lo cual
aminora la tasa de reducción de la pobreza.

El aumento del ingreso laboral, impulsado tanto por aumentos en el capital humano como por alzas en
los niveles salariales, ha sido un motor importante de la reducción de la pobreza en LAC desde 2003. Du-
rante los años de alto crecimiento (2003-2008), los elevados ingresos laborales contribuyeron cerca del 60% de
la reducción de la pobreza de la región, mientras que durante el periodo de cinco años que abarcó la crisis finan-
ciera y la recuperación, sólo la mitad de la reducción de la pobreza se atribuyó al aumento los ingresos laborales.

El impulso de la región para incrementar su capital humano ha dado rendimientos; y son evidentes las
mejoras en la composición de la fuerza laboral en toda la región. La proporción de los trabajadores no cali-
ficados (adultos que no terminaron la escuela primaria) entre los moderadamente pobres ha disminuido de casi
60% en 2003 a menos del 50%. No obstante, la calidad de la enseñanza es baja en comparación a los estándares
internacionales y aun peor para los grupos de bajos ingresos. Una proporción importante de los jóvenes de la
región no van a la escuela ni trabajan, dejando a muchos particularmente vulnerables a la delincuencia y a la
violencia, lo cual limita su potencial de ingresos futuros.

La participación de la fuerza laboral entre los trabajadores no calificados y poco calificados ha disminui-
do en toda la región, mientras que ha crecido para los trabajadores calificados. Esto ha limitado la capaci-
dad de los pobres de beneficiarse y contribuir al crecimiento económico. La proporción de la fuerza laboral que

40
más ha disminuido se encuentra entre los jóvenes y los ancianos, con una pequeña disminución incluso entre los
hombres en edad laboral (25-64). Sin embargo, ha aumentado para las mujeres en edad laboral, especialmente
para las que tienen un mayor nivel de escolaridad.

Un factor clave que ha impulsado la caída de la pobreza es el alto crecimiento de los salarios, especial-
mente para los trabajadores no calificados, tanto hombres como mujeres. En todo LAC, los salarios de las
mujeres no calificadas crecieron en casi 4% entre 2003 y 2013, y 4.5% para los varones no calificados, en compa-
ración con 2% o menos de trabajadores, hombres y mujeres, calificados y poco calificados.

El aumento de los salarios dista mucho de ser uniforme en la región. Al observar el crecimiento de los sala-
rios en LAC surgen dos historias diferentes: Brasil, la región Andina y el Cono Sur, los cuales se beneficiaron del
incremento de los precios de las materias primas, disfrutaron de un importante crecimiento de los salarios, en
particular para los trabajadores no calificados y poco calificados; mientras que en México y América Central, que
no se beneficiaron de ganancias en términos de comercio internacional, las pérdidas salariales se vieron en casi
todos los niveles de habilidades. Las pequeñas mejoras estructurales en el mercado de trabajo y los aumentos
salariales generales en países con un auge de materias primas contribuyeron a generar alzas salariales para los
trabajadores no calificados. Las intervenciones activas en el mercado de trabajo en la región, en especial la legis-
lación sobre el salario mínimo, también contribuyeron al aumento de los salarios en algunos países tanto para
trabajadores formales como informales.

La calidad de los empleos de los trabajadores no calificados mejoró ligeramente en Brasil, la región Andi-
na y en el Cono Sur, mientras que se deterioró en México y en América Central. Hubo un pequeño aumento

Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe


de la participación de los empleados no calificados en las empresas grandes en el Cono Sur y Brasil, mientras
que hubo una disminución en la proporción del mismo grupo de empleados en tales empresas en México y en
América Central. Asimismo, la participación de los trabajadores no calificados en los sectores de bajos salarios
disminuyó en los países con auge de materias primas y se incrementó en México y América Central. Sin embar-
go, el desplazamiento de los trabajadores desde sectores de baja remuneración, en particular la agricultura, a
sectores de alta remuneración, no desempeñó un papel importante en impulsar la reducción de la pobreza.
La agricultura y el empleo en el sector servicios con bajos salarios siguieron siendo las principales fuentes de
ingresos para los pobres en LAC.

Viendo hacia el futuro, los limitados recursos fiscales de la región van a restringir la capacidad de gene-
rar más logros para los pobres, a través de la ampliación de los programas sociales y de transferencias.
Esto es relevante en particular para los pobres extremos, quienes continúan enfrentado un acceso limitado a las
oportunidades y a los mercados de trabajo. Comprender las limitaciones de su participación en el mercado y
mejorar su calidad de educación será crucial para continuar con el esfuerzo de la región de erradicar la pobreza.

A medida que el auge de las materias primas se desvanece y el crecimiento disminuye, hay riesgo de que
los avances sociales logrados en la primera década del siglo se erosionen. Las ganancias sociales no se im-
pulsaron en gran medida por cambios estructurales en las economías nacionales, sino por los precios de expor-
tación determinados de forma externa. Aunque la región ha invertido en la reducción de la pobreza, al igual que
en servicios y en educación primordiales para el crecimiento futuro, estas inversiones aún no se traducen en una
mayor productividad. El fomentar cambios estructurales, con un enfoque en búsqueda de las mejores formas de
estimular la productividad, será un importante reto para un crecimiento inclusivo sostenido.

41
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World Bank and Observatoire National de la Pauvreté et de l’Exclusion Sociale (ONPES). 2014. “Investing in People
to Fight Poverty in Haiti, Reflections for Evidence-based Policy Making.” Washington, DC: World Bank.

44
Anexo 1. Bases de datos armonizadas en LAC, estimación
de la pobreza regional y cifras de desigualdad
Con el fin de monitorear las tendencias en la pobreza, la desigualdad y el desempleo en toda la región, es impor-
tante contar con estadísticas confiables, transparentes, comparables y disponibles de manera oportuna. Desde
1996, la Práctica Global de la Pobreza (GPVDR, por sus siglas en inglés) para LAC del Banco Mundial ha invertido
en estadísticas prestando apoyo específico a los gobiernos en la región con el fin de ayudar a mejorar la calidad
de sus bases de datos, de las cuales dependen el análisis y la formulación de políticas.

Un aspecto importante de este esfuerzo es la colaboración con el Centro de Estudios Distributivos, Laborales y
Sociales (CEDLAS) de la Universidad de La Plata, Argentina, para apoyar la Base de Datos Socioeconómicos para
LAC (SEDLAC, por sus siglas en inglés: http://sedlac.econo.unlp.edu.ar/eng/). Este proyecto permite acceder de
manera oportuna a las bases de datos armonizadas y de alta calidad sobre estadísticas socioeconómicas y del
mercado laboral, las cuales abracan más de 300 encuestas.

Este informe utiliza los datos armonizados de SEDLAC para proporcionar una evaluación más precisa y compara-
ble acerca de las tendencias de la pobreza y del mercado laboral en la región. Los cálculos estimados para las tasas
de pobreza de LAC se basan en microdatos de 17 países para los cuales se disponían de datos en los años 2000.
Estos países son Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salva-
dor, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú, Paraguay y Uruguay. Cuando fue posible, también
se calcularon las estadísticas para tres sub-regiones adicionales: América Central (integrada por Costa Rica, Repú-

Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe


blica Dominicana, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá), la región Andina (Bolivia, Colombia,
Ecuador y Perú), y el Cono Sur (Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay).

En la medida de lo posible, se utilizaron encuestas anuales de los hogares del 2000 al 2013 para estimar las tasas
de pobreza anual. Sin embargo, algunos países no realizaron estas encuestas cada año. Para los años en los que
un país determinado no tuviera la encuesta de los hogares, las tasas de pobreza regional se estimaron ajustando
las encuestas disponibles utilizando información macroeconómica de tasas de crecimiento del consumo privado
de los Indicadores de Desarrollo Mundial del Banco Mundial.

Debido a que esto no satisface la descomposición por grupos, el coeficiente de Gini de la región no puede calcu-
larse como el promedio ponderado por la población de los coeficientes de Gini de países específicos. En su lugar,
este coeficiente regional se calculó con base en datos agrupados por países específicos previamente reducidos a
8000 percentiles.

Estimación de los indicadores del mercado laboral regional

Los indicadores del mercado laboral para LAC y los grupos de países se calculan utilizando una base de datos
circa para los años 2003, 2008 y 2013. Esta base de datos acumula las encuestas de SEDLAC de los 16 países para
los que alguna base de datos está disponible en torno a los tres años arriba mencionados. Para países donde no
hay disponibilidad de datos en esos años específicos, se utiliza el año más cercano. Se excluyeron los países sin
bases de datos cercanas a los tres años señalados (más o menos dos años del año deseado). Los países incluidos
en esta base de datos son Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador,
El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Perú, Paraguay y Uruguay.

Debido a problemas de comparabilidad con la definición de “empleo por cuenta propia” en los datos de SEDLAC
para México, todas las tabulaciones utilizando el empleo por cuenta propia para México se basan en los datos
de LABLAC, la encuesta de fuerza laboral armonizada, utilizando el último trimestre de los datos en la Encuesta
Nacional de Ocupación y Empleo del 2005 hasta el 2013. 45
Anexo 2. Tasas de pobreza y coeficientes de Gini por
país, 2008-2013

Tabla A.1. Pobreza extrema (US$2.50 al día) y total (US$4 al día) por país, 2008-2013
Pobreza extrema Pobreza total
2008 2009 2010 2011 2012 2013 2008 2009 2010 2011 2012 2013
Argentina 8.2 8.0 6.1 4.6 4.7 4.5 17.3 16.3 14.1 11.6 10.8 10.8
Bolivia 22.8 20.6 16.1 17.1 14.4 40.4 35.1 29.0 29.2 27.2
Brasil 14.7 13.9 11.7 9.6 9.4 28.6 26.9 23.8 20.8 19.8
Chile 4.1 2.9 2.0 11.6 9.9 6.8
Colombia 24.4 21.9 19.6 16.8 17.5 15.2 41.6 39.6 36.5 32.8 32.9 30.8
Costa Rica 4.6 5.1 4.7 4.6 12.7 13.0 12.2 12.2
República 18.4 16.4 16.1 14.0 14.6 13.9 37.9 34.7 35.1 33.3 33.3 33.1
Dominicana
Ecuador 19.3 18.9 15.9 13.5 12.9 10.5 36.8 37.1 33.4 29.5 27.8 26.1
Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe

El Salvador 20.1 18.7 19.8 16.6 14.7 12.7 40.9 38.9 39.3 37.9 34.8 31.8
Guatemala 40.5 62.4
Honduras 34.0 31.3 34.0 37.4 42.4 39.6 52.1 50.0 53.3 56.4 61.3 59.4
México 13.6 12.6 11.4 28.5 28.2 27.6
Nicaragua 29.3 52.2
Panamá 14.5 12.3 13.2 11.6 11.8 9.9 26.2 25.3 24.0 21.2 20.9 20.4
Paraguay 17.0 17.9 16.1 14.3 12.0 8.3 35.2 32.5 30.5 27.5 24.1 20.2
Perú 17.7 15.6 13.2 11.8 10.9 9.8 31.8 29.6 26.1 24.3 22.1 21.3
Uruguay 4.1 3.5 2.8 2.6 2.6 2.4 13.8 11.9 10.7 8.6 8.3 7.8
Región Andina 21.5 19.4 17.0 14.7 14.8 12.8 37.8 35.7 32.4 29.3 28.5 26.8
América Central 25.5 25.1 25.6 25.5 26.0 24.9 44.2 43.8 44.3 44.4 44.6 43.7
Cono Sur 7.7 7.7 6.3 5.1 4.8 4.0 17.4 16.5 14.8 12.8 11.5 10.6
LAC 16.1 15.6 14.1 13.1 12.2 11.5 30.8 30.1 28.0 26.8 25.3 24.3
Fuente: SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Nota: Las líneas de pobreza e ingresos están en US$ 2005 PPP (Paridad del Poder Adquisitivo, en sus siglas
en inglés) al día. Los indicadores de pobreza de LAC y subregionales se calcularon utilizando datos agregados del conjunto de países relevante. Con el fin
de analizar el mismo grupo de países cada año, se hizo una interpolación cuando los datos del país no estaban disponibles para un año en particular. Para
los detalles metodológicos vea el Anexo 1.

46
Tabla A.2. Coeficientes de Gini por país, 2008-2013
2008 2009 2010 2011 2012 2013
Argentina 46.3 45.3 44.5 43.6 42.5 42.3
Bolivia 51.4 49.7 46.3 46.7 48.1
Brasil 54.4 53.9 53.1 52.7 52.9
Chile 52.0 50.8 50.5
Colombia 56.0 55.9 55.5 54.2 53.5 53.5
Costa Rica 48.1 48.6 48.6 49.2
República Dominicana 49.0 48.9 47.2 47.4 45.7 47.1
Ecuador 50.6 49.3 49.3 46.2 46.6 47.3
El Salvador 46.7 45.9 44.5 42.4 41.8 43.5
Guatemala 52.4

Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe


Honduras 55.7 51.6 53.4 57.4 57.4 53.7
México 50.5 47.5 49.4
Nicaragua 45.7
Panamá 52.6 52.0 51.9 51.8 51.9 51.7
Paraguay 51.0 49.7 51.8 52.6 48.2 48.3
Perú 48.5 48.0 46.2 45.5 45.1 44.7
Uruguay 46.5 46.5 45.5 43.6 41.5 42.1
Región Andina 52.7 52.1 51.3 49.8 49.5 49.5
América Central 53.0 52.8 52.6 53.4 53.4 53.4
Cono Sur 49.5 48.9 48.4 47.5 46.5 46.4
LAC 53.2 52.7 52.1 51.8 51.8 51.9
Fuente: SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Nota: Los ingresos están en US$ 2005 PPP. Los coeficientes de Gini de LAC y de las subregiones se calcularon
utilizando datos agregados del conjunto de países relevante. Con el fin de analizar el mismo grupo de países cada año, se hizo una interpolación cuando
los datos del país no estaban disponibles para un año en particular. Las medidas de desigualdad incluyen hogares con cero ingresos. Los resultados son
similares cuando se excluyen estos hogares. Para los detalles metodológicos vea el Anexo 1.

47
Anexo 3. Encuestas utilizadas en la armonización
de SEDLAC y LABLAC

Tabla A.3. Encuestas utilizadas en SEDLAC


País Nombre de la encuesta Acrónimo Cobertura
Argentina Encuesta Permanente de Hogares- Continua EPH-C 31 Ciudades Urbanas
Bolivia Encuesta Continua de Hogares- MECOVI ECH Nacional
Brasil Pesquisa Nacional por Amostra de Domicilios PNAD Nacional
Chile Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional CASEN Nacional
Colombia Gran Encuesta Integrada de Hogares GEIH Nacional
Costa Rica Encuesta Nacional de Hogares ENAHO Nacional
República Dominicana Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo ENFT Nacional
Ecuador Encuesta de Empleo, Desempleo, y Subempleo ENEMDU Nacional
El Salvador Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples EHPM Nacional
Guatemala Encuesta Nacional de Condiciones de Vida ENCOVI Nacional
Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe

Haití Enquête sur les Conditions de Vie des Ménages après le Séisme ECVMAS Nacional
Honduras Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples EPHPM Nacional
México Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares ENIGH Nacional
Nicaragua Encuesta Nacional de Hogares Sobre Medición de Niveles de Vida EMNV Nacional
Panamá Encuesta de Hogares EH Nacional
Paraguay Encuesta Permanente de Hogares EPH Nacional
Perú Encuesta Nacional de Hogares ENAHO Nacional
Uruguay Encuesta Continua de Hogares ECH Urbana-Montevideo e Interior
>5000 habitantes
Nota: Las regiones metropolitanas en Brasil abarcan Recife, Salvador, Belo Horizonte, Rio de Janeiro, São Paulo y Porto Alegre.

48
Tabla A.4. Encuestas utilizadas en LABLAC
País Nombre de la encuesta Acrónimo Cobertura
Argentina Encuesta Permanente de Hogares-Continua EPH-C Urbana
Brasil Pesquisa Mensal de Emprego PME Urbana de las regiones
metropolitanas cubiertas
Colombia Gran Encuesta Integrada de Hogares GEIH Nacional (urbana y rural)
Ecuador Encuesta de Empleo, Desempleo y Subempleo ENEMDU Nacional (urbana y rural)
México Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo ENOE Nacional (urbana y rural)
Nicaragua Encuesta Continua de Hogares ECH Nacional (urbana y rural)
Perú Encuesta Permanente de Empleo EPE Urbana (Lima Metropolitana)
Uruguay Encuesta Continua de Hogares ECH Nacional (urbana y rural)
Nota: Las regiones metropolitanas en Brasil abarcan Recife, Salvador, Belo Horizonte, Rio de Janeiro, São Paulo y Porto Alegre.

Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe

49
Anexo 4. Perfiles del 40% de la población más pobre
y el 60% más rico (2013)

Tabla A.4.
Indicatores 40% más pobre 60% más rico Toda la población
Perfil del Hogar
Estadísticas demográficas
Proporción de miembros 0-14 31.3 13.6 19.4
Proporción de miembros 15-24 17.1 14.6 15.4
Proporción de miembros 25-65 43.5 58.0 53.2
Proporción de miembros 66 y mayores 8.2 13.9 12.0
Ingresoa
Mediana del ingreso diario per cápita (US$ 2005 PPP) 3.6 12.0 7.6
Mediana del ingreso laboral diario per cápita (US$ 2005 PPP) 2.5 9.0 5.4
Hogar sin ingreso laboral 16.8 12.8 14.1
Educación
Matrícula escolar (6-14 años de edad) 94.8 96.8 95.8
Matrícula escolar (15-24 años de edad) 44.5 55.3 51.1
Años de educación (18 años de edad y mayores) 6.4 9.5 8.5
Características de quien percibe mayores ingresos
Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe

Edad promedio 41.9 45.1 44.1


Femenina (%) 30.9 32.6 32.0
Proporción viviendo en áreas rurales 33.0 12.0 18.9
Años promedio de educación 6.4 9.9 8.8
No calificado (%) 38.4 17.6 24.6
Poco calificado (%) 36.9 25.7 29.7
Calificado (%) 24.7 56.6 45.8
Perfil laboral de las personas (18-65 años de edad)
Desempleo y fuerza laboral
Participación de la fuerza laboral 66.5 77.8 74.0
Femenina 49.8 67.2 61.1
Masculina 86.2 88.7 87.9
Tasa de desempleo 9.8 3.8 5.6
Femenina 12.3 4.5 6.7
Masculina 8.0 3.2 4.7
Tipo de empleador
Empresa privada grande 28.5 41.2 37.2
Empresa privada pequeña 30.3 17.1 21.2
Sector público 6.0 16.3 13.1
Trabajadores por cuenta propia 32.2 18.0 22.4
Empleadores y trabajadores por cuenta propia calificados 3.0 7.5 6.1
Sector de empleo
Sector primario 33.1 8.0 15.4
Manufactura 12.3 14.9 14.1
Construcción y servicios públicos 9.5 8.5 8.8
Comercio minorista 24.6 28.1 27.0
Servicios 20.6 40.6 34.7
50 Fuente: SELDAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Nota: Las estimaciones de LAC se calcularon utilizando datos agrupados del conjunto de países relevante. Con el fin de analizar el mismo
grupo de países cada año, se hizo una interpolación cuando los datos del país no estaban disponibles para un año en particular. Para los detalles metodológicos, vea el Anexo 1.
a. La mediana del ingreso se reporta para la mediana individual, no para la mediana del hogar.
Anexo 5. Descomposición de los cambios en la pobreza
extrema (US$2.50 al día), 2003-2013

Figura A.5. Descomposición de los cambios en la pobreza extrema (US$2.50 al día), 2003-2013

a) Descomposición Datt-Ravalion de los cambios en la pobreza

0
-0.8 -1.3
-3 -2.0
Cambio en la tasa de pobreza

-4.3 -4.2 -3.9


-6 -5.9 -6.3 -6.5

-9 -8.7
-10.6
-12
-12.3
-15
Región Andina América Central LAC Brasil México Cono Sur
LAC
Crecimiento Redistribución

b) Descomposición Shapley de los cambios en la pobreza extrema en LAC

Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe


47% 44% 9%
1
0.2
0
Cambio en la tasa de pobreza

-1 -0.6
-1.1
-1.3
-2

-3

-4 -3.9
-5
Ingreso laboral Proporción de empleados Ingreso laboral Proporción de empleados -5.5
-6
Mujeres Hombres Ingreso no laboral Proporción de personas
Ingreso laboral trabajadores entre 15-69 años de edad entre 15-69 años de edad

Fuente: SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Nota: Las estimaciones de LAC y subregionales se calcularon utilizando datos agrupados del conjunto de países relevante (vea el Anexo 1).
Con el fin de analizar el mismo grupo de países cada año, se hizo una interpolación cuando los datos del país no estaban disponibles para un año en particular. Para los detalles metodoló-
gicos, vea el Anexo 1. El Panel “a” muestra la descomposición Datt-Ravalion (1992) de los cambios de la pobreza (vea el Anexo 7 para los detalles en la metodología), mientras que el Panel
“b” presenta la descomposición Shapley de los cambios de la pobreza (consulte el Anexo 8 para los detalles en la metodología). Se excluye Nicaragua debido a limitaciones de los datos.

51
Anexo 6. Descomposición de los cambios en la pobreza
(US$4 al día) por subregión, 2003-2013

Figura A.6. Descomposición de los cambios en la pobreza (US$4 al día) por subregión, 2003-2013

a) Regiones, 2003-2008
2
-0.5
0 -1.1
-1.5 -3.4
-5.0
Cambio en la tasa de pobreza

-2 -6.0
-1.3 -6.5
-4 -1.5
-6 -1.6 -0.2
-2.2 -1.7
-8 -2.4

-10 -1.7 -3.9


-4.7
-12 -0.8
-1.0
-14
Región Andina América Central Brasil México Cono Sur

Ingreso laboral Proporción de los que están empleados Ingreso no laboral Porcentaje de individuos entre 15-69 años de edad

b) Regiones, 2008-2013
Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe

4 0.2
2 0.8
1.6 0.2 2.5
0
Cambio en la tasa de pobreza

-0.5 -1.4
-2 -4.8 -3.2
-5.5 -2.2
-0.6
-4
-0.9 -2.7
-6 -1.5 -3.4
-8 -0.3
-2.9
-10 -0.7
-12 -1.1
-14
Región Andina América Central Brasil México Cono Sur
Ingreso laboral Proporción de los que están empleados Ingreso no laboral Porcentaje de individuos entre 15-69 años de edad

Fuente: SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Nota: Las estimaciones de LAC y subregionales se calcularon utilizando datos agrupados del grupo de países relevantes (vea el Anexo 1). Con
el fin de analizar el mismo grupo de países cada año, se hizo una interpolación cuando los datos del país no estaban disponibles para un año en particular. Para los detalles metodológicos,
vea el Anexo 1. La figura representa la descomposición Shapley de los cambios de la pobreza (vea el Anexo 8 para los detalles en la metodología). Se excluye Nicaragua debido a
limitaciones de los datos.

52
Anexo 7. Descomposición del crecimiento
y la distribución

La descomposición de los cambios en la pobreza debido al crecimiento y a la distribución del ingreso fue pro-
puesta por Datt y Ravallion (1992). De acuerdo con esta metodología, los cambios en la pobreza tienen dos
componentes: (1) El componente del crecimiento del ingreso es el cambio en la pobreza debido a un cambio
en el ingreso medio, en ausencia de cambios en la distribución del ingreso, y (2) el componente de redistri-
bución es el cambio en la pobreza debido a cambios en la curva de Lorenz, manteniendo constante el ingreso
medio.

Matemáticamente, Pt(µt, Lt) es la tasa de pobreza en el tiempo t={1,2} que depende del ingreso medio µt y de la
curva de Lorenz Lt . Siendo t=1 el periodo de referencia, la descomposición del cambio en la tasa de pobreza del
periodo 1 al periodo 2 en su crecimiento y en los componentes de la redistribución es:

P2 -P1=∆P=[P(µ2, L1) - P(µ1, L1)] + [P(µ1, L2) - P(µ1, L1)] +R(r=1)

En palabras de Datt y Ravallion, “el componente del crecimiento (P(µ2, L1) - P(µ1, L1)) de un cambio en la tasa de
la pobreza se define como el cambio en la pobreza debido a un cambio en el ingreso medio manteniendo cons-
tante la curva de Lorenz en un nivel de referencia Lr. El componente de la redistribución (P(µ1, L2) - P(µ1, L1)) es
el cambio en la pobreza debido a un cambio en la curva de Lorenz manteniendo constante el ingreso medio en

Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe


un nivel de referencia µr”(Datt y Ravallion 1992, 277).

El componente residual R(r=1) existe debido a que el índice de pobreza no se puede descomponer de manera
aditiva entre el crecimiento del ingreso medio y la distribución del ingreso. En otras palabras, el crecimiento del
ingreso medio es endógeno a la curva de Lorenz. Una solución para eliminar el componente residual del cam-
bio en la pobreza es realizar la descomposición del cambio en la pobreza, cambiando el punto de referencia y
promediando sus componentes.61 En este caso, la segunda descomposición se fija al periodo de tiempo 2 (r=2):

P2 -P1=∆P=[P(µ2, L2) - P(µ1, L2)] + [P(µ2, L2) - P(µ2, L1)] +R(r=2)

Por lo tanto, por construcción:

R(r=1) = [P(µ2, L1) - P(µ1, L1)] + [P(µ2, L2) - P(µ1, L2)]


=[P(µ1, L2) - P(µ1, L1)] + [P(µ2, L2) - P(µ2, L1)]
= - R(r=2)

61  Esto se conoce como los componentes del valor de Shapley, los cuales se usan para corregir el camino de la dependencia.

53
Anexo 8. Descomposición Shapley entre los
componentes de una medida de bienestar
La descomposición de Shapley de los componentes de una medida de bienestar fue desarrollada por Azevedo,
Nguyen y Sanfelice (2012) y se basa en Barros et al. (2006). Esta metodología estima los efectos relativos de los
cambios en diferentes fuentes del ingreso (es decir, ingreso laboral, ingreso no laboral y transferencias) sobre los
cambios en la pobreza y la desigualdad durante un periodo específico.

Matemáticamente, con el fin de descomponer los cambios en la pobreza y la desigualdad por entre cada uno
de los componentes del ingreso, el ingreso per cápita debe expresarse como una función de sus componentes.
Barros et al. (2006) definen los ingresos per cápita como la suma de los ingresos de cada individuo dividido por
entre el número de miembros del hogar n. El ingreso del individuo yi se puede dividir en el ingreso laboral yil y
el ingreso no laboral yinl. El ingreso no laboral incluye los niveles de las pensiones per cápita, el capital, las trans-
ferencias (públicas y privadas) y el ingreso imputado, entre otros factores.

Apartándose de la metodología utilizada en los PLB anteriores, en este informe la descomposición se ajusta
por la transición demográfica, al tiempo que separa el ingreso laboral por medio deentre los rendimientos y
el nivel de empleo entre de los hombres y las mujeres del hogar. En concreto, el ingreso laboral sólo lo gana-
nes devengado por los miembros del hogar que se están empleados: no. Estos empleados: no también son una
función del número de miembros del hogar que están en edad laboral nA. Con base en estas dos condiciones,
el ingreso laboral per cápita del hogar se puede dividir en tres componentes: el ingreso laboral por
Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe

trabajador , la tasa de empleo del hogar y la tasa de edad laboral . Además, el ingreso laboral
se puede dividir en ingresos laborales de las mujeres y de los hombres . Nótese que
otros ingresos gi incluyeron el ingreso no laboral y el ingreso laboral de los trabajadores que no están en edad
laboral.

Por lo tanto, el ingreso per cápita se puede denotar como:

(1)

El ingreso del hogar per cápita es una función δ de cada uno de los componentes j, en este caso j=4.

(2)

Nótese que cualquier medida de pobreza o desigualdad I es una función θ que depende de la distribución del
ingreso a través deentre los hogares. Al definir F (Ypc) como una función de distribución cumulativa del ingreso
per cápita y reemplazando la ecuación (2), se concluye que cualquier medida de pobreza o desigualdad es una
función de los componentes del ingreso:

(3)

Basándose en la ecuación (3), el cambio en el indicador se expresa sobre un período t y t-1 como resultado de los
cambios en el valor de sus componentes ∆It,t-1=It-It-1. Utilizando el método de Barro, la distribución del ingreso

54
se simula al cambiar cada uno de estos componentes i, uno a la vez, para calcular su contribución a los cambios
observados en la pobreza o en la desigualdad.

Utilizando la información de todos los componentes en cada período, la participación del componente j se
estima en el cambio de indicador analizado entre t-1 y t. Esto puede hacerse mediante la construcción de una
distribución contrafactual para el período t, sustituyendo el nivel observado de cada componente del ingreso en
(t-1) para su valor en (t). Entonces, un indicador contrafactual para el período t se calcula basado en la distribu-
ción contrafactual anterior. La diferencia entre el valor contrafactual y el observado del indicador analizado es el
efecto del componente j en el cambio del indicador.

En ausencia de datos de panel, Azevedo et al. (2012) utilizan el principio de preservación de rango con el fin
de transponer la distribución de un periodo a otro. Esto significa que la distribución en cada periodo se ordena
usando el ingreso per cápita. Por lo tanto, la primera observación en el período (t-1) se vincula con la primera
observación en el período (t). La diferencia entre el valor del indicador observado y el valor del indicador contra-
factual es el efecto de la tasa de ocupadosa en el cambio del indicador analizado. Esto se describe en la
siguiente ecuación (donde el símbolo ^ representa el indicador contrafactual en el periodo t):

(4)

Sin embargo, la suma de los efectos marginales de cada uno de los componentes no nos da el cambio total de
(t-1) a (t) porque la descomposición padece de dependencia de la trayectoria, es decir, es importante el orden

Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe


en que se cambia cada componente. Azevedo et al. (2012) resuelven este problema utilizando el valor Shapley,
el cual calcula todas las maneras posibles de j! para descomponer el indicador. Entonces, se calcula el promedio
ponderado de estos efectos j, el cual es el efecto total del componente j en el cambio observado del indicador.

55
Anexo 9. Cambio en la composición de la población
en edad de trabajar, 2003-2013 (puntos porcentuales)

Tabla A.9.
Región Educación Quintil del ingreso per cápita
1 2 3 4 5
LAC No calificada -19.2 -18.3 -14.6 -9.0 -3.3
Poco calificada 10.5 6.8 -0.0 -5.3 -3.9
Calificada 8.7 11.4 14.6 14.3 7.1
Región Andina No calificada -15.0 -12.0 -10.4 -6.9 -2.8
Poco calificada 4.4 -1.4 -5.8 -6.0 -2.6
Calificada 10.5 13.4 16.1 12.8 5.4
Brasil No calificada -21.7 -25.0 -22.4 -14.9 -5.7
Poco calificada 8.2 4.2 0.4 -2.7 -2.4
Calificada 13.5 20.7 22.0 17.5 8.1
Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe

América Central No calificada -11.3 -13.2 -13.4 -9.1 -6.9


Poco calificada 9.7 9.6 7.4 1.3 -0.8
Calificada 1.6 3.6 6.0 7.8 7.7
México No calificada -20.9 -12.4 -8.5 -5.2 -1.5
Poco calificada 12.6 7.1 1.8 -2.1 -0.4
Calificada 8.3 5.3 6.7 7.3 1.9
Cono Sur No calificada -5.9 -6.6 -4.3 -2.6 -1.1
Poco calificada -5.8 -5.9 -7.8 -5.2 -2.2
Calificada 11.7 12.5 12.1 7.8 3.3
Fuente: SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Nota: Las cifras de LAC y sub-regionales se calculan utilizando la base de datos circa (vea el Anexo 1). La tabla reporta el cambio del punto
porcentual en la composición del nivel educativo de la población en edad de trabajar (personas entre 18-64 años de edad) entre 2003 y 2013, para los quintiles del ingreso per cápita.

56
Anexo 10. Perfiles de los grupos por habilidades
de LAC (2013)

Tabla A.10.a
No calificados Poco calificados Medianamente Calificados Todos
calificados
Perfil de los hogares, por nivel educativo de la persona que percibe mayores ingresos en el hogar*
Estadísticas Demográficas a
Proporción de la población 27.7 30.0 28.9 13.4 100.0
Proporción de la población que vive en la pobreza 47.5 35.4 15.5 1.6 100.0
(US$4 al día)
Proporción de los niños (0-17 años de edad) 29.0 34.4 26.5 10.1 100.0
Proporción de los adultos en edad laboral 25.1 28.6 31.2 15.1 100.0
(18-65 años de edad)
Proporción de adultos mayores 43.6 22.7 20.9 12.8 100.0
(66 años de edad y mayores)
Ingreso a

Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe


Mediana del ingreso diario per cápita 5.0 6.2 9.7 19.5 7.6
(US$ 2005 PPP)
Mediana del ingreso laboral diario per cápita 2.8 4.6 7.1 14.3 5.4
(US$ 2005 PPP)
Hogar sin ingreso laboral (%) 25.6 11.0 8.9 7.7 14.1
Educación b

Matrícula escolar (12-17 años de edad) 81.2 83.0 91.3 93.2 85.8
Matrícula escolar (18-24 años de edad) 24.4 27.9 41.1 76.7 37.4
Años de educación (18 años de edad y mayores) 3.9 7.8 10.9 14.3 8.5
Características del miembro del hogar que percibe mayores ingresos b
Edad promedio 52.0 41.9 38.6 43.2 44.1
Femenina (%) 29.8 26.4 34.6 42.1 32.0
Años promedio de educación 2.7 7.9 11.9 16.2 8.8
Proporción que vive en áreas rurales 35.1 21.0 8.0 4.3 19.0

57
Tabla A.10.b
No calificados Poco Medianamente Altamente Todos
calificados calificados calificados
Perfil laboral de las personas (18-65 años de edad) c
Desempleo y fuerza laboral c
Participación de la fuerza laboral 68.2 74.1 76.4 87.9 75.1
Femenina 51.1 56.2 66.7 83.3 62.1
Masculina 86.3 92.3 87.2 93.5 89.2
Tasa de desempleo 4.2 5.4 7.1 4.3 5.6
Femenina 5.2 6.2 8.8 4.9 6.7
Masculina 3.6 4.9 5.7 3.7 4.7
Tipo de empleador c

Empresa privada grande 24.3 36.2 46.2 37.7 37.2


Empresa privada pequeña 30.7 27.1 16.9 6.1 21.2
Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe

Sector público 3.7 5.6 15.1 36.7 13.1


Trabajadores por cuenta propia 38.1 27.3 17.9 n.a. 22.4
Empleadores y trabajadores por cuenta propia calificados 3.2 3.9 4.0 19.5 6.1
Sector del empleo c
Sector primario 28.9 13.8 4.3 2.4 12.0
Manufactura 11.1 16.2 15.0 8.4 13.5
Construcción y servicios públicos 18.8 18.7 14.0 7.3 15.4
Comercio minorista 20.9 29.6 29.1 13.5 25.1
Servicios 20.4 21.7 37.6 68.4 33.9
Fuente: SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Los datos del tipo de empleo para México son de LABLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Nota: Los indicadores se calculan utilizando la base
de datos circa (vea el Anexo1). Todos los indicadores son porcentajes a menos que se indique lo contrario. Los hogares sin ingreso laboral se clasifican con base en el nivel de habilidad
del jefe del hogar, mientras que los demás hogares se clasifican con base en el nivel de habilidad de la fuente de ingresos más alta del hogar. Los trabajadores no calificados son aquéllos
que no completaron la educación primaria (incluyendo aquéllos sin escolaridad formal); los poco calificados son aquéllos que terminaron la escuela primaria pero no la secundaria,
y los altamente calificados son aquellos que tienen por lo menos una educación secundaria. Para la mayoría de los propósitos, este informe considera éstos tres grupos. Pero en este
anexo, el grupo calificado se descompone para un análisis más detallado en subgrupos de media y alta calificación.
a Las cifras se reportan a nivel individual de acuerdo con el nivel de habilidad de la principal fuente de ingreso laboral del hogar a la que pertenece la persona.
b Las cifras se reportan a nivel del hogar o al nivel de la principal fuente de ingreso de acuerdo con el nivel de habilidad de la principal fuente de ingreso laboral del hogar.
c Las cifras se reportan a nivel individual de acuerdo con el nivel de habilidad de cada individuo. El análisis del tipo de empleo y del sector se limita a trabadores asalariados.

58
Anexo 11. Descomposición de avances sectoriales
y cambios en la población
La descomposición de los avances sectoriales y de los cambios en la población fue desarrollada por Huppi y
Ravallion (1991). Esta metodología descompone los cambios en la pobreza en un efecto intra-sectorial (los
cam-bios en los niveles de pobreza dentro de cada grupo) y un efecto del cambio de la población (cambios
en las características socioeconómicas de la población).

Algunos cambios en las tasas de pobreza se pueden explicar por los desplazamientos de población a través
de los grupos, por ejemplo, un incremento de la población urbana. Esto es diferente del cambio en la pobreza
debido a los cambios en las tasas de pobreza dentro de cada grupo. Considere lo siguiente: En el año 0 (t0), los
hogares urbanos tienen menos probabilidades de ser pobres que los hogares rurales. Si para el año 1 (t1), una
parte de las familias migran de las zonas rurales a las urbanas, la fracción de los hogares que es rural disminuye
mientras que la fracción que es urbana aumenta. Si la probabilidad de ser pobre en las zonas urbanas y rurales
sigue siendo la misma, se espera una disminución en la incidencia de la pobreza total debido sólo a la migración
de las zonas rurales a las urbanas.

La descomposición propuesta por Huppi y Ravallion (1991) mide qué tanto el cambio en la pobreza se
explica por los cambios en la distribución de una determinada característica socioeconómica, y en qué medida
se rela-ciona con el cambio de la pobreza dentro de cada grupo. Esta metodología descompone los cambios

Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe


en la po-breza como la suma de tres componentes: el efecto intra-sectorial, el efecto cambio de la población, y
el residual, que es el efecto de interacción entre estos dos componente.

El efecto intra-sectorial estima que habría sucedido a la medida de pobreza si la distribución de la característica
de interés a través de la población se hubiera mantenido constante y sólo el nivel de la pobreza dentro de cada
grupo hubiera cambiado. Es decir, se asume ningún cambio en población. El efecto cambio de la población esti-
ma la medida de la pobreza si las tasas de pobreza de cada grupo se ha mantenido constante y el único cambio
ha sido en la distribución de la característica de interés a través de la población total. En otras palabras, se asume
que no hay cambios en la pobreza dentro de cada grupo (efecto intra-sectorial).

Matemáticamente, sea Pt la medida de pobreza en el periodo t. El cambio absoluto en la medida de pobreza se


puede volver a expresar como:

Efecto intra-sectorial
Efecto de cambio de la población
Efecto de interacción

donde i representa el grupo seleccionado y n l número total de grupos. Por ejemplo, cuando la descomposición
se realiza sobre el nivel de educación de la principal fuente de ingreso del hogar, el grupo i podría tomar valores
para: (1) completó menos de educación primaria, (2) terminó la educación secundaria y (3) completó la educa-
ción terciaria, lo que resulta en i = 1,2,3, y n = 3. Pi,t es la razón de la incidencia de la población que pertenece
al grupo i en el período t. Por último, si,t es la proporción de la población que pertenece al grupo i relativo a toda
la población nacional.

59
Anexo 12. Probabilidad de ser pobre en cada sub-región,
por sector

Tabla A.12.
Región Andina Brasil América Central México Cono Sur
2003 2013 2003 2013 2003 2013 2003 2013 2003 2013
Agricultura y pesca 69.7 68.1 68.2 63.8 69.2 83.3 69.6 75.7 43.4 39.8
Servicios domésticos 49.6 42.6 54.7 42.6 47.0 63.2 31.9 43.0 40.7 33.6
Construcción 41.5 30.2 42.0 32.4 29.4 55.0 30.1 39.1 36.2 26.8
Minería y servicios 32.7 20.8 25.2 15.4 23.8 36.9 5.6 14.3 6.6 4.9
públicos
Comercio y hotelería 36.4 35.4 32.4 27.4 30.1 44.5 16.9 37.5 26.1 20.9
Manufactura 30.8 28.9 27.0 21.4 30.8 49.5 17.6 35.4 21.4 15.9
Transporte 32.8 29.8 22.0 18.0 20.9 38.8 17.0 27.5 19.4 10.5
Otros servicios 17.7 15.4 20.4 16.5 17.0 24.2 8.1 17.7 13.2 8.8
Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe

Fuente: SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Nota: La muestra se limitó a la persona del hogar con mayores ingresos (18 a 65 años de edad). La pobreza por ingreso laboral fue
alrededor del 39% en 2013.

60
Anexo 13. Factores correlacionados con la participación
en la fuerza laboral del 40% más pobre (2013)

Tabla A.13.
No calificados Poco calificados Calificados
Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres
Hogar recibe -0.0216*** -0.0480*** 0.0150*** -0.00872*** 0.0174*** -0.0158***
transferencias (0.00529) (0.00437) (0.00498) (0.00293) (0.00609) (0.00435)
Otro miembro del hogar -0.0803*** 0.0137*** -0.191*** -0.00689*** -0.187*** -0.0128***
que está trabajando (0.00495) (0.00328) (0.00508) (0.00263) (0.00536) (0.00361)
Tasa de desempleo -0.686*** 0.494** -2.187*** -0.286* 0.0482 0.345
regional (%) (0.262) (0.213) (0.276) (0.166) (0.297) (0.212)
Constante 0.240*** 0.719*** 0.443*** 0.782*** 0.486*** 0.637***
(0.0269) (0.0203) (0.0202) (0.0112) (0.0182) (0.0122)
Observaciones 55,975 45,279 50,721 43,743 39,454 28,415

Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe


R-cuadrado 0.117 0.079 0.106 0.083 0.070 0.088
Fuente: SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Nota: Las regresiones son modelos de probabilidad lineal estimados para personas de 25-65 años de edad en el 40% inferior de la
distribución del ingreso per cápita en cada país circa 2013, por nivel de calificación. En todas las regresiones se controla por los efectos fijos por país, contextos rural-urbano, años
de experiencia potenciales y la razón de dependencia demográfica del hogar. La tasa de desempleo se estima a nivel regional para cada país (para personas de 15 años o más); las
regiones se definen por el nivel más pequeño de desagregación geográfica disponible en cada encuesta del hogar. Errores estándar entre paréntesis. *** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1.

61
Anexo 14. Sectores clasificados por la mediana del
salario por hora en 2003 en todos los países de LAC

Tabla A.14.

República Dominicana
Argentina urbano

Uruguay urbano

El Salvador
Costa Rica

Honduras
Paraguay

Colombia

Panamá
Ecuador

México
Bolivia
Brasil
Chile

Perú
Sector
Actividades de los hogares
privados como empleadores
Agricultura, caza y silvicultura
Comercio mayorista y minorista
Construcción
Manufactura
Hoteles y restaurantes
Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe

Otras actividades de servicio


comunitario, social y personal
Minería y extracción
Inmobiliaria, renta and activi-
dades de negocios
Salud y trabajo social
Administración pública y
defensa
Transporte, almacenamiento y
comunicaciones
Educación
Electricidad, gas y suministro
de agua
Intermediación financiera
Fuente: SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial).
Salario bajo Salario medio bajo Salario medio Salario medio alto Salario Alto

62
Anexo 15. Crecimiento salarial por nivel de habilidad
y tipo de empleo o sector, 2003-2013

Tabla A. 15.
Región Andina Brasil América Central México Cono Sur
Tipo de empleo
No calificados Trabajadores por cuenta propia 2.8 6.1 -1.3 -0.1 3.0
Empresa pequeña 3.7 6.7 0.0 0.2 3.8
Empresa grande 4.5 6.2 -0.6 -1.1 4.9
Poco calificados Trabajadores por cuenta propia 2.7 4.0 -0.8 -1.2 2.9
Empresa pequeña 4.3 6.8 -0.4 0.4 3.6
Empresa grande 4.4 4.6 0.4 -1.1 4.2
Calificados Trabajadores por cuenta propia 0.7 3.9 -1.6 -0.9 2.4
Empresa pequeña 3.5 5.7 -1.6 -1.4 5.1
Empresa grande 0.9 3.4 -0.8 -3.2 2.5

Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe


Tipo de sector
No calificados Salario bajo 3.5 6.4 0.4 3.6 3.0
Salario medio-bajo 2.8 5.8 -0.5 -2.1 3.9
Salario medio 1.9 5.4 -0.9 -0.3 3.7
Salario medio-alto 1.8 6.2 -2.3 0.3 6.0
Salario alto 3.1 4.7 -1.5 4.8 5.0
Poco calificados Salario bajo 3.6 5.4 1.2 0.3 3.6
Salario medio-bajo 3.7 3.8 0.2 0.1 3.2
Salario medio 2.4 4.4 -0.7 -1.8 4.3
Salario medio-alto 2.9 5.3 -1.3 1.1 3.8
Salario alto 2.4 3.0 -0.1 -0.2 2.2
Calificados Salario bajo 2.4 3.4 -0.7 -2.4 3.3
Salario medio-bajo 1.0 3.2 -0.1 -1.1 1.1
Salario medio 0.5 3.0 -0.9 -1.4 2.0
Salario medio-alto 1.5 3.1 0.1 1.8 2.9
Salario alto 2.2 4.4 0.7 -1.8 1.8
Fuente: SEDLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Los datos para México son de LABLAC (CEDLAS y el Banco Mundial). Nota: Las cifras de LAC y sub-regionales se calcularon utilizando la
base de datos circa (vea el Anexo 1). Las estimaciones se limitan a los trabajadores entre 18 y 65 años de edad que recibieron salarios. “Tipo de empleo” excluye a los empleadores,
trabajadores profesionales por cuenta propia (aquéllos con un título universitario o mayor), y trabajadores públicos. Las pequeñas empresas se definen como aquéllas que tienen cinco
trabajadores o menos. Para el “Tipo de sector,” los sectores se agruparon en el nivel del país para tomar en cuenta las diferencias en los rendimientos salariales de cada sector a través
de los países dentro de la misma sub-región. Los sectores se clasificaron con base en la mediana del salario por hora de cada sector en 2003 para un grupo de 15 sectores y después se
redujeron en grupos de tres para definir los cinco grupos de sector de salarios. Vea el Anexo 14 para la clasificación del sector a nivel país.
63
Anexo 16. Salarios mínimos y fuentes de datos en países
seleccionados

Tabla A.16.
País Fuente SM Mensual (Mone- SM Mensual (US$ 2005 Año
da local) PPP)
Brasil Presidência da Republica 300 191.0 2005
Brasil Presidência da Republica 415 231.5 2008
Brasil Presidência da Republica 678 287.6 2013
Colombia Ministerio del Trabajo y Decretos del Gobierno 589,500 355.6 2013
Nacional
Honduras Secretaria de Trabajo y Seguridad Social 3,400 279.7 2008
Honduras Secretaria de Trabajo y Seguridad Social 5,524.7 385.5 2011
Honduras Secretaria de Trabajo y Seguridad Social 6,675.5 421.0 2013
México Secretaria del Trabajo y Previsión Social 1,866.9 182.5 2012
Trabajar por el Fin de la Pobreza en América Latina y el Caribe

64
The World Bank
1818 H Street, NW,
Washington, DC 20433, USA.
www.worldbank.org

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