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Manuel Nelson Profesor: José M.

Acosta

Índice
Introducción: reflexión ambiental ................... 2
Deforestación en Argentina; un mal de nunca
acabar ............................................................... 4
Salta ................................................................ 6
Santiago .......................................................... 7
Chaco .............................................................. 8
Formosa .......................................................... 9
Conclusiones .................................................. 10
Comentario final: ¿Qué camino tomar? ........ 11

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Manuel Nelson Profesor: José M. Acosta

Introducción: reflexión ambiental


En la Argentina catastrófica de 2020, la sociedad parece estar enfocada en los
problemas socioeconómicos clásicos; todos los individuos están hipnotizados tratando
de resolver los problemas más mediáticos, sin darle importancia a unos otros muy
grandes que se vienen gestando desde hace años: los problemas ambientales.
Hagamos un rápido resumen: ¿Cuáles son los principales problemas
ambientales que amenazan la Argentina? Pues bien, podemos hablar de deforestación,
el fracking, el problema del litio, los agrotóxicos, los peligros bajo las olas, las energías
que no renovables, y uno de los más grandes: la falta de atención del Estado en todos y
cada uno de ellos (atención económica; vamos, que con decir unas palabras emotivas
en el congreso no nos alcanza).
Mi primera idea para realizar una reflexión del tema era acudir al clásico escrito
empático llorando por el medio ambiente, para sacarme la tarea de encima. Pero en
ese caso, estaría haciendo lo mismo que critico: caso omiso a los problemas
ambientales. Por lo que borré mi reflexión anterior y comencé una nueva que quizás
no arregle para nada nuestros problemas, pero que sí cumpla con los objetivos de la
materia. A continuación, en lugar de escribir una reflexión larga, la dividí en las
soluciones que yo creo convenientes para resolver puntualmente cada problema
ambiental:
Deforestación, desarrollo sostenible y protección de la biodiversidad: respetar la ley
de bosques es fundamental para evitar la deforestación de los bosques nativos. Sería
utópico que el Estado estableciera un presupuesto mínimo para poder proteger estas
áreas tan importantes; de lo contrario, la cifra de hectáreas perdidas aumentará
exponencialmente.
Litio y Fracking: problemas diferentes bajo un mismo patrón: es momento de buscar
recursos alternativos para estos, ya que son ilimitados (eso sin mencionar cuánta
contaminación producen). Si bien no podemos determinar a ciencia cierta cuánto
petróleo nos queda (por los problemas recientes de sobreproducción, precios
negativos, YPF, y demás catástrofes), sí conocemos el efecto ambiental que genera al
extraerlo: contamina nuestras aguas, aumenta los movimientos sísmicos y obliga a los
productores locales a desplazarse.
Peligros bajo las olas: una solución posible sería establecer leyes contra la pesca
indiscriminada y las actividades petroleras. Estas normas son sumamente necesarias
para cuidar del lecho marino. En pleno 2020 es inviable que un país no tome todas las
medidas posibles para proteger a los animales; es decir, las primeras leyes de
protección animal se desarrollaron en 1933. Habiendo pasado casi cien años, es
impresionante que estas leyes no se hayan perfeccionado para proteger a toda la
fauna.

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La necesidad de darle peso a la consulta previa: de nada sirve proponer soluciones


viables si el Estado no presta atención a los habitantes que viven en las zonas donde se
produce alguna de estas actividades. El primer paso es que el gobierno preste su oído a
lo que alertan estos individuos.
Energías que no acaban de renovarse: es necesario darles más importancia a las
fuentes de energía sustentables. No solo por el hecho de que son amigables para el
planeta (que al fin y al cabo ya es razón suficiente; es decir, es el lugar donde vivimos),
sino porque podríamos ahorrarnos millones de dólares en costos por bienes de capital.

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Deforestación en Argentina; un mal de


nunca acabar
Según Greenpeace, Argentina se encuentra en emergencia forestal. En 2014 el Panel
intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) advirtió que aquí ocurre el 4,3% de la
deforestación global. 1

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Argentina (FAO) ubicó


a Argentina entre los diez países que más desmontaron en 1990 y 2015: se perdieron
7,6 millones de hectáreas, a razón de 300.000 hectáreas al año. 2
Las principales causas de la pérdida de bosques son el avance de la frontera
agropecuaria (básicamente ganadería y soja transgénica) y los incendios.
En este gráfico podremos apreciar las cifras de deforestación por agricultura y
ganadería (2014); siendo el acrónimo TF “Tierras forestales” y OTF “Otras tierras
forestales”. La fuente es el Ministerio de Ambiente y Desarrollo sustentable de la
nación3, incluido en un informe de deforestación de Greenpeace.

1
Fuente: Quinto informe de Evaluación del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC). 2014:
https://archive.ipcc.ch/home_languages_main_spanish.shtml
2
Fuente: Ministerio de Ambiente de la nación. 2017:
https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/2do_iba.pdf
3
Plan de Acción Nacional de bosques y Cambio Climático. Ministerio de Ambiente y desarrollo
sustentable de la Nación. 2017:
https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/plan_de_accion_nacional_de_bosques_y_cambio_cli
matico_0.pdf

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Según datos oficiales, desde la sanción de la sanción de la Ley de Bosques hasta fines
de 2018 se perdieron cerca de 2,8 millones de hectáreas de bosques nativos (elimino
márgenes de la hoja para que las cifras puedan ser mejor apreciadas).

Fuente: Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación 4

Luego de estos datos, presentaré infografía sobre la superficie deforestada entre enero
y diciembre de 2019 en las provincias de Salta, Santiago del Estero, Formosa y Chaco.
Consulté las fuentes incluidas en un informe de Greenpeace.

4
Monitoreo de la superficie de bosque nativo de la República Argentina. Regiones forestales Parque
Chaqueño, Yungas, Selva, Paranaense, Bosque Andino Patagónico, Espinal y Monte. Secretaría de
Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación.
Fuente:https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/monitoreo_de_la_superficie_de_bosque_nativ
o_de_la_argentina_2018_01.rar

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Salta 2019

Categorías OTBN Hectáreas desmontadas


acumuladas en 2019

Categoría 2 - Amarillo 1.325,86


Categoría 3 - Verde 13.307,95
Total 14.663,81

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Santiago del Estero 2019

Categorías OTBN Hectáreas desmontadas


acumuladas en 2019
Categoría 1 - Rojo 633,55
Categoría 2 - Amarillo 18.046,13
Categoría 3 - Verde 2.734,04
Sin categoría 4.099,37
Total 25.513,09

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Chaco 2019

Categorías OTBN Hectáreas desmontadas


acumuladas en 2019
Categoría 2 - Amarillo 7.683,64
Categoría 3 - Verde 8.658,62
Sin categoría 898,73

Total 17.240

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Formosa 2019

Categorías OTBN Hectáreas desmontadas


acumuladas en 2019
Categoría 1 - Rojo 12,86
Categoría 2 - Amarillo 3,44
Categoría 3 – Verde (3a) 6.315,15
Categoría 3 – Verde (3b) 4.698,14
Sin categoría 12.491
Total 23.521

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Conclusiones
La superficie desmontada durante 2019 en las provincias del norte de Argentina fue de
80.938 hectáreas. (Esta cifra proviene de la suma de los territorios desmontados:
Santiago del Estero 25.513 ha, Formosa 25.521 ha, Chaco 17.240 ha, Salta 14.664 ha).
Chaco y Santiago del Estero (130.177 ha y 127.527 ha, respectivamente) son las
provincias con más pérdida de bosques nativos de los últimos años.

Fuente: Greenpeace (2019).

Lo curioso de la deforestación en Argentina, es que no hay ley que la impida. Si


vemos los datos, observaremos que, desde la sanción de la Ley de Bosques, se
desmontaron casi 1 millón de hectáreas de bosques protegidos.
Resulta evidente entonces, que las multas no son suficientes para desalentar la
deforestación en zonas protegidas. Por otra parte, en muchos casos es clara la
complicidad de los funcionarios en la violación de la normativa (no nos sorprendamos
tampoco).
Si el Estado no pone su mirada en estas cuestiones, es cuestión de tiempo para
que todo lo construido por la civilización se destruya.

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Comentario final: ¿Qué camino tomar?


Mientras realizaba la investigación, me topé con esta nefasta noticia5 de 2016:

La conclusión apareció en mi mente ipso facto: los políticos se nos ríen en la cara.
Pero, como dije al principio, no quiero remitirme a las típicas reflexiones (en
este caso, a la típica charla anti-política de señores en el bar) del medio ambiente;
sino, proponer desde mi humilde punto de vista, soluciones a grandes rasgos. Si en
Argentina podemos observar que, sea de la ideología que sea, el Estado hizo desastres
en el medio ambiente (por allá en el ’46 ocurría la desastre de los castores de Perón, la
explotación de los yacimientos petrolíferos patagónicos por parte de la Standard Oil de
California en el segundo plan quinquenal, y los demás gobiernos que le siguieron,
ignorando todas las políticas ambientales; como el del nefasto Mauricio Macri,
oportuno porque protagoniza la noticia de arriba); entonces veamos a los países que sí
están haciéndole un bien al medio ambiente, o mejor dicho, los países que menos
daño le causan.
¿Qué dicen los datos? Cuando comparamos los datos de calidad ambiental con
los datos de libertad económica, vemos que los países más libres son también aquellos
con mayor calidad ambiental.
Si ordenamos los países de más a menos libres (por grupos) vemos cómo,
efectivamente, aquellos países con mayor puntuación en el índice de libertad
económica son también aquellos países con más puntuación en el índice de
desempeño ambiental6.

5
Argentina dice que en 4 años habrá cero deforestación:
https://www.losandes.com.ar/article/argentina-dice-que-en-4-anos-habra-cero-deforestacion
6
Fuente: Heritage Foundation. Yale.edu.

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En el siguiente gráfico de dispersión7 podemos comprobar cómo, efectivamente, la


relación entre la libertad económica y el desempeño ambiental es positiva. Cada punto
en el diagrama es un país diferente:
.

De este gráfico podemos extraer que por cada punto que se incrementa el índice de
libertad económica, aumenta 0.95 puntos el índice de calidad ambiental.

7
Fuente: Heritage Foundation. Yale.edu.

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Si le mostráramos estos datos a ONG’S o al Estado, una posible crítica que


harían a lo expuesto bien podría ser: “los países con mayor libertad económica (los
más capitalistas y explotadores) en realidad están “exportando” sus contaminantes
industrias al mucho menos libre tercer mundo, mientras que dejan “en su casa” las
industrias no contaminantes”. Así, caeríamos otra vez en este juego de los malos y los
buenos, los explotadores y explotados; otra vez desviando la vista de lo importante: el
medio ambiente.
Pero, para refutar esta posible crítica, conseguí un gráfico de Inversión
extranjera e índice de calidad ambiental8. Si la posible crítica fuese cierta,
esperaríamos que aquellos países con gran recepción de inversión extranjera directa
tuvieran también un mal puntaje en el índice de desempeño ambiental. Sin embargo,
esto no ocurre.
.

Si analizamos la inversión extranjera directa9 (IED) desde los países con desempeño
ambiental muy alto (+85 puntos en índice) hacia los países con desempeño ambiental
muy pobre (por debajo de 50 puntos) vemos que los primeros apenas invierten en los
segundos. Menos del 0,1% de la inversión extranjera directa de los países más
limpios va hacia los países más sucios. De los 25 países más limpios, 14 no tienen ni
una sola inversión en los países más sucios. De los 11 países restantes, solo uno supera

8
Fuente: Banco Mundial. Yale.edu.
9
Fuente: OECD. ONU (unctad.org)

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el 5% de destino de sus inversiones hacia países sucios. Solo dos países destinan más
del 1% de su inversión extranjera directa a los países más sucios.

Hay muchos contraargumentos más, cómo por ejemplo la inversión en sectores


extractivos; pero realmente no quiero que este comentario final se extienda mucho
más.
La conclusión final es clara: si queremos tener un mejor desempeño ambiental (no nos
engañemos, suena lindo, pero no deja de significar “causar el menor impacto al
ambiente”) debemos apuntar hacia la libertad en todo sentido. El liberalismo,
empíricamente es el sistema con mejor desempeño en este sentido; y además, posee
otras ventajas: mayor PBI per cápita, facilidad de hacer negocios, menor pobreza,
etcétera.

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