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LOS CUATRO AMIGOS

Este relato narra la historia de Compinche, un perro enrazado entre el cruce de


una perra pastor alemán y un perro salchicha, (ya se podrán imaginar la figura de
compinche).

Compinche vivía a las afueras del pueblo en una bodega abandonada, junto a sus
amigos Relámpago, un viejo perro de raza bóxer, Corona una pequeña perra
pequines y Negro, un oscuro perro de raza  desconocida, mejor dicho criollo.

Aquí se contará una de las diarias aventuras que Compinche y sus amigos vivían.

En cierta ocasión llegó al pueblo un parque de diversiones, el cual traía una gran


variedad de atracciones mecánicas, juegos y deliciosas ventas de confitería y
comida.

Ese domingo en la tarde los cuatro amigos salieron con rumbo al parque a
observar lo que allí pasaba. Cuando llegaron se maravillaron al ver la cantidad de
bombillos de varios colores que alumbraban y toda esa cantidad de hierro que
formaba las atracciones del parque.

Comenzaron a recorrer el parque, en esas Relámpago dijo: yo tengo mucha


hambre, mejor me voy a buscar algún niño que no quiera sus papas y salchicha,
bailaré y jugaré para que me las regale, ustedes vayan a divertirse.

Los otros tres siguieron recorriendo y cuando iban pasando por el carrusel Corona
les dijo: subámonos, cada uno buscó la manera de hacerlo, mientras la gente
ingresaba.  Cuando comenzó  girar el carrusel negro entró en pánico, se agarró a
un tubo y sus ojos le daban vueltas, su cola se le erizó del miedo y su cabeza se
movía de lado a lado.

A Corona la cogió una niña de mediana estatura y la subió con ella en el caballo, a
medida que el caballo subía y bajaba la niña brincaba, lo cual hacía sacudir a
Corona al apretarla contra el cuerpo para no dejarla caer, le cortaba la respiración
lo que le produjo malestar y vomitó a la niña, quien se bajó rápido del caballo y
dejó a Corona allí subida, pasando un mal rato mirando como todo el mundo
giraba alrededor de su cabeza mirando estrellitas y lucecitas de mil colores.

Compinche sí disfrutó el carrusel, porque corría y  brincaba al ritmo de los giros,


ladraba con mucho entusiasmo, bailaba dando vueltas intentando cogerse la cola
con la boca pero siempre se caía.

Al darse cuenta el propietario del carrusel comenzó a detenerlo para ir a bajar a


los tres invasores; tan pronto como se detuvo subió a sacarlos, mientras Corona
caía del caballo quedando en el suelo sin ningún aliento.
Negro salió espantado de ese aparto de tortura, corrió sin parar hasta que se
estrelló con un bote de basura y ahí quedo noqueado.

Mientras tanto Compinche se paseaba de un lado a otro, para que el operario lo


siguiera dándole tiempo a Corona para que se recuperara y saliera del carrusel. El
operador seguía a Compinche por los alrededores del carrusel sin ningún éxito,
cuando Compinche vio que su amiga salía de aquel sitio corrió hacia donde estaba
el panel de control, haciendo enredar al hombre con los cables de conexión y
dando cuatro rollos quedando tirado en el suelo.

Después de haber escapado los tres amigos se encontraron y fueron a buscar a


Relámpago, a quien hallaron haciendo una siesta debajo de un árbol, tenía
consigo una bolsa con comida que había conseguido para sus amigos.

Juntos regresaron a la bodega llevando consigo una nueva experiencia adquirida


en su aventura en el parque de diversiones.          

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