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Análisis de la Proforma Presupuestaria 2018

Menos deuda, pero se mantienen elevados gastos innecesarios

  Introducción.-

 El Gobierno Nacional, de conformidad a los preceptos legales y constitucionales ha


enviado a la Asamblea Nacional este 01 de noviembre de 2017 la Proforma Presupuestaria
del año 2018 que deberá ser aprobada u observada en el plazo de 30 días de acuerdo a lo
que establece el Art. 295 de la Constitución de la República.  La programación y
formulación de la Proforma Presupuestaria 2018 se deberá sustentar en  los 9 objetivos y 7
lineamientos territoriales del actual Plan Nacional de Desarrollo “Toda una Vida” 2017-
2021, con la finalidad de consolidar la sostenibilidad del sistema económico social y
solidario, afianzar la dolarización; impulsar la productividad y competitividad para el
crecimiento económico sostenible de manera redistributiva y solidaria; así como,
desarrollar las capacidades productivas y del entorno para lograr una soberanía alimentaria
y buen vivir rural.  La ejecución de gastos deberá guardar los principios de calidad y
optimización, y el manejo del financiamiento, incluido el endeudamiento, deberá hacérselo
de  manera responsable con una adecuada gestión de los activos, pasivos y patrimonios
públicos.

Por otro lado, el esfuerzo fiscal deberá mantener su orientación a las acciones encaminadas
al cambio de la matriz productiva y propender a mejorar la calidad de vida y el progresivo
cumplimiento de los derechos ciudadanos, en especial en lo referente a las áreas sociales de
educación y salud, puesto que según disposición constitucional, transitoria en su momento
y obligatoria a partir del cumplimiento de la meta, se prevé incrementos de al menos el cero
punto cinco por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) hasta alcanzar un mínimo del seis
por ciento del PIB para educación inicial, básica y bachillerato, de conformidad a la
Disposición Transitoria Decimoctava; así como para el financiamiento del sistema nacional
de salud, el cual se deberá incrementar cada año en un porcentaje no inferior al cero punto
cinco por ciento del PIB hasta alcanzar al menos el cuatro por ciento; además de las
obligaciones en el otorgamiento del estímulo a la jubilación de los servidores públicos,
sobre todo a las maestras y maestros, sector al que más se ha irrespetado el cumplimiento
de este derecho consagrado en la Disposición Transitoria Vigesimoprimera de la
Constitución de la República (ANC 2008).  Finalmente esta proforma debería propender al
cumplimiento de las obligaciones y deudas adquiridas con los trabajadores, reflejadas
principalmente en el endeudamiento que mantiene con el Instituto de Seguridad Social.

 
2) Supuestos macroeconómicos.-

Es necesario destacar que existe una proyección mayor para el crecimiento del PIB respecto
del año anterior que era de 0.71%, ahora en 2.04%, tres veces más, pero aún en condiciones
de economía en recuperación.  El incremento inflacionario se prevé en 1,38%, superior en
0.28% respecto al año anterior, lo que se traduce en la esperanza de una pequeña
recuperación del comercio interno; o por otro lado, podría ser consecuencia de las
implicaciones en la implementación del dinero electrónico, que ocasionaría una mayor
elevación del porcentaje de crecimiento inflacionario, preocupante en una economía
dolarizada.

3) Estructura de Ingresos.-

Ingresos Permanentes.-

En la Proforma 2018 enviada por el Ejecutivo se prevé tener unos $21.562,48 millones de
ingresos permanentes; de los cuales $15.343,93 corresponden a impuestos; más de
$2.040,25 a tasas y contribuciones como derechos por peajes, servicios aduaneros, especies
fiscales, tasas portuarias y aeroportuarias, entre otros (vale aquí hacer un paréntesis para
señalar que en este rubro se prevé incrementar una cifra interesante de más de $400
millones respecto al año anterior, seguramente por la eficacia que se espera obtener en la
administración aduanera).  Uno de los ingresos que es realmente bajo constituye la venta de
bienes y servicios por $65,35 millones, aquí se encuentra la venta de energía eléctrica, el
servicio por la venta de combustibles, entre otros rubros menores.  En la renta por el
arriendo de bienes de propiedad estatal, utilidades de empresas públicas que no
comercializan bienes productivos (petroleras y mineras), cobro por el uso del espectro
radioeléctrico, que podría dejar mayores réditos al Estado, así como por el cobro de multas,
se prevé obtener unos $521,9 millones.
 

Las transferencias y donaciones sin contraprestación de servicios constituyen otro rubro


importante en la estructura de ingresos, su cifra se sitúa en $3.459,32 millones, la cual
proviene de ciertas bases legales para este recaudo como el cobro del cinco por mil de los
ingresos presupuestados de los GAD´s, empresas públicas, seguridad social y entidades
financieras públicas; el 1% sobre nóminas de empresas privadas y públicas pagadas al
IESS, así como las donaciones de organismos multilaterales para programas de desarrollo y
la mayor parte proviene de lo que corresponde a la recuperación de la venta de
combustibles (derivados deficitarios).  Completando la estructura de ingresos permanentes
se encuentran los denominados Otros Ingresos, atribuibles a ejecución de garantías y
fianzas, indemnizaciones y otros no especificados, alcanzarían los $121,7 millones.

Ingresos No permanentes.-

Se comienza a sentir una ligera recuperación en la comercialización petrolera, misma que


podría ser aún mayor con una administración más soberana de nuestro principal recurso de
ingresos no permanentes; es decir, si se revisarían los contratos por ventas anticipadas a
China y Thailandia, si se renegociarían los contratos petroleros por prestación de servicios
y si se recuperaría la gestión de campos maduros entregados a multinacionales como
Schlumberger, podríamos obtener mayores ingresos por este concepto.  Sin embargo, a
pesar de aquello este año se prevé recaudar unos $3.206,35 millones.  Hay otro rubro de
$105,84 millones por ventas de activos fijos, aquí entran las ventas de los edificios no
ocupados o subutilizados, medida que ya fue anunciada y deberá ser ejecutada por
INMOBILIAR.
 

Financiamiento.-

Para este año se prevé tener unas líneas de financiamiento por el orden de los $8.253,75
millones en programas crediticios ya establecidos (deuda), $695 millones por ventas
anticipadas de petróleo, con lo cual se evidencia que la administración del licenciado Lenin
Moreno no solo sigue cayendo en esta nueva forma de endeudar al país, comprometiendo
nuestro petróleo, sino que este rubro aumentaría en un 74% para el año 2018. A toda esta
deuda hay que sumar $427,11 millones de saldos pendientes por ejercicios anteriores, $600
millones de cuentas por cobrar, sobre todo por cartera a recuperar del Banco de Desarrollo
y BanEcuador y $12,81 millones de pequeñas inversiones financieras; este financiamiento
adicional que es propio de operaciones de contabilidad gubernamental y que suma
$9.988,67 millones no entra a financiar en su totalidad a los gastos del Presupuesto General
del Estado (PGE), sino que: $3.909,44 millones van destinados a pagar el principal o
amortizaciones de deudas ya adquiridas y $2.247.93 millones al pago de intereses, a lo cual
hay que añadir unos $1.976,44 millones de pasivos de corto plazo (deudas a GAD’s, pago
de bonos, compromisos de ventas anticipadas de petróleo, etc.).  En otras palabras, las
líneas de crédito y financiamiento logradas por el Estado ecuatoriano no son más que deuda
para pagar deuda.  Así las cosas, serían unos $8.133,81 millones que se tendrán que
destinar al servicio de la deuda para el año 2018, es decir, un 23,33% del total del
Presupuesto.

Por ello es que, de los $9.988,67 millones de programas de financiamiento con deuda,
ventas anticipadas de petróleo y recuperación de cartera de este año, tan solo $1.854,86
millones irán destinados a financiar los gastos propios de los sectores que conforman el
Estado ecuatoriano, que ya los analizare más adelante, lo cual además de ser insuficiente
reconoce un déficit de $4.102,8 millones, es decir que, se necesitará esa cantidad de dinero
adicional para financiar todos los gastos programados; ya que con los ingresos propios y
financiados no alcanzaría.

El país no solo que constantemente va incrementando su deuda, sino que además no hay
posibilidades ciertas de disminuirla en el mediano plazo como se propone el régimen de
Moreno, pues no solo debería tener déficits iguales o ligeramente superiores a lo
proyectado como crecimiento del PIB, sino ser capaces de que por sus propios ingresos se
pueda pagar el servicio de la deuda sin recurrir a abrir líneas de financiamiento adicionales
para este propósito; en otras palabras, ser capaces de aumentar los ingresos propios (sin
deuda) en un 32.71%, metas que se ven demasiado exigentes y lejanas, incluso en un
período cuatrianual; por ello, es virtualmente imposible que se reduzca la deuda cuyo corte
al 27 de julio de 2017 era de $58.438 millones, sin mencionar los $3.000 millones de nueva
deuda que su equipo económico ha adquirido en el pasado mes de octubre.

4) Estructura de Gastos

 
 

Como podemos observar, de la información que se desprende de la Proforma enviada por el


Ejecutivo, el valor que se destinará al servicio de la deuda es de $8.133,81 millones, el cual
es inferior en $2.590,5 millones respecto al año anterior (2017), es un monto muy superior
a lo que se destina para cada una de las áreas sociales, que en su conjunto suman
$10.856,33 millones.

Bienes y servicios de consumo vs. Inversiones


 

En esta gráfica podemos apreciar que el gasto por bienes de consumo, relacionados a
alimentación y cocteles, difusiòn de información y publicidad, gastos de propaganda, gastos
especiales para inteligencia y contrainteligencia, traslados, instalaciones, viáticos y
subsistencias; pasajes al interior, pasajes al exterior de funcionarios pùblicos, entre otros;
supera en $1.412,68 millones con lo que se tiene destinado para invertir en los bienes de
formación bruta de capitales como son carreteras, hospitales, escuelas y demás obras.

Incumplimientos con el sector Educación y Salud.-

Disposición transitoria décimo octava de la Constitución aprobada en el año 2008:

“El Estado asignará de forma progresiva recursos públicos del Presupuesto General del
Estado para la educación inicial básica y el bachillerato, con incrementos anuales de al
menos el cero punto cinco por ciento del Producto Interno Bruto hasta alcanzar un mínimo
del 6% del PIB”.
 

Disposición transitoria vigésimo segunda de la Constitución aprobada en el año 2008:

“El Presupuesto General del Estado destinado al financiamiento del sistema nacional de
salud, se incrementará cada año en un porcentaje no inferior al cero punto cinco por ciento
del Producto Interior Bruto, hasta alcanzar al menos el cuatro por ciento”.

Tomando como base el 2008, los porcentajes de incrementos del 0,5% del PIB hasta lograr
la meta del 6% del PIB para Educación y 4% del PIB para Salud debieron haber ya llegado
a su cumplimiento en el año 2014; y, desde el año 2015 en adelante, estos sectores por
mandato constitucional ya deben venir recibiendo estos porcentajes con respecto al PIB,
lastimosamente nunca se cumplió con esta meta y el año 2018 no parece ser la excepción.

Ahora bien, el PIB calculado para el año 2018 es de $104.021 millones; por tanto, lo que se
debe destinar a Educación inicial, básica y bachillerato es un valor de $6.241,26 millones y
según la Proforma apenas se tiene programado destinar unos $4.341,52 millones, lo que
equivale a apenas al 4,17%.  En lo que respecta a Salud, el valor que se debe destinar es de
$4.160,84 millones, pero se tiene programado asignar $3.658 millones, 3,51%, existiendo
las siguientes diferencias que las recalco a continuación:

 
 

Subsidios.-

En los últimos años del Gobierno de Correa se produjo una sistemática reducción de los
subsidios, pues lo que se destinó para el año 2015 era un monto alrededor de $5.966
millones; para el 2016 se descendió a $3.193 millones, en la proforma 2017 se estableció
un total de $3.085 millones de dólares; y ahora en la Proforma 2018 se evidencia una
recuperación con un monto establecido en $3.470,18 millones.
 

Principales subsidios 2018:


 

Presupuesto a los Gobiernos autónomos descentralizados


 

Como podemos observar, los últimos años se han caracterizado por una variabilidad en la
asignación presupuestaria correspondiente al 21% de los ingresos permanentes del Estado y
10% de ingresos no permanentes a los gobiernos locales, esto se debe a la variabilidad que
se produjo en el precio del petróleo que es el principal rubro de ingresos no permanentes y
que marca el rumbo de la economía ecuatoriana, para el año 2018 se prevé un incremento
en alrededor de $300 millones de asignaciones por este concepto.

5) Conclusiones y Recomendaciones.

La Proforma Presupuestaria 2018 trata de cumplir ciertos lineamientos que han sido
recomendados por algunos expertos y sectores vinculados al quehacer económico del país
en el sentido de ser más mesurables y reducir su tamaño, siendo que para el año 2017 el
valor del PGE bordeaba los $36.818 millones y ahora se lo calcula en $34.853 millones,
provocando una reducción de $1.965 millones, lo cual se expresa principalmente en la
reducción que se hace al servicio de la deuda en $2.590 millones; sin embargo, existe un
aumento de los gastos corrientes, exceptuando el de sueldos y salarios, que para este año es
$1.412 millones superior a lo que se destinará a inversiones, estos dos rubros son
comparables porque en el país no se puede aceptar que se destine más dinero a  gastos
relacionados a alimentación y cocteles, difusión de información y publicidad, gastos de
propaganda, gastos especiales para inteligencia y contrainteligencia, traslados,
instalaciones, viáticos y subsistencias; pasajes al interior, pasajes al exterior de funcionarios
públicos, entre otros, que a construcción de escuelas, hospitales y carreteras; he aquí
algunos de aquellos rubros:

La mayoría de estos gastos sirven para perseguir a opositores al régimen, y en el caso de los
beneficios adicionales a servidores públicos están dirigidos principalmente a funcionarios
del jerárquico superior, los cuales bien podrían ser cubiertos con sus latisueldos; por otro
lado, es absolutamente critica able que los funcionarios de este nivel pertenecientes a otras
funciones del Estado como la Justicia NO se hayan acogido a la política de austeridad de
rebajarse el 10% de sus sueldos, por lo que urge la necesidad de que la Asamblea Nacional
apruebe una Ley que le ponga un límite a las remuneraciones de estos funcionarios en
máximo ocho salarios básicos unificados o $3.000 dólares mensuales, con lo cual el país
ahorraría no menos de $600 millones.

A pesar de que se podría reconocer los esfuerzos del gobierno en tratar de reducir el pago
hacia el servicio de la deuda heredada por el correísmo, es necesario señalar que ya no se
puede buscar más estrategias de financiamiento que provengan de nuevos créditos, el
Estado debe hacer un esfuerzo para incrementar sus ingresos en sectores como el petrolero,
procurando realizar reformas legales para cambiar la forma de contratación con las
multinacionales y recuperar la gestión de los campos maduros que de manera anti soberana
fueron entregados a algunas de estas empresas.  Otra estrategia sería la de hacerse cargo de
las exportaciones a través de una corporación estatal, con la cual se incentivaría el trabajo
de los productores, especialmente de los pequeños, al tratar de buscarles mercados en
condiciones más ventajosa y se podría recuperar parte de las ganancias que se van a pocos
bolsillos intermediadores.

Finalmente, nada se dice de la deuda del Estado con la Seguridad Social, que según
informes de la Contraloría sumaría unos $2.880,06 millones.  Por otro lado, si bien ya se
inició el pago al incentivo de la jubilación de servidores públicos, solo se lo ha hecho con
los adultos mayores de más de setenta años y para lo cual está destinado un rubro de $150
millones.  Es menester que en la Proforma 2018 se prevea una clara fuente de
financiamiento para la deuda social.

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