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Año Litúrgico

INTRODUCCIÓN
En el siguiente informe se hace una revisión bibliográfica con el objetivo de
conocer lo que es el calendario litúrgico para la Iglesia Católica, cual es su
importancia, cual es la finalidad del calendario, el significado de los colores y para
finalizar se hace un esquema del calendario litúrgico, con sus fechas para el año
2019 - 2020.

Se le llama ‘ciclo litúrgico’ o ‘año litúrgico’ a un período de aproximadamente


un año durante el cual la Iglesia integra celebraciones clave para nuestra vida de
fe, para que podamos vivirlas, asimilarlas y obtener gran provecho para nuestra
vida espiritual. El ciclo comienza el Primer Domingo de Adviento, que abre un
tiempo de cuatro semanas para preparar el Nacimiento de Jesús. Después sigue
el llamado ‘tiempo de Navidad ‘, durante el cual se celebra a la Sagrada Familia,
a Santa María, Madre de Dios; la Epifanía (o manifestación de Jesús al mundo), y
su Bautismo en el Jordán. Enseguida comienza el llamado “tiempo ordinario” que
dura varias semanas y es interrumpido el Miércoles de Ceniza, cuando
comienza la Cuaresma, un tiempo de cuarenta días que nos prepara a celebrar la
Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús en la llamada “Semana Santa”. A partir
del Domingo de Pascua comienza el tiempo pascual que dura cincuenta días y
finaliza en la Solemnidad de Pentecostés, que conmemora la venida del Espíritu
Santo. A partir de entonces se reanuda el tiempo ordinario, durante varias
semanas (en total se completan unas 33 o 34) hasta la Solemnidad de Nuestro
Señor Jesucristo Rey del universo que cierra el ciclo litúrgico.

Las lecturas que se proclaman en Misa durante un ciclo litúrgico se clasifican en


año par (año II) y año non (año I). El 2005 corresponde a año non (año I). El
Evangelio se clasifica en ciclos durante los cuales se lee en forma continua cierto
Evangelio los domingos. Dichos ciclos son: ciclo A (que corresponde al de San
Mateo); ciclo B (que corresponde al de San Marcos) y ciclo C (que corresponde al
de San Lucas). San Juan se lee durante Navidad, Pascua, y en algunos otros
momentos [ CITATION Red19 \l 18442 ].
OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL
Conocer el significado y la importancia del calendario litúrgico para la Iglesia
Católica.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS
1. Definir lo que es el Calendario litúrgico y establecer su importancia.
2. Conocer el significado de los colores que conforman el calendario
3. Conocer cuales son las fechas en el calendario litúrgico
4. Diseñar un calendario litúrgico tomando en cuenta las fiestas y los colores
litúrgicos.
¿QUÉ ES EL AÑO LITÚRGICO?
Se llama Año Litúrgico o año cristiano al tiempo que media entre las primeras
vísperas de Adviento y la hora nona de la última semana del tiempo ordinario,
durante el cual la Iglesia celebra el entero misterio de Cristo, desde su nacimiento
hasta su última y definitiva venida, llamada la Parusía. Por tanto, el año litúrgico es
una realidad salvífica, es decir, recorriéndolo con fe y amor, Dios sale a nuestro
paso ofreciéndonos la salvación a través de su Hijo Jesucristo, único Mediador
entre Dios y los hombres.

En la carta apostólica del papa Juan Pablo II con motivo del cuadragésimo
aniversario de la constitución conciliar sobre la Sagrada Liturgia, del 4 de
diciembre de 2003, nos dice que el año litúrgico es “camino a través del cual la
Iglesia hace memoria del misterio pascual de Cristo y lo revive”.

FINALIDAD DEL AÑO LITÚRGICO


El Año Litúrgico tiene dos funciones o finalidades:

1. Una finalidad catequética: quiere enseñarnos los varios misterios de Cristo:


Navidad, Epifanía, Muerte, Resurrección, Ascensión, etc. El año litúrgico
celebra el misterio de la salvación en las sucesivas etapas del misterio del
amor de Dios, cumplido en Cristo.
2. Una finalidad salvífica: es decir, en cada momento del año litúrgico se nos
otorga la gracia especifica de ese misterio que vivimos: la gracia de la
esperanza cristiana y la conversión del corazón para el Adviento; la gracia
del gozo íntimo de la salvación en la Navidad; la gracia de la penitencia y la
conversión en la Cuaresma; el triunfo de Cristo sobre el pecado y la muerte
en la Pascua; el coraje y la valentía el día de Pentecostés para salir a
evangelizar, la gracia de la esperanza serena, de la honestidad en la vida
de cada día y la donación al prójimo en el Tiempo Ordinario, etc. Nos
apropiamos los frutos que nos trae aquí y ahora Cristo para nuestra
salvación y progreso en la santidad y nos prepara para su venida gloriosa o
Parusía [ CITATION Riv17 \l 18442 ].
ORIGEN DEL AÑO LITÚRGICO
Las fiestas cristianas han surgido paulatinamente a través de los siglos. Estas
nacen de un deseo de la Iglesia Católica de profundizar en los diversos momentos
de la vida de Cristo. Se comenzó con la fiesta del Domingo y la Pascua, luego se
unió Pentecostés y, con el tiempo, otras más. Los misioneros, al evangelizar,
fueron introduciendo las fiestas cristianas tratando de dar un sentido diferente a
las fiestas paganas del pueblo en el que se encontraban. Podemos compararlo
con una persona que recibe un regalo con una envoltura bonita, la cual guarda y
utiliza posteriormente para envolver y dar otro regalo. La Iglesia tomó de algunas
fiestas paganas las formas externas y les dio un contenido nuevo, el verdadero
sentido cristiano.

La primera fiesta que se celebró fue la del Domingo. Después, con la Pascua
como única fiesta anual, se decidió festejar el nacimiento de Cristo en el solsticio
de invierno, día en que numerosos pueblos paganos celebraban el renacimiento
del sol. En lugar de festejar al “Sol de Justicia”, se festeja al Dios Creador. Así,
poco a poco, se fue conformando el Año litúrgico con una serie de fiestas
solemnes, alegres, de reflexión o de penitencia.

La liturgia es la manera de celebrar nuestra fe. No solo tenemos fe y vivimos de


acuerdo con ella, sino que la celebramos con acciones de culto en las que
manifestamos, comunitaria y públicamente, nuestra adoración a Jesucristo,
presente con nosotros en la Iglesia. Al vivir la liturgia, nos enriquecemos de los
dones que proceden de la acción redentora de Dios. La liturgia es el conjunto de
signos sensibles, eficaces, de la santificación y del culto a la Iglesia. Es el conjunto
de la oración pública de la Iglesia y de la celebración sacramental.

Liturgia viene del griego leitourgia, que quiere decir servicio público, generalmente
ofrecido por un individuo a la comunidad. El Concilio Vaticano II en la “Constitución
sobre la Liturgia” nos dice: “La liturgia es el ejercicio del sacerdocio de Jesucristo.
En ella, los signos sensibles significan y cada uno a su manera, realizan la
santificación del hombre y así el Cuerpo místico de Jesucristo, es decir, la Cabeza
y sus miembros, ejerce el culto público íntegro".
La liturgia es la acción sagrada por excelencia, ninguna oración o acción humana
la puede igualar por ser obra de Cristo y de toda su Iglesia y no de una persona o
un grupo. Es la fuente de donde mana toda la fuerza de la Iglesia. Es la fuente
primaria y necesaria de donde deben beber todos los fieles el espíritu cristiano. La
liturgia invita a hacer un compromiso transformador de la vida, realizar el Reino de
Dios. La Iglesia se santifica a través de ella y debe existir en la liturgia por parte de
los fieles, una participación plena, consciente y activa.

CALENDARIO LITÚRGICO
El Año Litúrgico (o también conocido como Calendario Litúrgico) es un ciclo
basado en la vida, muerte y resurrección de Jesucristo, nuestro Señor.   Al
repetirse cada año, nos ayuda a estar en unión con Él y a crecer en nuestra fe. En
este ciclo también honramos a María, nuestra madre, y a todos los santos.  El Año
Litúrgico se divide en cinco tiempos litúrgicos principales.

TIEMPOS LITÚRGICOS
El Año litúrgico está formado por distintos tiempos litúrgicos. Estos son tiempos en
los que la Iglesia nos invita a reflexionar y a vivir de acuerdo con alguno de los
misterios de la vida de Cristo. Comienza por el Adviento, luego viene la Navidad,
Epifanía, Primer tiempo ordinario, Cuaresma, Semana Santa, Pascua, Tiempo
Pascual, Pentecostés, Segundo tiempo ordinario y termina con la fiesta de Cristo
Rey [ CITATION Ter17 \l 18442 ].

En Navidad Se conmemora el nacimiento de Jesús en la Iglesia, en el mundo y en


nuestro corazón, trayéndonos una vez más la salvación, la paz, el amor que trajo
hace más de dos mil años. Nos apropiamos de los mismos efectos salvíficos, en la
fe y desde la fe. Basta tener el alma bien limpia y purificada, como nos
recomendaba san Juan Bautista durante el Adviento.

En la Pascua Se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesús,


sacándonos de las tinieblas del pecado a la claridad de la luz. Y nosotros mismos
morimos junto con Él, para resucitar a una nueva vida, llena de entusiasmo y
gozo, de fe y confianza, comprometida en el apostolado.
En Pentecostés Se conmemora la venida del Espíritu Santo, para santificar, guiar
y fortalecer a su Iglesia y a cada uno de nosotros. Vuelva a renovar en nosotros el
ansia misionera y nos lanza a llevar el mensaje de Cristo con la valentía y arrojo
de los primeros apóstoles y discípulos de Jesús.

CICLOS DEL AÑO LITÚRGICO


El Año litúrgico tiene dos ciclos:

1. Ciclo temporal cristológico: en torno a Cristo.


2. Ciclo santoral: dedicado a la Virgen y los santos.

A su vez, el ciclo temporal cristológico tiene dos ciclos:

1. El ciclo de Navidad, que comienza con el tiempo de Adviento y culmina


con la Epifanía.
2. El ciclo Pascual, que se inicia con el miércoles de ceniza, Cuaresma,
Semana Santa, Triduo Pascual y culmina con el domingo de Pentecostés.

EL CICLO DE NAVIDAD
Comienza a finales de noviembre o principio de diciembre, y comprende: Adviento,
Navidad, Epifanía.

a) Adviento: tiempo de alegre espera, pues llega el Señor. Las grandes


figuras del Adviento son: Isaías, Juan el Bautista y María. Isaías nos llena
de esperanza en la venida de Cristo, que nos traerá la paz y la salvación.
San Juan Bautista nos invita a la penitencia y al cambio de vida para poder
recibir en el alma, ya purificada y limpia, al Salvador. Y María, que espera,
prepara y realiza el Adviento, y es para nosotros ejemplo de esa fe,
esperanza y disponibilidad al plan de Dios en la vida. En el hemisferio sur
sintoniza bien el Adviento, pues el trabajador espera el aguinaldo, el
estudiante espera los buenos resultados de su año escolar, la familia
espera las vacaciones, el comerciante espera el balance, todos esperamos
el año nuevo... es tiempo y mes de espera. Y además, estamos en pleno
mes de María. ¿Qué color se usa en el Adviento? Morado, color austero,
contenido, que invita a la reflexión y a la meditación del misterio que
celebraremos en la Navidad. No se dice ni se canta el Gloria, estamos en
expectación, no en tiempo de júbilo. Durante el Adviento se confecciona
una corona de Adviento; corona de ramos de pino, símbolo de vida, con
cuatro velas (los cuatro domingos de Adviento), que simbolizan nuestro
caminar hacia el pesebre, donde está la Luz, que es Cristo; indica también
nuestro crecimiento en la fe, luz de nuestros corazones; y con la luz crece
la alegría y el calor por la venida de Cristo, Luz y Amor.
b) Navidad: comienza el 24 de diciembre en la noche, con la misa de Gallo y
dura hasta el Bautismo de Jesús inclusive. En Navidad todo es alegría,
júbilo; por eso el color que usa el sacerdote es el blanco o dorado, de fiesta
y de alegría. Jesús niño sonríe y bendice a la humanidad, y conmueve a los
Reyes y a las naciones. Sin embargo, ya desde su nacimiento, Jesús está
marcado por la cruz, pues es perseguido; Herodes manda matar a los niños
inocentes, la familia de Jesús tiene que huir a Egipto. Pero Él sigue siendo
la luz verdadera que ilumina a todo hombre.
c) Epifanía: el día de Reyes es la fiesta de la manifestación y revelación de
Dios como luz de todos los pueblos, en la persona de esos reyes de
Oriente. Cristo ha venido para todos: Oriente y Occidente, Norte y Sur, Este
y Oeste; pobres y ricos; adultos y niños; enfermos y sanos, sabios e
ignorantes.

EL CICLO PASCUAL
Comprende Cuaresma, Semana Santa, Triduo Pascual, y Tiempo Pascual.

a) Cuaresma: es tiempo de conversión, de oración, de penitencia y de


limosna. No se dice ni se canta el Gloria ni el Aleluya. Estos himnos de
alegría quedan guardados en el corazón para el tiempo pascual. Se
aconseja rezar el Via Crucis cada día o, al menos, los viernes, para unirnos
a la pasión del Señor y en reparación de los pecados.
b) Semana Santa y Triduo Pascual: tiempo para acompañar y unirnos a
Cristo sufriente que sube a Jerusalén para ser condenado y morir por
nosotros. Es tiempo para leer la pasión de Cristo, descrita por los
Evangelios, y así ir sintonizando con los mismos sentimientos de Cristo
Jesús, adentrarnos en su corazón y acompañarle en su dolor, pidiéndole
perdón por nuestros pecados. Estos días no son días para ir a playas ni a
diversiones mundanas. Es una Semana Santa para vivirla en nuestras
iglesias, junto a la comunidad cristiana, participando de los oficios divinos,
rezando y meditando los misterios de nuestra salvación: Cristo sufre,
padece y muere por nosotros para salvarnos y reconciliarnos con su Padre
y así ganarnos el cielo que estaba cerrado, por culpa del pecado, de
nuestro pecado.
c) Tiempo Pascual: tiempo para celebrar con gozo y alegría profunda la
resurrección y el tiempo del Señor. Es la victoria de Cristo sobre la muerte,
el odio, el pecado. Dura siete semanas; dentro de este tiempo se celebra la
Ascensión, donde regresa Cristo a la casa del Padre, para dar cuenta de su
misión cumplida y recibir del Padre el premio de su fidelidad. En
Pentecostés, la Iglesia sale y se hace misionera, llevando el mensaje de
Cristo por todo el mundo.

EL CICLO SANTORAL
Está dedicado a la Virgen y a los santos. Cada uno de los Santos es una obra
maestra de la gracia del Espíritu Santo. Así dijo el papa Juan XXIII en la alocución
del 5 de junio de 1960. Por eso, celebrar a un santo es celebrar el poder y el amor
de Dios, manifestados en esa creatura.

Los santos ya consiguieron lo que nosotros deseamos. Este culto es grato a Dios,
pues reconocemos lo que Él ha hecho con estos hombres y mujeres que se
prestaron a su gracia. “Los santos, –dirá san Atanasio- mientras vivían en este
mundo, estaban siempre alegres, como si siempre estuvieran celebrando la
Pascua”.

SIGNIFICADO DE LAS CELEBRACIONES


Cada celebración litúrgica tiene un triple significado:
1. Recuerdo: Todo acontecimiento importante debe ser recordado. Por
ejemplo, el aniversario del nacimiento de Cristo, su pasión y muerte, etc.
2. Presencia: Es Cristo quien se hace presente en las celebraciones litúrgicas
concediendo gracias espirituales a todos aquellos que participan en ellas,
de acuerdo a la finalidad última de la Iglesia que es salvar a todos los
hombres de todos los tiempos.
3. Espera: Toda celebración litúrgica es un anuncio profético de la esperanza
del establecimiento del Reino de Cristo en la tierra y de llegar un día a la
patria celestial.

El Año litúrgico es el desarrollo de los misterios de la vida, muerte y resurrección


de Cristo y las celebraciones de los santos que nos propone la Iglesia a lo largo
del año. Es vivir y no sólo recordar la historia de la salvación. Esto se hace a
través de fiestas y celebraciones. Se celebran y actualizan las etapas más
importantes del plan de salvación. Es un camino de fe que nos adentra y nos invita
a profundizar en el misterio de la salvación. Un camino de fe para recorrer y vivir el
amor divino que nos lleva a la salvación.

COLORES LITÚRGICOS
En cada tiempo litúrgico, el sacerdote se reviste con casulla de diferentes colores:

Blanco significa alegría y pureza. Se utiliza en el tiempo de Navidad y de Pascua

Verde significa esperanza. Se utiliza en el tiempo ordinario

Morado significa luto y penitencia. Se usa en Adviento, Cuaresma y Semana


Santa

Rojo significa el fuego del Espíritu Santo y el martirio. Se utiliza en las fiestas de


los santos mártires y en Pentecostés.

CAMBIOS DE FECHAS EN EL CALENDARIO


El Año litúrgico se fija a partir del ciclo lunar, es decir, no se ciñe estrictamente al
año calendario. La fiesta más importante de los católicos, la Semana Santa,
coincide con la fiesta de la "pascua judía" o Pesaj, misma que se realiza cuando
hay luna llena. Se cree que la noche que el pueblo judío huyó de Egipto, había
luna llena lo que les permitió prescindir de las lámparas para que no les
descubrieran los soldados del faraón.

La Iglesia fija su Año litúrgico a partir de la luna llena que se presenta entre el mes
de marzo o de abril. Por lo tanto, cuando Jesús celebró la Última Cena con sus
discípulos, respetando la tradición judía de celebrar la pascua - el paso del pueblo
escogido a través del Mar Rojo hacia la tierra prometida - debía de haber sido una
noche de luna llena. Hecho que se repite cada Jueves Santo. Se marca esa fecha
como el centro del Año litúrgico y las demás fiestas que se relacionan con esta
fecha cambian de día de celebración una o dos semanas.

Las fiestas que cambian año con Ahora, hay fiestas litúrgicas que
año son las siguientes: nunca cambian de fecha, como, por
ejemplo:
Miércoles de Ceniza Navidad
Semana Santa Epifanía
La Ascensión del Señor Candelaria
Pentecostés Fiesta de San Pedro y San Pablo
Fiesta de Cristo Rey La Asunción de la Virgen
Fiesta de todos los santos
CALENDARIO LITÚRGICO

1 2
1 de diciembre 8 de diciembre
de 2019 de 2019

3 4
15 de diciembre 22 de diciembre
de 2019 de 2019
Natividad del La Sagrada
Señor Familia
25 de diciembre de 29 de diciembre de
2019 2019

Epifania Bautismo del


5 de enero de 2020 Señor
12 de enero de 2020
2 3
19 de enero de 2020 26 de enero de 2020

La presentacion 5
del Señor
9 de febrero de 2020
2 de febrero de 2020

6 7
16 de febrero de 2020 23 de febrero de 2020

Tiempo Ordinario
Miercoles de Ceniza
1
26 de febrero de
1 de marzo de 2020
2020

3
2
15 de marzo de
8 de marzo de 2020
2020

4 La Anunciación del
22 de marzo de Señor
2020 25 de marzo de 2020

5 de abril de

5 2020

29 de marzo de
2020 Domingo de Ramos

Cuaresma
10 de abril
de 2020

Pascua
Jueves Santo Viernes Santo 12 de abril del 2020

2 3 4
19 de abril del 2020 26 de abril del 2020 3 de mayo del 2020

5 6 7
10 de mayo del 2020 17 de mayo del 2020 24 de mayo del 2020

31 de mayo
de 2020

Santisima Trinidad Corpus Christi


Pentecostes
7 de junio del 2020 11 de junio del 2020
Tiempo Pascual
Santisimo
cuerpo y Sangre 12 13 14
de Cristo 14 de junio del 2020 28 de junio del 2020 5 de julio del 2020
14 de junio del 2020

15 16 17 18
12 de julio del 2020 19 de julio del 2020 26 de julio del 2020 7 de agosto del 2020

19 20 21 22
9 de agosto del 2020 16 de agosto del 2020 23 de agosto del 2020 30 de agosto del 2020

23 24 25 26
6 de septiembre del 13 de septiembre del 20 de septiembre del 27 de septiembre del
2020 2020 2020 2020

27 28 29 30
4 de octubre del 2020 11 de octubre del 2020 18 de octubre del 2020 25 de octubre del 2020

Todos los Cristo Rey


32 33
Santos 22 de noviembre del
8 de noviembre del 15 de noviembre del
1 de noviembre del 2020 2020 2020
2020
CONCLUSIONES
1. El Año Litúrgico honra religiosamente los aniversarios de los hechos
históricos de nuestra salvación, ofrecidos por Dios, para actualizarlos y
convertirlos, bajo la acción del Espíritu Santo, en fuente de gracia divina,
aliento y fuerza para nosotros. Gracias al Año Litúrgico, las aguas de la
redención nos cubren, nos limpian, nos refrescan, nos sanan, nos curan,
aquí y ahora. Continuamente nos estamos bañando en las fuentes de la
salvación. Y esto se logra a través de los sacramentos. Es en ellos donde
celebramos y actualizamos el misterio de Cristo. Los sacramentos son los
canales, a través de los cuales Dios nos da a sorber el agua viva y
refrescante de la salvación que brota del costado abierto de Cristo.
2. Podemos decir en verdad que cada día, cada semana, cada mes vienen
santificados con las celebraciones del Año Litúrgico. De esta manera los
días y meses de un cristiano no pueden ser tristes, monótonos, anodinos,
como si no pasara nada. Al contrario, cada día pasa la corriente de agua
viva que mana del costado abierto del Salvador. Quien se acerca y bebe,
recibe la salvación y la vida divina, y la alegría y el júbilo de la verdadera
liberación interior.
3. Asistir a Misa en domingo es ciertamente un deber, pero ¡qué diferente
sería si entendiéramos y recordáramos que cada domingo celebramos la
Pascua del Señor! Ojalá sea el amor y la gratitud lo que nos mueva a asistir
a Misa y no el sentirnos “obligados” a cumplir con nuestro deber. Es aquí en
donde se encuentra la importancia de marcar los tiempos, de establecer un
orden, del porque el calendario litúrgico. el Año Litúrgico es un calendario
dinámico, no estático, pues cada año se va enriqueciendo y Dios nos sigue
hablando de manera personal y única a cada uno de nosotros.
BIBLIOGRAFÍA

Redaccion, D. (25 de Noviembre de 2019). ¿Qué es el año litúrgico de la Iglesia


Católica? DESDE LA FE. Obtenido de https://desdelafe.mx/opinion-y-
blogs/preguntale-al-padre/que-es-el-ano-liturgico-iglesia-catolica/

Rivero, P. A. (2017). Catholic.net. Obtenido de ¿Qué es el Año Litúrgico?:


https://es.catholic.net/op/articulos/13799/cat/719/que-es-el-ano-
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Vallés, T. (Noviembre de 2017). Catholic.net. Obtenido de El año litúrgico, origen y


significado: http://es.catholic.net/op/articulos/18025/cat/719/el-ano-liturgico-
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