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El niño que quería saber el origen de la jirafa

 Juana Díaz

Luis Alberto era un niño muy curioso y le


gustaba conocer el por qué de las cosas. Tenía
cuatro años de edad y cursaba el kindergarden.
Un día, mientras estudiaban la lección de los
animales salvajes y domésticos, le llamó la
atención la jirafa por el tamaño tan grande de su
cuello, por lo que preguntó a la profesora: -
¿cómo surgió la jirafa? -Dios la creó, así como
creó a los demás animales- contestó la maestra.
Sin embargo, Luis no se sintió satisfecho con esa
respuesta, pero agradeció a la maestra su
respuesta.

Cuando llegó a su casa refirió su inquietud a sus


padres, pero ellos le dijeron: - lo que sucedió fue
que la necesidad de supervivencia hizo que los
animales se fueran transformando de unos más pequeños en otros más
grandes- dijeron sus padres a Luis Alberto, pero las respuestas de sus
padres y la de su maestra le parecieron diferentes y muy difíciles de
entender; por lo que se dijo a sí mismo -debe haber una respuesta más
sencilla para mi inquietud, lo averiguaré-.

Se dirigió a la biblioteca de su casa, tomó una enciclopedia que hablaba


del origen de las especies animales y comenzó a leerla, aunque todavía
no había sido alfabetizado. Mientras leía se quedó asombrado, ya que él
no se imaginaba que sabía leer tan bien. Leyó que en una ocasión
cuando comenzaron a aparecer todos los animales, había uno al que se
le hacía muy difícil alimentarse porque las plantas de las que se
alimentaba le quedaban muy altas y no podia alcanzarlas, pero como
este animal necesitaba comer para sobrevivir, hacía grandes esfuerzos
empinando sus patas y su cabeza para alcanzar su alimento, esto lo
hacía muchas veces y durante mucho tiempo. Sucedió entonces, que
por la jirafa hacer tantos esfuerzos, sus músculos comenzaron a
fortalecerse y a crecer, y a crecer. Luego Dios vio el esfuerzo que hacía
la jirafa y se puso muy contento con ella y extendió su gran mano,
agarró el cuello de la jirafa y se lo haló con fuerza, y como todo lo que
Dios hace es grande, por eso le hizo el cuello tan grande.

Luis Alberto se puso muy contento porque había hecho un gran


descubrimiento fabuloso. Aprendió cómo surgió la jirafa, y además se
dio cuenta que era capaz de leer una enciclopedia con apenas cuatro
años de edad.

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