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Alimentos que contienen Selenio

Fortalece el sistema inmunitario, previniendo distintas enfermedades, y tiene


acción contra los radicales libres. Las nueces de Brasil son los que más
cantidad proporcionan, pero hay más
Como bien es sabido, todos los minerales desempeñan un papel crucial en
nuestra salud, pues intervienen en innumerables procesos que tienen lugar en
nuestro organismo. Posiblemente, el selenio es uno de los más desconocidos y
al que menos literatura se le ha dedicado a lo largo de los años. Sin embargo,
está involucrado en muchos procesos químicos gracias a su poder
antioxidante, ejerciendo un papel protagonista en la reproducción, la función
de la glándula tiroidea, la producción de ADN, el refuerzo del sistema inmune,
la protección al daño causado por los radicales libres y la degeneración
celular. De ahí que este mineral se incluya habitualmente en muchos
tratamientos antiedad.
No obstante, es posible que las tareas desempeñadas por el selenio no se
queden en las mencionadas. Algunos estudios sugieren que podría reducir las
posibilidades de padecer algunos tipos de cáncer, especialmente el de colon,
el de recto, el de estómago o el de pulmón. De hecho, un trabajo publicado
en la prestigiosa revista 'The American Journal of Clinical Nutrition' concluye
que "el estado de selenio subóptimo puede estar asociado con un riesgo
apreciablemente mayor de desarrollo de hígado y tracto biliar". El selenio
podría reducir la posibilidad de padecer cánceres y dolencias coronarias
Asimismo, parece que este nutriente estaría implicado en la salud
cardiovascular. Según el National Institutes of Health, "algunos estudios
indican que las personas con niveles más bajos de selenio tienen un mayor
riesgo de enfermedades cardiacas". Sin embargo, para comprender mejor
cómo influye el selenio presente en los alimentos y los suplementos dietéticos
en la salud cardiaca, harían falta más estudios. También hay investigaciones
que relacionan el selenio con el estado de ánimo. Parece ser que unos niveles
bajos de selenio se relacionan con la aparición de una sintomatología
depresiva, si bien es cierto que para llegar a una conclusión definitiva
también queda camino por recorrer. Por otro lado, este mineral podría
desempeñar un papel crucial en el deterioro cognitivo. Se sabe que a medida
que envejecemos disminuyen los niveles de selenio en sangre, pero se
desconoce hasta qué punto estos intervienen en el deterioro de la función
cerebral. Tal y como apunta el National Institutes of Health, "algunos estudios
indican que las personas con niveles más bajos de selenio en la sangre tienen
mayores probabilidades de tener funciones cognitivas deficientes".
A día de hoy, podemos encontrar el selenio en los suplementos vitamínicos y
dietéticos, normalmente en forma de selenato de sodio o selenometionina, a
los que podemos recurrir para mantener unos niveles adecuados. Pero
también está presente de forma natural en un amplio abanico de alimentos,
que conviene incluir en nuestra dieta para que la deficiencia de este mineral
no pase factura a la salud. Las fuentes más copiosas de selenio son las
vísceras, los mariscos y las carnes con músculo. No obstante, en la Base de
Datos de Composición de Alimentos de los Estados Unidos (USDA) hallamos
más alimentos ricos en este mineral:
Nueces de Brasil. Son las reinas del selenio, ya que 100 gramos contienen
1.917 microgramos de este nutriente, lo que equivale a un 3.485,4% de la
cantidad diaria recomendada.
Carnes. El cerdo, especialmente los riñones, contiene 311 microgramos por
cada 100 gramos de producto. Le siguen el cordero, que aporta 218
microgramos; la ternera con 141 µg y el pavo con 144 µg.
Semillas de mostaza y girasol. Las primeras atesoran 208 microgramos;
mientras que las segundas 78,20 µg por cada ración de 100 gramos.
Ajo. Este famoso condimento regala 14,2 microgramos por cada 100 gramos de
producto, que comporta una tercera parte de la cantidad diaria recomendada.
Huevos. Aportan 192 microgramos, por lo que satisfacen con creces nuestras
necesidades diarias.
Pan. En este ámbito, destaca especialmente el pan de trigo de grano entero,
del que dos rebanadas suponen 16,4 microgramos de selenio.
Pescados. El atún, el salmón y el bacalao del Atlántico, seco o salado, son los
pescados más generosos en dicho nutriente.
Mariscos. Despuntan las ostras, que poseen 154 microgramos por cada 100 de
producto; aunque también tienen cantidades interesantes las almejas y el
camarón.
Cereales. Especialmente el arroz y el trigo en versión integral, en los que
encontraremos buenos aliados para cubrir las necesidades diarias.

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