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UNIVERSIDAD DE CARTAGENA

FACULTAD DE MEDICINA. DEPARTAMENTO DE BIOETICA

TALLER ACADEMICO. ESTUDIO DE CASO. PRIMER PERIODO 2019

EL CASO DE BABY M

Mileidi Barrera Segura.

0511521010

VII semestre.

La maternidad subrogada, es método de reproducción asistida relativamente


nuevo que ha cogido fuerza con el transcurso de los años. En Colombia, la
sentencia T-968/09, en la cual se realizó una “permisión” de esta técnica de
reproducción asistida reconoce que la maternidad subrogada es un contrato y
por lo tanto está reconocida como una práctica legal. Así mismo define
subrogación materna como “el acto reproductor que genera el nacimiento de
un niño gestado por una mujer sujeta a un pacto o compromiso mediante el
cual debe ceder todos los derechos sobre el recién nacido a favor de otra
mujer que figurará como madre de éste. En este caso la madre sustituta no
aporta sus óvulos”. En Colombia es una práctica que está aceptada desde el
punto de vista jurídico, aunque no se encuentre regulada.

En el año (2016) se presentó un proyecto de ley ante la Cámara de


Representantes del Congreso (proyecto de ley 202), por medio de la cual se
pretendía prohibir la práctica de la maternidad subrogada al ser una categoría
de trata de personas y explotación de la mujer con fines reproductivos. Entre
sus argumentos figuraba que la maternidad subrogada con fines lucrativos es
una explotación al cuerpo de la mujer y de los menores, pues la misma
constituye una objetivación del cuerpo de las mujeres convirtiéndolas en
máquinas para hacer bebés que se arriendan y se explotan con el fin de
satisfacer a terceros y de otra parte convierte a los niños en mercancía que se
encarga, se compra, se vende y se devuelven o se cambian si no satisfacen al
cliente.

Si se supone que esto se realiza con un fin altruista, de querer darle la


oportunidad a una pareja de tener un hijo que por X o Y motivo no pueden
tener, entonces esto no debería enfocarse en el intercambio de un bebé por
dinero violentando su derecho a la dignidad al intentar “comercializarlo” como si
fuera un objeto que se pudiera comprar, que es lo que se evidencia
actualmente en los países menos desarrollados e incluso dentro de un mismo
país las mujeres menos favorecidas económicamente son las que terminan
accediendo a esto, más por dinero que con un fin altruista y muchas veces las
condiciones externas como la condición económica entran a viciar la real
voluntad de la madre sustituta en quien también se ve la violación de ciertos
derechos como la igualdad al ser contratada por su condición socioeconómica,
a la salud, pues en este proceso se afecta tanto física como emocionalmente.

Yo pienso que este tema es casi tan controversial como el aborto ya que tanto
los que están a favor como en contra tienen buenos argumentos para hacerlo.
Sin embargo, a pesar de que es un tema bastante escabroso vemos que es
legal en nuestro país y en muchos otros, pero no cuenta con una adecuada
regulación permitiendo que casos como el de Baby M se den con facilidad. Es
de suprema importancia que las partes involucradas estén plenamente
conscientes de lo que hacen y que prevean los posibles escenarios que
puedan sobrevenir. Por ejemplo, la madre sustituta debe estar consciente de
que debe entregar al bebe apenas nazca y los padres biológicos deben tener
claro la posibilidad de que el bebé venga con algún tipo de anomalía
cromosómica, el problema radica en que muchas mujeres se encariñan durante
el embarazo o los padres biológicos se niegan a recibir al bebé por no tener el
estándar perfecto que esperaban y allí es cuando sobreviene las instancias
legales y todo lo concerniente a la denominada “filiación” que no es mas que la
relación que se tiene entre madre/padre e hijos (maternidad y paternidad) que
sustenta los derechos y obligaciones entre unos y otros.
Para las madres la filiación se da por el hecho del nacimiento. Con respecto al
padre, se establece que la filiación se determina por: se presume que la
concepción ha precedido al nacimiento no menos que ciento ochenta días
cabales, y no más que trescientos, contados hacia atrás, desde la media noche
en que principie el día del nacimiento. Esto plantea un problema adicional en
maternidad subrogada y es que, llegado el caso, cómo se impugnaría la
maternidad dado que ni es un falso parto ni suplantación del verdadero hijo,
que son los dos casos en los cuales está establecido se podría impugnar la
filiación maternal según la ley. Actualmente en Colombia la prueba para
determinar tanto la paternidad como la maternidad o efectuar la impugnación o
investigación de estas es la prueba de ADN establecida en la Ley 71 de 2001 y
en la Ley 1060 de  2006, y permitirá aclarar la mayoría de los casos.

Como conclusión, la subrogación materna de manera subjetiva y siempre y


cuando sea netamente con fines altruistas y no lucrativos es una manera de
hacer realidad el anhelado deseo de muchas parejas de crear su propia familia;

es una decisión libre de adultos, que bien practicada, cumpliendo los acuerdos
establecidos no debería generar problemas en las partes, ni deberían ser
señalados ni juzgados quienes decidan realizarlo; lo que falta es regulación por
parte del Estado para que se garantice el mejor bien para la nueva criatura que
se pretende traer al mundo protegiéndole de no ser convertido en un bien
comerciable y que sea aceptado por sus padres con sus perfectas
imperfecciones dado el caso que llegasen a presentarse.

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