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LA UNIVERSIDAD DEL SIGLO XXI

Carlos Tünnermann Bernheim* (lección Inaugural del Año Académico 2011 Universidad
Centroamericana Managua, Nicaragua. * El Dr. Carlos Tunnerman, autorizó al editor, la
publicación de esta ponencia, en agosto 16 del presente.
(file:///C:/Users/USUARIO/Desktop/La%20universidad%20del%20s.
%20XXI/carlostunnermannbernheim.20111.pdf)

Inspirado en esta publicación del Dr. Carlos Tunnermann me atrevo a reflexionar y lanzar
algunas ideas de cómo veo la universidad en el s. XXI

A.- Características del s. XXI: la globalización y la sociedad del conocimiento.

El s. XXI se caracteriza por dos elementos que no había en el s. XX: la globalización y un


nuevo paradigma que representa la sociedad del conocimiento.

Son las dos caras de la misma medalla que exigen una estructura mental distinta, un nuevo
“chip” mental producido por este “big-bam” tecnológico que sólo podemos compararlo con
el big-bam cósmico.

La globalización entendida como una nueva manera de ver la realidad, desde el macro
cosmos con el desarrollo de la inteligencia artificial y nuestra conquista del sistema solar,
hasta el micro cosmos con la nanotecnología, nueva visión en la cual el espacio y el tiempo
prácticamente han desaparecido. Somos habitantes planetarios donde el único límite es la
capacidad de información que manejamos, es decir, el conocimiento y el dominio en el
acceso a la información.

Ante la idea de nación como un circunscripción cerrada cuyos límites geográficos era
sagrados, va apareciendo la idea de “seres universales”, además del inglés como idioma
universal que sabiéndolo se puede comunicar en cualquier parte del mudo, así como
teniendo una tarjeta de crédito, podemos usarla en cualquier momento y en cualquier lugar,
palabras universales sea en el país que sea como “taxi”, hotel” menú”, etc. que permiten
trasladarse a cualquier parte, estamos a “clic” de distancia de un evento en cualquier
ciudad, a la cultura, a la lectura y el acceso a una profesión; la lectura han dejado de ser un
mito, podemos ingresar a bibliotecas dónde estén, leer libros digitales, hacer una carrera
“on line” - la UNESCO ha puesto a disposición de la humanidad un biblioteca de 36
millones de libros – https://www.google.com/search?
q=biblioteca+unesco+para+la+humanidad&oq=bibliotevca+UNESCO&aqs=chrome.2.6)
Actuamos localmente pero pensamos globalmente. Los derechos humanos es una norma de
cumplimiento universal, no importa qué religión profeses o a que país pertenezcas, no
importa la ideología que tengas, somos ciudadanos “de esta aldea planetaria (Edgar
Morin).

Al mismo tiempo pertenecemos cada vez más militantemente a esta “sociedad dcl
conocimiento” o sociedad digital, nuestra única limitación es nuestra capacidad de acceso a
este mundo digital, la puerta de entrada es la educación.

El capital social de un pueblo o de una nación se mide por el grado de educación de sus
habitantes, lo cual está en relación directa con el grado de satisfacción de sus necesidades.
El índice de Desarrollo Humano (IDH) que anualmente arroja las Naciones Unidas sobre
cada país, no es otra cosa que el termómetro para medir el grado de capital social que posee
una nación, es decir, la calidad de su educación.

Los factores de producción tradicionales (capital, trabajo y tierra) del siglo ante pasado han
cedido su paso al principal factor: el conocimiento; la valoración que los dirigentes de una
nación den a la educación será la condición para que sea más o menos desarrollada, más o
menos rica. “los pueblos primero se educan, después de hacen ricos”

El dominio de la ciencia y la tecnología tanto en el macro cosmos como en el micro cosmos


ha llevado a dimensiones prácticamente maravillosas, y aun lo que falta todavía por
explicar y conocer…los estudiantes de las aulas universidades tienen que aprender una
ciencia que no está acabada, cuyos principios varían cada 72 días (UNESCO), tiene que
prepararse para usar una tecnología que aún no existe y para unos trabajos que todavía no
existen…. Esto es lo que espera a la universidad del s. XXI que aún está anclada en la
universidad salamanquina del s. XV con currículums rígidos y a espaldas de las verdaderas
necesidades de la sociedad.

B.- La globalización entendida no solo como una actitud mental sino también estructural
en la sociedad, es un proceso pluridimensional económica y financiera, estimulado por la
tecnología digital. Sin embargo, la economía global no ha llevado a una sociedad justa y
equitativa, al contrario ha llevado a agrandar la brecha entre ricos y pobres al interior de los
países y entre las naciones, creando mayores lazos de dependencia.

El problema de fondo no es el neoliberalismo económico y financiero o el mercantilismo o


el socialismo (aunque sea del s. XXI), sino la POBREZA, es decir, la pobreza no solo
material sino sobre todo espiritual, la pobreza que lleva a ver el mundo de una sola manera
y no permite pensar en el “otro” como PERSONA.

La pobreza de espíritu, la ignorancia o la ceguera que no alcanza a ver más allá de “sus
narices”, la que produce la necedad de pensar que sólo lo que uno dice, sea en el campo
religioso, político o económico, es la verdad absoluta, es la solución para los problemas de
la humanidad etc. etc. Un ministro de educación se atrevió a decir que “las pruebas PISA
son un invento neoliberal”, cuando hoy por hoy son las pruebas que se toman a estudiantes
de 15 y 16 años sobre diversos temas en matemáticas, ciencias sociales y ciencias
naturales, pero acompañadas no solo de saberes, sino de opiniones y actitudes hacia el
otro, hacia la humanidad. Pruebas PISA: http://www.bbc.com/mundo/noticias-38211248

C.- La sociedad del conocimiento: Corresponde a la universidad el papel de formar al


nuevo ciudadano, si bien la formación se inicia en el hogar, la primaria y la secundaria, es
en la universidad donde se perfila científicamente el nuevo constructor de una sociedad
justa y de una cultura de paz, es el constructor de un “nuevo orden económico
internacional” (NOEI).

Las NN.UU. pintan un cuadro desolador: el 80 % de los habitantes del planeta viven con el
20 % de la riqueza que se produce, y el 20 % de sus habitantes vive con el 80 % de la
riqueza. Esta relación es la que debe cambiar, pues no solo afecta a las relaciones
económicas, sino también al cuidado del planeta.

“La ciencia sin conciencia, deja de ser ciencia “, ambas son las dos caras de la misma
medalla que la universidad tiene que crear en sus aulas, no importa en qué carrera, ésta es
un transversal que abarca todas las ramas de un pensum universitario. En otras palabras, la
pertinencia, la calidad y la equidad en el manejo del conocimiento en función del desarrollo
humano sostenible y la eliminación de la pobreza.

Esto supone un replanteo completo de los diseños curriculares, pero para esto, es necesario
también que quienes lo hagan, tengan en mente lo que quieren hacer y el nuevo paradigma
educativo del s. XXI, que lamentablemente hasta ahora (2018) no se ve que lo tengan.

Es necesario “repensar la universidad” a la luz de la sociedad y del desarrollo” lo que


implica un replanteo de la necesidad de tomar como eje transversa la “transdisciplinariedad,
lo cual lleva a formar un tipo de diseño curricular flexible, transdisciplinario, pertinente a
las necesidades de desarrollo de las sociedad y no a la estructura curricular monolítica
actual, este es el “encargo social”, además con un enfoque totalmente definido hacia el
mejoramiento de la calidad de vida de la comunidad.

Peter Senge, docente del Massachusetts Institute California, de EE.UU nos dice que el
docente del s. XXI “tiene que enseñar lo que no sabe…”
(https://elpais.com/economia/2017/01/15/actualidad/1484514194_176496.html)

Esto quiere decir que no podrá haber más docentes que repitan un programa dos veces.
Cada año, el docente está obligado a “estrenar un nuevo programa”, está obligado a
coordinar contenidos y metodologías, con los otros docentes, el trabajo de equipo es
sustancial, tiene que buscar la “transdisciplinariedad” mediante el ejercicio de la
“interdisciplinariedad.

No deberían existir maestros “islas” en su aula, su programa, su materia, de espaldas a los


otros docentes, de espaldas al ejercicio profesional y a las necesidades de la sociedad.
El año 2008, el Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana (CEUB) convocó a todos los
rectores del sistema universitario público a reflexionar sobre la necesidad del cambio
curricular y el compromiso de ejecutarlo en los próximos años,…. han pasado 10 años y
aún no se ve ninguna universidad que lo haya hecho. Muchas de las universidades hablan
de “competencias”, evaluación por competencias, diseño curricular por competencias, etc.
etc. Pero ninguna sabe qué quiere decir o qué implica.

Todos hablan de “Encargo Social”, pero nadie sabe qué significa este concepto, y para
probar lo dicho comparto una experiencia, realicé una pequeña investigación: pregunté a
500 estudiantes de post grado de diferentes especialidades, “¿cuántas asignaturas o
materias han llevado durante sus años de universidad?” Las respuestas arrojan una media
de 52 materias; luego la siguiente pregunta, “de estas 52 materias, cuántas les han servido
realmente para el ejercicio profesional?”

La respuesta es entre 5 y 8 como media….o sea que perdieron dinero y tiempo con 45
materias…

Nuestro sistema universitario sigue “fabricando médicos para el mercado en una media de
200 al año, pero seguimos siendo los últimos en salud de América Latina y el Caribe según
la OMS y la OMS. además de importar médicos de Venezuela y Cuba, de dudosa
formación académica, ejerciendo su trabajo en las áreas rurales.

Investigaciones recientes sobre la calidad de la educación muestran grandes falencias en


cuanto a la calidad y la pertinencia de sus pensums. Para muestra basta un botón:

“El currículo del 4to año de la Carrera de Odontología de la universidad……..tiene las


asignaturas necesarias para lograr el conocimiento en los estudiantes. Es decir que si se
comparan con los cuatro saberes, sólo se trabaja en la práctica en base al “saber”. No
hay acciones que permitan desarrollar con los estudiantes los otros “saberes”.

Las metodologías utilizadas por los docentes responden al modelo tradicional

El sistema de evaluación que se utiliza para los estudiantes son exámenes oral y escrito.
Solo se evalúa contenido.

En el currículo que tiene la Carrera se establece un vínculo entre la universidad y la


sociedad. Empero en la práctica no se desarrolla esa relación por falta de acciones de
interacción social, no se busca fomentar o desarrollar el espíritu humanista y el encargo
social a través de prácticas reales con la comunidad” (Tesis de maestría de la Dra. Lorena
Sandoval, UAGRM. agosto 2017)

Esto en cuanto a la “ciencia”, no se hable de la “conciencia” que está totalmente ausente


de los diseños curriculares, donde el sentido ético, valores y compromiso con la legalidad y
la justicia social y el respeto a los derechos humanos aún no han pasado por las aulas
universitarias. Ejemplos sobre esto hay muchísimos.

La ética y la moral están ausentes en la formación profesional, se enseña una ciencia del s.
XIX, por docentes estudiados en el s. XX para profesionales del s. XXI, cuando el enfoque
curricular hoy debe ser de “aprender a aprender y con ética”, se debe aprender “para la
vida” y “toda la vida”, enfoque aún ausente en nuestras universidades.

La calidad de una universidad se mide por la calidad de sus docentes y de sus estudiantes,
como dice Carlos Tunnerman, además de su capacidad de hacer ciencia e investigación, de
establecer redes científicas en un mundo globalizado, este es otro desafío para la
universidad boliviana.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) hace dos años realizó una investigación
acerca de la “productividad y competitividad del profesional en América Latina”, el
informe es lacerante para Bolivia, preocupa la “baja competitividad y productividad del
profesional boliviano”. (fuente:
https://publications.iadb.org/bitstream/handle/11319/7749/Innovacion-y-productividad-en-
las-empresas-en-America-Latina-y-el%20Caribe-El-motor-del-desarrollo-economico-
Resumen.pdf?sequence=2)

La universidad boliviana (pública y privada) aún sigue estando a espaldas de la sociedad,


de la historia. Sigue anclada en modelos conductistas de la edad media y no termina de
responder a las verdaderas necesidades de la sociedad, sigue recibiendo migajas del
presupuesto estatal para educación e investigación. (0.7 % del PIB, cuando la UNESCO
recomienda mínimamente el 1% para investigación) y aún no consigue ser referente para el
desarrollo económico y social, su diseño curricular sigue siendo estático.

“No podremos salir de la postración económica y social, de esa anomia terrible que vive
el país, de esa pobreza inexplicable, sin el desarrollo de nuestras capacidades, sin
investigadores jóvenes trabajando en las fronteras de la ciencia, sin profesionales
calificados, sin centros de investigación que pasen de la investigación clásica a la
innovación, sin el apoyo del gobierno, sin normativas y promoción educativa suficientes.
Sin todo esto, Bolivia será el último país de Sudamérica” (José Luis Tellería CEUB)

La Declaración Mundial sobre la Educación Superior para el Siglo XXI”, aprobada en París
en 1998, señala que para responder a tales desafíos, las Universidades debían emprender
“la reforma más radical que jamás antes hayan enfrentado” Este paso radical no lo han
hecho aún y quizá no por mala fe, sino que por no estar sus autoridades actualizadas, no
ven, no comprenden qué quiere decir universidad en el s. XXI.

Por otro lado no cabe duda que ante el cada vez menor financiamiento estatal las
universidades públicas se ven obligadas a buscar sus propios recursos con el riesgo que esto
implica de alterar su función esencial, de perder el rumbo de su existencia y de “prostituir”
una misión tan sagrada como la de formar recursos humanos para mejorar la sociedad, y no
se diga de las universidades privadas, que parce que cuyo único fin es de “cobrar por todo y
por nada” para sobrevivir, dejando lo ético, lo social y la moral a un lado, entrando además
en una carrera desenfrenada de competencia en vez de buscar la sinergia cara al servicio de
la sociedad.

“El presupuesto promedio de la educación superior en América Latina y el Caribe es


inferior al 1,5% del PIB, lo que es claramente insuficiente para satisfacer las necesidades
de un sistema en desarrollo y en particular para atender las demandas nacionales de la
investigación. El promedio de la inversión en Ciencia y Tecnología de los países de la
región es del 0,7% del PIB. Hace ya más de treinta años que la Unesco recomendó a los
países una inversión no menor del 1%. Según José Joaquín Brünner, América Latina
representa el 9% de la población mundial y el 8% del P.I.B. global. Sin embargo, produce
apenas el 3% de publicaciones mundialmente registradas; 0.19% de las patentes
concedidas por la Oficina de Patentes de los Estados Unidos y atrae menos del 2% de
estudiantes de otras regiones”. (Tomado de Carlos Tünnermann Bernheim* 1 Lección
Inaugural del Año Académico 2011 Universidad Centroamericana Managua, Nicaragua)

Está claro que las universidades bolivianas no figuran entre las 200 mejores universidades
según el ranking de Shanghái matizado con la necedad de creer que se está bien que lo
estamos haciendo bien” y que “somos los mejores”, aunque los datos de Naciones Unidades
nos dice que Bolivia ocupa el último lugar en Desarrollo Humano (satisfacción de
necesidades humanas) compitiendo la cola con Haití.

"La responsabilidad social universitaria contribuye a clarificar y fortalecer la relación


Universidad y sociedad. Las cuatro funciones universitarias: gestión, docencia,
investigación y extensión, cuando son ejercidas con una perspectiva ética, contribuyen a
poner de manifiesto esa responsabilidad, de la que deben ser protagonistas todos los
estamentos universitarios: directivos, administradores, docentes, investigadores,
extensionistas y, principalmente, los estudiantes” (obra citada) es el nuevo enfoque del
modelo pedagógico universitario y esto no puede ser tangencial a la universidad, al
contrario, debería ser su columna vertebral.

Para lograrlo es necesario volver a los principios de 1928 en Córdoba cuando se plantea el
concepto de Autonomía, “La autonomía es libre pensamiento, libre exposición de ideas,
controversia, ejercicio responsable de la inteligencia, discusión sin tabúes de ninguna
clase, ya que el objetivo de la Universidad es el de la formación de hombres libres en una
sociedad libre”,(parafraseando a Mariano Fiallos Gil. obra citada) lamentablemente con el
correr de los años, este principio se ha desvirtualizado y en el caso boliviano, se ha
politizado; siguiendo el pensamiento de Gustavo Rodríguez Ostria, la universidad pública
boliviana padece de dos cánceres: la mala práctica de su autonomía y el gobierno paritario
docente-estudiantil que se concreta en el manejo político partidista. La lucha política ha
superado todo esfuerzo por volver a lo académico.

José Mirtenbaum Kniebel el año 2004 ya presentó el camino a seguir en su exposición


“Sociedad del Conocimiento, Reforma Académica y la necesidad de reinstitucionalización
de la universidad pública”, (trabajo inspirado en la única investigación seria que se hizo a
la cabeza del Dr. Gustavo Gutiérrez Ostria) Sin embargo, hasta hoy sus palabras suenan a
vacío, los intereses políticos y económicos de las diferentes logias que manejan la
universidad no permiten ver la luz, han sumido a la universidad en una triste empresa que
no influye en nada en que quehacer político, económico y científico.

“Las Universidades están en posición privilegiada, como sede de la inteligencia del país,
para contribuir al diseño de un Proyecto de Nación” (obra citada), debería ser parte de los
consejos municipales, departamentales y nacionales, de los directorios de las principales
empresas y organizaciones, para dar cumplimiento a su “posición privilegiada”.

Con lo dicho en las líneas precedentes se ha querido pintar el perfil de lo que debe ser una
universidad en el s. XXI, lo único que se necesita para iniciar un cambio profundo es la
voluntad política para hacerlo, pero claro, para esto, es necesario primero entender qué
quiere decir universidad en el s. XXI, ….“misión imposible” hoy por hoy……

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