Presentamos caso de paciente escolar femenino, 11 años de edad, que inicia
enfermedad en marzo del 2014, posterior a estadía en playa de Osma, Costa del Estado Vargas - Venezuela, presentó múltiples lesiones pruriginosas en miembros inferiores, concomitante exantema en tronco de resolución espontánea. Quince días después, tos seca nocturna, acude a centro privado donde es atendida por médico pediatra que indica tratamiento ambulatorio no precisado, sin mejoría clínica. Siete días después se suma dolor abdominal tipo cólico de fuerte intensidad, distensión abdominal, meteorismo, náuseas, vómitos, pérdida de peso asociada a hiporexia y diarrea acuosa intermitente fétida y espumosa. Acude nuevamente a facultativo, es evaluada y referida al Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela. Al examen físico, presión arterial: 110/74 mmHg, frecuencia cardiaca: 85 lpm, frecuencia respiratoria: 24 rpm. Temperatura corporal: 37,5 ºC. Regulares condiciones generales, afebril, taquipneica. Cardiopulmonar: dentro de límites normales. Abdomen: globoso, blando deprimible, doloroso a la palpación superficial y profunda. Ruidos hidroaereos presentes. Hígado: palpable, consistencia blanda, superficie regular, un centímetro debajo del reborde costal. Extremidades y neurológico: dentro de límites normales. Paraclínicos: la hematología completa mostró incremento progresivo en porcentaje de eosinófilos hasta un 40% y proteína C reactiva (PCR) en 5 mg/dL. Integrando la sintomatología y eosinofilia importante, el grupo clínico planteó diagnósticos diferenciales parasitológicos; el cuadro respiratorio previo al gastrointestinal, orientó a ascariasis; sin embargo, la primera manifestación clínica cutánea sugiere puerta de entrada en piel, lo que sugiere esquistosomiasis, estrongiloidiasis y uncinariasis. Al coprocultivo, se observaron cristales de Charcot-Leyden en cantidad moderada. El método de Baermann, reportó abundantes larvas rhabditoides de Strongyloides stercoralis confirmando diagnóstico parasitológico de estrongiloidiasis. Se inició tratamiento con Ivermectina 8 mg VO por dos días, con mejoría clínica y paraclínica, evidenciada por disminución de eosinófilos (4%) luego de 15 días. La Ivermectina es el tratamiento de elección al eliminar altas cargas parasitarias y estadios larvarios. La paciente es dada de alta. Se solicitó al representante que informara a familiares que visitaron el área endémica el elevado riesgo de infección, siendo necesaria su evaluación para despistaje e inicio de tratamiento, si lo requieren.
En Venezuela se ha registrado hasta 85% de prevalencia, los menores de 10
años son el grupo etario más afectado. Dentro de los factores de riesgo destacan el contacto con suelos tropicales húmedos, insalubridad, falta de agua potable, caminar descalzo y mala disposición de excretas. Considerando que el área urbana cuenta con adecuados servicios sanitarios, la similitud en número de casos infecciosos con respecto a la población rural, podría asociarse a la presencia de factores de riesgo y falta de medidas preventivas . La estrongiloidiasis se presenta usualmente de manera asintomática, en los casos en que se hace manifiesta suele cursar con síntomas digestivos: epigastralgia (55%), diarrea (85,7%) y malabsorción (72,2% en serie de pacientes con estrongiloidiasis grave). Afecta el aparato respiratorio por la migración larvaria que ocurre durante el ciclo de vida, causando tos (52,4%) y broncoespasmo. A nivel cutáneo, produce prurito (67%) principalmente. En condiciones más severas, síndrome de Loeffler, SH e ID. Los síntomas son directamente proporcionales a la carga parasitaria. El contacto con tierra, dolor abdominal, diarrea, eosinofilia y cristales de Charcot Leyden han sido reportados como los principales indicadores de infección por S. stercoralis . En nuestro caso, la epigastralgia, náuseas y vómitos predominaron sobre el resto de las manifestaciones. La diarrea, tos y el prurito en los miembros inferiores permitieron realizar el diagnóstico presuntivo en conjunto con la eosinofilia en los hallazgos de laboratorio . Este caso es ejemplo de que la infección por S. stercoralis es poco sospechada; debido a su clínica inespecífica y a la difícil detección en medios de diagnósticos clásicos. La paciente acudió a diferentes centros hospitalarios donde egresaba sin diagnóstico acertado hasta ser referida al Instituto de Medicina Tropical donde se hizo diagnóstico parasitológico con el método de Baermann luego de analizar la historia clínica y antecedentes epidemiológicos que ponían en manifiesto factores de riesgo importantes para adquirir la infección. Cabe destacar que en Venezuela no se cuenta con un registro de casos presentados, por lo que se desconoce la epidemiologia de la zona en estudio. Sin embargo, en un trabajo realizado en el estado Aragua donde se atendieron 1551 personas se encontró una prevalencia en zonas rurales: Caucagua 42,6%, El Guapo Rural 18,6%, El Guapo Urbano 17,6% y Altagracia de la Montaña 13,7%. Se concluye que la prevalencia de la infección es mayor en zonas cercanas al río Tuy, indicando que éste puede ser determinante en la epidemiología de la infección Según el caso clínico cuales son las alternativas terapéuticas a tener en cuenta. Las alternativas terapéuticas a tener en cuenta en este caso fue el medicamento suministrado para combatir la parasitosis. Se inició tratamiento con Ivermectina 8 mg VO por dos días, con mejoría clínica y paraclínica, evidenciada por disminución de eosinófilos (4%) luego de 15 días. La Ivermectina es el tratamiento de elección al eliminar altas cargas parasitarias y estadios larvarios