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Esta pregunta que tiene tanto connotación científica como filosófica, ha sido formulada desde hace
más de 20 siglos en prácticamente todas las culturas.
En relación con dicha pregunta, existieron dos corrientes de pensamiento opuesto hasta el siglo
XVIII, época en la cual la teoría atómica de la materia fue aceptada por la comunidad científica
internacional. Una de estas corrientes suponía el carácter “continuo” de la materia y la otra un
carácter “discontinuo”.
Que la materia sea continua significa e implica que un trozo de cualquier elemento (Fe, Cu, Al, etc.)
puede ser fragmentado indefinidamente sin que los trozos resultantes pierdan alguna de sus
características fundamentales. A su vez, que la materia sea discontinua, significa e implica que el
fraccionamiento de un trozo de cualquier elemento solo puede realizarse un determinado número
de veces, hasta cuando se alcanza un tamaño que corresponde al tamaño mínimo de las partículas
que componen a ese elemento. Más allá de ese límite crítico, “ya no es posible fragmentar
nuevamente la materia y obtener fragmentos iguales del mismo elemento”. A esas partículas
últimas, de las que están compuestas todos los elementos, es a lo se conoce en ciencia con el
nombre de átomos.
Si bien, en el estado actual del conocimiento no existe ya una imposibilidad técnica para
fragmentar un átomo, los fragmentos resultantes que se obtienen, son siempre totalmente
diferentes entre sí y diferentes también del átomo de donde proceden. En la actualidad se acepta
la naturaleza discontinua de la materia, aun cuando los átomos ya no se consideran como las
partículas últimas e indivisibles que la componen.
Los rayos de luz observados, llamados comúnmente rayos catódicos, porque se originan en el
cátodo o placa negativa, pueden ser desviados por un campo eléctrico o magnético debidamente
colocado. De esta observación se deduce que dichos rayos están formados por partículas que
poseen masa y carga eléctrica.
A partir del estudio cuidadoso del grado de desviación de estos rayos, se puede se puede deducir
relativamente fácil que éstos, están compuestos por partículas negativas de carga unitaria, (-1) y
masa equivalente a 1/2000 veces la masa del átomo de hidrógeno. Ya que independientemente del
tipo de gas o elemento contenido en el tubo, el fenómeno observado es siempre igual, se deduce
que dichas partículas deben estar presentes en todos los elementos.
Estas partículas reciben el nombre de “electrones” y forman parte de todos los átomos. Cada
átomo posee un número definido de electrones, y éstos se hallan dispersos en la parte externa del
átomo en forma de nubes de carga negativa.
Por otra parte, mediante experimentos en los que se bombardean láminas delgadas de metal con
“partículas alfa” -núcleos de He2+-, se observa que la mayoría de los impactos atravesaban
fácilmente las láminas sin mostrar desviación alguna, pero también, que una fracción muy pequeña
de los impactos rebotan desde la lámina en ángulos de hasta 180 grados.
Partículas Alfa
Los modelos atómicos vigentes describen los átomos como formados por partículas másicas
dotadas de carga eléctrica. Pero, ¿qué fuerza obliga a la materia a separarse en partículas de
carga opuesta? En términos de entropía, ¿no es más estable una masa atómica total y colapsada
en el núcleo, que una de cargas opuestas moviéndose ordenadamente?
En la actualidad y para los objetivos de este curso, puede aceptarse que los átomos están
constituidos por tres partículas fundamentales: los protones, que tienen una carga positiva unitaria
(+1) y una masa equivalente a la del átomo de hidrógeno; los neutrones, que tienen una masa
similar a la del protón pero que no tienen carga eléctrica, y los electrones, que tienen una carga
negativa unitaria y una masa de 0,00055 veces la masa de un átomo de hidrógeno.
En consecuencia, cualquier tipo de materia observable o imaginable, y en general el universo
entero, está compuesto en última instancia, por estas tres partículas elementales.
Las siguientes preguntas son entonces: ¿De dónde provienen los elementos?, ¿como y donde se
forman? Encontrar una respuesta al origen de la materia, equivale a encontrar una respuesta para
el origen del universo y de la de la vida misma. Por esto, el origen de la materia y de la vida suelen
ligarse históricamente, bien con el poder creador de una divinidad mitológica, o bien con una serie
de acontecimientos naturales cuyas leyes estamos empezando a comprender.
De acuerdo con las teorías más recientes, el sol es simplemente una estrella más en un universo,
en donde todas las estrellas son gigantescos reactores nucleares; en cada uno de estos reactores,
la presión de la gravedad es tal, que fusiona elementos livianos y los convierte en elementos
pesados. Así, por ejemplo, en nuestro sol varios millones de toneladas de hidrógeno se fusionan
cada segundo para transformarse en helio.
Otros elementos más pesados que el helio, tales como el carbono, el oxígeno y el azufre, se
forman en estrellas más grandes que el sol, en donde la presión de la gravedad es mucho mayor.
Sin embargo, elementos pesados, como el hierro, el plomo, el oro o el mercurio, requieren para su
formación de una presión mucho mas grande, presiones que solo se dan momentáneamente en
gigantescas explosiones estelares llamadas supernovas... Ese es pues, el origen de los elementos,
basado en el entendimiento de las leyes naturales que hemos logrado comprender hasta el
momento...
El universo está constituido en un 99% de hidrógeno. Este gas y en general toda la materia
interestelar en el universo, se aglutina constantemente bajo la acción de fuerzas gravitatorias. De
este modo van formando masas cada vez más grandes. Conforme aumenta la masa del
conglomerado de materia, aumenta también la presión en el interior del mismo y la fuerza de
gravedad sobre el material circundante.
Es por eso que el conglomerado de materia se hace cada vez más grande, hasta cuando llega un
momento en que la presión interna enciende la masa aglomerada, que se ha vuelto esférica,
también por acción de la gravedad.
Cada vez que dos átomos o núcleos atómicos se fusionan para formar un núcleo más pesado, un
fotón de luz emerge de la estrella y llega a nuestros. Es por esto que las estrellas brillan. En
síntesis, las estrellas son gigantescos reactores nucleares de fusión, en donde se fabrican los
elementos mas pesados a partir del material más abundante en el universo: el hidrógeno.
A su vez, los planetas son conglomerados de ceniza estelar, aglutinados y esferizados por la
acción de la gravedad, que no alcanzaron el tamaño de una estrella, por lo que su presión interna
no fue suficiente para encenderla y brillar con luz propia.
Todos los átomos de un elemento mismo elemento se caracterizan por tener el mismo número de
protones en sus núcleos. Esta característica básica se conoce como el “Número Atómico” y se
representa por “Z”. En un átomo neutro, el número de protones en el núcleo es exactamente igual
al número de electrones en los alrededores del mismo.
Los átomos de un mismo elemento, pueden sin embargo, poseer un número diferente de neutrones
en el núcleo. Esto es lo origina la existencia de “Isótopos”, es decir, de “átomos de un mismo
elemento que difieren en su número de neutrones y en consecuencia en su masa atómica”. La
suma de los protones y los neutrones se conoce como el “Número Masa” y se representa por “A”.
Cuando es necesario diferenciar entre varios isótopos de un mismo elemento, estos se representan
especificando sus respectivos números masa y atómico:
1
H1 Hidrógeno 1, Número masa 1, Número atómico 1, Número de neutrones, cero.
2
H1 Hidrógeno 2, Número masa 2, Número atómico 1, Número de neutrones, uno.
3
H1 Hidrógeno 3, Número masa 3, Número atómico 1, Número de neutrones, dos.
12
C6 Carbono 12, Número masa 12, Número atómico 6, Número de neutrones, seis.
13
C6 Carbono 13, Número masa 13, Número atómico 6, Número de neutrones, siete.
14
C6 Carbono 14, Número masa 14, Número atómico 6, Número de neutrones, ocho.
Hoy por hoy, esta claramente demostrado que el antiguo sueño de los alquimistas, de poder
transmutar unos elementos en otros, y en particular el de transmutar hierro y cobre en oro, solo es
un sueño en la medida en que la tecnología necesaria para hacerlo está fuera del alcance de la
gran mayoría de laboratorios. En realidad la transmutación si es posible y ocurre constantemente
en el interior de las estrellas, en donde los elementos más livianos se transmutan en elementos
más pesados.
En síntesis, las teorías científicas vigentes indican que los aproximadamente 50 millones de
productos y preparados que se conocen en la actualidad, están constituidos por no más de 15
millones de compuestos diferentes; a su vez, todos estos compuestos están formados por un
máximo de 91 elementos diferentes y cada uno de estos elementos está constituido por un arreglo
particular de tan sólo tres partículas elementales diferentes: ¡protones, neutrones y electrones!..
¡Piénsenlo, la complejidad del universo puede reducirse a solo tres partículas diferentes!
Las filas de una Tabla Periódica se conocen como “Periodos” y las columnas como “Grupos o
Familias”. Los periodos se nombran de arriba hacia abajo con números arábigos del 1 al 7; los
grupos se nombran en dos categorías diferentes: Los grupos principales o de categoría A, que van
desde el IA hasta el VIIIA y los elementos de transición o categoría B, que van desde el IB hasta el
VIIIB. Algunos grupos tienen nombres especiales, como por ejemplo, el “Grupo de los metales
alcalinos”, el “Grupo de los alcalino-térreos”, el “Grupo de los halógenos” y el “Grupo de los gases
nobles”, entre otros.
La línea diagonal que divide la Tabla Periódica a partir del Grupo III, establece una separación
aproximada de los elementos en cuanto a sus propiedades metálicas, entendiéndose por tales, la
conductividad eléctrica y térmica. Aunque existen diferentes presentaciones de la Tabla Periódica,
para los efectos de este curso es importante que el estudiante aprenda a reconocer y extraer de
ella, por lo menos, la siguiente información:
1 Grupos 2
H He
3 4 Gases 5 6 7 8 9 10
Li Be Líquidos B C N O F Ne
11 12 Sólidos 13 14 15 16 17 18
Periodos
Na Mg Elementos de Transición Al Si P S Cl Ar
19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36
K Ca Sc Ti V Cr Mn Fe Co Ni Cu Zn Ga Ge As Se Br Kr
37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54
Rb Sr Y Zr Nb Mo Tc Ru Rh Pd Ag Cd In Sn Sb Te I Xe
55 56 57 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86
Cs Ba La Hf Ta W Re Os Ir Pt Au Hg Tl Pb Bi Po At Rn
87 88 89
Fr Ra Ac
58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71
Serie de los Lantánidos Ce Pr Nd Pm Sm Eu Gd Tb Dy Ho Er Tm Yb Lu
90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 100 101 102 103
Th Pa U Np Pu Am Cm Bk Cf Es Fm Md No Lw
Serie de los Actínidos 104 105 106 107 108 109 110 111 112 113 114 115
Rf Ha Unh Une Uno Unn Uun Pl Da Tf SN SN
• En la Tabla Periódica, el número masa o masa atómica (A) y el número atómico, (Z)
aumentan de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo, con excepción de la Serie de los
Lantánidos (La) y de la Serie de los Actínidos (Ac).
• Todos los átomos, en su estado natural o libre (H2, N2, Br2, O2, P4, K, etc.), tienen número
de oxidación igual a cero.
• El número de oxidación de los elementos que forman iones monoatómicos (Cl—, F—, I—, K+,
Ca2+, Fe3+, etc.), es igual a la carga del ion.
• Todos los elementos alcalinos, tiene número de oxidación “+1” y los alcalinotérreos, “+2”.
+1 +2 +3 +3 +4 +2 +2 +2 +2 +4 +1 +1 +1 +2 +3 +4 +1
+2 +3 +3 +3 +3 +3 +2 +2 +2 +3 +4 +5 +6 +3
+4 +2 +6 +4 +3 ─4 ─3 ─2 +5
1 +5 +7 +7 2
H ─1 He
3 4 Números de Oxidación Frecuentes 5 6 7 8 9 10
Li Be B C N O F Ne
11 12 13 14 15 16 17 18
Na Mg Al Si P S Cl Ar
19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36
K Ca Sc Ti V Cr Mn Fe Co Ni Cu Zn Ga Ge As Se Br Kr
37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54
Rb Sr Y Zr Nb Mo Tc Ru Rh Pd Ag Cd In Sn Sb Te I Xe
55 56 57 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86
Cs Ba La Hf Ta W Re Os Ir Pt Au Hg Tl Pb Bi Po At Rn
87 88 89
Fr Ra Ac
• El número de oxidación del oxígeno en todos sus compuestos es “-2”, excepto en los
peróxidos en donde es (-1).
• El número de oxidación del hidrógeno es “+1”, excepto en los hidruros en los que es “-1”
• El número de oxidación del flúor es “-1”. Todos los demás halógenos pueden tener número
de oxidación “-1”, pero también, “+1”, “+3”, “+5” y/o “+7”.
• La suma de los números de oxidación en una molécula debe ser igual a cero. En un ion
poli atómico, es igual a la carga del ion.
2.5 Epílogo
¿Qué es un átomo?
¡Mucho ha que lo aprendí!
Pasé toda clase de exámenes, desde la localización de los electrones hasta las funciones de
Aigen. ¡Ahora estoy seguro!...
... ¡Los átomos no existen!...
Bien sé que se les puede identificar por su huella dactilar, que también la tienen, mediante la
absorción de la luz; pero al interactuar con otros, presentan una nueva huella dactilar:
"Los átomos, como las gentes, cambian cuando están con otros"
Sí,... Juntar podemos muchos átomos, ( 6.02x1023 ) y llamar a eso “un mol del elemento X con
masa atómica Y”. Observemos en una vieja cerradura todos sus alegres arabescos: Los átomos
del cobre pueden lucir negros, verdes, amarillos y de tonos rojos múltiples.
“Justo como los átomos, carece el individuo de propiedad característica y entre sus diversos
semejantes, varían sus propiedades, como en los átomos del cobre su color, brillantes o su
fragilidad”.
Jamás he visto un átomo, ni verlo espero. ...Por sí solo nada es... Pero en el disolvente polar, algo
pierde el átomo que pasa al disolvente; se polariza y, al cargarse el átomo, puede ya contársele y
manipulársele.
“Algo pierden las gentes en sus crisis; se polarizan y entonces puede ya contárseles y
manipulárseles”. “Los átomos, como las personas, solo tienen existencia en su interacción con
otros”.
2 Los principales tipos de radiación electromagnética que dieron origen al modelo actual del
átomo son los rayos alfa, los rayos gamma y los rayos beta. Intente explicar como estos rayos
dieron origen al descubrimiento de las tres partículas que componen los átomos.
4 Defina con sus propias palabras: átomo, elemento, isótopo, molécula, compuesto, número
atómico, número masa, tabla periódica, grupo y periodo.
6 Tome una tabla periódica y lea lentamente los nombres y símbolos de cada uno de los
elementos; cada vez que pase sobre un elemento piense en sus características, en su posición
dentro de la Tabla Periódica, en sus propiedades y en la mayor cantidad de productos
cotidianos que pueda relacionar con él.
7 El número atómico de un átomo “X” es igual a nueve veces la diferencia entre el número
atómico del platino y el número atómico del cromo. A que átomo corresponde “X”?
Lecturas sugeridas
Vea y discuta en grupo el capítulo de la serie Cosmos, “La Vida de las Estrellas”
Phillips, Strozag & Wistrom. Química, conceptos y aplicaciones. McGraw-Hill Interamericana
Editores, Bogotá, 2000.
Chang Raymond. Química. McGraw-Hill Interamericana Editores, Bogotá 1999.
http//WW.fisicanet.com. Parte Química. Capítulo “Estructura Atómica”
http://omega.ilce.edu.mx:3000/sites/ciencia/volumen1/ciencia2/51/htm/SEC_4.html
http://www.chemkeys.com/esp/ag/uyc_3/cdmyc_1/cdmyc_1.htm
http://www.unt.edu.ar/afa99/LibRes.htm
http://www-istp.gsfc.nasa.gov/Education/Mhposion.html
http://cabcat1.cnea.gov.ar/~colato/grupos/kevatrito/kevatrito.html
http://ipac.jpl.nasa.gov/SIRTFspanish/Spectra/irspec_sp.html
http://www.iztapalapa.uam.mx/iztapala.www/division.cbi/quimica/cuantica/lineas.html
http://www.ciencia.cl/CienciaAlDia/volumen2/numero1/preguntas/preguntas.html
http://rsta.pucmm.edu.do/ciencias/quimica/sub%20pages/body_page10333.HTM
http://www.contenidos.com/nasa/nasa6/mate.htm