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Y nunca volviste
Siempre tú, en mis sueños
Siempre tú, en mis esperanzas
Siempre tú
Y ángeles en espejos
guardando tu mirada
para hacerse verdades
y noches estrelladas.
No las oyes
aunque corren...
(¿Llevan envueltos
sus pies en flores?)
No las oyes
aunque cantan...
(¿Llevas envuelta
su voz en alma?)
No las oyes
aunque gritan...
La primavera besaba
suavemente la arboleda,
y el verde nuevo brotaba
como una verde humareda.
El esqueleto de hierro
va a tener un chal de seda
Se equivocó la paloma,
se equivocaba.
Por ir al norte fue al sur,
creyó que el trigo era el agua.
Creyó que el mar era el cielo
que la noche la mañana.
Que las estrellas rocío,
que la calor la nevada.
Que tu falda era tu blusa,
que tu corazón su casa.
(Ella se durmió en la orilla,
tú en la cumbre de una rama.)
Al despertar
uno se vuelve
al que era
al que tiene
el nombre con que nos llaman,
al despertar
uno se vuelve
seguro,
sin pérdida,
al uno mismo
al uno solo
recordando
lo que olvidan
el tigre
la paloma
en su dulce despertar.