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CONFLICTOS AMBIENTALES POR EXTRACTIVISMO DE MADERA

La deforestación es uno de los temas que más preocupa a los expertos ecuatorianos consultados
por Mongabay Latam. Según cifras del Ministerio del Ambiente, en 2016 el país contaba con 12
631 197 hectáreas de bosque nativo y en 2018 ya tenía 116 857 hectáreas menos. En 18 años —
entre 1990 y 2018— se han perdido poco más de 2 millones de hectáreas de bosque en Ecuador.

Uno de los principales problemas actualmente es que Ecuador no publica de forma periódica y
oficial su cifra de deforestación, como sí ocurre en otros países latinoamericanos. “No existe un
programa que lo haga de una forma sistemática cada año o cada dos años. Los datos más
recientes que conozco hablaban de una tasa de deforestación de más de 70 000 hectáreas, que
para un país del tamaño de Ecuador es una cifra muy alta”, comenta el biólogo ecuatoriano y
profesor de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), Santiago Ron.

QUIMSACOCHA, AZUAY DE IAMGOLD


IAMGOLD es una empresa minera canadiense
Sin embargo en Ecuador la propuesta de la nueva ley de recursos hídricos no prohíbe
concesiones mineras en fuentes de agua, como es el páramo, sino que dice que “no se otorgará
autorización de aprovechamiento productivo de agua para explotación minera a realizarse dentro
de las áreas de influencia de las fuentes o decentes de agua”.72 La ley minera de Enero del 2009
prohíbe que se den concesiones de minería dentro de áreas protegidas, sin embargo aclara que,
“excepcionalmente dichos recursos se podrían explotar a petición fundamentada de la
Presidencia de la República, y previa declaratoria de interés nacional por parte de la Asamblea
Nacional.”
El proyecto minero Quimsacocha está situado a unos 30 km al suroeste de la ciudad de Cuenca,
en la provincia del Azuay. El proyecto se ubica a una altitud en el rango de 3500 a 3900 msnm y
ocupa un área de 12,500 ha. Las concesiones mineras están ubicadas en un área declarada
como “bosque y vegetación protectores” de la cuenca del río Paute, microcuenca de los ríos
Yanuncay e Irquis (ver Tabla 1). La mayor parte de la concesión corresponde a cobertura de
páramo típico de los Andes centrales ecuatorianos. Chumblin (población de aprox. 750
habitantes) es la comunidad más cerca al yacimiento - a 9 kilómetros. La mayor parte de la
concesión corresponde a cobertura de páramo y se encuentra en un terreno volcánico que incluye
una vieja caldera.
En el área se encuentra un complejo de humedales de importancia ecológica e hidrológica, cerca
del área llamada “tres lagunas” (Quimsacocha en Quichua) y una extensa tubera ubicada en la
caldera de Quimsacocha, además de numerosas acumulaciones de agua pluvial, favorecidas por
la fisonomía del terreno. El sistema hidrológico posee numerosas zonas colectoras de aguas de
infiltración, incluyendo la mencionada caldera, donde se generan aguas subterráneas, que se
mueven a lo largo de grietas, fracturas y fallas geográficas, hacia las laderas bajas. Al mismo
tiempo, dentro del área de la concesión, se encuentra una divisoria continental de aguas, lo cual
aumenta la importancia y sensibilidad del área en términos hidrológicos.
Las concesiones de IAMGOLD cubren un área de 10,000 hectáreas de páramo, dentro de una
zona donde hay 55,000 hectáreas de concesiones mineras de otras empresas.
Posibles impactos medioambientales
Los impactos al medio ambiente en la fase de exploración han sido mínimos y los estándares
medioambientales han sido cumplidos por la empresa minera. Sin embargo “es evidente que la
rica red hidrográfica de Quimascocha sería sometida a fuerte presión en la fase de
explotación”.80 El riesgo ambiental mayor de la mina en Quimsacocha es drenaje ácido de minas
(DAM), “en esencia van a minar en un yacimiento de mineral de sulfuros que cuando se expone al
oxígeno, el agua y las bacterias se forma ácido ... Ese ácido genera otros metales, como cobre,
plomo, zinc y otros metales que son perjudiciales para el medio ambiente o pueda afectar a la
salud humana.”81 La alta pluviosidad en esta área aumenta significativamente los riesgos de
DAM. La empresa indica que van a tomar varias precauciones contra el DAM, tal como su método
preliminar de procesamiento, que será usado cerca de la mina llamado “frothflotation”, estimando
que removerá el 95% de los sulfuros del mineral,
y estos serán transportados fuera de la mina para ser procesados fuera del sitio. Dicen entonces
que los deshechos de la mina que se queda in situ son menos tóxicos. Sin embargo mientras
estos tipos de medida ayudarán a controlar el DAM, si la empresa sigue fielmente su plan de
explotación, aunque es imposible eliminar DAM totalmente. Este puede aparecer años después
de la cierra de la mina.
Otro riesgo es que “van a tener que sacar el agua de la mina y, esencialmente, secar las cosas.
Al hacerlo, es muy probable que, en este sentido, el secado de la mina se extenderá más allá de
los confines de minas y potencialmente terminen secando los humedales, arroyos e incluso los
lagos que lo rodean”82 También la naturaleza volcánica del sitio presenta problemas por la
presencia de fallas geográficas, lo cual podría significar el desvío de ríos y caudales de agua.

CONFLICTO ENTORNO AL EXTRACTIVISMO_ PROYECTO MINERO RIO BLANCO

Transportistas y moradores piden se retome el trabajo minero en Río Blanco. La ministra Rebeca
Illescas

En las últimas dos semanas, se activaron dos frentes de conflicto por la minería, en Río Blanco,
parroquia Molleturo, son habitantes y activistas antimineros los que rechazan de manera radical la
empresa de origen chino, Junefield Resources Ecuador, Ecuagoldmining, y piden su salida por
supuestos daños ambientales. En el Alto Nangaritza, Zamora Chinchipe, ante operativos de
ARCOM, el Ministerio del Ambiente (MAE), y el Ministerio de Minas, contra la minería ilegal, hubo
reacciones de mineros y de una comunidad shuar que defienden esta actividad que contamina el
río Nangaritza.

Lina Solano, activista antiminera, representante de la organización Defensoras de la Pachamama,


sostiene que la lucha tiene ya 20 años en Río Blanco, donde no ha existido jamás una consulta
previa a las comunidades.

La organización ha denunciado el tema en la Defensoría del Pueblo, además ha expuesto ante


las autoridades lo del estudio de impactos ambientales que desde su punto de vista no garantiza
nada y que se aprobó por presión del propio gobierno.
“Federico Auquilla quien fue gerente de la empresa minera en el 2007, pasó luego a ser
viceministro y ministro de Minas, y fue cuando se presionó para que se apruebe el estudio de
impacto ambiental, en el 2011 aproximadamente”, recalcó Lina Solano.

Anota que, también se denunció la forma en que se estaba concesionando el agua en Río Blanco,
la empresa había solicitado casi el triple del agua determinada en el estudio de impacto
ambiental, y que en este proceso también hubo presiones, pues Xavier Sánchez, ahora
subgerente de la empresa minera, quien para entonces era subsecretario de Minas, habría tenido
incidencia en Senagua, por lo que las concesiones se aprobaron sin que la empresa presente
siquiera los estudios de impacto ambiental, según su relato.

Río Blanco está al oeste de Cuenca y se estima que en el yacimiento hay 605.000 onzas de oro y
4,3 millones de onzas de plata; cuya explotación durará 11 años; según Xavier Sánchez,
subgerente de la empresa, la contaminación será mínima ya que se utilizará un sistema de
recirculación de agua.

CERO MINERÍAS

Activistas antimineros como Lina Solano y Yaku Pérez, presidente de la Ecuarunari, y parte de los
habitantes de comunidades aledañas al proyecto minero, como Río Blanco, Zhin Alto y Llano
Largo, insisten que habrá contaminación y que de salir la minera, no se permitirá ningún tipo de
minería en la zona que es parte del macizo de El Cajas; algunos moradores dicen que ya se secó
la laguna Loma Cruz.

Ayer unas 50 personas del Consorcio de Transportistas de Molleturo, rechazaron la agresión


contra la minera; aseguraron que se seguirá el trámite legal pertinente ante la incineración de una
retroexcavadora de propiedad del socio Braulio Guartazaca, quien aún paga un crédito adquirido
para comprar esta máquina en 40.000 dólares.

La organización pidió a las autoridades que garanticen el orden y que retorne la paz para poder
seguir trabajando. Habitantes de las comunidades aledañas al proyecto, expresaron su respaldo a
la minera y desmintieron versiones de activistas como Yaku Pérez.

Jenny Chimborazo, presidenta de Cochapamba, dijo que Pérez y 3 antimineros más no fueron
secuestrado como denunciaron ellos, “los detuvieron por unas dos horas, para interrogarles, le
dijimos al señor Yaku, ¿Con qué plan llegan a nuestra comunidad?, eso fue todo”, señaló.

UN CASO EMBLEMÁTICO ES EL CONFLICTO ENTRE LA UNIDAD MINERA TINTAYA DE


XSTRATA COPPER (HOY UNIDAD ANTAPACCAY DE GLENCORE-XSTRATA) Y LA
POBLACIÓN DE LA PROVINCIA DE ESPINAR, REGIÓN CUSCO.

Si bien la crisis que estalló y llegó a paralizar a toda la provincia estuvo relacionada a la presencia
de mercurio y arsénico en las fuentes de agua, la base del conflicto de interés fue el descontento
de la población por los escasos beneficios percibidos durante décadas de operación minera. De
hecho, una de las primeras demandas a la empresa fue el incremento del aporte económico por
concepto de Convenio Marco del 3% al 30%. Los pobladores argumentaban que las operaciones
se habían ampliado con el proyecto Antapaccay, expansión de la operación Tintaya que
produciría un promedio de 160 mil toneladas de cobre durante los primeros cinco años.

Entonces, si bien los conflictos entre operaciones mineras y comunidades tienen conflictos de
interés particulares, estaríamos encontrando como contexto general el descontento sobre el
escaso beneficio percibido sobre la actividad minera.

Sobre esa base, se pueden generar confrontaciones particulares, que pueden estar vinculadas al
desempeño ambiental de la empresa, utilizando temas como el agua de agente movilizador.

Siguiendo con el caso de Espinar, la crisis se originó cuando se tomaron muestras del agua de la
zona para un Estudio de Impacto Ambiental realizado para un nuevo proyecto minero. Los
resultados arrojaron presencia de arsénico y mercurio, los cuales fueron atribuidos al impacto de
Xstrata Tintaya por ser la única operación cercana formal en la zona.

Si bien posteriormente se confirmó que la mineralización del agua tenía relación con las
condiciones geográficas (que la hacen apta para el desarrollo de la minería y no para la
agricultura y ganadería), se generó una fuerte crisis en el país a causa de la desinformación de
los actores involucrados.

Este caso nos demuestra que si bien el conflicto puede tener de fondo algún problema social,
ambiental o económico, el manejo de información por parte de la empresa y la comunidad puede
perjudicar o beneficiar el relacionamiento entre las partes, dependiendo de cómo se gestione. Por
lo general, se construyen mitos y percepciones negativas que no necesariamente tienen una base
real, pero que ante la ausencia de información previa y diálogo oportuno, llegan a situaciones de
crisis con alta intensidad de violencia.

Por otro lado, los conflictos vinculados a empresas que inician actividades de exploración o
proyectos de ampliación han sido los más visibles para la opinión pública en los últimos años.
Estos conflictos que logran transcender el espacio local suelen estar vinculados a la gran minería,
involucran una alta inversión y llaman la atención de organizaciones de la sociedad civil y medios
de comunicación.

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