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Atribuciones de fiscalización de la Cámara de Diputados, concepto de

funcionario público, y naturaleza jurídica de los notarios públicos


A la Cámara de Diputados le corresponde la fiscalización de los actos de Gobierno, expresión
que puede interpretarse en sentido restringido o amplio. En cuanto a quiénes pueden ser
citados a una comisión investigadora, en un sentido amplio es posible concluir que tal facultad
se puede ejercer sobre todos los funcionarios que se desempeñan en órganos que forman parte
de la Administración del Estado, siempre que ello no signifique una ampliación de las
atribuciones de las Comisiones Investigadoras a órganos no sometidos a su fiscalización. Por el
contrario, una interpretación restrictiva, daría como resultado que sólo pueden ser citados
aquellos funcionarios que se desempeñan en órganos fiscalizables por la Cámara de Diputados,
sin posibilidad de extender citaciones a los funcionarios que se desempeñan en los órganos con
autonomía constitucional, los Gobiernos Regionales y las municipalidades.

El concepto de funcionario público es restringido por la Contraloría General para el personal que
se desempeña dentro de la Administración del Estado, utilizando como denominación general
que incluye a todos los funcionarios que se desempeñan en algún órgano del Estado la de
“servidores públicos”. Así, los funcionarios del Poder Judicial y del Congreso Nacional
quedarían incluidos dentro de esta expresión, de mayor extensión (servidores públicos).

La mayoría de la doctrina nacional califica a los notarios públicos de funcionarios públicos, en


particular de servidores públicos, por pertenecer al escalafón del Poder Judicial.

Tabla de contenido

Introducción.................................................................................................................................... 1
I. Marco de la función de fiscalización de la Cámara de Diputados............................................... 2
II. Autoridades y Funcionarios que pueden ser citados a una Comisión Investigadora.................4
III. Concepto de Funcionario Público en la Legislación y Doctrina................................................. 4
IV. Naturaleza Jurídica de los Notarios: mayoritariamente son calificados como funcionarios
públicos parte del Poder Judicial..................................................................................................... 7
7

Introducción
La Comisión Investigadora sobre proceso de recolección de firmas de candidaturas de
la Cámara de Diputados, solicitó a la Biblioteca del Congreso Nacional informar sobre la
naturaleza jurídica del cargo de notarios público.

Para dar respuesta a la solicitud, en primer lugar se analiza la atribución de fiscalización de la


Cámara de Diputados sobre los “actos de gobierno”, lo que se ha entendido por ello y que
autoridades y funcionarios pueden ser citados. A continuación, se señalan los alcances del
concepto funcionario público en la legislación, doctrina y jurisprudencia nacional. Por último, se
transcriben los análisis de la literatura jurídica nacional que se encuentran públicamente
disponibles, sobre la naturaleza jurídica del notario público.

Ι. Marco de la función de fiscalización de la Cámara de Diputados

El artículo 52 Nº 1 de la Constitución Política 1 establece como función exclusiva de la Cámara


de Diputados, la fiscalización de los actos de Gobierno, entregándole para ello diversas
herramientas para su ejercicio. Una de ellas es la de crear comisiones especiales
investigadoras con el objeto de reunir informaciones relativas a determinados actos del
Gobierno2.

Con actos de gobierno se quiere hacer referencia a la “(…) función política, ejecutiva y
administradora encabezada por el Presidente de la República (…)” 3, respecto de lo cual existiría
acuerdo en nuestra doctrina. Sin embargo, donde se produce el conflicto es en relación con los
órganos que caben dentro de la expresión “Gobierno”.

Sobre este punto, podemos vislumbrar dos posiciones, que difieren en los alcances de la
expresión: así, tenemos una postura restrictiva y otra de carácter amplio.

1. Sentido restringido de la expresión Gobierno

La primera opción sería dar un alcance restrictivo a esta expresión, incluyendo en ella “(…) al
Presidente de la República y sus agentes directos e inmediatos en el desempeño de la función
pública, incluyendo bajo esta denominación sólo a los Ministros de Estado, a los Intendentes y
Gobernadores.”4.

1
Alejandro Silva Bascuñán explica su ubicación dentro de este artículo, en una indicación hecha al interior de la
comisión de estudios, fundada en que como consecuencia de la fiscalización de la Cámara de Diputados, se podía
llegar a formular una acusación constitucional. Silva Bascuñán, Alejandro. Tratado de Derecho Constitucional. Tomo VI.
Congreso Nacional. Santiago (1996). Pág. 93.
2
La función de fiscalización, es una de las atribuciones exclusivas de la Cámara de Diputados, contemplada en el
artículo 52 N° 1 del texto constitucional. Respecto de ella Ferrada Bórquez, siguiendo los postulados de Rubio Llorente,
señala que “(…) cuando hablamos de control parlamentario no estamos refiriéndonos, como es evidente a una tarea
definida por el producto que de él resulta, sino a la actividad misma (…) la fiscalización parlamentaria se ejerce por una
multiplicidad de mecanismos de comprobación de la actividad del Gobierno, susceptible de producir efectos posteriores,
pero que en todo caso pretende ejercer una influencia en el comportamiento del sujeto controlado.”. Ferrada Bórquez,
Juan Carlos. La Fiscalización de la Cámara de Diputados en el Proyecto de Reforma Constitucional. En: Revista de
Derecho Público. N° 65 (2003). Pág.141.
3
Silva Bascuñan, Alejandro. Op cit. Pág. 95.
4
Ferrada Bórquez, Juan Carlos. Op. cit. Pág. 147.
Con esto, la atribución fiscalizadora de la Cámara de Diputados se agotaría en “(…) los órganos
superiores de la Administración central que son, precisamente, los que realizan la función de
dirección política y control (…)”5

2. Sentido amplio de la expresión Gobierno

La segunda opción, es entender esta atribución de una forma más amplia y no sólo restringida a
los órganos superiores de la administración central. Este es el criterio adoptado por la Sección
Jurídica de la Oficina de Informaciones de la Cámara de Diputados. Ella sostiene que “(…) la
atribución de la Cámara alcanza a los actos del Gobierno, determinando así ampliamente el tipo
de los actos fiscalizables. Se alude al sujeto de quien emanan los actos y no a una clase
determinada de éstos, quedando así sometidos a la fiscalización de la Cámara todos los actos
provenientes del Gobierno.”6.

Consecuentemente, es necesario para que este acto sea objeto de este tipo de control “(…) que
el acto emane o sea responsabilidad de alguna autoridad o funcionario del Gobierno, o de
cualquiera autoridad o funcionario de algún organismo de la Administración del Estado
dependiente del Gobierno (…)”, entendiendo por tal a “(…) todo lo que al Poder Ejecutivo se
refiere (…)” 7, dado que “(…) la interpretación de ‘Gobierno’ debe ser amplia, debiendo
considerarse tanto a la Presidencia de la República como a los distintos Ministerios y también a
todos los servicios u organismos de la Administración del Estado que dependen, directa o
indirectamente de algún Ministro o del Presidente de la República (inciso primero del Artículo 24
y Artículo 33 de la Constitución Política y Artículo 1° de la Ley N° 18.575 8, Orgánica
Constitucional de Bases Generales de la Administración del Estado)”9.

Coherente con esta postura, se excluye de esta forma de control ejercido por la Cámara de
Diputados “(…) los actos, por ejemplo, de la Contraloría General de la República o de las
Municipalidades. Estos son organismos de la Administración del Estado pero no forman parte
del ‘Gobierno’, ya que no dependen directa ni indirectamente de la Presidencia de la República
o de algún Ministerio.”10.

Con ocasión de la reforma constitucional del año 2005 hecha a través de la Ley Nº 20.050,
Cordero Quinzacara analiza este tema, señalando que “El tema se discutió latamente en la
Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado. En este sentido, se
llegó al acuerdo que la denominación ‘actos de Gobierno’ incluye las actuaciones de las
empresas del Estado, así como de aquellas en que el Estado tiene participación mayoritaria. En
ningún caso, la fiscalización puede incidir en el ámbito privado (…). Además, se dejó constancia

5
Ibid. Pág. 147.
6
Oficina de Informaciones Cámara de Diputados. La Atribución Fiscalizadora Exclusiva de la Cámara de Diputados y
las Facultades de los Señores Diputados para Solicitar Información y para Formular Opiniones. Valparaíso (Marzo
2002). Pág 7. Agrega además que “Distinto habría sido limitar la fiscalización a los actos de Gobierno, puesto que en
este último caso no habrían quedado considerados, por ejemplo los actos de administración, aunque estos mismos
hubiesen sido ejecutados por el Gobierno. Se trata de actos de alguien y no para algo.”
7
Ibid.
8
Esta referencia debe ser entendida al artículo 1° del DFL N° 1/2000 del Ministerio Secretaría General del la
Presidencia que Fija Texto Refundido, Coordinado y Sistematizado de la Ley Nº 18.575, Orgánica Constitucional de
Bases Generales de la Administración del Estado. Disponible http://bcn.cl/mtf (Enero, 2014).
9
Oficina de Informaciones Cámara de Diputados. Op. cit. Pág. 8.
10
Ibid. En este sentido, Silva Bascuñán señala: “Los actos del Presidente de la República, los de todos los funcionarios
u organismos que estén bajo sus órdenes, y los efectuados por las distintas autoridades y reparticiones ejecutivas y
administrativas dependientes de él, son actos del Gobierno susceptibles de ser fiscalizados por la Cámara de
Diputados.” Silva Bascuñán, Alejandro. Op. cit. Pág. 96.
expresa que la expresión ‘Gobierno’ incluye a las Fuerzas Armadas mientras que no
comprendería a los gobiernos Regionales ni a los municipios” 11.

Concluye de lo anterior que “bien se puede sostener que están sometidos a la fiscalización de la
Cámara de Diputados, no sólo los órganos de Gobierno, sino también aquellas entidades de la
Administración central y descentralizada y de la denominada Administración invisible, en
particular las empresas constituidas bajo formas jurídico-privadas, exceptuando a los gobiernos
Regionales y las municipalidades. Además somos de la opinión que están excluidos los órganos
que gozan de autonomía reconocida a nivel constitucional.” 12 13.

ΙΙ. Autoridades y Funcionarios que pueden ser citados a una Comisión


Investigadora

En esta materia, la letra c) del numeral 1 del artículo 52 establece que, a petición de un tercio
de sus miembros podrán despachar citaciones y solicitar antecedentes a los Ministros de
Estado, los demás funcionarios de la Administración y el personal de las empresas del Estado o
de aquéllas en que éste tenga participación mayoritaria. En el caso de las citaciones, se
establece para estas personas la obligación de comparecencia y de suministrar los
antecedentes solicitados. El inciso tercero, respecto de los Ministros de Estado, dispone que no
pueden ser citados más de tres veces a una misma Comisión Investigadora, salvo que ello sea
acordado por la mayoría de sus miembros.

En estos mismos términos se expresa la Ley Nº 20.447 que modifica la Ley Orgánica
Constitucional del Congreso, desarrollando la forma de citación, la obligatoriedad de concurrir a
la citación para las autoridades, los funcionarios y personas citadas y los casos en que, si bien
están obligados a comparecer, no lo están a prestar declaración.

Un punto que no aclara la doctrina nacional, es sobre la posibilidad de citar a una Comisión
Investigadora, a ciertos funcionarios y autoridades de órganos de la Administración del Estado,
que no quedan sujetos a la fiscalización, partir de los criterios antes señalados.

ΙΙΙ. Concepto de Funcionario Público en la Legislación y Doctrina

1. Legislación Vigente

El Estatuto Administrativo no define a funcionario público ni tampoco función pública.

Sin embargo, los artículos 1º, 2º y 3º letra a) de dicho cuerpo legal contienen elementos para
poder construir un concepto. Así, el artículo 1º, en lo que es pertinente, dispone: “Las relaciones
entre el Estado y el personal de los Ministerios, Intendencias, Gobernaciones y de los servicios
públicos centralizados y descentralizados creados para el cumplimiento de la función
administrativa (…).”.

11
Cordero Quinzacara, Eduardo. La Facultad Fiscalizadora de la Cámara de Diputados. En: Zúñiga Urbina, Francisco
(coord.). Reforma Constitucional. 1ª edición. Lexis Nexis. Santiago (2005). Págs. 520-521.
12
Ibid. Pág. 521.
13
Se excluye, por tanto, a aquellos órganos que forman parte de la Administración del Estado que son de rango
constitucional: Contraloría General de la República y Banco Central y, además, estimamos, que se encontraría excluido
el Ministerio Público.
El artículo 2º, por su parte dispone: “Los cargos de planta o a contrata sólo podrán corresponder
a funciones propias que deban realizar las instituciones referidas en el artículo 1º. (…).”.

Finalmente, el artículo 3º letra a) dispone: “Para los efectos de este Estatuto el significado legal
de los términos que a continuación se indican será el siguiente:
a) Cargo Público: Es aquel que se contempla en las plantas o como empleos a contrata en las
instituciones señaladas en el artículo 1º, a través del cual se realiza una función administrativa.”.

De los tres artículos transcritos es posible concluir lo siguiente: primero, las relaciones entre el
Estado y el personal que se desempeña en él se rigen por un estatuto distinto al del sector
privado; segundo, dicho personal, en cuanto ejercen funciones que son propias del órgano en
que se desempeñan, pueden ser de planta o a contrata 14; y, tercero, a través de dicho personal
se materializa una función administrativa.

Por otra parte, el artículo 260 del Código Penal dispone: “Para los efectos de este Título [V] 15 y
del Párrafo IV del Título III 16, se reputa empleado todo el que desempeñe un cargo o función
pública, sea en la administración central o en instituciones o empresas semifiscales,
municipales, autónomas u organismos creados por el Estado o dependientes de él, aunque no
sean del nombramiento del Jefe de la República ni reciban sueldo del Estado. No obstará a esta
calificación el que el cargo sea de elección popular.”.

El elemento central del concepto de empleado se encuentra en la naturaleza de la labor que


una persona desarrolla, cual es el desempeño de un cargo o función pública 17. Así, para este
artículo quedan en segundo plano la naturaleza del órgano en que se cumple su labor el
empleado18, la forma en que se nombra –incluso si es de elección popular– y el origen de los
fondos con que se remunera la prestación de sus servicios.

Este concepto está pensado para ser aplicado en el ámbito penal, específicamente a los delitos
comprendidos dentro del Título V y del Párrafo IV del Título III de ese cuerpo legal. Sin
embargo, la doctrina19 extiende su aplicación a otras figuras penales comprendidas dentro del
mismo Código Penal que contemplan la participación de un empleado público. Se busca incluir
al mayor número de personas que ejerzan funciones públicas, con independencia de la
existencia de una relación que se pueda, en cierta forma, calificar como laboral. Por esta razón,
parece inconveniente generalizar su aplicación a otros ámbitos del derecho distintos al penal 20.

Finalmente, la Convención de las Naciones Unidas Contra la Corrupción 21, en su artículo 2º


señala que para efectos de esa convención se entenderá por funcionario público:

14
Debe tenerse presente que el artículo 11 del Estatuto Administrativo dispone que pueden contratarse a honorarios a
profesionales y técnicos “cuando deban realizarse labores accidentales y que no sean las habituales de la institución”,
con lo cual el personal a honorarios queda excluido del ejercicio de la función pública.
15
Título V. De los Crímenes y Simples Delitos Cometidos por Empleados Públicos en el Desempeño de sus Cargos.
16
Párrafo IV del Título III De los Agravios Inferidos por Funcionarios Públicos a los Derechos Garantidos por la
Constitución.
17
Al respecto la Doctrina penal sostiene que “Se establece así un concepto funcional de empleado público, que abarca
una infinidad de situaciones no cubiertas por la estricta regulación del Estatuto Administrativo”. Politoff L., Sergio, Matus
A., Jean Pierre y Ramírez G, María Cecilia. Lecciones de Derecho Penal Chileno Parte Especial. 2ª edición Actualizada.
Editorial Jurídica de Chile. Santiago (2006). Pág. 487.
18
Quedando incluidos también, por ejemplo, los Notarios.
19
Politoff, Matus y Rámirez. Op. Cit. 487-488.
20
Sanhueza. Juana. Seminario Probidad y Transparencia para la Administración. Disponible en: http://bcn.cl/1ict8
(Enero, 2014).
21
Promulgada por el Decreto Nº 375 del Ministerio de Relaciones Exteriores publicado en el Diario Oficial de 30 de
enero de 2007.
“i) toda persona que ocupe un cargo legislativo, ejecutivo, administrativo o judicial de un Estado
Parte, ya sea designado o elegido, permanente o temporal, remunerado u honorario, sea cual
sea la antigüedad de esa persona en el cargo;
ii) toda otra persona que desempeñe una función pública, incluso para un organismo público o
una empresa pública, o que preste un servicio público, según se defina en el derecho interno
del Estado Parte y se aplique en la esfera pertinente del ordenamiento jurídico de ese Estado
Parte;
iii) toda otra persona definida como "funcionario público" en el derecho interno de un Estado
Parte. No obstante, a los efectos de algunas medidas específicas incluidas en el capítulo II de la
presente Convención, podrá entenderse por "funcionario público" toda persona que desempeñe
una función pública o preste un servicio público según se defina en el derecho interno del
Estado Parte y se aplique en la esfera pertinente del ordenamiento jurídico de ese Estado
Parte;”.

De los artículos antes citados es posible establecer que, para la construcción de un concepto de
funcionario público deben considerarse los siguientes elementos:

a. Que tenga una cierta vinculación con un órgano del Estado, cualquiera que sea el origen de
dicho vínculo;
b. Que el objeto de la relación sea el desempeño de una función pública; y,
c. Para el caso del Estatuto Administrativo, que el cargo sea ejercido en calidad de funcionario
de planta a contrata.

2. Doctrina y Jurisprudencia Administrativa

Dado que no se encuentra con un concepto de funcionario público a nivel positivo, se hace
necesario recurrir a la doctrina y la jurisprudencia administrativa.

Silva Cimma señala que, en general, los “individuos que realizan una función pública se
denominan, en términos amplios, ag en t es ” dentro de los cuales se encuentra los
funcionarios22, quienes son los encargados de “ejercer, propiamente, la función de administrar”
debiendo, además, actuar dentro de su competencia23.

Pantoja Bauzá señala que “La expresión funcionario público no tiene en el Derecho
Administrativo chileno una acepción definida que la sitúe como un concepto unívoco en el
campo del Derecho y, por lo mismo, generalmente aceptado por la doctrina y la jurisprudencia.
(…)

En la esfera administrativa, la voz funcionario público admite dos acepciones: una de carácter
funcional y otra de carácter orgánico, siendo esta última la más utilizada.

Según ella, es funcionario público toda persona natural que ocupa un cargo público dentro de la
Administración del Estado, entendiendo por cargo público, en los términos del artículo 3º letra a)
del Estatuto Administrativo, ‘aquel que se contempla en las plantas o como empleos a contrata
en las instituciones señaladas en el artículo 1º’: ‘Ministerios, Intendencias, Gobernaciones y
servicios públicos centralizados y descentralizados’”24.

22
Además, dentro de la categoría de agentes, incluye a los gobernantes y las autoridades.
23
Silva Cimma, Enrique. Derecho Administrativo Chileno y Comparado. El Servicio Público. 1ª edición. Editorial Jurídica
de Chile. Santiago. (1992). Págs. 68-69.
24
Pantoja Bauzá, Rolando. Apuntes de clases. Disponible en https://www.u-
cursos.cl/derecho/2008/1/D123A0525/4/material_docente/objeto/177410 (Enero, 2014).
Medina Jara señala que “los funcionarios públicos desempeñan una función pública y que
además (…) que esta función pública se desempeña en representación o servicio del Estado” 25.

Así, en cada uno de estos casos, la doctrina sigue el mismo criterio para la calificación como
funcionario público: la naturaleza de la función que se ejerce. Así, puede decirse que es
funcionario público toda persona que ejerce una función pública, es decir, de aquéllas
destinadas al cumplimiento de un determinado cometido público.

La Contraloría General de la República ha sostenido que “La calidad de funcionario público se


encuentra preestablecida por la naturaleza del servicio a que se pertenece y emana de ella
(…)”26. Por otra parte, el concepto de funcionario público es restringido por la Contraloría para el
personal que se desempeña dentro de la Administración del Estado, utilizando como
denominación general que incluye a todos los funcionarios que se desempeñan en algún
órgano del Estado la de “servidores públicos” 27. Conforme con lo anterior, los funcionarios del
Poder Judicial y del Congreso Nacional no serían funcionarios públicos sino que quedarían
incluidos dentro de esta expresión, de mayor extensión, de servidores públicos.

Ις. Naturaleza Jurídica de los Notarios: mayoritariamente son calificados como


funcionarios públicos parte del Poder Judicial

Los notarios se encuentran regulados en los párrafos séptimos y octavos, respectivamente, del
Título XI del Código Orgánico de Tribunales, denominado “Los Auxiliares de la Administración
de Justicia”. El artículo 265 del Código mencionado ubica a los Notarios en el Escalafón
Secundario del Poder Judicial. Por otra parte, la Contraloría General de la República respecto a
la jurisdicción disciplinaria de los notarios, que da cuenta de su dependencia del mencionado
poder del Estado, ha sostenido al respecto que: “conforme lo dispuesto en el artículo 539 del
Código Orgánico de Tribunales, los notarios públicos, en su carácter de auxiliares de la
administración de justicia, se encuentran sometidos a la jurisdicción disciplinaria de la
respectiva Corte de Apelaciones (aplica dictámenes N° 39.755, de 2004, y 58.020, de 2008, de
este Organismo Fiscalizador)”28.

El artículo 399 del Código Orgánico de Tribunales define la función de notario, al señalar que:
“Los notarios son ministros de fe pública encargados de autorizar y guardar en su archivo los
instrumentos que ante ellos se otorgaren, de dar a las partes interesadas los testimonios que
pidieren, y de practicar las demás diligencias que la ley les encomiende”.

El Tribunal Constitucional, en sentencia de causa Rol N° 2101-1129 señala, que “… se puede


colegir que las notarías no tienen la calidad o el carácter de empresas en el sentido económico
o jurídico indicado en la ley sino más bien se trata de entidades o reparticiones públicas y
auxiliares de la administración de la justicia, que desempeñan un servicio público judicial a
cargo de un funcionario nombrado por el Presidente de la República, características que de
modo alguno se avienen con el concepto de empresa…”

25
Medina Jara, Rodrigo. Negociación de la Convención contra la Corrupción en las Naciones Unidas. En: Revista de
Derecho Consejo de Defensa del Estado, disponible en: http://www.cde.cl/wps/wcm/connect/99984452-fee8-44fe-944d-
4d2d3141a61d/8.pdf?MOD=AJPERES (Enero, 2014).
26
Dictámenes números 77.749 de 1971 y 52.682 de 1976.
27
Ib. Id.
28
Contraloría General de la República. Dictamen 48.948 de 2013. En mismo sentido dictámenes números 195.656 de
2013, 195.657 de 2013, 10.942 de 1980 y 73.352 de 1976.
29
Sentencia disponible en: http://www.tribunalconstitucional.cl/wp/ver.php?id=2573 (Enero, 2014).
La Contraloría General de la República en Dictamen Nº 21.611 de 1990 30, también califica a los
notarios de servidores públicos, lo que se determinaría por la función que les corresponde
cumplir. Al mismo tiempo, el Dictamen plantea que los notarios son funcionarios públicos aún
cuando los regula un estatuto jurídico especial de carácter público, y además son integrantes el
sector público. Anteriormente (1986), el ente contralor señaló que los “notarios públicos son
trabajadores dependientes del poder judicial, aunque no perciban por su labor una
remuneración con cargo a recursos fiscales, sino que aranceles que les pagan directamente las
personas que requieren sus servicios31.”

Vidal propone otra definición de notario: “un profesional del derecho revestido por la autoridad
de la facultad de dar fe, autenticando las relaciones jurídicas interpersonas dándoles carácter
de verdad, certeza y permanencia32”. En otro artículo dice que “el notario es un funcionario
público, instituido por el Estado para recibir, redactar en su caso, transcribir y autenticar
conforme a normas de derecho, todos los actos voluntarios que engendran obligaciones y
derechos. Es, en otros términos, el artífice por excelencia de instrumentos cuya vida pública, o
de publicidad o de conocimiento por extraños, se inicia en su oficio y continúa a través de otros
pasando de mano en mano en un interminable acabar 33”. El mismo Vidal, a su vez en el libro
Derecho Notarial Chileno, sostiene que la Corte Suprema en sentencia de 1989 consideró a los
Notarios como servidores públicos, siendo a la vez colaboradores o auxiliares del Poder
Judicial.

Para Pizarro34, “El notario siempre ha estado atado a una función autentificadora, al conferir a
determinados documentos fuerza probatoria y ejecutoria. Si bien es un funcionario público algo
extravagante, en el sentido que no es remunerado por el Estado, sino por sus clientes, queda
supeditado al control disciplinario de las respectivas Cortes de Apelaciones”.

Por su parte, Abeliuk35 propone que “la responsabilidad de los notarios, conservadores de
bienes raíces y otros funcionarios públicos que requieren título profesional y cobran derechos a
quienes requieren sus servicios, es extra contractual; la forma especial de remuneración no
quita la calidad de función pública a sus servicios, y no basta para darles categorías
contractual”.

Cea y Vergara36, plantean que el notario es un ministro de fe, porque "Es un funcionario público
autorizado para dar fe de los contratos, testamentos y otros actos extrajudiciales, conforme a
las leyes", como bien lo define el Diccionario de la Lengua Española. O como lo señala la
legislación vigente: Los notarios son ministros de fe pública encargados de autorizar y guardar
en su archivo los instrumentos que ante ellos se otorgaren, de dar a las partes interesadas los
testimonios que pidieren, y de practicar las demás diligencias que la ley les encomiende”.

Desde el punto de vista de la responsabilidad civil por las actuaciones de los notarios, Enrique
Barros37, señala que éstos (al igual que conservadores de bienes raíces y martilleros) ejecutan
30
En el mismo sentido dictámenes números 1.487 de 1989 y 7.898 de 1988.
31
Dictamen 22.016 de 1986.
32
Vidal, Ignacio. Derecho Notarial Chileno. Editorial Fallos del Mes. Pág. 45.
33
Vidal, Ignacio. El secreto profesional ante el notario. En: Revista Ius et Praxis. V.8 N°2 Talca (2002).
34
Pizarro, Carlos. Responsabilidad Civil de los Notarios. En: Revista de Derecho Universidad Católica del Norte.
Sección: Estudios Año 18 - N° 2. (2011). Págs. 137-149.
35
Abeliuk, René. Las Obligaciones. Tomo. II. Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 4a ed. (2003) Pág. 827.
36
Cea, José Luis y Vergara, Alejandro. En: Revista de Derecho, Vol. II N° 1-2. (Diciembre 1991). Observaciones de
Ministro visitador a ciertas actuaciones notariales. Disponible en: http://mingaonline.uach.cl/scielo.php?pid=S0718-
09501991000100007&script=sci_arttext (Enero, 2014).
37
Barros, Enrique. Tratado de Responsabilidad Extracontractual. Editorial Jurídica. (2007). Págs. 481-534.
funciones públicas que son ejercidas privadamente, y ello implica que no se cumple el
presupuesto para que su actuación comprometa la responsabilidad pública, porque no se
satisface el requisito de que el daño puede ser atribuido a la administración.

Por su parte la Asociación de Notarios y Conservadores de Chile 38, en su sitio web, se hace la
consulta: El notario ¿es un funcionario público?. La respuesta de esta organización es: “Entre
quienes dedican parte de sus estudios a lo notarial es un debate amplio el determinar si el
notario es un funcionario público o no. Algunos lo consideran así, otros, en cambio, sostienen
que es un profesionista liberal, y otros sostienen que el notariado es una función pública
desarrollada por un profesionista liberal. Históricamente, dice Pérez Fernández del Castillo, fue
la Ley del Ventoso XI de 1803 la que por primera vez estableció que el notario es un funcionario
público.”

Por último, cabe hacer presente que la doctrina nacional conocida no se pronuncia,
particularmente, sobre si los notarios pueden ser citados por las Comisiones Investigadoras en
atención a su calidad de servidores públicos.

38
Asociación de Notarios y Conservadores de Chile. Fe Pública y Función Notarial. Disponible en:
http://www.notariaalfredomartin.cl/nycregiones/fepublica.php (Enero, 2014).

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