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2. EL CASO.
Adicto es sorprendido portando más del doble de la dosis personal de marihuana
en 2011.
3. PROBLEMA JURÍDICO.
La dosis personal.
4. POSTULADOS DE DERECHO DEL PROBLEMA JURÍDICO.
PRIMERA INSTANCIA.
Esta decisión fue proferida por el Juzgado Tercero Penal de Socorro – Santander,
no se encuentra mucha información frente a sus argumentos.
- Fundamento.
La tenencia de más del doble de la dosis personal por personas adictas es
constitutiva de delito.
- Respuesta al problema jurídico.
Si constituye ilícito penal.
SEGUNDA INSTANCIA.
Esta decisión fué proferida por el Tribunal Superior de San Gil – Santander, no se
encuentra información detallada frente a sus argumentos.
- Fundamento.
El porte de droga que exceda considerablemente el monto de la dosis personal no
puede ser tomado como dosis de aprovisionamiento.
- Respuesta al problema jurídico.
Si constituye ilícito penal.
LA DECISIÓN DE CASACIÓN.
Providencia proferida por la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de
Justicia.
- Fundamentos de la demanda de Casación.
7. COMENTARIO.
El tema de la dosis personal se ha caracterizado por poseer un carácter
controversial. Este contrapone derechos de raigambre constitucional como la
salud, seguridad pública y el orden económico y social de un país; motivo por el
cual no puede ser abordado de una forma muy lapsa, por facilitar la comisión de
delitos y el daño de bienes jurídicos tutelados por el estado, ni absolutamente
restrictiva por atentar en forma directa contra la integridad y derechos
fundamentales del adicto.
La connotación de enfermo para el adicto realizada por el constituyente mediante
el acto legislativo 02 del 2009 es acertada, pues más que revestir un carácter
delincuencial, el consumo de droga es una manifestación de la afectación a la vida
digna y saludable del consumidor de sustancias psicoactivas en razón de su
dependencia.
Es menester resaltar, que siendo la adicción una enfermedad resulta
improcedente una sanción de carácter punitivo para el adicto, resultando
necesarias medidas de orden administrativo que permitan la rehabilitación y
reinserción de los drogadictos y la conservación de los bienes jurídicos de salud,
seguridad pública y el orden económico y social.
Empero, gran cuidado debe tenerse frente al análisis de la conducta atípica de
porte de droga para el consumo, y la delictiva de porte de droga para el
expendido, comercialización y de más acciones de carácter delincuencial
constitutivas del tipo penal de narcotráfico, pues una regulación débil y permisiva
frente al porte de droga para el consumo puede derivar en la excusa y medio de
comisión de verdaderos delitos de narcotráfico.
En este orden de ideas, resulta imperativo definir criterios razonables para la
determinación de las cantidades de droga cuyo porte es despenalizado, siendo la
prueba de la finalidad y de la necesidad del portador de la droga indispensable
para el análisis de cada caso en particular.
Desde este punto de vista, y con las salvedades enunciadas, se considera
acertado el criterio de la corte en la jurisprudencia en comento.