HUET
ul
MITO
DISTANCIA Y MENTIRAY
que llamamos «(ilosofia» todavia es, a pesar de todo, la «filosofia»
de los griegos; mientras que nuestra «economfa»—tratese de la disciplina
‘0 de su objeto—y la «economia» de los griegos tienen poco o nada en co-
‘min, Hablamos con frecuencia 1o», sea en sentido genérico, sea en
sentido especifico: «los mi
am Pee
Lo
0 de un intenso debate sobre los mitos griegos y sobre la nocién grie-
ga de mito (dos temas relacionados pero no idénticos) iniciada a principios
de la pasada década." Se ha puesto en duda la posibilidad de identificar un
spo espectfico de estos denoyinddon7os~ QDCoyaz05 DE MADERA
reconsiderarla una vez més.
1. En el segund educaci6n que
hha de impartirse a los guardianes del estado. La cual prevé «la gimnasia para
el cuerpo y la miisica para el alma». Pero la misica «conlleva discursos
[Abyouc}», que pueden ser «verdaderos o falsos>. La falsedad se extirpa des-
de la primera nifiez. 8
. Estos plurales
lespectivo: tanto vale
10 (46706? uo00AS YH) basado en
consideraciones sobre i
el rapto de Oritia por Béreas y fortm
amplio en que entra dicho relato. Por sus palabras sabemios que centauros,
jorgonas y lems son un ingrediente usual de este tipo de relatos. Lo que
une a ina la vez humanas y ani-
malescas 0 procedentes de la combinacién de distintas especies animales.
Casi cuatro siglos ms tarde, Dionisio de Halicarnaso identificé en estas fi-
guras hibridas el elemento mitico (1005) del que afirmaba orgullosamen-
) haberse liberado:
J en que no afade
yen que no dedica su escricura a en-
hhablando de ciertas lamias de sel
anfibias que salen del Trtaro y nadan por el mare hibridos de miembros ani
{que entran en relacin con hombres, y fhablan] de proles semidivinas [nacidas} de
acoplamientos de mortales y dioses y otras historias que en nuestra época parecen
MOU eee’
Ia actitud de
‘modo estable el término griego a una catego
otra intentaba distinguir, en el interior de los relatos,
fton hasta ef momento comentados—el segund
de La replica y el Fedro—muy probablemente corresponden mis o me-
vi6 posteriormente a la cuest
co de una viva polémica con la filosofia de la escuela elestica? Desde el
pulos, la negacién imy Lo quie no es, no es». En
Sofista, el forastero de Blea, portavoz de Plat6n, se opone a esta postu-
1a distinguiendo entre negacién absoluta y negacién determinada, entre
«no ser» y «no ser alguna cosa». Posteriormente esta argumentacién se
1 del didlogo, introduciendo el tema del discurso
biervo que el no ser es un género determinado entre
los demas géneros, y que se dstribuye sobre toda la gama de los seres.
Teter: Exactamente
Forastero: Pues bien, lo que ahora hemos de ver es si esto es propio de la opinién
y del discus.
Teeteto: Y por que?
Forastere:Si no les es propio, es inevitable
to, les es propio, entonces se generan las oj
todo sea verdad
por el contra
‘algunos puntos ctados en el ensayo «Representa-
7 endo en cuenta especialmente N. Denyer, Langua-
6 Thought and Faieuod im Ancient Greek Philosophy, Cambeidge 1993, de quien he aprendido
mucho,
45‘0JA205 DE MADERA
En este pun
tre verbos (bina)
sigue:
Forastero: Nombres aislados enunciados juntos no constitayen un discurso; lo mismo
puede decirse scompafiados de un nombre. (..] Por
‘all, y todos los nombres que indican a los.
ce una serie que no constiuye discurso alguno: tanto en este caso como en el
precedente, de hecho, los sonidos pronunciados no indican accién, 0 inaccién o ser
fen referencia aun ser 0a un no ser, en tanto que los nombres no sean mezclados con
los verbos.
Sélo a partir de una proposicién minima de! tipo «el hombre aprende>,
0 y verbo, podemos hablar (concluye el forastero de Elea) de
discurso verdadero o falso: el primero referido a lo que es, y el segundo a lo
que no es."
3. Enel tratado De la interpretacin Aristoteles reelabora las conclusiones al-
canaadas en eSofsta. En primer lugas, atentia las distinciones entre verb«
(nara) y nombres (bvipara): «
verbos son nombres y significan algo [.] pero atin no indican si es o no es»
(16b20). En segundo lugar observa que «no hombre no es un nombre. [..] De
hecho, no es un discurso ni una negaci6n, sino un nombre indefinido (8voua
6piatov}> (16a30). Lo mismo vale para los verbos (por més que Aristételes
no dé ejemplos de «verbos indefinidos»):
10. Enel
11, Cie LM. de Rij, Pao Soph. A Philosophical Commentary, Amsterdam 1986, pp
, Platsn soyenia que eambién los nombres tienen valor de verdad (para
En sos lecciones denominadss The Pbilaapy of Log
errand Rusellafema haberse pet
posiciones (y no ls nombres) son pasiles de verdad
Wingenseein (of B. Rassll, Lagicand Kavaledge. Essay ed de RC. Mas
res, 1966, p. 187, sobre el cual véase N, Denyer, Language. 15,214.83)
46
Ciertamente es necesario que la negacién diga siempre
as que quien dice no bombre no dice nada mis que bomdre, y no ha llegado a dec
de algo que es verdadero o falso, si nose le aiade alguna cosa. (30431-3235)
Estas jones habian sido introducidas, al principio del tratado De
la interpretacién, (16a9-18) por el siguiente pasaje:
En realidad lo falso y lo verdadero conciernen a la conjuncién y ala separacion. Mas
los nombres, de por si, y los verbos, se parecen a un pensamiento sin vonjuncién y
separacién, por ejemplo bombreo blanco, sino se le aiéde algo. Ci
es verdadero
formulada por Platén en el Sofista, segin la cua
(por ejemplo «ciervor, E.aipoc) aisladamente considerado no,es fal
dadero, es recogida y reforzada por Ari
hircocervo (rpavéAapoc):
que en el pasaje recién
da en otras obras de
que la esfinge, el hicocervo
En los Analitico segundos (gxbq-8) se lee:
."°
‘operador logico en tanto que entidades carentes (como dirfamos hoy) de va-
lor referencial."* Pero ala larga, los dos émbitos—el de la Logica y el de la re~
flexin sobre el mito—terminarin entrecruzindose.
4 Durante siglos, la nica via de acceso a los escritos légicos de Aristételes
fueron en el Occidente medieval las traducciones y los comentarios de Boe-
cio. Figuraba entre ellos el tratado De la interpretacién, acompafiado por un
comentario del que hay dos versiones de distinta longitud. Al llegar al ejem-
plo del hireocervo, Boecio no logra contener su propio entusiasmo: jdemos-
trar que un nbmbre aislado no es verdadero ni falso por medio de un nombre
conipuesto, y ademés un nombre de un ser inexistente!”” «La originalidad
la extraordinaria sutileza [exempli novitas et exguisita subtilita] de este ejem-
plo lo hacen may eficaz>. A cohtinuacién pasa a comentar la frase «no es atin
verdadero o falso si no se le ha aitadido el ser ono ser, o en absobutoosegin ef
tiempo» (a curso es mia}, Esta vontraposicién es relacionada por Boecio con
la existente entre enunciados «segtin la esencia» y enunciados que afiaden
algo que «sefiale cierta presencia (praerentiam quandam significet)». Y sigue
Boecio:
De hecho, cuando decimos «Dios ex» no decimos que «es ahora», sino silo que &
en esenci, por lo que nuestra afrmacin se refer al inmutabildad dela sustan-
cia mis que un tiempo cualquiera. Pero si decimos «es de diam no nos referimos a
Inesenca del 6 como si dijéramos «esas
segunda. «Ser algo» pue-
dos maneras 0 absolutamente[simplicter]o sein el tiempo; absoluta-
el tiempo presente, como cuando uno dice «el hieocervo es». Pero lo
gue se llama presente no es un tiempo, sino una discriminacién entre tiempos dis-
tintos: de hecho, el final del pasado es el principio del fururo [... De hecho hay
in textual propueta por LM. de Rik, On Betius" Notion of Being,
‘0 Rely, ed, de E. P. Bos, Northampton, 1989, p. 27, nota 43.
8
(como hemos dicho) dos tiempos, el pasado y el futuro. Si uno habla en presente ha
‘en absoluto; si habla en pasado o en fururo, habla segin el tiempo, Hay ademés
tuna tercera explicacién, A veces utilizamos el tiempo para hablar de manera indefi-
nida: cuando uno dice «el hircocervo es, fue, sera, esto se dice de manera inde
dda y absoluta [indefinite et simpliiter], Pero sia lo que se ha dicho de manera abs
ta uno afade «es ahora», «fue ayer» o «ser maiana»,afade el tiempo.”
sy Moe empiens interpretndo elie expen de t=
18, Anicii Manli Severin’ Boethi, Commentariinlibram Aries Tepi_ épunveiag.
par poster, ed. de C. Meisr,,Lipsiae 1880, pp. 49-52: «Maximar vero vim habet ex
pli novitas et exquisita sul
3s, Ad demonstrandum enim quod unum solum nomen neque
‘verum sic neque lsum, posuit huiusmodi nomen, quod eompositum quidem ese, nll &a-
‘men cus substantia reprirerr Si quod ergo unum nomen vriatem poste filsitatemvereti-
rere, poset huivsmodi nomen, quod ex hitcocervus, quoniam omnin in rebus nla sube-
esignare, sed non designat aliquam flsatem. Nisi enim dicate
10m ess, quamguam ipsum per se aon si, slum tame dictum sbi
fas in eo sermone verive perpenditur.[_.] Hoe vero idirco addidit, quod in quibusdam ica
cenuntiationes Sunt, ut quod de isi dicitur secundum substantiam proponatu, in quibusdam
Additur non sibstantiam sed prasentiam quandam significt. Cum
sd nulla die subsantiam perinet suioner,
‘quod significa.
designemus,simpliciter ese addimus, cum vero ita ut aliquid pratsens significenu, secundum
tempus. Hee una quam diximus expos sod est ese aliquid duobus mo-
dis die: aue i us Simplicicer quidem secundum praeses tem
us, ut si quis dicat hircocerrus eet. Praesens autem quod dictur tempus non ext, sed con-
nium eexporum: fi
secundum preesens hoe sermone quod es exe utr, simpliiterwtitur, qui veo au praeteri=
cum iungit au fururum, ile son simplicite, sed iam in ipsum tempus incurit. Tempora nams-
rum est) duo ponuncu: praetericum atquefarurum. Quod si quis cum praesens no
plier dict, cum utrumlibee praetericum vel fuurum dixei, secundum tempus
utturenuntiatione. Est quoque teria huiusmodi exposito, quod aliquotiens ia tempore uti-
indefinite dicamu: ut si qui dicat, est ircocervus, fut hircocerms, eit hireoceras,
indefinite esimpliciter dictum est Sin vero aliguisaddat, mune est, vel hei fit, vel ras
hoc ipsum esse quod simpliierdicirur,addt rempuse. No conozco discusiones ana-
lies de este pasa; una referencia en G. Nuchelmans, Theis f the Prapaston cent and
Medical Compton of Bearers of Truth and Feb nes 1973, . 133
19. Esta interpretacin es eautamente sus fen su comentario al D
terprestone (Oxford, 1963, 115)
au seeundy
ramque est practerid fuurique principium. Quocites quisquis
49(1420S DE MADERA
dad es el
nada de la segunda explicacin, que identifica el presente («es»)
con el mbito atemporal, y el pasado y el futuro («fue», «seré»), con el m=
(0 temporal. Viene luego la tercera explicacién: ademas del presente, tam-
i el pasedo y el futuro pueden ser considerados «indefinidamente y ab-
solutamente> (indefinite et simpliccer) servo es, fue y sere. Las tres
explicaciones (entre las que Boecio no escoge)” limitan progresivamente to-
4as las determinaciones temporales del verbo «ser» a la consideracién «se-
el «hircocervo», exponente de una clase vacia, resulta ser un
1co poderosisimo, Es como asistira la invencién del cero.
Se ha insistido mucho, y de modo quizas excesivo, en la escasa 0 nula ori-
sginalidad de los comentarios de Boecio a las obras légicas de Aristételes. Se-
sin la hipétesis actualmente més acreditada, Boecio habria tenido acceso a
tuna serie de glosas en griego, quiz procedentes de la escuela de Procl
figuraban en un ejemplar del Organon que él poseia.” Pero parece poco pro-
bable que tales glosas incluyeran el comentario antes citado. Més bien la
imacién «sélo hay dos tiempos, el pasado y el futuro» parece una.varian-
te de Ia célebre afirmacién de san Agustin en el libro x1 de las Confesiones:
«alos tiempos son tres: presente de las cosas pasadas, presente de las cosas
presentes y presente de las futuras»."? Al presente de san Agustin, que lla-
maremos existencial, opone Boecio un presente atemporal y légico. Es una
20, Lo cuenta LM. de Rij, Om Bees’ Notion of Beng cit, . 14.
les traducido por Boecio: «Nomen ergo es vo signficativa secundum placi-
J verbuen autem ext quod consignifcat empus» (Anicit
5). Los términos
calean ls expresiones Gépiotov, 16339; ara,
sérvese que en el comentario a epi épurveiag «630 la expresisn Svona
daca por Boecio como «nomen infinitum» en vez de windefintums: «et nomen hoe, quod
sil defnium designaret, non dicerecr sim
sentbus, pracsens de furribus»
“sae eee eee eee OO ko oo oe oe oe oe
arto
polémica que surge con distintas formas en otras obras suyas. Dios, se lee en
cl Quomodo Trinitas unus Deus, «es siempre»: pero no en el sentido de que
«siempre fue, siempre es y siempre seré», pues esto puede decirse del cielo
y de los dems cuerpos inmortales. Dios «es, porque es en un eterno pre-
sente>, que difiere del nu la eternidad d
dad: distincién ésta ausente del De Trinitare de san Agustin, obra de
no obstante Boecio declaraba ser deudor."*
5. «Dios es», «el hircocervo es»: el
xisten en la di
vergencia para ja un atento andlisis de la teferencia formulada
por Boecio pocas paginas antes a las «quimeras ya los centauros que los poe
tas finserumt>. Y, mu .cémo traduciremos esta palabra: «fabri-
poetarum: llamar dioses ioses», afirmaba san Agust
7) a propésito de la obra de Apuleyo Sobre el demonio de
, Macrobio observaba que
poribus secundum
Per pracsentis ex
ad divinarum, quod nostrum nunc quasi curtens tempus fc
Notion of Being, cit. . 16). Las observ
de esta tradvcca,()A205 DE MADERA
en ocasiones «bajo el casto velo de las invenciones se dan a conocer [las co-
sas sagradas> (sacrarsm reren: natio sub io figmentaruam velamine(..} enuntiat
tuna observacién inicialmente basada en los mitos de Plat6n, tan distintos de los
‘escandalasos mitos sobre los dioses, aunque posteriormente ampliada a Home-
ro, «fuente y origen de toda sabiduria divina», que «bajo el velo de la ficcién
postica habia dado a entender la verdad a los sabios» (sub
verwm sapientibus intellegi dedi)
sito
cra la postura de Boecio?
Quias reocervo aducido por Aristé-
teles era el de quien ve abrirse de par en par un campo de indagacién inex-
plorado, Inmediatamente después de 515-516, fecha probable del segundo
6 de empezar a trabajar en el
En el proemio observaba
Arist6teles no habia es tema, Teofrasto lo
habia hecho de modo sumario y Endemo se hal ado a esparcir las se-
ara Boecio se trataba de un resultado del interés por la oratoria
a comentar los Topica de Cicerén dedicéndoselos a Pa-
Sagrado» (quizas el mismo destinatario del tra-
dos silogismasbipoévcos (5
tado Sobre los silogionasbipotétes)” Algunos de los silogismos analizados por. ~
Boecio, como el compuesto por dos proposiciones hipotéticas («Si a es b, ¢
s ds), recuerdan irresistl el planteamiento logico de las leyes ro-
manas.” Veamtios un ejemplo sacado de las Institutiones de Cayo (tv, 37): «Si
e.». Pero supongamos
ue el acusado (o la victima del hurto) sea un extranjero: en tal caso, comen-
1a Cayo, se le atribuye, en la medida en que la ley lo permita (si mado iusttm
véanse las tabla resumen en ls pp.
29. Boe, De
ridicas.” Para el senador romano Boeci
io poético-religioss
que, en un dmbito muy pi
6. Segiin una interpret
fisicos autoritarios de ascendencia plats
rederos de saberes pormenorizados y locales como la sofistica, la ret
Ja casuistica.™ El caso de Boecio es suficiente para mostrar la falta de consis-
tencia de semejante contraposicién. La importancia de las fictioneslegales y
ret6ricas podia reconocerse en el ambito de una ontologia de tipo platoni
zante, si no directamente gracias a ella, mucho antes de que fuera redesca-
bierta en un texto capital para el pragmatismo (Hans Vaihinger, Die Pbilo-
opie des Als-OB).*
La obra de Boecio es importante tanto por su valor intrinseco como, to-
davia mas, por su enorme influencia. En el siglo x1 los escritos lgicos de
Aristételes traducidos y comentados por Boecio fueron redescubiertos ¢ in-
luidos en el curriculo escolistico, convirtiéndose asi en parte integrante de
Ja formacién intelectual de generaciones de estudiantes.” Entre quienes
promovieron este redescubrimiento se contaba Abelardo. En sus glosas a
De Ia interpretacién registr6 con aprobacién el entusiasmo de Boecio por el
ejemplo del hircocervo, precisando que Aristételes «escogié una palabra
provisca de significado, si bien referida a una cosa inexistente, pues de haber
36. Cir J Isc, «Le Peri Hermencat» en Osident de Bose 3 Saint Thomas, (en
lap. 36 un grifco resume efcazmente I difsién de los manuseWe PER
(074205 DE MADERA
escogido una palabra carente de significado la ausencia de verdad y falsedad
se hubiera mostrado ligada a la falta de significado y no a la elementalidad
(simplicitas] de la palabra».” No se trata de un pasaje aislado. La insistente
+ reflexién de Abelardo en términos a (fictae subs
tantiae), como bircocervus, chimaera, phoenix, postula una relacién problems-
tica entre lenguaje y realidad.” El simbito del significado, que Aristételes
sélo habia considerado de modo marginal, adquiere una importancia central
nes de los flésofos de las escuelas.””
én en un plano menos abstracto tuvo profundas repercusio-
2) Dante
f4 como fictio thetorica musicaque poita: no como una «in-
ica, sino como una construccién «compuesta con ayuda de la
retorica y de la misica».” La poesia es fictio—palabra etimol6gicamente li-
ada a figulus, ‘vasallo’—, asi como el poeta Amaut Daniel «fue el mejor for-
la materna» (Purgatorio, 26, 117). Para Dante el lengu:
que retorcer y martillear. Pero la poesia también es fcto, pues,
legal, constituye una realidad que es verdadera a todos los efec-
al. En una pagina citada por santo To-
\dudablemente conocida por Dante,
inguir una fictio que es mentira de
una fictio que es aligua figura veritatis: de otro modo «todas las cosas dichas
por los sabios y los hombres santos, o incluso por el propio Dios de forma fi-
gurada [figurate), serfan consideradas mentiras porque, segzin la interpreta
ci6n habitual, en tales expresiones no prevalece la verdad>.*" El acercamien-
ue denotan sustancia fi
37. Pever AbuelarisPhilesopicbe Scriften,
Logi wbnredientibu, 3, Die Goon 2
isn, ed de B. Geyer, Munster. W. 1927, p. 333: «Praeterea vocem elec sig
ents rei ne si vocem signification omnino caentem poneret,ipst
‘on-signifiatio vide igifcationem ver ells, non simplicitas voc
38. Clr. DE Blackwell, Non-Ontlogisl Construct. The Effect of Abelard’ Logical and
Echicel Theories on His Theslogy: A Study in Meaning and Vnrifaion, Berna, 1988, en especial
a. $5 3 4: Cum autem Fei nostra relertr ad aliquam sig-
s.Aloquin omnia quae a sient
sunt, mendaciarepuabuntur quia,
um, aed aliqua Figura ver
fanctis vii, vl etiam ab io Domino Big
54
to de los sabios antiguos a los santos y ala Biblia bajo el signa de lo figura-
do se desprende de la conviecién de que Dios, al ditigise a los hombr
adecué as
nficicia [fctis imagination
wrez. La interpretaci6n alegérica de Homero legitima
terpretacién alegérica de la Biblia: como observaba Escoto Eris
ologia es en cierto sentido po
una célebre carta (Fan
idénticas: «La teolo;
quin dicam theologian poeticem esse de Deol» En su Trattatell in laude di
Dante, Boccaccio tradujo, con alguna ampliaci6n, las consideraciones de Pe-
trarca. La contraposicién tradicional entre la teolo,
nada
por medio de mitos feicos Yala] y simltudes alegorcasscoa
a
imas, erréneas y contrarias
claras:
con palabras rm
4. Cf A. Funke
Telia ¢ imaging
ci)
‘43. «Quemadmodum ars poetca perf
lem doctrinam seu physicim componit ad humanoram
|, Theolagy and the Si
ientfca, Torn, (996), BP‘OJAz0S DE MADERA
+ Siguiendo este camino se llegaria a las bestias de Vico, parientes de las
~primeras gentes en los primeros siglos», que, escribe Boccaccio, «aun sien-
do muy risticas e incultas, tuvieron un deseo muy ardiente de conocer la
verdad por medio del es La nocién de una anti
poética» expresada por los mitos presuponia, reelabors
tegument d
via: que en
‘Aeesta consideracién cabe afadir otra menos ob-
3 intelectual la conciencia de la naturaleza men-
daz de los mitos, y por extensién de la poesia, ha acompaiado como una
sombra a la conviccin de su verdad oculta. La fit
y constructiva, ha proporcionado una salida a las dos
bles en un planio
al, de la poesia como verdad y la poesfa como mentira.
ero la autoridad de Horacio ensefiaba
ss, como sirenas 0 hircocervos, en
in mundo ficticio a la realidad y vicevers
0 de las reglas al de las metarreglas,
ides de la especie humana." Pero es en una cultura
specifica (Ia nuestra) donde la distincién entre estos niveles ha
da con sutileza en ocasiones extrema
cel impulso sucesivo y convey
esti ante nuestros ojos, incorporado a los objetos que manipulamos
do el computer con que escribo estas palabras). En el patrimonio t
que permitié a los europeos conquistar el mundo figuraba ademis la capaci-
acumulada con el paso de los siglos, de controlar Ia relacién entre visi-
ble invisible, entre realidad y ficcién.
Ciertament
.
0ya208 DE MADERA
—= a
Kieertigor mayors quel muere. Ahora tien, dado que a vida crn es PE
tranny quel vida presente y los torments tera on un castigo mayor quel
srucre noi, ejusto que todos quienes desean (obedeiendo ala autoridad) evitar
Ir clamidad dela contain y dea guerra vie pregunen qué se entendeen las
tran doreetys terms y por qv F355,
hombres eteramenteatormentads,y por qué
ye
actos obendran'fs vidi
Por medio de una piofodgalldcségisis HREBUEE @éncluye que las escritu-
tas hablan de salvacién general y no de vida eterna garantizada a los indivi
duos singulares; de muerte eterna para los réprobos el dia del juicio final
no de tormentos eternos, de fuego infernal y de salvacién en sentido metafér
co y no respecto de lugares fisicos. Pero todavia més importante que estas
respuestas es la pregunta planteada por Hobbes.
5. Para Hobbes, el derecho
ibertad de conciencia silo era vido para
Guienes compartiesen el punto esencial de la doctrinacristiana, la fe en Jesis
como Cristo. Escribe Hobbes:
funcidn de hacer que los hombres
inguna relaciin con la coaccidn y el
depende de ellos.
ysados en la razén
Depende solamente de la certeza 0 probs
‘en cualquier cosa en que los hombres ya crean.
Para Bayle este derecho tenfa que valer para todos. Sostiene, sirviéndo-
1a imaginaria sociedad de ateos, que la convivencia hu-
igiosos; y sostiene, sivién-
se del ejemplo de
‘mana también es pos
fe, la tolerancia thinitada To que'amenazaba la estabilidad de la sociedad ci-
vil, sino la teologia politica cristiana en sus versiones enfrentadas."*
cap. xxv, pp. 478-479 (las cursivas figuran en
ation ofthat great LEVIATHAN,
“ParFel andnimo lector-de Bayle-que publictucn La Havin 6 hela letasei
| prit de Mr: Benoit de Spinosa, posteriormente reeditado como Traité des Tros
: Pbilmente pasajes de , de Hobbes,
tores libertinos (Charron, La Mothe L8 Vayel Nati): Pero habia cotrdc-
ciones y afadidos que daban un nueya.sentidp a ey ih de citas dis-
fae Las ents con qe La Moe net ee slo
entre mit asajes dela. Biblia eran sistemjticaniente.elimina-
los hombres con 3
mito fundador del poder atjsoluto se aduéfa eh Léspritude Mr: Beno
ase para negar gue slos-prplecasy! sil
de lo comin bal jeran sid ereadds exprésameite pats fecteinar Jos Oicu-
los de Dios» 2” Era ti hiod sd jo ena le ivitomo
mentira, Pe “ib aeteuta ih
iuides ignorantes, para el a
Mr. Benoit de Spinosa era ra de Ia
por los «pol(OJA20S DE MADERA
su propio interés personal. Bastaria para ello que hiciera uso de su propia razén;
¢s imposible que dejéndola actuar no descubra la verdad.
+ + Elangnimo autor reconocia quell DIONE BESO
xo rechazaba enérgicamente la «absurda maxima segts
aT yaya cl pct, qué no x capes de conocer.
‘décadas, buena parte de Europa fue inundada por li-
del autor anénimo de
Lispris de Mr. Benoit de Spinosa: basta con que el «pueblo» utilice «su propia
razon para descubrir la verdad. Reconocemos en esta ardiente volintad de
comunicacién, que no acepta barreras ni censuras, los rasgos tipicos de la
ilystracidn. Lo mismo puede decirse del concurso convocado en 1777 por la
as y Letras sobre el tema Es ttl engariar
sido propuesto a Federico If por d’Alembert. Que se
junque sélo fuera en el circulo
«Nuestra tiempo es precisamente el tiempo de la critica», pero la re
Jacién suelen sustraerse a su examen, dando por ello «motivo de jus-
poco después Kant en el prefacio de la Critica de la
palabras audaces, lnego suprimidas en la segunda edi
los dos vencedores del concurso berlinés era un profesor de ma-
temiticas emigrado de Saboya, Frédéric de Castillon, Su respuesta a la pre-
gnc formula por AlemberT era firmadva, si Bien atenuada por eautelas
y distinciones, observando que se ren
cosa se hace, como ya hemos dicho, por el mayor bien del propio pueblo».
Y advertia: «Pero aunque este principio es verdadero, es absolutamente ne-
tot Titties pire designer Benederde Spine it, pp 67,69,
3
ystderaba que Ta causa «de Tos desordenes, de Tos defitos, de las masacres t
atuitamente atribuidos a la religién cristiana» no habian sido «los error
lfndidos entre el pueblo por sacerdotes a lo largo de varios siglos,
jen la indiscrecién y la imprudencia de quienes la han desenmascarado».
thejor proceder lentamente, paso a paso, llevando al pueblo de un error ma~
yor a otro menor, como ha sucedido en las religiones paganas yfinalmente en
el judafsmo. ¥ aqui Castillon proporcionaba un ejemplo de «error nuevo»
que era al mismo tiempo un «error menor»: el patriotismo. Que es, explica-
ba, un camino intermedio entre «el grande y verdadero principio fundamen-
I> de la fraternidad entre
dominante «entre pueblos m:
con posterioridad, segtin el cx lo piensa en si y en su propia
familia. El patriotismo se habia impuesto por medio de la intsrvencién con-
junta de «legisladores sabios y desinteresados» y «jefes de estado interesa-
dos», movidos solamente por la avidez, los intereses y la sed de poder: una
combinacién de evemerismo e impostura. En este «error menor, en esta
: una saluc
aa la alternativa contemplada por Napoledn («de aqui a cincuenta afios
Europa seri republicana 0 cosaca»). Marx prevefa con justeza que
s, sini
co verso que el esnobismo parnasiano de Bloch (el amigo del narrador de la
Recherche) salvaba de toda la obra de Racine por tener el mérito de «no sig-
nificar absolutamente nada» es, de entre todos los de Phédre, el de més den-
stdiael nombre propio como wenunciad mito
Bast of the cataract. Sino me
-mamen (1896). Sobre Usener,véase el perfil, basado en mate-
omer, en Class Scblarabip: Bsgraphcal Enccopadi,
90. pp 462-478.
ae sobee bases algo distnta a idea
1. El punto de vista agut indicado permite refoe
de apes ni verdader ils propusts po los romdncsingleses ce M. H. Abb
“Tae Minar te Lap, Oxdord 953, emp. 1974 (Le pei ee komad,
1976), pp. 320-326.
Paris, 1954p 110 (
ym et etapbore,
nas. Maxime Du Camp cuenta que
Flaubert i no obstante «un
vers teh plus cue eit
“Lafilede Pat
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u
REPRESENTACION
1. En las ciencias humanas se habla mucho, y desde hace mucho tiempo, de
-«tepresentacién»: éxito debido, indudablemente, a la ambigiiedad del tér-
‘ino. Por una parte, la representacidn lo es de la realidad representada, de
mod que evoca su atisencia; por otra, hace visible la realidad representads,
y por ello sugiere su presencia) Pero esta contraposicién ficilmente pox
deshacerse: en el primer caso, la representacin esté presente, aunque s6lo
sea como equivalente; en el segundo, termina remitiendo, por contraste, ala
realidad ausente que pretende representar.' No me entretendré en este mo-
lesto juego de espejos. Tengo suficiente con dar a entender qué han podido
encontrar en el térming srepresentacién, una y otra vez, en tiempos re-
cientes, los criticos del positivismo, los postmodernistas escépticos, os cul-
tivadores de la metafisica de la ausencia
Lt oscilacién entre sustitucién y evocacién mimética ya figura, como
observ Roger Chartier, en la voz représentation del Dictionnaire universe! de
Furetire (1690). Se citan en él tanto los maniquies de cera, de madera 0
de cucro que se colocaban sobre el catafalco real durante los funerales de los
soberanos franceses o ingleses como el lecho finebre vacfo y cubierto por un
lienzo mortuorio que atin més antiguamente «representaba> al difunto so-
berano. La voluntad mimética presente en el primer caso estaba ausente en
el segundo, pero en ambos se hablaba de «representaciones». Tal es nuestro
punto de partida.
2, El testimonio mas antiguo sobre un catafalco vacio en un funeral regio es de
1291: en aquel aio, como informa un documento conservado en los archivos
ties, Le monde comme repréemtation on «Annales BSC,
ana denuncia (ya la ver un:
ain, lage, ne, deonomie, Les sures byeee eee eee eee eee
CARLO GINZBURG
OFAZOS DE MADERA
NUEVE REFLEXIONES SOBRE LA DISTANCIA
‘TRADUCCION DE ALBERTO CLAVERIA
Ediciones PeninsulaCONTENIDO
Prefacio
1. EXTRANAMIENTO, PREHISTORIA DE UN PROCEDIMIENTO LITERARIO
MIT. DIStANCIA ¥ MENTIRA
REPRESENTACIGN. LA PALABRA, L4 IDEA, La cosa
'% ECCE. SOMRE LAS RAICES ESCAITURALES DE LA IMAGEN DE CULTO
¥. {DOLOS F IMAGENES, UN PASE DE ORIGENES ¥ SU FORTUNA
ESTILO. INCLUSION ¥ ExcLU:
DISTANCIA Y PERSPECTIVA. Dos METAFORAS
MATAR A UN MANDARIN CHINO, MMPLICACIONES MORALES DE La
1X, UN LAPSUS DEL PAPA WoyTYLA.
Indice de nombres