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GRUPO 1: PRÁCTICAS. DÍA 7- O5- 2018.

Tanto Fermín como Ana se enamoran mutuamente. Pero tanto él como ella no se lo pueden confesar a si
mismos, por los prejuicios que conlleva el ser ella una mujer casada y él un sacerdote. Ante esta
circunstancia , Ana situa su libido y su instinto sexual en Álvaro Mesía. Clarín nos deja ver en la novela
detalles para comprender que Fermín de Pas estaba enamorado de Ana, tanto física como espiritualmente. De
todos modos, Clarín es partidario de reflejar toda la realidad sin filtros idealizadores, y en este sentido, van a
aparecer en la novela detalles escatológicos que serían impensables en un relato idealista. Si en este rasgo,
La Regenta enlaza con la estética naturalista, por otro lado, y según Sobejano, La Regenta carece de algunas
características del Naturalismo, como la visión determinista de la existencia, y la presencia de la ley de la
herencia genética. Tenemos que recordar a este respecto que en España, no se asimiló la parte filosófica-
materialista del Naturalismo.
También Sobejano señala aspectos esenciales de la novela que son completamente ajenos al Naturalismo
zolesco, como la presencia de un sentimiento religioso sincero, que ataca la hipocresía de unas prácticas
religiosas totalmente huecas, y carentes de sentido; el anticlericalismo de Clarín va por estos derroteros: el
oponer un sentimiento puro, religioso, a la hipocresía de las formas y apariencias religiosas. Tambien va a
ser importante en La Regenta la exploración psicológica de los personajes, lo que Sobejano llama el choque
entre la poesía ( los sueños de los personajes principales, como Ana Ozores) y la prosa ( la prosaica realidad
de Vetusta, que se opone a Ana y a Fermín). Este motivo es claramente quijotesco. La diferencia es que Ana
destaca por su pasividad, y no va al encuentro de sus sueños (sueños de ser literata, amor romántico), como
don Quijote, el cual toma parte activa en ellos. El conflicto de Ana es quijotesco, pero , en este caso, se trata
de un conflicto interior que le va a causar constantes crisis nerviosas. Este motivo quijotesco tambien lo
observamos en Fermín de Pas, personaje muy interesante que ha sofocado sus primitivos sueños e ideales y
se va transformando por la influencia de su madre, doña Paula.

A este respecto señalaremos los capítulos XI y XV de la Regenta. En el capítulo XI, se nos ofrece la
presentación de Fermín, y en el capítulo XV, se nos cuenta la historia de doña Paula, la madre del Magistral
y cómo ha influido en el carácter ambicioso de Fermín. Aunque hay que decir a su favor que Fermín está
continuamente debatiéndose para luchar contra la codicia , entre ser como le ha enseñado su madre, o ser
puro, pues él, en el fondo, tiene un alma pura que se rebela contra los mandatos de su madre, y sufre una
tortura interior como la sufre Ana Ozores. En general, se ha visto a don Fermín como un personaje
dominante, que tiene dominados a muchos, e incluso, a Vetusta entera, pero el personaje es mucho más
complicado. El tema del sacerdote enamorado se complica en La Regenta, porque Fermín siente algo más
que una atracción sexual hacia Ana, podríamos decir que hay un verdadero enamoramiento de Fermín hacia
a Ana, sin embargo hay una convención de época que hacen que los personajes autocensuren sus
sentimientos. En el caso de Ana, ante al sacrilegio de enamorarse de un hombre de iglesia, prefiere volcar su
atracción sexual hacia Álvaro Mesía, por no admitir ante ella misma que se ha enamorado de Fermín.

Respecto a la voz narrativa, Clarín se nos presenta como un narrador más distante que Galdós, esto se debe a
la influencia de Flaubert, al que Clarín admiró. Otro rasgo importante en la novela es la ironía, tan frecuente
en la novela, lo que hace traslucir la visión del autor. Esto se puede ver en la primera frase de la novela: “La
heroica ciudad dormía la siesta”: presentación del ambiente, es un claro ejemplo de comentario irónico .
Toda la novela está entreverada de ironía, que hace que el narrador se muestre distante con algunos
personajes, pero también cercano a otros como Ana. De hecho, Ana Ozores es el alter ego de Clarín pero en
femenino. También Clarín se muestra cercano a Fermín De Pas, en su condición de personaje torturado,
como Ana en ese conflicto del que habla Sobejano entre poesía (conflicto interior de los personajes) y prosa (
la vulgaridad del medio en el que se desenvuelven los personajes ). Otros dos personajes hacia los que Clarín
siente simpatía, y que por tanto, están muy cerca de Clarín son Tomás Crespo Frígilis, al que Clarín separa
radicalmente del resto de personajes de Vetusta, y lo considera el más puro de todos los habitantes de la
ciudad, y también, don Víctor Quintanar, el cual pasa de ser un personaje anodino, cómico, un personaje
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tambien quijotesco, que se pasa el dia y la noche leyendo comedias de capa y espada, y está obsesionado
con los dramas de honor de Calderón, al igual que don Quijote está obsesionado con los libros de caballería.
Destaca la habilidad de Clarín de mezclar la literatura con la literatura. Sin embargo, al final de la novela,
Clarín dota a Víctor Quintanar de una evolución, por la que Quintanar adquiere una dimensión trágica.

EL UNIVERSO NOVELESCO DE EMILIA PARDO BAZAN.

Doña Emilia Pardo Bazán es uno de los nombres más importantes de la literatura española, pese a que fue
rechazada por ser mujer, poniendo por delante de ella a otros escritores, como Pereda, Valera y Alarcón.
Pardo Bazán nace en 1851 en la Coruña. En 1869, entra en contacto con la filosofía krausista. Y en 1879,
aparece su primera novela titulada Pascual López, autobiografía de un estudiante de medicina. A partir de
1881, Emilia lee de una manera casi compulsiva a Balzac, Flaubert, y especialmente a Zola. Ese mismo año
y como consecuencia, de su admiración por la novela francesa de la época, va a publicar Un viaje de novios.
(1881). Esta novela es importante por su prefacio en el que ya Emilia se muestra consciente del gran cambio
experimentado por la novela europea en la segunda mitad del siglo XIX al convertirse en el género de mayor
interés para el público.

Prefacio a Un viaje de novios (1881): “ La novela ha dejado de ser obra de mero entretenimiento
ascendiendo a estudio social, psicológico, histórico, al cabo estudio. Dedúcese de aquí una consecuencia
que a muchos le sorprenderá: a saber, que no son menos necesarias al novelista que las galas de la fantasía
la observación y el análisis. En el día, - no es lícito dudarlo- la novela es traslado de la vida, y lo único que
el autor pone en ella es su modo peculiar de ver las cosas reales” .
En su artículo “Del naturalismo” Clarín dirá lo mismo que expresa Emilia Pardo Bazán. Ese mismo año
había sido publicada La desheredada de Galdós, considerada como la primera novela naturalista española.
La novela como estudio y traslado de la vida, dos constantes que la autora va a respetar a lo largo de toda su
trayectoria.

Entramos ya en los años 1882 y 1883, que van a ser años decisivos en el quehacer de Emilia: entre el 7 de
noviembre de 1882 y el 18 de abril de 1882, van a aparecer en la revista “La Epoca”, los polémicos artículos
sobre el Naturalismo, (por ejemplo, dedica un capítulo a Flaubert, otro capítulo está dedicado a ·Zola: su
estilo”, otro; a los hermanos Goncourt), son estudios que recogen la novela francesa de la época y que va a
recoger en un libro con el título de La cuestión palpitante. El libro fue prologado por Clarín y por supuesto,
se levantó un gran escándalo por ser la escritora católica y ser considerado el naturalismo como una escuela
literaria atea y materialista. Emilia Pardo Bazán escribe, durante este tiempo, su novela La Tribuna. La
Tribuna (1882) es el primer relato español de protagonista obrero y más específicamente femenino. Emilia
Pardo Bazán, a pesar de su ideología católica y conservadora, era abiertamente feminista. El ser el primer
relato obrero, y además de protagonista femenino da al texto una significación particular en el último tercio
del siglo XIX. La novela resulta un texto muy atractivo como testimonio histórico, y excepcionalmente
moderna, por el protagonismo obrero femenino. La peripecia vital de las trabajadoras de la Fábrica de
Tabacos de Marineda (nombre imaginario de La Coruña, al igual que Vetusta lo es de Oviedo), es decir, de
las cigarreras, es junto a la peripecia vital de Amparo lo más interesante de la novela, cuya trama argumental
es muy simple: la historia de una joven cigarrera, apasionada aprendiz revolucionaria, seducida y
abandonada por un hombre, Baltasar Sobrado (simbolismo onomástico del apellido), joven oficial de familia
burguesa. El interés del relato reside en el análisis de la conducta de Amparo, así como en la municiosa
descripción del trabajo en la Fábrica, y como telón de fondo, las costumbres locales que puntean la
cronología de la novela, desde la primavera amorosa, y revolucionaria, al otoño del desencanto y del
abandono, que se produce sintomáticamente al compás del surgimiento de la República. En cuanto al
Naturalismo, es perceptible en el análisis de la influencia del medio sobre la protagonista, desde su humilde
entorno familiar, (hija de un vendedor de barquillos, y de una inválida), hasta la dureza del medio fabril
descrito por la autora con todo lujo de detalles. Cabe señalar que Emilia Pardo Bazán se documentó
exhaustivamente para escribir esta novela, que ella misma se acercó a la fábrica, y observó muy de cerca el
trabajo brutal y las condiciones duras a las que eran sometidas las cigarreras. En este sentido, ella no inventa
nada, sino que realiza una exhaustiva labor de investigación, acudiendo todos los días a la fábrica de las
cigarreras, a las que dio luego vida en su novela.

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