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El lazo matrimonial es reconocido a nivel social, tanto a partir de normas

jurídicas como por las costumbres. Al contraer matrimonio, los cónyuges


adquieren diversos derechos y obligaciones. El matrimonio también legitima la
filiación de los hijos que son procreados por sus miembros.
Es posible distinguir, al menos en el mundo occidental, entre dos grandes tipos
de matrimonio: el matrimonio civil (que se concreta frente a una autoridad
estatal competente) y el matrimonio religioso (que legitima la unión ante los
ojos de Dios).
Para la Iglesia Católica, el matrimonio es un sacramento y una institución
cuya esencia está en la creación divina del hombre y la mujer. El matrimonio
católico es perpetuo: no puede romperse según los preceptos religiosos (a
diferencia del matrimonio civil, donde existe el divorcio). Una persona
separada, por lo tanto, no puede volver a casarse por Iglesia.
En el lenguaje coloquial, se denomina matrimonio a la pareja formada por el
marido y la mujer: “Vamos a alquilar la casa a un matrimonio de
ancianos”, “Un matrimonio entró al negocio y gastó más de quinientos
pesos”, “No lo puedo creer, ayer le robaron al matrimonio que vive al lado de
mi casa”.
El matrimonio en Venezuela

Lo relativo al matrimonio está regulado en el derecho venezolano en el titulo IV,


artículos 41 al 196 del Código Civil venezolano.

Son requisitos generales para la celebración del matrimonio en Venezuela:

 Manifestación de la voluntad de querer contraer matrimonio ante la autoridad


civil de la Parroquia o Municipio de alguno de los contrayentes. El funcionario
competente procedera a la fijación de carteles con por lo menos con ocho dias de
antelación a la celebración del matrimonio.
 Copia de las partidas de nacimiento con una data de no menor de seis meses de
expedición.
 Existen requisitos especiales para personas viudas, divorciadas, con hijos, con
impedimentos legales, con oposición al matrimonio y para extranjeros.
 

El matrimonio en Venezuela con extranjero


Si desea contraer matrimonio con un extranjero en Venezuela este deberá presentar:

 Pasaporte con una vigencia mínima de seis meses y con visa de turista expedida
por la oficina consular venezolanaa competente.
 Certificado de solteria.
 Partida de nacimiento internacional.
 Si fuera divorciado, sentencia de divorcio.
 Todos los documentos deben estar expedidos por la autoridad extranjera
competente y traducidos al castellano por un traductor oficial.
Para hacer válido la partida de matrimonio venezolana en el pais extranjero necesita:

 Solicitar la expedición de la partida de matrimonio en el registro civil.


 Legalizar la partida de matrimonio en el Ministerio del Interior y Justicia en
Caracas
 Legalizar la partida de matrimonio con el sello internacional “Apostille de la
Haya” ante el Ministerio de Relaciones Exteriores
 Legalizar la partida de matrimonio en la Embajada del pais del contrayente en
Caracas. De ser necesario traducción de la misma, mediante traductor legal.
La embajada alemana en Venezuela informa en su página web sobre los requisitos para
el reconocimiento en Alemania del matrimonio celebrado en Venezuela.
El matrimonio  en el extranjero con venezolano (a)
De conformidad con el artículo 103 del Código Civil venezolano, debe el venezolano que
contrajere matrimonio en pais extranjero remitir dentro de los seis meses a haberse
celebrado el matrimonio copia del acta del matrimonio ante la autoridad competente
para su registro. En este caso la Primera Autoridad Civil de la Parroquia o Municipio de
su ultimo domicilio en Venezuela.

Cambio de Nombre
A diferencia de la ley alemana, la ley venezolana no permite la supresión completa del
apellido original por motivo del matrimonio. La ley venezolana tampoco preeve el
cambio del nombre masculino.  La Ley venezolana prevé dos posibilidades:

 Ninguna modificación en el nombre.


 Perdida del apellido de la madre y adesión del apellido del marido con o sin el
“de” en medio.
Matrimonio con hijos menores
Cualquier persona que desee casarse en Venezuela y que tenga hijos menores bajo su
potestad deberá nombrar un curador. Sin este requisito no puede celebrarse el
matrimonio en Venezuela.

„Si existen bienes propios de los hijos, el Juez procederá a inventariarlos con 
intervención del curador, del otro progenitor que ejerce la patria potestad y de dos
(2) 
testigos que nombre al efecto. 
Cuando haya bienes situados fuera de la jurisdicción del Juez y la naturaleza de ellos
lo 
reclame, se dará comisión para practicar el inventario con las formalidades ya
dichas. 
Si no se conocieren bienes, el curador, hechas las averiguaciones del caso, así lo hará 
constar“. (Artículo 110 del Código Civil).
Le recomendamos acojerse a la ley venezolana en materia de nombre para evitar
inconvenientes a la hora de registrar el matrimonio en Venezuela.

Siendo el Matrimonio una institución esencialmente natural, se desprende la dificultad de encontrar


una definición o expresar su concepto en forma sencilla.
En primer lugar, es conveniente empezar por el origen etimológico de la palabra matrimonio, siendo
criterio casi unánime, que deriva de las voces latinas matris (madre) y munium  (carga o gravamen);
porque se atribuye a la madre la carga más pesada en la procreación y crianza de los hijos; en
razón de que éstos, según el Papa Gregorio IX, “son para la madre onerosos antes del parto,
dolorosos en el parto y gravosos después del parto”.
Escriche define el matrimonio como “la sociedad legítimamente constituida por el hombre y la mujer,
que se unen con vínculo indisoluble, para perpetuar la especie, ayudarse a llevar el peso de la vida y
participar de una misma suerte”.
Para De Ruggiero el matrimonio “es una sociedad conyugal, unión no sólo de cuerpos sino de
almas, que tiene carácter de permanencia y de perpetuidad, que se origina en el amor y se
consolida en el afecto sereno que excluye la pasión desordenada y la mera atracción sexual, que
tiene como fin no sólo la protección de los hijos y la perpetuación de la especie, sino también la
asistencia recíproca y la prosperidad económica; que crea una comunidad de vida indisoluble que
engendra deberes recíprocos entre los esposos y de los esposos con la prole”.
Portalis, uno de los redactores del Código Napoleónico, lo define como “unión del hombre y la mujer
para perpetuar la especie, para socorrerse y asistirse mutuamente, para sobrellevar el peso de la
vida y compartir un destino común”.
Para Josserand, el matrimonio es “la unión del hombre y la mujer, contratada solemnemente y de
conformidad con la ley”.
El Código Civil venezolano, no define el matrimonio, limitándose a señalar que no puede contraerse
sino entre un solo hombre y una sola mujer. (Art. 44).
De las diversas opiniones señaladas, puede observarse que prevalecen en el concepto de
matrimonio dos elementos esenciales a la institución. Uno físico, o sea la conjunción o unión
corporal del hombre y la mujer, y uno moral o espiritual, que es la intención de unirse para toda la
vida, ayudarse mutuamente y criar a los descendientes.
      Evolución Histórica

LA NULIDAD DEL MATRIMONIO


Todos aquellos matrimonios que se realizan con algún incumplimiento legal en cuanto
a los requisitos que se exigidos, son anulables, porque la nulidad matrimonial es una
acción que se realiza contra aquellos matrimonios que padecen en su formación, la
falta de un elemento esencial, pero que en realidad se pueden ampliar a aquellos
casos en los que se celebren matrimonio sin intervención del funcionario autorizado
para realizar la boda, o en el matrimonio en artículo de muerte se hubiera contraído sin
testigos o con personas no aptas para serlo, Cuando se celebra entre determinadas
personas, prohibidas por el Código Civil, salvo en aquellos casos en que se haya
producido una dispensa, es decir, se haya dado autorización, a pesar de estar
prohibido.

¿QUE SE ENTIENDE POR NULIDAD DEL MATRIMONIO?

La nulidad matrimonial es la invalidación de un matrimonio porque en su celebración


han existido o se han producido vicios o defectos esenciales que impiden que el
mismo pueda surtir efectos. La nulidad matrimonial supone que el matrimonio no ha
existido y no puede surtir efectos.  Se diferencia del divorcio, por cuanto en este último
se disuelve un matrimonio válido por voluntad de uno o ambos cónyuges.

Son los mismos requisitos para la nulidad absoluta y para la nulidad relativa
ya que se sustancia por los mismos tramites de juicio ordinario pero existen
ciertas peculiaridades a las que nos referimos:

 NATURALEZA DE LA ACCIÓN: Ya que la acción de nulidad


absoluta y nulidad relativa es declarativa de negación o de impugnación.
 PUBLICIDAD PREVIA: Cuando hay una acción de nulidad
matrimonial se publique un edicto en un diario de circulación en el lugar
donde el tribunal de la causa tiene su sede, en el cual se dé informe
preciso sobre el procedimiento del actor.
 FUERO COMPETENTE: El Juez de Familia es quien conoce la
acción, con jurisdicción en el lugar donde los demandantes tienen su
domicilio.
 MEDIDA PREVENTIVA: Cuando se introduce la demanda de nulidad
del matrimonio, el tribunal puede, a instancia del actor o cualquiera de
los cónyuges en oficio, si alguno de ellos fuere menor de edad, dictar la
separación de los cónyuges, el juez toma medidas provisionales. Estas
son:
 Dejar los hijos al cuidado de uno de los cónyuges o de ambos, o bajo
la guarda de un tercero. Dictar las medidas que considere procedentes,
entre las provisionales
 ESPECIALIDADES PROCÉSALES: En dicho juicio debe intervenir el
representante del Ministerio Público. La decisión definitiva de primera
instancia debe ser consultada al superior siempre que declare con lugar
la demanda.
 NATURALEZA DE LA SENTENCIA: la sentencia debe ser carácter
declarativo; ya que se limita a reconocer el derecho existente entre los
aparentes cónyuges con anterioridad al juicio.
 PUBLICIDAD DE LA SENTENCIA: Cuando el proceso de nulidad de
matrimonio, el Juez debe pasar copia certificada de la sentencia
definitiva a los funcionarios encargados donde se asentó el Acta de
Matrimonio, para que se haga los trámites pertinentes.

La Nulidad Absoluta – Se refiere así, cuando la norma violada en su


celebración y que determina la ineficacia del vínculo, y que ha sido
consagrada por la ley con el único y exclusivo propósito de salvaguardar el
orden público.

La Nulidad Relativa – Consiste en la norma legal violada en su celebración


que determina la ineficacia del vínculo, y protege intereses de orden público
y a la vez fue consagrada por el legislador como protección al interés
particular de alguno de los contrayentes o de ambos.

Procedimiento para el juicio de nulidad:

Si uno o ambos contrayentes son menores de edad, el juicio debe realizarse


en los tribunales de menores, de no ser así se deberá seguir el juicio
ordinario establecido en el Código de Procedimiento Civil, pero se deberá
citar al Representante del Ministerio Público y, si la sentencia de primera
instancia no es apelada, igual deberá ser consultada (revisada) por el
superior.

El Divorcio es definido por la doctrina como la ruptura legal de un matrimonio


válidamente contraído, durante la vida de los cónyuges como consecuencia de
un pronunciamiento judicial.
La Profesora María Candelaria Domínguez, en el texto “Manual de Derecho
de Familia”, señala     en relación al divorcio lo siguiente:

“…omissis… el divorcio precisa de una decisión jurisdiccional que se


pronuncia en función de algunos de los supuestos taxativos en que el
legislador permita la disolución del vinculo matrimonial contraído
válidamente…omissis… De allí que el divorcio se traduce en la disolución
legal del matrimonio en razón de una sentencia por las causas taxativas
consagradas en la ley. …omissis… si bien desde el punto de vista práctico, no
existe poder humano ni jurídico que logre mantener unidas a dos personas
contra su voluntad, el legislador en función de un sentido de preservación del
vínculo conyugal y por ende familiar, dada la importancia social de esta última,
trata de dificultar la disolución del vinculo conyugal. O si se quiere, más
precisamente tal disolución del matrimonio no procede libremente a voluntad de
los interesados, por tratarse de una materia de orden público, impregnada de
normas imperativas y por tal razón, sustraída del principio de autonomía de la
voluntad…omissis…En función de lo indicado, la doctrina señala algunas
características de la materia relativa al divorcio; es de “orden público”, y por
ende está sustraída del principio de la autonomía de la voluntad. El orden
público está de por medio en aquellas materias que se consideran vitales o
importantes para el desarrollo del Estado o la sociedad: como se afirma que el
matrimonio tiene por objeto la familia, que es la base fundamental de la
sociedad, se trata de preservar la misma no facilitando la extinción del vinculo
matrimonial. (fin de la cita, negrillas y resaltado nuestro)

Podemos observar que esta Doctrinaria insiste en que solamente por las
causales taxativas que establece la legislación debe disolverse el vínculo
conyugal tras una decisión de carácter judicial, esto tomando en consideración
la necesaria protección de la familia como asociación natural de la sociedad, a
tenor de lo dispuesto en el artículo 75 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, cabe entonces la apreciación que todo lo relativo
en materia de divorcio sea de orden público, tanto en las causales sustantivas y
taxativas de la Ley, como lo que refiere a las formas adjetivas de su
procedimiento, las cuales no pueden ser renunciadas, ni relajadas por convenio
entre partes.

En el ordenamiento jurídico Venezolano, solo hay dos maneras de disolver el


vínculo matrimonial: de manera amistosa o de mutuo acuerdo, (no contenciosa)
y de manera contenciosa mediante juicio previo; en la primera de las
mencionadas, existen dos variantes, la separación de cuerpos mediante mutuo
acuerdo, y el divorcio remedio, contemplado en el artículo 185-A del Código
Civil.

Para el divorcio amistoso o de mutuo acuerdo en Venezuela existen dos


procedimientos:

  1.- SEPARACION DE CUERPO Y BIENES NO CONTENCIOSA


 Entre las causales de divorcio establecidas en el artículo 185 del Código Civil,
está la del último aparte del mismo, denominada separación de cuerpos
voluntaria o no contenciosa, que dice:“…También se podrá declarar el divorcio
por el transcurso de más de un año después de declarada la separación de
cuerpos sin haber ocurrido en dicho lapso la reconciliación de los cónyuges.-
En este caso el Tribunal procediendo sumariamente y a petición de cualquiera
de las partes, declarará la conversión de cuerpos en divorcio, previa
notificación del otro cónyuge y con vista al procedimiento anterior.”

CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL (C.P.C)

 Artículo 762: Cuando los cónyuges pretendan la separación de cuerpos por


mutuo consentimiento, presentarán personalmente la respectiva manifestación
ante el Juez que ejerza la jurisdicción ordinaria en primera instancia en el lugar
del domicilio conyugal.

En dicha manifestación los cónyuges indicarán:

1° Lo que resuelvan acerca de la situación, la educación, el cuidado y la


manutención de los hijos.

2° Si optan por la separación de bienes.

3° La pensión de alimentos que se señalare.

Parágrafo Primero: Presentado el escrito de separación, el Juez, previo


examen de sus términos, decretará en el mismo acto la separación de los
cónyuges, respetando las resoluciones acordadas, salvo que sean contrarias al
orden público o las buenas costumbres.

Parágrafo Segundo: La falta de manifestación acerca de la separación de


bienes no impedirá a los cónyuges optar por ella posteriormente, dentro del
lapso de la separación.

Artículo 763: Durante el lapso de la separación, el Juez podrá dictar las


disposiciones a que se refiere el artículo 191 del Código Civil, cuando las
circunstancias así lo aconsejen según las pruebas que aparezcan de autos.

Artículo 764: Contra las determinaciones dictadas por el Juez conforme al


artículo anterior, se oirá apelación en ambos efectos.

Artículo 765: La sentencia de conversión de la separación de cuerpos en


divorcio, respetará los acuerdos de los cónyuges relativos a los hijos, sin
perjuicio de poder resolver otra cosa cuando de los autos aparezcan elementos
de prueba que aconsejen tomar las medidas y resoluciones a que se refiere el
artículo 192 del Código Civil.

Si se alegare la reconciliación por alguno de los cónyuges, la incidencia se


resolverá conforme a lo establecido en el artículo 607 de este Código.
Cónyuge alega la Reconciliación en Divorcio por medio Separación
Cuerpos y Bienes

Establece el Artículo 194 del Código Civil lo siguiente:

“La reconciliación quita el derecho de solicitar el divorcio o la separación de


cuerpos por toda causa anterior a ella. Si ocurriere en cualquier estado del
juicio, pondrá término a éste; si ocurriere después de la sentencia dictada en la
separación de cuerpos, dejará sin efectos la ejecutoria; pero en uno y otro
caso, los cónyuges deberán ponerla en conocimiento del Tribunal que conozca
o haya conocido de la causa, para los efectos legales”

En este sentido, puede afirmarse que la reconciliación es el acuerdo de los


cónyuges separados, de restablecer la normalidad de su vida conyugal, que se
manifiesta en la reanudación efectiva o continuación de la convivencia
matrimonial. 

La reconciliación es entonces un acto jurídico, porque es una manifestación de


voluntad que produce efectos jurídicos; pero es también bilateral, porque para
que ella se produzca, se requiere el acuerdo de ambos cónyuges, no basta que
uno de ellos desee la reconciliación sino que ésta debe haberse producido de
manera efectiva y real. De tal manera que la reconciliación no es un simple
estado de ánimo interior, sino que se requiere la exteriorización de este hecho
con la continuación o la reanudación de la vida conyugal normal….”

En este orden de ideas traemos a colación compendio de la sentencia de fecha


16-06-87, Ramírez & Garay, Tomo IC, 292,87, señalando:

 “….Que alegada la reconciliación por la cónyuge…. y notificado el cónyuge,


éste negó haberse reconciliado….Ahora bien, la reconciliación en el sentido
querido por el legislador y asentado en jurisprudencia constante de la Corte
Suprema de Justicia, así como diversas opiniones doctrinas, requiere de una
serie de actos que demuestren plenamente la intención de los cónyuges de
reanudar la vida en común y continuar con el matrimonio en todo lo que
significa este sagrado vínculo, tanto en el aspecto de la unión física como la
espiritual y la indiscutible voluntad de mantenerse en familia con su cónyuge e
hijos. Toda vez que en un encuentro ocasional de los cónyuges que podría ser
un principio de algo que los conduciría a la reconciliación a la reconciliación y a
continuar juntos y que quizás dejaría como resultado que la cónyuge concibiera
como el caso de autos; por sí solo, y sin la demostración de los otros
elementos constituidos de la reconciliación, no puede oponerse como defensa,
que enervara en el procedimiento de separación y evitare su conversión en
divorcio. Y en este caso, se observa, que la cónyuge que alegó reconciliación y
a quien le corresponde la carga de la prueba de ella, a pesar de haberse
promovido posiciones juradas y testigos, aquellas no fueron evacuadas y éstos
fueron citados pero no declararon y no habiendo otros elementos probatorios
en autos, la defensa de reconciliación no prospera, obrando a favor del
cónyuge el mérito favorable de los autos que invocó en su escrito de pruebas,
en consecuencia procede la conversión de la separación de cuerpos en
divorcio y así se decide….” 

En cuanto a la reconciliación, una vieja sentencia proferida por la Corte


Superior Primera, en fecha 25 de noviembre de 1971, estableció:

 “La reconciliación presupone dos elementos esenciales y concurrentes, los


cuales pueden existir de manera expresa o tácita; y son: el perdón mutuo de
las faltas o roces que indujeron a la separación; y la reunión de los cónyuges,
material y espiritualmente; es decir, la convivencia de los cónyuges con el
propósito de cumplir con los sagrados deberes del matrimonio…”
(Jurisprudencia Venezolana Ramírez & Garay, Compendio Tomo 3 (Ref.: 457-
71) caso: M. A. de Rodríguez contra su cónyuge, p. 38).

Asimismo, en cuanto a si la unión sexual puede considerarse como


reconciliación, tanto la doctrina como la jurisprudencial han señalado lo
siguiente:

En cuanto al modo de operarse la reconciliación, hay que dejar establecido que


la doctrina acepta la reconciliación tácita, la cual, según los sostiene el autor
argentino Guillermo A. Borda… su forma típica es la cohabitación de los
esposos después de la separación de hecho.

Que por cohabitación debe entenderse la unión sexual. Es cierto que existen
quienes afirman que la reconciliación tácita supone hechos que demuestren
una voluntad seria y deliberada de rehacer la vida en común y, por ende, que
una unión sexual aislada no implica reconciliación ya que puede ser una
traición de los sentidos independiente de todo pensamiento racional; y al efecto
puede citarse una decisión del Tribunal de Chambery en un caso en que había
mediado una visita nocturna a consecuencia de lo cual nació a los nueve
meses más tarde una criatura.

Y también cita a Salas quien piensa que el embarazo de la mujer no es razón


suficiente para dar por producida la reconciliación, si los encuentros son
esporádicos. También el autor Jemolo afirma que la vida, mucho más fecunda
que la fantasía de un novelista, presenta casos no rarísimos de cónyuges que
habiendo intentado inútilmente una convivencia pacífica, se separan y luego
siguen tratándose como amantes; agregando que inclusive, la reconciliación no
estaría configurada por la convivencia durante una temporada veraniega o en
otra situación similar, porque nada hay que se oponga a que los cónyuges
intenten por vía de experimento la convivencia, sin que ello signifique hacer
desaparecer los efectos de la sentencia. Estas consideraciones no las
comparte la Corte por no estar de acuerdo con la moral y costumbres de
nuestro medio y por ello hace suyos los que sustenta el autor Borda, que al
respecto escribe: “No atribuimos a las relaciones sexuales la intranscendencia
que se desprende de esas palabras, ni creemos que esa valoración
corresponda al sentimiento moral de nuestra sociedad. Consideramos que
cuando una mujer se entrega al esposo que la había agraviado, es porque
perdona. Y lo mismo puede decirse del marido ofendido. Basta que se haya
producido una sola unión, a menos que las circunstancias del caso revelen que
uno de los cónyuges fue impulsado por la conducta engañosa del otro”.
CS2CDF 10-10-67. Ramírez y Garay (Perera Planas, N., 1992. Código Civil
Venezolano, pp. 152 y 153).

Sentadas las anteriores premisas, resulta claro que la reconciliación es una


situación de hecho, que debe ser probada por quien la alegue durante el lapso
probatorio aperturado al efecto.

En este sentido, se pronunció la Sala de Casación Civil de la extinta Corte


Suprema de Justicia, en sentencia de fecha 09 de junio de 1994, con ponencia
del Magistrado Carlos Trejo Padilla, al exponer:

El cónyuge, según la recurrida, sostiene que no hubo reconciliación, pues el


hijo nacido durante el año de separación fue producto de una relación aislada.
Siendo así, la Sala juzga que todas maneras el Tribunal de la causa debió
notificar a la cónyuge, para que ésta expusiera lo que a bien tuviera sobre lo
señalado por el ciudadano…, acerca de que no hubo reconciliación pese al
nacimiento de un hijo durante el año de separación, y en base a lo que la
esposa dijera, resolver sobre la conversión en divorcio de la separación de
cuerpos, tomando en cuenta lo dispuesto en el artículo 194 del Código Civil,
que de manera precisa contempla que al ocurrir la reconciliación, la misma trae
como consecuencia la imposibilidad de solicitar el divorcio o la separación. Por
toda causa que ocurriera antes de ella. Sin embargo, se observa que la norma
es sumadamente clara, en el sentido que los cónyuges deben poner en
conocimiento del Juez respectivo la reconciliación.

Esta Sala, en sentencia del 14 de julio de 1959 y 24 de mayo de 1960,


reiteradas en fallo del 27 de febrero de 1961, señalo que “la reconciliación es
una cuestión de hecho autónoma e independiente, que tiene valor en si desde
el propio momento en que se sucede, que puede alegarse y probarse en la
articulación respectiva con las pruebas que sean del caso y que la Ley autoriza
y cuya existencia y validez no está sometida ni puede depender de su
participación al Tribunal de la causa”.

Por consiguiente, antes de declarar que se mantenía el vinculo matrimonial


entre las partes, según el análisis de las pruebas de autos, el Tribunal de la
causa y la recurrida debieron reparar en que, tenían que notificar a la cónyuge
sobre lo indicado por su esposo en el escrito del 8 de agosto de 1992, y con
vista de lo que expusiera dictar su decisión, acogiendo o negando lo relativo a
que era incierto que efectivamente hubo reconciliación y así era procedente
decretar la conversión en divorcio de la solicitud de separación de cuerpos,…

Ante la espontánea manifestación del cónyuge, que durante el año de


separación de cuerpos fruto de las relaciones con su mujer nació un hijo, con
vista a la posibilidad evidente de una reconciliación y a lo dispuesto en los
artículos 194 del Código Civil y 765 del Código de Procedimiento Civil, cuya
infracción la Sala, de oficio, declara, la alzada debió ordenar la reposición de la
causa al estado que se notificara a la cónyuge, por lo tanto, también de oficio,
se declara la violación del artículo 208 ejusdem, por cuanto la recurrida no
repuso la causa al estado que el actor solicitó, que era notificar a la cónyuge,
para que ésta opinara lo conducente, sobre los hechos que no daban lugar a la
reconciliación, pese al nacimiento de un hijo en las circunstancias narradas por
el marido.  (Jurisprudencia Venezolana Ramírez & Garay, T. CXXX (130) Caso:
I. Cabrera en solicitud de separación) pp. 471 al 473).

2.- El DIVORCIO POR ARTÍCULO 185-A  (C.C.)

El artículo 185-A del Código Civil es del siguiente tenor:

 “Cuando los cónyuges han permanecido separados de hecho por más


de cinco (5) años, cualquiera de ellos podrá solicitar el divorcio,
alegando ruptura prolongada de la vida en común.

Con la solicitud deberá acompañar copia certificada de la partida de


matrimonio.

…Admitida la solicitud, el Juez librará sendas boletas de citación al otro


cónyuge y al Fiscal del Ministerio Público, enviándoles además, copia de la
solicitud. El otro cónyuge deberá comparecer personalmente ante el Juez en la
Tercera audiencia después de citado. Si reconociere el hecho y si el Fiscal del
Ministerio Público no hiciere oposición dentro de las diez audiencias siguientes,
el Juez declarará el divorcio en la Duodécima Audiencia siguiente a la
comparecencia de los interesados…”.

  La inteligencia de la referida norma jurídica pone de manifiesto, que para la


declaratoria del divorció basada en la ruptura prolongada de la vida en común,
el legislador patrio ha establecido un elenco de requisitos, entre ellos:

1.     La demostración de la existencia del vinculo conyugal cuya disolución se


persigue.

2.     El reconocimiento de ambos cónyuges que han permanecido por más de


cinco (5) años separados de hecho.

3.     Que el Fiscal del Ministerio Público no haga oposición a la solicitud de


divorcio.

Por otra parte, el eximio Dr. Raúl Sojo Bianco, en su obra “Apuntes de


Derecho de Familia”, página 166, sostiene que:

 “El divorcio es la disolución legal del matrimonio en vida de ambos cónyuges,


como consecuencia de un pronunciamiento judicial dirigido precisamente a ese
fin”.
Y al referirse el mismo autor, al divorcio basado en la ruptura prolongada de la
vida en común, asevera que:

 “…se trata de una verdadera innovación en materia de divorcio, con la


cual se viene a consagrar el mutuo consentimiento como causal de
divorcio; puesto que bastará que los cónyuges estén de acuerdo en
afirmar que han permanecido separados de hecho por más de cinco
años, para que sea admitido y sustanciado el procedimiento, ya que
no se exige prueba alguna…”

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