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PRIMER PARCIAL DAM

PREGUNTAS

1 . Califique al ambiente como objeto de derecho, justificando sus dichos. (8 puntos)

El ambiente es interpretado desde la óptica jurídica con una visión amplia, integradora, que abarca un cúmulo de
factores bióticos, abióticos y culturales. Así, hablamos de un “ecosistema natural antrópico”, dentro del cual el uso
que da el hombre a los elementos que allí encuentra –transformándolos en recursos- se convierte en uno de los ejes
fundamentales de la regulación normativa, pero no se agota en ello, ya que la tutela jurídica ambiental está
actualmente marcada por un espíritu proteccionista, un enfoque holístico y sustentable, que procura tutelar un
interés colectivo. Esta visión fue producto de una evolución en la forma de considerar al ambiente desde el derecho,
ya que en un principio la atención estaba dirigida al uso por sobre la protección, con una preeminencia de los
intereses privados y comerciales. Las consecuencias de esta concepción se hicieron evidentes, ante lo que
comenzaron a surgir normas específicas en un primer momento para regular recursos naturales puntuales, llegando
a la noción más amplia, compleja e integral a la que hiciera referencia.

Prueba de ello existe en nuestro ordenamiento legal, donde encontramos el art. 41 de la Constitución Nacional –
incorporado con la reforma de 1994-, que consagra el derecho de todos los habitantes a un ambiente sano –con el
entendimiento integrador al que hiciera referencia “…patrimonio natural y cultural, y de la diversidad biológica…”-,
destacando el compromiso de preservación en beneficio general y de las generaciones futuras, fijándose facultades
concurrentes entre la Nación y las Provincias para su protección. Este artículo puede considerarse como el
antecedente más relevante a nivel legislativo local de la visión “moderna” del ambiente, consagrándolo en nuestra
normativa como un derecho de tercera generación.

2. Enumere y caracterice las acciones ambientales vigentes en el Ordenamiento Legal Argentino. (8 puntos)

- En primer lugar podemos destacar la acción de amparo contemplada en el art. 43 de la Constitución Nacional, en
cuanto se advierte en su primer párrafo que resulta procedente frente a “…todo acto u omisión de autoridades
públicas o de particulares, que en forma actual o inminente lesione, restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o
ilegalidad manifiesta, derechos y garantías reconocidos por esta Constitución, un tratado o una ley…”.

El mismo artículo hace específica referencia en su segundo párrafo a la legitimación procesal para accionar en estos
términos al afectado, el defensor del pueblo y las asociaciones, en lo relativo a los derechos que protegen al
ambiente.

- El nuevo Código Civil y Comercial de la Nación incorpora en su articulado normativa tendiente a evitar la
producción de daños, que si bien no se refiere específicamente al ambiente, podría utilizarse de todas formas para
su protección. Así, los arts. 1710, 1711 y 1712 hablan del deber de evitar causar daño y de no agravarlo si ya se
produjo, otorgando la “acción preventiva” para quien teme la inminente configuración de una situación dañosa o su
agravamiento, legitimándose en forma amplia a “quienes acrediten un interés razonable en la prevención del daño”.

- En los arts. 1971 y 1973 del CCyCN encontramos supuestos que habilitan a reclamar judicialmente el cese o
eventualmente la indemnización en caso de daños producidos a causa de violaciones de los límites de dominio. El
art. 1975 refiere al daño por la alteración del curso natural de aguas.

- También contamos con la acción negatoria -art.2248 CCyCN-, que corresponde al titular de un derecho real que
pueda ver perjudicado su interés por perturbaciones que desea hacer cesar.

- En el marco del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación podemos señalar además la acción de daño temido
normada en el art. 623bis –que también podemos encontrarla en el art.2242 del CCyCN-, que faculta a quien tema
que de un edificio o de otra cosa derive un daño grave e inminente a sus bienes, a solicitar al juez las medidas de
seguridad adecuadas.

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- Existe también el interdicto de obra nueva –arts. 619 y 620 CPCCN-, que procede cuando se hubiere comenzado
una obra que afectare a un inmueble. Mediante juicio sumarísimo, el juez podrá ordenar preventivamente la
suspensión de la obra, eventualmente la suspensión definitiva o, en su caso, su destrucción y la restitución de las
cosas al estado anterior.

- Para el supuesto de que el daño ya se hubiera producido, más allá de lo expuesto en cuanto a medidas de
prevención de su agravamiento, corresponderá proceder –desde el plano civil- mediante acciones indemnizatorias,
con base en la responsabilidad civil extracontractual. Es relevante agregar en este marco que el art. 41 de la
Constitución Nacional señala que “el daño ambiental generará prioritariamente la obligación de recomponer.”
Asimismo el art. 30 de la Ley General del Ambiente (25.675) puntualiza para este supuesto que se encuentran
legitimados para accionar el afectado, el Defensor del Pueblo, las asociaciones no gubernamentales de defensa
ambiental y el Estado nacional, provincial o municipal.

Dicha disposición legal establece además que “deducida demanda de daño ambiental colectivo por alguno de los
titulares señalados, no podrán interponerla los restantes, lo que no obsta a su derecho a intervenir como terceros.”,
dejando a salvo la vía del amparo a la que hiciera referencia anteriormente.

En el marco del proceso ordinario podrán además promoverse medidas cautelares, en los términos del art. 175 y
sgtes. del CPCCN, reunidos los requisitos de peligro en la demora, verosimilitud del derecho y prestación de
contracautela.

-En derecho penal corresponde señalar ante todo que atento a las exigencias características de la materia dirigidas al
encuadre típico y prohibición de la analogía el marco es más acotado.

No obstante ello y considerando la noción amplia e integradora a la que hiciera referencia en la pregunta anterior,
podemos señalar dentro del Código Penal de la Nación los arts. 79, 84, 89, 90, 91 y 94, “delitos contra la
vida/lesiones” (donde se pena causar la muerte o dañar el cuerpo o la salud en forma dolosa/culposa, daños que
podrían causarse a partir del ambiente contaminado por una persona), arts. 183 y 184 (“daños” contra cosas
muebles o inmuebles, que podrían acaecer contra el ambiente o cometerse a partir de la utilización del mismo), art.
186 y 187, (dentro de los delitos contra la seguridad pública, reprime a quien causare incendio, explosión o
inundación en el primer caso y estrago a partir de derrumbe en un edificio/mina en el segundo) art. 189bis apartado
1) (el que, con el fin de contribuir a la comisión de delitos contra la seguridad común… adquiriere, fabricare,
suministrare, sustrajere o tuviere en su poder bombas, materiales o aparatos capaces de liberar energía nuclear,
materiales radiactivos o sustancias nucleares, o sus desechos, isótopos radiactivos, materiales explosivos,
inflamables, asfixiantes, tóxicos o biológicamente peligrosos, o sustancias o materiales destinados a su
preparación…) art. 200, dentro de los “Delitos contra la salud pública” (…el que envenenare, adulterare o falsificare
de un modo peligroso para la salud, aguas potables…destinadas al uso público o al consumo de una colectividad de
personas…). Desde otro ángulo posible, los arts. 248 y 249 incluidos en el capítulo “abuso de autoridad y violación de
los deberes de los funcionarios públicos” pudieran invocarse ante el incumplimiento de las normativas a seguir por
los funcionarios competentes en materia ambiental.

Por su parte en el capítulo IX de la Ley 24.051 contamos con sanciones penales para “el que, utilizando los residuos a
que se refiere la presente ley, envenenare, adulterare o contaminare de un modo peligroso para la salud, el suelo, el
agua, la atmósfera o el ambiente en general”. Se admite también la figura culposa, y las penas se agravan en el caso
de ocasionar a partir de ello muerte o enfermedad.

Contamos también con el capítulo VII de la Ley 22.421 donde se establecen sanciones penales para quien cazare
fauna silvestre sin autorización, o con medios prohibidos, o especies no permitidas, o se encuentre en poder,
comerciare o transportare productos o subproductos provenientes de la caza furtiva.

También la ley de Parques Nacionales 22.351 establece a título de contravenciones multas y sanciones para quien
incumpla con sus prescripciones (los arts. 4 y 5 establecen múltiples prohibiciones a observarse en tales espacios).

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Es importante destacar en este punto que la ley 25612 de “Gestión Integral de Residuos Industriales y de Actividades
de Servicios” dispuso en su artículo 51 la incorporación al Código Penal de la Nación de un capítulo sobre delitos
ambientales, tipificando conductas en los artículos subsiguientes (52, 53 y 54), pero tales disposiciones fueron
observadas por el Poder Ejecutivo al momento de la promulgación del texto legal.

3. Enumere y describa las leyes de residuos que existen en el Ordenamiento Legal Argentino y determine la
responsabilidad en cada caso. (8 puntos)

-Ley 24051 de Residuos Peligrosos: regula lo atinente a la generación, manipulación, transporte, tratamiento y
disposición final de residuos peligrosos, cuando se tratare de residuos generados o ubicados en lugares sometidos a
jurisdicción nacional o bien cuando por su destino de transporte o potencial de afectación trasciendan el ámbito
provincial en que se encuentren, o bien requieran de medidas de higiene o seguridad de una magnitud e importancia
económica tal que ameriten su uniformidad de régimen en todo el territorio nacional.

Se considera a tales efectos como peligroso, todo residuo que pueda causar daño, directa o indirectamente, a seres
vivos o contaminar el suelo, el agua, la atmósfera o el ambiente en general. (conforme arts. 1 y 2 de la ley)

En cuanto a las responsabilidades, advierto que las disposiciones en materia civil en tal sentido se enmarcan en el
tipo objetivo.

Así, en su capítulo VII –art.45- establece la presunción iuris tantum de que todo residuo peligroso es “cosa riesgosa”,
en los términos del art. 1113 del Código Civil (hoy art. 1757 CCyCN).

Asimismo dispone –art. 46- que en el ámbito de la responsabilidad extracontractual, no es oponible a terceros la
transmisión o abandono voluntario del dominio de los residuos peligrosos.

Indica el art. 47 que el dueño o guardián de un residuo peligroso no se exime de responsabilidad por demostrar la
culpa de un tercero de quien no debe responder, cuya acción pudo ser evitada con el empleo del debido cuidado y
atendiendo a las circunstancias del caso.

La ley establece que la responsabilidad del generador por los daños ocasionados por los residuos peligrosos no
desaparece por la transformación, especificación, desarrollo, evolución o tratamiento de éstos, a excepción de
aquellos daños causados por la mayor peligrosidad que un determinado residuo adquiere como consecuencia de un
tratamiento defectuoso realizado en la planta de tratamiento o disposición final –art.48-.

Finalmente el capítulo IX del texto legal se refiere a la responsabilidad penal, tipificando conductas en sus arts. 55, 56
y 57

-Ley 25018 Régimen de Gestión de Residuos Radioactivos: considera que la “gestión” consiste en el conjunto de
actividades necesarias para aislar los residuos radiactivos de la biósfera derivados exclusivamente de la actividad
nuclear efectuada en el territorio de la Nación Argentina, el tiempo necesario para que su radiactividad haya decaído
a un nivel tal, que su eventual reingreso a la misma no implique riesgos para el hombre y su ambiente.

Para ello se entiende por residuo radiactivo todo material radiactivo, combinado o no con material no radiactivo,
que haya sido utilizado en procesos productivos o aplicaciones, para los cuales no se prevean usos inmediatos
posteriores en la misma instalación, y que, por sus características radiológicas no puedan ser dispersados en el
ambiente de acuerdo con los límites establecidos por la Autoridad Regulatoria Nuclear (conforme arts. 2 y 3 de la
ley).

Establece la responsabilidad de su gestión en cabeza del Estado Nacional, a través de la Comisión Nacional de
Energía Atómica, organismo de aplicación de la ley. Coloca en cabeza del generador de los residuos la obligación de
su acondicionamiento y almacenamiento seguro hasta su transferencia a dicha entidad en los términos y condiciones
que la misma establecerá. La responsabilidad del generador por daños civiles/ambientales persistirá hasta tanto se
efectivice la transferencia reseñada (arts. 6, 7 8 y 9 de la ley).

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-Ley 25612 Gestión Integral de Residuos Industriales y de Actividades de Servicios: establece los presupuestos
mínimos de protección ambiental sobre la gestión integral de residuos de origen industrial y de actividades de
servicio, que sean generados en todo el territorio nacional, excluyendo de sus prescripciones a los residuos
biopatogénicos, domiciliarios, radiactivos y los derivados de las operaciones normales de los buques y aeronaves, los
que se serán objeto de una normativa específica.

Para ello entiende por proceso industrial, toda actividad, procedimiento, desarrollo u operación de conservación,
reparación o transformación en su forma, esencia, calidad o cantidad de una materia prima o material para la
obtención de un producto final mediante la utilización de métodos industriales.

Por actividad de servicio, se entiende toda actividad que complementa a la industrial o que por las características de
los residuos que genera sea asimilable a la anterior, en base a los niveles de riesgo que determina la presente.

En este sentido, residuo industrial resulta a los fines legales cualquier elemento, sustancia u objeto en estado sólido,
semisólido, líquido o gaseoso, obtenido como resultado de los procesos y actividades descriptas, o por estar
relacionado directa o indirectamente con la actividad, incluyendo eventuales emergencias o accidentes, del cual su
poseedor productor o generador no pueda utilizarlo, se desprenda o tenga la obligación legal de hacerlo.

Así las cosas, la gestión integral de residuos industriales y de actividades de servicio consistirá en el conjunto de
actividades interdependientes y complementarias entre sí, que comprenden las etapas de generación, manejo,
almacenamiento, transporte, tratamiento o disposición final de los mismos, y que reducen o eliminan los niveles de
riesgo en cuanto a su peligrosidad, toxicidad o nocividad, según lo establezca la reglamentación, para garantizar la
preservación ambiental y la calidad de vida de la población (conforme arts. 1, 2, 3 y 5 de la ley).

Los arts. 40 a 54 de la ley consideran las responsabilidades civil, administrativa y penal:

En cuanto a la civil, sus disposiciones resultan copia textual de las dispuestas en la ley 24.051 a las que hiciera
referencia ut supra, con el único agregado de considerar excepción de responsabilidad del generador por los daños
ocasionados por los residuos, cuando el residuo sea utilizado como insumo de otro proceso productivo, conforme lo
determine la reglamentación. (art. 43 inciso “b”)

Por su parte, en la esfera de la responsabilidad administrativa, establece diferentes tipos de sanciones –que se
agravan por reincidencia- cuya graduación se efectuará de acuerdo con la naturaleza de la infracción y el riesgo o
daño causado, las que se aplicarán con prescindencia de la responsabilidad civil o penal que pudiere imputarse al
infractor.

Finalmente, en lo atinente a la responsabilidad penal, se disponía como se expusiera en la respuesta al punto


anterior la incorporación al Código Penal de la Nación de un capítulo sobre delitos ambientales, como ley
complementaria, normas que fueron observadas por el Poder Ejecutivo al momento de la promulgación de la ley
quedando así sin efecto.

-Ley 25670 de Presupuestos Mínimos para la Gestión y Eliminación de los PCB´s: establece los presupuestos mínimos
de protección ambiental para la gestión de los PCBs, en todo el territorio de la Nación en los términos del artículo 41
de la Constitución Nacional. Establece como sus finalidades: Fiscalizar las operaciones asociadas a los PCBs. la
descontaminación o eliminación de aparatos que contengan PCBs. la eliminación de PCBs usados, y la prohibición de
producción, comercialización e ingreso al país de PCBs.

Los PCB´s son entendidos como los policlorobifenilos (Bifenilos Policlorados), los policloroterfenilos
(PCT), el monometiltetraclorodifenilmetano, el monometildiclorodifenilmetano, el
monometildibromodifenilmetano, y a cualquier mezcla cuyo contenido total de cualquiera de las sustancias
anteriormente mencionadas sea superior al 0,005% en peso (50ppm). Se trata de sustancias altamente
contaminantes para el ambiente y muy peligrosas para la salud tanto de los seres humanos como de otros animales.

La temática de las responsabilidades es consignada en los artículos 14 a 20 (capítulo IV de la ley “De las
responsabilidades”) y 21 a 22 (capítulo V – “De las infracciones y sanciones”), asignándose plazos para los

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poseedores de aparatos que contengan PCB´s para su eliminación, descontaminación e
identificación/adecuación/registración. Presume iuris tantum que los PCBs, PCBs usados y todo aparato que
contenga PCBs, son cosa riesgosa (art.1757 CCyCN), y que los daños ocasionados por ellos resultan equivalentes a los
causados por un residuo peligroso.

Establece sanciones de tipo administrativo, que se agravan en el caso de reincidencia, consignándose que ello no
desplaza la responsabilidad civil o penal que pudiere imputarse al infractor.

-Ley 25916 de Gestión de Residuos Domiciliarios: regula el “conjunto de actividades interdependientes y


complementarias entre sí, que conforman un proceso de acciones para el manejo de residuos domiciliarios, con el
objeto de proteger el ambiente y la calidad de vida de la población”. Para ello considera residuo domiciliario a
aquellos elementos, objetos o sustancias que como consecuencia de los procesos de consumo y desarrollo de
actividades humanas, son desechados y/o abandonados. De este modo, extiende su alcance a los residuos de origen
residencial, urbano, comercial, asistencial, sanitario, industrial o institucional, con excepción de aquellos que se
encuentren regulados por normas específicas. (conforme arts. 1, 2 y 3)

Al igual que el caso anterior, en lo atinente a la responsabilidad, se establecen sanciones de tipo administrativo, que
se agravan en el caso de reincidencia, consignándose que ello no desplaza la responsabilidad civil o penal que
pudiere imputarse al infractor (arts. 26 a 32)

4. Enumere y caracterice recursos naturales renovables determinando su régimen jurídico en cada caso. (8
puntos)

AGUA

Es definida en el Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales de Manuel Ossorio como “cuerpo formado por
la combinación de un volumen de oxígeno y dos de hidrógeno, líquido, inodoro, insípido, en pequeña cantidad
incoloro y verdoso en grandes masas, que refracta la luz, disuelve muchas sustancias, se solidifica por el frío, se
evapora por el calor y, más o menos puro, forma la lluvia, las fuentes, los ríos y los mares”.

Por su parte la ley 25.688 “Régimen de Gestión Ambiental de Aguas” establece en su artículo segundo que se
entiende por agua aquélla que forma parte del conjunto de los cursos y cuerpos de aguas naturales o artificiales,
superficiales y subterráneas, así como a las contenidas en los acuíferos, ríos subterráneos y las atmosféricas.

El agua se presenta en la naturaleza en distintas formas, en múltiples lugares y resulta susceptible de diversos usos,
lo que deriva en que exista una amplia variedad de regulaciones según cada caso.

Así, tendremos aguas marítimas, que se corresponden con los mares y los océanos, que por su vasta extensión a lo
largo y ancho del planeta consisten en la forma en que mayoritariamente se presenta el recurso. En la órbita jurídica
destaca aquí la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que establece límites y clasificaciones
sobre el mismo como también determina en amplitud la reglamentación sobre navegación, explotación económica,
aprovechamiento de los recursos, preservación del medio, solución de controversias, responsabilidad por daños,
investigación, etc.

Por otro lado tenemos las aguas continentales, que a su vez las podemos dividir en subterráneas y superficiales.
Dentro del segundo grupo tenemos los glaciares, ríos, lagos y lagunas.

También tenemos las aguas pluviales (aguas de lluvia).

Volviendo al marco jurídico encontraremos normas relativas al agua en la Constitución Nacional en los arts. 12, 14,
41, 75 inc.18, 124 y 125 (libre navegación, derecho a navegar, prohibición de ingreso de residuos, responsabilidad
por daño ambiental, legislación sobre canales interiores y exploración de los ríos, dominio originario de las provincias
sobre sus recursos y su facultad de celebrar tratados para el desarrollo en tal sentido).

En el Código Civil y Comercial de la Nación encontraremos normativa respecto del dominio de las aguas y sus
restricciones.

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Así, el art. 235 considera de dominio público:

a) el mar territorial hasta la distancia que determinen los tratados internacionales y la legislación especial, sin
perjuicio del poder jurisdiccional sobre la zona contigua, la zona económica exclusiva y la plataforma continental. Se
entiende por mar territorial el agua, el lecho y el subsuelo;

b) las aguas interiores, bahías, golfos, ensenadas, puertos, ancladeros y las playas marítimas; se entiende por playas
marítimas la porción de tierra que las mareas bañan y desocupan durante las más altas y más bajas mareas
normales, y su continuación hasta la distancia que corresponda de conformidad con la legislación especial de orden
nacional o local aplicable en cada caso;

c) los ríos, estuarios, arroyos y demás aguas que corren por cauces naturales, los lagos y lagunas navegables, los
glaciares y el ambiente periglacial y toda otra agua que tenga o adquiera la aptitud de satisfacer usos de interés
general, comprendiéndose las aguas subterráneas, sin perjuicio del ejercicio regular del derecho del propietario del
fundo de extraer las aguas subterráneas en la medida de su interés y con sujeción a las disposiciones locales. Se
entiende por río el agua, las playas y el lecho por donde corre, delimitado por la línea de ribera que fija el promedio
de las máximas crecidas ordinarias. Por lago o laguna se entiende el agua, sus playas y su lecho, respectivamente,
delimitado de la misma manera que los ríos;

d) las islas formadas o que se formen en el mar territorial, la zona económica exclusiva, la plataforma continental o
en toda clase de ríos, estuarios, arroyos, o en los lagos o lagunas navegables, excepto las que pertenecen a
particulares;

El art. 236 considera de dominio privado del Estado los lagos no navegables que carecen de dueño;

El art. 239 establece que las aguas que surgen en los terrenos de los particulares pertenecen a sus dueños, quienes
pueden usar libremente de ellas, siempre que no formen cauce natural. Las aguas de los particulares quedan sujetas
al control y a las restricciones que en interés público establezca la autoridad de aplicación. Nadie puede usar de
aguas privadas en perjuicio de terceros ni en mayor medida de su derecho.

Pertenecen al dominio público si constituyen cursos de agua por cauces naturales. Los particulares no deben alterar
esos cursos de agua. El uso por cualquier título de aguas públicas, u obras construidas para utilidad o comodidad
común, no les hace perder el carácter de bienes públicos del Estado, inalienables e imprescriptibles.

El hecho de correr los cursos de agua por los terrenos inferiores no da a los dueños de éstos derecho alguno.

El art. 1947 dispone que el agua pluvial que caiga en lugares públicos o corra por ellos es susceptible de apropiación.

El art. 1949 establece que quien pesca en aguas de uso público, o está autorizado para pescar en otras aguas,
adquiere el dominio de la especie acuática que captura o extrae de su medio natural.

El art. 2166 incluye dentro de las servidumbres forzosas a la de acueducto cuando resulta necesaria para la
explotación económica establecida en el inmueble dominante, o para la población, y la de recibir agua extraída o
degradada artificialmente de la que no resulta perjuicio grave para el fundo sirviente o, de existir, es canalizada
subterráneamente o en cañerías.

También podemos mencionar dentro de las leyes nacionales, sin perjuicio de otras disposiciones relativas al tema en
estudio incluidas en variados textos legales de diversa índole:

- 23968 de Espacios Marítimos, donde se fijan límites, zonas y prerrogativas del Estado Nacional al respecto de la
explotación, exploración, conservación y administración de los recursos allí existentes.

-24815, que crea la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental

-24922 “Régimen Federal de Pesca”, donde puede destacarse que se determina que las provincias con litoral
marítimo ejercerán el dominio y jurisdicción para los fines de su exploración, explotación, conservación y
administración de los recursos vivos que poblaren las aguas interiores y mar territorial argentino adyacente a sus

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costas, hasta las doce (12) millas marinas medidas desde las líneas de base que sean reconocidas por la legislación
nacional pertinente, quedando tales facultades como de dominio y jurisdicción exclusivos de la Nación, los recursos
vivos marinos existentes en las aguas de la Zona Económica Exclusiva argentina y en la plataforma continental
argentina a partir de las doce (12) millas indicadas.

-25230 de Transporte Marítimo y Fluvial, que deroga los decretos 1493/92 y 343/97, referidos al registro de buques
y al otorgamiento del derecho a ser considerados como de bandera nacional a determinados buques pesqueros
extranjeros, respectivamente.

-25263, que establece el régimen de recolección de recursos vivos marinos en el área de aplicación de la Convención
para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (aprobada por ley 22.584)

-25470, que establece el régimen de sanciones para las infracciones a la ley 24.922 arriba señalada.

-25675, Ley General del Ambiente, que establece los presupuestos mínimos de la política y gestión ambiental.

-25688 Régimen de Gestión Ambiental de Aguas, que establece “los presupuestos mínimos ambientales para la
preservación de las aguas, su aprovechamiento y uso racional”.

Es dable señalar que también las Provincias, en ejercicio de sus facultades propias, en numerosos casos han
incorporado a sus legislaciones normativa relativa al agua, en sus constituciones, leyes, reglamentos, o inclusive
dictando “Códigos de agua”, como lo han hecho, entre otras, Río Negro, Buenos Aires y Córdoba.

AIRE (Atmósfera)
La atmósfera es una envoltura gaseosa, que se mantiene adherida a la Tierra por gravedad y la acompaña en todos
sus movimientos. Está formada por diferentes estratos: la troposfera o biosfera, situada entre los 0 y 12 km de
altitud (la más cercana a la superficie, donde se desarrolla la vida terrestre y los fenómenos climáticos), la
estratósfera, hasta los 50km de altitud (dentro de la que se encuentra la capa de ozono, que absorbe la radiación
ultravioleta proveniente del sol), la mesósfera, hasta los 80/85 km de altitud (aquí se encuentran gases densos que
colaboran en el frenado de meteoritos y otros cuerpos celestes antes de que impacten contra la superficie terrestre),
la termósfera, hasta los 500/1000 km de altitud (dentro de la cual se encuentra la ionósfera, una capa conductora de
electricidad debido a la carga por absorción de radiación solar) y la exósfera, la última capa que se extiende hasta
unos 10.000km de altitud perdiéndose en el espacio.

El aire es el fluido que forma la atmósfera y constituye una mezcla de elementos químicos, no combinados, cada uno
de los cuales conserva sus propiedades individuales. Su composición media es nitrógeno 78%, oxígeno 21% y el resto
formado por vapor de agua y cantidades infinitesimales de gases como argón, anhídrido carbónico, hidrógeno, neón,
kriptón.

El espacio aéreo constituye el medio físico asociado a la atmósfera, que las especies vivientes terrestres necesitan
para su desarrollo y desplazamiento. A través del espacio aéreo es posible la transmisión de materia, ideas,
imágenes y energía.

En cuanto a su marco legal, contamos con que el Código Civil y Comercial de la Nación entiende como integrante del
dominio público al “espacio aéreo suprayacente al territorio y a las aguas jurisdiccionales de la Nación Argentina, de
conformidad con los tratados internacionales y la legislación especial” (art. 235 inciso “e”). Asimismo integra al
espacio aéreo dentro del concepto de dominio inmobiliario (art. 1945).

Luego podemos advertir la existencia de normativa que desde una perspectiva ambiental, otorga protección y
regulación respecto de procesos o procedimientos que puedan resultar contaminantes para el aire, atento a su
condición de elemento fundamental para la existencia de vida. En este sentido, ante la ocurrencia de diversos
fenómenos originados a partir de la acción humana con comprobadas consecuencias perjudiciales para la atmósfera
y derivado de ello para la vida en la Tierra (cambio climático por “efecto invernadero”, disminución de la capa de
ozono), llevaron a los Estados a realizar convenciones y convenios dirigidos al tratamiento de esta problemática:

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-Convención de Viena para la Protección de la capa de ozono (1985)

-Protocolo de Montreal sobre las sustancias que agotan la capa de ozono (1988)

-Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (1992)

-Protocolo de Kioto (1997 – entró en vigencia el 16 de febrero de 2005): acuerdo dirigido a que los países firmantes
reduzcan la emisión de gases de efecto invernadero

Podemos mencionar dentro de nuestra normativa nacional a la Ley 20284 “Plan de prevención de situaciones críticas
de contaminación atmosféricas” que coloca en cabeza de la autoridad sanitaria nacional la tarea de “estructurar y
ejecutar un programa de carácter nacional que involucre todos los aspectos relacionados con las causas, efectos,
alcances y métodos de prevención y control de la contaminación atmosférica”

También encontramos normativa provincial al respecto, dentro de textos orientados a la protección del ambiente en
general o específicamente dirigidas al aire, como por ejemplo las leyes 8167 de la Provincia de Córdoba y la 3133 de
la Provincia de Santa Cruz.

FLORA
Se trata del conjunto de especies vegetales, que resultarán silvestres si no han sido plantadas o mejoradas por el
hombre. Los árboles renuevan constantemente el aire, fijando el dióxido de carbono y entregando oxígeno a la
atmósfera. Asimismo cumplen otro rol fundamental en la actividad humana, ya que sirven para hacer fuego, papel,
viviendas, entre muchas otras alternativas. A su vez los bosques brindan hábitat a numerosas especies, colaboran en
la evolución de los suelos y en el control del clima.

Dada su cabal importancia para la vida, resulta imprescindible conservarlos y protegerlos de acciones depredatorias.
La acción de plagas, animales, la contaminación y fundamentalmente la tala indiscriminada han reducido
sustancialmente la extensión de los bosques a lo largo de todo el planeta.

En cuanto al marco legal encontraremos:

-El art. 186 del Código Penal de la Nación castiga a quien causare incendio o destrucción por cualquier medio de
“bosques, viñas, olivares, cañaverales, algodonales, yerbatales o cualquiera otra plantación de árboles o arbustos en
explotación”

-Ley 13273 “Defensa, Mejoramiento y Ampliación de Bosques”, que regula el ejercicio de los derechos sobre los
bosques y tierras forestales de propiedad privada o pública, sus frutos y productos. Define y clasifica a los bosques
(“toda formación leñosa, natural o artificial, que por su contenido o función sea declarada en los reglamentos
respectivos como sujeta al régimen de la presente ley”) y a la tierra forestal (aquella que por sus condiciones
naturales, ubicación o constitución, clima, topografía, calidad y conveniencias económicas, sea declarada inadecuada
para cultivos agrícolas o pastoreo y susceptible en cambio, de forestación, y también aquellas necesarias para el
cumplimiento de la presente ley). Prohibe la devastación y dispone los mecanismos para su conservación,
reforestación y explotación razonable. Invita a las provincias a acogerse a su régimen, otorgándoles beneficios para
el caso de hacerlo.

-Ley 24688, que declara de interés nacional la preservación y conservación de los bosques nativos andino-
patagónicos y la reforestación de los mismos.

-Ley 24857 que otorga el beneficio de estabilidad fiscal a quienes desarrollen actividades forestales (conjunto de
operaciones dirigidas a la implantación, restauración, cuidado, manejo, protección o enriquecimiento de bosques
naturales o cultivados en terrenos de aptitud forestal) o aprovechamiento de bosques.

- Ley 25080, que Instituye un régimen de promoción de las inversiones que se efectúen en nuevos emprendimientos
forestales y en las ampliaciones de los bosques existentes y el Decreto Reglamentario de la misma N° 133/99 que
precisa el alcance de sus normas.

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-Ley 25509, que crea el derecho real de superficie forestal, que consiste en “un derecho real autónomo sobre cosa
propia temporario, que otorga el uso, goce y disposición jurídica de la superficie de un inmueble ajeno con la
facultad de realizar forestación o silvicultura y hacer propio lo plantado o adquirir la propiedad de plantaciones ya
existentes, pudiendo gravarla con derecho real de garantía”.

-Ley 22351 de parques nacionales otorga protección a las especies forestales comprendidas dentro de los mismos,
prohibiendo todo tipo de explotación u aprovechamiento.

-Ley 26331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos, que se manifiesta dirigida al
enriquecimiento, la restauración, conservación, aprovechamiento y manejo sostenible de los bosques nativos, y de
los servicios ambientales que éstos brindan a la sociedad. Asimismo, establece un régimen de fomento y criterios
para la distribución de fondos por los servicios ambientales que brindan los bosques nativos. Extiende su aplicación a
los bosques nativos (ecosistemas forestales naturales compuestos predominantemente por especies arbóreas
nativas maduras, con diversas especies de flora y fauna asociadas, en conjunto con el medio que las rodea —suelo,
subsuelo, atmósfera, clima, recursos hídricos—, conformando una trama interdependiente con características
propias y múltiples funciones, que en su estado natural le otorgan al sistema una condición de equilibrio dinámico y
que brinda diversos servicios ambientales a la sociedad) de origen primario, donde no intervino el hombre, como
aquellos de origen secundario formados luego de un desmonte, así como aquellos resultantes de una recomposición
o restauración voluntarias.

FAUNA (silvestre)
Entendemos por fauna silvestre a los animales que viven libres e independientes del hombre, como así también
aquellas especies salvajes que viven en cautiverio. Resultan componentes básicos de los ecosistemas ya que
contribuyen a su equilibrio dinámico. Realizan un control natural de las plagas de la agricultura, de los bosques y de
los animales domésticos, aseguran la polinización de muchas plantas, fertilizan los suelos, limpian de restos animales
y vegetales los campos, ayudan a la investigación científica, entre muchas otras actividades.

En cuanto a su situación jurídica, se trata de cosas muebles no registrables sin dueño, susceptibles de apropiación
(arts. 1947, 1948, 1949 del CCyCN). Se reconoce el derecho del cazador o pescador al dominio de la especie
capturada, siempre y cuando haya sido habida en un área pública o si tuviere autorización del dueño en el caso de
ser en territorio privado.

Podemos destacar una excepción en este particular a lo expuesto en la ley 24922 (Régimen Federal de Pesca) a la
que se hiciera referencia anteriormente al desarrollar el recurso agua, en cuanto a que los Estados Provinciales y
Nacional conservan el dominio y jurisdicción para los fines de su exploración, explotación, conservación y
administración de los recursos vivos que poblaren las aguas interiores y mar territorial argentino adyacente a sus
costas, hasta las doce millas marinas los primeros, y a partir de tales doce millas y en la Zona Económica Exclusiva
Argentina el segundo.

Asimismo las también mencionadas leyes 13273 (Defensa, Mejoramiento y Ampliación de Bosques) y 22351 (de
Parques Nacionales) otorgan protección en el primer caso a los bosques que albergan especies de flora y fauna de
existencia necesaria, y en el segundo se asigna protección absoluta a las especies que por interés estético, valor
histórico o científico se declaren Monumento Natural, como asimismo en las áreas declaradas Parques Nacionales se
prohíbe la pesca comercial, la caza y cualquier otro tipo de acción sobre la fauna, salvo que fuere necesaria por
razones de orden biológico, técnico o científico que aconsejen la captura o reducción de ejemplares de
determinadas especies, como asimismo la introducción, transplante y propagación de fauna y flora exóticas. Declara
también del dominio privado del Estado la fauna silvestre autóctona que se encuentre dentro de los Parques
Nacionales, Monumentos Naturales y Reservas Nacionales.

Contamos además con la ley 22421 de Conservación de la Fauna Silvestre, que declara de interés público la fauna
silvestre que temporal o permanentemente habita el Territorio de la República, así como su protección,
conservación, propagación, repoblación y aprovechamiento racional. Impone además a todos los habitantes de la

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Nación el deber de protegerla, conforme a los reglamentos que para su conservación y manejo dicten las
autoridades de aplicación. Excluye de sus disposiciones a los animales comprendidos en las leyes sobre pesca.

Regula el aprovechamiento de las especies que se encuentren dentro de fundos privados, su comercio, fija sanciones
administrativas y penales para la caza furtiva y quienes comercien/transporten/almacenen/industrialicen sus
productos o subproductos.

Extiende su aplicación al territorio donde la Nación ejerce su jurisdicción exclusiva, sin perjuicio de invitar a las
provincias a adoptar dicho régimen y fijar alcance en todo el país para algunas de sus disposiciones.

5. Enuncie y explicite el régimen de jurisdicción y competencia en materia ambiental. (8 puntos)

En primer término corresponde hacer mención a lo estatuido en el art. 41 de la Constitución Nacional, en tanto
establece como prerrogativa de la Nación el dictado de las normas que contengan los presupuestos mínimos de
protección ambiental, encomendando a las provincias las necesarias para complementarlas, “sin que aquéllas
alteren las jurisdicciones locales”. De tal manera se advierte que tanto las infracciones administrativas, como
aquéllas de índole civil o penal contenidas en los textos legales referidos al ambiente deberán ser juzgadas por los
tribunales ordinarios correspondientes al lugar donde se haya cometido la falta o ilícito en particular.

En la misma senda se articula la Ley General del Ambiente, en cuanto en su artículo 7 dispone que corresponde
entender en la aplicación de tal normativa a los tribunales ordinarios según corresponda por el territorio, la materia,
o las personas. Establece además que en los casos que el acto, omisión o situación generada provoque
efectivamente degradación o contaminación en recursos ambientales interjurisdiccionales, la competencia será
federal.

De tal manera, la interjurisdiccionalidad, o en su caso la configuración de algún otro de los requisitos de excepcional
intervención del fuero Federal, (art. 116 CN y 33 del Código Procesal Penal de la Nación) resulta el criterio para
desplazar la regla general que consiste en la intervención de la justicia ordinaria, a partir de alguna de las vías
existentes que desarrollara en respuesta a la pregunta nro.2.

6. El Sr. Juan Romero ha sufrido un daño en sus cosechas debido a una fumigación en el campo vecino.

A partir de este cuadro, esboce Ud. el planteamiento legal correspondiente a través de una acción de daños.
Especifique y plantéela, fundamentando legalmente su respuesta. (30 puntos)

Ver archivo adjunto

7. Redacte un Ordenamiento legal, Ley, o Decreto, teniendo en cuenta por lo menos dos de los Instrumentos de
política y Gestión de la ley de presupuestos Mínimos Ambientales (Nº25675 Art 8). Fundamente los objetivos y
finalidad de la misma. (30 puntos)

A los fines de dar respuesta a la consigna tendré en cuenta los instrumentos consignados en los incisos 4 y 5 del
artículo 8 de la Ley 25675.

Ley 31.234 - DIRECCION NACIONAL DE INFORMACION Y EDUCACION AMBIENTAL


El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso, etc. sancionan con fuerza de Ley:

Artículo 1º: Créase la Dirección Nacional de Información y Educación Ambiental, la que tendrá por finalidad:

a) administrar los datos significativos y relevantes del ambiente;

b) recabar y evaluar la información ambiental disponible;

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c) confeccionar informes sobre situaciones de importancia en materia ambiental, en coordinación con el
Consejo Federal del Medio Ambiente (COFEMA), a requerimiento de las autoridades nacionales, provinciales y
municipales, o por su propia iniciativa;

d) brindar capacitaciones, mediante charlas, publicaciones y participaciones en el ámbito científico y académico


en materia ambiental;

e) promover planes de educación ambiental para toda la ciudadanía, tanto en el sistema formal como en el no
formal;

f) dictar su reglamento.

Artículo 2º: Serán los objetivos de la Dirección:


a) el establecimiento de un sistema nacional integrado de información ambiental, a partir del cual se pueda
acceder a la totalidad de los datos actualizados en materia ambiental de relevancia, en toda la extensión del
territorio nacional;

b) la coordinación e intercambio entre las oficinas competentes en recopilación de información ambiental de


todas las Provincias, la Ciudad de Buenos Aires y la Nación, las que podrán contar con la colaboración y capacitación
técnica que pudieran requerir para la formación de equipos especializados en la materia a cargo de la Dirección;

c) constituirse en un órgano consultivo e informativo permanente de las autoridades nacionales, provinciales y


municipales sobre situaciones de relevancia y actualidad en materia ambiental;

d) contribuir en la generación de conciencia ambiental responsable en la ciudadanía, con especial énfasis en la


labor educativa en todos los sectores de la sociedad.

Artículo 3º: La Dirección estará bajo la directa dependencia de la Secretaría General de la Presidencia de la Nación, y
será conducida por un Director Nacional cuya designación y remoción quedará a cargo del Poder Ejecutivo.

Artículo 4º: El Director Nacional será asistido por un Comité Asesor que asegurará la representación de cada
Provincia, la Ciudad de Buenos Aires, como asimismo personal del COFEMA.

Artículo 5º: Para cumplir con su mandato, la Dirección podrá:

a) requerir informes a cualquier repartición pública o privada, nacional o provincial, y brindarlos a solicitud de
éstos;

b) constituir equipos técnicos en cualquier lugar del territorio nacional para efectuar relevamientos de datos,
capacitaciones y/o participaciones en sus áreas de influencia, para lo cual las autoridades correspondientes deberán
prestar plena colaboración;

c) realizar comunicados y publicaciones para difundir su trabajo e informar a las autoridades nacionales,
provinciales y población en general sobre cuestiones ambientales;

d) intervenir en juicio como amicus curiae, a los efectos de suministrar datos actualizados y objetivos sobre
situaciones ambientales;

Artículo 6º: La Dirección tendrá a cargo la elaboración de un informe anual sobre la situación ambiental del país que
presentará al Congreso de la Nación. El referido informe contendrá un análisis y evaluación sobre el estado de la
sustentabilidad ambiental en lo ecológico, económico, social y cultural de todo el territorio nacional.

Artículo 7º: La Dirección, en coordinación con el COFEMA y los Ministerios de Educación Nacional y Provinciales,
participará activamente en la creación, actualización e implementación de contenidos educativos en materia
ambiental para todos los niveles.

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Artículo 8º: Las autoridades educativas de cada jurisdicción deberán comunicar a la Dirección respecto de los
contenidos ambientales que actualmente se brindan en sus sistemas formales e informales de educación, como
asimismo los proyectos que se confeccionen a futuro en tal sentido, para su toma de razón, actualización, eventual
complementación y/o aprovechamiento en el resto del territorio nacional.

Artículo 9º: A los fines de la actualización regular de la toma de datos sobre los parámetros ambientales básicos, la
Dirección fijará pautas concretas sobre la calidad y cantidad de datos que en forma quincenal las Autoridades de
Aplicación de cada jurisdicción deberán informar.

Artículo 10º: Las autoridades de las entidades públicas y/o privadas serán responsables de informar sobre el estado
del ambiente y los posibles efectos que sobre él puedan provocar las actividades antrópicas actuales y proyectadas,
a requerimiento de la Dirección.

Artículo 11º: A efectos de corroborar y/o profundizar los datos informados, la Dirección podrá constatar
periódicamente las zonas y estados de situación declarados por las respectivas jurisdicciones, para lo cual las
autoridades correspondientes deberán prestar plena colaboración.

Artículo 12º: Las Autoridades de Aplicación de cada jurisdicción deberán informar a la Dirección, con la frecuencia
que ésta determine, las Declaraciones de Impacto Ambiental que se formulen, para su debido registro y
actualización.

Artículo 13º: A los fines de garantizar el cumplimiento de los requerimientos informativos o colaboraciones
solicitadas por la Dirección, se la faculta a aplicar sanciones de apercibimiento y multas, cuya extensión y cuantía
será motivo de reglamentación. Los montos que se determinen en consecuencia una vez percibidos serán girados
íntegramente al Fondo de Compensación Ambiental creado por Ley 25.675. Ello sin perjuicio de las
responsabilidades civiles, penales o administrativas que pudieran corresponder en cada caso.

Artículo 14º: La información recabada por la Dirección, será de libre acceso garantizado en los términos de la Ley
25.831, con las excepciones y limitaciones también contempladas en dicho texto legal.

Artículo 15º: El Poder Ejecutivo deberá reglamentar la presente ley en un plazo máximo de NOVENTA (90) días desde
su promulgación.

Artículo 16º Comuníquese al Poder Ejecutivo.

DADA EN LA SALA DE SESIONES DEL CONGRESO ARGENTINO, EN BUENOS AIRES, A LOS VEINTIOCHO DIAS DEL MES
DE AGOSTO DEL AÑO DOS MIL VEINTISIETE.

— REGISTRADO BAJO EL N.º 31.234 —

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