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©Biblioteca Nacional de Colombia

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&" tOR&IIIQ
Granadillo.

D[) QUlER v !e reunen mis nobles compatriota"


D o quiera bulle el jénio ardiente de Granada,
La Libertad jermina, la Libertad amada,
Quc en mil combates fietos, supimos conquistar.
No soi do los qne piensan, que una reunion de ilotas,
Baldon de nu est ra Patria, se encuentre en su Congreso:
Os r econozco liures, oh, Padres ! i por eso,
D esde mi careel lóbrega, os q¡¡iero saludar!
Yo sé que sabios, fu ertes, al par que poderosos,
Sabl'cis p oner un dique al rapiclo torrente,
De cuyas turbias ondas el ímpetu vehemente
AI'rastr", casi exilflime, la ahogada Liuertad.
Oh Padres! vuestros uraws, fOl'1lidos, valerosos,
A la defensa vengan del pueblo granadino,
I cambien, con un golpe, su ríjido destino,
Tornando a nue~tras leyes Sil antigua majestad!
El cadigo sap-I'ado do lo/stilfl nuestros derechas,
Guardemos, cual se guarda el ánj el en la cuna;
H agamos qu e se oponga tribun a a la tL'ibuna,
M.¡s no que a la tribuna se opoIl{;a la prision.
L a fuerza á la palabm - á la l'azon los he('hos,
Oponen los tlrallO S al crimen avezados:
Tal tuera la doctl'ina, qtle en tiempos olvidados,
ti:. Siguió en sus C(lOVI'I'Sioll e., la IH'¡;ra lnq¡úsi"ion.
¿ Porqué,. SI filé , inC'e ro el déspota al'hit l'al'io,
Que quiso se ema.n~h<lsel1 ¡O~ lillde" de la prensa)

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a
Arloptan S1JS satél~tes, por llnica defen$:I,
L /c v"rn oó a la cil n:el ('011 1II~1I0 lineral?
Oh paJ re,! ¿ somos libres , aqnl do el man datario
Illlpónelc StlS grillos .d pensamiento mismo,
1 rlonde se conteóta severo si lujlsrno
Con tina carcel lú gub re, i el fi lo del puñal?
Ved a la noblc Roma! su e,davitud empieza
Desde que el p ueblo tím ido de,ierto dcja el foro,
1 desde rJlIC le i:"npiden, que en numeroso coro,
Celcul'c, co n estrépito, la va?: del or'adoJ".
E l q ue h au la ante los pllchlos be viste de firmeza;
l\o es escritor ~lIónimo; dete, ta la nH' uti!'a¡
P or sus palabras m~jicas, qu e el p at r'ioti,n)o insp ira,
l ,e cmpcir .\ a la Hepüblica la }lrcl"d a de su bonor.
La voz rle los DCIl,o,tenes salvó á ,la sahia Aténas;
La voz de los O'c<Ínncllcs se a;;ncia al raudo viento,
y el pueblo, entusias mado por m sono ro acento,
Cunq uista, a pasos r a pidos, su antigua lioerlad.
N uestr o tir'an o, entanto, forj ando sus cadenas,
Nos dicc, con acentos }lÍpócritas, finjidos:
"Teneis libres los ojos, escla,' os los oidos-
Protejo la calumnia,penigo la verd ad, ,1
y dicen sus sectarios:-"Sois libres granadinos!
Carga,las de cadenas escriben vuestras manos,
y sufren, sin embargo, los que llamais tiranos,
Que salga de las cárceles el grito del dolo!',"! •.• •
Los mártires cristianos sns canones divino s,
Murieron, defcndiCIHlo, en la in.:eluliada hoguera,
y libres exhalaron su qUf'~a lastimera,
})orque era COII su e,piritu la gracia del Señor.
Así cuando nosotros obramos libremente,
La muerte desafiando, q ue en premio se nos brinda,
Sabemos q ue la tumba nos libra, y no~ deslinda,
D el absoluto imperio del barbaro servil;
+ y emancipando la alma libérrima i ardiente,
D e todos los esfuerzos del p érfido tirano,
Decimos :-so 'llos libres! dejando el ba rro bumano
A. que entretenga el látigo, la careel i el fUliil.

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f)p('i¡l, ¿serérrlos lihres, aquí donde los jueces
Absu .lven el delito, condenan la inocencia,
y e~pel'an que el tirano les dicte la sentencia,
Que, máquinas estupid as, repiten al copiar?
Aquí, donde al'l'astrado, por barbaras soeces,
A llSCUI'O~ calabozos, el pobre ciudadano,
Emite el voto tímido, i prueba ' del tirano
La voluntad despótica, cual 6iervo, adivinar?
Ved la horda de bandidos, que cruza nnestra tierra,
Sorp"ende nuestras vírjenes, arrancallls del lecho,
y de sus labios trémulos, con el puñal al pecho,
Exijc . . . . e ijc un crimen, gritando Libertad!
y débele al goLierno las armas con qué atelTa:
El gT ito i vi,,¡¡ Loper. ! inclie:! el atentado,
y de ese nuestro dé.pot.a, el nombre Pl'onunciado,
Es p ru !'ba d e delito, Scil ;¡\ de i mpuniJ ;uIL ...
O h .j ovenes magnállimos, que el lúcido camino,
TI'illado por los martirei, seguis cutusiasmados,
'Venid! llenad las cárcelcs, que pUl'ga~ los pecados
De amor á nuestra putria, a Dios, i a la 'l'il'tud..
Venid! sercis las virtima¡, í el pl1cblo granadino
Verá con reverencia, ~I ópimo tributo,
Que, pOI' guardar el órden, al déspota absoluto-
A López el tirano-· pago la juventud!
Dejad que los Areópagos condenen a los justos;
Dejad que los Neronel ordenen su suplicio:
De Sócrates i Sénecas al duro sacrificio,
H~ta los siglos ultimos daran su admiraeion.
De la virtud, vos.o tros, apó.toles augustos,
Sereis como .los faros, que marquen á lo léjos,
Del tiempo en 'el , Océano, con lucidos reflejos,
Los triu n/lls incruentos de Dios i la ra:ton.
Contemplen entretanto, con :hirla minda,
De e~túpidCls placeres la s"'urada esponja,
y chu¡,eJlla, i en medio de pródiga lisonja,
Celr hren nucstroi déspotas su cínico f",tin.
Sig.url os! la materia dejemos olvidada:
Sigamos! i el c:,p íl'itu al cielu eUl:aminemos:

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4
Que gocen los tiranos: nosotros ~ozarémos,
Cuando ellos en el tl1mnlo p adezca n de C~ín !
Coufiemos entre tanto, qne el cuerpo poder'oso,
Do ocupan sns curules Ir' s dignus eh/ido,. ,
Ministrus de las leyes, del pueblo los lInjidos, '
Sabrá salvar' eoérjico la ahog;¡da Libertad, ..•
Oh si, que del Congreso el bra7.0 valeroso,
A la. defcnsa ven ga de l pueblo granadino,
1 cambie, con UII ¡¡olpe, su ríJido destino,
Tornando a la Repub.lica su antigua majestad!
Cárcel de l'opaya n Il 8 de Marzo de 185'1-.-

ESTOI EN LA CARCEL.
l.

EN LA carcel estoi. Dios de mis padres 1


De5de este calabozo te bendigo.
Ellos me dañan, luego soí tu am igo.
Vuelve oh Seúor! tu vista á mi prision! .....
Ah! pero no esto! solo; cerca escucho
Ese IP'ito maniatico, irritado,
Que el crÍmen lanza: al crimcD asodado
Estoi, al asesino i al ladron!
11.
Bien!... sí. ,.. muí bien L. acaso Torres, Pombo,
También estos lugares habitaron,
y sus (lidos castos insultaron
L~s risas del sarcasmo criminal .....
Por ventura iufl'Íeron cual yo su (1'0.
y asaltaba su oido este anatema-
Esta voz del delito, voz blasfema,
Que cunde por el aire sepulcral ......
lU.
Pero no; me eqUivOCfl: no podia
Lleg.¡r atanto el orGUlloso ibero:

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~ori1lo filé v;¡liente, filé guerrero,
No tuvo la vileza del reptil;
Morillo arcabuceaba noblemente,
Ante ~l bl'illante ~ol del meridiano;
Morillo pudo, i ~upo ser' tirano,
Pero no pudo, ni alcanzo a ser, "il.
IV,
Oh! de las almas vasto lazareto,
bo la v il'tud ~e ofrece en sacrificio,
En 1&; aras sacrilega~ del "\ ici" ,
Abusalldó del nombre do la lei!
¿ Qué hago yo aqui? Yo aquí ~oi tan eiitrano
Como el ¡lOllOI' en el fe uril hufete,
Donde López, estupido jUf:llete,
Teme eu Obaudu, a Sil amo i á su rei .. "
v,
y nos llaman i{;lI<llcK!,,,_ Est'! cancro
Que ara en mi mente con su ardur contino,
é Siéntelo por ventora el <lsesino,
Monarca de la I{¡bl'ega pl'isioll?
~I, que no tiene honor,.e goza ¡ríe
I1e la palabra <¡ue e,tl'cmece mi al m;/, ;
Él ¡;01l:3 , yo 3{;oniw; él oye en calma,
Lo <[ue hiela mi pobre COl'az OI1:
YI.
Su ser bastaron ante el tirano indina :
Se queja"" de hamhre! i nV'- indiferente,
Qlle le llamen infame i df'linelll'ntf',
Siempre 'lile I1n pan arroj~n a sus piel:
y a mi. ellf r'M:ant", me p:l/'ece bOl'l'ible
Í'asRr este alimente) solitario:~
Solo el ti~re insociahle i sanf:'uinario
Cl'l1fie i devol'a la apresaua I'es.
VIL
Otro se afecta por la TIlnerte amiga}
Que yo prefiero á su blasfemo' acento;

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6
Este me envirlia acaso en mi tormento,
Que no comprende, i me consume á mí .•..
Oh! mil veces la Hllllta, mil la muerte,
La hambre que agobia i esa .ed que ir rita,
y no un in;tdnte esta pl'isio n m aldit J ,
Que es el infierno la existencia aqui ...•. ~
VIII.
Apartad esos niños inocf'ntf's!
Quitadlos si, porquf' me S0l1 queridos,
y no qui("ro que llegue a sus oillos
Algun bárbarC) arcnto de il1Jpit¡c1a d!
y vosotras, señoras, cuya plant.a
Ajil se mueve }¡acia la e¡¡sa imp ura,
No pl'ofa11e i6, p or Dio~, vue.tra hermosura¡
Evitad este abismo de maldad!
IX.
El hospital, (lande el guerrero h.erido
Yace, i se ajita en funerario Iceh o,
Oh! allí la mujer t>iene dCl'echo
D e aliviar el hum ano padecer;
Porque ese asilo, d o agoniza el p'obr-.
Vuelt0s il Dios, ~ u bicllh ec!,or, lo~ ojos,
:Es la puert a del G elo, que de hinojos
El imjel guar-da, i honra la mujer;
X.
!t'las la prision, donde de Dios blasfema
El criminal illfa me empedel'l,i,lo,
Tan solo ofende "l1e.ll'o ea~to oido,
Sin Illenllar en nada mi pesar.
Huid! huid! Señoras compas iv as ,
Este no es el lugar de la inocencia:
l'artid! i ¡'ccordad en vuestra allSen cia,
Que yo no d ebo en este illíicruo esta r ....
XL
:Mi I,ien, mi ~mor, mi i1lljel ical Sofia ,
Ad amo de 1Ii.i ca.tl i de mi lI",mbre!

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7
l..aflerll:l, huyendo ele mi }Jerho de }Iumbre,
Va, ue rechazo, á heril' lu COra7.011 ,. ,.
y te hieren a IEi ¿(¿lié mal les hace
o .

El tri.te llanto que tu rostro baria?


¿A quien le causa pena, a
quien le daña
La arma de la mujer, qul" es la oraciun?
XlI.
Oh tit, Matilde, madre jenerosa,
C uy a virtud d mundu ha respetado,
Sal-.pdl'teo-huye! el aire e,ta illfectnd o,
y llIal te siCJlta elrcspil'al' aqui .
Presto hu ye! arrunca e,ta i"feliz esposa"
A y! i alT:rnCJ c,tos hijo~ UC lIJi seno,
:N~ SI!<\ que aIJs.()!'!Jan el lelal veneno,
Que lile circunda i me cunsu11le á lIJi .
XHI.
:Oh madl'e ! mdnrc! cuyo Il,omLre puro
Ha l'esllt~ta tlo h a,ta I ~ envidia inlpia,
Deja que apnre el cidiz de agonia,
y 'me haga ~lit:no ele deberte el ser!
Yo sola aspiro, madre, á sel' tü hijo,
A :l1l1itr la Li be rtad, qu e tu ha, alJ1i1c1o ~
A adorar la virtu,l que !las adorad ",
y de llÍjo tuyo el 1I0mjJrc merecer.
XI\'
Rend icl', marlrc, sin cesar bendice,
D íle a n.i ti('rn~ i a mi r3,t~ amiga ,
Que del S('úo r I ~ " oluntad ocnrliga,
Y a que '"lllí,o pro har me en su l'l'i,nl,-
El crisol del tormento, d onde [lllSO
1,a majestad inmrn -;a, sobf'l'a na,
Del que flllld6 Id lib 1'1 , d 11f1l11ana-
Hermano nu estro ¡ I'/'jidlll' del :;o l!
X V.
Y úni co ,';,, 1 df' la "'I),"rJlln nuestra,
Comu Dios ;;ral,c!s 111.15 que el hombre Ilumilde,

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Que adoras tlÍ df! hinojos, ~oh Matilde,
l I u¡Tlillanuu tu fJ'C'llte ante su cruz . . .
Cuando tu forma ante esa CI'UZ $e indina,
Cuando tu labio por los ¡",mure, ruega,
Tu !luplica piadosa al !r'ono llega
Dunde se sicllta el Padre de la luz :
XVI.
El imjel qtH! te guarda se sonrie,
RecoJe t us pala bras , tiende el ~' ul'lo,
LI .. ~.¡, i post l'at!o on el ,ublime cielo,
1 .a~ pone al pié del trono del SeilOr. -
}' ¡tlclc pues, que á nuestr'¡¡ P atria salve,
COII e!la voz de caridad árdiente;
Que D ios escndla la uraeioJl fenicllte
Con qué dcfieude el justo nI pecadol·.
XYII.
• »

An o("hl'ce : el adusto cal'celero


A ol r .• rejiulI solicito lile IIc"i'a:
:-'e a"/"I' a mis ojo, ulla rrja IIUC\'a;
}'()J' fllerza e. rraila ~()lIdu. id" ~'()i:
Luegu, b"bre ;U5 gO,lIrs, I ed,i ll alldo,
Pe,,,, rrvlleh e, la lII uho,,¡ puerto!,
1 <ldCtllm fl"Ct! .. IlIi palaora IIIUCI ta,-
1 en utra ticrra, eu utro clima c; lui.
xnu,
1.05 ins('ctos illlTIunclos se apndcran
Vf' u ¡, i fll , .. rno la JllII/"alla or o ta,
( :(10 m, 'lli,t,,"o 'O/l, got a por hota,
L., ,'g"a le!." de !filé i" r'f'g" lIad., e~la
2\ ; i, l/IImall O.\" {:l1 ard¡ 'IJ ' f' > n,e ".111 I"'iv ado
1 b t ,) del t 1 i ~ re i llf' t' ('!'lit l'iu alJl'I gu ,
l\J:IS 1f'llgo ItH P ;JI ' ~, i el Pil pr-I fl ll Jigo,
Que a I"CdLlf 1111 pCII~ llllJ i~lItu ,a;

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~1Xo
I tengo lo que puco; homill'cs tienen.
o

Si, tengo a aquel, que en mi templ'i ua infancia,


Me ananeo del podel' de la ignorancia,
Ayudando a formal o mi eOloa ZUfl;
Al que fué mi maestro, i es mi amigoo-
a ~mi¡;o cual ning"!l.flo.-- tcng o a Luna,
Estoico vencedor de la Fortuna,
Que logró, por (a,:or, c!>ta prision .•...
XX.
¿ Quienes son estos bUlllbres, . qpc así mirae
ífelancólicamente al que ha venido?
CaJa cual, de mis males condolido,
Me lanza una mirada de ami.tad·.
Sírvellle at.ento, J'espetuoso; i !;uardil
f:uando esc ribo, silencio; i aun me obliga
A que reciba de su mano amiga
Una pl'Ueua de afecto o de piedad.
XXI
Sus delitos?- Señor, mejor lo sabes!
rué la inocencia Sil IÍnico pecado
Ql.liza, o algnn illfame maji.trado
Sació en ellos, sin causa, su rencor!
Tal es nnestra igllaldad! Pnr fuera c¡¡nta,
En al're,to mentido, el d elincuellte,
1 ,¡dentro sufre i calla el inocente!
Por daño estoi aqui? - lo te ll gn a honor.
XXII.
~ Bilrlese alli!.. el ladron pl'ivilejiado.
i sirva impune a depravado intento,
Siendo acaso mortifero instrulllento
ÍJe ven~a nza, en tus calles, Pupayan.
No hai que temer aquí e1el rematado,
Sinó del juez algun ma/!dflto C"'PI t"Jo ;
Ni escandaliza el el esgraci;.l do preso,
Ni anedm !a prisiou, ~inó, el suardian.

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r'o
XXtTI.
Oh Patria! Patl'i,ll pOI' do quiera m.i.ro
Enseñoreado el eJ:Íme 1 de tu suelo!
¿ Son e.tos j ay! los frutos del de.~velo
l)el jénio, de la ciencia i la virtud?
eN uestl'OS padre, apénas consiguieron,
De:spues de tanto eófuerzo sobrehumano,
Variar el nombre del feroz tiran,o,
J. Dejándonos tz!! peor esclavitud 1 . . . .
XXIV.
¡Dios i Señor tlel mundo, cuya diestra
Vi rtib sobre mi Patria la abund ancia!
En alas del delito i In ignoran cia,
Llega l!!. hambrc a tu tierra de Canan 1-
1 los hijos d.el crimen, d('rramados
Sobre tu Para iso , en el estrago
Se gozan; i tu pueblo errante i vago
Tiembla ante el hijo r é.probo de Can.
X XV.
Donde alltes hubo flores, hai abrojos,
E sos del C,lUca. destronados rl!ves,
Com" olvidados de tus santas 'l eyes,
Destruyen ay! su pro pia libortadj
1 dejan, por Obando, cl corvo arado,
Para que espillas nuestra tierra brote; '
I no lo v en, i Obando es el azote
Con que castigas, Dios, su iniquidad!
XXVI,
¿ Que es Cal¡? - El patt'imo ni,) de asesinos,
Qu e 11rofanan Go n lubrico5 abrazos
N U(' , tl'3S madre. Ó 3 n 'a nca n iI foetazos,
La Ili.i ,!.-lÍ S Il plore-al 1lomJ.¡ re Sll lnujer,-
¿ Q nl' l'; l'" IOI ir a ) - La he renc"\ de villal\Qs,
Q ue en sus Je litos el ti r ano ampa.I'J,
1 pasea!' 11 bor ui ea al r,.1zar,1 ,
El est ~i> l'o l ell'ubo por do quier. (a)

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X VII.
t trIllé tu,
f'ff'<; cnmarca pint " l'esca.
Qut' d¡stl' al Gr, n Cabal ill. nob le vicia?
1 qué rl'f'S tu , por fin, patria quer ida,
Cun' (le Torres, noble Popa ya ll ?-
Rf'uniQl, de esclavos vilesj cobardes,
Qne temblamm ele un mODotruo cOl'L'ompido,
1 c1('lllrxihle liltigo al chasquido,
Doblamos la rodilla ante el Sultan.
XXVIII.
i t el grnn Sf'ñor, que nuestras }¡jjas vende.
O a sus siel'vus, en premio, las regala,
Su tibio aliento sobl'e el trono exhala
Meciéndose en estupida embl'iaguez!-
Los esbirros de Lópcz, el ti.'ano,
Que él premia, que él exita, que él consiente,
Besan a nuestras hijas libremente,
1 nosotros temblamos á sus pie.!
XXIX.
Ver]los! miraellos bicn! que no es del,i ría,
Azotando al anciano octojenario,
Despues de arcIel' el ('110%:0, necesario
A su achac:osa i tré.;l1Ila vejez!
Vedlos! mirildlos bien! a Hel'nimdez hieren,
Sorprenden a l:l vll'jen casta i lW¡';¡,
1 entre l'isas contemplan su he/'mosura,
Azotando 6U horrible d esnuue:l.!
XXX.
Ved los ! entre las sombras de !:l noche
ta villn asnltan, rompen las prisiones,
1 libran i:r sus bravos camp{>{,nes,
Q ue UII juez osado se at l'e\'iú it prender! (b)
1 1'1 aire atruenan con su~ ~rlll:lS rOllcas,
¡'Vi\a 1'1 goLiel'l1o ! sin cesar gl'Í I'<\r\(.ln! . . , ~
1 :! q. ,!'lIos son de IrIS q. ,e e, la is te mb lando,
Que vencen cutre l:Íento á una In Ilj Cl' !

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··XXX!.
Aquellos 50n el pueblo granadino,
Que respeta, que implora el majistrado,
Los que tieneu las armas del Estado,
Señore, del gobierno i la Nacion:
Ésos son nuestros amos! los potentea
Dominadores de la vasta tierra,
Cuyo foete flexible nos aterra-
Los Anieetos del novel Ne¡'on! .•.•
XXXII~
.. : Oh! que pudiera yo tender el bruo,
Saliendo de esta careel tl'i. te i fria,
Sou¡'e el tirano de la Patria ruia ,
I pl'rho a pecho batallal' con él!
Entón ces ,'it'ra el socialista infame
Si son nn e~tras esposas baratijas, ,
O irnl'urlicas r ame ras Ilue.tra. hijas,
O nuestra Patria su infemal burdel j • • • • •
XXXIII.
Entónces viera el Socialista, viera
Si it ~u mano, al garrote acostumbrada,
Le luce tallto el pUllO de una espada,
Ct11110 le luce una órden de pri.ion:
1 el grande I:I/,fl( edor dc 1,/,1' mujeres,
Pié co n pie, freme a fren te, mano á mano.
Quil.a hallara el p •. pel úe ConolaDo,
lIl.e nos 1:01l10do ,uaz que el de Neronj- (e1
XXXIV.
De ese Neron hip,)crita i ha.tardo,
Que su mir'ada de lascivia pndo,
En 1'1 ('"dáver' palillo i dpslluu o
De 5 11 difunta Ola,!t'e, de ellal',
Cual delei ta sns ojos, iJI~' l'd a d os
De .<lugre i de v('ll ga ll1.d, aquel n al vado,
Que d e la P.ltri a el <'U Cl'pll d l'-gllr l'a o
A sus plauta. ~e ~ll2:a eH CUl1lellJplar.

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• • • . • lit> . ... .

.
• " " "
XXXV.
Duerme el leon en la escarpad a Pasto
Tranqui lamente , de su selva dueño:
Ay! del que turbe su imponen te sueño,
Que de sus garras víctima sera!
J cabe el Cauea noble ¡caudal oso,
Del leon el cachorr o juguetea ,
Prueba sus fuerzas, i el rujir desea
Con que el padre á la Iíd le llamara.
XXXVI .
Sur! cuna de valiente s! bas oido
El I.higo zumbar i no despiert as!
J~eones! teneis a 'vuestras hem hl'as mlolcrtas,
I aun hallais en dormir sf'gu l'idad!
Qué! no b asta esto?- jI en b j aula indigna,
Colump iareis los miembr os mansam ente!
1 dI' la noble i ol'¡!1I1Iosa frente
Rendire is, sin lidiar, la majest¡td! . . .
xxxvÜ.
Al yugo paternal n os sustrajim os,
I a ser hombre5 i libres aspiramo s, '
1, por no ser ese.!i!v06, q,lltorat amos,
(, A sangre i fuego, la cade vil.
( I h.i una lIuevQ arihtoeráeia impera:
Se jacta el crimen de 511 e~tro rejio,
1 tiene solo el crimen privileji o
De imponer nos su lei con el fusil!
XXXVIII.
Arrojam os un reí de Iluestrs playas,
A cuyas plantas se p05traba el mundo;
El jénio de BoJivar siu segundo ,
Indignu de ruannar IIOS }>are"io"
I Lopez hm, Dulcei, (;l1ay"a~ , Oban do,
Hacen cauta COruUIl i:UU lus e~d<1"Vú.,

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lr.
E impunes vejan a,los mismos bravos,
Que el J ellio de Bolívar rcspetlÍ!
XXXIX.
Pero no reinado , <fue el mal se gaSta-
1 cesa ra su hárb al'O r ccreo-
Tendrá Israel al fin s Macabe o;
T endrán Jos H olofel'l1c. su Jndid .
No h.li mas Scilo r q uc Dios ! - Él nos :lsista!
No h.li mas ~ei¡or quc Dios ! -con É l \ ivanJOS!
1\ 0 hai mas SerlO r que Uios ! -en É l confi"m osl
eOIl Dios - por Dios-d e Dios-s era la
lid.
XL
López! yo os acusé dI! (iranio. ;
P ara probar al mundo Ig' con t¡'ario,
Bl!sc¡Jis un j Ilelo inf,lIne i mer cenario,
Que una pI' i, ioll á mi in ocen cia dé:
Asi Ncron, para p roh al' al mundo,
Que no es ue R uma el destruct ol' aleve,
En los cristiano s, cuya sangre bebe,
Los incendia rios de su patria vé.
XLI.
Oh! tened me encerrad o, i ciego, i mudo ,
No permitai s qué ande, mire, ni hable,
En este e.tado tl'Íste i misera ble,
Prue ba elocuent e uc mi dicho soi.
Es.l sentenr.ia que mis brazos ata,
Esa sentenci a que de habla)' me priva,
No impide no, que el pensami ento viva,
J salve el muro do encerrad o estoi.
XLII.
Aquellas rejas, que á la l\1z se oponen,
Del b llmano poder Vd 1l0S ensayos,
P udl an del So l illtercep tar los ravos,
Pe ro ec :ip ,ar mi pf'nsami pnto-no .
Aq uí tellcis mi cuerpo flaco, en fermo,
J somet¡u o il vuestro férreo yugo:

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tIerid! herid! gozad! gozad! verdug< i,
Eso que estals hiriendo no soi yo,
XLIII'
Yo no estoi todo alli; yo tengo un:!.. alma,
Que no ~e agobia ante el poder humano ,
1 que se burla del esfnerzo vano
Con qué quereis mat ar su libertad :
Uf!" alma I iorf', in vuln('\'~ble, osada,
Que anda de clima en clima libremeu te,
Que solo dc su Dios Omnipo tente
Invoca la justicia i la pied ad.
XLIV.
Ella tie ne sus nlas :-ella salva
Guard la ll, i l'eja, i cill abozo, i muro,
y el pe nsa micllto-~in temcl'- scguro,
A ot ra reJi ll n sobre esas alas vá.
¿ Qué me iJllporta n ¡;;s" gl·illos, las cade nas,
L os tormen tos del barbaro impoten te?
N ada de eso d e,hollra al iuocent'c,
Infam ia eterna a sus tiranos d~.
XLV.
Persecu cion! PerseclJ cion beodiia !
A Sócrates le diste tu cicutil,
y abriste á los Apóstol es la ruta,
Por do se llega al trollO del Señor.
Persectl cion! Pel'secu cion 1 no vayas
A olvidar a tu victima escojida !
Sigue amargan do mi angustia da vida,
Miéntra s h,;ya en mi Patria un opresod,
XLVI.
Haz que se cumpla, para Id bien de lodos,
En mi 6010 la t riste profecia;
Que me degüelle n, i la sangre mía
Ab ogue al r.irano i su p od er fatal!
Ya me han prerlicb o que a la carcel vengo
Ji'ou'a mo1'Íl': abiclto cota el Ctlwino :

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16.
No esquivaré n1l I;echo ál asesin"
Que f'e,trje en mi sangre su puñal.
XLVII.
No qui.e hnir', qlle la sentencia infame
Siempre es sentencia, i roi debel' me ó"den~
Sn lJl !'terrne al tormento, a la cadena, "
<':11<111.10 ha va un juez que lo disponga así.
A nte tu bicI! i oh Patria de rni~ hijos !
Yo dubI o humilde la marchita frente:
] ,ill1 )io de mandra e~ tui: soi inoceute,
Me siel to diS"o de sufl'ir por ti.
XLVIlI.
No t~nto com" aquel, q lle vió on ~l padr,e-
Su ,acl'l hen dor, cuando 'illneen te '
PIJ.,o en Sil Dios lus ojos reverente,
1 e, ]>nó humi lde, el golpe de Allraham; ~
Nu tanto conlO el tierno eunlerillo
Bl. lI1co, (lile al allo, en Isl'llel IIlOria;
Esos eran de Dios: 110, P ulria lI1ia,
:No tan puras, tus ví c til1l¡~ ,eran.
XLIX.
Dios, solo Dios, rr¡.erec:e que en sus aras
1\[lIera, a malltlS del reMo cal nicero,
Ese manso profético cordero,
Qlle lame el fierro qlle le va a matar.
Pa~ria! tú 110 ('I'es Dios, i ' no nl~reces
Lo que se debe a Dios: Cl'e, su hechura :
Tú mereces amor de la criatura,
Peru solo el Creóldol' ~'ece altar.
L.
PJtl i ! por ti sacrificarse dehen
B Ien!' - i 'farna -- i ¡:loriJ- ' i dil'ha- í padre-
T <> - aun lo. hijus - la mllJ!,I' - I~ madl'e-
1 c;u anlt' Dios, en ~11 hondad, no~ dé. --
Todo, p " n j il p. eres m ¡h q u!' l< ,d,.,- ... énos
Del ~eno,' .oíos la L~ 'cw.:ia J".t .. ¡ ri~a;-

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Hasta su 11Omor . el hombre sacrifica
Por la ' patria- i la l)atriJ por la FÉ.
LI.
Guardemos nuestra FÉ! Grande es el mundo,
J.~ 1 ~i IIO S falta tierra en qué viva nlC?s, ('"
]\l o ha de faltarnos ti~lTa en qu é muramo!i':-
U nas pocas pulgadas bastaran.
11 - " Adios Tiranos!-" ¿ (~uien podra arraucarno.!l
Ya 'Ullcstra libertad i nltest ra vida·?
'Qnien eeh ar de 'su Tierra Prometida,
Al que guar.d ó tu leí, Dios de Abraham:? ••••

..
..
. ...
.....
..
'lit- tt
. . ...
.. ...
LII.
.. .. •

1 tú, 'juez tremebundo, -escucba! escucna!


Ama el ti.gre a su hembra; el gallo ufano
Da a su gallina el <encontrado .grano;
<Cuida a su y,egua el infeliz rouin:
Sor1 mas nobl es que tu. Tlí al ver la reina
De la <:reacion, la muerte ya respiras,
/ 1 a Jos ministros, mandas, de tus it'as;
.. Lanza si" distíncion, f/l~go sin fin" I
LIlI.
Sí, recuérdalo bien, i.IJo nos niegues
Lo que (oímos, i vieron nuestros ojos ... " •
()h ! tu baldon aun de l~, mismos rojos,
ti! Tú tambien sin castigo qued.al:as?
El que aTrenta al valiente, q ue ha 'Yencido
En mil batallas- j matar le ordena
A una j mujer! ¿ no tiene una cadena?
.sin jauln, i libre, i sin castigo estas!
LlV.
Si te obedece el noble veterano,
I hubieses conseguido ,tu victoria,
Grande fuera tu bonol', mayor tu ¡loriai
De asesinar al timido escnadron,
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18.
Uno, oo,s, o t fe'scie n tos cnerpos m.én<?s,
¿Qué le importal! a fu amo lIi iJ tu estrella"
Anciana, i jOVCll , i ,"irtuo sa~ i bella,
Siempre ! solemn iz4lball tu fur¡ciof./!
LV.
La mirada inocente, ~a mejilla
De nie"e i rosas, que el \'al·ol' re'peta,
,Embotan sable, i lanza, i bayoneta,
Alla ga n el mOl1.U~ro fu , il:
L a muerte mi'Ola se rebela, i teme,
Ante , '!q uella .Iejion cél ica i pura:
Solo eu tí cabe, oh juez! e,a alma dura,
.
Que te hace tan I'alientémente vil.
, . tIii!"""':" 1yI
<Oh impas~bl!Jlijb imparcial ~ o~ deRodade!
En cuvas manos baila la justicia,
Siemp~e hostil al hOllar, siempre propic ia
Al crím~ C1 que cl'Ílllen puede su!
Eres un Escipion, ' un Fablo, un. Bruto!
Eres ca~a'i, con treiflta' batallones,
1 cien mil bayonetas i éaíiones,
De arcabucear, t émblandó •• . • : . a una mujer!
LVII."
Oh! juez, oh juez! ' ele cto coJa tu 'Voto"
Para manchar de la jU8ttcia el ara,
Aqui e~ttibo tu nombre en letra clara,
y si mis 'versos viven, vÍ'viras.
DONar M,!{{uel \l4lIen.ia- ese es tu nombre.
Deja, Mi-guel Valencia, que te llame,
y 'el futuro , maldiga al juez ínfame,
. Que quiso sér verdus~- i nada mas.
Salon de presos condrllados, en 'la ,ircel do
fopa)'aD, a 7 _de Mano de ,85,.
t
Julio Árboleda,
-:.Q- ,!'

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ii&l . ... ¡¡

(a) 11iI '


~ " qu~ país, cn qué tíenipo se víó j:¡mas, que el
gobi~l' nn, institu ido para reprimir i eastig'lr el deli to,
P'lI'" prntrjcl' i al.cnl,¡¡r la virturi, sea el. cncmi go decla-
r arro rl e los buenos, i el decidido pr{}tt CLor de los per-
versos? ' '
~ ~o es cierto que n os,lros denunciamos el inicuo
annamento d , los fOr.lj id05? ~o es cicrlo, que sr.fll -
Iam05, con loda 1'1 e n ~ rji 3 !le ll ue~ t ra ' a: m ~s, los males
que causa ria la inf:llnIJ providencia ?- y que hizo el go-
hir rno ?-, El gnuiern o c'olllinuó el armamenl o ; el go-
bierno jUlltó a sus hOll1br.e~ i les dif, fucrz a en la IInion ;
el gohi r rtlo tlllser', en Guai l11s un protector ; el gobierno
a prolló la conJuc la de sus ajcntes, que, Ilcspul's de reunir
i e'\itar a ~us forajidos, les l}usicrolJ la mu ert c en las
man ns, i los sollaron, como perros (le presa, sobre no -
sotl'OS; el go bierno no se 'diglll1 siquicl"l con trslar a la
r epresflnl'lcio n qlW le dirijiernn muchos ei-urb 'l:tn ns,
quej!l\lclose de que Sil gohcrn 'ldor, ül<;trilloll, les hahia
illlp ~d i ¡fo que (',i I'ITiesen ct . Ilc!'c!'h') dl~ aSf,ci H:i:ln, -
arm a única (' in nrl' nsiva qll,' ks qll l · tla!'~ , conl ra 1 s-
Ca ñ' ItW5, ¡as h1 yllnel:ls i ! ;)!; pU:'llIlcs de los ajl~ IlI C~ (1,¡ g"b'p r
n <1 : ('1 g'l hicrn ') I'nlrt,i, alllls'tptll) (Ir lCJrlos hs llIedin~ qH\' le
slIlll inislr,tl):¡ <;1( a!llor ida lf; h lib ' f i ad de las. ('lec\:Íl'llt's,
i n;)s rlej", sin V'1 \ <1, sin dt'f(',h 15, enl reg:l'los a sus
.. aj enles " LjUI' f' l lI~ !II,1 j 1lcCI'S : d gob iern o, l'n fin, elln
el nbjetn d" haterno ~ ,;en l ir ' !l ile no solo Srl lllOS esrlavr s
s in l', vilt's, hace que S'.l~ forajidos ena rIJ ll.'ll el l :l l i¡(o
sobre nuestras cab eza ~, i rlcshnurcll, en llIJ1'stra presrllcia,
.a nues t.ras mujcn's, Si lngra ,nr,s pnr C_l<; II¡,lli da d, 'ill !' los
r,~ I\ S ¡J ~ ITIIlf'r ,t', ill!: 'Hdio 'cslllpro , "a" no a la orcel,
l os aj entrs de! gnhi crn<l di cf'n : ' , uo, c,os SI:l1 dI' nul's-
t ru p ,l rl id,)"! i \',111 ¡ In, ('sl'arel'h u, l,'¡,zaudo la ~ pri
siones, i ri yell rlo a ore: j "da, de ll 11cs!ra r ll h'1I'Ilia , ,,os
escaredados l'ont inuan los-· incendios, acallan su obra

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n.
de ven.g;:¡nz:a;- r entretanto los gobernadores i' jl'fes po-
líticos dicen e,n su, jun las privadas: "Es I,.reciso dejarlos
baoer porque, sinó el pueblo se tll'sl'spera ... ,.. y
¿ quien sinú "el pheblo" está interesado en C¡¡, li gar
a sus enemigos ? Los l adron e~, asr-si nos e in cendia rios,
son pues," el puehlo" para el gobierno ¡ sus ajen tes t
Despues cM,: tantas iniquidades, Mercado se b'l rla de las
victimas en una comun icacion indigna, i el golllrrno;
Como para no dejarnos duda de que hace el lila1 a sa-
biendas i dpliberadamenle, en lugar de dest.ituir, siquie-
ra por decencia, a su insolente s:llelile, pt, blica, si n im-
Frobarlos, sus escritos infmnes, en el periód.co o!idal!
Dicen alguno-, que el mal se ha h cho úe prop0si! 0.
con el objeto ti< que OlJando lo cure, i se atrai ¡,a asf
el arecLo de estas provincias. Yo le anuncio a Ohando,
que el día en qué el quiera finjirse lmenf'l, sus Ol ismos
siervos le ascsinarún, en lo cual nadie gmar..i sino el
Infl('mo.
En cuanlo al dudadauo prrsidenlr, (que se molestó
mucho ('uando el fL'ical, . eilor Juan Cobo, soliciló dr}
gobernador que rcrojil'se las arl1las' en es ta prnv:nda},
en euanto a él, tamlJien le di go, que conlin,w haCl"l:do
su pap!'l, porque )a na(l" en d un ivcl'So pOI Ir:'! l ibr~ rle
del nom.bre de tirmo, i de prot ector dpl cl'ÍmC!I, que
ha sahido comluis1ar con tan lo li no j tanta prrsel't'ran-
cia . L l historia ele los dd it os horrendos que ,e flan
cometido, i cr ) ntin l!~ riJl1 romeliénd, ~r,- j la conl'icnl' ia que
tieuen . l todos" de que l'! ¡:;ohirl'OO los ha !,(l! llen l~do
i 3¡/11paral!0;'- esa es la hi~ll)ria "gloriosa" 11"" rlllJ)il':r't
i araJ.:l con este nombre: - Ciuúa.l:lIIo Jeneral .lose lil l1rio
Lr'lpl'z! _ . .. '
En cuanto a mis pr1lpios sufrimientos, en (,u~l1l n a
]os llJ:Jnejos i"fames que se han puest,) enjurgo para pril':\l'ill
de ).j, pro pil'dad e~ i de JIli librrlad , ':Igull clia St' 5aur:'l l1. s-i
tell go Lirurpo i "'ol un tad para deseenu\!l' ¡J ('SII.> la :dt ll-
ra qué sr halla el pn:'blo, cuyos ¡nICH'S! s tldlenu fi , ha o;t a
mi lIIismo ••. __ Cuando el gobir!'l1O n 'prl'S1I1Cl '. A
VE. GA ~ l, , i los lriblinll l's slJ n la cspal!a dI' '1 111', al'-
UN! su d¡\~s! r:\ j I; U¡' [H.lO 1" virlud sU('Ul.nbr, i la Patri a
!'ladrar;:! \~ quí ' n, qur no ~ c a 1 n ins(llt [pe , , (J. ! r'l p¡,c-
tenu:'r qt1<' :m~ C(lncilld~,tan(1:l fij en la ,i 'l ~ PII ti pun-
t o impr.n;¡ plible ql.e ocupJ. un solo hewbrc ?

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m.
(b ) Algunos forajidos atacaron la casa del SeÍloTSegundo
Hcru;'mdez, ce'rca de Palmira. E Si e se dl'fendió valien-
temente i no pud ieron causarle IDueho daüo, pero bus-
caron refuerzos i volvieron a la ca"ga: rompieron la'
casa, tendicronle por tieITa mal hprido. dieron tres ha-
JilZOS a la seilorita su cUliada, quien Si' i'e~ is : ' ¡', I"'roi-
('amente a las abominaciones de esos m alva d o,. : .~ a hl'rida
1a ataron, i en esl.e estado .• . •• •• esto lo "a 11;11'1;. 1)"5-
pues J;¡ azotaron cruel mente, habién dola privarlo ;'" ..1'5
de sus vcstidos. ~ ucve de cstos malvarlo, fuero n 'lj)l'dH' I\.
dirlos i reducirlos a pri sioll en Pal mira: lrc~ de ('1105
fueron ese<LrC('lados bajo de fi anzl: se is continuaron ¡lIe-
sos. Un súbado por la noche, se 'Pr('s r nta~ (1!l 150 hom-
bres a órdencs de sus eor ifeos "rojos d(' Cali, ;'11 la puerta
de la hacienda dc i'lIalagll na . E l jd'~ poli tlCO salió a
habla r con ellos : p~d i a l\ la libertad inlIlI'di ¡ta de SIIS
seis cOI1lpañc l'os, porque lumian, con l'aZ 1n , q l1C los pl:mes
de su ilsoci acion se hi cicsel\ pú blicos en el curso del
j uicio. E l jefe polí tico les ofrcci.í, quc se in ('resaria con
el juel, let rado para que los pusi¡'s(' en li bertad . E llos
convin ieron Cll réti rarse, pero of'rccil'l'on volver óI los
ocho dias a csrarcela r a sus socios "a fu!'go i san¡;l'C "
( fUf'l'O ll SlI S rspI'es iollcs), si llo se I,'s [lonia en librl' lad
ántcs dc pasados los ocho ulas . El juez ,e rehu só
cnter:lIlll!ntc a ¡~(l l lJe t(' 1' un acto 1.1n indigno dI' d~ h i l ida rl.
A In, t () d ias (1.' 11 \In IIl _rt(·s) volv icl'on lus ¡[C' I1Jlícra las a
cumplir In pl'o Ifleticlo . E nlrílrrJn a Palmil'a pO I' I ~ noehe
hacienrl o lims i danrlo sus v¡y.as de COSl HJI1bn' : 1lC';jamll
a la c:'lI'ccl i sar:Jr<HI a ~ u s cII1I1 I'a:'ICI'OS : di rij itÍl'cnse rle
alli , a la C;JSil dd in fel iz IICt'Jl i' IHkz, i le pusieron fU('go
al grito de ¡ Vira cl 7 de 1\larzo ! Viva U 'pez I Viya
la rlclTlorr;kiil !
El gobern arlo l' vi no a PallIl ira : ~e pusieJ'lln (Jf1r'io.s
recl ama ndo l"s reos a dil'l<l'cnks punlos ; pt: ro, por (\"s -
gracia, el jefe p'lliticCJ "no (:o\1oci" a ningull '," (I¡' ing
li bcl'l auol'es, a ¡J 'sar de hJ ber platicado largal ll'! He
con ell os .
En utlél c"nycr'sarin n lClI irla en Palmira ( It _ ma-
jislrildos del {"'ó,'tl pol il ien, i li l.J nalrs de (';¡ ["gor i , (que
me hit referido un Lcsti~o prcslllci:o ¡ ddnn 1(' I " \'1 1'1 as
p C I's ~ n'l s ), ;¡.~ COIlV,ÍW) en '1 \1" I.odo p"'>rc'di m¡,'! 1 , ,'ra
imlJl'udCfllC cn estas c lrC~llSla ncias , P"I'lIuC tSO seria

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IV.
¡"desesperár al puehló !": Es de notar que C1 caballéro qUe
esto me con tó, participaba He la misma opi llilln con
las mrjorcs in tenciones posibll"s. ¿ Qu ~ ente nch~r¡1II por
" Pueblo" estOS s 'ilo res libl"ral,·s?
Los escarcl'ladores i esr<trcelados gozan de pprf~cta
paz aclualmen e, i solo se ajilan cuando salen a flajelar
cirgos, i mujeres, i viejos por lifs call es. para dar tes-
timonio de su impavidez i amor a la libertad lopizla ,
( e) Todos saben, (file el magn:'¡nimo Coriolano·· uno
de los homo res mas o grandes de qu ,' haya recuerdos
en la his oria • sacrifícó su e ~i s tcrrcia, depllso su ven-
ganza, a la voz oc una mujr !'. Torios sahe n, qu e el coba flie
Ncron hi7.ll asesinar a Sil propi a mad re, pur merl io del
manumitido Aniceto , i ol'denó que St! cOlllel.icsl'n 105
mas hOITr nrlos atentados conlra el sexo débil , por me-
dio de sus pmdillas, qu e g lz:¡ ban de la mi sma in illu-
nidad que tienen hoi los larlrones, cstullrat! ores (' in(,(,IHlia-
ri os en estas pru vin (' i a~ , i ('speciallllr nle I'n Palmira. La
hi pocresia {je los liranos ha sido l:I mi sma en tMlos
los I ieml:ns. A ~ í vemos I.oi, qlle d Ejecutivo p ifie in-
fOrlllelS al go bernador ,\lprratlo sobre los SII Cl'SilS di' Cali,
i public:a en su gar..:la l:ts lilas negras i lorpes cal ¡.JIlI.
ni~s ('on tra I :I ~ vic, imas de crilnr nes, ordeniJdos, auto·
rizad ns i ilIliili arios pnr sus l1I i ~ll\ oS esbirros. i'it:I"O\1
ta¡ubi en ral((!\Inilí a Agripin a, csc ribi c'ndo al ~ cn a do;
drspul.'s de 'lSl'sinarl a, flll C eI 'a hahia cO \1spirarlQ Cil l\:ra
su vida, i, dl'sc llhi C' rla, se hal¡ia suicidalllJ. !'ero o'l""ron
aJ11rentahll .'iqui era llorar a Sil vícli ma: nu~slro liraono hurla
a la ~ suyas. Sus aj e' lI l('S llaman " Iij f'ros a r o n leo c' illli c~ ll lo s"
a los cl'Í lIlt'llrg mas inaudilCls, i se cOIJlplarrn e'l1 de-
cir sa rrilÍllic-,\ mclll e, qu e se" f1 aje\;¡ o, a los billll hrps hnn-
r!ldos, para h¡1re! rlos senl ir In(\o el peso de su rl:og-arla·
cion .... o'Lijcros aconlecilllitlnlns " ! .... Los ajelll rs ¡ll'I ll lrlos
ri el gohierno asal tan IIna ('a ,a : alan a IIn:( !lII I'i ana in-
fel iz; le arrdJalan Sil ti erna I,ij '(: arrjs toranh por ti, ' ,oa,
Ja aS('1I de pio's i manos, i \'('ill ticinco fllrajitlns nfl'< n 00

sl\ t'I'siv;¡ mrnte un sanificio a , ' (' I1 US solo !',! "1 ClII'r p o
p'( :inilll ~ dI! al1lJel\~ vírj('n, a flui cn (k.i ~n privad:l, i
an f'g'lll ( ('n Sil propi:t s:l llgrr , sIILI'I' el pWil:lcoll !O (e la
ca ll!' pú hli r<lo La inf,'''z lIIucre. E~tC' t' s H U 'I ek 10<" lí ·
j erus a COnlc C illli ~ IIL OS " dI! qu,; habla el Anicdu de (;ali.

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v.
En Palmira aun mayores abatninaciones ••.•• \ raquel
jUSIP., aquel noble amigo tuio. el digno Señor Vicente
Horrero ¿ que ha representado? -- El gobierno, ¿ qué ha
resuelto? - Sus canas, su recta i noble probidad, sus an-
tiguos i leales servicios, ¿ nada merecen? -- Sus hijas son
amenazadas co" la deshonra por los bandidos que arma
López. i cuando eleva su voz aquel anciano venerable,
¿ no hai mas justicia para el, que el silencio que des-
precia o el sarcasmo que m¡lla? •.•• Oh! Dios grande!
asi abandonas a los que te han amado?
Popayan lmpr. de la Unív. por José A. Rójas 185 ••

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SEMANA Llrz'ERARI.I..

,_J

x. ENTBEQ4.

Dogotá-1849.

IIln.. FOR RAMOl'! GJ.L2J.IfO.

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~. ~«toUua.
l.
Envuelta en negro ropaje,
J enti!, voluptuosa i bella
cual hurí.
Como al traves del follaje
Se mira luciente estrella
yo te v\.

En tu frente habia inocencia,


1 en tus ojos habia fuego
quemador;
Era tu aliento la esencia
Que 8xhala al matinal riego
tierna flor.

Al traves de tu mirada
Llmpida, azul, tl'3sparente
cual cristal,
Jirar vi tu alma encumbrada
En un mundo diferente
divinal.

Si me pareciste hermosa,
Si yo admire como hombre
la mujer,
Si amé tu vo¡ melodiosa
1 si pronuncie tu nombre
con placer;

Si te amé, si yo te amo
Con easio~ i COD- al'diente
{relle¡l.

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-2-
~i en tu lUirada me inflamo
Si doblo humilde mi frente
ante ti.

Si pOi' ti mi pecho jime ....


No es solo porque tan bella
te vi yo:
Fue el espiritu sublime
Que tu ser todo destella
que me hirib.
JI.
Soi joven,--soi amaute de lo grande,
Tengo un alma sedienta de emociones,
Mi pecho se halla abierto á las pasiones
ansioso por gozar;
He amado ya .... ¡mentira ... ~ me engañaba
Cuando pensaba amar a aquella hermosa ......
Pasion sensual aquella i voluptuosa,
I aquello no era amar!

Amor de los sentidos en que el alma


A toda fruicion quedaba ajena,
Amor torpe i menguado que envenena
que mata al corazon j
Amor que pasa sin dejar siquiera
Un recuerdo balagüeño en la memoria,
Ese amor marcara mi humilde historia,
con 'inmundo borron.

Pero el amor que agora siente el alma,


Que el corazon rendido siente agora,
El santo amor que tu mirar, señora,
en mi seno prendio,

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-3-
Purifica mi ler i me enaltece,
Me exalta, me releva ante mi mismo:
Este amor como el agua del bautismo
sobre mi sien cayo.

Al amarte me igualo a tu grandeza,


Para amarte preciso es comprenderte,
Te amo i te comprendo :-yo soi fuerte,
me sien to igual á ti.
El circulo de luz que te rodea,
El espiritu excelso que te anima,
Me admiran ; mas no harEm que yo reprima
mi loco frenes!.

Como el aguila osada i altanera,


Cuya vista la luz del sol no ofusca,
Cuya mirada al sol ahi va busca
posandose en el sol;
Mis ojos en tus ojos tambien fijo,
1 los clavo en tu frente sin mancilla ,
1 en tu fresca suavisima mejilla.
tinta en pUlO arrebol,

Yo to amo-te adoro con delirio,


1 pues me atrevo Carolina a amarle
Seré digo o d'e ti,-i osaré hablarte
de mi ardiente pasioa;
Tu sabras Carolina que hai un alma
Qué a la tuya feliz ama i comprende
Sabras que mi destino ¿e ti pende
de ti mi corazon.

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-!-

111 .
Yo he llegado á pens ar en mis
ensueños
¡ Atre vido pens ar! que mi desti
no
Al tuyo veria unid o, que el cami
no
De la vida á tu lado anJa ria
yo.
Yo te he visto a mi lado en mis
ensueños .•..
Tu labio habl o de amo r i de amo
r lleno ,
Tu seno yo ~preté cont ra mi seno
I amo r en su regazo nos durm io.

Ilusi ones . engaños i delir ios,


Esperanzas men tidas de vent ura,
Quim érico s fantasmas, mi ama rgur
a
Vosotros aum enta is, pasad, pasa
d.
I Oh 1 dulces i men tidas esperanz
as
Ilusi ones , engaños i delir ios,
Quim érico s fantasmas. mis mart
irios
Vosotros alivi ais, qued ad, qued
ad.

¿ Qué soi yo sin tu amo r? dime


sea ora ;
Un arbo l qne naci era en el desi
erto,
Que azota el aqui lon i ai! i que
mue rto
Apénas al nace r, triste se vé.
Cua l solit aria flor que en antro
oscuro,
Nace i no goza nunc a del rocio
,
I se marc hita i mue re, asi bien
mio
Si no me das h\ amo r, yo mori
ré.
i847 . J. P. P.

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-5-
A. 011 tlaballo Schaleldlu.

1.
Ven altivo animal donde tu dueño,
Ven, que quiere halagarte tu señor,
El que vijilft hasta tu fraj il sueño
1 doma con su mano tu furor.
2.
Ven mi noble coreé"!, alza tu frente,
Sacude con desden tu crespa crin,
Muerde el bocado con tu duro diente,
1 llévame en tus lomos, Schaleldin.
3.
Yo siento con placer tU péchd hermoso
~olpe~do por tu ardiente corazon,
1 muestra claro tu ademan brioso
Que de tu noble raza eres blasono
4.
En tu paso gallardo i arrogante
Todo tu orgullo retratando estás,
N i los vientos permites por delante
Si rapido en tu escape libre vas.
5.
Es tu piel terciopelo en que brillando
Color claro de llmpido carei,
Albas manchas se pintan, revelando
Tu clara estirpe, tu valor, tu leí.
6.
Es tu variado i raudo movimiento
Tan suave como el aura matiual,
Lijero como rayo <> pensamiento
Que en la m~nte resbala del mortal,

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-6-
7.
Brillan tus ojos como dos volcanes,
Arroja fuego inflada tu nariz,
I 'Vuelas sobre lindos tulipanes
Sin dañar de los prados el, tapiz.
8.
A tu arrojo i valor pone barrera
Cuando quiere mi loca voluntad,
1 yo dlltengo tu Teloz carrera,
I domino tu fiera libertad.
9.
Libre quiero dejarte a tu albedrio,
Llévame donde quieras, Schaleldin,
Salgamos de este suelo, corcel mio,
I lleguemos del mundo hasta el confin.
10.
Ya vuelas con furor las cimas allas
Como violento rueda el hurac1m,
I con osado atrevimiento saltas
Las grandes vallas que al camino están.
11.
Detente .... no te para el precipicio?
No ves la muelle con horror en él?
1Oh I busca un prado que nos sea propicio
I alli descansaremos, mi corcel.
12.
Sé docil i obediente, calma un rato,
1 vuélveme pacifico a mi hogar,
Obedece sumiso mi mandato
Que estoi cansado i (juiero reposar.

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-7-
13.
Mira ¡\ tu izquierda cristalina fuente
En dulce prado trémula correr,
Tus dos orejas rectas acia el frente
Señales son de que querras beber.
14.
Vamos alIa, i al pié del tronco 'ferde
Yo me recostaré, tú beber as,
La fresca grama en la ribera muerde,
1 un instante gocemos de solaz.
15.
Al fin lI ~ galnos ya, dejarte quier~
Libre hollar este prado, este pensil,
Tu cola cual lindisimo plumero
Bate tus ancas, corbas i cuadril.
16.
Ya en el césped estoi, i del bocado
Amigo te liberto i del jaez;
Anda con libertad en este prado,
1 pace, i goza que llegó tu vez.
17.
Al tronco te dirijes anhelante
Para rascar tu cuello i tu ceniz,
1 con rudo sonido r eironante .
Espele los alientos tu nariz.
18.
Mil gotas de sudor bañan tus ojos
Que por los poros salen de tu sien,
Señales de tu ardor i tus arrojos
Son tus espumas de sudor tambien.

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-s-
19.
1 bien, di q~e ha a.1can~ado tu ardimiento?
Qué pre~ g¡nó tu esfuerzo~ sin ignal?
Sera, el pacer la grama i el sarmiento,
O bebef de la fuente en el cristal?
20.
Qué hemos ganado en tu veloz partida?
Qué corona logramos, qué laurel?
Corriste como cierva perseguida
Que no dejo ni rastros al lebrel.
21.
Pensaste dI, con loco desatino
Que en mi patria se alzo tirano 'Vil?
1 que débil el pueblo granadino
Al duro yugo doblego servil?
22 .
1Vano pensar! mas si llegase un día
Para mi patria tan fatal i atroz,
La tUy'a con mi sangre correria
Luchando contra el déspotaJeroz.
2:5.
Si alguna vez la libertad fallece
En este sucIo que nos vio nacer,
1 el dulce amor de libertad perece
Pudiendo 'el despotismo prevaler:
24.
Entonces si, la libcr\ad busquemos
Del desierto en la inmensa soledad,
1 huyamos, mi corcé!, doude encontremos
Nuestra dulce i querida LIBER.TAD.
DOGOTA-1847. G. G. DE P.

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