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UNESCO PNUMA

PROGRAMA 656444 DE EDUCACION AMBIENTAL

universidad D6D DE COIONI8IA

UNIVERSIDAD
Y MEDIO AMBIENTE
EN AMERICA
LATINA Y EL
CARIBE
SEMINARIO DE BOGOTA
28 OCTUBRE - I NOVIEMBRE 1985

ICFES

INSTITUTO COLOMDIANO PAft A €i- FQMt'hTQ LJT UA EOUCAtlOí< iUIHCn ion

REO DE FDHMACIE1N AMBIENTAL PARA AMERICA LAUNA Y EE CARIBE


UNESCO PNUMA
PROGRAMA IHIEBHICIDIIiL OE EDUCACION AMBIENTAL
UNIVERSIDAD RACIONAL DE COLOMBIA

UNIVERSIDAD
Y MEDIO AMBIENTE
EN AMERICA
LATINA Y EL
CARIBE
SEMINARIO DE BOGOTA
2B OCTUBRE - I NOVIEMBRE 1985

ICFES

INSTITUTO COLOMBIANO PARA EL FOMENTO DC LA EDUCACION SUPEHiOA

RED DE FORMACION AMBIENTAL PARA AMERICA LATINA V Et CARIBE


INDICE

Pl jlM

PRESENTACION............................................................................................... 9

ANTECEDENTES Y ORGANIZACION DEL SEMINARIO......... .................. .. .. 11

Capitula I

LA INCORPORACION DE LA DIMENSION AMBIENTAL EN LA


EDUCACION SUPERIOR EN AMERICA LATINA Y EL CARIBE

I. Antecedentes en la Promoción de la Educación Ambiental a Nivel Inter-


nadonal y Regona!............. .. ................ ............................ .. .... 15

IL Universidad, Ambiente y Desarrollo ... .............................. *.................... 17

III. Diagnóstico de la Incorporación de la Dimensión Ambiental en los Estu­


dio* Superiores en América Latina y el Caribe. *..................... 20

Nuevas Catre ras Ambientales a N wel de Pr egrado y Posgrado .......... 22

Introducción de la Dimensión Ambiental en las Carreras Tradicionales,,.. 23

- Investigación Ambiental................... , *......................... .. .. .. .. ♦ ♦ ♦.... 24

- I nierdisciplinariedod ......................... .. . *. ♦ ...................... .... 24

- Actividades de Extensión Ambiental.............. ............... „ .. ................... .. 25

- Otros Programas Ambientales............ *......................... .. ......... . 25

- Aspectos Administrativos................ .............................................. 26

Relación de la Universidad con los Programas del Gobierno y de Ib Sacie


dad............................................................................................................ 26

- Conclusión ♦ ............................... ♦. ♦.................................. ♦ ............ 26

Capitulo 2

LA INCORPORACION DE LA DIMENSION AMBIENTAL EN LAS


CIENCIAS NATURALES

I. Consideradones Generales................. ............................... .............. . 31

3
Página

II. Id Ecología y la Integración de Jas Ciencias para Fots Estudios A m bren ta­
les ................................. ................................... ,...................... 31

f II, Reflexiones sobre la Necesidad de Incorporar Acercamientos Inter disci­


plinarios en las Ciencias Naturales para Facilitar la Comprensión de la
Problemática Ambiental.............. . .............. ............. ............. 33

IV. Análisis de los Avances Logrados en el Estudio de Procesos Físico-Biú'


lógicos. . ........... .. .. .................. ..................... .. ............. .. ............ 36

V. Recomendaciones para la Incorporación de la Dimensión Ambiental a


Vares de Nuevas Carreras, Programas Inter disciplinarios y otras Activi­
dades. Algunas líneas de acción.................. ..,........................... .. .. .. .. 37

- Nuevas Carreras............................... .. ............... ..................... .. ........... . 37

- Reciclaje de Profesionales "Clásicas"...... ............... .. .................. ............ 38

- Actividades al Interior de la Universidad ................................ ..., 38

VI. Estrategia para la Coopera don Regional Inter universitaria............ 41

Capítulo 3

LA INCORPORACION DE LA DIMENSION AMBIENTAL EN LAS


CIENCIAS SOCIALES

I. La Universidad y la Organización Inter disciplinaria del Con o amiento en la


Perspectiva Ambiental del Desarrollo. . *......................... ... .............. 45

II. Las Ciencias Sociales y el Saber Ambiental......................................... ... 48

III. Sobre la Incorporación del Saber Ambiental en los Contenidos de las


Ciencias Sociales.............. ............................... .. ............. .. 52

- Niveles de Incorporación de los Contenidos Ambientales en los Programas


Académicos de Ciencias Sociales. ................................ .. ........................... 54

- Incorporación del Saber Ambiental Procedente de las Ciencias Sociales en


las Ciencias Naturales y Tecnológicas................................. .. .................... 56

4
Pagina

IV. Estrategia y Plan de Acción para la Incorporación de la Dimensión Am


bren tal en los Programas de Investipcinn, Docencia y Extensión .... 56

- La Creación de una Conciencia Ambiental en las Universidades y la Forma.


ción de Profesores e Investigadores ............... 56

La Incorporación del Saber Ambiental en las Ciencias Sociales 57

- La Identificación de Temáticas Ambientales para su Investigación. ..... 57

- La Oiíusión Extrauniversitaria de la Formación Ambiental 58

- La Creación de Instancias para el Desarrollo de la Investigación, la For­


mación y la Difusión Ambiental ....................... 58

- El Fortalecimiento de la Cooperación Regional Latinoamericana para la


Formación Ambiental . 60

Capítulo 4

LA INCORPORACION DE LA DIMENSION AMBIENTAL EN LAS


INGENIERIAS

t. Impacto Ambiental del Proceso de Desarrollo en América Latine 65

II. La Educación Ambiental y la Formación de Ingenieros 66

III. Perfil Clásico y Perfil Contemporáneo del Ingeniero 67

IV. Impacto Ambiental del Eje rao o de la Ingeniería 68

V. Función de las Institudonet de Enseñanza de la Ingeniería en la Forma­


ción de Profesionales con una Perspectiva Ambiental 70

VI. El Desafío Ambiental y la Formación de Ingenieros 71

Vil, Recomendaciones Finales ............ ........... .. ........... 73

Capítulo 5

LA INCORPORACION DE LA DIMENSION AMBIENTAL EN LAS


CIENCIAS DE LASALUD

I. Introducción

5
Pagina

II. Evolución de la Salud Ambiental en la América Latina y el Caribe............ 77

III. El Concepto Ecológico de la Salud.............................. ........... ................. 79

IV. Salud para todos en el ana 2 JOCO................... ........................................ 81

V, Responsabilidad de los Ministerios de Salud................... .......................... 82

VI. Recursos Humanos..................... .. ........................................................... 88

Vil. La Universidad en la Incorporación de la Dimensión Ambiental en las


Ciencias de la Salud .......................... .. .................................... 86

Capítulo 6

CONCLUSIONES ¥ RECOMENDACIONES OEL SEMINARIO

I. Conclusiones y Recomendaciones para la Puesta en Marcha de un Plan de


Acción Regional sobre Universidad y Medió Ambiente......... .. 91

- Cuestiones Generales .................................................... 91

- Recomendaciones de las Universidades.................. 91

- Recomendaciones al PNUMA y UN ESCQ................................................. 92

Recomendaciones a las Organismos Internaciones y a los Gobiernos de la


Región.............. .................................................... .. ............................... 93

II. Criterios y Recomendaciones Generales para la Incorporación de la Dimen­


sión Ambiental en los Programas de Educación Superior............................ 93

- Aspectos Generales de la Incorporación de la Dimensión Ambienta) en las


Carreras Tradicionales y Programas Interdisciplinarios................ .. ........... 93

Incorporación de la Dimensión Ambiental en Nuevas Carreras y Pcsgrados


Ambientales.............. .................................................... .. ........................ 94

- Formación de Prolesores, Investigadores y Profesionales. .......................... 95

- Programas de Extensión y Solución de Problemas Ambientales de las Co­


munidades .............................. .. .................................... .. ........................ 96

6
Pigma

III. C onclusi mes y Recomendaciones pata la Incorporación de la Dimensión


Ambiental en Diferentes Areas Temí ticas. .......................... .. ........... Ofl

Incorporación de la Dimensión Ambiental en las Ciencias Naturales......... 98

- Consideraciones Generales.................................................................. 98

- Recomendaciones Generales para las Diversas Areas Temáticas........... 99

- Recomendaciones para al Nivel de Pre-gradq.... .................................. 99

- Recomendaciones para el Nivel de Post-grado ..................... 100

Incorporación de la Dimensión Ambienta) en las Ciencias Sociales...... 100

Incorporación de la Dimensión Ambiental en las Ingenierías..................... 103

- Consideraciones Generales...................... .. 103

- Recomendación para la Creación de Correr» y Cursos de Ingeniería


Ambiental ................ .............. — ¡04

- Recomendaciones para el Nivel de Pregiado.................... .............. 104

Incorporación de la Dimensión Ambiental en las Ciencias de la Salud .... 106

- incorporación de la Dimensión Ambiental en ías Ciencias deí Diseño deí


Espacio y de los Objetos....................... .. .................. ................................ 107

- Inlroduccidn......... .. ............... .. .. .. ........................................... 107

— Síntesis de Diagnóstico............. .. .................... .. ............. .. ............... 107

- Recomendaciones................................................ .. ........... .. 107

0*ita de Bogotá sobre Universidad y Medro Ambiente............................ .. 109

Diez Tais sobre el Medio Ambiente en Amenes Latina....................................... 113

Listo de Participantes................................... .. .................................. 115

t
PRESENTACION

La incorporación de la dimensión ambiental en los programas docentes y de investiga­


ción de las universidades de Latinoamérica y el Caribe, ha sido reconocida como una necesi­
dad prioritaria de Id región para generar los conocimientos interdiscipiinartos y formar las
capacidades técnicas y profesionales orientados a lograr un aprovechamiento más racional de
sus recursos naturales, capa; de satisfacer les necesidades básicas de sus pueblos, y de promo­
ver un proceso de desarrollo más independiente, igualitario y sostenido.

El Primer Seminario sobre Universidad y Medio Ambiento para América Latina y el


Caribe, celebrada en Bogotá, Colombia del 28 de octubre al la. de noviembre de 1.985,
constituyó el mayor esfuerzo realizado a nivel regional para diagnosticar el grado de avance
de los programas ambientales en las universidades de la región, así como para intercambiar
experiencias y discutir conceptos, orientaciones y criterios sobre la incorporación de la di-
mansión ambiental Bn las practicas académicas y de investigación. En el participaron 59 uni­
versidades e institucioms ambientales de 22 países. El Seminario propició una discusión de
los programas en marcha y dió lugar a una importante reflexión sobre los problemas presen­
tes y las estrategias posibles para incorporar la dimensión ambiental en las universidades,
conducente a generar un Plan de Acción Regional pare fortalecer este proceso en los países
latinoamericanos y caribeños.

Dada la importancia de los trabajos y de las conclusiones de este Primer Seminario


sobre Universidad y Medio Ambiente, y con el propósito da impulsar le incorporación de la
dimensión ambiental en los estudios superiores a nivel regional, el Programa Internacional
de Educación Ambiental UNESCO/PNUMA, en cooperación con la Red de Formación Am­
biental para América Latina y el Caribe, del Instituto Colombiano para el Fomento de la
Educación Superior y la Universidad Nacional de Colombia, publican la presente "memoria"
del Seminario de Bogotá; esta recoge una versión revisada de! diagnóstico presentado al Se
mina no. así como de las conclusiones y recomendaciones aprobadas por el mismo. Las ver­
ijones que aquí presentamos de los documentos temáticos sobre la incorporación de la di
mensión ambiental a las ciencias neutrales, las ciencias sociales y les ingenierías, lian sido
revisadas y aprobadas por sus autores para Bsta edición.

A paritr de este Seminario, y en seguimiento a sus recomendaciones, varios países han


realizado seminarios y reuniones sobra Universidad y Medio Ambienie a nivel nacional en el
marco de las actividades de la Red de Formación Ambiental para América Latina y el Caribe,
avanzando en la implementacíón de nuevos programas ambientales y el desarrollo de los ya
existentes en diversas universidades de la región. Entre estos esfuerzos nacionales, destaca la
realización del Primer Seminario Nacional sobre Universidad y Medio Ambiente, celebrado
en Brasil en agosto de 1^86 y el Primer Encuentro Nacional sobre Universidad y Media
Ambiente celebrado en Venezuela en octubre de 1,987, así como la próxima realización,
durante el presente año de 1 JSBfi, de sendos seminarios nacionales sobre Universidad y
Medio Ambiente en Colombia y en Argentina. En cuento a los esfuerzos a nivel subregional,
cabe mencionar la realizacián del Seminaria para el Fortalecimiento de la Formación de
Espoc¡alislas en al Manejo Integrado do Recursos Naturales en el Area Andina, celebrado en
Medellfn, Cotambw en septiembre de 1.387 En este Seminario se exploro la posibilidad de
desarrollar programes de postrado en erta temática en diversas universidades de fasuhFegión.
y de promovar la cooperación inlerísnltmcional. fomentando el intarconribm de profesores y
alumnos, así como la complam potación de sus capacidades ínstitucianalM y sus programas de
lormación, para fortalecer el desarrollo profesional en este campo.

Agradecemos la colaboración de las universidades de la región, de sus directivos, pro­


fesores e investigadores, de los organismos internacionales y regionales, y de las asociaciones
regionales, subregionales y nacionales de universidades que permitieron la realización y con-
tribuyeron al éxito del Seminaria de Bogotá, así corno la cooperación del 1CFES y de la
Universidad Nacional de Colombia on la publicación de estas memorias.

Red de Formación Ambiental


-para América Latina y el Car i be

México D. E., marzo de 1.988

1o
ANTECEDENTES Y ORGANIZACION DEL SEMINARIO

1. La Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano, celebrada en


Estos olmo en 1.972, estableció en su Recomendación No. 96 que "el Secretario General,
los organismos de Naciones Unidas, en particular la UN ESE O v las oirás i ral ítuciones ínter-
nacionales competentes, luego de consulta y común acuerdo, adopten las disposiciones ne­
cesarias para establecer un programa educativo internacional de educación ¡nterdiftiplinaria,
formal y no formal, relativa al medio ambiente, que cubra ios grados de enseñan¡ra y se dirip
a todos, con el fin de desarrollar el conocimiento y suscitar accionas que permitan contri­
buir a lo gestión y la protección ambiental'- |A / Conf. 46 14 / Rev. 1, Res. 9G1. En aten­
ción a esta recomendación, la UNESCO y el PNUMA establecieron conjuntamente el Progra­
me Internacional de Educación Ambiental [PIEA] en 1.975

2. Más adelante, la decisión 9/20-A del So. período de sesiones del Consejo dE Admi­
nistración del PNUMA. celebrada en maya de 1.981, instó a su Director Ejecutivo a desa­
rrollar actividades que promuevan la incorporación de la dimensión ambiental en los progra­
mes de enseñanza superior, a su vez, con las resoluciones de la vigesimosegunda sesión de la
Conferencia General de la UNESE O, celebrada en 1 983. se adoptaron las disposiciones
Operativas para llevar a cabo las actividades tendientes a incorporar la dimensión ambiental
en los programas de educación superior do las universidades.

3. Atendiendo estas decisiones, el PNUMA/0 RPALC y la UNESCD auspiciaron la rea­


lización del Primer Seminario sobre Universidad y Medio Ambiente para Am¿rica Latina y el
Caribe en el marco del Programa Inernacional de Educación Ambiental y con la colabora­
ción de la Red de Formación Ambiental para América Latina y el Caribe. Este Evento se
realizó en la Ciudad de Bogotá del 28 da octubre al To. noviembre de 1,985, graciosa la m
vítación del Gobierno Colombiano, con la cooperación de la Universidad Nacional de Co­
lombia, el Instituto Colombiano de los Recursos Naturales Renovables (INDERENA), el
Instituto Colombiano para el Fomento de lo Educación Superior (ICFESI y el Fondo Colom­
biano do Investigaciones Científicas (CO LCIENCIASI. Se asociaron igualmente o le organi­
zación del Seminario, la Organización Panamericana de la Salud (OPSJ. ta Unión de Uni­
versidades de América Latina (U OLI AL}, la Organización Interam encana de Universidades
1OIU1, la Asociación de Universidades del Caribe [UNICA) y el Grupa Universitario Lati­
noamericano (GULEREE).

4. Lds objetivos asignadas al Seminario fueron:

a) Examinar la sluación actual de la incorporación de la dimensión ambiental en tos


«ludios superiores de América Lalina y el Caribe.
bl Formular un plan de acción que recomiende políticas, estrategias y mecanismos de
organización y cooperación regional, necesarios para desarrollar y fortalecer la incorpora­
ción de la dimensión ambiental en dichos estudios.
5. Para la preparación del Seminario, el PNUMA Hoto a cabo un estudio sobre la incor­
poración de la dimensión ambiental en los programas universi tari os de la región. Para alio se
elaboró uno encuesta que fue repartida a más de 200 universidades y fue contestada por 155
da ellas.

Igualmente, pata elaborar el diagnóstico a interesar a los organismos y universidades en


la celebración del Seminario, se visitaron 36 Centres Universitarios en once países do la re­
gid n y se tomó contactó con Consejos Nacionales de Ráelo ras, Consejos de Ciencia y Tecno­
logía, Administración k Ambientales y con las Asociaciones y Organismos Universitarios
Regionales. Con las respuestas obtenidas y la información recopilada de estudios anteriores,
se elaboró un diagnóstico que se presentó para el análisis de los delegados universitarios en
el documento UNEP / WG-138 fofo, 3, "Diagnóstico de la Incorporación de la Dimensión
Ambiental en los Estudios Superiores de América Latina y el Caribe'. Un resumen de este
diagnóstico aparece en ni primar capitulo de asta mam oría.

6. Por otra parte, con el objeto de ofrecerá los delegados al Samínnrio planteamientos
básicos y orientaciones generales que sirvieran para lo discusión sobre la necesidad de mi re­
ducir la dimensión ambiental en las distintas disciplinas, el PNUMA solicitó la preparación
de tres documentos, sobre la incorporación de la dimensión ambiental en las ciencias natura
les, las ciencias sociales y las ingenierías, que aparecen en ios capítulos 2 al 5 de esta memo­
ria. Los dQcuemntos temáticos y el diagnóstico lueron discutidos previamente en dos reunió*
rtes preparatorias convocadas por el PNUM/ÜRPALC, a las que asistieron delegados de
UNESCO, OPS. UDUAL, UIQ. UNICA, GULERPE, y fos consultores que elaboraron los
documentos temáticos, acunándose a su vez do preparar el programa del Seminario. Por su
parte, la Organización Panamericana de la Salud elaboró un documento sobre la incorpora
c¡0n de la dimensión ambiental m las ciencias de la salud Por la espedíicidad de las ciencias
del disentí, se estableció durante el Seminario un grupo de trabajo sobro esta temático. A
pesar de tas dificultades obvias de establecer orientaciones y criterios acabados para intro­
ducir la dimensión ambiental en las diferentes disciplinas cubiertas, fos trabajos sirvieron
de guía efectiva a las discusiones dtrl Seminario, ral como se refleja en los conclusiones y
recomendaciones de los grupos temáticos que aparecen en el capítulo sexto de esta memoria.

7. El Seminario Íub inaugurado par el Señor Presidente de la República de Colombia


Oí. Befísario Betancur; el Rector de la Universidad Nacional de Colombia Dr. Marco Pala­
cios; la Gerente General del Instituía Nacional de Recursos Naturales, Ora. Margarita Marino
de Botara; el Director Adjunto del PNUMA. Si, Gwiady Gofuvav; y al Representante del
Director General de la UNESCO, Sr. Luis Albala-Bertrand.

<2
CAPITULO J

LA INCORPORACION DE
LA DIMENSION AMBIENTAL EN
LA EDUCACION SUPERIOR
EN AMERICA LATINA Y EL CARIBE
L Antecedente en U Pramooói) de la Educación Ambiental a Nivel InterntciMal y
RegianaL

1. Le Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Humano, realizada en Esto


colmo, en 1,972, sentó las bases paro avanzar en la comprensión del carácter interdrtcipli­
naria y sistémiea de los problemas ambientales, Mus adelante, el Seminario Internacional
di Educación Ambiental UNESCO/PNÜMA, celebrado en Belgrado en 1.975 para aplicar
los criterios adoptados en Estocolmo, propuso la incorporación de las siguientes orientacio­
nes fundamentales a la educación ambiental:

el Considerar al medio amhnrnie en su totalidad, natural y creado por el hombre, con


sus componentes ecológico, político, económico, tecnológico, social, legislativo, cultural y
estético;

b) Considerar a la educción ambiental como un proceso de (oda la vida, tanto en la


escuela como fuera cíe ella;

cj Orientarse con un enfoque intcrdisciplrnarro;

d) poner énlasis en la participación activa para prevenir y resolver problemas ambien­


ta Ik;

el Examinar asumas ambientales imporianies desde un punto de vista mundial global,


sin perder de rata diferencias regionales;

I) Enfocar situaciones ambientales presentes y tuturas;

g) Contemplar lodo U&sarrolla y todo crecimiento desde una presoectiva ambiental:

h) Prontorer la valide ¿ y la necesidad de la cooperación tanto a nivel local como na­


cional e internacional en la solución de problemas ambientales.
■-
2. El Seminario de Belgrado sirvió do preparación pare la Conferencia Internacional
sobre Educación Ambiental que tuvo lugar en Tbilisi en 1.977, convocada por PNUMA./
UNESCO Les conclusiones de Tbilisi plantearon importantes avances conceptuales que tu
vieron especial relevancia para las discusiones del Seminario (UNESCO, I.98QL Entra tas
Idesí ilestacan las siguientes definiciones:

a) Definición de lo ambiental:

La Conferencia comprenda por medio bubienlaI no solo el medio físico-biótico sino


igun monte el medio social y cultural, y relaciona los problemas ambientales con Eos modales
de desarrollo adoptados por el hombre. (Tbilisi, Informe Final, Problemas Generales).

15
b) Delinición y ámbito de <3 drmensiCui ambiental:

La educaci&n ambiental se deFine como el resaltarte de una re orientación y articula­


ción de las diversas discrpl rnas y experiencias educativas, que facilita la per «perón integrada
del medio ambiente, (Tbilisi, Problemas Ambientales!. Para ello te aboga por una educación
i ntardiscipl inaria que examine "los aspectos ecológico*, sociales y cuhurals" (Tbilisi, 3er
Principio y Reenmendación 2o J.

c) Educación Untará taris

En relación o la educación uní ver sita ría, se recomienda el método in te rdíscipl inario que
exige una estrecha cooperación entro las dtrekmet unidades ¡scBdórmcas y que se basa en
'pla$ relaciones que guardan entres le naturaleza, la técnica y lasocÍEdad" (Tbilisi, Recomen­
dación 131,

3. Las primeras orientaciones para la educación ambienta! fueron Elaborados en el Se­


minario sobre Educación Ambiental, promovido pot el PNUMA y UNESCO,y celebrado en
Bogotá en 1.976. Este Seminario sirvió temblón corno reunión preparatoria para t¡j confe­
rencia de Tbilisi y enfatizó algunos aspectos ya tratados en el Seminario Internacional de
Belgrado, sobre todo lo referente a la necesidad de establecer metodologías inlordImplina-
rías de educación orientadas a la solución de los problemas ambientales de Ih comunidades
Cabe mencionar también la realización, con anterioridad, del Seminario Regional para el
Desarrollo de Módulos para la Enseñanza de las Ciencias, organizado por la UNESCD en
Montevideo «m 1 975, en el cual el medio ambiente sirvió como tema integrador. Asimismo,
durante 1.976 se llevó a cobo el Seminario de Chosica (Perú! para diseñar un programa
experimental de educación amblen tal que sa intentó llevar a la práctica en algunos países.

4. Posteriormente ai Seminario de Bogotá de 1.976, se han mdizado vanos seminarios


regionales sobre educación ambiental, entre los cuales cabe destacar la realización en 1977
de la Reunión sobte Esiudios Medioambientales en América Lalina, organizada por el Centro
Internacional de Formación en Ciencias Ambientales (CtFCA), en cooperación con el Cole­
gio de México, y para la cual se elaboró un primer diagnóstico del "Panorama de los Estudios
Superiores Medioambientales tiri América Latina"'. Asimismo, los celebrados en Costa Rica
(1.979), en Caracas (T.9fl 1} y el Seminario-Taller sobre Planificación de la Formación Am­
biental realizado en Managua en 1.982, ciganizodo por el CIFCA deniro de los actividades
de la Red de Formación Ambiental para América Latina y el Caribe,

5. El CIF C A I ue c rcado en 1975 como un provee lo c oniunt o del PN L1M A y e I G obÍEr-


iio de España, para promover la formación ambiental en ios países de habla española Uno de
los obtelivos del CIFCA fue el apoyar el establecimiento de una Red de Formación Ambien­
tal en América Latina y el Caribe, cuya creación fue formalmente solicitada por el Consejo
de Administración del PNUMA en sus 7o. y 8u, períodos de sesiones, El PNUMA apoyó el!
esiablecimlento de la Red, creando en 1.981 la Unidad de Coordinación en su Oficina Re­
gional para América Latina y el Caribe con la cooperación del CIFCA, y lamentando la

16
designación de puntos focales en los países de la región, encargados de establecer Redes Na­
cionales. Lo mayor parte de las actividades que realizaron conjuntamente le Red y el C1FCA,
tuvieron como objetivo la organización da módulos o redes temáticas de formación amblen-
tal, así como el ofrecimiento de cursos regionales sobre temas ambientales lUNEP, WG.U56/
Inl. 4; 1937}, Como resoltado de estos esfuerzos, se elaboraron documentos bésicos para la
formación ambiental en las campos de la planificación ambiental del desarrollo, la energía y
los asentamientos humanos. Asimismo, se publicaron los memorias del Seminario sobre Tu
ii5ino y Medio Ambiente en el Area Andina (Caracas, 1,985), y los trabajos elaborados para
el proyecto sobre Articulación de Ciencias para la Gestión Ambiental (Leff, E. el al., 1,986).

6, En este breve resumen sólo se mencionan algunas de las actividades que sobre edu­
cación ambiental universitaria se han realizado o nivel internacional y regional. A ellas habría
que añadir las múltiples actividades desarrolladas por diversos organismos de Naciones Uni­
das, como las actividades de capacitación de ingenieros sanitarios y ambientales de la OPS.
los seminarios y talleres organizados por 1a FAQ dentro de sos redes de cooperación técnica,
los cursos sobre planificación ambiental llevados a cabo por la Unidad de Medio Ambiente de
la CEPAL y el UPES en cooperación con el PNUMA y el CIFCA, las actividades de educa­
ción ambiental desarrolladas por UNESCO y los cursos y seminarios organizados por diver­
sos países de la región en el marco del Programa General de la Red de Formación Ambiental
pare América Latina y s* Caribe.

7, Bastan los ejemplos anteriores para comprender la intensa labor realizada en los úl­
timos anos por estos organismos internacionales y por los países de la región en el campo
de I» educación y la fomación ambienfal. Muchas de estas actividades se han desarrollado
en asociación con las universidades. Del diagnóstico elaborado por el PNUMA para el Semi­
nario, su desprenda que éstas han venido desarrollando múltiples actividades ambientales en
sus programas de docencia, investigación y extensión. El objetivo del Seminario fue precisa'
mente revisar el contenido y los alcances de esos programa y proponer orientaciones aue
puedan estimular este esfuerzo durante los próximos afros.

II. Universidad, Ambiente y Desarrollo

8, El informe del PNUMA sobre el estado del medio ambiente en el decenio 1.972 ■
1 982, desleca que durante ese período se alcanzó "al reconocimiento de que el desarrollo
es un concepto m unidimensional que cubre no solamente los aspectos económicos y socia­
les de la actividad nacional, sino también los relacionados con la población, el uso de los re­
cursos humanos y la utilización racional del medio ambiente", Lo problemática ambiental
esta ligada., por una porte, iil incremento de la población, que en los últimos diez anos ha
crecido de 4,000 a 4 800 millones. Este crecimiento demográfico ha incrementado la presión
sobre los iimiTado$ recursos, generando una c uncen (ració-n urbana particularmente explosiva
en el Tercai Mundo, en donde 22 ciudades superaban los 4 millones de habitantes en 1.980
Iwmta 16 de los potes desarrollados). ocasionando graves problemas ambientales urbanos
cue afectan sobre todo a las poblaciones marginadas por el lento incremento de los servicios
urbanos, la ocupación de suelo agrícola, la urbanización dol terreno, etc. Este proceso de

r7
degradapión ambientaI ha afectado gravemente b los ecosistema natural k de Jas áreas rura­
les, y plantea un reto especialmente difr cil para la educación, si se tiene en cuente que la po­
blación juvenil de los países del Tercer Mundo representa el B0°/o de la población juvenil
mundial

9. Nu obstan Te la importancia de estos procesos demográficos. considerados en i arma


aislada, no explican la problemática ambiental. La presión sobre los ecosistemas se ejmt a
través de estructuras económicas, tecnológicas, sociales y culturales, que varían en cada uno
de les países La perspectiva ambiental involucra, en consecuencia, a todos los campos del
saber científico; las ciencias naturales que estudian las estructuras y la dinámica de los pro­
ceso; físicos, biológicos, geológicos y ecológicos; las ciencias tenológicas que aplican estos
conocimientos en instrumentos y procosos que transforman el medio ambiente natural y
soctal; y las ciencias sociales que analizan las formasen las que los hombres se articulan para
la producción material y cultural.

10. La percepción sobre la necesidad de incorporar la dímesnión ambiental y w na­


turaleza de carácter interdisciplina no, en las universidades de la región, ha seguido un lento
proceso. En 1 943, con la creación de la Unión Internacional para la Conservación de la Na­
turaleza (UFCN'j y de su comisión de educación en 1.949, se inició la publicación de varios
estudios y se incremento el interés por la educación ambiental universitaria, sobre todo en
las carreras de ciencias naturales. Igualmente, cori ¡a creación det programa MAB/UNESCO y
del Programo Internacional de Educación Ambiental se han venido desarrollando actividades
en al campo de la investigación y la educación ambiental a diferentes niveles. Esto, junto con
el impulso genere! que dió a la temática ambiental la Conferencia de Estocolmo, ha generado
una amplía conciencia sobre la necesidad de crear programas ambitut-1^ universitarios en
América Latina y el Caribe.

11. Sin embaído, puede afirmarse que la universidad, en general, sigue organizada en
facultades, institutos y de partimentos alrededor de una división compart¡mentada de las
disciplinas, que dificulta el ejercicio ¡ni erd i se i p linaria para el análisis de la temática ambien­
tal.. Igual mentí?, muchas universidades permanecen aisladas de los problemas de tas comuni­
dades y de las instancias de toma de decisiones, al tiempo que se dificulta la participación
comunitaria en las pol íi i cas del desarrollo y en la gestión de sus i acurras.

12. A pesar de las importantes diferencias entre los países de la región, y las desigual­
dades de sus procesos de crecimiento, asios han impulsado el desarrollo de la educación,
particularmente desde la década de los M La tasa de escolaridad universitaria ha crecida a
tilmos superiores a la tasa de crecimiento poblacional y a tos tasas de empleo generado por
ía estructura económica. Estos avances en los sistemas educativos no significan, sin embargo,
que se hayan satisfecho las necesidades de educación básica, media y superior y de investi­
gación científica y tecnológica, y menos aún que estas actividades se hayan reorientado pa
m apoyar una estrategia de desarrollo sostenido. Los países más adelantados en la región
comn México, Venezuela o Brasil, dedican a sólo el 0.2°/o del producto interno a sus siste­
ma de ciencia y tecnología, que frente al 2.8% que asignan los Estados Unidos, muestra la
bap prioridad que m? confiere a la investigación en las economías dependientes y el poco im­
pulso el desarrollo del trabajo rntolectuol. Igualmente, la estructura productiva no alcarria a
absorber lo oferta de especialistas que produce el sistema educativo en sus niveles de capaci­
tación, generando altas tasas de subempleo profesional Este desempleo creciente no signifi­
ca que no existan posibilidades de trabajo potencial, sino que la estructura de desarrollo
adoptada no genera una demanda para la aplicación de conocimientos científicos y tecnolb
gicos. Esto se produce a pesar de que los niveles de profesionalización en América Latina
son muy bajos, comparados con los de los países industrializados como los de Alemania, en
donde el 75% de lo población económicamente activa tiene capacitación técnica a profesio
nal para el desempeño de su función productiva

13. Una estrategia de desarrollo alternativo, orientado a generar el potencial ambiental


para hacer un aprovechamiento racional de los recursos naturales, tecnológicos y humanos y
para satisfacer les necesidades básicas de las mayorías, introduce nuevas temáticas para la
investigación y el l roba jo profesional para la producción de nuevos conocimientos y nuevas
tecnologías. La educación ambiental, cuya finalidad es la búsqueda de nuevos estilos de de­
sarrollo, no debe de ser considerada como un sector más de la educación general, sino trans
foimar sus métodos y contenidos tradicionales para orientarse hacia un análisis interdisci-
plinario de La realidad y una planificación iransectoríal del procesa de desarrollo, que fomen­
te un aprovechamiento integrado y sostenido de los recursos.

14. A pesar de la dificultad que significa romper la inercia de la universidad tradicional,


se esta minado en América Latina y el Caribe un proceso de lenta transformación para de­
sarrollar investigaciones y programas de docencia interdísciplioaria. Sin embargo, na puede
considerarse que se este dando cumpliento a los objetivos propuestos al sistemo educativo
par una visión ambiental del desarrollo. Estos esfuerzos se han centrado más que todo en la
adición de una cátedra, generalmente electiva, al programa curricular y no en la transforma­
ción de tos estudios universitarios para alcanzar una perspectiva integral e interdisciplinaria
del desarrollo. Las cátedras ambientales introducidas en los currículos abarcan generalmente
los aspectos ecológicos o tecnológicos de la problemática ambiental, dejando de lado losas-
pecios socio políticos ü culturales que incluyen cuestiones tan importantes comees la defi­
nición de los objetivos del desarrollo, ol estudio de tas formas de organización social que
posibilitan un manejo adecuado del medio físico-biólico. y las estrategias para alcanzar una
participación activa de las comunidades en la planificación del desarrollo y la autogestión de
ws recursos.

15, La incorporación de una cátedra introductorio a la problemática ambiental sólo


pueda consideraría como al punto de arranque de una verdadera transformación de losestu-
d.oi superiores. Un segundo nivel se alcanzaría en ef mórnenlo en que las diferentes carreras
'evitaran los objetivos propuestos por la educación especializada para incorporar a través
de las diferentes cátedras una perspectiva ambiental de los problemas tratados. Esíe proceso
deberá abrir el camino hacia una transformación más profunda de la universidad, que posibi­
lite el acercamiento interdisclp lina rio a los problemas planteados por ¡a relación cutre la so
uedad y la ntrlurahiza y promueva la implementación de alternativas ambientales de de­
sarrollo.

19
16, La manera como cada una de las dtaiplinaa pueda afrontar este reto no e$ fácil de
establecer y apenas, se esta iniciando el esfuerza teórico páre comprender en que forma Ea
problemática ambiental afecta al desarrollo de diversas ciencias y los métodos de la insti­
gación ¡nterdisciplinaria (Leff el al.r 1.986). La clasificación tradicional que divide a las
ciencias en naturales, sociales y de la Ingeniería presenta el problema de le articulación de
las diferentes disciplinas que participan en la gestión ambiental dal desarrollo. Algunas cien­
cias trensdisciplinarias como la geografía o la historia, difrímente se acomodan en esLa clasi­
ficación. Por otra parle, la distinción entre ciencias básicas y la aplicación ingenieril de las
mismas es muy difícil de delimitar. A dos problemas de clasificación se enfrento tanto la
elaboración del diagnóstico sobre programas de educación ambiental a nivel superior en
América Latina, corno la elaboración de Ias contenidos de fas documentos temáticos presen­
tados en el seminario.

lll. Día¡jnóstico de la Incorporación de la Dimensión Ambiente! en los Estudios Superio­


res en América Latina y el Caribe.

17. Ef diagnóstico que se presenta a continuación es una síntesis del documento


UNEP / WG. 138 / Info. 3. presentado al Seminario. El diagnóstico se basa en los estudios
anteriores sobre el tema y en la respuesta de 118 universidades a la encuesta enviada por
PNUMA/ORPALC. Con las fuentes secundarios y los informes recogidos en visitas especia­
les a los universidades, se cuenta con respuestas de un total de 166 universidades, lo que re­
presenta casi al 50u/o del total de las universidades de la región. El cuestionario para elabo­
rar el diagnóstico, cubrió los siguientes puntos;

a. Carreras o pqsgretfos ambientales

b. Introducción de la dimensión ambiental en las carreras y posgrados tradicionales

c. Investigación ambiental

d. In terdistiplirw ¡edad

e. Extensión universitaria

f. Otros programas ambientales

g. Aspectos administrativos

h. Relación con los programas ambientales del Gobierno y de las comunidades

18. El marco conceptual adoptado para el diagnóstico define te ambiental en función


del carácter intardisciplinario de los procesos que lo constituyen, siguiendo las recomenda­
ciones de la Conferencie Internacional de Tbilisi Para la elaboración del diagnóstico, se optó
por una visión sístémrca de la problemática ambiental, que involucre necesariamente la

30
integración de un conjunto de disciplinas. Igualmente, se define la practica ambiental coma
una praxis totalizante, que pretende establecer el equilibrio entre sistemas naturales y sis­
tema sociales. Por esta razón no se consideraron como programas estrictamente ambientales
aquellos que. aunque trabajan con aspectos del medio ambiente, lo hacen desde un punto
de vista disciplinario o sin tener en cuenta las repercusiones de la actividad humana sobre
el sistema natural, Asi’, par ejemplo, las ciencias básicas naturales estudian elementos del me
dio ambiente y las ciencias de la ingeniería aplican los conocimientos de las ciencias básicas
a la transformación del medía, pota no por ello se pueden considerar como estrictamente
ambientales. La ingeniería agraria a forestal pueden estar orientadas hacia la productividad
económica, sin tomar en consideración la repercusión de esta actividad sobre las ecosiste­
mas y el equilibrio entra sistema natural y sistema social Siguiendo la terminología utilizada
en la Conferencia de Tbilisi, estos programas se denominan "tradicionales" para diferenciar
los de tos nuevos que han surgido con base en una concepción ambiental interdisciplinaria.

19. La ecología, por so naturaleza iriterdisciplinarra, puede considerarse como una


ciencia ambiental que ha logrado ya delimitar su campo epistemológico, con lo cual nodos-
plaza le participación de las otras disciplinas en el análisis de los problemas del medio am­
biente De esta forma, se incluyó a la ecología en el análisis de la información del diagnós
tico. Para facilitar el ¡málisis y a pesar de las dificultades inherentes a todo tipa de clasifica­
ción, se optó por dividir Ik ciencias en las siguientes categorías, obedeciendo exclusivamente
a razones prácticas de sistematización:

a| Ciencias básicas tísico-biológicas Inaturatesl que incluyen, entra otras, a la física, la


química, la biología y la geología,

b) Ciencias sociales básica que incluyen a la sociología, la economía, la antropología


y la psicología, entre otras,

c) Ciencias trartsdisciplmares, o sea aquellas que abarcan diversas áreas de estudio a


través de métodos y perspectivas científicas unificadas, tales como la ecología, la geografía,
y la historia. Se incluyen en este grupo a las disciplines que han empezado a aparecer como
"Ciencias Ambientales",

d| Ciencias naturales aplicadas:

Ingeniería civil
Ingeniería fisico químicas (ingeniería química, ingeniería eléctrica)
Ingenierías de recursos abioticos (hidráulica. energética, minera, etc,)
Ingeniaría de recursos bióticos (agraria, forestal. biotecnología, etc.)
Ciencias de la salud

e) Ciencias aplicadas al habitat (diseño, arquitectura, etc.)

f) Ciencias sociales aplicadas (derecho, política, trabajo social, educación, planifica


cón.etc.)
Nuevas Carreras Ambiental» o Nivel de Pregrada y Postgrado

20. Can base en ta clasificación anterior, y en ¡s respuesta de las universidades en-


tu«t&dasr se identificaron las siguientes carreras ambienfiles de pregrado y posgrado e$U
ti lee idas durante los últimot años, unto de carácter general o de especiali/ación

Ciencias Natural» Básicas


Física y Química 0
Biología 2

b) Ciencias Sociales Básicas y Humanidades 0

c) C icncias T ransdi&ciplinarías
Historia 0
Geografía 4
Ecología 24
Ciencias Ambiental» 0

(í) Ciencias Naturales Aplicadas o de laIngeniería


Ingeniería Ambiental 20
Ingeniería en Ecología 3
I «gen feria e n Recursos N atu rales Renovables 4

e) Ciencias de la Salud
ingeniería Sanitaria 13
Salud Pública 6
Salud Ambiental S

I) Ciencias Urbanísticas 6

tj) Ciencias Social» Aplicadas


Planeamiento Urbano y/o Regional 4
Plan i litación y Gestión 3
Administración Ambiental 2
Conservación 2
Ordenamiento Ambiental t
Acondicionam arito Ambiental 1
Educación 2
D carrol lo I n legrad o y Medio Ambieni c 3
Desarrollo y Saneamiento 1

21 En total se identificaron 121 carreras, de las cual» 31 están en fase de proyecto.


Como puedo observarse, la mayor parto de la nuevas carreras se dan en el campo de las cien­
cias iransdiscíplinarias naturales {ecología) y aplicadas {ingenierías y ciencias de la salud!.
Cabü destacar la importancia que ha adquirido la ingeniería ambiental, que incluye los ríspcc’
(Oí de sorvírios públicos relacionados wbie rodo con e1 saneamienTO y tos aspírelos da salud
ambiental. Sin embargo, el significativa también la ausencia casi total de nuevos programas
en ciencias sociales, tanto básicas como aplicadas No existe a nivel regional ninguna umver
itdad en donde sea posible especializarse en aspecto! rales como derecho ambienial o eco­
nomía y medio ambiente. Sin embargo, empiezan a aparecer algunos programas de postrado
de tipo rnterdtsciplinario que involucran tanto los aspectos naturales, tecnológicos y sociales
del ambiente, como los del medio ambiente y desarrollo integrado, o de acondicionamiento
y saneamiento ambiental.

Introducción de la Dimensión Ambiental en las Carretas Tradicionales

22. La introducción de la dimensión ambiental en las carreras tradicionales se refiere a


equnlte que han modificado los currkulos y los métodos educativos con ia aparición de ta
problemática ambiental. A iraués de la encuesta realizada se obtuvo Información, sobro
todo, en reíanón a la incorporación de nuevas cátedras ambientales en las distintos carreras
tradicionales. La encuesta permitió identificar 426 cátedras ambientales [de ellas 17B cáta-
tiras de eco logra) distribuidas un la siguiente forma;

CARRERAS No. DE CATEDRAS AMBIENTALES

Ciencias Exactas y Naturales


Biología 1 05
Químico
Ciencias Exactas 2
Fisco 1
Geología 1

Canelas Sociales Básicas


Sicología S
Antropología 3
Sociología 3
Filosofía 2
Economía 2

Ciencias Transdisciplinari»
Geografía 21
Historia 1

Ciencias Aplicada
Ingeniería do Recursos Brólleos 9b
Ingeniería de Recursos Abióticos 22
Ingeniería Civil 21
Físico Química 13
Ingeniería Industrial 5

23
CARRERAS Na DE CATEDRAS AMBIENTALES

Ciencias de la Salud 47

Arquitectura y DiȖo 34

Ciencias Sociales Aplicadas


Derecho 13
Educación 6
Trabajo Social 3
Planificación 2

23. Como puede observan. esta información coníúma las tendencias identificados
en el establecimiento de nuevas carreras ambiental ir.. Existe un claro predomino de cále d ras
ambiemales introducidos en carreras do ciencias naturales y de ciencias do la ingeniería Son
importantes tambntn Eos esfuerzas realzados en gcugraha, arquitectura y diseño. En cambio,
las ciencias sociales básicas o aplicadas representan un bajo nivel de incorporación de cáte­
dras om bien tales.

24. La introducción de cátedras ambientales puc-de considerarte como un primer paso


paro generar una conciencia ambiental en la formación profesional. Es, sin duda, el nivel de
formación que todavía predomina en los programas universitarios. Un nivel superior de in­
corporación de la dimensión ambiental implica la transformación de los objetivos y contení
dos de una cátedra o de une carrera completa. En las universidades estudiadas, se obtuvo
iníórmaciún sobre la transfotmación de los objeté» y contenidos de 19 irreras para acó
piarlos a lo problemática ambiental De ellas 9 pertenecen a dd Eren tes ingenier ías. Igualmen­
te 18 cátedras aparecen Transformando sus contenidos para introducir la perspectiva ambien­
tal De ellas 7 pertenecen al áren de la salud y & a las ingenierías

Investigación Ambiental

25. La mayor parte de tas actividades de ínvcstrgocicrn ambiental esta siendo desarrolla-
da por las facultades do ciencias naturales y ciencias tecnológicas y se ruinaren a tema de
ecología y de contaminación Entre 408 proyectos re portados a través de Ib encuesta mati­
zada, muy pocos son interdisciplinarios y más escasos aún los que se dedican a estudiar as­
pectos so Líales relacionados con los problema ambientales, corri inri indo las tendencias ob­
servadas en los programas educativos de nivel superior.

Iiuerdisciplinanedad

26. Como resultado del diagnóstico, puede afirmarse que apenas se están iniciando
piognunna interdisciplinarios en la región. Si b>en se delectó un ¡mares general por de­
sarrollar estos programas, no lia si do fácil romper la rigidez de las prácticas disciplinarias y de
las estructuras cúmpart ¡ementadas de las universidades. A pesar de ello, se identificaron

2J
diversas tipos de experiencias, siendo las más frecuentes tos proyectos de investóri
i ote r discipl ¡naria entre ciencias naturales y técnicas. Entre ios 33 proyectos de investigación
inrerdisciplinaria reportadas, sólo cuatro involucran a las ciencias sociales. En el campo de
Ja docencia inwt disciplinar i a, el caso más Irecuenre os el do la cátedra compartida {12 uni-
ueaidadesi Una da ellas man i fiesta expresamente Las di (ico liados administrativas que hubo
que superar pera Llegai a establecer este tipo de programas. Monos frecuente es la práctica
da el ¡iterar tesis interdisciplinarías, que sólo fue repollada en dos casos,

27. Como formas ponnanentes de abordar los estudios interdisciplinarios en materia


ambiental, so ha recurrido sobro todo a la ereación do Centros que se abocan, sea e la temáti­
ca ambiental general H2 ceñiros) o a problemas «pecílitos, como contaminación (2).
habitat (3), y atros temas 151 Giras Universidades han acudida a formas administrativas di-
ler&ofH para la organización de sus estudios ambientales, a iraves de Unidades, Departamen­
tos, Facuitados o Escuelas de estudios interdisciplinanos. De cade una déoslas modalidades
¡rpa-iate un sólo caso para cada una de ellas. La forma más frecuente de articular administra-
h.'Hnerte las actividades inteidisciplinarías es la Comisión o Comité Ambieniai, que agluti­
na 3 los decanos y/o profesores de las diferentes Facultades, habiéndose identificado en la
OTLOffStD 6 casos

Actividades de Extensión Ambiental

23. Las actividades de extensión universitaria representan una de los canales más im
portátiles para vincular la docencia con los problemas de la comunidad Las actividades
di; extensión ambiental ofrecen innumerables modalidades, como conforenci», seminarios,
cunos, foros, escuelas de temporada, ele. Estas cubren una vasia gama de lemas, como el
npiDvethamíenio y conservación de Jos ecosistemas, actividades socio-económicas, salud
ambiental, protección ambiental y otras actividades de gestión ambiental. La mayor parto de
estas actividades se llevan a cobo en los departamentos o lacuitades da biología e ingenierie
y muy pocas en fot de ciencias sociales. Los públicos más atendidos son los de profesores
y estudiantes do educación básica y los académicos, aunque se encontraron también algunos
programas de extensión con comunidades marginadas, Puede decirse que 3 través de los pro
pames de extensión, las universidades se están acercando, aunque todavía lentamente, o los
problama* ambiental» de tas comunidades.

Giros Programas Ambientales

29. Este espacio se abrió en la encuesta para que las universidades pudieran informar
sobro programa; no cubiertos por los ponfos anteriores. Se deseaba conocer especialmente el
lipa de experiencias que la Universidad ha desarrollado con grupos ecológicas o ambientalis-
t« La mayoría de estos grupos no están adheridos en forma oficial a la Universidad, aunque
a veres se hayan originado en algunas de sus dependencias y participen sus miembros en acti-
íidndes universitarias. Estos grupos trabajan con las comunidades urbanas y cúrales desarro­
llando programas de asesoría técnica y educación ambiental Están compuestos generalmente
por alumnos con miembros extraumversitarios y con la asesoría no oficial de profesores.
Se encuntrarort 24 formas de agrupación con estas características. La mayor parte de estos
grupos ha tenido origen en las facultades do ciencias naturales y de ingeniería, siendo menos
(os procedentes de las ciencias sociales o de geografía. A través de las respuestas obtenidas,
se perciben las dificultades de anicular Ias actividades de estos grupos ecologistas o ambienta
testos con las estructuras universitarias, pero sin duda este ha sido uno de los canales más
amplios de difusión de una conciencia ambiental.

Aspectos Administrativos

30. La perspectiva ambiental implica una reformulación de los métodos educativos tra­
dicionales, lo cual requiere en ocasiones reformas en las prácticas docentes. La Umwnidad
esta estructurada con base en la especialización del conocimiento, de manera que la intro­
ducción de la dimensión ambiental supone una reforma da la administración académica de
las universidades, De entre las cuarenta y dos universidades que respondieron a este punto,
veinte afirmaron no haber introducido ningún tipo de reforma para incorporar la dimensión
ambiental. Algunas universidades consideran que todavía el fenómeno ambiental es demasia­
do reciente pare que haya podido inducir algún tipo de reforma administrativa y académica:
otras consideran que sus estructuráis académicas son adecuadas para el desarrollo de progra­
mes inlerdiscipúnanos, o han introducido nuevas formas de administración académica como
centros, comités ínter facultades, o programas académicos de tipo ambiental

Relación de la Universidad con los Programas de Gobierno y de la Sociedad

31. De acuerdo a las conclusiones de la Conferencia de Tbilisi y del Seminario de Bel­


grado. la educación ambiental debe estar íntimamente vinculada a las decisiones políticas de
los gobiernos sobre los estilos de desarrollo y la solución da los prublt. -as ambientales de
las comunidades En relación a la vinculación de las universidades con los programas de go­
biernos, las respuestas varían desde su inexistencia hasta un compromiso formal de asesoría
al Gobierno por ley. La mayor parte de las respuestas se refieren a nrnwgtm «Kl£C*te£ tfe
investigación ambiental, pero se dan también participaciones más estables de asesoría para el
desarrollo de políticas legislativas o de planificación. Sin embargo, no han sido muy amplios
los vínculos de la Universidad con las políticas de desarrollo.

32. En relación a la vinculación de la Universidad con los problemas ambientales de


las comunidades, las respuestas fueron muy escasas (14 en total) y fe mayoría de ellas de
carácter general, sm información sobre las metodologías de investigación participa!iva con
las comunidades. Eso se debe en algunos casos al hecho de que la Universidad ha avanzado
poco en la promoción directa de estas acciones. En otros casos, estas actividades los realizan
investigadores y académicos en forma no oficial, de manera queco han quedado registradas
en 'as respuestas de las universidades.

Conclusión

33. Sin lugar a dudas, las respuestas recibidas no incluyen todas las actividades ambien
tales realizadas por las universidades, pero significan una muestra significativa. En muchos

26
casos las respuestas fueron dadas por un departamento, centro o Facultad, sin haberse reali­
zado un diagnóstico completo dentro de cada una de las universidades encuestadas. En otras
ocasiones, en cambio, se realizarán diagnósticos muy completos. La comprensión de lo am
biental tampoco es homogénea en las distintas universidades y muchas de ellas lo reducen al
campo de la ecología y de la ingeniería ambiental En todo caso, las universidades realizaron
un esfuerzo impar tan le que debe continuarse pata profundizar este primer diagnóstico, y
promover la incorporación de la dimensión ambiental en las universidades de la Región. Por
lo que se observa de la información recogida, la dimensión ambiental ya está penetrando
efectiva mente en las universidades, sobre todo en las áreas de ciencias naturales, ingenierías
y ciencias de la salud, debiéndose reforzar las actividades, sobre todo en las carreras de cien­
cias sociales, básicas y aplicadas, en lo incorporación de estudios ambientales interdrsciplr
n anos, eri las relaciones de la un ¡verdad con los programas de desarrollo y en su vínculo con
los problemas ambientales de las comunidades. Todo ello requiere imaginación y decisión pa­
ra encontrar nuevas formas de organización de tas actividades académicas, a fin de que las
universidades puedan cumplir el papel que les correspondí? en la solución de los problemas
ambientales y en la búsqueda de nuevos esiilos de desarrollo.

REFERENCIAS

Lell. E. ^Coordinador) (1.9B6). Los Problemas del Conocimiento y la Perspectiva Ambiental


del Desarrollo, Siglo XXI/UNAM. México

PNUMA ORPALC/CAF (1,9&6l. Turismo y Medio Ambiente en los Países del Pacto Andino.

UNEPiVjG. 166/lnlo. 4 (1.987), Antecedentes de la Red de Formación Ambiental pera


América Latina y el Caribe, Montevideo. 34 abril.

ÜNESCO (13801, L'Education Relativo a L'Envírúnnemenl Les G milites G r íen uh'íons dé


la Conference de Tbilisi. París.
CAPITULO 2

LA INCORPORACION DE
LA DIMENSION AMBIENTAL EN
LAS CIENCIAS NATURALES

ERNST R. HAJEK
I. Cora de!aciones Generales

1. A pesar de la necesidad de adoptar enloques bolirticos para el estudio de los proble­


mas anibi en tales, los cien l íl icos, a paren temen la, siguen abocados a los análisis parciales y
ftcioiiah/adtH. Esto podría explicarse por el hacho de que la idicsi ncracia de los ti en tíficos
Eltá relacionada con la tradicional división de Is disciplinas, lo que obstaculiza la organiza­
ción mnltidisciplinaFia requerida para el desarrolla de un enfoque integral de los problemas
am b ¡eni al es ID ¡ Cartr i , 1.981). Muchos da los estudios global es relacionados con los sistemas
ecológicos siguen empleando enfoques estáticos, en tanto que la interpretación de los sub
sittEmas naturales y sociales para incorporar la dimensión ambiental en oí proceso de de
¡analto y plantear alternativas para la preservación de los ecosistemas y el mejoramiento
de Ir, condiciones ambientales requiere de análisis do carácter dinámica (Sunkei, 1.9B1}.
Esto ha conducida a la búsqueda de una nueva organización de las ciencias que permita el
«rutilo global de Ínter relaciones entre la crisis ambiental y las condiciones del subde-
serrollo (Hurlubin, 1.972).

2. Los intentos de efectuai análisis holísticos han tenido éxitos y fallas variables, el
iidirajo <ntardísciplinariü ha sido más un deseo que una realidad, y ha presentado grandes di-
litiiliffdtt prácticas pare su materialización. Además, donde han logrado aplicarse, estos
zulaques no han rendido los frutos necesarias para resolver problemas de la llamada ‘'crisis
wibien i al” Para lograr está nueva organización interdisciplinaria del conocimiento, netesa
ño para resolver los problemas ambientóles, se requiero de un cambio de actitud hacia la
Hctividad científica y una formación integral de todo profesional, incorporando la dimensión
ambiental en las planes de enseñanza específica do las catreras universitarias. Ello implicaría
la proyección de la múvarsidod hacia esta nueva dimensión del desarrollo,

II. Le Ecología y la Integración de las Ciencias pata los Estudios Ambientóles.

3. En la conceptual i ración dei medio ambiente ha prevalecido el uso de una termino-


lojffl que lo hace equival ente a la base ecológica de la sociedad; cómo lo señalo Si.rn.k-el
(1.981), "... desde el punto de vista estrictamente biológico. y como lo sostienen algunos
tomentos de lo ecología, la sociedad humana es sólo una comunidad más de las que compo­
nen la biesíera, similar, aunque con mayar capacidad pma transformar la tía tu raleza, a otras
ramunidadm de peces, plantas o animales". Planteada esa concepción de la dimensión am­
biental, es razonable pensar que un enfoque basado en la ecología - que si bien tiene su
ungen en lm ciencias biológicas esta yo proyectada en una acepción más moderna y más
iHierativ;i hacia los asuntos humanos - podría ser un punto de ponida para integrar a los
espacialista do varias disciplinas en torno do los estudios ambientales.

4. Este sentido considera Hurtubía (1.980) que. . . "El pensamiento ecológico actual
comiste en reconocer y dar alto valor al principio de las interacciones e interdependencias
entre elementos que se encuentran definiendo una situación o una realidad en un tiempo y
«pació delenmnadas. Trata de reconocer interrelacinnes para explicar fenómenos que a
mea transcienden el espacio mismo y pueden remontarse un la historia. Lo ecológico es

31
anónima ríe lü sisidmica en su acepción mis moderna, ya que la ecología aporta el rico con
capto de sisíems ecológico paro raconocsr la estructura, Injiciún y organización de la natura­
leza El ecosistema, incluyendo al hombre, constituye coma unidad da estudio el vínculo
mis importante para relacionar los componentes bióticos (flora-f auné-microorganismos)
y los componentes ahidticüE Ifísicoquimtco-cliinílicos) e inlegritrloi hülrsticarneMa con los
componentes b¡o socíoculturales qut coracierizan las sociedades humanas. El conocimiento
de las interdependencias, interacciones y atributos de la organización do todo* estos compo
nenies para conformar una situación ambiental dada, definida en el tiempo y el Bspacio,
reptesenta el obpríivo lundamenUl y esencial del pensamiento ecológico. Si aceptamos asta
razó na m «mi o varamos que este enfoque que su by ace en al pensamiento ecológico sobrepasa
los limites otarnos y los alcances de la ecología clásica y la transforma en una nueva ciencia
transdíuiplinaria, en un vincula entre las ciencias sociales y las ciencias naturales. El concep­
to de Bcosirtama y el enfoque holbtíco serán sus principela instrumentos para exp licuar
las completas relaciones e interacciones que 2 establecen entre población, recursos, medio
emhienle y desarrollo'',

5. Eso no significa necesariamente que la ecología sea la única disciplina capar de


comprender a le dimensión ambiental. De hecho, todas las disciplinas capewsde analizarlos
distintos procesos que integren la totalidad de las imEraccmnes entre procesos físico-bioló­
gicas y procesos sociales participan de este acercamiento holistico a inierdisciplinario del
ambiente.

6. La geografía se proyecta enormemente en este sentido, yaque conjuga los fenó­


menos espacial y temporal con las interacciones qtre juegan un papel de importancia para
explicarlos; incluso, en $u relación con la ecología ¿1 través de la gei^u- gis, la geografía
física so proyecta hacia una nueva manera de enfocar los problemas, "Pata la enseñanza,
entonces, la geografía física hoy en día [rene la tarea de sintetizar sistemáticamente los co­
nocimientos sobre la realidad ecológica y física sobra la superficie terrestre;« d«k¡ l^nHA.
grafía física se aplica hacia la ecología del medio ambiente bajo el concepto genérico de
po-ecológiaJF(Guhl. 1 982)

7. En este sentido, no debería existir preocupación a nivel de los profesionales de di­


versas disciplinas de que estas pueden sor '‘ecologizadas", como parecería ser el caso de la
geografía. Igual podría decirse que la ecología se esta "geografizando". De hecho, incluso
resultaría muy importante que a$í sucediera, para avanzar hacia la integración de diversas
disciplinas paro el estudio del ambiente Nuestras propias experiencias nos han demostrado
que la conjunción de la geografía y la ecología es provechosa paro ambas disciplinas.

8. Por muchas décadas, la educación formal terciaria ha estado orientada a formar es­
pecialistas. Esto ha producido escálenles resultadas dentro de I imites bien definidos. Los ge
neraíistas generalmente lian sido rosegados a un "statuE1' da segunda clase académica. Sin em­
bargo, por mds académica que parezca esto postura en el pasado, se esta entrando en un pe­
ríodo en que el generalista (tintetizador) emerge como la persona más 1 aquerida en In socie­
dad Irenle a la ineficacia de ios enfoques especializadas pero reduccionistas de la globafidad

32
Y temple ¡i dad de lúí problemas ambientales. Sin embargo, a menos que el goneialista reciba
tire dosis completa de las ciencias básicas, ahora diez veces más ricas que hace una genera
cióo. no se estaría produciendo un nuevo científico, lino un nuevo tipo de alie ¡ánodo.

9. "las situaciones e interacciones de que se ocupa la ecología son lan complejas, que
ti «ológo igual sería una suerte de superhombre dotado de experiencias y conocimientos
adqu ridos mediante el estudio de una inmensa variedad de disciplinas científicas. Natural-
mente ese hombre no existe. De ahí que la invesligación ecológica moderna requiera la crea-
□án previa de grupos de trabajo interdisciplinarios, es decir, integrados por científicos, cada
una de los cuales se ha especializado en tainas distintas del saber" (Di Castri, 1 970).

III. Reflexiones sobre la Necesidad de Incorporal Acercamientos Inter disciplina ríos en las
Cwnaas Natura tes paro Facilitar la Comprensión de la Problemática Ambientil.

10. Desde tm ponto de vista general debe distinguir», para los efectos de este análisis,
. Htr« las vinculaciones que pudiera tener la dimensión ambiental con respecto a determina
das cincaf. naturales (básicas, aplicadas o transdisciplinarias} y las relaciones que pudiera
I bnw con los Individuos que las cultivan (ya »o como percepción personal o como forma-
, dónde otros individuos).

11. Conviene recordar, por otra parte, que Jos niveles de organización de la materia que
»retbeionen mát con la dimensión ambiental y que de alguna manera son incluidos tanto en
campo de acción de la ecología como de las ciencias ambientales, son la ecósfera, el siste
ii mi «cieilad amblen te. el complejo de ecosistemas (paisajes), los ecosistemas, las comunida-
Sk, la poblaciones y los organismos.

12. En el caso de las ciencias biológicas muchas veces se puede constatar que tos análi
fc toa particularmente orientados hacia los estudios intropoblacionafos, ínterpobleclonnles.
j iwrwflfflmarias o intercomunitarios. Allí no se hace mención, habitualmente, de las reía
I mw de los organismos con el medio tísico, ya sea desde un punto de vista descriptivo o
''i'^rativo^ún más lejos astan de considerar a tus sistemas sociales. Incluso en la enseñanza
i la «elogia, como derivada y aún mayormente asociada a las cienciat biológicos, prima en
nrtiiM actores el carácter descriptivo de poblaciones y común i dudes. Además, existe una
«□a explicación de aquellos aspectos que consideren tanto los elementos y facieres del tfi
mi lluerzai externes] como Ins de tipo geoestructural (hierras internas] o del sistema social
Sa producen, entonces, insuficiencia cuando la formación profesional se basa en un parciali
I; nóón del medio ambiente, ya que las explicaciones se reducen a las causalidades de tipo
ElwMgico.

Il$a Hiocia a esta situación la incapacidad para ver los prohlemm en forma práctica,
tw Mías aipoTta! una explicación y consecuente solución a probtam» mis concretos. Como
tan nbflmíis, en ln naturaleza nu existen entidades separadas. El enfoque iiiterdisciplinario
¡iinniií formular modelos que dan la posibilidad de simular los resultados de intervenciones
Btirnín wIxe un sistema., fo que permite anticiparse a sus posibles efectos. A su vez. to

33
incarporacifin del enfoque Interdiscipfinarios en los acercamiento!; prospectivas de planifica­
ción, permite formular modelos de carácter integíativo con el aporte de diferentes discipli­
nas.

14. En la actualidad, la enseñanza de las ciencias naturales en la región tiene una mar­
cada influencia de la ciencia extranjera, particularmente de los países desarrollados, con la
que incluso » quiere ser competitivo. Esto se traduce en la formación de su per-especialistas
que publicán en revistas extranjeras y se preocupan por problemas poco relacionados con la
realidad local o nacional, y que, mis aún. muchas veces no están capacitados para aportar
sus conocimientos a la solución da problemas prácticos.

15. En la capacitación de pro lesiónales de las ciencias naturales con una formación
ambiental es necesario considerar el entrenamiento de individuos que puedan diversificar su
formación en tres direcciones:

a) Real ¡mentar a la academia. Esta significa mantener Ea formación de cuadros básicos


en las ciencias fundamentales, a través de un entrenamiento científica serio y completo.

b) Resolver problemas concretas. Para ello debería contarse con profesionales con
buena formación en ciencias naturales básicas y, a la vez, con un entrenamiento especifico
en el campo ambientalista. Así, podi ía actuar de puente entre la ciencia básica y fos tomado­
res de decisión y formar parta de equipos multidisciplinarios,

c) Traductor de ciencia básica. Se requiere también la formación de personas con una


sólida base en las ciencias naturales (tanto básica como algunas aplicad '), para que puedan
actuar en tareas de transieren cía de conocimiento desde la investigación básica hacia proble­
mas concretos. Con ello, se hace "útil” la ciencia básica generada, la que tiene obviamente
importancia "per te'1.

16. Es importante señalar que resulta difícil pensar en introducir la perspectiva am­
biental en algunas disciplinas básicas (tales como la biológica, química, lisies o matemática),
ya que difícilmente la organización epistémica de esas áreas del conocimiento podría ser
influenciada por el saber ambiental. Sin embargo, es posible incorporar esto dimensión en la
orientación que te de a la enseñanza de estas disciplinas. Con toda seguridad, para un quími­
co, matemático, físico o biólogo, ya sea como individuo inmerso en la sociedad o como pro­
fesional de las ciencias básicas, sería uno impártante contribución para su formación inte­
gral. Aunque resulta difícil incluir la dimensión ambiental especialmente en los cursos de
teoría y en algunas de las áreas básicas de las ciencias naturales y exactas, la biología podría
estar más cerca de esta incorporación, ya que, a través de cursos basados en alguna de los
nivelas de organización (como poblaciones, comunidades, ecosistemas, b i orne, biosfera)
esta más vinculada a la ecología.

17, La importancia de la introducción de lo dimensión ambiental en les ciencias natu­


rales básica y aplicadas reside en que las ciencia básicas tendrían una visión complementaria

34
an tóh.iinca da tu que significa la información que generan para un sistema mayor, Desda es
te perspectiva global podría formularse una mayor cantidad da preguntas "básicas1'sobre la
relación hombre-medio La resolución da esas preguntas básicas a la luz de la perspectiva
ambíantel permitirá proyectar a esas ciencias en una dimensión nueva y actual.

18, En ese sentido habría también un cambio en el enfoque de la investigación por por­
te de los científicos dedicados a la ecología y a las ciencias ambientales, pasando desde un
punto de vista netamente teórico hacia la búsqueda de un mayar pragmatismo, tanto en los
temas de estudio como en las conclusiones y aplicaciones futuras Su incorporación signifi­
cáis iHinbldn un cambio de actitudes y una necesidad de reewluar las aproximaciones del
hombre al medio y tu utilización, dado que se analizarían estos problemas desde una aproxi­
mación m¿¡ integral

19. La organización del trabajo mterdisaplinano se enfrenta a una serie de problemas


didos por la formación y profesionalúación de los científicos. Desde la perspectiva del tra-
Lwju ¡nterdisciplinaria, los científicos podrían ordenarse en dos conjuntos: aquellos que
tienen una buena disposición y voluntad para trabajar en estudios Ínter-disciplinarios y los
que no tienen esas cualidades. Las razones nara asumir esa posición puede ser de diversa
índole, pero podría pensarse que una de fas más importantes es el factor tiempo leí trabajo
interdisciplinaria requiere de muchas reuniones de planificación y coordinación}. Dado que
tnmlHín se debe usar el tiempo para estudiar y aprender de te nueva disciplina que surge,
deberte considera ree la reducción de sus cargas de docencia. La experiencia lleva a pensar
que n demasiado el esfuerzo invertido para los resultados que» obtienen.

20. Aunque "una buena porte de los eshierzos de universidades que podríamos Itemar
de vanguardia va diiigida a 1a búsqueda de formas de organización de le enseñanza y de la
investigación que- Hagan posible el trabaja intardiscip lina rio, tales esfuerzos rara vez han
tañido éxito" (Garete, s.f.). En ese sentido, un profesor debería recibir, por parir; de su uni
mtó, un ertímnlo y un TemoiimfeirtCi «tetuntes al ttempe y wlucno invertirte: en
actividades de carácter ínter disciplinario.

21. Dado que la mayoría de los profesoras universitarios esian entrenados como espe
Chistes duntiu de su propia disciplina, hay pocos realmente preparados para la actividad
n-rterdisciplmarie; de hecho, no existe algo así como una "persona ¡nterdisciplin ari a" (Gar­
ete. il.1 En una universidad es muy probable encontrar profesores entronados corrin espe­
cialistas en una determinada disciplina y que, si bien se sienten identificados con te proble-
milita ambiental,, no están interesados en desarrollar estudies al interior de un conjunto
intenJífciplinDrin. Esta es una posición perfectamente respetable, poro si ellos son claves en
alguna disciplina deseable para el grupo, su falla de cooperación será una deficiencia sería.
Wo debe olvidarse, tampoco, que muchas veces resulta difícil amoldar personalidades al inte
rio' de estol grupos, lo que sin duda agrega nuevas dificultades a te posible interacción entre
especialistas.

22. La motivación que tiene una persona para moverse-, ya sea de una especialidad a
oha o bacín el campo interdisciplinarío en problemas ambientales puede ser de diferente

35
naturaleza; entre pita, cabría mencionar al deseo de reorganizar su conocí mienta para ade­
cuarse más a les naccsidadas actuales de lo sociedad, al cambio social o al desarrollo de una
alternativa más humanizada trente a le especializatídn cade ra¿ mayor. Es posible que, a
veces, asios movimiontos se deban a una sobrásalo roció n del campa de origen a a su escasa
relevancia para la magnitud de los problemas que inquieten a las comunidades humónos,
u bien al deseo de hacer un aporta a h resolución de Jos problemas de su propio país. En lo
dn caso, estas motivaciones deberían contar con le debida consideracián y oportuna canaín
faetón ai interior de las universidades para estimular la organización de programas interdisci-
plinarias Estas ‘"migracianas'1 al interior de las universidades no están exentas de proble­
mas, Solamente después de algunos altos do estudio intensivo y de trabajo activo, un pro la­
sa r pueda moverse de un campo a otro. Y aún cuando hoye efectuado este movimiento y es­
té publicando en este nuevo campo, muchas de sus colegas en las arca a la cual el "mígrenle"
maree no ouerran ratono certa con entusiasmo y prontamente tu nuevn expertiza^

23. €s necesario «matar que mtereses múltiples pora superficiales no hacen un buen
profesor, ni contribuyen a los estudios inierdiíc i pl inarios. Es sin embargo mucho más fácil
evaluar a una persona que ha hecho contribuciones especial izadas en una siria disciplina muy
aculada que aquel!» cu y ni contribuciones son inierdisti pl inanas. Esto es especialmente
impananto cuando so nata de proyectos que. si bien son formulados por miembros de una
determinada facultad, no se ajustan estrictamente al dórico quehacer de esa unidad treadé-
mice. Aquellos proyectos que no encajan directamente en el quehacer rutinario podrían no
contar con una particular simpatía. Por otra parte, a roces debido al excesivo cala temático
y administrativo de las directoras de algunos unidades académicas, tampoco ellos son sntu-
s vtsi colaboradores a la intenJrtcipfina; esta limita seriamente la posibilidad de que wi es­
tudiantes (a sus profesaras) puedan mcurMonar en otras áreos, ya orre cocisriB un mayor
esfuerzo justificar la permanencia en su propia unidad académica y, u ta vez, pone en duda la
persistencia de esa unidad. Eso indudablemente es una traba al contacta para una eventual
confrguraciOn de cuadros mterdisapfinariM.

24. Pensamos que es importante hacer estas consideraciones para lijar un marco rea
lista e I» posibilidades del desarrollo de actividades interdrsciplinarias que incorporen la
dimensión ambientar en algunas áreas. Como apunta García f-l,*.. .es más fácil ponerse
de acuerdo sobre lo que debamos destruir n superar en las viejas prácticas de invEstrgacifm.
que establecer como llevar a cabo la superación".

IV. Análisis de Ir» Awncrs Logrado: en el Estudio de Procesos F fdco-Biológicos

25. Un análisis muy sur cinto de estos aspectos permite comprobar que, si bien ha
existida un avance en cuanto a la incorporación de fe variable lírica en la investigación y ai
algunos piones de enseñanza de las ciencias naturales {principalmente las biológicas y en eco­
logía}, persistan aun deficiencias serias en los estudios de I» relaciones entre los talares
de! subsuelo (geología, geomarfología, edafología, entre otros) y las respuestas de lus orga­
nismos. En cambio, los factores climáticos parecieran haber sido más atendidos o incorpa re
das. y las relaciones ututa-eíecto están al menos documentadas en el campe de la ecología.
tjiolf&tí, hiodiniatolDgía y biometeorología - en sus diferentes áreas de influencia: bio
meteorologta humana (mduída 5a médica), de plantas y de animales --, como también de Ib
?Lüii$¡ülvi?a da plañías y animal a.

26 Uns cuestión que lamen lab! amen te se loma en cumia en contadas ocasione. es
que las factores físicos tienden b funcionar en muchos casos como estímulos súbitos (de-
saatraL Rara m esta perspectiva es analizada «i los cursos de base biológica, o metato
social, y tdto o veces en la investigación científica Especial i zeda. Siempre se les estudia a estos
fenómenos en función de le moda estadística de las variables del ambiente físico (y no de
tu rarlonra). Para el hombre aparecen como muy importantes «os "golpes" ambiéntala
Aún en Ib planificación, ffita visión es parcial memo lomada en cuenta en sus reales dimerrtio-
nw y, por ejemplo, es escasa la atención que se da a las precipitaciones concentradas en poco
simpo, al "anm" de un sismo que es d "después" del unte*ior, a los tipos de lluvias, a los
deliíimicntos da tierras, inundaciones, sequías y otros desastre, en cuanto a la planificación
y desarrolla de las comunidades humanos Además, desde un punto de vista biológico, dichos
Iwómiib pueden llegar a ®r ‘'presiones selectivas” importantes y helores do cambio en
ios puirajei. LamoniabEementa son escasas tas investigaciones a la consideración docente
continua que sa da a ostds procesos, más allá de unas pocos semanas de producido el evento.

27. Dado que estos fenómenos repentinos son casi siempre mecanismos de enmbios en
las «iacierfctitas de tos asentamrentos humanos y en les estructuras y funcionamiento de las
comunidades naturales, y pueden llegar a alterar en forma significativa a estos sistemas,
srriB raconiOTidabte que una visión integral, seria y continua se ofrezca en las etapas de entre-
namientD do estudiantes y de perfeccionamiento profesional, para transmitir el hecho fun­
damental de que en todo proceso, lo normal es su anormalidad en el tiempo y en el espacio.

V. FtecnrriendijQünes para La Incorporación da fe Oimenúón Ambiental a través de Nuevas


Careras, Programas |nt«rdisa pli na ríos y otras Actividades. AlgunK Lineas tk> Acción

28 Les líneas de acción pueden ir orientadas en diversas direcciones, entre los cuales
teüólarsmcH sólo algunas posibilidades. Con seguridad, a partir de discusiones amplias sobre
«tas temas, se podrá perfeccionar una serie de caminas a seguir, lomando especial considera­
ción de las particularidades de cada país, región ecológica, universidad e idiosincrwia local.

A. Muevas Carreras

29. Nos resulta difícil pensar que en nuestros países suhdesarroliadns, con problemas
económico: graves y altas lasas de desocupación de proletionales "clásicos", se puedan crear
‘úriimBnte nuevos carreras en el área ambinnral, con un campo laboral, a fin da explorar si
rltttireiiiBnie existe capacidad de absorción de «le nuevo tipo de prolesional, así come las
netesidaites de capacitación de los profesionales que ocupan cargos y funciones relacionados
con fe cuestión ambiental en los saeteras público y privado.

37
B. Reciclaje de Profesional es "Clásicos"

30, Los profesionales que actu al mente se desempeñan en cargos público o privadas y
que tienen relación con problemas medioambientales, deberían de lenes la posibilidad de
recibir un entrenamiento adicional en esa perspectiva, L« universidades podrían crear instan­
cia especíeles para que ello pueda materializarse. Con ese fin deberían contar con el apoyo
de Los organismos internacionales y do Naciones Unidas en el campa de la educación ambien­
tal. Es probable que a medida que la necesidad lo vaya exigiendo se creen carreras ambienta­
les en las universidades. Por ahora es posible que profesionales de distintas disciplinas puedan
tener un "refuerzo" en aquellas áreas donde su entrenamiento universitario ha sido insufi­
ciente desde la perspectiva ambiental. Este reciclado de profesionales vnlo también pan el
caso de profesores de enseñanza primaria y secundaria, en cuyo entrenamienia habría que
agregar el '"como11 transmitir esa información a los educandos.

C. Actividades al Interior de la Universidad

q) Pregrado

31. A este nivel pueden sugerirse varios cambios, Uno de ellos podría ir orientado a la
creación de curros en que ® Integre la dimensión ambiental y bajo una variedad de títulos se
ofrezcan en las distintas lacultades con al potencial de estudiantes y docentes allí existentes
y con algún refuerzo necesario de otras facultadas. Estos cursos deberían tener una orienta­
ción común, dada por un comité ínter disciplinario que aseguraría una ciada unilcrmidad de
contenidos.

32. Podría también sugerirse un curso estándar único dictado puu todos los estudian­
tes. Esto lleva oso ciadas algunas ventajas y algunas dificultades. Entre las dificultades están
las de atender a una numerosa masa de estudiantes todos los años a todos ios semestres. Este
problema puede hacerse agudo en universidades que tienen varios miles ds alumnos. El pro­
blema podría solucionarse o través de medias masivos de enseñanza, principalmente con la
posibilidad de utilizar televisión (videos multicopiados), materiales impresos paro auloeilu-
dios y autocontrol y equipos intrafMultadas para las sesiones de discusión. La ventaja de
ello es que el material se prepara una vez, es uniforme, se copia en la cantidad requerida, e
incluso ios Estudiantes podrían estar avanzando a su propio ritma. Les profesores oportuna­
mente deberían ir haciendo las respectivas integraciones del conocimiento. Dichos cursos
podrían ser obligatorios.

33. Es posible hacer un paquete de cursos ambienta les muy atractivos para los crtu
diantes. Nuestra experiencia es que los estudiantes están ansiosos por conocer «pecios am­
bientales, que sa les presenten en forma seria y sean compatibles con las programas de estu­
dios, y donde además ellos puedan plantear sus puntos de vista. La necesidad de este tipo de
curros se justifica, pues, si bien existen en la actualidad estudios de carácter ambientalista o
ecológico en diversas carreras en las universidades, para muchos de estos deben llenarse pre-
rrequisitos importantes que los estudiantes, especialmente si son da otras unidad» académi­
cas. nu cumplen. Los cursas deberían cantar, en lo posible, con salidas al terreno, dundo
pueda contrastarse uh ambiente "naturar ton otro intervenido por el hombre.
b) Posgrirío

34. En varias universidades existen programas da m agiste r o doctorado con énfasis en


aspectos amblen tal es □ ecológicos. Estos programas están orí general asociadas con determi­
nadas facultades forialBCiencItj sus respectivas áreas de «indios: asentamientos humanos y
medio ambiente; medro ambiente y salud; ecología y medio ambiente: agricultura y medio
ambiente; ingeniería y medio ambiente, etcétera. Surge la pregunta sise justifica desarrollar
un programa general ambienta! de pcsgrado más bien centralizado en la Universidad, y coa'
Ik serían Su! puntos negativos y sus aspectos favorables. Esta pregunta debería quedar
abierta a las propias universidades.

t| Capacitación de Profesores Universitarios

35. Necesariamente a los profesores que participen en los cursos de carácter ambienta­
dlo il interior de la universidad se les debería de capacitar adecuadamente para desarrollar
iu (arta. Esta capacitación podría seT coordinada por centros ambientales creados en el seno
de 'as unwsidadtjs. Igualmente $e deberían organizar proyectos de investigación interdije!-
plisar ios sobre diversos temas ambientales en los que participen estos profesores; eso ayudará
iw fomHitar fe incorporación de la dimensión ambiental en los diversos cursos que ellos
dicten b partir del ámbito de referencia de la problemática ambiental de entorno.

ni Incorporación de la Dimensión Ambiental en Diversas Asignaturas

36. Para incorporar la dimensión ambiental en d ¡1 eren tes esnjnnt uros, deberían estable
cwre criterios para saber que elementos ambientales "faltan" en la perspectiva a las asigna-
tur» ttedicioitelus. Además, a necesario conocer en que cursos o programas de erurenamitm-
tosería posible y conveniente la incorporación de esta dimensión. Cada universidad en este
antido deberá calibrar este factor en su ámbito de acción, Podría sugerios, por Ejemplo, un
reliaría da los cursos de ecología general en dos aspectos: un mayor éttftiñ en los íacwres
M medio íi«0, principalmente clima y sustrato, y por otra parte la incorporación de os-
dkidi ilativos a los ítems; sociales y de sus interacciones con los sistemas naturales. La
hirnia como a haga esto último dependerá un poco del énfasis de los cursos, de su duración
y de la capacidad docente para impartirlos. En los ciencias naturales básicas el problema po­

1
dría ser un poco más compleja. A esta respecto podría darse la libertad a los profesores para
que. después de impartirse algún curso general de tipo ambiental puedan diuñar y ofrecer
unos más específicos, en la perspectiva ambiental, a partir de su propia disciplina.

al Creación de Comisiones, Institutos y Centros de Estudios Ambientales

33. Debería incentivarse la creación de institutos y centros de estudios ambientales, in-


t^udo: por piatesores de distintas especialidades y escuelas. Estos en un comienzo integra30­
de entrenamiento y extensión a la comunidad interna y ex tema Ante las di lie ul lades para la
puesta en práctica do nuevas estructuras que abriguen o «tai centras o institutos, podría
pensarse en mecanismos que permitieran su funcionamiento sin Id necesidad de crear nuevas
maqurnsriK administrativas (más allí de un apoyo secretarial y de documentación básico
necesaria); los profesores que pertEnozcan a eilos no dejarían sus propios unidades acadómi-
cas. Una fórmula operativa podría sor la creación de ComisiorKS de Medio Ambiente que
funcionarán dependientes de la más alta autoriadad cenhal (Rectoría) y las instancias de pía-
nificactón académica.

39. La formaliración de estos centros y comisiones ambientales podría set un primer


paso para activar el desarrollo de prácticas Ínter disciplinarias en tenias ambientales, dado que
las facultades e institutos de muchas de las universidades son compartimientos temática y
protaionalrnente delimitados a los cuala sería difícil lees truc turar. Ese prodría ser un pri­
mor paso hacia la formación de grupos de trabajo que entre sus funciones tuviesen la da in­
corporar la dimensión ambiental on diversas actividades docontes y de investigación Serví
ría también como un enwyü de factibilidad da un trabajo conjunto de carácter interdiici
plinario, en el cual ¡ntaractúan seras humano; que requieren dpl tiempo necesario para amol­
dar sus personalidades y sus maneras da enfocar los problemas. Esto tendría además U ven­
taja do que las facultades se considerarían más representadas dentro de estas nuevas estruc­
turas y podrían ser más cooperativas en sus actividades e iniciativas, al ser partícipes del pro
ceso general de transíormaciones orientadas a la incorporación de Id dimensión ambiental en
las funciones de La universidad.

40. Los cursos que coordinen dichos centros o comités ambiénteles deben ser muy
bien elaborados en cuanto a sus contenidos y especialmente en cuanto al unguaje u til i rodo:
deben insistir menos an el carácter anecdótico en las relaciones ambientólas y dar énfasis
al ondil¡sis de las variables físicas, biológicas y humanas que integran o los sistemas ambien­
tales y a la formo como cualquiera de ellas provoca interacciones y respuestas distintas so­
bre el sistema global.

t) Actividades para la Furmación Ambiental



41. Además de las líneas de acción amorto rom ente propuestos, se sugieren las siguien­
tes actividades para Incorporar le dimensión ambiental en la formación profesional a nivel
universitario;

- Inclusión, en los cursos de ecología general, de aspectos del ambiente físico y huma­
no; complementariamente en los cufjos del ámbito social deberían incorporarte las variables
biológicas y físicos que regulán la estructura y función de los sistemas ecológicos.

Inclusión en los programas do ecología de 1k universidades de profesionales que


trabajen en problemas ambientales desde una perspectiva no exclusivamente biológica
(economistas, ingenieras, geológos, ge agrá tos y arquitectos, por ejemplo).

40
’ O Marra I lo de tesis de grado y de proyectos de investigación de pra y pos t grado en el
snbiantal, dirigidos por comités interdisciplinarios,

VI. Estratepu pira la Cooperante! Repcwral Inter un i «ni tuna

42. Las estrategias interunivenitanas deberán desaíro!lañe sobre Fe base de regiones


timan». más que en términos de países Se sabe que los sistemas naturales no responden a
Im límiles polítiroadminmiativos de les ruuipntn. Una orientación en ose sentido podría
Bíttr dado por trabajos como el Perfil Ecológico elaborado por Morello (t.983) y la propia
■capación geopolítica de tas países, Algunas proposiciones específicas serían;

a) La creación de Cüfwi de postgrado o espec¡alIzación con sede en países de la región


de ambientes comunes y en los que oí área temática particular este significativamente de-
satrelbida.

b) La creación de programas de doctorado y rnagíster regionales, concentrando esluer


mi y fortalKíendo áreas ya desarrolladas, de manera que los alumnos o los prolasores roten
y complementen distintos grupos de trabajo,

ti La organización de simposios y mesas redondas en donde se puedan plantear y


discutir casos, experiencias y propuestas metodológicas para la enseñanza ambiental en los
universidades.

d| La discusión de eventuales contenidos de cursos ambientales, para lograr acuerdos


en cuanto a un mínimo de conceptos nucMarios pora comprender la dimensión ambiental y
en que lamia w puede incorporar en diversas carreros y en la formación de profesionales,

al La elaboración de folletos, libros (podría elaborarse un texto común) que puado


y;í-1:1 de tiKE, para comprendar lo retalian a lí "dimensión ambientar y sus diferentes expra-
sin oes an los países de lo región.

f) La difusión c intercambia de publicaciones báse» hechas en tas diversos países con


díñenla criterios y enfoques. A estas textos podrían agregarse vídeccastettes sobre proble­
mas locales de la región, y que pudieran distribuirse a determinados centros, para ser utiliza­
dos m cursos, con al fin de lograr, una visualización global de la interacción hombreambieti-
tí m diwrsas situaciones.

yi Conlar con el máximo apoyo de loí organismos internacionales, y en particular de


URed da Formación Ambiental para América Latina y el Caribe. Lo documentación de estos
oryamímos debería ser más ampliamente distribuida. Asimismo, debería crearse un centró
te dociunentación y un banco de datos sobre programes de formación ambiental y en apoyo
a tos mían«,

41
BIBLIOGRAFIA

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4?
CAPITULO 3

LA INCORPORACION DE
LA DIMENSION AMBIENTAL EN
LAS CIENCIAS SOCIALES

ENRIQUE LEFF
1. La Universidad y ¡a Organización ínter isa plinaria del Cono a miento en la Perspectiva
Ambiental dol Desarrolla

1. Los cambias en los procesos productivos inducidos por tas recientes revoluciones
cienlífico-tecno lógicas han planteado la necesidad de establecer políticas y planes nacionales
de ciencia y tecnología para articular más asir achántente la producción de conocimiento! al
pípceto de desarrollo económico y social. Esta articulación resulta más compleja en tos paí-
tas tecnológicamente dependientes, donde la debilidad de los sistemas de ciencia y lecnolo-
gía. mi limitado vínculo con el aparato productivo y ía inadecuación de los patrones leenóló-
giros dominantes con las condiciones sociales, culturales y ambientales en su conjunto, están
«ociados a su estado de su bd aserró lia.

2. A su vez. el liberalismo Económico ha confiado en que la articulación funcional


del rátema científico-tecnológico con el sistema productivo y el aprovechamiento de las
ventajas comparativas de la oferta de recursos naturales, tecnológicos y humanos de cada
pSL't, acortaría la brecha entro países de distinto nivel de desarrollo y disohrt ría las desigual -
dades internas en un proceso de homogeneiración culturar y tecnológica. Sin embargo, la
añil ambiantal de tos países dependientes marca las limitaciones da estas doctrinas "de-
ttnolliitu". y reorienta la producción de cúnoctmientas científicos y tecnológicos para
lagrai un aprovechamiento más racional e integrado de los recursos na tur eles, dentro de un
detartelto más equilibrado, igualitario, sustenido e independiente. La Universidad desem-
peñ una función estratégica de primera importancia en estE proceso..

3. La internacional i zac ión del sistema económico dominante se ha fundado en la w


brHxplotación de los recursos y en la degradación del potencial productivo de los ccosiste-
ibk de I35 naciones cconómicomante dependíanles de los centros industriales, La produc-
rtJn da mercancías orientada por la maximizadón de los beneficies económicos en el corto
Dtao. M generado un conjunto de procesos de degradación ambiental (contaminación del
•te. jados, aguas,, ríos, lagos y mares, procesos de defarenación, erosión, desertilitación,
pedida de fertilidad de suelos y de diversidad da Eos recursos biótreos} que significan una
perdida del potencial ambiental para un desarrolla sostenido. Este proceso ha generado
ww desigual distribución social de los costos ecológicos y de los oportunidades de acceso
'• la población para el aprovechamiento de los recursos del planeta a nivel comunitario, re-
ginm.r nacional y mundial. Esto ha ocasionado procesos de desintegración cultural y des-
aonpoüción cultural y descomposición social, la pérdida del saber tradicional do los pueblos
i al ÍKconoc¡miento de formas alternativas del uso de Icn recursos. Sin embargo, la concien-
til imbkniDl que se difundo a nivel internacional muchas veces te inscribe dentro de un dry
mt» idsológlco que enculjre tas causas históricas y la rMianatidod de los patrones de crecí
miento económica y desarrollo tecnológico que generán la pérdida del patrimonio raiural
T nlteted dt los paisas "sirbdesarrollados".

4. La problemática ambiental emerge dentro de esta crisis de la civilización moderna,


•íulsnifo Iím límites ecológicos y social es de la racionalidad productiva dominante Surge
■í una conciencia ambiental que disuelvo el mito del desarrolíismo, le espEranza de alcanzar
los henelicms rfc un crecimlíUitn «onómico fundado en un desarrollo tocnológlto "unidi-
manso na I”. socialmente desigual, y ecológicamente irracional, La perspectiva ambiental
plantea csiratégias de desarrolla más complejas, que subvienen y trascienden los patrones
económicas y tecnológicos actuales, a través de la producción de nuevos conocimientos
para el aprovechamiento de un potencial productivo proveniente de la articulación de los
sistemas de recursos naturales. tecnólogicns y rulturales de cada país y cada locallidad (krff,
1.984). Lo necesidad de estudiar las ínterretacianes entre estos procesos y la complejidad
creciente de los problemas del desarrollo, han exigido la articulación de un conjunto <fe dis­
ciplinas científicas y técnicas pare le explicación de jos czflísm estructurales, pare el diag
nóstico de problemas concretos y la proposición de soluciones alternativas. Asi. se han
planteado diferentes estrategias epistemológicas y metodológicas para la articulación de las
ciencias y pare el desarrolla de estudios integrados (García, 1.986; Lefl. 1,986 b) Asimis­
mo, han surgido diversas ex parren cías pera la formación de equipos *'inwdrtciplinarfos"
de investigación y formación profesional, orientados hacia la comprensión y resolución do
estos problemas (Apostel et al., 1.975; Lirf I el al 1.977; Folfori, 1.982L

5. Sin embargo, esta concepción general da la problemática ambiental cubre un amplio


espectro de percepciones y estrategias da solución diversas Las man i Test aciones de la crisis
ambiental dependen del contexto geográfico, cultural, económico y político donde se pro­
ducen sus efectos y de las fuerzas sociales y ecoFógicas que sustentan estrategias tarificas y
productivas diferenciadas y muchas votes opuestas. En este sentido, no existe un discurso
ni una práctica ambiental unificados. Ya desde la Declaración de Cocoyoc (1.974] y del
Informe sobra el Desarrollo y la Cooperación Internacional de la Fundación Dag Hanimar•
ksjold (1.975). se pusieron de manifiesto los diforantes intereses y prenrupacionas de los
países industrializados y de los países del Tercer Mundo frente a la p roble mítica ambiental

6. Los primeros, privilegiaban una perspectiva conservacionista de la nalurelaza y una


política /¿medial de los electos contamina ules da Ios procesos productivos dentro de las con-
dicionw económicas, la racionalidad productiva, las prácticas de consumo y los patrones
tecnológicos prevalecientes. Así, se promovió le búsqueda da soluciones técnicas; la inctuper-
ración de tecnologías ''apropiadas" y "descontaminantes", sujetas a las condiciones de su
rentabilidad en el mercado, o una distribución más "equitativa" a nivel internacional de las
industrias contaminantes (Founax, 1.972). Al nuunn tiempo, ante a la imposibilidad de
mantener las tendencias actuales del orden económico dominante, se proponía el control
demográfico y el heno al credmieni-o económico (Msadows. 1.972; Daedefos. 1.973), bus­
cando un mejor 'fialance entre crecimiento y coneivación". Por su parte, los países latín oa
merictfios han puesto al énfasis en los cambi os sacia les, políticos o institucionales necesarios
para lograr un aprovechamiento racional de los recursos existan tes y del potencial produc­
tivo de las regiones su bdosar rol lados, pare saiiifeter las necesidades básicas de sus poblacio­
nes (Herrera et al„ 1.976). Al mismo hempo. el drscuiso ambientalista crítico desenmascaró
la lunción ideológica de Las expresiones alarmistas y catastro listas en sus predicciones, a la
vez que mor al islas en sus prescripciones, sobre le “crisis ecológica" (Enzciibergec. 1.974).

48
? Desele la visión ambiental del desarrollo, la resolución de la crisis del crecimiento

[ iluí? un conjunto de condiciones en los procesos produ divos: condiciones ecológicas


puj i? regeneración efe recursos; condiciones tecnológicas para la eliminación de residuos y
la producción de valores de usa socialmente necesarias; condiciones políticas para el
■tiesu de la población d sus recursos, para la geslión participaría de su aprovecha m ¡ente y
pri .j repjilición social de sus beneficios. Estos criterios abren perspectivas más amplias
y rica en posibilidades quo Fas prescritos por las políticas ecctiómices convencionales, para
piitr.n un desaíren o socialmente compartido y íostcnifale a largo plazo.

B. Frente a una política económica orientada por la maximizacion de las ganancias o


íSecafontn económico, guiada por los controles sobre sus crisis tendencia les y sus trayec-
tair cíclicas, los estrategias ambientóles de desarrollo proponen nuevos criterios valoralivos
y nurmDTivüS de orden cualitativo; la supervivencia y la satisfacción de las necesidades fun-
toenrils ta todo los hombres; la calidad de vida fundada en las Formas de trabajo, en las
nltonriK productivas, en los niveles y formas de consumo, eo Ja calidad det ambienta físico
¥ social y en los valores estéticos de la reconstrucción del mundo; la solidaridad de los pue­
bla y la convivencia entre diferentes razas, naciones y culturas; la diversidad de estilos de
dmrrclío;el címpromiEO actual con las generaciones futuras {Sachs, 1.982).

9. U perspectiva ambiental del desarrollo aporta nuevas alternativas para la solución


te ta crisis energéticas, alimentarias y do recursos que dominan el panorama económico y
poiiliro da los tiempos recientes. Hasta ahora, estas lian sido asumidas como efectos de las
poli'ticas dallad uñarlas, de estímulos al incremento de la productividad, de reducción del
taemjilea, tk mejora de las relaciones de intercambio entra naciones y de regulación de las
tundición» de adquisición de tecnologías para Fas países su b desarrollados. Sin embargo,
nU busquada de un equilibrio económico, ni ios posibles controles sobre tos ciclos econb-
han podido aportar una visión teórica, ni Eos medios próc ticos, para la comprensión
y mIecíóo de la crisis económica actual; menos oún pueden resolver sus múlliples. manifes-
JKíDíMSffli 1¿ pro&tómdtica ambientar (Montes y Ldí, L9S6L

10, Para los países "sub desarrollados". el ambiente aparece fundamentalmente como
il ftolqadül de un sistema de recursos que conduce a innovar procesos productivos capaces
di batanar las condicionas ecológicas de producción de recursos con las fuerzas lee no I ó
Jtaa de ju transfarmación en bienes de consumo, en un proceso sostenible a largo plazo.
0- j lí» «bren posibilidades para pensar e instrumentar nuevos estilos de desarrollo a partir
ir h specrlicidadl ecológica,, la pluralidad cultural y la rapacidad tecnológica de los habl­
antes Sí' las diferentes regiones, naciones, pueblos y comunidades, generando nuevos poten-
oe« para una regional i ración y descentralización de Ir» procesos productivos, que permitan
un mijar balance entre el desarrollo urbano y rural. Así, la problemática ambiental para los
»í® del Tercer Mundo presenta al terna ti vas creativas para la transformación do los patro­
ña prtwluc ti vos. orientados hacia el aprovechamiento racional de sus recursos, para la satis-
Ikeíúu de íes necesidades fundamentales de la población y el mejoramiento de su calidad do
ndi, abriendo nuevos espacias de en m pía me nía nadad entre las económicas auto gestionar ¡as
r :r jnírrétencia y las económicas nacionales. Esta perspectiva ambiental dtrl desarrolla
implica inte estrategia educativa y una política científico-tecnológica que le sean acardos y
tur lo sirvan de cauce y sosten.

47
11. El cambio en Ja perspectiva del desarrollo que abre la eráis ambientel implica sí
la incorporación de una “dimensión" (La ambiental! wlericementa Excluida de lea paradig
mas teOTÍcos y disciplinarias, de las métodos de investigación, de los contenidas de los pro­
gramas educalivm y de las prácticas actorialiradas de planificación tradicional del de­
sarrollo. Esta dimensión adquiera su especificidad en con texios sociales, geográficos y cultu­
rales particulares y encuentra formas desiguales de asimilación e incorporación dentro de
la organización teórira y los principios metodológicos de cada disciplina, así como en los
arreglos institucionales de los sistemas de investigación, de educación superior, y de la admi
nistración del desarrollo.

II. Las Cienos Sedales y el Saber Ambiental

12. La incoroporación de la dimensión ambiental en el proeso de desarrollo Implica


una “toma de conciencia” capaz de modificar el comportamiento, las prácticas y los crite­
rios de toma de decisiones de diferentes actores sociales (empresarios, funcionarios públicos,
plañí Fiador es, científicos, tecnólogos y r¡e la sociedad civil en general) para reorganizar los
procesos productivos sobre bases y principios que posibiliten el aprovechamiento integrado
de los recursos reconocidos y potencíalas, y promover le innovación y asimilación de patrn
rtes tecnológicos adecuados para su explotación y transformación, oñant^idose en última
instancia a la satisfacción de las necesidades fundamentales de la población en un proceso
sustenido do desarrollo,

13. La problemática ambiental he planteado los límite de un proceso de crecimiento


económico fundado en la acumulación y expansión del capital a escala internacional. Sin
embargo, este racionalidad productiva ha generado y se ha apoyado t“ procesos teóricos e
ideológicos que han orientado al desarrollo científico y tecnológico, y que han legitimada
los valares de la civilización occidental Ce esta forma, la perspectiva ern bien reí del de­
sarrollo nc sólo impulsa una J nueva moral" para la transformación de Is actitudes y de los
hábitos adquiridos dentro de la ideología de una sociedad opulenta y de supuesta abundan
cié. Implica también una reí ondulación crítica de las morías oenlíicas de donde han sur­
gido los instrumentos de planificación y los criterios para nrrentar las políticas económicas,
mismas que han destruido I® estructuras ecológicas y la organización cultural de los pueblos
latinoamericanos, degradando el potencial productivo de sus recursos naturales, demandando
la tranformación de tos conocimientos teóricos y prácticos en los que re tunda la racionali­
dad social y productiva dominante (Lftff et al., 1.986). Estos canbins teóricos afectan más
fuertemente a los parad¡ynas de las ciencias súdales que a las ciencia naturales n tecnoló­
gicas.

14. La problemática ambiental demanda una reconstrucción del conucimienio, una


retotulización del saber a partir de enteques hülfsticos y sistémictB para el análisis de los
complejas problemas del desarrollo. Los fracasos de las experiencias interdiscipEínarias no
sólo han hecho evidente que el proceso intEcdiscipiinaric requerido por los problemas actúa
les implica algo más que la conformación de un conocimiento compuesto por una amalgama
de los saberes actuales o una conjunción de las diferentes visiones dcciplnanas sobre una

JB
realidad compleja. También han mostrado el peso y la rigidez de ¡as estructuras in$l¡luciona­
les dí un saber fraccionado en especial i da des disciplinarias, así como en los departamentos,
lealtades e insiilutoi de las universidades y centros de educación superior. Una política
arníientol de desarrollo debe incidir pues sobre los centros producía res de conocimientos y
transijanadores do ideologías. Las universidades ocupan un fugar estratégico para promover
Dios procesos de camhio. Sin embargo, los esfuerzos por incorporar le dimensión ambien-
1bI en Ibs prácticos de planificación de los gobiernas na se han concretado en la Iprmulacián
de un?, política educativa orientada a internalizar el saber ambiental en los curricula universi-
tírips y en sus programas de investigación cientffico’tecnológica. Más incipientes aún son los
afuerita por incorporar los procesos sociales en los estudios interdisciplinarios sobre el
medio amb^nte (IINESCO,

15. La ínter nal i roción do la dimensión ambienta! en los curricula universitarios y en


sus programas de investigación, implica la puesta en marcha de una política educativa y de
investigación, para generar un saber ambiental a través de la iransíormación de los paradig-
nifrt tradicionales del conocimiento y la elaboración de nuevos contenidos para la formación
mibiental de nuevos profesionales. Sin embargo, lo que plantea la problemática ambiental
i'as ciencias en cuanto a la producerón de conocimientos y a les wntwiFsidades do la región
sn cuanta a la formación de recursos humanos, van más allá de la constitución de una nueva
"tiwca ambiental" o de un espacio académico formado por la integración de las disciplinas
tradicional es, Tampoco basta incorporar de los conocimientos aplicados en los países sita­
mente indu&ttihzados, para resolver Eos problemas ambientales de nuestros países. Las
eitralcgias apsiemalógicas y pedagógicas, así como las políticas de educación ambigntijl, asi
como do investigación científica y de desarrollo tecnológico que se sigan para la producción
de un saber ambiental en América Latina, se articulan necesariamente con estrategias orien­
tadas a fortalecer las capacidades de autogestión económica y de autodeterminación tecnolb-
gca pora el manejo integrado de sus recursos de cada país y de cada localidad, dependiendo
«í de sus condiciones políticas, ecológicas y culturales particulares. La producción de
^nociínicnitrs en las universidades so inscribe pues en el contexto de una política educativa
nacional y regional, para la formación de las habilidades técnicas y científicas que, en el
ejercicio profesional, inciden en la gestión ambiental del proceso de desarrollo a nivel nació-
nal, y un el manejo de ios recursos de las comunidades

16. L& problemática ambiental ha generado un procesa de ¡atemabzaciíin de la "di­


mensión ambiental" dentro de algunos paradigmas científicos. Así. lo necesidad de imple
manlar normas legales y de asignar precias y velurcs a las exl emolid ades económicas y a los
mstos ecológicas del desarrollo, ha incorporado la temática ambiental al campo del derecho
y de la economía neoclásica. Sin embargo, existe un retraso en la introducción de estos
nances teóricos en los curricula universitarias de tos centrrjs académicos latinoamericanos;
oto k particularmente notorio en el escaso grada de incorporación de la dimensión umbien-
til e las carreras de ciencias sociales. Además, la transmisión de este saber ambiental emer-
;í'hIe a través de las prácticas docentes se realiza sin que medie un análisis critico y une vi-
Silencia epistemológica sobre sus orientaciones y sobre sus condiciones de aplicación, como
ir.sl i omentos teóricos, para inducir una alternativa ambiental de desarrollo en al contexto
Ce nuestros países; Fas esfuerzos para generar mítiumeutos conceptuales alternativos apro
liradas al contexto económico, cultural y geográfico en el que se insertan las universidades

<■0
latinoamericanas son aún insuficientes. No basta asimilar de forma mirnética los aportes de
una "economía ambiental" limitada par los paradigmas neoclásicos, ni limitar el estudio de
los moví mían los sociales asociados a la problemática ambiental, a los planteamientos de los
movimientos conservacionistas o ecologistas de los países altamente industrializados. En este
sentido, las universidades latinoamericanas se han marginado de su función en el proceso
de producción de un conocimiento ambiental, y en la necesaria formación de recursos huma­
nos que requiere la im pigmentación de una estrategia ambiental de desarrollo propio.

17. La internalización de la dimensión ambiental en tas ciencias naturales, tecnológi­


cas y sociales es desigual, como lo es también entre las diferentes disciplinas que integran
estos campos Las ciencias sacíales son tai vez más resistentes a la incorporación de una di*
mansión ambiental, ya que allí se han incorporado ios paradigmas teóricos que. procedentes
de la filosos.fi» natural y la praxeología mocanicisia de las ciencias naturales, han cristalizado
un el discurso de un contrato social, de un orden jurídico y de un oquilibriu económico, legi­
timando los ordenamientos legales, la organización productiva y las estructuras de poder que
tuslenian una racionalidad productiva "contra natura”, que desconoce los aportes de la pro­
ductividad ecológica de cada región y la energía social arraigada en los valores culturales de
sus comunidades, para el desarrollo de las fuerzas productivas de las formaciones sociales
de las áreas rurales del Tercer Mundo.

18 La incorporación de lo ambiental a las ciencias naturales se produce come un avan­


ce más orgánico un desarrollo "normal" (Kuhn) do los paradigmas tradicionales de estudio
del mundo natural y vital. Tal es el caso da los aportes de la ecología en el terreno de la bio­
logía IGallopin, 1.9861. Por su parte, las ciencias tecnológicas cumplen una función instru­
mental en la implementación práctica de una racionalidad productiva. L¿ incorporación de
consideraciones ambientales en el diseño de los equipas y/o procesas productivos (i, e..
los precios alternativos de factores productivos, la incorporación de procesos antícontami-
nantes, las estudios de factibilidad tEcno-económica de la recdculación de desechos, las eva
luacionM de impacto ambiental para la selección de técnicas y proyectos, etc.), contribuye a
establecer un sistema tecnológico ambientalmente más adecuado. Esta reorientación de los
esfuerzos de selección e innovación tecnológica genera nuevos campos de investigación (bio­
tecnología, tecnología ecológica, métodos de evaluación de impacto ambiental, diseño de
nuevos equipos y procesos), que resultan en modificaciones funcionales de los procesos
tecnológicas, pero que no alteran los principios físicos, biológicos, mecánicos y termodiná-
rnicos de las “ciencias tecnológicas”,

19. En cambio La planificación ambiental del desarrollo implica movimientos teóricos


y sociales que imponen innovaciones más profundas en las disciplinas so cíeles que explican
líts diferentes prácticas da los aclares sociales que participan en la construcción y concreción
de una racionalidad social y productiva allernativa. Así, lo legislación ambiental exige nuevas
cernee Finalizaciones al derecho (Branes. I.98B); la ínter nal ización de costos ambientales, I»
consideraciones de largo plazo para un desarrollo sostenido y la valoración de los recursos
naturales, inducen cambias importantes en los paradigmas económicos fundados en el tradi­
cional equilibrio general de tactores productivos y en el control a corto plazo do ios ciclos

50
¿onómicH IGutman, 1,986). La "planificBción en la íiKartidumbre" da las p rotes os saciá­
is y naturales, así como del potencial de su articulación, as un reta para l« planes funda­
da en una supuesta legalidad rucean i caté y disciplinaria de los proceso económicas, acoló
l'coi, culturales y políticos, y a I» soluciones tecnológicas propuestas como instrumentos
irrefutables para la incorporación de la dimensión ampien ral en la planificación de los go­
biernos y para la administración técnica de los recursos productivos (Galopín. 1,9831.

20. La incipiente incorporación de la "dimensión ambientaba los curricula de las


ciencias sacíales, se deba el hecho de que esta dimensión no ha perneado a sus paradigmas
teóricos, ¡obre lodo si osle nuevo saber se considera desde la perspectiva ambiental de los
países "wbdesir mi lados". Sí bien ciarlas disciplinas, como es el caso de la economía neo
diiea. han intentado incorporar el concepto de ambiente dentro de las condiciones meto­
dológicas y conceptuales de su instrumental teórico, le perspectiva ambiental apenas liaem-
pueda a introducirse como una preocupación teórica y práctica de los economistas latinoa­
mericanos. Estamos lejos de haber producido un conocimiento positivo y operativo, lundado
y Fundante de una racionalidad productiva, que incorpore el potencial ambiental, preve
nieflte de la articulación de diferentes niveles de productividad ecológica, tecnológica y cul­
tural, en el desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad.

21. I.os esfuerzos realizados para generar mstrumenlos fiscales capaces de internalizar
jk costos ambiéntalas, para asignar precios artificiales a los recursos naturales que permitan
irna "valoración" más juvta pare su utilización, o para Implementer métodos da análisis de
costo-beneficio sobre el «mpacto ambiental de los proyectos de inversión, muestra las limi-
Uciones del instrumental de análisis económico tradicional, para contener el desbordamiento
de los excedentes económicos y sos impactos en la degradación ambiental. Habría pues que
preguntarse sobre las condiciones de constitución de una "economía ambiental'' en una pers­
pectiva más amplia y radical a partir de una crítica ambiental de la economía política tra­
dicional, asi como desarrollar nuevos indicadores inierprocesuates para evaluar e1 potencial
productivo del patrimonio de recursos nolurdes dentro de régrmtfrws aJdffiátivat tfe apra-
■.ichamienw integrado y sosten ¡do.

22. La incorporación de la dimensión ambiental en otras ciencias sociales requiere la


realización da estudios similares sobre sus condiciones de asimilación en diferentes discípli-
na y temas del conocimiento. Así. se plantea la incorporación de te dimensión ambiental
en la psicología social para generar estudios de comportamientos a partir de las condiciones
deí ambiente y para inducir actitudes tendientes a su mejoramiento, la problemática am
tomal plantea problemas novedosos pata la psicología social, tales como la determinación
fe diferentes ''astados" ptiquicios, actitudes y valores que generan diferentes ambientes
urtwiH y rurales, así como las formaciones ideológicas y discursivas que m constituyen a
p&'tir de la Emergencia de una conciencia ambiental: las motivaciones y formas de particí-
PMíón en la Innovación de procesos ambientales para la gestión de los recursos; la especifL
ación y evaluación de un concepto da calidad de vida que transcienda los criterios econo­
mícelas da "bienestar social". La calidad de vida no sólo esté condicionada por la satisfac­
ción da ciertas necesidades básicos "objetivas" preestablecidas por una planificación comrali
zade; Este depende de las formaciones ideológicas y cultúralas a través de las cuales son per­
cibidas estas necesidades y de las formas da man i testación, de sujeción y de satisfacción de

st
tas aspiraciones y demandas sacíales; par las condiciones ambientales que generan los estímu­
los y determinan les iniciativas para el cambín social,, la innovación productiva y la autoges­
tión de los recursos de distintas comunidades.

23. Dentro del terreno de la sociología, la emergencia de nuevos procesos y movimien­


tos cocíales que han surgido como reacción a los efectos de la degradación ambiental sobre
las condiciones de existencia de las clases y grupos sociales, esta propiciando la aparición
de una temática ambienlal. La cuestión ambiental complejiza las condiciones sociales donde
so fraguan los intereses, se promueven las actividades y se estimula la organización políti­
ca de las clases y actores sociales. Así, surge un campo más amplio para el estudio de los itid-
vimienlos sociales que emergen de la toma de conciencia sobre la degradación ambiental y la
pérdida de valores culturales de las comunidades; de la sobrexploración de los recursos, y la
distribución desigual de los costos ecológicos generados por los patrones productivos do mi
nantes; de las condiciones políticas que regulan el acceso sancionado en la gestión de los re-
cursos y la vida económica; de los nuevos valares, objetivos y estrategias para la organización
política y las reivindicaciones sociales del amblentaiismo; de las tácticas y concertaciones
entre el Estado, los grupos empresariales y la suciedad civil para resolver la problemática
ambiental. Así, la cuestión ambiental enriquece los análisis tradicionales de la sociología
agraria, rural y política (Latí, IJ9BB c).

24. Los esiudios históricos también se verían enriquecidos con la incorporación de una
dimensión ambiental, para la comprensión de las periodicidades y transíwmaciones histó­
ricas que se producen como resultado de fas relacionas enire procesos naturales y sociales.
Asimismo, se fortalecen algunos disciplinas interdisciplinarias, como la etnobotánica y la et-
notécnica, para comprender la articulación de procesos culturales y ecológicos en las prác­
ticas tradicionales de uso diúlliple de recursos, permitiendo $u aplican m a programas ac­
tuales de manejo integrado de recursos y de desarrollo sostenido (McNeely y Pitt, 1.985;
Lefl, E. et al., 1.9881. En al terreno de Fa fifosof ía se abran nuevas per pee t ivas para la epis­
temología y la sociología del conocimiento que estudien la transformación de una conste­
lación da conocí míenlos a partir del cuestionara iento que les impone la problemática am­
biental.

III. Sobre la incorporación del Saber Ambiental en los Contenidos de las Ciencias Sociales

25. La incorporación de componentes ambientales en los curricula univtrsi tarros no


se logra tan sólo con un "cambio de ni él o do" en Fa práctica pedagógica de una disciplina.
Una cátedra es reproducción de un discurso teórico y transmicíón de un saber legitimado,
sobre todo si la docencia se ejerce dentro de los cánones de las prácticas magisteriales con
vencionalg;. Par su parte los paradigmas teóricos llevan asociado un método para la produc­
ción y transmisión de conocimientos. Esto es importante para despejar toda falsa expecimi
va de lo que un método pedagógico "interdiscipiinario" podría hacer pare incorporar la di­
mensión ambiental en los curricula universitarios. Esto adquiere más sentido considerando
que el saber ambiental transciende la simple imbricación de los conocimientos disciplinarlos
existentes, y emerge a partir de las transformaciones del conocimiento que plantea la proble­
mática ambiental al saber convencional desde ese espacio de extarnalídad que las ciencias

5?
wabtecidM no incluyen en sus paradigmas normales" En ese sentido. la incorporación
di te dimensión amhíental va más alié de las posibilidades de introducir cátedras "interdis-
ójIiwlK1' conIarmadas por la conjunción de saberes y métodos provenientes de diferen­
te disciplinas. de materias con contenidos de las ciencias neutrales y tecnológicas igeografía,
UiIdjí’ii, ingeniería ambiental), o le incorporación de métodos "inierdisciplinarrtri" deeia-
ta»ó(i amoiBfital y 10 prior de sistemas para el (ratomiento de problemas cúmplelos. Sitien
mas iniciativas son importantes pata romper las barreras disciplinarias do la especial i zar ¡ón
pnlniMisl, la incorporación de contenidos ambientóles en las cátedras. carreras y pusgradoi
te tientras sociales, demanda la producción de un saber ambiental, y su incorporación en
tewr'ín. métodos y lumtíficas de las ciencias rocíales En este sentido, dentro de le necesa-

rntiip en el proceso de incorporación de la dimensión ambiental en las practicas acadé-


mitK de las universidades.

26. Lo anterior remite a la necesidad de analizar el proceso de transformación y de-


«rplto del conocimiento inducido por iii problemática ambiental. La formación del saber
nbrtntil debe seguir un proceso de elaboración teórica que le permite insertarse en los
ptraóigrn& científicos y producir el saber legitimado que se imparte en el aula y que se
iplicr ?r el ejercicio prole® o mil. La formación ambiental en las universidades se inscribe
toira de los procesas ideológicos e insliiucionalK que enmarcan las condiciones de irrup
trin. teámilKión4 legitimación y transmisión dal saber ambiental dentro de la organización
obtiplmaría del conocimiento y de las de las estructuras sectotializad» dd sistema de edu
ación. do investigación científica y de desarrollo tecnológico; depende a su vaz efe la irtser
lúa ite coda universidad dentro de contextos geográficos, sociales, políticos y culturales
sfíci'Knci El proceso de formación del saber embierda!, su dispersión y especificidad esta
kijrii i Ibí condicionas uistiti ic i onaln, económicas y poirticasen las que emergen susenun-
tMdtii y sr desarrolla un proceso d? producción teórico en el cual se transforman los oara-
¿Fia tradicionales del conocimiento para internalizar este saber ambiental (Leff. 1.986 b}.
ti avance en la producción del saber ambiental en las te mineas de las ciencias sociales datar-
n'ínjKÍ l« condiciones en las cuales puede darse la incorporación de contenidos ambiénta­
la »n Ib prácticos docentes, los métodos de enseñanza apropiados para su trasmisión y las
posibles eshategias para su inserción en las estructuras académicas establecidas en Fas univer-
vdades

2?. Loe condiciones de transformación de los paradigmas de las ciencias sociales para
mcorponir un saber ambiental es desigual en sus dilurentes ramas y disciplinas. Algunas
mullan más diictiles para tal amalgama, como lo muestran los actúalas paradigmas norma-
1» de tos disciplinas antropológicas, que han incorporado nuevos conceptos y métodos
Ttnirüpumgr'a ecológica, ecctogia cultural, etc. {Vessuri. 1.986)- para el análisis de laorga-
íujiMún productiva de las sociedades campesinas y tradicionales en términos de uno racio-
nji.did ecológica, energética o cultural. Otras, como la economía, presentan estructuras
conceptuales e int rumen tos de análisis más resistentes, que no se ajustan con facilidad a los
principios ambientales, Asi', el análisis económico convencional fundado en la productividad
y rwitubilidftd de cono plazo, en la intervención de une mano invisible reguladora del proce­

sa
so económico, en el equilibrio mecánico de las variable» económicas y Ias señalas del merca­
do, y en la modernidad fundada en el progreso Tecnológico, es incapaz de evaluar las pérdidas
de diversiitad genética de los recuraos y de los valores culturales da los pueblos, asi como de
valorizar el potencial ecológico, el patrimonio de recursos y los ciclos y procesos ecosisti
micos de mediana y torga plazo, que contribuyen a un desarrollo sostenido. La incorpora-
oión de lo ambiental en la sociología induce una percepción de nuevos criterios y valoras
que movilizan la acción política, qua reorientan los objetivos del cambio social, y que esti
muían la producción interdisciplinaria del conocimiento y la reorganización transeciorra) ds
los procesos productivas para lurte Jecer la capacidad de autogestión y mi te subsistencia de
los pueblos, y promotor la participación democrática de lo sociedad en la preservación de su
eminente y el manojo de sus recursos.

28, Partiendo de las consideraciones anteriores y del «todo actual de avance del »
ber ambiente), se plantean algunas posibilidades actuales para introducir la "dimensión'"
snbiental dentro de Los contenidas de las ciencias sociales, y pera incluir les contribuciones
de las ciencias sociales en la comprensión y resolución de la problemática am bien tal den ira
de las carreras de las ciencias naturales y tecnológicas:

A) Niveles de Incorpoiacíón de los Contenidos Ambientales en los Programas Académi­


cos de Ciencias Sociales

23. Se sugiere la incorporación de los siguientes contenidas ambientales en los cursos,


canelas y porgrados de les ciencias sociales.

a. La incorporación de cátedra con contenidos generales sobn el estado del conoci­


miento sobre la problemática ambiental del desarrollo; medio ambiente y desarrollo, plani­
ficación ambiental del desarrollo, manejo integrado de recursos, principios ecológicos genera­
les. etc.

b. La incorporación, sobre todo en las carreras y especial ilaciones en economía, urba­


nismo y derecho, de cátedras sobre temas, métodos e instrumentes de análisis en los qua ya
se ha incorporado de alguna manara le dimensión ambiental: el análisis de las extarnalidadet
y lie funciones de daño en la economía neoclásica; los estudios de evaluación de impacto
ambiental, de costo-beneficio y de costo-electividad; los principias conceptuales los elemen­
tos normativos, y los contenidos concretos del nuevo derecho ambiental; los acercamientos
de la ecología urbana y los conceptos y metodologías para el manejo integrado de recursos
para incorporar la dimensión ambiental en la arquitectura para la reconstrucción del espacio
urbano (Fernandez, 1J986), así como en la sociología y La economía regional, para la trans­
formación ambiental del pasaje rural (Rojas, 1.986). En estos casos, es necesario que dichas
cátedras contengan elementos ai ticos sobre las condiciones de aplicación de los conceptos,
métodos e instrumentos de esas rama del saber en el contexto político, económico, cultural
y ecológico de los países de la región.

c. La incorporación de diferentes temáticas relacionad» con la problemática ambiental


y el manejo racional Je los recursos. Un ejemplo de ello podría se< el introducir dentro de les

54
eacrenis. da ciencias políticas y tocíales una cátedra sobre el Estado y los movimionios am­
bientalistas, y sobre los movimientos sociales relacionados con la defame do los recursos y
de Iji calidad ambiental, así como introducir en catreras de economía, sociología, antropo­
fagia y psicología contenidos sobre las práctica tradicionales y los valores culturales de los
pueblos latinoamericanos en el aprovechamiento integrado y sostenido de sus recursos. Otro
'.me indicativa seria el de le organización municipal para abordar el estudio de la gestión
descentralizada de los recursos, o el estudiar los alcances posibles de ciertos principios cons-
liiuciDTTales y avances legislativos capaces de apoyar un proceso ambiental de desarrollo.

d. La incorporación de criterios y de estudios de caso sobre problemas ambientales


dentro de cátedras tradicionales. Se sugiere así la introducción, en ios cunos de planifica­
rían itel desai rollo, de consideraciones sobre el impacto ambiental de! proceso de coucenua-
tión itiduitual y sobre las desEconnmías de la aglomeración urbana* sobre los desequilibrios
ecológicos genmdos por los procesos de deforestacíón y ganad erización. asi como por I-.,
imp nmeiración de prácticas agrícolas ''mottefnss r?n el trópico, etc. En ttl estudio del
desarrollo rural y de la producción agrícola es necesario incorporar criterios sobre las condi­
ciones ecológicas y culturales que es necesario considerar para, un aprovechamiento sostem
ilo de los recursos, sí como sobre la producción, ttimilMÍíni y aplicación de tecnológicas
apropiadas desarrollo de los economías campesinas y las comunidades rurales.

&. La meorpuf ación de semina ríos de estudio sobre las limitaciones de luí paradigmas
trsdii.iQri.ales para internaliiar la "dimensión" ambiental, y donde se Explore» nuevos instru­
mentas teóricos y meiodolugicós paro su incorporación. L& unísFormaciones de
ijé valores y dE conocimiento! que sa producen coma resrrbtodo de la Bmergenma de la pie
bInmil¡ü ambiental dan lugar a nuevos perspectivas de análisis en el campo de la episiemoto
g>'a y la sociología del conocimiento. Su estudio podría incorporarse dentro rte los coi reres
de filosofía.

f. La incorporación, en los últimos cursos de los carreras de ciencias sociales, de conte­


nidos ambientales impartidas en oíros carreras (geografía, Ecología, ecología urbana, teoría
de petemos, etcj, ¡sí como de seminarios de investigación in indisciplina ría y de mátodos de
•ná'iíii integrados para el estudio de diferentes temáticas ambientales, podiendo ser accedí-
• i.las para la realización de tesis de grado y espaciol¡?a<ión.

30. Las sugerencias anteriores son pertinentes para incorporar fa dimensión ambiental
¡1 l&í ciclos de licenciatura e incluso de maestría o de "especializarán". Sin embargo, el inci­
piente avance del saber ambienteI hace que sea menos legitimó eí plantear un programa de
Biudins de doctorado sobre la base del conocimiento actual Estos programas de posgrado
deberían organizara sobre la base de samínarips y proyectos de investigación que ''generen"
un d^arrolto del conocimiento en diversas temáticas ambientales y analicen estudios de caso
mu nidtodos para el análisis inlegrado cIe procesos.

55
0) Incorporación del Saber Ambiental Procedente de las Ciencias Sociales en las Ciencias
Naturales y Tecnológicas

31. Lo que aquí m* plantea es la introducción de algunas contribuciones de las ciencias


sociales para la comprensión de la problemática ambiental, en los curricula de las ciencias
naturales y tecnológicas; esto implica revisar sobre todo las carreras y especialidades en las
que se ha tratado la relación sociedad-naturaleza (geografía política y humana, antropología
ecológica y cultural, ecología humana, scciobiaiogíai. para evitar los reductionismus eco lo
gistes, energotístas y biologístas, y generar perspectivas de análisis más complejas sobre los
diferentes niveles de articulación de los procesos sociales y naturales que convergen en un
espacia geográfica, afectando las prácticas concretas de producción y la transformación del
medio en unidades ambientales específicas.

32. En las "ciencias tecnológicas", la incorporación délos aspectos sociológicos Impli­


can la adopción crítica de los métodos de avaluación de impacto ambiental en les considera­
ciones sobre selección de técnicas, proyectos de inversión y localización de empresas. En un
propósito más fuerte, se trataría de introducir ciertos criterios sociales y principios ambien­
tales que normen el diseño de "teenologías apropiadas", y donde el progreso técnico guindo
por el criterio de la maximizaciím de las ganancias en el cono plazo y da la eficiencia tecno
lógica, de lugar a la innovación de un sistema tecnológico integrado ó las condicionas de asi­
milación cultural de una comunidad y de adaptación ecológica de una región, para inducir
un proceso de desarrollo deseen (tal izado y sostenido, capa/ de satisfacer las necesidades bási­
cas do la población, y generar condiciones para la autogestión tecnológica de los recursos en
las comunidades.

33. En esta perspectiva se plantea la necesidad de incorporar criterios sociales y am-


liientoles en ios estudios de lactíbilidad tecnológica, de racionalidad ecológica y de rentabili­
dad económica para el manejo inlegrado y sostenido de recursos, introduciéndolos en la
formación de ecólogos, tecnólogos, ingenieros, administradores públicos y empresarios, y
buscando que dichos criterios se conviertan en principios normativos de su práctica profesio
nal y del proceso de toma de decisiones.

IV. Estrategia y Plan de Acción para la Incorporación de la Dimensión Ambiental en los


Programas de Investiga don. Docencia y Extensión.

34. Un plan de acción para la formación ambiental a nivel universitario plan 1ea la nece­
sidad de desarrollar estrategias y acciones a diferentes niveles, entre los que cabe distinguir:

A) La Creación de una Conciencia Ambiental en las Universidades y la Formación de Pro­


fesores e Investigadores:

3b. La incorporación de la dimensión ambiental en las universidades requiere una pri­


mera labor de concientización de toda la comunidad universitaria, desde los rectores, deca­
nos de facultades y directoras de institutos, hasta los investigadores, profesores y alumnos.

56
El Masaría (jara ello organizar seminarios y rtu ni ocies , no sórfij sobre timas ambientales
«Wiflliradot wno también sobre la función de las universidades dentro de lapnoblemétrce
mbiantal del desarrollo, de manera que m promuevan decisiones y politices tendientes a
Énr espacios para la investigación y le docencia m te [disciplinarías wi tamas ambiéntalas. Es
imiHKuntB estimular la participación de investigadores que trata ¡a n en áreas tradicionales,
Rt teminerros sobre temáticas ambientales generales y especial i redes, de manera que puedan
«cprparar elementos ambientales en sus proyectos de investigación y orientara hacía el
Hataja inierdisciplinarro. En la medida que avance el saber ambiental, es necesario realizar
arios de formación para profesoras, de manera que puedan incorporar estos conocimientos
íp Iw contenidos de su práctica docente,

5' Ld Incorporación de! Saber Ambiental en las Crenci¡e Sociales:

36. la incorporación de la dimensión ambiental en los ciencias sociales requiero la rea­


lización de esfuerzos teóricos y metodológicos para producir conocí míen tos positivos dentro
óe diferentes disciplinas, y aplicar nuevos métodos de investigación intcrdisciplinaria en
dineral temáticas ambientales, capaces de integrar a diferentes especialistas de las ciencias
(DCiai-es en el estudio de las relaciones sociedad-naturaleza y de la articulación de los múlti-
iilet gtocsos que inciden sobre los problemas ambientales (García. 1.9B6;Feíf» 1.986 h).
Lj problemática ambiental no es trna cuestión meramente ecológica o tecnológica. Los pro
esos sociales son los elementos determinantes de su génesis y de sus vik de resolución. Sin
enfmrjfl, las ciencias sociales son los que menos han incorporado la “dimensión ambiental"
tn un conceptos y indiadas. Por ello es necesario dar prioridad a las investigaciones que per­
mitan dilucidar las contT.ibutipnes óe las diferentes cien ti» saciarles a Incomprensión y mo-
lucián de la problemática ambiental; asimismo habría que realizar especiales esfuerzos por
«aiiur las condiciones de internalización de la dimensión ambiental en las paradigmas de
Jas auncdia sociales y en la producción do discipliné ambientales en diversos campos del
conocimiento social. De estas avances padrón generara las contenidos de nuevas cftednn.
nrisras y pascados ambientales en las universidades.

Cl La Identificación de Temáticos Ambientales para su Investigación

37. La cuestión ambiental ha germrado la emergencia de nuevas problemáticas com­


plejas, que demandan la realización de investigad anas interdiscipl ruar i®, con métodos apro*
¡lindos pan el análisis Integrado de procesas naturales y sociales, Entre ellos podemos ennu-
mirar los siguientes lemas:

a. Estudios históricos de las transformación es am b ien rales y de las relaciones sociedad-


natu raleza en espacios geográficos determinados;

b, La construcción do un concepto de racionalidad ambiental, fundado en la articula'


rían de procesas ecológicas, económicos, tecnológicos y culturales; su aplicación parís la im-
pfementatión do estrategias de maneja integrado de recursos en diferentes conlexics geo­
gráficos y culturales, y su contratación con té categorías tradicionales de la racionalidad
Económica y tecnológica (Lefl, 1.986 al;
c. Estudios sobíe la a¡rliculación da la Espacislidod y Ib temporalidad do dtfenonts
procesos sociales y naturales, es decir, de las pr□tilcmea amb¡entalla y Eos polenc¡ala pruduc- i
tívus resultantes de la armonía o contrttd¡cctd-n entre los ciclos ecunúmicos y ios ciclos eco­
lógico!. luí tiempos de reproducción social, cíe regeneración eccliigica, de innovación tecno­
lógica y de asimilación cultural, y de so articulación en espacios culturales, ecológicos, ,
poli ticos, económicos, gaográfrcDs y nacionales específicos {Morado, 1.336);

d. La producción de nuevos indreedoí« “interpretes«ates" y categorías de anéliú


integrados, capaces de evaluar y monitoreer diferentes procesos ambientales (i. c la valora­
ción cultural y económica de ios recursos, la calidad de vida, la degradación y oí potenciot
ambiental de desarrollo, las cuentas del patrimonio cIe recursos naturales y culturales}, para
los cuales resultan inadecuados ios conceptos e indicadores convencí anales.

üí La Difusión Extraunlversitaria de la Formación Ambiental.

30. Esta estrategia abarca diferentes objetivos y niveles de acción:

a. La concíantización de la sociedad bacía la problemática ambiental y los principios


ambientales de! desarrollo, a Uírues. de sus luiciones de extensión universitaria (coloquios,
programas radiofónicos y televisivos};

b. El estudio y desarrollo de métodos pedagógicos y didácticos para ta transmisión


de! saber amblan tal;

c. La Incorporación de prácticas da campo a los planes de Bsturf:o y el cumplimiento


del servicio social a travís de la colebpreción de estudian ras con las comunidades en prác­
ticas otfnb ¡pótales;

d. Ib participación di? la comunidad academice en proyectos de desarrollo comunita­


rio y en la transmisión e incorporación de los conocimientos científicos y de las innovacioner
tecnológicos ''amblencales" en las prácticas tradicionales y convencionales de uso de los re­
cursos para generar pro-cesos de manejo integrado y sostenido de las mismtB;

e. La creación do vínculos y conv&nios institución alas con las instancias da gobierno


estatal y municipal y de organizaciones da basa, para dar asesoría y soporte cÍMitíiico de
caractér ambiental a los programas de desarrollo urbano, regional y comunitario.

E} La Creación de Instancias para el Desarrollo de le Investigación, la Formación y la


Difusión Ambiental.

3S. La incorporación de la dimensión ambiental dentro de las estructuras unlversi»


riss tradicionales requiera te creación da órganos institucionales capaces de desarrollar las
siguientes estrategias:

50
a) Una eslrategia eficaz para crear espacios académicos para la investigación interdisci-
plinana y la producción de conocimientos ambieniales, c inseríarlm dentro da las estructu­
ral departamentales y disciplinarias de les universidades;

b| la articulación entre las prácticas de investigación y docencia, y su extensión y


dfi'icaclórr a distintos proyectos y femóticat ambientales;

c) El (Btahlecimienio de vínculos interinstituciónolos entre diferentes universidades y


centros de investigación ambiental o nivel nacional y regional, de manare de generar un pro­
uto de cooperación y complementarán que fortalezca lirs capacidades individuales de cada
institución para ef desarrollo de sus propios proyecto!, y genere programas de investigación
ylormación ambiental a nivel nacional, subregional y regional

40. Para alcanzar los objetivos anteriores, se recomienda a 1» universidades desarrollar,


mre oíros, las siguientes estrategias y actividades:

ai le creación do centros de investigación interdisciplinario y de estudios ambientales,


que cuenten con suficiente autonomía y apoyo institucional para cumplir las siguientes
funciones:

i. Promover le conciencia ambiental y actuar como un centro diluwr del conocí'


miento ambiental dentro y fuera de la Universidad, irradiando sus efectos a toda
la estructura universitaria;

fi. Dar asesoría a diferentes fetu Hades para el desarrollo de programas curricula res
en temáticas ambientales;

lii. Crear comités ínter facultades y grupos ¡nterdúcipl inarios de investigadores prove­
nientes de diferentes institutos pera coordinar y apoyar sus actividades de la rela­
ción ambiental, y para generar programas de educación e investigación de carácter
in tsrdisciphnario mediante la colaboración de profesores e investigadores adscri­
ta a diferentes facultades, departamentos e instituios;

tv. Desarrollar actividades y programas de investigación y de formación ambiental en


diferentes áreas temáticas;

v. Realizar investigaciones y estudios pare la produteión del saber ambiental, y sobre


su incorporación en los paradigmas de diferentes disciplinas cien lili cas, para el
desarrollo de remas ambientales del conocimiento, sobre todo en el campo de las
ciencias sociales;

vi. Estimular las investigaciones participetivas con los comunidades en relación con su
ambiente, así como métodos adecuados pare revertir el conocimiento científico
hacia tai mismas;

59
vfr, O «a rr ollar estudios sobre métodos de investigación y docencia in terdiscipíinaria;

viii. Desarrollar programas curriculares para cátedras, carreras y posgrados ambienta-


tes.

b) El establecimiento de vínculos y convenios para la cooperación interinstitucional


en la temática ambiental, Para lograr un mayor acercamiento de las universidades a los pro­
blemas ambientales del desarrollo, y estrechar la cooperación con las comunidades en la solu­
ción de sus problemas ambientales y ol desarrollo de estrategias para lograr un aprovecha­
miento más racional e integrado de sus recursos, se recomiende promover las siguientes
actividades:

i Fomentar la participación de investigadores y profesores universitarios en pro­


yectos ambientales desarrollado con organismos gubernamentales y na guberna­
mentales;

¡i. Apoyar la creación de “estaciones experimentales" y establecer colaboraciones


con centros de investigación regionales, que permitan una mayor cercanía y per-
ruana nci a del estudio sobre lo» procesos ambientales locales. Los programas de
estudios ambientales de estos centros regionales podrían estructurarse a partir
de problemas y necesidades concretas de las comunidades, sobre sus valores cultu
rales y sus prácticas tradicionales, sobre la innovación y asimilación de tecnologías
apropiadas y sobra la dinámica de los ecosistemas de la región, para el manejo
integrado de sus recursos. En este sentida, 'os institutos regionales peimitirían
una mejor sistematización y análisis de experiencias concretas, transmitiéndo a
los institutos "centrales'’ los problema* teóricos de rnveitigec-ií • científica y tec­
nológica que requieran de una mayor infraestructura material e intelectual, par»
ser más tarde transferidos a los centros regionales y o las propias comunidades para
su aprovechamiento;

íi¡. impiementar une estrategia de descentralización en metería de educación e investi­


gación ambiental, que permita aprovechar los recurso* humanos existentes en dis­
tintos niveles de formación en su propia región para el conocimiento de su am­
biente, pudenda capacitarse a través de programas de apoyo e intercambio por
parte de Investigadores y profesores provenientes de instituciones "centrales", que
así contribuirían n enriquecer el estudio de los problemas locales y regionales.

F) El Forte lee ¡miento de la Cooperación Regional Latinoamericana para la Formación


Ambiental

41. El carácter emergente de la temática ambiental y los incipientes recursos humanos


que se han formado para implementar este perspectiva del desarrollo del conocimiento, no
sólo hacen estratégicamente deseable, sino estrictamente necesario, el establecer programas
de cooperación interinstitucionales en el campo de la investigación y de la educación supe­
rior, que estimulen la producción de conocimientos, la comunicación de experiencias y (a

«u
'<u»ún del saber ambiental que se genere. Es recesado conjuntar esfuerzos para realizar
troyfttltK de investigación, programas de educación superior y cursas de eipccialización y
ilación o nivel regional, que aseguren la concentración de los mejores ambientalistas
Ifajameriaiun en distintas temáticas, para avanzar con más rapidez en Id producción
ft conocimientos, en su incorporación en los curricula universitarios, en la formación de
aw dad k pro lesiónales, y en su aplicación pora un gestión ambiental del proceso de de
erralio de nuestros países. Se recomienda asi establecer programes regional es o sutiregiona-
sde investigación y formación, incluyendo cursos de especialización y posgrados en dis-
bitas lemáticM ambiéntalos, entre petes que comportan problemáticas afines, a través de
uwrtips de cooperación ínterinstitucional que permitan conjuntar sus recursos materia-
e y humanos, para desarrollar actividades complementar ira o comunes Ejemplo do ello
podrían ser los programas subiegioooles de investigación y sistemas de posgradó sobre me­
rejo integrado do recursos en diferentes ecosistemas

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CAPITULO 4

LA INCORPORACION DE
LA DIMENSION AMBIENTAL EN
LAS INGENIERIAS

JORGE R. BERNAL
PABLO LEYVA
DANIEL VIDART
I. Impacto Ambiental del Proceso de Desarrolla en América Latina

1. Los países latinoamericanos se caracterizan por la desigualdad desús niveles de cre­


cimiento V la diversidad do contextos en la que se desarrollan. La mayor parte se insería
dentro de sistemes capitalistas, siendo en esto momento una excepción los que se proyectan
dentro del sistema socialista. Este punto de referencia es de la mayor importancia, puesto
que se estima que la orientación y concreción de políticas integrales de desarrollo, que in­
tJuyan la dimensión ambiental, tiene relación estrecha con el sistema económico y polHi­
cu (con las particularidades que en su interior po crien establecerse! en el que se desenvuelve
cada una de las naciones. La diferencia cualitativa entro estos sistemas hace que los planes de
desarrollo se subordinen e sus orientaciones políticas generales; si bien es posible encontrar
situaciones ambientáis problemáticas a I» que pueda darse el mismo tipo de tratamiento
independientemente del sistema económico en el que se produzcan, sus posibles solucionas
tienen una intima relación con la concepción política del estilo de desarrollo en el que se ins
criban dichas medidas correctivos.

2. Un proceso de crecimiento relativo ha definido la realidad económica de los países


latinoamericanos en los últimos 30 años. Este proceso ha estado grandemente condicionadu
por la situación Internacional y en particular por los países desarrollados con quienes se tiene
mayor intercambio. Este crecimiento se ha supeditado en especial a las oportunidades de
exportación de sus recursos mi los mercados externos y al potencial de ampliación de sus
mercólos internos. En los países latinoamericanos se ha producido, on general, un desarrollo
mamado por un relativo despegue industrial, que se debate por asegurar su existencia y creci­
miento ante las situaciones coy un turales del mercado internacional y los problemas de riitec-
arnliio del sector externo. Las políticas comercial» alternan el proteccionismo con la aper
mrg a las importaciones, Por otra parte, se considera crítica la capacidad de operación de
muchas industrias nació nales frente a la dimensión de los mercados miemos que limitan la
paibihdod de la producción a jjrasr escala Eítü conduce a una aparente, o en algunos casos
i’ai situación de obsolpncia del equipamiento e impone restricciones a la expansión de la
jHoóiKCrón nacional

3. No obstan re lo limitado del crecimiento, «le ha impuesta una plosión muy tuerte
¡ wliro la naturaleza, lo cual ha subido un impacto indiscriminado. Se han extraído de ella
j hs recursos naturales cuya comercialización o transformación han reportado ganantes;
iJim recursos complementarios se han destruido, y so han descargado sin contemplaciones
I btdBUchos de la producción y la urbanización a las aguas, suelas y 'atmósfera. A diferencia
JÉ l« países de economías mis desarrolladas que en algunos casos han logrado mayores
tólot w la protección y recuperación de los sistemas naturales, en América Latina se Obser
ttwn impotencia al avasallamiento progresivo de la naturaleza.

4 El deterioro da las condiciones de vida del campesino que surgen con la modemi-
I fitifirnie la agricultura en muchos países latinoamciicanos. el acelerado proceso da urttoniza-
ptail gnu ha dado origen la intfustrraíizadón y la polarización de los servicios públicos, asi
I orno la necesidad geopolítica de ocupación del espacio nacional han producido fuertes

ó&
corrientes miyat oríes hacia los ceñiros urbanos, empeorando sun condicioftes de misen a y
marginacim. Este proceso también ha generado el desptizan«nlo de población hacia las
últimas áreas forestales de la región. La colonización sponténea, así come la destrucción
de las basques, contribuye notablemente a la degradación general de les ecosistemas y ai
empobrecimeinto del patrimonio natural de las naciones.

5. Es este un tncmtnto difícil para América Latina. L® procesos de crecimiento eco­


nómico han causado íirerte? impactos sobre la naturaleza sin haber logrado resolver las ne­
cesidades elementales de grandes sectores de población. El endeudamiento externo de estos
países restringe de manera extraordinaria las posfbilHbdes de dirrtmLrar las economías por
Ja vía de la financiación externe. Ante esta situación, una de I» vías pera aliviar las prsio
n« económicas ha sido incurrir en un uso de I® recursos naturales, en particular. Eos ener­
géticos, sin tener en cuente ninguna restricción ni haber tomado tas previsiones necesarias
para su uso Par otra parte, los países tienden a posponer ta adopción de «rentes técnicas
que aseguran una uperacón del aparato social productivo con un bajo impacto sobre el
medio ambiente, dado el costo adicional inmediato que pueden tenes estas medidas y despre-
ciando sus beneficios en el largo pirro,

II. La Edticadóa Ambiental y la Formación de ta^nienB.

6. La dimensión ambiental debe ser parte de las cnnsirteracion® para definir políti­
cas de desarrollo de nuestrns países; en este sentido, es fundamental que los ingenieras ten­
gan una adecuada cuncaptualización de I® problemas ambiéntate* y cuenten con una capar
cid,id teórica y técnica suficientes para proponer un uso diferente de las actuales tecnologías
y contribuir al desarrollo de otras de bajo impacto ambiental, que optimicen el uso de las
recursos coa liase en la wtabihdad de las sistemas naturales que lo sustentan, y para liacer
compatibles media ambiente y desarrolla en América Latina

7. En el Informe Final de la Conferencia de Tibisi de Educación Ambiental se destaca


que, si bien los aspectos físicos y biológicos constituyen la base natural del medio humano,
"son las dimensión® económicas y culturales, y I*» valores étic®. los componentes que defi­
nen las orientación® y los instrumentos con los que el hombre podrá comprender y utilizar
mejor los recursos de la naturaleza para satisfacer sus necesidades". En consecuencia, "la
educación ambiental es el resultado de una orientación y articulación de las diversas disci
plinas y experiencias educativas que facilite la percepción integrada del medio ambiente,
haciendo posible una acción más racimal, capaz de responer a las necesidades sociales".

R. Entra otros rasgos característicos de esta educación ambiental, destaca la necesidad


de dirigirla a todos los grupos sociales cuyas actividades profesionales inciden en la calidad
del medio, y en particular a los científicos y técnicos cuyas investigaciones y prácticas
especializadas constituirán la base de conocimientos sobre !« cuates debe fundamentara una
educación, una formación y una gestión eficaz del ambiente. En este contexto, es necesario
considerar la formación ambiental de los ingenieros.

60
IIII Perfil Clásico y Perfil Contemporánea del Ingeniero

9, El perfil del ingeniero clásico, el típico politécnico heredero de la doble función de


tectr más eficaces los mecanismos e ingenios ofensivos y defensivos de Ib guerra, por un
lato, y de construir en las sociedades cívíIbs dispositivos que refrendarán con el bienestar
rnjcprijl |q$ beneficios de la paz, por el otro, se prolongó a lo largo de los tres últimos si-
|tair estereotipando en los moldes de una inevitable inercia cultural los aspectos cuan titan­
ios de su profesión, hasta que sobrevino, pasados los anos sesentas de este siglo, la segunda
iwolución industrial

IQ. Entendemos por segunda revolución industrial, el complejo sistema que alia es
iTtchamente la ciencia con la técnica y cuyos marcos se definen por los desarrollos de la ci-
temática, de los ordenadores, de las matemáticas relaciónales y de la Teoría General de Sis-
»mas. Sus productos van desda las microm ¿quinas al complejo industrial militar; de la auto-
mibración fabril a la astronáutica; del manejo de las nuevas energías, en especial la nuclear, a
la organización planificada de la empresa privada y la administración pública; de iaagroquí-
Bicaa la nueva cirugía; de las prótesis técnicas a las antrópicas; de la revolución del transis-
m d la de los plásticos; de los transportes a los desarrollos hidroeléctricos.

11. El ingeniero de la segundo revolución industrial debe ser un gestor y coordinador


riioz de ios subsistemas tecnológicos, económicos, biológicos y sociales que se intórrela-
□onan mediante nuevos canales informativos, y manejar a la vez el flujo inlormética, el
"software" electrónico, las teorías matemáticas (de los gratos, de las redes, de los compartí-
míenlos, de los conjuntos, de los juegos, de los autómatas, de tas colas, de las decisiones) y
d cálculo matricial, entre otras habilidades integradoras, para seguir siendo el amo de los
sriovos técnicos y ordenador espacial de un planeta tacnificado.

12. Pero los efectos de la explosión científico-técnica, al traducirse en una cada vez
rát acentuada poíusíón ambiental, revelaren, paralelamente a los progresos y tanquetas de
i industria liviana y pesada, una serie de efectos contaminantes, de degradaciones ambientá­
is y pérdidas de amenidad del entorno donde aquellas se asentaban. Los medios terrestre.
éki y acuático, les ecosistemas, los so-ciosisternas, y aún los lecnosistemas, se vieron afec­
tóos por impactos químicos, tísicos y biológicos que, en tanto que fenómenos de la reaíi-
hd, exigieron rápidos diagnósticos y eficaces correcciones.

13. De este modo, los efectos positivos y negativos de la segunda revolución industrial
nnwrtieron en obsoleta la figura del ingeniero clásica cuya mentalidad aún campea en
■ universidades y los desiderata profesionales ldiseños, materiales, construcción, adminis-
ncián y tecnología de las obras) -■ y demandaron un nuevo tipo de ingeniero, más integral,
sensible a los marcos económicos y sociales, más atento a la exigencias del ambiente.

14. El ingeniero clásico, nacido de la canliuencia del fuego y las técnicas, tal cual lo
ostra el mito de Prometeo, era un fabricante de espacios productivos racionalizados de
cuerdo con la lógica de la economía clásica, un inventor de energías democratizadas, de

67
herramientas truel i ¡je n tes, de máquinas el i caces, da procesos ceda vez más operan vos y, en
lo posible, menos costosos para satisfacer los necesidades humanas. Creador y deudor de sus
creaciones. se concebía al ingeniero como a un profesional exctusivamenta ligado a su cir­
cunstancia técnica y a su imperativo instrumental (lograr los objetivos con un mínimo de
energía y un máximo de rendimiento) y por ello ajeno a consideraciones éticas, sociales a.
ambientares. En tu formación politécnica debía conjugar a la vez un investigador, un proyec­
tista, un ejecutor. un supervisor y un administrador, lo cual generaba una versatilidad praxeu-
lógica, un compromiso entre la teoría y la práctica, entre la economía y la tecnología, en­
tre la racionalidad y la cperetivided ejecutiva.

15. La personalidad de base del ingeniero clásico configuraba de tai modo una fonni
de vida ajena a la pasión de! artista, no mezclada ton voluntarismos ni improvisaciones,
apegada a Id exactitud, enemiga del desempleo imaginativo. Equilibrio, fortaleza, eficacia y
congruencia entre los medros y los fines; he aquí los parámetros de un mundo y las limitacio­
nes impuestas por un sentido Táctico, pragmático, de la empresa. De los cálculos 3 tas tomas
de decisiones, d# k ploneacíón de las obras al funcionamiento correcto de las mismas: tttot
eran los marcos que encuadraban al concebir y el hacer de un profesional, encargado de fa­
bricar Lrna re en tetera a partir de los avances de las cieñe ios y técnicas modernas.

IS. después de la revolución cien tífico'técnica acontecida luego da la Segunda Guerra


Mundial - siempre las guerras son aceleradoras de invenciones y de síntesis sistémicas -
el ejercicio- de la ingeniería clásica se ve, paradójicamente, acrecentado y recortado al mismo
tiempo. Acrecentado, porque aparecen otras espscializadones y coordinaciones: se exige ma­
yor profundidad en el manejo de las matemáticas relaciónales, un domino acabado de la pro-
gramación con ordenadores, una prédica interdisciplinaria, un conn- miento lógico y aún
filosófico de la teoría y del análisis de sistemx, y una especial ¡ración creciente en ramas no
tradicionales de la ingeniaría. Recortado, porque ya no le es posible recurrir a los razona'
mientes lineales, a le univocidad de las variables, a los análisis detallados, a la programación
por etapas, sino que la validación de los hechos le obliga a confrontar los modelos con la
realidad ambiental y económica, y al mismo tiempo con un nuevo acento en Ea programación
por objetiven;, con la necesidad de tener en cuenta grupos de variables y con una percepción
qlobal de los electos de I® obras en el ambiente. Además, le corresponde aprendera traba­
jar en equipo con otros profesionales, a tener en cuenta las externafídadra y los costos soct¡>
les de I® obras, a ocuparse de los juegos y simulaciones ayer considerados como pasatiempos
prospectivos, a saltar de la yustadisclplinario a lo ínter y aún a lo melad ¡sel pl ¡na ría, A este
tipo de ingeniera apunta la formación ambiental en la untwródad latinoamericana contem­
poráneo

W. Impacto Ambienta) riel Ejercicio de la Ingeniería

17. La productividad os la constante histórico a tuyo pumente permanente contribu­


yen las técnicas y los instrumentos que el hombre ha elaborado desde lo más remoto de su
historia. De algún Tiempo al presente, la puesto a punto de formas, métodos y procesos de
producción, el diseño de máquinas y la construcción de obt® civiles, han sido responsabili­
dad de fas ingo o i aros, acelerando las comunicaciones y laci litando el aprovechamiento de lo

os
«unos naturales. Los procesos productivos empleados hi to ex trace ¡Cn, transporte y trans
formación de los recursos naturales alteran las lúrmas un finales de la naturaleza y transí or­
inan incesantemente el paraje natural en cultural Este continuo cambio es la base no tu ral
para la construcción de las estructuras complejas de fa civilización actual, así como la Inven
ción de nuevos bienes materiales que soportan una cultura cuyas demandas y necesidades
ementen constantemente, interfieren «i los procesos, tos ciclos y los sistemas naturales,
an algunos casos bien frágiles, que Sustentan la vida en la tierra. Por su parto, tas nuevas as
inicio ras crean un habitat artificial (las ciudades, los edificios con aire acondicionado a las
medios subterráneas de transporte} y un medio ambiente propio, al cual han de adaptarse
los humanos; astas nuevas condiciones generan problemas físicos y psicológicos tanto en tos
lugares de trabajo como en las de habitación y recreación.

lfi. La participación y responsabilidad de los ingenieros un estas acciones es directa-


mente proporcional al grado de desarrollo de los países. En los países más desarrollados,
ft espacio físico ocupado por las estructuras artificiales limita y destruye los espacios i»ú
hlicos y las áreas naturales; este es el caso también cn algunos conglomerados urbanos en
América Latina No obstan te restan grandes espacios naturales como la Amazonia, que j
teces hacen olvidar el alarmante proceso de deterioro general generado como consecuencia
de los desplazamientos de los sectores de la población que han tenido que recurrir al estable-
cimiento de villas miseria o a colonizar gandes áreas de bosque natural, artificiaiizando y
duyadando el medio natural.

19, No se puede considerar responsabilidad da los ingenieros la disrupción de loseco-


uítEmas ocasionada por la construcción do las infraestructuras civiles y del aparato industrial
c por la operación del sistema productivo; si bien se fundamentan en técnicas en cuya ela­
boración han tenido mucho que ver los ingenieros, responden en mayar proporción a las
hyes económicas y sociales del desarrollo y a decisiones políticas y administrativas. No obs­
tante, se considera que los ingenieros deben jugar un papel importante en el manejo ambien­
tal, puesto que, como conocedores de la upreación de los sistemas y procesos que han crea­
do, están en posición de idrmtiÍícot en forma muy clam los riesgos Implícitos de la aplica-
oón masiva de las nuevas alternativas 1 ionices Claro esta que hasta hace poco tiempo, la
Mncapción generalizada sobre I» lucha del hombre contra una naturaleza que supuestamente
(aporto y asimilaba cualquier agresión, contribuyó o que o! ejercicio de to ingeniería se orien­
tara básicamente hacia e! perfeccionamiento de técnicas, despreciando sus efectos perjudi'
deles para la naturaleza.

20. Las únicas consideraciones hechas hasta hace poco tiempo eran de carácter «cañó-
nuco; si los procesos productivos y las obras de infroes truc tura generaban desechos, se daba
;u)r supuesto que míos debían diluirse y su impacto ser absorbido por el medio natural
como si este tuviese una capacidad ilimitada de asimilación. Las previa unes sobre las descar­
as nocivas, por ejemplo, eran totalmente desatendidas; basta recordare! caso del mercurio,
subproducto de muchas actividades, cuyo efecto sobra la salud humana era reportado de
tiempo atrás en la literatura, pera que no recibió la atención debida hasta que alcanzó di­
mensiones trágicas

os
21. En la actualidad, bien sea por desconocimiento, Ialta de control o descuido, conti­
núan operando muchas unidades productivas en condiciones do alta peligrosidad para el
medio ambiente y para I* población; esto se debe por $upuesto a las condiciones económi­
cas que se imponen para su operación, pero también a que los profesionales de le ingenie ríe,
en algunos casos, no conocen o no llamar. la atención sobre este problema; igual sucede en la
construcción de infraKlruciura vial o en los trabajos minaros. He aquí une opotunidad pura
que los in^nÍEros de América Latina desarrollen opciones tecnológicas para el aprovecha
miento de los recursos de la región, posiblemente acompañad» de medidos de- descentraliza­
ción, que lleven a una mejor distribución de los faene linos de Fa industrialización para la
población, y permitan lo preservación de los sistemas naturales.

V. Función de be Instituáones de Enseñanza de b Ingeniería en la Formación de Prote-


tionaín con una Perspectiva Ambiental

22. La formación de ingenieros con una perspectiva ambiental es una necesidad actual
de suma importancia si se quiere disponer de recursos humanas con capacidad de compren­
der el problema y de proporcionar soluciones adecuadas para la reducción del impacto ad­
verso sobro los ustinuw naturales de los procesos do producción o de transformación del me­
dio. En las escuelas de ingeniería tendrá que desarrollarse una preocupación para encontrar
la forma de introducir la dimensión ambiental en la formación de Eos estudiantes en todas
sus remas. Para ello cada país deberá, de acuerdo a las particularidades de su medio natural
y cultural así como también de la espociíicidad de su desarrollo y el nivel ai cual haya lle­
gado, establecer la Iorina como Ira da introducirla dicha dimensión. Es necesario tener en
cuenta que la introducción de los aspectos ambientales en la I orín acito de los ingenieros no
consiste simplemente en el establecimiento de una asignatura adicional dentro del curricu­
lum, sino que comprende la realización de cambios más prolundos en la estructura actual dé
la formacito básica,

23. Es pieciso considerar U necesidad de reforzar el conocimiento relativo a las cien


cum humanas, la geogralía, la historia y la biología en la formación del ingeniero, de tal ma­
nera qua le permita tener una participación global cíe las problemas ambientales al insertarse
en el aparato productivo basado en su función social primordial comu motor de la innova­
ción tecnológica. Sólo una visión concreta de estos aspectos en la diferentes rama de Ik
ingeniería, permitirá realizar una practica anhientalsta de la prolesión hasta donde los esti­
los de desai rollo imperantes lo permitan.

24. Cabe discutir igualmente la ncusitLid y la oportunidad de establecer carreras k


pecífícas para la formación de ingenieros ambientales o el establecimiento a nivel de pos­
grado do especializaciones en esta materia. En ambos casos el nuevo contenido curricualr
ha de del inir el perfil de un profesional con formación básica que Id prepare pare entender
y manejar los diferentes problemas da la ingeniería del ambiente y además Id capacite pare
formular propuestas para la innovación de técnicas que minimicen los impactos ambientales
y contribuyan ai mejoraniento de las condiciones de trabajo y de vida de la población.


25. En América Lairna, muchas de fas facultades ds ingeniaría tienen una tradición
anitnarju que lleva implícita uno visión de! mundo y del ejarucio de lo profesión, que no
wnspcTide con los problemas del momento actual, ni con las opciones reales que deben
«jcrtaiw i través de la formación de los fuñiros ingenieros. Es indispensable, en este san­
dio, swnbilizar a los directivos de estas escuelas y generar programas de formación ambian-
Ul psm Ira docentes de las mismas. Igualmente, es preciso desarrollar programas de educa-
din continuada para el reciclaje y actualización de los ingenieros en la perspectiva ambien-
ai. too h vuelve cada día más necesario en algunos países que requieren lo realización de
studios sobre el impacto ambiental de Jos grandes proyectos en desarrollo. Estos cursos
sdrin atraer a muchos profesionales, abriéndo on nuevo campo de trabajo para el ejercí'
wdt la profesión.

VI £1 Desafio Ambiental y la Formación de Ingenieras

26. La formación de ingenieros y jdminisirndqfK ambientales, así como lo inclusión


Ji Ea variable ambiental en los estudias de ingeniería en las universidades latinoamericanas
antanparfcMias, no solamente revela un nuevo aspecto en el perfil profesional, sino que
•demás genere, dialécticamente, uno dimensión contestataria, o por lo menos complementa'
tía, gut se enhenia con las larcas tradicionales da la ingeniería, a la vez que modifica las
fenpectivs de la inserción operativa del ingeniero en la sociedad.

27. El ingeniero ambiental debe procurar atenuar e inclusive suprimir los efectos am-
tantalES de las estructuras fabricadas y de los procesos productivos, perfeccionan do tacna,
agís de aprovechamiento integral do los recursos. El ingeniero ambiental representa así
«i avance m la progresiva racionalización de las técnicas, para conciliar las exigencias del de
arrollo con los equilibrios necesarios entre Ib ecósfera y la antropósfera. Se ítala de crear
mi (HoifBsioaaF que lleve a cabo su praxis con un mínimo de eniropfa y un máximo de
ofoffliKita,

2®. Lo anterior implica La necesidad de introducir contenidos ambientales en cada una


* las upeciafízaciones de la ingeniería, tanto a nivel del pregrado como de! postgiado. En
•i cao del pregrado, la "dimensión ambiental" podría incorporarse a través de los siguientes
mqramas y actividades:

23-1. La modificación de los programas educativos con el proposito da crear una con'
dmeia meso lógica y darla a! futuro ingeniero los instrumentos intelectuales y las pautas
practicas que le permitan comprender la complejidad do los sistemas ambientales con los cue­
le ótberá enl rin farsa:

282, Un entrenamiento del cuerpo docente en temas ambientales para lograr su cape-
dteufln rápida y coordinada sin necesidad de recurrir a la reelab o ración del syllabus corn­
eo. í’ara ello será necesario contar con un cuerpo de profesores muy calificados y cursos
Bpctiita intensivos, previos o simultános con la actividad académica regidar; los profeso
re ¿íentrenados podrán Introducir en 1 os programas de sus asignaturas un énfasis ambiental

71
que favorezca. en cada uno de los cursos, una visión balística e integrada da la problemática
ambiental y de las necesidades del desarrollo;

28.3. La introducción de dos o tres asignaturas claves (calidad del ambiente, ambiente
Y desarrollo, ecología para ingenieros) que ofrezcan una perspectiva complementaria a las
impartidas par las asignaturas específicas. Estos tres procedimientos no sen oxtluyeriiK y
deben coordinara según fas condiciones locales y la disponibilidad de docentes de cada uni­
versidad,

2B.4. Es conveniente que las universidades de la región analicen la posibilidad de imple-


mentar una carrera de ingeniería ambiental, extendida a lo largo de nueve o diez semestres.
Dicha carrera, con base a las asignaturas fundamentales de la ingeniería civil, ingeniería
química e i ngemoría industrial, debe ser planeada con los siguientes criterios:

a. Tender a la formación de un profesional que conozca los aspectos regionales del país
de origen, con especial énfasis en los hiasistcmas.sociosiüemasy tecnosrstemas característi­
cos de cada región, así como de los relaciones odre los proceses sacíalos y ios naturales en
uno perspectiva ambiental,

b. Dicho profesional debe ser capaz de evaluar los impactos y efectos ambientales de
las obras de infraestructura, de las instalaciones industríales, de la actividad minera, de la
agricultura comercial, de las asentamientos humanos, y de toda actividad que genere proce­
sos contaminantes en el ambiente.

c. Tol profesional debe ser capacitado para greseniar proyectos alternativos de obtas
cúng rentes con las exigencias de los ecosistemas y antroposístemas, qu sean acordes con las
pautas de desarrollo nocional.

29. Estos criterios pera la formación de ingenieros ambientales, deberían aplicarse en


la formación de todo profesional de la ingeniería, si se piensa que la dimensión ambiental
debe contrihuir a dar un viraje más profundo en el sistema educativo. El establecimiento de
una especialidad como la ingeniería ambiental debe ser contemplada también frente a las
posibilidades reales da empleo, así como dentro de las tendencias de la ingeniería quena la
actualidad parece orientarse hacia una formación más general, buscando la especial i ración
y actualización en etapas posterioras.

30. En el caso del postyrado, los profesionales ya formados deben recibir noáones y
conceptos integradas de manera que su especialización no sea un cúmulo de nuevas asignatu­
ras sino una sistematización intencional de conocimientos. La especificación no puede ser
meramente teórica sino también práctica. Anteriormente a estos cursos sería importante quE
los alumnos pasaran por un período de nivelación consistente en el estudio do un programa
de ecología general, procesos naturales, cuestionas sociales, b i oleografía y geografía humana
del país; tul minisi ración nacional de los recursos naturales, programación paro ordenadores y
matemáticas relaciónales. Dentro de los cuatro o cinco semestres del pnsgrado se impartiría
un syliabus dedicado f conocimiento modelístico, matemático y operativo de la teoría y el
wiiiiú de sisteman. Los aspectos prácticos e interdtíciplinarios de la formación estarían
ntegrados en los estudios concretos de impacto y efectos ambiéntalas, de ordenamiento
Fontal y planificación regional.

Vil. Recomendaciones Finales

31. La inclusión de la dimensión ambiental en los planes de estudio de las diferentes


«mas de la ingeniería es un problema inaplazable. La importancia y lo novedoso del tema
requiere la puesta en marcha de las siguientes estrategias y acciones:

a. Generar una amplia ¡información sobre el particular, analizando y aprovechando


ta experiencias de otras regiones, y teniendo en cuenta que no se trata de adoptar sino de
«Uptar hasta donde sea prudente y conveniente, las acciones que en otros países hayan te­
nido frito. Para el cierto, convendría que los organismos internacionales especializadas,
remo el PNUMA y la UNESCO, estableciesen o reforzaran los actuales sistemas de informa-
□ón para recopilar, clasificar y distribuir la información existente.

b. Establecer un mecanismo agil y eficiente para el intercambio de experiencias a través


da la realización periódica de seminarios y simposios a nivel regional. Este contacto directo
y continuo acelerará la toma de decisiones sobre los ajustes necesarios en los curricula y en
tas aparatos administrativos para incorporar la dimensión ambiental en las universidades
déla región.

c. En cada una de las facultades o escuelas de ingeniería debería organizarse un grupo


d» trabajo permanente para la reflexión sobre la enseñanza de la profesión y la preparación
de propuestas concretas sobre las modificaciones o ajustes que deben Ilevarse a cabo en los
planes do estudio.

d. Otro campo de acción prioritaria sería el de la promoción y i'úiüwfu uí .‘j .7?iC?xJ.;-


pación interdísciplinaria, a fin de involucrar otras áreas del conocimiento en la solución de
los problemas ambientales.

Z3
CAPITULO 5

LA INCORPORACION DE
LA DIMENSION AMBIENTAL EN
LAS CIENCIAS DE LA SALUD

VICENTE WITT *

Drganfjtacíón PanomwIcono de la SalucE


. Introducción

1. La consideración de efectos de los lectores embim tales en la salud rro ex reciente,


taco más de 2.500 años Hipócrates reí riéndose a los conocimientos que el médico debe
tf dice que:

''Haya pasado por todo «I amplio círculo de las ciencias; considera en rodo 1c
que vele las estaciones del ano, Tas enfermedades que se sabe producen, i« candi'
dones del aína características de cada país y la cridad do «js agtras; delimite
cuidadosamente la ubicación de las ciudades y zonas circundantes, $i son altas o
bijas, calientes o fríe, húmedas o secas; no dejaré de anotar la dieta o el rai­
men de sus habitantes en otras palabras, toda las causas que pueden producir
alteraciones en la economía animal'**.

2. Desde entonces este concepto ha evolucionado y se ha enriquecido con el progreso


los conocimientos tanto sobre el ser humano como de su ambiente natural y el creado
él mismo, constituyendo una de Fas bases de la salud pública moderna. Sin embargo, su
CBción práctica en toda su amplitud, aún en la actualidad, no ha sido Factible por varias
Jobs, técnicos, políticas, sociológicas y otras, pero enríe ellas tal vez fa más importante es
alta ríe capacidad de anólcsis y síntesis de los problemas de salud y sus causas, lo cual con
inri ruínenlos de la tecnología moderna parece menos difícil de abordar. En efecto, la
id ambiental ha evolucionado más lentamente que los procesos de transformación del
5o humano como consecuencia del desarrollo.

Evolución do la Salud Ambiental en la América Latina y el Caribe

3 Para las autoridades de salud los riesgos ambiénteles han sido siempre objeto do preo-
cita. La literaiura está llena de ejemplos dóricas del ral que han jugado las intervL-ncio-
5c la salud ambiental en el control de enfermedad®, y en detrvidadea de desarrollo, mu­
de ellas críticas para ciertos pueblos. Así el sane amienta ha sido parte integral d? los
ramas nacionales de salud pública. En el campo internacional La Organización Mundial
i Salud ÍOMSI, desde su inicio tuvo responsabilidad por el saneamiento ambiental, la
tirón Interina para la Primera Asamblea Mundial de la Salud, en 1.943, puso de relieve la
nancia del saneamiento ambiental para la acción sanitaria en general y recomendó que
gañí ración prestara servicios de fisesoramíenTo cuya utilidad serla sobre todo en rela­
tan el programa de la lucha unbpalúdice propuesto y en las actividades previstas en di -
: materias: vivienda, higiene rural y otras"2. La Primera Asamblea Mundial de la Salud
jn más allá al decir que al saneamiento del medio figura en la categoría de prioridad
ila dentro del programa de trabajo de la Organización. Esa alta prioridad se ha mante-
i través de los anos.

4, En 1.949, el Primer Comité de Expertos sobra Saneamiento Ambientad de la OMS


inió como "el control de todos aquellos factores en el ambiente físico del hombre que
i o pueden ejercer efectos deláteteos en el desarrollo físico, la salud y la supervivan-
n la Constitución de la DMS la salud se define como "un estado de completo bienestar

77
íitrco, m o nial y social y no solamente como la ausencia de afecciona o enfermedades"'.
Además, el Comité recomendó que la OMS di alca prioridad al adiestramiento de experta
en saneamiento

5. En respuesta o la recomendación antena, la Asamblea Mundial de la Salud de 1.951


instó a les Países Miembros el adiestramiento de un número adecuado de ingenieros sonhfti
ríos, planificadoras urbanos, arquitectos y otro personal relacionado, y solicitó a la OMS
su apoyo para el establecimiento de institucional apropiadas para e! ob|ata. En parte coma
resillado da la: esluorrm de lo DMS y en respuesta a la demanda existente en los países 9
establecieran curtos de posgrado para ingenieros y otro personal de alud pública, en varias
partes del mundo. En la América Latina casi todos los paitos emprendieron la preparación
de estos profesionales. Además se utilizaron extensamente otros mecanismos pare preparar
y adiestrar personal. Así el Ingeniero Sanitario seconfirmó como inteyante del equipo de w
lud y como elemento clave en los programas orientados al control de riesgos umbinntafit
para la salud, incluyendo la provisión de servicios.

6. Por otra parte, en los arios cuarenta se acelera el proceso de transformación rápídi
de las determinantes ambientales en todo el mundo, el mamo que se hacB más notable en
los deceniso siguientes Los triunfos c¡ent*ricos y tecnológicos alcanzados durante Itw abes
30 y 40 se aplican en primer término en los países industrializados y producen resultados
dramáticos en términos de crecimiento económico, comunicaciones, transporte, la raptor»
ción del espacio y de la tierra, y otros. El medio ambiente humano reciba el impacto de «tu
tuerzas de cambio muchas de las cuales están dotadas de efectos deletéreos para la salud. Asi
los problemas ambientales se expanden y se intensifican, nuevos problemas aparecen an el
medio ambiente humano y se preven otros emergentes. Poco a poco 'os procesos de índu»
trlalizBcióit que avanzan en los países más adelantados alcanzan también a losen desarrolle.
La definición de salud ambiental tradicional resulta estrecha para cubrir los problemas qut
no sólo v$n mucho más alta de los límites dei agua potable y saneamlento sino que dar»
manta requieren de la co ncu i rancia da otros programas do salud y aún de otros sectores eco­
nómicos y «cretas para su identificación, análisis, definición de es ti alegres y control.

7. En 1.969 la OMS convoca un Comité de Expertos en Ginebra para tratar de li


"Plaml i catión, organización y administración de los programes nacionales de salud ambien­
tar*. Este Comité después de revisar ta pioblamática de salud ambiental a la luz de la nueva
tendencias indica que "por salud ambiental se entiende el equilibrio ecológico que debo
existir entre el hombre y su medio ambiente para que sea pasible el bienestar de aguel
Dicho bienestar te reitera al hombre en su totalidad na sólo a su salud física, sino también
a la salud mental y a un conjunto de lalaciones sociales óptimas. Asimismo se refiere al me­
dio ambiente en su totalidad, desde la vivienda hasta al atmósfera entero"5.

8 En 1.969, los Ministras de Salud de las América* después de analizar los progresos
realizados en la atención de los piobiernm de saneamiento y los cambias ambientales en pro­
greso proyectaron la problemática de la salud ambiental en los siguientes términos: ''En los
anos venideros, los Gobiernos tendrán que hacer fronte a problemas ambietales de mayor

I 70
magnitud y complejidad. El adelanto de la tecnología dejará una estele de tenciones huma
ñas más complicadas, Aumentarán los contaminantes ambientales y abarcarán desde los mi­
es obiológicas hasta aquellos qua procedan de sustancies químicas, La exposición a sustan­
cial tóxicas durante mucho tiempo adquirirá mayor importancia y será más difícil de disg
norticar por qué existirá une mayor separación entre la causa y el afecto. El crecimiento de
tu ciudad» agravará los problemas de la congestión del tránsito, da los accidentes y de los
rungos del ruido. Las mayores densidedia de población y la vivienda deficiente aumentarán
lm riesgos da las enfermedades transmisibles y ira problemas de talud mental. En los com­
plejos industriales, las enfermedades profesional» exigirán una atención más concentrada y
más medidas curativas.

9. En lo futuro, los organismos de salud tienen que ampliar sus actividod» e fin de to­
mar en consideración Ira barrios míseros, la pobreza y Ib suciedad, la ignorancia y la delin­
cuencia, y los efectos que síes factor» tienen sobre la salud total de la población"*1.

En 1.972 la Conferencia de Nociones Unidas sobre el Medio Ambienta planteó la pro­


blemática amblan lo!, haciendo claro énfasis tanto en Ira problemas ambiental» dal subde
arrollo, como en los de los países industrial izados así como en le superposición de unos so­
bre otros en Ira países en transición en su desarrollo económica social. Un aspecto sobrasa-
liento fue el quo enfocó la atención mundial hacia los riesgos amfaiantatB que amanaran e
la alud dal hombre, que han sido preocupación constante de la OMS7.

10. La situación actual de le salud ambiental en las Ameritas se caracteriza por el ha­
cho de que ¡as enlermedades infecciosas parasitarios aún constituyen importantes causas de
muerte en varios paisas. Las defunciones por enfermedades diarréitos. y otros pata las cua­
les las medidas de ataque se basan especialmente en el saneamiento, continúa siendo una
elevada proporción da las muertes totales. Estas figuraron entre las tres primeras cau«$ de
defunción en nidos menores de 5 años en 15 países de 18 que reportaron entre 1.970 y
1379 En general les-estructuras da mortalidad y morbilidad están cambiando en todos
tos países. Sin embargo, ¡as diarreas y enfermedad» respiratorias potenciad» por le desnu­
trición y el medio ambiente adversa, aunque bajen en su importancia relativa, en los próxi-
rw»decenios continuarán diezmando a los estrictos de pohíeción postergados délas dúda­
te y medía; rurales3. En algunos países de la América Latine se registra un aumenta de
i- entidad por enfermedades degoaarativas, muchas de las cuales son incurables, que su- acer­
ca a Ib de los países industríalízmíos. Para fines dul siglo se «pora que el 20% djl total de
ta muertes corresponderán a tumor» y ni fi0% da las enfermedades serán cardiovascular».
íira enlermedades degenerativos asimismo crecerán en importancia. La relevante es tener en
tuentü que tanto I» unos como las oír» $e derivan de la influencie ds factores ambientales
tono parte del proceso de adaptación del ser humano.

III. El Concepto Ecológico de la Salud

11, Al considerar el media ambiente y sus componentes, w último término son los
tfirtH mbffr el bienestar del ser humano y su salud los que deben constituir la praocupocitin

79
principal. Desda al punto da vista ecológico el bienestar, la salud y la enfermedad son uní
consecuencia de la interacción entre el ser humano y el conjunte interidaciopado da factu­
res ambientales. En efecto cualquier deterioro del medio ambiente en último término implica
un deterioro de salud y calidad de la vida, y cualquier mejora, en último término, se refleja
en mejor salud y bienestar.

12. El Plan Decenal de Salud de las Américas, 1.972, lo expresa en estos términos
"Lu verdad os que la calidad de la vida deriva da este continuo intercambio a ínter re ¡ación
de los sera humanos con su ambiente, un verdadero rrwtabotremo social en el que partid
pan todas las variables que es dado suponer, inducidas o producidas por el hombre y In no-
turalera"í0. En otras palabras, la salud moderna se concibe precisamente como este proceso
sutil de adaptación continua del hombre al medio, porque el hombre lo modifica y el am­
biente lo in fluencia.

13. Según el Cwiito Panamericano de Ecología Humana y Salud, "la ecología humen
na permite una visión holtaita do las interacciones, impactos y efectos do (a| el ser humano
sobra su ambiente; (b| del ambiente (natural y el hecho por el hombre! sobre el ser huma­
no; y (c) de los «res humanos sobre si mismos. El ambientó incluyo todos los tactores quí-
mu;us, físicos, hidticos y socio culturales; Ja ecología humana abarca un conglomerado de
elementos que favorecen un enloque staémico para su comprensión y control. Además, este
entoque permite el análisis de componentes individuales y de su importancia relativa, asi
como la «valuación técnica y económica de las posibles consecuencias de alternativas de ac­
ción y el desarrollo de métodos efectivos de prevención y control de enfermedades"”.
Este sistema estaría formado de componentes ambientales mayores, a los cuales el ser huma­
no responde con un mejor bienestar o si son neeptivas afectan su salud línea y mental. Los
componentes del sistema podrían ser:

(a) El ambiente inorgánico □ ambiente de los recursos netutelst. aire,, agua smin íin-
cluycndQ los problemas de contaminación relacionados);

(bi El ambientó biológico, incluyendo los problemas de virusas, bacterias, etc., y los
problemas genéticos;

(c) El ambiente nutricio nal;

(d| El ambientó 1 frico hecha par el hombre incluyendo edificios, espacio, y comuni­
caciones en los asentamientos humanos;

(e) El ambientó social ta,

14. 0 sea que para que la salud ambiental pueda cumplir con su fundón de modificar
el medio ambiente, o d uso que el hombre haga de éste, para prevenir enfermedades, prote­
ger la salud y promover el bienestar, habré necesidad de tenar un conocimiento de los aspec­
tos del medio ambiente humano que afecten su salud y sus ínter reí ación es. Asimismo habrá

so
necesidad de peder predecir cuates serán los posibles efectos de intervenciones en la rete-
cróti hombre amblenter incluyendo los aspectos sociales y la acciones que serán necesarias
para promover cambias da comportsmionio y de actitud en tal lorma que permitan alean-
zar los máximos beneficios en salud, y bienesier de las ¡niurvancian» En otras palabras
"procede pensar y actuar ecológicamenter modificar los juicios do valor y la conducta si se
quiere avilar o limitar los daños del medio humano y de le salud en las comunidadM,r,cl

IV. Salud pan Todos en el Año 2.000

15. La Asamblea Mundial de le Salud decidió en 1 977 que la principa* mata social
de tos Gobiernos y la Organización Mundial de le Salud en los próximos decenios debe
consistir en "alcanzar para lodos los ciudadanos del mundo en el año 2.000 un grado de sa­
lud que les permite llevar una vida social y económicamente productiva"9.

16. La Declaración de Alma Ata adoptada por la Conferencia Internacional sobre


Atención Primaria de la Salud, celebrada en la URSS en 1.978. enfatizó que la "atención
primaria a la clave para alcanzar le meta de Salud para Todos en el Año 2.000 como parte
del dssairollü goneml conforme al espíritu de justicia social". Subsecuentemente, k Asam-
bles Mundial de la Salud en 1.979 instó a los Estados Miembros a definir y poner en prácti­
ca estrategias nacionales, regionales y globales tendientes a alcanzar la meta de Salud para
Tufos en <ri Año 2.000.

17. Pera que pueda alcanzarse esta meta se acepta que será necesaria la participación
di todas, t-1 individuo, la familia, la comunidad, los gobrernos locales y nocionales, entidades
I púhlíces y privadas y organismos internacionales En esencia, se requiere un cambio de acti-
fod, y una nueve conciencia universal sobre la salud. Así la salud podrá dar toda su ccntfíbu-
dón si proceso de desarrollo y a la vez beneficiarse de los progresos alcanzadas. Además
hibrá qu& raestruclurar los servicios de salud pura que puedan proporcionar mayor Bquidad,
■fidancia y eficacia, Será preciso que se comprendan los electos de las políticas y proyectos
I tk desarrollo económico w la salud de los poblaciones, y que se establezcan vítulos luple-
mentaritH entre el sector salud y otros sectores.

19. En la Regrón de las Amáneos el Plan de Acción para k InsiTumontación de las


[ toa:^i3i Regional» para alcanzar la Salud país Todos eri el Año Í.OÍM?7 encuadra ios ob-
Ftmns específicos para llagar a la meta propuesta Entre las estrategias de atención primaria
ügun la pruticciún y promoción de la salud ambiental que h* orienta "ai mejor armen tu dE
!»alud ambiental como parte del esfuerzo de desarrollo socioeconómico total, e integrado
| ot otras actividades en salud, el control de enfermedades, la promoción de la salud y el
1 I bíheui íb la Familia, el «¡ítbk cimiento de la infraestructura peía fe extensión da flrviciot
Ktelftiilbd, y el desarrollo ds recursos humanos"9. Entre los campos da acción «pectíicos
twcuefluan los servicios de abastecimiento de agua y saneamiento; la disposición de los do
L tKticd sólidos; el control de contaminación risica y química; la prevención de efectos ad-
i «tói.an la ecología y la salud humana,, dd desarrollo de cuencas hídricas y de industrias;
'•«mamtantos humanos, urbanos y rurales y la salubridad de la vivienda. Todo esto

01
formando parto integral con la prevención y control da muchas enfermedades bacterianas,
víricos, y parasitarias; el mejoramiento y ampliación de servicios para la protección de ali-
memos; y los Bsfuerzos para reducir la tasa de enlermededes no transmisibles; y lo interac­
ción del desarrollo rural con programas do salud da obreros agrícolas y sus familias, el con­
trol da vectores, y la aplicación segura da plaguicidas, fertilizantes y otros.

19. "Debido a qu^ en la mayaría de Ias países las responsabilidades en el área de salud
ambiental ¡en compartidas entre varias agencias, es esencial el establecimiento de mecanis­
mos efectivas de coordina ció n y cooperación o nivel nacional. Los Ministerios de Salud, de
cada país, tendrían que asumir la responsabilidad principal y al liderazgo en la consideración
e incorporación de los aspectos de salud pública en ios decisiones y actividades referentes al
medio ambiente, y promover los necesarios acuerdos nacionales de cooperación intersecto-
riai"5

20. El Plan de Acción Regional constituye uno gofa y marco de referencia para los
planes de salud de los países que los prepararán y ajustarán a las realidades nacionales para la
solución de sus problemas prioritarios. La más alta prioridad en salud ambiental en el Plan
de Acción se da al abastecimiento de agua potable y al saneamiento a fin de proveer estos
servicios al mayor número de perennes posible, dando especial atención a los más necesita­
dos, de acuerda con los metas del Decenio Internacional del Abastecimiento de Agua Pota­
ble y del Saneamiento,

V. Responsabilidad de los Miniiterioj de Salud

21. Por definición es función básica de los Ministerios de Salud el velar por la salud
pública de cada país, reconocer e iniciar acciones en cualquier situación que tenga conse­
cuencias negativas para ésta, incluyendo el diseño, la construcción y operación de obras
vitales de saneamiento. Así, Eos profesionales de le salud tienen un mandato claro e ineludi­
ble de definir y evaluar los eventos que tienen relación con el medio ambiente en su totali­
dad, predecir las características Futuras de éste y responder a Ib interrogantes que plantea la
cuestión ambiental a fin de encontrar soluciones para atender a las necesidades humanas de
salud y bienestar de las sociedades.

22. Hasta hace pocos decenios los servicios de salud ambiental se preocupaban princi­
palmente con el control de los agentes biológicos an al agua, los alimentos, el aire, o los vec­
tores. La política gubernamental e internacional da salud ambiental estaba entoncas orien­
tada al mejoramiento del ambiente físico con algunos esfuerzos por hacerlo también en otros
componentes. La tecnología moderna ha dado una nueva dimensión a las responsabilidades
de la salud pública al romper los balances ecológicos y crear tensiones severas resultan tes de
ios procesos industriales, el uso extenso de sustancias químicas, la quema do combustibles,
el aumento de desechos humanos y animales, y oíros. Será la responsabilidad do los profe-
simales de le salud el encontrar respuestas e las cuestiones relacionadas con el hombre y
su ambiente en lo que se refiere a la salud, hacerlas comprender, aceptar, y aplicar.

23. De particui&r importancia en La América Latina son los grandes proyectos de de­
sarrollo, especialmente los de recursos hídrícos, primero porque pueden traer cambios
[libiffitaies de importancia, algunos de los cuales pueden tener impactos negativos sobra
i salud y el bienestar de la población, y segundó porque su contribución el desarrollo as
itaulibta y necesaria.

24, Las autoridades de salud, para poder descargar los responsabilidades crecientes
r d campo la salud ambienta!, se encuentren empeñadas en expandir el ámbito de conocí
tinta sobre al medio ambiente en general y de sus cambios, a través de la epidemiolcgfa
Ht Ls investigación con el propósito de aclarar las desintalígoncitó referentes a las rolado-
■ entro las tensiones ambientales y la talud pública.

26. Sin lujar a duda les tensiones ambientales tendrán que man leñera bo|o niveles que
iiíedcn producir daños a la salud y esta es le función de la salud pública; pero una vez alen­
tó esta preocupación principal el impacto ambiental tendré que evaluarse dentro de la
■lidad socioeconómica de un mundo cambiante, En otras palabras, el desafío que se pian-
Balden poder mantener un balance aceptable entre la demanda de los recursos materia-
■ h y energéticos, pare atender las necesidades básicos de las poblaciones presentes y futuros,
rrjfiío do satisfacer las aspiraciones crecientes por bienes y servicios que dan como resul­
to la proliferación de desechos y otros riesgos, y la preservación del medio ambiente
ano

26. Si al considerar el medie ambiente y el desarrollo, el toca principal de la atención


flb salud y el bienestar de la población, hay coincidencia con el principio fundamental de
limeta de Salud para Todos en el Año 2.000, que se basa en el reconocimiento de que axis-
on vínculos estrechos y complejos entre la salud y el desarrollo socioeconómico y, por con-
spjianie. fe ostraiegia pare alcanzar esta metate habrá de basar en el fortalecim ¡sfito mutuo
k la políticas de desanollo de la salud y del desarrollo socioeconómico y la preservación
l mejoramiento del media ambiente. En resumen, las ciencias de lo salud por su mil uro loza y
'cpomíabilidad han considerado como inseparable e Intrínseco ol medio ambiente total de
li alud ambiental y la ecología humana y ía salud. Sin embargo, en fa reaiíuad, »i cmiúci-
itutnto del ambiente ec limitado porque no está claramente incorporado con la profundi-
oinmsaríj en la currícule de la formación «adámico.

27. Como los problemas de salud ambiental no son serta ríales, sino qire cada vez más
hriilen sobre otros sectores, sera necesario que los profesionales de la salud ambiental
acedan sus conocimientos sobre el ambienta total para poder dialogar con mayor fac¡-
WmJ y contribuir para que los proyectos o acciones de otros sectores puedan beneficiarse
* luí contribuciones y maximizar los beneficios de Las interven clones, incluyendo la salud
Tel bienestar.

Vi. Recursos Humanos

28. Las nuevos tendencia de la problemática de la salud ambiental, y las directrices y


rapixisabílidades ón relación o la meta de Salud para Todos en el Año 2.000, implican para
les administradores de salud cambios sustanciales en la planificación de los recursos humanos

83
para los próximot deceiúos y el futuro más lejano. Los ministerio* de salud tendrán que revi­
sa r y modificar los perfiles de tos funcionarios del sector en sus diferentes funciones. Cala
parí tendrá que mirar esta asunto desda el punta de vista de Id realidad nacional, sin embar­
go, se pueden hacer algunas consideraciones generales que reflejan Las tendencias con relación
a los recursos humanos.

29. Especialmente en la América Latina, los responsables por la salud ambiental han
sido principalmente los ingenieros sanitarios, y aunque hayan cambios estructurales y rede-
finiciún de lunciones es concebible que el ingeniero sanitaria □ de salud pública en su con­
cepto (je ni ral continué siendo tal cama fue definido par la OMS, un profesional “que hene
un amplio y completo conocimiento de las condiciones ambientales que afecten a la salud
y el bienestar, que está bien calificado por aptitud, adiestramiento y experiencia para servir
como un verdadero profesional a los varios nivele de responsabilidad relacionadas con d
media ambiente en salud pública y rugan! ración es asociadas y que en los niveles su periareL
k capa? de desempeñarse junto con sus contrapartes en otra profesiones, para asumir tn-
p o nubilidades administrativas y otras funciones de salud pública. Además, ellos deben po­
seer tas habilidades requeridas para diseñar, supervisar la construcción y operación de obr»
de saneamiento^.

30. En relación al oficial módico de salud se reconoce que "ocupa una posición clavo
en el equipo de salud ambiental. En efecto, en muchos países la responsabilidad por la di­
rección de los programes de salud, incluyendo los de salud ambiental recae sobre él. Por
esta razón y por la necesidad de trabajo en aquipo,"^ el tomite considera que el oficial mé­
dico de salud, u oficiar de salud como se le describe en algunos países, debe estar prepara­
do por adiestramiento y experiencia pare desempeñar ese papel”,

3L El Plan Decenal de Salud para las A míricas (1.9721 refiriéndose a la necesidad da


controlar Ira nuevos problemas del ambiente dice1

"Esta propósito incluye la formación universitaria de ecólogos y otros especie


lisios en ciencias del «ni bien te; la investigación y ul análisis de cada empresa
para al desarrollo económico y social en términos del medio humano; lo pro­
mulgación de leyes y regí amentos que hagan viable la poli rica y las normes esta
Placidas, y la creación o racionalización técnica y Briministrativa da las instilo
cienes del Estado responsables da todes estas cuestiones"’0.

32. Et evidente entonces que se requiere dar una dimensión adicional a la prepara
ciño de Ira ESpecialrstos de la salud ambiental, pero además te requiere da médicos., epide­
miólogos, botánicos, microbiólogos, bioquímicos, radiólogos, toxicóiogos, sociólogos, an­
tropólogos. analistas de sistemas, planificadores, economistas, administradores y otros es­
pecialistas todos con un conocimiento más profundo del medio ambiente para en conjunto
poder evaluar, con un concepto ecológico de la salud, en forma sistemática. Ira cambios
y factores ambientales que pueden tener efectos sobre la salud y el bienestar. En esencia, la
problemática de la salud ambiental requiere de un trabajo multídisciplinario en equipo.

o-i
33. Los médicas por la posibilidad de poder detectar rápidamente y aún anticipar luí
problemas médicos asociados con factores ambientales pueden jugar un papel Importan­
te en la que se refiere a la calidad del media ambÍEntc Pare desempeñar ésta y otras fungia
nes en I? salud ambiental es nacewrio que tengan un canotimleniD más amplio del medio
ambiente, en general y pariiculurmonte de la epidemiología y lexicología ambiental.

34, En el campo de la salud ambiental es posible que se requiera de una nueva profe­
sión. la del ecólogo de la salud humana. En términos generalas este profesional estudiaría tos
problemas de salud del ser humano desde el punto de vista mis amplio posible con referen­
cia a i.ts causas que los precipitan y sus consecuencias, o sea un individuo que por su prepa
ración 0 interés esté constantemente olería o la multiplicidad de efectos del ambiente total
sobro c ser humano, los efectos del »r humano sobre el ambiente, las repercusiones de esos
electos sabré el ser humano, y Eos efectos de los seres humanos sobre ellos mismos. Las auto­
ridades de salud tendrán que analizar tos recursos existentes fronte a los nuevos problemas y
decidir por la forma que más convenga para la solución de sus propios prnbüemas ambiénte­
las, diseñar y ejecutfli sus programas incluyendo la planificación da sus recursos humanos.

3b. El concepto ecológico da la salud no as privativo de lasque trabajan más estrecha­


mente con los problemas de salud ambiental. En el ejercicio de su profesión, de acuerdo con
el concepto moderno de la salud, el médico no se dedicará exclusivamente b atender el pro­
ducto final del desequilibrio del sar humana con su medio ambienta, que as la enfermedad.
Para eiercer su profesión el médico general se beneficiaría de tener un conocimiento amplio
del medie ambiente y de la relación de ésta con la salud y las enfermedades. Se estima que
como en la medicina preventiva, la actualización en la nueva problemática: de la salud am­
biental, en la furmación médica cnniribulría notablemente a reforzar el concepto de la pre­
vención, que es el objetivó final de la salud ambiental

36 En la referente a la mela de Salud para Todos, este compromiso lorm.il de los go­
biernos, requiere la cocpcración de múltiples profesiones. con el objetivo común La esfra
regia de protección y promoción dé la salud que opera en forma integrada con otras actrvi-
dadas es un ejemplo de interdiscip lina ríe dad y cooperación inrorprúgramática. En esencia
tito implica la participación en ésta de buena parte, si no de todos los trabajadores de salud
pública, ya que sólo así podrá jugar, con amplitud e intensidad, su cometido de cuidar el
medio ambiente humano, el uso racional de éste, prevenir las enfermedades, proteger la
wtud pública en general y el deterioro del ambiente Para ésto los trabadores del sector
tendrán que estar conscientes de tas implicaciones totales del medio ambiente sobre la salud,
incluyendo los ruquerímientos del ambiente social, a lin de conseguir en la forma más efi­
ciente y rápida el mejoramiento de la salud ambiental y el bienestar.

37. Se ha dicho qite los recursos humanos son companentai imprescindibles del pro­
ceso del desarrolla socioeconómica y están intimamente rolad onados con el lipo de sacie­
dad en que están inmersos, incluyendo les actitudes, tendencias y aspiraciones de los pue­
blos. y el ritma de cambio al que esas sociedadm están sujetas. La velocidad de los cambios
ambientales y U urgencia de tomar acciones aún en la ausencia de informaciones completas
sobre las situaciones luturas, roquÍEre un proceso dinámico que se adapte a la situación cam­
bíente.

85
38. Los minisiEr¡os de salud, al definir sus programas y acciones, tendrán la necesidad
de abordar y definir más concretamente el tipo de personal que se requerirá inmediatamente
y después de varios años; fes compete entonces tomar la iniciativa y establecer los requeri­
mientos para cumplir con (os nuevos cometidos. En este proceso deberán considerar también
tas estrategias y mecanismos que deberán seguir para conseguirlo.

Vil. la Universidad en la Incorporación de la Dimensión Ambiental en las Ciencias de ta


Salud

33. Se ha dicho que "los problemas del ambiente como los de la salud ambiental son
adiscipliriarlos" Es decir que no se relacionan específicamente a una discipline, pero sin
embargo envuelven a muchas. En efecto el ambiente ignora los límites tradicíonoíes de las
especialidades. Esto hace que dada Id trascendencia del ambiente en todo so espectro, sea
un tema que pueda ser analizado por la universidad en conjunto, no sólo por una u otra
facultad, por ejemplo de (as ciencias médicas. Así la universidad podrá contribuir a aclarar
y definir mejor al medio ambiente en relación a las necesidades de la sociedad y la forma en
que se deba proceder. IIgual casa se ha sugerido se haga con la meta de Salud para Todos
porque ésta también as una responsabilidad que trasciende del sector salud a los otros sec­
tores econúmicrH y sociales.

40. Con referencia a la preparación da recursos humanos como en cualquier campo,


en fas ciencias de la salud tiene que responder a las necesidades de país, Su labor en este
caso se vería beneficiada por un relacionamlento continuo entre la Universidad y el Minis-
lerio de Salud Ante la nueva situación que presenta la incorporación de la dimensión am­
biental en las ciencias de lo salud la universidad podría tomar la inicímiVB pare definir las
lormas de comunicación, las necesidades dn los organismos de salud y conjuntamente defi­
nir los métodos y medios para la incorporación.

41, HorwitzÍJ, tratando del rol de (a universidad en Salud para Todos en el Año
2.000. lo pone en los siguientes términos: "Lo que se requiere, por lo tanto, as crear una re­
lación continua entre el gobierno y las universidades, que comprenda todo el complejo pro­
ceso de organizar los recursos de que dispone cada país, para ofrecer un sistema de salud
eficiente. Dado que dicha luncidn es determinada por laclares que se sitúan en sectores di­
versos del desarrollo y con frecuencia necesita el concurso simultáneo de varias disciplinas
científicas, le corresponde al gobierno y o la universidad en conjunto compartir la responsa­
bilidad para realizar programas diseñados de común acuerdo".

42, En conclusión podemos decir que la consideración dol medio ambiente en las cien­
cias de la salud data de la antigüedad. Sin embargo, la incorporación de la dimensión ambien­
tal parí¡cidarmente en relación a la problemática ambiental actual, resultante del desarrollo
industrial, la urbanización y el aumento acelerado de la población, ha sido lenta. Losesfuer-
rós raizadas p<J< la salud pública para canutar ios tactores embrean en la primara parte
del siglo se orientaron primariamente al control de los factores físicos del medio ambiente
con un marcado interés hacia el enfoque de los otros componernos. En la actualidad existo

86
conciencia plena de la necesidad de considerar el ambiente en su totalidad en las relaciones
hombre-ambiente para con seguir mejores soluciones a los problemas de la salud, conjunta­
mente con los procesos de desarrollo económico y la preservación de! medio ambiente
humano.

43. En el campo de la salud pública y las ciencias de la salud se hacen esfuerzos pare
desarrollar y ampliar los conocimientos sobre las complejas relaciones entre el ser humano y
ti medio ambiente. Sin embargo, se considera que un enloque integral, coordinado y sisté
mico aceleraría el proceso de comprensión del medio humano. Se vislumbran tres acciones,
posibles, a corto, mediano y largo plazo, coma sigue:

a) A corto plazo - analizar el estado actual de la incorporación, de la dimensión am


bisntal en los programas de estudio de investigación en les instituciones de formación su­
perior en ciencias de la salud, y en base a los insultados promover la actualización y mejora-
Rnhnto de métodos, procesos, curricula, etc.

b) A mediano plazo - fomentar un plan de acción para la incorporación, en forma más


amplia y específica, en diálogo con las universidades, ministerios y otras instituciones, de
fot mecanismos y contenidos, a la luz de la demanda del recurso humano

c) Para las accionas a largo plazo, por la responsabilidad social que tiene la universi­
dad, por ta naturaleza de la dimensión ambiental, y por ser la depositaría de la ciencia y la
técnica, le corresponderá a ésta tomar la iniciativa para promover la discusión de la temé tí
cu salud y medio ambiente, en foros multidisciplinarios e interinsntucionales.

REFERENCIAS

1. Organización Panamericana de la Salud. Factores Ambientales que Determii^n el Bie­


nestar de la Comunidad. Washington, DC, T.&70. {Publicación Científica No. 209),

2. Organización Mundial do la Salud Los Primeros Diez Años de ta Organización Mundial


do la Salud. Ginebra, 1.958.

3 Organización Mundial de la Salud. Comité de Expertos sobre Higiene del Medio, Pri­
mer Informe. Ginebra. 1.950. (InformeTécnico No. 101.

4 Organización Mundial de la Salud. Documentos Básicos. 32a. Edición, Ginebra, 1.982

5 Organización Mundial de la Salud. Planiticoción. 0rganr2ación y Administración de los


Programas Nacionales de Higiene- del Medio. Ginebra. 1.970 (Serio de Informa
Técnicos 439|,

5 Organización Panamericana de la Salud Reunión Especial de Ministros de Salud de las


Américas 1.968, Informe Final. Washington, DC. 1.969. {Documento Oficial
No. 89).
7. Organización Panamerioins de la Salud. Riesgos def Ambiente Humano para Salud.
Washington, DC, 1.976. (Publicación Científica No. 323}.

8. Organización Mundial de la Salud, Las Condiciones de Salud en las AmericB, 1,977 -


1.980, Washington, üC, 1.982, (Publicación Científica No,427).

S. Organización Panamericana cíe la Salud. Pían de Acción para la Instrumentación de las


Estrategias Regional» de Salud para Todos en el Año 2,000. Washington, DC,
1 982

10. Organización Mundial de la Salud. Plan Decenal do Salud para las Améric» Washing­
ton, DC, 1.963, (Documento Oficial No. 118}.

11. Organiiacián Panamarica da la Salud. Informe de la Segunda Reunión de ComrtÉ


Asesor del Centro Pan americana Je Ecología Humana y Salud. Metepec. México.
1J982.

12. Organización Mundial de la Salud. Informe del Seminar i o Intermgionai sobre Censido"
recianes da Ecología Humano en ios Programas da Salud Ambiental. Ginebra.
31 Enarü ■ 9 Agosto 1.972.

13. Horwitz, A., Salud pare Todos en el Año 2.000 y la Universidad Bul OI Sanit Panam
98 (5): 405 -414.1.985.

ad
CAPITULO 6

CONCLUSIONES Y
RECOMENDACIONES
DEL SEMINARIO
I. CofiduucKvn y Recomendaciones para la Puesta en Marcha de un Plan de Acción
Regional sobre Universidad y Medio Ambiento

El Seminario aprobó la Carta de Bogotá que contiene conceptos, y criterios generales


pn 'a orientación del Plan de Acción sobre Universidad y Medio Ambiente. Igualmente el
binario adoptó las 10 tesis sobre el Medio Ambiente en América Latina.

Cuestiones Generales

1, Las recomendaciones planteadas por este seminario constituyen una proposición


nd desarrollo de un Pian de Acción para la incorporación de la dimensión ambiental en
educación universitaria. Dicho Plan de Acción Regional sobre Universidad y Medio Am-
«lí sería implementado por las universidades de la región con el apoyo de los gobiernos
de wpnismw regionales e internacionales, especialmente del PNUMA y la UNESCO. Es-
; dos organismos han sido encargados de elaborar este Plan de Acción dentro del Programa
Imucional de Educación Ambiental, teniendo como basa las recomendaciones sugeridas
resta seminario. El Plan de Acción deberá denominarse Plan de Acción de Bogotá sobre
■átrádad y Medio Ambiente para América Latine y al Caribe.

2. Para la ímp lamentación del Plan da Acción se buscará el apoyo continuado de las
Kitutiones que han participado en la organización da este seminario: PNUMA, UNESCO,
í’PS, 01U, UDUAL, UNICA. GULERPE y el apoyo de otros organismos regionales que tie-
« programas o actividades relacionadas con le educación ambiental. Se buscará asimismo,
dipeyo de asociaciones universitarias, consejos nacionales de rectores, consejos de ínvftstL
in científica y técnica y de otras organismos similares.

Recomendaciones a las Universidades

3. El Seminario recomendó la creación de un grupo temporal de coordinación ínter’


■nitario con sede en la Universidad Nacional de Colombia para llevar a cabo un sequi­
lo de las iniciativas y recomendaciones del mismo, de tal forma que permanezcan y se
iltzcan los vínculos entre las universidades de la región, así como con organismos inter­
cales relacionados con la educación ambiental. Este grupo deberá facilitar la rnfraas-
tora mínima tendiente a adelantar tareas de información y estímulos a las universidades
la región para el cumplimiento de las recomendaciones del seminario. El grupo da apoya
ir-universitario aquí propuesto actuaría temporalmente hasta que se establezca la infraes-
cmn regional necesaria para poner en marcha las recomendaciones surgidas del seminario,
a «cuerdo al Plan de Acción que elaborarán el PNUMA y la UNESCO,

4, Se recomienda crear un Comité Regional de Educación Ambiental de nivel superior


toruna participación de las universidades de la región, sect analmente equilibrada y geográfi-
tinenta representativa. En este sentido, el Comité debería integrar uno odas representantes
Caribe, de Centroamérica, del Area Andina, y del Cono Sur y Brasil, y asegurar que estos
pnicipantes representen las principales áreas de trabajo universitario, a saber: ciencias na-
Wes, ciencias sociales, ingenierías, ciencias de la educación, ciencias de la salud, arquitec-
bn y urbanismo.

91
5. Se recomiende a las universidades buscar le colaboración de orgnaismos del gobierno
de cada país y reorientar sus propios presupuestos pare generar los recursos necesarios para
financiar las actividades que surjan en el cumplimiento de las recomendaciones de este semi­
nario y de los mecanismos de coordinación regional.

6. Se recomienda a las universidades hacer inventarios de disponibilidades y de caren


cías en formación ambiental como una manera de especificar necesidades y definir priorida­
des de cooperación con los organismos internacionales.

7. Se recomienda a las universidades de la región la creación de espacios académicos


y de investigación interdisciplinaria para introducir la temática ambiental. Esto implica la
creación de centras y programas académicos interdisciplinarios con los recursos necesarios
para la realización de sus funciones, así como le formación de comités docentes interdisci-
plinarios para fomentar la incorporación de te dimensión ambiental en los programas acadé­
micos.

Recomendaciones al PNUMA y UNESCO

8. Dada la necesidad de apoyo del sistema do Nacionaes Unidas a las actividades de


seguimiento de este semine río, se recomienda al PN UMA y a la UNESCO elaborar de manera
prioritaria una propuesta que identifique los mecanismos institucionales que permitan ase­
gurar una coordinación apropiada de los esfuerzos regionales en malaria de Universidad y
Medio Ambiente. Esto propuesta debería considerar en particular la utilización de los meca­
nismos ya existentes de cooperación regional.

9. Se recomienda a ios organismos internacionales que realicen un diagnóstico da las


recursos regionales que poseen capacidad para apoyar le labor de las universidades latinoame­
ricanas.

10. Se recomienda a la UNESCO,y ai PNUMA que refuercen el Programa Inter nacional


de Educación Ambiental para promocionar la educación ambiental universitaria y especial­
mente para promover la capacitación de personal docente y financiar textos ambientales
elaborados por profesores de la región y para la región.

11. Se racomianda a le UNESCO y ni PNUMA hacer un llamado a los autores de tex­


tos provenientes de los países desarrollados y empleados frecuenta mente en América Lata
ng, para que en les traducciones incluyan la dimesión ambiental en aspectos relativos a la
realidad de la región.

12. Se pide al PNUMA y a la UNESCO confirmar el apoyo continuo 3 proyectos de


investigación ¡nterdisciplinarios del Programa MAB que están en desarrollo en la región.

13. Se recomienda que el PNUMA y la UNESCO apoyen la tarea de continuar la re­


colección y difusión de información sobre Programes Ambientales Universitarios en la

95
región, para completar el diagnóstico presentado a este seminario. Asimismo, se pide a di­
chos organismos que realicen un estudio de factibilidad de estrategias, mecanismos y alterna
tivas tendientes al establecimiento, en el mediano plazo, de un sistema de recopilación, aná­
lisis y difusión de información, relativo a los programas ambientales universitarios a nivel
I regional. Esto sistema debería incorporar, como mínimo, información sobre cursos, publica
cíones, materiales educativos y expertos disponibles en distintas temáticas ambientales.

14. Pura la difusión de la información relativa a la formación ambiental universitaria,


r recomienda al PNUMA y a la UNESCO apoyar la edición del diagnóstica y de un boletín
periódico de informaciones a nivel regional que, al menos en la etapa inicial, podría contem­
plar la utilización de alguna revista existente.

Recomendaciones a los Organisnos Internacionales y a los Gobienos de te Región

15. Se recomienda a los organismos internacionales y a los gobiernos da la región apo­


yar tas figúrenlos acciones;

a) Intercambio de profesores e investigadores.

b) Visitas a pasa mías en proyectos específicos a nivel ambiental.

d Desarrollo de proyectos específicos de investigación mull¡nacional (Ejemplo:


Amazonia),

di Programas comunes de docencia y capacitación.

11. Criterios y Recomen dad enes Generales pare I» Incorporación de la Dimensión Am­
biental an los Programas de Educación Superior

Aspectos Generales de la Incorporación de la Dimensión Ambiental en las Carreras


Tradicionales y Programas Interdiscipl i narros

16. Se recomienda a las universidades realizar un examen de los contenidos y métodos


lie los programas existentes en las carreras tradicionales, con el fin de facilitar la incorpora
bón de la dimensión ambiental en un sentido integral, Para esto, es necesario tener en cuen­
ta las necesidades de América Latina y las experiencias obtenidas en algunas de nuestras
universidades y sectores preuniversitarios. Dicha incorporación debería buscar un acerca-

(faccionislas íbiologistas, desarroIIislas, tecnologistas, etc.). Los contenidos de los programas


interdiscipl ¡nanos deberían abordar los aspectos ambientales dentro de un análisis de las
articulaciones entre la sociedad y los sistemas naturales. Igualmente, deben adoptarse meto­
dologías que permitan la interrelación de la teoría y la praxis, incorporando al investigador

93
nomo parte del proceso de estudia. Un primer pasa en este camino podría sar la creación
de Seminartcs.'TaHerex obligatorias en las carreras de todas I» disciplinas.

IB. Utilizando los recursos institucionales existentes do las universidades de la región,


se recomienda fomentar la creación do con nos interdiscipli na ríos que ofrezcan posibilidades
de formación e investí ación a nivel nocional, subregional y regional. Convendría que tales
centros:

a) No constituyeran unidades académicas aisladas, sino instancias integradoras de los


diversos recursos académicos y administradores disponibles; y

b} Coordinar sus actividades mediante los mecanismos institucionales de nivel regional


que estén ya en funcionamiento.

IB. Para favorecer la integración de la dimensión del ambiente en las carreras tradicio­
nales, se recomienda impulsar prioritariamente la formación y el perfeccionamiento de re­
cursos humanos a través de cursos, seminarios y talleres, utilizando la experiencia y capaci­
dades existentes de formación en las instituciones do la región.

Incorporación de la Dimensión Ambiental en Nuevas Carrera y Postgrados Ambien­


tales.

20. Para implementar una nueva carrera ambiental, se recomiendo realizar estudios a
profundidad sobre la problemática epistemológica que plantean dichos programas, sobro las
condiciones de infraestructura docente y material con que cuenta la Universidad, partiendu
rie una clara percepción de los problemas del medio ambiente natural y social en el que so
insertan las universidades,

21. Pera lo anterior se recomienda generar información previa respecto el mercado de


Irabaio do las nuevas carreras, evitando la proliferación indiscriminado délas mismas. El con­
cepto de morcado de trabajo no debe tomarse sin embargo en el sentido productnñsta. Igual­
mente es necesario establecer sistemas de evaluación por parte de las propias universidades
sobra los programas ambientales creados.

22. Se recomienda la creación de pos (grados ¡n terdisc iplinerios integrales que se apo­
yen en el esfuerza común de las diversas unidades académicas y que vayan creando el am­
biente da cooperación o intercambio que requiere el trabajo im indisciplina rio.

23. Se recomiende, antes de iniciar posigrados interdiscipl¡natíos, establecer un perío­


do prudencial para la formación de los propios docentes en los métodos y disciplinas que re
quiere dicho trabajo.

24. Considerando que en América Latina el desarmllo de peligrado en ciencias am­


bientales es incioiente. es necesario que en las diferentes univocidades se fomente la forma­
ción de posgradoi integrados a nivel nacional o regional. En tal sentido se recomienda

94
¡upiamr las pcrslbilidadeí ckr establecer convenios ertlre universidad» de l& región, que ¡n-
¡luyan la posibilidad de cnrtiar con apoyos atadómicoi de organizaciones internacionules
yds [untes desarrollados.

25. Deda el d iterante nivel de dasáirolla de Ioí estudios ambientales en los diftintu
jafses de le región, » recomienda la cooperación de ios centros de mayor desarrollo relativo
hacía íos países más rtc he ¡taños.

2=6. Además de Ea formación de posgratfos, v recomienda establecer programasem bien­


ios para profesiónaFes de nivel intermedio allí dondE se haya detectado su necesidad.

27, Se recomienda crear centro-a de información sobra programas ambientales, nclu-


yendo Ayudas bibliogrótiEís, audiGyisuBles, ate. Dichos centros pndrfan ¡nlórmar sobre los
resultados observados en el desarrollo de postgradK ambientales. Se p-idn jI PNIIMA y a la
U NESGO colaborar en la creación de dichos centros

Formación de Profesores. Investigadores y Profesionales

2B. Dado al carácter especializado da la ioimaciún profesional universitaria, se reco­


mienda inidft □ reforzar programas da capacitan ún que per ni Han a los profesores introducir
la dimensión ambiental rm Sits programas docentes y cooporar en proyectos mTerdisáplina-
rio5 de investigación. Estos programa! de Formación deberían extenderse a los pro Exprés du
nivel pre‘univeisitario.de carteras intermedias o de educación pos-secundaría y ansiarse a las
especificidades de cada universidad.

29. Temando en cuento su carácter bobático, se recomienda axtender la Formación


ambiental a los profesores de odas la disciplinas, me luyendo les ciencias natúreles que., aun­
que mds cercanas por su misma nalurale/a al asi u din del medio ambiente, frecuentemente
siguen esquemas ciiiCFpl merlos tradicionales Se recomienda con pan ¡cu lar ánfase dar prio­
ridad ¿ la incorpuracinn efe la dimensión ambiental en aqueFlm disciplinan que lienrm espe­
cial :rilhiencia en la formación de quienes planifican y orientan el proceso de desarrolla.

30. Dada le tradiCEOnai estmcurra de las universidades, Ik aczivid&dvs (te capacitación


que permitan l.i introducción de la dimensión ambientel deben cunsíderarsc como una la re,i
compleja y progresiva que requiere del pfunteamiente de ostralegis para su realización Se
recomienda iniciar esta carea pro moviendo una toma de conciencia en la comunidad un ¡ver-
titano Sobre la Importancia del enfoque ambiental, tanto para el dcsarolfo do programas de
investigación cíen tífica y de enseñanza superior, como pare lt oridnreción de la adrvidad
profesional, en relación con el dusarro11ri económico y social Esta tarea podrá desarrollarse
a trev& de canfErencios, sminaríos, simposia, talleres y otras actividades de dilución.

31. Se recomiendo promover la organización de grupos inteFÍacultades que afronten


el estudio interdisciplmarío de temáticas ambientales y de casos concretos, generando trnd
dinámica envolvente hacia lodos las actividades de la universidad. La promoción da estas
KtividíwJei requere urt diagnóstico que genere y difunda le información sobre los nivela en
los que cada una de las facultades o programas han introducido la rinncnsión ambiental y de
las dificultades actuales y estrategias posibles para distintas áreas de estudio. Seria igualmerv
te recomendable organt/ar seminarios par facultades y/o inter-facu liadas pare discutir estos
di agnósticos y las estrategas sugeridas de investigación y formación ambiental.

32. Se recomienda promover programas de lormación ambiental a nivel nacional, forta­


leciendo la capacidad de diversos centros y en función de las prioridades que fie asignen a los
distintas sectores sociales, teniendo en cuenta las condiciones geográficas y socio-poli rio»
de cada una de las regiones. Para ello, se recomienda la creación de Redas Necionaloi de For
moción Ambiental que incorporen a las instituciones académica üb nivel superior que pue­
dan generar este tipo de actividadas. Igualmente se recomíanda or ganizar seminarioi y talle­
res nacionales sobre temas ambentales.

33. Se pide el apoyo del PNUMA, la UNESCO y otras agencias internacionales, pan
intensificar la cooperación regional en aspectos de formación ambiental, incluyendo fa reti­
ración du cursos regionales. seminarios, talleres y otras formes de míertímbio de conoci­
mientos y experiencias.

34. Teniendo en cuenta que uno de los principales obstáculos actuales para desarrollar
programas de formación en materia ambiental e$ la falta de textos, publicación» y otra
ayudas pedagógicas, se recomienda al PN ÜM A y a la UNESCO y a los otros organismos in­
ternacionales y regionales su cooperación con fas universidades para fa publicación y difusión
de estos materiales. Esta debería ser una de las prioridades dentro de los programas untaró-
tarios.

Programas de Extensión y Solución de Problemas Ambiénteles de las Comunidades

3b. Se recomienda considerar los siguientes criterios para el desarrollo de programas


da extensión y solución de pro ti lemas ambientales de las comunidades'

35.1 La difusión y extensión ambiental de las universidades hacia las comunidades im­
plica una serio de interacciones que se establecen en el proceso de producción y tranunuión
del conocimiento y que afectan le orientación de la investigación científica y tecnológica.

352 Los programas de extensión universitaria no se deban [imitar a ser medias de difu­
sión de un conocimiento dado, sino mecanismos de producción de nuevos conocimientos.
Ello exige integrar el saber popular al conocimiento científica, por medio de metodologías
de investigación partici pal iva con las. comunidades, que permitirán formular sol Liciones asas
problemas ambientales y capacitarlas para que puedan ser artífices de su propio desarrollo.
Este contacto vivo con los problemas ambientales de las comunidades, servirá igualmente de
retroalimentación al mismo proceso académico. Asimismo, es necesario anotar que la inte­
racción universidad-comunidad debe buscar te creación de vosos comunicantes con tos me­
dios da comunicación social, con las o r gani raciones gremiales y cívicas, y con tos movimien­
tos sociales.

95
36. Con base en estos criterios, se recomiendo enganúar estudios orientados priarita’
ríanteme al conocimiento de los recursos naturales de cada región y de tecnologías ambienta
1b$ aprapiadas pare su utilización racional con el propósito de satisfacer las necesidades bá­
sicas do la población. Sena conveniente la participación de las oficinas públicas que Heneo a
su caigo el manejo y control de los recursos en Id realización de estos estudios allí donde las
circunstancias lo aconsejen.

37. Se sugieren además los siguientes criterios para orientar los progiamas ambientales
de en tensión;

a) El concepto de "comunidad" se debe tomín en un sentido amplío y no restringuído


• los sectores populares y marginados.

b) La ciencia ambiental es un procaso que se genera al exterior de la universidad en


una relación dinámica en 1ra las comunidades y las universidades.

cj La Universidad debe intervenir en la realidad investigando, informando y denun­


ciando. con fundamentas científicos, los problemas ambientales y cualificando símultanea-
menre a la población para que cumpla estas iunciones.

d) Es necesario integrar, dentro de un proceso articulado, fas laboras de investigación,


meia, extensión, difusión, interwncFÓn de la realidad y participación de la comunidad,
o e?1o debe formai parte de un proceso orgánico que permita el intercambio de expErien-
en tretas comunidades y las universidades.

Í 38. Se recomiendan les siguientes modalidades que puedan adoptar las actividades de
nsíón universitaria:

al Docencia y práctica de capacitación a comunidades y gremios.


07
g) Plañíficadón, asesoría y prestadón de servicios varios a la comunidad.

hí Proyección y vinculación con las actividades comlmitarias, a través de jornadas


científicas ambientales que integren tos recursos universitarios, interinstitucioneles y comuni­
tarios para la comprensión, toma de conciencia y solución de problemas ambientales espe­
cíficos de las comunidades.

38. Para dar apoyo a estas actividades de extensión ambiental, se recomienda a las
universidades;

a> Dar especial apoyo a aquellas investigaciones que incluyan metodologías participa-
i ivas en la asignación presupuesta! universitaria a la investigación.

b) O ai prioridad a la capacitación ambiental da los profesores que se encu en ir en de­


dicados a la labor de extensión y trabajo comunitario.

c) Capacitar a los comunicadores socíbIbs y a otros profesionales en el usa de medios


de comunicación para educación ambiental.

d) Buscar mecanismos de financiación altarnos para cumplir los propósitos se nal adm.

III. Conclusiones y Recomendaciones para Id Incorporación de la Dimensión Ambiental


en Dif eren Ies Areas Temáticas’

A. I neo por ación de la Dimensión Ambiental en las Ciencias Natu.ales

Consideraciones Generales

40. Las ciencias naturales básicas han jugado un importante papel en el surgimiento de
la perspectiva ambiental, en la medida en que se han acercado a la comprensión del equili­
brio dinámica y en ocasiones frágil de los ecosistemas y de los ciclos de meteríu y energía.
Sin embargo, las carreras universitarias siguen todavía un esquema tradicional compartimen-
tado que impide el estudio global e interdistiplinario del medio natural. Igualmente, en la
enseñante da las ciencias naturales generalmente no se toman en consideración las relaciones
existentes entre le dinámica de los sistemas sociales y el equilibrio de los sistemas naturales.
Por otro lado, en la mayor parte de los profesionales de las ciencias naturales predomino una
visión exclusivamente ecologista de la problemática ambiental. El enloque holístico. sosteni­
do en los foros internacionales, no ha sido adoptado por la gran mayoría de las comunidades
universitarios.

¿Jí Jt'tfwrtflFM «NXJUfj'íMrt y f«omafldíCi<)Jwu ton /«triado d« /« dflítówr*c/on« ejue dtef/oMfr


ron fai probas dr f/abj/o orpAjiuador ¿oúr1* díÑffli*rM JMO da ftwmaeüd-fl a
u’^riWJ^W/O^ « jWCfrdfl /íW dcWi/rWWTrOJ x>rcwnt#rf0> <r' SwTTJrtfrja.

96
41. Conforme al diagnóstico presentado a esto Somindrio, se reconoce el importante
pepe! que los facultades de ciencias naturales han tenido en el desarrollo do la conciencia
m bien tal en la región, Sin embargo, estos osloerzos son todavía aislados tanto al interior de
I» facultades de ciencias naturales, como en el conjunto de la universidad, y más aún en rela­
ción con los poderes decisorias que orienten el desarrollo de los países de la regido.

42. Con base en estas consideraciones, se proponen las siguientes recomendaciones


para ¡mplementar la incorproación de la dimensión ambiental en los estudios de las ciencias
naturales.

Recomendaciones Generales para las Diversas Areas Temáticas

43. Se recomienda incluir en los cursos de ciencias naturales, las relaciones existentes
entro la actividad humana y el funcionamiento de los sistemas naturales, y en los cursos de
ciencias sociales los aspectos relacionados con la estructura, función y regulación de los sis-
timas ecológicos.

44. Se sugiere incluir en los programas de ciencias naturales, especialmente en los de


ecología, cátedras o conferencias de profesionales que trabajen perspectivas ambientales
diferentes a la biológica, como economistas, arquitectos, geógrafos, etc.

45. Se sugiere ir introduciendo el desarrollo de tesis e investigaciones interdisciplina-


riaí sobre problemas ambientales, dirigidos por comités interdisciplinarios,

Recomendaciones para el Nivel de Pie-grado

46. Se reconoció que en las asignaturas de pregrado es difícil la incorporación de la


dimensión ambiental, debido principalmente a la estructura da los planos actuales de «ludio
> a las caractertsiicM de Ibs ciencias básicas naturales. Sin embargo, se estuvo de acuerdo en
a necesidad de superar estas dificultades y fortalecer los aspectos referentes a la formación
ambiental.

47. Se recomienda en este nivel establecer cursos o asignaturas electivas u obligatorias


rrgdítables sobre aspectos del Medio Ambiente. Estos cursos no deberían limitarse a ios as
pactos ecológicos, sino que deberían cubrir También los aspectos sociales relativos al mBdio
■tibiante. Para ello sería conveniente que dichos cursos fuesen diseñados por un comité
éterdiscip lina rio y en oíanlo fuese posible se dictasen en cátedras compartidas Los cursos
Abarían combinarse con salidas y prácticas de campo

43. Se recomienda igualmente organizar seminarios interdisciplinarios sobre mBdio


ambiente acredita bles con la participación de diversas facultades c incorporal unidades de
investigación sobre problemas ambientales a los planes de estudio. Estas unidades deberían
Imar una composición interdisciplinara con la posibilidad de dar lugar a progiamas mterfa-
tultarfes.

99
Recomendaciones para el Nivel de Posi -grado

49. Pera incorporar la dimesnión ambiental en las asignaturas y programas de Posl


grado se recomienda que los profesores adopten una metodología hoíística b interdiscipli’
naria para el estudio de las interrelaciones entre procesos naturales y la actividad humana,
trascendiendo enfoques parciales y métodos pedagógicos meramente descriptivos.

50. Se recomienda a las universidades croar instancias especiales para la formación


ambiental de los profesionales que actualmente so desempeñan en cargos públicos o priva*
dos y que tienen lalación con porblcmas medí na ni bien toles. Este reciclaje de profesionales
vale también para el caso de profesores de enseñanza primaria, secundaria y superior, en
cuyo entrenamiento habría de capacitarse en el "como" poder iransmilir esa información
a los educandos.

51. Se recomienda iniciar un programa intra e ínteTuniversitarío de capacitación de


los profesores para poder alenrfe! de manara satisfactoria los cursos sobre Medio Ambiente.
Para ello se recomienda igualmente, la creación de comisiones muí i i disciplinarias sobra Me­
dio Ambiente con la participación activa de académicos y profesores de distintas escuelas,
facultados o institutos universitarios.

52. En las países, en dando la estructuro universitaria lo permita, se recomienda la


creación de Centros o Institutos de Investigación con carácter autónomo, en los cuales se
integren e inieractúen los prolesi anales dedicados a las diferentes disciplinasen los estudios
relacionados con el Medio Ambiente para el desarrollo de programes de extensión ambiental.

B Incorporación de te Dimensión Ambiental en las Ciencias Snclalas

53. Esto grupo discutió la pertinencia do iniciar el debate a partir da las estrategias y
plan de acción propuesto en ni documento sobre la "Incorporación de la Dimenuón Amblen
tai en las Ciencias Sociales". Se decidió considerar didies estrategias coma nudos críticos
para debatir los problemas da le incoi poración de lo dimensión ambiental dentro de tes
ciencias sociales.

54. Con respecto a la problemática de la incorporación de te dimensión ambiental en


las ciencias sociales se destacaron dos cuestiones fundamentales:

a) Considerar a las ciencias social es como una perspectiva de análisis da los problemas
ambiantales que las Piras ciencias deben incorporar dentro da sus disciplinas.

b> Analizar los obstáculos y dificultades para la incorporación de la dimensión amblen»


tal al interior da las ciencias sociales.

S&. Se decidió focalizar el anáfisis en tres puntos principales:

al La situación actual de les ciencias sociales con respMio a su objcio de estudio y la


exclusión dentro de este objeto de te dimensión smbientel.

too
b) El papel de los ciencias sociales en Latinoamérica con respecto a la definición de la
dimensión ambiental y la evaluación de los paradigmas teóricos existentes en esta perspec­
tiva.

c) Las alternativas para incorporar la dimensión ambiental en las universidades de la


región,

56. Con respecto a la evaluación del objeto de los ciencias sociales, so destacó la exclu­
sión de la dimensión ambiental en algunas disciplinas y las dificultades para abordar Id temá­
tica ambiental en otras. Sin embargo, no todas las disciplinas da las ciencias sociales compar­
ten los mismos obstáculos, ye que. por ejemplo, la antropología integra en mayor grado la
realidad ambiental. No obste ole. en todas ellas se manifiestan carencias con relación a la
incorporación integral de la dimensión ambiental. En algunos casos, la terminología de las
tiendas sociales obstaculiza la comprensión de la dimensión espacial-ecológica de los proce­
sos bajo su estudio.

57. Si bien s cierto que los problemas ambiental» afectan a loda lo población, los
mismos afectan de una manera diferencial a las distintos clases y grupos sociales. Este impac­
to socialmente diferenciado de los problemas ambiental es, significa que la dimensión run-
biantal e$ parle integrante de! estudio de ía sociedad y que debe ser incorporada dentro del
objeto de las ciencias sociales. En conclusión, se propone estimular los esfuerzos teóricos
y metodológicos tendientes a ref or mu lar el objeto de las róntias sociales, de manera que
incorporen la dimensión ambiental en un sentido integral.

58. En relación a la contribución de las ciencias social» en la definición de la dimen­


sión ambiental, se enfatizó la necesidad de una mayor clarificación coceplual do algunos tér­
minos ambiguamente definidos y utilizados en la temática sociológica y ambiental, tales co­
rito pobreza absoluto, pobreza relativa, calidad de vida, nivel de vida, integración social,
dwíificación cultural, desigualdad y oíros. Esta clerilrcacion conceptual nos permitiría
desenmascarar algunas expresiones alarmistas sobra la problemática ambiental y analizar el
problema desde una perspectiva más concreta.

59. Debido a que las ciencias sociales se encuentran desfasadas en relación a la temática
amblanteI, ocurre que en muchos casos utilicen acrft¡cemente los esquemas conceptuales y
metodológicos existentes, lo que implica una ” ideo log i/ación" en la incorporación de dicha
temática. Sin embargo, es necesario el avance y contribución de las ciencias sociales para
desenmascarar las expresiones alarmistas y evitar acercamientos reduccionistas (ecologistas,
desarrollistas, recnolagistas, socioluijisias) en lomo a la problemática ambiental

60. La re formulación de los paradigmas de las ciencias sociales significa no sólo el re-
formular la dimesnión ambiental como una dimensión que incluye lo social, sino también
d repensar lo relación que existe entre tecnología, sociedad y naturaleza. Es necesario arta-
liar el papal que juega la tecnología oh el fortalecimiento do los diferencias sociales axis-
lentes y considerar en la evaluación de tecnologías alternativas, las condiciones de acceso

id
que Tengan a las mamas las disti n i os sectores sociales. Muchas de estas tecnologías alterna­
tivas sólo san úpropisbles por un sector do la población que puede pagar por ellas, y par
consiguiente, se han desarrollado asumiendo implícitamente un modelo de desarrollo eco­
nómico y una estructura determinada de datas sociales. Además, le elaboración de tecnolo­
gías nuevas y/o alternativas, frecuentemente no n considera el problema de los costos am­
bientales, los cuales se asumen como extamal ¡dadas del proyecto en cuestión.

61. Los paradigmas teóricos a desarrollar, lejos de reducir las relacionas de producción
a su dimensión tecnológica, deberán tomar también en consideración la intima internrlBción
que existe entre las fuerzas sociales de producción y el potencial ecológico, en la consiitu*
ción del espacia donde se desarrollan I» relaciones sociales da producción y en el desarrollo
mismo de las fuerzas productivas. Finalmente, los nuevos paradigmas teóricos deberán con*
siderar que lo ambiental problematiza a todo eE conocimiento y por consiguiente a todas las
ciencias social», aunque unas disciplinas sean más sensibles □ permeables a esie cuestione-
miento En última instancia, no se trata de "ambieniafizar" a las elncías sociales, sino de po­
ner en custionamíento los paradinas dentro de los cuales w desarrollan, y que por excluir di-
mensiones que son inherentes a su objeto de estudio, producen acercamientos reduccionistas
de la realidad.

fi2. La cuestión epistemológica que se desprende de lo anterior remite al problema de


la transformación con los paradigmas tradicionales que en cierta lorme resultan reduccio­
nistas y limitantes desde una perspectiva ambiental. ¿Cómo lograr que la economía, una
ciencia social considerada “dura'" en términos de su rigor metodológico, y que tiene gran
importancia en el proceso de toma de decisiones, re formule sus paradigmas e instrumentos
de análisis para incorporar la dimensión ambiental? Esta pregunta queda abierta y debe ser
pfaoteeda en un contexto más amplio, como lo es ol cueslionemiento de les modelos de
desarrollo económico dominantes que han orientado nuestra interpretación en la realidad
social y strs problemas. El cuestionemientc da las modelos de socialización y de educación
de caiácter cotamaVrata, os también imptmndible.

53. L» metodologías que se desarrollen para incorporar la dimensión ambiental en


las ciencias sociales deben permitir la interrelacián de le teoría y la praxis; incorporar al in-
vestigador canto parte del proceso estudiado y hacerlo ente participante del mismo. Cebe
avanzarse en la implen en tación de metodologías tales como "la investigación participativa",
y la "investigación'acción", donde el objeto y el sujeto estudia-do deben constituir una uni­
dad. Estas metodologías, finalmente, deben incorporar a la población como parte inherente
del objeto de estudio,

64. So destacó que los movimientos sociales de todo tipo (campesinos, indígenas, de
Irebajadoras sociales, urbanos, stej, deben analizarse desdo una nueva perspectiva qu« in­
corpore a los objetos de sus reivindicaciones el mejoramiento da le calidad de vida. El motivo
que dinamiza o activa »ta$ movimientos no es exclusivamente salarial, sino que liane que ver
con el mejoramiento de su habitat y de sus condiciones generales de vida. Este planteamien­
to no ha sido suficientemente internalizado por los profesionales de las ciencias sociales,

ros
a pesar de las reivindicaciones planteada; por estos movimientos permiten una aproxima­
ción "sorial'' o la temática ambiental. Como consecuencia se destacó que la dinámico social
de las actores urbanos parece adelantarse al análisis y actuación de los científicos sociales, y
que solamente la incorporación de metodologías panicipativas permitirán 0 éstos un acerca­
miento más objetivo de la realidad social y ambiental. También se señaló que la aparición
de estos movimientos popubes sociales tiene relación con la incapacidad de los gobiernas
para resolver la problemática ambiental que es el objetivo de sus reivindicaciones. Se debatie­
ron I» maneras de diagnosticar los síntomas de la problemática ambiental manifiestos en
estos movimientos sociales e incorporarlos en mayor grado en el proceso de loma de deci­
siones. Los científicos sociales, en particular, deben captar lo^ mensajes que las realidades
de las movimientos papulares están planteándoles para traducir la dimensión de esta proble­
mática a su dimensión social y política reales.

65, Se indicó la necesidad de avanzar también en el estudio de otros aspectos sociales


de la problemática ambiental, cuestiones tales como la informática y la comunicación; la
necesidad de recuperar sabores o "conocimientos'' tradicionales de las comunidades indíge­
nas y otros grupos culturales; la importancia da la diversidad cultural dentro de la problemá­
tica mu bien tal; el estímulo a los estudios filósol icos (epistemológicos, axi alógico;) sobre los
problemas de los valores y del conocimiento que plantea la cuestión ambiental

66. Se destacó la contradicción que pareciera existir entre el interés cada ver más acen­
tuado por incorporar la dimensión ambiental al procaso general de desarrollo y los obstácu­
los que a ello plantea la agudización de la crisis económica y da deuda externa. ¿En qué
medida la ablución económica actual no permite un espacio para incorporar la dimensión
ambiental do manera integral, por los costas que de dicho incorporación se derivan? Los cri­
terios "economicisias" y "productiyistos" que norman el "Nuevo Orden Económico Interna
tional", implican un sacrificio ambiental y social Se plantea así el problema do cómo
compattbilizar el crecimiento económico y el manejo racional de Jdj

67 Ante esta preocupación, se informó, leyó y apoyó el documento “10 Tesis sobre
Medio Ambiente y Desarrolla en América Latina'', propuesto ante la Comisión Mundial del
Medio Ambiente, Se le dió una acogida entusiasta a los contenidos de dicho documento, y
se decidió incorporarlo, no sólo en las conclusiones de la mesa sobre las ciencias sociales,
sino también como propuesta general a ser adoptada en sesión planada del Seminario,

C. Incorporación de le Dimensión Ambienta! en fas Ingenierías

Consideraciones Generales

60 Lo modalidad adaptada por los estudios da ingeniena obedece a la orientación dal


desarrollo dentro de los países de tecnología dependiente. El crecimiento limitado de los pai­
tes de la región y las condiciones de intercambio desigual frente a los países desarrollados
han ejercido une presión creciente sobre los recursos naturales, cuyo aprovechamiento no se
ooenta a la satisfacción de las necesidades básicas de la población. Este desequilibrio entre

IDO
producción y satisfacción da necesidades básicos está en la base de muchos de las problemas
ambientales de la región, ocasionando inmigraciones indiscriminadas, hacia los centros ur-
baños y un uso inadecuada de los recursos naturales.

ES. Dentro de esta perspectiva debería situarse la actividad de ingenieros y los esque-
mas académicos de su formación. El ingeniero es el diseñador de los procesos tecnológicos
que estén en la base de las relaciones entre la sociedad y su ambiente natural. Los efectos
que sobre la naturaleza tienen las obras de ingeniaría son directamenle ocasionados por la
actividad proles roñal de Ids ingenieros, pero ésta a su vez responde a las leyes da los estilos
de desarrollo adoptados y en consecuencia a las decisiones político-administrativas IV»
□bsianio, se considera que los ingenieros deben jugar un papel importante en el manejo
ambiental, puesto que. como conocedores de la operación de los sistemas y procesos que han
creado, estén en posición de identificar, en una forma más clara, los riesgos implícitos de la
aplicación masiva de las nuevas alternativas técnicas. La profesión de la ingeniería esté
llamada a crear npcion&s tecnológicas que logren un aprovechamiento sostenido de los
recursos patínales de la región para la satisfacción de las necesidades básicas de los pueblos.

70. De los párrafos anteriores se deduce la importancia de introducir la dimensión am-


biental, concebido de una manera integral, en la formación de ingenieros, de acuerdo a las
condiciones naturales y socio-políticas de coda país. Dicho i ncop oración no consiste sola
memo en al establecimiento de una asignatura adicional, tino principalmente en la reorienta-
ción de la carrera que le permita al profesional conocer su función social dentro del aparato
productivo, como motor de la innovación tecnológica y la repercusión de ésta en el especio
natural y social. Se trata de formar un profesional que lleve acabo su praxis con un mínimo
do entropía y un máximo de información.

Recomendación para la Creación de Carreras y Cursos de Ingeniería Ambiental

71. Se fccomrenda que las universidades analicen la conveniencia de establecer carre­


ras da pregrado o cursos de posgrado en ingeniería ambiental Dichos carreras o cursos debe­
rían tender a la formación de profesionales que;

ai Conozcan los sisiemas ecológicos, sociales y tecnológicos de su país y su región y


tas relaciones entre ellos.

1} Sean capaces de dirigir estudios de impacto y afecto ambiental.

c} Estén capacitados para crear modelos tecnológicos alternativas, aturdas con ías con­
diciones socio-ecológicas del país.

Recomendaciones para el Nivel de Pregrado

72. Se recomienda niDelinear tus prugiamas de mudiu y Ldpuüidr a lt» piulAutci a tín
do que éstos puedan introducir la dimensión ambiental en asignaturas y formar profesionales

104
can una cabal comprensión de los equilibrios naturales y de la repercusión de la acirvidad
humana sobre los mismo

73. Se recomienda, como paso inicial, la introducción en el currículum de asignatu­


ras que cubran elementos de ecología adspteda a los ingenieros y oíros aspee ios de la proble­
mática ambiental, especialmente los relativos a la calidad de ambiente y la relación entre
ambiente y desarrollo Se sugiereh como posibles otros temas como son: la problemática
¡□cía!-ambiental en Latinoamérica; evaluación ambienta) de proyectos, participación social
en lo producción tecnológica, b i oge o grol í b, recursos naturales, legislación y gestión ambien­
tal, etc.

74. Se recomienda que cualquier problema ambiental, como por ejemplo la contamina­
ción, sea ubicado en el contexto que de su canjelidad compleja, teniendo en cuenta, además
de las causas lisie o químicas o biológicas, los: socio-económicas provenientes de las políticas
ambientales utilizadas o de la ausencia de las mismas.

75. Se recomienda organizar seminarios y actividades En las que el ingeniero aprenda a


trabajar en equipos y con metodologías interdisciplinarias.

76. Se recomienda can particular urgencia la capacitación de los ingenieros para ela­
borar estudios de impacto ambiental. Dichas estudios deberían cubrir ludas las etapas, des­
de el reconocimiento y declaración de electo ambiental basto el diseño y manejo ambiental.
Las evaluaciones de impacto ambiental deberían tener en cuenta los aspectos sociales, estu­
diando los diferentes intereses en juego, como son, por ejemplo, los intereses empresa ríales,
del gobierno, de los comunidades nativas, etc. En consecuencia, los estudios de impacto am­
biental deberán ser mterdsiciplinarFOs.

7?. Se recomienda que la formación de ingenieros no sólo se oriente hacia tareas re­
mediales, sino sobre todo para la innovación tecnológica, especialmente en tecnologías apro­
piadas que permítan nuevas termas de desarrollo adaptadas a los ecosistemas de la región.
Igualmente, debería prestarse atención a la formación en métodos de prevención y atención
en casos de desastres naturales.

76. Se recomienda que en cada una de las Facultades o Escuelas de Ingeniería, se orga­
nicen grupos de trabajo permanente para la reflexión sobre la enseñanza de la profesión y la
preparación de propuestas concretas sobre las modificaciones o ajustes que deben llevarse
a cabo en los planes de estudio. Asimismo se sugiere abrir la posibilidad pereque los alumnos
puedan desarrollar tesis de carácter interdisciplinario.

79. Tratándose de profesionales formados en el nivel de postgrado. se recomienda im­


partir nociones y conceptos de tal modo integrados que su especial i z-ac i ó n se base, más que
en la impartición de nuevas asignaturas, en una sistematización intencional de conocimien­
tos.

105
60, Se recomienda qué la especiélización na sea exclusivamente teórica. Dadas las di­
ficultad» de Tiempo disponible para prácticas "¡n situ'\ por razón de la actividad laboral
de los estudiantes, se deberían buscar ayudas económicas para crear fondos de bacas, cursos
prácticos de vacaciones, etc. Las prácticas podrían enfocarse principalmente a estudios de
impacto ambiental y desarrollo de te erigí agías apropiadas. Se recomienda iniciar los progra­
mas de pon grado con cursos de nivelación en los que se estudie, entre otras, aspectos de eco-
logia general, biageografía, recursos natural», matemáticas, relaciónales, programación,
ocupación social del espacio, etc.

D, Incorporación de la Dimensión Ambiental en las Ciencias de la Salud

81 En vista de la escasa información disponible en el seminario respecto a la incorpo­


ración de la dimensión ambiental en la educación superior en el área de la salud, se recomían'
da ampliar el diagnóstico recurriendo a fuentes de información disponibles □ a través de en'
cuestas, si esto fuera necesario. Para tal efecto, se propone la acción conjunta de la OPS,
PNUMA. OIT, y otras organizaciones que operen en este campo.

82. Dado la íntima reFacióri que ex isla entre las condicionas ambientales y le salud,
se considera esencial ía inclusión de la dimensión ambiental en le formación de losprofosic
nales de la salud. Se recomienda igualmente que los doceies univEiSitarios del área de la salud
se integren a los núcleos intercfísciplinarios del Medio Ambiente

83. Con base en el diagnóstico presen todo al seminario, se recomienda que las institu­
ciones da educación superior revisen el contenido de las asignaturas que ya incluyan una
orientación ambiental, como son: medicina preventiva, salud de los trabajadores. química
ambierdóL microbiología, y otras, a fin de que, a corto plazo, refuercen la incorporación
do la dimensión ambiental.

84. Se recomienda Ib vinculación de las instituciones de educación superior en ciencias


de la salud a programas de investigación y extensión sobre problemas ambientales, con la
participación de los sector» organizados de la comunidad. En vista de que en el sector salud
existe una tradición de trabajo con la comunidad a través de los equipos de salud, se sugiere
Ea col&buración de los grupos interdisciplmartos ambientales de las universidades en esle
tipo de programas.

85. Se recomienda propiciar mecanismos de acercamiento entre las universidades y


las autoridades nacionales de salud, a fin de incorporar la dimensión ambiental en los cursos
de formación do los profesionales de la salud, incluyendo aquellos ligados a la atención pri­
maria.

86. Se recomienda la creación, dentro de las universidades, de seminarios encaminados


a resaltar la necesidad da incorporar la dimensión ambiental y sus relaciones con la salud.
Esta tipo de eventos estarían encaminados hacía el personal docente de «las instituciones y
podrían contar con la colaboración de las agencias internacionales pertinentes (ÜPS.
PNUMA, UNESCD, etc,I.
E. Incorporación de le Oimesnión Ambiental en las Ciencias del Oisañc del Espacio
y de las Objetes

Introducción

87. El presante documento es el resultado de la reflexión conjunta de un grupo de dis­


cusión. puesto que el seminario no contó con un documenta base. En esta temdiica, la refle­
xión del grupo da discusión se orientó alrededor de posiciones comunes centradas en la
importancia de introducir la dimensión ambiental en los problemas de diseño del espacio y
de los objetas. Como resultado de estas reflexiones, estas conclusiones, presentan una breve
síntesis de diagnóstico y recomendaciones referidas a la formación ambiental en el campo
de las ciencias del diseño.

Síntesis de Diagnóstica

83. En una primera aproximación general, observamos que la formación del diseñador
hace un énlasis desmedido en los aspectos simbólicos o formales de su producto, Por el
contrario se hacen evidentes las agudas carencias en la consideración de los restantes aspectos
que condicionan tanto la producción como el uso de los espacios. Los facetas más críticas
que pueden señalarse están relacionadas cotí la escasa consideración da las pautas ecocom-
pwtunentalei del usuario y la falta de preocupación por el buen uso da los recursos natura­
les, Asimismo, al diseñador descuida los electos ambientales, al no considerar a los espacios
antro p izad os como on fenómeno social integral.

ES, Esta situación se relaciona con bI ral histórico que cumplió el diseñador al servicio
de las clases dominantes en donde su producción lúe valorada prepónderantemenla desda
los aspectos de novedad, singularidad, y monumento lism o de su producción. Como hacedor
de símbolos de poder, su producción ha pasado desde los palacios a las torras de cristal, ver­
daderos símbolos de una sociedad en la cuai el derroche es la medida de su opulencia.

90. Como conclusión, esta orientación de las ciencias del diseño y la formación que
conlleva, resulta negativa, dada su incapacidad para contribuir a resolver satisfactoriamente
los problemas ambientales de la sociedad.

Recomendaciones

91. Consecuentemente con este diagnóstico, se recomienda que la enseñanza de la Uni­


versidad desplace sus centros de atención hacia el contexto en el que desenvuelve su acción,
de tal manera que su respuesta contribuya a definir la identidad regional.

92. Con un mayor grado de especificidad y atendiendo a la necesidad de dar respuesta


a las necesidades del diseño con base en una identidad regional, se recomienda que el diseña­
dor enfrente con rigurosidad el conocimiento de las pautas de comportamiento del usuario
en relación a los productos diseñados, así como de la manera en que ellas se trasladan a la
respuesta espacie* Para ello, debe ponerse atención a la evaluación de los productos en rela­
ción aI desarrollo de las tecnologías alternativas y materiales adecuadas en cada región en
(unción de la disponibilidad y btrsn uso de ios recursos.

93. Lx complejidad de problemas que deben resolverse y la interdependencia de todos


los procesos que intervienen, exige contemplar los apones de diversas disciplinas. Ella obliga
s reconocer los límites de cada una de ellas y a profundizar, con el mayor rigor, en los apor­
tes de carácter disciplinario,

94. La investigación, como proceso de producción do cu nací míen los, debe entender,
en primera instancia, la integralidad de ios problemas ambiénteles, pero na debe quedarse en
la generalidad de las respuestas, sino, por el contrario, y con este marco de referencia, pro­
ducir conocimientos con especificidad disciplinaria para aportar a la solución de dichos
problemas. Esta investigación puede organizarse alrededor de grupos interdísciplinariM que
eliminen las fronteras de departamentos o facultades y que den une dimensión Integral a los
problema ambientales, posibilitando luego Ib especificidad de la producción de conocimien­
tos dentro de cada departamento o facultad.

95. Para implementar estos propósitos es necesario que las actividades académicas de
docencia, investigación y extensión favorezcan:

a) Un cambio de actitud y uno mejor formación en los problemas ambientales por


parte du los profesores, con el Un de generar conocimientos an i cu labl es al de otras docí-
plinas y que sírvan a la generación de conocimientos integrados.

b} La incorporación dE la dimensión ambiental en las cátedras existentes, tanto a niwl


de grado como de post-grada.

el U orientación de fos objetivos de lo investigación hacia ios problema concretas de


la comunidad y la extensión de estos conocimientos al medió.

d) La interacción de la comunidad universitaria con los comunidades en todas tas instan­


cias del proceso de aprendizaje.

ros
Carta de Bogotá sobre Universidad y Medio Ambiente

1. La introducción de la dimensión ambiental en el nivel de la educación superior


obliga a replantear el papel de la Universidad en lo sociedad, y en el marco del orden mun-
dial contemporáneo. en el cual m? configura la realidad LatinOainéricaha y del Caribe. Por
ko. h necesario insistir en la significación y la Función de la Universidad como laboraiorio
fe la realidad contemporánea dentro de las condiciones concretas de la región en el contExto
mundial.

2. La inscripción de los países de Latinoamérica y del Caribe en d ordén económico


iaiernacronal ha generado en olios un estilo de desarrolln dependiente de los ceñiros de po­
der hegemónico. Este poder que se ejerce sobre nuestros países se Iransmite a (revés de los
mecanismos financieros que rigen las negociaciones económicas y la transferencia de los mo­
delos tecnológicos inapropiados para el aprovechamiento de un "potencial ambientar' que
en oirás condiciones seda capaz da sustentar un proceso sostenido de desarrollo.

3. La dependencia económica y tecnológica de los países de Latinoamérica y del


Caribe es al mismo tiempo una dependencia ideológica y cultural de sui pueblos. Esta pro­
blemática atañe directamente a las universidades, por ser los centros que participan en la
reproducción de las formaciones ideológicas, en la generación de recursos técnicos y en la
transformación del conocimiento. En este sentido las universidades desempeñan un papel
estratégico en el desarrollo de nuestras sociedades.

4. Las condiciones de las crisis económicas y políticas de nuestros países planteen esta
responsabilidad de las universidades en un contexto mó$ complejo y en una perspectiva más
conflictiva. Esta responsabilidad va más allá de la articulación funcional entre le formación
de capacidades profesionales y el fortalecimiento de un aparato productivo deformado por
la racionalidad económica y el estilo de desarrollo dominante, impuesto desde los ceñiros co-
lonizadors de nuestros pueblos y da sus recursos naturios.

5. Las universidades tienen le responsabilidad de generar una capacidad científica y


tecnológica propia, rapaz do movilizas el potencial producido de los recursos naturales y
humanos da la región a través de una producción ctealiva, crítica y pmpositrva de nuevo
^nacimiento pan promover nuevas estrategia y al lernalivas da desarrollo.

6. Las universidades constituyen organismos vivas y actuantes, generadores y cataliza-


lora de procesos integrados al cuerpo social, desde la actividad tradicional de producción y
ransmisión del conocimiento, hasta la práctica sistemática da transformación continua de
b realidad. Es una presencia deliberante y un espacio democrático abierto a las opiniones,
iQiibilidados, y requerimientos propios del quehacer social en todas sus expresiones y mo­
lí les tac iones.

7. El ambiente da nuestros países daba entenderse como un potencial para un de­


molió alternativo o partir de le movilización de los recursos humanos, ecológicos, culturales

109
y gnoseú lógicos de la región para dar sentido y fuerza productiva a una racionalidad ambien­
tal de desarrollo igualitario, más productivo y sosteníble a largo plazo. Ello Implica la necesi­
dad de ¡mplBmcniar estrategias operativas pora Ea incorporación de la dimensión ambiental
en las estructuré univErsitaria.

8- El ambiente no es un nuevo objeto totalizador del conocimiento capaz de desplazó


o cancelar al desarrollo histórico dal saber. Le perspectiva ambiental del desarrollo del cono-
cim ionio emerge desde ese "lugar" de exclusión social, de ex te r nal ¡ chjd económica y de cos­
ía ecológico generado por lo racionalidad productiva e ideológica dominante. A$ír la cuestión
ambiental problematiza a todo un sistema de conocimiento que sostiene el estilo producir
vista de desa Trullo prevalecíante.

9. La incorporación de lo temática ambiental en los Iunciones universitarias y la ¡Inter-


natización de la dimensión ambiental an la producción de conocimientos, replantea la pro'
btemática interdisciplinaria de le investigación y docencia y. en este contexto, la responsabili­
dad de las universidades en el proceso de desarrollo de nuestros países.

W. La cuestión ambiunial ha generado nuevas temáticas interdisciplinarias que obligan


a trascender esluerzos y métodos pl u ri disciplinar ios anteriores. Entra estos temas se onciiüii
ira, entre otros, la necesidad de una decentral ¡¿ación de) poder y de los procesos econfimi
eos fundado en Los criterios ambientales, para generar un proceso de desarrolla mejor equili
brado en lo regional, ecológicamente sostemble, y que permita una gestión más de m o erótica
de Eos recursos productivas. Allí se inscriben pr oh lemas globales y complejos conm el de lp
racionalidad energética de los procesos productivos a la problemática alimón ta ri a de nueslroi
pueblos; el manejo integrado de nuestros recursos, la satisfacción de s necesidades básicas
y su calidad de vida.

11. El estado actual del pensamiento ambiental no permite dar soluciones inmediatas a
Bstos problemas. La incorporación de la dimensión ambiental al conocimiento requiera de
grandes bsfuerzas teóricos y metodológicos para la conducción de investigaciones contra­
tas y partió pahuas en les problemas prioritarios da nuestro medio social incluyendo la utili­
zación racional del medio natural. Dicho esfuerzo debe provenir sobre todo del medio uni­
versitario, Esto implica la reformuloción de las actuales estructuras académicas, que permita
la incorporación de la temática ambiental en los programas de investigación y docencia y ex­
tención, dentro de una perspectiva interdisciplinaria. Lo ambiental no es una moda ideoló­
gica, sino un potencial de desarrollo que demanda su derecho de ciudadanía y un pasaporte
para transitar libremente por las fronteras tradicionales del conocimiento. Corresponde a las
universidades buscar las formas opéracionales para dar cauco al potencial ambiental en los
diferentes contextos universitarios.

12. Las universidades latinoamericanas se encuentran en momentos difíciles pora en


sayar cambios administrativos y un reor don amiento de sus estructuras institucionales, Algu
ñas se encuentran bloqueadas por criterios políticos impuestos, otras se encuentran en una
vía democrática de reconstrucción, y la mayor parte de las universidades enfrentan un agudo

no
problema de linanciamiento de sus programas actuales. Esto lleva a las universidades a
establecer programas académicos e investigativos rentables a corto pla?arquo son sobre todo
los relacionados con la aplicación tecnológica, descuidando la investigación básica de los
ecosistema y de los recursos propios que podrían generar alternativas tecnológicas En esta
lorma se relega la atención hacia los problemas ambientales inmediatos da las comunidades
que permita traducir sus problemas en un proceso integral de investigación y fortalecer en
ellas su capacidad científica y técnica para una gestión ambiental del proceso de desarrollo.

117
Diez Tesis sobre el Medio Ambiente en América Latina

1. El orden económico internacional vigente ha determinado, en los países latinoamé-


ricanos, un estilo de desarrollo que provoca tanto una degradación de los ecosistemas como
un empobrecimiento de ia mayoría de la población. Las modalidades de explotación de los
recursos naturales producen un deterioro superior a las posibilidades de regeneración de los
sistemas naturales. El estilo de desarrollo generado por este orden económico internacional
se establece a través de la mediación de sectores sociales locales que comparten sus benefi­
cios y transfieren a los sectores mayoritarios de la población sus crecientes costos sociales
Y ambientales.

2. Los mecanismos financieros que actúan en el orden internacional han profundizado


la crisis estructural de la región. Su manifestación más evidente es la deuda externa. La cre­
ciente exportación de materias primas de la región se lleva a efecto para cubrir los elevados
intereses de una deuda impagable. La situación es compartida por la gran mayoría de los
países del Tercer Mundo, que van cobrando conciencia de que pagan con su propio deterio­
ro tanto los desequilibrios económicos de los países altamente industrializados, como ''el
precio de las economías de guerra”, que inhiben el progreso y amenazan la existencia misma
del genero humano.

3. América Latina cuenta con riquezas naturales suficientes para satisfacer las necesida-
des básicas de su población y con un potencial ecológico y humano para inducir un proce­
so sostenido de desarrollo. Sin embargo, el inadecuado maneto desús recursos ha conducido
a la eliminación o alteración drástica de sus ecosistemas naturales en territorios que cubren
entre un 35% y un 45% de la superficie continental,

4. La degradación del potencial ambiental de desarrollo no es resultado pues de una


presión demográfica excesiva sobre el territorio; se debe fundamentalmente a la incorpora­
ción de patrones tecnológicos impulsados por un estilo de desarrollo dependiente con tral i
zade y homogeneizante.

5. La compleja causalidad que interviene en la génesis de la problemática ambiental


hoce que esta deba concebirse como b articulación de un conjunto de procesos naturalus y
sociales. Se requiere, por consiguiente, de un diagnóstico estructural de sus causas que per­
mito identificar soluciones alternativas.

6. Se concibe el ambiente como un potedal productivo para un desarrollo alternativo,


igualitario y sostenible, fundado en el manejo integrado de sus recursos eco lógicos, tecnoló­
gicos y culturales. Esta concepción contrasto con las ideas dominamos en los que el ambiente
se considera como un tactor limitante o un recurso natural disponible cuya degradación serta
el costo ineludible dal desarrollo Surge dsí en América Latina un pensamiento propio en
relación con la temática ambiental

7. Id concepción emergente en América Latina trasciende a las limitaciones do las po­


lítica ambiéntalos que se centren en el control técnico y prevención de los efectos puntuales

113
KOttattructivOS. Las anúhsts setTOriahzados de algunos de sus mwiifostacioríes a de fas ira-
húmenlos técnica: de solución jlluvia deido. mejoramiento genético, dispositivos, arnicon-
laminantes, rjlc.). rw permiten establecer un diagnóstico integrado de las causas da lo degra­
dación ambiental ni proponer pro cesas a llar nativos ca pactó de revenir su$ afectos negativo!.

8. En el pianteanuentc emergeuTE. el sistema productivo tiene por abiete tundamgriloi


la satisfacción de las necesidades básicas de la población y el mejoramiento do su calidad da
vrde. Esto implica sustituir el ohieiivo de lograr la máxima ganancia inmediata por una nue­
va racionalidad productiva que haga compatible* el bcnol icio social y eí ambien i al

9. La im plomen tac i ón de esta racionalidad requiere la puesta en marcha de una política


científica y tecnológica que tome en cuenta las condiciones naturales, sociales, económicas
y culturales de cada país o región para el aprovechamiento integrada de sus recursos.

10. Le soluciones concretas a los problemas ambientóles dependen, en última instan­


cia, do une nueva capacidad organizativa de la sociedad en su conjunto, basada en los valores
culturales de las comunidades, la creatividad popular y su potencial innovativo Talas solucio­
nas no pueden darse fuero del marco de una voluntad política que rompa can la dependencia
económica, ideológica y tecnológica, y propicie las condiciones para una gestión participa
tíva y democrática de los ocursos.
LISTA DE PARTICIPANTES

A B

Abellj Francisco Barrera Méndez Luis Carlos


Sociólogo. Profesor de la Universidad Abogado
Tecnológica del Magdalena Director Depto. Derecho Ecológico
Calle 17 No. 24 72 Universidad Externado do Colombia
Sania Marta IMag.] Colombia Apartado Aéreo No. 54073
Tel. 221 70 53
Bogotá, Colombia
Aguilar Garay Azalia
Trabajadora Social
8 a yaz de Charum Perol
Educadora Ambiental
Economista
IRENA
Profesora Asistente de la Universidad
Km. 12. Carretera Norte
Nacional de Colombia
TbI. 31110 y 31848
Carrera 4a. No. 24 ■ 37
Managua, Nicaragua
Tel. 264 1828 y 268 44 40
Bogotá, Colombia
Alfarn Rosario
Bióloga, Profesora de la Universidad Be na vi des Salazar Herir y
Nacional de Costa Rica Ecólogo
Escuela de Ciencias Ambientales Asistente Dirección
Tel. 374151 CDLREGIQN
Heredia, Casta Rica Carrera 3a. No. 17 * 34
Apartado Aérea 2037
A iva re z Ruiz Miqdaiia Tel. 234 88 93 y 249 51 53
Ecóloga e Investigadora Bogotá, Colombia
Profesora. Universidad de Puerto Rico
Colegio Univ. Tecnológico (CUTPDI Blanco Astrid
Apartado No. 71BE5 Ecommista
Tel .844-8181 Exi.321 Universidad Jorge Tadeo Lozano
Ponte 00/32, Puerto Rico Carrera 10a. No. 20 30
Min. Agricultura
Bogotá, Colombia
Andrade Bonilla Pompilio
Ingeniero Forestal
C
Subge rente de Bosques
inderena
Carracho Saúl
Diagonal 34 No. 5 -16. Ap. 13458
Abogado
Tel. 245 61 48
Coordinador del Centro Jorge
Bogolá, Colombia
r EheurPud/uii i
Calle 42 No. 15 23
Bogotá, Colombia

115
Calderón Héctor D
Abogado
Procurad or Agrario De Lisio Antonio
Procuraduría Agrario Geógrafo, Inslrular da la
Edificio INCORA-CAN O fie. 525 Universidad Central
Bogará, Colombia Centro de Estudios Integrales
del Ambiente
Calix Dorio Roberto Apartado Postal 17350
Ingeniero Civil e Industrial Tel 7814568
Profesor de la Universidad Garatas, Venezuela (A 10151
Nacional Autónoma de Honduras
Ciudad Universitaria. Edit 4 A Di Bernardo Ebo
Aula 301 O i red Invest. Científicas Arquitecto, Director del
Tel 32 2208 Ext. 151 Centro do Estudios BioambientalLs
Tngucigalpa. Honduras Facultad de Arquitectura. Planeamiento y
Diseno
Carrasquilla Mana Lucía
Universidad Nacional de Rosario
Bióloga
Ri obamba 250 bis
Asesora, Div. Educación Ambiental
Tel. (041) 81 7868/81-7945
Empresa Energía Eléctrica
2000 Rosario, Argentina
Carrera 5a. No, 74-41
Td. 249 34 08
Din Marino
Bogotá. ColomíÑa
Sénior, Inri. Oweloprnent Field Adviser
Corvadlo Hernando based al UNDP,
Medico. Organi/acifnr de NaciLíies Unidas pura el
Universidad Federal Bahía Desarrollo Industrial (GNUDll
Mestrabo en Suidas Comunitaria Lim», Perú
Rúa Podre Feijo, 29 Canato 40.000
Tel. 224-50151 y 2359742 Duque Muño? Ramón
Salvador Bahía, Brasil Ingeniero, Profesor Asociada do
Universidad del Valle
Cabes Fernando Apartado Aireo No. 444
Economista Tel. 39 3041 Ext 26G
Profesor Investigador Cali (ValJel, Colombia
Universidad de los Andes - CIO ER
Carrera la Este Na. 13 A -10 Duran Eduardo
Bogotá. Colombia Biólogo
Vrce-Reclor Investig. y Postrado
Castro Darío
Universidad de Panamá
Biólogo Marino
Estafeta Universitaria
Invesligadar Científica
Tel. 23 9985
Universidad Jorge Tadeo Lo/ariu
Apartido Aérea No. 36364 Panamá, República de Panamá
Tel. 234 73 61 v 243 53 89
Bogotá, Colombia

tifc
E Fenseca Z. Carlos H.
Ingeniero Ambiental
Sub-ge rente Medio Ambiente
Ebali Gustavo Bapúsla
INDERENA
Químico Fafinftcfitjlict}
Diagonal 34 No. 5 - IB. Piso 3o.
Coordinador Centro do Ecología
Tel, 28? 57 68
Unív. Federal Do Rio Grande Do Sul
Bogotá, Colombia
Instituto de 8íoc¡encías
Rúa, Paulo Gama S/N 90.080
Tel. 258 757 G
Pono AtBgre, Brasil
García María Pilar
Escobar Marlen SocíÓloga
Comunicad ora Social Dir ¡genio Coordinadora Praníficodore Regional
Urbana
Fundación Kamori
Calle 111 No. 3 33 Departamento de Diseño y Estudios
Tal. 213 39 74 Urbanos
Universidad Simón Bolívar
Bogotá, Colombia
Apartado Postal 80659 ■ Baruta
Tel. 9799085 9621101
Escudero Juan
Caracas, Venezuela
Ingeniero Civil
Profesor Investigador
Gomes Juan Antonio
Universidad de Chile
Médico, Centro de Investigaciones
Oepio. de Ingeniería Industrial
Universidad Jorge Tadeo Lozano
Casilla 2777
Calle 23, No. 4 ■ 47
Tel. 718457
Bogotá, Colombia
Santiago de Chile, Chile

Gómez Molina Eduardo


F Docente
Profesor Adjunto Invest.
Facundo Angel Universidad Nacional de Córdoba
Sociúlogo Tomás de Torres 4083
Jefe Fomento Investigación, ICFES Bo, Urca, 2da, Sección 5009
Calle 17 No. 3-40 Tel. 818 304
Bogotá, Colombio Córdoba, Argentina

González Francisco
Forera Myriim
Antropólogo
Abogada
Profesor Investigación.
Jalo Medio Ambiente
Universidad Javerrana
Ministerio Relaciones Exteriores
Apartado Aéreo No. 75448
Calle 10 No. 5 ■ 51
Tel. 255 43 11
Bogotá, Colombia
Bogotá, Colombia

ii ?
González William Hernández Luna Jorge
Ingeniero Metalúrgico Biólogo
Jefe Fomento Investigación Asesor del Rector General
Universidad Nacional Universidad Autónoma Metropolitana
Apartado Aéreo No. 54B84 de México
Bogotá, Colombia Boufevard M Avila Camocho No. 90
Naucalpan,
Gualda Regina Tel. 576-3657
Comunicadora Social Edo, de México, México
Coordinadora
Secretaría Medio Ambiento Hchjíih Daniel
Avenida W3 Norte Quadra 510 Sociólogo Demógrafo
7D.57D Profesor de la Universidad Campiñas
Tal, 274 9006 Inst. de Filosofía y Ciencias Humanas
Brasilia, D.F., Brasil UNICAMP, 13 100
Campiñas S, P.
Guhl Ernesto Tel. 391 301 534 852
Ingeniero Civil Campiñas, Brasil
Decano Facultad
Universidad de los Andes J
Carrera lo. Este No. 18 A -10
Julio Amulfo
Bogotá, Colombia
Abogado. Jefe Oficina Jurídica
INDERENA
Gross Patricio
Diagonal 34 No. 5 19
Arquitecto
Ttl. 287 57 58
Director Univ. Católica de Chile
Bogotá. Colombia
Las Margaritas 1919
Santiago, Chile
K

Gurgulino Heitor Kullock David


Físico, Presidente de GULERPE Arquitecto Planificador
SOS 203 8loco 6 Apto. 104 Profesar Universidad de Buenos Aires
Brasilia - 70233 Bausanes 1676 (1431)
Tel. 226 2321 Buenos Aires. Argentina
Brasilia. Brasil
L
H
Landaeta te T,
Hapk Ernst Médico, Bioquímico
Biólogo Coordinadora Fac. de Medicina
Profesor Titular de la Universidad Universidad Central
Católica de Chile Ciudad Universitaria
Casilla 114 D Til. 662-8883
Santiago de Chile, Chile Careces, Venezuela

11B
La pachel José Lofini López Wílliam
Ingeniero Agrónomo Médico Veterinaria
Investigador Profesor de la Universidad de Guayaquil
Instituto de Ecología Apartado No, 6791
Universidad Mayor da San Andrés Guayaquil, Ecuador
Calla 20127
La Paz, Bolivia
López Zepeda Ernesto
Latotre Emilio Biológo
Ingeniero Planificador Decano Facultad Ciencias e Historia
Director CAE Universidad del Salvador
Universidad del Valle Urbanización Nueva Metrópolis
Cali, (Valle), Colombia Calle Antigua Azacamll No. 90
San Salvador, El Salvador
Leff Enrique
Investigador
M
Instituto de Investigaron es Sociales
Universidad Nacional de México
Piso 9o.r Torre 11 de Humanidades Maclean Vi/üliam
Ciudad Universitaria Biólogo
Tel. 550-5215 Ext. 2961/2962 Catedrático del Collegue ol the
México D.F., México Virgin Islands
Santo T ha mas USV 00001
Lieberman Gerard Tel, 776-9200 Ext. 1227
Biólogo
Vítifin Islands, USA
Vicepresidente Fondo Mundial de Vida
Silvestre
1255,23 RO StreetNW Matero R. Josa Manuel
Tel. (202) 287-0800 Ecólogo ■ Geógrafo
Washington, D.C., USA Jefe Departamento de la
Universidad La Habana
López Atonía Alamar Zona 6 Ext. de Geografía
Ingeniero Químico Ls Habana, Cuba
Pro losar de la Universidad Nacional
Ciudad Universitaria
Mansingh Api
Calle 45
Tel, 244 28 19 Pcsticide Scientist
Bogotá, Colombia Reader in Entomology
M.SC.R1.D. AIARI
López Diez José Manuel I Dept. el Zaology
Ecólogo, Investigador Científico University of the West Indi®
Centro de Ert. Energélicos y Ambiéntalas P.O. Box 12
Universidad de Puerto Rico Tet.927-6202 927 0748
Estación Colegial Kingston 7, Jamaica
Tel. 832 2616
Mayaguas, Puerto Rico 00706

n9
Mazarí Marisa P
Bióloga, Investigadora
Universidad Nacional de México Parda Rueda Rafael
Apt. Postal 70233 Economista
04510, Coyoacán Director CIDER
Te!. 550 5831 -550 5057 Universidad de los Andes
México, D. F.r México Apartada Aéreo No. 4976
Tel. 281 57 71
Medina Francisco Bogotá, Colombia
Oceanógrafo
Profesor de la Universidad Politécnica Perez Edelmira
P.O. Box 5863 Socióloga
Guayaquil, Ecuador Profesora Investigadora
Universidad Javeriana
Mejia Miguel Angel Apartado Aéreo No. 53228
Biólogo, Profesor Tel. 255 11 83 - 285 30 73
Universidad Nacional Bogotá, Colombia
Apartado Aéreo 14490
Bogotá, Colombia Pérez Hernández Edmundo
Arquitecto
Moreno Santiago Profesor de la Universidad Nacional
Arquitecto Apartado Aéreo 54878
Profesor de la Universidad Nacional Bogotá, Colombia
Apanado Aéreo No. 32372
Tel. 221 28 31 Plata R. Eduardo z'
Bogotá, Colombia Ingeniero
Jefe de Depto. Medio Ambiente
Morsomme Christian Universidad Distrital
Arquitecto Paisajista Cra. 8a. No. 40 • 50, Apdo. Aéreo 28994
Coordinador Cursos Posgrados Bogotá, Colombia
UAM Azcapotzalco
Calle San Pablo 180 Preda Humberto
Tel. 286-8204 Trabajador Social
México, 0, F„02200, México Centro Jorge Eliécer Gaitán
Calle 42 No. 15 23
N Bogotá, Colombia

Navarro Pineda Juan M, Pulido Marré Fernanda


Ingeniero. Prolesor Bióloga
Instituto Politécnico Asesora Divtsibn Medio Ambiente
Séneca 433 -4 INDERENA
Col. Polanco Diagonal 34 No. 5 -16
México. D, F., 11560, México Tel. 288 20 03
Bogotá. Colombia

1?Q
a Rodríguez Leonel
Abogado
[luínones Roberto Rector de la Universidad APEC
Biólogo Máximo Gómez 72
Apartado Aéreo No. 90454 Sanio Domingo, República Dominicana
Tel. 256 OS 79
Romera Gabriel Ernesto
Bogotá, Colombia
Comunicador Social
Director Ejecutivo Fundación Colregión
R
Apartado Aéreo No. 2037
Bogotá, Colombia
Recto Buríticá Enrique
Abogado Romero Mario Ernesto
Procurador Agrario Ecólogo
Procuraduría Agraria Director Escuela Ingeniería
Edificio CAN - iNCORA Oí. 526 Universidad INNCA
Bogotá, Colombia Apañado Aéreo No. 2037
Bogotá, Colombia
Reguero María Teresa
Química-Farmacéutica Rozema Ralph
Estudiante
Profesora Universidad Nacional
Universidad de Holanda
Apartado Aéreo No. 14490
Bogotá, Colombia Azoren 95 3524 EW
Utrechl, Holanda

Restrepo Luis A. S
Filósofo
Sub-gerente de Desarrollo Salinas Jorge H.
INDERENA Ingeniero Sanitario
Decano Facultad Ingeniería
Diag.34Na. 5 18
TeL 2B& 37 20 Universidad Nacional Ingeniería
UNI Jrn Colmenares Nu 2tíü
Bogotá, Colombia
Tel , 611-858
Lima 21. Perú
Roa Suárez Hernando
Abogada Economista Sassevi lie. Jean-Louis
PiofEsor Universidad Javeriana ESAP Ph. D. Profesor en Administración
Calle 66 No. 41 ■ 64 Pública, IN RS Eau
Bogotá, Colombia Universidad de Ouébec
Instituto Nacional de la; Investigación
Rodríguez Enrique Científica
Psiccpetfagogo Complexa Serení ¡ligue, 2 700, rué
Profesional Universitario Einstcio
INDERENA Case poslaie 7500, Sainte-Fov Quóbec
Calle 35 No. 6 13 GIV 407
Tel. 2BB 31 37 Tel.Bur.: (418) 654-2551
Bogotá, Colombia Rés,; 141B) 8724638
Québac, Canadá
Sierre Carlos Arturo V
Biólogo
Vuquez Botelfa Alfonso
Profesor de le Universidad Pedagógica
Biólogo Marino
Calle 72 No. 11 86 01.315 8
Investigador de la Universidad
Bogotá, Colombra
Autónoma de México
Soto H. Alvaro Apartado Postal 70 305
04510, Coyoacán
Antropófago
Tel. 550-5866 ■ 550-5B68
Jefe Oiv, Parques Nacionales
México, O, F., México
INOERENA
Diagonal 34 Nn . 5 - 84 Vel&quez Luz Stelfa
Tel. 285 80 29 Arquitecto
Bogotá, Colombia tastrutor Asociado Universidad Nacional
Facultad de Arquitectura
So uses Matilde
Química Tel. 51444 ■ 40 574
Manizafes (Caídos). Colombia
Profesora Agregada
Universidad República Veloso Alberto
Casilla de Carrea 1157 Genético Ecólogo
TeL 205 231 Director Depto. Centro Ecología
Montevideo, Uruguay Universidad de Chile
Casilla 653
T
Santiago de Chile, Chile
Tierradentro Angel M.
Vernal Santamaría Andrés
Ingeniero Agrícola
Sociólogo
Investigador
Profesor de la Univ. de San Buenaventura
Universidad Surcolombiana
Calle 146 Bis. No. 18 - 54
Apartado Aéreo Na. 386
Til. 283 44 34
Neiva (Huilal, Colombia
Bogotá, Colombia
Trellez Eloísa
Física Vidart Daniel
Coordinadora Area Matemática, ICFES Ingeniero Químico
Director Depto. Antropología
Calle 17 No. 3 40, Piso 6o.
Universidad de la República
Tel. 243 38 83
J. Zubillage 1117
Bogotá, Colombia
Tel. 79-9170
U Montevideo, Uruguay

Urbina Fernando Villarreal Torres Miguel


Filósofo - Etnógrafo Médico Veterinario
Profesor Universidad Nacional Vicerrector Académico
Calle 45 No. 78 -61 Universidad Tecnológica
Tel. 263 16 19 Apartado Aéreo No. 2621 o 2808
Bogotá, Colombia Tel. 23449
Villavicencto (Meta), Colombia

122
w z
Wrtt Vicente Zavaleta Anuirá
Ingeniaría Salud Ambiental Ingeniera Agrónomo
O.P. S. Director Escuela Posgrado
4S12 Baxley Lañe. Universidad Nacional Agraria
Fairfax, V.A. 2203Z,USA Te¡, 352035 . 355 J41
La Molina, tima. Perú

123
LISTA DE PARTICIPANTES POR PAIS, UNIVERSIDAD Y ORGANISMO

Argentina Colombia

Secretaria de Estado de Vivienda y Centro Jorge Eliécer Gaitón


Ordenamiento Ambiental Camacho Saúl
Alicia Toribio Prada Humberto

Universidad de Buenos Aires Colregión


Kullock David Benavides Salazar Henry
Romero Gabriel Ernesto
Universidad Nacional de Córdoba
Gómez Molina Eduardo
Empresa Energía Eléctrica
Carrasquilla María Lucía
Universidad Nacional de Rosario
Di Bernanrdo Ello
Fundación K amor i
Escobar Marlen
Bolivia

Universidad Mayor de San Andrés ICFES


L apachet José Loríni Facundo Angel
Trelie? Eloísa
Brasil
INDERENA
Gulerpe Andrade Bonilla Pomplio
Gurgulino Heitor Fonseca Z. Carlos H.
Julio Arnulfo
Secretaría Medio Ambiente Restrepo Luis A.
Gualda Regina Pulido María Fernanda
Rodrigue; Enrique
Universidad Campiñas Sota H, Alvaro
Hogan Daniel
Ministerio Relaciones Exteriores
Universidad Federal Bahía Forero Myriam
Carvalho Hernando
Procuraduría Agraria
Universidad Federal Do Rio Grande Calderón Héctor
Do Sul Recio Buríticá Enrique
Eboli Gustavo Baptista
Universidad del Valle
Canadá
Duque Muñoz Ramón
Latorre Emilio
Universidad de Québec
Sasseville Jean-Louis

12S
Universidad de los Andes Universidad Tecnológica
Casas Fernando Abella Francisca
Gulh Ernesto Vdlarreal Torres Miguel
Pardo Rueda Rafael
Costa Rica
Universidad Distrital
Piala R. Eduardo Universidad Nacional do Costa Rica
Al taro Rosario
Universidad Externada de Colombia
Barrera Méndez Luis Carlos
Cuba

Universidad Innca
Universidad La Habana
Romero Mario Ernesto
Mateo R, José Manuel
Universidad Javeriana
González Francesco Chile
Pérez Edelmira
RoaSuárez Hernando Universidad Católica de Chile
Hajek Ernst
Universidad Jorge Tadeo Lozano Gross Patricia
Blanco Astrid
Castro Darío Universidad de Chile
Gómez Juan Antonio Escudero Juan
Veloso Alberto
Universidad Nacional de Colombia
Bayaz de Charum Peral Ecuador
González WiHiam
López Arcesio UnrnittdZid de Guayaquil
Mejía Miguel Angel López William
Moreno Santiago
Pérez Hernández Edmundo Universidad Politécnica
Reguero María T eresa Medina Francisco
Urbina Fernando
Velásquez Luz Stella
El Salvador

Universidad Pedagógica
Universidad del Salvador
Sierra Carlos Arturo
López Zepeda Ernesto
Universidad de San Buenaventura
Vernot Santamaría Andrés Holanda

Universidad Surcolombiana Universidad de Holanda


Tierradentro Angel M. Rozema Ralph

126
Honduras Universidad Nacional Agraria
Z ava leta Amaro
Universidad Nal. Autónoma de Honduras
Cali* Darío Roberto Universidad Nacional Ingeniería
Salinas Jorge H,
Jamaica
República Dominicana
Univcrsiiy oí The West I n di es
Mansingh Ajai Universidad APEC
Rodríguez Leonel
México

Instituto Politécnico Nacional Uruguay


Navarro Pineda Juan
Universidad de la República
Universidad Autónoma Metropolitana Soubes Matilde
Hernández Luna Jorge Vidart Daniel
Morsemme Christian
USA.
Universidad NaL Autónoma de México
lefí Enrique Collegue oí The Virgin Islands
Mazarí Marisa Maclean William
Vázquez Boiello Alfonso
Fondo Mundial de Vida Silvestre
Nicaragua Leibermann Gerard

IRENA O.P.S.
Agilitar Caray Azalia Wirr Vicente

Panamá
Venezuela
Universidad de Panamá
Ministerio del Ambiente
Ourán Eduardo
Luque Luis
Puerto Rico
Universidad Central
Colegio Univ. Tecnológico (CUTPO) De Lisio Antonio
Atvarez Ruis Migdalia Landaeta l$i$T,

Universidad de Puerto Rico Universidad Simón Bolívar


López Díaz José Manuel García María Pilar

Perú

ONUDI
Dizi Marino

157
ICFES

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