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El proceso de intercambio iónico no elimina los iones del agua; simplemente, reemplaza los iones
indeseables del agua del proceso por iones más convenientes. El medio de intercambio es una
resina sintética y el proceso de intercambio es reversible. Cuando la resina de intercambio se satura
con los iones indeseables, se regenera mediante lavado con una solución concentrada de los iones
deseados. El regenerador concentrado elimina los iones indeseables de la resina y los reemplaza
por los iones deseados. El lavado arrastra los iones expulsados a la alcantarilla.
Las resinas de intercambio iónico están diseñadas para reaccionar sea con cationes
(intercambiadores catiónicos) o con aniones (intercambiadores de aniones). Una resina de
intercambio iónico no puede reaccionar con ambos.
Existen diversas aplicaciones del intercambio iónico en la industrial algunas de las aplicaciones
comunes en el tratamiento de aguas son las siguientes.
• El ablandamiento , destinado primariamente a eliminar calcio y magnesio. Los iones Ca y Mg
son reemplazados por sodio (Na). El ablandamiento se usa sobre todo para agua de reposición de
calderas; otros usos incluyen el agua de reposición de torres de enfriamiento y el ablandamiento de
aguas domésticas.
• La desmineralización, utiliza una combinación de intercambiadores aniónicos y catiónicos.
Existen varios tipos de sistemas basados en el tipo de resina usado en los intercambiadores. En
uno de estos tipos generales (ácido fuerte, base fuerte), todos los cationes son reemplazados por
iones hidrógeno (H+) y todos los aniones son reemplazados por iones hidroxilo (OH-). El resultado
neto es el reemplazo de una sal iónica por una molécula de agua. Una aplicación común de los
desmineralizadores es el agua de reposición de calderas a alta presión; otra es la preparación de
agua de lavado para la fabricación de chips de computadoras.
• La desalcalinización, se usa para reducir la alcalinidad (carbonate y bicarbonato) de una
corriente de agua. En un desalcalinizador regenerado con ácido, todos los cationes son
+
reemplazados por hidrógeno (H ). La solución resultante fuertemente ácida transforma el ión
bicarbonato (HCO3 -) en agua y dióxido de carbono. Típicamente, el CO 2 se elimina en un
desgasificador. Se usa comúnmente para reducir la alcalinidad del agua de reposición de calderas.
Un desalcalinizador también se puede regenerar con sal, dependiendo del tipo de resina usada.
DESARROLLO
Hoy en día, la mayoría de los intercambiadores iónicos son resinas plásticas en forma de
cuentas pequeñas, que adquieren propiedades de intercambio iónico durante su
fabricación. Los primeros intercambiadores eran materiales inorgánicos Ilamados
zeolitas, capaces de ablandar el agua intercambiando sodio por calcio y magnesio. Una
de las primeras fue Greensand, o arena verde, una zeolita natural de capacidad limitada.
La arena verde todavía se usa para la oxidación y filtración del hierro en los suministros
domésticos de agua. Comúnmente se regenera con permanganato potásico, para este
proceso.
Las resinas orgánicas sintéticas han reemplazado casi totalmente a las zeolitas naturales
e inorgánicas, pero el nombre zeolita permanece y se aplica a menudo a la resina
sintética, especialmente cuando se usa en la forma sódica.
Las zeolitas inorgánicas solamente se podían regenerar con salmuera y por lo tanto,
funcionaban en el ciclo de sodio como intercambiadores de sodio, usados solamente
para ablandar agua fría. La estabilidad química de las nuevas resinas sintéticas permite
su regeneración con salmuera o con ácido y dentro de un intervalo muy amplio de
temperaturas. La posibilidad de regeneración con ácido y el uso como intercambiadores
de hidrógeno para eliminar cationes, han expandido en gran medida el campo de
aplicaciones del intercambio iónico. Estos intercambiadores de hidrógeno son un
componente de todos los sistemas de desmineralización.
En la desmineralización, hay que eliminar también los aniones del agua. Las resinas con
propiedades de intercambio aniónico usadas en forma hidróxido, se usan junto con las
resinas catiónicas en los procesos completos de desmineralización.
Los puntos de intercambio de la resina atraen retienen los iones cargados. La fuerza de
retención no es igual para todos los iones. Hay un orden claro de preferencia, el cual
varía según las condiciones y el tipo de resina y está relacionado con la densidad de
carga del ión. La Tabla 1 es una lista de la afinidad de los iones para las resinas
normales de ácido y base fuertes, usadas comúnmente en los procesos de
desmineralización.
Tabla 1 - Lista de afinidad de las resinas: resinas de ácido fuerte y de base fuerte
Este es el proceso de intercambio iónico más simple (vea la Figura 1). Una resina
catiónica de ácido fuerte en forma sodio (NaX) *1 elimina el Ca+2 y el Mg+2 (así como
cualquier otro catión retenido por la resina más fuerte que el sodio) del agua que fluye por
el lecho de intercambio, produciendo agua blanda como indica la Ecuación 1:
Intercambio de hidrógeno
Una resina catiónica de ácido fuerte regenerada con ácido (HX), reemplaza todos los
cationes del agua dulce por iones H+, convirtiendo todas las sales en los ácidos
correspondientes (Figura 2). Ya que el ácido carbónico (Ecuación 3) es simplemente
CO2 disuelto, se puede eliminar por desgasificación, reduciendo así los sólidos totales.
La desgasificación después del intercambio catiónico se puede usar por lo tanto para
reducir la carga en una unidad aniónica subsiguiente, o se puede usar en procesos de
1
*En esta sección, la letra X designa el intercambiador, sea catión o anión. Otras literaturas usan la letra Z para la zeolita (NaZ) o R
para las resinas (NaR), pero la designación X es más general puesto que se aplica a cualquier material de intercambio.
-2 - -
desalcalinización. Los iones SO 4 , Cl y NO3 forman ácidos minerales, como indica la
Ecuación 4.
El efluente tratado contiene ácido mineral libre (AML) que ahora puede servir como
medida directa de la concentración de cationes (principalmente sodio) que queda en el
efluente catiónico. El intercambiador de hidrógeno nunca se usa solo. Cuando se
desalcaliniza el agua mediante intercambio de hidrógeno, la acidez del efluente del
intercambiador es neutralizada bien sea mezclándolo con efluente de un intercambiador
de sodio, bien por adición directa de una sustancia cáustica. Cuando se desmineraliza el
agua mediante intercambio de hidrógeno, el efluente del intercambiador pasa por un
intercambiador aniónico, cuyo efluente es agua pura con trazas de impurezas solubles-
Las resinas catiónicas de ácido débil difieren de las de ácido fuerte en que el ión
hidrógeno es retenido con fuerza por estas resinas y por 10 tanto, no se intercambia con
facilidad. Las resinas catiónicas de ácido débil tienen preferencia por los iones hidrógeno
antes que por cualquiera de los cationes del agua a tratar. Estas resinas requieren la
presencia de especies alcalinas para reaccionar con los iones hidrógeno fuertemente
retenidos de la resina. Esto permite entonces el intercambio de otros cationes en los
puntos activos, eliminándolos de la solución. En efecto, este intercambio depende de la
+
neutralización del hidrógeno (H ) de la resina mediante iones de alcalinidad (HCO3 -). (Vea
la Figura 3). La Ecuación 6 explica esta reacción:
Las resinas de ácido débil tienen una preferencia mucho mayor por los cationes
divalentes que por los monovalentes. Por eso, este tipo de resina es mejor para las
aguas de dureza considerable (Ca, Mg) asociada con alcalinidad de bicarbonato.
Dependiendo de la composición del agua, se pueden conseguir capacidades de 6,5 a 8
3 3
mg/l (50 a 60 kilogramos/pie ), en lugar de los 2,5 a 4 mg/ (20 a 30 Kgr/pie ) conseguidas
con las resinas de ácido fuerte.
Las resinas de ácido débil tienen una afinidad mucho más el evada por los iones
hidrógeno que las resinas de ácido fuerte. Como consecuencia, su eficiencia de
regeneración es mucho mayor y no depende de una fuerza impulsora de concentración.
Con los cationes de ácido fuerte, una parte significativa del ácido no utilizado permanece
en el regenerador agotado. Con los cationes de ácido débil, se utiliza aproximadamente
90% del ácido regenerador. Además, se pueden usar ácidos de concentraciones
menores del 1%.
Puesto que las resinas de ácido débil manifiestan muy poca preferencia por las sales no
alcalinas, generalmente preceden a una resina catiónica de ácido fuerte en los sistemas
de desmineralización. Esta combinación permite una economía excelente, porque el
regenerador agotado de la resina de ácido fuerte se puede usar para regenerar la resina
de ácido débil.
Las resinas catiónicas de ácido débil tienen dos propiedades físicas exclusivas que se
deben tener en cuenta durante la operación. Primera, las resinas se pueden expandir en
un 50% o más entre sus formas regenerada y agotada, por eso todos los recipientes
tienen que estar diseñados específicamente para las resinas de ácido débil. Segunda, la
capacidad de la resina depende considerablemente del caudal de agua de servicio. Al
aumentar el caudal, la capacidad de operación desciende sustancialmente.
Hay dos tipos de resinas aniónicas de base fuerte. El Tipo I es más estable químicamente
que el Tipo II y tiene mayor afinidad por los iones. No obstante, las resinas del Tipo I
tienen menos capacidad de operación, por lo que son menos eficientes. Normalmente se
usan cuando los niveles de sílice del agua dulce son superiores al 25% de los aniones
totales. Las resinas del Tipo II normalmente se usan en aplicaciones de desalcalinización
y de desmineralización cuando las concentraciones de sílice del agua que entra son
inferiores al 25% de aniones totales.
lntercambio de hidróxido
Un intercambiador aniónico de base fuerte puede eliminar todos los ácidos (fuertes y
débiles) producidos por el intercambiador de hidrógeno (Figura 4). Por eso, el uso de un
intercambiador aniónico de base fuerte regenerado con sosa cáustica para tratar el
efluente del intercambiador de hidrógeno, proporciona un proceso que desmineraliza
completamente el agua. La Ecuación 7 explica la eliminación de ácido del efluente del
intercambiador de hidrógeno:
HCI + XOH → XCI + H2 O (7)
Intercambio de cloruro
Una resina aniónica de base débil puede eliminar los ácidos minerales fuertes producidos
por el intercambiador de hidrógeno (Figura 6), pero no los ácidos débiles como el ácido
carbónico o silícico. Algunas operaciones industriales no requieren la eliminación
complete de estos ácidos débiles y se usa el intercambiador de base débil porque es
menos costoso de operar y más eficiente que el de base fuerte. Pero cuando hay que
producir el agua de alta calidad necesaria para la reposición en !as calderas de alta
presión, hay que reducir la sílice y el dióxido de carbono a concentraciones muy bajas y
se requiere una resina de base fuerte.
Las reacciones químicas de las resinas de base débil y de base fuerte son ligeramente
diferentes, pero el resultado final es el mismo: eliminar ácidos del efluente HX. La
Ecuación 8 explica la eliminación de ácidos en un intercambiador de base débil:
Para más información sobre las resinas de intercambio iónico, consulte la sección
"Technology and Benefits" del "Confidential Product Information Manual", la cual cubre las
características físicas de los diversos tipos de resina. Las características químicas y
físicas son importantes Para seleccionar la resina adecuada Para una aplicación
específica.
El acondicionamiento del agua mediante intercambio iónico puede Ilevarse a cabo con un
intercambiador sencillo, como suele suceder en el ablandamiento con intercambio de
sodio; o con una combinación de muchas unidades, cada una de las cuales tiene una
función específica, como en un sistema complejo de desmineralización. Pero todas las
unidades tienen un recipiente con la resina de intercambio y configuraciones de válvulas y
tuberías que permiten el flujo normal de servicio y la regeneración de la resina. Aunque
se han construido grandes intercambiadores de sodio diseñados para funcionamiento por
gravedad Para servicio municipal, la construcción habitual es similar a un filtro de presión.
El recipiente de intercambio generalmente es un tanque cilíndrico vertical cuyo diámetro y
sección transversal determinan la capacidad de caudal de servicio así como los caudales
requeridos durante la regeneración (Tabla 2).
El flujo uniforme a través de toda la superficie del lecho es importante en cada secuencia
operativa de una unidad de intercambio iónico, por eso el diseño de todos los
distribuidores y colectores es critica Para una operación eficiente (Figura 7). La
ubicación correcta del distribuidor superior, relativa a la superficie del lecho cuando se
expande por el lavado a contracorriente, es muy importante. La limpieza eficaz de la
resina requiere la expansión del lecho hasta una distancia de unos 15 cm (6 pulgadas) del
distribuidor de salida. De otra manera, el lavado a contracorriente no eliminaría
efectivamente los sedimentos.
Puesto que las partículas de intercambio iónico son cuentas, tienden a moverse y a
formar dunas. Para mantener un lecho nivelado, el distribuidor superior no debe tener
tendencia a crear corrientes de remolino o flujos desiguales. Los mejores distribuidores
tienen conductos laterales que distribuyen por igual el flujo a través de la sección
transversal del recipiente. Sin embargo, los ablandadores con frecuencia sólo tienen un
deflector sobre la tubería de entrada (Figura 8A). Cuanto más ancho es el recipiente,
más difícil es conseguir un flujo bien distribuido. La mala distribución está más
generalizada en los recipientes de más de 1,5 metros (5 pies) de diámetro.
Se usan varios tipos de distribuidores inferiores (vea la Figura 8B). La mayoría tienen un
sistema lateral de algún tipo con un relleno inferior que soporta el lecho, Pero también se
usan frecuentemente falsos fondos con boquillas con malla (de acero inoxidable o
plástico) uniformemente distribuidas. Algunos falsos fondos tienen platos; la altura menor
del lecho se considera siempre la altura efectiva del lecho. Las consideraciones
importantes de diseño son proporcionar buena distribución y recoger el regenerador
gastado del fondo del lecho de soporte uniformemente. Para que no se formen las de
regenerador que prolonguen el enjuagado y no se deprecie la calidad del agua tratada. Si
el lecho de resina ocupa cualquier espacio debajo de la abertura del distribuidor inferior,
se retendrá parte del regenerador y habrá fugas importantes.
La buena nivelación del lecho de soporte es importante para prevenir que las partículas
de intercambio iónico circulen a través del soporte hasta la tubería de salida. Para el
soporte se usan tanto antracita como cuarzo. La antracita es mejor para entornos a alta
temperatura o alto pH, para no capturar sílice. El cuarzo, por ser más pesado, tiene
menos tendencia a moverse con altos caudales de retrolavado, por eso es preferible
excepto cuando hay que reducir al mínimo el uso de la sílice. El cuarzo además tiene
menos material lixiviable que la antracita y es menos poroso, por eso sus características
de enjuagado son superiores por lo general.
A veces se necesita otro tipo de distribuidor, el lavador subsuperficial, para poder romper
la superficie del lecho y limpiarla en medio de un ciclo de servicio sin revolver todo el lecho
del intercambiador ni introducir resina agotada de la superficie en el fondo de la unidad.
Los lavadores subsuperficiales son muy comunes en pulidores que requieren
regeneración con poca frecuencia y en desmineralizadores a contracorriente. Los
sólidos que se acumulan en la superficie de estos lechos crean caídas de presión que
pueden fracturar la resina y provocar canalización. Hay que extraer estos sólidos sin
perturbar la masa del lecho de resina.
Los materiales de construcción deben asegurar la larga duración del equipo en las
condiciones normales de operación. Los intercambiadores de sodio están hechos
generalmente de chapa de acero con tubos de acero, pero las conexiones y tubos que
toman contacto con la salmuera deberán de ser de latón rojo o aleaciones adecuadas.
En los desalcalinizadores de cloruro o en los intercambiadores aniónicos que reducen la
sílice después del intercambio con sodio, se usa el mismo tipo de construcción. Por lo
general, los intercambiadores de hidrógeno y los desmineralizadores están forrados de
caucho. Todas las conexiones son de plástico o de aleaciones especiales para resistir la
corrosión y para prevenir la contaminación del agua tratada. Las conexiones de plástico
son muy resistentes a la corrosión de los ácidos y bases comunes usados en la
regeneración del intercambio iónico. Desafortunadamente, no son resistentes
físicamente y con frecuencia se rajan o se rompen durante el servicio. Hay que tener
mucho cuidado al hacer una inspección o tomar muestras en recipientes con
distribuidores de plástico.
ENJUAGADO RÁPIDO
El desecho del producto químico es eliminado por enjuagado de los espacios vacíos del
]echo y de las mismas partículas de resina. El líquido de enjuagado se desecha hasta que
no contenga un exceso de producto químico. Cuando es importante ahorrar agua, con
frecuencia se puede recuperar una parte significativa del liquido de enjuagado. La
mayoría de los ciclos de enjuagado rápido continúan hasta que se consigue una calidad
estándar específica del agua o durante un período específico. Sin embargo, puesto que
el ensuciamiento aumenta los requisitos de enjuagado, lo mejor es utilizar la calidad del
agua como medida.
Aunque usaremos como ejemplo una resina catiónica de ácido fuerte, los principios
ilustrados también se aplican a las resinas aniónicas de base fuerte y a las resinas de
ácido y base débiles usadas junto con las resinas de base y ácido fuertes.
Para un suministro de agua dado, la fuga de un intercambiador catiónico esta afectada de
forma crítica por el procedimiento y nivel de regeneración de ácido. Actualmente existen
dos tipos de métodos de regeneración, de corrientes paralelas y a contracorriente. En la
operación de corrientes paralelas, los flujos de servicio y regeneración van en el mismo
sentido, generalmente hacia abajo. En la operación contra corriente, los flujos de servicio
y regeneración tienen sentidos opuestos. La secuencia puede ser servicio de agua
descendente y regeneración ascendente, o al revés. La Figura 10 ilustra lo que sucede
en dos modos de regeneración al agotarse la resina y después de la regeneración. La
distribución de iones después de agotada la resina es similar en ambos modos; la
diferencia esta en la regeneración.
• Costo reducido del tratamiento de desechos debido a las cargas de desecho reducidas, a
causa del mejor balance entre desechos ácidos y alcalinos
• Hay que mantener un lecho compacto durante la parte del ciclo con flujo ascendente. El
lecho no se debe expandir más del 5%. Para conseguir un lecho compacto se usan varios
métodos. Se puede usar un flujo de agua o aire de bloqueo. Hay que usar también una vejiga
Ilena de aire para mantener fijo el lecho.
• Hay que asegurar una distribución excelente en ambos sentidos del flujo.
• El agua de enjuagado debe estar libre de cationes para la resina catiónica en el ciclo de
hidrógeno, y libre de aniones para la resina aniónica.
• Hay que mantener la concentración de sólidos en suspensión del agua que entra a un
mínimo absoluto, porque las lechos sólo reciben un lavado a contracorriente completo una
vez cada 30 ó 50 regeneraciones.
ABLANDAMIENTO
Zeolita sódica
Problema:
3
Un intercambiador tiene 1,4 m de resina de zeolita con una capacidad de intercambio de 0,92
meq/ml. La producción es de 75,7 l/min. El agua que entra tiene una dureza total de 140 ppm.
Suponiendo una eficiencia del 100%, ¿cuál será la producción del ablandador?
Solución:
La capacidad de la resina por cada regeneración es de 0,92 meq/ml = 920 meq/l resina.
La carga de iones en el agua es de 140 ppm/50 ppm/ meq/l = 2,8 meq/l agua.
Agua procesada
920 meq / l re sin a
= 328, 6
l agua
(
x 1, 4 m 3 re sin a x 1000 l / m 3 )
2,8 meq / agua l re sin a
3
= 460 m /regeneración
El proceso de zeolita con cal en caliente utiliza un ablandador de precipitación con cal en
caliente para eliminar la mayor parte de la dureza y la alcalinidad del agua. Después se
usan intercambiadores de sodio para clarificar el efluente de la unidad de cal en caliente
(vea la Figura 12). Desde el punto de vista del intercambio iónico, el proceso de cal en
caliente tiene varias características exclusivas. El ablandamiento en caliente es un
proceso de precipitación. Los filtros que están antes de los intercambiadores de sodio
tienen que retener el arrastre y la precipitación. De no ser así, se filtrarían sobre la resina
de intercambio iónico. Esto ensuciaría la resina y originaria caídas de presión excesivas
a través del lecho, obligando a reemplazar la resina prematuramente.
La elevada temperatura y el bajo nivel de dureza del efluente del proceso en caliente
mejoran la cinética del proceso de intercambio, de modo que se pueden usar con éxito
caudales mayores de lo normal. No obstante, los caudales más grandes pueden causar
caídas de presión excesivas a través del ]echo, a menos que se use en la aplicación
resina especial con el tamaño de partículas controlado.
Las picaduras causadas por el oxígeno en los recipientes de intercambio iónico también
pueden constituir un problema. Las picaduras ocurren con frecuencia justo encima de la
soldadura anular del plato del fondo. Esta corrosión puede crear un riesgo grave, debido
a la alta temperatura del agua que pasa por el recipiente, y añade cantidades indeseables
de hierro al sistema de suministro de agua. Frecuentemente se usa un eliminador de
oxígeno antes de los intercambiadores de sodio para reducir los niveles de oxígeno
disuelto.
Los sistemas de desmineralización más sencillos y fáciles de operar son los que utilizan
una sola resina en cada recipiente. Los lechos están alineados en una serie Ilamada
batería. En muchos sistemas, las baterías se regeneran al mismo tiempo; sin embargo,
esta práctica puede ser menos eficiente si las capacidades catiónicas y aniónicas no se
corresponden estrictamente o si sólo una de las dos resinas se ha degradado
sustancialmente con el tiempo. Los sistemas grandes con varias baterías pueden estar
diseñados de modo que cada recipiente se pueda regenerar independientemente cuando
sea necesario. Los efluentes de los intercambiadores de hidrógeno a menudo se
mezclan en estos sistemas antes de la desgasificación y se vuelven a separar después
en los recipientes de intercambio aniónico.
Las dos clases de resina, aniónica y catiónica, están mezcladas en el mismo recipiente.
Cuando el agua del proceso baja por el recipiente, tanto los aniones como los cationes
son eliminados al mismo tiempo. Así el contenido de STD del agua se reduce cada vez
más, haciendo el proceso de intercambio iónico cada vez más eficiente a medida que el
agua más pura prosigue a través del ]echo. En efecto, el agua de servicio es clarificada
continuamente al avanzar; por eso el proceso de ]echo mixto puede producir agua de
mejor calidad.
Para mejorar esta separación de la resina se usan resinas de las mejores calidades. Se
debe controlar estrictamente el tamaño de las cuentas de resina para prevenir que las
cuentas pequeñas de resina catiónica se mezclen con la aniónica, y las cuentas grandes
aniónicas con las catiónicas. Se usa resina más densa entrecruzada al 10% para
aumentar las diferencias de densidad entre las dos resinas.
Generalmente, las resinas usadas para lechos mixtos se piden en las formas
+ -
regeneradas (H para la catiónica y OH para la aniónica). Aunque no son muy estables
en almacenaje y son normalmente más caras, las formas regeneradas de las resinas son
más fáciles de cargar con precisión en una aplicación de lecho mixto.
El sistema Rohm y Haas de lechos estratificados tiene una capa de resina de ácido o
base débil encima de su resina correspondiente de ácido o base fuerte. El propósito es
conseguir las ventajas operativas de un sistema de resina débil/ fuerte usando un
recipiente solamente. De este modo la operación es más económica.
Para que los recipientes estratificados funcionen a todo su potencial las resinas no se
deben mezclar durante el ciclo de servicio. Estas resinas deben tener partículas de
tamaño controlado, para mejorarla separación. Los recipientes deben estar diseñados
específicamente para la operación de lechos estratificados. La proporción de resinas
débiles y fuertes tiene que ser adecuada a las reacciones químicas del agua, para lograr
la máxima eficiencia. Al envejecer las resinas, tienen tendencia a no estratificarse
correctamente debido al ensuciamiento v a la rotara de las cuentas y el rendimiento
disminuye.
Las densidades de las formas agotadas de resinas estratificadas son bastante similares.
El lavado a contracorriente inicial mezcla las resinas para los pasos de adición de
regenerador N enjuagado de desplazamiento (Vea la Figura 15). Después se usa un
segundo lavado a contracorriente para separar y estratificar las resinas en su forma
regenerada, lo cual aumenta a! máximo las diferencias entre resinas; o sea que es
necesaria una buena regeneración para una separación de resinas adecuada. Este
lavado de separación debe efectuarse a mucha menos velocidad que el inicial, puesto
que sólo es necesario fluidizar el lecho lo suficiente para separar las resinas. Durante el
lavado de separación, la resina débil es mucho menos densa. Un flujo excesivo de lavado
durante este paso degradaría la separación y podría arrastrar la resina débil fuera del
recipiente. Después del lavado de separación, se enjuaga rápidamente el recipiente
hasta las especificaciones de calidad del agua antes de reemprender el servicio. El
ensuciamiento y la rotura de cuentas son las causas principales del mal rendimiento de
los lechos estratificados, debido a la pobre separación de las dos resinas. Cuando hay
presente materia orgánica, la porción superior de la resina de base débil la adsorbe, sólo
para desprenderse de ella más adelante durante la regeneración cáustica. Esto a su vez
ensucia la resina de base fuerte, causando una reducción de la capacidad y la duración
de la resina.
Los pulidores del condensado que usan resinas de intercambio iónico, se dividen en tres
categorías básicas: resinas catiónicas regenerables, resinas mixtas (catiónica, aniónica)
regenerables y resinas mixtas no regenerables. En la Sección 2.4 que trata de la
purificación del condensado, puede encontrar información acerca de los tres tipos.
DESALCALINIZACIÓN
Ciclo de cloruro
Cuando se agota el intercambiador aniónico, se regenera con sal y los iones cloruro
regresan a los puntos de intercambio aniónico:
Con frecuencia se añade sosa cáustica a la sal para aumentar la capacidad del
desalcalinizado así como para mejorar la calidad del agua. sosa cáustica -se añade
-2
normalmente en un proporción de 1:9 por peso de sal. Puesto que SO 4 se eliminará del
agua junto con el HCO3 este proceso está económicamente limitado al tratamiento de
agua con un contenido bajo de SO 4-2 , puesto que no hay ninguna ventaja e eliminar el
-2
SO4 .
Ca Ca
Mg (HCO3) 2 + 2 XH → 2 H2CO3 + X2 Mg (11)
Etc. Etc.
Una vez formado, el dióxido de carbono se puede eliminar por aireación sencilla. Puesto
que los intercambiadores catiónicos fuertemente ácidos reemplazan normalmente todos
los cationes presentes por hidrógeno, el efluente de la unidad de intercambio es blando y
ácido. Se usan diversas técnicas para neutralizar este efluente ácido. Una vez más la
selección de la más adecuada depende del uso al que se destina el agua.
Tratando una parte del agua dulce con la forma sodio de un intercambiador catiónico de
Ácido fuerte y mezclando el efluente con el del intercambiador de hidrógeno, se puede
obtener agua completamente ablandada de cualquier nivel de alcalinidad (Figura 17).
Puesto que el paso de neutralización genera dióxido de carbono, la aireación se efectúa
después de la mezcla. Este método es particularmente idóneo para agua dulce de alta
dureza y alto contenido de sulfato y cloruro.
• Capacidad de intercambio muy elevada para la alc alinidad de calcio y magnesio, lo que
significa que frecuentemente se requieren recipientes menores y menos resina.
• Muy poca disociación de las sales neutras, lo cual elimina o reduce al mínimo la
necesidad de neutralizar el efluente.
ELIMINACIÓN DE LA SÍLICE
HCO3 HCO3
Cl Cl
NaSO 4 + XOH → XSO4 + NaOH (13)
SiO3 SiO3
Durante el proceso no ocurre ninguna reducción de los sólidos totales y, puesto que
genera sosa cáustica, podría ser necesario neutralizar con ácido para controlar la
alcalinidad del agua tratada.
Cuando se regenera un intercambiador aniónico de base fuerte con sosa cáustica a la
forma hidróxido también eliminará aniones más fuertes que la sílice (Cl-, SO4 -2, HCO3 -) de
un agua preablandada. La evidencia indica que la sílice realmente es absorbida y no
intercambiada por la resina de base fuerte, especialmente de las aguas con pocos
sólidos disueltos y un pH significativamente por debajo de la neutralidad. La evidencia
indica también que la absorción y el intercambio de sílice ocurre en aguas con un
contenido de sólidos disueltos y un pH considerablemente más altos. Puesto que la sílice
es retenida con menos fuerza y más fácilmente eluida de la resina de base fuerte, las
dosis menores de sosa cáustica eluirán más sílice que otros aniones retenidos con más
fuerza. Por tanto, para reducir al mínimo la eliminación de los otros aniones cuando el
primer requisito es eliminar sílice, así como para reducir los gastos de regeneración y
neutralización posterior, se acostumbra a regenerar con sosa cáustica caliente
3 3
(49 º C, 120º F) a niveles de regeneración mínimos (0,02 a 0,05 g/cm ; 1,5 a 3,0 lb/pie ).
DESGASIFICACIÓN
PROBLEMAS OPERATIVOS
Lavado a contracorriente
La función del lavado a contracorriente (flujo hacia arriba) es eliminar los residuos
acumulados y disgregar el lecho para prevenir la canalización y el ensuciamiento que
causan pérdida de la capacidad operativa. El lavado a contracorriente eleva, fluidiza y
clasifica hidráulicamente el lecho. Se debe regular el caudal para producir una expansión
del 50% como mínimo para resinas catiónicas y del 75% como mínimo para resinas
aniónicas. Un volumen de espacio libre adecuado por encima del ]echo de resina
previene el arrastre de la resina durante el lavado. Parte de la materia formada de
partículas acumuladas puede tener la misma densidad que la resina, por eso es
importante que el tubo lateral superior está situado cerca de la parte superior del lecho
expandido, para ayudar a sacar de la superficie por sifonamiento la suciedad y los finos
de la resina que crean problemas. El lecho se debe expandir hasta unos 15 cm (6
pulgadas) de este lateral, para que haya un buen lavado. La Figura 20 muestra una curva
típica de turbiedad del lavado que se puede usar para determinar si el lavado tiene un
caudal adecuado y para determinar el tiempo de lavado necesario.
• Pérdida de alta presión, que puede causar canalización y rotura de las cuentas.
• Resbalamiento, como consecuencia del cual los iones pasan por el intercambiador sin
ser capturados.
Gases libres
El gas libre en el agua altera el lecho de resina y el relleno inferior de soporte, causando
pérdida de resina por flotación y canalización. Las fuentes de gas libre incluyen fugas de
aire procedentes del exterior en las bombas de suministro, desprendimiento de aire
disuelto por calentamiento entre la fuente y el punto de uso, supersaturación del agua con
aire por la acción de un desgasificador tipo soplador, emanación de dióxido de carbono
formado por el intercambiador de hidrógeno y formación instantánea de vapor por
liberación de presión en una unidad de zeolita en caliente. Manteniendo presión sobre el
intercambiador en todo momento, controlando el caudal en el lado de salida de la unidad,
se reducen los problemas originados por esa causa.
Regenerador
El paso de inyección de productos químicos es crítico para el uso eficiente del mismo, el
aprovechamiento de la capacidad de diseño de intercambio y la producción de una
calidad del agua tratada especifica. El nivel de regeneración determina la capacidad de
operación y cada proceso de intercambio iónico tiene un tiempo de contacto y una
concentración óptimos (Tabla 4). En la 'Value Added Troubleshooting Guide' del PAC 2
encontrará un ejemplo de regeneración para intercambiadores catiónicos de ácido fuerte.
3
Problema: ¿Qué caudal de lavado (m /h) es necesario para una expansión del lecho del 50% en
un ablandador de zeolita de 1,5 m de diámetro, usando resina HGR-W2, si el agua
de lavado está a 13º C?
Solución:
F = F25 [1+(0,015)(13-25)]
= 22,5 [1+ (0,01,5)(-12)]
= 22,5 (1 – 0,18)
= 22,5 (0,82) = 18,45 m 3/h/m 2
Ya que el área de la unidad es πr , el caudal de lavado es: (18,45) (3,14) (0,75) = 32,6 m /h
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Cuando la sílice se acumula y envejece en una resina aniónica de base fuerte, se puede
polimerizar dentro de la estructura de la resina. Por eso, en la regeneración con sosa
cáustica no solo es necesario conseguir el intercambio de iones, sino también disolver
esta sílice polimerizada. Para facilitar el proceso de solución se necesita una solución
caliente de sosa cáustica y tiempo suficiente de contacto. Se obtienen los mejores
resultados precalentando la resina a 49º C (120º F) para las resinas aniónicas de base
fuerte Tipo I y a 35º C (95º F) para las del Tipo II. Puesto que el nivel de fuga de sílice
está determinado por la cantidad de sílice que queda en la resina durante la regeneración,
es importante eliminarla correctamente.
Amoniaco - 26º Baumé de agua amoniacal, aproximadamente 29% NH 3; 100 ppm (máximo) de
Fe; también se puede usar gas licuado.
ácido muriático – 20º Baumé, grado técnico, aproximadamente 30% de CIH, sin inhibidor (50
ppm máximo); 20 ppm (máximo) de metales pesados; 50 ppm (máximo) de materia orgánica.
sal - grado evaporado (secada al horno), 99% NaCl mínimo, 3 ppm de hierro (máximo), <0,1 %
insolubles, <0,2% CaSO4, <0,1 % CaCl2 , <0, 1 % Mg Cl 2
Nota: Al adquirir los productos químicos para regenerar equipos de intercambio iónico,
compare análisis de diversos proveedores y pruebe periódicamente el material tal como lo
recibe. Ya que cada vez hay menos sosa cáustica de calidad rayón disponible, los compradores
buscan sosa cáustica de membrana purificada y de diafragma.
Enjuagado
El producto químico de desecho se enjuaga de los espacios vacíos del lecho y de las
partículas de resina. Este enjuagado se desecha basta que no contenga un exceso del
producto químico. Cuando es importante conservar el agua, con frecuencia se puede
recuperar una parte considerable del enjuagado.
Las especificaciones reales de enjuagado están influidos hasta cierto punto por el caudal
de enjuagado, la altura del ]echo, la dosificación de regenerador, el tipo de relleno inferior
y el punto final del enjuagado. Pero en general, si el volumen usado excede el intervalo
tabulado, probablemente existe un problema operativo que se debe investigar.
Temperatura
La subida de temperatura del suministro de agua puede causar emanación de gas, como
se dijo antes. Las altas temperaturas también aumentan las fugas de sílice a través de un
lecho de resina aniónica de base fuerte. Precalentando el lecho de resina, la temperatura
más alta del agua mejora la regeneración de las resinas aniónicas pero complica la
regeneración de un intercambiador de hidrógeno con ácido sulfúrico, a causa de la
reducida solubilidad del sulfato cálcico. La susceptibilidad al ataque químico aumenta al
subir la temperatura. En ausencia de agentes oxidantes, las resinas catiónicas son
estables muy por encima de los 93º C (200º F). Por otra parte, las resinas aniónicas,
-
particularmente en la forma OH , son atacadas cuando la temperatura sube por encima de
los 38º C (100º F). Durante la regeneración de una resina aniónica de base fuerte, se
debe aumentar la temperatura para conseguir la máxima reducción de la sílice: para el
Tipo I se aumenta hasta 49º C (120º F); para resinas de tipo II y resinas con base
acrílica, hasta 35º C (95º F) como máximo.
Sólidos en suspensión
Las resinas de intercambio iónico son filtros excelentes del agua. Para proteger a la
resina del ensuciamiento con cantidades excesivas de sólidos en suspensión, el
suministro de agua debe ser filtrado para eliminar la turbiedad, la materia orgánica y los
arrastres o la precipitación posterior de un ablandador o pulidor. Un estándar
generalmente aceptado para el agua dulce que Ilega a un intercambiador iónico es 0,5
NTU. En casos en que el suministro de agua no sea filtrado, se debe reducir el caudal a
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7 m /h/m (3 gpm/pie ) y se debe lavar el lecho de resina entre las regeneraciones.
Los sólidos en suspensión serán filtrados por la porción superior del lecho de resina y
serán aparentes enseguida. A medida que se acumulan, pueden causar una caída de
presión grande con rotura de las cuentas, y ensuciamiento de la resina y canalización.
Los resultados serán mala calidad del agua y pasadas cortas.
Las bacterias pueden constituir un problema en algunas unidades. Crecen dentro del
lecho de resina y su eliminación es difícil porque se rodean de capas protectoras
hidrófobas. Los ablandadores y los recipientes a continuación de filtros de carbono y
desgasificadores son especialmente vulnerables.
Agua dulce
El intercambio iónico es afectado por los cambios de la composición del agua dulce.
Como indican las tablas de capacidad, la calidad del agua tratada sufre está influida por
los cambios en la concentración total de electrólitos, temperatura, alcalinidad y otros
factores. Se debe hacer un análisis completo para comparar el agua que pasa por el
equipo con el agua de diseño.
Es importante identificar, aislar y reparar las válvulas con fugas cuanto antes.
Dependiendo de la fuga de la válvula, el agua dulce puede Ilegar al agua tratada y
contaminarla; o el regenerador puede contaminar el agua tratada o Ilegar a la caldera
causando averías graves.
Se puede identificar la válvula defectuosa tomando muestras para prueba a cada lado de
cada válvula en cuestión. La comparación entre las pruebas a ambos lados indica cuales
hay que reparar.
Distribuidores
El flujo uniforme a través de toda la superficie del lecho es importante en cada una de las
secuencias de operación de una unidad de intercambio iónico; por eso el diseño de todos
los distribuidores v colectores es esencial para una operación eficiente. La ubicación
correcta del distribuidor superior relativa a la superficie del ]echo cuando está expandido
por el lavado a contracorriente es muy importante, especialmente cuando puede haber
sedimento en el suministro de agua al intercambiador. Puesto que la s partículas del
intercambiador son esféricas, tienden a moverse y formar dunas. Para mantener un
lecho nivelado, el distribuidor superior no debe crear torbellinos.
A veces se necesita otro tipo de distribuidor, el lavador subsuperficial, para poder romper
la superficie del lecho y limpiarla en medio de un ciclo de servicio sin revolver todo el lecho
del intercambiador ni introducir resina agotada de la superficie en el rondo de la unidad.
Lecho de soporte
La buena nivelación del lecho de soporte es importante para prevenir que las partículas
de intercambio iónico escapen a través del soporte hasta la tubería de salida. Para el
soporte se usan tanto antracita como cuarzo. La antracita es mejor para entornos a alta
temperatura o alto pH, para no acumular sílice. El cuarzo, por ser más pesado, tiene
menos tendencia a moverse con altos caudales de retrolavado; por eso es preferible
excepto cuando hay que reducir al mínimo el uso de la sílice. El cuarzo además tiene
menos material lixiviable que la antracita y es menos poroso, por eso sus características
de enjuagado son superiores por lo general.
Resina
Predecir la vida útil de los materiales de intercambio iónico es como estimar el kilometraje
de un juego de neumáticos de automóvil; esta influenciada por el diseño, el equipo en el
que se usa la resina (entorno), la naturaleza del suministro de agua y el cuidado al que los
ha sometido el operador.
Si en la inspección anual el lecho de resina parece estar en buen estado, pero los
informes de la planta indican pérdida de capacidad operativa, se debe tomar una muestra
central del material de intercambio para su evaluación. La resina se puede expandir en la
operación por rotura física, o por pérdida de capacidad debida a ataque químico. La
fractura se puede ver fácilmente con una lupa de pocos aumentos, pero la pérdida de
capacidad tiene que ser evaluada químicamente.
Pérdida de capacidad
Ciertos productos químicos oxidantes del agua, especialmente el cloro libre, atacan el
esqueleto de la resina en los entrecruzamientos. Cuando estos se rompen, la fuerza de
la estructura del gel se debilita y la resina se hincha, absorbiendo agua. La pérdida de
entrecruzamientos se puede detectar midiendo la capacidad de retención de agua. En la
planta, se puede observar un aumento real del volumen del lecho. Este tipo de falla es
peculiar de los intercambiadores catiónicos. Se puede corregir eliminando el oxidante del
agua mediante tratamiento con un eliminador de oxígeno, tal como el sulfito sódico. En las
aplicaciones de proceso en caliente, se recomienda aplicar el eliminador de oxígeno no
sólo al agua, sino a la salmuera usada para la regeneración, para destruir completamente
el oxígeno y el cloro.
La capacidad de retención de agua normal para las resinas catiónicas de ácido fuerte es
de 40 a 50% en la forma hidrógeno. Cuando una resina alcanza una capacidad de
retención del agua de 70%, ha perdido 100% de su vida útil. No ha perdido
necesariamente puntos de intercambio iónico, pero ha perdido su integridad física y se
ablanda, rompiéndose fácilmente y causando una gran caída de presión a través del
lecho, lo cual puede interferir con el flujo a través de la unidad. Además, a un 70% de
capacidad de retención del agua la resina es tan liviana que puede flotar y salirse de la
unidad durante el lavado a contracorriente.
Cuentas rotas
La causa de las cuentas rotas puede ser el impacto osmótico, impacto térmico, ataque de
oxidantes, caída de presión a través del lecho, ensuciamiento y edad de la resina.
El ataque del oxígeno a los intercambiadores catiónicos no es severo por debajo de 38º C
(100º F). Sin embargo, a temperaturas más altas el ataque en los sistemas de agua
caliente es rápido. Por encima de 93º C (200º F), el O2 debe ser eliminado
completamente antes del intercambio iónico. Para máxima protección, se debe añadir
sulfato sódico tan cerca del principio de la corriente como sea práctico, para prevenir la
corrosión del sistema y proteger la resina.
El ataque oxidante a la resina aniónica de base fuerte reduce su capacidad para eliminar
aniones débiles (SO 2 y CO2 ). Cuando hay oxidantes en el suministro de agua, las resinas
Tipo I no se deben usar en la forma hidróxido a temperaturas superiores a 49º C (120º
F). Las resinas Tipo ll no son tan estables frente a los oxidantes como las de Tipo I. El O2
debilita las resinas aniónicas Tipo II incluso a temperatura ambiente. Para conseguir el
rendimiento óptimo, si se usa un desgasificador con resina Tipo II debe ser de vacío, para
eliminar O2 así como CO2. Para reducir al mínimo la pérdida de capacidad cuaternaria
cuando se opera a temperaturas de 21 a 38º C (70 a 100º F), se deben eliminar
completamente los oxidantes.
Caída de presión a través del lecho - Las partículas filtradas por la resina, los finos y las
cuentas rotas que no son eliminadas del lecho de resina por el lavado a contracorriente,
causarán un aumento de la caída de presión a través del lecho. Cuando la caída de
presión alcance un cierto nivel causara más rotura de las cuentas agravando más aún la
situación. Se puede reducir el problema al mínimo eliminando el arrastre más adelante de
las unidades de intercambio iónico y perfeccionando el lavado a contracorriente.
A veces las resinas catiónicas se ensucian con materia orgánica que causa los mismos
tipos de problemas que la inorgánica. En la mayoría de los casos, no se trata de materia
orgánica presente naturalmente, sino de contaminantes de los polímeros catiónicos y no
iónicos, aminas formadoras de películas, aceite o bacterias. Los polímeros catiónicos
tienen dos efectos sobre la resina: intercambio y adsorción; mientras que los polímeros
no iónicos simplemente se adsorben en la superficie de la resina de los
desmineralizadores del agua de reposición. Se puede reducir al mínimo este
ensuciamiento inyectando el polímero al ablandador o pulidor en la dosis adecuada, de
modo que no queden residuos libres; y eliminado el arrastre a los intercambiadores
iónicos. Una vez que la resina se ensucia con polímeros, generalmente hay que usar
salmuera, sosa cáustica e hipoclorito para limpiarla.
Se debe prevenir la contaminación con aceite eliminando la fuente del mismo. Una vez
que el aceite ensucia la resina, hay que usar un surfactante y sosa cáustica para
eliminarlo.
Para identificar los materiales orgánicos mediante análisis infrarrojo (IR), primero hay que
sacarlos de la resina. Desafortunadamente, muchos de ellos (incluyendo los polímeros)
se descomponen en fragmentos y no se pueden identificar positivamente. Incuso cuando
se recupera estos materiales enteros, es difícil identificarlos a menos que se sepa qué se
debe buscar. Se han usado técnicas analíticas como el carbono orgánico total y otras
para tratar de cuantificar el potencial de ensuciamiento orgánico, pero estos métodos no
son precisos porque las diversas especies orgánicas ensucian las resinas en
proporciones diferentes.
Las resinas aniónicas también se pueden ensuciar con contaminantes inorgánicos, como
el hierro u otros productos de corrosión que vienen del sistema o del regenerador,
metales que se fugan de la resina catiónica y sílice. Se puede reducir al mínimo el
ensuciamiento en el futuro limpiando la resina y mejorando la regeneración y la operación
de las unidades. Los metales se pueden limpiar con ácido; la sílice, con sosa cáustica
caliente.
También se pueden usar tinturas para identificar la resina catiónica mezclada con la
resina aniónica. Una de estas tinturas da color púrpura a la resina catiónica y deja
inalterada la aniónica.
A medida que los aniones del suministro de agua pasan por una resina catiónica
regenerada con ácido, se convierten en sus ácidos correspondientes. Los aniones
- -2 -
fuertes (Cl , SO4 -NO3 ) se convierten en ácidos minerales y constituyen la acidez
mineral libre (AML). No todos los aniones fuertes del suministro de agua se convierten en
acidez mineral, porque la AML producida en la porción superior del lecho de resina tiene
un efecto regenerador sobre el sodio residual del fondo del lecho, causando fugas. Es la
fuga de sodio arrastra aniones fuertes, impidiendo que se conviertan en ácidos minerales.
- -2 -
La suma de Cl , SO4 -NO3 (como CaCO3) en el suministro de agua es la cantidad
teórica de acidez mineral que se podría formar pasando esa agua por una resina
catiónica fuerte regenerada con ácido. Esta acidez potencial se conoce como acidez
mineral teórica (AMT): la Ecuación 14 indica la relación entre la AMT, la AML y las fugas:
Como muestra la Figura 22, durante el ciclo de un catión regenerado con ácido fuerte,
una curva dibujada para representar la AML contra el tiempo sería paralela y casi
coincidiría con una línea recta que representara la AMT en el suministro de agua.
Generalmente se debe detener la pasada cuando la AML desciende hasta el 90% de la
AMT. Similarmente, debe detenerse el enjuagado después de la regeneración v
comenzarla pasada cuando el valor de AML del efluente de la unidad alcanza un nivel
aproximadamente 10% por encima del de la AMT del suministro de agua- la Ecuación 15
muestra otra manera de describir la AML.
Sodio
El sodio es el catión retenido con menos fuerza y será el primero en perderse por fugas.
El sodio pasa por una resina aniónica de base fuerte como sosa cáustica e hidroliza y
resolubiliza parte de la sílice de la resina; esta sílice pasa con el sodio desde la batería
desmineralizadora. En los sistemas de caldera de alta presión que funcionan en
programas de fosfato coordinados hay que reducir al mínimo las fugas de sodio, puesto
que no se puede tolerar la alcalinidad cáustica libre en el agua de estas calderas. Se
puede supervisor la fuga de sodio del efluente catiónico usando un electrodo para un ión
específico. Se toman muestras al azar y se analizan en un laboratorio usando el
electrodo y un buen medidor del pH. Cuando se usan analizado en serie, es conveniente
que sean compatibles para poder conectar con una computadora que efectúe el registro
de datos.
Dureza
Cuando se opera con resinas de Ácido fuerte en forma sodio para aplicaciones de
ablandamiento, la dureza es el parámetro principal para determinarla calidad del agua. La
dureza de magnesio es retenida por la resina con menos fuerza y se saturar.4 primero.
Se usa un ensayo de dureza total debajo nivel para determinarlos niveles de dureza.
También existen analizadores continuos que funcionan bien cuando se mantienen
correctamente.
Sílice
La sílice es el anión retenido con menos fuerza y será el primero en fugarse de la resina
aniónica. Su aparición en el efluente aniónico se puede deber a lo siguiente:
•Mala regeneración que deja sílice en la resina
•Fugas de sodio del catión, causando hidrólisis y resolubilización de la sílice eliminada por
la resina
•Descomposición causada por agotamiento de la resina aniónica
Puesto que es el ácido más débil de todos los aniones adsorbidos, la penetración de la
sílice ocurre antes de la aparición de otros aniones. Ya que sólo se disocia muy
débilmente, no se puede detectar por su conductividad eléctrica. Por eso se usan
técnicas especiales.
Conductividad
En el efluente aniónico fuerte se usa un medidor de la conductividad para detectar las
fugas durante un ciclo de operación. Los niveles mayores de especies iónicas presentes
al final de una pasada, aumentan la conductividad eléctrica del agua. El sodio del catión y
la sílice del anión son las primeras especies que se fugan, pero la sílice no se puede
detectar por la conductividad eléctrica y cualquier aumento en conductividad
probablemente será el resultado de la fuga de sodio que pasa por el anión como sosa
cáustica.
pH
El pH del efluente de un intercambiador aniónico puede indicar si una unidad esta agotada
o no funciona bien. Los medidores de pH de registro continuo se pueden usar con
ventaja para determinar problemas en los desmineralizadores. Un pH más alto de lo
normal puede indicar agotamiento de la resina aniónica, pérdida, ensuciamiento o mala
regeneración. Los valores anormales del pH podrían también indicar mezclas
defectuosas de resinas. Puede ser difícil medir el pH del agua pura. No se debe usar
equipo de calidad dudosa y se debe explicar al proveedor del equipo la aplicación a la que
se destina.
Para obtener muestras de resinas se deben usar técnicas de muestre-o del interior. Lo
mejor para tomar muestras es un tubo muestreador que se puede adquirir o construir con
materiales comunes.
Cerciórese de que se tomen muestras de toda la altura del lecho de resina con cada
inserción del tubo muestreador. Obtenga al menos una muestra de resina de cada cuarto
de la superficie del lecho. Estas cuatro muestras deben ser mezcladas antes de enviar la
muestra para el análisis. El exceso de muestra se puede devolver al recipiente. Vea la
Figura 23.
Al introducir el tubo muestreador se debe tener cuidado para no dañar los laterales de
distribución. También hay que tener precaución para no dañar el relleno inferior,
especialmente si es de antracita.
ANÁLISIS DE LA RESINA
Para interpretar un análisis de una resina catiónica de ácido fuerte, fíjese en la capacidad
total de volumen húmedo y en la capacidad de retención de agua en conjunto. La primera
capacidad siempre disminuye cuando la capacidad de retención de agua aumenta. La
capacidad total de volumen húmedo de una resina catiónica nueva tipo gel de ácido
fuerte, es aproximadamente 1,8 meq/ml y su capacidad de retención de agua es
aproximadamente 53% en forma hidrógeno. Una resina catiónica de ácido fuerte debe
desecharse cuando su capacidad total de volumen húmedo se aproxime al 70% de la de
una resina nueva, o cuando su capacidad de retención del agua alcance
aproximadamente 65%.
Puesto que una resina catiónica de ácido fuerte se desentrecruza antes de perder sus
puntos de intercambio y esto hace expandirse la resina haciéndola menos densa, la
resina catiónica de Ácido fuerte se puede separar por lavado a contracorriente. La resina
de mala calidad subirá a la superficie donde se puede extraer y reemplazar por material
nuevo.
La Figura 24 indica tres ejemplos de análisis de resina. El Ejemplo 1 es una buena resina;
el Ejemplo 2 es una resina en un estado aceptable; y el Ejemplo 3 es una resina en mal
estado. Observe la relación entre capacidad total de volumen húmedo y capacidad de
retención del agua. Fíjese en la diferencia en el tamaño de las cuentas de las fotografías
de la Figura 25. La foto A es resina nueva Dowex HGR. La foto B es la resina sometida
a prueba como Ejemplo 3 de la Figura 24. Esta resina era blanda al tacto. Ambas
fotografías tienen el mismo aumento.
Eficiencia de la regeneración
Los estudios de elución deben ser el primer procedimiento de detección de fallas usado
para investigar la eficiencia de regeneración deficiente.
Sin embargo, los estudios de elución revelan solamente el nivel de regenerador que se
pone sobre la resina, no el regenerador utilizado por la resina. El ensuciamiento, el
caudal de regenerador, la concentración del regenerador y la distribución interna son
factores que afectan el valor de eficiencia de regeneración. Cuando se registra baja
eficiencia de regeneración pero no se detecta un problema mediante el estudio de elución
o en una revisión del análisis elemental de contaminantes, hay que realizar inspecciones
físicas y medidas de flujo.
Examen al microscopio
Condición física
La rotura y el agrietamiento excesivo de las cuentas pueden estar causados por impacto
térmico u osmótico, lavado a contracorriente inadecuado, ensuciamiento de la resina,
caudales excesivos o lechos de resina demasiado grandes. La condición física está
basada en el porcentaje de cuentas rotas: buena <10% de cuentas rotas; aceptable = 10-
15% de cuentas rotas; mala >15% de cuentas rotas. El uso y desgaste normales también
causan algo de rotura y agrietamiento. La edad de la resina es un factor importante para
interpretar el análisis. El promedio de vida de una resina catiónica industrial de ácido
fuerte debe ser de 7 a 10 años; la vida media de una resina aniónica industrial de base
fuerte deber-fa de ser de 3 a 4 años.
Una resina agrietada se comporta tan bien como una resina entera sin defectos, por eso
las cuentas agrietadas no afectan el rendimiento del ]echo. No obstante, las cuentas
agrietadas se fracturan fácilmente y los finos creados en la fractura aumentan la caída de
presión a través del lecho. La mayor caída de presión origina más tensión física la cual, a
su vez, crea más grietas y fracturas. Sólo se puede poner fin a este ciclo retirando los
finos con un buen lavado a contracorriente. También hay que tener precaución con los
arietes hidráulicos, porque causarán tensión física y roturas de cuentas.
Partículas sueltas
La suciedad y otras impurezas que no se eliminan del lecho durante el lavado, se incluyen
como partículas en la sección de comentarios del análisis. Cuando la cantidad es
elevada, hay que aumentar el lavado para eliminarlas del lecho de resina.
Precipitados internos
Se pueden hacer varias pruebas con tinturas en la planta para detectar problemas
específicos: ensuciamiento superficial de las resinas catiónicas. detección de
ensuciamiento microbiano y detección de cationes en resinas aniónicas.
Todos los análisis microscópicos de la resina se pueden Ilevar a cabo en la planta con un
microscopio portátil de 30 aumentos. Las pruebas de capacidad también se pueden
efectuar en la planta, usando procedimiento y juegos de prueba especializados.