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ISLAMISMO

1) La historia del islam: 


El islam surgió en la península arábiga en el SIGLO VII de la era cristiana
con la aparición del profeta Mahoma. Un siglo después de su muerte, el
Islam se extendía desde el océano Atlántico en el oeste hasta Asia
Central en el este. Este imperio no se mantuvo unido por mucho tiempo;
el nuevo sistema de gobierno pronto derivó en una guerra civil conocida
para los historiadores del islam como la Fitna, y posteriormente afectada
por una Segunda Fitna. Después de esto, dinastías rivales reclamarían
el califato, o liderazgo del mundo musulmán y muchos estados e imperios
islámicos ofrecieron solo una obediencia simbólica al califa, incapaz de
unificar el mundo islámico.

A pesar de esta fragmentación del islam como comunidad política, los


imperios del califato Abbasí, los mogoles y los
otomanos Selyúcidas estaban entre los más grandes y poderosos del
mundo. Los árabes hicieron muchos centros islámicos de cultura y
ciencia de los cuales surgieron notables científicos,
astrónomos, matemáticos, doctores y filósofos islámicos durante la Edad
de Oro del islam. La tecnología floreció; hubo mucha inversión en
infraestructura económica, como sistemas de irrigación y canales. El
hincapié en la importancia de la lectura del Corán produjo un alto nivel
de alfabetización en la población general.

Posteriormente, en los siglos xviii y xix, las regiones islámicas cayeron


bajo la influencia de los poderosos imperios europeos. Luego de
la Primera Guerra Mundial y la Ocupación de Constantinopla, los
remanentes del Imperio otomano fueron divididos en la partición del
Imperio otomano como protectorados europeos.

Después de muchos siglos, no queda un reclamo grande y ampliamente


aceptado del califato (que había sido reclamado al menos por los
otomanos).

Aunque afectado por varias ideologías, como el comunismo, durante gran


parte del siglo xx, la identidad islámica y la prominencia del islam en
temas políticos han aumentado casi indiscutiblemente durante los últimos
años del siglo xx y comienzos del xxi. El rápido crecimiento, los
intereses de occidente en las regiones islámicas, los conflictos
internacionales y la globalización han influido en la importancia del islam
en la configuración del mundo en el siglo xxi.

2) Geografía:
La distribución geográfica del islam resulta irregular. En la península
Arábiga, donde se encuentran Arabia Saudí, los dos Yémenes y los
estados del Golfo (Kuwait, Omán, Emiratos Árabes Unidos, Qatar y
Bahrein), la población islámica se acerca al 100%, ya que desde el siglo
VII el islam puso un especial interés en que no habitaran en el suelo natal
del profeta Mahoma aquellos que no hubiesen aceptado la fe que
predicaba. En el conjunto de países conocidos como árabes del Norte
(Egipto, Siria, Líbano, Palestina, Jordania e Irak), la proporción de
musulmanes supera ampliamente el 95%, y hay algunas minorías
reducidas de cristianos, judíos y algunas confesiones de seguimiento
reducido como los drusos. Esta proporción disminuye al llegar al
territorio de Turquía y sus antiguos dominios en los Balcanes (Albania,
antigua Yugoslavia y Bulgaria). De los noventa millones de habitantes,
aproximadamente, que pueblan esta parte del planeta, un 75% son
musulmanes.

A continuación aparece un mapamundi con la situación actual del Islam


(se incluyen algunos países en los que su presencia es minoritaria p.e.
Europa). Los distintos colores nos indican el momento en que el Islam se
istaló en las distintas regiones y países:

La implicación que tiene la presencia de esta gran cantidad de personas


que practican el islam en algunas regiones como la unión europea y EE.
UU en su mayor parte son implicaciones políticas y sociales, porque a
pesar de que la mayoría de los musulmanes practicantes están integrados
en asociaciones registradas legalmente y participan en el culto motivados
por sus creencias religiosas, sin plantear ningún problema político ni de
seguridad, algunas asociaciones religiosas islámicas son consideradas
como “punto de encuentro del integrismo”, alimentadas desde el exterior
y toleradas desde hace un tiempo por las autoridades y Aunque dichas
asociaciones y sectas no pueden considerarse como organizaciones
terroristas, algunas de ellas son focos de proselitismo integrista donde
los terroristas buscan adeptos para su causa. Aunque son asociaciones
infiltradas por los servicios de información, no están totalmente
controladas. Las relaciones de las autoridades con ellas son delicadas y
complejas, porque se inscriben también en el contexto de un fenómeno
de exclusión social y étnica de barrios periféricos.

3) Eje rector y forma de habitarla:

En su acepción literal, la palabra árabe Islam significa “entregarse”, pero


el Corán establece su sentido religioso: “sumisión” a la voluntad o a la
ley de Dios. La persona que profesa y practica el Islam es un musulmán
(en árabe muslim, “el que se somete a Dios”). Según el Corán, el Islam es
la religión universal y primordial. Incluso la propia naturaleza es
musulmana, ya que obedece las leyes que Dios ha establecido en ella.
Para los seres humanos, que tienen libre albedrío, la práctica del Islam
no implica obediencia sino la libre aceptación de los mandatos divinos.

Las dos fuentes fundamentales de la doctrina y la práctica islámicas son


el Corán y la Sunna o tradición, así como la conducta ejemplar del profeta
Mahoma.

Los musulmanes consideran el Corán como la palabra eterna e “increada”


de Dios, revelada a Mahoma por medio de Gabriel, el arcángel de la
revelación; creen que su autor es el mismo Dios, y no el Profeta, por lo
que el Corán es inimitable e infalible. La palabra procede del árabe al-
qur'an, “la lectura” o “la recitación”; recoge las diferentes revelaciones
de Alá a Mahoma durante los casi 20 años de su vida profética (612-
632); está dividido en 114 suras (capítulos) que contienen un poco más
de 6.200 aleyas (versículos). La “sura” más breve tiene sólo 3 versículos
y la más amplia 286 versículos largos. Las 114 “suras” aparecen
ordenadas en forma decreciente, con alguna ligera oscilación. Tanto
investigadores islámicos como no islámicos coinciden en la integridad
que sustancialmente ha mantenido el texto del Corán a lo largo de la
historia.

La segunda fuente esencial del Islam, la Sunna o ejemplo del Profeta, es


conocida a través del Hadit (no es considerado infalible), la recopilación
de tradiciones basadas en los hechos y dichos del Profeta. A diferencia
del Corán, que fue memorizado por muchos seguidores de Mahoma y que
fue compilado en forma escrita muy pronto, la transmisión del Hadit fue
en gran parte oral y las actuales colecciones autorizadas datan del siglo
IX.

Según algunas investigaciones no musulmanas, una gran parte del Hadit


no procede en sí del ejemplo del Profeta, sino que recoge las opiniones
de las primeras generaciones de musulmanes, que fueron después
atribuidas a Mahoma. En determinados casos se habrían conservado las
declaraciones genuinas del Profeta, aunque después se añadieran
opiniones teológicas o legales expuestas por musulmanes.

La comunidad islámica considera fundamental la práctica de cinco


deberes, conocidos como los cinco pilares del Islam.

De acuerdo con el absoluto compromiso del Islam con el monoteísmo, la


primera obligación es la profesión de fe o testimonio (shahada): “No hay
más dios que Alá, y Mahoma es su profeta”. Esta profesión, que debe ser
hecha pública por cada musulmán al menos una vez en su vida “de forma
verbal y con total asentimiento de corazón”, señala el ingreso de un
individuo en la comunidad islámica.

La segunda obligación es la salah, que consiste en realizar cinco


oraciones diarias. La primera oración tiene lugar antes de la salida del
sol; la segunda, al mediodía; la tercera, entre las tres y las cinco de la
tarde; la cuarta después de la puesta del sol, y la quinta antes de
acostarse y antes de la medianoche. Durante la oración, los musulmanes
miran en dirección a la Kaaba, una pequeña estructura de forma cúbica
situada en el haram o 'lugar inviolado' de la Gran Mezquita de La Meca.
Para orar hay que permanecer al comienzo de pie, acto seguido hacer
una genuflexión a la que suceden dos postraciones, y, por último, ha de
tomarse asiento. En cada una de estas posiciones se recitan
determinadas oraciones y fragmentos del Corán.

Como paso previo al inicio de la oración, el devoto tiene que hacer las
abluciones pertinentes. Antes de cada oración comunitaria, el almuédano
(del árabe al-mu'addin, “el que llama a oración”) o muezín hace una
llamada pública desde un minarete (o alminar) de la mezquita. En tiempos
recientes, “la llamada” se hace a través de sistemas de megafonía, para
que se pueda oír a distancia.

El viernes es el día santo para el Islam. En dicho día, a primera hora de


la tarde, se realizan en las mezquitas oraciones especiales de carácter
comunitario. Son precedidas por un sermón desde el púlpito, pronunciado
por el imán, llamado también el jatib. En los dos días de fiesta religiosa
anual, llamados ids (uno de ellos tan pronto concluye el mes de ayuno del
Ramadán y el otro después de la peregrinación a La Meca), se celebran
por la mañana oraciones especiales seguidas de sermones.
La tercera obligación fundamental de un musulmán es pagar la
denominada zakat o limosna (Corán 2, 263/64 a 275/74). Éste fue en un
principio el impuesto exigido por Mahoma (y después por los estados
musulmanes) a los miembros acomodados de la comunidad, sobre todo
para ayudar a los pobres. También se utilizó para captar conversos al
Islam, así como para la redención de cautivos de guerra, para el auxilio
de personas con grandes deudas, para la financiación del yihad (la guerra
por la causa del Islam o guerra santa), que según los comentaristas del
Corán engloba el bienestar y la educación. Sólo cuando se ha entregado
la zakat se considera legítima y purificada el resto de la propiedad y
fortuna de un musulmán. En la mayoría de los estados musulmanes la
zakat ya no es recaudada por el gobierno y se ha convertido en una
limosna voluntaria, aunque su pago sigue siendo considerado como una
obligación esencial de todos los musulmanes.

La cuarta obligación es el ayuno, o saum, durante el mes del Ramadán.


Incluso durante los cálidos veranos la mayoría de los musulmanes
observa con rigor el ayuno. Durante el mes de ayuno las personas deben
abstenerse de comer, beber, fumar y mantener relaciones sexuales
desde el amanecer hasta la puesta del sol, y evitar todo pensamiento o
acto pecaminosos. Quienes puedan permitírselo deben, además, dar de
comer como mínimo a un pobre. Si una persona no puede cumplirlo por
encontrarse enferma o de viaje, no es necesario que ayune en ese
momento, aunque deberá hacerlo en días posteriores.

La quinta obligación del musulmán es el hach, la peregrinación a la


Kaaba, en La Meca. Todo musulmán adulto, capacitado físicamente y
dotado de bienes suficientes debe realizar esta peregrinación por lo
menos una vez en su vida. Celebrado durante los primeros 10 días del
último mes del año lunar, el rito exige que los peregrinos se encuentren
en un estado de absoluta pureza. Los elementos principales de este
prolongado rito son dar siete vueltas a la Kaaba, correr por siete veces a
paso ligero entre los dos túmulos próximos al santuario, separados entre
sí unos 400 metros. Con ello se completa la denominada “peregrinación
mayor”. La “peregrinación menor” incluye la visita a los lugares
próximos de Mina y Arafat, y la realización de diversos ritos como la
lapidación con siete piedrecillas de tres puntos, estas últimas, evocan las
tres veces que Abraham fue tentado por el demonio.

La ley islámica está basada en cuatro fuentes o fundamentos del


Derecho. Las dos primeras son las fuentes documentales: el Corán y la
tradición, representada por la Sunna y el Hadit. La tercera fuente es la
llamada ijtihad (opinión individual responsable) y se utiliza cuando un
problema no está tratado en el Corán o en la Sunna; en este caso un
jurista puede resolver el problema por medio de un razonamiento (qiyás)
analógico. Estos razonamientos se utilizaron por primera vez cuando los
teólogos y juristas islámicos en países conquistados tuvieron que hacer
frente a la necesidad de integrar leyes y costumbres locales, con el
Corán y con la Sunna. Más tarde las autoridades islámicas consideraron
que este pensamiento original era una amenaza para el Corán y la Sunna,
e impusieron normas estrictas, limitando su uso. Pero a consecuencia de
los profundos cambios operados en la comunidad musulmana mundial en
las últimas décadas, se ha puesto un renovado énfasis en el pensamiento
innovador de la ijtihad. La cuarta fuente es el consenso de la comunidad
(ijma), que se logra descartando de forma gradual determinadas
opiniones y aceptando otras. Ya que el islam no tiene una autoridad
dogmática oficial, el ijma es un proceso informal que por lo general
requiere un largo período de tiempo.

En el Islam surgieron cinco escuelas jurídicas, cuatro suníes y una shií.


Las cuatro escuelas suníes aparecieron en los dos primeros siglos del
islam: la shafí, la hanafí, la malikí y la hanbalí. Todas utilizan de forma
sistemática el razonamiento, para esclarecer cuestiones legales no
resueltas por el Corán o la Sunna. Difieren ante todo por el énfasis que
ponen en la autoridad textual o en el razonamiento analógico, pero cada
escuela reconoce las conclusiones de las demás como legítimas y dentro
del marco de la ortodoxia islámica. Cada escuela tiende a ser la
hegemónica en determinadas regiones del mundo: la hanafí, en el
subcontinente indio, Asia Central, Turquía y en cierta medida en Egipto,
Jordania, Irán e Irak; la malikí, en el norte de África; la shafí en el
Sureste asiático; y la hanbalí, en Arabia Saudita. La escuela shií (llamada
jafarí) domina en Irán

4) Sus restricciones:

El alcohol está prohibido: Los musulmanes son los seguidores


del Islam, la cual es una religión monoteísta basada en el Corán. Ellos
tiene prohibido beber alcohol, por considerarse que “denigra” al ser
humano al alterarlo y sacarlo de sus sentidos normales. Incluso
algunas leyes islámicas castigan su uso.

No pueden ir a la universidad
En algunos países de mayoría musulmana, como es el caso de Irán, está
prohibido el ingreso de las mujeres a algunas carreras universitarias, con
el argumento de que ciertos estudios sólo pueden ser cursados por el
género masculino. No obstante, muchas organizaciones critican esta
medida por considerarla machista.

La pornografía no está permitida


La religión islámica prohíbe a los musulmanes consumir pornografía,
porque también es considerada “denigrante” según sus
patrones morales. Sin embargo, las nuevas tecnologías y la cercanía de
algunos países árabes con Europa hace que el control de esta norma
religiosa sea difícil de llevar en la actualidad.
 
No a la muñeca Barbie americana
A mediados del año 2012, el Ministerio de Cultura y Guía Islámica iraní
decidió decretar la prohibición de la reproducción de algunas  imágenes
occidentales, tales como las conocidas muñecas Barbie, siendo
reemplazadas por motivos islámicos.
 
Ni la carne de cerdo ni la sangre
Siempre basándose en el libro sagrado del Corán, la religión islámica
prohíbe consumir carne de cerdo y la sangre de cualquier animal. Comer
cerdo está prohibido por ser considerado un animal “impuro”. Lo mismo
ocurre con la sangre, por lo cual a cualquier otro animal para consumo se
le debe sacar toda la sangre.

No a los correos electrónicos


De vuelta en Irán y esgrimiendo motivos de “seguridad”, el gobierno
de ese país árabe decidió prohibir el acceso a todos los servicios de
correo electrónicos provenientes del extranjero, tales como Gmail,
Yahoo o Hotmail. La idea es crear una red propia de e-mail.

Las mujeres no pueden salir solas ni conducir vehículos Las mujeres en


el no pueden viajar sin la autorización de un familiar masculino, otras no
pueden conducir un vehículo o asistir a un partido de fútbol. Hay las que
tras ser víctimas de abusos sexuales terminan en la cárcel y las que no
son entregadas por sus padres para pagar deudas.

Prohibiciones lúdicas especialmente los juegos de azar, loterías o


sorteos, provienen también del Corán. En Q. 5:3, 90 se les considera
como una perversidad. Las restricciones estéticas vienen regidas por las
reglas de la decencia y el pudor exigido en la vida social. Aunque están
especialmente orientadas a la mujer, también existen indicaciones para el
hombre: Q. 24:27-31, 58-60; 33: 53-59.

Las prohibiciones litúrgicas incluyen las reglas de la purificación, el


ayuno en Ramadán y la disciplina estricta en la vestimenta usada en la
peregrinación a La Meca. A ello se suman el abstenerse de beber, fumar,
observar la continencia sexual y todo cuidado personal superfluo. En
economía, se tenderá a evitar toda usura (Q. 2:275) y todo riesgo en los
intercambios. Quienes observan estrictamente estas prohibiciones
rechazarán contratos o actividades basadas exclusivamente en la
especulación.

Las prohibiciones geográficas se aplican especialmente a los no


musulmanes, que no pueden entrar en las ciudades santas de Medica y
Meca. En ellas, incuso los peregrinos tienen prohibidos el pastoreo o la
caza.

5) Como interpretan, celebran o condicionan estos actos en esa Religión

Coito: Si bien el islam tiene una vocación natalista, no prohíbe ni excluye


el goce sexual lícito; No obstante, la “sexualidad refinada” fue siempre
privilegio del estamento más pudiente y nunca encontró una plena
acogida en el pueblo llano de las ciudades y de los campos musulmanes.

Además debemos añadir que el sexo en el islam es ante todo asunto de


los juristas y ulemas. A través de los siglos se esforzaron por codificar
sus manifestaciones en una estricta legalidad basada en el Corán y la
Sunna, con su férreo control sobre la sociedad islámica. Hoy en día una
gran mayoría de musulmanes desconoce el patrimonio de la literatura
erótica del islam, aún vedado en muchos países islámicos.

El Corán y la Sunna (esencialmente el conjunto de los hadices) dictan la


relación ortodoxa del placer y del goce que establecen la armonía de la
pareja (heterosexual). En el islam, gozo y placer carnal aparecen
nítidamente como un indicio de apreciación de la “felicidad”.

Con la elaboración del derecho musulmán, ulemas (teólogos) y fuqahas


(juristas) elaboraron a partir de la segunda mitad del siglo VIII y del siglo
IX toda una nomenclatura sexual, con su perímetro de lo lícito (halal) y
sus impedimentos dogmáticos (haram). He aquí los más sobresalientes: la
desnudez de la pareja adámica, la castidad prematrimonial, la continencia,
la belleza, la seducción y la lujuria, la tentación y su antídoto, la
moderación, la poligamia, el adulterio, el desenfreno, la fornicación, el
repudio, los celos, el lugar de los eunucos, la frialdad sexual, la
flagelación de la pareja adúltera, la prohibición de la homosexualidad, la
sodomía, el velo de las mujeres, la proyección fantasmal de las huríes y
de las esposas del Paraíso.

Varias decenas de versículos están dedicados al régimen de bienes en el


matrimonio, al comportamiento ideal de la mujer en el seno de la familia,
al papel de los niños y el respeto que se debe a los hijos mayores.

En el islam pues toda sexualidad fuera del matrimonio está proscrita,


tanto para las mujeres como para los hombres.
Procreación: El Islam reconoce a la mujer como compañera plena e igual
del hombre en la procreación de la humanidad. Él es el padre, ella la
madre, y los dos son esenciales para la vida. Su papel no es menos vital
que el de aquél. Por esta razón su participación es la misma en todos los
aspectos; ella tiene derecho a los mismos derechos, asume las mismas
responsabilidades y hay en ella tantas cualidades y humanidad como en
las de su pareja.

Aparte del reconocimiento a la mujer como ser independiente, es vista y


aceptada igualmente como esencial para la supervivencia de la especie
humana, el islam le ha dado un participación en la herencia; es decir que
el islam considera a la mujer como ser indispensable para la
conservación de la humanidad, le da su importancia en la vida le dan su
lugar ya que son grande e importantes e incluso pudiendo ser herederas
de los bienes que dejen sus seres queridos sin importar si es hija,
hermana, esposa, madre.

Esta religión no acepta la inseminación, donación de esperma no acepta


este tipo de tratamientos en mujeres solteras, ni en parejas lesbianas, ni
tampoco en el matrimonio, Está prohibido que se produzca entre el
semen del esposo y el óvulo de otra mujer y que el óvulo fecundado se
introduzca en el útero de la esposa. También está prohibido que la
fecundación sea producida con el semen de otro hombre que no sea el
esposo, aunque el óvulo fecundado se deposite en el útero de la esposa.

La infancia. La adolescencia, La adultez, la senectud y el paso entre cada


eslabón:
La primera etapa es hasta la edad de 7 años.

Es esencial conceder la más absoluta prioridad a la educación y


edificación del carácter. La mejor forma de inculcar un buen
comportamiento en los niños es actuar con ellos de buena gana. Se
enfatiza el que los niños sean mantenidos en un medio ambiente
equilibrado. También es deseable el darles gradualmente una enseñanza
religiosa porque las impresiones adquiridas en la niñez son difíciles de
borrar y si durante la niñez se infunden el respeto y el amor por la
religión siempre permanecerá vinculado a ésta.

Segunda etapa: Ahora llega el período de la educación formal. La piedra


angular del futuro. El Islam ordena que en este tiempo se le debería dar
al niño la educación religiosa necesaria para que no pueda ser engañado
por nadie ni en la creencia ni en la acción.

Los niños son como una rama verde y tierna; pueden fácilmente ser
doblados en cualquier dirección. Si no se les concede la educación
religiosa adecuada en esta etapa, solamente AIlah puede entonces
salvarlos de las influencias engañosas.

Tercera etapa: Este es el período de ganar el sustento propio y también


en el que los hijos deberían casarse. En esta etapa, la responsabilidad de
los padres para con su descendencia llega a su fin. Si alguien educa a sus
hijos dentro de estos límites islámicos, puede esperar a su vez que sus
hijos cumplan su obligación para con ellos. "Entre las buenas fortunas de
un hombre se encuentra un hijo virtuoso”, según dicho del Profeta;

"Instruirse es deber de todo musulmán y de toda musulmana", Hadiz del


Mensajero de AIlah (B.P .D.).

El Islam enfatiza el respeto por todos los ancianos en la sociedad, los


niños tienen una responsabilidad especial hacia sus padres.

El Glorioso Corán dice:

. Tu Señor ha ordenado que sólo Lo adoréis a Él y que hagáis el bien con


los padres. Y si a alguno de ellos, o a los dos juntos, les llega la vejez
junto a ti, no les digas “uff” ni los rechaces, sino que háblales con buenas
palabras. Baja sobre ellos el ala de la humildad que viene de la
misericordia y di: ¡Señor mío! Ten piedad de ellos, al igual que ellos me
criaron cuando era pequeño.” [Noble Corán 17:23-24]

En estos versículos, se menciona la bondad hacia los padres junto con la


creencia en Un Solo Dios. Estos dos versículos reflejan la compasión, el
respeto y el sentido de responsabilidad que el Islam exige que los
creyentes tengan hacia sus padres.

El Islam establece que es obligatorio que los hijos sean responsables de


la manutención de sus padres una vez que los hijos se hayan
independizado.

Como se incorpora el niño a la región, a habitar el culto:

Cuando el niño alcanza los 3 años, enséñale siete veces a recitar: la ilaha
illal Lah (No hay más divinidad que Allah). Entonces déjalo en eso hasta
que tenga 3 años, 7 meses y 20 días; entonces enséñale a decir:
Muhammadun Rasulul Lah (Muhammad es el Mensajero de Allah).
Entonces déjalo en esto hasta que complete los 4 años y luego enséñale
siete veces a decir: sallal Lahu 'ala Muhammadin ua ali Muhammad
(Bendiciones a Muhammad y a la familia de Muhammad). Entonces déjalo
en eso hasta que alcance la edad de 5 años.
"Pregúntale después cual es su mano derecha y cuál su izquierda.
Cuando lo sepa, hazle volverse hacia la quiblah y dile que haga sayydah
(prosternación). Así debe continuar hasta que el niño tenga 6 años. En
ese momento se le debería decir que orase y se le debería enseñar el
ruku' (inclinarse) y la sayydah.

Cuando cumpla los 7 años, se le debería pedir que lavase sus manos y su
cara y que rezase, continuando así hasta que alcance la edad de 9 años,
cuando se le debería enseñar hacer wudu (ablución ritual antes de la
oración) y el salat (oración). Cuando aprenda apropiadamente hacer el
wudu y el salat, Allah perdonará las faltas de sus padres".

Cada fase de este valioso hadiz merece atención. Ved de qué manera tan
gradual se le enseña al niño sus deberes de la Shariah, sin poner sobre él
ninguna carga. Por supuesto que se le puede enseñar a un niño el wudu y
el salat en un corto período de tres o cuatro días cuando tiene 12 ó 13
años de edad. Pero esta enseñanza intensiva no tendrá los beneficios de
esa enseñanza gradual y temprana recomendada en el hadiz.

La sexualidad. La diversidad como se detalla en la religión:


La palabra awra (literalmente ‘ciego’), designa los órganos sexuales (que
deben esconderse en el hamman). El amor homosexual se conoce como
al-hûbb al-lûthi, mientras que la lesbiana es identificada de manera
imprecisa (y más bien negativamente) por la palabra sihaqo mûsahaqa.

La homosexualidad no es aceptada, pero no en todos los países


practicantes se persigue. Sólo donde se sigue la ley Islámica (Sharia)
este comportamiento se castiga severamente.

La ley hace una diferencia entre los homosexuales para dar un castigo: el
hombre “activo” es sentenciado a 100 azotes si es soltero, pero es
condenado a muerte si está casado; y el “pasivo” es condenado a muerte
sin importar su estado civil. Para las mujeres homosexuales la sentencia
va desde ser azotadas si son solteras, o sentenciadas a muerte si tienen
cónyuge.

Las relaciones sexuales durante la menstruación están estrictamente prohibidas

Para los musulmanes es muy importante la limpieza y la purificación del


cuerpo. Ellos consideran que la menstruación es un castigo hacia las
mujeres por haber cometido el pecado original, por lo que durante este
periodo su condición es impura: no pueden orar o realizar ayuno.
Al igual que a este proceso fisiológico, se consideran impuras acciones
como sostener el pene con la mano derecha mientras se orina, o
limpiarse con la mano derecha después de defecar.

Los métodos anticonceptivos están permitidos.

Matrimonio:
 

La poligamia está permitida

En el Islam se permite tener hasta cuatro esposas siempre y cuando él


pueda mantenerlas; sin embargo, no debe tener preferencia por ninguna
de ellas en la convivencia o en la cama.

A pesar de eso el matrimonio conlleva una gran responsabilidad tanto


para el hombre como para la mujer, pero son escasas las personas que
se dan cuenta de ello, y cuando lo intentan, lo hacen de modo
inadecuado. La ley islámica se distingue por dos conjuntos de reglas. Uno
pertenece al mismo Dios y el otro, a los seres humanos. El matrimonio,
por lo tanto, pertenece a la segunda categoría y debe considerarse como
su máximo defensor

el Islam no permite las relaciones sexuales, ni siquiera los actos


preliminares del amor físico fuera del matrimonio. Permanecer
sexualmente inactivo y casto antes del matrimonio constituye un
mandamiento muy importante del Santo Corán. El adulterio, la fornicación
y las relaciones íntimas secretas con el sexo opuesto constituyen un fallo
moral grave condenado enérgicamente con los términos más severos por
el Islam. Esta prohibición incluye citas amorosas, amores secretos y una
convivencia íntima experimental. Al ser considerados pecados graves,
acarrean severas penalizaciones. (Véase el Santo Corán, 24:3-4).

Existen varias condiciones que se deben de cumplir para que el


matrimonio sea legal:

El hombre y la mujer deben dar su consentimiento voluntario antes de


que se éste se realice,  El matrimonio debe hacerse público, con dos
testigos por parte de cada uno, presentes en la ceremonia. El Islam no
permite matrimonios secretos, La dote (mehr) es un regalo obligatorio
del marido a la mujer esta suma de dinero debe ser proporcional a los
medios del marido, Las parejas deben obtener un certificado legal de
matrimonio, así como otros requerimientos que exija la ley del país en
que residen, entre otros más.

La celebración de este necesita de testigos para realizar el contrato


matrimonial y a partir de la segunda noche se da el banquete de boda que
según la relación es uno para el hombre y otro para la mujer y allí se
invitan los familiares.

Muerte: Desde el punto de vista del Islam, la muerte es una parte más de
la vida terrenal. Todo lo que se sabe del futuro de un hombre desde el
día que nace es que alguna vez morirá, no se sabe en que lugar, a que
edad o cómo.

La idea de estar preparado para esta circunstancia de la vida merece


algunas reflexiones: Para el creyente, la vida de este mundo es un paso,
como un lugar de tránsito ligero que prácticamente no genera ningún
porcentaje en el todo si lo comparamos con la otra vida.

Existe la idea de Paraíso e infierno dentro del Islam, y toda la creación


será remitida al lugar correspondiente según sus obras e intenciones de
las mismas. La muerte es un hecho que evidencia también la igualdad de
los hombres ante Dios, es un signo de su justicia, la misma que
prevalecerá el Día del Juicio Final "donde quien haya hecho el bien del
tamaño de un grano de mostaza lo verá y quien haya hecho el mal del
tamaño de un grano de mostaza lo verá" , ya que independientemente del
grado de riquezas, posición o cultura que haya conseguido un ser en su
tránsito por esta vida, es seguro que no escapará de la muerte.

Los rituales fúnebres consiste en el lavamiento del cuerpo que es la


purificación, amortajamiento debe ser en tela blanca, ceremonia religiosa,
oración honras fúnebres y entierro.

En el caso de la mujeres recoge su cabello en una trenza en la espalda,


se limpia su cuerpo y se juntan aceites o perfumes, mientras que en el
caso de los hombres deben ser otros hombres quienes preparen el
cuerpo con 3 paños de algodón blanco para amortajar el cuerpo y 5 para
las mujeres, a la hora de trasladar el cuerpo se debe hacer en un ataúd
de madera sin tapa y cuando llegan al lugar donde va ser sepultado se
debe sacar del ataúd y depositar el cuerpo directamente en la tierra y
sobre su costado derecho, su cara debe estar dirigida a la meca, luego
del entierro hay unos días claves para visitar su tumba el tercero, el
noveno y por último a los 40 días

Alimentación:
La dieta en el islam se refiere a las normas alimentarias que la religión
musulmana impone a sus fieles.

La jurisprudencia islámica especifica qué alimentos son halāl (legal) y


cuáles son harām (ilegal). Esto se deriva de los mandamientos
encontrados en el Corán, el libro sagrado del Islam, así como en el Hadith
y Sunnah, que catalogan cosas que el profeta islámico Muhammad dijo
haber dicho y hecho. Las extensiones de estas reglas son emitidas, como
las fatwas, por mujtahids, con diversos grados de rigor, aunque no
siempre se considera que tengan autoridad.

Los únicos alimentos explícitamente prohibidos en el Corán son: carne de


animal ya muerto (carroña), la sangre, la carne de cerdo y la carne
dedicada a cualquier otra deidad que no sea Allah.

Sin embargo, se consideraría libre de pecado a aquel que, en una


situación de adversidad, hambruna o sin otra alternativa, consuma alguno
de estos productos (Corán 2:173). Esta es la «ley de necesidad» en la
jurisprudencia islámica: (Aquello que sea necesario hace lo prohibido
permisible)

Además, los musulmanes más concienzudos se abstienen de consumir


productos alimenticios que contienen extracto de vainilla o salsa de soja,
ya que estos productos alimenticios pueden contener alcohol.

Vestimenta:
El Corán, libro sagrado del islam, dicta una serie de normas que deben
respetarse a la hora de vestir, tales como ir con ropa estrecha para que
no se evidencien las formas del cuerpo, no usar tela transparente, evitar
los colores llamativos o fosforescentes, etc.

Los hombres musulmanes tienen menos exigencias en su código de


vestimenta que las mujeres. El requisito mínimo es que la ropa cubra el
cuerpo desde el ombligo hasta la rodilla. No deben usar ropa por debajo
de sus tobillos, y se les prohíbe usar seda y oro. Se espera que los
hombres musulmanes usen ropa suelta, modesta y digna.

El burka o burqa es un tipo de velo opaco que se ata a la cabeza y cubre


la cara a excepción de una franja situada a la altura de los ojos. El burka
completo o burka afgano cubre el cuerpo y la cara enteramente, llegando
hasta los tobillos. Lleva una rejilla de tela para permitir la visión.

El khimar es un velo largo que cuelga hasta el pecho sin llegar a la


cintura. Cubre completamente el pelo, el cuello y los hombros, dejando la
cara al descubierto.

Chilaba esta es una túnica suelta con mangas largas o cortas, y un


capuchón. Se utiliza en el Magreb, Marruecos, La Región Norte de África,
en países del mediterráneo. Suele elaborarse o de algodón en verano o
de lana en invierno.
El al-amara es un velo de dos piezas. Se compone de una tapa ajustada,
por lo general hechas de algodón o poliéster, y una bufanda similar a un
tubo que lo acompaña.

El shayla es una bufanda larga y rectangular popular en la región del


Golfo. Se envuelve alrededor de la cabeza y se echa sobre el hombro.

Música: La música islámica es música religiosa musulmana, cantada o


interpretada en servicios públicos o celebraciones privadas. El Islam se
sitúa principalmente en Oriente Medio, Norte de África, Irán, Asia Central
y Asia del sur. Debido a que el Islam es una religión multicultural, la
expresión musical de sus creyentes es diversa. Los estilos indígenas
iníciales han pasado a música de creyentes muy popular entre los
musulmanes.

El Islam fue el crisol de un arte musical que se plasmó como fruto de una
permanente interacción entre árabes, persas, turcos e hindúes. Este
abarca una extensa área de Asia Occidental y el norte de África cuya
cultura musical está dominada por los pueblos islámicos arabófonos,
persófonos y turcófonos y está integrada por un sistema único aunque
heterogéneo en el que están incluidas la música litúrgica, clásica,
folklórica y moderna. Los pueblos de Afganistán, Pakistán, el Asia
Central ex-soviética y el Cáucaso comparten elementos de este sistema
de modo periférico. La tradición musical del Islam se remonta a sus
orígenes abrahámicos y mosaicos. Los cantos y danzas rituales
caracterizaron a la religión de los Hijos de Israel, como se comprueba en
las historias bíblicas de Moisés y David, la Paz sea con ellos (cfr.
Génesis, 31, 27; Exodo 15, 1-21; 2 Samuel, 6, 5). En el primer libro de
Samuel, capítulo 10, versículo 5, podemos leer: «...al entrar a la ciudad te
encontrarás con un grupo de profetas bajando del excelso, precedidos de
salterios, tímpanos, flautas y arpas, y profetizando»; y en el capítulo 16,
versículo 23: «Cuando el espíritu de Dios se apoderaba de Saúl, David
tomaba el arpa, la tañía con su mano, y Saúl sentía alivio y bienestar,
pues se retiraba de él el espíritu malo». La primera práctica musical del
Islam fue y es en la mezquita. Esta consiste en la llamada a la oración a
cargo del muecín, al que puede juzgarse por el impacto emocional de voz
y su fraseología musical. La segunda música fundamental del Islam en la
mezquita es la lectura o salmodia del Sagrado Corán, labor encomendada
a un solista, el almocrí (del árabe muqri’) que emplea una profusa
ornamentación. Esta desarrolló la ‘ilm al-qira’a, (ciencia de la recitación).
El lugar de reunión y su ambientación: El lugar que los musulmanes
utilizan para reunirse se denomina como mezquita; Una mezquita es un
lugar de culto para los seguidores de la fe islámica. Los musulmanes
generalmente se refieren a las mezquitas por su nombre arábigo, masŷid
pronunciado: en plural masāŷid. La palabra "mezquita" se usa en español
para referirse a todo tipo de edificios dedicados al culto islámico, pero en
árabe existe una diferencia entre las mezquitas privadas, más pequeñas,
y las mayores, de uso colectivo (masŷid ŷāmi); mezquita aljama, en
español), que albergan a una comunidad mayor y disponen de más
servicios sociales. Estas construcciones tienen sus orígenes en la
Península arábiga, pero en la actualidad se pueden encontrar en los cinco
continentes.

El propósito principal de la mezquita es servir de lugar donde los


musulmanes puedan reunirse para orar. Si bien hoy en día no son solo
conocidas en todo el mundo por su importancia general para la
comunidad musulmana, sino también como muestras de la arquitectura
islámica. Desde el punto de vista arquitectónico, las mezquitas han
evolucionado significativamente desde los espacios al aire libre, como lo
fueron en su momento las de Quba y Masŷid an-Nabawī en el siglo VII.
Hoy en día la mayoría de las mezquitas tienen cúpulas elaboradas,
minaretes y salas para orar. Culturalmente, las mezquitas no son solo
lugares para orar, sino también lugares para aprender sobre el Islam y
conocer a otros creyentes.

La mayoría de las mezquitas están construidas en mármol y piso esta


cubierto de una alfombra hecha a mano, la cual es una sola pieza de gran
tamaño no tiene uniones de otros pedazos de tela, en estas mezquitas
hay espacios o ventanas que apuntan a la meca no hay imágenes y no
suelen tener asientos ya que los musulmanes se arrodillan sobre la
alfombra, estos lugares suelen tener una arquitectura especial y con
acabados llamativos.

Que connotación tiene el sol, la luna y otros elementos celestes en el


culto:
La creciente y estrella es un símbolo que consiste en una Luna con una
estrella (en general, esta estrella no es tal, sino que se trata del planeta
Venus) junto a su lado cóncavo. En su forma moderna la estrella
usualmente tiene cinco puntas. La luna creciente o medialuna se
considera como un símbolo que representa al Islam
el símbolo se asoció con su diosa patrona Artemisa y su versión
romanizada Diana con la griega jónica o caria Hécate, y se utiliza como
una representación de las diosas de la Luna en la época grecorromana.
Las representaciones antiguas del símbolo siempre muestran la media
luna con cuernos o sin ellos apuntando hacia arriba y con la estrella (a
menudo con ocho rayos) colocada dentro de la media luna usadas como
protección y buena fortuna. Este arreglo también se encuentra en las
monedas del Imperio sasánida, luego de la conquista del Imperio
bizantino. Por parte del Imperio otomano mucho de la cultura bizantina
grecorromana llegó a fusionarse con las culturales de su invasor y
conquistador de origen en Asia Central. Probablemente con el tiempo el
símbolo fue adoptado como una forma de manifestación de identidad
étnico-religiosa por todo el imperio siendo o no de origen Turco, eso
provocó que muchos de los países que se formaron luego de la disolución
del imperio usaran el símbolo para representar su religión. Tanto así que
se volvió un símbolo del Islam mundialmente conocido, tanto que
sobrepasó las fronteras del antiguo imperio y llegó a otros países
musulmanes fuera del imperio.

Se ha dicho también que la razón por la que los musulmanes adoptaron el


cuarto creciente fue que cuando conquistaron algunas tierras
occidentales las iglesias y otros edificios tenían cruces sobre ellas,
entonces los musulmanes en un acto de imitación reemplazaron estas
cruces por cuartos crecientes y la costumbre luego se difundió.

Cual sea el caso, los símbolos, estandartes y banderas deberían ceñirse


también a las enseñanzas del Islam, y en tal caso debemos repetir que no
hay evidencias de que este símbolo esté prescripto en el Islam, por lo
tanto lo mejor y más recomendable para los musulmanes es no usarlo.
Entonces, la verdad es que ni la estrella ni el cuarto creciente son
verdaderamente símbolos del Islam, aun cuando muchos musulmanes los
usen de tal forma.

Con respecto a lo que los musulmanes creemos acerca de la luna y las


estrellas, creemos que son parte de la creación de Dios, que su uso como
símbolos no pueden ni beneficiar ni perjudicar a la gente y que no tienen
ninguna influencia sobre el desarrollo de los eventos domésticos o la
personalidad de la gente. Dios las ha creado y son para beneficio de la
humanidad, y puede verse un ejemplo de esto en el verso en el cual Dios
dijo (traducción del significado):

“Te preguntan acerca de las fases de la luna. Diles: Son un signo para
que los hombres puedan fijar con ellos sus fechas y la de la
peregrinación” (Al-Báqarah, 2:189).

“Hemos hecho del día y de la noche dos signos: el signo de la noche es


la oscuridad [para que os apacigüéis y descanséis] y el del día la
luminosidad para que busquéis el favor de vuestro Señor [el sustento], e
hicimos que con estos dos signos pudierais saber el número de años y
meses. Todas las cosas las hemos explicado detalladamente” (Al-Isrá’,
17:12).

“Él es Quien hizo que el Sol tuviese luz propia y determinó que la Luna
reflejase su luz en distintas fases para que podáis computar el número de
años y los meses. Allah no creó esto sino con un fin justo y verdadero; y
aclara los signos para quienes los comprenden” (Yunús, 10:5).

Con respecto a las estrellas, los eruditos del Islam han afirmado que Dios
ha concedido a la humanidad tres utilidades a través de ellas: adornar los
cielos, elementos para castigar a los demonios, y como guías para la
navegación. En la obra Sahih Al-Bujari, en el capítulo Bad’ al-Jalq, Dios
dijo (traducción del significado):

“Y Él es Quien ha creado las estrellas para que vosotros podáis guiaros


con ellas [cuando os encontráis viajando] en las tinieblas de la tierra y
del mar. Por cierto que hemos evidenciado los signos para quienes
reflexionan” (Al-An’ám, 6:97).

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