� �Ahora que lo pienso te tengo a ti!

T� ser�s quien me ayude en esta dif�cil

situaci�n. �Venga, no perdamos tiempo, ag�chate!

El desconcertado caballo obedeci� y se tumb� en el suelo. Entonces, el hombre

coloc� sobre su lomo los dos sacos de harina, y seguidamente arrastr� al burro para
acomodarlo tambi�n sobre la montura. Cuando tuvo todo bien atado le dio unas
palmaditas cari�osas en el cuello.

� �Ya puedes ponerte en pie!

El animal puso cara de p�nico ante lo que se avecinaba.

� S�, ya s� que es much�simo peso para ti, pero si queremos salvar a nuestro amigo
solo podemos hacerlo de esta manera. �Prometo que te recompensar� con una buena
raci�n de forraje!

El caballo solt� un relincho que son� a quejido, pero de nada sirvi�. Le gustara o
no, deb�a realizar la ruta de regreso a casa con un cargamento descomunal sobre la
espalda.

������

Gracias a la r�pida decisi�n del molinero llegaron a tiempo de que el veterinario

pudiera reanimar al burro y dejarlo como nuevo en pocas horas. El caballo, por el
contrario, se qued� tan hecho polvo, tan dolorido y tan d�bil, que tard� tres
semanas en recuperarse. Un tiempo muy duro en el que tambi�n lo pas� mal a nivel
emocional porque se sent�a muy culpable. Tumbado sobre el heno del establo
lloriqueaba y repet�a sin parar:

� Por mi mal comportamiento casi pierdo al mejor amigo que tengo� �C�mo he podido
portarme as� con �l?� �Ten�a que haberle ayudado!� �Ten�a que haberle ayudado desde
el principio!

Por eso, cuando se reunieron de nuevo, con mucha humildad le pidi� perd�n y le
prometi� que jam�s volver�a a suceder. El burro, que era un buenazo y le quer�a con
locura, acept� las disculpas y lo abraz� m�s fuerte que nunca.

Moraleja: Esta f�bula nos ense�a lo importante que es cuidar, respetar y acompa�ar
a las personas que amamos no solo en los buenos tiempos, sino tambi�n cuando
atraviesan un mal momento en su vida. No olvides nunca el sabio refr�n espa�ol:
�Hoy por ti, ma�ana por m�.