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¿Qué es PAGARE?
Origen
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Reseña Histórica
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Requisitos literales: presunciones leales.
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2.- “La promesa incondicional de pagar una suma determinada de dinero”.
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querido obligar cambiáriamente, es el requisito formal por excelencia, su
omisión provoca la inexistencia de la obligación, y en consecuencia, la del
título. Si el suscriptor es el que firma el documento no hay duda, pero
cuando lo hace por él un tercero, es indispensable que además de la firma
del representante sea patente su nombre, y cuando la obligada sea una
persona moral, debe constar el carácter – gerente administrador, etc.-de
quien firma el documento.
Derechos y obligaciones
Suscriptor.
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literalidad del pagaré, respecto del tiempo del pago, el lugar del cobro, las
personas que podrán y deberán hacerlo, así como no pagar más de la
cantidad obligada. El suscriptor tiene el derecho principal de exigir, contra el
pago, la devolución del pagaré.
La LGTOC, en el Art. 174, 3er párrafo del término aceptante, no implica que
el pagaré exista, como en la letra. Establece que “el suscriptor del pagaré se
considera como aceptante para todos los efectos” de las disposiciones de la
letra que también le son aplicables.
Beneficiario.
Pagaré domiciliario.
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PAGARÉ BURSÁTIL
Pagaré
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mismo los pagos parciales que reciba y extenderá recibo por separado, en
cada caso, si se rechaza el pago parcial perderá su derecho a cobrar a los
obligados indirectos el pago rechazado.
Si no se exige el pago del título a su vencimiento, cualquier obligado
puede liberarse de su obligación consignando en el Banco de México el
importe del título a expensas y riesgo del tenedor y sin necesidad de dar
aviso.
Si no hay fecha de vencimiento (a la vista), se tienen 6 meses para exigir
su pago contados desde la fecha del pagaré, este plazo se puede ampliar,
reducir o prohibir la presentación antes de determinada época.
Pago.
Pago voluntario.
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8.- En el caso 5 el pagaré no se extingue, y el suscriptor queda obligado
hasta que compruebe la valides de su pago (legitimidad).
Tipos de vencimiento:
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Ejercicio de las acciones cambiarias en el pagaré
Protesto:
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Si el pagaré no tiene fecha de vencimiento, se puede presentar para su
pago en cualquier momento y protestarse ahí mismo o dentro de los 2 días
posteriores; en caso de tener fecha de vencimiento, se protestará dentro de
los 2 días hábiles siguientes a la misma. Cuando son a cierto plazo vista se
tiene 6 meses para presentarlo.
La obligación del protesto se puede suprimir si se inserta la cláusula "sin
gastos", "sin protesto" u otra equivalente. Si aún así se protesta, los gastos
del protesto serán por cuenta del tenedor.
La sanción de falta de protesto es la pérdida de las acciones cambiarias
de regreso.
Su utilidad actual
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4.- Como garantía colateral. Una doble protección similar a la que se
observan los contratos/pagarés, paro no estampada en el mismo
documento, se presenta con frecuencia en la venta industrial, y en la venta
inmobiliaria a gran escala en las que la empresa proveedora requiere del
cliente/deudor la firma adicional y, por separado de los contratos causales
de pagarés por montos singulares y, en número equivalente, las cantidades
que en su caso quede a deber.
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10.- Papel comercial bursátil. Una de las más socorridas fuentes de
financiamiento en el medio bursátil, esta representada por los denominados
pagaré de mediano plazo, pagaré bursátil y papel comercial.
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Dentro del catálogo de instrumentos de este tipo se tiene al pagaré, que
junto con el cheque es, a no dudarlo, el título cambiario de mayor jerarquía
debido al uso que de él hace el común de las personas; a su vez, como una
de las especies del primero se encuentra el llamado "pagaré a la vista", que
constituirá el objeto central del presente trabajo, en el cual intentaremos
encontrar una solución integral que explique las mecánicas de vencimiento
de tales títulos, sobre todo porque al respecto y a causa de la falta de
claridad de la Ley, se han planteado distintas interpretaciones, que
básicamente se orientan en dos criterios:
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exigible al arbitrio del beneficiario, puesto que a este respecto existen
normas precisas y concretas, y en consecuencia, no es legalmente posible
despachar ejecución con base en un título de crédito no vencido, porque su
exigibilidad es un requisito esencial para la procedencia de la vía. Ahora
bien, aunque el demandado no haya apelado del auto de ejecución ni
opuesto excepciones en relación con el hecho de que los pagarés base de la
acción no estuvieran vencidos, el juez, al pronunciar sentencia, debe
primordialmente examinar la procedencia de la vía y resolver que ésta no
puede prosperar porque los documentos mercantiles, si bien contienen una
deuda liquida ésta no era exigible por falta de vencimiento". (Semanario
Judicial de la Federación, Quinta Epoca, Tomo CXXIV, página 474, Tercera
Sala, Unanimidad de cinco votos) y "PAGARE A LA VISTA, VENCIMIENTO
DEL. El contenido de los artículos 171 y 174 de la Ley General de Títulos y
Operaciones de Crédito, permite establecer que el vencimiento de un
documento pagadero a la vista surge cuando es presentado al obligado para
su pago y no es cubierto, actualizándose así la condición a que está sujeta la
procedencia de la acción por vencimiento del título; por tal motivo, si antes
de ejercitarse la acción cambiaria directa, el documento no fue puesto a la
vista del deudor para su pago, no hay vencimiento y, por ende, no procede
la acción" (Visible a página 715, Tomo VI, Novena Epoca, septiembre de
1997, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
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procedimiento en el cual es exhibido como fundatorio del derecho reclamado
por el actor.
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punto hacer la siguiente acotación: Que el protesto sirve para probar frente
a los obligados en vía de regreso que el principal obligado, o sea el
suscriptor del pagaré, rehusó el pago y que por ende a ellos les ha surgido
el deber de satisfacer el importe del título; por lo mismo, habría que pensar
que el protesto carece de sentido cuando el pago se reclama judicialmente
al propio obligado principal, a quien nada se le tiene que demostrar sino que
el documento se encuentra insoluto, lo cual se infiere lisa y llanamente de la
circunstancia de que el tenedor aún lo tiene en su poder, cobrando aquí
conducencia lo estipulado por el numeral 129 de la ley, que al disponer que
el pago de la letra debe hacerse precisamente contra su entrega, genera la
presunción de que el título que permanece bajo el dominio de su legítimo
tomador, aún no ha sido pagado. Por ello es que el criterio reiterado de los
tribunales encargados del control de constitucionalidad ha sido en el sentido
de que la prueba de la presentación al cobro llegada la fecha de
vencimiento, no es necesaria para el ejercicio de la acción cambiaria directa,
puesto que la circunstancia de que el beneficiario lo tenga en su poder
acredita que no ha sido pagado, idea ilustrada en la tesis “ACCION
CAMBIARIA DIRECTA, LA FALTA DE PRESENTACION DEL TITULO PARA SU
PAGO, NO IMPIDE EL EJERCICIO DE LA", que en lo conducente señala: "No
son necesarios para el ejercicio de la acción ni la prueba de haberse
presentado el título para su pago precisamente el día del vencimiento, ni
tampoco haber dejado transcurrir el plazo del protesto, puesto que éste
tampoco es necesario tratándose de la acción cambiaria directa..." (tesis
número 1, a la página 3, del Apéndice 1917-1985 al Semanario Judicial de la
Federación, Cuarta Parte), parecer que estimamos no aplicable en
tratándose de pagarés a la vista, dado que de la propia tesis se deduce que
se alude en ella a títulos con vencimiento a día fijo
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cambiaria directa, y vendría siendo un total contrasentido -jurídicamente
hablando- que un título no vencido, o sea, que consigna una deuda no
exigible, empezare a verse amenazado con la pérdida de la acción.
Inclusive, el artículo 1040 del Código de Comercio corrobora lo antes dicho,
al sostener que la prescripción mercantil negativa comienza a contar desde
el día en que la acción pudo ser legalmente ejercitada en juicio, lo cual
implica pues que cumplidos los seis meses a que alude el artículo 128 de la
Ley, el documento se vence por sí sólo, sin necesidad de haberlo puesto a la
vista del obligado a su pago ni de probar la presentación, pudiendo la acción
ser judicialmente intentada sin necesidad de ningún requisito previo, esto
máxime si se atiende lo establecido por el último párrafo del artículo 173.
Piénsese en lo siguiente: en los títulos con vencimiento a día fijo no se exije
la prueba de su presentación al cobro -el protesto- para el ejercicio de la
acción cambiaria directa, siendo varias las razones que llevan a concluir así:
primeramente, si el título ya se encuentra vencido porque pasó la fecha para
su pago, ya no cumple la función que lo caracteriza en cuanto a que está
destinado a circular, puesto que inclusive su transmisión ya no opera
mediante el endoso sino que se sujeta a los efectos de una cesión ordinaria;
además, un cambial en esas condiciones no goza de aceptación pues
estando vencido y aun en manos del tomador o beneficiario, ello no puede
significar otra cosa sino que el obligado principal rehusó el pago; en tal
tesitura al tenedor no le queda sino demandar al suscriptor, a quien nada se
le tiene que probar mediante ningún protesto, en la inteligencia de que el
firmante del título sabe desde que lo emitió, cuando vence su obligación, por
lo cual para no incurrir en incumplimiento y evitar la acusación de réditos
moratorios, tiene expedito su derecho para depositar el importe del
documento de acuerdo con el artículo 132 de la ley. Igual como los títulos
con vencimiento a día fijo circulan cambiáriamente en el lapso que media
entre su nacimiento y la fecha fijada para el pago, en tratándose de aquellos
a la vista, circulación cambiaria se verifica durante el plazo de seis meses
que siguen a su suscripción, período dentro del cual se encuentran dotados
de todas las cualidades que les son inherentes, lo que se colige porque una
vez colmado ese lapso los documentos deben tenerse como vencidos,
inferencia que surge toda vez que entonces se inicia el cómputo de la
prescripción, que implica que el derecho de crédito incorporado se
encuentra en vías de extinción; tales títulos por tal motivo ya no serían
aptos para transmitirse cambiáriamente, restando sólo exigir su cobro, que
cuando se intenta frente al obligado principal no requiere la prueba del
previo requerimiento, dado que el suscriptor no puede eximirse bajo ningún
pretexto -como no fuere apoyado en una excepción oponible debidamente
demostrada- de satisfacer el importe de la obligación asumida, tal cual reza
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el artículo 87 de la ley. Pensar de otra forma menoscabaría la confianza que
debe imperar en materia cambiaria y que descansa en que siempre, aún
extinguidas las acciones de regreso, existe un derecho de crédito con cargo
a quien emitió el título. Luego, cuando los cambiales exhibidos por el actor
ostenten como fecha de suscripción una anterior a los seis meses previos a
la presentación de la demanda ejecutiva, ha de conceptuarse que los títulos
a la vista de suyo se encuentran vencidos y reunen por ende los extremos
que el documento que apareja ejecución debe revestir, a saber: consignar
deuda cierta, líquida y exigible.
C O N C L U S I O N E S:
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5.- La no presentación del título al suscriptor dentro del plazo de
seis meses no afecta la procedencia de la acción cambiaria directa,
repercutiendo tan sólo respecto de los obligados en vía de regreso (caducan
las acciones en contra de éstos).
6.- Son dos pues las formas de como se obtiene el vencimiento
de un pagaré a la vista:
a).- Dentro de los seis meses siguientes a su fecha,
presentándolo al obligado.
b).- Dejando transcurrir el plazo de presentación, entonces el
crédito vence por sí sólo.
*Magistrado adscrito a la Segunda Sala (Civil)
Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Sinaloa
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Iniciativa con proyecto de decreto por el que se adiciona la fracción VII al
artículo 170 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito.
Transitorios
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VI.- La firma del suscriptor, o de la persona que firme a su ruego o en su
nombre.
ARTÍCULO 172.- Los pagarés exigibles a cierto plazo de la vista deben ser
presentados dentro de los seis meses que sigan a su fecha. La presentación
sólo tendrá el efecto de fijar la fecha del vencimiento y se comprobará en
los términos del párrafo final del artículo 82.
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