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Estudio revela la dificultad de las personas con autismo

para procesar simultáneamente sonidos e imágenes


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Autismo Diario January 15, 2014

Como ver una película extranjera mal doblada, los niños con Trastornos del Espectro del
Autismo (TEA) tienen problemas para integrar simultáneamente la información de sus ojos
y de sus oídos, según concluye un estudio del Centro Médico de la Universidad de
Vanderbilt, en Nashville, Estados Unidos, publicado en ‘The Journal of Neuroscience‘.
El trabajo, dirigido por Mark Wallace, director del Vanderbilt Brain Institute, es el primero en
mostrar la relación y sugiere fuertemente que los déficits en los bloques de construcción
sensoriales para el lenguaje y la comunicación en última instancia pueden obstaculizar las
habilidades sociales y de comunicación en los niños con autismo.

“Hay una enorme cantidad de esfuerzo y energía volcados en el tratamiento de niños con
autismo, pero prácticamente nada de ello se basa en una sólida base empírica ligada a la
función sensorial”, señala Wallace. “Si podemos solucionar este déficit en la función
sensorial temprana, entonces, tal vez, podamos ver beneficios en el lenguaje y la
comunicación y las interacciones sociales”, baraja este experto. El mal procesamiento
sensorial puede generar un efecto en cascada que altere el funcionamiento de otras tareas
relacionadas y por tanto dificultar también los procesos de aprendizaje de lenguaje, la
dificultad de asociar de forma coherente los sonidos con las imágenes, en una especie de
disociación de ambos estímulos, genera a su vez una problemática a la hora de cohesionar
adecuadamente la información, generando situaciones de saturación sensorial que pueden
desembocar en estados de ansiedad.

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A su juicio, los resultados de la investigación podrían tener aplicaciones mucho más
amplias debido a que el funcionamiento sensorial también cambia en discapacidades del
desarrollo como la dislexia y la esquizofrenia. En el estudio, científicos de Vanderbilt
compararon 32 niños con desarrollo típico de entre 6 y 18 años de edad con 32 niños de
alto funcionamiento con autismo, haciendo coincidir los grupos en prácticamente todas las
formas posibles, incluyendo el cociente intelecutal.

Los participantes del estudio


trabajaron a través de una batería de
tareas diferentes. Los investigadores
usaron diferentes tipos de estímulos
visuales, como destellos simples y
sonidos; estímulos ambientales más
complejos, como un martillo
golpeando un clavo, y estímulos del
habla y se pidió a los participantes que
Mark Wallace, autor principal del estudio
dijeran si los acontecimientos visuales
y auditivos ocurrieron al mismo
tiempo.

El estudio encontró que los niños con autismo tienen un agrandamiento en un área
conocida como la ventana de la unión temporal, es decir, el cerebro presenta problemas
para asociar los acontecimientos visuales y auditivos que suceden dentro de un cierto
periodo de tiempo.

“Los niños con autismo tienen dificultades para procesar la entrada simultánea por los
canales de audio y visuales. Es decir, que se encuentran con problemas para integrar la
información simultánea de sus ojos y sus oídos”, resume el coautor Stephen Camarata,
profesor de Ciencias de la Audición y del Habla. “Es como si estuvieran viendo una
película extranjera que está mal doblada, las señales auditivas y visuales no coinciden en
sus cerebros”, pone como ejemplo.

En una segunda parte del estudio, los científicos encontraron que los niños con autismo
también muestran debilidades en cómo de fuertes estaban “consolidados” o asociados los
estímulos del lenguaje audiovisual. “Una de las imágenes clásicas de los niños con
autismo es que tienen sus manos sobre sus oídos. Una de las razones puede ser que
estén tratando de compensar sus cambios en la función sensorial atendiendo únicamente
a un sentido, lo que puede ser una estrategia para minimizar la confusión entre los
sentidos”, apunta Wallace. Básicamente vemos una situación de una mala “sintonización”
de los diferentes canales sensoriales, generando por tanto un procesamiento erróneo de
esta información. Y por consiguiente

Este nuevo estudio viene a reafirmar algo que en la práctica diaria ya era obvio, pero la
relevancia de estos trabajos es que vienen a dar una mayor fortaleza al Trastorno del
Procesamiento Sensorial como una comorbilidad en los Trastornos del Espectro del
Autismo y de la relación directa con el desarrollo del lenguaje. Así como a dar la
importancia que una intervención específica en este campo tiene, aspectos que nos
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ayudan también a comprender más los problemas de aprendizaje, o porqué el trabajo de
los terapeutas especializados en Integración Sensorial es tan importante.

Para saber más:

Mark T. Wallace et al. Multisensory Temporal Integration in Autism Spectrum


Disorders. The Journal of Neuroscience, 15 January 2014, 34(3):691-697;
doi:10.1523/JNEUROSCI.3615-13.2014

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