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Ingeniería Ambiental - Grado en Ingeniería de Obras Públicas

TEMA
DESINFECCIÓN
CLORACIÓN, OZONIZACIÓN

1.- INTRODUCCIÓN
2.- MÉTODOS DE DESINFECCIÓN
3.- CLORACIÓN
3.1.- El cloro y sus compuestos
3.2.- Acción del cloro
3.3.- Cloración al break-point
3.4.- Sistemas de cloración
3.5.- Control de la cloración y aplicaciones
4.- DESINFECCIÓN CON OZONO. GENERALIDADES

1.- INTRODUCCIÓN

Se denomina desinfección al proceso de destrucción o de inactivación de los gérmenes


patógenos. Desinfección no es lo mismo que esterilización, en la cual se eliminan todos los
microorganismos, es decir, se busca un rendimiento de eliminación del 100%. La
esterilización no suele ser el objetivo final en el tratamiento de aguas. El objetivo de la
desinfección es que el rendimiento sea máximo con el mínimo coste.

La eficacia de la desinfección depende de:

• El tipo de desinfectante que se utilice


• La dosis de desinfectante
• El tipo de gérmenes a eliminar
• La concentración de gérmenes en el agua a tratar
• El tiempo de contacto entre desinfectante y agua
• Otras características del agua:
... cantidad de materia orgánica
... temperatura
... pH, etc.

Por ejemplo, la presencia de materia orgánica empeora los rendimientos de la desinfección,


ya que una parte del desinfectante puede ser consumida en la oxidación de esa materia
orgánica.

2.- MÉTODOS DE DESINFECCIÓN

Se pueden diferenciar tres tipos básicos de desinfección en función de las técnicas que se
utilicen:

• Tratamiento físico: Los tratamientos físicos, de los que ya se ha hablado en


capítulos anteriores, tenían como objetivo fundamental la eliminación de
coloides y de sólidos en suspensión. Los microorganismos pueden estar fijados
a las partículas sólidas o quedar incorporados a los flóculos, siendo eliminados
del seno del agua junto con los sólidos.
El calor es otro posible sistema físico de desinfección, pero es costoso y deja
mal sabor al eliminar el OD y parte de las sales disueltas.

I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano P1


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Otra posible estrategia de eliminación de gérmenes del seno del agua es


dejar pasar el tiempo, es decir, retener el agua a tratar periodos que
permitan que los gérmenes fecales, en ambiente hostil, disminuyan su
concentración. El concepto sería similar a dejar que se ejerciese el T90.

• Radiación: Se consideran agentes desinfectantes efectivos a varias formas de


radiación. La acción desinfectante de la radiación ultravioleta (UV) en una
longitud de onda de cerca de 254 nm es bastante fuerte siempre que los
organismos se expongan de forma efectiva a la radiación. Para que se dé esta
circunstancia es necesario que no haya turbidez y tener en cuenta la absorción
de radiación por la materia orgánica presente. Se consiguen desinfecciones
eficientes con tiempos de retención muy pequeños, del orden de segundos. La
radiación se genera mediante tubos de vapor de mercurio y la demanda
energética es bastante alta, de 10 a 20 W/m3·h. Como ventajas la desinfección
por UV ofrece la no formación de olores o sabores, y no hay problemas con
posibles sobredosis. Su desventaja es que no deja residual, es decir, no queda
ninguna protección remanente.

Los rayos x y γ también se pueden utilizar en desinfección.

• Métodos químicos: Para conseguir desinfectar un agua se pueden utilizar


productos oxidantes, como el cloro y sus derivados, el ozono, el iodo, el
permanganato, etc.
Con iones metálicos, cobre, plata, también se puede conseguir desinfección. Los
romanos usaron plata coloidal para preservar la calidad del agua en jarras de
almacenaje, ya que en concentraciones de 0.05 mg/L la plata es tóxica para la
mayoría de los microorganismos.
Los ácidos y álcalis, al igual que los tensoactivos, también pueden ejercer acción
desinfectante.

En potabilización, los métodos más utilizados son la cloración, la ozonización y la radiación


con UV. Mientras que en depuración de aguas residuales lo es la cloración pero seguida
muy de cerca por la radiación UV.

3.- CLORACIÓN

Todavía la cloración es el método más utilizado para la desinfección tanto de aguas


potables como residuales. Se basa en la adición de cloro, o uno de sus derivados, al agua
problema para luego de un tiempo de contacto (aprox. 30 minutos) se haya producido la
inactivación de la mayoría de los gérmenes, sobre todo de los considerados indicadores
cuya concentración final debe ser nula como garantía de agua segura para el consumo
humano.

3.1.- EL CLORO Y SUS COMPUESTOS DERIVADOS

El cloro, en sus diversas formas, se utiliza de forma generalizada como agente


desinfectante del agua. Entre las ventajas que ofrece se pueden citar:

- Se obtiene fácilmente como gas, líquido o polvo


- Es barato
- Es fácil de aplicar debido a su relativamente alta solubilidad
- Deja una concentración residual en el agua potable, que no es dañina para
el hombre y protege el sistema de distribución

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- Es muy tóxico para la mayoría de los microorganismos, ya que detiene las


actividades metabólicas

Los compuestos de cloro más utilizados en desinfección son los siguientes:

• Cloro gas (Cl2): Es el más utilizado. Se emplea en casi todos los


tratamientos de potabilización de medianos y grandes núcleos. Se suministra
en forma líquida, en depósitos. Para su dosificación se diluye primero en
agua y posteriormente se mezcla con la corriente principal. Se suministra en
botellas o bombonas de 50 a 100 Kg, en contenedores, de 500 a 1000 Kg, o
a granel, mediante grandes cisternas, en camiones de 10 a 20 toneladas.

• Hipoclorito sódico (NaOCl): Forma líquida, con 150 g Cl/L, de riqueza. Se


usa en núcleos medios. La baja riqueza obliga a utilizar grandes cantidades
de producto. Se suministra en bidones de 20 a 50 L.

• Hipoclorito cálcico (Ca(OCl)2): Se expende en pastillas. Se utiliza sobre


todo en piscinas. Las pastillas tienen un 70 % de cloro activo.

• Dióxido de cloro (ClO2): De uso cada vez más extendido, por el


abaratamiento de los costes de producción y de la mayor simplicidad de las
instalaciones de almacenamiento y dosificación. Es un producto inestable, por
lo que se debe producir "in situ" y aplicar directamente al agua a desinfectar.
Tiene un gran poder desinfectante, y no produce olores ni subproductos
olorosos. Se suele obtener de una reacción entre gas cloro y clorito de sodio
(NaClO2) o de clorito de sodio con ácido clorhídrico (HCl)

• Cloraminas: Se utiliza en la cloración de grandes conducciones. Tiene una


gran estabilidad en el agua, por lo que su presencia residual está asegurada.
Las cloraminas se producen como combinación del cloro libre y amonio. Son
subproductos algo menos activos que el cloro.

3.2.- ACCIÓN DEL CLORO

Al añadir cloro gas al agua se produce la siguiente reacción:

Cl2 + H2 O ←
→ HOCl + HCl

que está prácticamente desplazada a la derecha. El ácido hipocloroso, OHCl, se ioniza o se


disocia en iones hidrógeno e hipoclorito en otra ecuación reversible:

→ H + + OCl −
HOCl ←

El ácido hipocloroso y los iones hipoclorito son los que realizan la desinfección. El grado de
ionización depende directamente del valor del pH del agua y la eficacia real de la
desinfección depende de la proporción de ácido hipocloroso a iones hipoclorito, siendo tanto
mayor cuanto mayor es esta proporción y, por lo tanto, esta eficacia se reduce a altos
valores de pH. A valores de pH por debajo de 5 puede existir algo de cloro molecular. El
cloro presente en el agua en forma de ácido hipocloroso, iones hipoclorito y cloro molecular
se define con la denominación de cloro residual libre.

I. Tejero/J. Suárez/A. Jácome/J. Temprano P3


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100 0

80 20

60 20 ºC 40
% HOCl

% OCl-
0ºC
40 60

20 80

0 100
4 5 6 7 8 9 10 11
pH

El cloro presente en el agua, en combinación química con el amoniaco y otros compuestos


nitrogenados que actúan como agentes desinfectantes, se conoce como cloro residual
combinado.

A la suma del cloro libre y el combinado se denomina cloro residual total.

3.3.- CLORACIÓN AL BREAK-POINT

El hecho de que el cloro libre reaccione con el amonio junto con que sea un fuerte agente
oxidante complica el mantenimiento de una cantidad residual libre para la desinfección de
aguas que contengan amonio y/o formas de materia orgánica, como es el caso de las aguas
residuales tratadas. Los fenómenos que resultan de añadir cloro a un agua que contenga
amonio se pueden describir en varias etapas:

• Cuando se añade cloro, las sustancias fácilmente oxidables (Fe++, Mn++, H2S
o materia orgánica) reaccionan con el cloro reduciéndolo a ion cloruro. La
formación de cloruros no tiene mayor interés en la cloración.

• Una vez satisfecha la demanda inmediata, el cloro libre continua


reaccionando con el amonio para formar cloraminas (monocloraminas o
dicloraminas en función de las relaciones molares).

• Si se sigue aumentando la dosis de cloro, las dicloraminas empiezan a


convertirse en tricloruro de nitrógeno que no es desinfectante pero si volátil,
mientras que las cloraminas restantes se oxidan a óxido nitroso y nitrógeno.
Llega un momento en que todas las cloraminas se han oxidado. A esta dosis
se la denomina de break-point o punto de ruptura.

• La adición de cloro más allá del break-point da como resultado un aumento


proporcional de cloro libre disponible (hipoclorito sin reaccionar). De esta
forma queda asegurada la desinfección.

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Destrucción del cloro residual


por compuestos reductores.

Formación de compuestos
organoclorados y cloraminas
Destrucción de cloraminas y
compuestos organoclorados
Formación de cloro libre y presencia
0.7 de compuestos organoclorados no destruidos.
CLORO RESIDUAL mg/L

0.6

0.5

0.4 Cloro residual libre

0.3

0.2

0.1
BREAKPOINT Cloro residual combinado
0.0
0.0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 0.10
DOSIS DE CLORO mg/L

En precloración de aguas superficiales conviene adoptar una dosis de cloro ligeramente


superior a la del “break point”, siempre que esto sea posible y no dé lugar a unas dosis
demasiado fuertes de cloro. Se consigue así la destrucción total de los gérmenes
patógenos, la eliminación máxima de bacterias, de los gérmenes comunes, del plancton y
de las cloraminas; se obtiene también el mínimo sabor posible y la máxima decoloración del
agua.

La eliminación de todas las cloraminas es algo habitual en aguas potables. En un agua pre-
potable la presencia de nitrógeno amoniacal significaría la presencia de materia orgánica y
por lo tanto de contaminación que debe eliminarse en el tratamiento.

3.4.- SISTEMAS DE CLORACIÓN

Las técnicas de almacenamiento, manipulación y dosificación dependerán de las diferentes


formas en que podemos encontrar los compuestos de cloro utilizados en desinfección.

• Hipoclorito sódico: Se suele utilizar en pequeñas comunidades. Se presenta


en forma líquida. El hipoclorito se almacena en depósitos y se bombea e
introduce directamente a la masa de agua mediante una bomba dosificadora.
Cuando los consumos son muy bajos se puede diluir el desinfectante en agua
para tener que bombear caudales mayores pero con bombas comerciales.

Bomba
dosificadora

• Cloro gas: Se utiliza en grandes y medianos abastecimientos. Se suministra


en botellas a presión. La presión interna de éstas depende de la temperatura

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y se eleva con la misma. La relación viene dada por la curva que se muestra
en la figura siguiente.

120

100
Cloro
gaseoso
80

60
T (º C)

40
Cloro
líquido
20

-20

-40
0 10 20 30 40 50
P (kg-fuerza/cm2)

Curva temperatura – presión para el cloro gaseoso saturado

Pueden utilizarse depósitos en forma de botella, provistos en su parte superior


de una llave de paso, mediante cuya apertura se obtiene cloro gaseoso a la
presión correspondiente a la temperatura del cloro líquido. No es recomendable
la inyección del gas directamente al agua, por lo que se utilizan formas
indirectas. En el diagrama de la figura siguiente se presentan los elementos de
una instalación típica.

Reductor de Rotámetro
presión

Gas
Agua a presión Eyector Agua clorada al
punto de aplicación

Líquido

El clorador debe suministrar siempre la misma dosis aunque la presión del gas cambie. Una
solución habitual es mezclar el gas con agua mediante un sistema de aspiración hidráulica
que extrae el cloro de un sistema con dispositivos de regulación y de medición.

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Cuando los consumos son muy elevados el proceso de evaporación puede llegar a congelar
el cloro líquido. En ese caso, se utilizan contenedores horizontales de gas, de los cuales el
cloro se puede sacar indistintamente en forma líquida o gaseosa. Se efectúa la toma en la
zona gaseosa cuando el caudal necesario no obliga a proceder a un recalentamiento; por el
contrario si debe distribuirse un gran caudal de cloro se efectúa la toma en la zona líquida y
se envía este cloro por tubería a un depósito de agua o a un depósito calentado
artificialmente por medio de un termostato que constituye el evaporador para cloro gas. Es
decir, se recurre a una congelación controlada. Para evitar un enfriamiento exagerado, no
deben extraerse de un depósito de cloro más de 10 g por hora y por kg de capacidad del
depósito.

Hay que tener muy en cuenta en las instalaciones la toxicidad y agresividad del cloro. Se
debe colocar sistemas de protección contra fugas y de neutralización.

Una vez realizada la dosificación, el agua debe estar en contacto con el cloro un
determinado tiempo para que la desinfección sea efectiva. En aguas potables se utilizan
tiempos de contacto superiores a los 30 minutos, que se suelen cumplir en los depósitos de
almacenamiento. En aguas residuales que se van a verter hay que construir depósitos
laberínticos especiales, tanques de desinfección, para tener tiempos de retención superiores
a 15 minutos.

Figura.- Sistema de cloración ETAP-Lugo

3.5.- CONTROL DE LA CLORACIÓN

Los objetivos fundamentales de la cloración son la desinfección del agua y su protección en


el abastecimiento a la población. Es decir, la cloración debe garantizar la seguridad y
protección del agua una vez ha salido de la estación de tratamiento. En las conducciones
pueden existir focos de contaminación. Si la red se vacía en algún momento puede entrar

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agua residual a la red, creando graves problemas sanitarios. En el agua que sale por los
grifos debe existir una mínima cantidad de cloro residual de forma obligada.

El control del cloro residual se mide tanto en la salida de la estación de tratamiento como en
diferentes puntos de la red. Las concentraciones de cloro en grifo deben ser mayores de
cero; lo normal es tener concentraciones de 0.1 a 0.9 mg/L.

La dosificación de cloro no sólo se realiza al final de la línea de tratamiento de


potabilización. Cuando la cloración se realiza al comienzo de la línea de tratamiento, antes
de los procesos de coagulación - floculación y decantación, se denomina precloración. En
precloración se llega a dosis de diseño de 4 mg/L. En la postcloración se alcanzan dosis del
orden de 2 mg/L. También es habitual clorar en depósitos de la red. La concentración final,
la del grifo, es la más importante.

4.- DESINFECCIÓN CON OZONO. GENERALIDADES

El ozono (O3) es una forma alotrópica e inestable del oxígeno que se produce al someter un
flujo de aire (u oxígeno) seco ar una fuerte descarga eléctrica, a temperaturas bajas. El O3
es un gas azul y altamente tóxico con olor picante. Como es un fuerte agente oxidante
resulta eficaz como desinfectante. Solo es ligeramente soluble en agua, y esto unido a su
inestabilidad (muy rápidamente intenta volver a formar O2), hace que sea difícil dejar o
mantener ozono residual en el agua.

Por su fuerte carácter oxidante, es útil, además, para la eliminación de olor, sabor, materia
orgánica, hierro, manganeso, derivados fenólicos, etc.

El ozono tiene que ser producido "in situ". Las descargas eléctricas pueden variar entre
5.000 y 20.000 voltios, con frecuencias entre 50 y 500 Hz. El sistema debe desecar el aire y
refrigerar el sistema para optimizar la producción de ozono. El aire se hace pasar por tubos
con electrodos que producen descargas continuas. La concentración normal de ozono en el
aire ozonizado es, por término medio, de 10 a 20 g/m3, medido a presión atmosférica, y
siempre que la desecación del aire sea óptima (punto de rocío entre -40 y -60 ºC). Un
ozonizador consume de 14 a 18 Wh por gramo de ozono producido. Una desecación poco
eficaz del aire tiene como consecuencia una producción neta menor, consumos eléctricos
específicos mayores y el deterioro rápido de los electrodos del ozonizador.

El ozono no genera productos residuales extraños, ni olores ni sabores, pero es caro, al


consumirse gran cantidad de energía en su producción. Otro inconveniente importante es
que no deja residual, por lo que habrá que clorar para asegurar la calidad en la red de
abastecimiento.

Las dosis de ozono en desinfección suelen ser pequeñas, entre 0.5 y 4 mg/L. Para la fase
de contacto con el agua se utilizan tanques cerrados con tiempos de retención de entre 5 y
10 minutos. Después de este tiempo debe existir una concentración residual de O3 de entre
0.3 y 0.5 mg/L. Para eliminar totalmente los gérmenes comunes y los virus, debe
mantenerse una concentración de ozono residual de 0.3 a 0.4 mg/L durante un tiempo
mínimo de cuatro minutos.

Es importante un buen contacto entre las burbujas de aire-ozonizado y el agua. Esto se


consigue con buena turbulencia y con el mayor número posible de burbujas. Mientras más
fina sea la burbuja mayor será la superficie de contacto. El ozono es poco soluble. El
rendimiento de disolución disminuye si la temperatura del agua aumenta y cuando la presión
de inyección disminuye.

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Figura.- Generador de ozono de la ETAP de Lugo

Tipos de tanque o columna de contacto:

• Mediante inyector: el caudal de agua aspira el aire ozonizado y alimenta por el


fondo la columna de contacto. Para que sea eficaz, la aspiración requiere una carga
hidráulica mínima de 2 metros.
• Difusor poroso: El agua se introduce a contracorriente, produciendo un contacto
intenso con las burbujas muy finas de aire ozonizado. Pueden construirse torres de
varios compartimentos, con inyecciones parciales de aire ozonizado a
contracorriente.
• Mediante turbina: el agua se introduce en la zona de aspiración de una turbina que
la impulsa hacia abajo al encuentro de un flujo de aire ozonizado inyectado bajo la
turbina. Una emulsión muy fina (aire-agua) se difunde en la cámara de mezcla
anterior al tanque de contacto, y es aspirado de nuevo por la turbina, produciendo
una recirculación interna cuyo caudal es varias veces el caudal de tratamiento. De
esta forma, el tiempo de contacto total se eleva a unos tres minutos, mientras que un
tanque con difusor poroso, una burbuja tarda 20 segundos en llegar a la superficie.
También, se reduce al máximo las pérdidas de ozono por fugas del tanque.

agua
inyector
aire-ozono

agua
desinfectada

(a) (b)

Figura.- Tanque de contacto. (a): sistema de inyector. (b): sistema de difusor

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agua
desinfectada

aire
ozonizado

Figura.- Tanque de contacto mediante turbina

EJERCICIOS

E1.- Cita cinco factores de los que dependa la eficacia de un proceso de desinfección.
E2.- ¿Por qué a pH muy bajo no se consigue desinfectar con cloro?
E3.- ¿Qué es el break-point en un proceso de cloración?
E4.- ¿Qué son las cloraminas?
E5.- Dibuja un esquema básico de una instalación de dosificación de cloro gas.
E6.- ¿Cuáles son los dos objetivos básicos de la cloración en un sistemas de abastecimiento?.
E7.- Cita dos ventajas y dos inconvenientes del uso del ozono como desinfectante en abastecimientos de agua potable.
E8.- Un Hospital para el mejor control sanitario del agua de abastecimiento procede a clorar el agua que le llega de la red
municipal. Un buen día la persona que controla este proceso se encuentra con la siguiente contradicción:

- Cloro residual en el agua de la red municipal 0.5 ppm


- Dosis añadida en el Hospital 0.5 ppm
- Cloro residual después de clorar en el Hospital 0.2 ppm

¿Podrías explicarle lo que puede ocurrir y darle alguna recomendación?

E9.- Los siguientes datos fueron obtenidos en un ensayo de cloración. Representarlos gráficamente y determinar la dosis de
break-point:

Dosis 1,00 2,00 3,00 4,00 5,00 6,00 7,00


(mg/L)
Residual 0,80 1,55 1,95 1,25 0,50 0,85 1,95
(mg/L)

¿Qué dosis se necesita para tener un residual libre de 1 mg/L?

E10.- Si la dosis de cloro al break-point en una planta de tratamiento de agua es 5 mg/L, calcular las necesidades
de cloro para plantas de 2000, 20 000 y 1 000 000 m3/d de capacidad. Suponer que en todo momento debe haber
reserva para 2 semanas.

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BIBLIOGRAFÍA

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