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EL AMANTE.
LA MENTALIDAD
NECESARIA

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EL AMANTE. LA MENTALIDAD NECESARIA

La habilidad número uno de un seductor debería ser

poder iniciar relaciones y vínculos con cualquier
persona desconocida muy rápidamente, muy
profundamente, y poder sostener esa relación en el tiempo,
pero sobre todo debería tener la capacidad de poder
convertirse en el amante inolvidable de una mujer.
Pero lamentablemente nuestra cultura educa a los
hombres desde el machismo, desde la pornografía, desde la
misoginia, desde la cursilería, etc. y eso no contribuye a que
seamos mejores amantes.

Antes de hablar de la mentalidad del amante

necesaria para poder ser un auténtico seductor permítanme
definir lo que yo entiendo por "amante" en este caso.
No me refiero a ser un amante como se lo describe en
las novelas románticas o en los poemas de amor. Yo lo
definiría técnicamente como alguien que tiene una
relación romántica, íntima y sexual sostenida en el
tiempo, a mediano y largo plazo. Eso es todo. Esa es
mi definición básica de amante.
O sea que un novio puede ser amante, un marido
puede ser amante y un amante (“un pata de lana”) también
es un amante, e incluso más, un amante a distancia- con
sexo online y esas cosas- también puede está incluido en mi
categoría.
Lo digo además para diferenciarlo de los flirteos o
aventuras de un momento o de una noche, lo cual está muy
bien, pero no es a lo que apunto en estas líneas.
Un hombre que no puede convertirse en amante de
una mujer y sostener una relación romántica e íntima a
mediano y largo plazo no es lo que se dice un seductor cabal
desde mi punto de vista.

Bien, ahora veamos cual es la mentalidad que un

amante tiene que tener para diferenciarse de los hombres
vulgares.
Un buen amante no ve el mundo como el resto
de los hombres, el amante tiene un punto de vista
particular de ver a las mujeres y a las relaciones.

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Por ejemplo, recién dijimos que la cultura educaba

sexualmente y románticamente a los hombres, y que estas
fuentes eran de calidad muy dudosa, básicamente el
machismo, la pornografía, la misoginia, la cursilería, etc.
Aunque algo fantástico, este es un modo algo triste y
pobre de ver el mundo, pero ahora observemos como lo
vería un amante sofisticado.
Un buen amante en cambio conoce y ama a la
mujer, es un experto en mujeres y sabe el rol que le
toca específicamente como amante en la vida de esa
mujer.
Un hombre típico caería fácilmente en el apego, pero
un amante en cambio sabe que su rol principal es AYUDAR
A QUE LA MUJER CONOZCA SU PARTE FEMENINA, es
decir su parte natural.
El amante sabe que una mujer puede lograrlo sola,
pero también sabe que ella DESEA que un hombre la
acompañe en ese camino de autodescubrimiento íntimo.
O sea que un amante es aquel que hace que la
mujer se descubra a sí misma, sobre todo en su parte
íntima. Un amante es aquel que dice: "Hola Lucía, te
presento a la mujer salvaje que traes dentro. Te aseguro
que no la conocías de esta manera" e inicia ese excitante
recorrido con ella.
Es decir que el amante inolvidable sería “ese tercero
entre dos mujeres que se desconocían.”
Para las mujeres es muy difícil hallar a un buen
amante, por eso los buenos amantes son tan codiciados, al
extremo de que ellas son capaces de perder la cabeza
por ellos y poner en riesgo la familia, marido, trabajo,
e incluso hijos. Porque los buenos amantes
escasean. Supongo que siempre ha sido así.
Y voy aún más lejos: un seductor sabe que ellas
NECESITAN un buen amante.

Bien, una vez comprendida esta diferencia entre el

hombre común que prefiere entrometerse en la vida
personal de la mujer y entre el buen amante que en
cambio sabe que viene a aportar y a mejorar la
calidad de vida de esa mujer en un aspecto muy
específico, el íntimo y sensual, podemos agregar otra
idea.
El buen amante, con el paso del tiempo, el
mínimo necesario para liderar este recorrido, VA

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SUPERANDO LÍMITES, va expandiendo la conciencia

íntima y sexual de la pareja.
¿A qué me refiero?
Todas las mujeres recuerdan al chico que le dio el
primer beso, al primer novio, al chico que la desvirgó, el
chico con el que tuvo por primera vez sexo oral, y así
sucesivamente. Todos fueron excitantes pasos a un nivel
más elevado de su experiencia como amante.
Bueno, el amante es aquel que puede llevar al
extremo la potencialidad sexual de una mujer.
Y ahora podemos introducir la siguiente y tercera
idea: el amante sabe que toda mujer tiene una
capacidad íntima, sentimental y sexual increíble,
enorme, gigante. El será el encargado de encenderla y
hacerla funcionar hasta iluminar toda la sala y todo el
universo si es posible.
Esto puede sonar algo machista si me malinterpretan,
pero si me leen de buena fe tanto hombres como mujeres
coincidirán rápidamente conmigo.
El problema de muchos hombres  es que no conocen
el potencial de una mujer, y las consecuencias de esto para
ellas se traducen directamente en ABURRIMIENTO.
Es como cuando nosotros damos para un diez y solo
nos dejan actuar al 4 de nuestro potencial, es bastante
frustrante.
Para usar una metáfora burda pero materialista: un
buen amante sabe que toda mujer en el mundo de los
automóviles sería algo así como una Ferrari, tiene una
creación de alta gama y la conoce a la perfección como si
fuera un genio de la mecánica; y un hombre vulgar que
desconoce estas cuestiones es como alguien que solo ha
manejado autos baratos, viejos y que desconoce por
completo un automóvil y encima le entregan una Ferrari.
La función del amante será la de posibilitar que la
Ferrari despliegue todo su potencial en las pistas.
Por eso un buen amante debe conocer a su amada,
incluso más que ella misma. (Así como nuestra abuela nos
conoce en algunos aspectos más de lo que nosotros mismos
nos conocemos, por ejemplo cuando tenemos hambre o
cuando estamos tristes.)

Un buen amante entonces debe conocer a la

mujer en general sobre todo en estos aspectos: el
psicológico, el emocional y el sexual. Si es un experto

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en estas materias, y conoce a su compañera entonces

seguramente sabrá muchas cosas que ni ella misma sabe de
sí misma, para poder brindarle experiencias placenteras
inolvidables.

Gabriel Marco.
Seducción Social Club