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Resumen ¡Vamos al centro comercial!

Consumo y visualidades del miedo en la Medellín


contemporánea
Carlos Berrio Meneses

En los últimos años en Medellín se ha evidenciado un crecimiento acelerado de los Centros


Comerciales, a partir de esto, Carlos Berrío desarrolla en su artículo ¡Vamos al centro
comercial! Consumo y visualidades del miedo en la Medellín contemporánea, cómo el miedo y
la sociedad de consumo han llegado a ser dos factores fundamentales para el crecimiento de
estos espacios, los cuales se han convertido en lugares donde se fomenta el consumo de
productos y servicios, propiciando un escape del peligro propio de esta ciudad. El artículo se
desarrolla por medio del estudio de las percepciones de peligro generadas en los medios de
comunicación, además de investigar otros tipos de anuncios que se generan en los medios
locales, como periódicos, publicidad y propaganda.

Uno de los factores presentados por el autor, expone a la sociedad de consumo como una
sociedad fundamentada en la producción y consumo de objetos pretendiendo encontrar en estos
un valor más allá de su uso o funcionalidad, el cual permita a otros percibir cualidades que
simbolicen un estado de exclusividad, ubicando al consumidor en la instancia de ser un producto
más del mercado y sometiéndolo a las misma condiciones que cualquier otro, es decir, el sujeto
puede ser elegido, ignorado o usado para finalmente ser desechado. Lo que termina en una
cadena de consumo basada en la publicidad y en la necesidad de los consumidores por no caer en
lo obsoleto, ni tocar las puertas del anonimato, buscando destacar de la misma manera que un
producto exitoso y pretendiendo suplir el mayor objetivo de un consumidor: ser feliz.

Es por esto, que la sociedad de consumo ha sido cautivada no solo por la variedad en cuanto a
productos y servicios, sino además, por la imagen que se vende del centro comercial como un
espacio de encuentro donde se pretende recoger cualidades propias de los espacios públicos
abiertos, posibilitando la vida en familia, las relaciones interpersonales, además de brindar
espacios tranquilos y de trabajo, para quienes forman parte de un mismo grupo social dentro de
este sistema, sin comprometer la seguridad que venden estos espacios y que no se brinda en los
espacios públicos abiertos.

Por otro lado, el autor expone un factor constante en la historia de Medellín, el miedo, este se
presenta a lo largo del texto en distintas situaciones y se desglosa en los siguientes cuatro
factores: violencia física, infortunios económicos, desastres naturales y enfermedades ruinosas.
Esto permite entender cómo se visualiza el miedo y cómo este hace parte del imaginario de la
ciudad, delimitando así las zonas donde se presentan los miedos mencionados anteriormente y
estableciendo zonas específicas, como barrios periféricos de la ciudad y espacios puntuales como
Castilla, La Iguaná y Manrique; que han sido catalogados como lugares de ambiente hostil y por
lo tanto peligroso para sus habitantes.

Finalmente, el texto relaciona el miedo con la idea de victimización, pues este genera en los
ciudadanos una constante incertidumbre de poder sufrir alguna de las situaciones que se
desprenden de los cuatro miedos evidenciados (violencia física, infortunios económicos,
desastres naturales y enfermedades ruinosas) sumado al inherente temor de quedar excluido de
dicho sistema capitalista, pues es este, el que permite configurar el centro comercial como la
opción más completa, ya que ofrece a sus habitantes un espacio donde se propicia la seguridad.
El centro se comercial, se presenta entonces, como un oasis para escapar del peligro de la ciudad
donde además se puede consumir y ser feliz.

Ana Gabriela Rueda Gomez


Cod. 201714863

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