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Stion de Alianzas
Stion de Alianzas
Peter Drucker ha hecho la observación de que las alianzas en última instancia pueden
degenerar en trabajo. Una estrategia que se funda en las alianzas no es mejor que otra
en el momento de su implantación. Pero, ¿en qué consiste esta administración?. La
gestión de las alianzas, y en particular los vínculos de conocimiento, constituye la base
de un proceso de aprendizaje, creación, participación y control del conocimiento.
Cuando los ejecutivos administran los límites de sus firmas, están determinando
cuándo y cómo el conocimiento y las pericias entrarán y saldrán de sus organizaciones.
Para conseguir el éxito, tienen con frecuencia que echar abajo los muros que rodean
las firmas y enseñarles a que aprendan bajo formas nuevas, a veces inconfortables y a
menudo amenazantes.
La primera condición es la de que los gerentes que están considerando establecer una
alianza deben tener una visión clara y estratégica de las capacidades actuales de sus
respectivas compañías y de aquellas otras que podrán necesitar en el futuro. Por las
prisas en cerrar un acuerdo que alivie una urgente necesidad, los gerentes pueden
fácilmente olvidarse de esta condición. Como resultado de esto, pueden comprometer
a su propia compañía en una alianza que tiene sentido desde el punto de vista de
acuerdo discreto coyuntural, pero que no dejará de causar un daño estratégico. Un
vínculo de producto, puede proporcionar a una compañía el producto que necesita a un
coste muy bajo. No obstante, puede que la asociación quite la perentoriedad del ánimo
de los directivos e ingenieros de esta compañía en cuanto a formar capacidades que
desarrollen productos similares.
La cuarta condición es la de que los gerentes deben ser concientes de los peligros que
entrañan el oportunismo, las fugas de conocimiento y la obsolescencia. La cuestión del
oportunismo y del propio interés tiene especial peso cuando os socios quieren crear
nuevo conocimiento y capacidades. Los tratos entre las compañías que se encuentran
empeñadas en una intensa competencia de conocimiento no es probable que estén
guiados solamente por la armonía y la buena voluntad. La pugna por desarrollar
conocimiento y capacidades es tan intensa, conflictiva y está tan plagada de
oportunismo como lo fueron las antiguas batallas para hacerse con recursos vitales.
La sexta condición es la de que las alianzas de una compañía deben ser estructuradas
y administradas como si fueran compañías aparte. Aun cuando sus directivos sepan
hacer frente a socios oportunistas, a la excesiva dependencia y a las fugas de
conocimiento; éstos se encuentran, una vez esté la alianza en marcha, con otro
conjunto de tareas constituidas por esos millares de detalles que, día a día y mes a
mes, exige la administración de una cooperación efectiva. El hecho de que una
actividad conjunta tenga que tener dos jefes puede complicar y retrasar la toma de
decisiones .
La séptima condición es la de que debe haber una confianza mutua entre los socios.
Nunca se exagerará demasiado cuando se trata de enfatizar la importancia que tiene
cualquier acción que tienda a crear confianza. Cuando a los gerentes se les pregunta
qué es lo que contribuye más al éxito de una asociación, suelen contestar plenamente
convencidos que para el éxito son elementos indispensables la confianza y la
comunicación abierta. Cuando dos competidores juntan sus esfuerzos, el problema de
la confianza se hace todavía más grave. Los directivos de ambos lados saben cómo
tratar a los competidores: con cautela y recelo.
La octava condición es que los gerentes deben cambiar sus operaciones básicas y sus
organizaciones tradicionales de forma que estén preparadas para aprender de las
alianzas. El que tenga éxito también depende de unas adecuadas relaciones entre ésta
y las compañías que la crean. La relación probablemente fracasará si un comprador no
cambia sus métodos de aprovisionamiento. Lo que debe haber es una colaboración
entre la gente de investigación, ingeniería y marketing, tanto del comprador como del
vendedor.