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22.05.2012 B.Elías.
La sociedad está viviendo un momento en el que todo se cuestiona: lo que hasta ahora funcionaba ya
no vale y exige un cambio para salir de esta crisis y, además, salir en mejor posición que los
competidores. William C. Taylor plantea un decálogo que define el desafío de esta nueva época.
La crisis llegó, y dio al traste con buena parte de lo que hasta entonces funcionaba: miles de negocios han
cerrado, la economía se ha estancado, el consumo ha bajado y la tasa de desempleo no ha parado de subir.
Con este panorama hay que volver a empezar de cero, no vale aplicar lo que servía hasta ahora. O como dijo
Albert Einstein: “Los problemas no se pueden resolver con el mismo tipo de pensamiento que los creó”.
Éste es el planteamiento de Hazlo distinto y triunfa (Editorial Gestión 2000).William C. Taylor, su autor y
fundador de la revista Fast Company, pretende ser una guía para los líderes de cualquier ámbito que aspiren a
resolver los problemas de su organización, lanzar nuevas iniciativas y replantearse la lógica del propio
liderazgo. Se trata, por tanto, de un manifiesto a favor del cambio.
Los obstáculos a menudo sirven como trampolín para hacer algo nuevo y conseguir el éxito. Por eso, aplicar los
mismos métodos que se utilizó en el pasado no parece ser la alternativa adecuada. Como explica Taylor: “Estoy
convencido de que cada vez más ejecutivos están empezando a reconocer en su fuero interno que la prudencia
y el conservadurismo (hacer más de lo mismo, pero con menos confianza y convicción) son una fórmula segura
para el desastre, no una fuente de estabilidad o un refugio frente a la tormenta económica”.
No obstante, antes de ponerse manos a la obra hay que tener en cuenta que las personas son reacias a los
cambios, tienen miedo de lo que desconocen; y por esto, aun sabiendo que los tiempos que corren demandan
nuevos conceptos de negocios y de formas de gestionarlos, las compañías se paralizan. Superar ese miedo
inicial también es una parte clave del desafío que ahora se presenta. “Cuando sólo se tiene una hoja de cálculo
llena de previsiones en rojo, es fácil quedarse paralizado por el miedo. Pero si se tiene temple de líder, los
momentos complicados pueden ser una magnífica oportunidad para desmarcarse y conseguir ventajas para los
años venideros”.
Las empresas más exitosas no sólo superan a sus rivales, sino que redefinen los términos de la competencia
adoptando ideas únicas en un mundo en el que todos piensan como los demás. Se trata de redefinir las
organizaciones.
Las ideas y prácticas que son rutinarias en un sector pueden ser revolucionarias en otro. ¿Qué mejor forma de
avivar su imaginación que buscando inspiración fuera de su área?, cuestiona Taylor.
Especialización, no se puede ser bueno en todo. Hay que ser el más asequible, el más accesible, el más
original o el más transparente. Hacer las cosas de la misma forma que todos los de su sector no conducirá al
éxito.
Porque sus productos y servicios eran diferentes, por su cultura única o por su misión atractiva. Según el libro,
pocas compañías responden a este criterio. Y eso, recuerda el autor, que esta pregunta es simple y profunda.
“Vale la pena tomárselo en serio”.
¿Ha averiguado de qué forma la historia de su empresa puede ayudar a configurar su futuro?
El desafío de cambio no consiste en rechazar lo antiguo. Se trata de redefinir, reinventar el pasado. Mirar lo que
se ha hecho hasta ahora con otros ojos y plantear un plan de juego diferente para el futuro.
Si pueden vivir sin sus productos y servicios, seguramente lo harán. Hágase imprescindible. Las organizaciones
deben llegar a ser irremplazables para sus clientes y, para ello, no basta con satisfacer racionalmente a los
consumidores. También hay que conquistarlos emocionalmente.
Compromiso: empleados que comparten y expresan los valores de la compañía. “Mantener el rendimiento
implica tanto cultivar un espíritu de energía, entusiasmo y compromiso como desencadenar una serie de ideas
rompedoras”.
Saltar de un modelo de negocio a otro una y otra vez no significa apostar por el cambio y la innovación. Toda
decisión de querer cambiar la situación debe ser firme, arraigada y comprometida con unos valores y unos
criterios.