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ESCRIBA SU ENSAYO EN UNA MAÑANA

GUÍA PRÁCTICA PARA LA REDACCIÓN DE ENSAYOS

PRODUCCIÒN: J.C. CONSUEGRA A.


DIRECCIÒN: F. VÀSQUEZ R.

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA


Facultad de Comunicación y Lenguaje
Facultad de Educación

Santafé de Bogotá D.C. abril 20 de 1996


PRESENTACIÓN

Estimado estudiante:

Redactar un ensayo en sólo una mañana parecerá una tarea tan apresurada como
desayunarse en menos de diez minutos. Sin embargo, lo invitamos a comprobar que no
provocará mala ingestión de conocimiento indigestión escrita ya que hemos preparado el
presente material para ser masticado, saboreado y deglutido en pocas horas y para que
su asimilación arroje como producto una interesante rumia de palabras que de las 8:00
hasta las 12:00 se convierta en un primer intento, en un primer ensayo.

Para lograrlo comience por degustar los extractos, esencias y fragmentos de célebres
ensayistas. En ellos saboreará exquisitas pistas para la composición de su ensayo y
descubrirá estilos, maneras, modalidades y variaciones que le ayudarán a que su escrito
se parezca y en el mejor de los casos pertenezca a este particular género.

Hemos querido homologar la función del alimentarse a la de escribir un ensayo: en ambos


procesos ingerimos ingredientes que se mezclan, se transforman y nutren nuestro propio
organismo de creación.

Así con párrafos descansados, simples y argumentativos, guiaremos su camino por este
experimento práctico de composición escrita, cuyo funcionamiento se asemeja a un menú
o carta de restaurante, en el que existe un orden sugerido de aperitivo-entrada-plato
fuerte-postre, pero a la vez se presentan diversas opciones. De modo que ya no
hablaremos, como Daniel Cassany, de la “cocina” de la escritura, sino que nos
dedicaremos, en esta mañana, a su gastronomía, pues si bien cocinar supone más tiempo
y preparación, comer implica un proceso delicioso e interesante: consiste en aprovechar,
como lo hemos mencionado, los ingredientes – las otras voces- para obtener nuestro
propio nutriente – el ensayo como producto final en esta mañana-.

Así que, la mesa está servida. Su misión consiste en elegir los platos de su agrado,
disfrutarlos y producir un ensayo con las siguientes características:

El tema será, precisamente, “el ensayo y su utilidad en la educación”. Con una extensión
que oscile entre 2 y 3 cuartillas. Para su desarrollo serán necesarias 5 citas y 3 notas.
NO ESCRIBA COMO PIENSA

Al redactar su ensayo, escriba lo que piensa, pero no escriba como piensa. Para escribir
debemos reducir, sintetizar todo aquello que pensamos, en una idea clara y contundente
a la que poco a poco moldeamos hasta dar forma escrita capaz de comunicar lo que
inicialmente pensamos.

Redactar implica preguntarnos qué de todo lo que se nos está ocurriendo en la mente
será lo esencial del escrito y qué no ; así mismo, qué de todo aquello va primero y qué
debe ir en segundo lugar, etcétera.

La redacción, entendida como proceso, nos lleva a la secuencia PENSAR – ORDENAR –


ESCRIBIR.

¡DOBLE CLICK!
 No de muchas vueltas en torno de un mismo tema. Defina el objeto de redacción y
delimítelo.
 No busque llegar al tema por el camino más largo, ni invente ramificaciones
innecesarias: sea claro y defina su punto de vista. Sólo así podrá fortalecer su
argumento y todas las ideas que surjan de su idea básica darán soporte a su escrito.
 Afortunadamente siempre se encontrará con que deberá escribir algo concreto acerca
de algo más vago. Un punto de vista, un subtema, una idea para referirse al objeto de
redacción, de tal forma que pueda construir lo que será la “columna vertebral” de su
escrito.

ORGANICE LAS IDEAS

Después de una lluvia de ideas (4) o Brainstorming, según lo anota María Teresa Serafini,
es recomendable identificar lo que será la columna vertebral del escrito, es decir, la idea
fundamental que le va a dar forma a lo que deseamos escribir. En este punto es oportuno
preguntarse, ¿hacia dónde apuntan todos los conceptos, todas las „gotas‟ de mi lluvia de
ideas? ¿Qué concepto se repite más en la lluvia de ideas?, o aún mejor, ¿de todas las
ideas, con cuál de ellas me quedo? ¿Qué me interesa realmente argumentar?

Una vez seleccionada la idea fundamental del escrito, habrá ideas que pasarán a un
segundo plano, y otras a un tercero, y así sucesivamente, hasta tal punto que se podría
armar un árbol imaginario o no – como el que sigue:

Música en la publicidad
Creatividad
Expresar con notas, sentimientos, sensaciones
Procesos de composición
La inspiración versus el negocio publicitario

Y es, ese árbol, precisamente el esbozo del escrito. Constituye el esqueleto de lo que se
irá a redactar.

4. En la lluvia de ideas, con relación al tema que va a desarrollar en su ensayo, escriba todos los
pensamientos que se le vengan a la cabeza, aunque estos no se relacionen entre si y parezcan
desordenados. Pero, ese es el comienzo.

ARME LA ESTRUCTURA DE SU ENSAYO


Falta, entonces, rellenar el esqueleto del texto con músculos y tejidos. Y esa musculatura
solo la proporcionarán las palabras organizadas en oraciones, y éstas últimas
organizadas en párrafos.
Luego, mediante la organización de ideas se logra que el escrito tenga sentido y orden
lógico para el lector. Dicho en otras palabras, si seleccionamos adecuadamente la
columna vertebral del escrito, si organizamos ideas, y sabemos cuál es la principal, cuáles
las secundarias y cuáles las complementarias, obtendremos una estructura de texto
coherente y clara.

¡DOBLE CLICK!

1. Escriba las ideas y pensamientos que se le ocurran.


2. Seleccione la idea fundamental de su escrito. Distíngala de las
secundarias.
3. Arme el árbol o esbozo del texto que piensa escribir, señalando Idea principal
e ideas secundarias.

Cuanto más detallado es el árbol, es decir, cuantas más ramificaciones posee, ideas
secundarias dentro de las secundarias, detalles, etc.. más fácil será redactar el texto,
pues en el momento de escribir, se tendrá una guía bastante cercana al escrito final.

Y cuando se ha completado el árbol, se puede visualizar, además de las ideas


fundamental y secundarias, el orden que todas ellas llevarán dentro del escrito y la
relación entre unas y otras.

ATRAPE AL LECTOR CON SU COMIENZO


No hay nada más seductor que un buen comienzo. Julio Cortázar se refería a los
comienzos de sus escritos como knockouts fulminantes que dejaban al lector atónito y
acaso daban tiempo para parpadear y continuar leyendo.

El inicio de su ensayo debe cumplir la doble función de:


UNO: Exponer en forma clara y sencilla, la tesis de su escrito, el argumento básico que
defenderá durante el ensayo. Es decir que los primeros dos renglones deberán aclarar al
lector que idea va a ser la “ensayada”.

DOS: Cautivar al lector, con la firme intención de que lea todo el ensayo o de que, por lo
menos, se interese por comenzar a leerlo.

TESIS O ARGUMENTO
Se aconseja que la tesis o argumento básico del ensayo sea corta, sustancial, directa y
sencilla. El periodo de la frase o frases iniciales que constituyen su tesis, no debe
sobrepasar las 20 palabras. Piense que para quien lee es más asimilable esta frase:
“Para nadie es secreto que la educación en Colombia es un negocio”.

...que esta otra:

“Por todos los indicios y conjeturas que investigadores del tema, docentes, auditores e,
incluso, los mismos estudiantes de educación básica, media y superior, se podría decir,
sin lugar a equivocaciones, que los procesos de educación, en nuestro maltrecho país se
han convertido en un negocio”.

Cuando hablamos de la tesis inicial del ensayo, apelamos, entonces, a una conocida frase
que en muchas misceláneas aparece pegada en la pared, justo al lado del teléfono
público:
SEA BREVE

ELIJA EL FORMATO
DE SU ENSAYO
A su libre albedrío dejamos la forma visual que desee usted darle al texto. Haga como
muchos autores que, por la extensión, densidad, complejidad, número de párrafos o
distribución de ideas, dan al ensayo alguno de los siguientes formatos:

Convencional
(fluidez del texto a
través de párrafos)
=========
=========

========
========
Fragmentado
(diversos puntos de
vista del mismo
tema)
I

II

Intertitulado
(uso de intertítulos
por subtemas)
La alienación de los
medios

La televisión
============
===========

Si lo prefiere, propóngase uno distinto.

CONSTRUYA SUS PÁRRAFOS


Tan importante como elegir acertadamente la tesis argumental, resulta tejer ideas dentro
del escrito, mediante párrafos. Estas unidades conforman la estructura del ensayo y dan
sentido a lo que se escribe, porque cada párrafo contiene frases estrechamente
relacionadas.

Existen algunas maneras de estructurar un párrafo:

1. La idea principal o tesis de un párrafo se puede desarrollar mediante ejemplos.


Para explicar en un párrafo, que “el tráfico de Bogotá es insoportable en las llamadas
horas pico”, basta con ejemplificar que “para desplazarse desde cedritos hasta chapinero,
en un „viernes de quincena‟ o „de concierto‟, se necesitan por lo menos dos horas para
lograrlo”.

2. Otra forma útil y sencilla de estructurar el párrafo consiste en contrastar elementos que
conformen la tesis y comparar de modo que se facilite al lector la comprensión del escrito.
Con el mismo caso del tráfico capitalino, veamos como resultaría: “En Bogotá, un alto
porcentaje de semáforos permanece en mal estado; en Medellín, Cali, Barranquilla y
otras ciudades del país, los semáforos son garantía para peatones y conductores”.
Si deseamos guiar aún mejor a nuestros lectores, recomendamos una tercera forma de
desarrollar párrafos: la que M. T. Serafini llama “Desarrollo de párrafos por
encuadramiento. Consiste en que, al iniciar el párrafo, guiamos al lector hacia donde
iremos. “Existen dos causas claras del insoportable tráfico de Bogotá: la primera, el
deterioro de las vías principales, que por ser... ;la segunda, el poco sentido de solidaridad
que demuestran...”.

Párrafo narrativo: también llamado cronológico. Úselo cuando desee desarrollar una idea
relatando hechos a través del tiempo o , simplemente, acciones que suceden una tras
otra. Este tipo de párrafo persuade al lector, porque lo transporta en el tiempo por medio
de datos verídicos. “Durante décadas, el tráfico vehicular de Bogotá estuvo concentrado
en la avenida Jiménez con...” Otra forma de párrafo narrativo, es toda aquella que
explique un procedimiento o algoritmo de tareas para llevar a cabo una acción. “Para
tomar un servicio de taxi en Bogotá, primero procure que el lugar al que se dirija coincida
con la ruta que lleva el taxista. Luego, pregúntele...”

Párrafo expositivo-argumentativo: Este pretende ser más persuasivo hacia el lector. Su


objetivo primordial es convencer a quien lee, de que la tesis es cierta. De ahí que los
elementos que en él se utilicen deben ser muy claros y contundentes. Para esto ayudan
mucho los datos que muestran y no simples datos “declaratorios”, como si lo que se
expone en el párrafo fuese una especie de ley. ”Los embotellamientos en los principales
cruces de vías – arteria, los reportes radiales del tránsito, en los que la mayoría de
emisoras coincide y las múltiples quejas de los ciudadanos, son pruebas reales de que el
tráfico vehicular en Bogotá es un verdadero desastre. Y es que basta sólo con...”

Párrafo Descriptivo: Úselo cuando desee involucrar más al lector en la tesis o ideas de
su escrito, creándole atmósferas y ambientes mediante la descripción de lugares,
personajes o cosas. “Tener que soportar desde muy temprano el desafinado concierto de
bocinas y pitos de todos los calibres y observar las caras de angustia en algunos, de
resignación en otros y aún de histeria en unos cuantos, resulta decepcionante”.
AMARRE SU ESCRITO
Nada mejor que los famosos conectores, aquellos inseparables amigos de sus párrafos,
que le permitirán articular y relacionar las partes de su ensayo. La carencia de ellos (5),
causará cierta sensación de desorganización y aislamiento entre ideas y párrafos. Su
exceso (6), terminará por saturar el escrito y por fatigar y, en el peor de los casos,
confundir al lector. Así que (7),debe existir un equilibrado manejo de los conectores, que
impriman un buen ritmo al ensayo y a la vez logren la entera comprensión de quien lee.

Basta con encontrar expresiones o conectores que sean válidos para las frases o párrafos
que desee relacionar y, lo más importante, asegurarse de que sean de lógica y fácil
comprensión para el lector.

Numerosos estudiosos han aportado a la lingüística conectores que, seguramente, usted


habrá utilizado o irá a utilizar para su ensayo. Las categorías y conectores lógicos son:

De relación causa-efecto: entonces, por lo tanto, por ende, por consiguiente, por tanto,
así que, etc.

De adversidad: no obstante, empero, sin embargo, pero, a pesar de, si bien, en cambio,
mientras que, etc.

De síntesis: en fin, en ese orden de ideas, resumiendo, etc.

De explicación y reconfirmación: es decir, esto es, o sea, dicho en otras palabras,


mejor aún, etc.

De tiempo: primero que todo, antes que nada, cuando ,luego, después, finalmente, para
concluir, etc.

De espacio: paralelamente, en el fondo, por encima, arriba, abajo, etc.

De similitud: así mismo (o “asimismo”), de igual forma, del mismo modo, etc.

De suma: adicionalmente, también, incluso, inclusive, y , además, también es cierto, y


como si fuera poco, etc.

De conclusión: pata terminar, finalmente, por último, etc.

5.”De ellos” es una forma de conectar la frase con la anterior. “Ellos” hace referencia, precisamente, a “los
conectores”.
6. Se comienza esta frase refiriéndose aún a los conectores: sin embargo, nótese que la frase se conecta no sólo
porque “su exceso” se refiere a “el exceso de conectores”, sino también porque contrasta y se opone a la “carencia
de ellos”.
7.mediante esta forma de conector, que hace las veces de un “entonces”, se invita al lector a que comprenda que es
lo que debe hacer con respecto a los conectores ya que antes hemos advertido que ni la que ni la carencia ni el
exceso son buenos.
RECUERDE QUE HABLA USTED...
...PERO ESCUCHA A OTROS

Como ya lo hemos insinuado en nuestras pistas iniciales de este material, el ensayo tiene
la particularidad de fortalecerse como género “textual”, a partir de las voces de otros para
producir su propio pensamiento. Vale la pena recordar, entonces, que el ensayo en un
gran porcentaje no es producto de la “inventiva” o inspiración del autor, si no que, más
bien, es producto de la buena asimilación y aprovechamiento de los recursos
bibliográficos a que ha recurrido para producir sus propias ideas. (V. “Cómo construye
Bacon”).

PARA LAS CITAS...


Después de dos puntos, abra comillas y traslade, ad pedem litterae, lo que dice el citado.
En este caso, debe aparecer el nombre del autor que se cita. Como lo anota Serpa Uribe,
en repetidas ocasiones: “¡Mamola!”.
Recuerde que no siempre las citas son textuales. También puede hacer alusión a alguien
o a algo dicho por alguien. Gracias a los medios de comunicación, el popular “¡mamola!”
de Serpa Uribe goza ya de resonancia internacional.

PARA LAS NOTAS...


Vale la pena que le eche un vistazo a algunas páginas del presente material, en las que,
al práctico estilo de computador, hemos utilizado “notas al pie”.

Con frecuencia, las notas se suelen utilizar de dos maneras:

Cuando algún término, palabra, expresión o frase necesita ser ampliada o explicada en
detalle, fuera del párrafo que la contiene. Entonces, se ubica el pequeño número o
“superíndice” al final de la última palabra que se va a referenciar. Y abajo, en el extremo
inferior de la página, con justificación a la izquierda, se repite el superíndice y se redacta
la nota.

Cuando se expone alguna idea, pensamiento, aporte, comentario o argumento ajeno que,
sin ser textual, se debe referenciar como bibliografía. En ese caso, se repite el
procedimiento del superíndice al final de la última palabra de esa idea y se lleva al final de
la página, en donde se escribe el apellido del autor –en mayúsculas-, después una coma
y el nombre en minúsculas; luego un punto seguido y el título del libro, después un
espacio para la editorial, seguida ésta de la ciudad y el año de impresión. (V. p. 15)

EL TOQUE PERSONAL
Aunque las bases epistemológicas de su ensayo surgen a partir de otras voces y en
repetidas ocasiones sentirá la necesidad de citar, anotar, glosar o referenciar, el ensayo
es el reflejo de quien lo escribe; por eso, debe llevar aquella impronta personal, aquella
señal particular, producto del estilo que solo usted da a sus escritos.
Es evidente que el estilo se aprecia o se comienza a reconocer después de cierto número
de escritos a través del tiempo, se recomienda, sin embargo, comenzar a esculpir el
propio de cada quien.

Ahora bien, el toque personal va desde el ritmo propio que da la puntuación al texto hasta
la forma estructural de los párrafos. El estilo se vislumbra también en la manera de
argumentar o de crear interés en el lector.

En todo caso, el estilo o toque personal equivale - en términos de esta “gastronomía” del
ensayo – al “toque secreto” de que, por lo general, gozan los buenos platos.

¡DOBLE CLICK!
No es pecado descubrir nuestro propio estilo, si este es el producto de una mezcla de
estilos de otros autores. Quizás signifique la identificación o simpatía estilística que
profesamos hacia ellos.

CINCO IDEAS PARA EL TÍTULO


El título de su ensayo tiene una misión muy clara: llamar, atraer, seducir al lector: El título
es esa insinuante y coqueta invitación a la lectura. De ahí que juegue un papel
coprotagónico, al lado de la tesis y del argumento inicial.

A continuación algunos trucos paran encontrarle el título más apropiado a su ensayo:

1. Relea el ensayo en su totalidad y escriba en un papel, a manera de lluvia de ideas,


cinco títulos que se le ocurran.
2. No utilice el tema de su ensayo para el título; o mejor: no confunda el título con el
tema.
3. Busque un título sugestivo, insinuante, sutil, es decir, que sólo de una vaga idea de lo
que será el ensayo, pero a la vez cree incertidumbre en el receptor e invite a la
lectura.
4. Subraye la (s) palabra (s) o expresión (es) que más se repite (n) en el ensayo
Y úsela como parte de éste.
5. Piense en un título que resuma, contenga o sintetice la idea general de su ensayo. En
este caso, le pueden ser útiles la organización de ideas y el árbol o estructura del
escrito.

UN BUEN FINAL: SINÓNIMO DE


LECTOR SATISFECHO
 Si bien podemos escuchar que un escrito termina “en punta”, esto no significa que
va a quedar inconcluso. Los finales “en punta”, además de resultar divertidos para
el autor, hacen que el lector disfrute, con múltiples interpretaciones, las posibles
derivaciones de ese “final virtual”.
 El ensayo bien escrito da la instrucción a su autor para que encauce las ideas
hacia la conclusión y, con la práctica, el autor sabrá cuando debe terminar,
cuando ha dicho todo y no le queda nada por decir.
Al igual que el comienzo del ensayo, el final debe ser pensado en función de quien
lee, pensando en que permanezca interesado y que, cuando llegue el final,
exclame: “¡hurra, terminé y valió la pena haberme leído este ensayo!”. Así como el
comienzo atrapa e invita, el culmen debe también interesar al lector y debe
confirmarle su interés por el escrito.

 La conclusión puede resumir todo lo que se desarrolló, sintetizando en forma


sencilla la idea del argumento inicial que, al fin y al cabo, fue aquello que se
defendió durante el ensayo.

 Existe otra manera de concluir, y es proponiendo o invitando al lector a una acción


o propósito relacionado directamente con el tema del ensayo, dejando ver cierto
nivel de compromiso del autor con el tema del escrito.

 Los finales “en punta” que ya mencionamos, a menudo forman parte de otra forma
de concluir: terminar el ensayo pensando en el efecto que pueda causar en el
lector; para ello, usted puede recurrir a una situación divertida, curiosa o ,incluso,
anecdótica. Por ejemplo: “...y quizás cuando termine su ensayo al mediodía,
comprenderá que, definitivamente, es más fácil desayunarse en menos de diez
minutos”.

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