Alimentación Espiritual – La Energía del

Universo
Alimentación Espiritual. La energía del universo se encuentra girando a nuestro
alrededor, pero nosotros los seres humanos tan cansados por las actividades diarias y la
presión de la sociedad, no hacemos nada para canalizarla hacia nuestro interior,
exceptuando las acciones básicas como la práctica del sexo, la alimentación, el canto, el
baile y la respiración profunda.  

La energía del universo después al ser absorbida, se puede modificar a través de

diferentes técnicas para disminuir su intensidad en el cuerpo y distribuirla hacia las
diferentes partes en nuestro interior, para que sane la parte física y tengamos una
alimentación espiritual, de tal manera que ocurra un desarrollo interior que nos lleve a
ser más consientes de la naturaleza y de nuestras capacidades. 

La energía del universo,

alimentación espiritual

La Alimentación Espiritual es la base de la existencia humana

 
¿Qué es la energía del universo? 

Es la energía en movimiento que acompaña a todo ser viviente y materia universal,

vincula cada organismo del planeta con el otro haciéndolo parte de un todo. Revitaliza
a los seres, nuestra fuente principal es el sol. Es una fuerza cósmica que hace latir al
universo. De ella depende el crecimiento, la evolución e incluso la alimentación
espiritual que da origen al pensamiento del cerebro inferior y a la intuición. 

¿Cómo canalizar la energía del universo para la alimentación espiritual? 

1. Invoca a los seres que conforman la Jerarquía planetaria y pídeles que te

ayuden a lograr tu cometido de absorber la energía. Existen muchas jerarquías
dentro del Universo, si ya te has puesto en contacto con una pídele a esa, en el
caso de no ser seguidor pero si una persona activa en el esoterismo realiza
algunas invocaciones o aplica algún mantra budista que te ayude a la
relajación. De esta forma empezaras a tener una alimentación espiritual al
entrar en contacto con seres superiores ascendidos. 
2. Utiliza el poder de tu voz, hay que usar la palabra vibratoria de un mantra,
invocación o emisión de sonido esotérico. Si no estás inmerso en este mundo,
puedes recitar el “Padre Nuestro”, debido a que el ser que encabeza la
Jerarquía en nuestro planeta es Cristo. 
3. Mientras repites el sonido vibratorio utiliza el poder de tu mente para
sumergirte en una cascada de luz, en el centro de las llamas incandescentes del
sol. Que cada célula de tu cuerpo sienta el poder. 
4. Debemos concentrarnos en Manipular nuestro tercer chakra, ya que es nuestro
centro de equilibrio físico y espiritual. En él se almacenan nuestras opiniones y
pensamientos, controla nuestra autoestima, el miedo y la voluntad. Hay que
limpiarlo con la energía del universo y deshacerse de todos los complejos,
energías negativas, recuerdos dañinos, igualmente de todo aquello que nos
pueda importunar y nos haga sentir ahogados. 
5. Enfocándote en tu chakra de elemento fuego, utiliza tu mente para formar un
hilo que conecte al plexo solar con el astro y deja fluir la energía. Permite que
las ondas del sol desciendan por el hilo y la energía purifique tu chakra. Cuando
esté limpio rompe el hilo plateado y trasládalo al siguiente chakra. Repite el
procedimiento hasta que te encuentres limpio y cargado de energía. 
6. No necesariamente tiene que ser un hilo lo que la persona debe imaginar, utiliza
cualquier tipo de unión, lo importante es que tu enlace se realice con el sol,
porque es el sol la mayor fuente de energía de nuestro universo cercano. Aun
así puedes conectar con la energía de otros seres vivientes y las moléculas del
aire. 

 
 

La meditación es una fuente de alimento

 
La Alimentación espiritual 

Al entrar en contacto con la energía cósmica empieza a producirse una alimentación

espiritual en la persona. A través del método descrito o al recibir la imposición de las
manos por el Reiki, la persona empieza a convertirse en un ser de luz, un creador. Es
posible que el cuerpo cargado de energía cambie incuso su peso al recibir la energía del
universo. 

 
La alimentación espiritual viene de la energía que absorbemos, esta puede ser obtenida
a través de los alimentos que consumimos en las comidas, pero también del sol y del
interior. Hay que recordar que tenemos en el interior una parte de Dios, esa chispa
divina de energía creadora. A pesar de estar allí dentro es difícil acceder a ella, por eso
es que terminamos alimentándonos de fuentes externas como la energía de las
moléculas, los objetos de alrededor y del sol. Estas últimas no son fuentes tan puras,
pero aun más bajas de categoría y demostrando nuestra poca alimentación espiritual,
está el hecho de que nos alimentamos de plantas y animales. 

No es nada fácil renunciar a la carne y vegetales pero poco a poco y con mucha

práctica, es posible ir evolucionando hasta vivir con una alimentación espiritual
exclusiva.