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UNIVERSIDAD DEL TOLIMA

FACULTAD DE CIENCIA HUMANAS Y ARTES

PROGRAMA DE NEGOCIOS INTERNACIONALES

LAURA DANIELA DEVIA RIVERA

COD: 051400182018

MUSEOLOGÍA

SEM A-2020
EL VALOR DE LA APARIENCIA EN RELACION CON LA JOYERIA
Una vista desde la perspectiva de Marilyn Monroe

En la historia de la cultura, el valor social del lujo ha sido siempre objeto de


consideraciones contradictorias. En efecto, el lujo ha estado sometido a dos
valencias opuestas: la negativa lo ha considerado una forma de exceso en la
exhibición del poder económico; la positiva, en cambio, lo ha visto como simple
signo de la conquista de una posición social, con sus consiguientes presuntas dotes
de competencia en la selección y en el reconocimiento de lo que es bello, precioso,
raro. (Calabrese,2007, p.09)
Desde la antigüedad se ha evidenciado el uso de ornamentos y joyas preciosas como una
forma de resaltar la belleza y reconocer el honor, ya que estas otorgaban cierto estatus
social y riqueza a quienes las poseían. Ya en las culturas babilónica, sumeria y asiria en el
año 3000a.c aprendieron a implementar una gran técnica para fabricar una amplia joyería
con ornamentos como piedras preciosas, plata y oro, donde usaban técnicas que inclusive
en la actualidad siguen presentes, como el granulado1, la filigrana2 y las incrustación de
piedras preciosas o semipreciosas.
Posteriormente en sociedades como Roma y Grecia era común ver el uso de estos objetos
de “valor” (cristal, coral, peltre, marfil, oro, plata, perlas, piedras preciosas, pasta vítrea.
etc.) tanto en hombres como mujeres, donde se consideraba la exhibición de estos como
una forma de mostrar el status social que se poseía, al igual que algún tipo de atributo o
don que exaltaba la belleza, y que planteaba un tipo de relación símil con aquellos objetos
que eran ofrecidos a los dioses de su tiempo. Basta pensar en la diosa Nefertiti como un
ejemplo de la dignidad que ofrece el uso de las joyas, del antiguo Egipto con su precioso y
suntuoso collar de piedras preciosas.
Ya para entre los siglos V y XV, refiriéndonos a la edad media y el Renacimiento, la
posesión de estas joyas es mostrada en las representaciones artísticas de forma exclusiva
como simbolismo del poder y testimonio del favor divino; resaltadas en el clero,
aristócratas y reyes, en mucha ocasiones pertenecientes a los más altos estratos sociales y
vistos muchas veces como individuos de una naturaleza distinta, que le confería ciertos
derechos y autoridades sobre otros, en donde los oprimidos sienten celo, y acorde a su
indistinta naturaleza humana, ansiaban cambiar de posición con su subyugador queriendo
obtener aquellos objetos que poseían y los representaban (joyas).
Sin embargo, en la actualidad con el avance de la sociedad, al principio y al final se han ido
incorporando nuevas técnicas y con estas el acceso de nuevas clases sociales a lo que

1
Granulado: decorar utilizando granos de oro.
2
Filigrana: Adorno hecho con hilos de oro o plata que, entrelazados, forman un dibujo parecido a un encaje.
denominamos el “lujo” que antes podíamos solo observar en las grandes figuras del
momento. Gracias al capitalismo y la fabricación en serie, que permitió la falsificación de
grandes artículos de la joyería, así como la aparición de la BISUTERIA, en los cuales el
valor del objeto está dado por su apariencia estética y no por el material del que esta
compuesto, en donde el portador de la joya tiene una actitud hipócrita ante el espectador
que no sabe si lo que observa es genuino. Y donde nos invita a preguntarnos, ¿Dónde queda
el verdadero significado de la joya?
En relación a esto, Dalí en una de sus escritos expresa lo siguiente:
“las piezas de orfebrería… no fueron concebidos para reposar inanimados sobre criptas
de acero. Fueron creados para deleitar los ojos, para elevar el espíritu, para estimular la
imaginación, para expresar convicciones. Sin un público, sin la presencia de espectadores,
estas joyas no podrían llenar la función para la cual han sido concebidas.” (Dalí como se
citó en Jiménez,1996)
Ahora bien, me complace presentar mi colección, donde se puede evidenciar el valor de la
apariencia en relación con la joyería, las cual no tiene que ser genuinamente preciosa, si no
como explica Dalí en la cita anterior, debe estimular la imaginación visual del espectador,
para hacerle creer que lo que ve es genuino.
Presento mi colección, la cual se basa en algunas de las joyas que usó Marilyn Monroe
durante su vida como actriz, conocida como el mito del cine del siglo XX, el “sex symbol”.
Es inevitable referirse a ella sin mencionar su estrecha relación con el mundo de las grandes
y lujosas joyas, las cuales siempre fueron sus acompañantes en todos sus atuendos, como
también en producciones como “Los caballeros las prefieren rubias”, “Como casarse con un
millonario” (1953) y “El príncipe y las coristas” (1957), además de adjetivos que
propiciaron que fuera la definición de una mujer de magnifica belleza, sensualidad,
atractivo y elegancia.
Sin embargo, a pesar de afirmaciones como “Los diamantes son el mejor amigo de una
mujer”, y ser vista con miles de accesorios diferentes sobre su cuerpo, la verdad es que la
mayoría de los artículos que usaba eran en realidad bisutería o prestados por grandes
joyeros para construir su imagen pública. A decir verdad, solo era dueña de unos pocos
artículos de gran valor. Su vida real era verdaderamente un caos, sufrió de acoso, complejos
para aceptarse a sí misma, varios desamores, maltratos y sobredosis que la llevaron a la
muerte a una temprana edad y que muchos de sus seguidores no evidenciaron por debajo de
la apariencia que reflejaba con todos estos accesorios.
Dentro de las joyas que poseía, solo lo son por su carácter precioso 4 artículos: un
brazalete de oro y un anillo con una “M” grabada incrustada de diamantes , avaluados
aprox. en 60 mil euros; y otros dos que fueron regalados por su entonces esposo, Joe
Dimaggio en 1954, los cuales consistían en un anillo de platino y 35 diamantes integrados
en un cintillo de talla baguette, y un collar de perlas que mostro en varias ocasiones
convirtiéndose en un icono para las mujeres contemporáneas, diseñado por Mikimoto, un
famoso joyero japonés, con 44 perlas perfectamente redondas, estas dos piezas con un valor
de 957 mil dólares, que aún se conservan en su estuche original.
Por otra parte, algunos de los artículos que le fueron prestados por grandes joyerías
simplemente para propiciar un aumento en el comercio de joyas y en donde como lo
manifiesta [ CITATION Cal07 \l 3082 ] “La exhibición de signos de interés privado ha
constituido … un rasgo negativo, ya que los comportamientos frente a las cosas materiales
(joyas) son con frecuencia estimados un ejemplo social digno de imitación” (P.10). Y
precisamente lo que se quería lograr, era que el público imitara lo costoso y opulento, lo
casi inalcanzable; como se trata de “la Luna de Baroda”, un gigantesco diamante amarillo
icónico que la actriz lució en “Los caballeros las prefieren rubias”, para promocionar el
lanzamiento de la película, una joya con historia de más de 3.000 años procedente de la
india, valorada en 650 mil euros; O la gargantilla de Harry Winston el primer joyero en
prestar este tipo de accesorios a una actriz.
Sin duda alguna se podría decir que en conclusión su apariencia estaba sobrevalorada en
gran medida; hasta llegar al punto en que no tenía que lucir joyas precisamente reales, de
cifras exorbitantes para reflejar y ser tratada con las cualidades que le confería una gema
real como lo era su collar de simples cuentas, de tonos esmeralda de 36¨ de largo, con cierre
dorado sin ningún valor en especial; pero que para el público si tiene valor por tratarse de
ella, confiriéndole estatus a cualquier accesorio que luciera, y cualidades tales como
riqueza, poder, belleza, ciertos derechos particulares y ubicándola al parecer a una
naturaleza distinta a la de los demás.
En base a todo lo anterior para mi propuesta plástica mostrare una fotografía de Marilyn
Monroe de 1953 “los caballeros las prefieren rubias”, ya que ha sido el referente principal
de mi análisis, en esta captura en particular quiero mostrar el verdadero valor que tiene la
apariencia al ella ser una actriz que interpreta un personaje que no es real, pero que lo hace
posible a través de elementos que usa (joyería); y más aún cuando el personaje que
interpreta llamado Lorelei una cantante y bailarina, se esfuerza a su vez por aparentar ser la
más superficial, rodeada de joyas para cumplir el sueño de su vida que es casarse con un
hombre rico; donde podríamos hablar de una doble apariencia, o de una doble falsedad.
Por otro lado, en la fotografía se encuentra rodeada de un gran número de caballeros que la
admiran como si se tratase de una diosa y su naturaleza estuviese en un nivel superior, y
donde las joyas que le ofrecen fuera de un tipo de ofrenda para alcanzar algo de esa
divinidad o estatus social.
Pero el detalle más especial que quiero mostrar es que esta fotografía no tiene el rostro de
ella, este fue cortado y al situarse la imagen sobre un espejo, muestra el reflejo del rostro de
quien la observa. una imagen que contiene una hipocresía que refleja solo nuestro yo
exterior y en donde cualquier persona que se mire, será poseedora de estos artículos y
ganara las cualidades que estos mismo le confieren, ante los ojos de la sociedad.
ANEXOS:

Anillo de oro con una “M” grabada Anillo de platino y diamantes integrados en un cintillo con 35
incrustada de diamantes. diamantes de talla baguette valorado en 770 mil dólares.

Collar simple de cuentas de tonos esmeralda, que mide 36 "de largo con un cierre dorado.

collar de perlas
la “Luna diseñadogigantesco
de Baroda”, por Mikimoto, famoso
diamante joyero
amarillo,
japonés, con 44 perlas redondas valorado en 185 mil
una joya de más de 3.000 años procedente de india,
dólares .
valorada en 650 mil euros.
BIBLIOGRAFIA:

Calabrese, O. (2007). El lujo: seis figuras ejemplares para una iconografía de la riqueza. Revista de
Occidente( Nº 318). Obtenido de https://ortegaygasset.edu/wp-
content/uploads/2018/07/318_Omar_Calabrese.pdf

Casabó, J. (2010). JOYERÍA (Manual del joyero ed., Vol. 1). (J. L. Barbado, Ed.) Buenos Aires,
República Argentina: ALBATROS SACI. Obtenido de https://books.google.es/books?
id=xw1kij5aaMEC&printsec=frontcover&hl=es&authuser=1&source=gbs_vpt_buy#v=onep
age&q&f=false

Jiménez, T. (1996). Joyas de artistas: Joyas de Dalí. Espacio, Tiempo y Forma, Serie, VII, 343-373.
Obtenido de http://revistas.uned.es/index.php/ETFVII/article/download/2281/2154

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