Está en la página 1de 1

La primera vez que supe que “La vita no e bella” Delgado Ku Carlos Akim

Todo empezó cuando tenía 7 años de edad si es que mal recuerdo, era un día
cualquiera en el cual salí a construir la mejor autopista para automóviles con las
más increíbles trampas para los valientes pilotos que se atrevían a desafiarla, o
ese era uno de los pequeños sueños guajiros que tenía al jugar con mis carritos
de juguete que me había comprado mi madre el día anterior.
Cuando Elmo estaba apunto de ganar la recta final contra el chavo del ocho, una
dulce voz me pregunto, ¿podría jugar contigo? Y si, así es, ahí estaba ella con una
sonrisa de oreja a oreja y unos ojos tan lindos que incluso con la miopía que tengo
hoy en día podría identificar al mirarlos nuevamente, juro haberme quedado mudo
solo de pensar en que una niña tan linda como ella quisiera jugar conmigo me dejo
sin palabra alguna, puesto en mi vecindario no había chicos de mi edad y mucho
menos niñas, nuevamente volvió a preguntar si podía jugar conmigo y esta vez sin
quedarme perdido al mirarla respondí con un fuerte y rotundo “SI”.
Días después me enteré que esa niña también era nueva y se estaba terminando
de mudar no hace mucho, cada día a la misma hora y en el mismo parque apenas
a unos cuantos metros enfrente de nuestras casas solíamos ponernos de acuerdo
que nuevo juego inventar, desde las atrapadas hasta terminar discutiendo porque
no quería que mi Max Steel fuera padre de su barbie o peor aún que yo terminara
haciendo diez ordenes de comida para todas sus muñecas, créanme que era un
verdadero fastidio, pero lo extraño cada vez que pienso en ello.
¿Qué fue de esa chica? No lo sé, ¿Cuál es su nombre? No lo recuerdo, solo sé
que esa fue la primera vez que supe que la “vida no es bella” puesto apenas unos
días después de entablar aquella amistad mi madre me dijo que teníamos que
mudarnos y sin poder decir nada nos marchamos de aquel vecindario… si aquel
vecindario que a pesar de haber pasado muchísimos años al transitarlo miro a sus
alrededores esperando encontrar esos ojitos nuevamente.

También podría gustarte