Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Esta es una copia digital de un libro que, durante generaciones, se ha conservado en las estanterías de una biblioteca, hasta que Google ha decidido
escanearlo como parte de un proyecto que pretende que sea posible descubrir en línea libros de todo el mundo.
Ha sobrevivido tantos años como para que los derechos de autor hayan expirado y el libro pase a ser de dominio público. El que un libro sea de
dominio público significa que nunca ha estado protegido por derechos de autor, o bien que el período legal de estos derechos ya ha expirado. Es
posible que una misma obra sea de dominio público en unos países y, sin embargo, no lo sea en otros. Los libros de dominio público son nuestras
puertas hacia el pasado, suponen un patrimonio histórico, cultural y de conocimientos que, a menudo, resulta difícil de descubrir.
Todas las anotaciones, marcas y otras señales en los márgenes que estén presentes en el volumen original aparecerán también en este archivo como
testimonio del largo viaje que el libro ha recorrido desde el editor hasta la biblioteca y, finalmente, hasta usted.
Normas de uso
Google se enorgullece de poder colaborar con distintas bibliotecas para digitalizar los materiales de dominio público a fin de hacerlos accesibles
a todo el mundo. Los libros de dominio público son patrimonio de todos, nosotros somos sus humildes guardianes. No obstante, se trata de un
trabajo caro. Por este motivo, y para poder ofrecer este recurso, hemos tomado medidas para evitar que se produzca un abuso por parte de terceros
con fines comerciales, y hemos incluido restricciones técnicas sobre las solicitudes automatizadas.
Asimismo, le pedimos que:
+ Haga un uso exclusivamente no comercial de estos archivos Hemos diseñado la Búsqueda de libros de Google para el uso de particulares;
como tal, le pedimos que utilice estos archivos con fines personales, y no comerciales.
+ No envíe solicitudes automatizadas Por favor, no envíe solicitudes automatizadas de ningún tipo al sistema de Google. Si está llevando a
cabo una investigación sobre traducción automática, reconocimiento óptico de caracteres u otros campos para los que resulte útil disfrutar
de acceso a una gran cantidad de texto, por favor, envíenos un mensaje. Fomentamos el uso de materiales de dominio público con estos
propósitos y seguro que podremos ayudarle.
+ Conserve la atribución La filigrana de Google que verá en todos los archivos es fundamental para informar a los usuarios sobre este proyecto
y ayudarles a encontrar materiales adicionales en la Búsqueda de libros de Google. Por favor, no la elimine.
+ Manténgase siempre dentro de la legalidad Sea cual sea el uso que haga de estos materiales, recuerde que es responsable de asegurarse de
que todo lo que hace es legal. No dé por sentado que, por el hecho de que una obra se considere de dominio público para los usuarios de
los Estados Unidos, lo será también para los usuarios de otros países. La legislación sobre derechos de autor varía de un país a otro, y no
podemos facilitar información sobre si está permitido un uso específico de algún libro. Por favor, no suponga que la aparición de un libro en
nuestro programa significa que se puede utilizar de igual manera en todo el mundo. La responsabilidad ante la infracción de los derechos de
autor puede ser muy grave.
El objetivo de Google consiste en organizar información procedente de todo el mundo y hacerla accesible y útil de forma universal. El programa de
Búsqueda de libros de Google ayuda a los lectores a descubrir los libros de todo el mundo a la vez que ayuda a autores y editores a llegar a nuevas
audiencias. Podrá realizar búsquedas en el texto completo de este libro en la web, en la página http://books.google.com
NOVENA
Y EVANGELISTA
SAN JUAN,
133838
I
ka*8
SEÑORA:
RESUMEN PE LA VIDA
DÉ S. JUAN EVANGELISTA.
m& •
(9)
¡decer por Jesuchristo ; y en ¡
! efecto, en su consecuencia el¡
! divino Maestro les anuncia ¡
que serán participantes de su¡
sacrosanta Pasion.
Estos dos hermanos pre-¡
guntaron al divino Maestro,'
quándo seria la ruina del
¡Templo : y su pregunta dio
'ocasion á Jesuchristo para
'pronosticar la ruina de Jeru-
i salen, y lo que sucederia en
'su última venida. I
San Juan fue enviado con
San Pedro á preparar lo ne
cesario para la Pascua , que
Jesuchristo celebró con sus
Apóstoles. En esta última ce-!
na , en la que el divino Re-1
dentor nos dexó tantas, tan
Agrandes y tan maravillosas (
(10) f
pruebas de su amor, dio á
San Juan una del muy sin
gular y tierno que le profe
saba , permitiéndole que se
reclinase en su pecho. Estan
do en esta postura , le pre
guntó el Santo Apóstol, ¿quién
le habia de entregar? y Jesus
tuvo la bondad de manifes
társelo privadamente.
El Evangelista San Juan
fue tambien uno de los tres
Discípulos que llevó Jesu-
christo consigo al Huerto de
Getsemaní, para hacerlos tes
tigos de su agonía y tristeza}
de los quales Juan fue el úni
co que siguió al Redentor
hasta la Cruz. Estando al pie
del sacrosanto madero en el
Calvario recibió otra prueba
(«) f
no menos singular de lo mu- j|
cho que le amaba. Con efec
to , poco antes de consumar
su sacrificio , viendo á su
Madre y al fiel y amante Dis
cípulo dixo , hablando con su
Madre : Muger , he ahí tu
hijo , señalando al Discípulo;
y á éste: he ahí tu Madre, se
ñalando á María : sobre cu
yas palabras fundan los San
tos Padres el título de hijos
adoptivos de la Virgen San
tísima propio de todos los fie
les; pero el especial hijo adop
tivo de la Virgen María fue
San Juan, y el que mas exác-
tamente cumplió con sus de
beres, y con. el encargo de'
su Maestro , llevándosela en
^su compañía para cuidarla y .
) {12)
consolarla. San Juan perma-
- necio al lado de la Cruz des
pues de muerto Jesuchristo,
y el único que testificó ha-J
ber visto correr sangre y;
agua del divino sacrosanto
Costado.
Aunque San Pedro y San
Juan corrieron juntos para1
certificarse , si habian con e-|
fecto robado del Sepulcro el
cuerpo del Salvador , segun
testificaba María Magdale-|
na , Juan llegó el primero,1
pero Pedro entró ántes en el !
sagrado Sepulcro. Algunos
dias despues de resucitado el
Redentor , hallándose este
Santo Apóstol con otros Dis
cípulos , pescando en el marj
de Galilea se les apareció el t
(i3)
Señor 5 y Juan fue el prime
ro que dixo: El Señor es.
. Era tan excesivo el amor
entre Sari Pedro y San Juan,
que aquel no queria apartar
se de éste. Entrando juntos á
orar en el Templo de Jeru-
salen, sanaron milagrosamen
te á un hombre que habia es
tado siempre impedido. Jun
tos fueron presos por anun
ciar la Resurreccion de Jesu-
christo : juntos protextaron'
con la mayor entereza y sin
temor á las amenazas de los i
Judíos, que primero era obe
decer á Dios que á los hom
bres : juntos los libró un An
gel : juntos fueron á Sama
ria para que recibiesen al Es
piritu Santo los que habían \\
(14)
sido bautizados por el Diáco
no Felipe: juntos predicaron
por diferentes pueblos del
aquellas regiones la fe del
Crucificado : juntos se volvie
ron á Jerusalen 5 y finalmen-
mente asistieron al Concilio
celebrado en esta ciudad , co
mo columnas de la santa Igle
sia.
Cumplió con su ministe
rio recorriendo el Asia y pre
dicando en ella el Evange
lio. No hubo ciudad ni pue
blo en las dilatadas provin
cias del Asia menor que no
iluminase con las luces de su
fe. Todas las Iglesias de ella,
dice San Gerónimo , las fun
dó, las rigió y gobernó co
mo Doctor y Maestro , asig-
1^=
nando á cada una su respec
tivo Pastor.
En la bárbara y cruel
persecucion de Domiciano,
fué conducido á Roma, dice
Tertuliano , y metido en una
tina de aceyte hirviendo de
lante de la puerta Latina. En
lt ella entró deseoso de apurar
el cáliz que le habia anun
ciado Jesuchristo; pero Dios
le conservó la vida milagro
samente , y lejos de recibir
lesion alguna, salió de la ti
na mas vigoroso y sano que
habia entrado en ella. En
seguida fue desterrado á la
Isla de Patmos para traba
jar en las minas y canteras.
Aquí tuvo las maravillosas
visiones y revelaciones que
escribe en su Apocalypsi, que
como dice San Agustin, con
ciernen al estado de la San
ta Iglesia desde la prime
ra hasta la última venida de
Jesuchristo. I
Por muerte de Domicia-
no fueron rescindidas y anu
ladas por el Senado las ac-'
tas de su gobierno, y de coa-'
siguiente libre San Juan de
su destierro. Volvióse pues
á Efeso , en cuya ciudad hi
zo su principal residencia
como la habia tambien he-
cho anteriormente, despues
de sus dilatadas peregrina- j
ciones. En esta ciudad fué;
donde rogado de sus Discí
pulos, de muchos Obispos,
y de todos los Fieles de las
f (ir)
Iglesias que habia fundado,
escribió su Evangelio , pa
ra confutar los errores de
jEbion y Cerinto , que nega-j|
I ban la divinidad de Jesuchris- ■
to. Su pluma es la mas ele
vada y sublime entre todos
los Evangelistas; porque em
pezando uno su Evangelio
por la generacion temporal
de Jesuchristo, otro por la
profecia de Malachias , otro
por el Sacerdocio de Zaca
rias , San Juan como Agui
la entre todos ellos se re
monta al seno mismo de la
Divinidad , y su Evangelio
dá principio por la eterna
generacion del Verbo. Habla
tambien de la predicacion
de Jesuchristo; y aunque muy
» B
f
breve , comprehende varias
particularidades que omitie
ron los otros Historiadores
sagrados. En sus cartas se
descubre todo el fuego de la
caridad que le abrasaba.
A los últimos dias de su
vida era conducido de sus
, Discípulos á la Iglesia á cau
sa de su ancianidad y flaque
za j y no pudiendo hacer lar
gos discursos , repetia con
frecuencia esta sentencia y
precepto del Señor : hijitos
mios, amaos mutuamente. Pre
cepto que observado exác-
tamente es muy bastante pa
ra justificarnos y salvarnos.
' Finalmente , este Santo
'Apóstol, Evangelista, Pro
feta, Virgen y Mártir, mu-
-
(19) I
rió en Efeso de edad de cer
ca de cien años. Su valimien
to y proteccion es admira
ble, y esta causa me ha mo
vido para ordenar esta No
vena. Recibela, Lector mio,
como fruto de mi devocion,
y disimula sus faltas.
DIA PRIMERO.
¡O glorioso Apóstol y sa
grado Evangelista San Juan,
fiel discipulo de la sabiduría
del Eterno Padre , escogido
de Dios para el alto minis
terio de enseñar al mundo la
Jley y la doctrina del Cru
I (M) f
cificado, y uno de los primé-
ros llamados para seguir á
Jesuchristo, yo te suplico por
aquella prontitud con que
abandonaste tus redes y exer-
cicio de pescador , con el
que ayudabas al manteni
miento de tus pobres padres,
y seguiste las divinas inspi
raciones , que me alcances de
la infinita bondad un ánimo
pronto y resuelto para de-
xar por Dios todas las cosas
de este mundo , anteponien
do su amor y servicio á to
do lo terreno y caduco, si
guiendo sus santas inspiracio
nes y cooperando con todas
mis fuerzas, sentidos y po
tencias á su mayor honra
y gloria: obediencia y su
I (25)
mision á mis mayores y su
periores, respetándolos y re
verenciándolos , como depo
sitarios de la autoridad y su
perioridad de mi Dios y
Criador , en cuyo nombre
mandan y goviernan los gran
des potentados del mundo,
i los superiores y xefes de la
Iglesia , los padres de fami
lia , y todos los que exercen
i justamente alguna superiori
dad sobre sus semejantes 5 pa
ra que cumpliendo yo á imi
tacion tuya con todos estos
deberes que enseña y manda
la religion cristiana á todos
sus profesores , sea digno de
acompañarte despues de esta
vida mortal por toda la eter
nidad en la gloria. Amen.
(26) , f
GOZOS
I.
Lugar de tu nacimiento
Fue Bethsaida, en Galilea,
Que entiende la frase hebrea
Casa de mantenimiento.
Belen por raro portento
Lo es de el pan mas regalado.
Te hacemos , Ge.
Ilf.
IV.
V.
Estabas al rededor
De tu barco y de tus redes
Con tu hermano,y las mercedes
De Jesus, pesca mejor
Os prepara , y pescador
Te hicieron mas consumado.
Te hacemos , &c. .. 'J
(39) f
VI.
VII.
En la amenidad frondosa
De la Iglesia militante
Es azuzcna fragante
Tu virginidad preciosa:
Puro lirio , intacta rosa,
Y adorno el mas delicado.
Te hacemos , &c.
i &
VIII.
IX.
Se" ~ —
^Kl>-^ , — ^M
f tí) 1
X.
XI.
I k
Que bien que verificaste
Lo que al Señor ofreciste,
I Quando su cáliz bebiste,
Y al pie de la cruz te hallaste.
Todo á pechos te le echaste
Mirando al crucificado.
Te hacemos , &c.
XIII.
.XV.
XVI.
XVII.
Aguila te remontaste
Con el mas rápido vuelo
Desde la tierra hasta el cielo
Virgen Juan, quando formaste jj
Tu Evangelio y nos dexaste
Tesoro tan acendrado.
Te hacemos , &c.
Í3S)
XVHI.
Un número prodigioso.
De muertos resucitaste* .\
X' é toda, la\Aaia ad m ira ste
Taumaturgo ;milagroso: , ,
Su padre-.e^! mas afectuoso
Y su mas digno. prelado^ :.¡ ]
v,(Ee<ba€emas-.y&.c. 1 >
.::uduu .-i l . »'» ni '.liiii
C2
1 ^
í W ?
j Tu ancianidad determina
¡Morir en -la' sepultura, mO.
i Y allí mismo una luz pura / "
Y radiante te ilumina, l¡i r.'í
\ Muerte no : fue ©¿presion finá
Del amante con su amado. ; I
Te hacemos r&&é . -ai!
ORATIO.
ORACION.
O gloriosísimo Evangelis
ta San Juan , luz de la ígle
sia, y honor del Colegio apos
tólico , yo te venero y re
verencio recostado en el pe- !
cho de tu amorosísimo Maes
tro , mi Señor Jesuchristo,
despues de haber recibido en '
la postrera cena su Cuerpo)
santísimo , favor no concedí- j
do á otro alguno de los es-'
cogidos } donde bebiendo de
aquella fuente de la vida eter
na los mas admirables y re
cónditos misterios de la Di-
I vinidad , de tal suerte y con j
tanta abundancia te llenaste
de ellos , que rebosaron por {
toda la Iglesia , siendo tus j
palabras y tu pluma el arca-'
iduz por donde todos los .fie
les los gozamos, fecundando;
á la misma santa Iglesia con I
i 4
'tan divinas y soberanas cor
rientes. Suplicote , amado de
i mi corazon , que por tu inter
cesión alcance yo á beber de
aquella agua de la vida, que
corre del soberano pecho de
| Jesús, y que todos los christia-
¡ nos nos aprovechemos de tan
inmensos é inestimables rau-
- dales para lavar y purificar
¡con ellos todas nuestras man
chas é imperfecciones , y re
cibir en esta vida dignamen-
i te el Santísimo Sacramento
del altar. Amen.
Después se dicen Jos gozos,
antífona , y oración del Santo, j
como en el dia primero ; y de J
esta misma suerte se repite
los demás dias.
íf
d i a ra.
ó águila remontada y ce
lestial , no solo por la subli
midad de tu . ciencia , sino
tambien por la grandeza de |
tu amor , que anidaste en el
monte Calvario , colocando
[í tu amante corazon sobre la
palma de la santísima cruz,
en compañía de la Serenísi
ma Reyna de IosCielos,quan-
do viste padecer en ella á la
magestad de tu amante y
amado Jesuchristo , Señor
nuestro: donde fueron tus tor-
jmentos tan crecidos, que aun
mismo tiempo padeciste tres
cruces : la de Jesus viéndole
padecer tan sin culpa ; la de
fe, \
(43)
. • . . . fH
la -Virgen Santísima, conside- !
rando atravesada su alma, y
herido su corazón con el cu-
chillo que profetizó Simeon,!
y la tuya que hirió tu alma
llenándola de compasion' á|
vista de tan inocentes víctir
mas, no como el ingrato Ab-,
salon, sino como el mas agrá- 1
decido y fiel discípulo del So
berano Maestro. Suplicote, ¡
amado de mí alma , que me
alcances del Señor un profun
do sentimiento de sus acerbí**
simos dolores, de los de la|
Virgen María, y de los tuyos;
y; que sea tan vehemente, que
parta mi corazon de pesar
por haber ofendido con misj
eulpas á tan amable é infini'- 1
ta bondad siendo ellas la [
w,*
f (44) f
causa de tan crecidos tormen
tos. Amen.; ->.••..'.':,;. ': - >f - , ;
, DIA IV.
O regalado discípulo de
mi Señor Jesuchristo, que lo
graste aquel favor tan gran
de, que no alcanzó á otro al
guno de los nacidos , como
fue , que el soberano Reden
tor (aun en medio de tantos
tormentos como padecia) cuir
dase tanto de tí , en aten^
cion á tu virginidad y pure
za , que estando al pie de la
cruz te dio por madre á su
misma Santísima Madre , se
ñalándote por hijo de tan so
berana Rey na, y por herma
nó suyo, paca que hicieses sus
veces, y suplieses su ausencia]
sirviendo ele alivio; íy consue-j
lo á tan sola , dolorida y afli
gida Señora , y fueses suífde-]
¡ lísimo Capellán y Custodio
¡mientras estuviese en este
; mundo. Suplicóte por aquel
amor con que la Reyna „d;ei
I mundo te amo , y por aquel
con que tú la serviste , reve
renciaste y adoraste^ trayén-r
dola; siempre en tu compañía,
me alcances de su divina Mar
gestad una i devoción grande,
tiecna y fervorosa con JaSatír
tísima YírgeaMaíía., á fia de
que^ conservándome .en toda
pureza^ pueda, alistarme; en ,elí
número de sus- hijos. Amen. .
K!£<( <-2:q : ::, ?i oVtfa i > - 'lü
-liq Oif-'j'i oiíuj i¿ i jijího;
f
D I A V^L,
-'•« DIA VL
O sagrado Evangelista
y diligente sembrador de la
palabra de Dios, que habien-
ido fundado las siete Iglesias
I de la Asia , de las quales
(48)
¡ eres reconocido por Patriar
ca y fundador , y que estan
do, en Efeso en compañía de
la Reyna de los Cielos y Ma
dre tuya, fuiste aprisionado
por el cruel Domiciano3 y
desde allí conducido á Roma,
ligado conv una . fuerte y .pe-
sáda cadena : donde , como
dice Tertuliano, te metieron
en una tina de azeyte hir-
biéndo, para que allí per
dieses la vida por invenci
ble Confesor de la fe del Cru
cificado ^.rñ^s por un paten
te milagro de la Omnipoten
cia de DioS , no solo saliste
vivo y sin ;le.<sion , sino mas
remozado , mas puro y vigo
roso: lo qual fue causa de
que fueses desterrado , á la
Isla de Pathmos : suplicote
con todas las veras de mi al
ma , que aquella cadena de
tu prision me ponga en li
bertad de toda culpa por tu
intercesion , y el aceyte de
tu martirio me sirva de fo
mento, para que siempre ar
da en mi alma la lámpara
de la caridad de Dios y de
mi proximo , y así mismo en
todos vuestros devotos : y fi
nalmente , que por vuestro
destierro seamos conducidos
á la compañía de los Ange
les y Santos , para alabar á
Dios por eternidades perpe
tuas. Amen.
m& —s=~
'••[' DIA VII.
O hombre celestial, y
Angel en la tierra, á quien
j la Soberana Magestad de nues-
'tro Dios reveló el estado de
jla' Santa Iglesia hasta el fin
'del mundo con tantas y tan
admirables visiones , quales
jamas experimentó justo al
guno, por mas eminente que,
haya sido en la virtud y san
tidad \ á quien los Angeles
! llamaron consiervo suyo , no
permitiendo se humillase tu
persona á ninguno de ellos,
por mas elevado que fuese;
y á quien finalmente preser
vó la divina Providencia del
tósigo mortífero , con que tus
™
f tío |
enemigos intentaron quitarte
violentamente la vida ; yo te
suplico humildemente me al-
canzes del Dios de la Sabi
duría, el puro conocimiento
de su santa ley, para arrer-
jglar todas las acciones de
mi vida por este indefectible
nivel , esfuerzo para rebatir
y no prestar adoraciones al
ídolo de mis pasiones , luz
para conocer las astucias de
mis enemigos, y evitar las ve
nenosas sugestiones del mun
do , del demonio y de la car-
|| ne , que con tan terrible ba
tería intentan desalojar de mi
alma la gracia y las virtu
des : y últimamente te su
plico que afianzada mi alma
en las verdades de la v san- L
ta fe , sostenida de la ancora
de la esperanza en las pro-
i mesas de la infinita bondad,
logre eternizar el amor y ca2-'
ridad de mi Señor Jesuchristo
en la patria celestial. Amen.
DIA VIII.
* f- • - •
O Querubin científico,-
luz del mundo por tu admi
rable doctrina, Aguila de los
Evangelistas , que subiendo
hasta el seno del eterno Pa
dre, hallaste en él el prin-,
'cipió sin principio de todas!
las cosas , y confundiste loV
errores y falsos dogmas de
los enemigos de la religión!
jchristiana , que negaban fa
¡divinidad de nuestro adóra-^
f (53) *
ble redentor, Jesuchristo hijo
unigénito de María Santísi
ma y del Eterno Padre, igual
á él y consustancial, tan eter
no, tan inmenso y omnipo
tente como él, y una de las
tres divinas personas de la
Trinidad beatisima : Doctor
consumado de la católica
Iglesia, el primero, el ma
yor y el mas profundo Teó
logo de la escuela de Jesus,
Maestro de las mas altas ver
dades que defendiste á pre
sencia de las potestades ter
renas , sin que te aterrasen
las amenazas ni los mas crue
les tormentos, persecuciones,
destierros y demás calamida-l
des de la vida 5 suplicote que
me alcanzes del Padre de las
*6
t (54) y
[luces, conocimiento para dis^
cernir el error , ciencia para
rebatirle , constancia en la
profesion de las verdades re
veladas , fortaleza para conr
fesar el nombre de Jesus , y
hacer pública profesion de su
doctrina delante de los hom
bres, aunque sea á costa de
mi propia vida: para que sien
do fiel imitador tuyo en la fir
meza de la fe, sea tu compañe
ro en el premio de esta fe, que
es la visión clara de Dios «n
el reyno de la gloria. Amen.
• DI A ÍX.
%¡U ■
el momento de tu vocacion
hasta el último instante de tu
vida exercitaste las mas he
roicas obras de -amor y cari
dad , cuya virtud fue tu prin
cipal empleo , sacrificando á
ella tu reposo y tranquilidad,
despreciando por el amor de
tu Maestro los peligros , las
cárceles , los destierros , las
persecuciones, y aun la misma
muerte , fomentando esta vir
tud éh tus discípulos , insi
nuándote en sus^corazones del
modo mas suave y apacible,
: amándolos á todos coa uh
| amor entrañable y sincero, y
! enseñándolos á que ellos se
amasen mutuamente pues en
los últimos años de tu dilata -
\ t da vida jamas se apartaba de
(56)
tu boca aquella santísima
máxima : Hijos mios , amaos
mutuamente, en la que consis
te la suma de la ley. de Je-
suchristo,y el mayor de todos
sus preceptos. Suplicote, ben
dito Apóstol, Evangelista sa
grado , Mártyr invicto , ino
cente Virgen , Doctor ilumi
nado , Serafín encendido , que
me alcances del Señor su ca
ridad , amor á mis próximos,
principalmente á mis mayo
res enemigos , y á los que
.conspiran contra mi opinión y
fama, á los que me aborrecen;
para que volviendolos bien
por mal en esta vida, merezca
ser participante con vos del
premio eterno de la gloria.
Amen,
F I N,
0»- ,
■I f
Á SAN JUAN
APÓSTOL Y EVANGELISTA.
HIMNO.
£ 2 {
* (6o)
El Verbo ya humanado
paseaba ( y no acaso ) la ri
bera
del mar de Galilea-,
y al modesto mancebo
vio quando trabajaba
con Jacobo y el padre Ze-
bedéo
en reparar las redes
dentro de la barquilla:
ocupacion ingenua y sin man- '
cilla* f
Viólo y muy complacido- •• ^
de ver un Israelita no fingido,
puro , inocente y llano, ¡ ;'
le llamó con su hermano,
y por el mismo oficio
le ascendió de manera, '
que la red barredera
destinada á los vagos am>
males
(60 i
María Santísima.
f (62)
y de Dios el viviente reli
cario»
Tal custodio era digno
para el arca dorada
del testamento eterno;
ni menor guardajoyas
apto fuera y decente
para la urna luciente,
depósito y minero
del maná de los Cielos ver
dadero.
Así le preparaba,
para que recibiese con de
cencia
á nombre de la humana des
cendencia
la filiacion dichosa
de la Madre mas pura y ca
riñosa :
quando en la escena trágica
asistiese, ,
\ '' 4
t^f " "=—»
(63)
y qual amigo fiel no se es
condiese,
así para que viera
el manantial divino,
que del difunto pecho brotaría
quando él insano hierro 1(
abriría.
Así purificaba . ' v
aquella vista lince y pene
trante, • /
que luego descubriera,'
quien desde tierra firme le¡
hablaba, '-' i »
y ella entre todas fuese-
la exenta de ceguera, -. J
laque aun al mismo Pedro 1<
instruyera. ¡-.¡níu.
Además disponía ¿¿':j^¿ .
que le fuese testigo 'j 2üI -¿ ',
sin excepcion alguna en tod<
L trance^ — ' rr/!r.í> ¡-j t
y que anotase atento
lo que por misterioso Sacra
mento-. - / - in
cienso velo cubriera;
á menos que le diera
alas de tan sublime inteli
gencia . ••' .
que hasta la misma esencia
inconmutable: el vuelo le-
vantára, f.-\:.
y bebiendo las luces
der la increada- esfera,
nos dixese lo ,que otro no
dixera. _ t. •. j
Las gloriosas, empresas
que á Juan se reservaron
la admiracion q.uitar.on
despues de conocida» - ; A •
de las demósíragiones dis-
* .
y (6S)
gozando de contino
en el sacro Colegio
particular privanza y privi
legio;
como Joseph amado
del divino Jacob acariciado.
Así entre los alumnos
de la celeste escuela
él siempre fué admitido
y de intento escogido
á profundas lecciones,
á honrosas comisiones:
siéndole manifiestos
secretos importantes,
sucesos señalados
del número mayor muy re
catados.
De todo fue testigo
y en todo lance familiar
amigo.
¡El solo con su hermano
! y la cabeza del Apostolado
pudieron ver gozosos
despertar de su sueño
á la voz soberana
y levantarse sana
!i la doncella difunta
del Archisinagogo;
quedándose aturdida
la plañidera turba descreída !
El solo con los mismos
vio sobre el alto monte
¡ el semblante glorioso,
como el sol luminoso,
y de la vestidura
qual ampo de la nieve la
blancura.
Por último en el huerto
á la raizdel Olivete situado,
estuvo con los dos aproxi
mado
- contemplando de cerca 2 --; ¿v
• ^3
el ruego lastimero
del cándido Cordero,
y lo vio condolido
de púrpura teñido:
y en grave desconsuelo
prontísimo aceptar la orden
del cielo.
¡Cómo se acordaría
del misterioso encargo
que con (i) Simon desempe
ñó poco antes,
quando á los dos humildes
atados animales
soltaron los ronzales,
alegres conduxeron,
y al triunfo milagroso pre
vinieron!
¡Y lo que tan reciente
"fe?
f9* (70 \
Iel temblor y el espanto se
apodera: .
pálidos como cera
unos á; otros se miran
y casi no respiran :
atónitos del susto
y de,grave amargura com
pungidos
gran trecho perseveran
suspensos y aturdidos:
atento cada uno f. . ¡
á escudriñar los senos
del corazon confuso y afli-
gido;
medrosos de encontrar lo que
buscaban,
solícitos miraban,
(si algún indicio leve
de la traicion aleve
en su interior bullia} ^ ¡.
ty como fuese en vano,
■ ■ " ^
y el exámen penoso
no les diese sosiego ni reposo,
que decir no sabian, J ¿- I
' ni dónde estaban , ni lo que
se hacian.
Pero el ínclito Joven
del monstruoso delito tan dis
tante,
quando la penetrante
flecha su tierno corazón he
ria, <"'.J •' °{ 1
(no ya- porque dudaba,
si bien antes temiera,
sino por la fineza con que
amaba) '•- ' 1
rendido á la violencia j
del inmenso pesar que le
acongoja, ~!' ' ;T'¡; A ,
qual hijo delicado"'-^
se echa en los brazos de su- •
Padre amado ¡i oiíioj j
.*
| (73)
yen el pecho sagrado
la
virginal cabeza reclinando
se
entrega generoso
al
incendio de amor mas do
loroso.
¡Ocaso prodigioso! ... :
¡ó dicha inexplicable!
¡ó deliquio inefable!
I ¡ó expresion peregrina!
¡confianza divina!
¿Buscamos por ventura
mitigar tu amargura?
'¿ó en el puerto seguro
huir la mar hinchada,
y salvar, la barquilla con
trastada?
¡ Ah ! que mas noble impulso
es el que te arrebata:
sentiste de improviso
el alma vulnerada
por extraña manera,
(74) 1
sabiendo que la fiera
y maliciosa herida
tira á la vida de tu misma
vida,
sobre todas preciosa,
y al punto en presurosa
lealtad y cariño
|| corres á defenderla,
haciéndote su escudo
para que el golpe crudo
sobre "tí solo venga :
y si esto no te es dado,
declares por lo menos
quanto te condolieras,
quan venturoso , si por él
murieras.
A morir pues caminas
, qual víctima inocente:
por eso blandamente
el cuello ofreces , la cabeza
inclinas;
(rs)
! y porque nadie dude
¡la causa poderosa
¡única y soberana
de tu muerte temprana,
si por dicha lográras obte
nerla,
'sabiamente ingeniosa
tu oblacion amorosa
¡por sí misma declara
¡que el holocausto lo motiva
el (i) ara.
Ara jamas oida
con la Deidad unida,
y centro del ardiente
fuego á tu sacrificio conve
niente.
Ya, ya estás anhelando
(1) Efeso.
(2) Diana.
(3) Una de las siete maravillas
del mundo.
(82)
de humana vanidad en todo
exemplo,
por ella edificado,
y tambien abrasado (i):
perseverando entera ; ;
despues de tanta lumbre la
ceguera,
hasta que tu embaxada
de virtud de lo alto reves
tida
Ies haga conocida
la verdad y la senda de la
vida:
derribando el doloso
ídolo con el culto ignomi
nioso.
Tu llevarás muy lejos
el nombre esclarecido