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Introducción

Muy pocos fenómenos a lo largo de la historia de la humanidad, han marcado


nuestra sociedad y cultura como lo han hecho los brotes de enfermedades
infecciosas. Especial énfasis se le ha dado a este fenómeno en las ciencias
sociales y en las ramas de la medicina que han sido, al menos en parte,
fundadas en las ciencias sociales.
Nuestro punto de atención es que una de las más grandes catástrofes
naturales, ha sido el brote de las pandemias. En una larga sucesión a lo largo
de la historia, los brotes pandémicos han diezmado sociedades, determinando
resultados similares a las guerras, borrando poblaciones enteras, pero
también, paradójicamente, despejando el camino para innovaciones y avances
en ciencia (incluyendo medicina y salud pública), economía y política.
Brotes pandémicos han sido examinadas de cerca por los lentes de los
historiadores, incluyendo la historia de la medicina. En la era de las modernas
humanidades, sin embargo, poca atención ha sido dada al estudio de cómo
afectan al individuo y a su grupo psicosocial.
Desarrollo
El fin del modelo económico actual y
los cambios disruptivos que vienen
Son tiempos turbulentos, y qué duda cabe, que
toda la crisis pandémica que estamos padeciendo,
va a traer cambios sociales, económicos y políticos
sin precedentes. Pero si hay algo que nos ha
enseñado la historia, es que ningún modelo
económico es perfecto, y todos son caducos.

El modelo económico tal como lo conocemos está agotado. Lleva así desde el
2008—2009, pero se ha mantenido a través de estímulos monetarios, a través
de bancos centrales para pagar la deuda anterior, lo cual implica la creación
de mucha más deuda. Debido a ello, los países están obligados a crecer lo
suficiente para pagar los intereses de la deuda.
Hay un problema, los recursos energéticos fósiles no son renovables, y se
agotan progresivamente. Por tanto, cada vez es más complicado mantener los
niveles de crecimiento. Esta restricción energética explica el continuo ajuste
bajista entre la oferta y demanda de recursos energéticos fósiles, que se
manifiesta de forma obvia a través de la volatilidad y disminución de sus
precios en los últimos tiempos (mercados de futuros), hasta el desplome
actual.
Se puede entender que el modelo
económico actual se está
acabando, lo que llevará a un
¨decrecimiento forzado¨
Pero el problema real es que no existen recursos energéticos alternativos,
cuyo retorno energético sea lo suficientemente óptimo para mantener el
crecimiento económico global, según lo conocemos. Se puede entender que el
modelo económico actual se está acabando, lo que llevará a un ¨decrecimiento
forzado¨ acorde a unas limitaciones físicas (climáticas y energéticas) y que,
posteriormente, migrará entrópicamente a otro modelo nuevo, liderado por

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una tercera Revolución Industrial mediante la digitalización e interconexión de
tecnologías disruptivas aplicadas a la energía, transporte y comunicación,
como ya está ocurriendo.
Acostumbrados a un crecimiento global continuado desde prácticamente la
década de los 60 hasta nuestros días, ha empezado a generarse la necesidad
de decrecer de un modo u otro. Hace meses empezaron las guerras
comerciales entre EE UU y China para comenzar a reducir dicho crecimiento,
obviamente no fue suficiente. Luego llegaron las Cumbres del Clima con Greta
Thunberg, en las que no se alcanzó ningún acuerdo. Meses más tarde, llega el
Coronavirus de imprevisto y de forma natural, aunque no faltan hipótesis
conspirativas que consideran que ha sido creado deliberadamente. Cómo sea,
el decrecimiento ha llegado a la fuerza y eso explica los excedentes de reservas
de petróleo en máximos históricos, simplemente porque no hay demanda que
satisfacer, así como una caída del precio sin precedentes, incluso con
estimaciones que marcan el precio del barril en negativo, creando una presión
geopolítica mundial equiparable a los tiempos de la guerra fría.
Pandemia del COVID-19 llevará
a la mayor contracción de la
actividad económica en la
historia de la región: caerá -5,3%
en 2020.

La pandemia del coronavirus (COVID-19)


impacta a las economías de América Latina y el Caribe a través de factores
externos e internos cuyo efecto conjunto conducirá a la peor contracción que
la región ha sufrido desde 1914 y 1930. Según las últimas estimaciones, se
prevé una contracción regional promedio de -5,3% para 2020, informó hoy la
CEPAL durante el lanzamiento de un nuevo informe.

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Coronavirus y el sector de la construcción: ¿cómo puede la
industria recuperarse después de la crisis?
La economía mundial atraviesa una importante crisis provocada por la
pandemia del COVID-19. Esta emergencia sanitaria, aún en desarrollo, refleja
un impacto en todos los sectores económicos, incluyendo la industria de la
construcción.
Durante la crisis económica y financiera del 2008, que provocó el declive de
muchas economías desarrolladas y la pérdida de empleo para millones de
personas en todo el mundo, el sector de la construcción se vio fuertemente
afectado. Entre 2006 y 2009, según datos de la Organización Internacional del
Trabajo, desaparecieron más de cinco millones de puestos únicamente en el
sector de la construcción.
¿Es probable que pasemos por una crisis similar a la del 2008, o incluso la Gran
Depresión de la década de 1930? Esta es la gran interrogante que los sectores
económicos se plantean en este momento. Sin embargo, ahora existe el
aprendizaje de pasadas experiencias para poder recuperar la economía y
mitigar el impacto negativo.
Los efectos del COVID-19 apenas comienzan a sentirse en diferentes países,
pero ya van surgiendo las dudas sobre qué pasará en el mundo cuando sea
posible volver a la “normalidad”. A continuación, podrás leer cómo mitigar el
impacto de la crisis en la construcción y de qué manera la industria se está
adaptando para enfrentar los nuevos retos.
¿Qué oportunidades surgirán en el sector de la construcción post COVID-19?
A medida que avanza la pandemia y se afianzan los efectos completos de la
infección, la industria de la construcción busca cómo enfrentar los retos y
responder a las nuevas necesidades que han surgido como consecuencia de la
expansión del virus.
Por ejemplo, en Centroamérica, empresas de la industria se están uniendo al
esfuerzo contra el coronavirus participando en operaciones de limpieza y
desinfección de espacios públicos.

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CEMEX Panamá comenzó con esta iniciativa, que ahora ha llegado a Colombia
de mano a CEMEX Colombia.
Por otra parte, el sector de la construcción en Europa emitió una declaración
conjunta para pedir medidas urgentes que protejan la salud de los
trabajadores, apoyando la actividad económica y ayudando al sector a
recuperarse a raíz de la pandemia de Coronavirus.
La crisis laboral ocasionada por el coronavirus puede
alcanzar a la mitad de los trabajadores.
La Organización
Internacional del
Trabajo advirtió este
miércoles que casi la
mitad de la población
activa mundial, unos
1600 millones de
trabajadores que
laboran en el sector informal, están en riesgo de perder sus medios de
subsistencia debido al constante descenso del número de horas trabajadas a
causa del brote del COVID-19.
La Organización llegó a esta conclusión tras corregir a la baja su previsión del
descenso en el número de horas trabajadas durante el segundo trimestre del
año. Esta nueva cifra superaría con creces a la estimada anteriormente.
Así, la tercera edición del "Observatorio de la OIT: El COVID-19 y el mundo del
trabajo" prevé que la pérdida de horas trabajadas durante el segundo
trimestre de 2020, en comparación al último del año pasado, sea del 10,5%, o
el equivalente a unos 305 millones de empleos a tiempo completo.
La estimación previa pronosticaba un descenso del 6,7%, o el equivalente a
195 millones de empleados a tiempo completo. El cambio en las previsiones
se debe a la prolongación y la ampliación de las medidas de confinamiento.

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Conclusión
El COVID-19, como una pandemia, afectando a más de 100 países, ha
provocado la muerte de más Últimos datos cifran en 3.555.000 el total de
casos de contagio registrados en 195 países o territorios de todo el planeta.
EE.UU., Francia y Reino Unido son los que más decesos registraron en la última
jornada.
Aunque este es un problema de índole humanitario, el COVID-19 también está
afectando la economía global, lo cual se transmitirá negativamente a la
actividad económica nicaragüense. FUNIDES estima que el impacto económico
del COVID-19 se produciría por dos mecanismos de transmisión: externo e
interno.
En cuanto al mecanismo de transmisión externo, se parte de las estimaciones
de la consultora internacional McKinsey & Company (2020), quien prevé tres
escenarios económicos a nivel global para 2020 derivados de las afectaciones
del COVID-19
La pandemia de enfermedad por coronavirus de 2019-2020 ha impactado
sobre la producción y distribución de alimentos, lo que pone en riesgo la
seguridad alimentaria de vastos sectores de la población de la mayoría de los
países.
El sistema de abastecimiento y distribución de alimentos consta de varias
etapas, necesarias para que los productos básicos no elaborados en su lugar
de origen lleguen a los consumidores finales. La interrupción de cualquiera de
las etapas, —por ejemplo el transporte, la elaboración en plantas
manufactureras, la distribución mayorista y minorista—, afecta a la totalidad
del sistema.
La gran mayoría de las estrategias diseñadas para minimizar los impactos
negativos de la pandemia están relacionadas con la asistencia y la protección
de los diversos actores de la cadena de suministros de alimentos, que incluyen
a los productores de bienes primarios, las industrias de elaboración de
productos, los mercados locales de abastecimiento y la logística que enlaza a
todo el sistema.

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