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Luiselli Valeria Los Ingravidos PDF
Luiselli Valeria Los Ingravidos PDF
.
‘A diferencia de la mayorta de los editores gringos, White
‘no era monolinghe. Ya diferencia de la mayoria de los gringos
‘que hablan espaol y han pasado una temporada larga 0 corta
ten Latinoaméria yereen que eso les da una especie de fogueo
internacional teeermundista que los capactaineleetal y mo-
ralmente para no 36 muy bien para qué~. White si entendia
los mecanistosjodidos de la historia literarialatinoameriea
na, Lo natural hubiers sido que, ante su negativa yo le hiciera
caso y dejaa ira Owen,
Elmediano a su paps
{Los pulpos tienen pirrin?
Estoy trabajando.
{los camarones? ;Y las exponjas de mar?
El papé del nino mediano se queda pensando un momen-
toy luego:
Los eamarones som pirrines,
36
Cuando me embaracé dela bebé, el doctor me dijo que este
cembarazo era «dealto riesgo. Dejé de fumar, de beber, de ca-
‘minar. Tenfa miedo de que la bebé no se terminarsde formar, 0
que se formara mal: la espina dorsal ineompleta, chueca; el
Sistema nervioso desengranado; retraso mental, ento apren-
dinaje, ceguera, muerte stbita. No soy rligios pero un dia
cents calle me asalté un ataque de pénica mi hermana Lau-
ame explieé después que lo que habia tenido era un ataque
de panico~y tuve que detenerme en una iglesia. Entréarezar.
Es decir, entréa pediralgo. Reeé porla bebé sin forma, por el
amor de su padre y su hermano, por mi miedo, Cierta silencio
sme devolv6 la certeza de que en mi vientre tenia un corazon,
uuncorazén con aorta, lleno de sangre; una esponja, un Srgano
que lata,
Una novela compicts, porosa. Como cleoraon dewnbebé. |
En el ejemplar de las Obras de Owen que saqueé de la hibliote
cahabia una seccién de fotografias,colocadas de manera mas
‘9 menos aleatoria, entre ls piinas de Novela como nube. Una
‘elas fotos me Iamé la atencién. Dos tereeras partes del per-
fil de Owen ocupaban casi todo el espacio. La frente amplia
yun mechén de fleeo rizado. Una narz fins, casiun pio. La
‘ja ensombreeis un pirpado casi inexistente, el ojo dormi-
do suave, Apenas un asomo del labo superior. Todo lo demi,
negro. Un hombre eas sin rostr. Arranqué enidadosamente
lafoto y la coloque sobre una de las ramas del arbolito muerto,
junto ami eseritorio~de todos modos, no pensaha devolve el
ejemplar ala biblioteca
3Mi marido y yo vemos una pelicula con los nios. La pelicula
se lama: Livia de hamburguesas. Es una historia ridieula. La
bebé, que es la més prudente de los cuatro, se queda dormida
al eabo de algunos minutos: el mediano esiste solo un poco
‘mds que eto, Los pasamos a au cama ya su cuna, respecti-
‘amet, y os vemtos dormir. De alguna manera, nos quere:
mos enello, através de ellos. Tl vez misa través de ellos que
‘de nosotros mismos ~como si tras su llegeda el espacio va
‘fo que nos juntaba yseparabs, se hubiera lenado de algo, de
alg ajeno a nosotra, qe ahora resultaba indispensable para
justficarnos~. Lee hesamos la frente, eerramos la puerta de
‘i euarto. Nos tiramos en nuestra cama yterminamos de ver
la pelicula sin poder coneiiar el sueno,
‘Aveces dormfa en un sillén en el déeimo piso de mi eificio
porque en mi casa habia poco airey demasiado ruido. Siempre
testa Moby bantindose, estaba Pajarote desayunando pan tos-
‘ado; Dakota. con la eubeta el eco de White reptiendo la misma
historia tristisima, estaba Ia amenaza de las plantas vivas: un
4rbol muerto,y na foto del fantasma de Gilberto Owen que
no me dejaba dormir.
Una tarde, evé a White a un bar cerca de mi casa, para tra~
tarde convencerlo sobre Owen. Durante todo el dia habiamos
estado trabajando con el «Cantico Espictual» de San Juan de
la Cruz, levabamos el texto con nosotros porque la editorial
ibaa hacer una edicign bilingue y eomentada del poema. Ha-
biamos pasado la tarde memorieAndonos los verso os valles
solitarios nemorosos,y ae nos hizo de noche pidiendo whi
ies, los ros sonorosos,
Que prefieres? ~pregunté White
(0 roaring torrents?
38
Ninguna de as dos.
‘Y qué tal lo de los valles: zewooded valleys o ehosky
valleys?
Nosé, perolo de «amorous gales» es horrible
‘Tienes razbn: «amorous breezes
Cada tanto, dejabamos nuestras bebidas sobre Ia barray
saliamos ala calle a fumar, En una de esas pausas, traté de
mentirle a White
" La pista para emperar sera que leeilara el botOn
decncendido dela Hoover entonce:
‘Augie pica dice,
shoaveranos,
‘Thee, ching and saying,
“behave us,
Despishanos mica como conse Dispose sles asthings of
Aalamor-alege-ail, ove hapy ing,
Delbordesilodelwhisky, Famowhily-brim 0
‘asta lar de inf ‘height
langosts, tocut,
Pala obiebajoya, Pam orjeuetuced is
sores a foe. contin fucka
Nonoseonoce quiennonos Nooneraly nous us ho
oa, dons ot tach
Eltiemponanosconvoss, Time decent mow us we
tomoeamor-mnar-anlo ‘arealove- a-ring
16
Restos, membrana: sorts Remembranes igo
de aparieneiae que nos ie which choke
scan, os
Tunsordoscoma cerns. los So deaf cura, men
mbes deere. inti.
‘Suoedié lo que ms le pudo haber dolido a Federico: nadie ni
siquiera se detuvo a vernos, por mis que el espanolet se habia
aprendido los versos de memoria y ls recitaba con mis afee
tacién que un elefanteen celo, Cuando me di cuenta de que
nadie nos hacia easo, me senté en el suelo y me puse a leer
hacer como que leia~ stds del banguito,y saboreé a carta que le
‘seribiriaa Salvador Novo deseribiéndoe los pequetios espasmos
smusculares del enlet de su adorado andal mientras se esforaba
‘on todo su cuerpo y todo sx carisma por lamarlastenciinde
‘iza mis inconmovible de planeta. Gente perpendicular.
Federico tenia na virtud, o yo un defecto, O quits era al
revés nol tenia miedo al ridieulo yyo le tenia pavor. Siem-
pre que hice el ridiulo termine dando expliaciones. Y no hay
nada que me provoque mis hastio que dar explicaciones. Me
cenredo, me tropiczo, me emboto,
Por eso no le dije nada a Federico cuando vi pasar fren- |
tea nosotros a la mujer del abrigo rojo cargando una sila de
madera —esbelta y un poco frégil, como ella~y me paré del
suelo como si me hubieran puesto un cohete ene culo.Aban:
done ahi a Federico y la segui por la estacion hacia la calle,
Pero cuando lleg6 a la escalera de la boca del metro, no su-
Di6, no saié ala calle. Se dio media vuelta. La saludé con una
mano pr een qu nome vo ore sig de nos
Como esti exo de recordar el futuro?, le preguntéun dia Homer
a reg
‘mientras nos atascdbamos de helado de chocolate con cocaina
ngEres un idjota, eso es lo que eres. (La expresién que ut
liné fue mown y como yo no conoca Is palabra la primera vex
quel dijo no supe si cra camplido oreprocke.
| somo asi?
F—~ jNoeras novelists,
cribs un parde novel
Ja sombra de André Gide.
Entonces eres un mal novelista, pero eres novelist
Concedida
Site dedicas a escribir novelas, te dedicas a doblar el
tiempo.
Creo que mis bien se trata de congelarel tiempo sin de-
tener el movimiento de las cosas, un poco como cuando uno va
| subido en un tren, viendo porla ventana
'Y también es normal que si eres novelisa seas un idiot,
rican, aratos ala lazy a ratosa
Pateaba poco, en es cindad donde tad cl mundo pea, Se me
{ba el da pstrado frente aun eseritoro,redatando ofc
Perounatarde, mientras me comia mi sindwichen a cocineta
delconsulado, testa notes que me puso de tan buen humor
| {que deje todo como cataba ysl aa calle. Un joven esposo
{rig al jut del tribunal de Nevark un divoreio porque
novia no le habia revlado asta la misma noche de bodas que
‘enver de pierna derecha tenia una prétesis de madera. Elle
habia robado la pero alsa comoeridencia para su apelacién,
yellale habia demandado por el robo. Hasta ah legaba la not,
Era una historia perfecta que peda un nal que tal ver hubiera
cacrito yo ena miama noche, ai no fuera porque ora histo-
Fla me distajo de todo To dems
Sali del coneulado general en dnimo autliterarioy me
fui caminando por las eallejuelas del sur de a edad un poco
como ese pereonsje de Edgar Allan Poe que persige las ml
‘ides ain un popéeito clare. Crizando unt eaquina vi una
mujer, Erauna de esas esandinavas que no ingresarian nunca
a8
aa clase pudiente de Los United, pero que justifica
los eseupitaoa de petroleo de transatlantic lanzados al mar,
todos los kilos de cemento vrtidos sobre la isa de los pobres
‘manhattoes, todas las hambunguesas grasosa, todos los escu-
sados, las enearachas, el léxico atropellado de los recién lega-
dos que piden un sunny-side-up para desayunar. Yo creo que
sa fue la teroera ver que me mor. —
inte tier ocireido mientras erwaba la avenida hacia
I eequina donde ella estaba parada. Seguramente me arroll6
‘uno de esos taxistas desquiciados, Después, terminé de erwar
yy me paré junto a una farola, para verla més de cerea. Daba
‘diez pasos en unadireccién, se volteaba,y dabadiex pasos en
Ia otra, Punta tlén, puntatalén. Siempre diez. Tenia los pies
hhuestidos, del color de la mata, apuntaados por unas sandalias
‘scuras con dos listones que le trepaban por unos tbills i-
nosy terminaban en un mofo a media pantorrill. Una sola
‘de esas piernasvalia mis que todas as piernas de a isla, o del
‘mundo, Sila pobre mujer cojs que se ibaa divoreiar prematu
‘amente hubiera tendo al menos una de esas piers, sa joven
csposado no hubiera sentido que le daban gato por liebre y
no hubiera pedido un divoreio. Me acerqueé a ella le pus la
‘mano en el hilo del hombro. Se volte, no supe qué desiraun-
(que después le ment a Villaurrutia en una arta: «Es una sueca
yn estay enamorado de ella, pero la tuve virgen>.
La verdad era que Iselin no era ni virgen ni seca. Era
para decilo con elegancia, una noruega muy trabsjadora. Pero
‘aS como una piedra, Me enamoré como una pid hubiera po-
dido enamorarse deun pijaro. Esa tarde me lew dela mano has-
‘wun cuartode hotel del Bowery y, como drian los hombres, me
tuvo virgen. Dejé de ser, como decian entonces, un pobre cherry
{yime senti,con todoy mi metro 45 de altura, un pinche char,
‘Mi marido ya nolee nada deo que eseribo estoy segura. Yano
le importa, ya no importa.
ngMi ex mujer quiere levarse los nitios a Europa. Considera
que es parte fundamental dela educacion en un buen erallo
codearse con gente mis rubiay mejor vestida qué uno. Lo que
no sabe, lo que ni siquiera se imagina la Lagartona Mayor, es
que lo tnico que va a lograr con ese viaje es sembrar en mis
ninos la semillta del autodesprecio, Conseiente de que ise
1 malgastar su fortuna familiar en vestidos para cocteles que
siempre terminarian con ellaabriéndole las piernas a algo.
hholgatén aficionado a susurrar versos de Mallarmé a las lati-
noamericanas adineradas le produeiria alin ipo de eulpa le
pedi que me prestara el departamento de Manhattan mientras
estaba fuera. Greo que no es buena idea, Gilberto, me dijo,
con esa mirada tan petulante de quien eree que es su obliga”
cidn educara su ex marido,
©
‘Noa: Laut de Oven en Filadelf no iene eptfn- Swf
ailia quiere moverlos resto aH Rosario
Son los fines de semana los que més me euestan sin los ni-
‘os, En los dias laborales me preparo un eafé alas sei de la
‘manana, me lo hebo mientras tomo un bafto, me visto con.
Ja paciencia y resignacin com laque un padre vise a hijo,
cada boton un rit, las welt dela corhata, la pausa y media
de las agujetas. Les dejo algo alos gatos, que se ha de comer
ins bien el fantasma porque munca un ser vivo se comeria|
una barra de jabén nun litro de colonia. Voy ala ofeina, al-
0. me emborracho modestamente solo 0 con alin colega,
{ regreso ala tniebla de mi departamento lena de cosas que
‘yan tryendo los fantasmas. Hoy, por ejemplo, apareci6 una
bieicleta en la cocina y una torre de libros en el pretil dela
120
ventana, Yas todos os dias. Algunas noche no aleanzo a qui-
{armel trajey duermo aferrado a una almobada de plumones
hasta que vuelven a darlas seis de la manana en mi reloj des-
pertadorylos puts yanguis lean 2 Iamerme los ojos.
Pero los bados no tengo el asidero dela corbata nila es-
peranra mentolada de la crema de afeitar, Creo ademas que ése
tse dia que sale pasear el fantasma, porque no se escucha
ringin ruido ya casa ge siente més vacia que de eostumbre. Yo
‘ago también, a comprar loeperiddicos, que por supuestoya no
‘puedo lerbien, ero los arumuloen torres, comolos hermanos
Collyer.y pronto voy @hacer una muralla que part el departa~
‘mento endos: ya tengo tres torres en la cocina casi de mi esta~
tra, Antes de regresar a casa, compro un café en ln esquina y
regreso dando pasitos corto ylentos punta talon, punta ta-
[on-alargando lo mis posible el rom aese mundo sin risus
ni pleitosnillantos de nino, deseando queal menos haya vuelto
¢lfantasma desu caminata, Cuando lego, me aeuesto en mi re
poset y me pongo a acariciar lo tres gatos que se me echan
‘encima coma s fueran ellos los que necestaran consuel.
‘Regresé a la misma eaquina a buscar a Teel. No estaba. Voli
dos tres, cuatro veces, Sus companeras de trabajo no quisie-
ron darme ningin nimero telefonico, ningin domicilio: No
‘eencaries, nit, Al quintointento la encontré en su esqui-
na Mela levéa cenar en el Bowery. Después, ella me lew al
hotel, Niremedio,
Me estoy encarifando con los tres gatos. Han resultado ade~
‘mas tener un lado tly muy solidaro. Yano les pongo ni co-
Tonia ni jabén, només les dejo mis restos de comida sobre
la mesa y ello Hegan a lamer los platos. Los amen tan bien,
tana fondo, que ya n0 es necesario lavarios, Me ha dado porscaricarlos todo el tiempo. Me gusta pasarles Ia mano dela
‘punta de la cabeza ala punta de la col,
Entra el mediano a mi recimara, donde estoy escribiendo,
Mira, mamé,ésta era nuestra casa
Que bonito,
No, noes muy bonito, Vino un dinosaurio muy fuertisimo
ylacasa se derrumbabs,
aN quién es éste?
‘Ta, que te quedabas abajo del techo que se cays,
weesto?
iso nada ms es un corazén que estaba abi pintado
9
‘Nota (Gilberto Owen s Celestine Gorotig ede septem-
rede 19a); «El palejey todas mis apirsionce son ahora,
vertiales, Ftos hombres del Nove, miticos, sin mues-
guna de sensuaided de oje por poro, son pobres md
sieos noms. Nosotros noe moverno, deepest, en un es
aco efectivo,y amplio, Elles ene tiempo. Nueva York es
una teoria de cudad eastruda ao en fanelén del emp,
Manhattan et una hora, ounsigo.conls poliladelessuneays
Durrenindola, comiéndosela segundo ta segundo»
o
Un dia le pregunté asi alguna vex haba visto Ezra Pound,
No, me dio, pero le mandé unos poemas hace unos afosy me
los publics. ,¥ qué me dirias site digo que lo vi hace unos dias
‘enuuna estacin del subway? Pues que seguramente él te habra
visto ati también,
‘Supongo que la mujer morena me vela también. Tal ver
‘me vela incluso cuando yo no slcanzaba a vera a ella cuando
oy
os
‘iba distraido con wn libro, 0 me quedaba dormido hasta mi
parada en lacalle 06. Quad ella también me bustaba a mi en-
fre la multitud de subgieyes y solo sentia que su imbéeiljor-
nada habia valido la pena después de haberme visto, aunque
fuera en un destello,
Salgo dela cama s6lo para hacerles de comer alos nifios. Me
‘miro le piernas, parecen dos trompas de lefant.
Iselin lo hacia como los hombres. Bra mucho ms altay mis
fuerte que yo. Cuando entrsbamos a un euarto de hotel me
arrojaba sobre la cama con tremenda violencia, me ordenaba
(quitarme la ropa—o, siendo pequefio de constituedn, aprendi
pronto ser sumiso-y se abslanaaba sobre mi cuerpo desn~
{do con mas aplomo que las tropas revolucionaras sobre una
ciudad ya rendida, Cuando la tenia encima, henchida de los
jugos previos al ongasmo, su rostro guardaba un leve pero in
(quetante parecido con el presidente Alvaro Obregén, que ha~
Dia muerto hacia unos meses, ast que yo me cuadraba y casi
siempre prferia cerrarlos ojos en el instante del orgasm.
{Oiga, Sr. Collyer?
Digame, Owen.
Usted tiene fantasma?
Varios.
2Quiénes oon, donde viven?
on todo respeto, querido Owen, a usted qué earajos le
importa,
a3Consideré que un speakeasy era un lugar apropiado para ir
con Iselin. Como la mayoria de los lugares de esa calaia ha-
bian cerrado definitivamente en el Bowery, donde ella casi
siempre preferia verme, la eité en la boca del metro de la
calle 125, cerea de mi cata. La esperé, Tarde, aparécis vestida
Ade garonne, el pelo recogido adentro de wn sombrero. Man-
hnattan se le empieza aver desde el subway, me dijo mientras
me daa un abrazo prieto mis fraternal que prometedor. Los
que laven desde arriba, desde la torze del Woolworth, no ven.
nada, viven en una maqueta de ciudad. Iselin era como un Pail
Morand al que se le perdonaban esa clase de observacioncs
‘noms por el prodigio de sus piernas.
Fuimos aun tugurio de a calle 132, Se vendia ginebra. Ee
tuvimos poco tiempo porque yo estaba seguro de que apare-
ceria Nella Larsen y no me la queria encontrar. Pero bebimos
rapido y bien. Después de Ia cuarta ronda, mi compafiera
le regal su sombrero aun ssxofonista y le dijo: You're the oat’:
pijamas boy. En ese momento no entendi la expresién, pero
algo en mi entendi6,y los celos me hirvieron la sangre. Bebi
demasiado, le pegué al snofonista con sa instrumento, re-
peré el sombrero yme-moride nuevo. No sé de qué ni me i-
~—Porié: despertéacostado en la uotea de mi edifcio, la cabeza
de Iselin apoyada en mi pecho, xu sombrero de nino en lama,
‘mi mano aeariciando su eabelo liso desparramado sobre mi
hhombro. Creo que la quise de verdad.
Cuando se despert6y nos levantamos del piso para era~
var la azoteay bajar a desayunar, noté que el naranjo y 8u
rmaceta tan horrible, que habia abandonado ahi meses ats,
©
Nella Larsen era escritora. También era mulatay suees, Reunsa,
‘como lo haria una paradoja que taviera cu ypiernas, las dos
‘aracteristcis que separaban alos Owenes de los Federicos de
este mundo: Io sueco y lo negro, lo mio y lo suyo, Nella nos
ag
tnvitsa una festaen ay canon el nimero 38 dea vend
Gonvean Sia he tnvado nore, pero ede pomine
Gaisindde Federco cme etrerounacanea neo
seca safclenement nega Ciera pcos
‘fushe casa ydeneta navn tia fen que un malo po
‘Eoin, aso edo lu menicnos? Ades, ecestamon
‘aru ur ert. Lonely dj, Gracia, Nelly
Tgole caput Force Que ie Nea queen sues
1eSberpuntuegey quel nico blanco ve 90
MCeedoleoteonlafucctan lo lets pequeton yet
fectamente andreas de Nel, sphere Genito aio
{Spann porn min nea uccliferionaminoed queme
‘iuaba Civo que ene fondo, nome ura ada asta
even Naqura trauma, pr Federico eben
mac dsotern ete lead ala eledadly me inti No st
etme pronabealevorura dela trtlae de ema
Ter loyoscompensbea Federico como neinabua dra,
Yodnque mies fl mis qu una prvenl remota He 20
“Sian amar ballot year por.
Ensnnhecn cad Nels acho whiny Nowsen-
tamos eo una en hapras centre Ge, Pl
‘Sina ques eon del ore ldo dela etancinyyo no ena
TSosuid tala Me tvteronun tage queeorienclesso
fautque eno pore are que eprt laa dl comedor
Umbobre dled uy oveny ty moreno, 4 manert
amanerado. Esta es una sorpresa que les traje, nifios, anunci6
Nal toioeeclarn, Melb aver eonriea de media
"Nau Uoa jot mexicana; Gert que eto sl pare
ine ator eanedaron conercionh ndlernts,
yeljovensevino sentra lado, ea sobre mi opa0-7
wea tech une mano hangs: fst Limbn, itor bale
wa tHotor bilan, leery emoqaide me call
‘aed anon qu pienso muse ls he pode dei en.
tons cgi ibe ated de enclarn Greo qu ene
BESTE que tengo mal oid Por evo siempre he sido mal
Tiudniny nunca aprenide a ocer un netomento- Me
195pata con ls canciones la lo perectamente en a aba
{loego nolan a tcnear,Y step aque laelosusncla aL
Bisse reduce axe ninmss abe dsr lacus xg tng
“Eueven que bo lt imagign, Lists paren on mith
accents Mis alla, me. con una conidia ex
pleat
Tou Limon era de Simla, como yoy ambi baba
ldo dea any no, Tenta ua modo lec de conta u
tori ea len de confanan, como super prema
Tamera que lepers una tetera y no ta ds som
ten qual de Sinaloa pr gar sg ou Hyper
tons saben contar vida coma unaseacnende ei
She cundocenvundenna Slee dasa, te scan
novela burisima lode cdaliaca cata prunes
“ido cmgn com en una cai afaant Pero ee
tal iba le ponesabalar pir evscine pero
ano dd Icara de ore aroun i inte
dein auperdoiade
Feerco se pao a tocar una epelad cn el piao. Los
tavitadon ae enlamaron ye quiron tvs. To me
‘chiqu Nella canto un pen, Uoblend ls eae den aes
ue etentemente todo conoclan, pr hacraseaer ena
Cope shu que erect Perinat eu roperdoado
tapetato shor en complrer abla deyung
eroyanquie al in Yomeacigue mau un clbuahus cure
asin Ents Linn clean del pn, spurte en
‘alesiondo porloe agony efor eloe deme y foe
"para cre el pian, Guan Federico cinoma
pana le dj algal oo Leap led na vont
Fomps atoeaenrle
Limcn spo abr, algo any eden sig Lox
snvadoe ec apartaronforatrn en seal trae
tl os obechaben-unpooo como ve obec naan de
tango topes enn pct Lien movil ro yl
Brats comer fucan panes independiente de un pada:
to Anbu operas ma elses nee
126
sndaia para volver acar en el compa jut, Habla algo de vir
{honnm stem eo euerp compact, dlgrdo, moreno, ne-
fpeiandocidasysuspensionescon lavidayla muerte. Federico
eee evidene eta dejandola hora ealmaenre a pie
mde Limon
Yo ents Frmcamente conmovido, cuando comenzaron
a brotaralgunas sas entre los invitaos. Primero timias¥-
Iimcione delenguas después dienes tompetilas de labios,
Igo vente. petoales, eerpos enerotanguideciendoen
ineurdensia de una earesjada que ae prlongaba mas ali de
tea casa neall deena noche de jour
‘Te devasadore efecto dela risa capa de destraircoal-
quier coon que ee pronancie sincera de dale a veltaymos-
{Tareslado ridiulo, Apart la vista baci la ventana, la ciudad
frau Tuces,lnoscuridad que rode ada eafera de lr arti-
Fria. Federico siguié tocando bast el final y Ldn sig
Iuilando. Gaando terminaron, yo apa febrilmentey los
{etna e pstron a bailar lo ayo, con Nella ora eval pine.
Timin deapareeié. como hacen ls fantannat lo valientes,
some qued enliugaren el piso, vendo builaralos demas,
Jplauilendoabedienteal final de eda cand, hasta que ama
neci y Federico mesa de at.
~ Dever na mesreesque seo ami fntasmas Sone
elbugy. marcon?, le pregunta Federica camino acase.
SSeS Mandy ss care como grandes moneda Se pl
iu ceielo ca siempre triste yun poe tonto del amaneceren
cracindad.
Yat ere, Gilberto, ya te creo: hoy vos
fants.
‘Ua poco borracho y con es sensbiiad como sudame
cana use pega uno om os demasiado tags loabrac
“tle die qu lo queria de verdad y que ojaléun dia también
Foden antasmas del subveay que x porlo menos ns s2-
Iuarimos devin ava por el reno dea eteridad Dios
nos libre, me espondi®,
nt
Seb weyUna novela vertical, contada horizontalmente, Una histo
se iene que yer desde ajo, como Manhattan desde eb
bey.
‘Tal vero dtimo que pierde un hombre es el vigor. Después,
‘cuando eso también se ha perdido, un hombre se convierte
fen un depositario de huesos y rencores. En otro tiempo, yo
cra una persona llena de vigor, eapaz de tomar a una pros-
tituta noruega dela mano y correr por una calle de Harlem,
subirlaa mi azotea, ubirle la falda, También a Iselin se le
cempezaba a ver desde abajo. A veces, le pedia que se parara
sobre la cama y me quedaba tendido debajo de ella, viendo
9
Yaentendi lode recordar el futuro
Lofelicito, Owen.
Conoei hace unos meses ana prostituts, y lotr dia es-
‘uvimos en mi azoteaen plan de noviosy le estave aeaiciando
la cabeza hasta que sali el sol.
Dobles felicidades, dormir con una prosttuta
Dealgin modo supe que en un futuro recordaria es i
tant ysabria que fue el tinico qu justificaria todas mis histo-
ras de amor.y que todas las demés mujeres serian para mi un
intento por volver esa aotea, con esa mujer.
Creo qucusted naa ensendida aa sored
‘Como una forma de reeiprocidad, supongo, Federico nos com:
oes a miyaZal mismo lugar, para escuchar unos versos que
198
“Sich eisnea soueh) ee
‘nits pon onions ange Scr
Junjou te osha spe yene
seiner cnn cen en ga
tpepatn sitncenpe mma rej
Felecia tens she
SSreuna cts Hammons |
sin i fete une ran
ccongeee ibis gone |
‘Unos meses antes de irme de Manhattan le mandé a Novo mi |
‘eAutorretrato o del subway’, que levaba meses cortando y
cslitando, como con Pound yy Federieo amis espaldas:
Viento noms pero corrido en eases de fats
om el pes de nombrar quemnndome hij enn ilo de mis
je suspenso
dieata losin miedo ysintacha condenade ala Ceograa
_yanlitorl con sexo verti para inhuman
‘is Manhattan abatracein rod de tiempo y de mi prise
frremediable
{ania anocheidodeaqul i qu esta ensoatrado en
nso caver
‘lve ena aida nache al aube aj del Nigra
‘David tran peda de aire exeondelahonds
no hy frente una frente que nos jstiique babitamtes de
|
129sino. sonémbul sngelreljera que nos despierta ena
stain precisa
ide seul seo seneul Teloga a wu del seo
haysowsay menos dnelepbersnlnseniog
‘ego una invitacion al consulado. José Limén y companta pre-
sentan el ballet The Moore's Pavane, con misica de Purcell. Se
presentan en el auditrio Robin Hood Dell de Filadelha. En mi
calidad de representante de Méxi de algin tipo, se espera de
‘nique vaya a esa clase de eventos, aun estando mas ciego que
tuna langosta, Me scordaba bien del nito Limén, que habia fra~
‘castdo magistralmente enn departamento de Nuewa York nego
‘desaparecido durante tantos tos, que ahora resutaba ser una
‘estrella de a danza moderna, Yla verdad, me daba mucho gusto.
‘Nos mandaron dos boletos, si que me acompanlasecre-
‘aria del consulado: una gordita muy oaxaquena sla que no le
praballa lengua nunea. Se apagaron las aces y se encendié un
‘lo foc, xn punto huminaso en el centro exacto de escenario,
Miacompanante me empex6 a narrar al oido (la boca le alla un
poco a lechuga pasa) Ahoritaya estin ah los euro bailari~
nes cot as manos enlazadas, dos hombres y dos mujeres, con
tun exerpzo los cuatro, haciendo un circu. Los das hombres
levantan Ia pierna muy alto y luego las mujeres. Precioso.
La interrumpl: No me tiene que contar cada cosa, Chela,
s6lo digame lo més importante y si quiere yo me imagino
el resto
Eta bien, lieeneiado, Ahorita sacaron un panuelito muy
‘mono ys¢ lo van pasando. Yo le aviso cuando pase algo.
tra vt levantan las piernas altisimo. Ay no, perdén, eso
mejor usted se lo imaging solo,
Como que se van enqueteando unos y ego otres, pero no
seentiende bien quién.es pareja de quién,
Después de un silencio mas que largo volvié anarrar Che-
la: Esto ies importante porque no se lo va a poder imaginar
380
usted: los dos hombres se aeaban de car al piso pero i sond
Ja eaida, como si pesaran lo mismo que una pluma. Impre~
Las cuatro figuras que se alternaban en el escenario eran,
porlo que pude deducir. los cuatro personajes de Otelo. Las
‘ateo figuras espectrales, me pareci, eran mucho mas pare
cidas a mi que las seeetarias del consulado, que la dueia del
‘upermereado en donde compraba mi alacena temanal, los
conductores de los trenes, los earteros, los peluqueros, que
amis hijs y su madre en alguna ciudad de Europa. Supongo
‘que, de algin modo, yo me habia pasado la vida bailando alre-
dedor de wn patueito,
La funcién fue un éxito. Al salir del teatro, un periodista
‘nos tomé una fotoa mi, a Limén ya dos de los bailarines. Yo
tomé al nto Liman del brao y puse mi mejor sonrisa,Tam-
bign se colé Ia seeretaria, que se planté en medio de los dos
builarines dijo «chi.
{Los finales amorosos nunca son ¢picos, Nadie se muere, nadie
dlesaparece de veras, nada termina de terminar nunca. Pero yo
sme muero ya gente si desaparece. Mi historia de amor con
la noruega termina asic el a9 de octubre de 1929 Iselin y yo
ros despertamos en el hotel Astor del Bowery y prendimos
Iaradio, Sonaba la eaneién de Guty Cérdenas «Peregrino de
amor, que habia hecho verano y que seguta sonando en
Jas radios niuyorquinas, Yo prenal un cigarro ye dijea Ise~
lin: Guty Cardenas de seguro es de Sinaloa. Iselin no sabia ni
onde quedaba la ciudad de México. Ella queria escuchar las
noticias. Los noticieros levaban algunos dis obsesionados
con la bolsa de valores y su ead inminente, Yo queria lorar
en par: por Guty Cérdenas, porlo que fuera. Me iban areasig
nar a Detroit, y yo ni siquiera sabia dénde quedaba eto en el
mapa de Los United. Iselin insisti6, Ciramos la perilla hasta
pescara un reporter. Anas cuadras del hotel, segin narraba
a9, incoxpérea, emperaba el final. Bast, Iselin le dje.y
Dbusqué otra ver la estaidn de misica en espanol. Pero Iselin
siempre genaba: Vamor, vamos a ver qué est pasando en la
calle, Gilberto, r
Las calles del Bowery estahan vacias. Pero a medida que
nos acereshamos a Distrito Financiero, empezamosa escuchar
‘un rumbido desesperado, como de centos de abejas enloque-
ida Habla gent caminando aprisa, como todos los dias, pero
ahora todos se parecian un poco a esas sombras de personas
(que yo-vela de tanto en tanto en las entrafas dela ciudad
‘Al acercarnos al edifcia de la hols Iselin me sefal6 el
cielo; habia un hombre, inelinado eobre una ventana. En ese
‘mismo momento lo vimos sltar. O, al ve, s6losoltarse, de-
jars i. El everpo eayé lento, primero ~casi un pijao, sus
pendido en vuelo~. Pero antes de que pudiramos bajar vst,
‘yababia un sombrero rodando hacia nuestros pis, un zapato
‘lavado entre los respiraderos de na cloaca una piernasepa~
sada del resto del everpo, la eahera pelirojadespedazada con-
tra la banquets. Iselin me tomé del brazo y hundié la cara
contra mi hombro, Lento, seguimos eaminando para alejarnos
lo ms posible dela multitud, que ya formaba un efrculo en
torno al eaido,
Entonces via Federico, Estaba sentado en el filo de una
Ihanquet,euforico, con un euaderno entre las manos, tomando
notte, Nos acereamos.
2Qué puedes estar escribiendo ahorita, Federico? le
regan
“Alaé la vista como un aut6mata
Noh podido eseribir nada, colega, solo una ines: «ur-
‘mull en el Distrito Financiero..»
GYentonces qué haces aqui?
‘Pues sein yo me habia tirado del sltimo piso de ese edifiio,
pero parece que alueiné porque aqut estoy, hablando contigo,
Te quiero presentaraTselin,
iAquien?
Alsen,
183
Parala cona hay tamales dues. El padre de los niios est ari
ba viendo la television, mientras los nitios me hacen compafia
cenla cocina, La bebé uega conuna ola en susilla lta, EI nito
‘mediano me ayuda a poner la mesa (tres manteles individua
les, plato grande, plato chico, tenedor,cuchillo, dos vasos de
dro, uno de pléstico)
‘Siquieres yo ya puedo tomar en el vaso de vidrio, me dice,
_y por primera ver le dejaagar un vaso adulto
Labebé le et ano a olla con una euchara cuando em-
pezamos a sentirlo primero, sélo algo eam wn pre
sentimiento, un mareirthgeisimo. Después, el estremecimionto
interior, luego exterior, de los objets, Nos vlteamos aver,
‘como para confirmarlo que todos estamos presenciando,Tiem-
_bla, Todo tembla, la casa crue, los vasos caen desde as Fepisas
Yyse quiebran en tantos pedazos que la lr del tinieo foco se
‘aultipics una yotra ver por tod Ia cocina, De algin modo, el
texpeeticulo de luces es bellisimo. La hebé serie. Escuchamos
los libros caer en la sala, primero unos pocos y despues en ea-
tarata,Y después nada. Una quietud que no conociamos.
Saco ala bebé desu sillay los tres nos metemos debajo dela
‘mesa, Se va la uz, Nos quedamos abrazados abi, debajo de
Ja mesa puesta, mirando en silencio la flama prendida dela
cstufa, onde se siguen calentando los tamales
‘Contra lala de fuego, vemos pasar la siueta de una cu-
caracha de Madagascar.
Pa-p, dice la beb.
Es o dnico que sabe decir. Tiembla de nuevo: esta ver,
ss fuerte
Papa, dice la bebs, y suelta una careajada
183Hoy se fueron los nifos a Baropa con su mama. Fue un diaaje-
‘reado asf que no tuve tiempa de Ilamarles para despellime,
Expedi cuatro pasaportesyotongueé nueve permisos de turista
‘También reeibi un sobre donde venialafota dela noche del ha-
let del Moro. La estudié con una pa. Yo simplemente no apa
recta, No era que me hubiera cortade el lente de la cha,
__En vende mi.cuerpo habia una sombra, un espacio que,
softfeia al vacio. Marqué la sombra con una X fuiaensenarle
1 foto « Chela, para ver cul era au diagnéstico, Se estaba li-
‘mando las ufasen su eseritorio —hace un aide insoportable,
‘come de jis rayando un pizarrén,
Usted me puede ver, Chela?
Faltaba més, licenciado, aqui lo tengo enfrente
No, agus, en eta foro.
Ay que bonita. No, usted no est
Pero yo si estaba abt parado cuando la tomaron, jcierto?
Mire qué pasada de peso me veo junto al Sr, José Lime,
©
En cuanto estamos seguros de que ba dejado de temblar.
limos de debsjo de la mesa de la cocina y enfilamos hacia la
puerta de la casa, por el pasillo. No abre. Tampoco podemos
subir al segundo piso, donde estaré mi marido, No lo eseu-
chamos. Tal vex no esté ahi. Tal ver nunea estuvo. Regresamos
aa cocina, Cargo ala bebé en wn brazo ye doy la mano bre
al nite mediano
Salide a oftcina més tempranoy pasé «un estudio fotogréfico
parahacerme un retrato, només para vr silos demas meven
{y por supuesto para mandarles la foto los nifioe una ver que
‘sumadre mellamey me dé una direeeiin. La duetiadel estudio
134
‘me sientaen un banquito, lo justa ami altura, meda a esco-
ger entre un fondo italiano, uno suizo o uno tropical. Bsojo el
italiano, aunque la verdad me da igual Hacoun primer intento
‘yun segundo. Vuelve a austarla altura del banguito. Hace un
tercerintento. Cambia la pantalla de fondo. Al euarto intento
se diseulpa conmigo. Nol puedo hacer su retrato, sefor algo.
Je-pasa a nuestro equipo. Vuelva en unos dias.
‘Tenemos scoeso slo ala cocina y ala sala. Rumiamos, coma.
arqueélogos o buzos, en busca de algo ~eada vex estamos me-
Rosseguros de qué.
Después del falldo viaje al estudio fotografeopasé por el su-
ppermereado ycomprén paquete de galletas, un bot de leche
ara los gatos yun whisky. Pensé que Fitzgerald se habri com
prado un whiskey con ee». Yo no preparé ninguna maleta
tne fut ningia lado. E preparé una maleta se fue condu-
endo un auto descapoable. Yo caming hata mi casa Es fil,
suponer qu, tas horas de conduct por la deepadada mono
tonia de les highway, ee detuvo en align gar euler gr.
‘Unmotel. Con el dinero que tenia se compré una porein de
‘carne caida, manzanss, im paguete de galletas, una hotell
Entramos ala sal, El pio est cubierto de ibrosyobjetos. De-
‘posto ala bebé ene piso, la dejo gatear entre el escombro.
135nto ami casa yle doy dos vets lero, Los te gatos
seme enedan entre las pera altetdndose Me steno en
Tameee dela cocina, nc deel vert el whisky ro
tlempaque de galas, Jntoa mi abvola comida pata gator
{lasts atereanalamer ita con eso, a botll me
Serum sobre a meant, dapavrids,ylueg regesan
para lamerelehrc, Fieger trou pesetimenor baba
{uctatender alo, alg que qui fuera a punnada tain de
toby. el dolor refed uno de eso embate letos pero
fotundos quem venen defer ise pen preven. Me
Coma ina alta ctran0 dejo de matiar axa que forme
tabla de mass eaneaa spe remo yoo con ct
trogo de whi. Pgerld adie muy tempane la
terecionincvtale ye
‘xeatal y definitive clap Vo quia me ardédemind. La
loca oe, Spo tabla qc el ni neo erase
| seribienda, [Pero qu crajos voy a escribir yo? Sé que quic-
1
{
CDoteo ~ Fi
te yo. Sen Sashes aley thee!
vr
SS eri una novela qu ecedoenunncasona ena cudsd
de México yen cl Nueva York de mi jventd. Todos los per=
tonsjesentn merce, oafantasmadoe, pero noo eben. Me
Contd Salvador Nove que hy un joven certo en México que
teit haciendo ago paresido, Me meta ota gale ala oes, la
Sina dl paqutey else por tone lemon, queya
ao contestan Tengo ol paladar eacldad, carbo unas nota
jintoamimarnjo,
aye page
Y Qo tee
El nino mediano juega alas escondidillas en esta casa enorme
lena de hoyos, Es una version dstinta del juego. Hay que en-
‘contra asu paps.
‘Sabes qué fue lo que pas6, mami?
‘Que Ia casa te hizo mas més grande y papé te hizo mis
hiquto y hay que encontrarl y uardaro en un frasco, como
‘una raga, o una evearacita
Datcens rn Ex Beary Tb eww
21 Te) PERE ‘exeryra’
omy ne te
De entre las ramas secas del naranjo encima de la mesa cae
una hoja de papel, pequena y euadrada. Tomo mi lupa y con
trabajo leo
Nota (Owen Jon ojos Carcaduenos, Fadel 95. «Pte
descr que sea in bro. Seals, conunsitulo que
dlamuenot
nadie ha empleado gfreste siglo, La
crete geetelaaraeceme eS. |
ae
merdo haber escrito yo ese, Pero a es cierto que me _
acrid,
Jogamos, Buscamos a mi marido en a sla. Encontramosalgu-
nas cosas entre la pedaceria: un Buzz Lightyear, una mordedera
refrigerable, un brontosaurio espumoso, una sonaja. No en
‘contramos a mi marido. Encontramos, entre los libros cados,
tuno de is viejosport-ts de notas sobre Cilberto Owen.
Nota: De ito, Owen posen elo seit sentdos migios». Vit
tira temblores, Lo encode Et Rosario ugeeronabrsle
tneabens r
Mh tg tn da u
a!
Sis esorbiera esa novel, levaria un epigrafe de Emily
Dickinson:
Presentiment—i thatlong Shadowon the Lawn
Indicative that Suns go down
The Notie tothe startled Grass
‘That Darkness ~is bout to pass
ca——_
Nota: Después dela reeomendacn de los métien sinaloen
algunas amenszas de movimiento revluconaras cel
ore la fails de Owe se ada Toca
La narradora de la novela tiene que ser una especie de Emily
Dickinson. Una mujer que se queda para siempre encerrada
en una casa oen un vagén de metro, da lo mismo, hablando
con sus Fantasma,
Quty
Yo creo que Consineara ya se mudé a Toluca,
{Por qué dices e90? ,Por qué Taluea?
Porque yo creo que si estuviera aqut nos ayudar,
Undia a narradorase robs una maeeta con un arboito muerto
de la casa de un veeino y empieza a eseribir una novela sobre
loque ve esa planta desde una esquina de su departamento. La
planta empezaria a dominar la vor de a narradora hasta supri-
‘mirlapor completo. Erol muerto narra desde una esquina,
un lado dela entrada, donde seve a cocina, a pequeiasala-co-
smedor.y parte dela rectmara, Le gusta ver tla mujer desndar-
se porlas noches en su cuarto antes de pasaral bat velaestela
cenmaranada desu pubis euando pasa y entra, y lego estudia el
contorno de ss malga cuando sley se mete al euart,
aAyudamnos a qué?
Nosé, aencontrar insects, a comer cereal, a iral ba
138
yo.esperaba
Me levanto de a mesa de a cocina y voy al bat para orinar
Puedo reportar, con el méximo grado de seguridad que le eth
concedida aun hombre en mis creunstancias, que ahora sya
Ime quedé rotunda yabsolutamente ciego. Pensé que, gracias
‘que todo este proces ha estado eduleorado eonlaconcesion
dela gradualdad,l blancuradefnitiva seria mis o menos fi
‘ll —que incluso signfiaria un descanso de los confusos cla
roscuros de los ttimos meses, Pero la cequera noes lo que
parece que irayensolviendo—
aparecer,milentas jo desaparenco,
TEnciendo lal del bao Hace tiempo que lau elétrica
hace poca diferencia y més bien srve, como escribia ese in-
{eto ilsofo alemsn para iluminar mi casi completa igno-
rancia del mundo, Pero en esta oeasién, sucede Jo contratia=0..
salves, mis inqulstantemente, Jo contrariodelocontzarie=
Trendo la zy veo mi baao completo. el piso tapizado de caca
de gato, las botelas semivacias de productos higiénicos tire-
dag, rollos de papel de bato a medio terminarformando una
Pirimide junto al escusado, una botlla de whisky ene lava-
ero, una enredadera entrando por la ventanillaque venta el
minisulo espacio de latina. En el aire pesado, una veintena
de moseas otal ver mosquitos, zaman,
‘Miro hacia el espejo para situarme a mi mismo en medio
de ese escenario de pesadila, Pero yo no estoy. En verde mi
rosto, est el de Nella Larsen, mulatacochina. De modo que
ni teoria ra correct, Esta esi
‘Apagolaluzy efectuo mi modesto ritual de higiene a sinciegas
vysin mi
{Wadnde se habra ido Consincara?
‘Nose, Tal veresté encima de a casa. Ota ver se fue a Fi-
ladefia con paps.
189apd no esté en Filadelfia, mi amor
arp dice la bebe
© ’
“Hago unas gingaras frente al espejo del bafto, Soy una sombra,
con la mueea morteeina de mi incrustada én el hueco don
sinsiego.consin cara, Noes que me.esté,
‘orrando, Micaraya no termina en
an coatornd se extiende hacia la enmareadura del espejo que
me contiene, como un vaso a punto de derramarse al contra~
rio del antibombre del poema que por fin terminé Gorostiza:
‘ésititdo en mi epidermis». Qué palabra tan obscenamente
liniea, epidermis, ,Por qué no piel? ;Por qué no pellejo?
[Las girgaras me producen néusea. Vomito enc lavabo. Si
los nifios me vierandirian que ey el enano vomitante.
Lo nitios y yo deambulamos como tres gatos por rincones:
oseuros, recogiend cosas que se cayeron, que se caeny se sI-
jguen cayendo. La hebé gatea por el piso tapizado de libros.
Uno de los gatos, posiblemente Cantos, mi favorito, me esta
cesperando afuera de bao, Me eonmueve, Es como sisediera
‘cuenta de que me pasa algo, el muy gato. abe que estoy te-
‘niendo un mal dis. Elst me ve, estay seguro, Lo acarcio, re
corra si lomo con Ia palma de mi mano. Pero ewando lego al
altura dela cola a cola no ests. ;Se queds sin cola? {Se habra
metido en una ria con los otros dos peludos? Cabrones abu-
sivos. Ahorita mismo me los sueno.
yo
Mami, dice el mediano sealando por la ventana de asa,
2Qué, hijo?
[Un gatit sin coal
Es una vision inqutetante. En efecto, en el patio hay un
gato sin cola. Me llevo alos nitos de vuelta ala cocina.
©
[Al cruzar la sala para regresar a la coeina, Cantos perchado
‘sobre mi lomo, veo a Eara Pound, tumbado sobre mi reposet, 9
tomandlo notas en una libreta. Eneima de su cabeza, vuelan |
rmoseas en cieulos perfectos, formando una especie de vér~ |
tice, Esti concentradisimo en su labor, yyo no quiero inte- }
‘rumpirlo —no vaya a ser que por mi culpa se le escape un
‘verso importante. Cruzo la sala en silencio, hacia la puerta
de a cocina,
Yano vamos a salir dela eocina, le digo al mediano. Es dema-
slado peigroso, i vuelve a temblar e nos pueden eaer cosas
{Gamo que sivuelve a temblar?, replica el medi
De vuelta en la cocina, me srvo un dedo mis de whisky ybusco