Está en la página 1de 72
Cuintas vides y cusntas muertes son posbles en a existencla ‘dena misma persona? Los ingrdudos es una novela sobre © ‘encasfantasmales; una evocacion ala vex melanclcay ena ‘de humor, sabre la mposoldad del encuentro amorosoy el. réctr revocable de le pérdida Sele con a emocin teptdante ‘gue genera una escitura dl aguda a ratos Fancamente um: ada, pero quero renuncla nunca al culdadoso cuestionamiento {ydseecin de os valores del mundo contemporineo. ‘Dos woes componen esta novela, a naradora, una mujer del México contemporaneo lata sus afos de juventud como ‘editora en Nueva Yor, en los que el fantasme de poeta Gilberto ‘Owen a perseguta por el meto. El narador, un Owen al borde dela muerte recuerda su juventud durante el Renacimiento de Harlem a files de os afos vente, dande partciaba-a veces _aregafaentes, otras con alegre socartonerla- dela vida ite: Fara neoyorquina, al lado de escitares como Louis Zukotsky @ Federico Garcia Lora, Ambos naradores se buscan en el espa ‘Go ntondable de os tenes subterrineos, donde viaiaban en sus respectvospasados. sa novela de Lusll se cstingue de la mayor parte de a nara tiv latinoamericana, Elude las gastadasnarativas soe la guerra ‘conta las droga la voleni, su supernaturaismo melanco- ico se encuertza muy alejado del realisma magica de Gabriel, Garcia Mérquez_ Al ocuparse, sobre todo, dela capacdad dela Tteratura para vascende el tempo yel espacio, Los ingravidos mate la aparcion de una emacionante vor narratvafemenina ‘que Se une a una nueva lade exctoreslatinoamercanos Ma Hou, The Guardian Por modesta que sea, toda manifestacion atti ha de tenes ‘algo de alucinaclon, de fuego en los ojos, de deli. La primera novela de Valeria Luisa rebosante de humor y de horor, des tiles coineidencas einaualbles gts, est lena dees bert, ‘de ese fuego y de una lnmensa promess. Tremenda escrito. Y ‘recedes Rosa Mosreno, Pais mi raativa sextopiso Valeria LUISELLI | Losingrividos rd =, Bedford Avenue & North 7 Street ei fo ion lag de od acon playa ee, Capri Werle Sepa e Fup parade Now gga torn et SA ‘Sind Comen,Cyn Soo sco Foes ‘Bong ip on Casson (oon ene acon 150-8 git 5 Dental S200 Inpeaen gta ‘en cuidadoSugo al fanasna, (Anénimo, a bale) Elmediano me despierta {Sabes de donde vienen los mosquitos, mama? {De donde? Dela regaders, De dia estin en la regaderay de noche nos pican ‘Todo empez6 en otra ciudad y en otra vida, anterior aésta de ahora pero posterior a aquélla, Por eso no puedo eseribie sta historia como yo quisiera ~como si todavia estuviera ahi y fuera slo esa otra persona~, Me euesta hablar decals de ‘aras como si an las recorriera todos los dias. No encuen- ‘ro ls tiempos verhales preciso, Era joven, tenia las piernas fuerte y flaca (Giubiera querido empezar como termina A Moseobe Feast de Hemingway. En esa ciudad viva gola en un departamento casi vacio. Dormia poco, Comia maly sin variar mucho, Llevaba na vida sencilla, ‘una rutin. Trabajaba como dictaminadora traduetora en una ‘editorial pequensa que se dedicabaareseatar «perlas extranje- ras» que nadie compraba~porque l fin yal cabo estaban des- ‘inadas a una cultura insular donde la traduocién te abomina ‘por impura~. Pero me gustaba mi trabajo yereo que durante un tiempo lo hice bien. Ademsis, en la editorial se podia fama De lunes a miéreoles ibaa la ofteina; los jueves viernes es- taban reservados para hacer investgaciOn en as biblioteca. ‘Todos los lunes llegaba temprano y de buen nimo, con un vaso de cart leno de café Saludaba a Minn}, la seeretara,y lego alchif editor, que er linia editor pero era el chief Se llama- >a White, Me sentaba en mi eseritorio, me hacia un eigarro de tabaco rubio y trabajaba hasta entrada la noche. Enesta cas vvimos dos adultos, unabebé un nino mediano. Decimos que es el nite mediano porque aunque ese! mayor de los dos, insite en que aim es mediano. ¥ tiene raxén. Es ‘el mayor pero es chico, ast que es median. Hace unos dias mi marido piso un esqueleto de dino- saurio mientras bajaba las escaleras y hubo un eataclismo, Lantos, gritos, temblores: el dinosaurio era irrestaurable [Ahora yael T-Rex es irresentable, devia el no mediano en- tre sollozoe. A veces tenemos la impresién de ser como dos Gullivers paranoieos, caminando eternamente de puntilas para no despertara nadie, para no pisotear nada importante frig. En invierno pegaban tormentas de viento. Pero usaba mini faldas porque era joven. Escribia cartas a mis conocidos, les contaba sobre mis caminatas, sobre mis piernas enfundadas fenunas medias grises, sobre mi cuerpo envuelto en un abri- 40 rojo, con hondos bolsllos. Escribia cartas sobre el vien~ to frio que acaricinba esas piernas y comparaba el aire helado ‘on los picos de una barbilla mal rasurada, como sielairey tunas pieruas grises que caminan por las calles fueran mate~ rial literario. Cuando alguien ha vivido solo durante mucho tiempo, el nico modo de constatar que sigue existend es ar ticular ls actividades y las cosas en una sintaxiscompartble 2 | extort, ets heey ue caminan, ead eta mano ue Ahora eseribo de noche, cuando los dos nif estan dormidos ‘yyaes icitofumar, beber y dejar que entren las corvientes de aire, Antes eseribia todo el tiempo, «cualquier hora, porque ‘mj cuerpo me pertenecia. Mis piernas eran argos, fuertesy flacas. Bra propio ofrecerlas a quien fuera, la eseriturs. Una novela silenciosa, para no despertar alos niios. En agueldepartsmento habia slo cinco mucbles: cama, esa comedor bree eesorioy ila El esto ell Yello en rede, se integrcon despues Cuando lout 2 vivir ahi cncontré slo wna crayon comedor plete ‘minolta ina in expt, Peron sao tuent cota ble, Paco oc, el espacio se fz habando, fungus eat sempre con objets pears, Ls libros de la Iiitotes staan on fines de remana aplado en una tore jnnto ain umn ydeaparecan el une elguent urn os Hthealnedtord prs diaaminaogs En esta casa tan grande no tengo wn lugar para escribir, So- bre mi mesa de trabajo hay panales, eochecites, transformers, Diberones, sonsjas, objetos que ain no termino de deseifrar. Gon miniselceupan oto el eoaco. Aviso a ala 1me siento en el sofa con mi computadoraen el eguzo. El ni tiedianoentraalaedas wenn 2Qué estis haciendo, mama? Eeeribiendo, 8 {seribiendo nome un libro? Només eseribiendo Las novelas son de largo aliento. Eso quieren los novelista, Nadie sabe exactamente lo que significa pero todos dicen: ar- {0 aliento, Yo tengo una beb¢ yun nitlo mediano, No me de- jan respirar. Todo lo que eseriho es ~tiene que ser~ de corto aliento, Poco aire ‘veces compra vino, aunque I otlla no daraba ni na tentada Rnulanun poo mal pan, ee os qusos el sinayyeleateen ve orden, Yalgo que eascinco oss Jina, crite asl de soya Peres pumas encendeto~ ten por ejemplo, ban wenn como aolescentesempeds Tovendemotar ueaceodevolnidy seat ator Sabia quem ra buen dpostar ninguna clase de confanza fhtosabjetosde una cast ur en ito non epstumramos ‘Tpresencigalenciona dun cou serompeo deupa- teee. Min vino con ls persons ue me rodeabn seban Trcaleedelgal manera oreo do don de aimperma- tena quebraseodesaparecer Tovnioo que peur de aque period son tos ccs dal guna convereaciones un puta de eas currents, oe steve gan lta ay ota vex ana spreneros {ememori Toole dembecseahoracon posterior. Mise Serfon dee vide nopodsian tener mayor contenido. Som dame enrctrn ean ala Yo también voy a escribir un libro, me dice el nifio mediano mientras preparamos la cena esperamosa que vuelvasu paps 4 ‘ela oficina. Su paps no tiene ofcina, pero tene muchas ci tasde trabajo ya veoes dice: Yame voy la oficina. Elmediano Aice que su pap taba en el trabaorio, La bebe no dice nad peroun diavaa decir Pap Mi maridoeseribe peliculas, peo también comerelales de television y a veces poemas. El exee que ya perdi la taidad que se necesita para escribir buenos poemas, aque ls anotaen una ibreta café que siempre esconde en uneajon conve. {Como se vea lamar t bro? le progunto al mediano Sevaa decir Pop sempre rrsaenjado dl abajo. En musta casa ea lun ay que cambiar files may 8 remudo, Esa es una palabra de adquisicign reciente en nes tro voeabalario eotdiano, Se vala ly el medlano dice, Ya fuilaron os fusible. No creo que hubiersfsibles en aquel departamento, en auela otra ead. Nomen vel medior, mnea ce fue la Jun mues embié wn foo, Todos ean de nedn:duraban pare empre. Un estudiante chino vivien la ventana de enfrnt. Esta asta my tarde aj ou foco macro y también ea hasta may tarde. as trea da matana con precisiGn orien tal l pagan ede ala. Encend lalampara del bato cuatro minutos despues laapagea otraver.Lade su carto Immncalaprenda. Efectiaa sus riule intimosaoscras, Me gusta imaginar al chino: sis desudaba para entrar as ‘banas, sine toca, sila hacia debuo de las obi o de pie juntoa cama mo eral ojo del pene dees chino sipen faba enalgo ome observa, imaginindo al desde mi cocina. Cuando terminaba la ezemonianoctitns, yo apagaba Tatuny sala demi departamento 45 Nos gusta pensar queen esta eat ay un fantasma que noe teampatay overs, Nolo veins, er creas qu spares infoeaecemaras de meses onda Yo eta gris ym otho meses deembarno Can 0 me movi Me 7 {taba eomo un eon mann pore culo de dela Me dedique {tesompaca expe de ibe. a afaetierios en torres Mi tnaridoyel ino median lo closban os ibrerosrelén plntados El fantanna ira tones El pediano lo bati6 Eonainar. fant abe pera las ira, Prendel tata Es una asa con una etfs enorme y micas pacts mmole nino median uefa tase lots contrauna pare, y el mediano se muere de miedo y Ehsegida se acurruce eno brats dew padre asa que le fares uct jo que To desnslo de roma, Avees Con~ Tincara mete le bebe mentas yo eerbo. Nia lla ni mi ov da ied es0,yabemos que no es una brom. El esa nia qu stove, snr hala vaio con too el crim dl que escape. Pts punto de lileun dient. nest bari panel tamale alas ocho el noche. Salimos Corriendo comprar mtiadacen detalles. Yo no ‘Spy pero le cif desde a pura de lca, metiendome Sostlefor ala oe. mi mando corres sale aa aleaar~ tn ano wave, mente desempaca los tamales dee Me lnécomun persona oe il abn psn yerioas rene ‘Stoo vertana ot ean Ann moos rein l= Gaon on amatecon nwt Todos inoen. a do Sng men jnts ene pate sonia, Nos nan, promo Tov umamov a onic oe sada dene avetana des ‘say les deseamov un buen domingo, Er sn conjunto decass Tijana poeta pinto decacrse 6 Nome gustaba dormirsola en mi depsrtamento, Estaba en un séptimo piso. Preferia prestar mi casa a amistades lejenas y bbuscaba otros euartos, sillonesprestados,camas eompartidas, para pasar la noche. Le repart copias de mis aves a mucha {gente Otras personas me dieron copia de las suyas. No gene- rosidad: eciprocidad, Los viernes, aungue no todos lo viernes, llegaba Moby. Fue el primero que two laves. Nos eruzdbamos casi siempre en a ‘puerta. Yo salia hacia la biblioteca y él legaba a hanarte, por- que en au casa, que estaha en un puchlo ana horay media de Ja ciudad, no habia agua caliente. Al principio no se quedabs adormiry no sé dénde dormla, pero se daba bafios en mi tina ‘empotraday a cambio me traia una planta o me preparahs al- sin guisudo que guardaba en el refrigerador, Me dejaba notas {que yo encontraba por la noche, cuando regresaba a cenar: < ya bebe se tiene que poner a ret. Sila hebé nose re, hay que volver a empezar. 30 Un viernes porla tarde, mientras hojeaa libros en la biblio- teca dela Universidad de Columbia para llevar la editorial Lunes, di con una carta del poeta Gilberto Owen a Xavier Villaurrtia: «Vivo en Morningside Mv. 63. En la ventana de recha hay una maceta que parece una lampara. Tiene redon- das lamas verdes,..». La carta pertenecia al tomo Obras, yen ella Owen hacia un inventario de los objetos de una recémara que rentaba en Harlem: eseritorio, cuadros, plant, revista, ‘un piano. Las coordensdas que le daba a Villaurrtia me Is smaron la atencién: Morningside Av. 63, El edifcio debia de estar ag6lo unas cuadras dela biblioteca, y muy cerea de mi departamenco, Ni siquiera terminé de leer la carta, dejé los ddemés libros que habia escogido en una pla, pasé a registrar cl préstamo,y sali la ale [Ese barrio, después de las tres de la tarde, lia sal Lgei- mas ysudor de los nitios negroa y latinos que salen de ls e3- cuelas: costras en ls rdillas, baba y mocos en las mangas de Jos guéteres. Una ninota, mulata, ancha como una glorieta, se concentraba en terminar un dibujo apayada en el tronco de un Ahol del purque Morningside. En una mano sujetaba una pier- nade pollo que de tanto en tanto mordisqueaba, 0 mis bien sorbia,yenla otra prensaba con los deditos indice y cordial a cerayola verde con la que completaba su dibujo. Por det pa- reel un nito, le dioun golpe en as coras con la mochila—las dos rodilitae echonchas cedieron— y le arrebat6 la erayola a Janina Ella pegé un gritoy se ablanzé sobre él you madafaka: le dio con lapieena de pollo en frente yen la cara hasta tum- harloal auco, ‘Caminé hasta el edificio de Owen. Lo habia visto muchas veces en mi camino al metro, sin saber que habia vivido abi Era unedifiio de ladrilos rojo, similar a todos os de la cua 4ra, con amplias ventanas que daban al parque. Al detenerme frente a la fachada estaba entrando un viejo, de manera que ‘me puude colar porla puerta detris de él Subi el primer nivel yel segundo; segui subiendo. El viejo se detuvo en el tercero, ‘se volted para sonreirme, afierioon ma'am, afiemoon sir, a cnt un departamento, Sept subiendo hacia least y opi, ha que me teriinaon caliente yl Tre il pruna puerta hacia rte cere dts em Pron unig en un incon sleaday me psea pers je pasae al

. ‘A diferencia de la mayorta de los editores gringos, White ‘no era monolinghe. Ya diferencia de la mayoria de los gringos ‘que hablan espaol y han pasado una temporada larga 0 corta ten Latinoaméria yereen que eso les da una especie de fogueo internacional teeermundista que los capactaineleetal y mo- ralmente para no 36 muy bien para qué~. White si entendia los mecanistosjodidos de la historia literarialatinoameriea na, Lo natural hubiers sido que, ante su negativa yo le hiciera caso y dejaa ira Owen, Elmediano a su paps {Los pulpos tienen pirrin? Estoy trabajando. {los camarones? ;Y las exponjas de mar? El papé del nino mediano se queda pensando un momen- toy luego: Los eamarones som pirrines, 36 Cuando me embaracé dela bebé, el doctor me dijo que este cembarazo era «dealto riesgo. Dejé de fumar, de beber, de ca- ‘minar. Tenfa miedo de que la bebé no se terminarsde formar, 0 que se formara mal: la espina dorsal ineompleta, chueca; el Sistema nervioso desengranado; retraso mental, ento apren- dinaje, ceguera, muerte stbita. No soy rligios pero un dia cents calle me asalté un ataque de pénica mi hermana Lau- ame explieé después que lo que habia tenido era un ataque de panico~y tuve que detenerme en una iglesia. Entréarezar. Es decir, entréa pediralgo. Reeé porla bebé sin forma, por el amor de su padre y su hermano, por mi miedo, Cierta silencio sme devolv6 la certeza de que en mi vientre tenia un corazon, uuncorazén con aorta, lleno de sangre; una esponja, un Srgano que lata, Una novela compicts, porosa. Como cleoraon dewnbebé. | En el ejemplar de las Obras de Owen que saqueé de la hibliote cahabia una seccién de fotografias,colocadas de manera mas ‘9 menos aleatoria, entre ls piinas de Novela como nube. Una ‘elas fotos me Iamé la atencién. Dos tereeras partes del per- fil de Owen ocupaban casi todo el espacio. La frente amplia yun mechén de fleeo rizado. Una narz fins, casiun pio. La ‘ja ensombreeis un pirpado casi inexistente, el ojo dormi- do suave, Apenas un asomo del labo superior. Todo lo demi, negro. Un hombre eas sin rostr. Arranqué enidadosamente lafoto y la coloque sobre una de las ramas del arbolito muerto, junto ami eseritorio~de todos modos, no pensaha devolve el ejemplar ala biblioteca 3 Mi marido y yo vemos una pelicula con los nios. La pelicula se lama: Livia de hamburguesas. Es una historia ridieula. La bebé, que es la més prudente de los cuatro, se queda dormida al eabo de algunos minutos: el mediano esiste solo un poco ‘mds que eto, Los pasamos a au cama ya su cuna, respecti- ‘amet, y os vemtos dormir. De alguna manera, nos quere: mos enello, através de ellos. Tl vez misa través de ellos que ‘de nosotros mismos ~como si tras su llegeda el espacio va ‘fo que nos juntaba yseparabs, se hubiera lenado de algo, de alg ajeno a nosotra, qe ahora resultaba indispensable para justficarnos~. Lee hesamos la frente, eerramos la puerta de ‘i euarto. Nos tiramos en nuestra cama yterminamos de ver la pelicula sin poder coneiiar el sueno, ‘Aveces dormfa en un sillén en el déeimo piso de mi eificio porque en mi casa habia poco airey demasiado ruido. Siempre testa Moby bantindose, estaba Pajarote desayunando pan tos- ‘ado; Dakota. con la eubeta el eco de White reptiendo la misma historia tristisima, estaba Ia amenaza de las plantas vivas: un 4rbol muerto,y na foto del fantasma de Gilberto Owen que no me dejaba dormir. Una tarde, evé a White a un bar cerca de mi casa, para tra~ tarde convencerlo sobre Owen. Durante todo el dia habiamos estado trabajando con el «Cantico Espictual» de San Juan de la Cruz, levabamos el texto con nosotros porque la editorial ibaa hacer una edicign bilingue y eomentada del poema. Ha- biamos pasado la tarde memorieAndonos los verso os valles solitarios nemorosos,y ae nos hizo de noche pidiendo whi ies, los ros sonorosos, Que prefieres? ~pregunté White (0 roaring torrents? 38 Ninguna de as dos. ‘Y qué tal lo de los valles: zewooded valleys o ehosky valleys? Nosé, perolo de «amorous gales» es horrible ‘Tienes razbn: «amorous breezes Cada tanto, dejabamos nuestras bebidas sobre Ia barray saliamos ala calle a fumar, En una de esas pausas, traté de mentirle a White ? ‘Supongo que alguien adulters mi hebida mientras salimos fumar. Cuando volvimos me terminé el trago de un jalon y poco a poco dejé de entender Io que me decia White. Lo miraba, impévida, mientras contaba una larga anée- ota sobre William Carlos Williams y Zaks. Se desarmabsa cen sonorascareajadas. Yo me rela con é, sin saber de qué nos estibamos riendo, Cuando por fin guardé silencio, vi crecer fentorno a su eabeza un pequeno halo ami. Yate moriste,.ver- dad White? Voy al bato yya nos vamos, me dij. El mesero dedris dela barra me pared altisimo,estirad, Tenia los dientes largos, una sonrisa endemoniada. La gente sereia, White se tardaba muchisimo en el bao, Ceré os ojos tan momento, Cuando lo abri, vi ami lado a William Carlos ‘Williams, con unos anteojos enormes,revisando la vagina de ‘una mujer miniatura aeostada en una serilleta sobre la barra dirigiendo una orquesta imaginaria estaba el poeta 2ukofsky parado en una mess; colgado dentrode una joulaen la esquina del bar, Hera Pound: y Carca Loreaaventindole cacahuates que ¢l recibia con ila ‘Vimonos, eseuché decir a White detrés de ms 39 Me obstiné en pagar, pero me babian robado la carters, Pagé ély nos encaminamos ala puerta, Antes de salir, via Owen, tristisimo, comiendo debris de cacahuates bajo I aula de Era Pound, " ‘Canninamos muchas ouadess para llegar a us hospital, los valles solitarios nemorosos, Mientras andabamos, yo me vela Tos muslos envueltos en as medias grises, como para no perder cl sentido de realidad. Caminsbamos ripido sobre las ban: ‘ques escarchadas, las insula extrafias. White me ablaba del frbol afuera de su casa, Lo queria cortar. Mis piernas tentan el tono que tienen las banquetas en el invierno, parecian una extension de la banqueta, Le contaba a White del érbol en la rmaceta que me habia robado de a azotea de Owen. Me vea las piemnas para no ver nada més, Era uaa mujer gris, una mujer- ‘banquet. San Juan, mejor San Juan: las medias las banguetas ‘miamado, las montafas, {Tuerees que me meterian ala céreel si alguien me ve cortando el drbol?, me preguntaba White. Yo ereo que i, White Las calles y las piernas las insulas extranas. En a logiea del enfermo, del idita, del loco, los ris sonorosos, todo est ‘punto de exer en su lgar. Las medias, las banquetas, pasos {ypolvo calle ypiernas: el silbo de los aires amorosos. {Me ayudarias a cortarlo? cue? Elacbol Pero nunea nada eae en su lugar. Enel hospital pensaron que me habia drogado voluntariamente. Para tranguilizarme, the dieron valium, ls vlles solitarios. Tal vex me mort otra ver, como mie habia muerto ete dia en la azotea de Owen. Dor: ims la noche eosegada. No sé si horas 0 minutos: la misica ‘alla, la soledad sonora. Cuando desperté le pedi su celular ‘Whitey llamé ami hermana para contarle lo que habia su- tedido, Me explieé: tuiste un ataque de pinico. Le dij: No, sme drogaron y me tobaron todo. Yun no sé qué que quedan balbuciendo. ° ‘White me acompané al pie de la cama hasta que me ilieé Hacia el mediodia, slimos del hospital y White me Ilevs ala puerta de mi edifiio. Todavia un poco atolondrada por el valium y muy agradecida, le promett ayudar a talae el érbol Elme prometié leer las notas que habia hecho sobre Owen ‘con mis detenimiento, Solo investigame un poco mis para que povdamos escribir una semblansa, me dijo, mientras me dabs Jun abrazo. También me dijo que me podia quedar con l sill esa que de todos modos nadie usaba, Entré l inde alportero, subia mi casay me lavélos dientes. tal vedjno me lavé los dienes, ‘Todos tenemos gripa. El primero que cay6 fue el mediano, Después la bebé. Ahora mi marido y yo, con ms intensidad. Elmediano djee que ead uno tiene un vir, Yque en total, te= En ese pais la gente demandaba. Liamaba ala poieia. Dakota me fue averal dia siguiente del incidente del bar. Me pregunt {Ya lesvisastealapoliia? No, para que? Ella hizo la llamada, dramatizando, fingiendo un acento cextranjero. Anoche me drogaron unos hombres y me robaron, les dijo, Usaron mi tarjeta de crédito y ge aeabaron todo mi dinero. Dakota era buena dramaticando, Unas horas después, aparecieron dos polieias uniformados en mi departamento.S¢ tomaron un café en el comedor, tomaron notas en una libre, Teva llamar el detective en unos diae, me dijeron antes de irse, El mis joven de los dos me extendié un papelito com 5 nombre complet, su nimero de teléfono yun coraén con una carta elizadentro. Coloqué el papel entre las ramas del bel, ” junto « mi esertorio. Dakota yyo nos emborrachamos y vimos ‘una pelicula de Jim Jarmuseh, ‘Ami mario le gustan ls peliculas de Kubricky las de zombis, todas las de zomnbis, Hemoe estado en cama los caato,enfer mos de virus, viendo alternadamente peliculas de Kubrick y ‘dezombie, No entiendo eémo le pueden gustar las dos cosas a laver, Lo confronto: Fs como si te gustaran los hombres y las mujeres ala ver. El mediano sport; Be como site gustan Ios Corn Pops con leche. El detective Iamé ami cass unos dias més tarde. Fra domingo. Deteesive Matias speaking, me dijo. Fuiaverloa suoficinaal dia siguiente, un despacho pablico, enfrente de la escuela prima: ria St. Mary's Enlareeepeidn, uns sills de maderay un cor~ cho con Ia agenda de la semana foto de gente desaparecida, rimeros de emergenci, lista de delitos posibles, un anuncio ‘eerita a maquina sobre un cura eatlica que habla sido gol- peado enla cabeza con un hate de beisbol por los miembros de ‘una pandilla, Una y otra ver lesiones eraneales y faciales. ‘Lasulade espera oli pips. Una seeretaria me hizo pasar an euarto donde, presumiblemente, se efectuaban los inte~ rrogatorios. Ent un chaparrto can eara andinay acento del Bronx. Erala carieatura de un detective: ombrero tirantes palillo de dientes, El detective Matias me ofreci6 un café Nome gustanlas peliculas desombis, 2por qué escrbiste que re gustaban las peliculas de zombis? Porque Por favor barra lo de los zombie, 2 Una noche que teniamos que terminar de leer unos origina- les, White me invité a su casa a cenar peas. Trabajamos hasta tarde, alrededor de las cuatro de Ia manana, White se qued6 \dormido com la cabeza apoyada sobre la mesa. Yo dormité en ‘susilln hasta el amanecer, hojeando lo libros que tenia api- ldos en torres por toda la casa. Lo escuchabs ronear, plcida, sobrela superficie dela mesa, White, me di cuenta esculeando ssubiblioteca personal, tenia una afinidad por Louis Zakofeky. ‘Se me ocurrié que por ahi podria convencerlo de la relevan- cia de Gilberto Owen. Asi es como funciona el éxito literario, porlo menosa una escala. Todo es un rumor, un rumor que se reproduce hasta convertirse en una ainidad. Volvi varias veces ala biblioteca de la Universidad de Columbia, para buscar algin libro, periédico, archivo, lo que fuera que i ‘minara un poco el periodo que Owen pasé en Nueva York. Por ‘eeomendacn de White, empecéalevarun registro sobre todo lo que tuviera alguna relacién eon él, Tomabs nots en posi smarillosy cuando legaba ami departament los eolocal entre Jas ramas del érbol seco, para no olvidar, para poder regre- sara cllasalgin diay poner orden. La idea era que evando el érhol estuviera aiborrado de notas, se empesarian a caer por su propio peso. Yo las recogeria en el orden que sefueran, teayendo y en ese mismo orden escribiria la vida de Owen, La primera fue Nota Hl netro de NY se constryé en 904 ‘Alin conservo esas nota. Cuando nos mudamos a esta casa as saqué de un sobre donde las habia guardado euando me fi de quella ciudad, y las pegué en la pared frente a mi escritrin, El nino mediano esté aprendiendo aleery pasa horas frente 8 Ja pared tratando de eneontraralgin sentido en esas hojas. No ‘me hace ninguna pregunta, Mi marido, en cambio, quiere s1- berlo todo, Dakota cantaba en tes bares distintosy, cuando necesita di- nero répido,cantaba en el metro. Una noche fu averla una Ceiacién dela linea uno. Mellevémisilla de madera la colo- (qué de expaldas aa pared del andén, mirando hacia las vias. Dakota yu novi se habian instlado enel centro del pail Su novio tocaba I guitarra junto alla la miraba como mi- ran los ventilocuos a su muieeo, como miramos los pares 4 nuestros hijos.Pasaban los trenes aun costado de ambos, Eraclaro que élladespeciaba la respetaba al mismo tiempo, Sedetenian los tenes frente ami. La adoraba le tenia mie~ do, E008 retonablemente bien esa noche, y ella ant como ‘munca ants la hai ofdo, Pero ninguna de los cientos de per~ sonas qu sli de los tenes e dtuvo a estucharls, Dakota frauna mezcla de Vincent Gallo y Kimya Dawson, en el cuerpo ‘deunafatura aniana judi. Se movia con a gacia de una 22- nahoria, pro el imbre de su vor stravesaba el andén y miea- era con la violencia blanda de los dolores hondos. Se detavo un tren. Detrés de Dakota me parecié vere rstro de Owen | entre las muchas caras del metro, Fue solo un segundo. Pero | cave segura de que el me habia vito también Nota (Owen te exeribe a Celestine Gorostiza)s «New York tela empiena aver desde el subway. Acabe ll perspec: ‘iva plana, horizontal, Empiez un palaaje de ult at, con Ja dob profundidad, o ero que lisman cuarta dimension, Aeltiempo>. “ A Dakota le gustaba mi dbo! muerto, Ya mi me gustaba que le gusta, Me hace companiay hablamos de muchas cas, me dijo LY quéte dice? Nome dice nada, esti muerto, Lo regé mientras me fui aun viaje de trabajo. Habla Ne- ¢gado la primavera y por todos lados emperaban abrotar flores, os primeros siempre son los nareisoa, me explicaba Dakota, aque hacen algin tipo de justiciapoética a su nombre de ade- lantados. Pero elérbol no retoné. Cuando regresé del viaje, Dakota me habia preparado pescado con verduras, Nos bebi~ ‘mos una botlla de vinoy me dijo que queria dejar a su novo, «que si podia vivir un rato conmigo, en lo que encontrabs algo para lla sola Por qué lo vasa dejar?, pregunté Elsexo, dijo Dakota tenia un rostro hermoso. Le gustaa decir que te- na la cara deshecha habia leido a Marguerite Duras en #1 adolescencia, y le habia convencido la idea de que la bellezs fuera un pooo afrancesada- Y tl vex era cierto, Data se pa- reeia a Anais Nin y se cortaba el pelo como Jean Seberg end bout de soup AMoby no le importaba el 4rhol con futura historia de Owen. CColgaba sus guantes encima de él euando llegaba al departs ‘mento, como si fuera un perchero, En mis pesquisas de biblioteca nunca di con nada importante ni revelador, pero le menti a White. Le dije que habia encon- ‘ado, en a pequeta y desordenada biblioteca de la Casa Tis ppinica de la Universidad de Columbia, un original anénimo, 45 torpemente mecanografuadoy apenas legible, donde habia una serie de trdueciones comentadas de poemas de Owen. Era muy probable que las taduceionesfueran de Zokofeky estaban fr~ ‘mada 12400. Era la mentira menos verosimil de todas las po- sibles mentiras en torno a Owen, pero White decidié darme orm lado, Le prometslevarle vances de una transeripeién literal que yo misma hari, Dakota se mud6 a vivir conmigo. Llegé con una maletita verde inglés en una mano,y una cubeta nueva en ora. Cuando yo no pasaba la noche en ott sitio, dormiamos ambas en mi cama, ssunque Dakota legaba cai siempre muy tarde de trabajar. Se tmetia desnuda ala eama y me abrazaba la eepalda, también desnuda, Tenia los senos suaves yabultados: los pezones pe- ‘quetos. Hlla decia que tenia pezonesflosoficos (Mi marida ha vuelto aleer algunas de estas paginas. {Te acos ‘tahas con mujeres?, me pregunta ‘Alahora de las scusaciones el cuchillao definitivo esl gle rie moral propia. Eso me decia Enrico, un viejo oceanégrafo nacido en Roma que vivia en el décimo piso de mi edificio. Enrico yo nos conoeimos en el elevador. Tenia una mara- ‘ade pelo blanco ena eabeva, una nariz de gancho, as fosas fenormes, con euajiringos de moco eternamente aferrados a Jos bores, Ambos nos dirigamosal sétano, donde estaban as Javadoras y los basureros. Yo llevaba una bolsa de ropa sucias 1 su hasura, No llevaba basura, levaba chatarra adentro de una maleta gris. Esuf, me dijo, cuando le pregunté abi dentro, Junto alos basureres, sae6 sus cos, 46 'montoncitos, las deposits poco a poco en los distintos con- tenedores. Yolo miraba desde una de las maquinas,tardén- dome mis que de costumbre en efectuar mi modesto ritual de hhigiene. Lo espiaba. Lo limo que sacé fue un tocadiseosvie~ jo. Le pregunté i servia. Si, si servi, Me dej6 levérmelaa mi casa, Luego te regalo unos diseos, me dijo. Nunca eumpli, ero um dia me invita cenar al décimo pio. {Pero teas acostado con alguna mujer? insste mi marido, ‘Nunes, respondo. No sabrfa eémo, "Nota: Onen se pees tos lo dias antes desubirse al me so Habla na higelaen Is etacin dela calle 116, qu le dlevolia a certeza de que 2 estaba desintegrando, 126 bras 15 bras. Nunce supe cunts Klogesmos perdi por Antes de mudarnos a esta casa viviamos en wn departamento ‘muy pequefio, en una planta baja cas sin lu. Abi viviamos ‘mi marido, el nino mediano yo. Slo entraba lau del dia al Dano, donde también estaban la avadora, latina, yn mueble leno de medicina, fateos de cremas que nunca usdbamios y voces taza de café yealeetines sueios que habian perdido su par, El dia que hieimos la prueba de embarazo mi marido se senté sobre la avadora mientras yo orinaba. Iba era nuestro rineén adulto y és08 eran nuestros lugares, el escussda y Ia lavadora: ahi tomabamos decisiones, ahi nos peleshamos para ‘que el nifo no escuchara, Anegué la primera prucha y se es- ‘opeé. fl tuvo que salira comprar otra Eno que volvia, met! a lavar toda la ropa que encontré tirada por la ea, nel " ‘rapos de cocina, nestras cabanas yun oso de peluche. EI nino rmediano, que entonees era el nino nada mis, estaba jugando videojuegos en la sala. Le di un beso en el pelo y me encerré tra vex en el bafto, Cuando mi marido volv6, se sent sobre la lavadora encendida y yo hice pips, tres gotas de pipi. Esta ver no estropeé nada, Cerré la tapa del escusado, cologué ahi Ja prucba. Me senté sobre el horde de latina y esperé,recos- tando Ia cabera sobre una de las piernas de mi marido, que se imecian eves en el ronraneo bximedo, uterino, pesado, eireu- larde la lavadora ‘Vasa tener una hermanita on hermanito,leanuneiamos al nito, que seguia jugundo videojuegos. stim, dio, yo queria tener un conejito. Cnaba espagucti con Enrico Su departamento en el déeimo piso del edifco estaba leno de libros, tas, archivos. cosas | Iniies. aban ganas de que alguien impasira un orden na- rativo en ea cata, Habia un ero repleto de discos de 38, revoluciones, ya no habla donde escucharlos. Enrico lo ba sacando mientras preparaba a cena Este es una joya, me de ‘a, as primeras canciones de Roberto Murolo. Yo estudiaba lalist, lado Ay lado B no conocia ninguna. Est oto lo tenes ‘que conocer, tmbién es naplitano,Yeste otro hay que sca ‘hari juntos un di, La montanita de discos iba ereciendo~y0 los apilabaen la mesa del comedor~ Cuando la cena estaba lista, Enrico los volva a meter en sa lugar. Mientras comis- ‘mos, como tuna forma tal ver menquina de hacer ustcia, yo Tehablaba a Enrico sobre esritoreslatinoamericanos que él, so habia led, Cenamos tamales dulees, Durante la cena, hablamos primero dela bombs de Hiroshima, porque el mediano quiere saber ry qué es una bomba atémiea, y luego del cantante de Joy Divi- son, de cay nombre no nos podemos acordar. Nos interrum- pe al eabo de un rato el mediano: {Yo también puedo decir algo? St Quiero deciles que no pude ver el final de Llwsia de ham- bunguesos porque me quedé dormido. Los hombres con quienes me acostaba se quedabsn dormidos| ‘nmediatamente después del sexo, mientras yo sufriainsom: nos invencibles, especialmente sila persona habia sabido ccomplacerme. En aquella otra ciudad, en aquel departamen- 1o, simplemente salia de la cama y me iba asenta frentea mij ceseritorio. Btudiaha el retrato de Owen, que me miraba como tuna fruta apéerifa desde el otono de reeordatorios inseritos en | post-itsamarillos que se iban acumulando entre las ramas del \ frbal muerto ‘Owen tenia un rostroespirtual, distantey mustio, como de mirtirreligiogo; pémulos angulosos, barbilla en pico, ojos demasiado chicos: imposible geometria tarasca. El cuerpo lin- ‘guido, abatido, sumiso. Rasgos de indio y porte de erollito ninguna de las partes concordabs con el todo. guna er lei en un libro de Fiagersd que a personalidad es una serie continua de gestos exitosos, Puede ser. Al hombre que aparecia en el re- trato le oeurra lo contario: ele notaban las fisuras y discon ‘inuidades, Estudiéndolo de cerea era fic] imaginar, incluso, Jos lngares en donde habia tratado de ocutareiertafragiidad con pedazoe de otras personalidades, mds firmesy mis seguras quel sya Mi marido me pregunta sis cierto que me da insomnio des- ppués del sexo. Le digo: A veces. :Y qué haces cuando yo me 1 9 ‘quedo dormido? Te abrazo, te escucho respirar.;¥ Iuego?, in site, Luego nada, uego me duermo. ee eee fares encore ae eee eieteer igen cece eee Nota: Owen mass en El Rosario, Sinaloa, Pero eto no tee smporanca, Neclb el 4 de febrero de 1904 Cuando no puedo dormir, entro al cuarto de mis ios y me siento en la mecedora. Eacucho sus respiraciones lentas,Ie~ nan todo el cuarto, La bebé también nacié un ¢ de febrero. nifio mediano, un 4 de mayo. Ambos nacieron en domingo. Leconté a Enrico sobre la flea transeripeén. No conocia a il- Derto Owen, pero me eseuché atento. Leconte que Owen habia = Vivido en Manhattan entre 1928 y 1980, en pleno Renacimien- to de Harlem y al principio de la Gran Depresién Peondmica, Aunque Owen dejé carts, algunas entradas de diario yun nado de buenos poemas, se sabe poco desu estancia en Nueva York. Se sabe, por ejemplo, que vivis en un viejo edicio de Harlem frente al parque Morningside y que en esos mismos afios, del otro lado del parque, Lorea estaba eseribiendo Poeta ‘en Nena York. unas pocas euadras de ah, Zakofsky empeasha ‘8 poema «A>. Poco mi al norte, Dake Ellington tocaba en clclub de «México». Pero, por lo que dejéeserito sobre esa ‘etapa, dala impresién de que Owen odisha Nueva Yorky viva ‘mis bien aislado de todo aquello. Es probable que apenas se haya eruzado una o dos veces con Lorca, ninguna con Zakof yy que munca haya visto tocar a Duke Ellington. 2Y qué sino?, me pregunté tras mi larga explicacién, Nque qué sino? £2Qué importa que no haya conocido a Loreao escuchado Duke Elington? ‘Supongo que nada, pero nomas te estoy contando, Exieto,ye80 es lo que importa La primera entrega de lafalsatranseripeién fue un éxito, Le gué el viernes con un manojo de hojssescrtas en Word, a e¢- pacioy medio, Times New Roman, White las leyé frente ami {¥se mostré convencido, incluso entusiasmado, Si se trataba de cradueciones de poemas de Owen hechas por Zakofaky. ha biamos dado con un tesoro. Me pidié ver el manuseritoori- ginal. Lo tuve que elaborar durante el fin de semana, con la ayuda de Moby ~era la tiniea persona que yo conocia que tenia hhorramientas para falsificar esa clase de objetos~. Moby leg mi departamento con una Remington de 1927. y papel vie jo. Como una especie de reeompensa, hicimos elamor. Me dijo ‘que le gustaban mis senos aunque fueran un poco chicos. o | Notas Owen mari cieg, victim de una cirrosis hep, 9 de marae de 1952, en Blades, Se hineh tanto quel = ‘Tenemos un vecino que era sapos. Y eucarachas de Madagus: car, para alimentar a sus sapos, Nos lo encontramos en la puerta de la eat y el nino mediano le euenta que él tiene un . Exsobre una mujer joven qu va fo enn provinela El ose coll murfende ya ‘manda llamar porque le quiere heredar todos sus bien. Ta joven leg pueblo yenseguia eto empiena a mej rar La oblign a casars con ély a dorm en sulecho de dere. Gracias la presen ill dela sobrina el to mera. mejor, hasta epnere por completo. Esco me aac 40. por compton. no so impela. Ea noche, deaputa de Centr rereséa mi deartamento. Antes de donnin, lor un poco me mature, extn la foe de Oven 55 Es horrible lo de la masturbacién com la foto, opina mi ma~ rido, Me molesto, me defiendo como una euearacha, y para no seguir escuchando su reproche leo en vor alta de un fo- eto que nos regal el vecino que eria sapos yeucarachas de Madagascar “, Lellevé a White el falso original completo. La verdad es que con la ayuda del infame Moby habiamos logrado algo digno de vender aun coleecionistaauténtico. Le dije a White que ‘no nos lo podiamos quedar muchos dias ~temia que buseara ‘un experto y comprobara que el documento habia sido falsi~ ficado~ porque lo tenia que devolver ala biblioteca de la Casa Hispénica, White prometistenerme una respuesta al lunes si- sguientey me dio el resto dela semana libre, Lapelicula que ess eseribiendo mi mario sucede en Filadel- fia, Dej6una copia del gui sobre su escrtori y ahora soy yo ‘quien busea algo, Les todo, Esté casi acabado, pero no sé emo ‘yaa terminar, Un solterén de cineuentay tantos encerrado en tun departamento, a punto de morirse,espia obsesivamente ‘tuna mujer joven por ventana. Ella vive en un euarto en el hotel de enfrente, No quiero eaber mis. 56 Nota Ovens Jorein Procopo, Fadel, 948) «Como os emesel dsj fue domingo, igcamentemaaana ert mates 1S,yyohe demoriren martes 3, ero no me toca main, lu Muerte me esperar oy sl, leita no ser yaetes80 Vamos avers Durante mi semana libre, Dakota y Moby coineidieron en mi Alepartamento, Yo no podia soportar alos dosala ver asi que el viernes resol irmea Filadeliaavsitara Lauray Enes.y vers nel consulado mexicano existia alin archivo con documen- tos sobre Owen. Desayunamos los tresy me fui. Moby pasaria el fimde semana entero en calzones. Dakota estaria oeupando Ia tina todo el tiempo. Tal ver, en alin momento del siba do, Moby ental hao y viola ropa de Dakota trada ene piso, junto al escusado. Vio una pantorrilla yun pie, las ufas pin- tadas, Se disculpé y aalié del bao, se hizo un eaé o preparé ‘un desayuno. Dakota habré salido un poco después. envuelta en mi tolla. Qui tomaron café juntos, tl ver desayunaron. Seguramente hicieron elamoren mi cama y desaysnaron jun” ‘tos otra ver el domingo. Tal ve, otro domingo, nos habriamos rmetido los tres a la cama Los domingos, mi marido, los nidosy yo escuchamos a Rock- drigoy dessyunamos hotcaes. Pera no este domingo. Mi ma ido esti enojado. Por desenido mio, ha vuelto a leer algunas de estas paginas. Me pregunta cuinto hay de fcein en ella, cendnta de verdad, Enesa etapa me dio por mentir. Menta cada vex mis, hasta en. situaciones que en defnitiva no lo ameritaban, Supongo que st | sa es la lgiea de la mentira: un dia pones la primers piedray adi siguiente tenes que poner dos. Cuando estuve en Fila Gelfia, mi hermana me lev a una consulta médica porque me dole riién otal vere ovario~iequierdo. Fleonstlado ha- bia estado cerrado todo el finde semana, ast que no hice mis, que eaminar con Lauray Enea, comer comida china, y luego ir adoctores por haber ingerido demasiado glutamato. La recep. ‘ionista me tendié un formlario que contesté mis o menos (Bsa primera ver aqu? Si {Leduele el pecho? Si, mucho. {até desempleada? St {Acq grupo étnico pertenece? Caucisica {Pertenece a alguna iglesia? Si {{Guil? Anglicana, {Hay easos de edncer en su familia? No. {Guiles ou niimero de seguridad social? 12345, Hoy fue el eumpleatios de nuestro vecino: no nos invite a su hesta Pasé el cartero a media manana, Me extendié una postal y 0 le devalvi cinco pesos de propina. La postal viene de Filadetha yes para mi marido. Laleo. Hiervo de raba, Tal ver, hace al {panos aos, la habriamos leida juntos, nos habriamos reido juntos, Habriamos analizado el lenguaje desproporcionado de los que venden alguna forma dela felicidad pretéritay future, [Luego nos habriamos emborachado y habriamos hecho el amor, fingiendo por un rato que no teniamos pasa. Pero yano. Ahora legimos, porque de alguna manera lo elegimos, ensayarprin~ cipios de finales, provoear temblores para que a casa se cag. 38 Cuando regresé de Filadetha fui inmediatamente a busear a White ala editorial. No estaba, pero encontré una nota pegt- 4aen mi computadora: «Ti ganas, Publicamos primero es tedocamento, con una nota introductoriaselando que may probahlemente pertenezea al mismisimo Zy, cuando se haya {generado suficiente expectativs, publicamos tus propias tra- duceiones de 0. Yours, W. ({Puiste al cementerio en Fladelia? Supe que abi estaba enterrado Owen)». 9 Nota (posal de Owen a Josefina Procopo, Fladel 1950) ‘¢Robin Hood Del Esl escenario bie al tramundo rn completo que se conoee. Los fentasmas de ats, del Laurel, Hl Cemetery, ienen dar eoneerion que splauden tos ‘usta del gran cementerio Imad Filadefa. Cuando pare ceque et leno el Dall, oman una ftograiay parece todo ‘aco porque lapses es nsensible als fatasmas. Yo so a teonbes ards con una X> Supongo que es normal. Que lega un dia en que las antiguas: amantes de tu marido se ven las piernas,lloran un poco, se ponen unas medias de red, y le exeriben una carta as pri- ‘meramor. Algunas noches, cuando su propio marido y sushi jos ya estin dormidos, ponen un diseo viejo, Se emborrachan ‘modestamente, Eserihen eartas con una gramética desespe- rada, enredada: linea interrumpidas como piernas varico- sas, La manana siguiente van a clases de yoga y se pintan el pelo de roo viv Quizd, un dia, se hacen un tatuaje de aeana nel vientre. Lo mis probable es que este primer novio haya pasado aftos intercambiando correspondencia con ella, asi (que ella e sentirinen libertad de eseribir una carta cuando sea, como sea, y reclamar su poreién de jwventud perdi su felicidad a euentagotas. Ello, si som infelices con su mujer, 9 corresponderén. Ess, si atin no les avergenaa su cuerpo, 10s invitaran aun hotel. Un hotel de Filadelha Pedi na cita com el detective Matias y Io fui a vera las ofci- nas de la polieia, No vengo a hablar del caso, le dije mientras tomaba asiento frente a él en su eseritorioo habia ido aver suficientes veces como para conseguir que ya no me recibie raenla sala de interrogatorios~. Te tengo una pregunta nada sm, Me escuch6, {Qué pasa si alguien publica alge diciendo que lo eseribi6. otra persona? {Como un negro literario? (La palabra que us6 fue ghost seit, asi que no habia carga emotive). Mas o menos. No sé. Noleo mucho, Pero la Navidad pasada mi hija me regal6 The Maltese Falcon, used loha leo? Mi marido y yo estamos invitados a una cena. Entro al bao para delinearme los ojos antes de salir. Me maquilloy me lvo Tos dientes, Tengo ojeras may oteuras. Cerramos el paso de ga, Jas ventanas yas puertas que dan al patio interior. Apagamos todas las luces (dejamos la del pasillo prendida). Nos despe- dimos de los ninos y dela nitera. Lo tomo del brazoafuera de la casa y me euenta que, antes de sai, mat6 una cucaracha de Matiagasear junto a la cuna dela bebe. Enseguida dice: Tal ‘ver me tenga que ira Filadelfia a busear locaciones, ya easi testi listo el guidn, Lo sueltoy le digo que tengo que revi sar una ver més ala bebé, que lo de las eucarachas me ate~ tra, Entro ala asa y prendo la luces. Mi marido me sigue. Abro la lave del gas y la puerta que da al patio interior. No quiero salir, no quiero ira ninguna cena. Entro al cuarto de los nifos y el erujido de la puerta despierta ala bebe. Llora 60 Ja tengo que tomar en bravos. No puedo ir contigo, le digo, mejrve tol © Dejar una vida. Dinamitar todo, No, no todo, dinamstar el metro cuadrado que uno ocupaba entre la gente, Mas bien: dejar sillas vacias en las mesas que se compartian con las amistades, no a modo de metifora, sino en verdad, dejar ‘una sila, volverse un hueco para los amigos, permitie que el circulo de silencio en torno a uno se ensanche ye llene de cespeculaciones. Lo que pocos entienden es que vino deja una vida para empezar otra oO Nota Entre 19281929, Owen two un empleo medioere en lconslado mexicano de Nueva York. Durante ete tiempo, ‘seribio un aul isado «Sistema en serie ara mondan, impiary elecsionarelcacahuater #1 nino mediano habla con el faniasma de acs. Me cuenta eto mientras batmos juntos ala bebe. Ele moja a cabera on una esponja mientanyo repano odo i cuerpo om json reutro,Sabemos que estamos manipuland ago muy frig Pleguesy pliegues de arme muy delicada zSabee que? “ne? ‘Yano me da miedo Consinar Que bueno Tao te preocupes, mam, Consincara nos va a cuidar cuando papa ve vaya a Pade {Por qué dices que papi se vara Fladela? ‘Per dine co ilaetin? a Mi marido tiene una historia fatura en Filadetha de la que no s€ nada, Una historia que tal vez sucede en el revés de su pe- Iieula. No quiero saber més, Cenguraria, a priori, irremedia~ blemente, partes de una via yaescritay ain no vivida, donde yay una mujer, en un hotel, tna mujer segura de si misma, que gime mientras coge ‘Mi marido esribe aobre eso eree que no me doy cuenta. Signe leyendo en las mattanas lo que esribo por las noches, cree que no me doy cuenta, Desde hace unos dias, hay obreros trabajando en la casa de enfrente, Estan levantando el piso de duela antigua, rempla~ tindolo por parquet, Eseuchan la radio todo el dia. Me entero aside lo que esti sucediendo alld afuera. Hubo un terremoto ten Asia; elecciones fiticias en Nepal; 72 migrantes centroa~ Imericanos asesinados por el narco. Lo mismo, todos los dias [Los obreros ya saben a qué hora le doy pecho a la bebé, en ‘uns mecedora junto ala ventana. Me miran desde la azote, alineados como recluta, expectantes de un convite al que m0 estaran invitados. Cierro las persianas y me desabrocho la buss Nota: (Owen a Salada Novo, lade, 194g) €Aqul,en el ‘verano, le len as mujeres unos prieutnitos que Haman nos som unas outs perurbadoss que, vers, result Io ‘quellaman chats los eases pueden adquirireencalquer tas de modas femeninas 6 Dakota se mud6 a su nueva casa cuando empex6 el verano, Era un departamento en Queens, cerea de un cementerio. El dia que le entregaron las laves fuimos a comprar tres botes de pintura azul cobalto. Querfa que su bao fuera como el de Juliet Berto en Cine Julie vont en baeau, Abrimos todas las venta- nnasy nos desnudamos hasta los calzones, Pintamos el bao, a cocina y la mitad del tnieo evart, Nos pintamos los pezones. de amu cobalto. Cuando se acabé la pintura nos tiramos boca arriba en el piso del cuarto y prendimos un eigarro, Dakota ‘quo que intercambitramos calzones © ‘Todo es fccin, le digo a mi marido, pero no me eree. No estabas escribiendo una novela sobre Owen? Si, le digo, es un libro sobre el fantasma de Gilberto Owen. © 2 vevebw En Las ily una noches la narradorahilvana una serie de rela- tos para posponer el dia de u muerte, Tal vez un mecanismo semejante pero inverso le sirvaa esta historia, a esta muerte, La narradora descubre que mientras hilvana un relato, el teji- ‘do de eu realidad inmediata se desgastayquiebra, La hibra de la hosion empieza a modifvar la realidad y no viceverss, como ddebiera ser. Ninguna de ae dos cosas es sacrfiable. El nieo remedio,linica manera de salvar todos los planos dela his- ‘oriae cerrar una cortina yaar otra: bajar una persiana, para poder desabrocharse la blusa; desescribir una historia en un archivoy urdir una trama distinta en otro, Penélope esquiva Eseribirlo que si sedi y lo que no. Al final de cada jorna~ da de trabajo, separar prrafos, copiary pegar. guardar; dejar slo uno de los dos archivos abiertos para que los lea el ma~ doy saci su curiosidad hasta colmarla. La novela, la tra, sellima ilodelfi, 6 Emperar ast: todo sucedi6 en otra ciudad y en otra vida, Era el, verano de 1928. Trabajeba como eseribiente en el consulado mexicano de Nueva York, redactando oficios sobre el precio del cacahuate mexicano en el mercado yanqui, que estaba a punto de reventar~como una bolsa de cacahuates: una bola tle mexicanos-. Han pasado asi veinticinco afios desde en- tonces, unque quisiera, no podria escribir esta historia como si todavia estuviera aby fuera ese joven flaco y leno de ent~ siasmo, trduiciendo a Dickinson ya Williams, enfundado en ‘una bata gris. (Me hubiera gustado emperar como empieza The Gmek-Up de Fitzgerald). Mishijos viven con mi ex mujer, zorritaen Nueva York, yellaes| tuna crolla hostigadora de erollos. Yo tengo un departamento ‘yuna tums en Filadelfia, Ela es hija de un militar colombi tno, ex presidente; yo, hijo de un irlandés gambusino que no me hetedé lo pelirrojo pero ai el resentimiento de clase yla ‘yocacin para el derroche, Nos conocimos en Bogot ahi nos ‘asamos.Tuvimos dos hijos morganaticos y fuimos, como casi todos, infelices largely unhappy, dirian elegantemente los ‘yanquis~. Hace unos aos, ambos dimos el crollazo. Yo per- Gitodo en una easa de juegos bogotana y me largué a Fiadetfia Ella no perdié nada y e largé a Manhattan para empeaar una carrera de poeta latinoamericana resentida, Darel eriollazo dejar tu marido ena cima de tus treinta para Aedicarte a los maridos de las otras, Dare eriollazo: dejar at mujer, ena puerta de tus cincuenta, para dedicarte a no tienen maridos. 64 Vivo en Filadelfia desde have tres fos, Consegu, tras un chan- chulloen la Seerearia de Relaciones Exteriors del cual prefie ronodejar nota, el nombramiento de eénsul ad honoren, Pero ‘yano importa nada de eso: me estoy quedando ciego, estoy gordo, tan gordo que tengo tetas, a ratostemblo, tal ver tarts ‘mudeo. Tengo tes gatos y ya me vay a morir. Cada quince dias voy a Manhattan a viitar alos nis. [Regresar veinte fos después aes ciudad en donde mori tan- tas vees tiene algo de peregrinacién hacia el eementero,sélo que en verde llevarle flores a un pariente a de lamentarme frente ala tumba de un nino desconoeido, yo vay para encon- trarme con los hombres y mujeres que munca fui pero que al ‘mismo tiempo nunca he podido dejar-de ser. EL metro, sus miitiples paradas, sus averas, sus aceleraciones repentinas, sus zonas oscuras, podfa funcionar como cequema del tiempo de esa otra novela, El metro me acercaba ala cosas muertas; ala muerte de las cosas. Un dia, mientras regresaba a mi casa en la linea uno esde el sur de I ciudad, volvia ver a Owen. Esta ver fue dis- ‘into. Esta ver no fue una impresién externa provocada por algo ajeno a mi, como aquella noche'en el bar de Harlem, ni ‘una impresién fugaz como yalhabia ocurrido antes en el metro, ino algo como un golpe interior, una certera punzante de que estaba ante algo hermoso yaa ves terrible. Tha mirando por a ventana ~nada salvo la curidad espesa de los tneles~cuan- do se acereé por atris otro tren y por unos instantes anduvo la misma velocidad que el tren donde iba yo, Lavi senta- do, ena misma posicidn que yo habia adoptado, con lacabeaa 65 reclinada sobre le ventana del vagén. ¥ después nada. Su tren. soeler6y pasaron frente amis ojs, barridos yafantasmados, muchos otros exerpos. Cuando otra ver hubo oscuridad detris dela ventana vi contra el vidrio mi propia imagen difusa, Pero ‘no era mi rostroy er mi rostro superpuesto al de él—como si fu reflejo se hubiera quedado plasmado en el vidrio y ahora ‘yo me reflejara dentro de ese dable atrapado en la ventana de aes O ‘Una novela horizontal, contada vertcalmente, Una novela que se tiene que eseribir desde afuera paralerse desde dentro, Porsupuesto hay muchas muerts ao lango de una vida, La ma~ {yoria de las personas no se dan cuenta. Creen que se mueren tuna very yas Pero basta con poner un poco de atencién para ddarse cuenta de que uno vay ae muere a eada rato. No es un ‘movdo pottico de hablar. No estoy diciendo que el alma estoy el alma aquello, sno que un dia uno erwza una calleyo arolla wn ‘arr oto dia se queda dormido en latina y hasta ahi quedé:y ‘otro, rucda por las excaeras desu edificioy se partela caber. {La mayoria de las muertes no importan a pelicula sigue co- rriendo, Nomis que ahi es cuando todo da un giro, aunque sea {imperceptible los resultados no sean siempre inmediatos, 'Yome empecé a moriren Manhattan, enel verano de 1926, Desde ego, nadie se daba cuenta de mis muertes més que yo la genie esti demasiado ocupada con su propia vida para repa- rar en las pequefas muertes de los demés~. Yo me daba cuenta pomue después de cada muerte me daba ficbre y perdi peso. ‘Me pesaba todos dias, para ver siel dia anterior me ha- bia muerto. Yaunque no me ocuria tan seguido, fu perdiendo libras a una velocidad alarmante (nunca supe cudnto era en [eilogramos), Noes que me pusiera mis lao, Solo perdia pes, 66 ‘como si por dentro me estuyera vaciando pero mi molde ex- terior quedara intacto. Ahora, por ejemplo, soy un gordo ttén, _ypeso apenas tres ibras. No és et significa que me queden ‘ee muertes, como si fuera gato en euentaregresiva. Creo que ‘no. Creo que la proxima es la buena, Acompané « Dakota al cementerio de Queens junto a su casa. Le shamos a dejar un ramo de lores a Lucky Luciano, un ma~ figso con el cual ella afrmaba compartir un remoto lazo de sangre. A Luciano lo habian apufialado en la eara en 1929 y le habian dejado un ojo virolo. Dakota me contaba la escena con precisin casi literara, mientras reeorriamos lo largos pasillos dl cementerio, sembrados de fotografia y arncenas, ‘Tres hombres lo haban metido a wna limusina a punta de ea- ‘non yl habian devastado el rostro con una navaja, pero ha- bian preferido no mataelo. Lo hotaron en una playa de Long Island. Lucky Luciano eaminé hasta el hospital mis cereano, tapindose la cuenea del ojo leso con una mano. La historia me pareeia mis hilarante que trigca, a pesar del esfuerzo que ha- cia Dakota por conmoverme. Después de un rato buscando su ‘umba, dimos con lade Robert Mapplethorpe, Dakota two un arrebato de falsa nostalgia y quiso que nos detuviéramos ‘un momento, Pidié silencio, A mi nunea me habian gustado Jas fotos de Mapplethorpe, pero condescend y nos sentamos 2 tomarel sol cada una de wn lado de la lapida, como dos efigies prematuras de Pati Smith. Aleabo de unos minutos aparecié ‘entre los arbustos un gato blanco y se vino postearenelregu- 49 de Dakota. Le parecié una seal de algo y tl vex tena raz6n, (Quisolevarselo a su casa. La traté de disuain, porque los gatos de cementerio nunca se acostumbran a la compafia de los vi- ‘vos, pero Dakota no me hizo caso. Le dejamos a Mapplethorpe las lores que le habiamoslevado al pobre de Lucky Luciano y ‘nos fuimos a comprar comida para gatos. 6 Enrico preparé wna festa. Ven con tus amistades, me dijo. Es- tuba en énimo celebratorio histérico, preparando su cumplea~ ‘aos niimero 70. Repaa6 conmigo el meni, unay otra vex: puereo rellena de semillas de granada, ensalada con nueces dela India yy queso de eabra, un arror blanco con leche de coco. Llevé a Dalcota, que ev a su nuevo gato ya su ex novio; eve a Moby ya Pajarote;lamé a White, que no lleg le levé su tocadiscos de yuelta, Llegaron también, en un agonizante poco a poco, algunas de las amistades de Enrico, Una mujer que habia sido bailarina y seguia ensenando la elavieulasy metiendo el om- blige, como si el porte resanara los embates de tantos aos sin haber usado mallas y tuts un viejo profesor de biologia ‘que apareaba moscasfrutles en laboratorio; una jovenci- 1a, alumna de oceanografia, que trataba de ganar puntos con ‘leumpleasero. ‘Comimos alrededor de una mesa chaparra y lena de pa- peles, encl centro dela sala. Pseuchamos pedizos de discos ‘lent nos rozahemos piernasy hombros, trados en el sof oencl piso, generindonos fleas expectatvas de una orga de- generada que no ocurrris. Enrico hablo durante horas sobre I ereeeién de un joven napolitano que habia visto en una pl ‘ya nudistaa ous diecisiete tos, Mientras masticdbamos los ‘rozos de carne de cerdo, hizo alguna referencia ala pelicula ‘down director de cine portugues, de euyo nombre nunca me ‘acuerdo en donde alguien se come una granada a mordi Se trataba, al parecer, de una escena exotica. Alguien vomit6 tela cocina, Elgato de Dakota se comié la vomitada. El pro- fesor de biologia tomé la hatuts, con especulaciones sobre la relaci6n entre la cantidad de azdcar en la fruta y los ciclos reproduetivos de as moseas. La alumna de oceanografia se sent6 sobre el respaldo del sillon, detris de Enrico, y le ‘ensen6 Ios puntos fundamentales del masaje tailandés mien- ‘as reflexionaba sobre lo triste que era la inminente extin- cin del tiburdn australiano, Pajarote se qued6 dormido en oe las piernas de Dakota lla tarareaba algo de Besse Smithy le frotaba la cabena au ex novio, que estaba sentad enc se= Jo, rotando su pie contrac mio mientras hojeabalos papeles que Enrico habia dispuesto sobre a mesa, en un desorden escenificado exelusivamente para esa noche, x noche de cumpleszos. ‘uQuierencaé?, pregunts el eumpleanero después de un Iango silencio. ‘Varios levantamos amano Enrico sli de ln ala yno regress. Habla cad, rendido, en au cama. Antes de inos, pasamos todos asueuaro, en fil ‘nda, Su alumna le bes la frente y todos la emulamos. Como nun funeral. Después, todoa se fueron mismo tiempo, 0 ‘mo lo bailarines fantasia de unahipoticacoreograia.Que- damos Moby yo. Tratamos de hacer el amor ene sillén de Enric, me ocaba los senos.Quise esaro, pero su muca lia a granada carne de puercoy me tuve que pari al bad para ‘vomitar. Cuando volvia la sala, Moby se babi do, Esa fue la ‘iim vee que lov Dejé de darle pecho ala hebé, Estuve cinco diss con los se- no rojosydurisimos. Pero idea de dejar de produeirleehe ime alienta, No era facil, nunea es féeil, er una persona que produce leche. Cuando Moby desapareci6, Pajarote empens a venir otra vex los miéreoles. Desayundbamos pan tostado con queso y mel; yo tomaba café con leche y Pajarote una lata de cocacola. Me ‘explicaha teoris sobre el grado de opacidad semdntia ycon- vvencionalidad delas metéforas, Estaha escribiendo un ensayo sobre los juiios y su relacién seméntiea con una palabra a8 cada al significado figaradoy literal de los enunciados, Me 69 gustaba mis la teoria de os gatos Pajarotehablaba eon la boca lena mientras se comia su tostada. Sele caan migajes sobre la mesa y el piso de la cocina, Cuando se iba, yo aspiraba el de partamento furiosamente ° El significado figuradoy literal de los enunciados: Enrico no ‘era oveandgrafo, era profesor de oceanografla, Se taparon los dos eseusados de la casa. Primero el de abajo. Se desborda sile jas la cadena, Sale caca por todos lados. Mi ‘arid lo desta, anega el ato en cloro, impia el piso fre~ néticamente con una escaba, Pero nada. Después el de arriba, Lomismo, El detective Matias se tardé varios meses en volver a contac- tarme, Pero por fin lam. Cerramos el caso, me anuncié por telefono, me trasladaron a otro barrio. Me disculpo perso. nalmente por no haber logrado nada. Fu a verlo una vex mis au despacho de la ealle 126. Me ofreci un café y me hablo dde eu infancia de nino ecuatoriano en el Bronx. Odisba alos hegros sin ningén pudor. Cuando era nifo, dos afroamerica nos le partieron laeara en el patio del reereo, porque no al~ ‘anzaba a meter la pelotaen la canasta. Me partieron la ara y ‘me bajaron los pantalones y los panties, me dijo. Me vieron él culito, me dijo, por primera vez en espaol. Lalines uno erwa Manhattan de sura norte Empieza enelem~ Dareadero situado en el extremo sur del isla, atraviesa parte v0 de Chelsea, yleya hasta la Universidad de Columbia por ab de Jaealle 16, donde Owen tomaba el tren todos los dias hacia el cextremo surefo dea ciudad, despues de pesarse en una hasen- Ja junto ala taquilla. La linea sube hacia Harlem y después no sé qué mis. Lava sigue y sigue, mis alls dea isla, mse all de cesta historia (Mi marido nos anuncié durante el dessyuno que se it Fi- ladelfia pronto, que no sabe endnto tiempo tendré que estar fuera, {Tienes un trabajorio en Filadelfa?, pregunta cl me- dino. Nole hace caso y sigue hablando. Paps, paps insist el ‘mediano, jtienes un trabajorio de queso Filadelha, papi? Pa-pa, dice a be. Paden set caendo. Yet depararento ween aye. Hy demasadan cose, demaiada ove, Hay tre gata que sn i apareieron an nomta.Tonen aparecs un fant, O varie Abs fntamasno los vol tampoco ditngy muy en alos tes lina, pero on mind de ocbra Blancas son uneatorbo mis con el qu opin todos lon diss -como tlesrioio, el eponet donde ante lla com ln puerian tnlveabiert Desde go, mi cguers no fue inmodit io fe tam poco apart de os ingulinos ero dese el ia en que Comensarona lear oda ea coun Ia opera, loa ston fata mis alate, las stan epordieas de gente que yoo abla invitado ln apariciones de mclesydecenas Ge ibroe que no habia adguirio, desde nego as motes eu caracn,y sobre todo el Sol plantado en ammepaceta qu. ican ne quai peo aod Sino el final de algo como que yo me haba Weacado tan tecrchament qu scabara tbe conmige Las tragedias personales, como la ceguera paulatinayfa- tal, se imponena nosotros como las eataratas alos ojos de aga fen donde eaen, Supongo que de ab el enfemismo de las cata rats, La ceguers, como los castgos las cataratas,viéne desde arriba, sin un propésitoo sentido determinable: y se acepta ton la modesta resignacén de un cuerpo de agua atrapado en una tenes, perpetuamente alimentado por ms dest mismo, yf- nalmenteremplarad por su propia materia enferma, Miceguers cesblanguinegray yo tengo al Ndgara mismo ena frente Le falsa traduccion se publics. Aparecieron resenas de inme- dist. Primero, en piinas de internet de poca relevancia,es- pevializadas en autores del tercer mundo, traduetiones, y fscritores minoritarios en general (minorias tnicas,racales, ‘senuales,eteétera). Después, salieron articulosen losjourals “universitarios, que acreditaban la veracidad del «manuscri~ to del poeta Zakofsky sobre el gran poeta mexieano Gilberto (Owen, hllado en la Casa Hispénica, de a Universidad de Co- Jumbia». El departamento de Letras Hispinicas dela Univer- sidad de Austin abrié un «Archivo Owens; aparecieron los artieulos de Oven para El Tiempo de Bogotd, escritos en los ‘ios treinta y cuarenta, que un profesor reuniéy publicé en tan tomo de Portia, en la ciudad de México, y que enseguida tradujo la Harvard University reas. Yfinalmente lego el dia «que White habia esperado con tanto entusiasmo yyo con ho- rors un crtion del VYRB queria entrevistarnos a ml ya White, ‘para publicar un perfil smtegro del poeta Gilberto Owen. Agen- dlamos la citacon él para una semana después. { Supongo que as es la enfermedad, un relevo de uno mismo poruno mismo el fantasma de uno mismo, Pero la vez la | enfermedad, y quia de un modo partienlar un mal como el m _mfo, que se expresa en a ceguera, permite al aquejada mirer- s¢-como miraria la pintoresea caida de unas eataratas impe- tuosas desde lejos, sin mojarse, azorado pero no tocado por la experiencia. Todo lo que me empee6 a suceder desde que egué a Filadelfia ~mi euerpo eada ver mis gordo, mi rostro Adesapareciendo ante mi en el espejo, ls sombras de la sustituyendo platénicamente ala cosas mismas~, le emperd a sucederaese tro, al antasma de mi, al pobre eal pido hajo el chorvo constante de las eataratas. En todas las novela falta algo o alguien, En esa novela no bay nadie, Nadie salvo un fantasma quea veces veiaen el metro ee ‘White me lamé por telefono al dia siguiente, Me invitaba. brindar por Owen ya cortar su dtbol. Por fin se habia decidido ‘hacerlo, Usariamos una serra eléetrica que conectariamos con una extensién a un enchufe de su departamento. Tenta- ‘mos dos pares de guantes gordos, de piel. Botas de Iva. Una Dotella de whisky. Mucho aplomo, Perolasierra no sii, ai que pedimos pizeasy nos sentamoe cena scala de la fachada de au edfcio, White me hablé de su ‘mujer, delodifielles que habian silos primero anos sn ella, de la imposibilidad de deshacerse de surops, sus libros, susariculos ‘deat. White eran hombre inoonsolable. Haba decidido mon- tara editorial pone eran proyecto que ela habia concebido, 2Por qué me contrataate a mien la editorial, White’ pregunte después de un largo trago de la hotels Porque me di cuenta, el dia que te entrevisté, que fumabas 4L mismo tabaeo quella, Eraun modo de olerla todos los dias Pero Owen, hablemos de Owen y Zukofaky. Me habia calado, me di cuenta unas horas después, saber ‘que White nunca habia erefdo en mi. Tampoco en Owen. Si B sibamos a publicar a Owen era porque White habia ereido que “alofsky lo habia tradueido. i me habia contratado a mi era porque olis al mismo tabaco que su mujer, Yo era un rastro, tuna estela, ma exhalaeién dehumo. Fy oc. 9 (Qun fantasma. Me peaba todos os dias ena estaion del subway. ‘de a ealle 116. Pesaba cada ver menos, desaparecta despacio aalentro de mi trajecito de buréerata malquerido,yleescribiaa ‘una muchacha may bonita para decirle que estaba engondando,. queyaera un hombre, eas, que se easara conmigo, ndele no sea salita, Menta: 126 Iibras, 95 libras. Amada Clementina,dul- ‘ce Dionisia, empezaban mis carts, Enel fondo. yo mismo no ‘rein nada de lo que eseribis, pero me gustaba ia idea de ser ‘un poeta despechado en Nueva York, Llevaha una vida imbé- cil, pero me gostaba, Guardaba una distancia casi metafisica de las cosasy dela gente, pero me gustaba. Me sentiafantasma,y ‘0 me gustaba mds que naa No sabiaque yo era de esas per- sonas que tienen el dan de producir self-fulfilling prophecies, ‘como dicen los yanquis. No sabia que, com el tiempo, me afan tasmaria de verdad, Tenia veintitantos aftos, me daba el lu~ jode escribir sobre mi cuerpo flo, de masturbarme frente ‘la ventana enfundado en una bata de seda gris “gris como ‘mi juventud en Harlem, parda como todas las juventudes en barrios que tienen nombres iterarios. ‘No una novela fragmentaria, Una novela horizontal, contada vertialmente Unos dias después de aquella conversacion con White, me lNegé una invitaign de no 6 qué instituto que homenajeaba % 2 arts merino icon en Broly, Dede primer fonat,aupe on qt eae de prada me meer term. taba endo, Ee pede hamensjes me perenan, ya dead tnloncey ce qu con rarén, use me deloe tae dela barre inonmeina decimondloLadferenda cr que ‘hors oe un Rab Dario qu puter ecient tea redentoa que denertars usamene oe pean, Te peda Parte que mc aco mpaare erent, mon sig cn rforons tal, joy pacpe na wpe ‘Ventuimmade con rane sarcarso- Peres eaph cosqulosinsosianseran alr ini ie porn pan, En Nucea ork va soo babe “los pero én México tenian criadas con uniformes. Se metian cocana per cranvegetstanon, Sven como slentn cami que dicen sBroclynsy Mind the Cape poe tls tenlan poo ploy ella pte egal estamos tendo de epoca en gna cal del Soko “laverdad er queo sé de los vento clozaents 0am ‘neal maledadeambar-y logos tados dele ted enor oie declse mela Nev oeclron mex YnBrngit «Neri oamranjad?>,prepunabs ta ge Peenminisore conn membrete que dec fant los gteeals Fide Kao Ambon excogmonverdey nos pre se cnre ners compatriots meefrone ‘ues aa con Parte Bala es frson cone ‘nua nora qe conolcn cs cua loo gue me dit Sv debia cult mintendoe« White deta dete que todo babi ido una gran fiecn producia por ml Pero tea noth Pjpoteno oo «alse nada Sedo Bon. hn Feed c habla puesto une tenes lone Ionturasgrocany lo erigaler anion cada may eat rode smn, Dabalaimpreain dest rca on nee -lingud,tedfernte™Y el een mere de ‘lsd oli bens, dtentenlome eon comer fete Indo ear cnstacions del lal). Ea vende Unto dond oc reprevenan ine ple vemnen dea je, ® cando se me acres un calito que pudo haber sido interesante se hubiera esmerado un poco menos en ser interesante ‘Yo pinté esas madres. Me gusta ése de los pies. ’ Son los pies de mi ex mujer. Perdn, No hay pedi... Tienes tarjeta? (Eso dij: «pedi»), No. {La senorita no tiene tarjeta! (Era una persona que hablaba con signos de admi- rin) ‘Tevoy' darla mia... si me dejas te pinto un euaro, (Era una persona que hablaba con signos de admira~ cidnyy puntos suspensives). Gracias, {Como te llamas?, me pregunté Owen. {Noes un nombre de hombre? ‘Asime lamo, ‘Me gustaria ver tus pies. iMis que? Elealvito me invits a su propio oft. Soy artista, dijo, vivo acd en Brooklyn como si decir artistay Brooklyn fuera erigir ‘un mundo autosustentable~. Tomamos un taxi que por supues- to él pag Antes de salir, me despedi de Pajarote, apenada, derrotada, humillada, pero sintiendo que de agin modo era ‘suculpa,ynola mia, que yo me estuviera yendo con un erollo trustafarian, Me subi al auto, me quté los zapatos y acomodé los pies desmudos en la entrepierna del ealvito, oO Creo que cuando era oven cargaba con una sensacin constan: ted insuficiencia social munca era el més simpitico ni el mas clocuente de una mesa; nunca el mas leido nel mejoreseritor, 6 niel mis afortunado ni el mas habilidoso; defmitivamente na 1 mis apuesto ni el que tenia mejor suerte con lat mujeres Al mismo tiempo albergaba la seereta esperanca,o mejor, la seoreta certeza de que un dia me terminaria de convertir en ‘mi mismo; en la imagen que durante aftos habia elaborado ‘demi mismo. Pero cuando releo ahora les notas o poemas que cescribia entonces, o cuando recuerdo las conversaciones con log otto jovenes de mi generacién y la ideas que defendia- ‘mos con tanto arrojo, me day cuenta de que mis bien me he ‘do volviendo cada vez més pendejo. Llevo demasiados aos dormido, adormilado. No me explico en qué momento se ent- ‘ez6 ainvertirel proceso que yo imaginab lineal y ascendente, ‘yque al final resulta ser una especie de bimeran despiadado ‘que regresa te tumba los dientes, el entsiasma y los huevos. Pregunta el nino mediano, mostrindome un dibujo {Sabes qué hay debajo de esta casa? iQue? Huevos. Huevos? Si, Iuevitos. aque mis? ‘Ypuntitos, como 56 puntios. , como deta mes Ua vale scrib una cara a Xavier ilar dicién- dole cat o mismo, y nunca entendi el chit, vex porque Tov ehises profs no dan ria Elmayor deco del yang Tedije-es va incapcidad para hablar mal dela gente, Bain fentldo, yo tenia run, Pero entonces em cx vid no tenia soneienca de a capcidad mi ini delyanqui—vivia fen te parque Morningside, ene negros que comian sandia 4 poll frto todos le domingos (como mexicanas). y una Lebrepablacin de gilos que haan sonar aos Unitedcome Zeal de pueblo sinaloenne- La vrtd mi adel yang Mihora yale sé-es no decir nada alimentr el silencio en tomo a una persona hasta que ea persona empira eavarse tins tumba en el eementrio mis eerean,eanaciente de st las eineg dea ade tetera / Pero Federico: el espattolety su hermoso culet, decia Sal- vador Novo. foe Pajarote me llevé al aeropuerto en su Buick. Nos despedimos fuera. Me abraz6 con un braza largo ampino.y me dio un be- so nla frente, Cuando e habia metido de vuelta en el Buicky Jovi pecderse entre loe dems coches, soltéunao dos lgrimas. (Cal vesjin poco mas. 88 Era flaco ye tena fe las antologtas de poesta. Le propuse al ‘maestro Alfonso Reyes una coleecidn de poetas norteamerica- nos, Queriatraducir a Pound, a Dickinson ya Wiliam Carlos ‘Williams. Me inguictaba la ides de que Pound hubiera vivi- ‘do en una jaula; de que Williams fuera ginecélogo: y de que Dickinson no hubierasalido nunca de su casa. Habia en esta constelacion de poetas una extraa correspondencia determi- nada tal vee por la jaula, la eas y las vaginas. Supongo que esa clase de motivos son los que cuentan, aunque por supuesto no hice meneién de eso en mi carta sino que hablé dela impor: tuncia de ineorporar a nuestra tradicin lat vooes de ests res tggantes. EL maestro se entusiasm6 con la idea. Traduje mis de ‘200 poemas de Dickinson al vuelo. Selos envi enun sobre des- tinado a Brasil que probablemente nunca eraé ni el Suchiate Imprimi la dtimas veinte paginas de la novela para leerlas ‘en vor alta tachar, reeserbir, Las olvidé sobre la mesa de la ‘cocina durante la noche. Esta maftana bajéa desayunar y en~ ‘contréa mi marido en lacocina. Mientras prende el eafe, pregunta {Por qué me desterraste dela novela? {cémo? Eseribiste que me habia ido a Filadelfia, 2Por que? ara que pase algo. Pero si me voy, ya no tiene sentido eseribir dos novela. Enjonces te quedas ver nejor me voy. ;Me estis dejando ir? | Okal verge mucres. | 0yFm mori stuf para Fn esa ciudad me moria cada rato. Creo quela primera ver que ‘me cure ni siquiera me di cuenta. Pra uno de esos dias de 89 ‘verano en que hace tanto calor que el cerebro entra en un etargo apantanado yblando que impide el brote y consolidacion hasta de Ia idea mas seneila El cerebro se pone a burbujear nomi, "Acahaba de llegar ala ciudad y me toe atender un asunto que el cbnsul considers de alta urgencia diplomatiea Un piloto ‘de nombre Emilio Carranza habia querido volarsin esealas entre Mésico y Nueva York el pobre se fue estellar contra una mon tanita en Nueva Jersey. Entre mis areas taquigrficas yhojas de ‘ontabilidad fiscal rave que eat un informe sobre a muerte del ploto. Me tardé més de tres horas en sacar un parrafo ‘Salidel consulado,aturdio,trstisimo por el pobre des- ‘conocido que se habia estampado esa mafana. Caminé las en ‘dras de todos lo dias, ybajé por las esealeras de la boca del retro, Tal ver me tropecé ahi y me rompi el erineo contra, tlfilo de as escaleras. tl verllegué hasta el andén y me dejé ‘aera as vias. Después me habré quedado dormido en el vagin [porque na reewerdo nada del vs. Ese ngelrelojero que des- pilerta la gente en su estacién precisa me despert6en la p rada de laealle 116, Lo primero que recuerdo es el rostro de era Pound entre la multitud que eaperaba el tren en el andén. ‘sabia que no podia ser €, porque poresa época Pound estaba en Italia, pero la eaa de fluro loco enjaulado era inconfun~ ible, Se abrieron las puerta y ahi estaba, poyado contra ‘una columna de la plataforma. Nos miramos directamente a Ios ojos, como si nos reconociéramos, aunque era imposible ‘que él supiera de mi, taraseoo toluquento, nl pelirrojo ni bo~ nito, mis poeta que eabrén, No pude moverme de abi—en vex de salir entre la gente, dejé que los pasajeros salieran y los remplazaran otros, idénticamente feos, acalorados y norma: les-. Pound se me pendié entre los demasiados rostros del an~ én, como los pétalos himedos esos de su poem 9 Federico tenia unao dos virtdes. Durante mis primeros me~ ses en Manhattan nos vimos todas las semanas en un diner 9° por abide la ealle 108, Nos reunsamos porque estabamos es- tribiendo un guién para el pobre de Emilio Amero, que nunca Tograba pegar una idea con otra, pero que nos habis pedo una colaboracién conjunta para su siguiente pelicula, No sé qué haya movido a Federico, pero yo acepté porque era un mado de hablar espaol con alguien afuera del consulado una ver por semana. Se trataba de un guién irrealizable sobre viajes ala luna. Yo queria viajes interminables en un elevador que se Nenaha de os: Federico reescribia, leno de resentimient secueneias de Bufuel y Dali pasadas por aguas niuyorquinas {Ast noa empezamosa hacer amigos. Terminamos teniendo tan poco de qué hablar que Fede- ico decidié invita a otro poeta a tertuliapara que después pusiéramos eritcaro, En realidad, fue asi como empesamos fer muy amigos. Para eso siempre hemo: hispanos. Elespatiol es rgiamos aé] por su apellido: Zakofsky.Y, entre nosotros, ceuando él no estaba, era simplemente «2. Tenia una nariz tan larg yfilica como la isla de Manhattan y unos lentezotes «en forma de huevo que hacian desu cara una analogia perfects del érgano sexual de un potillo, Estaba emperando aescebie ‘un largo poems. largo como Los Cantos de Ezra Pound, nos ex plicahs, Federico no entendia una sla palabra de lo que decia 1, que hablaba inglés como si estuiera dando misaen yiddish, asi que yo hacia de traduetor entre los dos. ¥no esque yoen- tendiera mucho. The poem will be called , nos explicaba el poeta, Because a little boy, when he's learning how otal & enumerate the World, always says: «Adog>, «A oliy-pop>. 50 {forth and so on. Dice que sulibro se va llamar «A>, le exp taba yoa Federico, que porque un nito chiquito siempre dice ‘eAperro>, «A paleta», algo ash Federico siempre te entusissmaba nando entendia una {dea nueva, és era su virtud. Pero luego luego se lenaba de angustiay se desilusionaba;ésa también eras virtd, Cuando o se'ha el poeta gringo, hablamos de Gide y de Vléy. Nuestra yegrevaosdelaligaelésca no dios del jasado de wn punada de lengua.» jo bastardo que siempre se regadearia en sus. 1a faneindemiigica delnsarsicalos inns ol, Las tnicos que valen la pena son lot Joyee. deci yo. Ytambien Wiliams y Dickinson. AFe~ derio le gustaba Langston Hughes yaababa de desebrira la mulata Nella Larsen. Nuestro amigo «Z> era un dog yun Loy pop, Noentendiamos naa de ose as lenguasanaliicas lengua siti Grces que pude haber visto a Pound en el metro?, le pregun~ ‘ea Federico camino a casa después de una sesi6n de trabajo eneldiner Como? ‘Alpoeta, Para Pound, Pero si esti en Italia 0 en Paris o qué s¢ yo. Esta en Italia, le dij, pero eso qué importa ‘Ab, yateentiendo, Definitivamente no, es imposible que alguien como ti lo haya visto, ‘“Alguien como yo? ° Pero no sélo habia visto a Ezra Pound. Me di cuenta un dia, entre mis das y mueltas de consulado, de que levaba un tiem: poviendo una seriede personas en el subway, y que éstas no ‘eran, por decirla de un modo, personas comunes, sino ecos fle personas que tal ver habian vivido en la ciudad de arriba {yahora alo transitaban por sus entranas de ballena sobre~ Crecida, Entre esa gente habla una mujer de eara morena y bjeras hondas que vi en repetidas ocasiones: a veces en el andén, esperando, otra a bordo del tren, pero siempre en cy uuno distinto al mio. La mujer se me apareela, sobre todo, fen.esos momentos en que dos trenes andan por vias parale- Jas ala misma velocidad durante unos instantes yuno puede ver os dems pasar como si viera correr las ouadros de una cinta de eeluloide. Le eseribi una carta a Novo y le conté de esa mujer que siempre llevaba un abrigo rojo, desu eabeza apoyada ‘vemente contra la ventana del vagén, leyendo; 0 a veces s6lo 1mirando la oseuridad de Ios tineles desde el andén, sentada sobre uns silla de madera. Le hablé de Pound también, y de toda esa gente que estaba pero no estaba en los vagones del subterraneo, un poco como yo. Me respondié, que yo er8. _imsubey que en verde andar buseando fataymas donde subi, le mandara un poema sobre eloubuoy oalg qu i= ‘ira para lena las piginas de a revista Contemponinets. 0 “eee cao y escrbt un poema de mas de 400 verbs. porque siempre ehaca cao a Salvador. Perola mujee morena de oje- ras testes se me sguio apareciendo hasta el timo dia que estuve en ena isla de nubgeyen ‘Mi maridodejéabierto el eajén donde guarda sus agendas tar- {etas, ya libreta eafé donde anota los poemas que no deja ver oO a En eleuarto que rentaba en el edificio enfrente del parque Morningside habia una maceta sobre el pretil de la ventana, ‘que pareeia una limpara, La maceta tenia redondas llamas verdes y adentro erecia un naranjo. Bajo la sombea magra de ese arbolito, le escribia cartas a Clementina Otero, alos Goros, a Salvador a Villaurrutia. Me ponta yo muy poeta de provincia. Contaba m vida en la gran urbe una y otra ver como para hacerla mia, conseiente, quza, de que también la ey felicidad depende de la sintaxis, «Querido X: Vivo en Morn- ingside Av. No. 632, wna y otra vez cada uno de mis inter Tocutores ivisibles 5 ‘Tomo la libretaeafé, que leva algunas horas abandonada sobre la mesa, Abro al azar y leo. En defnitiva, son versos esritos para otra persona, No quiero seguir leyendo. Bs stbada y me toca vera los nitos. Lego al edificio de mi ‘ex mujer en la avenida Park y saludo desde afuera al portero, ‘que enseguda hace llamar mis hijos y sale a fumar eonmi~ go en silencio hasta que ellos bajan, llenos de un entusiasmo tstipido por la vida, Me euentan que su madre ha adquirido tun nuevo radiotransmisor, que les regal6 no sé eudntos ju- iguetes nuevos, que vieron una pelicula de guerra en una sala ‘de cine grandisima, y que el préximo finde semana se irin de viaje al mar, Me los levo, cada uno de una mano, a eaminar por Central Park, Es hora de que vean alos patos, nifos. Siempre vemos alos patos, paps. Hasta ahora, he sabido disimular muy bien el inconve~ niente de la vsta. Cuando baja el sly las cosas se me empiezan ‘a esconder, le digo ala més chica: Generala, enumere usted fen inglés todo lo que tenemos enfrente, y empieza: a duck, a lake, a bigtre, ates. Pronunca el inglés exagerando el acen- ‘toyanqui, como e propio delos nos latinoamericanos de ase alta Diceadach lik, obey tee, a il re. Yal grande le digo ‘suando payamos los helados al final del paseo: Soldado, us- ted cuentelas monedasy piguele al vendedor la cantidad exact ‘Cuando nos despedimos otra vera pie de la escalera del. cdifci, les doy un beso en la frente con os ojos cerrados, para {que nose me vayan a asomar~imagino mis ojos como dos uvas ot ‘pasas, un poco agrisadas, arrugadas, pequetis, podridas-, Lego tomo el tren de regresoaFiladelfia Yaen el vagén,re~ ceuesto la eabeza sobre el asientoy me tient los parpados ce- rrados aver si siguen abi mis ojos. Ai estn, Henos de agua, com el recuerdo de mis hijos como efgies heridas, [Esdomingo.y mi marido se lleva alos niftos al soldgieo, Dar ‘un argo paseo por Chapultepec y el mediano regresar excita doa contarme de los elefantes, que no pueden acastarse nun porque no se podrian volver a levantar. Después se pondra tun poco tristey me preguntaré por qué: Por quélos animales no pueden salir del zo0l6gico ni ti del casa, mama? Dios yla gente s solidarizan com las vietimas, Prono con eual- {quer vitima sino con las vetimas que evietimizan con éxito, Mi ex mujer, pr ejemplo, Cuando nos divoreiamos, la erilla sevolvi poetay vietimas la profeta de las vitimasdivoreiadas. Ella aeaba de publicar un librito de poemas en prosa muy rencorosoa,autogestionados ytrlinges, en a editorial ima~ sinaria de su mentors, una poeta gringa que dirige wn taller de poesfa que se llama Hijas Espirituales de Mina Loy (sous, por ‘sa sigs en inglés). Tene a deseortesa de invitarme ala pre- sentacién, que se celebra en su propio departamento. Como ‘sé que le tengo que caer bien porque sino, no me presta alos nfl munes, tengo la cortesia de ir hasta Nueva York a verla, ‘Me abre la puerta un mayordomo. Pregunto por los ninos; sndormidos, El departamento hucle a una mevela de per~ fumeria de barrio alto, maquillaje, ropa recién planchada y capérragos. El mayordomo me ofrece un martini y un plato de esparragos hervidos, precisamente. Me pode traicionar la vista pero sigosiendo un perro para olfatear la amenaza de un ‘quelarve de brujesreunidas en torno asus rencores yun plato 95 debotanas cara Culgo ms sac junto ala entrada, entre bol- tas abrigs de mujer de todos los tamafosy textures posibes {scepto solo el martini y me abro amino hacia la estancia No las veo bien, pero por el rumor y el hedor que des~ piden dehen ser més de veinte, mda de teint, sentadas en Semicireulos concbntricos alrededor de mi ex mujer y otras dos presentadoras las tes brajas de Macketh, pero mas vl fares mis enojadas ona vide~-De pe frentalasala, se me tencogenrepentinamente los etieals. Ds eeabuats. Tl vez deseparecen por completo. Me quedo paradoatris de latima Slade sla, lo mae ceca posible del mayordomo,atereado Mi ex meres leyendo, con su acento de bogotana i ternacional. La pobre tiene una vor muy fea puja las conso ‘antes gutarales, slang las vocals abievtas y rechina las es como una miquina mal ealibrada~ Lee un poema sobre laut lide practics de los maridos Siempre ele curaron un poeo hacia abajo lo labios mientrasleia en vor at; también cuando me reprochaba mi istainfinita de defectos.Imagino el ret ‘mango, aborasubrayado por ls xanjasy las boss de pel en- ‘ejeida, De tanto en tanto, entre las conidadas,irrumpen ‘isa como de hina. Quits, en. cuanto termine la ceremonia, tne desnudarény me atarén as manos y las pierns, me abri- rin los pérpados y me llenarin los ojos de escupitajos. Se tagarén encima de mi ~afios de reteneion intestinal lltermina de eer el poema ya sala entra reverbera en un éxtass de aplausos. Yo estr el brazo para versie mayor domo sigue ami lado. Ahi est. Lo tomo del hombro: Noe abandones, hermano, quédate aqui cerquta Aqui me que, ser, no me muevo. Lee oto poemay oro, Guando termina el timo, dedi~ «ado presuntuosamentea la poota Ming Loy, empieza una ova- ‘idn las mujeres se ponen de pe. Rechinan ls patas de las sila contra la dela, (De déndle habe sacado tanta sills?) Mix mujer, arana enel.centro desu tela, me mizadesde la, -esquina del euarto, Soy una mos versa baboso El mayordomo me sueta para atender as 96 ‘demandas de las damas: yyo me quedo abi, sin saber dénde poner la mano libre; yla que sujeta el martini ahora tiembla ‘un poco. Empieza a hablar Is bogotana internacional: la poesia, 1a Aisolucign de a identidad, ln extranjeria,y no 8 qué crolladas mds, Haoe una pausay para cerrar dice: Agradezeo la presencia ddemi cx marido, poeta tan injustamente deseonocido pero tan capacitado, Las eabecitas giran hacia mi. 2A qué se refiere eon. cso decapacitado? Me dan unas ganas urgentes de orinar, De- ‘nas de hocicos pintados sonrien todavia dstingo el blanco contra el negro y ¢ que sonrien porque el euarto oseurecido de pronto se enciende como.n cielo estredentado-. La acei tuna palpita dentro de a copa, Mis 6rganos, dentro de mi trae, palpitan. Las earas que me ven palpitan;allé fuera, palpita la cidad: el hombeo persistent dela sangre, la temperatura de la humillacién, ;Que hable!;Que diga algo! Deseo una muerte ssiita que no me logeo provoear. Entonees hablo: Yo vine porque me invitaron, Gilencio) Vine porque siempre he sido un feminista de voracién, {Viva Mina Lay! Viva! 1 Gileneio). En realidad vine, Celeste, porque queria pedirte nomis queme prestaras un poco de dinero para levarme alos nitos 4a feria el préximo fin de semana. He conocido sun solo hombre ciego en mi vida. Se llama~ ba Homer Collyer y durante el ano de 1947, poco después de sumuertey un afto antes de mi regreso definitvo fatal a Los United, se volvié una fugazcelebridad. Pero mucho antes de 30, cuando llegué2 Harlem en 1928, Homer vvia con su her- mano Langley & algunas cuadras de mi departamento, en una ‘mansién en a esquinade la calle 128 que ambos habtan here- dado de sus padres. on Homer estaba lengeteando un helado en las esealeras de Ia fachada y me acerque a pedirle direcciones para una Jgesia donde habria un servicio eepecial ese domingo. sobre clea los muchachos de la revista Contemporineos me habfan pedido una erénica, Diseulpe, seftor, zdénde queda Saint John, le pregunté. Seialé con su baston hacia el eelo, Me ret disereta, pero honestamente, y me quedé parado como un lerdo, esperando que de algin modo el chiste rematara en ‘coordenadas terrenales, Pero cambié de tema, {Usted sabe que el helado de chocolate esté hecho con polo de eocaina? No, senor. Eso dice mi hermano Langley, justed lo conoce? ~Asuhermano?. no, sefor. ‘Me senté junto a Homer en el escalén. sun buen hombre. Un poco cochino pero empenoso a ‘sxmanera Dice quesi tomo una hora de so todas las mananas {ycomo sufciente helado de eoeaina, voy recuperar la vista oto a poco. ‘No me digs, justed es cego? Homer se quits los lentes oscuros que trafay me sonié tenia los dientes como de eabllo, grandes, ovalados y ama- ills. ‘Cuando le lavo los dientes al nino mediano, contamos hasta ‘diexparala fila dearriba en medio, diez abajo, quince as mue~ las de un lado (arriba y abajo). quince las del otro. Un buche de cinco, otro mis, y ala cama 9 ‘Me gustahan las tertulas largas, para largarme despacio. des- preciar a todos mis interlocutores, sentir que el mundo me ‘quedaba corto. Amero nos citaba en un bar donde casi siempre 98 ramos los inicosblancos. Fl duet se hacia lamar «México {eraun yang muy yanqui que habia peleado del lado de Vila nla Revolucion Mexicana y nomis poreso se crea metonimia del pais). Yo iba poco a esas cosas, pero cuando iba, tha para largo. Los regulares eran Emilio Amero, Gabriel Garcia Maro- toy Federico, que casi siempre levaba a Nella Larsen. Aveces ros sumabamos yo y nuestro amigo Z, a quien entre whisky y ‘whisky le daba por hablar del objetvism, palabra que Federico cera incapar de pronnneiar. Decia algo ast como «ojetivicio> y Iuego se volteaba para busear complicidad conmigo. Esa noche todos hebimos como damas y nos emborra- chamos como cerdos, Creo que a Nella Larsen le dimos penita ‘desde el principio, porque se cambis de mesa antes de queem- {J reehoncha,Henas de pelos alambrade, ye pobre insist en {war pantaln cor (cova decuropens, bola de mariqut. El ‘spatioltaplanid tan efron que, antes de sentarseal piano, manic se neling el sombrero yleagradeci persnalmen~ {eclaplaso, Federico me veld aver eomo dicendo,,Vist?, ‘Dukey yo somos cataches, calegas en espana del bueno ELhombre se sent al piano coments, Zee qulé loa lentes y los dejo sobre la mesa, entre lo vass. Gaia Maroto,talvezla persona mis aburida del mundo, escché el coniero entero fon lo ojos cerraos, otal vex slo se qued6dormido Einuna prea de aplauno a final del primer se se me cere al oidoy mie dijo: No votes, ar de Pou Yom evant tan pido de misilaque cai rola me- 5 Se cayeron todos lon vase, se voltcarom los cenlceros, al- {arom hieloe Crea Marot se despert de un salto y deta el tatalismo con un manotze que ater sabre los aneojo de testo amigo , que se rompleron, Volaroneristale diminu- toe eomo fragmentos del mundo de un ni; acai, a man 2 oc ead, obroe: oboe ad poet man. A Federico le ented fi ataque de raay el pobre Zya andabaa gals por el suelo 9 Inuscando los pedsaos de sus antenjos. Qu erédul, mejcanito, {stmo eres que aa estar Pound aqui, me decia Federico en- tre cacajudan (ona un lengua rj y pera como de gato y Jasacaba al ver demasiado cuando se rela). Hicimostal escena aque na especie de gorila de dos metros con corbata se aercd on otros dos chalanes igual de changosy nos sac del lugar a chingadssos. Yo rea que cxa noche en er de whisky nos die ronlocidn, porque todos estabamos en un estado francamente slcinatori. Es posible que al sli del har alguien me haya punalado y me haya robado mia zapatos y todo mi dinero, Porque la mains siguiente desperédescaleo ys un qui en hospital de Harlem. Esa ha de haber sidola segunda vex «que me mort Not (Owen Arc Okra me mr tana men Me prec cst yu are in xagerain. Como may bieny sy tiempo inconjble, fmm gscamperec etotreas bre, pero dello qs me ineree cx aeporela pera, medic ira eso. eo 24 meses wet Yorke nl gr, verde, rs ls grin ae te Avecnes tain, (Slade ace nen 7). Sigrid. Yuet». Ly fas Qe ain't yr, Mi marido les lee los ninos un libro aleceionador y moralista ‘que compraronen el msoldgic, sobre un delfinrecién nacido que piende au clan en el mar porno hacerles caso asus paps. Tal verse lova.a comer un tiburén,expecula el median, ‘Sus voces me legan como desde lejos, como si yo estuviera ahajo del agua y ellos all fuera, yo siempre adentroy ellos siempre afuera. O al revs, Bebé delfin se pone a lorar, Hace wn silbidofinisimo, que atraviesa el agua como una fecha, contin mi marido, {Las lechas pueden atravesare agua, interrumpe el me diano. La vor de ls detfines es nica, sigue leyendo mi marido, como las huellas digitale. El mediano hace ruidos, como de fechas atravesando un cuerpo de agua Pon atencién, lo regana su papa. Ya casi acahamos. Me quedo pensando en la pregunta del mediano, Mi marida sigue: Mamé delfin escucha a su hebé, desde ‘muy lejos. Nada por todo el mat para busearlo, gLoencuentra?, pregunta cl mediano, ‘i, mira, aed en la altima pfgina del libro seve eémo lo Cuando los niftos eran més chicos y viviamos todavia en la ‘eaona dela calle 70, en Bogoti, jugabamos alas escondidas, Yo me escondia detris de las ramas delgadas de una jacaran: da joven. :Donde esti pap4?, les preguntaba. Ambos corrian ‘hasta mi lado y cada uno se me colgaba de una pierna. (Aqui! sritaba la chiquia,jTe encontramos!, elnino, (No, yo sy un fcholl,replieaha y los alzaba en el aire, cada uno en una de Homer, el ciego, tenia un ojo mas grande que el ot Uno de ellos, el chico, estaba entornado perpetuamente hacia sula- rimal, inmévil. El mis grande revoloteaba en su cuenca vio cea como un péjaro blanco desorbitado~pareeia una de esas palomas atrapadas en el interior de una iglesia o una estacion ferroviaria, dando aletazos contra un ventanal cerrado-. Me igustaba quedarme viendo ese ojo erritico, que no me veia a in, Homer me esperaba todos los domingos con un helado de ‘chocolate en eada mano, alas diex en punto de la manana. Si Legaba dos, tres minutos tarde, elhelado que me correspondia ‘estaria mitad derramado, banando su pun. Usted es un fants, senor Owen, jn eas? Promun- ciaba mi nombre como lohan de haber prominciado mi teeetoe for qué dc es, ser Caller? ’ Frcs porque yo sede lo pedo vr mark qu ext reuperand la vista con tanto bead de cocsina? ‘No ctor: noes eso, sted ten car de ino american ero consttacin de japon, ten tenple como de arin rata slemn Hoy sc sombrero, tl vex gis yunsaco gue mo Teva nada bien, {Noe guia miss? ‘Ramed ele vera bien elec El pximo domingo le regi unsaco de wed de mi hermano Langley. Lo tengo gue Ines y lave, Mi herman iene muchas cons all dento Nunes ent ata esidenia lyr aunque emp des pu, cunl on hermanos marion edo I periicos de Teotudadhablabn de ellos, supe que la casona habia ido Henando de baeura cone paso del iempo, Langley Hevaba tgins ats colecionana den loa perio ues pel ‘aban en a cudad yo oloeabaenforreeilras qu i ‘ievan como un muro de conencin prs que Homer no ceurclara contra los muchlesvetorinos decison. Pero Tingley parecer acumen so los perio dela hi dso maqaint de ecb, cares, Hann, belles Fut blade leche, mesn cheaper Homer tunes me hablo dela ficin colesonista de suber pe- | Fothorapeto magia ql afin ora att alex | penata qu tayendo cas ejemplarea de bjtosmundanes, | Fun uhermanociogo mantener una en deacon \ ) | | 1 | Sostienen onfamente al mundo: un tenedor, un ado, una | Imieca de tapo. Quis la made sombrasterminarian por | apuntalarlacosa en sy Homer quedaria salvo del aco que | poco a poco oe abendo camino en su cabeza “era un poeta mayor. En una ocasion nos convoos a Federico {ya mi para leernos unos fragmentos de «A>. Nos vimos en ‘una hanea en la explanada central de la Universidad de Co- lumbia, Federico lleg6 tarde, con su aeostumbrada arrogar de estrella punto de ser descubierta Es que estaba con Nella Larsen, dijo, como si djera que habia estado chacoteando con ntroduceiones, eomo hacen ls muy _seguros de sf mismo o los demasiado inseguros de todo. Es- tucharlo ler era como ser testigo de wna ceremonia religiosa de abisinios. Yo casino entendia nada, aunque mi inglés habia ‘ejorado bastante Eran versosatravesados por teoriss marxis- tas, cabetstas, spinozisas,teorias en general.y eso los empa- rentaba con los profetas que se paraban en las esquinas del Distrito Financiero aadivinarel fm del mundo, del capitalis- ‘mo, dethe world as we know it. Pero mall de las teorias ha- bia en sus versos una plastcidad que no habia escuchado en rninguno de mis contemporineos Yanquis (que jamis sospe- charon, porlo demés, que fuerayo su contemporineo).Se me grabaron unos versos que nunca he terminado de comprender del todo, pero que de tanto en tanto regresan a mi, y me re- ‘yuelean como a una puerca en el detritus desu desconsuelo: Noone really bans rho doe not nes Time dee nt move, we ae anit, searing omanbrance~seing from gus whih oak us, ‘Sodefined ot eral men woke us Tal versiles pongo una harra de abn en su platto de comida ‘oun poco de locién de afeitar los gatos estos se morirany me dejar en par 108 Jugamos alas escondidillas en esta casa enorme. Es na ver~ sim distnta del juego. Yo me escondo los dems me tienen, ‘que encontrar. Aveces pasan horas, Me encierroen.el clay, cseribo prraloslargisimos sabre otra vida, wna vida que, 68, ‘a pero neem, Hasta que alguien se acuerda de que estoy ‘sconiida y me encuentran y el mediano grita:Emeontrada! Este sibado me toca ir Manhattan aver alos nifos. Su ma: dre sale de finde semana ~a los hoteles de lujo del sur de la ciudad 0 las casas de mar en la costa de Long Island—y yo me ‘quedo en sn departamento de nina bien en los nameros altos dela avenida Park lego un poco tarde el portero me hace pasaral depar- tamento. Sé que ay aunque ahora me cuesta verla, una mesa dde mirmol en el ecibidor, que sostiene un jarrén con flores freseas; hay una mesa larga y una sala para entretener. Hay trinchadores on la vajillaen Ia que comi durante muchas ce- nas, una pared lena de rtratos familiares en los que no figuro “salvo en a ciestiz de un clavo- hay un piano y su partitura legible, charolas, una eiada uniformada, una cama tan grande ‘yamarillaamanga como el mar de Mszatlén. Hay una cava llena {e licoresindispensables Mi ex mujer tenido la delicadezs de no estar para rec bbirme. Me deja una nota con instruceiones que melee la ria da, el chiquto no puede comer antear, por ahora la chiquita sc bana alas ocho de la noche. Como siyo no supiers. Es una tarde luminoss,expléndida. Me meto la nota al bolsillo,agurro una otella de aguardiente de Cundinamarca y me lleva alos nifios de paseo a mi antiguo barrio. (Queremos ira la feria, paps. Nimodo, ninos, no hay dinero, ‘Tomamos el subway hasta los elentoy pico y erwamos lnislaa pie de estes oeste. En una esquisia ompramos wna ssandia y unas sodas, Llegando al parque Morningside nos 104 sentamos bajo un sicomoro blanco, de mas de quince metros, Ja sombra enmaranada, como la eabellera de ls negros.Par- timos la sania con las manos, con una piedra, con un palitoy conlos dientes los obligo a comérsela entra, sentados tabre nuestros suéteres, porque hemos olvidado las eobijas especia- les que su madre guarda para los dias de campo. Yano podemos comer mis sand, paps, vamos a explota, imploran, Sigun comiendo, nada es gratis. Nada, salvo el aguardiente de Cundinamarea, que me en- ‘tra bien. Tiene algo de milagroso el aleohol para un hombre cen mis condiciones: destraba algo, relaja los nervios del otro Jado dela esfera de lo ojos. deja ver lo que hace tiempo se ‘caltaba entre las cataratas isting una familia a unos metros de nosotros. Tienen. mantel, masica, bebidas, nidios con guantes de beishol, me dice el nino. Un poco borracho y envalentonado, me acerco al grupo trabo amistad con el eapo de familia, Me ofreve un ron, Se me ha terminado el aguardiente, asi que acepto. Llamo a ris ninos, que titubean un poco frente a la nueva teibu. Se presenta amable, alegre, rechoncha, una de las nifas: Soy Do, nie to meet ya. Finalmente, el chico accede a ponerse el guante yy suhermana lo signe, Los nits juegan beishol en Morning- ‘de: es un poco como la felicidad, ‘Tomo ssiento sobre el filo de una piedra desde donde veo Ja ventana de mi antiguo euarto, en el nimero 63 de l calle «quebordea el panque, No sleanzo a ver la ventana, por supues- to, pero es un euadro que conozco bien y que puedo recom poner con failidad, Con cada nuevo trago del lieor, ademas, reaparece un nuevo tono, se wielven més ntidos los contornoe perdidos de as cosas, nterrumpen el recuadro, intermitentes, los grandes pechos de la mujer de mi nuevo amigo. En est ventana me sentaba a eseribiele a Clementina Otero, le pedia ‘matrimonio una y otra ver, Balan sus enormes pechos, ella baila y se come el tltimo pedazo de sandia ~nuestra unica contribucién para entraral eonvite~ Mi hijo conecté un home run, me reporta el eapo de familia, y odos aplaudimos desde lejos. Abi mismo yo estudiaba inglés obsesivamente, eubra- yando los nsimeros del New Yorker que la casera habia dispuesto ‘enun librera junto a varias ediciones de la Biblia always New Testament. La mujer muerde la sandia y me mira, hey Meriean, poet, me dice, todo escurre, discurre,y se le queda una semi- lita fegra aferradaa la linea del eacote. Veo perfectamente ln semillay mi ojo gancho se engarza en ell, titimo asidero ‘enmi planeta de sombras. Yo me masturbaba, era joven, mien- ‘ras veia mi reflejo desnuido en esa misma ventana. Loa ninos seleabalanzan encima a mi hijoy forman una montaita blan- ‘quinegra sobre él: Paps, me grita desde lejos, pap. me pegan. Hila hala, me baila. La linea la semilla, mi cuerpo de ahora {nclindndose baci ella, mis braros hinchados arremetiendo, rodeindole la cintura sus manotazos, ou madafaka, mi len~ gua que se abalansa sobre la semi, recorre la linea suave dl escote, Papa, habie un Spanish poet mejor que yo, st llamaba Federieo, me pegan, Paps, a negra sabe a locién, y habia un “American poet muy bueno, se amaba Z, un golpe seco sobre mi ‘ca, el eapotavola me pega na y otra ver con labotella va ‘you nadafaka, hay vidrio por todos lados, miles de pedacitos| ‘nerustados en mi cabera, todo desaparece. Los nifos juegan Iheisholy una espiga me hace cosquilas en la oreja devecha, o Nota (Owens Araceli Otero) «Los negro sontraneparetes. De noche a visten de vidro, Yo he idea veces por Harlem ‘entre un lode voes sn ae, sn manantial apace (rite ‘que nadle lana). A zavé de todos evel la noche, rans- Parente. Hablan como sus yueateoos, mon, man in mie, ‘0 dolla, Ua dente, Nose puede exeibr sin missy ‘coreografia® 106 aDe quién te ests escondiendo mama? ;De papd? No, De Consineara? De nadie Site quieres esconder, mam, tienes que encontrar un lugar més escondoso, gLacama noes escondosa? ‘No, la eama es brincosa yun poco estorbosa cuando quie- Federieo yo dcidimos andar un grap inspec esto “Bpugu. Tver expensas de 2 per no Mecenaiomente cn Si derimento, que no eslo mismo. Fue dea de Federico, pero ome fa convtiend en plero-a que no slo cet sina {juemeinvolucrede leno yaport signss des Apa de au Insisteneia en que incyeramos a Nel Laren, comenimon {qucseriamos s6lo dos membros y que el grupo selamara te je La ea era que yo vader al elo ls por” “thas de mientras él mismo nos ls lela y que luego Federico log rectaraocantara en lugares pablies (su teria era que en andali todo rimaba, asi que seria fil conservar el esplitu y las rimas imposibles de los versos de Z incluso, o sobre todo, si haciamos algunas traducciones sé fonétics). Podriamo dems, pedir un poco de dinero a cambio. Elpobre 7, por supuesto, no sabia nada de nuestros pla~ ‘nes, y pensuba que noms querlamos eseucharo, aque euan- dole pedimos que nos leyera de nuevo esos versosde .e decia «Xavier, «sun parque tescalonado, como un especticulo que se viers desde el foro de ‘miventana, Aqui los nifios son nites. Los grandes se besan, a veces, cuando no estan muy eansados, Yo estoy solo y desm do, con slo una bata de teda eubriéndome> la sintaxis de la inflicdad aspin Perot dia se me murié el naranjo, Me habia ido de viaje ‘las cataratas del Nigara,y no lo regué antes de sali. Cuan~ ‘dovol estaba completamente seco como si hubieran pasado nosy no apenas dos semanas. Me pus tan trate su repentina muerte seca, me pareei6 tan proféticaasu manera, que sub las ‘escaleras de mi edificio hasta a azoteay ahi mero lo abandoné. ‘Una ver, hacia principios del otofto, pude ver ala mujer de rostro oscuro yojeras por més que los brevisimos instantes {que nos solian propinar nuestros respectivos viajes en tre nes paralelos. Las puertas dl aubterraneo en el que yovijaba sehabian atranead y evabamos més de dice minutos varados cen el andén. En eso, se aproxime otvo tren desde atris por Jas vias contigus y se detuvo junto al nuestro, Enel vagén de racional,. - cnlent, la eabeza apoyadacontrala ventana ena lamar | 4 jer-conun sombrero de tela verde oliayunabrigo rojo, bo- ‘tonado hasta el cuello, Iba leyendo un libro de tapa blanca. | 3, | Inclinandoun poco la cabers skanctaleerel tuto, que para |? mi sonpreta crt una palabra en espaol: «Ohrano, deci. La |S. ijer se sinti6 observada yal la vista~eus eras enormes, ‘sus ojos enormes-. Nos quedamos mirando como dos anima les deslumbrados por un violento destello de luz artificial hasta {que su tren volvi a arrancar - {Usted ha estado casado, Homer? Después de un silencio, Homer me puso una mano sobre Ia rodillay pregunt {Sabe usted euil es la diferencia entre los enunciados analitioos y lo sinétioos? \ Nos habiamos estado comiendo nuestro helado de cho- ‘aina en silencio, yy tenia ganas de contarlea Homer que me ‘Queriacasar eon un mujer que se llamaba Clementina y que ella no me queria 2 mi ni un poquito ° No, respond, geul es? Se limpis los dedos con un patueo celeste que sue desu blslloy, en tono profesoral, emp ‘Analiticos; enuneiados verdaderos en virtud de su sig- nifcado, Ejemplo: «Todo soltero es un hombre no easado>. Sintéticos: requieren algo del mundo para ser verdaderos. jemplo: «Todo hombre eatado ree que la felicidad duradera ces bailar toda la vida con la mis fea> 2X yoque soy? ‘Tino eres un enunciado, a he me A ee Pero ahora soy precisamente eso, un enunciado. Y también por es0 dejéami mujer, porque ya no estab, a mis evarenta ytan~ tos, para balar con la més fea, Ni asi tan gordo y tan cego. Los nifiosjuegan a las escondidillas en esta casa llena de hue cos. Es una version distinta del juego. El mediano eseonde a la bebe y yo la tengo que encontrar. Ayer en la noche regresé a mi casa un poco més borracho de lo (que acostumbro, de una cena en casa del viceednsul inglés Es- tabs él su mujer, un posible maricén argentino y tres yanguis ‘hombres, no gatos) con sus tres mujeres yanquis (Lampoco jguatos, aunque casi) El problema moral de los y las yanquis fes que creen que son suecos pero en circunstancias limite son igual de maleducados que los hondurenios, slo que mis caleuladores e hip6eritas. Hablamos toda Ia noche sobre las obras piblicas de Filadelfia, el nuevo gobernador, el clima bir. hao del verano, cl exceso de moseasy’moscos, hasta que legs clpostrey una dels seRoras propuso el tema de la escandalo- ‘i infidelidad de no s€ qué politico famoso. Empezé a hablar cl que tenia mas senior, y seguramente mas experiencia en lo mismo que estaba denostando. Mientras se atornillaba un anillo de bodss ~como para apretar la werea nodal de un en: _granaje a punto de desguazarse— construia frases elocuentes sobre el sentido ultimo de los votos matrimonials. Alguien ino alguna referencia al Marriage and Morals de Russell. Yo sme acordaba habia leido el libro de joven que el capitulo titulado «Matrimonio» iba seguido de otro titulado «Prosti- tucién®, Lo dije en vor altay todos me miraron, guardando silencio, hasta que uno de los yangui, el que estaba a mi de~ recha,ierampi6 en una careajada paternal, palmadas en la es- palda, oh you Mesicans. Me entraron unas ganas desesperadas {de orinar™—me pasa siempre que me vuevo el centro de aten= cidn-, Una de li esposasexigé una explieacién, que no letuve que dar gracias a que el argentino se levanté dela mesa para ddespedirse y rompié la tensin. Las sefora hicieron equipo, log senores encendieron sus purosy., en cuanto pude, me des- pedi efusivamente del viceednsul inglés, de sus amigos, y sali porls puerta de su cas, Los veeinos desu cuadra tienen mecedoras flores en los porches: probable gardenias, geranios, petunias.Subi os es- talones de uno de lo porches y oriné sobre unos geranios ‘romitieos. Al darme la uelta para bajar otra ver hacia la alle, tropecé con una maceta, que rodé por esealones, desparra~ iéndose, En la oscuridad, pude reunir parte de la tierra que sehabia regudo, la esto como pude en sugar y, noms por ‘no dejar hues, me fui cargando la maceta hasta mi casa ‘Ari la puerta saludé alos putos yanquis. Puse mi nueva adquisicion sobre ia mesa del comedory arvimé una sila pa~ ra sentarme a compartir con ellos lo timo de mi reserva de ‘whisky. Los gatos giraban, no s¢ i inquietos o sélocuriosos, a3 | | alrededor del nuevo objeto. Cuando habia terminado de dispo- her nuestros cuatro vasos sobre la mesa y ervido a cada uno ‘sx ons, tienta, pase una mano sobrela maceta. Sopde€ sus bordes, removi con mis nasa tierra suelta insu centro erecta uunarbusto 0 un pequeno érbol seco ~un naranjo'muert, por latextura del troneo central el desparpajo con que se epartian| ‘sg ramilla-~ Toqué el recipient primero con las palmas, luego conlas yemas de los dedos, Supe eas ce inmediato que no era cualquier maceta,Pude consttar, repasando sus relieves. Qe cerami maceta lade ls llamas verdes, junto ala cual habia es- {rita todas las cosas bucnas que eseribi en mi juventyd. Ysino ‘era mi vieja maceta, era igual, con eso bastaba. Me entusias- :mé tanto que corr a los putos yanguis a patadas. En un pedazo 4e papel que encontré sobre el refrigerador, empecé una carta ‘un amigo muerto o quizis las notas para una Las muelo aleer hoy _quelogro descifrar con de diay una lp. Lo nico ‘La novela estria narrada en primera persona por we-éebo} | una mujer de rostro moreno ajeras hondas que tal vez ya se | haya muerto. La primera lines se a voy arobar a Emily ickin- | tom Hecuhé el zumbido de una mosea al morieme> Fue con Homer con quien desarrollé mi teoria de las muchas muertes, 0 quira deba decir que fue él quien la propuso.y yo ‘nom la elaboré a au lado. Lo que sucede es que Ia gente te muere muchas veces en ‘una misma vida, estimado Sr. Owen, {Cémo asi, Sr. Collyer? _La gente se mucre deja irresponsablemente un fantasma 4 Aveceses fei. E pareido fisco, sobre todo de as ores {Ha usted oido hablar de un joven escritor, Samuel Beckett, ‘que este ato publicé su relato «Conjetaras? Nunca. {Y del fl6sofo vienés que publics hace unos anos unas Jocuras sobre el lenguaje la logiea, que habia escrito en una trinchera de guerra? Claro, Ludwig Witigenstein,ése si es famoso:

" La pista para emperar sera que leeilara el botOn decncendido dela Hoover entonce: ‘Augie pica dice, shoaveranos, ‘Thee, ching and saying, “behave us, Despishanos mica como conse Dispose sles asthings of Aalamor-alege-ail, ove hapy ing, Delbordesilodelwhisky, Famowhily-brim 0 ‘asta lar de inf ‘height langosts, tocut, Pala obiebajoya, Pam orjeuetuced is sores a foe. contin fucka Nonoseonoce quiennonos Nooneraly nous us ho oa, dons ot tach Eltiemponanosconvoss, Time decent mow us we tomoeamor-mnar-anlo ‘arealove- a-ring 16 Restos, membrana: sorts Remembranes igo de aparieneiae que nos ie which choke scan, os Tunsordoscoma cerns. los So deaf cura, men mbes deere. inti. ‘Suoedié lo que ms le pudo haber dolido a Federico: nadie ni siquiera se detuvo a vernos, por mis que el espanolet se habia aprendido los versos de memoria y ls recitaba con mis afee tacién que un elefanteen celo, Cuando me di cuenta de que nadie nos hacia easo, me senté en el suelo y me puse a leer hacer como que leia~ stds del banguito,y saboreé a carta que le ‘seribiriaa Salvador Novo deseribiéndoe los pequetios espasmos smusculares del enlet de su adorado andal mientras se esforaba ‘on todo su cuerpo y todo sx carisma por lamarlastenciinde ‘iza mis inconmovible de planeta. Gente perpendicular. Federico tenia na virtud, o yo un defecto, O quits era al revés nol tenia miedo al ridieulo yyo le tenia pavor. Siem- pre que hice el ridiulo termine dando expliaciones. Y no hay nada que me provoque mis hastio que dar explicaciones. Me cenredo, me tropiczo, me emboto, Por eso no le dije nada a Federico cuando vi pasar fren- | tea nosotros a la mujer del abrigo rojo cargando una sila de madera —esbelta y un poco frégil, como ella~y me paré del suelo como si me hubieran puesto un cohete ene culo.Aban: done ahi a Federico y la segui por la estacion hacia la calle, Pero cuando lleg6 a la escalera de la boca del metro, no su- Di6, no saié ala calle. Se dio media vuelta. La saludé con una mano pr een qu nome vo ore sig de nos Como esti exo de recordar el futuro?, le preguntéun dia Homer a reg ‘mientras nos atascdbamos de helado de chocolate con cocaina ng Eres un idjota, eso es lo que eres. (La expresién que ut liné fue mown y como yo no conoca Is palabra la primera vex quel dijo no supe si cra camplido oreprocke. | somo asi? F—~ jNoeras novelists, cribs un parde novel Ja sombra de André Gide. Entonces eres un mal novelista, pero eres novelist Concedida Site dedicas a escribir novelas, te dedicas a doblar el tiempo. Creo que mis bien se trata de congelarel tiempo sin de- tener el movimiento de las cosas, un poco como cuando uno va | subido en un tren, viendo porla ventana 'Y también es normal que si eres novelisa seas un idiot, rican, aratos ala lazy a ratosa Pateaba poco, en es cindad donde tad cl mundo pea, Se me {ba el da pstrado frente aun eseritoro,redatando ofc Perounatarde, mientras me comia mi sindwichen a cocineta delconsulado, testa notes que me puso de tan buen humor | {que deje todo como cataba ysl aa calle. Un joven esposo {rig al jut del tribunal de Nevark un divoreio porque novia no le habia revlado asta la misma noche de bodas que ‘enver de pierna derecha tenia una prétesis de madera. Elle habia robado la pero alsa comoeridencia para su apelacién, yellale habia demandado por el robo. Hasta ah legaba la not, Era una historia perfecta que peda un nal que tal ver hubiera cacrito yo ena miama noche, ai no fuera porque ora histo- Fla me distajo de todo To dems Sali del coneulado general en dnimo autliterarioy me fui caminando por las eallejuelas del sur de a edad un poco como ese pereonsje de Edgar Allan Poe que persige las ml ‘ides ain un popéeito clare. Crizando unt eaquina vi una mujer, Erauna de esas esandinavas que no ingresarian nunca a8 aa clase pudiente de Los United, pero que justifica los eseupitaoa de petroleo de transatlantic lanzados al mar, todos los kilos de cemento vrtidos sobre la isa de los pobres ‘manhattoes, todas las hambunguesas grasosa, todos los escu- sados, las enearachas, el léxico atropellado de los recién lega- dos que piden un sunny-side-up para desayunar. Yo creo que sa fue la teroera ver que me mor. — inte tier ocireido mientras erwaba la avenida hacia I eequina donde ella estaba parada. Seguramente me arroll6 ‘uno de esos taxistas desquiciados, Después, terminé de erwar yy me paré junto a una farola, para verla més de cerea. Daba ‘diez pasos en unadireccién, se volteaba,y dabadiex pasos en Ia otra, Punta tlén, puntatalén. Siempre diez. Tenia los pies hhuestidos, del color de la mata, apuntaados por unas sandalias ‘scuras con dos listones que le trepaban por unos tbills i- nosy terminaban en un mofo a media pantorrill. Una sola ‘de esas piernasvalia mis que todas as piernas de a isla, o del ‘mundo, Sila pobre mujer cojs que se ibaa divoreiar prematu ‘amente hubiera tendo al menos una de esas piers, sa joven csposado no hubiera sentido que le daban gato por liebre y no hubiera pedido un divoreio. Me acerqueé a ella le pus la ‘mano en el hilo del hombro. Se volte, no supe qué desiraun- (que después le ment a Villaurrutia en una arta: «Es una sueca yn estay enamorado de ella, pero la tuve virgen>. La verdad era que Iselin no era ni virgen ni seca. Era para decilo con elegancia, una noruega muy trabsjadora. Pero ‘aS como una piedra, Me enamoré como una pid hubiera po- dido enamorarse deun pijaro. Esa tarde me lew dela mano has- ‘wun cuartode hotel del Bowery y, como drian los hombres, me tuvo virgen. Dejé de ser, como decian entonces, un pobre cherry {yime senti,con todoy mi metro 45 de altura, un pinche char, ‘Mi marido ya nolee nada deo que eseribo estoy segura. Yano le importa, ya no importa. ng Mi ex mujer quiere levarse los nitios a Europa. Considera que es parte fundamental dela educacion en un buen erallo codearse con gente mis rubiay mejor vestida qué uno. Lo que no sabe, lo que ni siquiera se imagina la Lagartona Mayor, es que lo tnico que va a lograr con ese viaje es sembrar en mis ninos la semillta del autodesprecio, Conseiente de que ise 1 malgastar su fortuna familiar en vestidos para cocteles que siempre terminarian con ellaabriéndole las piernas a algo. hholgatén aficionado a susurrar versos de Mallarmé a las lati- noamericanas adineradas le produeiria alin ipo de eulpa le pedi que me prestara el departamento de Manhattan mientras estaba fuera. Greo que no es buena idea, Gilberto, me dijo, con esa mirada tan petulante de quien eree que es su obliga” cidn educara su ex marido, © ‘Noa: Laut de Oven en Filadelf no iene eptfn- Swf ailia quiere moverlos resto aH Rosario Son los fines de semana los que més me euestan sin los ni- ‘os, En los dias laborales me preparo un eafé alas sei de la ‘manana, me lo hebo mientras tomo un bafto, me visto con. Ja paciencia y resignacin com laque un padre vise a hijo, cada boton un rit, las welt dela corhata, la pausa y media de las agujetas. Les dejo algo alos gatos, que se ha de comer ins bien el fantasma porque munca un ser vivo se comeria| una barra de jabén nun litro de colonia. Voy ala ofeina, al- 0. me emborracho modestamente solo 0 con alin colega, { regreso ala tniebla de mi departamento lena de cosas que ‘yan tryendo los fantasmas. Hoy, por ejemplo, apareci6 una bieicleta en la cocina y una torre de libros en el pretil dela 120 ventana, Yas todos os dias. Algunas noche no aleanzo a qui- {armel trajey duermo aferrado a una almobada de plumones hasta que vuelven a darlas seis de la manana en mi reloj des- pertadorylos puts yanguis lean 2 Iamerme los ojos. Pero los bados no tengo el asidero dela corbata nila es- peranra mentolada de la crema de afeitar, Creo ademas que ése tse dia que sale pasear el fantasma, porque no se escucha ringin ruido ya casa ge siente més vacia que de eostumbre. Yo ‘ago también, a comprar loeperiddicos, que por supuestoya no ‘puedo lerbien, ero los arumuloen torres, comolos hermanos Collyer.y pronto voy @hacer una muralla que part el departa~ ‘mento endos: ya tengo tres torres en la cocina casi de mi esta~ tra, Antes de regresar a casa, compro un café en ln esquina y regreso dando pasitos corto ylentos punta talon, punta ta- [on-alargando lo mis posible el rom aese mundo sin risus ni pleitosnillantos de nino, deseando queal menos haya vuelto ¢lfantasma desu caminata, Cuando lego, me aeuesto en mi re poset y me pongo a acariciar lo tres gatos que se me echan ‘encima coma s fueran ellos los que necestaran consuel. ‘Regresé a la misma eaquina a buscar a Teel. No estaba. Voli dos tres, cuatro veces, Sus companeras de trabajo no quisie- ron darme ningin nimero telefonico, ningin domicilio: No ‘eencaries, nit, Al quintointento la encontré en su esqui- na Mela levéa cenar en el Bowery. Después, ella me lew al hotel, Niremedio, Me estoy encarifando con los tres gatos. Han resultado ade~ ‘mas tener un lado tly muy solidaro. Yano les pongo ni co- Tonia ni jabén, només les dejo mis restos de comida sobre la mesa y ello Hegan a lamer los platos. Los amen tan bien, tana fondo, que ya n0 es necesario lavarios, Me ha dado por scaricarlos todo el tiempo. Me gusta pasarles Ia mano dela ‘punta de la cabeza ala punta de la col, Entra el mediano a mi recimara, donde estoy escribiendo, Mira, mamé,ésta era nuestra casa Que bonito, No, noes muy bonito, Vino un dinosaurio muy fuertisimo ylacasa se derrumbabs, aN quién es éste? ‘Ta, que te quedabas abajo del techo que se cays, weesto? iso nada ms es un corazén que estaba abi pintado 9 ‘Nota (Gilberto Owen s Celestine Gorotig ede septem- rede 19a); «El palejey todas mis apirsionce son ahora, vertiales, Ftos hombres del Nove, miticos, sin mues- guna de sensuaided de oje por poro, son pobres md sieos noms. Nosotros noe moverno, deepest, en un es aco efectivo,y amplio, Elles ene tiempo. Nueva York es una teoria de cudad eastruda ao en fanelén del emp, Manhattan et una hora, ounsigo.conls poliladelessuneays Durrenindola, comiéndosela segundo ta segundo» o Un dia le pregunté asi alguna vex haba visto Ezra Pound, No, me dio, pero le mandé unos poemas hace unos afosy me los publics. ,¥ qué me dirias site digo que lo vi hace unos dias ‘enuuna estacin del subway? Pues que seguramente él te habra visto ati también, ‘Supongo que la mujer morena me vela también. Tal ver ‘me vela incluso cuando yo no slcanzaba a vera a ella cuando oy os ‘iba distraido con wn libro, 0 me quedaba dormido hasta mi parada en lacalle 06. Quad ella también me bustaba a mi en- fre la multitud de subgieyes y solo sentia que su imbéeiljor- nada habia valido la pena después de haberme visto, aunque fuera en un destello, Salgo dela cama s6lo para hacerles de comer alos nifios. Me ‘miro le piernas, parecen dos trompas de lefant. Iselin lo hacia como los hombres. Bra mucho ms altay mis fuerte que yo. Cuando entrsbamos a un euarto de hotel me arrojaba sobre la cama con tremenda violencia, me ordenaba (quitarme la ropa—o, siendo pequefio de constituedn, aprendi pronto ser sumiso-y se abslanaaba sobre mi cuerpo desn~ {do con mas aplomo que las tropas revolucionaras sobre una ciudad ya rendida, Cuando la tenia encima, henchida de los jugos previos al ongasmo, su rostro guardaba un leve pero in (quetante parecido con el presidente Alvaro Obregén, que ha~ Dia muerto hacia unos meses, ast que yo me cuadraba y casi siempre prferia cerrarlos ojos en el instante del orgasm. {Oiga, Sr. Collyer? Digame, Owen. Usted tiene fantasma? Varios. 2Quiénes oon, donde viven? on todo respeto, querido Owen, a usted qué earajos le importa, a3 Consideré que un speakeasy era un lugar apropiado para ir con Iselin. Como la mayoria de los lugares de esa calaia ha- bian cerrado definitivamente en el Bowery, donde ella casi siempre preferia verme, la eité en la boca del metro de la calle 125, cerea de mi cata. La esperé, Tarde, aparécis vestida Ade garonne, el pelo recogido adentro de wn sombrero. Man- hnattan se le empieza aver desde el subway, me dijo mientras me daa un abrazo prieto mis fraternal que prometedor. Los que laven desde arriba, desde la torze del Woolworth, no ven. nada, viven en una maqueta de ciudad. Iselin era como un Pail Morand al que se le perdonaban esa clase de observacioncs ‘noms por el prodigio de sus piernas. Fuimos aun tugurio de a calle 132, Se vendia ginebra. Ee tuvimos poco tiempo porque yo estaba seguro de que apare- ceria Nella Larsen y no me la queria encontrar. Pero bebimos rapido y bien. Después de Ia cuarta ronda, mi compafiera le regal su sombrero aun ssxofonista y le dijo: You're the oat’: pijamas boy. En ese momento no entendi la expresién, pero algo en mi entendi6,y los celos me hirvieron la sangre. Bebi demasiado, le pegué al snofonista con sa instrumento, re- peré el sombrero yme-moride nuevo. No sé de qué ni me i- ~—Porié: despertéacostado en la uotea de mi edifcio, la cabeza de Iselin apoyada en mi pecho, xu sombrero de nino en lama, ‘mi mano aeariciando su eabelo liso desparramado sobre mi hhombro. Creo que la quise de verdad. Cuando se despert6y nos levantamos del piso para era~ var la azoteay bajar a desayunar, noté que el naranjo y 8u rmaceta tan horrible, que habia abandonado ahi meses ats, © Nella Larsen era escritora. También era mulatay suees, Reunsa, ‘como lo haria una paradoja que taviera cu ypiernas, las dos ‘aracteristcis que separaban alos Owenes de los Federicos de este mundo: Io sueco y lo negro, lo mio y lo suyo, Nella nos ag tnvitsa una festaen ay canon el nimero 38 dea vend Gonvean Sia he tnvado nore, pero ede pomine Gaisindde Federco cme etrerounacanea neo seca safclenement nega Ciera pcos ‘fushe casa ydeneta navn tia fen que un malo po ‘Eoin, aso edo lu menicnos? Ades, ecestamon ‘aru ur ert. Lonely dj, Gracia, Nelly Tgole caput Force Que ie Nea queen sues 1eSberpuntuegey quel nico blanco ve 90 MCeedoleoteonlafucctan lo lets pequeton yet fectamente andreas de Nel, sphere Genito aio {Spann porn min nea uccliferionaminoed queme ‘iuaba Civo que ene fondo, nome ura ada asta even Naqura trauma, pr Federico eben mac dsotern ete lead ala eledadly me inti No st etme pronabealevorura dela trtlae de ema Ter loyoscompensbea Federico como neinabua dra, Yodnque mies fl mis qu una prvenl remota He 20 “Sian amar ballot year por. Ensnnhecn cad Nels acho whiny Nowsen- tamos eo una en hapras centre Ge, Pl ‘Sina ques eon del ore ldo dela etancinyyo no ena TSosuid tala Me tvteronun tage queeorienclesso fautque eno pore are que eprt laa dl comedor Umbobre dled uy oveny ty moreno, 4 manert amanerado. Esta es una sorpresa que les traje, nifios, anunci6 Nal toioeeclarn, Melb aver eonriea de media "Nau Uoa jot mexicana; Gert que eto sl pare ine ator eanedaron conercionh ndlernts, yeljovensevino sentra lado, ea sobre mi opa0-7 wea tech une mano hangs: fst Limbn, itor bale wa tHotor bilan, leery emoqaide me call ‘aed anon qu pienso muse ls he pode dei en. tons cgi ibe ated de enclarn Greo qu ene BESTE que tengo mal oid Por evo siempre he sido mal Tiudniny nunca aprenide a ocer un netomento- Me 195 pata con ls canciones la lo perectamente en a aba {loego nolan a tcnear,Y step aque laelosusncla aL Bisse reduce axe ninmss abe dsr lacus xg tng “Eueven que bo lt imagign, Lists paren on mith accents Mis alla, me. con una conidia ex pleat Tou Limon era de Simla, como yoy ambi baba ldo dea any no, Tenta ua modo lec de conta u tori ea len de confanan, como super prema Tamera que lepers una tetera y no ta ds som ten qual de Sinaloa pr gar sg ou Hyper tons saben contar vida coma unaseacnende ei She cundocenvundenna Slee dasa, te scan novela burisima lode cdaliaca cata prunes “ido cmgn com en una cai afaant Pero ee tal iba le ponesabalar pir evscine pero ano dd Icara de ore aroun i inte dein auperdoiade Feerco se pao a tocar una epelad cn el piao. Los tavitadon ae enlamaron ye quiron tvs. To me ‘chiqu Nella canto un pen, Uoblend ls eae den aes ue etentemente todo conoclan, pr hacraseaer ena Cope shu que erect Perinat eu roperdoado tapetato shor en complrer abla deyung eroyanquie al in Yomeacigue mau un clbuahus cure asin Ents Linn clean del pn, spurte en ‘alesiondo porloe agony efor eloe deme y foe "para cre el pian, Guan Federico cinoma pana le dj algal oo Leap led na vont Fomps atoeaenrle Limcn spo abr, algo any eden sig Lox snvadoe ec apartaronforatrn en seal trae tl os obechaben-unpooo como ve obec naan de tango topes enn pct Lien movil ro yl Brats comer fucan panes independiente de un pada: to Anbu operas ma elses nee 126 sndaia para volver acar en el compa jut, Habla algo de vir {honnm stem eo euerp compact, dlgrdo, moreno, ne- fpeiandocidasysuspensionescon lavidayla muerte. Federico eee evidene eta dejandola hora ealmaenre a pie mde Limon Yo ents Frmcamente conmovido, cuando comenzaron a brotaralgunas sas entre los invitaos. Primero timias¥- Iimcione delenguas después dienes tompetilas de labios, Igo vente. petoales, eerpos enerotanguideciendoen ineurdensia de una earesjada que ae prlongaba mas ali de tea casa neall deena noche de jour ‘Te devasadore efecto dela risa capa de destraircoal- quier coon que ee pronancie sincera de dale a veltaymos- {Tareslado ridiulo, Apart la vista baci la ventana, la ciudad frau Tuces,lnoscuridad que rode ada eafera de lr arti- Fria. Federico siguié tocando bast el final y Ldn sig Iuilando. Gaando terminaron, yo apa febrilmentey los {etna e pstron a bailar lo ayo, con Nella ora eval pine. Timin deapareeié. como hacen ls fantannat lo valientes, some qued enliugaren el piso, vendo builaralos demas, Jplauilendoabedienteal final de eda cand, hasta que ama neci y Federico mesa de at. ~ Dever na mesreesque seo ami fntasmas Sone elbugy. marcon?, le pregunta Federica camino acase. SSeS Mandy ss care como grandes moneda Se pl iu ceielo ca siempre triste yun poe tonto del amaneceren cracindad. Yat ere, Gilberto, ya te creo: hoy vos fants. ‘Ua poco borracho y con es sensbiiad como sudame cana use pega uno om os demasiado tags loabrac “tle die qu lo queria de verdad y que ojaléun dia también Foden antasmas del subveay que x porlo menos ns s2- Iuarimos devin ava por el reno dea eteridad Dios nos libre, me espondi®, nt Seb wey Una novela vertical, contada horizontalmente, Una histo se iene que yer desde ajo, como Manhattan desde eb bey. ‘Tal vero dtimo que pierde un hombre es el vigor. Después, ‘cuando eso también se ha perdido, un hombre se convierte fen un depositario de huesos y rencores. En otro tiempo, yo cra una persona llena de vigor, eapaz de tomar a una pros- tituta noruega dela mano y correr por una calle de Harlem, subirlaa mi azotea, ubirle la falda, También a Iselin se le cempezaba a ver desde abajo. A veces, le pedia que se parara sobre la cama y me quedaba tendido debajo de ella, viendo 9 Yaentendi lode recordar el futuro Lofelicito, Owen. Conoei hace unos meses ana prostituts, y lotr dia es- ‘uvimos en mi azoteaen plan de noviosy le estave aeaiciando la cabeza hasta que sali el sol. Dobles felicidades, dormir con una prosttuta Dealgin modo supe que en un futuro recordaria es i tant ysabria que fue el tinico qu justificaria todas mis histo- ras de amor.y que todas las demés mujeres serian para mi un intento por volver esa aotea, con esa mujer. Creo qucusted naa ensendida aa sored ‘Como una forma de reeiprocidad, supongo, Federico nos com: oes a miyaZal mismo lugar, para escuchar unos versos que 198 “Sich eisnea soueh) ee ‘nits pon onions ange Scr Junjou te osha spe yene seiner cnn cen en ga tpepatn sitncenpe mma rej Felecia tens she SSreuna cts Hammons | sin i fete une ran ccongeee ibis gone | ‘Unos meses antes de irme de Manhattan le mandé a Novo mi | ‘eAutorretrato o del subway’, que levaba meses cortando y cslitando, como con Pound yy Federieo amis espaldas: Viento noms pero corrido en eases de fats om el pes de nombrar quemnndome hij enn ilo de mis je suspenso dieata losin miedo ysintacha condenade ala Ceograa _yanlitorl con sexo verti para inhuman ‘is Manhattan abatracein rod de tiempo y de mi prise frremediable {ania anocheidodeaqul i qu esta ensoatrado en nso caver ‘lve ena aida nache al aube aj del Nigra ‘David tran peda de aire exeondelahonds no hy frente una frente que nos jstiique babitamtes de | 129 sino. sonémbul sngelreljera que nos despierta ena stain precisa ide seul seo seneul Teloga a wu del seo haysowsay menos dnelepbersnlnseniog ‘ego una invitacion al consulado. José Limén y companta pre- sentan el ballet The Moore's Pavane, con misica de Purcell. Se presentan en el auditrio Robin Hood Dell de Filadelha. En mi calidad de representante de Méxi de algin tipo, se espera de ‘nique vaya a esa clase de eventos, aun estando mas ciego que tuna langosta, Me scordaba bien del nito Limén, que habia fra~ ‘castdo magistralmente enn departamento de Nuewa York nego ‘desaparecido durante tantos tos, que ahora resutaba ser una ‘estrella de a danza moderna, Yla verdad, me daba mucho gusto. ‘Nos mandaron dos boletos, si que me acompanlasecre- ‘aria del consulado: una gordita muy oaxaquena sla que no le praballa lengua nunea. Se apagaron las aces y se encendié un ‘lo foc, xn punto huminaso en el centro exacto de escenario, Miacompanante me empex6 a narrar al oido (la boca le alla un poco a lechuga pasa) Ahoritaya estin ah los euro bailari~ nes cot as manos enlazadas, dos hombres y dos mujeres, con tun exerpzo los cuatro, haciendo un circu. Los das hombres levantan Ia pierna muy alto y luego las mujeres. Precioso. La interrumpl: No me tiene que contar cada cosa, Chela, s6lo digame lo més importante y si quiere yo me imagino el resto Eta bien, lieeneiado, Ahorita sacaron un panuelito muy ‘mono ys¢ lo van pasando. Yo le aviso cuando pase algo. tra vt levantan las piernas altisimo. Ay no, perdén, eso mejor usted se lo imaging solo, Como que se van enqueteando unos y ego otres, pero no seentiende bien quién.es pareja de quién, Después de un silencio mas que largo volvié anarrar Che- la: Esto ies importante porque no se lo va a poder imaginar 380 usted: los dos hombres se aeaban de car al piso pero i sond Ja eaida, como si pesaran lo mismo que una pluma. Impre~ Las cuatro figuras que se alternaban en el escenario eran, porlo que pude deducir. los cuatro personajes de Otelo. Las ‘ateo figuras espectrales, me pareci, eran mucho mas pare cidas a mi que las seeetarias del consulado, que la dueia del ‘upermereado en donde compraba mi alacena temanal, los conductores de los trenes, los earteros, los peluqueros, que amis hijs y su madre en alguna ciudad de Europa. Supongo ‘que, de algin modo, yo me habia pasado la vida bailando alre- dedor de wn patueito, La funcién fue un éxito. Al salir del teatro, un periodista ‘nos tomé una fotoa mi, a Limén ya dos de los bailarines. Yo tomé al nto Liman del brao y puse mi mejor sonrisa,Tam- bign se colé Ia seeretaria, que se planté en medio de los dos builarines dijo «chi. {Los finales amorosos nunca son ¢picos, Nadie se muere, nadie dlesaparece de veras, nada termina de terminar nunca. Pero yo sme muero ya gente si desaparece. Mi historia de amor con la noruega termina asic el a9 de octubre de 1929 Iselin y yo ros despertamos en el hotel Astor del Bowery y prendimos Iaradio, Sonaba la eaneién de Guty Cérdenas «Peregrino de amor, que habia hecho verano y que seguta sonando en Jas radios niuyorquinas, Yo prenal un cigarro ye dijea Ise~ lin: Guty Cardenas de seguro es de Sinaloa. Iselin no sabia ni onde quedaba la ciudad de México. Ella queria escuchar las noticias. Los noticieros levaban algunos dis obsesionados con la bolsa de valores y su ead inminente, Yo queria lorar en par: por Guty Cérdenas, porlo que fuera. Me iban areasig nar a Detroit, y yo ni siquiera sabia dénde quedaba eto en el mapa de Los United. Iselin insisti6, Ciramos la perilla hasta pescara un reporter. Anas cuadras del hotel, segin narraba a 9, incoxpérea, emperaba el final. Bast, Iselin le dje.y Dbusqué otra ver la estaidn de misica en espanol. Pero Iselin siempre genaba: Vamor, vamos a ver qué est pasando en la calle, Gilberto, r Las calles del Bowery estahan vacias. Pero a medida que nos acereshamos a Distrito Financiero, empezamosa escuchar ‘un rumbido desesperado, como de centos de abejas enloque- ida Habla gent caminando aprisa, como todos los dias, pero ahora todos se parecian un poco a esas sombras de personas (que yo-vela de tanto en tanto en las entrafas dela ciudad ‘Al acercarnos al edifcia de la hols Iselin me sefal6 el cielo; habia un hombre, inelinado eobre una ventana. En ese ‘mismo momento lo vimos sltar. O, al ve, s6losoltarse, de- jars i. El everpo eayé lento, primero ~casi un pijao, sus pendido en vuelo~. Pero antes de que pudiramos bajar vst, ‘yababia un sombrero rodando hacia nuestros pis, un zapato ‘lavado entre los respiraderos de na cloaca una piernasepa~ sada del resto del everpo, la eahera pelirojadespedazada con- tra la banquets. Iselin me tomé del brazo y hundié la cara contra mi hombro, Lento, seguimos eaminando para alejarnos lo ms posible dela multitud, que ya formaba un efrculo en torno al eaido, Entonces via Federico, Estaba sentado en el filo de una Ihanquet,euforico, con un euaderno entre las manos, tomando notte, Nos acereamos. 2Qué puedes estar escribiendo ahorita, Federico? le regan “Alaé la vista como un aut6mata Noh podido eseribir nada, colega, solo una ines: «ur- ‘mull en el Distrito Financiero..» GYentonces qué haces aqui? ‘Pues sein yo me habia tirado del sltimo piso de ese edifiio, pero parece que alueiné porque aqut estoy, hablando contigo, Te quiero presentaraTselin, iAquien? Alsen, 183 Parala cona hay tamales dues. El padre de los niios est ari ba viendo la television, mientras los nitios me hacen compafia cenla cocina, La bebé uega conuna ola en susilla lta, EI nito ‘mediano me ayuda a poner la mesa (tres manteles individua les, plato grande, plato chico, tenedor,cuchillo, dos vasos de dro, uno de pléstico) ‘Siquieres yo ya puedo tomar en el vaso de vidrio, me dice, _y por primera ver le dejaagar un vaso adulto Labebé le et ano a olla con una euchara cuando em- pezamos a sentirlo primero, sélo algo eam wn pre sentimiento, un mareirthgeisimo. Después, el estremecimionto interior, luego exterior, de los objets, Nos vlteamos aver, ‘como para confirmarlo que todos estamos presenciando,Tiem- _bla, Todo tembla, la casa crue, los vasos caen desde as Fepisas Yyse quiebran en tantos pedazos que la lr del tinieo foco se ‘aultipics una yotra ver por tod Ia cocina, De algin modo, el texpeeticulo de luces es bellisimo. La hebé serie. Escuchamos los libros caer en la sala, primero unos pocos y despues en ea- tarata,Y después nada. Una quietud que no conociamos. Saco ala bebé desu sillay los tres nos metemos debajo dela ‘mesa, Se va la uz, Nos quedamos abrazados abi, debajo de Ja mesa puesta, mirando en silencio la flama prendida dela cstufa, onde se siguen calentando los tamales ‘Contra lala de fuego, vemos pasar la siueta de una cu- caracha de Madagascar. Pa-p, dice la beb. Es o dnico que sabe decir. Tiembla de nuevo: esta ver, ss fuerte Papa, dice la bebs, y suelta una careajada 183 Hoy se fueron los nifos a Baropa con su mama. Fue un diaaje- ‘reado asf que no tuve tiempa de Ilamarles para despellime, Expedi cuatro pasaportesyotongueé nueve permisos de turista ‘También reeibi un sobre donde venialafota dela noche del ha- let del Moro. La estudié con una pa. Yo simplemente no apa recta, No era que me hubiera cortade el lente de la cha, __En vende mi.cuerpo habia una sombra, un espacio que, softfeia al vacio. Marqué la sombra con una X fuiaensenarle 1 foto « Chela, para ver cul era au diagnéstico, Se estaba li- ‘mando las ufasen su eseritorio —hace un aide insoportable, ‘come de jis rayando un pizarrén, Usted me puede ver, Chela? Faltaba més, licenciado, aqui lo tengo enfrente No, agus, en eta foro. Ay que bonita. No, usted no est Pero yo si estaba abt parado cuando la tomaron, jcierto? Mire qué pasada de peso me veo junto al Sr, José Lime, © En cuanto estamos seguros de que ba dejado de temblar. limos de debsjo de la mesa de la cocina y enfilamos hacia la puerta de la casa, por el pasillo. No abre. Tampoco podemos subir al segundo piso, donde estaré mi marido, No lo eseu- chamos. Tal vex no esté ahi. Tal ver nunea estuvo. Regresamos aa cocina, Cargo ala bebé en wn brazo ye doy la mano bre al nite mediano Salide a oftcina més tempranoy pasé «un estudio fotogréfico parahacerme un retrato, només para vr silos demas meven {y por supuesto para mandarles la foto los nifioe una ver que ‘sumadre mellamey me dé una direeeiin. La duetiadel estudio 134 ‘me sientaen un banquito, lo justa ami altura, meda a esco- ger entre un fondo italiano, uno suizo o uno tropical. Bsojo el italiano, aunque la verdad me da igual Hacoun primer intento ‘yun segundo. Vuelve a austarla altura del banguito. Hace un tercerintento. Cambia la pantalla de fondo. Al euarto intento se diseulpa conmigo. Nol puedo hacer su retrato, sefor algo. Je-pasa a nuestro equipo. Vuelva en unos dias. ‘Tenemos scoeso slo ala cocina y ala sala. Rumiamos, coma. arqueélogos o buzos, en busca de algo ~eada vex estamos me- Rosseguros de qué. Después del falldo viaje al estudio fotografeopasé por el su- ppermereado ycomprén paquete de galletas, un bot de leche ara los gatos yun whisky. Pensé que Fitzgerald se habri com prado un whiskey con ee». Yo no preparé ninguna maleta tne fut ningia lado. E preparé una maleta se fue condu- endo un auto descapoable. Yo caming hata mi casa Es fil, suponer qu, tas horas de conduct por la deepadada mono tonia de les highway, ee detuvo en align gar euler gr. ‘Unmotel. Con el dinero que tenia se compré una porein de ‘carne caida, manzanss, im paguete de galletas, una hotell Entramos ala sal, El pio est cubierto de ibrosyobjetos. De- ‘posto ala bebé ene piso, la dejo gatear entre el escombro. 135 nto ami casa yle doy dos vets lero, Los te gatos seme enedan entre las pera altetdndose Me steno en Tameee dela cocina, nc deel vert el whisky ro tlempaque de galas, Jntoa mi abvola comida pata gator {lasts atereanalamer ita con eso, a botll me Serum sobre a meant, dapavrids,ylueg regesan para lamerelehrc, Fieger trou pesetimenor baba {uctatender alo, alg que qui fuera a punnada tain de toby. el dolor refed uno de eso embate letos pero fotundos quem venen defer ise pen preven. Me Coma ina alta ctran0 dejo de matiar axa que forme tabla de mass eaneaa spe remo yoo con ct trogo de whi. Pgerld adie muy tempane la terecionincvtale ye ‘xeatal y definitive clap Vo quia me ardédemind. La loca oe, Spo tabla qc el ni neo erase | seribienda, [Pero qu crajos voy a escribir yo? Sé que quic- 1 { CDoteo ~ Fi te yo. Sen Sashes aley thee! vr SS eri una novela qu ecedoenunncasona ena cudsd de México yen cl Nueva York de mi jventd. Todos los per= tonsjesentn merce, oafantasmadoe, pero noo eben. Me Contd Salvador Nove que hy un joven certo en México que teit haciendo ago paresido, Me meta ota gale ala oes, la Sina dl paqutey else por tone lemon, queya ao contestan Tengo ol paladar eacldad, carbo unas nota jintoamimarnjo, aye page Y Qo tee El nino mediano juega alas escondidillas en esta casa enorme lena de hoyos, Es una version dstinta del juego. Hay que en- ‘contra asu paps. ‘Sabes qué fue lo que pas6, mami? ‘Que Ia casa te hizo mas més grande y papé te hizo mis hiquto y hay que encontrarl y uardaro en un frasco, como ‘una raga, o una evearacita Datcens rn Ex Beary Tb eww 21 Te) PERE ‘exeryra’ omy ne te De entre las ramas secas del naranjo encima de la mesa cae una hoja de papel, pequena y euadrada. Tomo mi lupa y con trabajo leo Nota (Owen Jon ojos Carcaduenos, Fadel 95. «Pte descr que sea in bro. Seals, conunsitulo que dlamuenot nadie ha empleado gfreste siglo, La crete geetelaaraeceme eS. | ae merdo haber escrito yo ese, Pero a es cierto que me _ acrid, Jogamos, Buscamos a mi marido en a sla. Encontramosalgu- nas cosas entre la pedaceria: un Buzz Lightyear, una mordedera refrigerable, un brontosaurio espumoso, una sonaja. No en ‘contramos a mi marido. Encontramos, entre los libros cados, tuno de is viejosport-ts de notas sobre Cilberto Owen. Nota: De ito, Owen posen elo seit sentdos migios». Vit tira temblores, Lo encode Et Rosario ugeeronabrsle tneabens r Mh tg tn da u a! Sis esorbiera esa novel, levaria un epigrafe de Emily Dickinson: Presentiment—i thatlong Shadowon the Lawn Indicative that Suns go down The Notie tothe startled Grass ‘That Darkness ~is bout to pass ca ——_ Nota: Después dela reeomendacn de los métien sinaloen algunas amenszas de movimiento revluconaras cel ore la fails de Owe se ada Toca La narradora de la novela tiene que ser una especie de Emily Dickinson. Una mujer que se queda para siempre encerrada en una casa oen un vagén de metro, da lo mismo, hablando con sus Fantasma, Quty Yo creo que Consineara ya se mudé a Toluca, {Por qué dices e90? ,Por qué Taluea? Porque yo creo que si estuviera aqut nos ayudar, Undia a narradorase robs una maeeta con un arboito muerto de la casa de un veeino y empieza a eseribir una novela sobre loque ve esa planta desde una esquina de su departamento. La planta empezaria a dominar la vor de a narradora hasta supri- ‘mirlapor completo. Erol muerto narra desde una esquina, un lado dela entrada, donde seve a cocina, a pequeiasala-co- smedor.y parte dela rectmara, Le gusta ver tla mujer desndar- se porlas noches en su cuarto antes de pasaral bat velaestela cenmaranada desu pubis euando pasa y entra, y lego estudia el contorno de ss malga cuando sley se mete al euart, aAyudamnos a qué? Nosé, aencontrar insects, a comer cereal, a iral ba 138 yo.esperaba Me levanto de a mesa de a cocina y voy al bat para orinar Puedo reportar, con el méximo grado de seguridad que le eth concedida aun hombre en mis creunstancias, que ahora sya Ime quedé rotunda yabsolutamente ciego. Pensé que, gracias ‘que todo este proces ha estado eduleorado eonlaconcesion dela gradualdad,l blancuradefnitiva seria mis o menos fi ‘ll —que incluso signfiaria un descanso de los confusos cla roscuros de los ttimos meses, Pero la cequera noes lo que parece que irayensolviendo— aparecer,milentas jo desaparenco, TEnciendo lal del bao Hace tiempo que lau elétrica hace poca diferencia y més bien srve, como escribia ese in- {eto ilsofo alemsn para iluminar mi casi completa igno- rancia del mundo, Pero en esta oeasién, sucede Jo contratia=0.. salves, mis inqulstantemente, Jo contrariodelocontzarie= Trendo la zy veo mi baao completo. el piso tapizado de caca de gato, las botelas semivacias de productos higiénicos tire- dag, rollos de papel de bato a medio terminarformando una Pirimide junto al escusado, una botlla de whisky ene lava- ero, una enredadera entrando por la ventanillaque venta el minisulo espacio de latina. En el aire pesado, una veintena de moseas otal ver mosquitos, zaman, ‘Miro hacia el espejo para situarme a mi mismo en medio de ese escenario de pesadila, Pero yo no estoy. En verde mi rosto, est el de Nella Larsen, mulatacochina. De modo que ni teoria ra correct, Esta esi ‘Apagolaluzy efectuo mi modesto ritual de higiene a sinciegas vysin mi {Wadnde se habra ido Consincara? ‘Nose, Tal veresté encima de a casa. Ota ver se fue a Fi- ladefia con paps. 189 apd no esté en Filadelfia, mi amor arp dice la bebe © ’ “Hago unas gingaras frente al espejo del bafto, Soy una sombra, con la mueea morteeina de mi incrustada én el hueco don sinsiego.consin cara, Noes que me.esté, ‘orrando, Micaraya no termina en an coatornd se extiende hacia la enmareadura del espejo que me contiene, como un vaso a punto de derramarse al contra~ rio del antibombre del poema que por fin terminé Gorostiza: ‘ésititdo en mi epidermis». Qué palabra tan obscenamente liniea, epidermis, ,Por qué no piel? ;Por qué no pellejo? [Las girgaras me producen néusea. Vomito enc lavabo. Si los nifios me vierandirian que ey el enano vomitante. Lo nitios y yo deambulamos como tres gatos por rincones: oseuros, recogiend cosas que se cayeron, que se caeny se sI- jguen cayendo. La hebé gatea por el piso tapizado de libros. Uno de los gatos, posiblemente Cantos, mi favorito, me esta cesperando afuera de bao, Me eonmueve, Es como sisediera ‘cuenta de que me pasa algo, el muy gato. abe que estoy te- ‘niendo un mal dis. Elst me ve, estay seguro, Lo acarcio, re corra si lomo con Ia palma de mi mano. Pero ewando lego al altura dela cola a cola no ests. ;Se queds sin cola? {Se habra metido en una ria con los otros dos peludos? Cabrones abu- sivos. Ahorita mismo me los sueno. yo Mami, dice el mediano sealando por la ventana de asa, 2Qué, hijo? [Un gatit sin coal Es una vision inqutetante. En efecto, en el patio hay un gato sin cola. Me llevo alos nitos de vuelta ala cocina. © [Al cruzar la sala para regresar a la coeina, Cantos perchado ‘sobre mi lomo, veo a Eara Pound, tumbado sobre mi reposet, 9 tomandlo notas en una libreta. Eneima de su cabeza, vuelan | rmoseas en cieulos perfectos, formando una especie de vér~ | tice, Esti concentradisimo en su labor, yyo no quiero inte- } ‘rumpirlo —no vaya a ser que por mi culpa se le escape un ‘verso importante. Cruzo la sala en silencio, hacia la puerta de a cocina, Yano vamos a salir dela eocina, le digo al mediano. Es dema- slado peigroso, i vuelve a temblar e nos pueden eaer cosas {Gamo que sivuelve a temblar?, replica el medi De vuelta en la cocina, me srvo un dedo mis de whisky ybusco . Hay cucarachas en la cocina. No sé qué paso, pero estan por todos lados. Quizés se murieron los sapos del veeino ene tem= blory las cucarachas se reprodujeron, HI nino medianoyyo las pisamos con las suela de nuestro zapatos. Ala bebé le divier- ‘te muchisimo la sapateada. Si pudiera hablar en este instante con Homer, le dria ale puedo hacer una pregunta, Homer? Digame, Owen. {las palabras ae van desvaneciendo también? gAquése refiere? Si usted lleva dier aos sin ver un rbol, tiene sentido la palabra woe nha, ea 4 from % ¥ a Ae Aaa LS fae 6 ha

También podría gustarte