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hola, mi nombre es Otto Lidenbrock.

en este breve escrito les contaré la gran y maravillosa historia del viaje y descubrimiento de lo
que se esconde en centro del globo.

el día 24 de mayo de 1863 se le dió inicio a esta historia; aquel día, entre rápidamente a mi
casa en König-strasse, una calle tradicional de Hamburgo en la que vivían junto a mi: Marta, mi
criada y Axel, mi sobrino. Era apenas medio dia, el reloj no daba aún las dos de la tarde y la
pobre Marta se sintió preocupada por mi inesperada y temprana llegada, pues la comida aun
no estaba lista.

realmente la comida no era lo que me llamaba la atención en ese momento, había encontrado
un grandioso libro ¡escrito en el siglo XII!

llamé inmediatamente a mi sobrino para contarle sobre mi hallazgo.

 mientras pasaba las páginas demostrándole a Axel la perfección del dichoso libro, se
escapó de entre estas un pequeño pergamino con caracteres runicos escritos es
islandés antiguo, si bien no hablo todos los dialectos del mundo, conozco varios,
incluso me atrevo a decir que soy poliglota pero a pesar de esto no conocía la
traducción de aquellos garabatos que podrían ser aún más viejos que el dichoso libro;
como la mayoría sabe soy obstinado e impaciente y ahora quería saber qué era lo que
traducian aquellas runas. la pobre Marta entró al despacho para avisarnos que la
comida estaba lista pero fue víctima de mi impaciencia y enojo por no saber la
traducción de aquel pergamino.

luego de una escena montada por mi enojo Marta y Axel salieron del despacho asustados y
tenían motivos, era la primera vez que faltaría a la mesa para una comida. cuando salieron del
despacho estuve pensando demasiado y llegué a la conclusión de que se trataba de un escrito
numérico, al regresar Axel al despacho le pedí que escribiera las letras de nuestro alfabeto que
correspondían a los carácteres runicos. cuando el chico termino le arrebate el papel y pude
apreciar que era un criptograma pues las letras aún no tenían sentido ... necesitaba más, miré
aquel libro y era lógico que el autor del pergamino había sido poseedor de el libro, pero no era
el escritor del susodicho.

- tuvo que haber dejado su nombre en algún lado- pensé.

observé las primeras páginas del libro y en la segunda como si fuese un manchon, habían
algunas runas que traducian "Ame Saknussemm". Era el nombre de un viejo alquimista célebre
de siglo XVI.

bien sabía ahora que la frase estaba en latín, pero en uno muy confuso. realizamos algunas
pruebas con una frase cualquiera para saber cómo organizar las letras, al resultar está de
forma efectiva no solo descubri como organizar las letras del pergamino, si no que Axel amaba
a Graüben, mi ahijada,pero dejando de lado esto, al terminar la nueva formación de las
palabras tanto Axel como yo estábamos estupefactos...

- ¡esto no tiene sentido! - fue lo que pronunciaron mis labios antes de salir de casa

luego de unas horas fuera regresé, aún necesitaba saber la traducción de aquel pergamino y
no me daría por vencido hasta conceguirlo. Al entrar Axel aún se encontraba en mi despacho
así que lo pedí ayuda, escribí algunas fórmulas en un papel y empecé a trabajar en ello, estube
toda la noche y medio día siguiente tratando de descifrar el orden de las letras, cuando me
dispuse a salir de casa mi querido sobrino se posó frente a mi algo nervioso y me entrego el
papel con las letras aún sin ningún sentido o concordancia y me dijo que leyera de corrido
desde el final del párrafo:

- desciende al cráter- del Yogul de Sneffeld que la sombra del Scartaris acaricia anted de las
calderas de julio, audaz viajero, y llegarás al centro de la Tierra como he llegado yo- Lei...- ¡o
pero que ingenioso es Saknussemm!-

dije con una alegría pura mientras saltaba muy jubiloso.

sentí una profunda hambre y con razón eran las 3 de la tarde. comimos inmediatamente todos
en casa y luego alistaria maletas junto a mi sobrino para partir

Aunque al inicio del viaje Axel parecía demasiado escéptico con el pasar de los sucesos todo
fue cambiando ...

Partimos de Hamburgo hacia Belt en ferrocarril, tuvimos que esperar allí un par de días y luego
partimos en barco hacia Islandia donde se encontraba el Sneffels, nuestra presunta entrada al
centro del globo. Al llegar a Islandia nos hospedamos en casa del señor Fridriksson, quien nos
ayudó a conseguir un guía para que nos llevase hasta la sima del volcán ya inactivo con la
excusa de querer realizar investigaciones de mineroligia, a la mañana siguiente partimos con
nuestro fiel y confiable guía Hans con quién tuvimos que caminar cuatro millas para llegar a
Stapi un pequeño pueblo compuesto por unas 30 chozas, allí nos hospedamos en la casa de un
cura no muy amigable

A la mañana siguiente Hans tuvo que cambiar los caballos que llevaban nuestras maletas por
tres islandeces que nos acompañarían hasta el fondo del crater y que luego de esto volverían
dejándonos solos (Axel, Hans y yo)

Subimos almenos 5000 pies para llegar al crater que tenía unos 2000 pies de profundidad.
Al fondo del cráter habían 3 rutas, pero solo una nos llevaría al centro de la tierra;
lamentablemente solo podíamos averiguar cuál era según las sombras, pero el sol se
encontraba oculto...asi que Esperamos, pero durante tres días todo fue igual, días nublados y
grises hasta que por fin el 28 de junio el sol brillo con su gran resplandor en el cielo guiandonos
a la cueva central, a la cual entramos de forma inmediata

Tuvimos que descender por una vertical dentro de la cueva maniobrando con las cuerdas
durante nuestro descenso, las maletas con ropa y material pesado las arrojamos por la
"chimenea" para que llegasen al fondo y no se nos dificultará al bajarlas con nuestros cuerpos.
Realizamos catorce cambios de la cuerda que usamos, la cual media 200 pies, lo que significan
que habíamos descendido 2800 cuando llegamos finalmente al fondo de la chimenea, en
dónde dormimos cálidamente hasta la mañana siguiente, al despertar desayunamos y
empezamos nuestro verdadero recorrido al centro de la tierra, mientras nos introducimos aún
más en las entrañas de aquel volcán Axel, que aunque siempre algo temeroso empezó a
convencerse de aquel viaje.

El 30 de julio llegamos al extremo de la galería de lava y allí está se dividia en dos caminos ...
No sabía cuál tomar realmente, pero no dejaría que ni Axel ni Hans me vieran vacilar, decidí
seguir por el del Este; mientras nos encaminavamos a lo más profundo a mi sobrino le empezó
a preocupar la falta de agua, pues no sé veía ningún rastro de esta en las profundidades de
esta galería, así que redujimos las raciones a la mitad.

Cuando llegamos al fondo de esta galería teníamos agua a penas para un día más y debíamos
regresar al punto en el que la galería de había dividido en dos, debíamos regresar el camino de
5 días y aunque todos sufrimos de forma distinta la falta de agua, el más afectado fue Axel,
quien al llegar aquella intersección cayó casi muerto al suelo pero volvió a la vida al probar la
última gota de agua que guardaba yo con recelo pues tenía que algo así pasace.

Luego de esa escena mi preocupación por el aumento, quería llegar al centro de la tierra pero
quería que mi sobrino estuviera sano y Salvó; le insistí que volviera a la superficie mientras yo
seguía solo el viaje al centro del globo pero se negó a dejarme solo así que seguimos por la
galería contraria y luego de un tiempo de caminata nos dispusimos a descansar; de pronto, en
medio de mi sueño sentí una pequeña sacudida y una mano en mi hombro, era Hans quien me
despertó para decirme que había encontrado agua o ¡valla alegría!, tomé a Axel para ayudarle
a caminar y recorrimos la galería por almenos media hora

Era verdad hans había encontrado agua, un torrente subterráneo en lo profundo de un volcán
que recorría sus paredes, el guía tomo un pico y con mucho cuidado lo clavo en la pared de la
cual salió un chorro de agua hirviendo con mucha presión Hans de quejó un poco por el ardor
que creo el agua en su rostro; recargamos nuestras vasijas de aquel líquido milagroso y nos
dispusimos a descansar para seguir nuestro recorrido el día siguiente en compañía de nuestro
pequeño río al que nombramos Hans-bach.
Cominamos durante 4 días más y llegamos a una gruta bastante espaciosa, decidí que el día
siguiente sería de reposo ansoluto; mientras descansavamos decidí hacer algunos cálculos para
saber cuánto habíamos descendido de forma diagonal, pues nunca bajamos de forma 100%
vertical, Axel estuvo ayudándome todo el tiempo y tuvimos una charla pues el aún cree que en
la hipótesis de que el centro del globo es caliente esto me exasperó demasiado, pues a pesar
de todo lo que vamos descendido, él aun no vive este viaje al máximo... Luego de ese día
seguimos la marcha, todo iba bien hasta que un día, para ser exactos el 7 de agosto mientras
recorríamos un túnel plano poco inclinado Axel desapareció de mi vista ... Estaba demasiado
preocupado, mi sobrino era de las personas más inteligentes que conocía pero se encontraba
sin provisiones y estar perdido en la profundidad del globo es algo demasiado serio. Luego de
un qué días escuché algunos susurros, no sabía de dónde provenían pero esa era la voz de Axel
tuve que pegarme a la pared para escuchar mejor; descubrimos que aquella pared era
conductora y por eso a pesar de la distancia podíamos escucharnos perfectamente. luego de
una breve conversación con Axel descubrimos que la distancia que nos separaba era de legua y
media, le di las indicaciones para que pudiéramos reencontrarnos; me despedí y le desee
suerte.

Cuando encontramos a Axel estaba cubierto de sangre y esto aumento mi preocupación por
suerte logramos descender al centro de la tierra en donde había una luz permanente creada
por la electricidad, Hans y yo recostamos y curamos sus heridas dentro de una pequeña cueva
frente al gran mar que posaba en el centro del globo, al cual nombramos lidenbrock; Gracias a
Dios Axel abrió la ojos al 4 día de nuestro reencuentro pero le dejamos descansar un día más,
pues aún de encontraba adolorido y exausto... El 10 de agosto dejé que Axel me preguntará
todo lo que desease, no sin antes corroborar que estuviera en perfecto estado, luego de una
pequeña charla, salimos de la cueva para que Axel pudiera apreciar las maravillas del centro de
la tierra.

Luego de que se adaptará a luz, descendimos a la playa y caminamos un poco por los
alrededores, las pequeñas plantas que adornaban nuestros jardines en la superficie, allí debajo
eran árboles jigantes, habían también osamentas de animales abtediluvianos y un mar del cuál
no se veía fin... Observamos este espectáculo por una hora más para después regresar a la
cueva. En la jornada siguiente, luego de almorzar mi sobrino y yo discutimos sobre nuestra
ubicación y sobre cómo atravesaríamos el mar; claramente construiríamos una balsa para
darlas y con respecto a la ubicación, estábamos bajo las montañas de Escocia a 35 leguas de
profundidad.

El 13 de agosto, a las seis embarcamos y sarpamos de aquel puerto al que nombramos


Graüben, como mi querida ahijada; a penas salimos del puerto le encargué a Axel la tarea del
diario de navegacion. El 16 de agosto aún no encontra vamos navegando y todo era tranquilo
hasta que que Hans nos hizo notar unas señales que él observaba, un trozo de hierro que
poseiamos había sido oprimido por un par de dientes que debían tener una fuerza magnífica.
Los días 16 y 17 tuvimos avistamientos de especies que se creían ya extintas; a demás
estuvimos en medio de una pelea de 4 grandes monstruos marinos por suerte el viento fue
favorable pudimos huir rápidamente de aquel combate
El 20 de agosto estuvimos en presencia y en contacto con una "isla" que realmente era un
Géiser, atracamos el islote por orden mía y le llamamos como ami querido sobrino. El 21 de
ese mismo mes el clima empezó a cambiar anunciando la llegada de una tempestad, lo más
prudente era arriar la vela pero mi impaciencia estaba al tope, el mar ludembroch era más
largo de lo que esperaba y lo único que quiero es llegar a la costa contraria sin importar el
método, en medio de la tormenta un poderoso trueno nos ensordece, han pasado dos días y
ya tormenta aún no cesa; de pronto el calor aumenta y el huracán desaparece al medio dia. El
24 de agosto, aparece una esfera de energía con olor a gas nitroso que imana el hierro, de
pronto está estalla incendiado todo y de la nada se apaga. El 25 de agosto el ruido del mar
estrellándose contra las rocas me alarma, la barca se estrella contra la costa

Me sentía tan feliz, al fin habíamos llegado a la costa y aunque habíamos perdido varias cosas
durante la tempestad logramos conservar lo más importante. Cuando nos fijamos en la brújula
descubrimos que está apuntaba a la playa y no al mar lo que significaba que habíamos
regresado al punto de partida, no lo soportaria, pero claro que no debíamos volver a la balsa
de inmediato e intentar de nuevo... Axel me detuvo y me propuso hacer un reconociento pues
si la ocasión se repetia lo sabríamos de inmediato.

Caminamos al menos una milla y nos encontramos con un cueva que era todo un cementerio
pues conservaba montañas de restos de animales ya extintos y más sorprendente aún, el
cuerpo intacto de un humano que era contemporáneo al mastodonte. No podía con tanto mi
cabeza se movía hacia todos lados disfrutando el gran descubrimiento. Seguimos caminando y
atravesamos un bosque muy parecido al que había cerca al puerto Graüben y en el
encontramos a un rebaño de mastodonte siendo pastoreado por un jigante, valla fue nuestra
sorpresa y temor al ver aquel hombre, más que todo temor pues salimos despavoridos de
aquel lugar y seguimos caminando por la playa ya de regreso, por el camino Axel se encontró
una pequeña daga grabada con el nombre de A. S.

Ame Saknussemm, que maravilloso genio, quien grabo su nombre en esas paredes de granito
como hice yo con una alegría profunda. Volvimos con Hans para llevar la barca a ese
memorable sitio y poder seguir con nuestro viaje, cuando entramos a la pequeña galeria había
una gran roca obstruyendo nuestro paso...

¡Maldita roca!, Era demasiado dura como para derribarla con azadón y pica así que tuvimos
que usar explosivos

Con esta gran explosión descubrimos que el resto de la cueva estaba vacía y por eso empezó a
absorber el mar de lidembroch y a nosotros con el... Estábamos sumidos en una gran
oscuridad junto a un ensordecedor sumbido. Logramos encender la luz cuando las aguas
ocuparon toda la caverna y se posaron tranquilas
Subimos, dije pues el granito que había a nuestro alrededor era eruptivo, por ende debíamos
estar en la chimenea que algún volcán ahora activo y estaba seguro pues el agua empezó a
calentarse al igual que el ambiente de firmas constante mientras subíamos, cuando casi
llegábamos a la superficie el volcán inicio a realizar su erupción de forma intermitente y
cuando por fin nos expulsó, lo primero wue vimos fue una montaña verde y un mar de
fondo ... Habíamos regresado a la superficie pero no sabíamos exactamente en qué parte
estabamos; caminamos hasta una aldea a orillas de la isla y supimos que nos encontrábamos
en Sicilia, en donde nos hicimos pasar por náufragos pues era más fácil que explicar nuestra
gran aventura

Al llegar al fin a Hamburgo fuimos recibidos con gran amor y alegría por aquellas dos damas
que nos esperaban en casa y gracias a la cuidadosa boca de Marta éramos ya famosos por
realizar el viaje al centro de la tierra... Nuestras notaciones y diarios fueron publicados y
traducidos a todos los idiomas y yo empeze a formar parte de todas las sociedades cientificas,
geográficas y minerologas de las 5 partes del mundo

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