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Muchas sociedades humanas han sido gobernadas por estados durante milenios; sin embargo, la
mayoría de las personas en la prehistoria vivían en sociedades sin estado. Los primeros estados
surgieron hace unos 5500 años junto con el rápido crecimiento de las ciudades, la invención de la
escritura, y la codificación de nuevas clases de religión. Con el tiempo, se desarrolló una variedad
de formas diferentes de estados, empleando una variedad de justificaciones para su existencia
(como el derecho divino, la teoría del contrato social, etc.). Hoy día, sin embargo, el estado-nación
moderno es la forma predominante de estado a que están sometidas las personas.
La palabra Estado viene del latín status,8 y este del verbo stare (estar parado).9 De ahí pasó a
significar a algo parado, detenido, como en statu quo. El verbo stare se vincula con la raíz
indoeuropea *sta-, presente en el verbo griego ίσταμαι (histamai, que se puede traducir como:
establecer, poner en pie, detener, estar en pie).
Como término polisémico designa también a todo aquel país soberano, reconocido como tal en el
orden internacional, así como al conjunto de atribuciones y órganos de gobierno de dicho país.8
Los hablantes de inglés americano a menudo usan los términos estado y gobierno como
sinónimos, y ambas palabras se refieren a un grupo político organizado que ejerce autoridad sobre
un territorio en particular.
Definiciones
El concepto de Estado difiere según los autores,12 pero algunos de ellos definen el Estado como el
conjunto de instituciones que poseen la autoridad y potestad para establecer las normas que
regulan una sociedad, teniendo soberanía interna y externa sobre un territorio determinado.
La definición más comúnmente utilizada es la de Max Weber, en 1919, define Estado moderno
como una «asociación de dominación con carácter institucional que ha tratado, con éxito, de
monopolizar dentro de un territorio el monopolio de la violencia legítima como medio de
dominación y que, con este fin, ha reunido todos los medios materiales en manos de sus
dirigentes y ha expropiado a todos los seres humanos que antes disponían de ellos por derecho
propio, sustituyéndolos con sus propias jerarquías supremas».13 Las categorías generales del
Estado son instituciones tales como las fuerzas armadas, burocracias administrativas, los
tribunales y la policía, asumiendo pues el Estado las funciones de defensa, gobernación, justicia,
seguridad y otras, como las relaciones exteriores.
Probablemente la definición más clásica de Estado, fue la citada por el jurista alemán Hermann
Heller que define al Estado como una «unidad de dominación, independiente en lo exterior e
interior, que actúa de modo continuo, con medios de poder propios, y claramente delimitado en lo
personal y territorial». Además, el autor define que sólo se puede hablar de Estado como una
construcción propia de las monarquías absolutas (ver monarquía absoluta) del siglo xv, de la Edad
Moderna. «No hay Estado en la Edad Antigua», señala el autor.14Asimismo, cómo evolución del
concepto se ha desarrollado el "Estado de Derecho" por el que se incluyen dentro de la
organización estatal aquellas resultantes del imperio de la ley y la división de poderes (ejecutivo,
legislativo y judicial) y otras funciones, como la emisión de moneda propia.
Edad Antigua
Procesos similares tuvieron lugar en diversos momentos según el área geográfica (sucesivamente
Mesopotamia, el valle del Nilo, el subcontinente indio, China, la cuenca del Mediterráneo, la
América precolombina y el resto de Europa, Asia y África); en algunas zonas especialmente
aisladas, algunos pueblos cazadores-recolectores actuales aun no habrían abandonado la
prehistoria mientras que otros entraron violentamente en la edad moderna o la contemporánea
de la mano de las colonizaciones de los siglos XVI al XIX.
Enciclopedia
Una enciclopedia (en griego, ἐνκύκλιos παιδεία [enkyklios paideia], «círculo de la instrucción,
educación redonda»)12 es una obra de referencia que busca compendiar un conocimiento. La
enciclopedia reúne conocimientos recurrentemente de forma alfabética o temática con una
pretensión objetiva y universal (y no especializada, monotemática o subjetiva como lo hace un
tratado, o un ensayo).
Las enciclopedias han dispensado un importante servicio a la cultura moderna permitiendo hallar
en toda la historia y con facilidad los conocimientos esenciales para casi cualquier objeto o
actividad.34
Estos escritores esperaban forjar un poderoso instrumento para luchar contra el oscurantismo de
las autoridades políticas y religiosas. La mayoría de las figuras culturales y científicas de la época
colaboraron en esa empresa, destacando D'Alembert, Diderot y Voltaire.
MOLECULA
En química, una molécula (del nuevo latín molecula, que es un diminutivo de la palabra moles,
'masa') es un grupo eléctricamente neutro y suficientemente estable de al menos dos átomos en
una configuración definida, unidos por enlaces químicos fuertes (covalentes o enlace iónico).1234
56
En este estricto sentido, las moléculas se diferencian de los iones poliatómicos. En la química
orgánica y la bioquímica, el término "molécula" se utiliza de manera menos estricta y se aplica
también a los compuestos orgánicos (moléculas orgánicas) y en las biomoléculas.
Antes, se definía la molécula de forma menos general y precisa, como la más pequeña parte de
una sustancia que podía tener existencia independiente y estable conservando aún sus
propiedades fisicoquímicas. De acuerdo con esta definición, podían existir moléculas
monoatómicas. En la teoría cinética de los gases, el término molécula se aplica a cualquier
partícula gaseosa con independencia de su composición. De acuerdo con esta definición, los
átomos de un gas noble se considerarían moléculas aunque se componen de átomos no
enlazados.7
Una molécula puede consistir en varios átomos de un único elemento químico, como en el caso
del oxígeno diatómico (O2),8 o de diferentes elementos, como en el caso del agua (H2O).9Los
átomos y complejos unidos por enlaces no covalentes como los enlaces de hidrógeno o los enlaces
iónicos no se suelen considerar como moléculas individuales.
Las moléculas como componentes de la materia son comunes en las sustancias orgánicas (y por
tanto en la bioquímica). También conforman la mayor parte de los océanos y de la atmósfera. Sin
embargo, un gran número de sustancias sólidas familiares, que incluyen la mayor parte de los
minerales que componen la corteza, el manto y el núcleo de la Tierra, contienen muchos enlaces
químicos, pero no están formados por moléculas. Además, ninguna molécula típica puede ser
definida en los cristales iónicos (sales) o en cristales covalentes, aunque estén compuestos por
celdas unitarias que se repiten, ya sea en un plano (como en el grafito) o en tres dimensiones
(como en el diamante o el cloruro de sodio). Este sistema de repetir una estructura unitaria varias
veces también es válida para la mayoría de las fases condensadas de la materia con enlaces
metálicos, lo que significa que los metales sólidos tampoco están compuestos por moléculas. En el
vidrio (sólidos que presentan un estado vítreo desordenado), los átomos también pueden estar
unidos por enlaces químicos sin que se pueda identificar ningún tipo de molécula, pero tampoco
existe la regularidad de la repetición de unidades que caracteriza a los cristales.
Casi toda la química orgánica y buena parte de la química inorgánica se ocupan de la síntesis y
reactividad de moléculas y compuestos moleculares. La química física y, especialmente, la química
cuántica también estudian, cuantitativamente, en su caso, las propiedades y reactividad de las
moléculas. La bioquímica está íntimamente relacionada con la biología molecular, ya que ambas
estudian a los seres vivos a nivel molecular. El estudio de las interacciones específicas entre
moléculas, incluyendo el reconocimiento molecular es el campo de estudio de la química
supramolecular. Estas fuerzas explican las propiedades físicas como la solubilidad o el punto de
ebullición de un compuesto molecular.
Las moléculas rara vez se encuentran sin interacción entre ellas, salvo en gases enrarecidos y en
los gases nobles. Así, pueden encontrarse en redes cristalinas, como el caso de las moléculas de
H2O en el hielo o con interacciones intensas pero que cambian rápidamente de direccionalidad,
como en el agua líquida. En orden creciente de intensidad, las fuerzas intermoleculares más
relevantes son: las fuerzas de Van der Waals y los puentes de hidrógeno. La dinámica molecular es
un método de simulación por computadora que utiliza estas fuerzas para tratar de explicar las
propiedades de las moléculas.
Bioquímica
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La metafísica (del latín metaphysica, y este del griego μετὰ [τὰ] φυσικά, «más allá de [la]
naturaleza»)1 es la rama de la filosofía que estudia la naturaleza, estructura, componentes y
principios fundamentales de la realidad.234 Esto incluye la clarificación e investigación de algunas
de las nociones fundamentales con las que entendemos el mundo, como entidad, ser, existencia,
objeto, propiedad, relación, causalidad, tiempo y espacio.
Antes del advenimiento de la ciencia moderna, muchos de los problemas que hoy pertenecen a las
ciencias naturales eran estudiados por la metafísica bajo el título de filosofía natural.56 Hoy la
metafísica estudia aspectos de la realidad que son inaccesibles a la investigación empírica. Según
Immanuel Kant, las afirmaciones metafísicas son juicios sintéticos a priori, que por principio
escapan a toda experiencia sensible.7
La ontología es la parte de la metafísica que se ocupa de investigar qué entidades existen y cuáles
no, más allá de las apariencias.1011 La metafísica tiene dos temas principales: el primero es la
ontología, que en palabras de Aristóteles es la ciencia que estudia al ser en cuanto tal. El segundo
es la teleología, que estudia los fines como causa última de la realidad. Existe, sin embargo, un
debate que sigue aún hoy sobre la definición del objeto de estudio de la metafísica, y sobre si sus
enunciados tienen propiedades cognitivas.
A lo largo de los siglos, muchos filósofos han sostenido de alguna manera u otra, que la metafísica
es imposible.12 Esta tesis tiene una versión fuerte y una versión débil.12 La versión fuerte es que
todas las afirmaciones metafísicas carecen de sentido o significado.12 Esto depende por supuesto
de una teoría del significado.12 Ludwig Wittgenstein y los positivistas lógicos fueron defensores
explícitos de esta posición. Por otra parte, la versión débil es que si bien las afirmaciones
metafísicas poseen significado, es imposible saber cuáles son verdaderas y cuáles falsas, pues esto
va más allá de las capacidades cognitivas del hombre.12 Esta posición es la que sostuvieron, por
ejemplo, David Hume e Immanuel Kant. Por otra parte, algunos filósofos han sostenido que el ser
humano tiene una predisposición natural hacia la metafísica. Kant la calificó de «necesidad
inevitable», y Arthur Schopenhauer incluso definió al ser humano como «animal metafísico».
Ontología
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La ontología (del griego antiguo ὄν —genitivo ὄντος—, 'ente'; y λόγος 'ciencia, estudio, teoría') o
metafísica general es la rama de la filosofía que estudia lo que hay, así como las relaciones entre
los entes (por ejemplo, la relación entre un universal —como el rojo— y un particular que lo
"tiene" —como esta manzana) o la relación entre un acto (como el que Sócrates bebiera la cicuta)
y sus participantes (Sócrates y la cicuta).1
Algunas preguntas ontológicas son: ¿qué es la materia? ¿Qué es un proceso? ¿Qué es el espacio-
tiempo? ¿Hay propiedades emergentes? ¿Se ajustan todos los eventos a alguna(s) ley(es)? ¿Hay
especies naturales? ¿Qué hace real a un objeto? ¿Hay causas finales? ¿Es real el azar?2 Muchas
preguntas tradicionales de la filosofía se pueden entender como preguntas ontológicas:1 ¿Dios
existe? ¿Existen entidades mentales, como ideas y pensamientos? ¿Existen entidades abstractas,
como los números? ¿Existen los universales?