Está en la página 1de 121

SÉ IRRESISTIBLE PARA ÉL.

Manual para enamorar a un hombre y no perder el control en tu relación


de pareja
Marian García
Copyright 2011 Marian García

Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización por escrito de la titular del


copyright, la reproducción, distribución, comunicación pública y transformación
total o parcial de esta obra en cualquier forma y en cualquier medio, según la
Ley de Propiedad Intelectual.

Ilustración de portada realizada por Pilar Rodríguez Castillejo


www.pilukarts.com
Dedicado a todas las mujeres que no quieren perderse

a ellas mismas en una relación de pareja


INDICE
AGRADECIMIENTOS
INTRODUCCIÓN
Comportamiento de hombres y mujeres en las relaciones de pareja
Cómo utilizar este libro

PRIMERA PARTE

CAPÍTULO I: TUS PENSAMIENTOS TAMBIÉN CREAN TU VIDA


AMOROSA
Tu autoestima es la base de tu vida, también de tu vida amorosa
La verdadera autoestima brota de una misma
Siéntete bien contigo misma, por ti misma, aunque no estés en una relación
El centro de tu vida debes ser tú misma, nunca un hombre
No te quedes anclada en el pasado
Sé consciente de que si estás en una relación, te mereces estar con alguien que te
trate bien
¿Tienes las creencias correctas sobre ti?
No todos los hombres y mujeres son compatibles entre sí

CAPÍTULO II: LA COMUNICACIÓN ENTRE HOMBRES Y MUJERES


Díselo con tus acciones
Comunicación verbal

CAPÍTULO III: EL EQUILIBRIO EN UNA RELACIÓN


Qué es una relación equilibrada
Por qué se rompe el equilibrio
Reconoce cuándo se está desequilibrando la relación
Cuando él empieza a tener más control en la relación
Retoma el control

SEGUNDA PARTE
CAPÍTULO IV: EL INICIO
No te involucres con hombres que tengan pareja
La fase de inicio no es una relación de pareja
El primer contacto
Las primeras citas
Empezáis a salir juntos
Qué observa él en esta fase
Qué debe observar una mujer en esta fase
Cuánto debería durar la fase de inicio

CAPÍTULO V: EMPEZÁIS UNA RELACIÓN


Cuando él se toma lo vuestro como una relación
Deja que sea él quien tome la decisión de tener una relación contigo
El cortejo
La primera vez que hacéis el amor
Te quiero
No te olvides
No os precipitéis
Tu actitud en esta fase
Cuando es hora de abandonar

CAPÍTULO VI. LA RELACIÓN EMPIEZA A CONSOLIDARSE


La verdad
Aspectos a observar en esta fase
Tu actitud en esta fase

CAPÍTULO VII: LA RELACIÓN SE CONSOLIDA


En esta fase, tú debes ser su prioridad
Si para ti es importante casarte
Sexo en una relación consolidada
Intenta ser lo más natural posible a sus ojos
Sigue siempre practicando el arte de retomar el control
Recuerda el principio
La relación más importante en tu vida
AGRADECIMIENTOS
Gracias especialmente a todas las personas a las que he entrevistado, no
sólo por su paciencia, sino por darme a conocer una parte de sus vidas que muy
pocas personas conocían (en algunos casos sólo ellos).

Doy las gracias también a la ilustradora de mi portada, Pilar Rodríguez


Castillejo, por un estupendo y rápido trabajo.
INTRODUCCIÓN

Después de haber escuchado a muchas amigas y conocidas sobre sus


fracasos amorosos durante muchos años y haber sufrido yo misma alguno que
otro, empecé a estar verdaderamente intrigada sobre qué es lo que hace que un
hombre quiera tener una relación estable con una mujer y la adore.
Ya había empezado a saber por mi propia experiencia y la experiencia de
las mujeres de mi entorno que la gran mayoría de las veces que una mujer está
enamorada de un hombre dándole todo, él perdía el interés rápidamente, por lo
que me di cuenta de que eso no funciona con los hombres.

Empecé analizando la actitud de las poquísimas mujeres de mi entorno


cuyas parejas las adoraban y observé que efectivamente, estas mujeres nunca dan
todo y nunca dan incondicionalmente. Esto hizo que mi interés por el tema
aumentara enormemente, sabiendo que lo más seguro era que hubiera dado con
una de las claves y pregunté a estas amigas, más bien tímidamente, cuál era el
secreto para que su relación de pareja funcionara tan bien, para que sus parejas
las adorasen, pero ni ellas mismas sabían exactamente por qué. Continué
preguntando a las parejas de dichas amigas por qué les atraía tanto su pareja,
pero tampoco ellos sabían exactamente por qué.

En mi empeño por dar con la clave, elaboré unas encuestas para


contrastar datos objetivamente (una para hombres y otra para mujeres) e hice
esas encuestas (con preguntas detalladas) a las amigas a las que había preguntado
antes y a sus parejas, confirmándome que efectivamente, no funciona con los
hombres darles todo, ni darles incondicionalmente.

Decidida ya a llegar hasta el fondo del asunto, me lancé a encuestar a


desconocidos y desconocidas en la calle, como lo hace una encuestadora para
una empresa de estudios de mercado cuando testan a clientes potenciales y se
confirmó con más precisión y más datos objetivos lo que acababa de descubrir.
Estaba tan emocionada que empecé también a hacer entrevistas en profundidad, a
hombres, mujeres y a hombres y mujeres juntos. También empecé a leer sobre
el tema, en mi avidez por aprender sobre él.

Una vez hube encuestado y/o entrevistado a cientos de hombres y


mujeres y tuve la información analizada, sentí que dicha información tenía que
salir al exterior de mi mente, no podía quedarse sólo ahí. Quería compartir con
las demás mujeres interesadas en el tema lo que yo había aprendido y ese fue el
inicio de este libro, que tanto esfuerzo me ha costado.

Comportamiento de hombres y mujeres en las relaciones de pareja

Hay grandes diferencias globales entre la forma de pensar y actuar de los


hombres y las mujeres. Genéticamente estamos predispuestos a que los hombres
sean más activos y tomen más distancia, mientras que las mujeres están más
predispuestas a querer una relación estable y ser más sumisas.

Por otra parte, los hombres y las mujeres hemos sido educados de
formas muy distintas. Los hombres han sido educados para ser más triunfadores
que las mujeres porque tenían que ser los que llevaran los pantalones y traer más
dinero a casa que las mujeres y pensar que un escuadrón de mujeres iría detrás
de ellos a cazarles para asegurar su situación.

Las mujeres sin embargo, han sido tradicionalmente educadas para lo


contrario, es decir, para creer que tenían que depender de un hombre porque
aunque ellas trabajaran, tenían que estar con un hombre que asegurara su
situación económicamente y la de sus futuros hijos y que para ello tenían que
ser sumisas para agradarle lo máximo posible como fuera porque sólo así él
querría casarse con ella.

¿Es de extrañar entonces que en general las mujeres vayan detrás de los
hombres porque piensan qué sería de ellas sin un hombre y que los hombres
piensen que las mujeres quieren cazarles y estén siempre tomando distancia para
que ello no suceda?.

Querer tener una relación de pareja con alguien que te parece especial es
algo completamente normal y sano, siempre que sea por la razón correcta, y la
razón correcta nunca puede ser para asegurar tu situación, ni económica ni
emocionalmente.

En la mayoría de los casos, él y ella se conocen, él quiere conocerla más


despacio, pero ella quiere apresurar las cosas porque quiere asegurar la situación.
Ella se compra más cosméticos para estar más guapa para él, va al gimnasio para
él, se arregla para él, porque quiere estar lo más atractiva para él. Poco tiempo
después siente que su vida es él y su mayor objetivo es gustarle, que él la quiera
tanto como ella a él o si no su mundo se hundirá y así se lo dice y se lo
demuestra. Seguro que has visto esta historia muchas veces en tu propia vida o
en la vida de amigas o conocidas, pero esto puede ser diferente.

Aunque esto sea lo que sucede en la mayoría de los casos, no siempre es


así. Si él invierte más emocionalmente que tú, será él quien se esfuerce más en
la relación, por ello debe ser él quien quiera asegurar la relación, la decisión
debe ser suya, esa es la clave para que la relación empiece a tu favor.

A la mayoría de las mujeres les crea ansiedad el proceso de conocerse


hasta que empieza la relación y el principio de ésta. Sé consciente de que si
actúas de una manera inteligente, el hombre con el que quieres empezar una
relación permanecerá contigo si es el correcto para ti, que si se marcha es porque
nunca te hubiera tomado en serio. Disfruta del proceso, enfócate más en disfrutar
ahora en el presente que en lo que quieres conseguir con él en el futuro. Eso es
lo que hacen la gran mayoría de los hombres durante el proceso, por eso lo
disfrutan. Actúa de esta forma y se reflejará exteriormente en tu positividad, tu
alegría y él también lo notará y le atraerá.

Cómo utilizar este libro

Espero sinceramente que saques todo el provecho posible a este libro. Te


recomiendo que no lo leas del tirón y luego no lo vuelvas a leer, sino que lo
tengas como libro de consulta que te dará referencias para saber cómo actuar con
tu pareja o una posible pareja.

Bajo ningún concepto él debería saber que estás leyendo o has leído este
libro. La razón es que él pensaría que le estás manipulando. Los hombres odian
que les manipulen. Lo más seguro es que si él sospechara que le estás
manipulando durante un periodo prolongado de tiempo, empezaría a plantearse
terminar la relación. No dejes este libro ni ningún otro libro de este tipo nunca a
su alcance.

Este libro no ha caído en tus manos por casualidad, sino porque estabas
ya buscando algo que pudiera cambiar tu situación. Si has llegado hasta aquí, lo
más seguro es que ya has tenido algún fracaso amoroso y es que para una mujer
la experimentación sin conocimiento correcto en el amor suele llevar a la
decepción, pero te felicito por haber escogido aprender a tomar el control de tu
vida amorosa, así que relájate y lee con atención, porque estás a punto de
descubrir los secretos que hacen que una relación de pareja funcione y que seas
tú quien tenga mayor control en la relación.

Los nombres de personas han sido cambiados para proteger su identidad.


PRIMERA PARTE
CAPÍTULO I

TUS PENSAMIENTOS TAMBIÉN CREAN TU VIDA AMOROSA

Quizás te extrañe que empiece hablando sobre los pensamientos, pero


primeramente debes ser consciente de que tus pensamientos son los que te
impulsan a actuar contigo misma y a interactuar con los demás. Sólo cuando las
acciones son las correctas, las cosas funcionan, pero para ello, primero deben
serlo los pensamientos, que son los que han impulsado esas acciones. Tus
pensamientos crean tu vida.

Por supuesto, los pensamientos también influyen directamente en tu vida


amorosa, haciendo que actúes de una forma u otra, por ello es primordial que
éstos sean sanos para que tus acciones, también en tu vida amorosa, sean las
correctas.

Descomponiendo pensamientos y formas de comportarse en una relación


de pareja en la que los dos son compatibles en los tres grandes procesos, se
puede decir que cuando se piensa de forma incorrecta el diagrama más básico es
el siguiente:

Pensamientos incorrectos → Forma de comportarse con él incorrecta →


Él se comporta con ella de una forma incorrecta.

Cuando se tienen pensamientos correctos, el diagrama es el contrario:

Pensamientos correctos → Forma de comportarse con él correcta → Él


se comporta con ella de la forma correcta.

Los dos diagramas son completamente incompatibles. Los procesos en


los dos diagramas no se mezclan nunca. Es decir, por ejemplo no puede darse
nunca el caso de que teniendo pensamientos incorrectos, te vayas a comportar
con él de la forma correcta y que él te vaya a querer y se vaya a comportar
contigo como tú quieres. Sólo cuando el primer proceso y el segundo son
correctos, puede serlo también el resultado.

Tu autoestima es la base de tu vida, también de tu vida amorosa

Tal vez pienses cómo esto puede ser posible, pero te aseguro que un
buen hombre con una autoestima lo suficientemente alta reconoce enseguida
cuándo una mujer tiene una alta autoestima y cuándo no y por supuesto, sólo
quiere estar con una mujer con una autoestima lo suficientemente alta porque es
su igual, de otra forma, no le atraería tanto como para tener una relación con
ella.

Cuando en una pareja ella no tiene una autoestima lo suficientemente


alta, él la considera una persona no merecedora de él, él siente que merece estar
con alguien que esté a su nivel, que sea su igual.

Si él ve que ella no se ama a sí misma lo suficiente, la máxima


expresión de amor que podrá sentir por ella será pena y sentir pena por alguien
es incompatible por completo con estar enamorado/a de esa persona. Por eso, él
debe ver siempre que ella se respeta y se ama.

Un ejemplo es Maite, que empezó una relación con Andrés, un


buen hombre que insistía en que ella viese su propio valor. Cada vez
que ella se lamentaba porque no era muy guapa (diciéndole todos los
defectos sobre su físico que ella creía que tenía), porque no era muy
inteligente, etc., él le decía que eso era sólo su percepción, que ella
tenía un gran valor y también ella debía reconocerlo. En ese momento
ella se sentía un poco mejor, para no tardar mucho en decirle ese tipo
de comentarios de nuevo.

Pasaban juntos los fines de semana. Un sábado por la mañana


en que estaban en casa de él, ella se despertó y vio que él no estaba en
la cama. Antes de levantarse decidió llamar a su madre desde el
teléfono fijo, puesto que él tenía la tarifa plana con llamadas ilimitadas
a otros teléfonos fijos. Cuando levantó el auricular, empezó a oír una
conversación telefónica que estaba manteniendo él con un amigo en la
que le decía que sabía que tenía que dar el paso de dejarla porque se
sentía cada vez más agobiado, pero le daba pena por ella porque era
tan sensible y dependiente de él que sabía que se hundiría cuando lo
hiciera.

Al terminar la conversación, las lágrimas corrían ya por sus


mejillas. Salió de la habitación y le preguntó qué es lo que había
pasado, qué tenía que hacer para que él se volviera a enamorar de ella.
Él supo en ese momento que había oído la conversación telefónica.
Ella insistió para que le diera otra oportunidad, pero todo lo que él le
dijo fue que sin saber cómo, había ido sintiendo cada vez menos por
ella, que ya no podría volver a estar enamorado de ella y que esperaba
que algún día encontrara un hombre con quien ser feliz.

Quizás hayas conocido a alguna mujer con una baja autoestima cuyo
historial de relaciones de pareja haya sido estar sólo con hombres que no la han
tratado bien. No es de extrañar. Los hombres se dan cuenta rápidamente de
cuándo una mujer tiene una autoestima baja. Si es así, los buenos hombres se
alejan de ella repelidos por ello y los que se quedan con ella suelen ser hombres
que no la tratan bien.

Una mujer así podría incluso a llegar a estar en una posición muy débil
en todas las relaciones de pareja que inicie, no pudiendo llegar a establecerse en
pareja por este motivo. Por eso es esencial que una mujer tenga una autoestima
alta para poder estar en control de ella misma y de su relación de pareja.
También es fundamental para ser una misma en una relación. Eso fue lo que a él
le atrajo de ella al principio, que ella fuera ella misma.

El mismo patrón de comportamiento y resultado puede aplicarse para los


hombres con las mujeres, es decir, si un hombre tiene una autoestima baja y es
inseguro de sí mismo, como ya sabes, repelerá a las mujeres, sólo se quedarán
con él las que quieran abusar de él, que se largarán cuando lo hayan hecho.

Con el tiempo, cuanta más autoestima y confianza en sí misma él vea en


ella, más atraído se sentirá hacia ella. Éstos son los aspectos que más
importancia cobran a largo plazo para un hombre en cuanto a sentirse atraído por
su pareja. También hay otros aspectos que tienen mucha importancia en cuanto
a que un hombre se sienta atraído por una mujer, no basta sólo con que ella
tenga una alta autoestima y confianza en sí misma. Por mucho que posea estas
dos cualidades y ella le atraiga por ello, debe también tener otras que explicaré
más adelante.

Para que lo entiendas mejor, imagina que la atracción que él siente por
ella fuera un muro y las distintas virtudes que ella posee fueran los ladrillos, a
excepción de la autoestima y la confianza en sí misma, que serían el cemento, el
pegamento que hace que los ladrillos (las demás virtudes que ella posee) se
mantengan unidos y el muro siga en pie. Si alguno/os de los ladrillos falta/n, el
muro no sería tan resistente, pero seguiría en pie, pero si faltara el cemento (la
autoestima y la confianza en sí misma), el muro se derrumbaría siempre. Por
supuesto, si faltaran demasiados ladrillos (las virtudes en ella aparte de la
autoestima y confianza en sí misma) el muro también se derrumbaría.

Las mujeres con una baja autoestima tienden a volverse adictas al


hombre con quien que inician una relación. Cuando una mujer se vuelve adicta a
un hombre, la necesidad de estar con él para que la haga sentir bien, más
valorada, es más fuerte que el propio amor hacia él, entonces él empieza a verla
como una carga que tiene que llevar sobre sus hombros porque siente que es
demasiada la responsabilidad que ella le está asignando y empieza a ahogarse y a
necesitar pasar menos tiempo con ella para aliviar esa carga.

Cuando él sabe que ella le necesita para sentirse bien, siente que en
realidad ella no está con él porque él sea especial, sino porque necesita a alguien
para que la mantenga emocionalmente y al igual que pasa cuando cree que ella
está con él para que la mantenga económicamente, él se siente utilizado, cree
que en su lugar ella podría poner a cualquier otro. De esa forma, cuando al
principio para él era algo placentero pasar tiempo con ella, algo que antes elegía
libremente y para lo que tomaba la iniciativa, se acaba convirtiendo en una
pesada obligación de la que quiere librarse.

Si ella no se ama a sí misma antes de iniciar una relación, se volverá


adicta a él cuando la inicie porque le necesitará para sentirse más valorada y esa
fórmula asegura que él pierda el interés por ella.
La verdadera autoestima brota de una misma

Una mujer con una alta autoestima se gusta a sí misma tal y como es
por lo que es y por cómo es. La opinión sobre sí misma y el amor hacia sí
misma no depende de los demás; por supuesto, tampoco depende de su pareja,
sea cual sea la actitud de él.

Tener una alta autoestima, se trata antes que nada, antes que de atraerle,
de ti. Debes tener una alta autoestima por ti, para ti. Esa es la verdadera
autoestima.

Siéntete bien contigo misma, por ti misma, aunque no estés en una


relación

Una mujer que no se siente bien estando sola, tampoco se sentirá bien en
una relación y no está preparada para tener una relación estable feliz. Si está
preparada para afrontar los problemas que surgen en una relación estable, primero
está preparada para afrontar los problemas que surgen estando sola y sentirse
bien sola si no estuviera en una relación.

Si ella no se ama lo suficiente, el espacio en su vida destinado al amor a


ella misma estará tan vacío que cuando inicie una relación sentirá la necesidad
de llenar ese vacío con amor desacerbado hacia él en forma de adicción. Esa no
es una forma sana de amar. No es justo para él porque tendrá que soportar la
gran carga que supone sostenerla emocionalmente. Tampoco es justo para ella,
porque debido a que él sabe que la tiene completamente controlada, el acabará
perdiendo el interés por ella.

Cuando una mujer no tiene una autoestima lo suficientemente alta, estará


buscando, saltando de relación en relación, repitiendo siempre el mismo patrón,
preguntándose por qué ha encontrado a hombres que le interesaban mucho que
parecían estar enamorándose de ella pero perdieron el interés poco después, por
qué a pesar de que ella le dio todo sin reservas, de haber hecho que toda su vida
girase en torno a él, no supo apreciarlo. La respuesta es precisamente su
pregunta: porque ella hizo que toda su vida girase en torno a él, intentando
sustituir la parcela del amor hacia sí misma con amor hacia él. Amarle de una
forma sana es dejar ese amor por él fuera de la parcela del amor hacia sí misma
porque eso no se debe sustituir nunca por nada. Cuando falta esa parte esencial
de ella, la base de su vida falla.

Rebeca ha encadenado una relación con otra casi


constantemente. En los huecos que ha tenido entre una relación y otra,
siempre ha estado desesperada por volver a estar en una relación.
Siente que no puede vivir sin estar en una relación, sin que un hombre
la consuele de su malestar en la vida.

Desde el principio, a los hombres con los que ha estado, les ha


dicho y demostrado que él era lo más importante en su vida, que no
podría sobrellevar la vida sin ellos. Todos la han visto pasar por uno
o varios de sus muy frecuentes periodos en que se sentía mal por
diversos problemas (porque echaba de menos a alguien, porque tenía
un problema en el trabajo, porque no había conseguido algo que
quería, etc.), viéndola llorar también frecuentemente. Ella suponía que
a ellos les correspondía consolarla e intentar levantarla
constantemente. Según ella, eso era lo que tenían que hacer, puesto
que estaban en una relación con ella.

Todos han empezado a perder el interés por ella en muy poco


tiempo, siendo abandonada por todos ellos. Algunas veces,
insistiendo ella para que volvieran porque no podía vivir sin ellos y
cada vez que volvían, teniendo ellos menos interés en ella. En todas y
cada una de las relaciones, ellos la han tratado como si ella les
molestara la mayor parte del tiempo y otra gran parte del tiempo con
gran indiferencia.

No esperes que un hombre sea tu salvación. Debes sentirte bien contigo


misma sin sentir que tu felicidad depende de él. La felicidad depende de ti, de
que te sientas bien contigo misma. Es muy egoísta esperar que sea un hombre
quien la haga sentir bien consigo misma y él lo sabe.

Si él percibe que ella espera que él la haga sentir bien porque no se


siente bien consigo misma, se sentirá sobrecargado, la percibirá a ella como una
carga, no como alguien con quien disfrutar. Además, una mujer que espera eso,
se siente inmediatamente dependiente por completo del hombre con quien
empiece una relación, viéndola él inevitablemente como una mujer débil por
quien no siente la emoción de tener que conseguirla y por lo tanto, él pierde el
interés en ella.

Cuando una mujer se siente insegura cuando no está en una relación de


pareja, cuando siente que necesita que un hombre la haga sentir bien, los
hombres lo notan, lo huelen a distancia, aunque ella intente ocultarlo. Ella está
dispuesta a iniciar una relación con cualquiera, deja su vida abierta a cualquiera
que aparezca y la atraiga, dejando la puerta abierta también a hombres sin
escrúpulos. En esa situación es cuando esos hombres tienen la oportunidad de
cazar a su presa (ella), devorarla y dejar los restos. Ella, debido a su falta de
seguridad y desconocimiento de su propio valor, sucumbirá ante sus aparentes
encantos, pensando que ha encontrado al hombre de su vida, sólo descubriendo
que no era así cuando ya haya sido devorada.

Tienes que tener siempre claro que no cualquier hombre merece entrar en
tu vida o quedarse en ella. Si él no te tratara bien a pesar de actuar
correctamente, no deberías dudar si él debería salir o no. Déjale entrar en tu vida
y deja que se quede sólo si además de atraerte, te trata bien, porque es lo que te
mereces.

El centro de tu vida debes ser tú misma, nunca un hombre


Un hombre no debe ser nunca el centro de la vida de una mujer. Cuando
para una mujer su vida gira en torno a un hombre, éste lo nota y ella se sitúa
automáticamente en una posición débil en la relación, porque la persona que era
cuando él la conoció empieza a desaparecer, pierde su esencia. Además, él la da
por conquistada del todo, por eso una mujer no debe necesitar a un hombre para
sentirse bien; debe sentirse bien aunque no tenga pareja, antes de iniciar una
relación.

Una mujer tampoco debería sentir nunca que el hombre con quien está es
el único con quien podría ser feliz. No hay garantías seguras en las relaciones de
pareja. Ser feliz en una relación de pareja es algo único, pero ella debe saber que
en caso de que esa relación terminase, ella no se derrumbaría, que seguiría con
su vida, dentro de la que hay cosas que la llenan aparte de él y que si eso pasara,
encontraría otro hombre con quien ser feliz si ella quisiera. Créeme, esto es lo
que más atrae a un hombre de una mujer que es su pareja.

La persona que debes amar por encima de todo eres tú misma. Las
mujeres que tienen éxito en su relación de pareja, se aman a sí mismas más de
lo que han amado nunca a ningún hombre.

No te quedes anclada en el pasado

Pensar en el pasado sólo sirve si lo haces para cambiar positivamente,


para cambiar las pautas de comportamiento que te perjudican, analizando las
situaciones que viviste, tu reacción a lo que sucedió y cómo esa reacción incidió
en lo que te sucedió después. Es suficiente con que lo hagas de vez en cuando,
en un momento que tú te marques, cuando vayas a estar sola y tranquila. El
resto del tiempo, intenta pensar en lo que te dolió en el pasado lo menos
posible o te quedarías anclada ahí, en el pasado, lo cual sólo te serviría para
sufrir en el presente y eso es algo que no tiene sentido, ¿verdad?. Es como si
para hacer una comida hoy buscaras en el cubo de la basura los desperdicios de
ayer, ¿qué tipo de comida podrías preparar?, sólo podrías preparar algo
inmundo, que te sentaría muy mal y haría que te pusieses enferma.

Eso es lo que harías si te quedaras anclada en el pasado, pensando en lo


mal que lo pasaste entonces, harías que tus pensamientos enfermasen, que
estuvieras amargada y que se reflejara inevitablemente en tu forma de
comportarte y tratar a los demás, por mucho que quisieras ocultarlo. Por eso lo
primero que tienes que hacer es vivir el presente con pensamientos frescos y no
con descompuestos.

Cuando una mujer piensa que está destinada a estar sólo con hombres
que quieren aprovecharse, abusar de ella y que ello lo demuestra lo mal que lo
ha pasado en las relaciones de pareja que ha tenido y se queda ahí, anclada en el
pasado, no hace sino atraer a más hombres que intenten abusar de ella, se
volverá inconscientemente adicta a ese tipo de hombres. La razón es simple:
pensar así incidirá directamente en su autoestima, hará que ésta sea cada vez más
baja y con una baja autoestima repelerá a los buenos hombres, sólo se quedarán
con ella los que quieran abusar de ella y que se largarán una vez lo hayan hecho.

Adela es una mujer muy atractiva físicamente, nunca ha tenido


ningún problema para atraer a los hombres a primera vista, pero
después de su primer fracaso amoroso, todavía en su adolescencia,
empezó a pensar que no podía confiar en ningún hombre. Desde
entonces, veinte años más tarde, han pasado por su vida numerosos
hombres, unos abusando de ella, otros perdiendo el interés más bien
pronto y siempre teniendo miedo desde el principio a que ellos la
dejaran, no sintiéndose merecedora de verdad del hombre con el que
estaba cuando la trababa bien, siempre sintiéndose inferior a ellos,
preguntándose qué había visto él en ella para que quisiera estar con
ella y pensando que era cuestión de un poco más de tiempo hasta que
él se diera cuenta de que ella no merecía la pena como para continuar
la relación, como le había ocurrido anteriormente.

Ese miedo ha hecho que ella haya trabajado con una gran
intensidad para complacerles porque pensaba que así la relación
funcionaría, pero ninguno de ellos lo ha apreciado. En muy pocos
casos, de entre los numerosos hombres con los que ha salido, se lo
han llegado a tomar con ella como una relación y en esos pocos casos,
uno a uno la dejaron poco tiempo después de que comenzara.

Uno de los factores que pueden hacer que una mujer se quede con un
hombre que no la trata bien es que en muchos casos, al principio, él tiene un
comportamiento muy romántico con ella, actuando al principio como si sintiera
una gran pasión y gran amor por ella para un poco más tarde perder el interés y
empezar a no tratarla bien.

Una mujer nunca debe dejar que una pasión originada por el
comportamiento romántico de él al principio la deje anclada en el pasado si ha
dejado de tratarla bien, esperando que algún día él vuelva a ser con ella el que
fue al principio.

Sé consciente de que si estás en una relación, te mereces estar con alguien


que te trate bien

Carla empezó una relación con un hombre que creía el mejor


del mundo. Al principio, la llamaba varias veces al día, quería verla
todos los días y para él siempre ella era su prioridad. La relación
permaneció sobre ruedas durante seis meses, pero al cabo de este
tiempo él empezó a cambiar y empezó a querer verla y hablar con ella
cada vez menos.

Ella no había sido nunca una mujer demasiado dependiente y


siguió teniendo sus intereses, aficiones y objetivos fuera de la relación,
no empezó a trabajar en exceso en la relación, aunque su preocupación
por el cambio de actitud de él aumentaba cada vez más.

Cuando ella le preguntó por qué había cambiado tanto con


ella, él le contestó que estaba tenso debido a la situación en su trabajo
y ella pensó que era sólo cuestión de tiempo hasta que pasara esa
situación, pero pasaron los meses y él siguió distanciándose cada vez
más de ella, hasta llegar al punto de querer sólo verla una vez o dos a
la semana y llamarla sólo de vez en cuando y cuando le veía, él
siempre le reprochaba cosas sin sentido y la culpaba a ella de cosas
que tendría que haber solucionado él, pero ella decidió seguir
esperando a que la situación mejorara, pensando que quizás algún día
él volvería a ser con ella el que fue al principio.

Un año y medio más tarde desde que él empezara a


distanciarse, él decidió dejar de verla (aunque él en realidad dejó de
tomárselo como una relación mucho antes) y Carla se sintió fatal
después de haber estado esperando todo ese tiempo a que él cambiase.

Aunque no es lo normal, también hay hombres que quieren tener a su


lado una mujer de la que puedan abusar, a la que puedan maltratar psicológica
y/o físicamente porque su mente enfermiza y perversa quiere sentir que controla
completamente a alguien como si de una marioneta se tratase, alguien a quien
pueda culpar de sus desgracias cuando las cosas no le van como quisiera, como
un cierto desahogo de sus frustraciones. Sólo una mujer con una autoestima
muy baja soportaría sus ataques verbales y/o físicos o una gran indiferencia de él
hacia ella y puede llegar a pensar que el comportamiento de él hacia ella es el
que se merece, algo que es completamente falso.

Cuando hay un caso de maltrato psicológico y/o físico, la única solución


que cabe es que ella rompa esa relación y no vuelva nunca con ese maltratador
por su propio bien. Él no va a cambiar para volver a ser el que era al principio.
Si estás en un caso así, tienes que ser consciente de que si él te maltrata, no es
tu culpa, sino de él, porque un hombre que maltrata a su pareja
intencionadamente, no es capaz de querer a ninguna mujer de una forma sana, ni
a ti ni a ninguna otra. Tú te mereces ser feliz. Si ese es tu caso o sospechas que
así sea, busca ayuda profesional inmediatamente.

¿Tienes las creencias correctas sobre ti?

Nuestras creencias son las que determinan nuestros pensamientos y por


tanto, nuestras acciones. Si las creencias fallan, las acciones también. La
autoestima depende de las creencias que tengamos sobre nosotros mismos. Si te
criaron diciéndote cosas negativas sobre ti sin fundamento, te pregunto: ¿por
qué has decidido que las creencias sobre ti de esa/s persona/s sigan siendo las
tuyas?. ¿Por qué has decidido que sus creencias eran válidas y las tuyas no lo
serían?. ¿Tienes miedo de tener tus propias creencias?.
Si no tienes creencias positivas sobre ti misma, tendrás que cambiarlas.
Si es así, debes romper ese círculo y empezar ya a trabajar para tener una
autoestima alta. Consigue la ayuda que necesites para ello, aunque tú tendrás
que trabajar en ello, tendrás que esforzarte en ello y ese esfuerzo sólo podrás
hacerlo tú. Este no es un libro para mujeres que sólo quieren una fórmula
mágica para hacer que su novio o marido las adore como arte de magia sólo con
pronunciar una frase o hacer un conjuro de amor (que por cierto, nunca
funcionan). Este es un libro para mujeres que están dispuestas a cambiar si
tienen que hacerlo.

Tal vez te preguntes por qué no doy fórmulas para que él cambie
directamente sin que tú tengas que cambiar. Tal vez pienses que quien tiene que
cambiar es él, no tú. La respuesta es muy simple: no se puede hacer que el
comportamiento de los demás hacia nosotros cambie a no ser que nosotros
cambiemos primero nuestro comportamiento con ellos, pero para ello, si tienes
pensamientos incorrectos, tendrás que cambiarlos.

Si crees que debes cambiar tus creencias porque no te has amado lo


suficiente a ti misma, no te enfades contigo misma por ello, no te castigues. En
lugar de ello, ámate.

Fingir que se es una mujer fuerte puede hacerle creer durante un tiempo
que así es, pero antes o después saldrá a la superficie que no es así. Debes hacer
que genuinamente sea así, no fingirlo.

En cuanto a relaciones de pareja, tener una baja autoestima crea un


círculo vicioso: si ella tiene una baja autoestima, repele a los buenos hombres y
se quedan con ella los que quieren abusar de ella, que no la quieren ni la querrán
nunca, esto a su vez hace que su autoestima sea aún más baja y así
sucesivamente y cada vez con más intensidad.

Inés es una mujer con una autoestima baja. Ha tratado varias


veces de mantener una relación estable con un buen hombre, pero cada
vez que ha conocido a uno que parecía ir con buenas intenciones y en
principio la trataba bien, él desaparecía. Ha tenido varias relaciones y
en todas ellas él le ha mentido en cosas muy importantes, le ha sido
infiel o ha abusado de ella en otros aspectos. Hasta llegó a tener una
relación con un hombre que tuvo un lío con otra mujer mientras
estaba con ella durante más de un año. Al cabo de ese tiempo se
enteró no sólo de que había estado también con otra, sino también de
que con esa mujer (a la que conoció después de haber empezado la
relación con ella) había tenido un hijo.

Si algo se repite constantemente en la vida de una persona, es porque hay un


patrón en su vida que se repite también. Si tu caso es que cuando has estado
enamorada de alguien no ha funcionado y siempre se repetía lo que ocurría en
esas relaciones, es porque también había un patrón de comportamiento y por lo
tanto, creencias incorrectas que se repetían y que debes cambiar.
No importa la manera en que te educaron tus padres o tus maestros o lo
que te han contado tus amigas o amigos o lo que te han comunicado a lo largo
de los años la publicidad, las revistas femeninas, el cine, la televisión, etc.
Ahora el poder de tomar tus decisiones es tuyo y de nadie más. Si alguien toma
las decisiones (fuera de tu trabajo) por ti es porque tú se lo permites. Si un
hombre está abusando de ti y te falta al respeto, es porque tú se lo permites.

Las creencias sobre ti también se reflejan en tu físico

En cuanto a tu físico, no voy a hablar sobre temas que pertenecen a la


sección de belleza de las revistas femeninas, pero sí decirte que tu físico también
refleja lo que piensas sobre ti misma y cómo te tratas a ti misma. Una falta de
control respecto a la comida o falta de disciplina para hacer ejercicio (lo cual se
refiere al control de una misma), se refleja en el físico.

El físico refleja si tenemos control sobre nosotras mismas o no. Un gran


consejo: el principal motivo para cuidarte físicamente debes ser tú misma; tú te
gustarás más aún a ti misma y eso también se refleja en el exterior.

No todos los hombres y mujeres son compatibles entre sí

Tal vez ella tenga una autoestima alta y su forma de comportarse con él
sea la correcta y sin embargo el resultado no es el que deseaba, que él la quiera y
se lo demuestre. En ese caso, sabe lo que tiene que hacer: no volver a verle y
seguir su vida sin él porque no se queda atascada en una relación cuando el
resultado no es el que deseaba.

Al fin y al cabo, no todo el mundo es compatible entre sí y no todo el


mundo está preparado para tener una relación de pareja. Una mujer inteligente
emocionalmente lo sabe y lo acepta con naturalidad, no se lo toma como algo
personal si un hombre no quiere estar con ella, ni como que el mundo o que el
destino está en su contra, no dramatiza. Ella sigue su vida sin él sin perder ni
una chispa de su autoestima ni de su confianza en sí misma porque sabe que
aparecerá un hombre que sí sea compatible con ella, que esté preparado para una
relación de pareja, que la querrá y la tratará como se merece y mientras tanto,
sigue sintiéndose bien consigo misma.

No te lo tomes como algo personal si no atraes a alguien que a ti te


gusta. También habrá hombres a los que tú gustes y que a ti no te gustan.

Una mujer inteligente emocionalmente no se obsesiona con alguien que


no la trata como sabe que ella se merece ni con alguien que no quiere estar con
ella. De hecho, no se obsesiona con nadie, porque sabe que ello sólo la llevaría
a que sus pensamientos enfermasen y eso es incompatible con ella porque sus
pensamientos son sanos.

Si un hombre te ha rechazado, no pienses que vales menos que otra


mujer con la que sí quiere tener una relación. Si te amas a ti misma, sabes que
tu valor como mujer no depende de la percepción que un hombre tenga de ti. Tu
valor como persona y como mujer no depende de que le gustes a un hombre o
no, sino de tus principios, del respeto a ellos, del respeto a ti misma y a los
demás.

Si has salido con alguien que no era compatible contigo y no hubiera


funcionado una relación con ese hombre, no te enfoques en lo negativo, no
pienses que ha sido un fracaso, date cuenta de todo lo que has aprendido a través
de él. Salir con hombres que no son compatibles, o que lo son, pero que no ha
funcionado debido a un error, también ayuda a reconocer al hombre con el que
funcionará una relación y a que funcione con él, gracias a lo que se ha aprendido
a través de los anteriores. Si has estado saliendo con alguien con quien no has
llegado a una relación o si has tenido una relación de pareja que no ha
funcionado, tómatelo como una lección de aprendizaje.
CAPÍTULO II

LA COMUNICACIÓN ENTRE HOMBRES Y MUJERES


Díselo con tus acciones

Si bien es verdad que al principio, cuando quieren conquistar a una


mujer, los hombres hablan más sobre sentimientos porque saben que a ellas les
gusta, en general a los hombres no les gusta hablar sobre sentimientos. Les
suelen aburrir las conversaciones sobre ese tema.

Los hombres están genéticamente predispuestos a la acción y han sido


educados para ello, por eso el lenguaje que entienden es el de la acción. Hablar
con un hombre hasta la saciedad de tus sentimientos para hacerle entender que
tiene que cambiar su actitud hacia ti, haría el efecto contrario, como seguramente
ya has podido comprobar en por lo menos alguna ocasión. En ese caso, él
percibiría que estás invirtiendo más aún en la relación y eso le distanciará más.

Lo que de verdad hace reaccionar a un hombre y cambiar su actitud hacia


una mujer son las acciones de ella hacia él. Muchas mujeres intentan hablar con
él para hacerle entender que tiene que cambiar porque esa es su forma lógica de
pensar y no entienden que él no piensa así. El resultado por tanto, es el
contrario al deseado.

Si tu caso es querer hablar con él sobre tus sentimientos y los suyos y él


intenta esquivarlo, cambia tu lenguaje hacia él, díselo con tus acciones.
Entonces es cuando él cambiará su actitud hacia ti. Es como hablar otro idioma.
Si quieres decir algo a otra persona que no habla tu idioma y quieres hacerte
entender por ésta cuando le hables, tienes que aprender su idioma porque por
mucho que le repitas algo en el tuyo y por muy fuerte que se lo digas, no te va a
entender, sólo te entenderá en su idioma.

Elvira había estado saliendo con Eduardo durante un mes y


medio. Él parecía tener interés en ella, pero al cabo de ese tiempo, él
empezó a no querer verla los fines de semana porque quería salir sólo
con sus amigos. Cuando ella le pedía que se vieran al menos el
domingo un rato, él le respondía que ya tenía el fin de semana
completo con sus amigos, familia, etc.

Cuando Eduardo había mantenido con ella esa actitud durante


dos semanas, llamó a Elvira un lunes para verla ese día y ella le
respondió que no, que ya había quedado con unas amigas. A él le
extrañó. Entonces le preguntó si podrían verse al día siguiente, pero
ella le respondió que ya había quedado con una amiga para ir al cine.
Él, muy extrañado, le dijo que entonces le llamara ella para quedar,
pero ella no le llamó ni al día siguiente ni al siguiente. Él empezó a
preguntarse qué pasaba. Hasta entonces Elvira casi siempre estaba
dispuesta a verle cuando él quisiera, casi siempre era ella la que le
llamaba para verse y siempre estaba diciéndole que deberían verse
más.

El miércoles por la noche la volvió a llamar, pero esta vez,


para quedar con ella para el fin de semana. Él quería verla el viernes
por la noche. Ella dijo que no podía porque ya había quedado para
entonces. Él entonces le preguntó si podría el sábado, pero ella le
respondió que ya tenía todo el fin de semana ocupado con sus amigas,
familia, etc., pero podrían verse un rato al día siguiente. Él aceptó. Su
deseo de verla había aumentado durante los dos últimos días.

Cuando se vieron al día siguiente, él estuvo más atento y


cariñoso con ella que nunca. A partir de entonces, él empezó a querer
verla de nuevo los fines de semana.

Aunque hay veces que hay que hablar sobre los problemas que surgen en
la pareja, en general la mejor forma de hacerle ver una actitud errónea contigo es
darle a probar su actitud, comportándote con él de la misma forma que lo ha
hecho él contigo, pero un poco más intensamente. Ejemplos: si él te empieza a
llamar menos, llámale tú a él un poco menos que él a ti. Si él está menos
disponible, tú estás un poco menos disponible para él que él para ti, etc. Eso le
hará darse cuenta de su comportamiento y querrá enmendarlo, no si se lo dijeras
verbalmente.

No te preocupes por si él decidiera dejar de verte cuando cambies tu


actitud hacia él. Si se fuera sería porque no era el correcto. En ese caso, si no se
hubiera ido en ese momento, se hubiera ido más adelante, por lo que te habrías
ahorrado sufrimiento. Sé muy consciente de que si su actitud contigo no fuera la
correcta, sería porque él tampoco sería el hombre que mereciera estar contigo.

Comunicación verbal

Aunque en general el lenguaje que mejor entienden los hombres es el de


los actos, hay veces que hay que hablar con él y decirle verbalmente qué sucede.
En esos casos, procura seguir las siguientes pautas.
Intenta no discutir
Cuando tengáis que hablar sobre algún problema, habladlo sin discutir. Si la
conversación empieza con un tono de discusión, terminará con una discusión sin
haber solucionado nada. No le reproche. En vez de reprocharle, hazle ver que
para ti sería importante que cambiara su actitud.

Si estás nerviosa, tranquilízate primero antes de hablar sobre la cuestión


de la que tengáis que hablar. Si es él el que está nervioso y eleva el tono de voz
más de la cuenta, dile que ves que está nervioso y crees que es mejor que
primero se tranquilice antes de hablar sobre el tema. Díselo tranquilamente,
comprensivamente, no como un reproche. En ese momento toma distancia de él
por un rato para que se pueda tranquilizar y se dé cuenta de que tú no permites
ninguna falta de respeto, incluida que te grite. Vete a dar un paseo, de compras,
queda con una amiga, etc.

Hablad de lo que es importante cuando estéis a solas


Si tenéis que hablar sobre algo importante, hacedlo cuando estéis a
solas, para que podáis decir lo que tengáis que decir sin la incomodidad de
pensar que hay terceras personas que pueden oír vuestra conversación.

Si discutís, no a los insultos

Es casi imposible que en una relación estable larga no haya alguna


discusión. Cuando discutáis, tened claro que una de las reglas es no insultar al
otro. No creas que los insultos dichos en una discusión se quedarán en la
discusión y se desvanecerán como por arte de magia cuando os reconciliéis.
Después quedará un velo que empañará la perspectiva del otro.

Si entráis en esa dinámica, el que ha sido insultado primero intentará ver


pequeños errores del otro para poder insultarle también, aun cuando se trate de
algo que haya ocurrido hace tiempo. Eso puede hacer que a su vez el que fue
insultado después se enfoque en ver hasta el más pequeño error del otro para
intentar minar su autoestima y así formar una bola cada vez más grande de
resentimiento hacia el otro.
Ve al grano
Las mujeres suelen dar más rodeos cuando quieren decir algo y dan
largas y detalladas explicaciones, perdiéndose en los detalles, pero a un hombre
eso le suele provocar que desconecte, le parece algo tedioso e irritante cuando
una mujer quiere hablar con él sobre algún problema (algo ya de por sí molesto)
y empieza a dar rodeos.

Díselo tranquilamente, sin perder la compostura ni el respeto hacia él,


directamente y firmemente (que no de manera desagradable), sin mostrarte
demasiado emocional. Ese es el lenguaje verbal que mejor entienden los
hombres, de esa forma él te prestará más atención

Los hombres quieren oír de qué se trata rápidamente. Más de unos


minutos sin ir al grano les aburre, empiezan a desconectar y les irrita.

Escúchale

Cuando habléis sobre un tema que tenéis que resolver, escúchale, deja
que se exprese, no quieras anular lo que él quiera decir con un monólogo por tu
parte. Eso suele ser visto por los hombres como un intento de anularle a él
como persona.

Cuando él se abra a ti, no muestres enfado si te dice algo que no te


gustaría oír. Si lo haces, se cerrará de nuevo porque pensará que te puedes volver
a enfadar si te dice la verdad. Escucha lo que te dice en cambio de una manera
calmada y actúa en consecuencia.

Él quiere oír lo que ella piensa

Cuando hables con él sobre sus cosas y te cuente sus problemas, no le


trates como si fuera un niño pequeño a quien sólo hay que consolar. La dulzura
en la mujer con la que están es importante para los hombres, pero no podrán
sentir que también ella es su mejor amiga si le trata como a un niño pequeño,
porque pensará que le está tratando como alguien que no puede entender las
cosas.

Ellos quieren oír de ella lo que piensa, aunque dicho con más suavidad
que si se lo dijera uno de sus amigos. Díselo de una forma femenina porque no
quieren sentir que están con un amigote rudo. Después de decirle lo que piensas,
hazle un gesto cariñoso, de esa forma no podrá sentir que es como estar con los
amigotes en el bar contándoles el problema, quienes le dirán una o dos frases del
tipo “ eso es chungo tío” o “ bueno, a ver qué tal te va” y después, si acaso, le
dan una o dos palmadas a distancia en el hombro.

Si has cometido un error importante, reconócelo


Si has cometido un error importante y tanto él como tú sabéis que lo has
cometido, reconócelo. Él lo apreciará mucho más que si intentas enmendar el
error sin reconocer que lo habías cometido, sin embargo, no dejes que él se
regodee en ello y te lo reproche una y otra vez. Si esa es su actitud, ignórale
cada vez que te lo reproche si ya lo ha hecho antes.
CAPÍTULO III

EL EQUILIBRIO EN UNA RELACIÓN


Qué es una relación equilibrada
Seguro que recuerdas alguna relación que tuviste en el pasado en la que
tú estabas en una posición mucho más fuerte. Era halagador que él quisiera hacer
cualquier cosa por complacerte, pero al mismo tiempo te sentías atrapada y
cuanto más hacía él para complacerte, menos le querías tú y más atrapada te
sentías.

El mayor secreto es este: en una relación de pareja totalmente


equilibrada, los dos miembros invierten emocionalmente en la relación por
igual. Cuando uno de los dos invierte más que el otro (ya sea el hombre o la
mujer), el otro miembro empieza a perder el interés.

Hay que tener en cuenta lo que digo en uno de los párrafos anteriores:
que debido a que en parte estamos genéticamente programados para ello y a la
diferente educación que los hombres y mujeres han recibido, los hombres
tienden a tomar más distancia, a invertir menos emocionalmente que las mujeres
en una relación de pareja, pero cuando una mujer sabe esto, está pendiente para
que un desequilibrio no ocurra a favor de él e incluso en algunos casos, si la
mujer no va con muy buenas intenciones y sabe este secreto, puede romperle el
corazón, aunque este no es un libro para hacerte una mujer fatal, sino una mujer
que sabe lo que tiene que hacer para que él no pierda el interés en ti, sin malas
intenciones.

En una relación equilibrada, el proceso de dar y recibir es también


equilibrado, pero cuando se da más que se recibe, la relación empieza a
desequilibrarse a favor de quien recibe más y da menos.

Para una mujer, estar al menos en igualdad en cuanto al potencial de


poder en una relación o una potencial relación de pareja, es algo fundamental.
No se trata de que si él gana muchísimo dinero tú tendrías que ganar también
muchísimo dinero, sino de que sepa sólo con tus actos, por tu actitud (y por
supuesto, sin prepotencia) que eres feliz con él, pero también podrías ser feliz sin
él, que eres lo suficientemente independiente emocionalmente y que también
eres o podrías ser totalmente independiente económicamente (esto último es
algo que juega un papel muy importante en tu potencial de poder en la relación).

Es importante que entiendas que si un fuerte desequilibrio ocurre, el que


está en la posición más fuerte es el que marcará las pautas en la relación, el que
tomará las decisiones importantes en la relación porque sabe que de él/ella
depende que la relación sobreviva o no; es quien tiene el control.

Por qué se rompe el equilibrio


Al principio de la relación, los dos miembros de la pareja invierten por
igual emocionalmente, pero en la gran mayoría de los casos, al cabo de un
tiempo (pronto en la relación), ésta se desequilibra y como los hombres tienden
a tomar más distancia que las mujeres de forma natural, también en la mayoría
de los casos en que hay un desequilibrio, esto ocurre porque la mujer invierte
más emocionalmente en la relación que él y por lo tanto, ella está en la
situación más débil en la pareja. Si quieres más a tu favor, dejarás que él
siempre invierta un poco más emocionalmente que tú.
Si uno de los miembros de la pareja invierte más que el otro, éste sentirá
miedo al rechazo, se sentirá inseguro, vulnerable y sentirá que ya no es él quien
la controla a ella (como puede haberle sucedido con previas parejas) y se
esforzará para controlar la situación.
Si un hombre se siente demasiado seguro en la relación, si siente que
ella está completamente enamorada incondicionalmente y estará ahí para él
siempre, sea lo que sea lo que él haga, sabrá que está totalmente bajo su control
y la falta del reto de tener que seguir conquistándola, provocará aburrimiento y
falta de interés en él, la pasión por ella empezará a desvanecerse. Si bien es
verdad que la pasión que se siente al principio de la relación no puede durar para
siempre, también es verdad que sin nada de pasión, la relación no sobrevivirá y
si lo hace, ésta no será feliz.

Los hombres tienden a querer hacer sentir insegura a la mujer con la que
salen con más intensidad al principio para ver el potencial de poder que tendrían
si iniciaran una relación con ella. También al principio de la relación para tener
más poder que ella desde el mismo principio y es algo que también hacen,
aunque ya con menos intensidad, a lo largo de la relación, cuando quieren
aumentar su poder en ella. No sucumbas a esa trampa que sin duda te intentará
tender. Ignórale cuando veas que esa es su actitud. Mantente firme o acabarías
siendo su marioneta.

También algunas mujeres toman esa actitud cuando ven que el potencial
de poder en la relación es mucho mayor para ella que para él porque es parte de
la naturaleza humana, pero debido a que los hombres en general lo han
aprendido desde que nacieron, es algo que tienen integrado en su naturaleza con
mucha más fuerza que las mujeres, por ello esta actitud es mucho más marcada
en ellos.

Cuando Daniela empezó a salir con Pablo, éste la llamaba muy


frecuentemente y quería también verla frecuentemente, pero muy poco
después, empezó a llamarla y querer verla drásticamente menos. Ella
siguió con su vida, con sus actividades en el trabajo y fuera de él,
saliendo con sus amigas/os, etc., reaccionando a la actitud de él
dejando de llamarle (puesto que él había disminuido drásticamente la
frecuencia).

Un jueves la llamó para verla al día siguiente, pero ella le


contestó que ya había quedado con unos amigos. Él le preguntó si
podía verla el sábado entonces, pero ella contestó que iba a estar
ocupada todo el fin de semana (ir a casa de sus padres, ir de compras
con unas amigas, salir con unos amigos, etc.). Él le preguntó cuándo
podría verla y ella le contestó que no sabía en ese momento, que ya
hablarían la semana siguiente. Él sorprendido, le dijo que la llamaría
el lunes entonces.

El lunes la llamó para verla ese mismo día, pero ella le dijo
que no podría hasta el miércoles, así que quedaron para ese día. Él la
llamó de nuevo el lunes por la noche, porque la echaba de menos y el
martes por la mañana y por la tarde y de nuevo el miércoles antes de
la cita. En muy poco tiempo, empezó a llamarla todos los días y
querer verla muy frecuentemente. Ahora están casados. Cada vez que
Pablo muestra más distancia con ella, ella le devuelve la pelota con un
poco más de fuerza y él la adora.

En un mundo completamente racional, si en una relación uno de los dos


miembros empieza a invertir menos emocionalmente en la relación y el otro lo
sabe, lo lógico sería que este otro miembro también empezara a sentir menos
por la otra persona y a invertir menos en la relación para no salir malparado; sin
embargo, lo que suele suceder es lo contrario, es decir, que cuando uno de los
dos miembros empieza a desconectar emocionalmente y el otro lo sabe, este otro
miembro se sienta más inseguro y esa inseguridad desencadene la reacción de
querer conquistar a esa persona para recuperar su seguridad, para dejar de sentir
incertidumbre. Eso hará que se despierte o que aumente su pasión.

Causas de la ruptura del equilibrio

Los desequilibrios en la inversión emocional suelen ocurrir por los


siguientes motivos:

· Uno de los dos miembros tiene un físico más atractivo

Es un hecho que no podemos negar que el atractivo físico cuenta a la


hora de la primera atracción. ¿Y si al principio él te atrae más físicamente que tú
a él?. Para empezar, si ha querido seguir viéndote es porque también le atraes
físicamente, pero si él es un hombre muy guapo, sabe que podrá atraer a
cualquier mujer porque a lo largo de toda su vida (o al menos de muchos años)
ya se han encargado infinidad de mujeres de decírselo, repetírselo y
demostrárselo.

Algo extraño ocurre con las personas que son físicamente muy atractivas:
no sólo parecen atractivas físicamente, sino que además se les suelen atribuir
como por arte de magia en principio otras aptitudes o actitudes positivas que no
tienen que ver con la belleza física, como ser más inteligentes, más simpáticos,
etc. Mientras los demás tienen que demostrar que poseen esas aptitudes o
actitudes, ellos tienen que demostrar que no las poseen para que los demás lo
piensen así, pero se les atribuyen en principio por defecto. Ellos saben que esto
no tiene sentido, pero como les sigue funcionando, lo siguen utilizando a su
favor.

Lo que él espera es que tú le trates como alguien especial desde el


principio, como han hecho todas antes, pero si le tratas como a uno más, se
sentirá intrigado; sabrá que eres una mujer que no se deja llevar por las
apariencias ni por el sinsentido de pensar desde el principio, sin apenas
conocerle, que él es inteligente, simpático, caballeroso, etc. por el simple hecho
de ser muy atractivo físicamente. Sabrá que tú eres diferente. Se sentirá aliviado
por haber encontrado al fin una mujer que no piensa esas tonterías y que le
puede tratar como a un igual.

La belleza física atrae más al principio, cuando los dos miembros se


conocen, pero con el tiempo, los aspectos de la personalidad son los que van
ganando más terreno en la atracción hacia el otro.

· Uno de los dos es más inteligente intelectualmente o tiene un talento


especial

· Uno de los dos tiene una personalidad más atractiva

Puede que uno de los dos tenga más sentido del humor, tenga más
habilidades sociales que el otro, tenga más inteligencia emocional.

· Uno de los dos tiene un potencial distinto para la proximidad íntima

Puede que él sea una persona solitaria, para la que es muy difícil
compartir y sea muy difícil para ella mantener su interés a no ser que ella esté
también tomando distancia constantemente para despertar en él el sentimiento de
inseguridad, de falta de control en la relación para hacerle reaccionar queriendo
captar el interés de ella para retomar control en la relación y de esa forma avivar
su pasión.

El problema cuando se da esta situación es que él, por su tendencia


natural, está siempre tomando distancia, no es posible nunca un largo periodo
de proximidad íntima debido a su bajo potencial para la intimidad y sólo será
compatible con una mujer cuyo potencial para la intimidad sea
aproximadamente el mismo. De esa forma, se crearía la dinámica necesaria para
mantener su interés al estar ella también tomando distancia de él constantemente
de forma natural.

Yolanda empezó a salir con un hombre que parecía bastante


frío, pero ella pensó que era sólo cuestión de tiempo hasta que él
empezase a tener más confianza con ella para que se abriera y fuera más
atento y cariñoso, pero pasaron algunas semanas y él siguió igual.
Ella tuvo que ausentarse de la ciudad durante dos semanas por trabajo.
Puesto que él seguía mostrando una actitud fría con ella, Yolanda
decidió centrarse en su trabajo y en otras cosas durante ese tiempo sin
tener contacto con él, pero al cabo de tres días él la llamó. Ella no
contestó porque estaba en una reunión. Como no le había devuelto la
llamada al cabo de una hora, la volvió a llamar. Cuando ella vio las
dos llamadas perdidas se sorprendió porque nunca había hecho eso.
Cuando le devolvió la llamada, él le dijo que tenía muchas ganas de
verla. Ella pensó que ya había empezado a cambiar.

Al día siguiente, a media mañana, le llamó, pero él no le


contestó ni le devolvió la llamada hasta el día siguiente. Ella decidió
no contestarle ni devolverle la llamada y él la volvió a llamar ese día
dos veces más. Ella le devolvió la llamada por la noche y él le dijo
que había estado muy preocupado por si le había pasado algo y había
estado pensando en ella todo el día. Viendo Yolanda cuál era la forma
de atraer su interés, por su actitud con ella desde que empezaron a
salir, decidió no llamarle hasta que volviera y él la estuvo llamando
hasta entonces cada dos o tres días.

Cuando Yolanda volvió, un martes, le llamó y le dijo que


podrían quedar y verse, pero él le dijo que había estado un poco
estresado en el trabajo últimamente y quería descansar esa noche y que
al día siguiente había un partido que quería ver tranquilamente en casa
después del trabajo, así que no podrían verse hasta el jueves. Ella
aceptó.

Cuando se vieron el jueves, él seguía muy frío con ella, así


que Yolanda decidió distanciarse por unos días para atraerle. Él la
llamó al día siguiente, viernes, para salir juntos el sábado, pero ella le
dijo que se iba fuera el fin de semana a la casa de campo de unos
amigos. Él la llamó el domingo, pero ella no contestó. Él la volvió a
llamar el lunes y cuando hablaron le dijo que la había echado mucho
de menos y quería verla esa noche. Ella aceptó. Cuando se vieron, él
se mostró más atento con ella.

Al día siguiente ella le llamó, pero él no contestó ni le


devolvió la llamada de nuevo hasta el día siguiente. Hacía ya más de
tres meses desde que empezaron a salir y él sólo demostraba interés en
ella cuando tomaba mucha distancia de él. Ella sabía que él no iba a
cambiar. Simplemente se había dado cuenta de que no eran
compatibles. No se había sentido nunca cómoda con él, así que
decidió dejar de verle. Cuando tomó esa decisión, él insistió para que
siguieran saliendo, pero ella fue firme en su decisión, porque sabía que
nunca podría ser feliz con un hombre así.

Si sales con alguien cuyo potencial para la proximidad íntima es bajo y


tú tienes un potencial alto, te aconsejo que le descalifiques como posible pareja,
ya que no hay nada que tú pudieras hacer para aumentar ese potencial. No caigas
en la trampa de pensar que si tú estás igualmente tomando distancia de él
constantemente, le atraerás y todo estará solucionado, porque una persona así
nunca podría satisfacer tu necesidad de proximidad íntima, de compartir con tu
pareja. Te sentirías frustrada constantemente.

· Uno de los dos tiene más éxito profesionalmente o invierte más tiempo
en su profesión

Es muy habitual que sea la mujer quien invierta menos en su profesión


cuando se tienen hijos y que pase más tiempo en casa cuidando de ellos que él.
Esto suele hacer que él se sienta más seguro en la relación, entre otras cosas,
porque sabe que mientras ella esté con los niños, no tendrá oportunidad de que
otro hombre se fije en ella. Además, sabe que ahora ella depende más de él
económicamente, así que empieza a sentirse más seguro porque tiene mayor
control en la relación.

Caso típico:

Cuando ella llega a casa del trabajo le espera por delante otra
jornada de trabajo, cuidando de la casa y los hijos. Al cabo de unas
horas, ella se empieza a sentir un poco agobiada y le llama a él para
contarle que el niño tiene fiebre y está pasando una tarde horrible, que
el lavavajillas se ha estropeado, etc.

Él está en el trabajo intentando concentrarse en algo muy


importante, ajeno en ese momento a los problemas domésticos y le
dice a ella que en ese momento no puede hablar y que más tarde la
llamará. Pasa una hora y él no ha llamado. Ella empieza a preguntarse
por qué no la ha llamado, que una llamada de 5 ó 10 minutos no
cuesta tanto, pero él ha tenido que meterse en una reunión urgente.

Ella se empieza a poner nerviosa pensando que puede que esté


haciendo algo que intenta ocultarle a ella y le vuelve a llamar, pero él
no contesta porque está en la reunión. Cuando sale de la reunión él ya
puede marcharse a casa y decide que antes de hablar de los problemas
domésticos de los que sabe que ella le hablará, va a repasar
mentalmente lo hablado en la reunión que acaba de tener para poder
aplicarlo a su próxima estrategia porque necesita hacerlo antes de
mañana.

Cuando él llega a casa cansado del trabajo, ella le reprocha que


no le haya devuelto la llamada y que la ha tenido horas esperando. Le
cuenta lo agobiada que ha estado durante todo el día en el trabajo y
fuera de él, que si el niño ha tenido fiebre y ha pasado una tarde
horrible, que si el lavavajillas se ha estropeado, etc.

Él empieza a sentir que ella no es como era, que ya no es la


mujer con la que reía, que ya no tiene los objetivos que tenía, que ya
no es tan segura de ella como era. Ahora él se siente más seguro en la
relación puesto que sabe que ahora ella depende más de él, lo cual
hace que sepa que ahora él controla la relación y eso empieza a
provocar en él falta de interés.

Es frecuente que si este patrón empieza a manifestarse en una


pareja, él empiece a llegar más tarde a casa, poniendo como excusa
que tiene trabajo atrasado que terminar.

Si has decidido invertir menos en tu profesión para dedicarte más a tus


hijos, ten mucho cuidado para no caer en esa dinámica. Aunque ya no puedas
dedicarte tanto tiempo a ti misma como antes, bloquea también tiempo para ti.
Ve a clase de tenis, yoga, ve a tomar algo con tus amigas, a clase de baile o lo
que sea que te guste o te gustaría hacer. Enfócate también en otras cosas fuera de
la relación y la familia. Quizás te gustaría volver a estudiar para mejorar tu
situación profesional y puedas hacerlo a distancia.

Si no puedes permitirte pagar a alguien para que cuide de tus hijos, tal
vez puedas dejárselos una o varias veces a la semana a tus padres o a los padres
de él; seguro que a ellos les hace ilusión ocuparse de ellos de vez en cuando o
tal vez puedas llegar a un acuerdo con un/a vecina/o para ocuparos de los hijos
de ambas/os. Si esto no es posible, pídele a él que se quede con los niños; al fin
y al cabo tú estás con ellos el resto de la semana y has sido tú quien has
sacrificado en parte tu profesión. No descuides tus aficiones e intereses, no te
descuides a ti misma aunque estés en esta situación.

· Desequilibrio debido a otra situación externa percibida como obligación

Puede ocurrir porque uno de los dos tenga una madre o un padre
que necesite de sus cuidados o sea muy absorbente, con quien pase mucho
tiempo, porque uno de los dos empiece a estudiar de nuevo, etc. Estas
también son situaciones que hacen que uno de los dos empiece a invertir
menos en la relación para dedicarse más a una situación fuera de ésta.

· Uno de los dos está en una situación de poder socialmente más atractiva

Por supuesto, tampoco podemos olvidar otros aspectos superficiales


que atraen al sexo opuesto, como tener mucho poder socialmente, tener
mucho dinero o tener fama. Aunque éstos son aspectos superficiales, ahí
están y todos sabemos que en general tienen peso en cuanto a tener más o
menos poder de atracción.

Si sales con un hombre que está dentro de uno de estos grupos,


aplica lo mismo que he explicado para los hombres físicamente muy
atractivos. También a ellos se les atribuyen sin ninguna lógica aptitudes y
actitudes positivas desde el principio aunque no las posean. Trátale como
si para ti el que él esté dentro de uno de esos grupos no es algo especial y
sabrá que tú eres diferente.

Cuando Paula y Jorge empezaron a salir, ella era una secretaria


que ganaba 18.000 € netos al año y él un alto ejecutivo que ganaba
más de 300.000 €, de una familia muy adinerada y acostumbrado a ir
a los sitios más caros, pero Paula no se sintió inferior a él cuando él la
invitaba a los mejores restaurantes.

Después de varias invitaciones de Jorge, ella decidió invitarle a


una comida y le dijo que se vistiera muy informal. Cuando pasó a
recogerla, ella le dirigió a un gran parque de la ciudad, donde fueron a
un sitio de buena comida preparada, ella pagó por ello y tomaron el
picnic en el parque, donde disfrutaron de la tarde. Otro día le invitó a
una fiesta casera en casa de unos amigos, donde todos tendrían que
llevar algo. Él le preguntó que si le parecía bien que llevase unas
langostas (quizás pensando que a ella le tentaría la idea de que sus
amigos quedaran impresionados ante tal delicatesen), pero ella le
contestó que no, que llevase una empanada de atún o algo así. Él
volvió a disfrutar de algo sencillo con ella y sus amigos (y todos
disfrutaron de la empanada de atún que él llevó, preparada por su
cocinera, claro). A partir de entonces empezó a verla de una forma
distinta, se empezó a sentir más atraído por ella.

Las mujeres tienden a dar demasiado

Cuando una mujer siente que no puede captar suficiente interés en su


pareja y empieza a sentir ansiedad por ello, esa ansiedad hace que quiera trabajar
con más intensidad para que él tenga interés en ella, lo cual a él le abruma, hace
que empiece a sentirse atrapado por el excesivo trabajo de ella para que él tenga
interés y empieza a distanciarse de ella. Esa es la raíz que hace que una mujer
esté en una posición débil en una relación de pareja.

Cuando una mujer ha ido dando tumbos en el amor, entrando


constantemente en relaciones con hombres que no la tratan bien o que la han
dejado cuando ella estaba enamorada, suele ser porque estaba demasiado centrada
en él, en darle amor y mimarle, sin darse cuenta de si él lo merecía o no. Si ese
ha sido tu caso, date cuenta de que está bien dar, pero también recibir. Olvida
las bobadas que dicen que hay que dar sin esperar nada a cambio. Las mujeres
que en las relaciones dan sin esperar nada a cambio acaban siendo manipuladas y
rechazadas. De hecho, lo ideal es dar en general un poco menos de lo que él te
dé.

Bárbara había tenido varias relaciones con hombres que no la


habían tratado bien o que la habían abandonado. Su última relación
fue con un hombre que la había dejado ya dos veces. Ella vivía con
sus padres, pero de vez en cuando dormía en casa de él (que vivía a 50
km. y era ella la que conducía siempre a casa de él para verle).

Él trabajaba en uno de los servicios especiales del Estado y


sólo trabajaba cada cinco días, así que tenía mucho tiempo libre, pero
se iba siempre por las mañanas al gimnasio después de desayunar,
donde entrenaba 3 horas al día (él era adicto al ejercicio físico y al
deporte y todas sus aficiones giraban en torno a ello), aunque ella
hubiera dormido en su casa.

Ella estaba desempleada y decidía quedarse cuando él se


marchaba al gimnasio para ordenar la casa, limpiarla y hacer la
comida. Cuando él volvía a la hora de comer sobre las 15.00 h.,
después de haber estado en el gimnasio y con sus amigos durante
varias horas, ella tenía su casa ordenada, limpia y la comida lista.

Muchas de esas veces no comía con ella, aunque le tuviera la


comida lista, porque ya había estado comiendo algo con sus amigos.
Ella le reprochaba que había estado esperándole una hora para comer y
había estado cocinando para él para que después él ni siquiera comiera
con ella. Él evitaba la discusión yéndose a otra habitación a ver una
película solo. Después se echaba la siesta. Cuando se levanta de la
siesta, ella estaba esperándole en el salón y le acompañaba a hacer la
habitual ruta senderista de él por la tarde (de otra forma no podría
pasar tiempo con él).

De vez en cuando, él pasaba el día fuera para practicar algún


deporte y ella le acompaña a veces, aunque no le gustara el deporte
que iba a practicar ese día, pero así podría pasar algún tiempo con él.

Así estuvieron durante más de un año y medio. Recordemos


que a lo largo de ese tiempo él ya la había dejado dos veces y habían
vuelto porque ella le suplicó que volvieran, diciéndole que esa vez
sería diferente, esforzándose cada una de las veces que volvieron cada
vez más, pensando que él llegaría a apreciar lo que hacía por él y se
enamoraría de ella, que era sólo cuestión de más esfuerzo por su parte.

Llegó el día del cumpleaños de él y ella, a pesar de estar


desempleada y no cobrar ya ni siquiera la prestación por desempleo
porque se le había agotado, decidió gastarse gran parte de sus pocos
ahorros en una tabla de surf de 1.000 € para él, una que él le había
comentado a ella que quería, a pesar de que ya tenía dos. Cuando él
recibió el regalo de ella, todo lo que le dijo fue, preguntando, si no la
tenían en otro color (él la quería blanca y negra y ésta era roja y
negra). Ni siquiera le dio las gracias. Ante tal reacción, la madre de él,
que estaba presente, dijo que por lo menos podría darle las gracias y él
entonces le dio las gracias forzadamente.

Al día siguiente, por la mañana, ella cargó la tabla en su coche


y se fue directa a la tienda en la que la había comprado para cambiarla.
Cuando él regresó a casa a las 15.15, habiendo ya comido con unos
amigos sin haberla avisado, ella le esperaba en la casa de él, ordenada
y limpiada por ella, con una comida especial para la que había estado
cocinando más de una hora (que tuvo que comer sola) y su nueva tabla
de surf en blanco y negro. A las dos semanas volvió a abandonarla. De
nuevo, ella volvió a suplicarle para que él volviera con ella.

En una relación de pareja, el amor incondicional no existe. Si ella no


cumple una serie de condiciones básicas (las explicadas en este libro sobre las
dinámicas de atracción en una pareja), él se aleja de ella.

Cuando en una relación de pareja se da recibiendo mucho menos,


siempre se pierde. Tú te mereces que te dé tanto o más de lo que tú le das a él.
Está bien que te demuestre su amor tanto o más que tú a él. Dale cuando se lo
merece, pero distánciate de él también cuando se lo merece. Por lo tanto, una
regla de oro es no darle demasiado, de lo contrario, estarías en una relación
desequilibrada a su favor y él empezaría a perder el interés por ti rápidamente.

Los hombres sobre todo, necesitan seguir sintiendo la emoción de la


conquista por su pareja para seguir manteniendo el interés en ella. Cuando una
mujer hace lo que sea por atraer a un hombre, mata la emoción en él por seguir
conquistándola y no es posible que se enamore o que siga enamorado de ella.

Las mujeres tienden a pensar que a ellas les haría felices que su pareja les
prestase muchísima atención siempre en todo momento incondicionalmente y
que eso les haría sentirse más enamoradas de su pareja y por ello la mayoría de
las mujeres le prestan atención excesiva, porque piensan que como eso les haría
felices, lo lógico es que también a él eso le haga feliz. Esa idea es un mito. Lo
que hay en el trasfondo de este mito es que por factores genéticos y por
educación, los hombres tienden a tomar más distancia de las mujeres que las
mujeres de los hombres.

Hay muchas más mujeres que prestan una atención excesiva a su pareja
que hombres, por lo que hay muchos más hombres que mujeres que toman
distancia de su pareja porque les agobia. En consecuencia, se ha formado esa
idea reforzada a través del tiempo, pero la realidad es que cuando un hombre
presta atención excesiva a una mujer, ésta también se siente agobiada.

Cuando se da ese caso, ella tiende a preguntarse qué le pasa, por qué ya
no siente por él lo mismo que antes, por qué ha estado esperando siempre un
hombre que la tratara así, pero cuando ha sucedido se siente cada vez más
agobiada. Muchas de estas mujeres también se preguntan si son
autodestructivas, pero la realidad es que tanto los hombres como las mujeres
(aunque con más intensidad los hombres) empiezan a perder interés cuando se
rompe el equilibrio, cuando el otro miembro de la pareja les presta atención
excesiva.

Lo que él quiere en realidad no es que tú le quieras incondicionalmente.


Cuando actúas con él cumpliendo las condiciones explicadas en este libro para
que él se siga sintiendo atraído hacia ti, le das lo que de verdad quiere: seguir
sintiéndose atraído hacia ti.

Cuando una mujer se da por completo a un hombre, sin reservas e


incondicionalmente, empieza a desaparecer la esencia de la mujer que le atrajo a
él al principio de la relación, él empieza a perder el interés por ella ante lo fácil
que ella se lo pone, por la falta de reto que él tenga que ganar (ante la falta de
conquista) y por lo tanto él empieza a aburrirse.

Demasiada pasión nubla el sentido de la lógica, por eso es importante


que no te dejes llevar por las emociones descontroladamente. Cuando el sentido
de la lógica de ella está nublado por demasiada pasión hacia él, todo se
desborda. Es entonces cuando empieza a sentir que le necesita a él para ser feliz
y hasta para vivir, desencadenando a su vez que él empiece a perder el interés
por ella.

Si no controlas tus emociones, tus emociones te controlarán a ti. No


intentes negar tus emociones, es importante que reconozcas las emociones que
sientes (dependencia, enfado, etc.) para no dejarte llevar por ellas
descontroladamente. No se trata de no querer sentir emociones, sino de no
sentirlas en un grado excesivo, descontroladamente.

Cuando una mujer se pierde a sí misma en la relación

Una mujer con una alta autoestima sabe que es una persona completa por
sí misma. No le hace falta un hombre para sentirse completa. Ella sigue siendo
ella en una relación, no se pierde a sí misma en una relación.

Cuando una mujer está demasiado pendiente a las necesidades de él,


empieza a perder el sentido de las necesidades de ella misma y la persona que
era cuando inició la relación, empieza a desaparecer en esa relación.

Si ella está dispuesta a cambiarse a sí misma de cualquier forma para


conseguirle o para que él permanezca con ella, es un signo de una tremenda falta
de respeto hacia sí misma. Él lo notará enseguida y hará que él empiece a perder
interés por ella. A los hombres les gustan las mujeres que siguen siendo ellas
mismas y se respetan a sí mismas.

Reconoce cuándo se está desequilibrando la relación

A veces a las mujeres les cuesta reconocer que su pareja no invierte en la


relación tanto como ellas. Es muy importante que tan pronto como te des cuenta
de que está ocurriendo un desequilibrio a su favor (es decir, que él está
invirtiendo menos en la relación), corrijas ese desequilibrio, por muy pequeño
que éste sea.

Si no fueras sincera contigo misma sobre el comportamiento de él


contigo, podrías caer en la trampa de pensar que tus dudas sobre su inicio de
falta de interés hacia ti son sólo debido a tu imaginación, que no es algo real. Si
sientes que él está empezando a perder el interés por ti, es que tu instinto te está
avisando para que tomes medidas. Cuando en una relación te sientes incómoda
porque sientes que tú estás invirtiendo más en la relación que él, es hora de
actuar para corregir ese desequilibrio.

Una relación puede caer en un fuerte desequilibrio sin que ninguno de los
dos miembros de la pareja se dé cuenta de ello, por lo que debes corregir ese
desequilibrio si él se distancia de ti. No se trata de que estés mirando con lupa
todo lo que él hace y hasta el más mínimo detalle en el comportamiento de él.
Eso sería obsesión, él notaría ese comportamiento obsesivo en ti y tomaría más
distancia de ti. Se trata de que seas objetiva y sincera contigo misma cuando es
obvio que él se está empezando a distanciar.

No estés pendiente a él todo el tiempo, porque podría desembocar en que


te enfocases demasiado en él y en que el centro de tu vida fuera él, algo
contraproducente para una relación de pareja como hemos visto, ya que eso te
posicionaría en una posición débil en la relación. Se trata de que veas lo más
objetivamente posible la actitud de él hacia ti en general. Si tu intuición te dice
que algo no va bien, detente y reflexiona. Debes reconocer cuándo te estás
dejando llevar al lado menos fuerte.

Cuanto antes te des cuenta de que él está empezando a tomar distancia de


ti y antes lo corrijas, más fácilmente y rápidamente podrás hacerlo. Por
supuesto, no es lo mismo para una mujer corregir un desequilibrio cuando por
ejemplo él empieza a salir más de la cuenta con sus amigos sin ella que cuando
se da un fuerte desequilibrio a favor de él durante un año, cuando ya casi todo lo
que ella hace o dice le irrita. Cuanto más espere ella a corregir ese desequilibrio,
más difícil será y más extremas tendrán que ser sus acciones para corregirlo, por
eso, aunque por supuesto no se trata de que te obsesiones, sí debes estar atenta
desde el principio para que ello no ocurra.

No dejes que tus emociones te engañen queriendo justificar su


distanciamiento cuando no tiene justificación. Si llegaras a ese punto, la
reacción de él sería justamente la contraria, es decir, él dejaría de justificar tu
comportamiento aunque tuviera justificación. Cuando él se distancia de ti y tú
no corriges ese desequilibrio porque justificas su comportamiento, él hará lo
contrario, empezará a no gustarle tu comportamiento (que para él será
injustificado porque denota debilidad y sabe que él merece que le traten con
firmeza) y empezará a distanciarse cada vez más de ti.

Esto también es válido para el respeto. No dejes que cometa faltas de


respeto hacia ti, aniquílalo desde el principio. Recuerda que a los hombres les
gustan las mujeres que se respetan a sí mismas y no toleran faltas de respeto.
Cuando una mujer tolera faltas de respeto, él la ve como una persona débil y
empieza a tomar distancia de ella.

Nadia y Fabián habían comenzado una relación hacía unos


meses. Poco a poco, él había ido distanciándose cada vez más de ella
y ella, como es habitual, había estado esforzándose aun más por
atraerle. Él ya había anulado varias veces citas con ella en el último
momento y la actitud de ella fue decirle que no importaba, que se
verían entonces al día siguiente o cuando él pudiese.

Un viernes quedaron para ir a cenar a las 22.00, pero él la


llamó a las 21.00 para decirle que lo anulaba porque unos amigos
suyos habían quedado para ir a cenar y luego ir de copas. Según le
dijo, no le parecía adecuado que ella fuera, porque sólo iban a ir
hombres, así que la dejó ya arreglada para salir, hasta con su nueva
barra de labios “ Rouge Feu” y sus nuevas medias con liga de encaje
puestas.

A la mañana siguiente, ella decidió sorprenderle y le llevó a


las 12.00 (ya que sabía que se levantaría tarde) un gran desayuno que
se había parado a comprar en uno de los mejores sitios para desayunar
de la ciudad (para lo que tuvo que desviarse considerablemente). Al
llegar a casa de él, tuvo que tocar el timbre varias veces y esperar 10
min. en la puerta con su desayuno, que se enfriaba. Al abrir él, con
cara de medio dormido, le dijo, casi gritando, que le había despertado.
Ella le pidió perdón y le dijo que sólo quería que desayunara bien.
Desayunaron juntos (él con cara de pocos amigos y sin decir ni una
palabra).

Después ella le dijo que le gustaría invitarle a cenar esa noche,


ya que no lo habían hecho la noche anterior, diciéndole además que
estaba deseando que él viera las nuevas medias con encaje y el nuevo
conjunto de lencería que se había comprado para él y que esperaba que
esa noche pudiera hacerlo. Fabián se giró hacia ella, la miró con cara
de pena y le preguntó que por qué hacía todo eso. Cuando ella le
preguntó a qué se estaba refiriendo, él le dijo que no quería hablar
sobre el tema.

Al día siguiente, la dejó (después de haber sido invitado por


ella a una espléndida cena y de haber visto las medias de encaje y el
nuevo conjunto de lencería puesto y quitado). Ella le preguntó
llorando por qué, qué había hecho ella para que la dejara después de
todo lo que había hecho por él. Le pidió que no la dejara, que haría lo
que fuera por él, pero él sólo le dijo que no se arrastrase.

Debes reconocer que si él se ha distanciado de ti, tú también has tenido


responsabilidad en la situación creada; también tu papel ha sido decisivo para
alejarle. No te sientas culpable por haber mostrado esa actitud con él, porque tú
no eras consciente de las dinámicas que se habían reforzado en la relación que
reforzaban a su vez esa actitud de él hacia ti, pero es muy importante que
reconozcas que si tu actitud hacia él hubiera sido diferente, si le hubieras
planteado el reto de conquistarte en vez de ir más detrás de él que antes, la
actitud de él hacia ti también hubiera sido distinta.

Recuerda que cuando un desequilibrio ocurre, el que está en la posición


más débil empieza a sentirse nervioso por ello, entonces empieza a trabajar con
más intensidad para atraer al otro y el que está en la parte más fuerte empieza a
tomar distancia. No te sitúes a ti misma en una posición débil.

Síntomas de un desequilibrio a favor de él

Cuando una mujer permite que se produzca un desequilibrio en la


relación a favor de él, la relación mostrará signos de que así es. Algunas
actitudes frecuentes en ella que indican que ella está en la posición menos fuerte
en la relación son:

· Intentará hacer todo lo posible por complacerle, aunque él no se lo


merezca, desde limpiarle los zapatos a pasarle a limpio un informe para el
trabajo aunque tenga que dormir dos horas menos y llegar agotada al
trabajo por la mañana.

Si él no haría lo mismo por ti, no lo hagas tú por él. Por regla general,
no des a un hombre algo que no te haya dado antes él a ti. Si él no te ha
presentado a sus amigos, tú no le presentes a los tuyos hasta que lo haga. Si él
no te llama, tú no le llames. Si él te envía un mensaje de texto, tú le respondes
con un mensaje de texto, no con una llamada. Si él no está disponible para ti,
tú no estés disponible para él, etc.

En general, cuando una mujer le da a un hombre algo que él no le ha


dado antes a ella o le da algo que no se merece, él pensará que la tiene bajo su
control por completo y empezará a perder interés por ella. Lo que tienes que
hacer si estás en esta situación no es hacer todo lo posible por complacerle, sino
que él se plantee el reto de conquistarte.

· Empieza a mostrar interés activo casi sólo por cosas en las que él tiene
interés y deja intereses y aficiones que tenía antes de conocerle y seguiría
teniendo si no estuviera con él.

Incluso quiere pensar como él y empieza a hacer cosas que él hace, no


porque crea que es lo correcto o porque genuinamente disfrute de ello, sino
simplemente porque él piensa así y/o hace esas cosas y cree que de esa forma él
se sentirá más atraído por ella. Por ejemplo, podría empezar a interesarse por las
carreras de coches cuando todo lo que suponía para ella antes una carrera de
coches eran unas cosas que producían un zumbido horroroso dando vueltas y a
lo que no encontraba sentido y la aburrían tremendamente. O puede que ella
empiece la misma dieta que él, aunque no le haga ninguna falta, sólo porque él
sigue esa dieta y cree que eso les hará sentirse más unidos. Mientras tanto, él no
se interesa por las necesidades, intereses o aficiones de ella.

Si te perdieras a ti misma en la relación, él te vería como una persona


débil, sin personalidad propia y eso sería incompatible con que él esté
enamorado de ti.
· Se siente nerviosa por la situación de su relación.
· Se pasa el día distraída pensando en su relación.

Esto puede afectar a su trabajo, a sus estudios y a la relación con sus


amistades y su familia porque no puede concentrarse del todo en otra cosa. Sabe
que la relación no va bien y esa ansiedad es una de las muestras y es que su
instinto le dice que la situación no puede continuar así, que tiene que hacer
algo, pero todo lo que se le ocurre es ir detrás de él para intentar captar su
interés, lo cual le aleja más.

· Siente celos.

· Se vuelve posesiva, haciendo que él se sienta presionado.

· Piensa que él es un egoísta.

· Se muestra demasiado emocional.

· Es ella la que casi siempre inicia una relación sexual con él.

Siente tanta pasión hacia él y no a la inversa, que no puede refrenarse y


es que el miembro de la pareja que está en la posición menos fuerte es el que
siente más pasión por el otro. Él pasaría mucho más tiempo que ella sin hacer el
amor, pero se siente impulsada a casi presionarle sexualmente.

· Le llama más a él o inicia cualquier tipo de comunicación con él más que


él con ella.

· Es ella quien quiere verle a él más que él a ella y cuando él está con ella
parece distraído, aburrido o nervioso, no se siente bien con ella a solas o en
público y/o quiere dejarla muy pronto.

· Es ella la que accede a hacer lo que él quiere cuando salen mucho más que
él o por el contrario ella es la que casi siempre planifica qué hacer cuando
salen, porque él no se quiere tomar ninguna molestia en planificar para ella.

· Es ella la que inicia una conversación con él la gran mayoría de las veces.

· Es ella quien iniciará en una conversación el tema de iniciar una relación


seria o de matrimonio en caso de que ya estén en una relación seria.

· Su lógica le dice que debería dejar esa relación en la que recibe mucho
menos de lo que da, pero la pasión que siente por él la retiene. Cuando la
lógica dice esto a una mujer, es porque evidentemente está en una posición
débil.

Estos son cambios en la actitud en los que ella puede caer fácilmente si
no es consciente de las dinámicas que rigen la atracción en una pareja y si no
está pendiente a pequeños detalles que podrían iniciar una dinámica de atracción
en la que ella estuviera en la posición menos fuerte.

Si alguna de estas pautas se da en una relación, es que está ocurriendo un


desequilibrio a favor de él. Una mujer que para él es diferente a las demás,
corregirá ese desequilibrio.

Ante esta situación, él empieza a sentirse confuso, sólo sabe que antes se
sentía más atraído por ella y ahora sin saber por qué, se siente menos atraído.
Ella le pregunta por qué ahora ya no siente lo mismo y él intentará esquivar la
respuesta, diciendo que es sólo la percepción de ella o a lo sumo le dirá que no
sabe por qué y es que genuinamente no sabe por qué ahora ya no siente lo
mismo que antes.

Los pequeños detalles también cuentan

Los pequeños detalles (normalmente acumulados) también pueden iniciar


una dinámica que haga que la relación se desequilibre a favor de él, por eso, no
dejes que pequeños detalles hicieran que empezaras a perder el control. Debes ser
una mujer fuerte y firme para no verte vapuleada sin darte cuenta en tu vida
amorosa o en cualquier otro aspecto de tu vida.

Ejemplos de pequeños detalles que pueden iniciar una dinámica negativa


para una mujer, dejándola en el lado menos fuerte:

· Él un día le dice que estaría mejor con el pelo rizado que con el pelo liso
y ella en menos de una semana se hace una permanente.

· Él le dice que le gusta la lencería negra porque le parece sexy y ella


empieza a llevar todos los días lencería negra para atraerle.

· Van a la playa una semana y él le dice que le gustan los biquinis a rayas
y ella se compra dos biquinis a rayas y son los que lleva durante toda la
semana.

· Él le dice que le gustaría que le hiciera un streaptease y esa misma noche


le hace un striptease.

· Ella le llama y él no le contesta, así que ella empieza a llamarle cada 10


minutos. Al cabo de la tercera llamada él contesta y ella le echa una bronca
por no haber respondido la primera ni la segunda vez.

· Él le dice que le encanta la lasaña. Ella busca la receta y se la prepara al


día siguiente.

Si todavía no reconoces esos pequeños detalles, al cabo de un tiempo de


práctica, en el que te tendrás que esforzar, habrás alcanzado un punto en el que te
darás cuenta de que por impulso estabas a punto de reaccionar como antes, pero
te paras a reflexionar y no te dejas llevar. Al cabo de un tiempo más de práctica,
podrás reconocer esos detalles, pero ya ni siquiera tendrás el impulso que tenías
antes, por lo que ya no te hará falta ni pararte a reflexionar para retenerte a ti
misma.

Cuando él empieza a tener más control en la relación

Cómo actúa él

Probablemente él se siente culpable


Si has estado en una relación en la que él estaba en una posición mucho
más fuerte, ya fuera él quien decidiera terminar la relación o fueras tú porque él te
estuvo empujando fuera de ella, es muy probable que hayas pensado que era un
egoísta a quien no le importaste. Puede que hayas pensado que era un
desalmado, pero lo cierto es que muy posiblemente sí le importabas y se sentía
enamorado de ti originalmente y quería que la relación contigo funcionase, pero
la dinámica de la relación cayó en un desequilibrio a su favor sin que ninguno
de los dos se diera cuenta de ello.

Él tampoco era consciente de por qué ya no sentía lo mismo por ti, por
qué ya no estaba enamorado de ti, muy posiblemente deseaba volver a estarlo,
pero no podía. Cuando se rompe fuertemente el equilibrio a favor de uno de los
miembros de la pareja, se cae sin saber por qué en ese patrón de sentimientos y
de comportamiento.

Si él está en la posición fuerte, es muy probable que se sienta culpable


por no poder darte lo que tú le demandas. Seguramente también sufre
preguntándose por qué no puede querer a quien le quiere a él.

Su actitud con ella

Si él empieza a estar en la posición más fuerte en la relación y por tanto


a tener más poder en ésta, empezará a relajarse en su comportamiento para seguir
conquistándola. Empezará a no tener detalles con ella que a ella le gustan, a
querer compartir cada vez menos tiempo con ella, a querer hacer cada vez menos
cosas con ella, a no cuidar tanto su aspecto físico para atraerla como antes, etc.

La actitud que él tiene al principio de la relación, cuando quiere


conquistarla, no dura para siempre, pero si ella nota que él empieza a esquivarla
cada vez más, haciendo cada vez menos para que ella quiera seguir estando con
él, es que la relación está cayendo en un desequilibrio a favor de él y él empieza
a tener el control de la relación porque ha empezado a invertir emocionalmente
menos en la relación que ella.

En ese punto, él empieza a poner excusas como el trabajo, que tiene que
ayudar a su madre o a su amigo a hacer algo, que tiene una cena con amigos a la
que sólo van a ir hombres, etc., para evitar verla si no viven juntos o para pasar
menos tiempo con ella si viven juntos. Él cree que así evitará las discusiones
sobre su relación. Ella sabe instintivamente que sus excusas no son verdad, pero
intenta engañarse intentando hacerse creer a sí misma que es sólo su
imaginación.

Él empieza a ver en ella defectos donde antes veía virtudes. Puede que
antes le encantara el físico de ella, pero ahora empieza a ver defectos en éste. Tal
vez le encantaba cómo cocinaba, sin embargo ahora empieza a no gustarle su
forma de cocinar, o sus bromas antes le hacían reír y ahora le ponen de mal
humor, o ya no le parece tan inteligente como antes (incluso puede que ella
empiece a parecerle un poco tonta por muy inteligente y brillante que sea
intelectualmente). Ella empieza a irritarle cada vez más, le aburre y hasta puede
que se avergüence de ella en público.

Cuando una persona se enamora, ya sea hombre o mujer, también se da


cuenta de los defectos que él/ella tiene, pero siente tanta pasión hacia él/ella que
piensa que esos defectos no le importan mucho e incluso puede pensar que esos
defectillos le dan más personalidad y encanto a él/ella. Sin embargo, cuando una
persona se desenamora, el proceso es el inverso, empieza a ver defectos en lo que
antes veía como virtudes.

Cuando se da un fuerte desequilibrio a favor de él, es probable que al


cabo de un tiempo, él haya perdido el interés por hacer el amor con ella o quiera
hacerlo cada vez menos. El sexo para él empieza a ser una obligación en la que
los sentimientos se quedan fuera, relegándolo a un acto sólo físico.

Puede que él no quiera verla durante el acto, queriendo hacerlo sólo con
la luz apagada o que cierre los ojos imaginándose estar con otra persona (cuando
él cierra siempre los ojos y sólo los abre lo más imprescindible durante el acto
suele ser porque se está imaginando con otra persona). Él intenta esquivar los
besos de ella. Cuando la besa lo hace porque lo percibe como una obligación
durante el acto y sus besos ya no son intensos, apasionados como antes, sino
cortos y poco intensos. Puede que en algunos casos sólo lo haga con los labios
cerrados. Él ha perdido la pasión y el deseo por ella.

Es posible que él ya casi no tenga ojos para ella y sólo los tenga para
otras mujeres. No es algo malo si él mira de vez en cuando a una mujer guapa,
de la misma forma que ella puede mirar a un hombre guapo de vez en cuando;
eso no quiere decir que quiera tener sexo con otra, pero cuando él casi no la mira
y sí mira mucho a otras, es un síntoma de que él ya no la desea y sí desearía
tener sexo con otra/s. Tal vez él se fije en otras mucho menos guapas que ella,
pero el trasfondo del asunto es que las otras no son ella, no son una mujer a
quien él tenga controlada, como a ella. Le emociona la idea de tener que
conquistar a otra porque ya ha perdido esa emoción en su relación con ella y por
lo tanto, ella le aburre.
También suele ocurrir que él ahora ya no quiera comunicarse con ella,
evitando en todo lo posible hablar con ella. Mientras antes la comunicación era
espontánea, ahora es forzada y prácticamente funcional (se comunica con ella
sólo para hablar de cosas que hay que hacer para la casa, para los niños, etc.)

Mientras, ella le presta cada vez más atención y le insiste para hablar con
él sobre solucionar su relación, pasar más tiempo juntos y hacer más cosas
juntos. A él le irrita que ella vaya detrás de él queriendo hablar siempre sobre
solucionar su relación y diciéndole que tienen que pasar más tiempo juntos
porque para él el tiempo que pasan juntos ahora no es tiempo de calidad, algo
que le emocione ni disfrute en absoluto.

Ahora él se enfada con ella por pequeñas cosas, como dejar abierto el
bote del champú. Cuando él tiene esos ataques de ira, ella habitualmente no se
atreve a decir nada en ese momento porque teme que si en un momento así ella
saca a relucir el tema de su relación, él puede decir, en ese momento de ira, lo
que ella teme que esté pensando: que cada vez siente menos por ella. Mientras,
él no se atreve a hablar con ella sobre el problema en su relación, no se atreve a
contarle a ella cómo se siente, lo que está dejando de sentir por ella.

Sabe que es quien controla la relación pero siente que ha perdido el


control de su vida y secretamente la culpa a ella por tenerla paralizada. Cree que
ella es la culpable por tenerle atascado en su vida que ya no disfruta. Ahora él la
aborrece por ser tan dependiente de él, la percibe como una enorme carga en su
vida y empieza a pensar que tal vez sería mejor librarse de esa carga.

Él se siente cada vez más atrapado y no sabe si podrá volver a quererla


como su pareja, aunque cada vez lo ve más lejano. Ni siquiera sabe si podrá
volver a querer a alguien apasionadamente.

Empieza a sentir pena por ella y en parte le dolería dejarla por este
motivo. Es incompatible que una persona sienta pena por alguien y que a la vez
esté enamorada/o de él/ella, así que actúa para que no ocurra; de lo contrario,
retomar control en vuestra relación sería muy difícil.

Él intenta ver lo bueno en ella en un intento por reavivar la pasión, pero


no puede sentir pasión por ella y empieza a pensar que tal vez sea mejor dejar la
relación y que encontraría a otra mujer mejor que ella, una mujer que le hiciera
sentir pasión de nuevo.

No sabe qué hacer. Sabe que ella le quiere y se lo demuestra y no


entiende por qué ya no siente lo mismo, aunque desearía que así fuera. Por otra
parte, se siente cada vez más atrapado en la relación y piensa que si la dejara
dejaría de estarlo, pero también sabe que si la deja, quizás esté cometiendo un
error dejando a una mujer que ha querido tanto y que le quiere tanto a él. Siente
que sea cual sea su decisión, perderá algo importante. Su lógica le dice que
debería quedarse con ella, pero al mismo tiempo desea no estar con ella.
Mientras tanto, a ella su lógica le dice que debería dejarle, pero al mismo
tiempo desea seguir con él.

En este punto en el que él ya ha empezado a pensar que quizás sea mejor


dejar la relación pero no está todavía completamente seguro de que esa sea la
mejor solución, es cuando hay más riesgo de que él sea infiel porque quiere
volver a sentir pasión y cree que no puede volver a sentirla con ella, pero al
mismo tiempo tampoco quiere todavía correr el riesgo de dejar la relación.
Quiere saber qué sentiría teniendo sexo con otra mujer.

También en este punto puede que él proponga dejarlo por un tiempo


para ver cómo se sienten. Así él es libre de estar con otras pudiendo volver más
tarde con ella si quisiera. Ella preguntará qué es lo que ha fallado, qué tendría
que hacer ella para hacer que las cosas funcionen, pero habitualmente él
responderá que no es culpa de ella sino de él (la famosa frase “ no eres tú, soy
yo”), que está estresado en el trabajo, etc.

Él tratará de animarla diciéndole que estará bien, que si no vuelven a


estar juntos, encontrará a otro hombre que le dé todo lo que ella merece. Por
supuesto, si se da esta situación, lo más seguro es que no piense volver con ella
en el futuro, pero piensa que diciéndole que es una ruptura temporal para
aclararse, hará que ella vaya aceptando la ruptura poco a poco.

Secretamente él quiere que ella muestre fortaleza

Él piensa cada vez con mayor intensidad que puesto que ella soporta su
comportamiento de falta de respeto y distanciamiento constante sin hacer nada,
es una persona débil, controlada por él. Lo que secretamente desearía es que ella
mostrara fortaleza, pero ella sigue mostrando el mismo comportamiento y eso
hace que él sienta cada vez menos por ella.

Instintivamente sabe que el comportamiento de ella no es el correcto


cuando ella empieza a invertir más en la relación cuando él se distancia y por
ello no es extraño que en este punto él empiece a echarle la culpa a ella de la
situación de su relación.

Cómo actúa ella


Cuando para una mujer su relación empieza a desequilibrarse a favor de
él y no sabe cuáles son las verdaderas dinámicas de la atracción, no sabe qué es
lo que está pasando, sólo que él ha empezado a “ desconectar”, que él cada vez
quiere estar menos tiempo con ella y cada vez quiere compartir menos con ella,
a lo cual ella reacciona invirtiendo más emocionalmente en la relación,
esforzándose más por atraerle y enamorarle, porque según su lógica, cree que así
le atraerá y le enamorará, pero lo cierto es que ese comportamiento hace que él
se sienta aun menos atraído por ella y más atrapado.

Cuando una mujer empieza a estar en una posición débil en una relación,
suele intentar solucionarlo, entre otras cosas, poniéndose más guapa para él.
Puede que se cambie el color del pelo, el peinado, que empiece una dieta para
perder peso, empiece a hacer ejercicio, se maquille más, etc.

Querer tener buen aspecto para ella misma y para los demás es algo sano,
pero cuando lo hace sólo para atraerle, él nota rápidamente que ella lo está
haciendo sólo por ese motivo, para tener su aprobación y él toma más distancia
de ella porque cualquier intento de solución que él note por parte de ella, hará
que se distancie más porque le dará a él aun más poder, más control en la
relación y eso hará que él sienta aun menos por ella.

Es frecuente que en esta situación él sugiera cosas a ella con la intención


de que le parezca más atractiva. Puede que le sugiera leer ciertos tipos de libros,
peinarse de otra forma, adquirir otros hábitos, que deje otros, etc., intentando
cambiarla. Ella piensa que si cambia, haciendo lo que él dice, él se sentirá más
atraído hacia ella.

Cuando ella acepta sus sugerencias y empieza a esforzarse en un intento


por tener su aprobación, para atraerle, la reacción de él es justo la contraria,
distanciándose cuando él ve en ella la falta de personalidad, de autoestima y de
confianza en sí misma, aceptando y aplicando cualquier sugerencia suya para
atraerle y es que es eso lo que él inconscientemente de verdad echa de menos, la
mujer con alta autoestima, con confianza en sí misma que conoció al principio
(o al menos él creía que ella poseía estas cualidades), pero no lo sabe
conscientemente.

Ella le culpa a él por no cubrir sus necesidades, pero al contrario que él,
no se atreve a decirle nada por miedo a que salga a relucir el verdadero problema
y calla. No entiende cómo a pesar de darle todo lo que puede, él la rechaza.
Escapa a su lógica, puesto que cree que si él le diera a ella todo lo que ella le da
a él, ella sería muy feliz.

Retoma el control

Si pensabas que un hombre sólo puede estar enamorado de una mujer al


principio de una relación y que eso dura poco, es porque todavía no sabías que
era producto de un desequilibrio en tu relación a favor de él y ese desequilibrio
no era corregido y no se creó una nueva dinámica en la relación para que fueras
tú quien tuviera más control que él, tomando distancia para reavivar su interés
por ti, pero no te culpes por ello. Todas las mujeres (o al menos casi todas) han
caído en esa dinámica alguna vez sin ser conscientes de lo que estaba pasando.

No le hagas sentir demasiado seguro

Recuerda que hacer sentir a un hombre demasiado seguro en la relación


es algo letal para ésta.

Si estás en una relación y él parece estar perdiendo el interés, podrías


volver a hacer que sienta pasión por ti de nuevo haciendo que se sienta un poco
inseguro, que ya no te tiene bajo su control. Eso podría hacer que él quiera
volver a tenerte bajo su control para dejar de sentir esa inseguridad, para volver a
conquistar lo que antes creía que era suyo, despertándose en él de nuevo el reto
de tener que conquistarte y queriendo acercarse más a ti.

Aída y Manuel llevan casados más de diez años, pero ella sabe
cómo reavivar su interés cuando él parece estar empezando a perder
interés por ella. Ella entonces se arregla más de lo habitual, llega un
poco más tarde de lo habitual, queda un poco más con sus amigas e
inicia una nueva actividad que tenía pensado hacer o intensifica en
tiempo las que ya practica. En poco tiempo él la reclama para pasar
más tiempo juntos.

Cuando le haces sentir a un hombre demasiado seguro en una relación,


porque haga lo que haga tú estarás para él ahí incondicionalmente y que tú harás
lo que sea por él, él siente que controla la relación, que se puede relajar y no
trabajar más en ella, porque ya harás tú todo el trabajo y que puede hacer
cualquier cosa, aunque sea algo que implique faltarte a ti el respeto, porque sabe
que haga lo que haga tú estarás siempre ahí para él, así que la clave es no hacerle
sentir demasiado seguro, sino que sienta un poco de inseguridad.

No se trata tampoco de hacerle sentir demasiado inseguro, pues ello


podría provocar que huyera de la relación pensando que puede perder demasiado
en el intento por conquistarte. En una relación él debe sentir que puede contar
contigo, que no le vas a abandonar a las primeras de cambio por otro o por algo
que no tiene importancia, pero nunca debe sentir que te tiene controlada o que es
él quien controla la relación, por eso un toque de inseguridad es lo que necesitas
para que no pierda el interés en ti.

Piensa como él piensa en el lugar de él en vez de lo que tú pensarías en su


lugar

Las mujeres tienden a intentar ponerse en el lugar de él imaginando lo


que ellas sentirían si estuviesen en su lugar, pero en general no imaginan lo que
él piensa estando en el lugar que él está, piensan lo que ella pensaría en el lugar
de él. En vez de imaginar lo que tú pensarías y sentirías si estuvieses en el lugar
de él, imagina lo que él piensa y siente estando en el lugar que él está, con sus
circunstancias, sus ideas, sus creencias, su personalidad; las de él, no las tuyas.
Imagínate cuál es la percepción de él sobre ti, no desde tu punto de vista si tú
estuvieras en su lugar, sino desde su punto de vista. Esa es la verdadera
empatía.

De nuevo, debido a factores genéticos, a la diferente educación recibida y


a las diferentes experiencias vividas, que han hecho que tengamos una
percepción diferente del otro sexo, los hombres y las mujeres tienen ideas
distintas respecto al otro sexo.
No hagas lo que crees que a ti te gustaría que él hiciese por ti si
estuvieses en el lugar de él. Imagina en cambio lo que él piensa y lo que siente,
piensa lo que él necesita para atraerle pensando como él piensa, sintiendo como
él siente en el presente. Para intentar verte a ti misma desde su punto de vista,
primero tienes que atender a lo que él dice y a cuál es su actitud contigo lo más
objetivamente posible.

Es entonces cuando te das cuenta de que lo que él necesita para sentirse


atraído por ti no es que le colmes de atenciones desmedidamente, sino saber que
eres una mujer fuerte, que se ama a sí misma, que no tolera ninguna falta de
respeto y que le des en la medida en que le tienes que dar en cada momento, no
excesivamente.

Cambia tú primero si tienes que hacerlo


Seguramente habrás intentado cambiarle directamente, pero te habrás
dado cuenta de que por más que lo has intentado no sólo no has podido, sino
que la actitud de él ha sido poner cada vez más resistencia a cambiar.

No hay nada que puedas hacer por cambiarle a él directamente. No ha


servido de nada que intentaras hablar con él de vuestra relación, que le dijeras
hasta la saciedad que teníais que pasar más tiempo juntos, que tiene que ser más
atento contigo, etc. La única forma de hacer que cambie no es intentar que
cambie directamente, sino indirectamente. Te estarás preguntando cómo. La
respuesta es cambiando tú primero. Si tu comportamiento hacia él cambia,
también cambiará el suyo hacia ti. Esa es la única forma en que puedes hacer que
cambie.

Actúa

Si estás en una relación en la que él abusa de ti y permites que siga


haciéndolo porque piensas que él cambiará con el tiempo, tengo que decirte que
el que toleres que lo haga no hará que ese abuso desaparezca, sino que lo
potenciará.

Hay mujeres a las que la idea de hacer algo conscientemente para que una
relación cambie no les gusta. Piensan que eso es manipular, que es algo
antinatural, que las cosas en una relación deben ser sólo espontáneas, dejándose
llevar por él y por la situación sin pensar. El caso es que las mujeres que
piensan así terminan perdiéndose a ellas mismas en la relación porque la
relación ha absorbido su personalidad, se obsesionan con él, su principal
objetivo termina siendo que él las quiera, estando dispuestas a todo para ello.
Eso a su vez hace que él se sienta más agobiado, que quiera escapar con más
intensidad, lo cual provoca en ellas más obsesión, más inversión emocional en
la relación, creándose así un círculo vicioso muy peligroso. Si esto te sucede y
no haces nada por cambiar la situación, él no podrá verte como alguien especial.

Date cuenta de que lo natural es ser tú misma. Si la relación se


desequilibrara a favor de él, empezarías a dejar de ser (al menos en parte) tú
misma. Cuanto más desequilibrada esté una relación a favor de un hombre, ella
será menos ella misma y más perderá la personalidad que a él le atrajo en un
principio.

Dejarse llevar por lo que se siente sin más, querer abandonarse a la


pasión sin pensar, pasa una factura muy cara: dejar de ser tú misma. Lo que
propongo es tener el control sobre ti misma para ser tú misma siempre. Eso es
lo que más atrae a un hombre.

Si tu lógica te ha dicho hasta ahora que la forma de hacer que él cambie


su comportamiento negativo hacia ti es ir detrás de él para atraerle, seguramente
tengas miedo, pero reflexiona sobre el resultado y te darás cuenta de que eso no
funciona. Sé valiente y rompe con esa dinámica negativa. No seas como una
mosca que intenta salir al exterior a través del vidrio de una ventana medio
abierta, que se golpea una y otra vez en el intento, sin darse cuenta de que todo
lo que tenía que hacer era desviarse un poco para encontrar el camino.

Cuando una mujer ha estado durante un largo tiempo siendo muy


dependiente de un hombre, puede que tenga miedo a cambiar. Puede que piense
que si toma distancia de él, él también tomará más distancia de ella y la relación
se romperá.

Cuando el miedo paraliza a una mujer y no actúa, se queda atascada en


esa situación. Si el miedo te paraliza, piensa que cuando una mujer toma
distancia con intereses fuera de la relación en una caso así y él no se siente más
atraído por ella cuando es más independiente, más segura de sí misma y tiene
una mayor autoestima, es que no hay nada que hiciera que él se sintiera más
atraído por ella. Si la relación llegara a romperse por ello, lo único que habría
pasado es que se habría adelantado el final que hubiera sucedido sin duda más
tarde.

Toma distancia de él cuando empiece a perder interés por ti

Si has estado en una relación desequilibrada a favor de él, en la que te


sentías fuertemente enamorada y querías ganar su amor yendo detrás de él,
mostrando la actitud de querer aproximarte cada vez más a él, recordarás que su
reacción fue justo la contraria, distanciándose más de ti y es que como hemos
visto, la solución no es intentar aproximarte más a él, sino tomar distancia de él
para captar de nuevo su interés en ti.

Si él viera que te sientes ansiosa por atraerle, por que se enamore de ti,
sabría que él está en la parte más fuerte y se aprovecharía de ello. Si sientes
ansiedad, contrólala.

Si empiezas a trabajar con mayor intensidad en la relación que él porque


piensas que así le atraerás más, él lo notará sin duda, se empezará a relajar,
dejará que seas tú quien haga la mayor parte del trabajo en la relación y tomará
más distancia de ti, lo cual, si no has controlado la ansiedad, el nerviosismo,
desde el principio, puede causarte más ansiedad y querer trabajar aun con más
intensidad en la relación, provocando a su vez aun más distancia en él. No dejes
que ese círculo vicioso entre en tu relación nunca.

La forma de corregir su distanciamiento no es como podría dictar a una


mujer su lógica ir detrás de él, sino contrariamente, tomar distancia tú misma de
él. De esa forma, él notará que no tiene del todo el control sobre ti y volverás a
captar su interés porque querrá seguir conquistándote.

No se trata de que hagas lo contrario de lo que él te dice o le gustaría,


sino de que no hagas sólo lo que él te dice o le gustaría. Dale de eso, pero no
demasiado. Si le dieras demasiada dosis de ello, vería que ya te tiene
conquistada del todo y perdería la emoción de tener que seguir conquistándote,
por lo que perdería el interés por ti, alejándole cada vez más.

Tampoco se trata de que le des demasiado poco. Si él te viera como


inaccesible hiciera lo que hiciera, empezaría a perder el interés. Sería como
cuando tú quieres comprarte una casa, pero ni te molestas en mirar una de 10
millones de euros porque sabes que no va a poder ser tuya, así que ni te
interesas por ella y buscas otra.

Adrián estaba muy enamorado de Tania y así se lo


demostraba. La llamaba varias veces y quería verla todos los días,
tenía detalles con ella, era atento y muy cariñoso con ella.

Ella estaba encantada y disfrutaba de ello, pero, a pesar de estar


enamorada también de él, no se abría a él. Él la abrazaba
frecuentemente, pero ella nunca lo hacía por iniciativa propia. Él le
decía lo que encontraba de bonito y positivo en ella, pero ella nunca le
decía lo que creía que tenía él de bonito y positivo. Siempre era él
quien tomaba la iniciativa para hacer el amor. Casi siempre era él
quien la llamaba y casi nunca a la inversa.

Tania había recibido una educación muy estricta. Le encantaba


recibir amor y quería también darlo, pero no sabía cómo, porque
nunca la habían enseñado a mostrar sus sentimientos.

Al cabo de unos meses, Adrián estaba preocupado por la


actitud de ella. Pensaba que ella no le correspondía y así se lo dijo.
Tania le respondió que sí le quería también, pero no sabía cómo
demostrárselo porque nunca lo había hecho. Ella le pidió un poco más
de tiempo. Adrián esperó pacientemente durante seis meses más, pero
ella no cambió su actitud con él. Al cabo de ese tiempo, él ya llevaba
muchos meses sintiéndose frustrado, porque ella nunca le había
demostrado que era correspondido, así que decidió dejarla. Cuando
Tania le pidió que no la dejara, diciéndole que a partir de ese
momento le demostraría que también le quería, él ya no la creía,
pensó que en todo caso representaría un papel forzadamente.

Aunque debes dejar que él trabaje en la relación un poco más que tú, no
esperes que él haga todo el trabajo. Un hombre también puede perder el interés
si ella le da demasiado poco, porque la verá como inalcanzable haga lo que
haga, se sentirá frustrado constantemente y eso hará que su trabajo en la relación
lo empiece a ver como un esfuerzo desperdiciado.

La medida en que le debes dar emocionalmente para que el equilibrio


esté ligeramente a tu favor, es siempre en general un poco menos de lo que él te
dé, a no ser que él esté pasando por un mal momento (la muerte de un ser
querido por ejemplo). En un caso así, tú deberías estar para él sin tener en
cuenta si él te da menos o no, de la misma forma que él debería estar para ti,
aunque aun en un caso así, debes estar pendiente a no agobiarle. Hazle saber que
estás disponible para él pero no le agobies.

Se trata de que le des cuando él te da, aunque siempre en general un


poquito menos, de que cuando se lo des disfrutes dándoselo, de lo contrario lo
notaría y él tampoco disfrutaría contigo y de que cuando él deja de dar, tú tomes
distancia para reavivar su interés por ti.

Cuándo debes dar, cuánto y cómo se convierte en un juego no difícil con


un poco de práctica. El juego consiste en comprender la posición de cada una de
las dos fuerzas (él y tú).

Ten intereses, aficiones y actividades fuera de la relación

Como ya hemos visto, lo que funciona es que tomes distancia de él


cuando él se distancie de ti. La forma de hacerlo es teniendo intereses activos y
aficiones fuera de la relación para ser más independiente. Si es tu caso, piensa en
qué te gustaba hacer antes de que esa situación empezara a darse y empieza a
practicarlo de nuevo. O tal vez haya algo que has estado queriendo hacer pero
todavía no has iniciado, como estudiar de nuevo. Piensa en cuáles son de verdad
tus intereses y aficiones, no los de él, y toma distancia de él a través de ello.
Actuando de esta forma, conseguirás ser más independiente.

Cuando eres más independiente, también aumenta tu autoestima, te


sientes más segura de ti misma y te vuelves más misteriosa y más imprevisible
con él. Esta mezcla es algo esencial para captar el interés de él por ti.

Algo que es tremendamente atractivo para los hombres en una mujer,


porque denota fortaleza, es que se esfuerce por conseguir cosas que para ella son
importantes fuera de la relación, sobre todo si las consigue.

Cuando actúes para tomar distancia de él, en lo que te intereses y hagas


fuera de la relación tienen que ser cosas que genuinamente te interesen, con las
que de verdad disfrutes. Si intentas hacerle creer que disfrutas con algo fuera de
la relación con lo que en realidad no disfrutas, él lo notará y sabrá que estás
jugando para captar su interés y el efecto será el contrario. Seguro que hay algo
de lo que de verdad disfrutas.

El ciclo que debe repetirse continuamente en una relación de pareja

Por lo tanto, como ya he dicho, para estar en una posición más fuerte en
la pareja y tener un poco más de poder en la relación que él, lo mejor es dar un
poco menos que él en general a lo largo de la relación, pero muy de vez en
cuando, cuando él te demuestre su amor por ti plenamente, llega tú a darle un
poquito más que él a ti durante un periodo corto de tiempo, para después
disminuir esa intensidad hasta llegar de nuevo a darle un poco menos que él a ti
para estimularle de nuevo a darte más, porque él querrá volver a sentir lo que le
hacías sentir cuando tú le dabas más. De esa forma, él se mantendrá atraído por
ti porque no se aburrirá, siempre tendrá el reto de volver a conquistarte para que
le vuelvas a demostrar tu amor más intensamente, pero para eso, debe haberlo
probado antes y volver a probarlo muy de vez en cuando para volver a recordarle
lo delicioso que es.

Es como el vaivén de las olas. Viene y va, vuelve a venir y se vuelve a


ir y cada vez que se va, él vuelve a invertir más en la relación para que vuelva de
nuevo. No escatimes cuando sea el momento de dar para ti. A él también le
gusta que le digas cosas bonitas sobre él y que le mimes un poco (sin llegar a
ser cargante, claro). A algunas mujeres les cuesta abrirse hasta ese punto, pero si
no lo haces, no podrás hacerle saborear lo delicioso que es que le demuestres tu
amor y sería muy difícil que llegara a “ engancharse” contigo.

Quizás debas hablar con él

Si hasta ahora has sido muy dependiente de él durante un largo tiempo y


necesitas tomar distancia, habla con él sobre ello. No le digas bajo ningún
concepto que lo haces para captar su interés, porque eso agotaría la
imprevisibilidad, el misterio.

Dile que has estado reflexionando y crees que has sido hasta entonces
demasiado dependiente, que eso ha hecho que te sintieras más nerviosa y que
necesitas hacer otras cosas fuera de la relación para sentirte mejor contigo
misma. De esa forma, él te verá como una mujer más independiente, pero al
mismo tiempo tendrá la tranquilidad de saber que no has desconectado de la
relación, que no estás pensando en dejarle o no le estás siendo infiel con otro (lo
cual podría provocar que lo hiciese él primero si pensara que lo estás haciendo
tú).
SEGUNDA PARTE
CAPITULO IV
EL INICIO
No te involucres con hombres que tengan pareja

Sé que esto es algo obvio, pero quiero recordarlo: no tengas nada con
hombres casados o que aunque no le estén, tengan pareja. Además de que
éticamente es algo incorrecto, te dejaría con muy mal sabor porque estarías
invirtiendo tu energía en un hombre que es muy improbable que alguna vez
pudiera tomarte en serio, sobre todo si vive con su pareja, más aún si está
casado y aún más si tiene hijos con esa mujer. Si soportaras eso, él pensaría que
podrías soportar cualquier falta de respeto. Si te respetas a ti misma, no lo harás.

La gran mayoría de las mujeres que se han liado (y esa es la palabra,


liarse, porque sólo llega a ser un lío) con hombres que tenían pareja, sobre todo,
como he dicho anteriormente, si vivían con ella, han terminado por desperdiciar
ese tiempo de sus vidas en algo que estaba avocado al fracaso desde el mismo
principio. Durante esas historias, esas mujeres han estado esperando a que las
llamasen o les enviaran un mensaje de texto a escondidas, esperando a saber
cuándo podrían verle, disminuyendo considerablemente su vida social porque
tenían que adaptarse a los pequeños huecos que ellos les dejaban cuando ellos
querían y no han tenido ninguna relación de pareja por la misma razón, porque
tenían que adaptarse a un hombre que no les daba casi nada.

Si estás en algo así con un hombre que tiene pareja, date cuenta de que
aunque dejara a su pareja, al igual que está siendo infiel contigo, lo más seguro
es que también te fuera infiel a ti. Ese tipo de hombres son así. Eso no puede
llevarte a nada bueno, incluso si dejara a su pareja por ti.

La fase de inicio no es una relación de pareja

Tienes que tener muy claro que no cualquier contacto continuado con un
hombre es una relación de pareja. Cuando empieces a salir con alguien, no dejes
de seguir conociendo y salir con otros hasta que sepas que el hombre que te
gusta es compatible contigo y te haya demostrado que se lo toma en serio,
como una relación de pareja contigo.

La mayoría de las mujeres piensan que empezar a salir con alguien es empezar a
tener una relación de pareja, pero en muchos casos no es así. Pensar así es poder
ponerse en una posición vulnerable desde la que desaprensivos con pocos
escrúpulos pueden abusar de ellas (remítete a la condiciones básicas que tienen
que cumplirse cuando él se lo toma como una relación de pareja, en el apartado
“ Cuando él se toma lo vuestro como una relación”, en el capítulo V). Muchos
hombres tienen como objetivo la conquista de una mujer, meterse en su cama y
largarse y una mujer que cree que tiene una relación de pareja en cuanto empieza
a salir con un hombre desde el principio, puede ser blanco de uno de esos
desaprensivos.
El principal objetivo de los hombres cuando conocen a una mujer

El principal objetivo de la mayoría de los hombres cuando conocen a


mujer que les gusta es sexo, te guste o no. La mayoría no piensan en casarse
con ella ni en que tiene potencial como para querer en el futuro formar una
familia con ella, pero no te alarmes, también la mayoría pueden cambiar ese
objetivo en poco tiempo cuando ven que la mujer con la que salen es especial,
cuando ven que es una mujer fuerte, firme, femenina, positiva y a quien hay que
conquistar para acceder a ella. Entonces empiezan a verla como especial y es
cuando quieren exclusividad entre los dos.

Sigue con tu vida de la misma forma que estaba y sigue conociendo y


saliendo con otros

Mientras él no te demuestre que se lo toma como una relación de pareja


contigo, sigue tu vida de la misma forma que estaba hasta que le conociste, pero
incorporándole en algunos espacios de tu tiempo cuando se lo merezca. Eso, por
supuesto, quiere decir que debes seguir conociendo a otros y saliendo con otros
hasta entonces. Eso es lo que han hecho siempre y siguen haciendo la gran
mayoría de los hombres, pero por supuesto, él nunca te lo contará. Él intentará
hacerte creer que sólo sale contigo desde el principio.

Aunque tener fe es algo fantástico, no lo es en las relaciones cuando él no


demuestra que está comprometido. Remítete no sólo a sus palabras, sino
también a sus actos contigo. Las palabras románticas son maravillosas sólo
cuando están respaldadas por sus actos pero si no lo están, simplemente está
mintiendo.

De la misma forma que los hombres salen con varias a la vez al principio
(que como ya te he dicho, son la gran mayoría) y no se lo cuentan a ella, no le
digas que tú sales también con otro/s. Piensa que es una mentira blanca, puesto
que no estás siendo infiel a nadie, ya que todavía no hay una relación de pareja.
Si supiera que tú lo haces, pensaría que eres alguien que le sería infiel y le
podría dejar en la estacada a las primeras de cambio (aunque él lo haga).

De momento, sólo salís, lo pasáis bien y os estáis conociendo. En esta


fase, se trata de que le evalúes para saber si es compatible contigo y si lo es,
tomártelo como una relación de pareja sólo cuando él te demuestre que así se lo
toma.

Salir con varios a la vez hasta que empiece a ser una relación de pareja
tiene múltiples e importantes beneficios:

· No tendrás la posibilidad de quedarte atascada en caso de que él no se lo


llegara a tomar nunca como una relación, puesto que tú has seguido
conociendo a otros y podrías dejar de verle sin que te doliera (o al menos
con anestesia) en ese caso.

· En el caso de que no llegase a una relación, no sentirías que ha sido una


pérdida de tiempo cuando dejaras de verle, simplemente sabrías que te lo
has pasado bien y que has aprendido algo más sin que tu vida amorosa se
detuviera.

· Estarás segura de que tienes opciones y eso hace que puedas ver las cosas
más claras, siendo más objetiva sobre su actitud contigo, a la vez que hace
que puedas escoger de entre los varios hombres con los que sales, el más
compatible contigo y mejor te trate.

· Tendrás más seguridad en ti misma y ello se reflejará en tu actitud y él lo


notará.

· Ayudará a que no estés demasiado disponible para él, puesto que tendrás
también otros a los que prestar atención. Tu atención no quedará centrada
en uno solo, sino en varios a la vez, haciendo que se diluya. Como ya
hemos visto, estar demasiado disponible para él hace que él empiece a
perder interés y eso es algo a evitar siempre.

· No querrás ir tan deprisa, puesto que te estás divirtiendo y conociendo a


varios a la vez, querrás tomártelo con más calma para evaluarles y
compararles entre ellos. De esa forma, será él el que quiera más de ti que tú
de él y eso le atraerá más.

· Ayudará a que en vez de ser tú la que trabaje para que se inicie una
relación, dejes que sea él quien se esfuerce mucho más que tú para ganarte
(puesto que hay varios que quieren ganarte) y recuerda que esta es una regla
fundamental para que él se enamore de verdad de ti.

Aquí debo aclarar que a no ser que lo único que quieras sea sexo, no se
trata de acostarte con los varios hombres con los que salgas, sino de conoceros
sin sexo hasta que empieces una relación de pareja con uno de ellos.

Cuando inicies una relación con uno de ellos, será el momento de dejar
de ver a los demás, de otra forma, estarías incurriendo en infidelidad.

El primer contacto
Poder de atracción

En principio, las personas más compatibles entre sí son las que tienen
un nivel de poder de atracción similar cuando se conocen, aunque por supuesto,
esto no previene de futuros desequilibrios.
En una relación, el miembro que menor poder de atracción tenga, será el
que se enamore más rápidamente.

No confundas atracción física a primera vista con amor a primera vista

Cuando dos personas se conocen y hay una fuerte atracción entre los dos,
se puede llegar a pensar que se ha sentido amor a primera vista, pero no te
confundas, es sólo atracción física lo único que en el primer momento podéis
sentir el uno por el otro.

No cometas el error de ser demasiado pasional y pensar que estás


enamorada desde el principio. Si cometes ese error, puedes ser presa de
desaprensivos que quieran aprovecharse de ti. Si lo que creyeras sentir desde el
principio fuera enamoramiento hacia él, él captaría enseguida que te tendría
controlada desde el principio y por tanto, harías desde el principio que él
empezara a invertir en la relación menos que tú.

Es válido que ella inicie el primer contacto

Aunque siempre es mejor si es él quien inicia el primer contacto para


conocerla, no es algo indebido si ella hace la primera toma de contacto, pero a
lo hombres les gusta conquistar. Si ella hace todo el trabajo, él no tendrá esa
emoción de la conquista, así que si es ella quien se aproxima a él para
conocerle, una vez hecha esa primera toma de contacto, debe dejar que sea él
quien haga el resto del trabajo, quien se esfuerce para gustarle a ella y para
volver a verla. Debe ser él quien inicie el segundo contacto.

Helena conoció a Tomás en una librería. Él estaba ojeando un


libro que ella había leído y le dijo que era un buen libro y que se lo
recomendaba. Él, intrigado, le preguntó más sobre el libro e iniciaron
una conversación sobre éste y sobre su autor. Él le preguntó si le
gustaría ir a tomar un café juntos, pero ella le contestó que no podía
porque tenía una clase de Pilates en media hora. Él entonces le pidió
su teléfono para poder ir a tomar ese café otro día. Ella se lo dio y él le
dio a ella el suyo (sin que ella se lo pidiera). Ella esperó a que él la
llamara, cosa que hizo a los dos días.

Las primeras citas

Deja que sea él quien sugiera una primera cita contigo.

En las primeras citas, es importante dejarle queriendo más de ti. La


primera cita puede ser para tomar un café de día o una copa rápida después del
trabajo, una cita de aproximadamente una hora.

No le beses en la primera cita o podría pensar que se lo estás poniendo


demasiado fácil. Deja que se lo gane al menos en la segunda cita si se lo merece.
En la primera cita, aun no puedes saber si él se merece que te bese o no.
Despídete cuando ves que todavía él quiere seguir sabiendo de ti y se lo
está pasando bien. Eso hará que él quiera volver a verte pronto. Al despedirte,
dile que te lo has pasado bien, pero que tienes que hacer algo. Deja que sea él
quien te diga que quiere volver a verte, quien tome la iniciativa de una segunda
cita. Si él te gusta, despídete con una sonrisa dulce pero sensual a la vez. Eso le
indicará que aunque te despides pronto, hay posibilidades de volver a verte.

En la primera cita, además de darte cuenta de si él te atrae como para


querer volver a verle, fíjate en sus modales, en si te presta atención, en si tiene
gestos contigo que indican que podría estar dispuesto a trabajar para que
funcionase una relación contigo, como pagar la primera factura (esto es
imprescindible, de otra forma indicaría que es un tacaño), o si no has ido en
coche, ofrecerse para llevarte. En definitiva, fíjate en todos los aspectos que ves.
Recuerda que en general, si le interesas, intentará en las primeras citas que veas
su versión mejorada, por lo que si algo no te gusta, lo más seguro es que ese
algo te guste menos todavía dentro de un tiempo si seguís viéndoos porque en
realidad estará más intensificado de lo que ves al principio.

Por supuesto, aunque tú tengas su teléfono o e-mail, deja que sea él


quien te contacte para una segunda cita y cuando lo haga, no digas que sí a la
primera. Cuando te sugiera una fecha, dile que ese día no puedes porque tienes
que hacer algo, pero que puedes otro día (indícale el día que puedes) y dile que
si no es ese, no sabes en ese mismo momento cuándo podrá ser, porque tienes
otras cosas que hacer otros días (ir a ver a tu madre, quedar una amiga, ir al
gimnasio, jugar a tenis, etc.). El caso es que él vea que tú no estabas vigilando
el teléfono esperando a que sonara y que fuera él y que tienes una vida que
disfrutas aunque no tengas pareja. Deja también que sea él quien en la segunda
cita decida dónde vais, que empiece ya a esforzarse por ti para ganarte.

Es importante que él te vea como una mujer cautivadora desde el


principio. ¿Recuerdas el dicho “ dime de qué presumes y te diré de lo que
careces”?. Una mujer cautivadora no tiene una actitud prepotente. Si presumieras
exageradamente de alguna virtud o aptitud, él pensaría que seguramente careces
de ella, además de pensar (de nuevo) que te estás esforzando mucho para que él
te escoja a ti. También puede aplicarse a los bienes materiales que tengas (no
tengas una actitud prepotente tampoco en ese aspecto). Deja que él descubra tus
encantos, de esa forma también se mantiene el misterio y le deja queriendo
volver a verte para seguir descubriéndote.

Una mujer cautivadora no va chafando lo que los demás cuentan sobre


sus experiencias porque no quiere hacer de menos a los demás. Es irritante
cuando le cuentas a alguien que fuiste a cenar a un restaurante especial en tu
aniversario y te dice “ ah, ya, ese restaurante lo conozco, pero tampoco es nada
especial, el que es muy especial es al que yo voy mucho, el Juliet’s, es un
restaurante muy exclusivo, hay que pertenecer a la élite para poder cenar ahí.
Afortunadamente yo sí puedo hacerlo, aunque no cualquiera puede, claro”.

Cuando él te cuente alguna experiencia (a no ser que mencione a alguna


ex o se trate de una experiencia sexual), préstale atención, hazle sentir que
disfrutas de lo que te cuenta y que piensas que esa experiencia suya es algo
especial. Eso le hará también sentir especial cuando está contigo.

Empezáis a salir juntos

Atracción no implica compatibilidad

Debes estar alerta cuando se trata de sentir atracción por un hombre. Que
un hombre y una mujer sientan atracción el uno por el otro no implica que sean
compatibles como pareja. No pienses desde el principio que es compatible
contigo sólo porque sientes atracción hacia él. Para saber si sois compatibles o
no, primero debéis conoceros.

Ten con él la actitud correcta desde el principio

Los hombres creen saber cómo son casi todas las mujeres, pero cuando
aparece en su vida una mujer diferente, entonces es cuando su pasión se despierta
y mientras ella siga siendo diferente a la mayoría, su pasión seguirá despierta. Si
tú eres esa mujer diferente, especial, se esforzará por que él te guste y por
enamorarte, se sentirá incontrolablemente atraído hacia ti y como si acabara de
nacer a una nueva vida que tú le has abierto. No sabrá por qué exactamente, sólo
sabrá que no ha conocido a otra igual y que no podría conocer a otra tan especial
y que le hiciera sentir así nunca.

Si quieres ser esa mujer diferente y especial para él, ten en cuenta estos
puntos importantísimos esenciales para convertirte en ella.

No seas demasiado emocional

Si eres demasiado emocional, controla tus emociones. Recuerda que a


los hombres no les gustan las mujeres demasiado emocionales. Los hombres
son en general menos emocionales que las mujeres y las mujeres demasiado
emocionales les desbordan, les irritan y huyen de ellas.

No seas totalmente previsible

Esto es también algo esencial para que se sienta atraído por ti. Si él sabe
cómo vas a reaccionar en todo momento y lo que va a pasar en todo momento,
empieza a aburrirse. Evita que se aburra no sabiendo siempre cuándo te verá o
cómo vas a reaccionar con él. Esto es algo que no sólo debe cumplirse en esta
fase, cuando empezáis a salir, sino siempre, incluso cuando ya estéis en una
relación de pareja establecida.

Nunca dejes que él se convierta en el centro de tu vida

Como ya te he dicho antes, si un hombre nota que la vida de ella gira en


torno a él, que lo más importante en la vida de ella es él, ella se sitúa
automáticamente en una posición débil en la relación. Él centro de tu vida debes
ser tú, desde el mismo principio y a lo largo de toda la relación.

Un hombre tiene que saber que emocionalmente eres lo suficientemente


independiente, que no necesitas que nadie te complete y que no te sientes
indefensa sin un hombre. Eso es algo esencial para que él se sienta atraído por
ti. Por supuesto, esto debe saberlo por tu actitud, no porque se lo digas
verbalmente. A los hombres no les gustan las mujeres que van con actitud
prepotente de duras.
Sigue teniendo tus interes y actividades, no las dejes por él
Como también ya te he explicado antes, eso hace que seas más
independiente.

Si conoces a alguien y empezaras a dejar de hacer cosas que te gustan por


estar más tiempo con él, sabrá que te tiene controlada. No dejes de ser tú misma
y de hacer cosas que te gustan.

No dejes tu agenda demasiado disponible para él

Cuando no estás demasiado disponible para él, aumenta su deseo por


conquistarte.
Nunca seas una rellenahuecos

No estés disponible para él siempre. Presta atención a la manera en que


te trata, no dejes que te asigne sólo huecos de tiempo a rellenar cuando ya no
tiene otra opción (esto también es algo a aplicar en cualquier fase de la relación).

Cuando quedes con él, tú debes ser su prioridad para ese tiempo que
paséis juntos, no dejes que te utilice para rellenar un hueco después de haber
salido con sus amigos o cuando ya no ha podido quedar con otra. Por eso, al
principio, no quedes con él para el fin de semana si no es como muy tarde el
jueves. Si te llama para quedar el viernes o más tarde, dile que ya tienes planes
para el fin de semana. Si te dice que quedéis para después de estar con sus
amigos, ya tarde, o si te dice que te tiene que dejar temprano porque después ha
quedado, dile que no, que ya quedaréis otro día en que podáis estar más tiempo
tranquilamente.

Por supuesto, mucho menos acudas a su llamada si te llama tarde para


que vayas a su casa o ir él a la tuya. En ese caso dile que estás cansada y quieres
descansar y que ya quedaréis otro día más temprano (y fuera, no en casa, claro).

No te esfuerces demasiado
Está bien mostrarle las virtudes que tienes, aunque por supuesto, hay
que guardar un equilibrio también en esto. Ya sea sentido del humor (tampoco
le gustaría que estuvieras haciendo bromas constantemente y que parecieras una
payasa), que sabes cocinar bien (no se trata de que estés esforzándote
frecuentemente en la cocina para él), etc. Si te esfuerzas demasiado por
demostrarle tus virtudes, pensará que te estás esforzando demasiado para
conseguirle.

No intentes parecer demasiado sexy

Parecer sexy con gestos, miradas, palabras, etc., está muy bien cuando se
usa en la justa medida, pero cuando se usa en exceso, él lo ve como un esfuerzo
exagerado de ella por gustarle, la ve como una chica fácil, lo cual crea
emocionalmente el efecto contrario.

¡Manos quietas!

En cuanto a cuándo tener sexo con él la primera vez, en todos los casos
no debe ser nunca menos de un mes desde que él y ella empezaron a salir. Hay
que decir que no hay un tiempo exacto para todos, pero él debería haberle
demostrado a ella que sólo está con ella porque así lo quiere, que no sale con
nadie más y debe ser iniciativa de él. En definitiva, debe estar ya tomándoselo
como una relación.

A él le gusta que ella le haga esperar; de otra forma, pensaría que ella ha
podido estar acostándose con cualquiera. Un hombre no considera como especial
una mujer a la que cualquiera ha podido acceder, no la consideraría alguien a
quien hay que conquistar y sin esa emoción de la conquista, no es posible que
se enamore.

Tal vez la idea de tener sexo por primera vez sólo cuando él se lo toma
contigo como una relación te parezca anticuada. Tal vez pienses que si no puede
llegar a ser una relación teniendo sexo desde antes tampoco podría llegar a serlo
después. Si es así, seguramente ya habrás tenido sexo con alguien que no se lo
tomaba contigo como una relación, pero sinceramente, ¿se lo llegó a tomar él
como una relación?. Sólo en excepciones puede llegar a ser así, aparte de casos
en que ya existía una amistad previa desde hacía un tiempo, él estaba enamorado
de ella y así se lo demostraba ya previamente desde hacía un tiempo (y aún así
tampoco lo recomiendo).

O tal vez pienses que si le haces esperar a tener sexo por primera vez
hasta que se lo tome contigo como una relación se crearía unas expectativas
demasiado altas sobre ti en la cama y podrías desilusionarle cuando llegara el
momento. Si es así, te digo que estás completamente equivocada. Los hombres
aprecian muchísimo más la primera vez con una mujer que les ha hecho esperar
hasta tomárselo como una relación y para lo que él ha tenido que trabajar mucho
más que la primera vez con una mujer que no ha esperado hasta entonces y les
hace el molinillo dentro de la vagina. La gran diferencia es que en el primer caso
él tiene sentimientos más profundos por ella que en el segundo y eso les hará
sentir mucho más intensamente y lo percibirán como mucho más especial.

Lucía había tenido dos citas con Pedro, un hombre que se


había portado con ella como un caballero. Antes de la tercera cita,
Lucía pensó que puesto que Pedro demostraba mucho interés por ella,
ya había llegado el momento de pasar al dormitorio y que eso haría
que sus sentimientos por ella aumentaran, así que cuando Pedro la
llamó para quedar para la tercera cita, a ella le faltó tiempo para ir a
comprarse un nuevo juego de corsé con culote de encaje y sus
correspondientes medias.

Cuando estaban en la cita, tomando una copa en un acogedor


reservado, ella se subió la falda más de la cuenta para que él pudiese
disfrutar de la vista del encaje de las ligas de sus medias sobre sus
muslos. Él, aun siendo un caballero, vio la luz verde a su entrepierna
encendida, así que le acarició los muslos y se besaron muy
apasionadamente. Entonces ella le dijo que era mejor que fueran a su
casa, así que allí fueron, directos a la cama.

A partir de entonces, Pedro empezó a perder el interés por ella


y sólo quiso verla muy de vez en cuando durante algunas semanas
más y siempre para ir a la cama. Lucía, que llevaba desde los 17 años
teniendo esa actitud con los hombres, no entendía qué había pasado, a
pesar de que a sus 28 años y los muy numerosos hombres que habían
pasado por su cama, ninguno la había nunca tomado en serio, aunque
ella lo intentó una y otra vez.

Algo permanente en la cabeza de los hombres y que debes tener siempre


en cuenta, en cualquier fase de la relación, es lo siguiente: “ ¿cuál es el objetivo
para comprometerme más pudiendo tener lo que quiero sin compromiso o sin
un mayor compromiso?”. Si los hombres no ven objetivo para comprometerse o
para un mayor compromiso porque ya han conseguido lo que querían, no se
comprometerán o no lo harán con más intensidad.

No confundas sexo con amor. Los hombres suelen separar más fácilmente
las dos cosas. Las mujeres suelen atar al sexo sentimientos de amor mucho más
fácilmente. Aunque estés saliendo con alguien, el sexo no hará que él se
enamore de ti más fácilmente si se empieza a practicar antes de tiempo. De
hecho, si tienes sexo con él antes de tiempo, lo más seguro es que él empiece a
perder interés.

Si en la primera o segunda cita te pide que te acuestes con él,


directamente o sugiriéndolo, bien verbalmente o con actos (como intentar tocarte
el pecho o tus partes más íntimas), no vuelvas a verle. Aunque la mayoría de
los hombres al principio tengan como principal objetivo llevarte a la cama, si
esto sucede, te está dejando bien claro que lo único que quiere contigo es sexo y
no piensa ni pensará nunca tener nada más contigo.

Si él quiere de verdad una relación con ella, estará a gusto con ella al
principio sólo disfrutando de su compañía sin sexo. Intentará que ella se sienta a
gusto con él y no le dará motivos para que ella dude de qué es lo que él quiere
con ella, hará que ella le vea como un caballero. Si un hombre intenta presionar
a una mujer para tener sexo con él de cualquier forma, es porque no quiere ni
querrá una relación con ella y una vez tengan sexo, empezará a perder el interés.

Los hombres han hecho hacer creer a las mujeres que el sexo haría que se
enamoraran de ellas, que es algo esencial para ello, sobre todo durante las
últimas décadas, pero la verdad es que no. Aunque el sexo es importante en una
relación de pareja porque hace que esté más conectada cuando es disfrutado por
los dos, eso no es lo que hace que un hombre quiera iniciar una relación con una
mujer o no. Lo que hará que la quiera iniciar será lo que sienta por ella antes de
tener sexo con ella por primera vez.

Si él de verdad está interesado en una relación de pareja con ella, la


respetará, tendrá paciencia y no la presionará. Si él intenta presionarla, es porque
con esa falta de respeto, le está demostrando a ella que lo único que quiere es un
lío con unas cuantas sesiones de cama, le diga lo que le diga (muchos mienten
cruelmente diciendo que la quieren, que es la mujer de su vida, hasta muchos
llegan a hablar de querer casarse y de tener hijos juntos para conseguirlo). Si un
hombre intenta presionarte en ese aspecto, no vuelvas a verle.

Hasta que llegue el momento de hacer el amor por primera vez, no caigas
en la trampa de involucrarte en conversaciones eróticas. Te aseguro que él lo
intentará una y otra vez, pero si caes en eso, él se irritará, porque a pesar de que
haya sido él quien haya sacado el tema, pensará que le pones el caramelo en la
boca y después se lo quitas. Por supuesto, mucho menos caigas en la trampa de
retozar con él en posición horizontal hasta que se excite muchísimo, porque su
irritación será mayor y aún mucho menos, duermas con él hasta que llegue ese
momento. Sí, ya sé que puedes estar pensando que él es un caballero y que te ha
dicho que sólo vais a dormir y que no intentará nada contigo, pero te aseguro
que hasta el caballero más caballero lo intentará.

Dormir juntos por primera vez significa en la mente de un hombre que


también habrá sexo, aunque le hayas dicho que no lo va a haber y él te haya
dicho que no lo intentará, pero en su mente esa conversación es sólo un juego
de tira y afloja, en el que juegas a hacerte un poco dura, pero estás deseando
hacer el amor con él en cuanto os metáis en la cama (aunque él te haya repetido
varias veces que no es así). Créeme, dormir con él antes de que llegue el
momento correcto de hacer el amor por primera vez es un gran error porque sólo
hay dos posibles finales a esa situación: una es que acabéis teniendo sexo antes
de que llegue el momento correcto y otra es que no lo hagáis, pero él acabe
resentido contigo por haberle hecho creer que lo ibais a tener (eso es lo que
piensan los hombres) y en cualquiera de esos dos casos el resultado más seguro
sería que él empezara a perder interés por ti.
Mónica y Roberto salían desde hacía un poco más de un mes.
Roberto mostraba todos los signos de estar en el camino para poder
llegar a interesarse por Mónica para tener una relación, aunque todavía
no se lo tomaba así. Todavía no habían hecho el amor.

Una noche, cuando se estaban despidiendo, él le dijo a ella que


le encantaría que por lo menos durmieran juntos, que sería un
caballero y no intentaría nada con ella, que sólo quería que durmieran
juntos. Mónica pensó que dormir solamente era inofensivo y que a
ella también le parecía muy romántico dormir juntos, así que cedió.
En cuanto se metieron en la cama, él empezó a besarla muy
apasionadamente y se abalanzó sobre ella, estando ya ella al cabo de
un rato desnuda de cintura para arriba y las partes íntimas de él sobre
las de ella, separadas sólo por las delgadas telas de los pantalones de
los pijamas. Ella entonces le dijo que parara, que se suponía que sólo
iban a dormir y él le contestó que no veía razón para que no hicieran
ya el amor y que ya había llegado el momento, puesto que estaban ya
en esa situación. Ella le dijo que quería que esperaran un poco más y
él le preguntó que entonces por qué había dejado que las cosas
llegaran a ese extremo. Ella le dijo que él le había dicho que sólo iban
a dormir. Él entonces dijo que era mejor que dejaran el tema, se
levantó enfadado con su almohada y se fue a dormir al sofá.

A la mañana siguiente, ella le preguntó si seguía enfadado y él


le dijo que seguía sin entender por qué estando ya en la situación a la
que ya habían llegado la noche anterior no habían hecho el amor y que
era mejor que no se vieran en unos días para digerir lo que había
pasado. Ella le dijo que era sólo cuestión de un poco de tiempo más,
nada más y él le contestó que entendía que necesitara un poco de
tiempo más, pero entonces ella también debía entender que necesitaba
unos días sin verla para digerir aquello. Roberto no quiso volver a
verla.

No creas cualquier cosa que te diga en cuanto a lo que siente por ti hasta que
te lo demuestre

Él no muestra al principio su verdadera personalidad. Lo más habitual es


que al principio, cuando él y ella empiezan a salir, él muestre su lado más
encantador porque sabe que esa es la forma más fácil para llevársela a la cama,
por eso no creas todo lo que te dice por el simple hecho de decírtelo
verbalmente. Las frases románticas y los piropos están muy bien, pero además
debe demostrar que de verdad piensa lo que dice en esas frases románticas y esos
piropos con hechos a lo largo del tiempo.

Muchos hombres están acostumbrados a que las mujeres se le derritan y


se entreguen por completo cuando les dicen unas cuantas frases románticas y las
dicen casi por inercia, esperando que eso suceda de nuevo. Demuéstrale que tú
eres dulce y que él te parece especial, pero no le des demasiado o pensará que
eres débil. Deja que se esfuerce por ti para que sepa que tú eres especial y no
como las mujeres que se le han derretido por unas cuantas frases románticas,
poniéndose ellas mismas automáticamente desde el principio en una posición
débil respecto a él. Demuéstrale que tú eres una mujer firme.

No intentes ir demasiado deprisa

Cuando empieces a salir con alguien, no quieras ir demasiado deprisa


porque eso le asustaría, sentiría que no es él quien está tomando la decisión de
comprometerse, lo que haría que se sintiera atrapado y le distanciaría. Deja que
sea él quien te demuestre que quiere algo más contigo, de esa forma se sentirá
libre cuando se sienta comprometido en una relación contigo.

Cuando empecéis a salir, no te refieras a él como “ mi novio”, o


empieces a hablar de planes juntos en el futuro o empieces a hablar en primera
persona del plural (nosotros) o le estarías demostrando que ya quieres una
relación de pareja con él antes de saber cómo es él, antes de que se lo gane. Deja
que sea él quien se lo gane.

Por supuesto, deja que sea él siempre quien saque el tema de los niños.
Si lo haces tú, pensará que sientes que tu reloj biológico está corriendo y que
estás buscando a toda costa un padre para tus futuros hijos. Te aseguro que casi
todos saldrían corriendo ante ese panorama. Aún así, cuando él te pregunte si
quieres tener hijos, dile, si quieres tenerlos, que sí, tampoco hay razón para
ocultarlo, pero también dile que de todas formas, en caso de no tenerlos,
también serías feliz, que no serías como una de esas mujeres que se deprimen y
no podrían ser felices sin hijos.

No le preguntes qué busca

No preguntes a un hombre qué es lo que está buscando, si quiere una


relación de pareja o cómo es la mujer que querría encontrar. Si lo hicieras,
pensaría que ya te tiene asegurada porque tú quieres una relación con él antes de
que él te demuestre que quiere una relación contigo, o que estás dispuesta a
interpretar el papel de la mujer que quiere encontrar.

Un hombre debe descubrir cómo eres y sentirse atraído por quien y cómo
eres sin que él crea que estás interpretando ningún papel. Si sospechara que estás
interpretando un papel, pensaría que estás desesperada por estar con un hombre y
eso le repelería

No le preguntes demasiadas cosas sobre él

Cuando empieces a salir con él, no le preguntes demasiadas cosas sobre


él, eso hace sentir a los hombres incómodos en vez de sentir que los dos estáis
disfrutando juntos. Esto no significa que no puedas preguntarle cosas sobre él,
de hecho, debes preguntárselas, eso te dará una referencia importante sobre él, no
sólo por lo que responda, sino también por cómo lo haga, pero no lo hagas
como si estuvieras examinándole.

No le cuentes todo sobre tu vida

Cuando una mujer y un hombre se están conociendo, lo más inteligente


es que ella no le cuente cosas que a él le parecerían negativas, como por ejemplo
que no tiene muy buena relación con su padre, su celulitis en el trasero, que
tiene una compañera de trabajo que le hace las cosas difíciles o experiencias
negativas pasadas, como que tomó drogas durante un tiempo, que en su última
relación el que era su novio la ignoraba, que durante una temporada fue
prácticamente ninfómana o que tuvo un aborto provocado. Cosas así pueden
cambiar la percepción que él tenga de ella, pudiendo impedir que pueda
enamorarse.

Él no tiene por qué saber nunca todos y cada uno de los detalles del
pasado de ella, ni siquiera de su presente. Hay cosas que es mejor que él no sepa
nunca. Además, lo pasado, en el pasado se debe quedar. Una mujer con alta
autoestima no deja que traumas pasados sigan siendo un problema en su vida y
cuando tiene un problema en el presente, encuentra una solución a la situación
tomándoselo de la forma más positiva posible, porque sabe que aunque ahora
tenga un problema, lo solucionará o lo dejará atrás, sin agobiarse demasiado y
sin agobiar con ello a su pareja.

En cuanto a su físico (algo de lo que muchas mujeres se quejan estando


en presencia de él), aunque quiera mejorar, se quiere tal y como es, su físico no
le impide amarse a sí misma y no se queja de él. Con esta actitud ella
demuestra que es una mujer fuerte y equilibrada. Esto se refleja en su forma de
ser y es muy atractivo para él.

Ella tampoco debe hablar con él sobre su pasado sexual. A los hombres
les gusta sentir que ella es especial, que muy pocos han podido conquistarla.
Esperemos que él no te pregunte con cuántos has tenido relaciones sexuales,
pero si te lo pregunta dile que es mejor que no habléis de eso, que ni tú quieres
saber sobre su pasado sexual ni crees que proceda que él sepa del tuyo. Si
insiste, miente y di como mucho ocho si han sido más, al menos son menos
que los dedos de las dos manos.

No hables mal sobre tus ex o sobre los hombres en general

No hagas comentarios negativos sobre tus ex o sobre los hombres en general. Si


lo hicieras, él pensaría que estás resentida con los hombres y que lo pagarías con
él si empezara una relación contigo.

Escúchale

Cuando hables con él, no sólo le oigas. Escúchale. Expresa interés en lo


que te dice, sobre todo cuando te cuenta cosas sobre él, sobre cómo se siente, su
trabajo, sus proyectos, etc. Como ya he dicho antes, eso hace que se sienta
apreciado por ti, que se sienta especial cuando está contigo.

Él querría sentirse proveedor si iniciara una relación

Cuando hables sobre tu profesión, no lo hagas con prepotencia, aunque


por supuesto, tampoco restes méritos a tu trayectoria profesional.

Aunque el rol tradicional de hombre proveedor ha cambiado, los


hombres tienen incrustado en su cerebro que aunque no sean el único proveedor,
ellos tienen que proveer y lo consideran parte de su papel masculino, parte de su
hombría. Aunque a los hombres les gustan las mujeres independientes, no les
gustan las mujeres prepotentes que intentan hacerles sentir inferiores
presumiendo de que su carrera profesional es mejor y de que ganan más que él.
Eso es un ataque a su hombría. Cualquier hombre huirá de una mujer así.

Aunque tengas una carrera profesional más exitosa que él y ganes más
dinero que él, no actúes así o pensaría que intentas hacerle creer que su valor
como hombre es menor por ello.

Deja que haga por ti cosas enmarcadas dentro del rol masculino

Para los hombres es algo muy importante sentirse masculinos con la


mujer con la que están y que ella le perciba así.

Un factor esencial para sentirse masculino con la mujer con la que están
es sentir que la protegen y que ella se siente protegida por él y algo
imprescindible para ello es que él haga cosas por ti que se encuadran
tradicionalmente dentro del rol masculino, como por ejemplo que levante por ti
algo pesado, que te deje su chaqueta si tienes frío, que espante un bichito por ti,
etc.

Eso les hace sentirse “ un hombre de verdad” y hace que él sepa que tú
también le ves así. De otra forma, no podría sentirse totalmente realizado como
hombre en la relación y se sentiría frustrado. Déjale ser “ un hombre de verdad”.
Por supuesto, cuando haga algo positivo por ti, agradéceselo. Eso le hará saber
que lo aprecias y hará que se sienta motivado a seguir haciéndolo.

Disfruta del camino también en esta fase

Si estás en la fase de salir con uno o varios hombres a la vez hasta que se
inicie una relación, no te lo tomes como un suplicio hasta que ésta inicie, sino
como una aventura de la que disfrutar mientras aprendes. Si disfrutas de ello,
ellos lo notarán y serás aun más atractiva para ellos. Que una mujer disfrute de
la vida es una virtud muy atractiva para los hombres. Cuando tengas citas con
un hombre, ocúpate más de disfrutar que de impresionarle.

Qué observa él en esta fase


Los siguientes puntos son los que más suelen observar los hombres de
ella en esta fase.

La disponibilidad de ella para iniciar una relación con él


Cuando empezáis a salir juntos, él supone que tú le perseguirás, que
esperas que él empiece a hablar de vuestros planes futuros, que estarás contando
los minutos desde la última vez que le viste hasta que vuelvas a verle y que
dejarás todo por estar con él aunque sea un ratito. Cuando no lo haces, le choca
tanto que empieza a pensar qué es lo que pasa, por qué no pasa lo que siempre
le había pasado con las demás. Él empieza a pensar “ no la entiendo, siempre
han sido ellas quienes iban detrás de mí, quienes me llamaban más que yo a
ellas y quienes siempre estaban dispuestas a dejar cualquier cosa para verme. En
esta relación parece que los roles de hombre-mujer están invertidos. ¿Qué es lo
que le pasa?”. Eso empieza a despertar aún más interés en él por ti, por querer
descubrir cómo eres y por querer hacer que él sea tu prioridad (algo que nunca
debe suceder).

Como ya sabes, si ella no le supone un reto, él se aburre y pierde el


interés en ella. Si es así, él hace un cálculo mental desde el principio de cuándo
y cómo va a dejar de verla.

Cuando los dos empiezan a salir, ella no debe mostrar enfado por que él
no se ha enamorado todavía de ella o porque todavía él no ha mostrado que
quiera una relación de pareja con ella porque él no muestra todavía signos de
que así sea. Si lo hace, él puede verla como una persona que se enfada por
cualquier cosa, como una persona conflictiva, negativa y difícil.

Ella debe corregir desequilibrios cuando ocurran, pero sin mostrar


enfado, sino mostrándole falta de interés en cierto grado (ese grado dependerá de
cada situación) cuando él no se porta con ella como es debido. El enfado por ese
motivo, además de mostrarle que ella ya quiere una relación antes de que la
quiera él (lo cual hace que él pierda el interés), es algo que los hombres ven
como un intento de manipularle y los hombres odian cualquier intento de
manipulación y suelen huir de cualquier mujer que muestre que quiere
manipularle.

El esfuerzo que ella está dispuesta a hacer por atraerle

Algo en lo que las mujeres en general se esfuerzan mucho cuando


empiezan a salir con un hombre es en su apariencia física. Es normal querer estar
guapa, pero si eso llega a ser una obsesión para atraerle, él se dará cuenta. Es
como gritarle “ hazme caso”. Eso sólo haría el efecto contrario. Si a él no le
gustaras tal y como eres físicamente, simplemente no merecería que estuvieras
con él.

Algo que sí perciben los hombres rápidamente a través de lo básico del


aspecto físico de ella es si es una mujer descuidada o no. Sí les importa que
lleve las uñas de manos y pies cuidadas, que vaya bien depilada o que no lleve
el pelo revuelto por ejemplo.

Los hombres también se fijan en la manera de vestir de ella. Si ella va


demasiado provocativa, suelen verlo como un signo de que se está esforzando
demasiado y es una chica fácil, un reclamo para sexo fácil. Incluso hay hombres
que piensan que si una mujer viste demasiado provocativa y no se acuesta con
ellos el mismo día o la misma noche en que se han conocido después de haber
estado con ella durante varias horas, es que les está tomando el pelo. Piensan
que si no pueden tener sexo con ella fácilmente, lo que debería haber hecho ella
es no habérselo hecho creer con su forma de vestir y se sienten estafados.

En cuanto al maquillaje, no exageres o de nuevo, pensaría que te estás


esforzando demasiado por él. Además, la mayoría de los hombres prefieren un
look natural, un maquillaje suave con colores naturales; de otra forma, creen que
ella lleva una máscara.

El nivel de autoestima y confianza en sí misma

El afrodisíaco más potente del mundo para un hombre respecto a una


mujer que es su pareja (o una potencial pareja) es saber que ella se quiere a sí
misma tal y como es, que sabe cuál es su alto valor, que se ama
independientemente de las opiniones o actitudes de los demás hacia ella, que es
una mujer segura de sí misma, que es independiente, que se respeta a sí misma,
que no tolera faltas de respeto y que no le necesita porque aunque no estuviera
con él, ella sería feliz.

Es verdad que en una relación de pareja feliz existe cierta dependencia,


tanto por parte de él como por parte de ella, pero él nunca debe pensar que en
ella sentirse bien consigo misma y/o su felicidad depende de él.

La seguridad en una misma es una virtud irresistible para un hombre.


Una mujer irresistible actúa de forma segura y con determinación, por lo que su
aura emite seguridad. En una fiesta o en cualquier evento, no está pendiente a
cómo son las demás mujeres ni a qué hacen las demás por miedo a que él se fije
en otra, no compite con las demás porque sabe que ella es única y no necesita
competir con otras para que su pareja le preste atención.

Signos que indicarían que estarías compitiendo con otras incluyen que
no te gustara una mujer sin motivo aparente o que insultaras a otras. Si actuaras
así, él podría empezar a pensar que tienes una baja autoestima, que piensas que
otras le podrían dar algo que tú no le puedes dar y tu encanto empezaría a
mermar.

Una mujer con una alta autoestima sólo está con un hombre si sabe,
porque se lo demuestra, que él la quiere, para quien ella es la única y ella actúa
en consecuencia. No se siente amenazada por otras. Si intentaras competir con
otras para llamar su atención, lo lograrías, pero en el sentido negativo. No
lograrías atraerle, sino que haría el efecto contrario.

Ser una mujer segura de una misma tiene que ver directamente con no
ser dependiente. Cuando un hombre capta que una mujer es una persona segura
de sí misma, sabe que no le necesitaría para ser feliz aunque iniciase una relación
con ella y eso le atrae.

Al principio, él escucha atentamente lo que ella dice para leer entre


líneas. Lo que ella dice puede denotar que ella es una mujer lo suficientemente
independiente o que necesita a alguien para intentar sentirse bien. También se
fija atentamente en el resto de sus acciones: sus gestos, miradas, su forma de
vestir, cuándo y cuánto le llama, cuándo y cuánto ella está disponible para él,
etc. Todo ello denota si ella es una mujer firme.

Aunque este no es un libro en el que vas a aprender técnicas de lenguaje


corporal, lo que sí quiero resaltar sobre ese tema es que es importante para la
percepción que los demás tienen de una persona su postura corporal. Intenta
caminar con la espalda erguida, al igual que cuando te sientes en una silla,
aunque no tiesa como una tabla, porque pensarían que estás tensa. Eso dice a los
demás que eres una persona segura de ti misma. Siempre es más atractivo para
los demás, incluyendo los hombres, por supuesto, alguien que camina y se
sienta erguida que alguien que lo hace con la espalda encorvada (que denota
inseguridad).

Cuando él y ella empiezan a salir, es frecuente que él la ponga a prueba


si siente que ella no es una mujer firme, precisamente para ver si ella es capaz de
mostrar firmeza. Si él ve que ella no muestra firmeza, no verá potencial en ella
para una relación de pareja y empezará a partir de ese momento a tomárselo con
ella como algo pasajero.

Cosas que ellos hacen para ponerla a prueba son por ejemplo:

· Al principio es frecuente que él cree una discusión sin motivo aparente


para ver cómo reacciona ella, para ver si ella es fuerte o débil y tolera faltas
de respeto. Quieren ver cómo es realmente ella y la manera más fácil de
quitarle las capas más superficiales es verla enfadada.

Daniel y Sara salían desde hacía pocas semanas. En la última


semana ella le había estado llamando un poco más de la cuenta y él
decidió ponerla a prueba, para ver si se dejaba doblegar por él.

Una noche fueron a tomar una copa y empezaron a hablar de


actores y actrices. Al nombrar ella el nombre de un actor (Richard
Gere), lo hizo de forma “ españolizada” porque estaban hablando en
español. A ella no le gustaba poner acento americano ni para
pronunciar un nombre en una conversación en español. Él entonces le
dijo que él creía que los nombres americanos debían pronunciarse con
acento americano (algo que no pensaba en realidad) y que puesto que
ella sabía hablar inglés, es lo que debería hacer. Ella le dijo que si está
hablando español, no pronuncia los nombres tampoco con acento
americano, que casi todo el mundo cuando habla en español, los
pronuncia con acento también español y que así se sentía más
cómoda.

Él insistió en que debería pronunciarlos con acento americano


y que era así como él creía que debía pronunciarlos una chica con clase
como ella. Ella le respondió que mejor dejaran la conversación sobre
acento americano o no, que si él los quería pronunciar así, a ella le
parecía bien, pero ella prefería pronunciarlos como los había
pronunciado hasta entonces y que él debía respetarlo. Él le respondió,
con expresión seria, que no quería dejar la conversación, que insistía
en que ella debía pronunciar esos nombres como él creía que debían
pronunciarse.

Ella entonces miró el reloj, le dijo que entendía que después


de un duro día de trabajo estuviera cansado, que quizás tuviera la
cabeza un poco embotada y que sería mejor que se marcharan a casa a
descansar. A él, que esperaba que ella entrara de lleno en la discusión
y llegara a enfadarse, le extrañó su reacción. Entonces empezó a darse
cuenta de que ella no se dejaba doblegar y que era una mujer firme.
Antes de despedirse de ella, le pidió perdón por su actitud en esa
conversación, le dijo que se había comportado con ella como un
estúpido.

· No llamarla para ver si ella le busca reiteradamente.

· Mirar a otras o hacer comentarios subidos de tono a favor de otras mujeres


para ver si ella se enfada y/o empieza a esforzarse más por atraerle.

Si esa es su actitud, ignórale la primera vez y déjalo pasar. Si vuelve a


hacerlo, ignórale cuando lo haga, pero al cabo de un buen rato, ten tú esa actitud
con él. Si él ha mirado a una chica guapa más de la cuenta, mira tú a un chico
guapo más de la cuenta. Si él ha hecho un comentario subido de tono sobre otra
mujer, haz tú un comentario subido de tono sobre otro hombre. Si después de
eso él volviera a hacerlo, te aconsejo que dejaras de verle porque simplemente te
estaría mostrando falta de respeto reiteradamente cuando ya te ha testado, ya no
lo estaría haciendo para testarte, sino porque genuinamente querría estar con
otras y/o por faltarte al respeto.

· Decirle que le sentaría mejor el pelo de otra forma o que le sentaría bien
determinado tipo de ropa para ver si ella cambia sólo por él.

Aquí hay que aclarar que no hay que confundir el ponerla a prueba con
desinterés por parte de él. Para ponerla a prueba sólo bastan una o dos veces. Si
él tiene esa actitud con ella durante más tiempo del debido para ponerla a
prueba, es simplemente falta de interés por ella y que es alguien que le faltaría al
respeto reiteradamente si siguiera viéndola.

La capacidad de control sobre sí misma

Cuando una mujer tiene una alta autoestima, también tiene una alta
capacidad de control sobre sí misma, nunca se deja influenciar
descontroladamente y eso es algo que atrae tremendamente a los hombres.

Algo que quiero comentar es que los hombres en general no encuentran


nada sexy en una mujer borracha, no la tendrían en consideración para una
posible relación. La razón por la que algunos desaprensivos quieren emborrachar
a una mujer es porque piensan que así podrán tener sexo fácilmente con ella.
Cuando un hombre ve a una mujer borracha, ve a una mujer que ha perdido el
control de ella misma y eso no es nada atractivo para un hombre, a no ser que
sea pasar un rato para algunos desaprensivos, así que evítalo para conservar el
control sobre ti misma, primero y antes que nada, por ti misma.
El nivel de estabilidad emocional
Los hombres en general son menos emocionales que las mujeres. A los
hombres no les gustan las mujeres que se derrumban fácilmente, lloran
frecuentemente o gritan cuando se ponen nerviosas.

Si imaginan que compartir su vida con ella sería como vivir con Doctor
Jekill y Mr Hyde, sin saber cuándo saldrá su lado terrible, será difícil que quiera
hacerlo. Los hombres quieren a una mujer estable emocionalmente, quieren estar
con una mujer que siga tranquila o relativamente tranquila aunque esté bajo
presión. Para ellos esto es muy importante.

Capacidad para afrontar las responsabilidades y problemas con firmeza

Si él ve que ella se esconde de los problemas, sabrá que si compartiera


su vida con ella, le cargaría en el futuro con demasiados problemas que debería
solucionar ella y huiría.

Es muy importante para él que ella acepte sus responsabilidades en vez


de culpar a los demás de cuestiones que tiene que solucionar ella. Eso le hará
saber que su actitud es encarar la vida de frente, que no es una acumuladora de
problemas escondiendo la cabeza en la arena cuando los hay.
Si ella es buena conversadora
A los hombres no les suele gustar una mujer demasiado callada. Para
ellos es importante que ella sea buena conversadora y que también ella tenga
iniciativa en las conversaciones. Eso no quiere decir que tenga que hablar por
los codos, sino que cuando surjan conversaciones, ella sepa también llevar el
ritmo de la conversación al unísono con él. Si ella sólo escucha y no aporta a
las conversaciones, él pensará que es aburrida.

Él quiere oír tu punto de vista sobre los temas de los que habláis. Eso
hace que él te vea como alguien interesante que también aporta. Si tú no estás
de acuerdo con su opinión, tú puedes expresar la tuya, pero no le contradigas
por sistema y cuando exprese su opinión, si no coincide con la tuya, valora
también la suya (a no ser que te esté faltando al respeto no respetando él la tuya,
si él no respetara tu opinión deja de verle), al fin y al cabo escuchar otra opinión
diferente ayuda a tener otra perspectiva y a tener una opinión más formada. No
quieras aparentar que lo sabes todo sobre todo. No le digas que no te gusta que
tenga esa opinión y que debería pensar de otra forma.
Sentido del humor
El sentido del humor también es muy importante para que un hombre se
sienta atraído por una mujer. El humor suaviza las situaciones cuando las cosas
no van sobre ruedas y nos hace reír cuando las cosas van bien. A los hombres
les gustan las mujeres con sentido del humor, aunque no que parezca una
payasa.

Aunque ella bromee, a él le gusta que ella no se salga de su papel


femenino, que no haga bromas demasiado soeces. Los hombres suelen ver eso
como algo que pertenece al género masculino y a los hombres les encanta la
feminidad en una mujer.

La capacidad para gestionar el dinero

Los hombres también suelen fijarse en la forma de vestir de ella para


hacerse una idea de cuánto costaría mantenerla. Si ven que ella usa ropa y
complementos caros y su sueldo no es muy alto, sabrá que será caro vivir con
ella, ya que una gran parte del sueldo de ella va destinado a su ropa,
descuidando otros aspectos básicos (compra de comida, facturas de electricidad,
agua, gas, teléfono, etc.).

También se fijan en el mismo sentido en qué coche tiene, si utiliza


cosmética muy cara, si gasta mucho dinero en salir, etc. Esto no quiere decir
que quien utilice ropa, complementos, coches, etc., caros no podrá ser vista
como alguien con quien un hombre quisiera tener una relación, pero a los
hombres sí les importa la sensatez de ella en cuanto al dinero y lo material y no
quieren casarse con una mujer que no sabe manejar el dinero porque tendrían
miedo de que ella pudiera destrozar lo que él ha conseguido materialmente con
su esfuerzo.

Independencia económica

Es un hecho que no podemos negar que cuando una mujer es


completamente independiente económicamente, tiene más posibilidades de que
un hombre quiera tener una relación estable con ella. En las sociedades
occidentales, ya han quedado atrás los roles obsoletos tradicionales.
Habitualmente, también la mujer trabaja fuera de casa y gana su propio dinero.
Hoy en día los hombres quieren que también su mujer aporte económicamente.

El precio de la vivienda es mucho más alto ahora que hace décadas. Sólo
la compra o el alquiler de vivienda es una gran carga económica para la mayoría
de las personas. Muchas parejas no podrían tener hijos si ella no aportara
también económicamente y aunque no los tuvieran, apenas les alcanzaría para
llegar a final de mes si no fuera así.

Si ella no tiene su propio dinero y depende de él económicamente, no


podrá ser independiente. A largo plazo él empezaría a pensar que él puede
controlar todos los gastos de ella porque es el dinero que él gana. Además, hay
un trasfondo esencial: si ella no es independiente también económicamente, él
sabrá que ella le necesita y eso, como ya hemos visto, hará que él se sienta
menos atraído por ella. Es esencial que sienta que él no es imprescindible en
ningún aspecto de tu vida para que tú seas feliz, recuerda que esa es la esencia
que le atrae hacia ti.
Feminidad
Ser una mujer firme no significa ser desagradable o tener modales rudos.
Muy al contrario, a los hombres les encanta una mujer femenina, con modales
femeninos.

Cuando estés con él, préstale atención, hazle sentir que le valoras y que
piensas que él es especial. Esto conjugado con que él sienta a la vez que eres
independiente en todos los sentidos, que él no es imprescindible en tu vida para
que tú seas feliz, es una mezcla adictiva para los hombres.

Qué debe observar una mujer en esta fase

Fíjate al principio en estos puntos antes de iniciar una relación con un


hombre para saber si sois compatibles.
Qué te dice que le gusta de ti
Presta atención a qué dice que le gusta de ti. Si él sólo alabara tu físico,
te estaría diciendo entre líneas que lo único que querría contigo sería sexo. En la
segunda cita él debería ya haber empezado a valorar otros aspectos de ti. Si no
fuera así y él sólo alabara tu físico, deberías dejar de verle porque te estaría
dejando claro que sólo está interesado en eso.

En qué se interesa de ti

Si se ha decidido a conquistarte, se interesará por tu familia, tus


problemas, tu historia, tu trabajo, tus aficiones, tus intereses. Si no se interesara
por esos aspectos de tu vida, sería un signo claro de que no está ni estaría en el
futuro interesado en una relación contigo.

Presta atención a lo que te dice y a los demás detalles

Hay hombres que en distintas situaciones en su vida están aun más


cerrados a tener una relación estable que el resto. Algunas veces lo dejan claro
desde el principio, con frases como “ acabo de salir de una relación larga y no
quiero ahora una relación” o “ estoy muy ocupado con mi trabajo y para mí tener
una relación sería difícil ahora”.

Si lo que quieres es una relación estable, evita esos hombres. No es que


sea imposible que lleguen a querer desear una relación estable con una mujer,
pero a no ser que se trate de un flechazo, que ella le haga sentir una gran pasión
desde el mismo momento en que la conozca (en cuyo caso él no le dirá nunca
una frase como esa), es cuanto menos extremadamente difícil que él llegue a
querer una relación estable.
Los hombres saben que las mujeres tienden al cuidado de los demás o en
muchos casos, a querer cambiar al hombre con el que están para “ salvarle”.
Muchas veces los hombres utilizan este truco para que las mujeres se
compadezcan de ellos y manipularlas, teniéndolas a su disposición (tanto fuera
como dentro de la cama). Muchas veces utilizan esto cuando no quieren una
relación estable con ella a través de hacerles creer que tienen un problema en las
relaciones, diciendo algo así como que le cuesta sentirse unido a alguien o que
le da miedo que le hagan daño. Unas veces puede ser verdad, en cuyo caso te
recomiendo que no vuelvas a verle, porque un hombre así no podrá cubrir tu
necesidad de proximidad íntima a no ser que tú tengas el mismo problema.
Otras puede que no sea verdad y sólo lo diga para que ella caiga en la trampa.
Ten mucho cuidado con esto y no caigas en esa trampa preparada.

Si él realmente está interesado en ti para una relación estable, no te dirá


que no está preparado para una relación o no sabe si lo está. Simplemente, sabrá
que quiere una relación contigo y te lo demostrará. Si no está interesado en una
relación contigo o no está preparado para ello y tú sí quieres una relación de
pareja, sal de ahí y sigue tu camino sin él porque él no es un candidato para lo
que tú quieres.

Si te contara que varias mujeres con las que ha tenido una relación larga
han querido casarse con él pero él no quiso o que él no quiere ni querrá casarse
nunca, puede que quiera una relación, pero en cualquier caso, siempre sin llegar
a ese nivel de compromiso. Te estaría avisando de que no llegará a ese nivel
tampoco contigo.

Si para ti es importante casarte, escucha sus comentarios sobre el


matrimonio cuando él saque el tema o cuando surja y él comente algo sin que tú
le hayas preguntado. Cuando un hombre habla sobre el matrimonio como si
para una mujer que quisiera casarse con él fuera un negocio lucrativo, es decir, si
cree que las mujeres en general quieren casarse para asegurar su situación
económica o como si fuera eso detrás de lo que iría una mujer que se quisiera
casar con él, deja de verle, porque ese hombre es una persona muy cerrada a
compartir no sólo en el aspecto económico, sino en todos los aspectos de su
vida.

Antes de entrar en una relación con él, debes haber descubierto si él


quiere tener hijos o no. No le preguntes sobre ello. Simplemente, escúchale
cuando él saque el tema, cuando lo saque algún amigo, cuando viendo un
programa el tema salga y él exprese sus deseos, etc. Si él tiene claro que no
quiere tener y ella sí y es algo muy importante para ella, a pesar de que en los
demás aspectos parezcan compatibles, no lo son. Ella no le haría cambiar de
opinión y en caso de que lo hiciera en el futuro, lo más seguro es que la presión
a la que él se vería sometido hiciera que la relación se rompiese. En ese caso, es
mucho mejor no comenzar una relación.

Fíjate también bien en los detalles. No sólo en lo que dice, sino también
en cómo lo dice, su forma de vestir, si vive solo o no (y si no vive solo con
quién), sus hábitos alimenticios, sus aficiones, si sale mucho por la noche, si
bebe mucho, toma alguna droga, etc. Todo ello te dará más pistas para saber si
es un candidato para una posible relación contigo o no. Escucha y fíjate con
atención, por mucho que te atraiga.

Recuerda que demasiada pasión nubla el sentido de la lógica, pero por tu


bien, tienes que saber lo más objetivamente posible si sería un buen candidato
para que tú le escogieras para una posible relación o no. Hacerlo al principio,
cuando empezáis a salir, puede ahorrarte un gran problema en el futuro. No
todos los hombres por los que te sientes atraída son buenos candidatos para una
relación estable para ti. Ni siquiera todos los hombres son candidatos para una
relación estable con nadie.

Su nivel de esfuerzo por conquistarte

Deja que te conquiste, no le quites ese placer. Sí, digo bien, placer. Para
las mujeres éste suele ser un periodo de ansiedad porque no sabe lo que va a
pasar ciertamente, pero para los hombres suele ser un periodo emocionante, en el
que tienen que conquistarla. Si le quitaras esa emoción, le quitarías a él ese reto
y por tanto, el interés. Deja que sus sentidos estén al máximo por ti, que sienta
euforia ante la idea de conquistarte.

Si un hombre no va con buenas intenciones, no lo mostrará


directamente, nunca será sincero, porque sabe que si lo fuera, lo más seguro es
que perdiera la oportunidad de acostarse con ella. Los expertos embaucadores
han estudiado cuidadosamente qué es lo que gusta a las mujeres, cómo
reaccionan ante las diferentes actitudes.

Los hombres que solamente quieren sexo y tienen mucha experiencia con
las mujeres, parecen encantadores. Saben dónde tienen que llevarla, qué decir,
qué hacer para que ella caiga en sus redes. Nunca dirán la verdad y no mostrará
cómo es verdaderamente hasta que se ha acostado con ella una o varias veces.

Quizás te preguntes cómo puedes distinguir entre un hombre que quiere


una relación y trata bien a la mujer con la que la quiere y un embaucador. La
principal diferencia es que el embaucador suele abandonar muy pronto si ella no
accede a tener sexo con él en un periodo de tiempo muy corto. Si él empieza a
perder interés porque ella no accede a tener sexo con él muy pronto, es porque lo
único que quiere con ella es eso.

Al principio, cuando empieces a salir con un hombre y sientas que te


llena la pasión por él y estás empezando a sentirte muy involucrada con él
emocionalmente, párate a pensar qué es lo que realmente te atrae de él. No te
dejes llevar por los cantos de sirena. Si no es contigo un caballero y no te trata
como debe tratar a una dama, deja de verle porque no te merece.

A veces, puede pasar que él tenga tanto miedo al rechazo que quiera dejar
de verte al poco tiempo de empezar a salir juntos sin intentar conquistarte, pero
si eso sucede, es que es un hombre tan inseguro que no te merecerá tener una
relación con él. No intentes que se quede asegurándole que le quieres y que
nunca le dejarías. Un hombre tan inseguro te agotaría emocionalmente. Deja que
se vaya si decide no conquistarte, sea cual sea el motivo.

Si posee alguna característica intolerable

Haz caso a tu instinto mental. Si hay algo que no puedes tolerar en él,
admítetelo a ti misma, no intentes ocultártelo. Nuestro instinto se ocupa de
avisarnos cuando hay algo que no debemos tolerar. Hay ciertas cosas que por
instinto rechazamos.

Si hay algo en él que te hace sentir incómoda con tu persona, si sientes


que estás dejando de ser tú misma por intentar aceptar algo de él que no te gusta
y que no puedes tolerar, deja de verle o saldrías perdiendo.

Sólo en excepciones alguien cambia realmente y cuando lo hace, el


proceso puede ser tan doloroso que la relación no lo resista, así que sé objetiva
y no te quedes con alguien que no te gusta, porque quien es ahora es quien será
también en el futuro.
Si es violento
Si ves que golpea puertas, insulta sin motivo cuando conduce, da golpes
en la mesa, etc., lo más seguro es que si tuvieras una relación con él, más
adelante fuera violento contigo también, físicamente y/o verbalmente.
Si tiene adicciones
Si te quedaras con un hombre que al conocerle ya tiene una adicción,
esperando a que supere esa adicción contigo, lo más seguro es que tú te
hundieras con él en el intento. No sigas viendo a un hombre que al conocerle
tenga cualquier adicción.
Su grado de generosidad
No se trata de que derroche el dinero contigo (y no lo hará si sabe
gestionar el dinero), pero si es un tacaño monetariamente, implica
inevitablemente que también es muy egoísta en otros aspectos, no sólo
materialmente. Si es un tacaño con el dinero, también será un tacaño con sus
sentimientos. Puede que tenga poco dinero, pero si no es un tacaño, en la
medida que pueda lo compartirá, no sentirás que está racaneando.

Katia empezó a salir con Ismael. Él no tenía un sueldo muy


alto, pero tampoco bajo y no pagaba hipoteca, puesto que su vivienda
ya estaba pagada completamente, por lo que su situación económica
era desahogada.

En la primera cita, fueron a tomar un café. Cuando llegó la


factura, ella esperó a que pagara él. Él, remoloneando, sacó la cartera y
pagó.

En su segunda cita, fueron a ver una obra de teatro elegida por


ella porque él le había dicho que planificara ella la segunda cita (ella
todavía no había aprendido a hacer bien las cosas). En la taquilla del
teatro él no hizo ningún gesto por pagar las entradas y las pagó ella
(costaron 30 €). Además, él se atrevió a decirle “ bromeando”: “ claro,
pagas tú las entradas porque sabes que la cena, que pagaré yo, será
más cara, ¿verdad?, lo has planeado con picardía”. Como todavía
quedaba una hora y media para que empezara la función, fueron a
cenar, entonces él sugirió cenar en Mc Donald’s. Ella le dijo que no le
sentaban bien las hamburguesas. Entonces él dijo que tampoco tenía
mucha hambre, que le apetecía un sándwich solamente y la llevó a una
sencilla cafetería donde sólo había sándwiches y platos combinados
grasientos para comer (eso sí, baratos). La cena, que pagó él, costó 18
€.

Dos días más tarde, él le dijo que le apetecía ir a ver el


espectáculo del Circo del Sol, que ya había estado en uno de ellos y le
había gustado mucho. Ella le dijo que no le apetecía mucho ver ese
espectáculo, pero él insistió en que le gustaría. Esa misma tarde él le
envió en un e-mail un enlace para comprar ella las entradas para el
espectáculo (que costaban más de 100 € las dos), diciéndole que se lo
enviaba porque así podría elegir ella los asientos. Ella ignoró tal e-
mail, empezando ya a sospechar que era un tacaño (para entonces ya
hubiera debido saber de sobra que así era ciertamente). Cuando él le
preguntó si ya había comprado las entradas, ella le respondió que no
porque le parecía mejor que las comprara él, pudiendo elegir así él los
asientos, puesto que él ya había estado en uno de sus espectáculos y
podría saber mejor que ella desde dónde se vería mejor, pero él no lo
hizo.
Para su tercera cita fueron a pasar el día fuera a una bonita
localidad cercana. Cuando llegó la hora de comer, fueron a comer una
buena comida a un restaurante típico, que pagó ella (65 €). A la hora
de la cena, él sugirió, de nuevo, ir a MacDonald’s. Ella le repitió que
no le sentaban bien las hamburguesas, que mejor fueran a un
restaurante, pero él insistió en que a él le apetecía una hamburguesa
muchísimo y le dijo que tampoco le vendría mal a ella tomar una
ensalada porque había comido bastante en la comida del mediodía.
Ella le dijo que sí tenía hambre, que no quería tomar sólo una
ensalada, pero él le dijo que entonces podría tomar después uno o dos
postres. Ella accedió ante su insistencia. Cuando llegaron al mostrador
para pedir su comida, él vio que el Happy Meal (para niños) era 3 €
más económico que el menú de adulto, así que, a pesar de que tenía
tantas ganas de comer una hamburguesa, acabó pidiendo el menú
infantil con una mini hamburguesa para ahorrarse los 3 €. Ella acabó
comiendo una ligera ensalada (a pesar de que tenía hambre) en Mac
Donald’s, enfrente de un hombre fornido de más de 1,85 m. comiendo
un Happy Meal. Eso sí, todo (que pagó él) muy barato.

Durante la vuelta a casa, cuando ella (¡por fin!) ya había


decidido no volver a verle, él le comentó que tomaría un bocadillo
cuando llegara a su casa porque se había quedado con hambre y ella,
habiéndose dado cuenta ya de que era un tacaño y muy egoísta,
decidió darle una lección por haberse aprovechado de ella. Le dijo que
en vez de tomar un bocadillo en casa, sería mejor ir a cenar de verdad
a un buen restaurante, que invitaba ella. Él aceptó. Entonces ella
llamó a un buen restaurante (y caro) de su ciudad para reservar.
Cenaron abundantemente (él también, aunque ya se había comido su
Happy Meal con su mini hamburguesa antes).

A la hora del postre, ella dijo que la perdonara, pero tenía que
hacer una llamada urgente. Miró su móvil, dijo que no tenía cobertura
(lo cual no era verdad) y que tenía que salir fuera un momento a hacer
la llamada, entonces ella salió, cogió un taxi y se marchó a su casa
(por supuesto, él no sabía dónde vivía ella exactamente). A los 15
minutos después de salir ella fuera, él empezó a llamarla cada minuto
durante más de 20 minutos, pero ella no contestó, ni tampoco a
ninguno de sus mensajes durante esa noche ni durante la semana
siguiente, pidiéndole el importe de la cena a la que le había dicho que
le invitaría (265 € en total).

No ser un tacaño tampoco significa que él tenga que pagar por todo, pero
si ves que a la hora de pagar él remolonea casi siempre y que busca triquiñuelas
para que tú pagues más veces o más dinero que él, es que es un tacaño.

Si tenéis los mismos principios y queréis el mismo estilo de vida

Dos personas no son compatibles como pareja si tienen distintos


principios o si no quieren el mismo estilo de vida. Si llegaran a ser pareja,
terminaría con una ruptura o con una pareja infeliz para siempre. Sé sincera
contigo misma y reconoce sinceramente si él tiene los mismos principios que tú
o no. Una mujer que se respeta siempre a sí misma y que está conociendo a un
hombre que podría ser su potencial pareja, no inicia una relación con él si sabe
que no tiene los mismos principios o si no quiere el mismo estilo de vida que
ella porque sabe que si lo hiciera, eso haría que lo pasara mal.

Fíjate en si él respeta tus principios. Si él quisiera que hicieras algo que


chocara con alguno de tus principios sería porque tus principios y los suyos son
diferentes y por lo tanto, mientras estuvieras con él, te encontrarías con
situaciones en las que tendrías que traicionarte a ti misma para seguir con él.

Una mujer con una alta autoestima no renuncia nunca a sus principios.
No estés con alguien que tiene distintos principios a ti o quiere un estilo de
vida diferente al que tú quieres si quieres sentirte bien contigo misma. No
pienses que por traicionar tus principios por él le estarías demostrando tu amor
y ello haría que te quisiera más. Si eso sucediera, no sólo te estarías ensuciando
a ti misma, sino que además haría que automáticamente él empezara a perder el
interés por ti, porque traicionarse a sí misma por un hombre es el máximo
exponente de que él la tiene totalmente controlada.

No vuelvas a ver a un hombre que tenga distintos principios a los tuyos


por mucha atracción que sientas hacia él, por mucho que te duela. Si no lo haces
antes, tendrás que hacerlo después, bien por iniciativa propia, o peor, él te
abandonaría después de una relación tormentosa.
Si es una persona positiva
Si se enfocara casi sólo en tus aspectos negativos y/o en los aspectos
negativos de los demás o de la vida, te amargaría. Huye de un hombre así.
Intereses compartidos
Los abrazos, las caricias, las palabras románticas, el sexo y las
obligaciones compartidas no lo son todo en una relación. Un hombre sólo podrá
comprometerse del todo con una mujer si siente que además de tener contacto
íntimo con ella, es su amiga y para eso es necesario compartir intereses y
aficiones y también disfrutar juntos simplemente conversando.

Procura que compartáis aficiones que no impliquen sólo ponerse delante


de una pantalla o un escenario (como ver la televisión, ir al cine o ir al teatro),
que también pueden ser muy interesantes para compartir, sobre todo cuando se
dan al diálogo después. Podéis ver un documental y comentarlo o ver una buena
película y comentarla luego, pero es mucho mejor si por lo menos tenéis algún
interés en común aparte de eso, que implique más interactividad entre los dos.
Compartid algún hobby que os guste a los dos además de eso. Salid a pasear,
practicad algún deporte juntos, id a un concierto, a cenar, a tomar una copa,
bromead juntos, hablad sobre cosas que os interesen.

Procura también que al menos una de vuestras aficiones compartidas


implique actividad física. Los hombres suelen ser más activos físicamente y el
movimiento físico les suele hacer sentir más que a las mujeres. En general, los
hombres se sienten más unidos a una mujer cuando comparten una actividad que
implique movimiento físico, como un deporte. Si no te gusta practicar ningún
deporte, te sugiero que pruebes alguno que podrías compartir con él. El deporte,
cuando se disfruta, hace que nos sintamos mejor.

No os volváis demasiado vagos en vuestros hábitos de ocio. Si os


quedáis casi siempre en casa, la relación decaerá, mientras que las actividades
compartidas fuera de casa hacen que una pareja disfrute más y que él se sienta
más conectado a ti. Cuanto menos te conformes con quedaros la mayoría de las
veces en casa, más se esforzará él en la relación, porque sabe que tú no te
conformas con cualquier cosa.

Si tiene todas sus historias sentimentales pasadas superadas

Si él hablara constantemente de su ex, sería porque simplemente te


estaría utilizando para olvidar a dicha ex. Si este es tu caso, tú también te habrás
dado cuenta de ello.

No te intentes engañar a ti misma pensando que una vez olvide a su ex


contigo, se enamorará de ti. Eso nunca sucederá. Si te quedaras con él, una vez
te hubiera utilizado para sentirse mejor, te abandonaría.

Si tuvieras una relación con un hombre que aún no ha superado la


ruptura con una ex, hasta puede que al cabo de un tiempo empezara a querer
hacerte una copia de ella. Podría pedirte que te peines como su ex, que te vistas
como ella, que hagas cosas que hacía su ex o que no hagas cosas que tú haces y
que su ex no hacía. Él también sabe que ninguna mujer debe permitir eso y si tú
lo permitieras, él sabría que no tienes la suficiente autoestima como para que te
respete y se enamore de ti y nunca lo hará.

Su potencial para la proximidad íntima

Recuerda que si ella tiene un potencial mucho más alto para la


proximidad íntima que él, es que son incompatibles.

Él y ella serían incompatibles si ella debe tomar demasiada distancia


para mantenerle interesado en ella, mucha más de la que haría que ella se sintiera
cómoda en la relación y no tiene el nivel de proximidad íntima con él que ella
necesita.

Si se trata de indiferencia por parte de él, una mujer debe actuar


siguiendo las pautas de las dinámicas de atracción en una pareja descritas en este
libro. Si eso no le hace cambiar y que la trate como a ella le haría sentir
cómoda, cubriendo sus necesidades, es que él y ella son incompatibles, ya sea el
motivo que él tiene un potencial para la intimidad mucho más bajo que ella o
cualquier otro motivo.

Cuidado si él parece querer un gran compromiso contigo desde el


principio

Cuando empieces a salir con un hombre, ten cuidado si él parece querer


un compromiso muy fuerte contigo desde el principio. Si te dice que te quiere
desde que empezáis a salir y desde el principio te dice que quiere que os vayáis
a vivir juntos y te dice cosas como que le gustaría casarse y tener hijos contigo,
lo más seguro es que se deba a que está mintiendo para llevarte a la cama o a
que es una persona emocionalmente inestable. Ninguna de las dos razones le
hace un buen candidato para una relación estable.

Normalmente, un hombre estable emocionalmente tarda al menos unas


semanas en sentirse de verdad enamorado de una mujer y al menos unos meses
(por lo menos seis) para sentirse tan unido a ella que quiera casarse y tener hijos
con ella. Hay hombres que se enamoran demasiado fácilmente, pero la mayoría
de esos hombres no son estables emocionalmente y tan rápidamente como se
enamoraron pueden dejar de estarlo.

Fíjate en si es estable emocionalmente, en que aunque le guste soñar,


también tenga los pies en la tierra y que no intenta escapar a una situación en su
vida (por ejemplo, intentar enamorarse de una mujer para dejar de estar
enamorado de otra). Él debe saber lo que implica decir a una mujer que la
quiere, lo que implica vivir juntos y hablar de planes para casarse y tener hijos
con ella si no está mintiendo o si no es un desequilibrado.

Cuando Gema conoció a César, pensó que por fin había


conocido al hombre que había esperado toda su vida. Además de ser
muy atractivo físicamente, era muy romántico, la llamaba varias veces
al día, quería verla todos los días desde el mismo principio. Durante
las dos primeras semanas le regalaba una rosa roja que se había parado
a comprar para ella cada día y le hacía pequeños regalos. Él estaba
buscando vivienda, puesto que se había divorciado hacía poco y estaba
viviendo temporalmente en casa de su madre.

A los diez días de empezar a salir, César le pidió a Gema que


le acompañara cada vez que fuera a ver una nueva vivienda porque
quería que ella le diese su opinión, puesto que pronto vivirían juntos.
Ella pensó que efectivamente, César era el hombre de su vida. Ella
empezó a acompañarle a ver viviendas y cada vez, él le preguntaba qué
le había parecido y ella le daba su opinión.

Un viernes en que fueron a ver una de las viviendas, subieron


al piso solos, pidiendo la llave al portero y allí, solos, él le dijo que
sería una vivienda estupenda para vivir juntos y criar a sus hijos. Ella
se quedó un poco sorprendida y él le dijo que le gustaría casarse y
tener hijos con ella y que eso pasaría pronto. Ella pensó que ya había
llegado la hora de hacer el amor con él y que eso pasaría esa misma
noche, ya que era su futuro marido (llevaban tres semanas saliendo).

A la mañana siguiente, después de haber hecho el amor, ella se


abrazó a él y él le dijo que le dejase dormir un poco más y se dio
media vuelta. A ella le extrañó un poco, pero pensó que tenía que
descansar bien antes de ser él mismo. Dos horas más tarde, él se
levantó y ella ya le esperaba con un gran desayuno preparado. Él se
sentó en el sofá y dejó que ella le sirviera el desayuno, casi sin decir
nada. Cuando ella le dijo que parecía que por las mañanas recién
levantado no le apetecía hablar, él le contestó que no había descansado
del todo bien. Ella le abrazó y le besó, pero él le dio un beso corto y
se levantó para meterse en la ducha sin mediar palabra. Cuando salió
de la ducha, se vistió, le dio a ella un beso rápido y le dijo que tenía
que marcharse porque tenía una comida familiar. Ella le preguntó si se
verían luego y él le respondió que sí, ya por la tarde.

Gema estuvo durante más de cinco horas pendiente de su


móvil esperando a que la llamara. Pensó que quizás él no tenía
cobertura donde estaba porque normalmente no pasaba más de tres
horas sin llamarla. Entonces ella le llamó y dio tono, por lo que tenía
cobertura, pero él no contestó. Más de dos horas más tarde César le
envió un mensaje de texto diciendo que todavía estaba con su familia
y que la llamaría luego. Sobre las 21.15 la llamó para verla. Ella le
dijo que le gustaría ir a cenar fuera, pero él le dijo que estaba cansado
y que prefería una cena tranquila en casa de ella. Cuando César llegó a
casa de Gema, ella ya había preparado la cena. Cenaron y fueron
directos a la cama, donde hicieron el amor durante horas.

A la mañana siguiente, domingo, a las 11.00, él se levantó, se


duchó, se vistió y le dijo a ella que tenía que marcharse porque tenía
que hacer algunas cosas en su casa y que la llamaría luego. A las
16.00 todavía no la había llamado. Le llamó ella para saber a qué hora
se verían, pero él le dijo que no iba a poder ser porque se iba a ir a
montar en bici con un amigo hasta la noche y que la llamaría cuando
llegara. Ella, ya muy preocupada, le preguntó si pasaba algo y él le
respondió que no, que simplemente necesitaba hacer algo de deporte.
Ella le dijo que le gustaría ir con ellos a montar en bici, pero él le
dijo que mejor otro día porque iban a hacer una ruta un poco difícil
que ellos ya conocían. Él no la llamó más tarde.

A la mañana siguiente, ella le llamó y le preguntó enfadada por


qué no la había llamado. Él le dijo que habían llegado muy tarde, que
pensaba que ella estaría ya durmiendo y no había querido despertarla.
Ella le preguntó qué le pasaba. Él, después de unos segundos en
silencio, le dijo que no le pasaba nada.

Él se fue de viaje profesional al día siguiente (martes) hasta el


viernes. Durante esos días la llamó sólo una vez al día y hablaba con
ella menos de diez minutos, diciéndole que no podría volver a hablar
con ella hasta el día siguiente porque iba a estar muy ocupado con
reuniones, comidas y cenas de negocios.

El viernes por la mañana, César llamó a Gema para decirle que


no podrían verse hasta el domingo porque era el cumpleaños de un
amigo y se iba a pasar el fin de semana fuera con sus amigos hasta el
domingo por la tarde. Ella supo entonces que él había estado
mintiendo para llevársela a la cama y le preguntó por qué le había
dicho todo lo que le dijo si no era verdad. Él le dijo que sí era verdad,
que en el momento en que lo decía así lo sentía, pero que en ese
momento sentía que ya no había química. Ella le preguntó por qué se
había acostado con ella si no había química y él le respondió que sí le
apetecía verla, pero que también le apetecía estar a su aire, tener
espacio aparte de ella. Ella le preguntó qué quería decir con eso y él le
respondió que podrían seguir viéndose, pero sólo de vez en cuando.

Si te encuentras con un hombre así, huye y no vuelvas a verle. Si eres


una mujer inteligente, te darás cuenta rápidamente de que un hombre así es un
depredador, de que todo lo que en apariencia pudiera parecer encantador, no es
más que fachada y sólo quiere conquistar por la emoción de la conquista y unas
cuantas sesiones de cama antes de desaparecer. Ningún hombre que no está
fuertemente desequilibrado quiere casarse con una mujer a la que conoce desde
hace muy poco tiempo. Descarta a un hombre así, porque o tiene un fuerte
desequilibrio emocional o es un depredador.

Cuánto debería durar la fase de inicio

No todos los hombres llegan al punto de querer una relación con ella en
el mismo momento, pero en general tardan al menos un mes.

Señales que indican que está siguiendo el camino correcto

Aunque cuando los hombres conocen a una mujer que les gusta suelen
tener como principal objetivo el sexo, eso no debe permanecer así durante
mucho tiempo.

Aunque no todas las relaciones comienzan de la misma forma, la gran


mayoría de ellas siguen unas pautas básicas. Además de tener en cuenta los
puntos a observar en esta fase, indicados en el apartado anterior, hay otras
señales esenciales que indican que sus sentimientos por ti van creciendo y que
puede llegar a querer una relación contigo:

· En la tercera cita, él debe haber empezado a ver ya algún potencial para


una relación contigo. Debe ya haber empezado a llamarte regularmente (a
llamarte, no sólo enviarte emails o mensajes de texto) y querer verte
también regularmente (por lo menos una vez a la semana).

· Después de un mes desde la primera cita, debe haber empezado a llamarte


(insisto, llamarte por teléfono) más de una vez a la semana y a querer verte
también más de una vez a la semana, al menos dos y por lo menos de vez
en cuando en fin de semana, dándote cuando te vea en fin de semana
prioridad sobre sus amigos.

· A los dos meses, debe haber empezado a querer hablar contigo todos los
días, por lo que debería llamarte todos los días. Si está siguiendo el
camino correcto para ver un mayor potencial para una relación contigo,
también querrá verte varias veces a la semana y una de ellas en el fin de
semana, dándote cuando te vea en fin de semana prioridad sobre sus
amigos.

· A los tres meses, debe estar ya tomándoselo como una relación. Desde
luego, si no ha llegado ya a ese punto a los tres meses, es ya muy difícil
que alguna vez vaya a llegar. Si al cabo de ese tiempo desde que empezó a
salir con ella no ha llegado a querer exclusividad, es casi imposible que
alguna vez vaya a quererla ni vaya a enamorarse de ella.

Al menos estas pautas esenciales tienen que cumplirse si él va viendo


cada vez más potencial para una relación con ella. El fallo de alguna de ellas,
aunque no se hayan cumplido todavía los tres meses desde que empezaron a
salir juntos, indica que por algún/os motivo/s él ya no ve potencial para una
relación con ella ni lo verá. Ya lo tiene así decidido y nada le hará cambiar eso.
Si sales con un hombre que falla en alguna de estas pautas básicas, deja de verle
si no quieres sólo sexo con él, porque podrías salir malparada.
CAPÍTULO V

EMPEZÁIS UNA RELACIÓN


Cuando él se toma lo vuestro como una relación

¿Cómo demuestra él que para él lo que hay entre los dos es exclusivo, que no
sale con nadie más porque así lo quiere?. Tengo que decirte que no hay algo
que asegure que es así, puesto que hay algunos maestros de la seducción
dispuestos a cualquier cosa por la emoción de la conquista de una entrepierna
femenina, pero hay algunas pautas que al menos se deben cumplir cuando así lo
siente:

· Él la llama todos los días (la llama, no sólo le envía un mensaje de texto
o un e-mail).

· En sus días libres quiere verla.

· Durante la semana laboral quiere verla también por lo menos algunos


días, a no ser que sea imposible por horarios, obligaciones razonables, etc.

· Él le ha presentado a ella a sus amigos.

· Él estará feliz de estar también con los amigos/as de ella.

· Los intereses y necesidades de ella están para él por encima de los de sus
amigos, no la deja aparte a ella por sus amigos. Aunque de vez en cuando
también querrá ver a sus amigos sin ella para tomar una cerveza, jugar al
billar, ir a un partido, etc., normalmente, si quiere ver a sus amigos, la
lleva también a ella.

· Él hace pequeños sacrificios por ella (la recoge para llevarla a casa de vez
en cuando, le hace tareas de bricolaje en casa, etc.).

Por lo menos estas pautas deberán cumplirse para que él demuestre a ella
que de verdad quiere exclusividad y debe haber estado demostrándolo durante al
menos más de dos semanas.

Deja que sea él quien tome la decisión de tener una relación contigo
Un hombre no puede sentirse de verdad comprometido con una mujer si
no siente que ha sido él quien ha tomado la decisión de estar con ella, por eso
no debe sentirse nunca presionado, porque sentiría que no es una decisión suya,
sino de ella y no podría sentirse realmente comprometido con ella. Los hombres
huyen de las imposiciones en las relaciones de pareja. Sólo cuando un hombre
elige estar con ella por decisión propia, es cuando puede sentirse realmente
comprometido con ella.

Irene y Abel llevaban saliendo algo más de un mes. Durante


las tres primeras semanas aproximadamente, se veían sólo una vez a la
semana. Luego él empezó a llamarla más y a querer verla también con
más frecuencia, pero algunos fines de semana él no quería verla porque
quería salir sólo con sus amigos.

Uno de esos fines de semana, Irene llamó a Abel y le dijo que


tendría que elegir entre sus amigos o ella, que si ese fin de semana no
quería verla, no volvería a verla, que tenía que demostrarle ya que sólo
quería estar sólo con ella y no quería seguir conociendo a otras. Abel
le dijo que ella le gustaba mucho, pero que necesitaba un poco más de
tiempo. Irene insistió en que si no se lo demostraba ya, no volvería a
verla. Entre la espada y la pared, Abel le dijo que sí quería estar sólo
con ella y accedió a verla el fin de semana, invitándola a ir también
con sus amigos.

Cuando llegó el viernes siguiente, él no la llamó. Cuando ella


le llamó, no le contestó. Al día siguiente le volvió a llamar y cuando
hablaron, Irene le preguntó por qué no la había llamado, le dijo que
había estado esperando todo el día para hablar con él. Él le dijo que se
sentía presionado por ella. Ella le dijo que lo sentía, que la
incertidumbre que sentía le había hecho reaccionar así y que podrían
seguir viéndose como lo habían hecho hasta hacía una semana, pero él
le dijo que necesitaba un tiempo sin verla para reflexionar. Él no
volvió a llamarla.

Él siempre debe pensar que es él quien toma la decisión de que la


relación comience, avance y/o siga y que es él quien te convence para que tú
quieras también que la relación comience, avance y/o siga y no al contrario, por
eso no debe sentir que tú estás demasiado disponible para él y dispuesta a hacer
cualquier cosa para que él tenga una relación contigo y/o para que siga contigo.

Si él creyera que la decisión ha sido tuya, empezaría a distanciarse. Esa


es la mayor diferencia entre un hombre que adora a su pareja y otro que no.
Cuando un hombre piensa que esa decisión no ha sido suya, empieza a sentirse
atrapado y empieza a querer salir de ahí. Un hombre siempre necesita pensar que
esa decisión ha sido suya para sentirse libre y adorar a su pareja libremente.
El cortejo

Cuando se comienza una relación, es cuando los hombres comienzan a


querer conquistarla con más intensidad. En esta etapa, que suele durar poco, es
cuando los hombres más suelen hacer pequeños regalos. Este es un ritual
masculino muy común. También tendrá más detalles y su comportamiento será
más caballeroso.

Deja que te mime. A él le gusta agradarte y de nuevo, recuerda,


agradéceselo siempre para que vea que lo aprecias. No le digas todo lo que te
gusta. No le des el plano a tu corazón hecho. Deja que él piense en qué te podría
gustar, deja que se esfuerce un poco para conquistarte, de esa forma también
pensará más en ti.

No te vuelvas loca por él (ni en esta etapa ni nunca). Recuerda que está
en su “ mejor él”, que está en parte actuando porque quiere que pienses que él es
ese hombre tan maravilloso que pretende hacerte creer que es en esta etapa. En
esta etapa esconderán sus defectos e intensificarán sus virtudes. Al principio vas
a ver una versión mejorada de él. Si en su versión mejorada hay algo que no te
gusta y que no podrías tolerar, no dudes que en la realidad podrías tolerarlo aún
menos, porque en realidad es peor. No caigas en la trampa de pensar que
cambiará a mejor con el tiempo, que es cuestión de que os conozcáis y de que se
acostumbre a ti para que ese cambio ocurra, porque no ocurriría.

La primera vez que hacéis el amor

Ten siempre sexo seguro. Al principio utiliza siempre preservativos. Un


poco más tarde podéis haceros las pruebas los dos para confirmar que ninguno
tiene SIDA. No te fíes por las apariencias. Muchas personas no saben que son
portadoras del virus y parecen sanas. No te la juegues nunca cuando se trata de
tu salud.

Hay que recordar que la primera vez no debe ser nunca en menos de un
mes desde que él y ella empezaron a salir y que él debe estar ya tomándoselo
como una relación, sea cual sea el momento en que él habló con ella sobre
exclusividad y empezara a mostrar signos de que así es.

Cuando él tiene sexo con ella por primera vez, no quiere a una pavisosa,
pero tampoco a una mujer que sea experta en técnicas sexuales. A él no le
gustaría ver que ella está demasiado desenvuelta en el sexo. Eso le haría pensar
que ha estado en muchas camas antes practicando lo que está practicando con él.
Si has tenido una vida sexual intensa antes de acostarte con él, actúa como si no
fuera así.

Deja que al principio sea él quien lleve la iniciativa, sugiriendo posturas


o nuevas técnicas. Por supuesto, pasado un corto tiempo, disfrútalo y hazle
disfrutar de forma desinhibida. No se trata de que piense que no puedes disfrutar
del sexo abiertamente.

Al igual que en cualquier aspecto y fase en la relación, desde el


principio, debes tener mucho cuidado de que él no sospeche que estás siguiendo
una serie de reglas inamovibles para conquistarle a la hora de hacer el amor por
primer vez. Si pensara que lo estás haciendo, pensaría que eres una mujer
demasiado rígida, además de pensar (sí, de nuevo) que te estás esforzando
demasiado por él. Debes hacerle esperar, pero cuando te pregunte por qué no
hacéis el amor todavía, no se te ocurra decirle que es porque así conseguirás que
su deseo por ti aumente. Dile que tienes que sentirte lo suficientemente cómoda
antes de llegar a eso con él.

Si él sospechara que estás siguiendo reglas inamovibles con él para hacer


que se sienta más atraído por ti, además pensaría que le estás manipulando y eso
le haría querer escapar de ti. Para los hombres es muy importante pensar que son
libres y que lo que hacen, lo hacen por iniciativa propia. Si no fuera así,
empezarían a querer escapar de esa situación.

Después de la primera vez que hagáis el amor, no actúes como si el


centro de tu universo fuera él. Sigue actuando como has debido hacer hasta
entonces, es decir, teniendo tu espacio y haciéndole ver con tu actitud que él no
es el centro de tu vida. Cuando se ha esperado un tiempo prudente para saber
que él se lo está tomando como una relación y se hace el amor por primera vez,
una oleada de amor por él te inunda, pero evita que él sea el centro de tu vida.
Una mujer que no actúa así tiene asegurado el principio del fin, pues él pensará
que ya no hace falta que siga trabajando en la relación. Sigue actuando, como
hemos visto a lo largo del libro, como una mujer astuta para que él quiera
seguir conquistándote para que tú quieras seguir con él.

Al día siguiente de que Ángela y Enrique hicieran por primera


vez el amor, habían quedado para comer con unos amigos de ella. Él
sugirió por la mañana que ella anulase esa comida con sus amigos con
alguna excusa y así podrían pasar todo el día juntos solos los dos
remoloneando en casa de él, pero ella le dijo que tenía ganas de ver a
sus amigos y que ya podrían hacer eso otro día. Ella siguió teniendo
con él la misma actitud que hasta entonces. No le llamó con más
frecuencia ni anuló ninguna de sus clases de baile, de sus sesiones de
spinning ni dejó de ver a sus amigas por pasar más tiempo con él.
Fue entonces cuando Enrique se enamoró de verdad de Ángela.

Te quiero

Cuando un hombre te quiere de verdad, te lo demuestra con sus actos. A veces


los hombres pueden llegar a decir a una mujer que la quieren sin sentirlo de
verdad para conseguir un objetivo a corto plazo (que habitualmente suele ser su
entrepierna). Si te dice que te quiere y no te demostrara que además de querer
tener contigo una relación, te quiere, estaría mintiendo.

Cuando un hombre quiere de verdad a una mujer, hará todo lo posible


para que ella le corresponda. No te dirá que te quiere si no piensa que no podrías
rechazarle. La manera en que sabe que tú no podrías rechazarle es trabajar para
que tú le correspondas. Si te dijera que te quiere sin haberse esforzado para ello,
sería porque estaría mintiendo. Un hombre jamás te dirá que te quiere
sintiéndolo de verdad si no ha trabajado antes para que tú le correspondas.

Si él le dice a ella que la quiere sin ser cierto, seguramente ya lo ha


dicho muchísimas veces antes sin sentirlo. Para él decir “ te quiero” es como
decir “ pásame la sal”. Para él ella no es nadie especial. Simplemente, la está
tomando por una pobre ingenua con la jugar y divertirse cruelmente durante un
tiempo, pero desde luego, nadie con quien pensaría quedarse definitivamente.

Cuando un hombre te dice que te quiere por primera vez sintiéndolo de


verdad, su anhelo por que le correspondas alcanza el punto más alto. Espera que
cuando te lo diga, tú caigas rendida a sus pies para poder relajarse, pero no te
interesa que se relaje demasiado. Tampoco se trata de que le rechaces o en ese
punto en el que ya ha trabajado para que le correspondas, pensaría que si a pesar
de poner todo su empeño no lo ha conseguido, nada lo haría y empezaría a
perder interés.

Si le quieres, dile que tú también le quieres, pero no se te ocurra decirle


que siempre has estado esperando ese momento, que siempre has estado
esperando que él apareciera en tu vida, que él es tu salvador, que sin él la vida
para ti no tendría sentido y que sin él no podría volver a tenerlo, que qué harías
tú sin él, que él es tu mitad, que él tu alma gemela ni nada parecido, ni siquiera
si él te lo dice a ti.

Si él es un hombre romántico, disfrútalo. Si es así, lo más seguro es que


cuando te diga por primera vez que te quiere sintiéndolo de verdad, espere que
tú le digas algo como lo antes mencionado, pero cuando no se lo dices, piensa
que esta vez no es como con las mujeres con las que ha estado antes, que se le
han derretido cuando se lo dijo. Entonces, puede que intente que se lo digas
diciéndotelo él a ti primero. Aún así, no se lo digas, ni en ese momento ni
nunca. En primer lugar porque no deberías sentir eso nunca.

Una mujer fuerte no siente que su vida no tendría sentido sin un hombre
o que un hombre es su mitad porque sabe que ya es una persona completa en sí
misma. Si él te dice algo así, mírale dulcemente, sonríele y dale un beso, pero
no se lo digas tú a él. Si lo hicieras, empezaría a relajarse demasiado y como te
digo, eso es algo que no te interesa porque empezaría a perder interés por ti. Lo
que te interesa es que él siga trabajando para seguir conquistándote, para que no
pierda el interés por ti.

No te olvides
No dejes de ser tú misma

No dejes nunca de ser tú misma, de tener tu propia identidad. Ese es el


factor más importante para que él siga sintiéndose atraído por ti.

A un hombre le atrae mucho más su pareja si ésta conserva su propia


identidad, si tiene sus intereses y aficiones aunque no los comparta con su pareja
y si trabaja por conseguir sus propios objetivos fuera de la relación (aunque sin
descuidar ésta en exceso), porque a los hombres les gustan las mujeres lo
suficientemente independientes. Esto tiene varios efectos: por un lado, él sabe
que aunque no estuvieran juntos, ella sería feliz, que no le necesita para ser feliz,
que como ya hemos visto, es un factor esencial para que él se sienta atraído por
ella y por otro, hace que ella se sienta más feliz que si no tuviese sus intereses y
objetivos fuera de la relación, hace que ella sea una mujer más positiva, lo cual
también hace que él se sienta más atraído. ¿A quién no le gustan las personas
que ven el lado positivo de la vida?.

Tener intereses fuera de la relación hace que no te centres en ella en


exceso, por lo que es esencial para que una relación vaya bien. No se trata de
que finjas que tienes intereses aparte de él, sino de que de verdad los tengas. De
otra forma, mentalmente te centrarías demasiado en él y eso se reflejaría en tu
actitud y no funcionaría.

Cuando una mujer se enfoca demasiado en un hombre, descuidando sus


intereses y sus amistades porque quiere pasar hasta el último minuto de su
tiempo libre con él, la relación que mantiene con él se vuelve automáticamente
una obsesión y el miedo a perderle la absorbe más aún en esa relación, entrando
en una espiral en la que ella siempre perderá. Por supuesto, en una relación hay
que compartir y dar, pero no dejes nunca que todo tu tiempo libre lo ocupe él o
entrarías en esa espiral. Si dieras demasiado en una relación, tanto que te
perdieras a ti misma en ella, también perderías el respeto a ti misma en esa
relación.

No le hagas sentir demasiado seguro

Los hombres sobre todo, necesitan el factor sorpresa, no saber


exactamente qué va a pasar en todo momento. Eso les previene del
aburrimiento, por eso debes hacer que él se sienta de vez en cuando un poco
inseguro. Cuando un hombre da a una mujer por completamente conquistada,
sabe ya lo que pasará seguro y empieza a aburrirse. Cuando veas que él empieza
a perder interés, desvía tu atención de él y la relación a intereses y aficiones fuera
de ésta.

Puede que él, pasado un tiempo desde que empezó la relación, empiece a
referirse a cosas que piensa que pueden ser debilidades para ti para que no te
sientas demasiado segura en la relación, para hacerte trabajar más en ella, quizás
para que te esfuerces en exceso en la relación (recuerda que si tú le demuestras
que estás dispuesta a hacer cualquier cosa por él, aunque tuvieras que ser tú casi
la única que trabajara en la relación, él lo tomará). Por ejemplo, si él piensa que
ella quiere perder unos kilos y es un punto un poco débil para ella, puede que
haga alguna referencia a ello de vez en cuando. Si ella reacciona negativamente,
él sabrá que ha tocado un punto débil en ella y puede que lo utilice cuando
quiera situarse en una posición más fuerte respecto a ella en la relación.

Ese exceso de ego por su parte puede contrarrestarse con su mismo


juego, es decir, refiriéndote tú a cosas que sabes que son debilidades para él. No
se trata de que se convierta en una guerra, simplemente de contrarrestar ese
exceso de ego en caso de que él haya empezado ese juego. Hay que utilizarlo
sólo si ves que él ha empezado dicho juego, con mucha sutileza y muy de vez
en cuando, ya que de otra forma estaría tan acostumbrado a ello que no surtiría
efecto. Por ejemplo, si su debilidad es su peso, simplemente puedes comentar
que hay un nuevo gimnasio que hace descuentos, que conoces a un chico que
perdió peso con una determinada dieta o que definió sus músculos con un
determinado sistema. Si se está quedando calvo, puedes comentar que crees que
los hombres que se están quedando calvos están mejor con la cabeza afeitada y
que hay hombres que son calvos y siguen teniendo buen aspecto.

Él no debe sentir nunca que te tiene completamente controlada. Ese


sentimiento de no tenerte controlada al principio de la relación, será el que
despierte en él el deseo de conquistarte y su pasión.

No os precipitéis

Una relación sólida no puede formarse de un día para otro ni en una


semana ni en un mes. No pienses, arrastrada por la pasión, que vuestro caso es
distinto, que ya sabías en cuanto le conociste, o al muy poco tiempo de
conocerle, que sois como almas gemelas y que no necesitáis más tiempo para
conoceros.

Una relación de pareja sólida requiere un proceso evolutivo a lo largo de


un tiempo. No os lancéis a vivir juntos si no han pasado al menos seis meses
desde que os conocisteis y habéis pasado el suficiente tiempo juntos. Cuando
dos personas que se conocen todavía muy poco empiezan a convivir juntas
como pareja, las posibilidades de que haya más discusiones es mucho más alta
que cuando se conocen más. Esto es debido a que no conocen todavía sus
reacciones ante los distintos tipos de situaciones y esas reacciones pueden ser
malinterpretadas, lo cual puede generar desconfianza y resentimiento

David y Sonia sintieron un flechazo cuando se conocieron.


Todo parecía ir sobre ruedas. A los tres meses de conocerse,
decidieron vivir juntos porque no querían esperar más.

Cuando él llegaba del trabajo, necesitaba unos 15 minutos a


solas para relajarse y aliviar la tensión, pero ella no entendía que
después de haber pasado muchas horas sin verse hasta la noche, él se
fuera directo a la habitación y no saliera de ella en un rato. Ella quería
estar junto a él desde que entraba por la puerta. Entonces iba a la
habitación y le preguntaba si le pasaba algo. Él respondía que no, que
sólo estaba cambiándose y descansando un rato. Ella entonces ponía
música y se tumbaba junto a él. Él le pedía que quitara la música
porque quería descansar un rato en silencio, pero ella insistía pensando
que así se relajaría más.

Al cabo de unas semanas, una noche, él acabó enfadándose y


tuvieron una fuerte discusión en la que David dijo a Sonia que
deberían haber esperado más tiempo para vivir juntos. Sonia no
entendía que él dijera eso y rompió a llorar. La relación fue
desgastándose a partir de ese momento hasta romperse al cabo de unos
meses.

Tu actitud en esta fase


Sienta las bases de la relación desde el principio
Cuando empieces una relación con él, no te dejes llevar sólo por la
pasión. La primera fase de una relación en la que los dos están enamorados es
muy pasional, pero si te dejaras llevar sólo por la pasión, acabarías dando
demasiado, él se habituaría a que tú dieses más que él y demandaría que dieses
cada vez más si ese patrón continuara, mientras él daría cada vez menos.

Si eso sucediese, la relación se rompería en poco tiempo porque él


perdería el interés por ti o continuaría durante un tiempo como una relación en
la que ninguno de los dos sería feliz por el mismo motivo. Sentar las bases de
la relación desde el principio es muy importante.

Evita desde el principio insultos, incluso “ de broma”, pues el límite


entre insultar “ bromeando” y la falta de respeto es tan delgado que es casi
inapreciable y de ahí a insultar seriamente hay sólo un pequeñito paso. Alguno
dirá que eso es tener confianza y que la confianza es importante. En ese caso
recuérdale que se dice que la confianza da asco, pero que no es la confianza lo
que da asco, sino la falta de respeto e insultar, aunque sea “ bromeando”, ya es
una falta de respeto. Detrás de las bromas reiteradas siempre hay algo de verdad.
Lo que hacen los hombres cuando empiezan a insultar “ bromeando” a su pareja
es testarla para ver si ella lo consiente para poder ir más allá e insultarla en
cualquier situación pero ya sin bromas. No consientas nunca que te insulte ni
“ bromeando”. Lo mismo se puede aplicar a cualquier tipo de falta de respeto.

Recuerda que cambiar la dinámica en una relación es más difícil cuanto


más tiempo haga que esa dinámica incorrecta esté establecida en la relación y
por tanto más incrustada esté. Hazte respetar siempre desde el principio y haz
que él se esfuerce por ti desde el principio.
Él quiere saber que ella piensa que él es especial por él mismo, no por sus
bienes materiales

Si ella actúa con él como si buscara un hombre que le dé un cierto nivel


de vida económicamente, él sabrá que a ella lo que menos le importa es cómo es
él y lo que más le importa es que la tenga gorda (la cartera). Eso desanimará a
cualquier hombre para querer seguir teniendo una relación con una mujer. Si él
piensa que en lugar de él, ella podría poner a cualquiera que le proporcionara el
mismo nivel económico, sabrá que no le quiere por quien es. Él quiere sentir
que para ella él es especial por la persona que es, no por su dinero o por sus
bienes materiales.

Cuando Álvaro y Lorena llevaban juntos dos meses, él la


invitó a cenar a un buen y caro restaurante de la ciudad. Cuando
estaban sentados a la mesa, ella dijo que el restaurante no estaba mal,
pero que una vez fue a cenar a un lujosísimo (y impresionantemente
caro) restaurante al que la había invitado un ex y que ese sí que era un
restaurante lujoso. Después empezó a criticar el color de los manteles
y la decoración del restaurante. Cuando llegó la carta, ella pidió lo
más caro del menú y eligió también el vino más caro (aunque ella
normalmente no tomaba vino). Ella comió su comida sin comentar si
le gustaba.

Al salir, Álvaro le preguntó si le había gustado la cena y ella


le dijo que no había estado mal, pero que en el restaurante en el que
realmente hubiera disfrutado hubiera sido en el lujosísimo restaurante
del que le había hablado antes. Ni siquiera en ese momento le dio las
gracias por la invitación. La cena le había costado a Álvaro casi 200 €
y él ganaba unos 1.600 € al mes, teniendo que pagar hipoteca, por lo
que tuvo que hacer un esfuerzo para invitarla a esa cena con el objetivo
de agradarla, pero ella ni siquiera se lo agradeció. Fue entonces cuando
Álvaro se dio cuenta de que Lorena era una egoísta desagradecida y no
quiso volver a verla.

Si él te hace regalos o te invita a cenar, a viajes, etc., acéptalos con


gusto y disfrútalo y por supuesto, agradéceselo. A él le encantará ver cómo
disfrutas de algo que él te ha dado. Eso le hace sentir que él te hace feliz y le
anima a seguir haciéndolo, pero no actúes como si para él fuera una obligación
hacerlo o se sentiría como si tú creyeras que él es el banco de donde retiras tus
ingresos, no tu pareja y eso es algo que los hombres odian y de lo que huyen.
Recuerda que es esencial para que tú estés en la posición más fuerte en la
relación que además de ser independiente emocionalmente, también lo seas
económicamente.

No actúes como si él tuviera la obligación de complacerte

No actúes nunca con él como si él tuviera la obligación de complacerte.


Si lo hace es porque se siente atraído por ti, porque ve cualidades en ti que le
despiertan ese deseo de complacerte, pero no es ninguna obligación para él.
Cuando haga algo para complacerte (insisto de nuevo), agradéceselo. No se trata
de que se lo agradezcas hasta la saciedad, pero él debe saber que valoras lo que
él hace de bueno por ti y que le valoras a él.

Cuando hace bien las cosas, hay que reconocérselo. Eso le motiva para
seguir haciendo bien las cosas, para seguir complaciéndote. Piensa en un niño
cuando aprende algo nuevo. Sólo se siente motivado cuando el adulto que le
enseña le reconoce lo que ha aprendido. Eso le motiva para seguir haciéndolo y
seguir perfeccionándolo. Con los hombres es igual en este aspecto.

Él necesita confiar en ti y que confíes en él

Para él es muy importante que confíes en él. Si él no te ha dado motivos


para desconfiar de él, te respeta y te demuestra que eres muy importante para él
trabajando en la relación para complacerte, confía en él y demuéstraselo. Eso le
motivará para seguir haciendo bien las cosas para que sigas confiando en él.

Aunque cuando él hace algo negativo en la relación, ella debe tomar


distancia, lo que no debe hacer es insinuarle que puede buscar a otro que le
sustituya. Él lo tomaría como una amenaza. A los hombres también les da
miedo que ella tome la decisión de abandonarle cuando hay un problema.
Quieren saber que ella no es una mujer muy voluble, aunque esto debes
hacérselo ver sin permitir faltas de respeto de él y corrigiendo desequilibrios
cuando aparezcan.

Diego había empezado a distanciarse de Estefanía. Ella le dijo,


como modo de advertencia, que había un compañero de oficina que iba
detrás de ella desde hacía un tiempo y que si seguía así, aceptaría una
cita con él. La respuesta de él fue marcharse diciendo que entonces
llamara a su compañero en ese momento y aceptara esa cita. Unas
horas más tarde, Estefanía seguía esperando a que él la llamara para
pedirle disculpas a ella, pero no recibió su llamada. Entonces ella le
llamó para hablar con él. Ella le dijo que deberían verse para aclarar
las cosas, pero él le dijo que a quien debería ver sería a su compañero
ya que le gustaba tanto y le colgó el teléfono. Ella le volvió a llamar,
pero él no contestó ni volvió a llamarla.

Es importante que él sepa que le apoyas y le serás fiel. A los hombres


también puede atemorizarles la idea de que su pareja le pueda abandonar, no
apoyarle o, mucho peor, serle infiel. Si él tiene grandes dudas sobre si puede
confiar en ella o estará para apoyarle o pueda serle infiel, es muy difícil que se
pueda comprometer del todo con ella. Aunque necesitas que él no se sienta
seguro del todo respecto a ti para que siempre tenga en su mente el reto de que
permanezcas con él para prevenirle del aburrimiento, demasiada inseguridad es
contraproducente.

No cedas a algo que va en contra de tus principios


Como ya te he dicho antes, deberías haber descartado a un hombre si no
tuviera los mismos principios que tú, pero si no te hubieras dado cuenta antes y
descubrieras en esta fase que así es, descártale tan pronto como te dieras cuenta.

Si él se merece que cedas a algo que necesita un esfuerzo por tu parte y


quieres hacerlo, hazlo, siempre que no entre en conflicto con tus principios. No
cedas nunca a algo si choca con tus principios. No me refiero a tu forma de
pensar (algo que se puede cambiar y en ocasiones se debe hacer), sino a ciertas
reglas inherentes a tu persona, que nunca romperías porque sabes que si
rompieras alguna de ellas, te estarías traicionando a ti misma. Tus principios
son tu esencia más profunda y nadie merece que cambies eso.

Cristina y Eugenio querían irse de vacaciones, pero ese año


estaban muy justos de dinero. Ella porque se había comprado su
nueva casa ese año y él porque había reformado la suya. Ella era
contable en una empresa desde hacía muchos años. Sus jefes siempre
habían confiado en ella. Nunca les había dado ningún motivo para
desconfiar.

Eugenio sugirió a Cristina que podría fácilmente desviar algún


dinero de la contabilidad de su empresa sin que nadie se diera cuenta.
Cristina le dijo que nunca había hecho eso y nunca lo haría por una
cuestión de principios. Él le dijo que era sólo un poco de dinero, que
sus jefes nunca se darían cuenta y que de todas formas, sus jefes
ganaban el suficiente dinero. Ella se negó, pero él siguió insistiendo
durante más de una semana y al cabo de ese tiempo en que la había
estado convenciendo, ella cedió y con ese dinero pagaron esas
vacaciones.

Un mes y medio más tarde de la vuelta de tales vacaciones,


sus jefes decidieron hacer una auditoría de sus cuentas y salió a la luz
que ella había desviado dinero. Ella fue despedida, cuando Eugenio ya
la había dejado antes, después de haberle pedido que siguiera
desviando dinero de la contabilidad de su empresa regularmente para
darse algunos caprichos juntos y haberse negado ella.

Él no puede pensar que invades su espacio

No dejes cosas en su casa a no ser que él te haya invitado a ello antes,


sin que tú se lo hayas pedido, por supuesto, sino por su iniciativa propia. Los
hombres ven el que ella deje cosas en su casa cuando no la han invitado a ello
como una invasión de su espacio.

Aunque él te haya invitado a dejar tu cepillo de dientes, un pijama o


algo de ropa interior, no te desmadres dejando cosas que él no vería como
prácticas. Limítate hasta que seas invitada de nuevo a dejar más cosas, a cosas
prácticas, como algo de ropa, algo para tu higiene personal (sólo algo), pero no
dejes hasta entonces accesorios como bolsos, joyas, bisutería, etc., porque eso le
haría pensar que quieres ya que viváis juntos. Esa es una decisión que debe
surgir de él.

Al cabo de unos meses, Miriam empezó a quedarse a dormir


algunas veces a la semana en casa de Alberto. Él le dijo que podía
dejar allí algunas cosas suyas para cuando se quedara a dormir. Ella lo
interpretó como que podía dejar cualquier cosa que ella quisiera en
casa de él y le llenó el armario de su baño con potingues suyos,
compresas, tampones, etc.. En el armario de la habitación dejó cinco
pares de zapatos, tres bolsos y unas veinte prendas de vestir. Él le
preguntó por qué necesitaba tantas cosas en casa de él. Ella le contestó
que así no tenía necesidad de estar llevando y trayendo cosas de su
casa a la suya. Él le dijo que le había dicho que podía dejar algo, pero
no llenarle el armario del baño y de la habitación con un montón de
cosas suyas. Eso desencadenó una gran discusión que fue el principio
del fin.

Sal con amigos que están en una relación consolidada

Si tienes amigos que están en una relación consolidada y son divertidos


(sobre todo si están casados), que hacen planes que sabes que le gustarán a él,
procura salir juntos con ellos. De igual forma, si él tiene amigos que son pareja
consolidada y te invita a alguno de sus planes con ellos, ve. De esa forma, él
verá que tener pareja estable no es aburrido, que hay gente en pareja consolidada
que disfruta de ello. No olvides que los hombres aprenden mucho más con
lecciones prácticas que con explicaciones verbales.

No muestres actitud negativa hacia sus amigos o su familia

Si ves que amigos suyos le reclaman mucho para que salga con ellos sin
ti, no caigas en la tentación de criticarles o pensará que quieres separarle de
ellos. Es más, si ves alguna virtud en ellos (por mucho que te cueste), alábales
cuando estés con ellos, de esa forma ellos empezarán a ser más amables contigo
también y ya no le reclamarán a él para que salga sin ti con ellos tan a la ligera
porque te tendrán más en consideración.

Dile a él las virtudes que crees que tienen sus amigos cuando estéis a
solas también (sin pasarte, claro, sólo mencionarlo como de pasada). De esa
forma, si sus amigos te critican, él pensará que sus amigos son estúpidos por
criticarte a ti, que nunca les has criticado a ellos, sino al contrario, pensará que
sus amigos quieren separaros porque no son tan buenas personas como él
pensaba. Por supuesto, aplica lo mismo a cualquier miembro de su familia.

Dulce sí, empalagosa no

Aunque a los hombres les gustan las mujeres dulces, no le abraces o le


toques demasiado. A los hombres les suele agobiar cuando una mujer les abraza
o les toca demasiado. Deja que sea él quien la mayoría de las veces (sólo la
mayoría, pero no siempre, por supuesto) tome la iniciativa de cogerte la mano,
abrazarte, acariciarte o besarte y correspóndele cuando lo haga. Esto se aplica con
mayor intensidad a la hora de dormir porque a los hombres no les suele gustar
que les abracen o ser abrazados para dormir; es algo que encuentran muy
incómodo. Deja especialmente en ese momento que sea él quien tome esa
iniciativa.

Sigue mostrándote alegre y positiva

En los primeros meses, hasta que él se enamore y la relación se


estabilice, es muy importante que cuando él tome distancia por su iniciativa, tú
la tomes un poco más que él (eso en cualquier fase de la relación), pero en este
periodo de tiempo siempre es muy importante que aunque tomes distancia,
sigas mostrándote ante él como una mujer alegre, optimista, con sentido del
humor, buena conversadora, aunque recuerda, siempre sin pasarte.

En muchos casos él pierde el interés que tenía en ella en este periodo


porque él no demuestra todavía que está enamorado, ella empieza a perder la
paciencia y se enfada por ello, mostrándose cuando está con él como una mujer
arisca, amargada, que no tiene tema de conversación más que su relación,
demasiado callada (para ellos esto significa aburrida) o sin iniciativa. Eso hace
que el interés por ella decrezca, y más todavía si además ella le regaña por no
dedicarse lo suficiente a ella.

En esta fase se trata además de hacerle ver sólo con tus actos que no le
necesitas para ser feliz, que si él no se dedica a ti lo suficiente, tú podrías
desaparecer de su vida en cualquier momento, pero si tu actitud fuera la descrita
anteriormente, le estarías demostrando justamente lo contrario porque le estarías
haciendo ver que tu estado de ánimo depende por completo de él y seguramente
pensará que ella es emocionalmente demasiado cara de mantener, que le drenaría
su energía.

Noelia y Fernando habían comenzado una relación hacía un


mes y medio (hacía unos tres meses que se conocían). Él sentía cada
vez más por ella, pero ella quería que su relación avanzara más
rápidamente. Hasta entonces, habían conversado animadamente y reído
juntos, pero ella se sentía frustrada y enfadada y empezó a mostrarse
así con él. Empezó a criticar lo que él decía, sus planes, su aspecto, a
rechazar sus caricias, sus besos.

Cuando él le preguntó qué le pasaba, ella le respondió que


debería saber ya lo que pasaba. Él le respondió que no lo sabía. Ella le
dijo que tenía esa actitud con él porque sentía que su relación no
avanzaba al ritmo que a ella le gustaría. Él le respondió que no sabía
exactamente a qué se refería, que se conocían desde hacía sólo unos
tres meses, que ella le gustaba mucho y cada vez sentía más por ella.
Ella respondió que a ella eso no le parecía suficiente. Él dijo que ya
no reconocía a la mujer que había conocido hacía sólo tres meses, con
la que disfrutaba y ella le respondió que volvería a ver a esa mujer
cuando él le demostrara que estaba enamorado de ella.

Ella pensó que le había dado una lección y que a partir de


entonces se mostraría más atento con ella, pero lejos de eso, lo que
sucedió fue que él quiso verla cada vez menos, hasta que la relación se
rompió pocas semanas más tarde.

Muchos hombres en esa situación piensan que ella les ha estado


engañando haciéndoles creer que era una mujer alegre para engatusarles, pero que
en realidad es una mujer amargada y que les amargaría a ellos si siguieran con
ella.

Cuando es hora de abandonar

Si a pesar de que la actitud de ella ha sido la correcta, es decir, si a pesar


de que su actitud ha sido la de una mujer fuerte, firme, femenina, positiva y lo
suficientemente independiente, él no se siente lo suficientemente comprometido
con ella, es hora de que ella siga su camino sin él.

Pensar que cambiará es una fantasía que no se cumplirá, que la auto


chantajea emocionalmente, paralizando y atascando su vida en una relación
infeliz y que será infeliz mientras dure. Cuanto más tiempo se demore la ruptura
en un caso así, más dura será y más le costará a ella superarla. Una mujer que de
verdad se respeta a sí misma, no cae en esa trampa cuando sabe que ya no puede
hacer nada para que la relación funcione.

Muchas veces, una mujer no deja una relación en la que no debería


haberse involucrado nunca porque piensa que es demasiado lo que ya ha
invertido en la relación como para abandonar sin haber conseguido que el
hombre con quien está se enamore de ella y la trate bien. Creo que la gran
mayoría de las mujeres han pasado alguna vez por esa situación. No dejes que
esa trampa de la mente te atrape.

Si has actuado de la forma correcta pero él no cubre tus necesidades, deja


la relación y sigue tu vida sin él si no quieres entrar en una relación tortuosa.
Cuanto antes abandones esa relación con un hombre con quien no eres feliz, más
oportunidades tendrás de ser feliz. Esto tenlo siempre presente, en esta fase y en
cualquier fase de la relación.
CAPÍTULO VI

LA RELACIÓN EMPIEZA A CONSOLIDARSE


La verdad

Cuando conoces a un hombre o al principio de una relación, él no se


mostrará al principio tal y como es. Intentará que veas una versión mejorada,
que no se corresponde con la realidad, pero de lo que se trata es de conquistarte,
así que no creas todo lo que veas al principio porque ese no será su “ verdadero
él”, sino una versión mejorada.

Poco después del comienzo de esta etapa empezarás a ver su “ verdadero


él”, con sus verdaderos defectos (más numerosos e intensos de lo que parecían) y
sus verdaderas virtudes (menos numerosas y menos intensas de lo que parecían)
y entonces es cuando podrás empezar a saber de verdad si sois compatibles o no.

Aspectos a observar en esta fase

Antes de que un hombre se comprometa de verdad en una relación de


pareja, analizará aspectos sobre ti que le den pistas sobre si podrías manejar una
casa y una familia (en caso de que quiera hijos) junto con él.

Los aspectos que él observará como mínimo de ti y que por supuesto, tú


también deberías observar de él antes de comprometerte de verdad en la relación,
son:

· Si haces las cosas que hay que hacer muy pronto o casi siempre las dejas
para más tarde y si eres lo suficientemente energética como para atender las
obligaciones de una familia.

Carlos había empezado una relación con Tina hacía unos tres
meses. Empezaron a pasar juntos los fines de semana. Bien ella se
quedaba en casa de él o viceversa.

A Carlos le gustaba recoger la mesa cuando terminaban de


comer, pero ella siempre remoloneaba y acababa recogiéndola siempre
él. Él acababa siempre fregando y recogiendo los platos porque ella
decía que lo haría en un rato, pero pasaban dos horas y todavía no lo
había hecho.
Cuando iban a salir por la mañana, él se levantaba y ella se
quedaba en la cama. Siempre tenía que estar él insistiendo para que
ella se levantara. Cuando él ya había desayunado, se había duchado y
vestido, ella seguía en la cama. Al final nunca llegaban a ningún sitio
a comer antes de las 15.30, cuando él ya estaba que se subía por las
paredes del hambre.

A él empezó a irritarle cada vez más la actitud de ella y pensó


que en caso de que formara una familia con ella, le sobrecargaría de
trabajo porque era demasiado perezosa, así que decidió terminar la
relación.

· Si manejas bien el dinero.

Esto es algo en lo que él ya habrá empezado a fijarse desde que


empezasteis a salir, pero en esta fase lo observará aun con más atención.

Araceli tenía un sueldo de 1.800 € al mes y pagaba 600 € de


alquiler. Le encantaban la ropa y los complementos de diseñadores
muy conocidos y buena parte de su sueldo iba destinado a ello.
Además, tenía un coche de alta gama que consumía muchísimo, pero
aunque sabía que cambiándolo por otro gastaría mucho menos en
combustible, ella se negaba porque quería tener ese coche en concreto.
Cuando Marcos iba a casa de Araceli, nunca tenía casi nada en
la nevera. Ella se alimentaba sobre todo de comida instantánea
deshidratada a preparar añadiendo agua caliente porque era lo más
económico. Apenas encendía la calefacción porque con lo que ya había
gastado durante el mes en ropa, complementos y combustible para el
coche, no le llegaría para pagar la factura de electricidad del mes
pasado y tampoco le llegaría al siguiente para pagar la factura del
actual mes. Los padres de Araceli tenían que dar dinero a su hija todos
los meses para que pudiera pagar las facturas.

Un día Araceli le preguntó a Marcos si le gustaban sus nuevos


zapatos, que le habían costado 600 €. Marcos le respondió que eran
muy bonitos, pero que le parecía que gastaba demasiado en ropa y
complementos. Ella le dijo que no podría vivir sin seguir
comprándose ese tipo de ropa y complementos.

Dos días más tarde, Araceli pidió a Marcos dinero prestado


para pagar la factura de electricidad porque sus padres no podrían darle
dinero en unos meses. Él supo entonces que puesto que ella
derrochaba el dinero en cosas superficiales, sería imposible formar una
familia con ella y no quiso seguir adelante con esa relación.

· Tu situación económica.

Antes de establecerte con un hombre en pareja, os conviene saber cuál es la


situación económica de cada uno. Al igual que a él, a ti también te conviene,
sobre todo si está divorciado y tiene que pagar pensión a su ex mujer y más aun
si tiene hijos con otra mujer y queréis tener hijos juntos. Tal vez tenga que
pagar una pensión alimenticia a los hijos de una anterior pareja tan
proporcionalmente alta respecto a su sueldo que no pudiera mantener a más. No
dudes que su situación económica puede afectarte a ti muy fácilmente y a la
inversa.

· Si eres sensata en tus decisiones.

Iván e Isabel trabajaban en la misma ciudad y relativamente


cerca. Iván vivía cerca de su lugar de trabajo, pero Isabel vivía a más
de 60 km. porque quería vivir muy cerca del campo. Cuando dormían
juntos en casa de ella y tenían que trabajar al día siguiente, Iván tenía
que sufrir un gran atasco y tardar más de 1h. 30 min. a su trabajo en
coche (cuando desde su casa tardaba 25 min. en transporte público).

Cuando salió el tema de dónde vivirían si vivieran juntos, ella


dijo que no viviría en ningún otro sitio. Ella no tenía familia en esa
localidad y llegaba del trabajo a las 20.30, por lo que no disfrutaba del
campo durante la semana laboral. Él le dijo que puesto que no tenía
tiempo para disfrutar del campo durante la semana laboral, si vivieran
juntos, podrían vivir en la ciudad en la que ambos trabajaban y pasar
los fines de semana en el campo, pero ella dijo que bajo ningún
concepto viviría en otra localidad que no fuera en la que vivía en ese
momento. Iván se imaginó tardando más de 1 h. 30 min. de ida al
trabajo y otro tanto de vuelta, en total más de 2 h. 15 min. más todos
los días laborables entre ida y vuelta que desde su casa. Simplemente
no le parecía sensata la actitud de ella y pensó que si formaran una
familia, su vida estaría llena de las insensateces de ella que no sólo le
afectarían a él sino también a sus futuros hijos y ese fue el fin de la
relación.

· Si tienes tu casa lo suficientemente limpia y ordenada y si cuidas bien las


cosas.

En general, los hombres no se fijan en si todo está perfectamente limpio


y ordenado, pero a la mayoría sí les importa que al menos no esté todo patas
arriba y que en el fregadero no haya platos acumulados desde hace una semana.

La primera vez que Gonzalo fue a casa de Blanca, el sofá estaba


lleno de palomitas, la manta y los cojines encima de éste
desordenados, en la mesa del comedor estaban los platos de la cena
del día anterior y un montón de revistas desordenadas, en el suelo
había ropa sucia y en las sillas ropa para planchar. Blanca dijo que no
había tenido tiempo para ordenar y él no le dio importancia, pero a
medida que Gonzalo iba más a casa de ella y veía que el estado
habitual de su casa era ese, empezó a preocuparse.

Un día, estando Gonzalo en casa de Blanca, centró su atención en


una noticia que estaban dando en el informativo en la televisión y se sentó
en una silla sin prestar atención, hasta que se dio cuenta de que algo
húmedo y frío estaba debajo de su trasero. Cuando se levantó, se dio cuenta
de que un plato con resto de pasta con salsa de tomate había sido dejado en
la silla en la que él se había sentado y a juzgar por el olor, llevaba ahí
varios días. Esa fue la última vez que Blanca vio a Gonzalo.

Insisto, tú también debes prestar atención a estos puntos en él antes de


comprometerte de verdad en la relación para tener más pistas sobre si él es de
verdad compatible contigo.
Tu actitud en esta fase
No dejes que él se relaje demasiado

Al comienzo de esta fase, él piensa que ya te tiene conquistada y ya puede


relajarse. Está claro que él no puede ser su “ mejor él” durante todo el tiempo,
porque sería agotador para él, así que deja que se relaje un poco, pero no
demasiado.

En esta fase tu actitud en este aspecto es fundamental para el futuro de vuestra


relación. Si en esta fase él ve que ella, debido a la relajación de él, empieza a
preocuparse por su cambio de actitud y empieza a estar fuera de control para
agradarle y así atraerle, él se distanciará y empezará a estar para ella cada vez
menos porque sabrá que haga lo que haga ella estará ahí haciendo lo que sea para
agradarle y atraerle.

Sigue siendo amable, cariñosa, positiva, buena conversadora, ten sentido


del humor (algo que debes ser y tener siempre en adelante en vuestra relación),
pero sé siempre firme. No le pases ni una sola falta de respeto y no dejes que se
relaje demasiado (algo que también deberá darse siempre en la relación).

Recuerda que enmendar la actitud de un hombre es más fácil cuanto


menos tiempo haga que esa actitud no sea la correcta, así que sin obsesionarte
en absoluto y siempre disfrutando del camino en la relación, debes estar
pendiente siempre para enmendar cualquier desviación del camino correcto desde
el mismo principio.
Secretos compartidos
Uno de los signos de que una pareja está empezando a consolidarse es
que los dos empezarán a compartir secretos.

Compartir secretos o cosas dichas secretamente es parte de la lealtad. Los


secretos compartidos dan más complicidad a una pareja, pero si él supiera que tú
estás rompiendo esos secretos contándoselos a alguien más, no volvería a confiar
en ti para compartirlos, por lo que esos secretos deben seguir siéndolo entre los
dos.
Sigue siendo cuidadosa
Sigue cuidadosa cuando estés en su casa o cuando estés en la tuya y él
esté. Algunas veces, una mujer que vive sola puede permitirse tener algunos
descuidos como dejar unas bragas sucias en el baño que después iba a meter en
el cesto de la ropa para lavar, pero a un hombre le repelerá ver eso. Cuando esté
en tu casa, hazle sentir que está en un espacio más cuidado y acogedor que su
casa y que eso es lo que tendrá si comparte su vida contigo. Cuidad los dos
detalles como cerrar la puerta del baño.
CAPITULO VII
LA RELACION SE CONSOLIDA
En esta fase, tú debes ser su prioridad

Uno de los signos de que un hombre está comprometido de verdad en la


relación es que le ha presentado a ella a su familia y que los intereses de ella
están por encima de los de su familia también (no sólo de los de sus amigos).
No es que deje de ver a su familia o a sus amigos, pero la gran mayoría de las
veces él tendrá en cuenta los planes con ella antes de hacer planes con su familia
o amigos.

Por supuesto, debes siempre respetar las relaciones con su familia y con
sus amigos porque que las tenga es sano y necesario. Siempre que él anteponga
tus intereses a los de su familia y amigos y cuente contigo para hacer los planes
con ellos, no hay nada por lo que debieras preocuparte.

Si para ti es importante casarte

Si para ti es importante casarte, no te vayas a vivir con él sin casarte sin


haber hablado antes sobre casaros en un futuro (no mucho después de empezar a
vivir juntos). Si lo haces, será más difícil que quiera casarse contigo. Además,
la relación podría desequilibrarse fácilmente a favor de él porque él la podría
controlar más fácilmente. Recuerda que tú no debes abordar el tema del
matrimonio directamente.

Cuando un hombre empieza a convivir con una mujer sin haber hablado
sobre casarse en un futuro con ella, suele ser porque bien ella o bien él está
siguiendo al otro. Emocionalmente uno está invirtiendo más que el otro y este
otro le sigue y no tiene siempre por qué ser el que invierte más el que proponga
la convivencia, también lo puede proponer el que invierte menos porque se
sienta presionado por el otro y cree que convivir sin casarse es una forma de
“ mantenerla/le tranquila/o” por un tiempo, pero es una solución temporal para
él/ella.

Si ella está invirtiendo más que él emocionalmente y es ella quien


propone convivir juntos sin que hayan hablado sobre casarse en el futuro, él
puede seguirla para mantenerla tranquila durante un tiempo sin que salte la
alarma en ella pensando que él no quiere algo serio con ella. Es una forma de
ganar tiempo mientras él decide qué hace. Si en este caso ella saca a relucir el
tema de casarse, él le contestará que ya le está demostrando todo lo que significa
para él puesto que él está de acuerdo en que vivan juntos, pero evitará hablar
sobre el tema del matrimonio, poniendo excusas como que primero tienen que
vivir juntos por un tiempo para ver cómo es la convivencia entre ellos y que
después ya verán.

Si ella está invirtiendo más que él emocionalmente y es él quien


propone convivir juntos sin que hayan hablado sobre casarse en el futuro,
seguramente lo está haciendo porque se siente presionado por ella en la relación
(ella ha estado diciéndole durante un tiempo que ella no le importa, etc.) y de
nuevo, como en la situación descrita en el párrafo anterior, piensa que irse a
vivir juntos es una forma de ganar tiempo mientras él decide qué hace, pero
también en este caso es sólo una solución temporal para él. Si en este caso ella
saca el tema de casarse, él le contestará que ya le está demostrando todo lo que
significa para él puesto que está proponiendo que vivan juntos, pero también
evitará hablar sobre el tema del matrimonio y pondrá las mismas excusas.

En los dos casos descritos en los dos párrafos anteriores es difícil


(aunque no imposible) que él llegue a comprometerse en la relación como para
querer casarse con ella. En caso de que se dé uno de esos casos, él espera obtener
la respuesta a qué hacer con la relación conviviendo con ella. Espera que
convivir con ella le haga sentir mucho más feliz o mucho más infeliz para tomar
una decisión.

Sexo en una relación consolidada

Para mantenerle interesado en ti también sexualmente, al igual que


emocionalmente, el truco es no darle demasiado. Haz que te conquiste
continuamente.

Si una mujer le da a un hombre demasiado sexo, si está demasiado


disponible para el sexo, él se aburrirá, porque para él no hay nada que
conquistar. Deja que también sexualmente la conquista nunca acabe. Eso no
quiere decir que tú no estés casi nunca disponible ni que siempre tenga que
tomar él la iniciativa. De vez en cuando toma tú la iniciativa, pero deja que sea
él el que te busque más a ti también sexualmente. Resístete de vez en cuando al
principio un poquito cuando lo haga y de vez en cuando, si estás cansada o no
te apetece por cualquier motivo, no te sientas en la obligación de hacerlo,
simplemente dile que no, pero con dulzura. Podéis hacer algo relajante juntos en
vez de hacer el amor, como tomar un baño o daros un masaje. Además, decirle
que no de vez en cuando estimulará su deseo de seguir conquistándote.

Fantasías sexuales

Aunque a las mujeres también les gustan las fantasías sexuales, es algo
que satisface más a los hombres. Las fantasías sexuales, como jugar a papeles
diferentes, permiten vivir algo nuevo juntos a una pareja en el sexo aunque
lleven décadas juntos. Como todo, deben utilizarse moderadamente. Demasiadas
fantasías sexuales harían que al final no fuese algo especial, pero utilizadas de
vez en cuando, hacen que él pueda vivir contigo algo nuevo o vivido muy pocas
veces y eso le reavivará el deseo

Intenta ser lo más natural posible a sus ojos

Un secreto es que llevando la misma cantidad de maquillaje con look


natural, hay una diferencia para que un hombre pueda pensar que ella casi no
lleva maquillaje o que ella lleva una máscara. La diferencia es simple: que él la
vea a ella maquillarse o no. Sí, es muy simple, pero créeme, los hombres en
este aspecto son muy simples, si no ven el proceso, no se dan cuenta.

Si puedes tener tu propio baño cuando viváis juntos para tu uso


solamente, mucho mejor, de esa forma podrás arreglarte tranquilamente en tu
baño sin que él vea el proceso y no verá todos los potingues que todas las
mujeres usan y pensará que eres una mujer natural, que tu belleza no requiere de
cosas artificiales, algo que en general repele a los hombres.

Sigue siempre practicando el arte de retomar el control

Si él piensa que la conoce perfectamente a ella, que sabe cómo va a


reaccionar ante cualquier situación o sabe exactamente lo que va a hacer siempre,
empezará a aburrirse. No se trata de que ella sea una caja de sorpresas constante,
pero si de vez en cuando él no está seguro de lo que ella piensa o de lo que va a
hacer, eso le hace interesarse más en ella, sigue teniendo un reto que resolver y
previene que él se aburra.

Recuerda también el ciclo que debe repetirse continuamente en la


relación (apartado “ El ciclo que debe repetirse continuamente en una relación de
pareja”, del capítulo III)

Recuerda el principio

Él empezaría a plantearse si seguir en la relación o no si un día él se


preguntara dónde está la mujer con la que disfrutaba y que ahora casi no
reconoce en la mujer que ahora casi sólo le habla de cosas que solucionar sobre
la casa y los niños y sobre problemas.

No le agobies con tus problemas. Aunque en una pareja lo normal es


hablar sobre los problemas que se tienen, no le hables demasiado de ellos. Si
tienes más necesidad de hablar de tus problemas, desahógate de vez en cuando
con una amiga. Tú también harás lo mismo por ella.

Cuando te pareza que los problemas cotidianos te pesen demasiado,


recuerda el principio, cuando empezásteis la relación, reíais juntos y disfrutábais
de forma natural el uno del otro. A él le atraía de ti tu alegría, tu optimismo, tu
positividad y así debe seguir siendo. No dejes que los problemas corroan
vuestra relación. Tomaos también tiempo para seguir disfrutando el uno del
otro.

La relación más importante en tu vida


La relación más importante que tienes y tendrás en tu vida es contigo
misma, así que cuídate, respétate y ámate por encima de todo. Tú debes ser
siempre en general tu prioridad. No dejes nunca que ese lugar lo ocupe un
hombre.
Gracias por haber adquirido este libro,

Marian García

También podría gustarte