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Instrumentos y mercados financieros

Módulo: Instrumentos y Mercados Financieros


European Financial Advisor (EFA Completo)

UNIDAD
SISTEMA FINANCIERO

1. Componentes de un sistema financiero


2. Los intermediarios financieros
3. Activos financieros
4. Los mercados financieros
5. El bce y la política monetaria
6. Tipos de interés de referencia
7. Mercados monetarios
Instrumentos y mercados financieros

1. COMPONENTES DE UN SISTEMA FINANCIERO

El sistema financiero está formado por un conjunto de autoridades, entidades, mercados e


instrumentos financieros, regulados mediante normas legales, destinado a:
• Poner en contacto a los que tienen excedente de dinero con los que lo necesitan, canali-
zando el ahorro hacia la inversión real o productiva.
• Gestionar eficientemente el mecanismo de pagos de la economía.

Al ser la función más importante del sistema financiero la de captación del ahorro y canali-
zación hacia la inversión, entran en el proceso una serie de instituciones que actúan en el mer-
cado y que por lo tanto deben de estar sujetos a rígidos controles por parte de las autoridades
económicas de los países.

El sistema financiero debe aportar la confianza que requieren los ahorradores para ceder su
dinero durante un tiempo (convirtiéndose así en inversores financieros).

También el inversor real espera ciertas garantías del sistema financiero: la estabilidad de
la financiación y un tipo de interés razonable (cuanto más bajo mejor). Tanto los ahorradores
como los inversores esperan del sistema financiero la reducción de la incertidumbre acerca del
valor real del dinero.

El sistema financiero está constituido por los siguientes elementos:


• Las autoridades financieras (por ejemplo, el Banco Central o el Ministerio de Economía).
• Los activos o instrumentos financieros (por ejemplo, dinero, cheques, tarjetas de crédito,
depósitos a la vista o a plazo, valores mobiliarios...).
• Los intermediarios financieros (por ejemplo, las entidades bancarias: bancos, cajas de
ahorros y cooperativas de crédito).
• Los mercados financieros (por ejemplo, la Bolsa y el Mercado de Deuda Pública).
• Cuanto más competitivos sean los agentes e instituciones que operan en un sistema
financiero – cuanto menores sean sus costes de transacción, intermediación y transforma-
ción–, más eficiente será ese sistema.

EL AHORRO
En una economía de mercado podemos agrupar los agentes económicos en cuatro cate-
gorías:
• Familias (economías domésticas).
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• Empresas.
• Administraciones públicas.
• Sector Exterior.

Las familias constituyen la categoría de agentes económicos que se orienta al consumo,


entendiendo éste como la actividad destinada a satisfacer sus necesidades directas (alimenta-
ción, cultura, etcétera). Como las necesidades de consumo no guardan sincronización con sus
ingresos, las familias son agentes económicos que se caracterizan por su generación de ahorro,
en previsión de imprevistos y de consumos futuros (estudios de los hijos, boda y emancipación
de los hijos, complementos de jubilación, etcétera); también recurren masivamente al crédito
(sobre todo al hipotecario para adquisición de vivienda).

Las empresas son organizaciones económicas jerarquizadas que, en las economías desa-
rrolladas, llevan a cabo la mayor parte de la actividad productiva. Su objetivo fundamental
es la consecución de beneficios. Al mercado de valores suelen acudir las empresas a buscar
financiación para sus inversiones productivas a través de la emisión de acciones y también
suscribiendo créditos o líneas de descuento en el sector bancario.

Las administraciones públicas son agentes económicos que se dedican a satisfacer aquellas
necesidades que, por motivos de eficacia o de justicia, se considera que no deben dejarse total
o parcialmente en manos del mercado.

El sector exterior está constituido por el conjunto de operaciones de naturaleza comercial


y financiera de un país (en nuestro caso España) con el resto del mundo.

EL AHORRO: CARACTERÍSTICAS
Ahorrar es retener (no gastar) una parte del dinero que se ha ganado (expresado en térmi-
nos monetarios, como euros) o bien conservar (no consumir) una parte de lo que se ha produ-
cido (expresado en términos reales, de bienes).

En términos monetarios, el ahorro es la parte no gastada de la renta; y en términos reales,


el ahorro es la parte no consumida de la producción. Así pues, el ahorro se genera cuando se
gasta menos dinero del que se gana o se consume menos de lo que se produce.

En principio, en una economía de mercado ahorran todos los agentes económicos que pue-
den y quieren hacerlo. Sin embargo, los agentes económicos suelen tener distintos comporta-
mientos en lo que se refiere al ahorro y a la inversión:
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• Así, las familias se caracterizan por su generación de ahorro, en previsión de imprevistos


y de consumos futuros.
• Las empresas se caracterizan por su recurso al crédito para financiar sus inversiones pro-
ductivas (inversiones en bienes reales: inmuebles, maquinaria, etcétera).
• Y las administraciones públicas suelen recurrir al endeudamiento principalmente para
financiar sus inversiones en bienes reales (carreteras, aeropuertos, hospitales, escuelas,
etcétera).

Tanto si se ahorra para un gasto o compra extraordinaria previsible, como si se hace para
atender necesidades imprevistas, la finalidad última de este ahorro es gastarlo, consumirlo.

LA INVERSIÓN
Pero el ahorrador, mientras retiene sus ahorros tiene un segundo objetivo: obtener un ren-
dimiento. Para obtenerlo, no le basta con ahorrar (retener ingresos sin gastarlos), es preciso
que materialice el ahorro en una inversión. La inversión sí es un empleo de dinero (para conse-
guir más dinero). La inversión será buena o mala según este fin se logre o no.

En toda inversión hay cierto riesgo y una expectativa de rentabilidad. Una inversión finan-
ciera, o una inversión de tipo financiero, es aquélla que se materializa en activos de naturaleza
financiera como, entre otros, las acciones, obligaciones y participaciones en fondos de inver-
sión e, incluso, depósitos bancarios.

En toda inversión (financiera o no), hay que considerar su:


• Rentabilidad: proporción entre el rendimiento anual obtenido con la inversión y el dinero
empleado en ella (se expresa en porcentaje).
• Seguridad: grado de protección contra el riesgo de pérdidas. (También se puede denomi-
nar riesgo, como característica de la inversión).
• Liquidez: facilidad para convertir la inversión en dinero sin sufrir pérdidas.

En una misma inversión, es prácticamente imposible maximizar la rentabilidad, la seguridad


y la liquidez. Si existieran inversiones que reunieran máxima rentabilidad, máxima seguridad
y máxima liquidez serían las elegidas y nadie emplearía su dinero en otras. A medida que los
ahorradores van actuando más como inversores financieros van dando más importancia a la
rentabilidad, asumiendo cierto riesgo y renunciando a cierta liquidez.
Los agentes económicos, por lo tanto, diseñan sus planes de inversión y de ahorro para
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conseguir sus objetivos: Rentabilizar sus ahorros y financiar sus necesidades de inversión.

Los planes de inversión son planes de compra de activos reales o bienes duraderos, bien
para su uso empresarial o doméstico. Debido a que estamos hablando de planes, y por lo tanto
orientados a un futuro más o menos lejano, están sujetos a diversos grados de incertidumbre.

En cualquier economía, por lo tanto, hay unidades que no gastan toda su renta y otras
cuyo gasto excede su renta disponible, dado que sería difícil que unas y otras se pusieran en
contacto para acordar las condiciones de la financiación resulta útil que exista algún punto de
encuentro que enlace las decisiones de ahorro con las de gasto y que trasvasen renta desde las
que tienen superávit hacia las que tienen déficit.

Las razones para la existencia de un mercado de intercambio de planes de inversión y pla-


nes de ahorro son, entre otras:

• La no coincidencia, en general, de ahorradores e inversores, esto es, las unidades que
tienen déficit son distintas de las que tienen superávit.
• Los deseos de los ahorradores tampoco coinciden, en general, con los de los inversores
respecto al grado de liquidez, seguridad y rentabilidad de los activos emitidos por estos
últimos.

2. LOS INTERMEDIARIOS FINANCIEROS

Si no existieran los intermediarios financieros, la mayoría de los ahorradores no acudirían


al mercado financiero. No aceptarían el riesgo de prestar su dinero o aportarlo en forma de
capital a las empresas y, por lo tanto, sería muy difícil obtener fondos para financiar la inversión
productiva.

Lo mismo ocurriría si los agentes económicos llegasen a perder la confianza en la correcta


y eficiente actuación de los intermediarios financieros.

Para evitarlo, las autoridades económicas de todos los países someten a los intermediarios
financieros a medidas de supervisión, en general mucho más rigurosas que las que soportan el
resto de los agentes económicos.
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En la canalización del ahorro hacia la inversión, los intermediarios financieros —además


de asumir el riesgo frente a los ahorradores— realizan otra importante función: transforman
el plazo de los activos financieros, principalmente cuando captan recursos a corto plazo y los
ceden a plazos mayores.

Podemos decir, por tanto, que los intermediarios financieros transforman riesgo y plazos,
intentando de esta forma coordinar planes de inversión y ahorro que, de otro modo, sería muy
difícil que pudieran llevarse a cabo.

La actuación de los intermediarios financieros es por lo tanto la canalización de los inputs


que reciben, generalmente en pequeños volúmenes, con vencimientos a corto plazo o incluso
a la vista y proporcionan a estos mismos clientes o bien a otros distintos los outputs de dinero
y activos financieros en un volumen mayor y con vencimientos a medio y largo plazo.
Estas funciones sirven para caracterizar a los Intermediarios Financieros, como las Institu-
ciones especializadas en la MEDIACIÓN entre los prestamistas y los prestatarios últimos de la
economía.

MEDIACIÓN FINANCIERA
La función de mediación financiera resulta generalmente ventajosa para todas las unidades
económicas, ya sean prestamistas o prestatarias:

• Para los prestamistas: Les ofrecen nuevos activos financieros (indirectos) en los que ma-
terializar su riqueza, a unos costes, como ya hemos dicho, muy inferiores a los que alcanza-
rían su tuviesen que acudir al mercado a conseguirlos.
• Para los Prestatarios últimos: Les facilita la movilización de los fondos de financiación y la
reducción del coste de la misma, mejorando las oportunidades de obtener recursos de los
pequeños ahorradores que, en ausencia de los intermediarios, en la mayoría de los casos,
no acudirían al mercado, disminuyendo así los fondos disponibles para ser adquiridos por
las unidades económicas deficitarias.

Como ventaja adicional de los intermediarios financieros, se señala que, a igualdad de ren-
dimiento, el prestamista preferirá obtener un derecho sobre los ingresos futuros del inter-
mediario en vez de un derecho sobre los ingresos futuros del prestatario último. Únicamente
preferirá a éste sobre aquél en el caso de que sus pasivos sean ofrecidos a un tipo de interés
superior.
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Por tanto, el papel clave de los intermediarios financieros en una economía es el de aceptar
pasivos de los prestatarios últimos que los ahorradores últimos no aceptarían y emitir pasivos
para estos agentes, cuya duplicación no está al alcance de los prestatarios.

VENTAJAS DE LA MEDICIÓN FINANCIERA


Este proceso de transformación de activos constituye la base de actuación de los interme-
diarios financieros que, al ejercitarla, crean activos de características únicas, dentro de la diver-
sidad de formas que pueden revestir (cuentas corrientes, depósitos de plazo, bonos bancarios,
pólizas de seguros, etc.)

Además, éstos pueden obtener, a largo plazo, un rendimiento de sus carteras superior al
obtenido por cualquier agente individual al aprovechar las economías de escala que se derivan
de la gestión de las mismas por tres razones fundamentales:

Indivisibilidades
Dado el volumen elevado de recursos del que disponen los intermediarios financieros pue-
den adquirir activos de cualquier valor nominal, circunstancia que puede estar vedada a mu-
chos individuos cuyos recursos sean inferiores a esos nominales mínimos. Por tanto, el inter-
mediario financiero puede diversificar más, porque su cartera de activo es mayor.

Economías de gestión
En un mercado financiero como el actual, es necesario obtener los conocimientos más rápi-
dos y fiables sobre la evolución de los mercados, precios, desarrollo futuro de los mismos, etc.

Dado el volumen de operaciones de un intermediario financiero, éste puede dedicar mayor


cantidad de recursos para acceder a esa información y, además, lo hará de forma más eficien-
te, puesto que estas instituciones tienen un gran número de profesionales que se dedican a
manejar sus carteras de activos.

Economías de transición
Se refiere a que las carteras de los individuos no permanecen constantes a lo largo del
tiempo, sino que, por el contrario, requieren cambios en sus activos, los cuales supone costes
de transacción (impuestos, derechos y comisiones de mediadores, etc.).

Al establecer estos costes normalmente como una cuantía fija, o bien de forma decreciente
al valor de la operación, los intermediarios financieros incurren en costes más bajos y obtienen
rendimientos más altos que los de un inversor particular.
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Los mediadores e intermediarios financieros


2.1. Descripción y funciones

FUNCIONES DE LOS INTERMEDIARIOS FINANCIEROS


Los servicios prestados por los Intermediarios financieros a los Agentes Económicos se pue-
den concretar en:
• Permitir reducir el riesgo de los diferentes activos mediante la diversificación de la car-
tera.
• Permitir adecuarse a las necesidades de prestamistas y prestatarios. Básicamente, me-
diante la transformación de los plazos de sus operaciones, pueden realizar tal adecuación.
Esta transformación significa de manera sencilla que captan recursos a corto plazo, y los
ceden a plazos mayores.
• Realizar la denominada gestión del mecanismo de pagos. Para ello, estas instituciones
admiten, entre otros, depósitos en cuenta corriente, cuyos talones acreditativos son utili-
zados habitualmente como medio de pago.

FUNCIONES ESPECÍFICAS DE LOS INTERMEDIARIOS FINANCIEROS


Aunque, la función de prestar y pedir prestados fondos no basta para definir a estas insti-
tuciones, puesto que tal función también es desarrollada por otros muchos agentes, sino que
habría que precisar que dicha actividad constituye el eje básico de su actuación.

Los intermediarios financieros se diferencian de los agentes mediadores (dealers) en que


estos compran y venden activos financieros para mantener un patrimonio, no originando su
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actividad ningún cambio en los activos negociados, puesto que los “dealers” no crean nuevos
y diferentes activos a los ya existentes.

Por el contrario, los Intermediarios Financieros adquieren activos como forma de inversión
y no los revenden, sino que, en base a ellos, crean activos nuevos que colocan entre los ahorra-
dores, obteniendo de éstos los fondos necesarios para la realización de sus inversiones.

La principal característica de estas instituciones es que crean dinero y actúan concediendo


créditos, frente a la actuación de los mediadores que actúan en los distintos mercados finan-
cieros sin crear dinero, es decir, sin posibilidad de conceder créditos.

En el caso de los intermediarios financieros, realizan la transformación de activos. Se trata


por lo tanto de empresas que reciben unos inputs (dinero y activos financieros), lo transforman
y lo convierten en outputs (dinero y activos financieros), aumentando el valor de los éstos.

2.2. Tipos De Intermediarios Financieros

Podemos distinguir dos tipos de intermediarios financieros, las Entidades de Depósito, lla-
madas también Bancarias y los Establecimientos Financieros de Crédito.

Los intermediarios financieros bancarios emiten activos indirectos que son aceptados como
medios de pago, son los llamados depósitos.

Los intermediarios financieros no bancarios también emiten activos indirectos, pero no


constituyen medios de pago.

Las entidades bancarias operan con un margen de reservas de aproximadamente el 2%, es


decir, deben mantener ese porcentaje, como mínimo, en la propia entidad. El resto del dinero
(los depósitos de los clientes) es invertido en comprar activos primarios.

Los problemas principales para un banco son el tiempo y el riesgo; en la central de riesgos
calculan la probabilidad de impago de cada préstamo o que no se pague a tiempo.

Los intermediarios no financieros están constituidos por las Instituciones de Inversión Co-
lectiva (algunas de ellas como los Fondos de Inversión y las Sociedades de Inversión de capital
variable (SICAV) son financieras) que tienen por objeto la captación de fondos, bienes o dere-
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chos del público para gestionarlos e invertirlos en bienes, derechos, valores u otros instrumen-
tos, financieros o no.

Una clasificación de intermediarios financieros atendiendo a las directrices de la Unión


Europea es:
• Entidades de Depósito tales como bancos comerciales, cajas de ahorro, asociaciones de
carácter mutualista.
• Instituciones de carácter contractual, tales como compañías de seguros, fondos de pen-
siones e incluso la seguridad social.
• Instituciones de Inversión Colectiva, tales como las sociedades y fondos de inversión,
sociedades de crédito hipotecario o bien fondos mutuos.

Intermediarios financieros y no financieros

Bancos privados

Entidades de
depósito Cajas de ahorro
ó bancarias
Cajas Rurales
Cooperativas Cajas adscritas a
de crédito colegios profesionales
Entidades de
crédito
ICO

Establecimiento Compañías de seguros


Contractuales Fondos de pensiones
Financieros de
crédito Fondos de inversión
Inversión colectiva Sociedades crédito
hipotecario

Sociedades de inversión SIM


de capital variable
Financiera SICAV

Fondos de inversión FIM


Entidades de inmobiliaria
Inversión FIAMM
colectiva
Fondos de inversión
inmobiliaria FII

No financiera
Sociedades de inversión SII
inmobiliaria
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Entidades de depósito (Bancos y Cajas)


Las entidades de depósito se conocen más habitualmente como las entidades bancarias, o
simplemente la banca.

Es toda empresa que tenga como actividad típica y habitual recibir fondos del público en
forma de depósito, préstamo, cesión temporal de activos financieros u otras análogas que lle-
ven aparejada la obligación de restitución, aplicándolos por cuenta propia a la concesión de
créditos u operaciones de análoga naturaleza.

Los bancos son sociedades anónimas, todas ellas de capital privado, inscritas en el. Registro
de Bancos y Banqueros que lleva el Banco de España. Las cajas de ahorros se diferencian de
los bancos en su forma jurídica: no son sociedades anónimas sino fundaciones. La legislación
española ha evolucionado hasta permitir que las cajas de ahorros operen igual que los bancos.

El negocio bancario tradicional ha sido la intermediación financiera: canalización de los


fondos obtenidos mediante depósitos, y operaciones similares, hacia la concesión de créditos.

Con esta actividad, las entidades realizan operaciones financieras, como parte contratante,
tanto con ahorradores (inversores financieros) como con agentes económicos demandantes de
financiación. Así obtienen un margen de intermediación (diferencia entre intereses pagados y
cobrados).

Pero otro negocio –la mediación financiera– ha ido cobrando una importancia creciente en
la banca, entre otros motivos por el estrechamiento de los márgenes de intermediación, dada
la presión de la competencia, no sólo la proveniente del sector bancario.

Importancia de la Mediación Financiera


El negocio bancario tradicional ha sido la intermediación financiera, pero otro negocio –la
mediación financiera– ha ido cobrando una importancia creciente en la banca, entre otros
motivos por el estrechamiento de los márgenes de intermediación.

La prestación de servicios de mediación financiera no genera intereses sino comisiones


(forma parte del llamado negocio comisionario). El negocio comisionario es actualmente muy
importante dentro de la actividad bancaria.
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Gracias a la actividad de mediación financiera, la desintermediación sólo ha significado un


ajuste de la actividad bancaria a las demandas del mercado, sin restar importancia a las entida-
des bancarias en el mercado financiero.

Las actividades que pueden realizar son:


• Las de captación de depósitos u otros fondos prestables
• Las de préstamo y crédito, incluyendo crédito al consumo, crédito hipotecario y la
financiación de transacciones y la financiación de transacciones comerciales
• Las de “factoring” con o sin recurso
• Las de arrendamiento financiero
• Las operaciones de pago, con inclusión, entre otras, de los servicios de pago y transferencia
• La emisión y gestión de medios de pago, tales como tarjetas de crédito, cheques de viaje
o cartas de crédito
• La concesión de avales y garantías y suscripción de compromisos similares
• La intermediación en los mercados interbancarios.

Cooperativas de Crédito
Las cooperativas de crédito son sociedades con personalidad jurídica propia, cuya peculiari-
dad es su doble naturaleza de sociedad cooperativa y entidad de depósito. Su objeto social es,
básicamente, servir a las necesidades financieras de sus socios.

Las Cajas Rurales o Cooperativas de Crédito Agrícola constituyen la mayoría de las coopera-
tivas de crédito (también hay, por ejemplo, las llamadas cajas adscritas a colegios profesiona-
les). Pueden realizar las mismas operaciones que los bancos y las cajas de ahorros, pero deben
atender preferentemente las necesidades financieras de sus socios.

En la práctica, sus operaciones pasivas consisten destacadamente en la captación de depó-


sitos, y sus operaciones activas, en las distintas modalidades de crédito a sus asociados y en la
colocación de excedentes de tesorería en el mercado interbancario; también prestan servicios
a sus clientes (transferencias, cobro de efectos, etcétera).

El volumen de depósitos con que cuentan y la financiación que conceden representa esca-
samente un 5 % respecto a los de los bancos y cajas de ahorros. Existe un Fondo de Garantía
de Depósitos (FGD) para las cooperativas de crédito con funciones similares a los FGD para los
bancos y las cajas de ahorros.
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Instituto de Crédito Oficial (ICO)


En 1991, la aprobación del Real Decreto Ley 3/1991, de 3 de mayo, convierte al ICO en una
agencia financiera del gobierno y crea la Corporación Bancaria de España como un holding que
aglutina las instituciones crediticias oficiales existentes.

En 1991, dándole la consideración de entidad de crédito y estatuto de banco nutriéndose


de las siguientes entidades, que se constituyen como sus filiales:
• Tres de los cuatro bancos oficiales: Banco Hipotecario de España, Banco de Crédito Local
y Banco de Crédito Agrícola;
• Caja Postal que se transformó en Sociedad Anónima Estatal y con estatuto de banco,
• Banco Exterior de España que a su vez absorbió al cuarto banco oficial, el Banco de Cré-
dito Industrial.

En definitiva, se creó un organismo en el que quedaba integrada toda la actividad financiera


del sector público, completando su oferta de productos y servicios financieros en competencia
con el sector privado.

Entre sus objetivos de actuación podemos destacar:


• Sostener y promover aquellas actividades económicas que contribuyan al crecimiento
y a la mejora de la distribución de la riqueza nacional y en especial, aquéllas que, por su
trascendencia social, cultural, innovadora o ecológica, merezcan una atención prioritaria.
• Colaborar con el resto de entidades financieras y atiende las necesidades de financiación
que el sistema privado no cubre o lo hace parcialmente.

Como Entidad de Crédito Especializada financia a medio y largo plazo las inversiones pro-
ductivas de las empresas establecidas en España o de empresas españolas que se establezcan
en el exterior. En esta faceta, el ICO actúa de dos formas diferentes:
• Líneas de mediación: Los créditos se solicitan en los bancos y cajas de ahorro.
• Operaciones directas: Las empresas solicitan la financiación directamente en el ICO.

Establecimientos Financieros de Crédito


Su regulación se encuentra establecida en el Real Decreto 692/1996, de 26 de abril, donde
estas entidades quedan caracterizadas por conservar el régimen jurídico de las entidades de
crédito, si bien se ven alteradas sus posibilidades de financiación y su capacidad operativa y la
define así:
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“Tendrán la consideración de establecimientos financieros de crédito aquellas entidades


que no sean entidad de depósito y cuya actividad principal consista en ejercer una o varias de
las siguientes actividades:
• La de préstamos y créditos, incluyendo crédito al consumo, crédito hipotecario y finan-
ciación de transacciones comerciales
• Las de “factoring” con o sin recurso
• Las de arrendamiento financiero, con inclusión de actividades complementarias
• La de emisión y gestión de tarjetas de crédito
• La de concesión de avales y garantías, y suscripción de compromisos similares.

Los establecimientos financieros de crédito no podrán captar fondos reembolsables del


público, en forma de depósito, préstamo, cesión temporal de activos financieros u otros análo-
gos, cualquiera que sea su destino.

3. ACTIVOS FINANCIEROS

Los participantes en el Sistema Financiero materializan sus decisiones de endeudamiento


e inversión en instrumentos financieros que son el objeto de transacción en las operaciones
financieros.

Los activos financieros tienen como principal función la transferencia de fondos y de ries-
gos entre los diferentes agentes económicos. Se constituyen en el medio para captar dinero
por parte del emisor de los mismos, reconociendo así una deuda ante la persona física o jurí-
dica que los adquiera.

A diferencia de los activos reales como inmuebles, terrenos o joyas, que se transmiten
mediante documentos y escrituras físicas, la compraventa de los activos financieros se realiza
mediante una simple anotación que detalla explícitamente el reconocimiento de la deuda y sus
características en cuanto a importe, transmisión y plazo.

Son, por lo tanto, títulos emitidos por las unidades económicas que constituyen un medio
de mantener riqueza para quienes las poseen y una obligación de pago para quienes los emi-
ten.

Generalmente la transmisión de fondos del suscriptor al emisor de los activos se realiza en


el mercado de emisión o primario. Luego el suscriptor puede vender esos activos, para obtener
liquidez, en el mercado secundario o de negociación (por ejemplo, la Bolsa).
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3.1. Tipos De Activos Financieros

La mayor o menor complejidad de un sistema financiero deriva, por tanto, del número de
Instituciones Financieras interpuestas, y del grado de especialización que en él reina, así como
de la diversidad de Activos Financieros ideados para atender a las preferencias y necesidades
de los agentes económicos.

Las unidades de gasto con déficit emiten los denominados “Activos Financieros Primarios”
(acciones, obligaciones...), mediante los cuales se ponen de forma directa o indeterminada (a
través de los corredores, agentes mediadores, o intermediarios financieros) en contacto con
los ahorradores o unidades de gasto con superávit. En este caso, los intermediarios financieros
sólo realizan una función de mediación y no crean ningún tipo de activo, sino que sólo, si son
requeridos, ponen en contacto oferentes y demandantes de fondos.

Sin embargo, cuando un Intermediario Financiero emite un Activo Financiero se le denomi-


na “Activo Financiero Indirecto o Secundario” (cuenta corriente, depósito de ahorro, depósito
a plazo......), y la aceptación por los ahorradores de éste es lo que permite la labor de inter-
mediación en sentido estricto (es la llamada función de transformación de los intermediarios
financieros).

La ventaja de esta función de transformación es la de captación de unos fondos que no


serían utilizados, a menos que unas instituciones los tomasen como depósitos, previo pago de
un interés, a fin de que estas mismas instituciones puedan prestarlos a su vez, cobrando otro
tanto.

Todos los fondos “recogidos” en el corto plazo de su capacidad potencial y real de ser pres-
tados en el medio y largo plazo cumplen una labor fundamental, la de propiciar la inversión y
con ella el crecimiento económico.
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3.2. Características Principales De Los Activos Financieros

Los principales factores que caracterizan un activo financiero se pueden resumir en los tres
siguientes:

LIQUIDEZ.
Es la facilidad y la certeza de convertir un instrumento financiero en dinero sin sufrir pérdi-
das. La rapidez con la que pueden intercambiarse por bienes o servicios, sin pérdida.

Las monedas y billetes son, por lo tanto, los activos más líquidos. En el otro extremo es-
tarían los préstamos a largo plazo sin posibilidad de recuperación total hasta su vencimiento.

Una de las razones de los mercados financieros es facilitar la liquidez de los activos finan-
cieros.

RIESGO.
Es la probabilidad de que al vencimiento el emisor cumpla sin dificultad sus compromisos
de amortización, bien por incumplimientos de pagos, riesgo de crédito, o bien por disminución
del precio del activo en el mercado, riesgo de mercado. Al aumentar el riesgo disminuye la
seguridad.
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Por ejemplo, el riesgo que asume un titular de bonos del Estado es prácticamente nulo,
mientras que ese riesgo va aumentando según va disminuyendo la importancia de las empre-
sas cotizadas bien por tamaño o por la pertenencia a determinados sectores económico en
reconversión o en declive.

RENTABILIDAD.
Es la capacidad de un instrumento financiero para producir intereses o algún otro tipo de
rendimiento a quien lo compra.

Pueden ser de Renta fija, por ejemplo, las Obligaciones o los Bonos, cuya rentabilidad se
establece en las condiciones de emisión y de Renta variable, por ejemplo, las acciones, cuya
rentabilidad depende del reparto de beneficios que realice el emisor.

Estas tres características de un activo financiero están interrelacionadas, de tal forma que
según vamos optimizando una de ellas, las otras dos sufren las consecuencias.

Según el perfil de cada comprador dará mayor importancia a una u otra variable, constru-
yendo una ecuación ponderada que mejor se adapte a su perfil inversor.

4. LOS MERCADOS FINANCIEROS

Los mercados financieros desempeñan un papel económico y social trascendental, con una
enorme influencia en la calidad de las decisiones de inversión y, por lo tanto, en la situación
general de la economía.

Históricamente, los mercados financieros estaban integrados por dos tipos de institucio-
nes: Bolsas (acciones, bonos y otros títulos) y bancos (o similares). Recientemente han surgido
los mercados de derivados.

Los mercados financieros consiguen un equilibrio entre consumo presente y futuro, ya que,
por ejemplo, los empresarios con buenos proyectos de inversión pueden necesitar recursos
financieros y quienes desean asegurarse su jubilación pueden invertir sus ahorros.

Estos mercados ponen en contacto a los inversores con los ahorradores, logrando que am-
bos se beneficien y permiten distribuir el riesgo entre los inversores. Los mercados financieros
son lugares en los que se compran y se venden los activos financieros y donde se fijan el precio
y condiciones de los mismos.
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Los riesgos pueden ser diversificables y no diversificables. En el primer caso se elimina invir-
tiendo en activos cuya rentabilidad no esté perfectamente relacionada entre sí.

Los mercados financieros ofrecen una gama de instrumentos con diversas relaciones renta-
bilidad - riesgo (deuda pública, deuda privada, acciones etc.) y que el inversor elige de acuerdo
con sus preferencias.

Las funciones principales de los mercados financieros son:


• Poner en contacto a las partes contratantes o agentes que intervienen en las operacio-
nes de compraventa.
• Establecer los precios de los activos de renta variable.
• Proporcionar liquidez a los activos.
• Reducir el coste de las comisiones de las operaciones.
• Conseguir que los mercados sean eficientes y que las órdenes recibidas de realicen con
rapidez y transparencia.

En los mercados de derivados se puede decidir que riesgos no diversificables se pueden


soportar y cuales eliminar.

4.1. Características Principales

Los mercados financieros permiten separar la propiedad de la gestión, ya que empresas


con miles de accionistas y distinta aversión al riesgo pueden ponerse de acuerdo en continuar
invirtiendo en activos reales siempre que la rentabilidad marginal supere a la rentabilidad de
una inversión similar en los mercados.

Los accionistas delegan la gestión de la empresa a un equipo profesional que tiene como
objetivo más importante el invertir en proyectos de rentabilidad superior que la que ofrece una
inversión similar en los mercados (coste de oportunidad del capital). El objetivo del directivo
es invertir en proyectos de coste inferior, en valor actual, a los beneficios generados, esto es,
invertir en proyectos de valor actual neto positivo.

La separación de la propiedad y la gestión es un requisito clave para prosperar en una eco-


nomía capitalista e implica que se puede decidir cuánto consumir ahora y cuanto en el futuro.
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Usando una amplia gama de instrumentos financieros, los individuos pueden definir
la distribución temporal de su consumo y los niveles de riesgo que prefieran. Además, los
directivos pueden recoger dinero en los mercados financieros para adquirir activos reales.

Cuando maximizan el valor actual neto de los activos, actúan en interés de todos los
accionistas, y el buen funcionamiento de los mercados garantiza que la maximización del
beneficio de los individuos conduce al resultado socialmente óptimo.

4.2. Clasificación

Los mercados financieros se pueden clasificar atendiendo a diferentes criterios:

• Según el plazo del vencimiento de los activos pueden ser Mercados Monetarios y
Mercados de Capitales.
• Según el momento de entrega del activo financiero serán Mercados de contado y
Mercados de Derivados (Futuros y Opciones).
• Según se negocien derechos que se acaban de emitir o previamente emitidos, hablaremos
de mercados primarios o secundarios.
• Según los derechos financieros que se negocien serán mercados de Renta Fija (Renta Fija
privada o Deuda Pública) o mercados de Renta Variable (Bolsas de Valores).
• Según se intercambien divisas o activos en moneda nacional serán mercados en Divisas
o domésticos.

Podemos establecer una clasificación general, atendiendo a la finalidad de los mercados


financieros:
Instrumentos y mercados financieros

Finalidad Mercado financiero

MERCADO MONETARIO O DE DINERO


Mercado Interbancario
Mercado de Crédito a Corto Plazo
OBTENCIÓN
DE FONDOS
MERCADO DE CAPITALES
Mercado de Crédito a Medio y Largo Plazo
Mercado de Valores

MERCADO DE DERIVADOS
Mercado de Futuros
COBERTURA
Mercado de Opciones
Mercado de Swaps
MERCADO DE DIVISAS
Mercado de Depósitos
MEDIOS DE
Mercado de Crédito
PAGO
Mercado de Medios de Pago

5. EL BCE Y LA POLÍTICA MONETARIA

La política monetaria de la zona Euro es definida por el Banco Central Europeo (BCE), que
ha recogido la soberanía cedida por los diferentes bancos centrales nacionales de los países
miembros de la Unión Monetaria Europea (UME), adquiriendo la responsabilidad de definir y
hacer ejecutar la política.

Durante varios años el Instituto Monetario Europeo fue el embrión de lo que debía ser el
Banco Central Europeo, que se constituyó con sede en Frankfurt el 1 de junio de 1998.

El Banco Central Europeo se configura como la piedra angular de la Unión Monetaria Eu-
ropea.

FUNCIONES DEL BCE


Entre las funciones que realiza el Banco Central Europeo están las siguientes:

• Acuñar moneda.
• Formulación y aplicación de la política monetaria.
• Control de los precios.
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• Fijación de los tipos de interés.


• Aumento o disminución de la cantidad de dinero en circulación.
• Operaciones de cambio de divisas internacionales.
• Poseer y gestionar las reservas oficiales de divisas de los países de la UME.
• Vigilar el buen funcionamiento de los sistemas de pagos.
• Dar soporte a la política de supervisión bancaria de las autoridades nacionales.
• Elaboración de estadísticas e informes trimestrales y anuales, así como boletines men-
suales.

De hecho, lo que popularmente se conoce como Banco Central Europeo es una estructura
más amplia que se denomina Sistema Europeo de Bancos Centrales (SISTEMA EUROPEO DE
BANCOS CENTRALES), que engloba al propio Banco Central Europeo y a los diferentes bancos
centrales nacionales de la Unión Europea. El Banco Central Europeo se configura a través de
diferentes comités que, de forma resumida, se detallan a continuación:

Consejo de Gobierno
Formado por los miembros del Comité Ejecutivo y por los gobernadores o presidentes de
los bancos centrales de los países de la UME.

Consejo General
Formado por el Presidente y el Vicepresidente del BCE y por los gobernadores o presiden-
tes de los bancos centrales de países de la UE.

Comité Ejecutivo
Se configura como el auténtico órgano de gobierno del BCE; está formado por Presidente,
Vicepresidente y cuatro vocales de la institución designados por los gobiernos de la UE.

Se intenta por todos los medios preservar la independencia de las decisiones tomadas por
el BCE, de forma que no se produzcan injerencias o influencias de los diferentes estados miem-
bros de la UME o de la UE.

Los cargos del Comité Ejecutivo son por un solo período, no renovable, que en el caso del
Presidente es de ocho años, y para el resto de representantes es variable y de renovación alter-
nativa, sus decisiones están sometidas a la vigilancia del Tribunal de Justicia de las Comunida-
des Europeas y a la presentación de cuentas ante el Parlamento Europeo, el Consejo Europeo
y la Comisión Europea.
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5.1. Estrategias de política monetaria

El Banco Central Europeo es quien define la política monetaria (decisiones centralizadas),


pero la ejecución de la misma corresponde a los diferentes bancos centrales nacionales de
países de la UME (ejecución descentralizada).

La estrategia de política monetaria que ha llevado a cabo el Banco Central Europeo desde
su creación se ha basado en lo que se denominan dos pilares:
• Monetario
• Indicadores adelantados de la futura evolución de los precios

El primero es el pilar monetario, compuesto por variables monetarias y crediticias, entre las
que destaca la M3, considerando que la evolución del dinero y del crédito se convierten es las
referencias naturales, firmes e imprescindibles para una política monetaria orientada priorita-
riamente hacia la estabilidad de precios.

En este cuadro vemos cómo se calcula el M3:

donde:
E = Efectivo en circulación
Dv = Depósitos a la vista
Da = Otros depósitos y pasivos bancarios
Dp = Depósitos a plazo
OPB1 = Otros pasivos del sistema bancario (cesiones temporales de activos, participaciones
de activos, depósitos en moneda extranjera y empréstitos)
POI1 = Pasivos de otras instituciones financieras (ICO y Establecimientos Financieros de
Crédito - EFC).

Indicadores adelantados de la futura evolución de los precios


El segundo pilar de la estrategia está compuesto por indicadores adelantados de la futura
evolución de los precios (datos de crecimiento, salarios, tipo de cambio, curvas de rendimien-
to, indicadores de política fiscal, indicadores específicos de precios y de costes, encuestas de
consumidores y empresarios) y de proyecciones macroeconómicas.
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En la síntesis de los dos pilares se intenta llegar a una conclusión, y es que la inflación es un
fenómeno exclusiva o fundamentalmente monetario y que, por tanto, tiene mucha influencia
la cantidad de dinero en circulación y el crecimiento de la misma, de tal manera que -a modo
de simplificación- se podría considerar lo siguiente:

«Cuando un bien es escaso su precio tiende a revalorizarse mientras que, si un bien es


abundante, su precio tiende a abaratarse. En lo que respecta al dinero, el precio del mismo es
el tipo de interés y, por ello, si la cantidad de dinero en circulación es elevada y creciente, al ha-
ber un exceso de dinero, los tipos de interés deberán fluctuar a la baja, lo que desincentivará el
ahorro y fomentará el consumo y el incremento de los precios y, en consecuencia, la inflación.»

«Si la cantidad de dinero en circulación es escasa, los tipos de interés tenderán a subir, lo
que fomentará el ahorro bien retribuido y ello disuadirá de consumir en exceso, lo que evitará
la presión al alza de los precios y permitirá una reducción o mantenimiento de los niveles de
inflación.»

Se puede considerar que la cantidad de dinero en circulación es un indicador adelantado de


la inflación y, por ello, el Banco Central Europeo ha utilizado la M3 como principal variable de
referencia en su política monetaria.

De la misma forma que cuando un niño pequeño llora con insistencia y tiene fiebre puede
ser síntoma de que tiene alguna enfermedad, cuando en la economía se detecta un crecimien-
to de la cantidad de dinero en circulación superior al previsto o deseado, suele ser un aviso
de que en breve se va a producir un repunte de inflación y, por ello, la autoridad monetaria
podrá actuar con anticipación y diligencia para evitar los potenciales problemas derivados de
la inflación.

Siguiendo con los síntomas de enfermedad del niño, seguramente se le aplicará algún tra-
tamiento a través de un medicamento antitérmico que le baje la fiebre y que, si es posible, le
cure la enfermedad. En la misma línea de actuación, los bancos centrales van a utilizar herra-
mientas entre las cuales la más importante (por esto se la considera la variable operativa o
instrumental) es el tipo de interés de intervención a corto plazo, concretamente a 1 día en la
Reserva Federal USA FED, y a 7 días en el Banco Central Europeo.

Asimismo, los bancos centrales no sólo van a utilizar los tipos de interés como variable ope-
rativa o instrumental para controlar y reducir la inflación ya que, con mayor o menor énfasis,
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también podrán actuar cuando sea preciso para apoyar el crecimiento económico de forma
que, ante situaciones de escaso crecimiento o recesión económica, se actúa bajando los tipos
de interés para fomentar un mayor crecimiento del consumo y -en consecuencia- una reactiva-
ción de la economía que vendrá medida a través del PIB.

5.2. Principales instrumentos

Entre las herramientas que se van a utilizar para llevar a cabo la transmisión de la política
monetaria figuran las siguientes, que van a ser objeto de descripción detallada a continuación:
• Aplicación de reservas mínimas obligatorias (coeficiente de caja)
• Operaciones de mercado abierto y facilidades permanentes.

Aplicación de reservas mínimas obligatorias


Desde la fecha en que apareció el dinero y algún ciudadano, seguramente el más inteligente
de la comunidad o del país, decidió crear un banco, se observó que -en una economía- además
de la creación de dinero físico por parte del emisor de moneda se puede crear dinero bancario.

Esto quiere decir que, si alguien lleva su dinero a una entidad bancaria y formaliza un de-
pósito, el banco podrá dejar este dinero a algún cliente que a su vez lo utilizará para efectuar
algún pago por la adquisición de un bien o por la contratación de un servicio, de forma que
el dinero prestado por el banco acabará regresando al mismo banco o a otro que un segundo
ciudadano haya constituido al comprobar que se trata de un negocio interesante.

Con la creación de dinero bancario se observa que el sistema financiero está ayudando
a crear riqueza y a desarrollar un mayor grado de actividad en la economía. No obstante, tal
como se aprecia en los párrafos y esquema siguiente, podría darse la circunstancia de que si las
entidades bancarias fueran muy activas (que lógicamente debieran serlo) la creación de dinero
bancario podría llegar a ser ilimitada.

Entradas y salidas bancarias sin existencia de coeficiente de caja


Cliente 1 Depósito por 1.000 unidades monetarias.
Cliente 2 Solicita, y se le otorga, un préstamo por 1.000 unidades monetarias.
Cliente 3 Depósito por 1.000 unidades monetarias que han regresado a la entidad
bancaria debido a los pagos que ha hecho el cliente 2.
Cliente 4 Solicita, y se le otorga, un préstamo por 300 unidades monetarias.
Cliente 5 Solicita, y se le otorga, un préstamo por 700 unidades monetarias.
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Cliente 6 Depósito por 300 unidades monetarias que han regresado a la entidad
bancaria debido a los pagos que ha hecho el cliente 4.
Cliente 7 Depósito por 700 unidades monetarias que han regresado a la entidad
bancaria debido a los pagos que ha hecho el cliente 5.
Cliente 8 Solicita, y se le otorga, un préstamo por 1.000 unidades monetarias.
Cliente n-1 Depósito por «X» unidades monetarias que han regresado a la entidad
bancaria debido a los pagos que ha hecho el cliente n.
Cliente n Solicita, y se le otorga, un préstamo por «Y» (menor o igual a «X») unidades
monetarias.

Y así sucesivamente, de tal manera que se observa que la creación de dinero bancario -que
en principio aparecía como una ventaja y una prestación favorable para el desarrollo de la
economía- se puede convertir en una situación de creación ilimitada de dinero, lo que sería un
proceso generador de inflación seguramente galopante y un proceso de caos para la economía.

COEFICIENTE DE CAJA
El coeficiente de caja, que es así como se había denominado a lo largo de muchas décadas
lo que ahora se denomina aplicación de reservas mínimas obligatorias, nace con el objetivo
primario de evitar la creación de dinero en cantidades ilimitadas.
Fijémonos en estas cifras:

BALANCE DINÁMICO DEL BANCO


ACTIVO PASIVO
Concesión de préstamos Captación de depósitos
11.500 12.500
Coeficiente de caja
1.000

A partir de estas cifras se podría ver una aplicación adicional del coeficiente de caja, es
decir, no sólo la función de impedir la creación de dinero en cifras ilimitadas. Así tenemos tam-
bién la posibilidad de que la autoridad monetaria pueda modificar el porcentaje de coeficiente
de caja, con la intención de reducir o incrementar la cantidad de dinero en circulación y la can-
tidad de dinero disponible para prestar por parte de las entidades bancarias.

Se parte de una premisa en la que se observa que el crecimiento económico de este hipo-
tético país en que se encuentra este banco o sistema bancario es muy elevado. Como conse-
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cuencia, se está generando un sobrecalentamiento de la economía y la consiguiente inflación,


que empieza a ser excesiva y que la autoridad monetaria tiene interés en reconducir a la baja.

Supongamos que la autoridad monetaria opta por incrementar el coeficiente de caja del
8% al 12%, y además de forma casi inmediata, que podría ser en el plazo de una semana, lo
que llevaría a que el nuevo importe del coeficiente de caja podría situarse en 1.500 unidades
monetarias, que deben aportarse a la cuenta del banco central.

Para que dichas aportaciones adicionales se hagan de forma ordenada y sin colapsar la
liquidez del banco o del sistema bancario, existen varias alternativas.
Una de ellas es que aquellos créditos que van a vencer en los próximos días simplemente
no se renueven (o se haga de forma restringida y seguramente a tipos de interés más eleva-
dos), ya que un efecto que además genera el aumento del coeficiente de caja es la subida de
tipos de interés, pues ante esta situación las entidades bancarias intentarán captar el máximo
pasivo posible para poder cubrir el posible déficit del coeficiente de caja. Para ello se pagarán
tasas de interés más elevadas que hagan atractiva a los inversores la aportación de dinero y la
formalización de depósitos a la vista o a plazo.

A su vez, si se está generando una gran tensión en los mercados monetarios, seguramente
el banco central actuará aportando algo de liquidez, pero a tipos de interés superiores a los de
fechas anteriores a la subida del coeficiente de caja.

En definitiva, se puede apreciar que el coeficiente de caja se puede utilizar como instru-
mento para regular la cantidad de dinero en circulación, incidir en los tipos de interés y con
ello favorecer una subida o bajada de los mismos, intentando propiciar un enfriamiento de la
economía (reducción del crecimiento y de la inflación) o una ayuda al crecimiento de la eco-
nomía (favorecer el crecimiento económico a través de la reducción de tipos de interés y del
consiguiente desincentivo para el ahorro y el incentivo para el consumo).

RESERVAS MÍNIMAS DEL EUROSISTEMA


Una última cuestión antes de pasar a describir la normativa de aplicación de reservas mí-
nimas obligatorias es poner de manifiesto que conviene no confundir coeficiente de caja con
encaje bancario, ya que son dos cuestiones diferentes: el coeficiente de caja ya ha quedado
descrito en párrafos anteriores mientras que el encaje bancario es la cantidad de dinero dispo-
nible existente en las oficinas bancarias, cajas fuertes centralizadas y cajeros automáticos, y no
es agregable ni computable en el coeficiente de caja.
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El sistema de reservas mínimas del Eurosistema se aplica a las entidades de crédito de la


zona del Euro. Las reservas mínimas de cada entidad se determinan en relación con algunas
partidas de su balance. Para alcanzar el objetivo de estabilizar los tipos de interés el sistema
de reservas mínimas de Eurosistema permite a las entidades hacer uso de mecanismos de
promedios.

Así, el cumplimiento de las reservas mínimas se determina en función del nivel medio de
reservas diarias durante el período de mantenimiento. Las reservas exigidas a las entidades se
remuneran al tipo de interés de las operaciones principales de financiación del Eurosistema.

Consiste en que el Banco Central Europeo exige unas reservas mínimas que las entidades
de crédito (bancos, cajas de ahorros, cooperativas de crédito y otros establecimientos finan-
cieros de crédito) deben mantener en cuentas abiertas en sus respectivos bancos centrales
nacionales.

Los objetivos de dichas reservas mínimas obligatorias son:


- Estabilización de los tipos de interés del mercado monetario.
- Creación o ampliación de un déficit estructural de liquidez.

OPERACIONES DE MERCADO ABIERTO Y FACILIDADES PERMANENTES


Las operaciones de mercado abierto desempeñan un papel importante en la política mo-
netaria del Eurosistema a efectos de controlar los tipos de interés, gestionar la situación de
liquidez del mercado y señalar la orientación de la política monetaria.

Las operaciones de mercado abierto se inician a instancias del BCE, que también decide el
instrumento a utilizar y las condiciones para su ejecución, que en las operaciones de mercado
abierto se pueden realizar mediante diferentes procedimientos: subastas estándar, subastas
rápidas o procedimientos bilaterales.

El Eurosistema dispone de cinco tipos de instrumentos para la realización de operaciones


de mercado abierto:
• Las operaciones temporales (aplicables mediante cesiones temporales o préstamos ga-
rantizados) constituyen el instrumento más importante.
• Operaciones simples.
• Emisión de certificados de deuda.
• Swaps de divisas.
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• Captación de depósitos a plazo fijo.

OPERACIONES TEMPORALES
Como tipo de instrumento, las operaciones temporales son transacciones en las que el
Eurosistema compra o vende activos de garantía mediante cesiones temporales o realiza ope-
raciones de crédito utilizando como garantía dichos activos. Las operaciones temporales se
emplean en las operaciones principales de financiación y en las operaciones de financiación
a plazo más largo. Además, el Eurosistema puede recurrir a ellas para realizar operaciones
estructurales y de ajuste.

En cuanto a su naturaleza jurídica, los bancos centrales nacionales pueden realizar estas
operaciones, tanto en forma de cesiones temporales (en las que la propiedad del activo se
transfiere al acreedor al tiempo que las partes acuerdan efectuar la operación inversa median-
te la reventa del activo al deudor en un momento futuro) como de préstamos garantizados (en
cuyo caso se constituye una garantía susceptible de ejecución sobre los activos, pero siempre
que se cumpla la obligación principal el deudor conserva la propiedad del activo).

Los acuerdos contractuales aplicados por los respectivos bancos centrales nacionales (o por
el BCE) pueden incluir disposiciones adicionales para las operaciones instrumentadas median-
te cesiones temporales. Las operaciones temporales de préstamos garantizados se ajustan a
los distintos procedimientos y trámites exigidos en las diversas jurisdicciones para la constitu-
ción y posterior ejecución de la correspondiente garantía (o prenda).

Respecto a los tipos de interés, la diferencia entre el precio de adquisición y el precio de


recompra en una cesión temporal equivale al interés devengado por la cantidad de dinero
prestada o tomada en préstamo hasta el vencimiento de la operación, es decir, el precio de
recompra incluye el interés correspondiente.

El tipo de interés de una operación temporal en forma de préstamo garantizado se deter-


mina aplicando el tipo de interés específico al crédito durante el plazo de la operación. El tipo
de interés de las operaciones temporales de mercado abierto del Eurosistema es un tipo de
interés simple, aplicado a los días reales de la operación y considerando el año comercial de
360 días.

Dentro de las operaciones temporales podemos señalar:


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OPERACIONES PRINCIPALES DE FINANCIACIÓN (OPF)


Son operaciones temporales de inyección de liquidez de carácter regular, periodicidad se-
manal y vencimiento habitual a una semana. Estas operaciones son ejecutadas por los bancos
centrales nacionales mediante subastas estándar, desempeñan un papel fundamental para al-
canzar los objetivos de las operaciones de mercado abierto y son la principal fuente de finan-
ciación del sistema financiero.

Las operaciones principales de financiación son las operaciones de mercado abierto más
importantes realizadas por el Eurosistema pues desempeñan un papel primordial para alcanzar
los objetivos de control de los tipos de interés, gestión de la situación de liquidez en el merca-
do y señalización de la orientación de la política monetaria. También constituyen la principal
fuente de financiación del sector financiero.

Las características operativas de estas operaciones pueden resumirse como sigue:


• Son operaciones de inyección de liquidez.
• Se ejecutan regularmente cada semana, según un calendario anunciado con antelación.
• Normalmente tienen un vencimiento de una semana.
• Las ejecutan los bancos centrales nacionales de forma descentralizada.
• Se ejecutan mediante subastas estándar.

OPERACIONES DE FINANCIACIÓN A PLAZO MÁS LARGO (OML)


Son operaciones temporales de inyección de liquidez de periodicidad mensual y vencimien-
to habitual a tres meses. Estas operaciones, ejecutadas por los bancos centrales nacionales
mediante subastas estándar, tienen por objeto proporcionar a las entidades de contrapartida
financiación adicional a plazo más largo. En general, con estas operaciones el Eurosistema no
pretende enviar señales al mercado y, por tanto, actúa normalmente como aceptante de tipos
de interés.

OPERACIONES DE AJUSTE
Se ejecutan de forma ad hoc para gestionar la situación de liquidez del mercado y controlar
los tipos de interés y, en concreto, suavizar los efectos que causan las fluctuaciones inespe-
radas de liquidez en el mercado sobre dichos tipos de interés. Las operaciones de ajuste se
ejecutan principalmente mediante operaciones temporales, pero también pueden realizarse
mediante operaciones simples, swaps de divisas y captación de depósitos a plazo fijo.
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Los instrumentos y procedimientos utilizados en la ejecución de las operaciones de ajuste


se adaptan a los tipos de transacciones y a los objetivos específicos que se persiguen en cada
caso. Los bancos centrales nacionales realizan normalmente estas operaciones mediante su-
bastas rápidas o procedimientos bilaterales. El Consejo de Gobierno del BCE decidirá si, en
circunstancias excepcionales, las operaciones bilaterales de ajuste pueden ser ejecutadas por
el propio BCE.

OPERACIONES ESTRUCTURALES
A su vez el Eurosistema puede realizar operaciones estructurales mediante la emisión de
certificados de deuda, operaciones temporales y operaciones simples. Estas operaciones se
llevan a cabo siempre que el BCE desea ajustar la posición estructural del Eurosistema frente al
sector financiero (de forma periódica o no periódica).

Los bancos centrales nacionales ejecutan estas operaciones realizadas en forma de opera-
ciones temporales y emisión de certificados de deuda mediante subastas estándar. Las opera-
ciones estructurales en forma de operaciones simples se efectúan mediante procedimientos
bilaterales.

6. TIPOS DE INTERÉS DE REFERENCIA

6.1. Características Y Sistema De Cálculo

Estos tipos de interés corresponden a los depósitos interbancarios, que son operaciones
en las que las instituciones financieras (bancos, cajas de ahorros y cooperativas de crédito) se
intercambian dinero entre sí, generalmente a plazos muy cortos (entre 1 día y 1 año) y a un tipo
de interés muy influenciado por la autoridad monetaria.

En el mercado interbancario de depósitos participan centenares de instituciones financie-


ras. Por lo que respecta al euro, ha llevado a que lo que eran diferentes mercados interbanca-
rios para las diferentes divisas correspondientes a cada país, se haya generalizado y convertido
en un mercado de operativa transnacional en el que participan entidades financieras de dife-
rentes países.

Los tipos de interés que se cruzan para depósitos interbancarios denominados en euros
reciben la denominación genérica de EURIBOR (también Eurolibor si se negocian en el mercado
interbancario de Londres o simplemente LIBOR con la moneda en la que se negocian, si son
otras divisas diferentes del euro).
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6.2. Eonia y euribor


En el mercado interbancario aparecen dos tipos de interés que adquieren gran importan-
cia, que son los siguientes y que a continuación se describen de forma detallada:

• EONIA ─ Euro OverNight Index Average (www.euribor.org)


• EURIBOR - European Interbank Offered Rate (www.euribor.org)

EONIA ─ Euro Overnight Index Average (www.euribor.org)


Es el tipo de interés oficial del mercado interbancario a 1 día, calculado por parte del Ban-
co Central Europeo, recogiendo todas las operaciones realizadas sin garantía en el mercado
interbancario europeo, a un plazo de 1 día, en las que han tomado parte una muestra repre-
sentativa del mercado, que son las entidades que integran el panel de confección de este tipo
de interés y del EURIBOR.

Se establece un promedio ponderado entre precio y tipo de interés, y se calcula a las 18.30,
publicándose aproximadamente a las 18.45.

Sirve para liquidar operaciones de contado y derivados a plazos de 1 día (call money swap)
y para determinar el tipo de penalización a las entidades que se queden en descubierto en las
cuentas de tesorería en su Banco Central.

EURIBOR - European Interbank Offered Rate (www.euribor.org)


Esta es una de las diversas acepciones que se dan al término EURIBOR, a las que posterior-
mente se hará referencia:

A diferencia del EONIA, que tiene la consideración de oficial, el EURIBOR no es un índice


oficial. Sin embargo, tiene gran difusión; su utilización es generalizada y no se cuestiona su
representatividad ni su forma de cálculo.

7. MERCADOS MONETARIOS

7.1. Características de los activos monetarios

Las principales características de los activos monetarios son las siguientes:


• Corto plazo (no más de 12-18 meses).
• Elevada liquidez.
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• Reducido riesgo (emisor y precio).


• Emitidos al descuento.
• Rentabilidad prefijada (no necesariamente fija).
• Mercado mayorista (con excepciones).

Corto plazo (no más de 12-18 meses)


Probablemente la característica más clara para identificar los activos monetarios es su cor-
to plazo, remarcando que los plazos habituales de negociación se sitúan entre 1 día y hasta 12
o 18 meses. La mayor parte de negociación de activos monetarios se concentra entre 1 día y
una semana, fundamentalmente a través de depósitos interbancarios y repos, y simultáneas a
muy corto plazo.

De todas maneras, es importante destacar, como excepciones o matices, que, a veces, una
operación de compra de deuda pública con vencimiento a 10 años también se puede consi-
derar que es una operación de mercado monetario. En más detalle, si la operación fuera de
compra-venta al contado sería mercado de capitales, pero si se ha utilizado la deuda a largo
plazo como instrumento de garantía para efectuar un repo o una simultánea a 1 día, a 1 sema-
na o a un mes, ésta sería una operación de mercado monetario.

De manera similar, a pesar de ser emisiones a muy largo plazo, se interpreta que determina-
das emisiones de bonos de titulización hipotecaria con cupones variables son activos de mer-
cado monetario. Este hecho es debido a que la referencia temporal no la marca el vencimiento
del activo financiero, sino la fecha de pago del cupón vigente.

Elevada liquidez
En la medida en que los activos monetarios son fácilmente convertibles en dinero y éste es
fácilmente convertible en activo monetario, se está ante instrumentos que tienen la conside-
ración de altamente líquidos.

Es conveniente recordar o conocer que la liquidez viene determinada por una serie de con-
diciones comparativas que nos llevan a definir un activo líquido como «aquel que permite
comprar o vender el máximo volumen efectivo posible, en el mínimo tiempo posible y con la
mínima perturbación de precios demandados u ofertados en el mercado».

Al hilo de la anterior definición es conveniente matizar que los activos monetarios no siem-
pre salen bien parados en lo que respecta a liquidez. Así, podemos señalar que los depósitos
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interbancarios presentan una elevada liquidez en plazos cortos mientras que, en la medida en
que los plazos se alargan a partir de seis meses y hasta un año, el volumen de contratación se
reduce mucho y la operativa plantea un grado de liquidez relativamente restringido.

También se suele decir que los activos emitidos por el Tesoro Público son muy líquidos,
pero la liquidez es muy desigual. Una prueba cuantitativa de ello es la velocidad de rotación
de un activo (volumen contratado anual dividido por el saldo vivo de la emisión). Así, se puede
comprobar que una emisión de Letras del Tesoro a 12 meses puede tener una velocidad de
rotación de 0,8, lo que indica que la emisión en un año no ha llegado a ser íntegramente rene-
gociada en su totalidad y sólo lo ha sido en un 80%. Por otro lado, una determinada emisión
de obligaciones a 10 años puede tener una velocidad de rotación de 6, lo que indica que dicha
emisión ha sido íntegramente renegociada seis veces en un año, y ello significa que cada dos
meses ha sido renegociada en su totalidad.

En síntesis, se puede comprobar que, a pesar de que se suele decir que los mercados mone-
tarios son más líquidos que los mercados de capitales, existen excepciones, como las emisiones
denominadas benchmark, Obligaciones del Estado a 10 años o Bonos del Estado a 3 años, que
son manifiestamente más líquidos que las emisiones de Letras del Tesoro a diferentes plazos.

Reducido riesgo (emisor y precio)


En general, podemos decir que los activos monetarios suelen tener un riesgo reducido, si
bien debe remarcarse que el plazo no es el único factor de riesgo, aunque sí es un factor de-
terminante del mismo.

A modo de ejemplo, si una importante compañía española de telecomunicaciones, con una


buena calificación crediticia, opta por emitir activos financieros a 3 meses, 3 años y 30 años,
seguramente lo podrá hacer, pero no con los mismos tipos de interés, de tal manera que, a
mayor plazo tendrá que soportar una mayor prima de riesgo. Ésta podría ser una relación de
plazos y tipos de interés:
3 meses 2,40%
3 años 3,25%
30 años 5,85%

Esta secuencia pone de manifiesto que, en la medida en que un activo monetario (corto
plazo 3 meses) tiene un tipo de interés bajo, un tipo de interés de mercado de capitales a me-
dio y largo plazo registra cifras sensiblemente superiores, pues conllevan una prima de riesgo
mucho más elevada por la incertidumbre de invertir a plazos prolongados en el tiempo.
Instrumentos y mercados financieros

Este riesgo descrito hasta aquí se debe al riego del emisor por el plazo y también se puede
denominar riesgo de crédito. Además, también debe remarcarse el riesgo de precio que se
pone de manifiesto en los cuadros siguientes donde se aprecia que, en activos financieros mo-
netarios y de capitales, que pagan cupones fijos o son de cupón cero, se da siempre la siguiente
relación.

Esta variación del precio en función de la TIR o tasa interna de rentabilidad, no se da en


la misma magnitud. Así, a mayor vida pendiente, se suele dar mayor sensibilidad porcentual
del precio ante variaciones iguales de tipos de interés (mayor duración) y, en consecuencia, se
genera mayor riesgo de fluctuación de precios. Como conclusión, se puede llegar a situacio-
nes que ponen de manifiesto que, en los denominados activos de renta fija, puede existir un
elevado riesgo de precio asimilable, en ocasiones, a riesgos similares a los de activos de renta
variable.

A medida que el plazo del bono aumenta, una variación (disminución o aumento) de un
punto porcentual tiene un impacto mayor en el precio de dicho bono. Esta relación se debe a
que el precio de un bono viene dado por la siguiente expresión:

Emitidos al descuento
La modalidad de emisión al descuento se da en un gran número de activos monetarios,
como las Letras del Tesoro y los diferentes tipos de pagarés, lo que pone de manifiesto la pre-
sencia de rentabilidad por la modalidad de cupón cero. Esta modalidad cupón cero también se
da en otros productos del mercado monetario como repos, simultáneas, depósitos interban-
carios o participaciones de fondos monetarios. En estos productos la rentabilidad se percibe
al finalizar la operación y no suelen existir cupones intermedios o flujos a percibir (de forma
continua o discrecional) a lo largo del plazo de la inversión.

Una excepción que podría confirmar la regla de lo expuesto en el párrafo anterior son los
FRN y los bonos de titulización, que van a pagar cupones periódicos y que no necesariamente
se emiten al descuento, pueden hacerlo a la par, por debajo o por encima de la par.

También son una excepción los instrumentos derivados que, debido a su peculiaridad es-
pecífica y heterogénea, son difícilmente clasificables por su forma de emisión o generación.

Rentabilidad prefijada (no necesariamente fija)


Al adquirir un activo monetario la rentabilidad, que habitualmente se va a percibir al finali-
Instrumentos y mercados financieros

zar la operación, ya es conocida en la medida que suele estar determinado el tipo de interés a
percibir. Por tanto, si la operación se lleva hasta vencimiento, si no existe riesgo de tipo de cam-
bio y no existe ninguna incidencia por incumplimiento de compromisos por parte del emisor
o cambios legales (fiscales), la rentabilidad prevista a priori va a ser la rentabilidad conseguida
finalmente o a posteriori.

No obstante, la rentabilidad prefijada puede no significar necesariamente rentabilidad fija.


Este hecho se produce cuando no se da alguna de las circunstancias expuestas en el párrafo
anterior, pues, en este caso, se pueden producir reducciones o incrementos de la rentabilidad,
especialmente motivadas por la venta del activo monetario antes del vencimiento y por el he-
cho de que los tipos de interés hayan fluctuado al alza o a la baja. Una excepción a las rentabili-
dades prefijadas son los FRN (o flotating rate notes) y los bonos de titulización, ya que en ellos
la retribución es variable e indexada a una referencia que podrá ir modificando el rendimiento
en cada uno de los cupones que periódicamente se van a percibir. Tampoco es prefijada la ren-
tabilidad de las participaciones de los fondos de inversión monetarios.

Por supuesto, en los instrumentos derivados el concepto de rentabilidad prefijada queda


en un contexto diferente pues, en sí mismos, los derivados son instrumentos de cotización os-
cilante y no siempre previsible, si bien pueden ser utilizados en operaciones de cobertura para
intentar fijar, de forma exacta o aproximada, rentabilidades garantizadas.

7.2. Activos negociados

Los criterios fundamentales para establecer la clasificación se han basado en el plazo de


emisión o la vida residual para el vencimiento y en que todos ellos son incorporables a las car-
teras de los fondos de inversión monetarios, que en España, desde 1984, se han denominado
Fondos de Inversión en Activos del Mercado Monetario -FIAMM- y que la Ley de Instituciones
de Inversión Colectiva de noviembre de 2003 ha integrado con otros Fondos de Inversión Mo-
biliaria, suprimiendo dichas formas jurídicas específicas que pasan a denominarse Fondos de
Inversión de carácter financiero o no financiero.

Los principales activos que integran los mercados monetarios se pueden dividir en:
• Dinero, activos de caja y depósitos interbancarios
• Letras del Tesoro
• Pagarés de empresa, bancarios, corporativos y autonómicos
• Bonos y Obligaciones del Estado o privados con vencimiento residual inferior a 18 meses.
Instrumentos y mercados financieros

• Repos y simultáneas.
• Forwards sobre activos monetarios.
• FRNs.
• Bonos de titulizaciones hipotecarias o de otros activos con cupones variables.
• Cédulas hipotecarias de vencimiento residual inferior a 18 meses.
• Derivados sobre tipos de interés a corto plazo (Forwards, futuros, opciones y swaps).
• Participaciones de fondos de inversión monetarios (antes denominados FIAMM).

Dinero, activos de caja y depósitos interbancarios


Son aquellos a través de los cuales los bancos centrales suelen efectuar la mayor parte de
sus intervenciones en los mercados monetarios. Estos activos incluyen el efectivo, además de
los depósitos bancarios a la vista y diferentes modalidades de depósitos a plazo.

Además de los depósitos bancarios que aportan los clientes a las instituciones financieras
de depósito -bancos, cajas de ahorros y cooperativas de créditos- existen los depósitos inter-
bancarios que, para plazos de 1 día hasta aproximadamente 12 meses, permiten que dichas
instituciones puedan prestar o tomar prestado entre sí importantes cantidades de dinero.

Letras del Tesoro


Son activos emitidos al descuento y, por tanto, de modalidad cupón cero, con nominal
1.000 € y plazos de amortización de aproximadamente 3, 6, 12 y 18 meses. Estos activos son
emitidos por el Tesoro Público con la finalidad de financiar el déficit público y con tipos de in-
terés ligeramente inferiores a los del mercado interbancario de depósitos.

Pagarés de empresa, bancarios, corporativos y autonómicos


Son productos con características muy similares a las Letras del Tesoro, ya que son emitidos
al descuento, sin cupones intermedios y, por tanto, de cupón cero, a plazos cortos. Se emiten
rara vez por encima de los 18 meses y con una tasa de rentabilidad superior a la de las Letras
del Tesoro, como consecuencia del mayor grado de riesgo que incorporan en función de la
solvencia del emisor.

Cuando las Comunidades Autónomas emiten activos a corto plazo, deben utilizar el térmi-
no pagaré autonómico, como consecuencia de que el término «Letra» es de utilización exclu-
siva del Tesoro Público.
Instrumentos y mercados financieros

Bonos y Obligaciones del Estado y privados con vida residual inferior a 18 meses
Activos emitidos con rentabilidad explícita -pago de cupones periódicos fijos, a plazos apro-
ximados de entre 3 y 5 años (Bonos) y entre 10 y 30 años (Obligaciones) cuando se trata del
Tesoro Público. Cuando se hace referencia a emisiones privadas se utiliza de forma indistinta y
discrecional el término Bono u Obligación, independientemente de los plazos.

En el momento en que la vida residual es inferior a los 18 meses estos activos son incorpo-
rables a las carteras de activos monetarios y puede considerarse que han cruzado la frontera
entre mercados de capitales y mercados monetarios.

Repos y simultáneas
Forman parte de las operaciones que el ordenamiento jurídico español denomina dobles,
también identificadas como operaciones con pacto de recompra o cesiones temporales.

Al margen de ciertas diferencias regístrales y contables que presentan los re-pos y las si-
multáneas, ambas operaciones son -desde el punto de vista financiero- exactamente iguales y,
a través de ellas, se materializan operaciones de inversión/financiación con la instrumentación
de una garantía o colateral, que puede ser un activo de Deuda Pública o privada.

El tipo de interés de repos y simultáneas es ligeramente inferior a los tipos de interés del
mercado interbancario de depósitos, pues se trata de una operación con mayor garantía y ma-
yor liquidez o facilidad para cancelar anticipadamente la operación.

Forward sobre activos monetarios


Una operación a plazo (o forward) es aquella transacción que se pacta en una fecha (fecha
de negociación) y que se liquida y compensa en una fecha posterior, de forma que entre ambas
fechas transcurren más de cinco días laborables, para el mercado español de deuda pública y
de renta fija privada.

El forward se puede negociar para comprar o vender cualquier tipo de activo y se ubica-
rá como operación de mercado monetario o de mercado de capitales, en función del activo
subyacente o de referencia y del plazo previsible de tenencia del mismo. Así, por ejemplo, un
forward para adquirir una Letra con vencimiento a 3 meses o un bono con vencimiento a 15
meses, sería una operación de mercado monetario, pero si el forward es para adquirir bonos a
3 años u obligaciones a 10 años, sería una operación de mercado de capitales.
Instrumentos y mercados financieros

FRN
Son las siglas que responden al producto Floating Rate Note, o lo que en castellano sería un
Bono a Tipo Flotante o variable.

Se trata de un instrumento financiero que se suele emitir a largo plazo (o incluso perpetuo),
que paga cupones con cierta periodicidad (anual, semestral o, lo más habitual, trimestral) y
que dichos cupones están referenciados a un determinado índice, que puede ser alguna re-
ferencia bursátil (producto no monetario), la inflación, un índice monetario, como Euribor o
LIBOR, o un diferencial de tipos de interés.

En general, este instrumento suele retribuir dicho índice más o menos algún diferencial.
Adicionalmente, en algunas ocasiones tienen suelos (floor) y techos (cap), a modo de retribu-
ción mínima y máxima posibles.

Los FRN pueden asumir diferentes formas jurídicas (bonos simples, titulizaciones, deuda
subordinada, participaciones preferentes) en función de la garantía simple (recursos propios
presentes y futuros), garantía reforzada (recursos propios presentes y futuros y otras garantías
complementarias) o restringida (colocación diferida en el orden de prelación ante posibles
situaciones de derecho concursal).

A pesar de ser activos a largo plazo o perpetuos, se consideran activos de mercado mone-
tario puesto que la referencia temporal no es el plazo hasta el vencimiento, sino el plazo que
resta hasta el pago del próximo cupón. Como consecuencia de esta característica, son instru-
mentos financieros con cotizaciones que tienden a ser muy estables, razón por la cual se les
considera mercado monetario y pueden incorporarse, con ciertos requisitos, a las carteras de
fondos monetarios.

Bonos de titulizaciones hipotecarias o de otros activos con cupones variables


Son considerados activos de mercado monetario cuando tienen tipos de interés variable.
Se pueden considerar un caso particular de FRN y -en el argot profesional- se conocen como
asset backs, ya que son activos emitidos con la garantía de una cartera de préstamos hipoteca-
rios (bonos de titulización hipotecaria) o una cartera de préstamos personales o derechos de
crédito (bonos de titulización de activos).

Suelen ser a largo plazo, pero -si el cupón es variable y a plazos cortos- se consideran activos
monetarios, exactamente por la misma razón expuesta anteriormente para los FRN.
Instrumentos y mercados financieros

Aunque la fecha de vencimiento suele ser a largo plazo, dicha fecha puede adelantarse en
función de que los préstamos hipotecarios se hayan podido amortizar anticipadamente.

Cédulas hipotecarias
Son emisiones realizadas para captar financiación por parte de instituciones que efectúan
préstamos hipotecarios (bancos, cajas de ahorros, sociedades de crédito hipotecario, etc.) y se
emiten por modalidad de cupón cero o por modalidad de cupones fijos o variables.

El plazo de emisión de estos activos es muy dispar, históricamente se habían emitido a


plazos cortos (no más de tres años), pero a finales de los 90 e inicios del siglo XXI se han incre-
mentado los plazos, llegando incluso a superar los diez años y – ocasionalmente – llegan hasta
los 30 años.

Son activos muy seguros y con calificación crediticia óptima, ya que están garantizados de
forma reforzada con la cartera de préstamos hipotecarios de la institución emisora, que a su
vez suele garantizar la liquidez de dichas emisiones, en ocasiones a precio fijo, y en ocasiones
a precio variable de mercado.

Es un activo de dudosa catalogación como mercado monetario, especialmente si su plazo


es muy prolongado y su tipo de interés es fijo, aun teniendo firme compromiso de liquidez por
parte de la entidad emisora.

Derivados sobre tipos de interés a corto plazo (Forwards, futuros, opciones y swaps)
Los derivados, que serán objeto de tratamiento pormenorizado en otros módulos, son ins-
trumentos financieros diseñados para llevar a cabo operaciones de cobertura y de inversión
o especulación con la posibilidad de aprovechar el alto grado de apalancamiento que ofrecen
(escaso desembolso de depósito de garantía o prima sobre el valor real de la inversión a efec-
tuar de forma obligatoria o voluntaria).

Los derivados, en cualquiera de sus cuatro modalidades germinas y con sus múltiples
productos especializados, pueden tomar como referencia diferentes activos subyacentes. En
mercados monetarios, los instrumentos derivados se vinculan o indexan a tipos de interés de
mercados monetarios de corto plazo, siendo los plazos más frecuentes el tipo de interés a un
día y el tipo de interés a tres meses. Se puede elegir entre tipos de interés de activos emitidos
por algún Tesoro Público (modalidad caída en desuso), o tipos de interés del mercado interban-
cario (modalidad muy consolidada y en continua expansión desde hace varias décadas), tales
como Euribor, Eurodólar, Euroyen, todos ellos a 3 meses, o EONIA a 1 día.
Instrumentos y mercados financieros

Participaciones de fondos de inversión monetarios (antes FIAMM)


A pesar de que la legislación española considera que las participaciones de fondos de inver-
sión son valores mobiliarios, la práctica pone de manifiesto que dichas participaciones no se
negocian en ningún mercado financiero1 y es la propia entidad gestora la que (en colaboración
con el depositario) se encarga de proporcionar liquidez a quienes desean reembolsar sus par-
ticipaciones con cargo al fondo (salirse del fondo y percibir el dinero), o favorece la suscripción
de participaciones con aportaciones de dinero al fondo por parte del partícipe.

En definitiva, se podría decir que las participaciones no se compran ni se venden, sino que
se suscriben y se amortizan o reembolsan. Además, las participaciones de fondos de inversión
son un activo genuino en el sentido de que no es necesario que para comprar (vender) alguien
te venda (compre) sus participaciones, ya que es el fondo el que da contrapartida.

Las participaciones de fondos monetarios se pueden considerar mercado monetario en la


medida en que la cartera que integra dichos fondos está integrada por una gama más o menos
variada de diferentes activos monetarios, que incluirían a los activos enunciados y descritos en
este apartado.

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